Durante este periodo de cuarentena el IPARM-UN se ha encontrado con dificultades relativas
al diario vivir de la escuela en casa a nivel económico de algunas familias, agotamiento en estudiantes y docentes, problemas de comunicación e infraestructura, entre otros, además del ambiente que todos conocemos de incertidumbre como consecuencia del cambio en las dinámicas económicas y sociales en la coyuntura sanitaria. El Consejo Directivo compuesto por representantes del Consejo Estudiantil, Asamblea de Maestros, Consejo de Padres, Bienestar Universitario y Egresados, presidido por el Director del Colegio, ha buscado afrontar todas estas dificultades a partir de esfuerzos mancomunados encontrando, por su puesto, problemas en el camino. Sin embargo, no esperábamos hallarnos en una situación de inoperatividad producto de falta de garantías para ejercer las funciones directivas que corresponden al Consejo y que son directa responsabilidad de la dirección. Es así que en el día de ayer se declaró por parte de los estamentos un cese de actividades durante un mes hasta tanto la dirección del colegio garantice la participación del gobierno escolar y bajo ciertas condiciones o compromisos acordes a la norma. El problema principal es la incapacidad de la Secretaría Académica para cumplir con sus funciones en lo que al Consejo Directivo se refiere. De los encuentros directivos, entre reuniones ordinarias y extraordinarias, se completan 12 de las cuales solamente 1 acta ha sido finalizada, aprobada y firmada. Sin actas, la viabilidad de las decisiones de este órgano directivo es imposible y la institución de alguna manera no podría responder ante las autoridades correspondientes. En términos simples: el IPARM no tiene máxima instancia de representación y gobierno escolar, o lo tiene, pero no toma ninguna clase de decisión para el direccionamiento de la institución. Es importante aclarar que los últimos cuatro a cinco años se han tenido estas dificultades con la Secretaría Académica responsabilidad de Álvaro Ignacio Lemus Alarcón y que varios y diferentes miembros del Consejo Directivo entre ellos las diferentes representaciones de egresados, hemos hecho notar la inconformidad con las actas del señor Lemus, pues no recogen los acuerdos, omiten discusiones o llanamente están mal redactados dando lugar a interpretaciones inadecuadas y discusiones improductivas. Justamente fue necesario formular una guía con parámetros de forma y contenido para que el secretario pudiera completar apoyándose en las grabaciones de cada sesión. Desafortunadamente ni con esas ayudas ni con correcciones de estilo y aportes directos de los consejeros (que no son su competencia ni función) se lograron buenos resultados. Incluso aporté haciendo una de las comunicaciones que fue corregida en vivo con una consejera de Padres y el propio director, pero la respuesta de Lemus fue omitir tal crédito y negar los aportes substanciales al documento, haciendo parecer los mencionados aportes como marginales. A juicio de egresados, cortar y pegar no es una síntesis temática y una relatoría no es el acta ejecutiva que se pactó. Por otra parte, se han dado manejos inadecuados de información, entregándola a los consejeros inoportuna o confusamente sobre temas a tratar y demostrando eventualmente que algunos miembros de la comunidad educativa incluyendo a la coordinación de bienestar, coordinación académica y la propia dirección, desconocen la importancia del accionar de la máxima autoridad administrativa de la institución, actuando por propia cuenta u omitiendo acuerdos. Comportamiento también con antecedentes.
Es necesario poner en conocimiento a la comunidad de una situación especial:
En calidad de Presidente de la Asociación de Egresados del Instituto Pedagógico Arturo Ramírez Montúfar ASOE IPARM y como representante del estamento de egresados y miembro del Consejo Directivo IPARM 2020, manifiesto mi rechazo a las acusaciones que el día de ayer, 8 de junio de 2020, realizó el profesor con funciones de Secretaría Académica, señor Álvaro Ignacio Lemus Alarcón, imputando a los miembros del Consejo Directivo la responsabilidad por su salud presente y futura. No solamente se realizó en tono amenazante sino que además impuso tal responsabilidad en grado y magnitud a la representante de estudiantes menor de edad, empleando la acusación como recurso para condicionar al Consejo Directivo imponiendo la aceptación sin más de sus labores por fuera de los acuerdos. El profesor Lemus Alarcón tiene la obligación de llevar su denuncia a la entidad correspondiente o retractarse de la misma, y en consecuencia los miembros del Consejo Directivo tomaremos las medidas pertinentes. Lemus Alarcón en otras ocasiones se ha enfrentado al director a lo cual se le ha replicado que dirija sus quejas o reclamaciones a Personal de la universidad pues el Consejo Directivo no tiene potestad sobre el particular. Incluso el día de ayer ordenó al director –su propio jefe- realizar las actas pasando por encima de sus funciones y “desconociendo la cadena de mando” o jerarquía. En una reunión anterior gritó al Consejo Directivo en pleno exigiendo se le dieran las conclusiones y acuerdos que él debía escribir. No es la primera vez que ante un cuestionamiento el profesor Lemus se sale de sus casillas sin necesidad alguna e irrespeta a los miembros del Consejo Directivo. Pero de nuevo, si actas y sin llamados de atención por parte de sus superiores, los estamentos quedamos amarrados de pies y manos. Como representante de Egresados y miembro de la comunidad lamento profundamente que el ejemplo de algunos adultos formadores siga siendo el de desacato y desatención a las necesidades, derechos y obligaciones de los estudiantes como población por la cual existe la institución educativa. Como cofundador de ASOE IPARM, solicito a los egresados participar activamente en la construcción de una comunidad que pueda apoyar los procesos formativos del IPARM centrados en los estudiantes, además de las iniciativas que queremos adelantar a partir de la historia compartida en el IDAP, IPARM y Universidad Nacional que siempre será nuestra casa, pues nuestros vínculos necesariamente pasan por los trabajadores, docentes y estudiantes de la Universidad.
Cordial saludo,
Alejandro Medina B. Promoción IPARM 2003 Presidente ASOE IPARM