Sie sind auf Seite 1von 2

James Joyce y su canto de sirenas / Alfredo Rosso / 11/12/07

El escritor irlandés James Joyce no sólo escribió lo que muchos consideran como
la gran novela del siglo XX con su “Ulises”, sino que su propia figura de leyenda ha
sido inspiración de un número variopinto de tributos musicales a lo largo de las
décadas. Lo cual no resulta extraño, cuando consideramos que el propio Joyce
amaba la música, asistía regularmente a óperas y conciertos, cantaba en fiestas y
reuniones familiares y aprovechó numerosas ocasiones para abrir su mundo de
poesía y prosa a los sonidos musicales. Además, Joyce bautizó Chamber Music
(Música de Cámara) a su primera colección de poesía, hizo que los personajes de
los cuentos de Dubliners (Dublineses) discurrieran acerca de la ópera y las
canciones populares y hasta dedicó todo un capítulo de Ulysses a la música. El
propio Joyce tenía una bella voz de tenor, un talento que heredó de su padre.

Resulta bastante lógico, entonces, que varios músicos hayan elegido la obra
literaria del gran dublinés como fuente de inspiración para sus composiciones. En
el campo del rock, el primer cerebro creador de Pink Floyd, Syd Barrett, le puso
música al “Poem V” de Chamber Music, convirtiéndolo en la canción “Golden
Hair”. El tema fue incluido en su álbum solista de 1969 The Madcap Laughs, tiene
un clima etéreo y ensoñado y un arreglo simple para voz y guitarra acústica.

La cantautora Kate Bush grabó el tema “The sensual world”-con el que tituló a su
álbum de 1989- cuya letra está inspirada en el célebre soliloquio de Molly Bloom,
del último capítulo de Ulysses. Jefferson Airplane, uno de los grupos capitales de
la movida de rock de San Francisco, incluyó la canción “rejoyce” en su disco After
Bathing At Baxter’s, de 1967. La letra abunda en referencias a personajes del
Ulysses y el estilo de las estrofas tiene algo de la técnica de “monólogo interior”
característico de Joyce.

Lou Reed comenzó su álbum de 1982 The Blue Mask con “My house”, un tema de
homenaje al poeta Delmore Schwartz, a quien el co-fundador de Velvet
Underground consideraba como uno de sus mentores artísticos, una especie de
padre espiritual. En una línea de la letra, Reed describe esta conexión asociándola
con los dos personajes principales del Ulysses: “yo fui un Dedalus para tu Bloom”.

Los homenajes musicales a James Joyce abundan también en otros géneros,


especialmente en el avant-garde clásico. Luciano Berio, un músico de la
generación de Karlhein Stockhausen y John Cage compuso Chamber Music &
Thema: Ommagio a Joyce, mientras que el propio John Cage tiene una pieza
llamada Roaratorio: An Irish Circus on Finnegans Wake, que fusiona música
tradicional irlandesa con una serie de efectos sonoros y pasajes leídos de la obra.
Por su parte, Samuel Barber, uno de los grandes compositores estadounidenses
contemporáneos, creó Nine Joyce Songs, nueve obras basadas en textos de
Joyce, desde poemas de Chamber Music hasta adaptaciones de Finnegans Wake.

Cuando concibió su Ulysses, Joyce dijo que el libro “mantendría ocupados a los
críticos por trescientos años”. Lo que no sabía es que su legado literario también
iba a llenar los pentagramas de todo el mundo por décadas.

Das könnte Ihnen auch gefallen