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INSTITUTO DE EDUCACIÓN SUPERIOR N° 6001 “GRAL. MANUEL BELGRANO”.

CARRERA:​ PROFESORADO EN EDUCACIÓN SECUNDARIA EN TECNOLOGÍAS.

ESPACIO CURRICULAR:​ ​INCLUSIÓN EDUCATIVA.

DOCENTE: ​MIRTA URBINA.

CURSO:​ 3º 1º.

ALUMNOS:
● CHOQUE RODRÍGUEZ, SANTIAGO AGUSTÍN.
● CHOQUE, RICARDO SEBASTIÁN.

AÑO:​ 2020.
TRABAJO PRÁCTICO Nº 4: Derecho a la educación en América Latina. El desafío de la inclusión en el reconocimiento de las
diferencias. MARÍA ELENA MARTINEZ.

En América Latina, entre los siglos XIX y XX, el mensaje que prevalecía estaba basado en discursos normalizadores como forma
de control social dirigidas al cuerpo de niños, niñas y jóvenes. Norma será el término que se asocia a lo normal a partir de una
decisión normativa, se va definiendo como normal a personas con gestos y acciones ajustadas a un modelo que es definido como
la norma, a quienes son capaces de amoldarse al modelo y, las personas que no, son considerados como anormales, ya que, no
encuadran en el modelo instituido desde y a partir del propio grupo al cual se refiere la norma. De este modo, permanecen
vigentes, una serie de saberes, instituciones y marcos regulatorios orientados al abordaje y tratamiento de las diferencias en el
campo educativo, que favorecen el mantenimiento de orientaciones y prácticas vinculadas a un formato escolar que pondrá en
acto distintas tecnologías como forma de tratamiento de las diferencias en la educación. Este proceso de normalización de la
población, permite clasificar a los niños y jóvenes, en relación a la salud biológica de los cuerpos, construcción de biotipos,
técnicas psicométricas para medir la condiciones intelectuales y emocionales, prácticas de evaluación que se rigen solamente por
el rendimiento, aprendizaje o desempeño referidos al contenido escolar, que construyen, organizan y delimitan un campo de saber
sobre lo escolar en que la anomalía será separada de la enfermedad. Se trata entonces de la homogeneización de lo social.
En Argentina, a través de los tests de Cociente intelectual, craneometría, frenología, antropología criminal, se lograba pronosticar
el fracaso escolar o intentar medir la inteligencia. Claramente, se constituía en una forma de determinismo biológico, de intentos
de medir y sancionar científicamente la desigualdad.
De esta manera, las mediciones estadísticas adquieren importancia en la agenda educativa a nivel global, por medio de sistemas
de evaluación y comparación entre países en lo que respecta a cuestiones como aprendizaje y rendimiento. Existen exámenes
estandarizados como PISA (Programa Internacional de Evaluación de EStudiantes) y TIMMS (Encuesta Internacional sobre
Matemáticas y Ciencias). Por lo tanto, las escuelas son consideradas empresas, deben ser eficientes y responsables; y los
estudiantes, considerados como futuros trabajadores dentro de la economía productiva. La educación entonces, valoriza la
competencia, la productividad y el logro individual.
Durante la década de 1960, el Movimiento de Vida Independiente de personas con discapacidad comenzará a cuestionar el
modelo médico rehabilitador autoritario, proponiendo un modelo social donde la persona con discapacidad posee el control y
ejerce la responsabilidad sobre su vida reconociendo los apoyos necesarios para alcanzarla, fortaleciendo el activismo social en
distintos países y regiones. Así, la oposición dependencia versus autonomía fue condicionando las expectativas y las formas de
relación en nuestras sociedades dado que se vinculaba el concepto de diferencia con la noción de dependencia, definiendo los
contornos de las prácticas escolares y de las instituciones educativas. A medida que avanzaba la lucha de las personas con
discapacidad el binomio dependencia/autonomía, fue logrando conquistas en el campo de los derechos y en las políticas públicas,
que a futuro contribuirán a hacerlos efectivos. Ya, en 1980, comienza un periodo en el que van creciendo múltiples expresiones de
resistencia a las formas especializadas y patologizantes de entender la diferencia que hacían posible prácticas de opresión y
estigmatización, se iniciaba así un proceso de cambio hacia enfoques centrados en una educación para todos.
Transitando ya el siglo XXI en los diversos países de la región las políticas de Estado impulsan los derechos humanos, la justicia
social, la equidad y la no discriminación. Con el objetivo de superar las políticas de carácter asistencial y orientarse a políticas
universales e igualitarias sobre aquellos grupos sociales que tienen sus derechos vulnerados y a los que se les ha reconocido
nuevos derechos, construyendo así la ciudadanía plena. Para ello se debe garantizar el derecho a la educación, que implica las
exigencias de reconocimiento de las diferencias en procesos de inclusión social y educativa.
El derecho a la educación inclusiva reconocido en el artículo 24 de la CDPD (Convención de Derechos de Personas con
Discapacidad), obliga a las autoridades educativas a impulsar una transformación del sistema educativo con el fin de lograr que
todas las escuelas estén en condiciones de recibir a todos los niños, niñas y jóvenes en sus aulas, incluidos los alumnos con
discapacidad, y brindarles una educación que considere sus necesidades, interés y características.
La educación basada en el principio de inclusividad plantea el derecho de todo niño/niña/joven con discapacidad a recibir
educación en una escuela común. La permanencia de prácticas de segregación, de integración y de iniciativas encuadradas bajo
la etiqueta educación inclusiva no solo se basan en discursos pedagógicos sino también médicos y burocráticos, ya sea
refiriéndose a problemas de aprendizaje, o de conducta, o alguna forma de relación entre ambos sea ido ampliando la población
de alumnos diagnosticados en la escuela y en el consultorio con diferentes síndromes. De este modo, modificar el comportamiento
o encauzar la conducta de los individuos requiere medicamentos y experiencias pedagógicas que deben ser sostenidas en el
tiempo.
La cuestión de la diferencia está asociada con una variedad de significados, por lo cual debemos entender, cómo la articulación de
discursos y prácticas inscribe relaciones sociales, posiciones de sujeto y subjetividades. Según Pierre Bourdieu, las relaciones de
diferencia como la capacidad, la edad, el sexo, o la etnia son construcciones sociales y es un riesgo creer con que basta
deconstruir estos artefactos sociales para destruirlos. El concepto de diferencia, hace referencia a la variedad de formas en la que
los discursos específicos de la diferencia se constituyen, cuestionan, se reproducen y se resignifican. La diferencia, no siempre es
un indicador de jerarquía y opresión, la cuestión es, que si la diferencia resulta en equidad, explotacion y opresion o en
igualitarismo, diversas formas democráticas de agencias políticas es contextualmente contingente.
Inclusión y diferencia, común y especial, unidad y fragmentación, constituyen tensiones que arman la trama de los procesos de
escolarización. Foucault (1998) propone que es necesario no limitarse a examinar lo que es rechazado y excluido en una
sociedad, sino la relación entre lo incluido y lo excluido. Nos encontramos en la actualidad frente a marcos jurídicos y políticas
educativas que plantean la inclusión social y educativa fundamentalmente para referirse a la mejora respecto al acceso y
permanencia de niños y jóvenes en la escuela en vinculación con un avance en las condiciones de vida de la población.
El enfoque basado en derechos define que los educadores y profesionales de la educación deben responder al bien supremo de
niños sobre los cuales se toman las decisiones en territorio, atendiendo a las relaciones de diferencia, ya sea de clase social,
étnica, nacional, religiosa, generacional, de género, sexual, territorial, etcétera. Los discursos de inclusión educativa en los
sistemas educativos promueven los derechos de los niños y jóvenes a recibir educación pero al ser colocados al reconocimiento
de las diferencias, es decir, en términos de derechos específicos de grupos particulares, deviene en derecho de todo niño y joven
a recibir educación en una escuela común.
Muy frecuentemente, se denomina educación inclusiva o escuela inclusiva a prácticas educativas segregadas como la educación
especial o la atención de necesidades educativas especiales o a la educación integrada que tienen, en sí mismas, una dimensión
exclusora. Así las escuelas especiales representan una violación de los derechos humanos individuales sino incluye el derecho a
una educación inclusiva en la escuela común en la propia zona o barrio.
Inclusión significa avanzar hacia una escuela común en que todas sus dimensiones son re-elaboradas y re-diseñadas dado que
considera de entrada las relaciones de diferencia de todos los estudiantes, de esta manera, la planificación no se realiza teniendo
por referencia a un “alumno promedio” para luego realizar acciones individualizadas que den respuesta particular a un estudiante
particular o a grupos de estudiantes que no fueran incluidos en una propuesta educativa que se inscribe en una lógica de
homogeneidad y no de diversidad (ONU, 2008).
Echeita y Ainscow, propone cuatro elementos para definir inclusión en el sistema educativo:
La inclusión es un proceso, es decir, la inclusión ha de ser vista como una búsqueda constante de mejores maneras de responder
a la diversidad del alumnado. La inclusión busca la presencia, la participación y el éxito de todos los estudiantes. La inclusión
precisa la identificación y la eliminación de barreras. La inclusión pone particular énfasis en aquellos grupos de alumnos que
podrían estar en riesgo de marginalización, exclusión o fracaso escolar.
La posibilidad de realización de una vida independiente y de ser incluido en la comunidad depende de una serie de factores,
siendo una de la más importantes la educación inclusiva. La educación inclusiva requiere y exige replantear la teoría y práctica
educativa.
La inclusión alude al proceso de incrementar y mantener la participación de todas las personas en la sociedad, en la escuela y en
la comunidad de forma simultánea, procurando disminuir y eliminar todo tipo de procesos que lleven a la exclusión.
La inclusividad en la práctica educativa significa elaborar discursos y prácticas educativas que inscriban nuevas direcciones para
los procesos de escolarización.
Esta visión de la realidad cotidiana de la escuela termina colocando al discurso de la educación inclusiva como una nueva
exigencia para educadores en el aula. Cualquier discusión sobre educación inclusiva conlleva como desafío reconfigurar el
sistema escolar y requiere rediseñar la formación de docente para el trabajo de los docentes en el aula inclusiva. Es por ello,
fundamental una formación para el trabajo en equipo y cooperativo dentro del aula.

VOCABULARIO

La ​integración es la acción y efecto de integrar o integrarse a algo, proviene del latín integration y constituye completar un todo
con las partes que hacían falta ya sea objeto o persona. Es un fenómeno que sucede cuando un grupo de individuo unen a alguien
que se encuentra por fuera sin importar sus características y diferencias. La integración viene siendo lo opuesto a la discriminación
o ciertos actos en donde algunas personas sufren el desprecio y aislamiento social. Es importante tener en cuenta que para que
exista una integración verdadera los individuos deben dejar aun lado todos los prejuicios, miedos, temores o dudas sobre la otra
persona.
FUENTE: ​https://conceptodefinicion.de/integracion/

La ​inclusión es la actitud, tendencia o política de integrar a todas las personas en la sociedad, con el objetivo de que estas
puedan participar y contribuir en ella y beneficiarse en este proceso. La palabra, como tal, proviene del latín inclusio, inclusiōnis.
La inclusión busca lograr que todos los individuos o grupos sociales, sobre todo aquellos que se encuentran en condiciones de
segregación o marginación, puedan tener las mismas posibilidades y oportunidades para realizarse como individuos.
La inclusión se formula como solución al problema de la exclusión que es causado por circunstancias como la pobreza, el
analfabetismo, la segregación étnica o religiosa, entre otras cosas.
Para algunos autores, es el Estado, a través de sus instituciones, el organismo que debe implementar planes y políticas para
corregir estas situaciones y propiciar la inclusión y el bienestar social.
FUENTE: ​https://www.significados.com/inclusion/

Para terminar, a modo de conclusión, la integración surgió bajo el Modelo Médico Rehabilitador, es decir, se habla de personas
con capacidades diferentes o necesidades especiales, dos formas de no decir que tiene una discapacidad y que refuerza la idea
de la discapacidad del otro como diferente. Por otro lado surge la inclusión del actual modelo social, en la que se piensa la
discapacidad. Con la inclusión se explica que es responsabilidad de toda la sociedad que todas las personas puedan vivir y
desarrollarse con igualdad de posibilidades.

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