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A.N.E. A.N.F.E.
Boletín Eucarístico
Queridos adoradores:
Concluidas las fiestas pascuales, encarando ya los calores veranie-
gos, y con la alargada sombra del coronavirus cerniéndose todavía
sobre los quehaceres humanos, permanecemos fieles a nuestra voca-
ción, aunque privados, en parte, de la libertad que desearíamos para
nuestros encuentros con el Señor. En Jerez, por lo menos, ya hemos
podido quitarnos la espinita que teníamos clavada por la imposibilidad
de celebrar las vigilias de rigor desde el pasado mes de marzo. La Vi-
gilia del Corpus Christi, celebrada conjuntamente por todos los turnos
de la capital en la iglesia conventual de Santo Domingo, con las debi-
das normas higiénicas, fue un reencuentro gozoso donde no faltó la
piedad cristiana, el fervor eucarístico, la fraternidad sacramental, la
ofrenda de caridad, la devoción mariana, la solemnidad litúrgica y el
aparato ritual que la propia celebración exige. Lo único que se echó
en falta es la imposición de insignias a nuevos adoradores y vetera-
nos. Esperemos que sólo sea una anécdota por las inusuales circuns-
tancias.
Junio es un mes eminentemente eucarístico. La razón, lo sabe-
mos bien, es la coincidencia de la fiesta del Corpus y tantas manifes-
taciones eucarísticas que jalonan la geografía y la tradición de nuestra
tierra española. Pero tiene un sabor distinto a la celebración de la ins-
titución de la Eucaristía que celebramos el Jueves Santo. El día que
comienza el Triduo Pascual vemos a Jesucristo en la intimidad del
cenáculo, con mirada cariñosa, voz afable y tono de despedida. Una
emoción intensa sobrevuela aquel círculo de amigos que reciben un
grandioso testamento empapado de promesa y misterio. Ese pan par-
tido es prefiguración de su cuerpo roto en la cruz.
El día del Corpus recordamos otros momentos de la vida del Se-
ñor, recalcando que su cuerpo, roto y ofrecido, es alimento que da vi-
da. Precisamente el gran Tomás de Aquino, al componer el oficio del
Corpus a petición del pontífice Urbano IV, quiso dar inicio a la misa
PREGUNTAS BREVES
1ª PREGUNTA
¿Por qué es verdad que en Cristo escondido en la Eucaristía
–sacrificio, Comunión y Presencia– está todo lo que Hizo en su
vida mortal?
2ª PREGUNTA
¿Por qué no es menos verdad que en Cristo transustanciado
en el pan y en el vino nos muestra todo lo que HACE, aquí y
ahora por nosotros?
3ª PREGUNTA
¿Hemos de ponderar, alabar, participar en todas las liturgias
comunitarias de la Iglesia? “Sin la misa no podemos vivir”. Sin
embargo ¿por qué necesitamos más que nunca intimidad con el
Señor, “audiencia privada” con quien sabemos nos ama? Sin Be-
tania no podemos, no podremos ni ser apóstoles ni servidores de
corazón a corazón .
1ª PREGUNTA
¿Por qué decimos en la plegaria eucarística que Cristo es la
“Fuente de toda santidad”? ¿Lo tenía presente San Pascual en
estos textos? Primero, conocimiento interno de quienes somos.
2ª PREGUNTA
En estos textos San Pascual está practicando ante todo la
oración de petición o de súplica. La oración, en cualquiera de sus
modalidades, es como el aire para nuestros pulmones. ¿Sin inti-
mar con Dios que busca nuestro amor podría el ser humano pro-
gresar en el camino universal de la santidad? No saber mucho,
sino amar mucho.
3ª PREGUNTA
De bien nacido es ser agradecidos. ¿Por qué es tan impor-
tante en todo momento, cuanto más después de comulgar, la ac-
ción de gracias? Pidamos al Espíritu Santo como hace el santo,
que sepamos corresponder en amores al Huésped de nuestra
alma.