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SIGLO XX: DE LA INESTABILIDAD POLÍTICA A LA DEMOCRATIZACION

Víctor-jacinto Flecha

La era liberal. Golpes, contragolpes y motines

El Paraguay comenzó el siglo XX con una década de desaforo político en donde la


inestabilidad fue el signo de la época. Entre 1902 y 1912 se sucedieron conspiraciones,
golpes de estado, levantamientos armados, escaramuzas políticas y luchas campales
entre gubernistas y opositores entre los que se destacaron tres cruentas guerras civiles-
militares que se desarrollaron en gran parte del territorio nacional, nueve golpes de
estados y/o conspiraciones. Durante la década se cambiaron doce presidentes de la
República como resultado de esa inestabilidad.1

La historiografía tradicional asegura que esta situación fue el resultado de un recambio


de la élite política que estuviera en el poder desde 1874 a otra que por primera vez
accedía a él, guerra civil de por medio en 19042. La nueva historiografía, en cambio,
agrega un conjunto complejo de factores nuevos que hacen que esta inestabilidad
política y social de la época sean vistas como erupciones de un nudo de contradicciones
que convergieron al mismo tiempo sobre la frágil realidad política del país.3

El nuevo Estado paraguayo, surgido en 1870, después de la derrota, prohijado por los
triunfadores, jugó el papel de instrumento de legalización del despojo de las riquezas
del país por parte de los vencedores. En su primera etapa (1882-1900) legalizó el
dominio de las empresas extranjeras y de la "clase política" sobre el medio fundamental
de producción de la época: la tierra4/ para luego, después de esa fecha, desarrollar y
1
Freire Esteves, "Historia Contemporánea del Paraguay", Buenos Aires, 1924, Segunda Edición, El
Lector, Asunción, 1996.
Jaeggli, Alfredo, "Albino Jara, un varón meteórico", Editorial Napa, Buenos Aires, 1963, Segunda
edición, Editorial Napa, Asunción 1983
Rivarola, Milda, "Obreros, Utoías y Revoluciones, La fromación de las clases trabajadoras en el
Paraguay liberal 1870 - 1931", Centro de Documentación y Estudios (CDE), Asunción 1993.
Flecha, Víctor-jacinto. El Estado Oligárquico Paraguayo. Reflexiones acerca del surgimiento,
desarrollo y quiebre del Estado oligárquico (1870-1936), FLACSO, México, 1983.
2
Cardozo, Efraím "El Paraguay Independiente" Editorial Salvat, Barcelona 1949.
Freire Esteves, Gómes, Op. Cit.
Chávez, Julio César "Compendio de Historia Paraguaya", Carlos Schauman Editor, Asunción 1988.
Gaona, Francisco, "Introducción a la Historia Gremial y Social del Paraguay", Tomo I, Editorial Arandú,
Buenos Aires 1977.
3
Campos Doria, Luis. Grands étapes du Developpement agricole du Paraguay, son insertion au marché
regional et internacional., These du 3ème cycle, Université de Sorbonne nouvelle, 1985.
Herken Krauer, Juan Carlos, "Ferrocarriles, conspiraciones y negocios en el Paraguay (1910-1914)", Arte
Nuevo, Asunción 1984.
Rivarola, Milda, Op. cit.
4
El procedimiento normal fue la de adquirirla a muy bajo precio (precio de desnacionalización, según
Domingo Laíno) grandes extensiones territoriales, para vender luego una parte (precio de especulación) a
otros inversionista rezagados por una cantidad cincuenta veces superior a la abonada al fisco y, por
último, aplicar las ganancias obtenidas de esa manera al financiamiento de uno o varios complejos
agroindustriales(segunda inversión).
Laíno, Domingo., De la Independencia a la Dependencia, Editorial Cerro Corá, Asunción, 1976, pp.
205/211.
Ver. Flecha, Víctor-jacinto. "El Estado Oligárquico paraguayo. Reflexiones acerca del surgimiento y
desarrollo del Estado Oligárquico paraguayo, 1870-1936, Tesis de maestría. FLACSO, México 1983.
asegurar un modelo de enclaves agro-exportadores centrado en la explotación de
recursos naturales como el extracto de quebracho, la madera o la yerba mate, o en tres o
cuatro productos como la esencia de petit grain, el tabaco, frutas de naranjas o productos
provenientes de la explotación ganadera5.

Las tierras que habían sido liquidadas por el Estado en 1883 comenzaba a transformarse
en un elemento productivo como asimismo la emergencia de un sector exportador
suficientemente fuerte como para dominar la economía del país6. Contribuía al nudo de
contradicciones políticas las viejas disputas entre Brasil y la Argentina por conquistar
cada uno para sí el dominio hegémonico del país que se vinieron dando desde la
finalización de la guerra en 1870 y que continuaban de manera gráficamente presente
con barcos de guerra anclados de esos países en la bahía de Asunción para resguardar
sus propios intereses. La aparición de varios proyectos ferrocarrileros, como Trans-
Paraguayo, que hacían del territorio paraguayo el nudo de unidad entre el Pacífico y el
Atlántico amén de la unidad de un proyecto de mayor alcance que suponía la unidad
interna del área en el centro del continente y de esa forma liberar al Paraguay de su
obligada salida al mar por el Río de la Plata, desembocó en una lucha que al final
impactó sobre la política paraguaya inaugurando una etapa de muy inestable. Esos años
fueron pletóricos en golpes de estado. Años después, 1913, con la inauguración de
tramo Corumbá-Santa Catarina en el Brasil finiquitaron los problemas políticos en el
Paraguay.

Pudiera decirse que en esos años el territorio paraguayo fue un espacio donde
comenzaron a manifestarse las contradicciones entre los intereses imperiales de
Inglaterra cuyo poderío comenzaba a declinar y los emergentes intereses económicos y
políticos de los EE.UU. de Norteamérica que comenzaban a fortalecerse en esta parte
del continente.

El sistema político, a pesar de las declaraciones programáticas liberales de la


Constitución Nacional de 1870, era caudillista (forma de dominación que fuera
inaugurada por la clase política post-bélica, en su mayoría ex-soldados de López). Hacia
1900 comenzó a surgir una nueva generación política que recusaba los métodos
caudillistas. La fundación del Colegio Nacional 1877 y luego la Universidad Nacional
1890 comenzó a dar sus frutos en esa época.

5
"Los efectos positivos de la venta masivas de tierras empezaron lentamente a darse a comienzos del
siglo XX, con la instalación de industrias procesadoras del quebracho en el Chaco paraguayo. La política
implementada por el gobierno de la importación libre de impuestos de la Argentina, por el sur del país,
primero y posteriormente desde el Matto Grosso, al norte, facilitó la expansión de la industria del cuero,
y, gracias a su vez a los nuevos mercados europeos, el cuero llegó a alcanzar un nivel nunca visto
anteriormente. A la vez comenzaron a instalarse saladeras. " Herken Krauer, Juan Carlos. "La
Revolución liberal de 1904 en el Paraguay: El trasfondo socio-económico y la perspectiva británica". En
Pasado y Presente de la Realidad Social Paraguaya, Volumen I, Historia Social. CEPES, Asunción.1995
6
Hacia el 1900 "comienzan a darse los primeros efectos de la venta de tierras realizada décadas antes, con
la instalación de las industrias procesadoras de quebracho en el Chaco paraguayo, y, a un segundo nivel,
con el inicio de la industria del saladero. Esto significaba introducir al Paraguay del siglo XX una
industria que había tenido éxito en la Argentina y Uruguay a comienzos del siglo XIX, y que se
encontraba en ese momento en agudo declive en ambos países. (Herken Krauer, Juan Carlos. "La
Revolución liberal de 1904 en el Paraguay: El trasfondo socio-económico y la perspectiva británica". En
Pasado y Presente de la Realidad Social Paraguaya, Volumen I, Historia Social. CEPES, Asunción.1995
Asimismo la llegada inmigrantes, aunque exigua en la cantidad, hacia fines del siglo
constituyose con ellos un núcleo pequeño pero muy interesante de productores y
comerciantes de origen europeo que prontamente establecieron vínculos con sus países
de orígenes iniciándose rutas marítimas "con fletes directos" a puertos europeos como
Hamburgo, Amberes y puertos franceses. La exportación directa hacia esos puertos
europeos conllevó a una relativa dinamización de la economía paraguaya7. En 1900
fueron habilitados para el comercio de importación/exportación, los puertos paraguayos
de Villa de San Pedro, Villa del Rosario, Villeta y Paso de la Patria8 y para estimular la
construcción naval de los astilleros nacientes, fueron acordadas primas a los
constructores de buques a vapor o de vela. Ese mismo año fue promocionada la
instalación de nuevas industrias, otorgando privilegios por diez años a las empresas de
saladeros, conservas y extractos de carne que llegaren a establecerse en la república,
como ser, la libre introducción de sus maquinarias y demás elementos, exportación libre
de derechos de sus productos9.

Comercio/empresa/política

Un inusitado proceso de acumulación y concentración del capital extranjero se procesó


por la época. La historiadora Milda Rivarola señala que la "Industrial Paraguaya
alcanzaba, en promedio beneficios anuales equivalentes al 44% del capital invertido; la
Mihanovich tuvo ingresos netos equivalentes al 90% de su activo; el Paraguay Central
Railway Company presentaba en 1906 un 47% de aumento de sus beneficios respecto al
balance del año anterior"10. La exorbitante ganancia de las principales empresas de
transporte permite una acumulación que da por resultado la emergencia de inmensos
consorcios: la Mihanovich (la más grande empresa naviera, absorbió, por ejemplo, las
acciones de otras empresas rivales del transporte fluvial del Río de la Plata, mientras
lograba también controlar paquetes accionarios de dos ciudades fabriles del "Alto
Paraguay; Campos y quebrachales Puerto Sastre" y "Quebrachales y Estancias Puerto
Galileo"

"En tanto que el Banco de la República, subsidiario del Banco Francés del Río de la
Plata, que fuera fundado en 1908 logrando en la década posterior el control de las
principales casas importadoras-exportadoras como la Ruiz & Jorba, Censi y Pirotta,
Angulo y otras además de algunas industria locales. El Sindicato Farquhar, que logró
controlar en esos años gigantescos holdings de empresas en la Argentina, Uruguay,
Brasil y Bolivia".11

Este sindicato dirigido por el norteamericano Percibal Farquhar logró invertir en el


Paraguay entre 1908 a 1916 adquiriendo el PCRC (el ferrocarril); controlar además las
acciones de la Asunción Tramway Light & Power Co. (CALT); de la Compañía de
Maderas Argentino-Paraguaya (que había absorbido pocos antes la empresa Fassardi);

7
1.901/04. "La exportación de cueros a los mercados europeos se convierte en el rubro más dinámico de
las exportaciones paraguayas, colocándose la mayor parte del volumen exportado en Francia y
Alemania." Herken Krauer, Juan Carlos. "La Revolución liberal de 1904 en el Paraguay: El trasfondo
socio-económico y la perspectiva británica". En Pasado y Presente de la Realidad Social Paraguaya,
Volumen I, Historia Social. CEPES, Asunción.1995
8
Freire Esteves, Gomes. op. cit. pág. 317
9
Ibídem
10
Rivarola, Milda, op. cit., pág. 107
11
Rivarola, Milda, op. cit.
la Paraguay Land & Catle Co. (estancias y saladeros); las Empresas Locales de la
Internacional Products Corporation (el saladero de San Antonio y Puerto Pinasco), la
Industrial Paraguaya, a través de cuyo control el cartel se legaba igualmente a los
intereses del Banco Mercantil12.
La magnitud de los intereses de estos consorcios determinaría otra forma de
relacionamiento entre políticos, empresarios y financistas. La Revolución de 1904 tuvo
entres sus demandas la derogación de la concesión hecha a Ruis &Jorba por el gobierno
de Escurra, las estrechas relaciones entre el Banco de la República y el General Ferreira
estuvieron entre las causas de la revolución de Albino Jara en 1908, mientras que la
revolución de 1911-12 fue en alguna medida obra de los poderosos inversores
extranjeros -Mihanovich y el sindicato Farquhar que obtuvieron, con el triunfo de los
radicales, lo que el cónsul británico definió como "gobierno receptivo a sus
influencias"13.

El Paraguay de 1900: los polos de desarrollo

La mayoría de los pueblos y ciudades del interior del país dormitaban en el marasmo de
la desidia. Un inmovilismo social con una recuperación demográfica muy lenta
gravitaba enormemente sobre el desarrollo del país. De acuerdo al censo de J. Jacquet
confeccionada en 1886 la población total del país era de 239.774 de los cuales 25.000
residían en Asunción, 10.753 en Villarrica y 7.239 en Concepción. El resto de las
ciudades no llegaban a tener 5000 habitantes. El hecho que las dos ciudades citadas más
arriba tuvieran más habitantes se debe que fueron "polos de desarrollo"

Concepción, sobre río Paraguay, por haberse constituido en el puerto de una gran región
que abarcaba geográficamente toda la región norte del Paraguay y toda la región del
Mato Grosso (Brasil) fue convirtiéndose el centro de intercomunicación entre Mato
Grosso brasileño y el Paraguay del norte, y entre esta unidad y el área portuaria de
Buenos Aires e inclusive con comunicaciones directas con Europa.

Puerto desde donde partía toda la producción yerbatera de una región sumamente rica
en yerbales, que según un informe del cónsul inglés a su gobierno, en 1898, empresas
yerbateras de Mato Grosso exportaron ese año, vía zona norte del Paraguay, 500 mil
arrobas de yerba. Misma cantidad que exportaba el Paraguay en la época14.

La instalación de las primeras procesadoras de carne en el Río de la Plata incidió en el


aumento de los precios de la carne en Corrientes y otras zonas ganaderas argentinas.
Esto posibilitó el auge del ganado en la zona norte del Paraguay. Así, por ejemplo, el
stock ganadero de los Departamentos de Concepción y San Pedro en 1886 registraba
88.437 cabezas de ganados vacuno, un l3.9 por ciento del total registrado en el país.
Para 1899, el stock se había elevado a 732.220 cabezas, equivalente al 32 por ciento del
total nacional. Por ello no resulta raro que las primeras saladeras instaladas, en el país,
fuera precisamente en la zona norte.

El hecho de que los principales rubros exportables del país se concentró en el Alto
Paraguay y la zona "norteña" desde fines del siglo pasado hasta alrededor de mediados

12
Campos Doria, Luis, op. Cit, Herken, Juan Carlos, op.cit. Rivarola, Milda, op. cit.
13
Rivarola, Milda, op. cit. págs. 106/107.
14
Herken, Juan Carlos. Ferrocarriles, conspiraciones y negocios en el Paraguay 1910/1914, Arte Nuevo
Editores, Asunción, 1984, 200 págs.
de la segunda década de este siglo puede explicarnos el rápido aumento poblacional.
Así, en 1886, el partido de Concepción se estimaba en 4.087 habitantes luego ascender
en 1889 a 13.654 habitantes. De hecho que a mediados de la década del 80 Concepción
era la segunda concentración urbana del país.

Hacia 1900 la población de Concepción se componía de extranjeros, quienes habían


transformado la antigua aldea española en una especie de Manaus por las riquezas de
sus habitaciones. Enormes palacios a la usanza francesa o italiana. Las vajillas de plata
o porcelanas y copas de cristal de bohemia o bacarat tallados a mano eran usuales en las
mesas de los notables de la ciudad.

El otro polo de desarrollo de la época fue la ciudad de Villarrica, antigua ciudad que
hacia fines del 80 hacía logrado ser la cabecera del ferrocarril por lo que se había
constituido en el centro de la región central, este y sur del país. Ella emergía hacia fines
del siglo pasado como una progresista ciudad, centro comercial de exportación e
importación de toda la región sur, centro y este del país. Por esa ciudad salían todas las
exportaciones de yerba mate producida por la industrial paraguaya, la más grande de su
época, además de las explotaciones yerbateras de Caaguazú, que en esa época se
llamaba "Confín" y la explotación de los bosques naturales de naranja. Asimismo
Villarrica y la zona del Guairá debido a la existencia del ferrocarril se habían afincado
en ella diferentes contingentes de migrantes franceses, italianos, españoles,
montinegros, alemanes, judíos, quienes tenían una producción diversificada de
diferentes tipos de plantaciones europeas.

En Villarrica funcionaba la central de la gran mayoría de las casas de exportación-


importación cuyas sucursales funcionaban en Asunción, puerto de salida de esos
productos por el río Paraguay. Asimismo en Villarrica funcionaban diversos consulados
de países europeos.

Exportación/riquezas/pobrezas.

Hacia principios del 900 comienza la preocupación gubernamental por el problema de la


moneda. Inclusive se da un importante debate periodístico entre el paraguayo Fulgencio
R. Moreno y el ruso Jorge Ritter sobre las causas de la permanente devaluación de la
moneda. La base del sistema monetario paraguayo se hallaba contenida en la Ley del 4
de Julio de 1885, en la que la moneda paraguaya dependía exclusivamente de la moneda
argentina. Las oscilaciones cambiarias, las más de las veces, se manejaban de acuerdo
con las conveniencias de las grandes casas importadoras-exportadoras de Asunción,
quienes a su vez estaban fuertemente entrelazadas con los Bancos que funcionaban en el
país 15/. "...una pandilla de sobrada audacia y menguados escrúpulos, adueñada de la
bolsa de valores, influía sobre la economía" 16/. Además un banco extranjero estaba
autorizado a emitir billetes y ser el único gestor financiero estatal.

"El robustecimiento de los intereses comerciales exportadores hace que éstos empiecen
a manipular en forma considerable la tasa de cambio del peso paraguayo de curso legal,
aumentando sus utilidades gracias al hecho de que pagaban a los proveedores internos
en papel depreciado, mientras mantenían y aumentaban el ingreso en oro del exterior.

15
Rivarola Paoli, Juan Bautista. Historia Monetaria del Paraguay, El Gráfico, Asunción 1982, 600p.
Cuarta Parte Cap. I pp. 299/320.
16
Bray, Arturo. Hombres y Épocas del Paraguay. Ed. Nizza, Bs. As. 1957, Libro I., p. 152
Para 1903 Paraguay se encontraba en una situación ciertamente singular. Por un lado
existían un genuino auge económico en el sector exportador y ganadero que también
beneficiaba a los intermediarios comerciales y a los especuladores financieros y por el
otro existía una crisis financiera de proporciones, que afectaba en particular a las
finanzas del Estado, a los pequeños comerciantes desprotegidos frente a las
complejidades de la especulación cambiaria, a los asalariados urbanos y en especial a
los productores agrícolas".17

Se dio un caso, inclusive, que una casa comercial de importación y exportación de


frutos del país compro al estado el estanco de tabaco, que el estado había, en su
desesperación revivido, del siglo pasado. Es decir la exportación del tabaco era
monopolio del estado. Ese derecho de exportación había transpasado a Ruiz & Jorba y
esta va a ser una de causas de la revolución de 1904, por cuanto tocaba otros intereses
de otras casas comerciales poderosas.

La "revolución de 1904" y lo que esconde

La llamada revolución de 1904 no fue un hecho que conmovió como un rayo el cielo
sereno sino resultado de un proceso de cambio que se venía gestando desde el interior
del propio aparato político del estado. El sistema caudillista implementado años atrás
por ex-militares adictos a López, comenzaba a no responder a nuevas modalidades que
se iba dando dentro de la sociedad. La emergencia de un contingente obrero de las
explotaciones quebrachales o saladeras y otras industrias para el consumo interno. La
emergencia de una clase media como fue la burocracia de las empresas en los centros
urbanos y el cambio radical en las costumbres sociales de las clases altas, producto de
un contacto comercial más asiduo con Europa, con un refinamiento no visto hasta
entonces.
El aspecto político

El general Bernardino Caballero, antiguo soldado de López y líder del tradicional


partido colorado fundado por él, desde el gobierno años atrás, mantuvo su absoluta
hegemonía en la política del país hasta inicios de la década de los años 90. La
nucleación política del llano organizada a través del partido liberal había intentado
romper esa hegemonía a través de las urnas primero y luego a través de un golpe de
estado en 1891 sin lograr su objetivo. Sin embargo esa acción impactó en el seno mismo
del coloradismo fortaleciendo a algunos elementos nuevos, que tenían una visión más
moderna de la política.

Desde la administración de Juan G. González (19890-1894), antiguo miembro de la


"Legión Paraguaya" que había combatido a López, el gobierno colorado iba
"modernizándose", con una etapa más civilista y abierta del partido colorado aún
cuando tenía una vinculación estrecha con Caballero y otros jefes del coloradismo. De
hecho es el primer liberal que asumió la presidencia de la República.18 Con él emergen
nuevos hombres de una formación intelectual muy superior a la vieja burocracia del
estado. Dentro de la estructura del aparato del estado. En 1891, en el discurso de
apertura del Congreso el presidente González planteó por primera vez que "... el

17
Herken Krauer, Juan Carlos. "La Revolución liberal de 1904 en el Paraguay: El trasfondo socio-
económico y la perspectiva británica". En Pasado y Presente de la Realidad Social Paraguaya, Volumen
I, Historia Social. CEPES, Asunción.1995)
18
Freire Esteves, Gomes, op. cit. pág. 270.
limitado número de hombres preparados para el desempeño de los diversos servicios
públicos, nos revela hasta la evidencia que debemos utilizar todas las aptitudes sin
distinción de colores políticos" 19 demostrando su apertura en contraposición de los
anteriores líderes de su partido.

Este sentido de apertura en la administración pública socavaba la hegemonía de


Bernardino Caballero y el viejo grupo de dirigentes. De hecho, se había conformado
dentro de la Asociación Nacional Republicana, dos tendencias diferenciadas y en misma
medida que se acercaban las próximas elecciones presidenciales crecían las tensiones.
Por un lado, los caballeristas apoyaban nuevamente la Candidatura de Bernardino
Caballero a presidencia de la República, presumiblemente como para sostener su
hegemonía política en el partido, en tanto que los modernizadores apoyaban la
candidatura del general Juan B. Egusquiza, de origen legionario, es decir había
combatido a los ejércitos de López.

Caballero consciente de que estaba siendo desplazado por las nuevas figuras y como
forma de retener por lo menos algo del poder que se le iba de las manos inventa una
supuesta traición del presidente González a Egusquiza y logra unir con él sus fuerzas
para dar un golpe de Estado a pocos meses del término de su mandato, el 9 de junio de
1994. En su reemplazo asume el mando el vicepresidente Marcos Morínigo,
vicepresidente de la República y cuñado del General Caballero20. El 25 de noviembre
tomó posesión el nuevo presidente de la República para el período 1994-1998, el
general Egusquiza. Este está considerado por la historia como el primero de los
gobernantes del partido colorado que intentó llevar a la práctica los preceptos
constitucionales y de haber implantado una labor progresista tanto en lo económico
como en lo político. Le sucedió Don Emilio Aceval para el período 1989-1902 pero es
derrocado del poder a poco de terminar su mandato el 9 de enero de 1902 por los
caballeristas y asume en su reemplazo su vicepresidente, produciéndose por este motivo
un sangriento incidente del Congreso, donde es asesinado al único candidato del
"Caballerismo" Dr. Facundo Ynsfrán para las próximas elecciones, quedando este sector
sin una figura capaz de retomar el consenso perdido. El fallecimiento del general
Egusquiza posibilitó a los caballeristas a retomar la iniciativa. El 25 de noviembre 1902
asumió la presidencia un caballerista de pura cepa, el coronel Juan A. Escurra, acusado
de ser inepto, incapaz e ignorante. Con el arribo al poder de este coronel comenzó a
darse todas las condiciones políticas como para que emergiera una revolución. La
incapacidad del gobierno para enfrentarse a los nuevos problemas emergentes debido al
cambio del país fue el inicio de su derrota.

El movimiento revolucionario.

En 1904 un movimiento revolucionario se gestó para derrocar al desgastado gobierno


paraguayo de entonces. Este levantamiento si bien fundamentalmente descansaba sobre
los partidarios del partido liberal, éste aglutinó en su seno a toda la nueva generación de
jóvenes, incluida el sector modernizante del coloradismo que fuera desplazado del poder
en 1902.

19
Freire Esteves, Gomes, op. cit. pág. 272
20
Freire Esteves, Gomes. op. cit. págs. 290/1
Los revolucionarios tomaron una embarcación fluvial paraguaya que estaba en puertos
argentinos con la complicidad de las autoridades de ese país, el barco mercante Sajonia,
rebautizada en Libertad y acondicionada para convertirse en un barco de guerra.

El barco zarpó de las cercanías de Buenos Aires, embarcando poco después a


contingentes guerreros en Corrientes y se dirigió hacia el Paraguay. El gobierno
noticiado de la llegada del barco en territorio paraguayo dispuso el envío de otro barco,
el Villarrica, para detener al "Libertad". El 11 de agosto de 1.904 se dio el primer
encontronazo entre estas embarcaciones, logrando el libertad un rotundo éxito y el
aprisionamiento de "Villarrica". Ya con estos dos barcos se lanzaron hacia la capital por
el río Paraguay. El 15 de agosto, desde la ciudad de Villeta, donde los revolucionarios
se acantonaron y conformaron un "gobierno revolucionario" lanzan su "Manifiesto de la
Revolución" en el que explica la "completa subversión de las instituciones. La
Constitución y las leyes esclavizadas al servicio del peculado más vergonzoso, (...)El
Poder Ejecutivo se halla en manos de un sindicato que explota al país desde los altos
cargos públicos, el que crea, transforma o suprime instituciones de crédito en provecho
particular; el que maneja el tesoro de la nación como cosa propia; el que levanta
cuantiosas fortunas a expensas de las fiscales, mientras el pueblo muere de hambre (...)
La Revolución levanta como bandera, la salvación de la Patria"21 y hace un llamado a
todos los habitantes del país sin distinción de banderías políticas.

El 16 de agosto los revolucionarios se despliegan a través del río Paraguay hacia


Asunción. Las fuerzas gubernistas se preparan con artillería para cerrarles el paso pero
los revolucionarios logran evadir las baterías defensivas e intimar rendición a las fuerzas
gubernamentales a través del cuerpo diplomático acreditado en Asunción. Sin embargo,
no acometen el asalto a la ciudad. El "Villarrica" se enfila a la importante ciudad
norteña de Concepción y la zona norte del país, territorio donde estaban ubicados las
mayores industrias y el "Libertad" regresa a Villeta, centro y sede del gobierno
revolucionario.

La ciudad de Concepción estaba a cargo Coronel Zacarías Jara, padre de Albino Jara,
uno de los revolucionarios, quien logra convencer a su padre de que abandone la plaza.
Se firma entre las dos fuerzas el "Pacto de "Zanja León"", el 28 de agosto, en el cual las
fuerzas del Coronel Zacarías Jara abandonan la plaza que defendían y los
revolucionarios se comprometen a conducirlas a defender la frontera norte con Bolivia,
de cuyo puesto fueron llamadas a defender la Villa de Concepción.

Desde esa fecha se suceden un sinnúmero de batallas de hostigamiento, de desgaste del


gobierno de Asunción. Una bien orquestada campaña publicitaria montada por los
revolucionarios a través de envío de tarjetas postales a través de correo montado en la
Argentina. Centenares de tarjetas de jóvenes enamorados llegaban a la ciudad de
Asunción saludando a sus novias y amigas. La fiebre crecía en la juventud y gran parte
de ella, especialmente los estudiantes se lanzaban a cubrir los 30 kilómetros de distancia
entre Asunción y Villeta.

El 15 de octubre hasta el vicepresidente de la República en ejercicio, abandonó el


gobierno y se unió a los revolucionarios. En un manifiesto expresó que considera

21
Jaegli, Alfredo, op. cit. págs. 58/59.
moralmente muerto al gobierno por lo que se incorpora a las filas revolucionarias de
Villeta.

Al final el 12 de diciembre de 1904 se firmó el "Pacto del Pilcomayo" intermediada por


la Argentina, con el cual lograba la paz, disponía la designación de un Presidente
Provisorio de la República, a cargo de los delegados de la Revolución, la disolución del
Ejército Oficial, la constitución del Gabinete con los Ministros del Interior, Justicia,
Culto e instrucción Pública a cargo de los titulares actuales y de los Ministros de
Guerra, relaciones y Hacienda con ciudadanos de las filas revolucionarias y la
Renovación de la Cámara por elecciones libres22.

Se inicia la inestabilidad política

El 19 de diciembre un próspero empresario, Juan B. Gaona, es elegido Presidente


Provisorio de la República, con la tarea de preparar las elecciones. Este duró cargo por
el período de 11 meses y medio sin llamar a las elecciones, fue depuesto por el
Congreso el 9 de diciembre de 1905 y fue reemplazado en el cargo el Dr. Cecilio Báez,
líder intelectual del liberalismo. Baéz organiza las elecciones siendo electo para el
período 1906-1910 el Dr. Benigno Ferreira, quien fuera combatiente contra López y que
había ocupado varias carteras a principios de la década de 1870 y luego exilado por
décadas en la Argentina y había retornado al país para ponerse al frente de la
Revolución de 1904. El 25 de noviembre de 1906 asumió Ferreira en la presidencia, sin
embargo, tampoco llega a terminar su período ya que es derrocado por el Mayor Albino
Jara, después de una asonada el 4 julio de 1908, asumiendo el vicepresidente Emiliano
González Navero quien continuaría en el cargo hasta el fin del período. Por supuesto,
Albino jara es nombrado en el cargo de Ministro de Guerra, el hombre fuerte de la
época, militar díscolo, estuvo envuelto en todos los golpes de estado de ese tiempo
hasta que terminó de morir en unos de esos combates, después de haber ejercido la
presidencia. El señor González Navero también inauguraba con esa presidencia la
primera de las tres oportunidades que ocuparía el cargo de Presidente de la República,
siempre por renuncia o derrocamiento del presidente de la República siendo él, el
vicepresidente.

En setiembre de 1909 un batallón del partido colorado de 300 hombres, a cargo del
famoso cabecilla José Gill, hijo del Presidente Gill, quien fuera asesinado en la década
de 1870, acampó en Corrientes (República Argentina) con intenciones de invadir el Sur
de la República. Otros caudillos de ese mismo partido se encargan de convulsionar el
Norte, en las fronteras con Brasil, debiendo actuar en forma simultanea con la invasión
del sur. Cuando Gill pretendió apoderarse de Laureles, fue repelido por un ejército
gubernamental de 700 hombres bien armados. La intentona fracasa y luego de dos días
de tiroteos, Gill se retira de la acción, derrotado, cruzando a nado el turbulento río
Paraná23.

El 12 de abril de 1910 buscando una reconciliación y pacificación después de tantas


intranquilidades se promulga una Ley de Amnistía General para delitos políticos y en
una Convención del partido oficialista del 15 de mayo es aprobada la fórmula
presidencial para las elecciones próximas a Manuel Gondra, el intelectual de mayor
22
Ibídem
23
Freire Estéves, Gómez. Op. Cit. Pág. 412
prestigio en la República, como presidente y como vicepresidente el empresario Juan
Bautista Gaona.

Realizadas las elecciones, el 25 de noviembre asume la presidencia los arriba


nombrados y el ministro de Guerra de la administración anterior conmina a Gondra,
desde los cuarteles, a que vuelta a nombrarlo en el mismo cargo. Gondra cede a estas
exigencias quedando Jara nuevamente en el gabinete24. Gondra intenta deshacerse de
Jara nombrándolo, en enero, ministro plenipotenciario ante varios países europeos a fin
de alejarlo del país. Jara sublevó los cuarteles, amaneciendo al frente de ellos en abierta
rebelión contra el P.E.. En respuesta a tal situación el primer magistrado dirige al
Congreso su renuncia al cargo. Reunidas seguidamente las Cámaras Legislativas, eligen
el 17 de enero de 1911, por mayoría de votos, sin más oposición que la de tres o cuatro
representantes, al Coronel Albino Jara, Presidente Provisorio de la República.

Pero la cosa no quedó así. En febrero un grupo de militares que apoyan la causa del
presidente caído decidieron levantarse en armas para reponer por la fuerza al Sr. Gondra
en la primera magistratura. Tal objetivo no fue logrado, pues luego de grandes
enfrentamientos armados, los cuales causaron muchísimas bajas en ambos ejércitos, el
ejército de Jara logró apoderarse de la situación fusilando a todos los prisioneros
políticos apresados en la contienda25.

En junio se procesa un escándalo mayúsculo. El Diario, publica una carta-denuncia de


una señora extranjera, madre de la artista L. Panissi, que trabajaba en el Teatro
Nacional, refiriendo los pormenores de un secuestro atentatorio al pudor de que fuera
víctima su referida hija por parte del Presidente de la República.

La sociedad se conmueve. Nunca hasta entonces se había dado un escándalo parecido en


las esferas gubernamentales. Los estudiantes se manifestaron en las calles por el hecho y
como respuesta gubernamental los jóvenes fueron violentamente reprimidos por fuerzas
del ejército. Ante la situación el Congreso Nacional decide intervenir con una
interpelación al Presidente de la República y éste en respuesta mandó apresar a todos
los representantes de la mayoría y con torturas les arrancó la renuncia al cargo.

Ante este desorden público exacerbado por el poder dictatorial se suceden una serie de
conspiraciones militares. El 5 de julio de 1911, Jara fue invitado a un desayuno a un
cuartel y allí, los militares le exigen su renuncia al cargo de la presidencia26. El mismo
día se reunió el Congreso con la asistencia de la mayoría anteriormente obligada a
renunciar y aceptó la dimisión del mandatario preso, designando para reemplazarle
como Presidente Provisorio de la República al Sr. Liberato M. Rojas, partidario del
partido Colorado. Tras esto el coronel Jara es embarcado con destino a Buenos Aires,
pero con una buena "beca" dineraria gubernamental. Cuenta documentadamente su
biógrafo mayor, Alfredo Jaegli, que Jara dilapidó el dinero recibido y en pocos meses
logró evadir a sus vigilantes para ingresar clandestinamente al Paraguay, donde logró
acceder a la propia sala del Presidente Rojas, obligándole a darle más dinero.

24
Freire Estéves, Gómez. Op. Cit. Pág. 417
25
Freire Estéves, Gómez. Op. Cit. Págs. 421/5
26
Freire Estéves, Gómez. Op. Cit. Pág. 430
En noviembre de 1911 una nueva guerra civil es desatada por los partidarios de Manuel
Gondra, presidente depuesto por Jara en 1910. Esta vez la revolución fue gestada y
organizada en combinación de importantes inversores extranjeros. Un barco fue
adquirido para el efecto en Europa. Los informes de diplomáticos franceses, ingleses,
alemanes y norteamericanos hablan de un inusitado tráfico de armas en ese momento y
de un barco que zarpa del puerto de Buenos Aires. Eran años donde las contradicciones
intra europeas van aflorando, ya que en poco tiempo más explotará la primera guerra
mundial27.

El día 23 de noviembre es ocupada la ciudad de Pilar, al sur del País, sobre el río
Paraguay, por fuerzas revolucionarias, la misma había sido escogida como sede del
gobierno revolucionario y cuartel del movimiento. Este mismo día el gobierno de
Liberato Rojas tomó las primeras medidas de defensa y de alarma, con motivo del
estallido revolucionario pero no consigue derrotarlo, existiendo en el país dos gobiernos
que reivindican la representación del Paraguay. El 28 de 1912 febrero el señor Liberato
Rojas, perdido y abandonado de los mismos colorados, firma su renuncia a la
Presidencia, asumiendo en tal cargo el Dr. Pedro Peña, quien dura apenas 21 días en la
presidencia ya que el 22 las fuerzas gubernamentales evacuan Asunción rumbo al exilio
ante la llegada por tierra de las fuerzas revolucionarias comandadas por Gondra.

Es nombrado por las fuerzas revolucionarias triunfantes como Presidente de facto


Emiliano González Navero, conformando su ministerio con los ciudadanos: Manuel
Gondra, en la cartera de Guerra y Marina, Eduardo Schaerer en la de Interior, el Dr.
Manuel Franco en la de Justicia, el Dr. Félix Paiva en la de Relaciones y el Dr.
Gerónimo Zubizarreta en la de Hacienda, todos los ministros nombrados, menos
Zubizarreta accederán a la Presidencia de la República en los años posteriores.

Un nuevo foco de intranquilidad, el último de toda esta seguidilla se procesa cuando


Albino Jara, logra penetrar, desde Buenos Aires, a la ciudad sureña de Encarnación y
subleva al cuartel militar de esa ciudad y se dirige hacia la capital a principios de mayo.
Mal armado y con fuerzas de "leva forzosa" de los pueblos de Itapúa y Misiones,
adiestradas a tambor batiente como practica el mismo Jara en 1904, con la diferencia
que en aquella época lo hacía con estudiantes y jóvenes cultos en tanto que ahora con
pueblerinos, analfabetos y sin ninguna instrucción. Las fuerzas enviadas desde
Asunción, con reciente experiencia guerrera debido a que eran las mismas fuerzas que
acababan de vencer, derrotan a los sublevados. El coronel Albino Jara, es herido de
muerte en la batalla de Kaí Puente y fallece el 12 de mayo de 1912 a consecuencias de
sus heridas.

Poco tiempo después, el 15 de agosto de 1912 asumió la presidencia de la República,


Eduardo Schaerer (1873-1941), jefe del sector radical del Partido Liberal, después de
todas esas series de revueltas dadas entre (1908-1912) en que se sucedieron 7
Presidentes de la República, debido a conflictos alentados por capitales extranjeros en

27
Freire Estéves, Gómez. Op. Cit. Pág. 436.
Herken, Juan Carlos, Ferrocarriles, conspiraciones y negocios en el Paraguay 1910/1914, Arte
Nuevo Editores, Asunción, 1984
más de una vez 28/. El nuevo presidente logró inaugurar una etapa más tranquila de la
política paraguaya hasta 1920.

LA GUERRA CIVIL DE 1922 - 1923

En 1920 se cumplía 50 años del fin de la guerra de la Triple Alianza y aún el país no
terminaba de recuperarse de su catastrófica derrota. De una población calculada cerca
de doscientas mil personas, en su mayoría niños y mujeres, en 1870, pasó a alrededor de
700 mil habitantes, cinco décadas después29/. El Paraguay seguía siendo un país
sumamente atrasado, con estructuras económicas sin grandes variantes desde el inicios
del siglo, pesar del auge de los años de la primera guerra mundial que al finalizar
también tuvo su impacto negativo, debido a ello en 1920 setenta y seis negocios
quiebran y dos bancos -el de España y Paraguaya y el Banco Mercantil declaran
moratoria de pagos30 y en 1921 decae en un 53% el valor de nuestras exportaciones
relacionada a 1919.31

En ese espacio emergieron dos tendencias políticas bien diferenciadas dentro del partido
oficialista, una dirigido por el caudillo Eduardo Schaerer, quien ejerció en toda la
década de los años diez una irrefutable hegemonía partidaria -se había enriquecido
desde puestos públicos como el de Director de Aduanas, Intendente Municipal de
Asunción y/o el de Presidente de la República 32/, y la otra, dirigido por el prestigioso
intelectual Manuel Gondra (1871-1927), líder de la juventud con deseos de cambios.

Este último, ganó y asumió la Presidencia de la República en 1920, por segunda vez en
su vida. Un año después un golpe militar, manipulado por Schaerer, lo volvió a dejar
fuera del cargo 33/. El prestigio de Gondra impopularizó al golpe y los golpistas se
vieron obligados a elegir como Presidente de la República, en reemplazo de Gondra, a
alguien que no pertenecía precisamente al grupo sublevado pero que ostentaba una
remarcable aceptación en el mundo político y económico. Eusebio Ayala (1875-1942),
economista formado en Francia y próspero empresario moderno, quien pertenecía al
mismo partido pero que mantenía una posición equidistante de las dos fuerzas en pugna
fue el seleccionado a ocupar el cargo de Presidente Provisorio de la República.

Schaerer pensó que podría manipular fácilmente a este empresario que no tenía
suficiente experiencia política y mucho menos era un caudillo de multitudes. Sin
embargo, Ayala inauguró una política independiente y buscó encaminar al país hacia la

28
Ver Herken, Juan Carlos. ferrocarriles, Conspiraciones y negocios en el Paraguay -1910/1914-, Arte
Nuevo Editores, Asunción, 1984. 200 p.
29
Ministerio de Hacienda. Dirección General de Estadística y Censos. Boletín Estadístico del Paraguay
(enero-marzo 1957) Nº 1 p. 12
30
Rivarola, Milda, Op. Cit. pág. 183
31
Ibídem
32
Freire Esteves, Gómez. Op. Cit. Pág. 140.
Herken, Juan Carlos. "Políticos, Empresarios y Financistas en el Paraguay, 1907/1920" en JAHRBUCH
für Geschichte von Staat Wirtschaft un Gesellscha Lateinamerika. p. 423/455.
33
Manuel Gondra, fue elegido presidente en 1910 y derrocado al poco tiempo por un golpe militar. Es la
vez fue la segunda presidencia y también es obligado a abandonar el cargo debido a intentonas de fuerzas.
modernidad, siguiendo de ese modo la política implementada por Gondra. Schaerer,
desde la presidencia del Senado, no podía soportar la política de Eusebio Ayala y sobre
todo que se pusiera en dudas su hegemonía total. A efectos de recuperar, a cualquier
precio, su poder amenazado, comenzó a levantar la candidatura presidencial de un
militar totalmente adicto a él, el Cnel. Adolfo Chirife. Después movilizando a sus
partidarios logró hacer aprobar por el Congreso un "Llamado a Elecciones" para
Presidente y vicepresidente de la República. El presidente provisional Ayala vetó la
Ley, el 22 de mayo de 1922, aduciendo que el clima político no se prestaba para unas
elecciones. Schaerer y sus partidarios hicieron un llamado al ejército "... depositario de
las glorias tradicionales de los valores cívicos... (para que)... concurran con las fuerzas
que dispone a hacer cumplir en estos momentos de solemne expectativa para la Patria,
las decisiones del Congreso..." 34/. Con este llamado al ejército, que respondía a
Schaerer, una guerra civil asolaría de nuevo al Paraguay.

Guerra Civil 1922/1923: Fin del Ejército caudillista

El 27 de mayo de 1922 se sublevaron, al llamado del Congreso, tres Zonas Militares, la


de Paraguarí, zona central del país, al mando del Cnel. Adolfo Chirife, la de
Encarnación, zona sur, al mando del Cnel. Pedro Mendoza y la de Concepción, zona
norte, bajo las órdenes del Tte. Cnel. Francisco Brizuela, uniéndose a ellos Schaerer y
sus partidarios. El día 29 el Presidente Eusebio Ayala intentó frenar la sublevación
levantando el veto, pero ya fue tarde. El 9 de junio las fuerzas rebeldes invadieron la
capital seguros de lograr la total derrota de los gubernistas, quienes representaban una
muy escasa fuerza, compuesta por la Policía de la Capital, la Marina y los cadetes de la
Escuela Militar, pero los sublevados no pensaron que el gobierno pactaría con la
poderosa Liga de Obreros Marítimos (LOM) quien bajo la dirección de los militares
defendió la capital. Miembros de otros sindicatos también se sumaron, apoyando al
gobierno. Ante la inaudible defensa de la capital los revoltosos se retiraron del campo
de batalla hacia el interior del país35.

De esta forma se inició la última guerra civil caudillesca y la más larga de toda la
historia política paraguaya, 14 meses, que sólo el 9 de Julio de 1923, en un segundo
ataque a la capital, finalizará con la derrota de los insurgentes, después de haber
abarcado casi todo el país.

Esta derrota del ejército tradicional caudillista, -es decir un ejército que no era nacional
sino particularista, en el sentido de no responder a una estructura determinada sino a las
órdenes de un caudillo- será el hecho más importante de toda la década de los años
veinte36. Y su significación fundamental radicó en que las FF.AA. hayan sido derrotadas
por fuerzas conformadas por civiles en su mayoría. Esto permitirá al sector
modernizante y democrático del radicalismo implementar un proyecto de renovación
política, en el que la transformación del ejército será fundamental.

34
Congreso de la Nación. "Al Ejército de la Nación". Documento transcripto en De los Santos, Tomás.
La Revolución de 1922. tomo I. El Lector, Asunción 1984, Primera edición 1923.
35
Flecha, Víctor-jacinto. "Años 20: movimientos socio-políticos en el Paraguay y proyección posterior"
en Revista Paraguaya de Sociología, número72,.....19...
36
Ibídem. Seiferheld, Alfredo. "Prólogo", op. cit.
Eligio Ayala: el artífice de la modernidad

En plena guerra civil, el 11 de abril de 1923, renunció el Presidente Eusebio Ayala


siendo nombrado como su sucesor, al entonces Ministro de Hacienda: Eligio Ayala
(1888-1930), el hombre que "sintetizaba en su personalidad el afán constructivo del
liberalismo de 1920 al 30" 37/, cuyo liderazgo en la modernización de la estructura del
Estado y la práctica política marcó toda la década. Había participado en todas las
revueltas del liberalismo desde 1904 hasta 1912, año en que viajó a Europa en misión
de estudios. Manuel Gondra, cuando fue elegido, en 1920, Presidente de la República,
lo hizo llamar del viejo continente para encargarle el Ministerio de Hacienda. "...político
de programa, de sistema doctrinario..." 38/ y, según versiones no confirmadas,
interlocutor de Lenin en Suiza.

A inicios de 1924, Eligio Ayala es ungido candidato a la primera magistratura


para las próximas elecciones presidenciales, por el partido Radical, razón por la cual
renunció a su cargo provisional, el 17 de marzo de 1924. Salió vencedor en las
elecciones presidenciales y asumió el gobierno constitucional el 15 de agosto del mismo
año. Será uno de los pocos civiles que terminaría su mandato (1924-1928) sin incidentes
golpistas.

Con su gobierno es como si de pronto el Estado transitara una suerte de camino


hacia la modernización. Se inició una especie de racionalización del Estado, se sanearon
las finanzas, se equilibró el presupuesto, se amplío el sistema educacional, se crearon
infraestructuras viales y se dio un proceso de democratización política.

Desde 1924 al 28 no fue proclamado el "Estado de Sitio", medida muy frecuente


anterior y posteriormente en la historia del país. Este gobierno fue el primero en intentar
la conjunción de la matriz ideológica constitucional con la práctica política, un serio
intento de instaurar un proceso democrático en funcionamiento.

El esfuerzo de la modernización

La situación del país después de la guerra civil "se hallaba, dice Alfredo
Seiferheld, próxima de la bancarrota económica. La anarquía en el campo y las ciudades
asumía ribetes dramáticos. Miles de agricultores se habían ocultado, abandonando sus
cultivos; (...). Las pocas industrias semi-paralizadas (...) los estudios secundarios y
universitarios truncos, las arcas fiscales vacías, las emisiones inconvertibles..." 39/.
Frente a esta situación, el gobierno de Eligio Ayala, declara la amnistía general para los
participantes civiles de la guerra con el claro intento de pacificar el país. Tarea no fácil,
en tanto que la lucha abarcó casi todo el territorio, con la consabida exacerbación de los
odios. Pero aún así y a pesar de la situación económico social descrita, el gobierno
además de la citada amnistía propugnaba una irrestricta libertad de prensa y la
participación de todos los sectores políticos en la administración pública.

37
Centurión, Carlos R. Historia de la Cultura Paraguaya. Biblioteca Ortiz Guerrero, Asunción 1961,
tomo II.
38
Ibídem
39
Seiferheld, Alfredo. Economía y Petróleo durante la Guerra. El Lector, Asunción, 1983. p. 20
En el plano económico, propiamente dicho, el gobierno se aboca a la solución de
dos problemas fundamentales: la estabilidad monetaria y la racionalización del
presupuesto del Estado.

Eligio Ayala, refuerza la Oficina de Cambios, creada en 1916, con nuevas funciones,
entre ellas la de emitir billetes para compra de monedas extranjeras basadas en el patrón
oro. Con esto se deja de lado el viejo sistema del patrón argentino. Al mismo tiempo se
obligaba a las casas exportadoras de la venta de las divisas obtenidas en el exterior, a la
Oficina de Cambios, con lo que dejó de que las mismas manejaran a su antojo la
cotización monetaria y además esta medida permitió al Estado lograr acumular y crear
una importante reserva monetaria sana. A esta acumulación contribuyó el auge de las
exportaciones algodoneras de esos años. Se logró suprimir las emisiones inorgánicas de
monedas, obteniéndose la estabilización del peso paraguayo, desde 1923 a 1932.

Además de las emisiones inorgánicas, a las que todos los gobiernos posteriores a
la Guerra de la Triple Alianza echaban mano para solucionar los problemas económicos
del aparato gubernamental, se violaba constantemente el presupuesto estatal. Los
empleados públicos tenían normalmente meses de atraso en el pago de sus sueldos y las
más de las veces quedaban impagos por los cambios de gobierno. La reestructuración y
modernización del sistema de impuestos, por un lado y el fiel cumplimiento del
presupuesto estatal, por el otro, permitió al estado la solución de su crónico déficit. Con
ello se logró la modernización del aparato estatal, el pago de las deudas externas e
internas, elevación del número de escuelas y la ampliación de la población escolar, que
de 70.523 en 1919 pasó a 100.000 alumnos en 1927 40/, y la ampliación de la
infraestructura vial, centralizando de alguna forma el país.

En el plano militar, la derrota de la mayoría del ejército por fuerzas en gran parte
civiles, permitió al estado la reestructuración de sus fuerzas armadas modernizándolas y
profesionalizándolas. Para ello se contrató la misión militar francesa y se envió a varios
oficiales a hacer estudios al exterior.

La revolución de la producción algodonera.

A pesar de que el Paraguay era un país agroexportador, ni las variaciones de los


precios de sus productos en el mercado mundial ni los auges y depresiones de la
economía internacional impactaban en forma directa a la sociedad paraguaya en su
conjunto, sino pura y exclusivamente al sector emparentado con la economía externa,
como eran los casos de los frigoríficos, la explotación yerbatera o taninera, o a lo sumo
al sector capitalista de esta economía multiestructural 41/. El único producto exportable
producido por la masa campesina era el tabaco. En 1923 se dio de pronto una demanda
algodonera. Era por primera vez que se exportaba un producto de producción masivas
campesina. Eligio Ayala, refiriéndose al problema dice: "...Los negocios estaban
paralizados, la gran masa de papel moneda apenas circulaba perezosamente. En este
Estado se produjo un fenómeno imprevisto como inesperado: el precio del algodón

40
Miranda, Aníbal. Apuntes sobre el Desarrollo Paraguayo, Cromos S.R.L., Asunción 1979, Vol. I, p.
177.
41
Ibídem, p. 156/157
subió bruscamente a un nivel muy alto...(esto)...produjo toda una revolución económica,
una vasta crisis de prosperidad para nosotros..." 42

El cultivo masivo del algodón trajo un cambio importantísimo en la sociedad paraguaya,


incidiendo no sólo en el plano económico, sino que fue un punto desencadenante de
otros impactos sociales, como el sistema caudillista en el campo, la paralización de los
enganches que hacían las empresas yerbateras y tanineras del norte y Alto Paraná dentro
del campesinado, y el aumento del consumo industrial en las zonas rurales. Todo ello
agudizaría, en cierta manera, la lucha por la tierra.

La venta masiva de las tierras públicas había expropiado a la población paraguaya de un


medio producción fundamental, la tierra. El fenómeno de la ampliación trajo aparejado
una agudización del problema de la tenencia de la tierra. "Solo el 5,8% de la población
paraguaya participaba de la propiedad inmobiliaria y cerca del 70% de los agricultores
ocupaban y trabajaban tierras ajenas." 43/. Las mismas fuentes calculaban que 136
propietarios disponían de 15.348.008 hectáreas de tierra mientras que 38.211 solo
poseían 301.718 hectáreas.

También el impacto del auge algodonero hizo ingresar en crisis el esquema de


dominación existente. A pesar de la multiplicidad de estructuras económicas
observables en el Paraguay 44/, el 70% de los productores estaban sentados y labraban
tierras ajenas, entonces ¿cómo se constituía entonces la relación entre el poseedor de los
medios de producción y los desposeídos de los mismos?

Existía, de hecho, una succión del trabajo excedente por parte del propietario de la tierra
(latifundista), a través de prestaciones de trabajo o parte del producto producido por el
agricultor (renta en especie). Esta explotación explícita tenía como contrapartida todo
un estilo de vida y de pensamiento, de forma de ser por parte del campesinado, con sus
pautas consagradas a mantener y revestir el poder a los poseedores de los medios de
producción. El poder económico investía directamente poder político.

Todo esto indudablemente ingresaba en una profunda contradicción con las


declaraciones programáticas del poder central (liberal), y la práctica política.

Una incipiente industrialización

Al unísono con este proceso también se estaba produciendo una incipiente


industrialización. Industrias azucareras, textiles, nuevos frigoríficos se afincaron en el
país en tanto que también surgieron industrias menores. Las ramas azucarera y textil
eran financiadas por el capital nacional. Esta incipiente industrialización alimentó las
expectativas, cabe suponerse, de aquel grupo social que se iba configurando alrededor
de la manufactura nacional y por otro lado, el crecimiento de la clase obrera.

42
Ayala Eligio. Mensaje Presidencial. Abril 1925. Citado por Rivarola Paoli, historia Monetaria del
Paraguay, Asunción, 1982, pp. 307.
43
Revista Internacional de Instituciones Económicas y sociales, publicada por el Instituto Internacional
de Agricultura de Roma. Año IV, Nº 2, Abril-Junio, 1926. Citado por Pastore, Carlos, op. cit., p. 299.
Este último sector social estaba lejos todavía de constituirse en una clase homogénea,
debido fundamentalmente al tipo de estructura sobre la que descansaba el país. La
mayor concentración obrera no era en Asunción sino en las lejanas industrias tanineras
o saladeras del norte, muy alejadas por mucho tiempo de las organizaciones sindicales o
políticas. Si bien es cierto, también, que las primeras organizaciones obreras paraguayas
tenían sus orígenes en Asociaciones Mutuales, ya en el siglo pasado, pasando
posteriormente a posiciones más combativas, esta vez bajo la influencia del anarquismo.
En 1905 se conforma la "Federación Obrera Regional Paraguaya (anarco-sindicalista),
reorganizada posteriormente en 1913, para luego transformarse en el "Centro Obrero
RegionaL del Paraguay" en 1916. Por otra parte, en 1912 quedó fundada la "Unión
Gremial del Paraguay" de tendencia socialista, que posteriormente intentará la
conformación de un Partido Obrero. Esta central se transformará en la "Federación
Obrera del Paraguay" (1916-1930). La existencia, casi antagónicas, de estas dos
tendencias dentro del movimiento obrero dificultó enormemente la lucha reivindicativa.
Los enfrentamientos entre ambas centrales llegaban hasta, como ocurrió más de una
vez, a luchas armadas. La participación de la "Liga de Obreros Marítimos
(independiente) en la defensa del gobierno de Eligio Ayala en la guerra civil, posibilitó
de alguna forma que las organizaciones obreras tuvieran derecho a desarrollarse más
libremente; La democracia política instaurada posteriormente de la guerra civil dio un
gran empuje al movimiento obrero, tanto en el plano vertical como horizontal.

La Renovación cultural. la emergencia del nacionalismo

Durante los años '20 se abrirá en el Paraguay, un amplio cauce de renovación cultural
con base fundamental de la ideología nacionalista con la reivinidcación e idealización
de los presidentes y héroes del "Estado Nacional" (1813-1870).

El momento más virulento de la lucha por la recuperación del pasado heroico tuvo como
espacio la década del 1920; en ese año precisamente se cumplía el cincuentenario de la
batalla de Cerro Corá e inmolación del Mariscal López. Sectores representativos de la
población sintieron como suya la reivindicación del nombre de López. Para 1926 -
centenario del nacimiento de López- dicha reivindicación se había transformado en una
bandera política. En ese mismo año, un proyecto de ley que derogaba las leyes
anteriores de 1869 y 1870 que declaraban a López como "paraguayo desnaturalizado",
fue vetado por el Senado. Las páginas de los diarios tomaron parte en la discusión.
Ningún sector social se abstuvo de pronunciarse. Jamás problema alguno había tenido
semejante repercusión en la sociedad.

Los múltiples nuevos fenómenos surgidos en la sociedad paraguaya desde los inicios de
los '20, desencadenan procesos cuya concatenación parecen llegar a desembocar en una
efervescencia reclamando cambios aún mucho más profundos para la organización
social y estatal, hacia los últimos años de la década. Si bien el tema central de esta
agitación era la reivindicación de López, en verdad se trataba de un problema mucho
más vasto. La libertad de prensa existente permitió, por otro lado, la multiplicación de
periódicos y revistas, cada uno con criterio propio. El arte, la literatura, la música que
hasta hacía poco se sumergían en gastadas escuelas parnasianas y copiaban todo lo que
"llegaba de París", de pronto buscaron la recreación de todo lo "nacional". Viejos aires
folclóricos diseminados a lo ancho del país son recuperados. Surge la literatura y el
teatro en guaraní. Las revistillas con poesías, cuentos y artículos en ese idioma se
imprimían por miles. De pronto la sociedad entera se sumerge en un magma
nacionalista y por ende todos los movimientos políticos también se impregnaron de ella,
aun cuando para cada uno la connotación sea diferente. Existirá como una
interiorización de la realidad del país y se buscará conscientemente una salida a la
misma. La "Liga Nacional Independiente", fundada recién en 1928, pero que como
movimiento estuvo presente desde principios del '20, afincaba su lucha antioligárquica
precisamente basado en un nacionalismo conservador de centro derecha. Desde el diario
"la Nación", fundado en 1925, postulaba la reivindicación de los héroes del "Estado
Nacional" (1814-1870), la intervención del estado en la vida económica, la justicia
social y la defensa de los intereses del campesinado. Natalicio González, un intelectual
que impactado por los primeros años del fascismo en Italia crea un movimiento de ultra
derecha con contenidos fascistoides en el tradicional partido colorado. Un sector
"socializante" del partido liberal postulaba una profundización de la democracia hacia
una sociedad de distribución de la riqueza más justa. Las únicas ideologías que se
mantiene fuera de los patrones nacionalistas fueron el liberalismo clásico, el
anarquismo.

La cuestión Chaqueña, la cuestión nacionalista y la efervescencia de la Lucha social


44

A finales de la década del 1920 se aprecian con nitidez los planes guerreristas de las
clases dominantes Bolivianas, quienes ordenan una planificada y profunda penetración
del ejército Boliviano en el Chaco paraguayo45/. Este hecho coincide con el proceso
descrito de afirmación de identidad nacional y, sobre esa base una áspera crítica al
Estado oligárquico-liberal por indefensión del Chaco.

Tres fuerzas fundamentales emergen en este proceso como los sectores más críticos
frente al gobierno: la clase obrera, la pequeña burguesía urbana y la burguesía
manufacturera y comercial. Ninguno de los sectores políticos supo interrelacionar, por
esa época, el nacionalismo insurgente y la "cuestión social" planteada por las ideologías
de izquierda. El nacionalismo entretejió a la sociedad civil mientras que la cuestión
social permaneció exiliada en los estrechos marcos corporatistas 46

El sucesor de Eligio Ayala, José P. Guggiari, elegido en las elecciones más


democráticas hasta entonces, para el período -1928/1932- se enfrentó a una multitud de
movimientos sociales, manifestaciones campesinas, obreras, estudiantiles con medidas
antidemocráticas, como la de la represión y la del "Estado de Sitio" No logró entender
los cambios habidos en la sociedad civil y que el mecanismo tradicional de
asentamiento del poder estaba en declive.

El 23 de octubre de 1931 -tras un enfrentamiento entre fuerzas paraguayas y Bolivianas


en el Chaco paraguayo- se produjo una manifestación estudiantil frente al Palacio de
Gobierno, que exigía la defensa del Chaco. Fue violentamente reprimida: los numerosos
44
45
"... al comenzar la contienda en 1932, Bolivia ocupaba 221,950 Km2, llegando prácticamente hasta
frente a Asunción, y quedando sólo para el Paraguay la superficie de 110,700 Km2." "La penetración
Boliviana había realizado... progresos. Ante el abandono paraguayo, los Bolivianos llegaron a instalar sus
fuerzas en algunos de los puestos establecidos bajo mi dirección..." Estigarribia, citado por Argaña, Luis
María, Asociación Nacional Republicana (Partido Colorado): Perfiles políticos.
46
Flecha, Víctor-jacinto. "La Guerra del Chaco y su Impacto en la Sociedad y el Estado paraguayos" en
Memoria IV Encuentro de Historiadores Latinoamericanos y del Caribe (AGHILAC), 1984.
muertos y heridos sólo contribuyeron a acrecentar la lucha antioligárquica. Es más, se
desata una crisis política: el Partido Colorado, que hasta ese momento participaba en la
Cámara, se retiró. Sectores del propio partido de Gobierno condenaron el hecho. Un
militar asume la jefatura de Plaza, mientras el Pte. de la República solicitó ser juzgado
por la cámara de Diputados, que sólo albergaba ya -después de la renuncia colectiva de
los colorados- a los partidarios del Pte. Este fue absuelto, pero con gran merma de su
arraigo popular. El inicio de la guerra poco tiempo después interrumpe este proceso
contestatario pero no logra interrumpir el proceso autoritario, en esta circunstancia
fundamentado, en el estado de guerra. Lo más llamativo del caso es que el Estado
oligárquico-liberal, a pesar de su históricamente escasa capacidad de convocatoria, haya
logrado convocar al pueblo paraguayo en defensa de la "heredad amenazada" por
Bolivia, en un momento de álgido desprestigio del Estado. Posiblemente logró esta
excepcional capacidad en un momento excepcional por el hecho mismo de que la base
de su convocatoria fue el nacionalismo.

LA GUERRA DEL CHACO

En 1852 se firmó en asunción un Tratado de Navegación, Comercio y Límites entre


Paraguay y Argentina, cuyas disposiciones establecía que el río Paraguay pertenecía de
costa a costa hasta su confluencia con el río Paraná, a la República del Paraguay. Esta
cláusula dio motivo a que Bolivia reivindicara derechos territoriales. Desde esa fecha,
Paraguay y Bolivia mantuvieron una mutua situación de hostilidad por la indefinición
de límites fronterizos al reivindicar derechos Bolivia por territorios que Paraguay los
consideraba suyos. Se firmaron varios tratados, uno el 15 de octubre en 1879, otros en
1887 (Tratado Aceval-Tamayo), en 1894 (Benitez-Ychazo), en 1907 bajo los auspicios
de la Argentina (Protocolo Soler-Pinilla), en 1913 (Protocolo Ayala-Mujía) seguidos
por otros protocolos que jamás llegaron a ser aprobados por uno u otro gobierno hasta
que se llegó a las Conferencias de Washington, cuyos orígenes se hallaban en los
hechos sangrientos del 5 de diciembre de 1928, conocidos como "incidentes de
vanguardia". De esta última surgió a su vez una segunda, la cual se desarrolló también
en Washington y tuvo como propósito concretar un pacto de no agresión, sin embargo,
nada se logró. Intereses petroleros internacionales alentaban esta guerra

EL estallido de la guerra (1932-1935)

Bolivia después de perder su costa marítima y enclavarse en un territorio sin salida al


mar comenzó a buscar dicha salida a través del río Paraguay. Para ello superlativizó su
reivindicación de que el Chaco Boreal era territorio suyo. Este territorio pre-desértico
no fue ocupado realmente por los españoles ni por los paraguayos ni Bolivianos. Aún
cuándo Paraguay mantuvo en su creencia que dicho territorio le pertenecía por haber
heredado derechos de la colonia. Hacia la década del 20 se hizo más agresiva la política
de ocupación Boliviana en el Chaco a través de ocupaciones militares. Frente a esta
situación el Paraguay fue creando colonias como las colonias menonitas en el centro del
Chaco como manera de ocupación real en 1924 a la vez de fortalecer varios fortines
militares.

En febrero de 1927 comenzaron las escaramuzas entre militares Bolivianos y


paraguayos. Ante cada enfrentamiento, esporádicos primero y luego cuasi permanentes,
entre fuerzas Bolivianas y paraguayas se sucedían intervenciones diplomáticas de países
amigos quienes auspiciaban conferencias, acuerdos y ententes sin que realmente se
pudiera solucionar el problema de límites hasta que en la madrugada del 15 de junio de
1932, con el ataque Boliviano al fortín "Carlos Antonio López", se inició sucesivas
sangrientas batallas entre las tropas en pugna.

En los próximos 3 años se batirán, en un territorio pre-desértico, con una forestación


espinosa, arenosa, con 40 a 50 grados de calor, sin agua, los pueblos paraguayo y
Boliviano. El ejército Boliviano mejor pertrechado en armamentos modernos, con
tanques de guerra y auxiliado por aviación guerrera se enfrentaba al ejército paraguayo
sin armamentos modernos, sin tanques y sin aviación pero con otro tipo de fortalezas
que no contaba el ejército Boliviano. El paraguayo más acostumbrado al clima, mejor
pertrechado ideológicamente en cuanto a su convencimiento de la justeza de su causa,
con una conciencia de pertenencia nacional muy arraigada, con una clara ideología
nacionalista en tanto que el Boliviano estaba fuera de su hábitat del altiplano, con una
conciencia más regional o zonal o étnica antes que nacional hicieron que las fuerzas
paraguayas fueran ganando casi todas las batallas. Esta guerra también, en cierta forma,
pudiera suponerse dos técnicas guerreras enfrentadas. Los paraguayos eran comandados
por personal militar entrenado en Francia en tanto que Bolivia era dirigida por los
alemanes.

La más sangrienta y terrible batalla fue la primera en que la los paraguayos recuperaron
el fortín de Boquerón. El 7 de setiembre de 1932, 8.000 hombres, comandados por el
Coronel Carlos J. Fernández, iniciaron el ataque al Fortín Boquerón, defendido por el
destacamento del Tte. Coronel Marzana, que había preparado cuidadosamente la
defensa con un efectivo de 1.200 hombres. Luego de 20 días de combate, el 29, sin
posibilidad de recibir auxilio ante el cerco formado por las tropas paraguayas el
comandante Marzana y su brava división se rindieron. Fueron capturados 20 oficiales y
500 soldados como también así un nada despreciable botín de guerra, en contrapartida la
baja de 1.000 hombres muertos y 2.000 heridos aproximadamente. Esta fue la primera
gran batalla de la guerra del Chaco.

Tras la victoria de Boquerón fueron recapturados los fortines del área central que
quedaron en manos paraguayas. Luego las tropas avanzaron hacia Saavedra, lugar en
donde los Bolivianos lograron establecer una nueva línea de defensa pero no tuvieron el
éxito deseado. El General alemán Hans Kundt al mando del ejército Boliviano dirigió
varios ataques logrando la recuperación del fortín de Platanillos y varios otros. Luego
dirigió sus ataques hacia Nanawa pero el fracaso coronó sus ímpetus.

Luego el ejército Boliviano atacó el sector derecho de la defensa, el fortín Toledo, pero
el ejército paraguayo llegó a envolver al ejército atacante que a duras penas logró salvar
su captura. La guerra continúo sin que ninguno de los países se declararan oficialmente
la guerra. Intervino la Sociedad de las Naciones buscando un cese de hostilidades. Los
Cancilleres Saavedra Lamas, de Argentina y Cruchaga Tocornal, de Chile, se reunieron
en Mendoza. Esta reunión resolvió la proposición del cese de las hostilidades, la
reducción de efectivos militares y el arbitraje para cada una de las cuestiones para la
total solución del conflicto del Chaco. El Paraguay aceptó en principio la fórmula y
Bolivia con condiciones. El gobierno Boliviano puso punto final acusando a Argentina
y a Chile de ejercer "presión diplomática que no admitía". El Paraguay declaró el estado
de Guerra con Bolivia el 10 de mayo de 1933.
A comienzos de Julio el general Kundt inició nuevamente su ataque hacia el sector sur
pero no obtuvieron el éxito deseado fueron repelidos en las batallas de Nanawa, que
duró una semana en julio de 1933, en las del Fortín Gondra, los paraguayos resistieron
el avance Boliviano para luego contra atacar apoderándose de varios puestos con
fortificaciones que estaban en poder de los Bolivianos. En agosto de 1933, Kundt volvió
a arremeter y a fines de ese mes ya el ejército Boliviano muy disminuido se daba por
vencido fracasando nuevamente la ofensiva del General Alemán.

Luego de mantenerse en defensiva entre diciembre de 1932 y setiembre de 1933, el


presidente Ayala autorizó la iniciación de ofensiva. La misma se inauguró con dos
victorias. La primera en Pampa Grande, el 15 de setiembre, victoria que dejó en poder
del ejército paraguayo a 17 oficiales y 800 soldados. La segunda en Pozo favorito al día
siguiente, a cargo de la Div VIII comandada por el Tte. Cnel. Eugenio A. Garay
haciendo prisioneros a 20 oficiales y 900 hombres.

El 23 de octubre se inició la ofensiva de Campo Vía. El avance paraguayo amenazaba el


camino al Alihuatá-Saavedra, pero el ejército Boliviano se resistió. En diciembre una
nueva ofensiva paraguaya logra derrotar a las divisiones 4ª y 9ª del ejército Boliviano
entregándose una estupenda cantidad de armas y materiales de guerra y hechos
prisioneros unos 10.000 soldados con sus jefes y oficiales. Tras esta importante victoria
las huestes del poderoso ejército Boliviano comenzaron la retirada, fueron ocupados por
los paraguayos los sitios de Saavedra, Samaklay, Murgía, Cuatro vientos, Trinfunqué,
Corrales, Chañar, Sorpresa, Platanillos, Bolívar, Loa y Camacho. Tras esto el general
Kundt fue reemplazado en el ejército Boliviano por el general Peñaranda.

El ejército paraguayo avanzando hacia el oeste había logrado formar una línea que iba
desde Ballivián (sobre el Pilcomayo) hasta Cañada Tarija (cerca de Picuiba). En marzo
de 1934 era derrotada la IX División Boliviana. En mayo de 1934 el ejército paraguayo
sufrió la única derrota importante de toda la guerra, el I Cuerpo cayó atacado sobre el
Camino Lobrego cayendo 1.200 prisioneros y muchas armas en manos enemigas.

El 15 de Agosto de 1934 el ejército paraguayo logró una victoria en Picuiba a manos


del II Cuerpo y la división VI llega hasta la sierra de Carandaity, en el contrafuerte
andino. En setiembre el ejército Boliviano se recupera de sus derrotas y imprime una
ofensiva fuerte al ejército paraguayo. Este se había ido internando hacia los
contrafuertes andinos, hecho que modificaba el clima y sobretodo habría que atravesar
todo el chaco para que lleguen las provisiones y los armamentos. En ese mes de
setiembre todo el ejército de Bolivia estaba en avance y la organización Boliviana
alcanzaba su apogeo, en contrapartida nuestro ejército contaba con mucha menos
cantidad de soldados y en posición estratégica desventajosa. En esa situación los
paraguayos inician una desesperada ofensiva que le dio excelentes resultados. En la
batalla del sector central en Cañada del Carmen fueron apresadas las divisiones X y de
Reserva con sus comandantes y 7.000 soldados. Tras estos avances paraguayos cayó
Ballivián y los Bolivianos se replegaron hacia el Pilcomayo y Villa Montes. El 9
diciembre los paraguayos ocuparon Irendague, punto estratégico de vital importancia,
eran los únicos pozos de agua de la zona.

Simultáneamente el II Cuerpo atacó Picuiba, ataque que no pudo ser resistido por el
Cuerpo de Caballería del Cnel. Toro que de sus 12.000 hombres sólo se salvaron 2.000,
murieron en combate 3.000 y 7.000 murieron de la sed en el desértico camino Picuiba-
27 de noviembre.

El 29 y 30 de diciembre un fuerte destacamento paraguayo al mando del Cnel. Alfredo


Ramos destruyó dos regimientos Bolivianos sobre el Pilcomayo apoderándose de 2.000
prisioneros y un gran botín. En los meses febrero y marzo los Bolivianos intentaron
recuperar terreno pero sin suerte alguna

El protocolo de Paz

El 12 de junio se firmó un armisticio con lo que prácticamente terminaba la guerra. En


julio de mismo año se firmó un Tratado de paz con lo que finiquitaba esta guerra en
donde desaparecieron más de 100 mil soldados de ambos lados. La firma definitiva de
Paz se firmó en 1938 con lo que quedaba definitivamente solucionados los problemas
de límites en Paraguay y Bolivia. Paraguay mantuvo gran parte del territorio chaqueño.

La Guerra del Chaco y la Revolución nacionalista militar de 1936

La amplia movilización de la ciudadanía durante la guerra del Chaco, no sólo para


satisfacer el frente guerrero sino todo el conjunto de aparatos para cubrir las perentorias
necesidades de la defensa nacional, elevó de una forma inusitada el nivel de
participación e integración social de la población paraguaya.

Al final de la guerra se procesa una crisis. Si bien es cierto que la crisis se venía
gestando desde la década de los '20, es sólo después de la guerra cuando se manifiesta
en forma evidente e incontenible. La guerra había frenado a la misma por la respuesta
consensual del pueblo en defensa de la patria, pero este consenso se transformó
prontamente en 'disenso' por las injusticias cometidas por parte de caudillos y
encargados de la movilización militar. Si la guerra había posibilitado una integración
nacional, como nunca antes, el conflicto social generado por esas injusticias también
repercutió en forma masiva y general.

"Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios" parece haber sido la
consigna del estamento militar frente a la incapacidad (por lo menos así lo sintió la
mayoría castrense) del estamento civil para dar solución a los múltiples problemas post-
guerreros. Las FF. AA., que demostraron capacidad y eficiencia en la guerra,
internalizaron la idea de que ellas serían "el pilar fundamental de la patria" y las
llamadas providencialmente a instaurar un nuevo orden político. Respaldo social no les
faltaba. La Asociación de Ex-combatientes, vista más bien como una prolongación del
ejército dentro de la sociedad civil, en esa coyuntura, le brindaba todo su apoyo.

El movimiento revolucionario que se inició el 17 de febrero de 1936, formalmente, en


nada se diferenciaba de los múltiples golpes de estado que se habían dado en los últimos
60 años: un levantamiento de unidades del ejército por el envío al exilio de un héroe de
la reciente guerra del Chaco, el Cnel. Rafael Franco. Sin embargo, será
fundamentalmente diferente de los precedentes. Si las consignas enarboladas por las
sublevaciones anteriores eran las de la defensa de los preceptos de la Constitución
Nacional (1870), supuesta o realmente violadas por el grupo en el gobierno; en ésta, el
objeto fundamental era la derogación de esa Constitución, hacer tabla rasa con ella e
instaurar, a través del ejército, un nuevo sistema político-social.
Por primera vez, el levantamiento militar no tenía orígenes en grupos de políticos
civiles sino de ser ideado y llevado a cabo por los militares. De hoy en más los militares
no se dejarían usar más por los civiles y a su vez utilizarían a éstos. El "ejército en
armas", según la Proclama del Ejército Libertador del 17 de febrero, se constituía en el
"portavoz" y en el "vehículo de las transformaciones anheladas por las masas
populares". Esta "auto-constitución" de las FF.AA. como ente político y gestor de "vida
misma de la Patria" les deba el "legítimo derecho" de estatuirse en nombre del pueblo,
en poder plebiscitario, constituyente y, por ende, legislativo.

Primer acto: El entusiasmo revolucionario

Los primeros días del proceso fueron entusiastas; se acababa de vencer, y por primera
vencer con el apoyo del pueblo, al gobierno de entonces. Todos los sectores
participantes en la Revolución estaban conscientes que la misma "ponía fin al régimen y
a la política de las oligarquías tradicionales que rigieron los destinos de la Nación
durante más de 60 años e iniciaban un época de profundas transformaciones
económicas, sociales y jurídicas47.

Pero la unidad de estos sectores emergentes, no estaba soldada por un programa común
mínimo en que cupieran sus respectivos intereses, sobre todo, teniendo en cuenta que
formaban un vasto abanico de intereses y de proyectos políticos. Las ideologías dispares
que iban desde el marxismo, pasando por el humanismo y el liberalismo, hasta el
fascismo, lo que dificultaba el proceso.

La lucha entre sectores.

Entre febrero y mayo se dio una encarnizada lucha entre los sectores emergentes por
impulsar cada uno su propio modelo "revolucionario". El movimiento sindical, junto
con sectores de la "pequeña burguesía radicalizada de izquierda", luchó por darle un
"carácter renovador y antiimperialista a la Revolución" Por otro lado, el sector de la
"pequeña burguesía fascista", que había logrado ubicarse en puntos claves del gobierno
-los ministerios del Interior y de Agricultura, la Policía de la Capital, la Intendencia
Municipal- buscaba la creación de un "Estado totalitario". Los sectores que expresaban
políticamente al débil empresariado industrial, por su parte, aspiraba a "reformar el
poder oligárquico", sin la transformación radical de la sociedad.

La Ley Nº 152 y las definiciones del Proceso.

La ausencia de un modelo de sociedad a construir y las divisiones internas fueron


aprovechadas por el sector fascista para imponer en el gabinete una Ley de carácter
totalitario en que "La revolución Libertadora del 17 de febrero de 1936 se identifica con
el Estado, moviliza (...) el concurso voluntario de todos los ciudadanos de la República
para realizar (...) sus objetivos permanentes directamente a través del organismo estatal
(Art. 2).

47
Anselmo Jovel Peralta "Declaración a la prensa argentina", 26 de marzo de 1936. in Anselmo Jovel
Peralta, op. cit.
"Toda actividad de carácter político, de organizaciones partidistas sindicales o de
intereses creados o a crear, de naturaleza política en la Nación y que no emane
explícitamente del Estado, será prohibida (...) (Art. 3).

Con este decreto se definió el proceso nacionalista de 1936.El ejército vencedor del
Chaco, que asumió como "deber ineludible" el realizar los cambios reclamados por la
sociedad. Al final no hubo las modificaciones económicas necesarias como para
construir una sociedad moderna que suprimiera todo el esquema económico social
anterior. Los grupos sociales inferiores continuaron en la misma situación que su vida
pasada. El deseo inconsciente de los militares de buscar una alianza con los intereses
económicos del débil empresariado nacional tampoco dio el efecto deseado para la
construcción de un modelo modernizante. No existió la necesaria racionalización
capitalista tanto en el ámbito económico como político. Entonces todo quedó en aguas
de borrajas.

El 13 de agosto, el gobierno fue derrocado por una sublevación militar. Este cayó
cuando su intento revolucionario ya había fallecido hacía mucho tiempo.

Consideraciones sobre el Estado surgido en 1936.

El Estado, con la revolución de febrero de 1936, emergió como el actor fundamental de


dirección y organización de la sociedad paraguaya. Pasada la euforia "revolucionaria",
reprimió al movimiento obrero e intentó, desde arriba crear una central de trabajadores
adicta a las directivas estatales. Fundó el Departamento del Trabajo, estableciendo las
garantías y obligaciones correspondientes a obreros y patrones, con el propósito de
lograr una "solución a los conflictos obrero-patronales". Dictó una Ley de Reforma
Agraria, que sin embargo,. no llegó a perjudicar los intereses latifundistas. Al fin intentó
organizar un partido político pudiera responder a los intereses del germen del nuevo
Estado pero no logró movilizar a las masas.

La matriz de la forma estatal autoritaria militar que desarrollará hasta 1989 tuvo inicio
con el decreto-Ley N. 152 de 1936 de Defensa de la Paz Pública. Con este decreto de
corte totalitario se dará el inicio de todo el proceso del "Estado Militar". Las tendencias
posteriores que germinaron con la instauración del régimen revolucionario de 1936 se
desarrollarán durante toda la etapa militarista posterior hasta llegar a su máximo
desarrollo con la dictadura del Gral. Stroessner.

Déficit de Hegemonía y Autoritarismo militar. El empate catastrófico.

Sectores económicos oligárquicos atizarán las contradicciones militares en el proceso de


1936 para desembocar a un golpe de estado, en agosto de 1937. La oligarquía que por
primera vez se sintió apartada del poder político, buscó influenciar a través de
elementos militares para retomar el poder, pero al fin pagará, en el largo tiempo, muy
caro por este servicio, su retirada gradual del poder político.

Los militares, al derrocar a Franco, eligen como Presidente de la República al Dr. Félix
Paiva. Este había sido Presidente del Senado, Presidente de la Corte Suprema de
Justicia, y ahora vivía retirado de la política y ejercía el decanato de la Facultad de
Derecho. Al asumir éste se restituyó la Constitución de 1870, derogada por el Decreto
Nº 1 del 17 de febrero de 1936.
La crisis social post-guerrera, no solo no fue solucionada por el proceso del 36 sino, al
contrario, la potencializa con las expectativas de las promesas gubernamentales no
cumplidas. Desde 1937 hasta 1941, se observa un enfrentamiento directo entre varios
sectores sociales, una serie de conflictos que tienden a una nueva ruptura revolucionaria
y con posibilidades más radicales dada la experiencia reciente. Varios intentos de
golpes de estados militares en distintos puntos del país fracasaron. Estos intentos de
exigencias, levantamiento, movilizaciones vendrían a confirmar que la decisión política
se hallaba ya en manos de los militares. Por otro lado, todos los sectores políticos
buscaron ganar la voluntad de los mismos. No pretendieron ninguna forma de
entendimiento civil como para fortalecerse frente a los militares o buscar, con este fin,
la organización de sus propias bases. Por el contrario le urgían contar con sectores del
ejército, ganar a los jefes que pudieran aportar "un voto" en las decisiones concernientes
a la vida política nacional.

Pero los militares tampoco eran un todo compacto corporativo. Al término de la guerra,
se mostraron profundamente impactados por las diversas ideologías de la época, y,
consecuente adscriptos o en acuerdo con determinadas organizaciones políticas. La
primera de las diferentes corrientes políticas dentro del ejército era el "franquismo"48
que seguía siendo fuerte entre la oficialidad media, a pesar de las constantes purgas
efectuadas para su erradicación. Otra corriente con suficiente fuerza dentro del ejército,
y fuera de él, era el "Frente de Guerra" de orientación ideológica netamente fascista. A
pesar de dentro del conjunto militar se respiraba un anti-liberalismo militante, todavía
quedaban jefes simpatizantes de ese partido en los puntos claves, tal como el Jefe de la
Policía, El Cnel. Arturo Bray. Inclusive, según testimonios,49 el Partido Comunista
contaba con algunos jefes de tropa que respondían a esa ideología.

La solución dictatorial. José Félix Estigarribia o el providencialismo trunco.

La crisis política se agudizó en mucho, hacia 1939, cuando se abre las perspectivas de
"elecciones presidenciales". Ante el "empate catastrófico" y un militarismo que no
consiguió consenso a pesar de su alianza con el partido mayoritario de entonces, el
liberal, ciertos sectores del ejército levantaron la figura "mítica" de José Félix
Estigarribia, el "General de la Victoria", embajador paraguayo en los EE.UU. de
Norteamérica, en ese momento, como posible candidato militar. El liberalismo como el
coloradismo intentaron cada uno por su lado ganar a Estigarribia mientras que la
mayoría del pueblo paraguayo esperaba un "Gobierno Nacional". Al final el Partido
Liberal logra que Estigarribia sea su candidato. Frente a esas circunstancias el Partido
Colorado y los demás grupos no tuvieron otra alternativa que no participar en las
elecciones. Por ende, el llamado a elecciones coincide con un clima inestable y de
grandes contradicciones sociales y políticas.

Estigarribia asumió el poder el 15 de agosto de 1939, con un gabinete cívico-militar.


Este hecho de por sí no logró, sin embargo, restituir la "paz pública". Los movimientos
y partidos políticos continuaron con sus movilizaciones. Dentro del ejército, la cada vez

48
Se denominó franquismo al conjunto de las fuerzas que hicieron posible el proceso iniciado en febrero
de 1936. Esta denominación, que dejaba de lado las distintas tendencias existentes dentro del movimiento,
proviene del nombre de su jefe, el Cnel. Rafael Franco.
49
Testimonios del Sr. Efraín Morel al autor.
más agresiva posición de los fascistas y las purgas continuas seguían alimentando la
inestabilidad.50. Frente a este hecho, materializando quizás el sentimiento de necesidad
de constituir un gobierno nacional, el Gral. José Félix Estigarribia, por decreto asume
"la plenitud de todos los poderes políticos del gobierno de la República..."51 pero
traicionando las expectativas de unidad en la democracia de amplios sectores sociales.

Un decreto del 18 de febrero de 1940 ponía en receso, asimismo, a los partidos políticos
y dio a conocer un nuevo plan de gobierno en la que se aspiraba "llevar la acción
civilizadora del Estado a todas las capas sociales" (parte política I), "asegurar el interés
de la Nación sobre el interés individual' (parte política II), " fortalecer (...) al Estado
(Parte política III); y "evitar la influencia de las empresas industriales y comerciales en
la política; prohibir a los funcionarios ejercer la representación de empresas..." (parte
política IV).

El mismo día, Estigarribia nombró un nuevo gabinete cívico-militar, en el cual incluyó a


"título personal" a colorados, liberales y militares. El Decreto-ley del 18 de febrero de
1940 era, desde ya, el prolegómeno de lo que sería la Constitución posterior. El Estado
aparecía, a igual de 1936, como el único gestor de toda la sociedad. Desde la economía
hasta el conjunto de instituciones, inclusive religiosas y artísticas. Pocos meses después,
el 10 de julio, mediante un plebiscito, Estigarribia impuso por decreto una nueva
"Constitución" de carácter autoritario, ya que establecía que el poder residía
fundamentalmente en el ejecutivo. El Presidente de la República era al mismo tiempo
Comandante de las FF.AA., además de tener facultades para disolver el Poder
Legislativo y para nombrar a los miembros del Poder Judicial.

A su muerte, en un accidente de aviación, el 7 de setiembre de 1940, ya las bases de un


autoritarismo están sólidamente asentadas. El poder militar decide, en reunión de
comandos, nombrar al Ministro de Defensa Nacional, General Higinio Morínigo,
Presidente del Paraguay.

Morínigo dotado de un instrumental legal constitucional así como aprovechando las


críticas circunstancias provocadas por la Segunda Guerra Mundial, en el plano externo,
y de "una crisis catastrófica de equilibrio" en lo interno, impone una férrea dictadura.

"Pueblo y ejército actuarán desde ahora bajo la dirección del mando único. Con la ayuda
de Dios ejerceré inflexiblemente para orientar de una vez la Revolución Paraguaya"52

Con este autoritario mensaje -30 de noviembre de 1940- anuncia lo que será su
gobierno. El slogan de su gobierno "Orden, disciplina y Jerarquía" de alguna manera
manifestaba el pensamiento subyacente la de intentar encuadrar cuarteleramente a la

50
Ver declaraciones de Justo Pastor Benitez (miembro del gabinete) en ese sentido. Citado por Bordón,
Arturo. "Morínigo: Un paréntesis trágico en la vida democrática del Paraguay". Ed. Tavaré, Asunción,
1975, p. 25 y "Mensaje al Pueblo de la República" de Estigarribia, 18-02-1940. El País, Asunción 19 de
febrero de 1940, pp. 1/3.
51
Decreto Nº 1 del 18 de febrero de 1940. Registro Oficial de la República del Paraguay, tomo 2. p. 3
52
Citado por Bordón Arturo, "Morinigo. Un paréntesis trágico en la vida nacional". Asunción, 1982, p.
41-42
sociedad civil. Al mismo tiempo descubre cierto parentesco con las dictaduras fascistas
de la época en Europa y con ciertos autoritarismos populistas en América Latina.

Esta dictadura impuso la pena de muerte por cuestiones política, prohibió asambleas,
mítines, publicación y difusión de documentos, de artículos críticos hacia las
"autoridades nacionales". Asimismo decretó un receso sindical y la movilización militar
de todo obrero que se declarase en huelga53. Si impuso la censura de previa de Prensa y
Propaganda, encargada de exaltar las virtudes de la "Revolución Nacionalista".
Mantuvo estrechas relaciones diplomáticas con Alemania e Italia. Sola la rompieron
casi al final de la guerra, obligados por las circunstancias y por los EE.UU.

PARAGUAY DESPUES DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Los resultados de la segunda guerra mundial, en el plano internacional, fortalecieron a


los sectores democráticos en el plano nacional. Aún cuando el empate entre las distintas
tendencias dentro del ejército, la nueva situación internacional forzó a la dictadura de
Morínigo a retirar al núcleo militar de extrema derecha. El desplazamiento de este
núcleo de poder armado pro-nazi derivó en una apertura política. La constitución de un
gobierno de coalición entre febreristas, colorados y militares.

El proceso de liberalización comenzó en un ambiente en que el concepto mismo de la


democracia tenía distintos valores y prácticas diferentes para cada uno de los sectores
involucrados en el gobierno.

La relación Morínigo-Concertación Febrerista fue traumática, por cuanto Morínigo


pensaba que esta apertura democrática le posibilitaría, en cierta medida, su permanencia
en el poder. Los febreristas, que contaban, todavía, con sólidas reservas en el ejército,
en cambio, intentaban desplazarlo a aquél del gobierno, movilizando a sus bases a fin
de profundizar y ampliar el proceso democrático. Pretendía ser la articuladora de
fuerzas sociales y políticas hacia el logro democrático. En Partido Colorado convivían
dos tendencias contradictorias, la primera, el sector "democrática o chavista, por su
principal líder, Federico Chavez, estaba profundamente impactado por la derrota
fascista y no tenía mayores reticencias a una co-participación en el proceso de
profundización democrática. El otro, el guión rojo, sector que desde 1943, venía
trabajando dentro del seno del gobierno, populistas de derecha, muy cercano al dictador.
Su líder, Natalicio González desde el Ministerio de Hacienda, fue fortificando un grupo
de choque, parecido a las "camisas negras" italianas. El Partido Comunista, a pesar de
haber sido la fuerza más reprimida durante la etapa moriniguista, tenía su principal
reserva en la fuerza obrera organizada. Por primera vez, obtuvo legalidad para sus
actividades y se dedicó fundamentalmente en buscar la unidad de las fuerzas opositoras
contra el peligro de una nueva dictadura y a movilizar a ese efecto a sus bases. El
Partido Liberal, sobre quien pesó un decreto institucional de disolución dictado por
Morínigo, planteaba la afirmación y ampliación del proceso democrático. Y con razón,
puesto que siendo el partido mayoritario de la época, estaba excluido del Gabinete que
instauraba la ambigua democracia. Dentro de esta amplia gama de intereses políticos,
todos reclamaban el llamado a elecciones generales, para elegir una Asamblea Nacional

53
Según un despacho de enero de 1941 de la embajada de los EE.UU. en Asunción, el gobierno
paraguayo había solicitados ideas a los gobiernos de Italia y Alemania, en cuando a como paralizar
huelgas obreras. Informe Nº 1418, Code 387-6987, National Archives, Washington D. C
Constituyente para elaborar una nueva Constitución de "carácter auténticamente
democrático".

La Guerra Civil de 1947. El desempate. Sus consecuencias políticas y sociales.

Pero "el amanecer democrático" no desembocó a un entendimiento democrático de las


fuerzas en pugna, sino al contrario avivó la llama fraccional. Un sordo trabajo
subterráneo de enfrentamientos entre los dos partidos coligados se originó. Cada uno
buscaba reforzar su posición apoyándose en sectores del ejército, sin descontar tampoco
las actividades desplegadas por los otros partidos políticos, con el mismo fin: Ganar el
estado por el camino militar.

El 12 de enero de 1947 los militares deciden quedarse solos en el gobierno y llamar a


una Asamblea Nacional Constituyente para la elaboración de una nueva Constitución
para luego llamar a elecciones para un gobierno civil. El jefe de Estado, el Gral. Higinio
Morínigo, viendo que esta salida pudiera alejarlo del poder en las nuevas elecciones dio,
conjuntamente con el Partido Colorado, un autogolpe. De esa forma se clausuró el
proceso de democratización. Nuevamente las persecuciones políticas y sociales se
reiniciaron. Ahora ya apoyada por los elementos parapoliciales del guión rojo.

El 7 de marzo de 1947, con el atraco a la policía por parte de jóvenes febreristas se dio
inicio a una de las guerras civiles más sangrienta que recuerda la historia paraguaya. El
8 de marzo se rebeló la comandancia de la III región militar en la ciudad de
Concepción, poco tiempo después se le suman todas las unidades del Chaco. "...Nuestro
fin es salvar la dignidad y el honor de las FF.AA. , manchado el 12 de enero..."54 "Este
movimiento no responde a fines partidarios estrechos sino por normalizar el país (...) y
terminar de una vez con el régimen de persecuciones, de ilegalidad y el trastorno
constante en las FF.AA55

Se le fueron plegando otras guarniciones como la de Puerto Casado en el norte, el


Regimiento de Infatería de Curuguaty, la guarnición de Mariscal Estigarribia en el
Chaco. El grueso del Ejército sublevado se concentró en Concepción donde se instaló
un "gobierno Revolucionario".

El programa que proponía este movimiento del sector "institucionalista" del ejército era
"libertad y acción de los partidos políticos; elecciones libres' medidas urgentes contra el
alza del costo de vida..." y otros pronunciamientos de contenido democrático e
institucional. A ese sector del ejército se le unen todas las organizaciones políticas
excluidas del poder: Concertación Febrerista, Liberal y Comunista.

En este contexto habría que tener en cuenta que el sector institucionalista rebelde, a
pesar de contar el apoyo de partidos políticos, tenía la idea de una "guerra
exclusivamente militar". Como tal no movilizó a la población civil con miras a engrosar
sus filas. Dentro de su cosmovisión de combate no trató de organizar a la población
civil en grupos armados para hostigamiento en los poblados bajo la hegemonía del

54
Florentin del Valle. Cartilla Cívica. pág. 122/123. Citado por Flecha, Victor-jacinto. "Déficit de
hegemonía y autoritarismo militar en el Paraguay contemporáneo (1937-1947). El empate catastrófico"
BASE I.S. Asunción, 1990.
55
Ibídem
gobierno y ni siquiera para una autodefensa armada. Confiaron exclusivamente en sus
fuerzas militares, de hecho el 80 por ciento de las FF.AA. estaban sublevadas y sólo un
20 por ciento de ellas respondían al gobierno.

En cambio los sectores gubernamentales, ante un escaso número de contingentes, logró


movilizar a los militantes del Partido Colorado, para ser partícipe de la guerra. Los
movimientos paramilitares del guión rojo tuvieron una activa y primerísimo papel en
esta guerra.

Después de seis meses de enfrentamientos. Los gubernamentales ganaron la batalla


final. El levantamiento quedó demasiado tiempo esperando negociar en el norte, en
Concepción. Cuando decidieron bajar a atacar la capital ya era muy tarde. El gobierno
había logrado el apoyo de la dictadura de Juan Domingo Perón con armas y pertrechos
militares. El 31 de julio se inicia el desprendimiento de Concepción, por parte del
ejército revolucionario, tras una feliz maniobra de "despiste" se inicia el movimiento de
las filas sin que el ejército gubernista lo advierta. Después de una serie de victorias los
revolucionarios llegaron a Asunción el 15 de agosto. Las defensas enemigas en
Asunción, desencadenaron un violento ataque por el fuego con cientos de
ametralladoras livianas y pesadas, de morteros, etc. según parece fueron
proporcionádales por el gobierno argentino del Gral. Domingo Perón. Llegan hasta los
alrededores del micro centro de Asunción cuando es repusldado por las fuerzas civiles
coloradas. Las fuerzas gubernistas irrumpen en Villeta sin hallar resistencia alguna,
pues las tropas revolucionarias, presas del pánico y el desorden se hallaban apiñadas en
el puerto esperando el regreso de las escasas canoas y botes para escapar a la costa
argentina. Tras la llegada de las huestes moriniguistas los soldados revolucionarios se
rindieron arrojando sus armas al suelo, se ordenó fuego y fueron masacrados. El 20
agosto, luego de cinco meses de esta cruenta guerra fratricida, las fuerzas gubernistas
triunfan definitivamente sobre las insurgentes.

Al término de la misma, el ejército fue reorganizado con estos elementos. Habría que
anotar, además, que la gran mayoría de ellos tuvieron participación en la guerra del
Chaco, por ende, tenían experiencia guerrera y eran casi todos militares retirados. El
gobierno volvió a reinsertarlos dentro de las FF. AA.. Con ello se sellaba la unidad entre
FF.AA. y Partido Colorado.

El desenlace de la Guerra Civil marcó el momento de la definición y el rompimiento del


"empate catastrófico" iniciado diez años atrás y el inicio de una nueva etapa dentro de la
organización del Estado autoritario militar. A grosso modo se pudiera evaluar el
impacto de esta definición de la siguiente manera:

a) La derrota de los rebeldes, constituyó el fin de la idea de un ejército institucional y el


inicio de un ejército ostensiblemente colorado.

b) El sector guión rojo del Partido Colorado, fundando en 1941, como una logia secreta
con la intención de llevar al poder, por cualquier medio al Partido Colorado, era una
organización de tendencia ultra-nacionalista-fascistoide que desplegaba banderas
populistas. La respuesta masiva civil campesina para alistarse a la campaña guerrera fue
una forma de asumir y movilizarse por sus viejas postergaciones sociales. El sector
guión rojo con una propaganda de reivindicación social, por un lado y por el otro,
reivindicación social selectiva, en el sentido de que solo aquellos militantes
participativos de la cruzada colorada gozarían de esas reivindicaciones movilizó el
enorme contingente civil para la guerra. Podría plantearse, entonces, que la guerra civil
fue, también, como una autodeterminación popular por la vía reaccionaria. El triunfo de
la fuerza política más retardataria en el sentido de la democracia política será una de las
causas fundamentales que posibilitaría posteriormente la permanencia en el poder, por
tan largo período, del General Alfredo Stroessner.

c) El terror como forma generadora del inmovilismo social democrático. La historia


paraguaya tuvo muchas guerras civiles pero nunca se persiguió con tanta saña no solo a
los combatientes vencidos, sino a toda la población civil que no respondiera a los
ideales del Partido Colorado como en esta guerra civil y después de ella. La consigna
lanzada por uno de los personeros del régimen "el que no está con nosotros está contra
nosotros" se cumplió con todo el rigor del odio desatado. Esta violencia, desenfrenada
en los primeros tiempos más selectiva posteriormente, fue una condición para anular las
profundas erupciones sociales que conoció el país luego de la Guerra del Chaco.

La dictadura de Alfredo Stroessner

La consecuencia política más neta de la guerra civil de 1947 fue la exclusiva


entronización de la intolerancia frente a los que pudieran tener una idea diferente. Esto
no sólo fue exclusivo del nuevo poder civil-colorado contra sus opositores sino dentro
del mismo partido de gobierno. Los colorados después de derrotar a sus "enemigos"
externos y ya solos en el poder iniciaron una sorda y violenta lucha interna. Los
complots y los levantamientos cívicos-militares estuvieron en el orden del día. Entre
1947 al 1949 se sucedieron seis Presidente de la República. El 3 de junio de 1948 fue
derrocado Higinio Morínigo, quien debería haber entregar el poder a Natalicio González
el 15 de agosto, le sucede en forma provisoria hasta esa fecha, Juan Manuel Frutos. El
15 de agosto asume finalmente Natalicio González, quien es derrocado el 29 de enero
de año siguiente y suplantado por el General Raimundo Rolón que a su vez fue
derrocado y suplantado por Felipe Molas López a los pocos días de su mandato, en
febrero del mismo año (1949). Molas López también fue derrocado y asumió Federico
Chávez, el 11 de setiembre de 1949. Estos sucesivos y abruptos cambios presidenciales
finaliza con el golpe de estado que lleva a la presidencia a Federico Chavez. Este
finalmente es derrocado por el golpe de Estado comandado por el General Alfredo
Stroessner, el 4 de mayo de 1954, después de permanecer como Presidente de la
República por 4 años.

La Asociación Nacional República (Partido Colorado) debido a sus divisiones internas


no pudo aprovechar su victoria sobre el poder militar, en 1947 para construir un orden
civil hasta que al final los militares, a través de Stroessner, los vuelve a vencer y ésta
vez para dejarlos fuera del poder.

Primera Etapa de la dictadura (1954 - 1962)

La emergencia al poder gubernamental del General Alfredo Stroessner, el 4 de mayo de


1954, "no fue un rayo en cielo sereno" sino resultado de un largo proceso de crisis
política no resuelta, tanto estructural como coyuntural. Desde el punto de vista
estructural la incapacidad de los civiles de construir un orden político estable, debido a
sus rencillas internas caudillescas, por un lado y por el otro, la construcción, desde la
comandancia del ejército, de un creciente sentido de corpus en las FF. AA. Mientras los
civiles no encontraban un punto de unidad los militares iban rehaciendo su organización
militar después de su derrota.

Desde el punto de vista coyuntural, la crisis manifiesta dentro de la estructura


gubernamental-partido colorado es hábilmente aprovechada por Stroessner para dar su
golpe. En efecto en enero de 1954 es defenestrado del gabinete el propio presidente de
la Junta de Gobierno del Partido Colorado y Ministro de hacienda, Dr. Guillermo
Enciso, quien al parecer era el único consciente de los movimientos anti-partidarios
dentro del ejército, Arq. Tomás Romero Pereira, Ministro del Interior y un líder
importante del coloradismo de entonces, Epifanio Méndez Fleitas, Presidente del
Banco Central y carismático hombre público que lideraba una corriente populista dentro
del oficialismo y otros. Con estas nuevas purgas dentro del oficialismo se crea una vacío
de poder en la Junta de Gobierno del Partido Colorado, verdadero núcleo del poder real,
debido a un "empate catastrófico" entre todos los sectores lo que es aprovechado por
Stroessner para dar su golpe e imponerse como Presidente de la República.

El 4 de mayo de 1954 un levantamiento militar obliga a Federico Chávez a renunciar de


la Presidencia de la República. El golpe de estado, dirigido por el Comandante de las
FF. AA. , el Gral. Alfredo Stroessner, crea un grave problema a la debilitada Junta de
Gobierno del Partido Colorado, ya que supuestamente ésta debía elegir al sucesor de
Chávez. Desde la guerra civil de 1947, el partido colorado había tenido preeminencia
sobre los militares y tenía sobre todo un aparataje para-militar y todavía en sus
deposites existían armas.

Sin embargo, debido a su debilitamiento apenas puede convencer a Stroessner de que


sea designado a un colorado, Arq. Tomás Romero Pereira, como presidente provisorio
hasta que éste "sea elegido" por votación popular.56 Estas elecciones fueron realizadas
el 11 de julio con el estado de sitio vigente y con la sola candidatura de Stroessner.
Asumiendo éste formalmente el poder, el 15 de agosto de 1954. El General coronaba su
larga trayectoria conspirativa en busca del poder.

En efecto, el Gral. Alfredo Stroessner, desde 1947 estuvo presente en todas y cada una
de las conspiraciones contra los presidentes colorados.57 Al Principio de la década del
40 fue miembro del "Frente de Guerra", una organización fascista militar-civil. Por esa
época comienza su relación con los brasileños, en cuya Academia Militar hizo un curso
de Estado Mayor. Un poco antes de la Guerra Civil de 1947, Stroessner todavía no era
colorado, si bien participó al lado de los defensores de la dictadura de Morínigo. Con el
triunfo del coloradismo comienza su rápido ascenso, gracias a su participación en las
facciones coloradas que iban a dar el golpe de estado, recurso de los sucesivos ascenso.
58
El fracaso de uno de esos golpes lo llevó al exilio, en 1948, para luego, a instancias de
Epifanio Méndez, ingresara al país para participar en la conjura contra el General
Raimundo Rolón, presidente de la República en ese momento. Federico Chávez lo
nombra, durante su gobierno, Comandante en jefe de las FF.AA., lo cual no le impide

56
Ver informaciones en: Méndez, Epifanio. Carta a los Liberales. S/e., Buenos Aires, 1979, pág. 139
57
Ibídem
58
En los primeros 15 años de su carrera militar solo había logrado el grado de capitán, en 1947. Desde
1948 su ascenso es meteórico. 1948, Coronel D.E.M., 1949, General de Brigada, 1951, General de
División.
seguir su labor conspiraticia, aprovechando hábilmente las contradicciones dentro del
partido colorado. Al final, éste no tuvo otra salida que aceptar su instauración en el
poder.

La construcción de un sistema político.

Era indudable que para que Stroessner pudiera mantenerse en el poder tenía que lograr
un consenso dentro del Partido Colorado y la FF.AA. Pero sobre todo en lograr el
consenso y la unidad entre aquellos líderes colorados que tenían preeminencia dentro
del ejército, como el caso de Méndez Fleitas, que no sólo contaba con jefes militares de
grandes agrupaciones armadas, como la policía y la caballería sino también con
organizaciones civiles como el movimiento obrero organizado, el sector empresarial
industrial, a quien benefició con créditos desde su cargo en el Banco Central.

Stroessner pudiera beneficiarse con las posiciones de estos líderes civiles pero también
esos éstos buscaban beneficiarse de esta alianza para llegar ellos mismos al poder, es
decir éstos buscaban la alianza militar para poder hacerse de poder, debido sobre todo a
ese empate mencionado más arriba. Si bien Stroessner pudiera gobernar sin el apoyo
colorado, eso le restaría un apoyo de masas, que en esa coyuntura, le era imprescindible.
Tampoco pudiera gobernar con el apoyo de un solo sector del coloradismo, sea éste el
guionismo, el mendezfleitismo o el chavismo sin apeligrar la estabilidad por parte de los
cuarteles. Las FF.AA. aún cuando por obra de Stroessner, hubieron recuperado de
alguna forma su sentido de corpus todavía quedaban una cantidad apreciable de jefes
militares que respondían a los distintos sectores del coloradismo.
El vaciamiento del Partido

En ese escenario político es que apenas elevado Alfredo Stroessner a la Presidencia de


la República llamó a todos los dirigentes colorados defenestrado por Federico Chávez,
quien no hizo otra cosa que asumir exigencias en ese sentido del propio Stroessner.

El 20 de mayo de 1954 Stroessner declaraba públicamente en un mensaje al Partido


Colorado "... que pondrá todo su empeño, para arribar a un punto de confluencia que
logre unificar todas las fuerzas políticas del partido, para que esa fuerza sea una sola, sin
disidencia interna y sin más ideal que el afán patriótico de lograr un gobierno estable de
firme autoridad sobre la ancha base de un veredicto popular..."59

El 27 de octubre se produjo la "Convención del reencuentro " del Partido Colorado, en


la que participaron todos sus sectores. Sin embargo, esta unidad significaba de hecho el
fortalecimiento del coloradismo, con una clara conciencia de arribar a un proceso de
institucionalización del país, que al final de cuentas podría peligrar la estabilidad de
Stroessner, sobre todo cuando algunos dirigentes colorados todavía contaban, como se
ha visto, con excelentes amigos dentro de las FF.AA.

Era indudable que el líder de mayor peso dentro del partido era Epifanio Méndez
Fleitas, quien con el gobierno de Stroessner volvió a ocupar la Presidencia del Banco
Central y desde su puesto seguía con un plan de sustitución de importaciones, por un
lado y por el otro, en lo político, un populismo a lo peronista. Su lucha en contra de la
oligarquía ganadera le reportaba enemistad de un poderoso grupo económico. Estos
59
Ver texto completo en Vittone, Luis, "Dos Siglos de Política Nacional", Imprenta Militar, Asunción,
1976. pág. 568/70
tenían dentro del partido de gobierno fuertes aliados quienes comenzaron con una
propaganda de que Méndez Fleitas era comunista.

Por otro lado, según documentaciones provenientes del Departamento de Estado de los
EE.UU. de Norteamérica, el gobierno de los EE.UU., de acuerdo a su política de la
guerra fría, Méndez no era una persona grata para los intereses del país del norte.60 Sin
embargo, Stroessner no podía alejarlo por cuanto éste pudiera reaccionar peligrando su
propio poder. Un acontecimiento internacional debilitó enormemente el poder de
Méndez. El derrocamiento del General Juan Domingo Perón, en la Argentina.
Stroessner aprovechó dicha circunstancia para desembarazarse de Méndez y con ello ir
pergeñando el partido que responda a sus intereses.

La primera reacción de un cambio en cadena, sobrevendría en la noche del 20 al 21 de


diciembre de 1995, en que oficiales de la División de Caballería, instigados por
Stroessner, se sublevaron contra su Jefe, el Mayor Virgilio Candia, amigo de Méndez.
Era sabido que este Jefe respondía, en última instancia, a la autoridad de la Junta de
Gobierno del Partido Colorado y no de la Comandancia en Jefe. De hecho constituía un
golpe no solo contra Méndez sino contra el Partido Colorado, que de esa forma estaba
siendo desplazado del poder real para ir transformándose en lo que sería después: una
maquinaria de propaganda y organización masivas del poder militar.

En marzo de 1956, la nueva convención del Partido, expulsa de su seno a Epifanio


Méndez Fleitas y a todo el sector partidario que respondiera a él. Esta depuración se
articulaba en todos los estamentos civiles y militares. Fue el primero de los golpes
contra el partido colorado por parte de Stroessner, con el propósito claro de ir
conformando el "coloradismo con Stroessner".

El General se aprovechó hábilmente de las contradicciones generacionales e ideológicas


en el coloradismo; utilizando ciertas figuras históricas serviles, fue imponiendo
testaferros suyos en la propia dirección partidaria. Los ejemplos más cabales de este
domesticación son los del Arq. Tomás Romero Pereira y Juan Ramón Chávez, éste
estuvo más de un cuarto de siglo como presidente del Partido colorado-stronista. En
1987 fue desalojado de ese cargo por las huestes militantes del stronismo, ya cuando no
necesitó de él.

La conformación de unas nuevas FF.AA.

En su "empeño de lograr un punto de confluencia" no sólo instrumentó al partido, sino


al mismo tiempo a los propios militares. La eliminación progresiva de antiguos y
prestigiosos jefes del ejército, por un lado, y por el otro, la redistribución geográfica de
cuerpos y regimientos con el propósito de dificultar cualquier posible golpe. Dentro de
este proceso de depuración militar; el fracaso y los descubrimientos de supuestos y
reales complots militares le permitieron ir consolidando, desde 1954 hasta principios de
la década del 60, un ejército adicto a su persona. El ejército, por su parte, logra
privilegios materiales excepcionales, antes nunca visto,l a través del proceso
generalizado de corrupción.

60
Ver Alfredo Seiferhel y Luis De Tone "El asilo a Perón y la caída de Epifanio Méndez. Una visión
documental norteamericana", Editorial Historia, Asunción 1988.
Disenso y copamiento de las organizaciones sociales

Por la época de su primera "reelección" (1958) la dictadura ya férrea, todavía no


conseguía, sin embargo, quebrar a la sociedad civil, en el sentido de copar las
organizaciones sociales para que las mismas pasen a ser controladas por el estado. En
efecto, si observábamos a la sociedad paraguaya en su totalidad, existe un
desaforamiento dictatorial y una no tan callada resistencia popular que no acaba de ser
vencida. Stroessner impone su segunda candidatura a un partido colorado que un año
antes, había nuevamente manifestado, por presión de los jóvenes, la necesidad de llegar
a una salida democrática. Este partido, a pesar de los golpes recibidos, todavía mantenía
la idea de los antiguos "democráticos" de que una dictadura militar pudiera ser la
excepción, pero nunca la regla.

El movimiento obrero: Huelga General de 1958

El movimiento obrero clasista fue totalmente descabezado durante la Guerra Civil de


1947 y la represión posterior a la misma. Los "guionistas" intentaron conformar un
"nuevo tipo" de movimiento obrero como para contrarrestar la tradición independiente
del mismo. Fue así creada, desde el gobierno, la "organización Republicana Obrera"
(O.R.O.). Durante la presidencia de Federico Chávez (1949/1954) se reorganizó la
antigua "Confederación Paraguaya de Trabajadores" (C.P.T.). Ésta, si bien fue
organizada por el partido colorado, logró sin embargo, mantener cierta relativa
independencia, como resultado de la resistencia de las bases. Muestras de ello, son las
manifestaciones del primero de mayo de 1955 y las movilizaciones por aumentos
salariales en 1956.

El 1º de mayo de 1958, ante la próxima "asunción al mando" por segunda vez


consecutiva de Alfredo Stroessner, la Confederación General de Trabajadores pidió
públicamente "el levantamiento del Estado de Sitio", la "declaración de amnistía
general" y la "convocación de una Asamblea constituyente" con miras a elaborar una
constitución democrática. El control policial creció alrededor de los dirigentes obreros,
hasta que en agosto de ese año, son apresados conocidos líderes del Partido Comunista,
Antonio Maidana, Alfredo Alcorta, Julio Rojaz61 y otros.

El 27 de agosto fue declarada la huelga general,62 con la participación de la casi


totalidad de los gremios organizados, reivindicando aumento de salarios y la libertad
para los múltiples presos por razones sindicales. La misma fue ferozmente reprimida
por la policía y el ejército, siendo hechos prisioneros más de cien dirigentes, quienes
fueron enviados a las cárceles militares del interior del país y a la cárcel Pública de
Asunción. El movimiento obrero, con esta derrota, quedó totalmente descabezado y sus
sindicatos clausurados o intervenidos.

Exigencia colorada por la democracia. El movimiento Estudiantil.

61
Estos fueron condenados a tres años de penitenciaria pero permanecieron en ella cerca de veinte años,
en virtud del Estado de Sitio, que permitía, mediante el arbitrio del Presidente de la República, la prisión
de ciudadanos, juzgados o no, por tiempo indefinido. En este sentido, existen infinidades de ejemplos
durante todo el lapso dictatorial.
62
"Diario la Tribuna" del 28, 29 y 30 de agosto de 1958, Asunción, Paraguay.
A principios de 1959, no será ya solamente el movimiento obrero que reclamaba el
levantamiento del Estado Sitio, la amnistía general, la libertad de prensa, sino un grupo
importante del Partido Colorado, exigiendo lo que la "Partido" había resuelto en 1957.
La Junta de Gobierno del Partido aprobó el documento. Stroessner, ante la posibilidad
de que se profundizara la crisis, se mostró rápidamente dispuesto a realizar algunas
concesiones. Así en su discurso del 1o. de abril ante el Parlamento, anunció el próximo
levantamiento del Estado de Sitio "residuo de la dictadura liberal".

En efecto, el 28 de abril, se suprimió el Estado de Sitio, pero los colorados exigían


mucho más allá y la crisis latente continuaba, a pesar de que Stroessner en todos sus
discursos de la época recalcaba el retorno democrático del país63.

El 28 de mayo la crisis explota a través del movimiento estudiantil. Este estamento


social, históricamente había jugado un papel preponderante en la lucha por la
democracia y la transformación social, era uno de los espacios todavía no controlado
por el poder central. a pesar de que, desde 1947, la universidad estaba intervenida, los
centros estudiantiles aun no estaban intervenida, los centros estudiantiles aún estaban en
manos de la oposición. En 1956, las movilizaciones contra la nueva "Ley Universitaria"
demostraron a las claras la resistencia estudiantil a la domesticación. Desde el poder
central se planificaba el ingreso masivo de partidarios suyo en la Universidad; el
despoblamiento de los antiguos profesores universitarios y reemplazados por
minúsculos agentes dictatoriales, con el fin de contrarrestar la acción opositora de los
jóvenes. Pero hasta la época, el sector dictatorial "estudiantil" no lograba grandes
progresos, sobre todo teniendo en cuenta el impacto profundo de la Revolución Cubana,
en los medios estudiantiles de entonces.

Un aumento del precio del pasaje en los transportes públicos, en un momento de


profunda crisis económica, fue la chispa que incendió la rebeldía juvenil. Una
manifestación de estudiantes, autorizada por la policía, fue brutamente reprimida el 28
de mayo. Las movilizaciones estudiantiles y las represiones continuaron por el resto del
año 1959.

La cámara de Representantes (parlamento), de absoluta composición colorada, frente a


este hecho decretó el juicio político del Jefe de Policía, Gral. Ramón Duarte Vera, quien
ordenó la violenta represión a la manifestación estudiantil y a quién se acusaba
asimismo de actos de tortura.

El 30 de agosto, Stroessner, frente a esta rebeldía colorada, disolvió el Parlamento, a la


Junta de Gobierno del Partido Colorado y decretó nuevamente el "Estado de Sitio".
Centenares de colorado, incluidos el 80% de la dirigencia partidaria, altos funcionarios
de estado como asimismo a los miembros de la Cámara de Representantes fueron
perseguidos. Algunos fueron apresados, otros ganaron la frontera o las embajadas.
Centenares de estudiantes conocieron, en esa coyuntura, la prisión, la tortura y el
destierro.

La resistencia armada de los partido opositores.

63
Stroessner, Alfredo. Discursos Secretaría de Prensa de la Presidencia de la República. tomo I., 1975
La abrupta clausura a las "esperanzas" aperturistas del régimen obligó a los partidos de
la oposición a la búsqueda de un cambio en su concepción táctica en pos del
derrocamiento dictatorial. Así, en 1959, se conformó la "Unión Nacional Paraguaya",
resultado de la unidad de acción de los partidos febreristas y liberal. Sectores juveniles
más radicalizados de estos dos partidos conformaron, un tiempo después, el
Movimiento Revolucionario paraguayo (M.R.P. 14 de Mayo), organización de carácter
guerrillero. A su vez el Partido Comunista Paraguayo organizó y sostuvo el Frente de
Liberación Nacional (FULNA). La Argentina, país que desde la caída de Perón, había
observado una actitud diferente para con la dictadura paraguaya permitió que los dos
movimientos guerrilleros se conformaran y se prepararan en su territorio.

En noviembre de 1959 se realizaron las primeras acciones del MRP, 14 de mayo. La


operación anti-guerrillera del gobierno, a cargo de un desequilibrado mental, el General
Patricio Colmán, se organizó con un despliegue de fuerzas, armas y equipos
extremadamente sofisticados, muy superiores a los de los guerrilleros. La represión anti-
subversiva fue de una extremada violencia y no sólo en la zona afectada y a contra los
guerrilleros sino en distintas zonas del país y la capital y alcanzó a miembros de la
oposición en general.

Cuando en abril de 1960, el FULNA se internó, con una columna, en territorio


paraguayo, ya el grupo guerrillero 14 de mayo había sido neutralizado. También como
el anterior Movimiento, el FULNA fue brutamente reprimido. Fue lugar común, en la
época, de fotos en los diarios rioplatenses de cadáveres destrozados flotando en el río
Paraná64. La derrota de estos dos movimientos, diferenciados entre sí por sus objetivos
finales, superó el objetivo inmediato. El clima de terror irradió ampliamente a todos los
sectores sociales, tanto en el campo como en la ciudad.

Con la liquidación de los movimientos guerrilleros constituyó, por un lado, la


culminación del proceso de afirmación del bloque estatal stronista-neocolorado-militar
al destruir a las cuatro fuerzas opositoras. Al histórico Partido Colorado, al Movimiento
Obrero, a las organizaciones estudiantiles y a las actividades armadas de los partidos
opositores y por el otro, al internalizar el terror como método de represión a los
contestatarios al régimen, desmovilizó a toda la población.

Segunda etapa: Afirmación del absolutismo y la búsqueda del consenso

De los reveses de la lucha democrático-popular, emerge el estado como único gestor y


articulador del proceso social. El Ejército, por fin, después de una sucia y silenciosa
guerra represiva parece haber llegado a obtener que la sociedad se vea reflejada en el
espejo militar: Disciplina, Jerarquía y Obediencia absoluta.

Un patriotismo nacido en las raíces de la sociedad es capturado por el estado, que lo


transforma en una ideología ultra-nacionalista, para luego ser impuesta a la sociedad
civil, con efectos distorsionantes y condicionadores. La historia nacional fue modificada
y acomodada a las necesidades de la cabeza visible de ese estado totalitario: el General
Alfredo Stroessner.65.

64
Ver testimonios en Chiavenatto, Julio, "Stroessner: Retrato de una Dictadura". Editora Brasiliense, Sao
Paulo, 1980, p. 9
65
Ver, Bareiro Saguier, Rubén, "Estructura autoritaria y producción literaria en el Paraguay", Caravelle
No. 42, Universidad de Toullousse, 1984, p. 93/106
"El segundo reconstructor", el providencial ángel tutelar de la patria, en el que
convergen todas las grandes virtudes de los héroes históricos. La idea de la libertad
como bien supremo del hombre es trastrocada por el militarismo en la idea del
"progreso" material. Y en nombre de este "progreso" (entendida desde la perspectiva del
totalitarismo estatal) se atropella y se reprime todo lo que esta fuera de su propia óptica.

El proceso de la "Democratización por etapas"

Con una oposición desarticulada, no le fue difícil al dictador cumplir con la exigiencia
de la Alianza para el Progreso, de una apertura a través de una farsa parlamentaria
digitada por el régimen. La dictadura logró así atraer a un grupo de liberales, el
"Movimiento Renovación", a su juego. Este grupo se apropió del nombre del histórico
"Partido Liberal" y participó en las elecciones de 1962. Con esta mascarada democrática
el estado paraguayo negoció con los EE.UU. la "preciada ayuda". Posteriormente, sin
que las condiciones políticas de prepotencia y absolutismo se hayan modificado, el
Partido Revolucionario Febrerista ingresó al "proceso democrático por etapas", en 1966.
Por último, el gobierno logró la participación del mayoritario sector del histórico
Partido Liberal, con el objetivo claro de lograr cierta legitimación en su proyecto de
eternizar la forma estatal imperante. En efecto, en 1967, se realiza una "Asamblea
constituyente" con la participación de todos estos partidos. La nueva constitución,
siempre de carácter autoritario y presidencialista, permitió a Alfredo Stroessner "
reelegirse" por cuatro veces consecutivas. Otros partidos y movimientos jamás
obtuvieron su legalización, tal es el caso del Partido Demócrata Cristiano, fundado en
1961, del Movimiento Popular Colorado, conformado en el exterior por los exiliados
colorados de 1959, del Partido Comunista Paraguayo y, de la "Junta de Resistencia y del
Exilio", liderada por Epifanio Méndez.

Pero al mismo tiempo que se iniciaba el "proceso de democratización por etapas" el


estado buscaba internalizarse en la sociedad. Con la idea del "progreso" tuvo su
respaldo con la creación de una infraestructura, financiada desde el exterior; las rutas
lograron la integración de grandes zonas del país al aparato central y permitieron a la
dictadura un control político-económico más riguroso a nivel nacional. Además esas
rutas posibilitaron al gobierno llegar mucho más fácilmente con su propaganda a todos
los rincones de la patria. En ese sentido, el partido colorado, copado por el stronismo, se
convirtió en una agencia central de propaganda del estado militar y a la vez en un
auxiliar eficaz de control policial. La afiliación obligatoria al partido gobernante de todo
trabajador en empresas públicas, escuelas, colegios, universidades y hasta en los
sectores privados dominados por el capital de personeros del régimen, hace posible el
aumento extraordinario del caudal del coloradismo. Esta medida afectó también a los
miembros del ejército desde su ingreso en la Escuela Militar. La antigua fórmula de
juramento, bajo Morínigo, de no pertenecer al Partido Libera, se convirtió bajo
Stroessner en la obligación de pertenecer al Partido Colorado. La simbiosis expúrea
gobierno-partido colorado-FF.AA. está consolidada.

En cuanto a la búsqueda consensual campesina -mayoría, en aquél entonces, de la


población, se implementó una política que buscara instrumentar una demagógica
"Reforma Agraria", como medio para premiar a los partidarios del oficialismo y
ampliar, al mismo tiempo, su red de militancia. Al mismo tiempo, la Reforma Agraria,
cumplía además el rol de desarticulador de conflictos en zonas donde la relación
latifundio-minifundio estaban exacerbadas, tal como la zona central del país. Si bien es
cierto, los resultados posteriores de la "Reforma Agraria" (finales de la década del 70)
serán la ampliación de la frontera agrícola, pero ello será ya bajo circunstancias y
procesos distintos.

La corrupción se fue generalizando, en este proceso, hasta llegar a las bases mismas de
la sociedad. La dictadura logró un consenso activo de importancia en los funcionarios
públicos medios, presidentes y miembros directivos de organizaciones intermedias y de
base del Partido Colorado, por el beneficio económico que reportaba tal consenso, ya
que se beneficiaban con la corrupción reinante.

La articulación del disenso

Si bien los juegos de la "democracia por etapas" eran espacios habilitados por el Estado,
los mismos tuvieron una contrapartida diálectica que permitieron el surgimiento de
organizaciones y/o instituciones con una creciente acción contra el sistema. Dentro de la
etapa analizada, la Iglesia católica, influenciada por el concilio Vaticano II y las
resoluciones de Medellín, dejó de lado su histórico sostenimiento a los poderes
constituidos para jugar un papel fundamental dentro del espectro anti-dictatorial.

Desde esta nueva óptica, de "compromiso con los desposeídos", la Iglesia católica
alentará ciertos gérmenes espontáneos de organizaciones campesinas, surgidas en varios
puntos del país. Estas fueron las semillas del Movimiento campesino conocido como de
las "Ligas Agrarias del Paraguay". Movimiento de auto-gestión surgida a inicios de la
década de los sesenta para transformarse posteriormente en una de las organizaciones
democráticas de masas más importante de la historia política del país. Su estructuración
práctica permitió una democracia interna, jamás vista en Paraguay, hasta entonces, por
un lado, y por el otro, un salto cualitativo en la conciencia campesina paraguaya, al
desalojar de su seno, la artificial división partidista (liberal-colorado) y darle un
contenido superior de pertenencia clasista. El movimiento fue extendiéndose durante
más de quince años, por casi toda la zona agrícola del país, no ajena por cierto de
contradicciones. La profundización del movimiento y el cuestionamiento al orden
constituido lo llevó a enfrentarse, inclusive, con la propia jerarquía de la Iglesia, quien
temía que el Movimiento fuera mucho más allá de lo que ella esperaba.66

La búsqueda de soluciones estructurales al problema campesino lo llevó a un


enfrentamiento violento con las estructuras totalitarias de poder, defensora de los
intereses latifundistas. La propia represión estatal les fue obligando a profundizar la
conciencia del movimiento y a una cada vez más decidida acción en defensa de sus
intereses, hasta llegar a la decisión de la lucha armada, por parte de sus sectores mas
radicalizados, hacia mediados de 1975, cuando ya la represión había destruido las bases
organizativas.

A otro nivel y con alcance más reducido, surgirá en la capital el Movimiento


Universitario Independiente, que ejercerá posteriormente, una apreciable influencia en
el mundo político, al remover la dirigencia y los liderazgos. Este movimiento surgido en
los primeros años de 1960 influirá en la concepción de toda una generación de

66
Equipo Expa' En busca de la "tierra sin mal", Colección Iglesia Nueva, Bogotá, Colombia, 1982.
estudiantes e intelectuales en su lucha anti-dictatorial. En lo político, la primera
experiencia de esta generación será en 1969, cuando, aprovechando consignas anti-
imperialistas, a raíz de la visita del Vicepresidente norteamericano de entonces, Nelson
Rockefeller,67 los estudiantes se volcaron a las calles de Asunción, con quemas de
banderas norteamericanas, iniciando de este forma un nuevo tipo de cuestionamientos al
régimen dictatorial y a su principal apoyo extranjero.

Estas movilizaciones, coincidieron en tiempo y espacio, con el fuerte conflicto


Iglesia/Estado, cuyo punto crítico fueron los años 1969/1973. Desde el momento que la
Iglesia dejó de ser un sostén del poder -su opción por los pobres- su enfrentamiento con
el poder estatal no se hizo esperar. La Iglesia católica paraguaya, fue la única
institución, fuera del partido oficialista que tenía real alcance orgánico en todo el país.
Con centenares de movimientos católicos organizados en todos los pueblos y
parroquias, como asimismo innumerables instituciones educativas, desde la enseñanza
primaria hasta la universitaria, les brindaba la necesaria información y capacidad de
influencia. Asimismo tenía a movimientos sociales, como los sindicatos obreros
católicos, las ligas agrarias, le daba un gran predicamento confesional y político a nivel
de la población general del país. La posición abiertamente crítica del periódico
Comunidad, órgano oficial de la Confederación Episcopal Paraguaya, reforzó el
conflicto de la Iglesia con el Estado. En 1968, el periódico sufrió el primer secuestro
policial de una de sus números para luego clausurarse definitivamente, por el Gobierno,
un año después. La Iglesia fue perseguida por parte de la dictadura, varios de sus
sacerdotes conoció la tortura, la prisión, la expulsión del país y el exilio. La Iglesia, por
su parte, decretó en varias oportunidades la excomunión a varios personeros del
régimen como al Ministro del Interior, el Jefe de Policía, de Investigaciones y otros.

Si bien los partidos políticos que ingresaron en el "proceso democrático por etapas"
tuvieron un espacio sumamente vulnerable para organizar sus propias bases, éstos
aprovecharon, en alguna medida, su participación en el Parlamento para denunciar
públicamente la situación de corrupción reinante y la violación constante a los Derechos
Humanos.

Todo este proceso de fortalecimiento de las organizaciones anti-dictatoriales llegará a


eclosionar hacia fines de la década de los sesenta y principios de los setenta,
coincidiendo con una crítica situación económica68. La articulación prosesual de los
movimientos contestatarios -Iglesia Católica, Ligas Agrarias, Movimiento estudiantil
independiente, partidos políticos- se procesó a lo largo de los años siguientes.

El Tratado paraguayo-brasileño para la construcción de la gigantesca represa


hidroeléctrica de ITAIPU (la más grande del mundo) exacerbó los ánimos de sectores
dirigentes de la población por el carácter colonialista de dicho Tratado. Desde hacía
décadas que un problema nacional no fue discutido públicamente con tanto ahínco. Sin
embargo, esta será una coyuntura precisa. Las represiones posteriores y el "milagro

67
Uno de los accionistas mas poderosos de la Standar Oil, empresa cuyas implicaciones en la Guerra del
Chaco, fueron denunciadas en su oportunidad en el Senado Americano.
68
El flujo económico financiero de la década de los sesenta,"Alianza para el Progreso" de por medio, no
modificó la estructura productiva
económico" de la etapa de Itaipú beneficiarán nuevamente a la permanencia del
régimen.

En noviembre de 1974, la policía descubrió a un grupo clandestino que supuestamente


se organizaba para un atentado contra Stroessner. La policía declaró que sus integrantes
no sobrepasaban la veintena, sin embargo, la represión alcanzó a amplios sectores. A
partir de ese incidente, magnificado por el gobierno, se inició un proceso represivo
sumamente duro por espacio de tres años, con el objeto indudable de cortar de raíz el
proceso evocado de fortalecimiento de la sociedad civil y las organizaciones que se
dedicaban a ello. Dentro de esta espiral represiva, en febrero de 1975, se inició una
ofensiva intensa contra las Ligas Agrarias. Las comunidades fueron perseguidas por el
ejército y desarticuladas todas las comunidades de base.

A fines de noviembre del mismo año, una nueva oleada represiva fue desatada contra el
clandestino partido comunista. Fueron apresados y torturados más de dos centenares de
ciudadanos de distintas ideologías. Fueron asesinados en la tortura varios de los
miembros del partido comunista, entre ellos, Miguel Angel Soler, secretario general de
dicho partido y Derlis Villagra, dirigente de la juventud comunista.

En abril de 1976, la policía descubrió la existencia de un movimiento político-militar


O.P.M. La represión alcanza el nivel más alto de toda esta espiral. Son asesinados por la
policía, Juan Carlos Da Costa y el líder campesino Martino Rolón Centurión, en sus
propias viviendas y en la tortura Mario Schaerer Prono. La capital del país se
transformó, en esos días, en una ciudad situada por las fuerzas militar-policial. La
represión abarcó extensas regiones del interior del país, sobre todo, poblaciones
campesinas. La violencia manifestada en esos meses no conoció otro antecedente que
los meses que siguen al fin de la Guerra Civil de 1947.

Después de estas masivas represiones la misma cambiará de carácter. Dejó de tener la


característica de la improvisación para tener un carácter más profesional. La prueba de
ello es que la represión no decreció sino que se volvió más sutil, rebuscada y perversa.
Se utilizó el sistema de hostigamientos y apresamientos repetidos, constantes, sucesivos,
alternados hasta conseguir reducir al elemento disidente: personas u organizaciones.
Esto duró casi hasta el final de la dictadura.

Del esplendor al ocaso

A mediados de la década de los años 70, con el inicio de la construcción de la represa de


Itaipú, se conformó la alianza entre el capital financiero internacional y la "burguesía
fraudulenta" paraguaya cuyo articulador será el estado totalitario.

La universalización de las relaciones mercantiles como base de los demás cambios


influirán sobre la cosmovisión general del paraguayo y se producirá una crisis de la
sociedad tradicional. Proceso de por sí contradictorio, puesto que marcha hacia una
nueva concepción de la colectividad y la visión que ella misma tiene de sí.

En 1979 se conformó el "Acuerdo Nacional" integrado por cuatro partidos de la


oposición, Liberal Radical Auténtico, Revolucionario Febrerista (miembro de la
internacional socialista), Demócrata Cristiano y el Movimiento Popular Colorado, en el
exilio y después sus dirigentes lograron establecerse, a pesar del hostigamiento
permanente por parte de los agentes policiales, en el país. Este acuerdo que si bien tenía
una estructura abierta y en la que cada partido era independiente de implementar su
estrategia, coincidía plenamente en las reivindicaciones democráticas en el ámbito
político, como el levantamiento del estado de sitio, la amnistía general,
desmantelamiento del aparato represivo.

El propio descongelamiento social impactó a la sociedad de manera que posibilitó la


emergencia de otros grupos de presión, que antes eran más bien stronistas, como los
diarios comerciales de circulación nacional, sectores del empresariado y otras
organizaciones sociales independientes del estado, como los sindicatos y sectores de
trabajadores de la cultura.

La esclerosis del régimen se manifestó en la internidad del propio partido oficialista, el


colorada stronista, que desde 1984 comenzó un proceso de deterioro en su "unidad
granítica". La emergencia de sectores contestatarios en el propio seno de la organización
internalizada en la sociedad cautiva impactó enormemente no sólo en el
descongelamiento social en las bases sino en los sectores claves del sostenimiento del
régimen: los militares y la burocracia del estado.

En 1987 se procesa la abrupta división del partido colorado entre sectores cuyo único
sostén era el stronismo y sectores que viendo la esclerosis del dictador y la
sostenibilidad del régimen, buscaban independizar al partido colorado para salvarlo de
la hecatombe que pudiera significar la caída de Stroessner. Por otro lado, en la propia
sociedad civil, sin diferencias de banderías políticas emergía un renovado deseo del fin
dictatorial. Movimientos estudiantiles, profesionales médicos, campesinos, obreros
intelectuales, amas de casa fueron movilizándose y estos actos de protestas ganaban
cada vez más espacios en la poca prensa que quedaba en pie después de ser clausurados
varios importantes medios de prensa, el diario ABC Color o la emisora Radio Ñanduti.
Los sectores opositores al régimen iban ganando cada vez más unidad de criterios y de
decisión para manifestar su descontento contra la dictadura, a pesar de las represiones y
los apresamientos. El 10 de diciembre de 1998 una manifestación multitudinaria, en
conmemoración de la proclamación de los Derechos Humanos, fue brutalmente
reprimida y dirigentes políticos y sociales detenidos. En estos años fue disminuyendo el
miedo como única forma de manifestarse la conciencia social y fue reemplazada por
otras cosmogonías más afines a la lucha por lograr la libertad y el bienestar social.

La dictadura y el mundo internacional

Sin la complicidad del mundo exterior la longeva dictadura de Alfredo Stroessner no


hubiera podido mantenerse tanto tiempo. Un anillo de silencio rodeaba al autoritario
gobierno paraguayo de quien se sabía que era una dictadura pero nada más. Los
EE.UU., con la administración de James Carter, experimenta un cambio en su política
oficial hacia la dictadura paraguaya. Las siguientes administraciones norteamericanas
continuaron esa política exigiéndole a Stroessner apertura democrática y respeto hacia
los Derechos Humanos, cotidianamente violados en el Paraguay. Hacia fines de los años
ochenta la dictadura de Stroessner estaba rechazada y aislada del concierto de las
naciones democráticas.

En los últimos meses de 1988, tras sus octavas "elecciones" para la presidencia de la
República, una activa toma de posición de varios países se manifiesta, sobre todo en
diciembre de 1988 y en enero de 1989. El 1 de diciembre de 1988 visita el Paraguay el
comandante del Comando Sur de los EE.UU. general Frederick F. Woerner quien se
entrevista con Jefes militares, en especial con el Gral. Andrés Rodríguez y el Vice
almirante González Pettit. El General Woerner se entrevistó no solo con sectores
militares sino con prominentes miembros de la sociedad civil, como personalidades del
mundo académico y con líderes de la oposición. En declaraciones a la prensa
manifestaba que no existía ningún plan del gobierno americano de ampliar la
cooperación militar, consistente en ese, momento, en cursos de inglés en Asunción y
algunos becarios militares a los EE.UU. "En mis reuniones he expresado el continuo
compromiso en pro de la democracia, en cuyos principios fundamentales esta basada
nuestra política exterior".69

El 16 de diciembre un portavoz de la cancillería argentina expresaba la preocupación


del Gobierno de Raúl Alfonsin por las detenciones e incomunicaciones de varias
personas, en Paraguay, sin proceso judicial que los justifique.

El 13 de diciembre en teleconferencia sobre la política del nuevo gobierno americano


presidido por George Bush, hacia América Latina, el congresista Robert J.
Lagomarsino, titular de la Subcomision de Asuntos del Hemisferio Occidental del
Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, se refirió al Paraguay. "
Hay tres cosas que rigen el futuro de nuestras relaciones con el Paraguay: el regreso a
una democracia plena, los derechos humanos y el problema de las drogas. Hay una
evidencia creciente que el Gobierno de Paraguay no está haciendo todo lo posible
contra las drogas.70

En enero una Delegación del Partido Demócrata se entrevista con el general Stroessner
sin trascender lo conversado. Sin embargo, los miembros de la delegación emitieron un
comunicado de prensa en que manifestaron: "Deseamos destacar nuestro compromiso
con las normas internacionales de los derechos humanos y nuestro interés para que los
derechos de todos los paraguayos sean respetados. Desde Washington seguiremos con
atención los acontecimientos en estas áreas".71

El 27 enero nuevamente Congresistas de EE. UU manifiestan su preocupación por la


violaciones de los Derechos Humanos en el Paraguay a través de una nota enviada al
gobierno paraguayo.72

El activo aislamiento internacional de la dictadura y el apoyo a quienes la combatían en


momentos en que el enfrentamiento entre los dos sectores del partido oficialista, que
repercutía en el seno de las FF.AA. y en la propia sociedad civil desembocaron
finalmente en el golpe de estado del 3 de febrero de 1989, con el que se derrocó a
Alfredo Stroessner y se abrió por primera vez en décadas las compuertas de la libertad.

La transición del absolutismo a la democracia73

69
Diario Ultima Hora, 3 de diciembre de 1988, pág.13
70
El Diario de Noticias, 14 de dic. 1988, pág. 9
71
Diario Ultima Hora, 12 de enero 1989. pág. 10
72
Diario Hoy 27 de enero de 1989, pág. 7
En la noche del 2 y la madrugada del 3 de febrero de 1989 era tumbada por un golpe
militar la más longeva dictadura de la historia paraguaya. El líder del golpe, el Gral.
Andrés Rodríguez, el segundo hombre fuerte del país, ante el pavor de su propio acto
rebelde buscó denodadamente el consensus interno y externo de su propio arrojo.

En los últimos minutos del 2 de febrero, último día de la dictadura de Alfredo


Stroessner que había comenzado en 1954, el general Andrés Rodríguez emitía con voz
temblorosa un comunicado a la sociedad paraguaya en que la decía: "Queridos
compatriotas, apreciados camaradas de las Fuerzas Armadas. Hemos salido de nuestros
cuarteles en defensa de la dignidad y del honor de las FF.AA.; por la unificación plena y
total del coloradismo en el gobierno, por la iniciación de la democratización del
Paraguay; por el respeto de los derechos humanos, por la defensa de nuestra religión
cristiana, católica, apostólica, romana (...) espero que los camaradas de las FF.AA. me
acompañen en esta circunstancia, porque estamos defendiendo una causa noble y justa
que redundará en beneficio de nuestro heroico y noble pueblos paraguayo".

Esta proclama en sí, de hecho, encerraba todo un programa de lo que sería el proceso de
transición pero al mismo tiempo era una interpelación de los verdaderos poderes del
Paraguay de entonces. Después de todo, él mismo era un producto de eso que con su
acto negaba. Por eso, quizás, apeló primero a las FF.AA., únicas guardadoras y
herederas del poder, segundo a las fuerzas civiles coloradas, que durante décadas no fue
otra cosa que organizadora y controladora de la sociedad civil hacia su pertenencia al
estado, (era la pata del estado dentro de la sociedad civil) y por último a ese otro poder
omnipotente en el Paraguay: la iglesia católica. Si el llamado le era respondido
positivamente, el Gral. Rodríguez y sus compañeros tenían la certeza de poder
permanecer en el poder74.

El golpe, si bien militar, solamente lo estaban realizando las armas de caballería y la de


la Marina. La operación militar se inició con la neutralización de la Fuerza Aérea y el
control del comando aeronáutico, que a partir de la rendición del comandante de la
Fuerza Aérea se plegó a los golpistas. En coordinación con el comandante de la
Armada, Vicealmirante Eduardo González Petit, el General Rodríguez inició a las 20:45
del 2 de febrero el avance sobre Asunción desde su comando del Primer Cuerpo del
Ejército con asiento en Ñu Guazú (Campo Grande), en las afueras de la capital.

Con una columna de carros blindados (Urutís y Cascabel) de fabricación brasileña y los
camiones Unimog artillados, unidades de rápido desplazamiento, oficiales y
suboficiales comandaban un número de efectivos, necesario para ocupar todos los
objetivos militares, policiales y civiles que se habían propuesto. El objetivo central era
controlar a Stroessner, su familia -sobre todo al coronel Gustavo Stroessner- y a los
generales más importantes. El general Stroessner casi fue capturado en la casa de una
73
Flecha, Víctor-jacinto, Martini, Carlos, Historia de la Transición. Ediciones Ultima Hora, 1993, 320
pág.
74
Los cinco puntos de la "Proclama del tres de Febrero" son:
1. Restauración de la dignidad de las FF.AA.
2. Recuperación de la unidad del Partido Colorado en el Gobierno.
3. Inicio de un proceso de democratización.
4. Respeto a los derechos humanos.
5. Defensa de la Religión Católica.
antigua y vieja amante cuando la columna avanzaba hacia Asunción. Luego se refugió
en el edificio del Estado Mayor, donde tenía su oficina de comandante en Jefe. Había
escogido esta alternativa por considerar que el Regimiento Escolta Presidencial, que se
encuentra ubicado en la misma área, podría responder al ataque, convirtiéndose así en el
principal objetivo.

Por su parte, la Armada movilizó una columna de infantes de marina con el objetivo de
tomar el puerto de Asunción, el Palacio de Gobierno y la Policía de la Capital, todos en
la misma área. La policía fue la que más resistencia opuso, pero con fuego de morteros
y lanzagranadas las fuerzas golpistas redujeron la resistencia y, finalmente, consiguieron
la rendición.

El ataque contra el Estado Mayor y el Regimiento Escolta Presidencial fue el más


prolongado y se tuvieron que utilizar los aviones Xavantes como disuasivos para que, a
las 6:30 de la mañana del 3 de febrero, el general Alfredo Stroessner se rindiera. Lo
acompañaban su hijo Gustavo, el ministro de Defensa, General Germán Martínez; el
comandante de los institutos militares de enseñanza general Gerardo Johansen; y el
comandante del Regimiento de Escolta Presidencial, General Ruiz Díaz.75

Un tendal de muertos quedó después de estas batallas. Fuentes extraoficiales hablan de


600 muertos aunque las oficiales solamente reconocen la suma de 35, a todas luces muy
exiguas, viendo la ferocidad de la lucha76.

Esa mañana, en la capital paraguaya, apenas lavadas de sangre y retirados los cadáveres
de las calles del micro centro adyacentes a la Plaza de la Independencia, zona del
monumental Panteón de los Héroes y de las cercanías a la Policía de la Capital, la gente
se agolpó en las calles del centro histórico de las ciudad para festejar su alegría y a
informarse por las ediciones especiales de los diarios. Esa misma tarde comenzaron los
obreros a taponar los agujeros de balas y arreglar las viviendas perjudicadas por la
lucha.

Al otro día asumía en el Palacio de López como Presidente Provisional del República
del Paraguay dentro de un clima de euforia generalizada. El propio líder de la oposición
Domingo Laino, fue llevado en andas, hasta la Junta de gobierno del Partido Colorado,
en donde improvisó un mensaje a los colorados. La alegría y la fiesta era de todos. Los
antiguos stronistas "hasta las últimas consecuencias" en ese mismo vistieron la nueva
camiseta de la democracia.

La percepción del golpe

El 3 de febrero de 1989 Le Monde y Liberation de París, The New York Time, de


Nueva York, El País de Madrid anunciaban en primera plana el derrocamiento del
dictador Alfredo Stroessner por su consuegro el General Andrés Rodríguez. Los
noticiosos de las cadenas televisivas más importantes del mundo pasaban escenas del

75
. Lezcano, Carlos María - Martini, Carlos "Intervención política de las FF.AA. después del golpe del 2
y 3 de Febrero en el Paraguay". En Abente Brun, Diego (coordinador), "Paraguay en Transición",
Caracas, Editorial Nueva Sociedad, 1993. Págs 217 - 218.,
Flecha, Víctor-jacinto y Martini, Carlos, op. cit.
76
Flecha, Víctor-jacinto/Martini, Carlos. op. cit
reciente golpe de estado. La mayoría de las agencias internacionales dieron al hecho una
interpretación poca alentadora de que el segundo hombre fuerte del país, durante
décadas, pudiera llevar adelante un política liberalizadora. Los más optimistas pensaban
que la derrota del mito del poder absoluto con la caída del dictador era lo más
importante.

Sin embargo, para sorpresa de todos, el General Andrés Rodríguez, con sus luces y
sombras, desde el primer día de su gobierno fue demostrando que no era el mismo que
su consuegro, que tenía una política y práctica diferente a aquél. Entre ellos el respeto
irrestricto a la libertad de prensa y un relacionamiento político de primer nivel con ella.

La aprobación internacional

Es que el golpe del 2 y 3 de febrero tenía una tierra abonada para ser aprobada por la
Comunidad internacional. El mismo día 3 declaró el vocero del Departamento de Estado
de los EE.UU., Charles Redman, declaró "Damos la bienvenida a toda acción en favor
de un gobierno democrático, (...) estamos estudiando la situación, pero aún no hay
reconocimiento al nuevo régimen paraguayo"77

El primer país en reconocer al nuevo gobierno fue la Argentina, en horas de la tarde del
día sábado 4 de febrero. Horas más tarde lo haría el Brasil y a filos de la medianoche, el
gobierno de Taiwan. El mismo día 4 de febrero el Presidente Carlos Andrés Pérez
declaró que la caída de Stroessner fue "el mejor regalo que recibí en mi toma de
posesión". El 7 de febrero, el Primer Ministro francés declaró, en Ginebra en el marco
de la plenaria de la Comisión de los Derechos Humanos de la ONU, que el "proceso de
democratización (en el Paraguay) incidirá positivamente, no sólo sobre las relación
franco-paraguayo, sino sobre el conjunto de las relaciones internacionales del país
sudamericano. Es decir que se volvería a normalizar la relación internacional del
Paraguay con el mundo"78. El día 9 EE.UU. reconoció nuevo gobierno. Con ello el
nuevo gobierno tenía ganada su batalla de reconocimiento.

De esa forma el nuevo gobierno paraguayo comenzaba a lograr el consenso


internacional. Pero este consenso no solo fue a raíz de las declaraciones en que
enunciaba su propósitos sino sobre todo por la posición que adoptaron los tres
principales partidos políticos de la oposición paraguaya, miembros de las tres más
importantes internacionales políticas del mundo, la Internacional socialista, la
internacional liberal y la internacional demócrata cristiana. La reconocimiento de los
partidos paraguayos al nuevo régimen posibilitó el reconocimiento internacional.

Los primeros aires de la libertad

El primer domingo de su mandato el Presidente Rodríguez solicitó asistir a una misa por
los caídos, en la catedral metropolitana, en donde se confundió con la multitud y con
líderes de la oposición. Esa tarde, a la 5 partía hacia el exilio el dictador derrocado hacia
el Brasil. Aquí quedaba la sensación de la alegría y de un cambio total.

77
Diario Ultima Hora del 4 de feb. de 1989, pág. 5
78
Diario Ultima Hora, 7 freb, de 1989, pág. 14
Sin embargo, desde otras perspectivas, también otros sectores apuntaban el triunfo de
las "fuerzas revolucionarias" no significaba, bajo ningún aspecto, la derrota del poder,
solamente un desplazamiento. Esta situación de la derrota dictatorial no haya sido
realizada por fuerzas ideológicas totalmente diferente a la dictatorial que construya el
nuevo poder desde perspectiva totalmente diferente tendrá enormes repercusiones en
todo el proceso posterior. El hecho mismo de que en este nuevo-viejo poder se haya
reencarnado la dualidad Ejército-Partido Colorado estaba manifestando entronizadas
costumbres políticas del Estado militar. Por otro lado, los "compañeros civiles" del
Gral. Rodríguez no eran otros sino aquel sector del partido colorado que sirvió al poder
militar durante largas décadas. El hecho mismo de que Rodríguez (o en efecto los
militares golpistas) buscara una alianza con dirigentes que hasta 2 años antes eran
dirigentes oficiales del stronismo y por ende, personajes conocidos por la masas, es
legítimo suponer que el golpe en ese momento buscaba tranquilizar y ganar el apoyo de
las amplias mayorías de la población. Tan acostumbrados estaban los militares a tener
una maquinaria civil de consensus que no se animaron a ser solos en el galope sino que
se dejaron acompañar por el "tradicionalismo" del partido colorado. Pero pensando, a lo
mejor, que este no fuera suficiente apeló, en su proclama del tres de febrero, a la unidad
de Partido Colorado.

Esta situación sesgó en mucho al nuevo gobierno. Rodríguez pudo haber aprovechado
los meses de febrero, marzo y abril para hacer una reconducción general de la
maquinaria y las costumbres de los funcionarios del Estado. La corrupción estatal
reinante en el anterior período pudo haber sido barrido de raíz. Esta no toma de medidas
contra la corrupción, el especulado y los agentes políticos de aquellos tiempos
posibilitará el renacimiento de los mismos y el aumento de su número por nuevos
personeros que surgieron con el proceso democrático.

La transición concebida como una Agenda Electoral

Al día siguiente, lunes 6 de febrero, el Poder Ejecutivo ya señalaba de hecho el rumbo


de los acontecimientos posteriores. A través del Decreto Nº 3, el Presidente de la
República disolvió el congreso y llamó a elecciones para el 1º de mayo de ese año, a fin
de elegir presidente y miembros del Congreso por el resto del período 1988-1993.

El primer efecto del golpe fue una inmediata liberalización política (restitución de las
libertades públicas), que a su vez desemboca en una transición con un cronograma
electoral impuesto. En esos meses de febrero y marzo la oposición consiguió solamente
algunas reformas a la Ley Electoral 886, pero no las principales. Así comenzó una
transición desde arriba y desde adentro, es decir, con muy poca participación de la
oposición en el establecimiento de las primeras reglas de juego que tenía en el núcleo de
poder a figuras provenientes del régimen anterior (el quiebre de la dictadura se produjo
al interior de la misma)79.

"La estrategia rodriguista era reconocer a los interlocutores y ofrecerles un espacio de


negociación, de manera a integrar a la sociedad política informal al proceso; pero, al
mismo tiempo, se solicitaba la aprobación o el consenso para que la dirección del
proceso estuviese centrada en una renovada triada FF.AA.-Gobierno-Partido Colorado.
79
Flecha, Víctor-jacinto, Martini, Carlos, Op. Cit. 320 pág. Fundamentalmente se utiliza este texto para
la redacción de esta parte del capítulo.
Porque sin contar con ese consenso la democratización aparecería como ingobernable y,
por ende, irrealizable desde el punto de vista del conjunto de intereses que se movía
detrás del Presidente provisional. Existía una serie de factores de poder internacionales
y nacionales: sector empresarial local, corriente 'tradicionalista', intereses políticos
brasileños y norteamericanos que compartían el punto de vista de que la
democratización del país debía hacerse a través del Partido Colorado, modificando y
reformando el orden jurídico institucional autoritario desde el Gobierno"80.

Y en esos dos meses de febrero y marzo el núcleo de poder emergente del golpe
consiguió el consenso de la oposición real, esto es, de la nucleada en el Acuerdo
Nacional (AN). La lógica era sencilla: el Gobierno cumplía con su parte (las libertades
públicas) y la oposición participaba en el primer proceso electoral a sabiendas de que
era sólo un paso.

Allí estaba el germen de una de las características centrales de la transición paraguaya:


"Consenso tácito con agenda electoral: en la transición local no se firmaron pactos
explícitos. La oposición política aceptó la apretada agenda electora de cuatro años a
través de un consenso tácito que mantendría en la medida en que las condiciones de
libertades públicas y de cumplimiento de los plazos de la transición no se alteraran... Es
decir, en la transición no se pactaron contenidos y sí se aceptaron, por parte de la
sociedad política, y también de la civil, plazos fundamentalmente electorales. Así, la
transición fue ante todo un conjunto de cambios políticos en el plano del incremento de
las condiciones de competencia pluralista y libre de partidos y movimientos políticos"81.

El Gobierno necesitaba legitimarse con contenidos distintos al anterior, tanto en el plano


interno como externo (la segunda proclama del general Rodríguez en la madrugada del
3 de Febrero estaba dirigida a la comunidad internacional), y este objetivo sólo podía
lograrlo con una apertura política que abarcara tanto al Partido Colorado (incorporación
e los sectores "contestatarios al régimen de Stroessner") como a la oposición real
(partidos nucleados en el Acuerdo Nacional).

La recomposición del poder: Cambio de la estructura de las FF.AA. y tregua en el


partido colorado

Inmediatamente después del golpe se reformularon las pautas de ordenamiento interno


del Ejército. Se suprimieron dos divisiones de Infantería y se crearon dos nuevas de
Caballería. De la reasignación territorial el Primer Cuerpo del Ejército se constituyó en
la principal unidad de las FF.AA. al cubrir la zona de la frontera estratégica con Brasil y
Argentina.

El inmovilismo en las FF.AA. durante la dictadura, que se notaba en el tramo del


escalafón superior, remite al mantenimiento de lealtades al general Stroessner de parte
de sus generales: 48 generales homólogos de la Armada, 400 coroneles y capitanes de
navío para una dotación de poco más de 22.000 hombres. De ahí que en los últimos

80
Caballero Carrizosa, Esteban. "El gobierno provisional y los partidos políticos". En: Domingo Rivarola,
Marcelo Cavarozzi y Manuel Antonio Garretón (compiladores). "Militares y políticos en una transición
atípica". Buenos Aires. Grupo de partidos de CLACSO. 1991. Págs 50 - 51
81
Martini, Carlos, Transición política en Paraguay. En: Morínigo, José Nicolás, "vocabulario Político".
Asunción. La Opinión, BASE-ECTA, 1993. Págs. 1.10 - 111
años el régimen stronista haya apelado a una medida más drástica: el pase a retiro
forzoso de grandes contingentes de coroneles que tenían entre ocho y diez años de
antigüedad en el grado. "Esta deformación institucional y los taponamientos que ella
produce, fueron temas más difíciles de resolver en el reordenamiento castrense"82.

Una de las primeras medidas del nuevo poder fue la separación de 32 generales, 12 de
división y 20 de Brigada. Quedaron solamente 2 generales de División, un vice -
almirante y 11 generales de Brigada, de los 46 que estaban inactividad. Ascendieron 41
nuevos generales en 1989. Con estos cambios, aparentemente Rodríguez cumplía lo
manifestado en su proclama, en cuanto a la dignificación de las FF.AA. El importante
analista político, Mauricio Schvartzman interpretaba que "la dignificación de las
FF.AA." no se dirigió en el sentido de substraerlas de sus compromisos económicos,
políticos y limpiarlas de la corrupción, sino en el de la promoción al generalato de
varias camadas acumuladas de coroneles que no tenían ninguna perspectiva de ascender
en el Ejército stronista. Mientras esto último ocurrió, los jefes militares siguieron siendo
empresarios y activistas colorados83.

Así, el golpe cambió de equipo de mando a las FF.AA. y al mismo tiempo, restituyó al
"tradicionalismo" en la Junta de Gobierno del Partido Colorado, la otra pata del poder.
El esquema de vinculación FF.AA./partido colorado no cambió.

Esta unidad partidaria era entendida por la cúpula militar y el gobierno como la unidad
bajo la restitución de las autoridades legítimas o sea, significaba la hegemonía
"tradicionalista", sector del partido colorado excluido del poder en 1987, con el
agregado de los ex "contestatarios", colorados opositores a Stroessner, excluidos del
partido en 1959, que así legitimaban la apertura interna hacia otros sectores no sea la
excluida de la "militancia" stronista. El 1 y 2 de abril del año 1989 se integró, por una
"Convención Extraordinaria del Partido Colorado" la nueva directiva del partido. Esta
fue integrada por un 66% de los tradicionalistas y 33% por los sectores
"contestatarios"84.

De esta forma el partido colorado abrió una tregua partidaria obligada, por la cercanía
de las elecciones. Los ex "contestatarios" admitieron el acuerdo de volver al seno del
partido en condiciones débiles, conscientes de sus debilidades iniciales en el aparato
partidario y que a partir de los espacios ganados, esperando, podrían ir construyendo
bases propias. Más allá de algunas protestas por la forma como se aprobaron las actas de
los resultados electorales de las seccionales, se aceptaron tácitamente esos resultados
esperando la acumulación de fuerzas para más adelante

La oposición se suma al proceso y el final del opositor Acuerdo Nacional

El 17 de febrero, por primera vez en décadas, un líder de la oposición real visitaba en el


Palacio a un presidente. El socialista Euclides Acevedo, titular del Partido

82
Lezcano, Carlos María. "El régimen militar de Alfredo Stroessner: Fuerzas Armadas y política en el
Paraguay 1954-1989", Asunción, Grupo de ciencias sociales, 1989, pág. 26
83
Schvartzman. Mauricio. "Una Utopía electoral, vencer al imperio" revista Acción, número 134, junio
de 1993, pág. 7/8.
84
Flecha, Víctor-jacinto, op. cit. especialmente las pág. 57/58
Revolucionario Febrerista (PRF), visitaba ese día al general Rodríguez. otro tanto lo
hacía Jorge Darío Cristaldo, del Partido Demócrata Cristiano. El 3 de marzo Domingo
Laíno, el máximo líder de la oposición y presidente del Partido Liberal haría lo propio.
Señalaba al final del encuentro, en relación a pedidos de la oposición, que "no somos
maximalistas... Los términos de ese paquete pueden ser respondidos positivamente
algunos y vagamente otros. Y eso no significa que no vamos a presentarnos,
simplemente lo que queremos es que estas elecciones sean muy mejoradas con relación
a las anteriores elecciones"85. Domingo Laíno era claro: más allá de los mecanismos
formales (las convenciones de ese mes de marzo), las élites partidarias ya habían
decidido la participación. A mediados de febrero el Mopoco (ex-contestatarios
colorados) se retiró oficialmente del opositor Acuerdo Nacional para retornar al seno del
partido colorado, de donde se habría desprendido en 1959.

En febrero de 1989 el Acuerdo Nacional (AN), integrado por los partidos Liberal
Radical Auténtico, Demócrata Cristiano, Revolucionario Febrerista (miembro de la
Internacional socialista) y el Movimiento Popular Colorado (MOPOCO) cumplía 10
años. Creado al calor de la política de defensa de los derechos humanos del presidente
Yimmy Carter, a finales de la década del setenta, era el principal referente internacional
y local de la oposición efectiva. Sin embargo a pesar de todo el Acuerdo Nacional no se
pudo constituirse en un peligro real a la dictadura. Permanentemente reprimido no pudo
constituirse en una fuerza política homogénea. Jamás logró diseñar una imaginaria del
país democrático que pretendía. Vivió en la marginalidad que la dictadura le dejó
sobrevivir. El golpe lo sorprendió, pasada la euforia del 3 de febrero, se fue diluyendo.
El imponente acto en el centro de Asunción del sábado 11 de febrero, convocada por
este Acuerdo Nacional, fue el canto del cisne, su victoria fue su muerte, por primera vez
tuvo una convocatoria tan masivas pero más debido a las condiciones políticas del
momento antes fue una manifestación acuerdista. De hecho, cada sector de la
multipartidaria ya iba determinando su propia agenda.

El pluralismo ampliado

En el mes de marzo, además de otorgar reconocimiento legal al PLRA y al PDC, La


Junta Electoral Central (JEC) reconoció al Partido Blanco (minúsculo grupo
conservador de orientación cristiana), el Partido Humanista (reivindica el sistema de
cooperativas y el ecologismo), al Partido de los Trabajadores (de orientación trotskista),
al Partido Nacional Socialista y al Partido Liberal Radical Unificado. El Movimiento
Democrático Popular no solicitó reconocimiento legal, al considerar que todavía no se
daban mínimas condiciones democráticas. Permanecían todavía en la clandestinidad el
Partido Comunista Paraguayo, de orientación prosoviética y el Partido Comunista
Independiente, prochino, sin embargo ambos partidos ganaron legalidad al poco tiempo.

Hacia el cumplimiento de la transición como agenda electoral: Las primeras elecciones


libres después de décadas de autoritarismo

El llamado a elecciones generales el 6 de febrero de 1989, a los 3 días del golpe, para
elegir el sucesor de Stroessner y la fijación de un plazo demasiado cercano para el
evento (1º de mayo) hablan claro de que el nuevo gobierno de facto quería rodearse del
aura republicana. El entusiasmo del momento llevó a algunos a pensar que el próximo

85
Diario Ultima Hora, 3 de marzo de 1989, pág. 8
gobierno surgido de esas elecciones fuera a ser un civil y en ese sentido fueron
propuestos como candidatos, por miembros del Partido Colorado, a líderes civiles de
esa agrupación. Al final es el Gral. Andrés Rodríguez el postulado a la Presidencia de la
República por el Partido Colorado. Estas elecciones, a pesar de que la oposición no
estuvo en acuerdo con una fecha tan cercana que no le permitía organizarse, se llevaron
a cabo como estaba previsto bajo la misma Constitución Nacional y la misma Ley
Electoral stroeesnerista (modificada solamente en aquellos puntos que pudiera extender
la participación de los partidos proscritos menos la del Partido Comunista). Por primera
vez en la historia paraguaya se presentaron 8 partidos políticos a las elecciones y las
mismas se realizaron bajo un clima de libertad de palabra, de reunión y de prensa.

En la fecha prevista, 1º de mayo de 1989, se llevaron a cabo las elecciones en un clima


de absolutas libertades pero el acto comicial no estuvo exento de fraudes. El organismo
organizador era la Junta electoral Central compuesto por un 66% de colorados y un 33%
de opositores. Los resultados fueron para Andrés Rodríguez (A.N.R. Partido Colorado)
73.3% y para el opositor Domingo Laino (Liberal Radical Auténtico) 21.6% y los otros
partido 3.3%86.

A pesar de las ocho candidaturas, los que realmente midieron los candidatos de los dos
partidos tradicionales del país. A pesar de las libertades públicas el fantasma del
régimen anterior estaba presente como si fuera el alter ego de la nueva situación. Las
propuestas políticas hablaban de ello. Se medían, por un lado, Domingo Laino, el más
representativo de los opositores, el anti-sistema por excelencia, un combatiente
empedernido por la libertad, y por el otro, el Gral. Andrés Rodríguez, cabeza visible del
golpe, consuegro de Alfredo Stroessner y perteneciente a una cúpula militar y
empresarial surgida durante la dictadura.

El nuevo Código electoral y el voto directo

El año 1990 fue en cierta forma el espejo de la transición. En el plano de las aperturas
políticas el poder ejecutivo mostró particular voluntad de llevarlas adelante. La muestra
más cabal es el proyecto del Código Electoral, que en muchos de sus planteamientos
iban más allá del Poder Legislativo. Sin embargo, también el primer semestre mostró la
incapacidad y la falta total de voluntad política del Ejecutivo para encarar la búsqueda
de solución a los problemas sociales que no sean las represiones. En el plano de los
partidos políticos los conflictos se agudizaron dentro del Partido Colorado mientras que
el Partido Liberal Radical Auténtico mostró capacidad de resolver sus problemas
internos.

Otro paso de la agenda electoral: el Código Electoral

En los finales de 1989 y los dos primeros meses de 1990 el proceso de transición tuvo
su centro de gravedad en el futuro Código Electoral. Los tres poderes del estado, el
ejecutivo, el legislativo y el judicial, intervinieron en un proceso conflictivo en donde se
jugaba la forma de la implementación democrática en el Paraguay.

86
Flecha, Víctor-jacinto. Historia de una Ausencia. Notas acerca de la participación electoral en el
Paraguay, Base I.S., Asunción, 1990.
Por supuesto, que las discusiones e intervenciones no debían ser para menos, se trataba
de pergeñar un sistema de normas y procedimientos a través de los cuales se pudiera
expresar la voluntad popular. Este sistema pudiera expresarla o distorsionarla de
acuerdo a los objetivos superiores del sistema político. Por experiencia, la anterior Ley
(886/81 del Estatuto Electoral) estaba diseñada armónicamente con el sistema
autoritario. Inspirada en la legislación electoral de la Italia fascista no respetaba el
principio de representación proporcional sino daba a la primera mayoría las dos terceras
partes de los escaños del Congreso, las Juntas Municipales y los organismos electorales.

La búsqueda de un esquema transparente de elecciones populares es la base de la


legitimidad de las autoridades electas en un sistema democrático. Y más para la
transición paraguaya, que por sus características específicas, tenía la necesidad de una
legislatura que pudiera fundar, a través de sus reglas, la costumbre democrática.

Dentro del esquema diseñado por el nuevo núcleo del poder, en que periviviera el
esquema FF.AA./Gobierno/Partido Colorado, el Código Electoral era fundamental para
todos los sectores. Aquí antes que enfrentamientos entre oficialistas y opositores se dio
entre esquemas diferentes de concepción política del juego electoral, en donde cabían
oficialistas y opositores. El Código electoral aprobado el 28 de febrero por la Cámara
Senadores y promulgado por el Presidente Andrés Rodríguez (Ley 1/90) expresaba,
presumiblemente, el momento coyuntural más claro de una forma de voluntad de
apertura política.

Lo inédito en la historia: elección de alcalde municipal

El llamado a elecciones de intendentes municipales para el 26 de mayo de 1991 fue


como un elemento dinamizador de la política paraguaya. Por primera vez en toda la
historia paraguaya se realizaría elecciones para ese cargo. Las libertades ciudadanas
estuvieron aseguradas y la el tono fue pluralidad ideológica de los candidatos. En los
204 municipios se presentaron diferentes listas de diferentes partidos políticos y
candidaturas independientes. La ANR y el PLRA cubrieron todos los municipios en
tanto que los otros partidos y candidaturas independientes solo en algunos municipios.
Otro hecho inédito fue el espacio que ganó la mujer, como género, dentro de la campaña
electoral. Aunque éste fue magro en el porcentaje de las listas presentadas, en Asunción
se logró un promedio del 30% en las listas postuladas para la concejalía. Los partidos
políticos discutieron por primera vez dentro de sus propias organizaciones los
porcentajes que debían ocupar la mujer en las candidaturas. Como hecho excepcional el
PLRA, ANR, PT, PRF y candidaturas independientes presentaron candidatos mujeres al
cargo de Intendente.

Asunción por ser la capital de la República fue el centro neurálgico de la campaña


electoral. En ella se concentra los tres poderes del Estado y es el municipio más
importante del país por su poder económico. Asunción al ser el centro neurálgico del
país fue también la ciudad que más sintió el clima oprimente de la dictadura. El mbareté
(prepotencia en guaraní) se enseñoreó en la vida cotidiana de la gente en ese tiempo.
Al pasar a otro tiempo, con el golpe del tres de febrero, la gente comenzó a desalojar de
sí misma al miedo y la inseguridad política que acompañaba a todos. La campaña
electoral fue vivida por la ciudadanía, en términos generales, como una epopeya festiva.
Con entusiasmo, atenta a los planteamientos y declaraciones de los diferentes políticos,
que luego eran discutidos en los núcleos familiares y centros de trabajo.
El triunfo en Asunción de un movimiento ciudadano opositor, independiente de los
partidos políticos, fue un hecho asombroso y vivido por el partido colorado como
hecatombe.

Las primeras elecciones de los gobiernos locales. Su impacto en la sociedad y en el


Poder.

Los resultados generales de las primeros comicios para elegir intendentes municipales
que recuerda la historia paraguaya tuvieron una gran impacto sobre el núcleo del poder
y sobre el desarrollo mismo de la transición.

El Paraguay no había conocido en toda su historia unas verdaderas elecciones libres de


autoridades, exceptuando las de 1928, y ningún momento un partido político fue
desplazado por otro mediante el voto. En este contexto, el triunfo en la capital de la
República, en las primeras elecciones verdaderamente libres después de 63 años, de un
movimiento ciudadano opositor, independiente de los partidos políticos, cuyo candidato
era un joven de 30 años, Carlos Filizzola, que había ganado fama en su lucha contra el
Stronismo, resultó un hecho asombroso. En otros 45 municipios, del interior del país,
triunfaron candidatos del opositor PLRA.

Esta situación significó una inflección en el proceso de apertura democrática. El nuevo


escenario reactualizó el viejo esquema de poder durante la dictadura, cual era la estrecha
vinculación del partido colorado con el estamento militar pero ahora con una nueva
mediación, los intereses del capital, emergido bajo los faldones del estado, mediante la
corrupción durante la dictadura.

La situación de permanente crisis del partido oficialista que encontraba dificultades para
adecuarse a las nuevas circunstancias democráticas abiertas en el país conllevaron que
los poderes fácticos (militares-empresariales) optaran por tomar ellos mismos la
dirección de las campañas electorales para la convención Nacional constituyente (1991),
las Presidenciales de 1993 y de 1998.

Hacia la Constituyente

El segundo semestre de 1991 tuvo como eje central de la coyuntura la campaña electoral
para las elecciones constituyentes del 1º de Diciembre de ese año. La Constitución era
un tema de difícil explicación en términos de campaña electoral. Aparecía muy alejado
de la cotidianeidad de los ciudadanos. Así, las campañas de los partidos y los
movimientos volvieron a estar focalizadas en sus candidatos y en consignas simples. En
esta campaña además, hizo su irrupción el general Lino Oviedo, para constituirse en un
referente político en los años posteriores. Como factor preponderante en la organización
de la campaña. Se rearticulaba el pacto cívico militar.

Las elecciones estuvieron caracterizadas por una gran abstención, fue la mayor de las
elecciones de la transición, y afectó principalmente a liberales e independientes, quienes
perdieron alrededor de 200.000 votos con relación a las municipales. El partido
colorado recuperó su mayoría absoluta. Con estos resultados se espera una Constitución
conservadora sin embargo fue la más democrática de la historia del país.
La Constitución Nacional. Nueva forma de Estado

El 20 de junio de 1992 fue proclamada, después de casi 6 meses de deliberaciones, la


nueva Constitución Nacional por la Asamblea Nacional Constituyente. A pesar de que
la Constituyente sufrió durante todo el proceso deliberativo de un acoso por parte de
sectores que hacen al poder, que en algunos casos impusieron su óptica, sobre todo en lo
referido a los derechos económicos y sociales, se pudiera decir que la misma constituye
un gran avance referido a la anterior Constitución autoritaria, sobre todo en lo que hace
a los Derechos políticos y de ciudadanía.

Se pudiera decir, como toda Constitución, ésta responde o es producto del proceso
histórico del que se emerge y de la sociedad que se quiere construir. En ese sentido esta
Constitución esta sesgada por el anterior régimen, que se quiere superar y corregir y las
condiciones especiales de nuestra transición. Desde este enfoque, se ha tenido en
cuenta el contrapeso necesario entre los tres poderes del Estado y se ha creado
organismos de mutuo control, inclusive organismos autónomos de control del ejercicio
del poder público institucional. A la fuerte centralización del poder, en el régimen
anterior, se ha instaurado la descentralización de dicho poder. Quedaron plenamente
garantizados los derechos individuales políticos.

"La nueva estructura estatal ha pretendido basarse en una interpretación de la realidad


coyuntural de la sociedad paraguaya tratando de proteger la libertad con que cuenta,
alcanzar el bienestar general que no cuenta (...) y controlar la gestión pública de la cual
estaba exonerado87".

Habría que anotar que la tensión política durante la última semana de la Constituyente
hasta el momento mismo de su jura por la Asamblea fueron los momentos críticos en el
transcurrir de la Magna Asamblea. La nueva Carta Constitucional fue jurada sin la
presencia de los Presidentes de los Poderes Públicos. El acto mismo de la jura demostró
la presión externa. Al final, los convencionales de todos los partidos se abrazaron
eufóricos y felices de haber podido jurar la nueva Constitución.

El año 1993 como coyuntura electoral.

El año 1993 representó la culminación de la agenda electoral diseñada por el oficialismo


como el mecanismo del movimiento de la transición. De acuerdo a la filosofía
subyacente detrás de esta agenda electoral las elecciones presidenciales de 1993
tendrían que significar el fin de la transición y el inicio de la plenitud de la democracia.
Las elecciones dieron el triunfo nuevamente al partido colorado.

El 15 de agosto de 1993, por primera vez en la historia política del país, un militar,
general Andrés Rodríguez, electo para el cargo, hizo entrega de la banda presidencial a
un civil, Juan Carlos Wasmosy, elegido dentro de un clima de libertades públicas y
ciudadanas.

La emergencia de un presidente de la República civil, después de décadas de hegemonía


militar pudiera avalar la idea que la transición llegaba a su fin. Sin embargo, la
87
Flecha, Víctor-jacinto, Martini, Carlos y Silvero, Jorge. "Autoritarismo, Transición y constitución".
Hacia una sociología del poder, Base Ecta, Asunción 1993, 340 págs.
transición no finiquitó con el primer presidente civil en décadas sino continuo con el
gobierno de éste y hasta lograr la implementación completa de la nueva estructura del
Estado diseñada por la Constitución Nacional de 1992. En efecto, durante su
administración (1993/1998) se logró pergeñar el nuevo Poder Judicial de acuerdo a lo
que estatuye la Constitución, con la constitución del Consejo de la Magistratura (1994)
de la Suprema Corte de Justicia (1995) y la implementación del Superior Tribunal de
Justicia Electoral (1995) y la confección de un nuevo padrón electoral a escala nacional,
con el que se realizaron las elecciones municipales en noviembre de 1996, que fueron
reconocidas como la más democrática y pacífica que se conoció en la historia
paraguaya, tomando en cuenta la calidad del padrón electoral y la masivas concurrencia
del electorado que llegó con 85% a escala nacional. Todas las fuerzas participantes
reconocieron los resultados sin ningún problema.

Sin embargo, para llegar a esas elecciones libres se tuvo que sortear la mayor crisis
política desde que se iniciara el proceso democrático en 1989. La llamada crisis de abril
en que se sublevó el Comandante del Ejército, general Lino Oviedo, a raíz de su pase a
retiro por Wasmosy.

Desde la asunción al gobierno del presidente Juan Carlos Wasmosy, se sintió la


permanente presión del general Lino Oviedo. Permanentes fueron los rumores de golpe
de estado. El hecho que se sindique al general Oviedo como supuesto responsable de los
rumores reales o ficticios, tiene relación con el comportamiento explícito de éste, en lo
que hace a su sistemática injerencia en la cuestión político-partidaria, hecho
expresamente prohibido por la legalidad institucional y constitucional de la República.

La obsesiva búsqueda del poder por parte del general Oviedo, (estimulado por su
meteórico ascenso -antes del golpe se hallaba en el lugar 200 en el escalafón militar y en
abril de 1996 se hallaba en el número 3 del mismo-), aparte de agredir y desafiar casi
permanentemente al orden instaurado, genera además toda suerte de conflictos y
tensiones en las propias esferas militares, puesto que también existe un sector de las
FF.AA. que se manifiesta y actúa subordinado al poder civil.

En un momento dado del proceso se pudo afirmar, sin error a equivocarse, que en el
Paraguay existía un poder dual. Uno que buscaba la consolidación institucional del
proceso y otro, que buscaba mantener un poder fuera de lo que ordena la
institucionalidad constitucional.

Esta situación tuvo un enfrentamiento, una en la llamada crisis de abril, con la decisión
del presidente de la República y Comandante en Jefe de las FF.AA. de pasar a retiro al
General Lino Oviedo, Comandante del Ejército, y la negativa de éste a aceptar esa orden
con una respuesta de intento de sublevación y golpe de Estado.

La rápida reacción del mundo internacional, (el gobierno de los EE.UU. de América y
los estados miembros del Mercosur; la OEA, la Unión Europea, el Consejo de
Seguridad de la ONU), sumada a la rápida condena de todos los partidos políticos, el
Parlamento Nacional, la Corte Suprema de Justicia; junto con la movilización de
jóvenes que ganaron la calle, (además que las armas de la marina, la aviación y la
Policía Nacional, que se declararon leales a la constitucionalidad republicana); frenaron
el golpe de estado. La solución de la crisis supuso el pase a retiro del General Oviedo y
su procesamiento por la Justicia Civil.
Posteriormente, se reorganizó las FF.AA. siendo reemplazados de sus cargos los
partidarios de Oviedo. El triunfo de las fuerzas democráticas contra el intento de
desestabilización del estado de derecho, significó el fin de la hegemonía política militar
que desde 1936 había dominado el Paraguay.

La tardanza en la conclusión del proceso judicial a Oviedo posibilitó que éste se


presentara, en las primarias coloradas, como candidato a la presidencia de la República,
conformando un movimiento interno de ultra derecha, con una red organizativa basada
en ex-soldados de caballería en todos los pueblos de la República quienes le hacen de
agentes políticos. Con una muy buena campaña electoral basada en promesas y
soluciones milagrosas si llegara a la presidencia de la República, ganó las internas
coloradas. Cuando el Superior Tribunal De Justicia Militar lo condena a 10 años de
prisión por el atentado a la Constitución ya Oviedo era candidato oficial del partido
colorado a las elecciones presidenciales del 10 de mayo de 1998. La Corte Suprema de
Justicia convalida la sentencia, en abril de 1998, que pone fuera de la posibilidad de
presentarse a Oviedo. El partido colorado, de acuerdo a su estatuto prevé en caso de
impedimento del candidato oficial sea reemplazado por su vicepresidente. La fórmula
Raúl Cubas Grau, como presidente y Luis María Argaña, como vicepresidente, siendo
éste irreconciliable enemigo de Oviedo. A pesar de conformar dos corrientes enemigas
en el seno del partido colorado, el temor que el partido saliera derrotado empujó al
grueso del electorado colorado, incluido el sector democrático, votar por esta fórmula
que logran una holgada mayoría en las elecciones del 10 de mayo de 1998, en
elecciones limpias y transparentes. La fórmula opositora Domingo Laíno-Carlos
Filizzola, candidatos de la "Alianza Democrática" (Partido Liberal Radical
Auténtico/Partido Encuentro Nacional) sale derrotada.

El hecho que la mayoría del partido colorado haya optado por candidaturas de extrema
derecha, hace que se esté ante un escenario de peligro real de un triunfo electoral, en el
ámbito de las elecciones nacionales, de gente con mentalidad y práctica fascista, que en
la práctica significaría un retroceso en el proceso de instauración de la democracia en el
Paraguay. Es indudable que esta situación no nació por generación espontánea, sino
debido a una multiplicidad de factores que la hicieron posible.

Cambios y ausencia de modelo

La sociedad paraguaya viene viviendo cambios drásticos, compulsivos, que se han


acentuado con el proceso de transición. Es decir, que las tradicionales representaciones
que tenía de sí la colectividad paraguaya, van desplazándose hacia el olvido. Pero no se
tiene una imagen coherente y construida del cambio que se desea, y esta ausencia
produce el vacío.

Justamente esa falta de una imagen del modelo de sociedad que se quiere construir, está
llevándola a la catástrofe político-social en la que un fascismo criollo pretende, en
nombre del cambio, reemplazar a la democracia. Entonces, el Paraguay está viviendo
momentos de definición apocalíptica, entre un pasado de sociedad cautiva que no quiere
volver a serlo, y un presente indefinido que tampoco quiere ser. Entre las aristas de esa
indefinición, emerge la candidatura de un Lino Oviedo que reivindica aspiraciones
concretas de la gente y plantea soluciones irreales a problemas reales, pero que tiene
éxito debido a la inexistencia de un modelo de sociedad democrática en construcción.
Los sectores democráticos fracasaron en ayudar a sectores, numéricamente importantes,
de la sociedad en verbalizar y formalizar los deseos de cambios reales que bullen en
ellos. Se percibe que la gente quiere el cambio, pero no ha logrado, hasta el momento,
estructurar en forma orgánica, el sueño de cambio que tiene. Pero dicha estructuración
no nace por generación espontánea ni de las cabezas de los iluminados, sino que es un
proceso de paso del caos a la organización del caos. Es en este espacio donde se genera
la crisis del relacionamiento entre lo político y lo social.

Verbalizar, estructurar, darle sentido a esos sueños de la sociedad es el desafío de la


sociedad paraguaya ante el siglo XXI.

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