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DERECHO P R O C ES A L PEN AL PERUANO
Análisis y comentarios al Código Procesal Penal
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DERECHO
PROCESAL PENAL
PERUANO
A nálisis y com entarios al C ódigo P rocesal Penal
TOMO I
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TOMO I
P R IM E R A EDICIÓN
JUNIO 2016
3,090 ejemplares
DIAGRAMACIÓN DE CARÁTULA
Martha Hidalgo Rivero
DIAGRAMACION DE INTERIORES
José Rivera Ramos
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;
"A Florencio Mixán Máss, auténtico amigo y maestro;
ejemplo de honestidad y sencillez de lealtad
y consecuencia con los principios que enseñaba”
Introducción general
7
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Pena] peruano
Dicho esto, Derecho procesal penal peruano está conformado por tres
tomos, dentro de los cuales el primero comprende los siguientes capítu
los: nociones fundamentales, sistemas procesales, principios del proceso
penal, jurisdicción y competencia, sujetos procesales, acción penal y ci
vil en el proceso penal y los medios de defensa técnicos; el segundo tomo
está conformado por dos partes, cada una de ellas dedicadas a un aspecto
particular del Derecho procesal penal: las medidas de coerción procesal y
la prueba; y, finalmente, el tercer tomo comprende tres capítulos: estruc
tura del proceso penal, medios im púgnatenos y los procesos especiales.
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Introducción general
los que sientan las bases a partir de los cuales el legislador ordinario debe
configurar el proceso penal.
Dicho esto, pongo a consideración del lector los tres tomos de Derecho
procesal penal peruano no con el propósito de que encuentre soluciones a los
problemas que seguramente se le presentará en el desarrollo de sus activida
des académico-profesionales, sino de aportar ideas ylo argumentos que con
tribuyan en su labor. Si logra ello, esta obra habrá cumplido con su objetivo.
Arsenio O r í G uardia
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Presentación
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Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
- 12 _______________________________________________________
Presentación
A la luz de lo expuesto, esperamos que este texto sea útil para los ope
radores del sistema de justicia penal y para los estudiantes de Derecho, de
manera que ello contribuya en el desarrollo de sus labores profesionales y
académica, a la vez que incentive mayores y mejores estudios sobre el De
recho procesal penal y las instituciones vinculadas a esta rama del Derecho.
Arsenio O ré G u a r d ia
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SIGLAS Y ABREVIATURAS
• art. Artículo
• ibíd. Ibídem
• inc. Inciso
• párr. Párrafo
* exp. Expediente
• lit. Literal
• P Página
* PP- Páginas
• CP Código Penal
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Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
• DL Decreto Ley
■ DS Decreto Supremo
• ss. Siguientes
CAPÍTULO I
NOCIONES FUNDAMENTALES
Capítulo I
Nociones fundamentales
Por su parte, Maier define al Derecho procesal penal como “la rama
del orden jurídico intemo de un Estado, cuyas normas instituyen y organi
zan los órganos públicos que cumplen la función judicial penal del Estado
y disciplinan los actos que integran el procedimiento necesario para impo
ner y actuar una sanción o medida de seguridad”®.
(1) Citado por M aier, Derecho procesal penal argentino, 1.1, p. 112.
(2) Maier, Derecho procesal penal, 1.1, p. 75.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(9) Artículo primero de la disposición transitoria y final del Código Procesal Civil.
(10) Maier, Derecho procesal penal, 1.1. p. 182.
(11) Así, por ejemplo en los casos de delito de bigamia (art. 139 CP), se necesita acudir al ámbito civil para
dilucidar la validez o nulidad del primer matrimonio.
(12) M anzini, Tratado de Derecho procesal penal, 1.1, p. 125.
22 ________________________________________________________________
Nociones fundamentales
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Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
III. Características
V. Finalidad
Por ello, afirmamos que la finalidad del Derecho procesal penal tras
ciende el proceso y se aboca a elaborar mecanismos qne aseguren la tutela
jurisdiccional efectiva a través del cumplimiento de las pautas del debido
proceso y demás garantías consagradas en la Constitución.
VI. Fuentes
Ahora bien, en vista de que nuestro sistema jurídico se rige por el prin
cipio de legalidad procesal, esto es, que todo acto procesal debe estar pre
viamente establecido por ley, solo haremos referencia a las fuentes forma
les del Derecho procesal penal.
(27) A través del Oficio N°970-2013-MP-FN'OAJ del 24 de octubre de 2013, enviado por la Oficina de
Asesoría Jurídica del M misterio Público, se precisa que el presente artículo estaría derogado tácitamente
por el artículo 195 del Decreto Legislativo N° 957, toda vez que el Código Procesal Penal de 2004, no
se efectúa necropcia a quien fallece como consecuencia de accidente de tránsito o desastre natural, en
cambio en el presente artículo sí.
(28) El 1 de abril de 2016 debió haber entrado en vigencia, conforme al Decreto Supremo N°003-2014-JUS,
en los distritos judiciales restantes: Callao, Lima, Lima Norte y Lima Sur. Sin embargo, mediante el
Decreto Supremo N° 002-2016-JUS, se ha vuelto a posponer la entrada en vigencia del CPP de 2004 en
los distritos judiciales mencionados. Conforme a este Decreto, el orden de entrada en vigencia será el
siguiente: el 1 de mayo de 2016 en Ventanilla; el 1 de julio de 2017 en Callao, Lima Este y Lima Norte;
y el 1 de julio de 2018 en Lima Sur y Lima.
Nociones fundamentales
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Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(29) Norma que modificó la Ley N° 29574, primer intento legislativo por adelantar la vigencia del Código
Procesal Penal de 2004 para los procesos seguidos en el denominado sistema anticorrupción.
(30) Así, en el Distrito Judicial de Lima, entró en vigencia el 15 de enero de 2011. Luego, el 1 de abril de
2011, entrará en vigencia en los distritos judiciales de Lima Norte, Lima Sur y Callao; y, finalmente,
en los demás distritos judiciales en los que el Código Procesal Penal aún no ha entrado en vigencia
integralmente, el 1 de junio de 2011 (art. 2 de la Ley N° 29648).
Nociones fundamentales
(31) Entre otros, Sánchez Velaros, Manual de Derecho procesal pena !, p. 64.
31
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
Por otro lado, el artículo VII del Título Preliminar deLCódigo Procesal
Constitucional prevé la posibilidad de que el Tribunal Constitucional,
en algunos supuestos, establezca precedentes constitucionales vincu
lantes, lo que a decir del Tribunal Constitucional prima facie, tie
ne los mismos efectos de una ley. Es decir, que la regla que el Tribunal
extemaliza como precedente a partir de un caso concreto, es una regla
para todos y frente a todos los poderes públicos (...)”(3S).
1. Proceso y procedimiento
En el ámbito del Derecho, podemos definir al proceso como el conjun
to de actos predeterminados por ley con la finalidad de resolver conflictos
mediante la emisión de un pronunciamiento jurisdiccional. Por otro lado,
procedimiento es el método o forma en que debe realizarse esta secuen
cia de actos44(45).
2, Concepto
El proceso penal es la sucesión de actos procesales, previamente esta
blecidos por ley, que están dirigidos o encaminados a aplicar el iuspuniendi
mediante la emisión de una sentencia que ponga fin al conflicto sometido
al órgano jurisdiccional.
(46) R angel Dtnamarco, Jurisdicción y poder en la instrumentalidad del proceso, pp. 221-223.
(47) González Navarro, Correlación entre acusación y la sentencia penal, <http://dialnet.unirioja.es/
servlet/tesis?codigo=793>.
Nociones fundamentales
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Arsenío Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
imponga una pena al acusado -e n tanto no existe una relación jurídico ma
terial entre el acusador y el imputado-, sino que tiene el deber de acusar. A
lo expuesto, hay que agregar que si el objeto está conformado por la pre
tensión en su integridad, luego no se puede señalar que la pena y la califi
cación no vinculan al juzgadori51).
hecho histórico, un trozo de la vida real que debe estar alejado de toda
valoración jurídica, esto es, sin referencia a un tipo o figura delictiva.
(55) Según esta teoría, ei objeto del proceso es el acaecer real reducido a una configuración unitaria,
atendiendo al modo como el legislador pena! configura las unidades de la conducta huntana a las que
llama delitos o faltas. Al respecto, A sencto Mellado, Principio acusatorio y derecho de defensa en
el proceso penal, pp. 76-S5; Cucarella Galiana, La correlación de la sentencia con la acusación y
la defensa, p. 124 y ss.; Del Río Ferreti, Correlación de la sentencia con la acusación y la defensa,
<http://www.tesisenxarxa.net/TESISJtfV/AVAILABLE/TDX-0403108-103409//no.pdf>; Gómez
Colomer, en Derecho jurisdiccional III, p 107; González Navarro, La correlación de la acusación
con la sentencia, en <http://dialnet.unirioja.es/servlet/tesis?codigo= 793>; M ontero A roca , Principios
del proceso penal, pp. 117-11S.
(56) Gómez C olomer, Derecho jurisdiccional III, p. 108.
(57) Montero A roca, Principios del proceso penal, p. 135. Entendemos por alteración “sustancial” del
hecho aquella modificación que provoca la configuración de un tipo penal distinto al sostenido durante
la investigación, siempre que genere un estado de indefensión en el imputado respecto del nuevo tipo
penal. Consecuentemente, estaremos ante una alteración sustancial del hecho cuando esta determine
' la aparición de un nuevo objeto procesal. Así, por ejemplo, los hechos no podrían ser modificados de
tal manera que lo que se calificó como hurto pase a considerarse una apropiación ilícita, dado que, en
tal caso, el imputado no tendría la posibilidad de desvirtuar aquellos elementos fácticos que forman
parte del nuevo tipo penal. En otras palabras, determinado ya que no hubo sustracción ni, por tanto,
hurto, no podría sorprenderse a! agente con una imputación por apropiación ilícita donde ya no tenga
la opción de acreditar la voluntad o disposición que tuvo para devolver del bien.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
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Nociones fundamentales
- El fin general del proceso penal se identifica con aquel objetivo remo
to que persigue todo proceso: la resolución de conflictos. Sobre el par
ticular, refiere Maier que la sentencia es un acto de autoridad que per
mite solucionar un conflicto social concreto y, de esta manera, impe
dir que los conflictos sean solucionados de manera arbitraria por los
portadores de los intereses contrapuestos'625. También puede explicar
se este fin del proceso penal identificándolo con el fin perseguido por
las normas penales, a saber, la búsqueda de la paz social. En este sen
tido, B i n d e r sostiene que “la finalidad -del proceso- no es castigar,
sino solucionar, pacificar la sociedad, y solo cuando eso no puede ser
logrado es que el castigo aparece y puede tener justificación”'635.
(62) Maier, Derecho procesal penal, í. It, pp. 148-149. En esa misma línea, Vélez M ariconde, Derecho
procesal penal, t. II, p. 122, señala que: “El fin legitimante del proceso penal es un fin social: resolver
conflictos sociales en los que los protagonistas encuentren un espacio institucional para resolverlos.
Esto es lo .que fundamenta y legitima el proceso penal”.
(63) Binder , Ideas y materiales para la reforma de la justicia penal, pp. 115-116.
(64) En esa línea, Clariá Olmedo, Derecho procesal penal, 1.1, p. 446; Moras Monn, Manual de Derecho
procesal penal, p. 34; Levene, Manual de Derecho procesal penal, 1.1, p. 219; Flokián, Elementos
de Derecho procesal penal, p . 58; Maier, Derecho procesal penal, t . U, p. 149; Vélez Mariconde,
Derecho procesal pena!, t. II, p. 125; Manzini, Tratado de Derecho procesal penal, 1.1, p. 247; Vivas
Usher, Manual de Derecho procesal penal, 1.1, pp. 180-181.
(65) FloriÁn, Elementos de Derecho procesal penal, p. 58.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(66) En este sentido, N icolás Guzmán señala que “para que la sentencia condenatoria sea válida, se requiere
como condición sine qua non la comprobación de la verdad de ia hipótesis acusatoria que integra ia
premisa menor de este silogismo que ¡leva como premisa mayor a la fórmula normativa”. G uzmán, La
verd a d en el proceso pena!, p. 117.
(67) En ese sentido, Nicolás Guzmán afirma que “conviene abandonar de una vez por todas la idea de que
la búsqueda de la verdad es el fin del proceso penal”; agrega también que “el conocimiento del hecho
por el cual se condene -o, mejor dicho, la comprobación de la verdad de la hipótesis acusatoria- dejará
de ser un fin en SÍ mismo para pasar a ser, simplemente, una condición necesaria más de ía validez de
la sentencia condenatoria por medio de la cual se aplica la norma sustancial (del mismo modo que lo
será también el respeto de todas 1as garantías penalesyprocesalesque integran el sistema penal); véase
GUZMÁN, La verdad en el proceso penal, p. 116.
CAPÍTULO II
SISTEMAS PROCESALES
Capítulo II
Sistemas procesales
I. Concepto
(68) Guerrero, El difícil encuentro penal anglosajón y el proceso penal continental, en; <http://www.
juridícas.unam.mx>.
(69) Duce/R iego, Introducción al nuevo sistema procesal penal, 1.1, p. 39.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
Conviene anotar que suele hacerse uso indistinto de los términos siste
ma y modelo. Al respecto, D u c e y R i e g o refieren que los modelos proce
sales “corresponden solo a la descripción de los sistemas en su dimensión
normativa”, por ello, “muchas veces los modelos no constituyen una des
cripción fidedigna de los sistemas”. De esta forma, podemos decir que un
modelo procesal es el reconocimiento de un sistema procesal en un ordena
miento jurídico de un determinado país™. Por otro lado,.hay quienes sos
tienen que mientras los sistemas procesales constituyen pensamientos abs
tractos, los modelos procesales son las formas en que los primeros se con
cretan en determinados ordenamientos jurídicos. No obstante las sutiles di
ferencias, se viene asumiendo que en aras de evitar mayores confusiones,
pueden emplearse ambas nomenclaturas como sinónimos.
(70) En este sentido, ver Serra.no/R odr ígufz/Campos Ventura/T rejo, Manual de Derecho procesal
penal, p. 69. Allí señalan los autores que “Todo sistema procesal es un producto cultural determinado
por las condiciones histórico-políticas que imperan en la comunidad que lo adopta”.
(71) Velez M ariconde, Derecho procesal penal, 1.1, pp. 19-20,
(72) Duce/R iego, Introducción al nuevo sistema procesal penal, t, 1, p. 38.
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Sistemas procesales
(73) Los modelos procesales son relevantes para la enseñanza del Derecho procesal y el Derecho procesal
penal porque permiten identificar y entender la creación y aplicación de las leyes de acuerdo a un modelo
adoptado por el Estado.
(74) Así, los modelos procesales -acusatorio e inquisitivo- no han existido en forma pura. Consecuentemente,
no puede hablarse de uniformidad en la implantación del sistema inquisitivo o del acusatorio en cada
momento histórico, sino ets tina interrelación de ambos hasta llegar a los tiempos actuales. Ver R ifa
Soler/R ichard González/R íaño Brun, Derecho procesal penal, p. 31.
(75) Damaska, Structures o f aulhority and comparative criminal procedure. Mayor información en:
C u a d rado , Modelos procesales y el sistema anglosajón de justicia penal, p. IOS
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Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
1. El sistema acusatorio
El sistema acusatorio fue el primero que conoció la historia. Se desa
rrolló principalmente en Grecia, en el último siglo de Roma y en la Edad
M edia hasta el siglo XIII. El principio sobre el que se sustentaba era el de
la preeminencia del individuo y la pasividad del Estado.
(79) Montero Aroca/Ortells Ramos/G ómez C olomer/M ontón R edondo, D erech o ju risd icc io n a l III,
p. 14.
(80) ÍLLUMINATI, El Sistema Acusatorio en Italia, p, 137.
(81) A r m en ia Deü, Principio acusatorio y Derecho penal, p. 39.
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Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
1.1. Características
Por tradición, son asociadas al sistem a acusatorio las siguientes
características:
(82) “En los procedimientos acusatorios puros no existe la denuncia ni una etapa preparatoria investigativa
previa, siendo la acusación el medio idóneo para alcanzar la iniciación y desarrollo del proceso". Ver
en este sentido, Vázquez R ossi, Derecho procesal penal, 1.1, p. 191.
Sistemas procesales
2. El sistema inquisitivo
El sistema inquisitivo tuvo su origen en el procedim iento cognitio
extra ordinem que se remonta al Derecho romano imperial. También sue
le vincularse con la Santa Inquisición y el ancient régimeiS1\ por haberse
consolidado bajo la influencia del Derecho canónico. Es una de las mani
festaciones del Estado totalitario, que fue extendiendo su vigencia durante
toda la Edad Media hasta el siglo XVIII, respondiendo así a la concepción
del poder central absoluto.
(87) Situación institucional anterior a la Revolución Francesa caracterizada por la preeminencia del poder
autoritario en desmedro de la libertad individual. Entre los principios que regían este régimen destacan:
“Lo que quiere el rey, tal quiere la ley” y “Toda justicia emana del rey”. Ver Enciclopedia Jurídica
O.MEBA, t. VI, p. 663.
(88) Emperador romano desde el año 98 hasta el año 117 d.C.
(89) Ver más en: O rtíz Scmndler/M edina Ramírez, Manual del nuevo proceso penal, p, 23.
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Sistemas procesales
(90) Montero Aroca/Ortells R amos/Gómez Colomek/M ontón Redondo, Derecho jurisdiccional III,
p. ¡6. ■
(91) Esmeín, citado por B achmaier, Acusatorio versus Inquisitivo, reflexiones acerca de! proceso pena!,
p. 19,
Arsenío Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
2.1. Características
El sistema inquisitivo presenta los siguientes rasgos característicos:
(92) Bachmaier, Acusatorio v.s. Inquisitivo, reflexiones acerca del proceso penal, p. 23.
(93) Como ya se expl ico, este precepto alude a que no es impresci ndible que sea la victima o un tercero quien
presente la acusación sino que esta puede ser ejercida de oficio, convirtiéndose en simples espectadores
las partes, el inculpado e incluso la víctima.
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Sistemas procesales
(94) Verger Gk.au citado por Miranda E stramjpes, Revista peruana de ciencias penales, 17 (2005) p. 410.
(95) M iranda E strampes, Revista peruana de ciencias penales, 17 (2005), p, 410,
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Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
3. El sistema mixto
El sistema mixto surgió tras la Revolución Francesa y se concibió ori
ginariamente como el resurgimiento del sistema acusatorio que mantenían
las instituciones inglesas. .
(96) Un claro ejemplo de elio es la trasgresión del derecho de defensa. Asi, cuando una persona tiene
conocimiento de que se le ha iniciado una investigación, en muchos casos se le restringe el acceso al
expediente para conocer los cargos que se le imputan, debido a una orden expedida por algunos juzgados
especializados que se basan en que el denunciado aún no ha rendido su declaración de instructiva.
(97) Burgos Marinos, Derecho procesal peruano, 1.1, p. 121.
(98) Durante el desarrollo del Pleno Superior Jurisdiccional de 1998 en la ciudad de lea, un grupo de ma
gistrados expresaron la necesidad de modificar el Decreto Legislativo N° 124 (que regula el proceso
sumario) de modo que se pudiese incorporar una fase juzgamiento célere. En ese sentido, la sala penal de
la Corte Superior del Cono Norte de Lima emitió varias resoluciones que declaraban la mapllcabilidad
del DecretoLegislativo N° 124, en ejercicio del control difuso, por ser inconstitucional y transgredir lo
estipulado en el articulo ¡0 de la Declaración Universal de Derecho Humanos, “(•. .) toda persona tiene
derecho en condiciones de plena igualdad a ser o ida por tribunal independíenle e imparcial (...)". Ver
en este sentido, la resolución de fecha 14 de febrero del 2003, Exp. N° 2002-1502 de la Segunda Sala
Especializada en lo Penal de Reos en Cárcel de !a Corte Superior de Justicia del Cono Norte de Lima.
No obstante ello, la Ejecutoria N° 532-02 de la Sala Constitucional de la Corte Suprema desaprobó las
resoluciones mencionadas, además de disponer la aplicación de una medida disciplinaria contra los
magistrados por resolver procesos inaplicando e! mencionado decreto legislativo, Ver resolución de la
Sala de Derecho Constitucional y Social de ia Corte Suprema de Justicia, Exp. 630-2003-Cono Norte de
fecha 11 de junio del 2003 y Consulta N° 786-2003-Cono Norte emitida por la misma sala. Al respecto,
consideramos que el Decreto Legislativo N“ 124 es notoriamente inconstitucional, al obviar la fase de
juicio oral, permitiendo que la condena de los procesos se construya sobre la base de un procedimiento
escrito, obviándose la garantía del juzgamiento oral, público y contradictorio,
56 ______________________________________________________________
Sistemas procesales
del Estado en el control del orden social y en la represión de los que pertur
baran al mismo; pese a la permanencia de los pilares del inquisitivo.
3.1. Características
Este sistema procesal tiene las siguientes características:
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Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
c. “La situación de los sujetos procesales es distinta en las dos etapas del
proceso: durante la instrucción preparatoria, el juzgador es el director
de la investigación, mientras el fiscal y las partes solo pueden propo
ner pruebas que aquél practicará si las considera pertinentes y útiles;
durante el juicio, el juzgador actúa generalmente como un árbitro, y las
partes gozan de iguales derechos”(101),
f. El procedim iento está constituido por dos etapas: por un lado, la ins
trucción preparatoria caracterizada por ser escrita, reservada y limita
damente contradictoria y; por otro lado, eljuicio oral que se caracteriza
por ser diametralmente opuesto, esto es, oral, público y contradictorio.
h. La sentencia es recurrible.
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Sistemas procesales
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Sistemas procesales
(103) La Corte Suprema de la República fue creada el 19 de diciembre de 1824 en cumplimiento del artículo
98 de la Constitución de 1823 que señalaba: “Habrá una Corte Suprema de Justicia que residirá en la
capital de la república, compuesta por un presidente, ocho vocales, y dos fiscales, divididos en las salas
convenientes”.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
Este Código tuvo un carácter acusatorio mixto y sus notas más impor
tantes fueron:
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Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(105) La Ley N° 26689, de 30 de noviembre de 1996, tuvo su antecedente inmediato en el Proyecto de Ley
1893/96-CR, presentado por la Comisión Ejecutiva del Poder Judicial, que en su exposición de
motivos señalaba que “es conveniente ampliar nuevamente esa relación (...) remitiendo a la vía sumaria
aquellos delitos que según la experiencia no reúnen esos requisitos, como el juzgamiento de los mi-
crocomercializadores de drogas, los abigeos, pudor público, delitos contra bienes culturales, peligro
común, tranquilidad pública y otras más que actualmente se tramitan como ordinarios, abarrotando
los anaqueles de la Sala Penal Suprema (...)’’.
(106) Miranda Estrampes, Revista peruana de ciencias penales , 17 (2005), p. 445.
(107) El movimiento de reforma que tenía como propósito la instauración deí modelo acusatorio, la separa
ción de funciones entre los órganos de investigación y de juzgamiento, el reconocimiento de mayores
derechos a la víctima y la simplificación procesal.
Sistemas procesales
(108) En los 16 distritos restantes, de un total de 29, rige el Código Procesa! Penal de 2004.
65
Arsenio Oré Guardia i Derecho Procesal Penal peruano
Ahora bien, eí que seamos conscientes que se requiere mucho más que
un cambio de modelo para asegurar una real y profunda trasformación po
sitiva del proceso penal, no está reñido con el hecho que afirmemos que el
sistema acusatorio, entre otras varias ventajas, es el que mejor se condice
con los postulados constitucionales. Desde luego la Constitución no esta
blece un modelo procesal, ni acusatorio, ni inquisitivo, pero sí procura que
el modelo aplicable, sea el mejor, en concordancia con un Estado Social109
(109) El modelo acusatorio de matices adversativos que se pretende instaurar con la reforma no es estrictamente
equivalente al norteamericano, pero sí presenta varios niveles de convergencia importantes. Aunque, cabe
destacar, no se trata de un modelo que intente volver hacia formas más puras de los modelos acusatorios
históricos, pues en él se asume ía persecución penal privada como un componente fundamental.
(110) Binder, Ideas y materiales para la reforma de la justicia penal, p. 50.
66 ________________________________________________________________
Sistemas procesales
(111) GiulioI lluminatti, sostuvo sobre el proceso de reforma de 1988 del Código de Procedimientos Penales
italiano, en su articulo titulado “El fallido intento de adopción de un procedimiento adversarial en
Italia”, que la Constitución no imponía un modelo preciso para el procedimiento penal, pero el proceso
acusatorio adversarial protegía mejor los valores inherentes a la Constitución.
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Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
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CAPÍTULO III
PRINCIPIOS
A lo largo de la historia, el proceso penal ha mostrado diferentes ca
racterísticas en cuanto a su estructura y fines. Durante la Edad Media, por
ejemplo, el proceso penal fue empleado como un instrumento de represión,
y la búsqueda de la verdad a cualquier costo llevó a que el procesado fuera
considerado un mero “objeto de investigación”, en lugar de ser tratado como
un sujeto de derechos0131. Por ello, no es de extrañar que, en dicho contex
to, se haya empleado la tortura como método de averiguación de la verdad.
Ante ello, es necesario que el proceso penal se sujete a líneas que per
mitan la confluencia de las dos funciones antes referidas. Estas líneas son
los denominados “principios del proceso”, cuya observancia garantizará el
desarrollo de un “proceso debido” en el que se respeten los derechos fun
damentales de las personas0151 y se limite el poder sancionador del Estado.1345
Por ello afirmamos que los principios del proceso penal son las pautas del
equilibrio entre ambas funciones estatales.
(116) RQSENFELD, citado por ScHMlDT, L os fundamentos teóricos y constitucionales del Derecho procesal
penal, p. 1S9.
(117) Goldschmidt refiere que “los principios de la política procesal de una nación no son otra cosa que
segmentos de su política estatal en general”. Goldschmidt, Principios generales del proceso, p. 106.
(118) En ese sentido, Eto Cruz refiere: “los órganos estatales cada vez que produzcan la normativa cotidiana,
se presupone que parten siempre del sometimiento a dichos principios. Y no solo los que monopolizan
la producción jurídica le deben fidelidad, sino todos los operadores del sistem a jurídico", Eto Cruz,
Los principios constitucionales y las leyes de desarrollo constitucional en el Perú, p. 11. Por su paite,
Cano Jaramtllo destaca la actividad creadora de los principios en la elaboración del derecho por parte
del constituyente, el legislador y ei ejecutivo. Cano Jaramillo, La redacción del texto jurídico, p. 313.
(¡19) Debemos destacar que el ámbito de aplicación de determinados principios (del proceso penal) no se
proyecta únicamente al juez, sino también al órgano acusador. Tal es el caso del plazo razonable, la
interdicción a la arbitrariedad y otros.
Principios
Los principios también cumplen una función integradora, dado que per
miten subsanar las deficiencias y lagunas normativas existentes en el orde
namiento jurídico procesal021^; esto, en virtud de las características que pre
sentan: generalidad, universalidad y abstracción0221. Así, cuando el juez ad
vierte la existencia de vacíos legislativos tiene el deber de aplicar los prin
cipios procesales de manera supletoria0231.
(120) P eyrano señala gráficamente que la primera misión de los principios es la de. “servir de faro para
que el intérprete; sea juez, legislador o tratadista, no equivoque el camino y olvide que toda solución
procedimental propuesta debe armonizar con ellas [normas-principio], so pena de introducir la in
coherencia allí donde resulta más nefasta: es decir, en el ámbito del proceso”. P eyrano, El proceso
civil, p. 49.
(121) Enelmismo sentido se expresa García Toma cuando refiere que los principios, al ser los pilares o puntos
basilares del derecho, se constituyen en “normas supletorias, cuando el derecho [procesal] vigente en
una comunidad determinada no ofrece solución prec isa y concreta a un conflicto interpersonal”. García
Toma, Análisis sistemático de la Constitución peruana de 1993, t. II, p. 471.
(122) E spitía Garzón, instituciones de Derecho procesal penal, p. 73.
(123) Nuestra Constitución ha previsto la aplicabilidad de los principios como criterios supletorios en su ar
tículo 139.8. Al respecto, prescribe ¡o siguiente: “no dejar de administrar justicia por vacío o deficiencia
de la ley. En tal caso, deben aplicarse ios principios generales del derecho
_______________________________________________________________ 75
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(124) Maier, Derecho procesal penal, p. 474. Así también, Jauchen, Derechos del imputado, p. 78.
(125) G ómez C ólomer , El proceso penal español, p. 55. En ese mismo sentido, B urgos M arinos , Derecho
procesal penal peruano, 1.1, p. 60,
(126) NatarÉn N andavapa, La tutela de los derechos fundamentales de naturaleza procesal, p. 10.
(127) Sobre el particular, F errajoli ha denominado “garantías primarias” a las obligaciones y deberes que
nacen de la exigencia de derechos, y “garantías secundarias" ai conjunto de Instrumentos que se accionan
ante la vulneración de aquellas garantías primarias. FERRAJOLI, Derechos y garantías, p. 59.
(128) En efecto, cuando refiere que el derecho no es otra-cosa que el correlato de un deber jurídico, se en
tiende que ese derecho se constituye en una garantía por sí misma, ya que exige a los demás el deber
de respetarlo. En ese sentido se expresa San M artín Castro: “garantías constitucionales y derechos
fundamentales procesales son términos equivalentes en cuanto a sus efectos, pues estos últimos deben
concebirse como garantías a favor de las personas frente al poder en función de la cual se construye todo
el sistema jurídico (.. .), por lo que pueden denominarse: derechos-garantía (...). Entender los derechos
fundamentales como garantías los hace veríficables y permiten exigir su observancia”. San Martín
Castro, en Constitución y proceso, p. 450.
Principios
(¡29) Al respecto, Prieto Sanchís sostiene que “cuando el sistema de derechos fundamentales no ofrece al
titular la posibilidad de obtener su satisfacción frente a los sujetos obligados, no cabe hablar en rigor
de una. verdadera existencia jurídica de los derechos”. P rieto Sanchís, citado por Castillo Córdova,
Elementos de una Teoría general de los Derechos constitucionales, p. 122.
(130) Exp. N° 1230-2002-HC/TC (f. j. 4), caso: Cesar Humberto Tineo Cabrera,
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
optar por otra manifestación del lenguaje, que pone el acento en el grado
de cumplimiento y no en la mera enunciación. Se habla de garantías por
que están ahí para exigir su observancia (...). Lo que cuenta es la posibili
dad de tutela efectiva y así lo ha demostrado la praxis constitucional”031*.
Aquella pretensión no debe ser entendida de forma tal que lleve a su
poner el reemplazo de una figura por la otra, pues, en realidad, “principio”
y “garantía” son dos caras de una misma moneda. De ahí que, para el De
recho procesal penal, el que determinada institución reciba la denomina
ción “principio” o “garantía” dependerá de dos presupuestos:
a. La función que cumple dentro del proceso: dirección del proceso (prin
cipio) o protección de derechos (garantía).
Por otro lado, debemos tener presente que los principios procesales se
encuentran recogidos en la normativa nacional, pero también en los trata
dos internacionales de derechos humanos ratificados por el Perú(lB). Estos
tratados pueden ser clasificados en dos grupos:
(133) Las garantías dispuestas en estos instrumentos internacionales solo pueden actuarse cuando se han ago
tado los recursos de la jurisdicción interna, tal como lo dispone el articula 205 de nuestra Constitución.
Ello se refiere únicamente a aquellos recursos idóneos para la protección del derecho que se ha visto
afectado, de tal manera que se deberá recurrirá todas las instancias de apelación existentes en la juris
dicción interna del país denunciado.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(134) La Constitución de 1979 también adoptaba esta tendencia; reconocía en su artículo 101 que forma
parte del derecho interno lo regulado en los tratados, y además, por su artículo 105, otorgaba jerarquía
constitucional a aquellos tratados que consagran los derechos humanos.
(135) Es de tener en cuenta que con la firma de un tratado se exige al país firmante la derogación de toda
disposición que contravenga lo estipulado internacionalmente, caso contrario, los tribunales tendrán
que abstenerse de aplicar lo establecido en la legislación nacional prefiriendo la internacional. De ahí
que Cesar Landa refiera que “los tratados en materia de derechos humanos tienen una jerarquía no
solo constitucional, sino que también gozan de una fuerza material supraconstitucíonal, lo cual se ex
tiende formalmente cuando al incorporar al derecho interno, un tratado modificatorio de disposiciones
constitucionales, debe ser aprobado previamente por el Congreso siguiendo las normas para la reforma
constitucional, antes de su ratificación por el Presidente de la República”. Landa A rroyo, L os tratados
internacionales en lajurisprudencia del Tribunal Constitucional, <http://190.41.250.173/guia/landa-2.
htm>.
Principios
Debido proceso
M arco norm ativo: Artículo 139.3, Constitución; artículo 7 LOPJ; ar
tículo 8 CADH(i36); artículo 14 PIDCP.
El principio del debido proceso fue recogido por primera vez en 1215,
en la Carta Magna de Inglaterra, bajo la denominación de due process
(136) Al respecto, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha señalado que el artículo referido con
sagra los lincamientos del debido proceso legal (o, simplemente, debido proceso). SC1DH, caso: Genie
Lacayo vs. Nicaragua (párr. 74), 29 de enero de 1997.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
o f lavi/137). Mediante esta garantía ningún hombre libre podía ser arresta
do, mantenido en prisión, o desprovisto de su propiedad sin un juicio le
gal de sus pares y por la ley de la nación. De esta forma, el Estado reco
nocía a favor de toda persona una gama de derechos procesales o procedi-
mentales que debían respetarse antes de imponerle una sanción. Este de
sarrollo del debido proceso es el que se conoce actualmente como “debi
do proceso procesal”.
(137) Así también lo reconoce Chichizola, Los antecedentes de la garantía del debido proceso se remontan
a !a Carta Magna de 1215, en la que el rey Juan Sin Tierra otorgó a los nobles ingleses entre otras
garantías la del due process oflaw, consignada en la cláusula 48 de ese documento, que disponía que
“ningún hombre libre podrá ser apresado, puesto en prisión ni desposeído de sus bienes, costumbres y
libertades, sino en virtud del juicio de sus pares, según la ley del país”. Chichizola, en Teoría general
del proceso, p. 220.
(138) Exp. N° 2424-2004-AA/TC (FJ. 2), caso: María Jesús Leandro Gómez.
(139) SÁENZ DÁvalos, Revista peruana de Derecho constitucional, 1999/1, p. 486.
82 ________________________________________________________________
Principios
De ahí que SÁENZ DÁvalos refiera que “cuando se habla del atributo de
bido proceso, es en la mayoría de los casos, para hacer referencia a la op
ción adjetiva o form ar,(140).
a. Concepto
b. Deslinde conceptual
(140) S áenz DÁvalos, Revista peruana de Derecho constitucional, 1993/1, pp. 486-487.
(141) Exp. N° 2384-2004-AA/TC (FJ. 2), caso: Luis Germán Me Gregor Bedoya.
(142) Monroy GÁlvez, Teoría general del proceso, p. 459.
(143) Exp. N° 04799-2007-PHC/TC (FJ. 3), caso: Manuel Jesús Áybar Marca. De igual forma, exp. N° 8123-
2005-PHC/TC (f. j. 6), caso: Nelson Jacob Gurman.
_______________________________________________________________ 83
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesa] Penal peruano
(144) Bustamante A larcÓn, El derecho a probar como elemento esencial de un proceso justo, p. 48.
(145) SÁENZ Cávalos, Revista peruana de Derecho constitucional, 1999/1, p. 563.
(146) En el mismo sentido, Quiroga León expresa que, si bien existe un desarrollo jurisprudencial del de
bido proceso y su extensión, “queda pendiente aún que el Tribuna] Constitucional peruano defina con
mayor nitidez y amplitud los criterios que deberán adoptarse respecto de la violación del debido proceso
sustantivo [o principio de razonabilidad] (...) al interior de un proceso, cuáles son sus características
actuales y cuáles son sus linderos y alcances”. Quiroga L eón, Protección constitucional del debido
proceso , p. 8m.
Principios
Cabe precisar que, entre algunos de los derechos que forman parte del
debido proceso, nuestro Tribunal Constitucional ha reconocido los
siguientes:14789
(147) BUSTAMANTE A larcÓN, El derecho a probar como elemento esencial del proceso justo, p. 50. En
ese mismo sentido Gimeno Sendra señala que el debido proceso es concebido como el derecho a un
proceso con todas las garantías en el que tienen cabida todos tos derechos fundamentales de incidencia
procesal. Gimeno Sendra, Derecho procesal penal, p. 75.
(148) Exps. N° 6149-2006-PA/TC y N° 6662-2006-PA/TC (f. j. 43), caso: Minera Suiliden Shahuindo S.A.C.
y Compañía de Exploraciones Algatnarca S.A., respectivamente,
(149) Exp. N° 1417-2005-PA/TC (f.j. 5), caso: Manuel An¡cama Hernández.
85
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesa] Penal peruano
- Juez natural0501
- Ne bis in idem0511
- Derecho de defensa0521
- Derecho al recurso0531
- Plazo razonable0561
- Reformado in peiusil57)
- Derecho a la prueba0581
(150) “El debido proceso tiene, a su vez, dos expresiones: una formal y otra sustantiva; en la de carácter for
mal, los principios y reglas que lo integran tienen que ver con las formalidades estatuidas, tales como
las que establecen el juez natural”. Exp. N° 8123-2005-PHC/TC (f. j. 6), caso: Nelson Jacob Gurman.
(151) “El derecho a no ser enjuiciado dos veces por el mismo hecho, esto es, el principio del ne bis in idem “pro
cesal” está implícito en el derecho al debido proceso reconocido por el artículo 139.3, de la Constitución.
Esta condición de contenido implícito de un derecho expreso, se debe a que, de acuerdo con la IV
Disposición Final y Transitoria de la Constitución, los derechos y libertades fundamentales se aplican e
interpretan conforme a los traiados sobre derechos humanos en los que el Estado peruano sea parte. Y
el derecho al debido proceso se encuentra reconocido en el artículo 8.4 de la Convención Americana de
Derechos Humanos". Exp. N° 2050-2002-AA/TC (f. j. 18), caso: Carlos Israel Ramos Coique.
(152) “Constitucionalmente se ha previsto que el derecho al debido proceso (nombrado genéricamente como
parte del artículo 139, inciso 3, de la Constitución) tenga conexión con el derecho a la defensa, pues esta
permite que un proceso sea llevado a cabo con corrección; es decir entre ellos se entabla una relación
de género-especie”. Exp. 2262-20O4-HC/TC (f. j. 35), caso: Carlos Laureano Ramírez de Lama.
(153) “El Tribunal observa que ¡os hechos y la pretcnsión están vinculados al derecho de acceso a los recursos.
Dicho derecho es un contenido implícito de un derecho expreso, pues forma parte del derecho al debido
proceso”. Exp. N° 09285-2006-PA/TC (f. j. 2), caso: Juan Celedonio Ortega Reyes.
(154) “El derecho a la motivación de las resol uciones judiciales form a parte dei derecho aun proceso debido”.
Exp. N° 10340-2006-AA/TC (f. j. 17), caso: Justina Bedoya Trejo.
(155) “Ciertamente, el derecho a ser juzgado por jueces imparciales no se encuentra reconocido expresamente
en la Constitución. Ello, sin embargo, no ha impedido a este tribunal reconocer en él a un derecho im
plícito que forma parte de un derecho expreso. A saber, del derecho al debido proceso, reconocido en el
articulo 139.3 de la Constitución”. Exps. N° 6149-2006-PA/TC y N° 6662-2006-PA/TC (f. j. 49), caso:
Minera Sulliden Shahuindo S.A.C. y Compañía de Exploraciones Algamarca S.A, respectivamente.
(156) “{...) el contenido del derecho al plazo razonable del proceso, el cual forma parte del derecho fundamental
al debido proceso (...)”. Exp. N° 04959-2008-PHC/TC (f. j. 7), caso: Benedicto Nemesio Jiménez Bacca.
(157) “La interdicción de la reformado in peius o reforma peyorativa de la pena es una garantía del debido
proceso implícita en nuestro texto constitucional”, Exp. N° 1918-2002-HC/TC (f. j. 4), caso: Alfonso
Salazar Montalván.
(158) “En primer término, este Tribunal Constitucional debe recordar que el derecho a la prueba goza de pro
tección constitucional, pues se trata de un contenido implícito del derecho al debido proceso reconocido
Principios
- Igualdad procesal<159)
- Cosa juzgada(,60)
- Principio acusatorio(16i:>
en el 139.3 de la Constitución Política del Perú”. Exp. N° 010-2002-AÍ/TC (f. j. 148), caso: Marcelino
Tineo Silva y más de 5,000 ciudadanos.
(159) “Todo proceso, judicial, administrativo o en sede privada, debe garantizar que las partes del proceso
detenten las mismas oportunidades de alegar, defenderse o probar, de modo que no se ocasione una
desventaja en ninguna de ellas respecto a ja otra. Tal exigencia constituye un componente del debido
proceso ya que ningún proceso que inobserve dicho imperativo puede reputarse como ‘debido’ Exp.
N° 06135-2006-PA/TC (f. j. 5), caso: Hatuchay E.I.R.L.
(160) la cosa juzgada y al principio acusatorio constituyen elementos del debido proceso, derecho sus
ceptible de protección, en principio, por el proceso de amparo, resulta procedente su tutela en el proceso
de hábeas Corpus, en tanto de la pretendida afectación a estos derechos se derive una vulneración o
amenaza de la libertad individual”. Exp. N° 02735-2007-FHC/TC (f. j . 2), caso: José Luis Tavaray Oblitas.
(161) Exp. N° 02735-2007-PHC/TC (f, j. 2), caso: José Luis Tavaray Oblitas.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
a, Concepto
b. Deslinde conceptual
(162) Gómez Orbaneia, Comentarios a la Ley de Enjuiciamiento Crimina!, 1.1, p. 26. En el mismo sentido,
Bindek señala que “(...) la organización de todo proceso penal debe estar fundada en la ley”. Binder,
Introducción al Derecho procesal penal, p, 134.
(163) Exp. N0 2226-2005-PHC/TC (f. j. 2), caso: Carlos Mateo Milicich Torres; exp. N° 2525-2005-PHC/TC
(f. j. 4), caso: Carlos Jesús Carnero Echevarría; exp. N° 4425-2005-PHC/TC (f. j. 2), caso: Antauro Igor
Húmala Tasso y otros; exp, N" 1939-2004-HC/TC (f. j. 5), caso: Ricardo Ernesto Gómez Casafranca;
exp. N° 03386-2009-PHC/TC (f. j. 6), caso: Santos Eulalia Armas Medina a favor de E.M.C.A.
(164) Exp. N° 8957-2006-PA/TC (f. j. 15), caso: Orlando Alburqueque Jiménez. Por su parte, Pastor refiere
que la exigencia de legalidad del procedimiento penal (nullapoena sineprocessu legali) se conoce como
legismo procesal con el sentido de que la ley debe regular todos los actos del procedimiento. Pastor,
El plazo razonable en el proceso del estado de Derecho, p, 375.
(165) Florian, Elementos de Derecho procesa! penal, p. 16. Por su parte, Cordón Moreno identifica el prin
cipio de legalidad con el de necesidad. Cordón Moreno, Las garantías constitucionales del proceso
penal, p. 20.
(166) F lorian , Elementos de Derecho procesal penal, p. 16.
Principios
c. Manifestaciones
• Nadie puede ser sometido a una pena sino después de un juicio legí
timo (Nenio damnatur nisi per indicium, o nullapoena sine ludido).
La ley penal solo puede aplicarse siguiendo las formas procesales 1678
89
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
9 0 ________________________________________________________________
Principios
Principio de oficialidad
Marco normativo: Artículos 138 y 159 Constitución.
a. Concepto
b. Contenido
(172) Véase, en este sentido, Vivas Usshek, Manual de Derecho procesal penal, 1.1, p. 211.
(173) LONDOÑO, Tratado de Derecho procesal penal, 1.1, pp. 46-47. ■
(174) Según Schmidt, la razón de la exclusión de este grupo de delitos radica en que el Estado reconoce el
interés del lesionado en la persecución del hecho o que el Estado tiene motivo para considerar que el
_______________________________________________________ 91
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
Principio acusatorio
Marco normativo: Artículos 285-A.l y 285-A.2 CdPP; artículo 397
CPP 2004.
a. Concepto
afectado tiene interés en que no se realice la persecución. SCHMIDT- Fundamentos teóricos y cons
titucional del Derecho procesal penal, p. 198.
(175) R usconi, El Ministerio Público en el proceso penal, p. 105.
92 ________________________________________________________________
Principios
b. Manifestaciones
93
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
• No puede haber proceso sin acusación previa. Esta regla implica que
si el fiscal decide no formular acusación le está prohibido al órgano 1798023
94 ________________________________________________________________
Principios
La regla indicada rige desde el inicio del proceso penal hasta su fin.
Así, tenemos que: a) para el inicio del proceso debe haber previa
mente una formalización de denuncia; b) para la apertura del ju i
cio oral la acusación escrita y, finalmente; c) para dictar sentencia
la acusación oral. De igual forma, en el marco del.nuevo proceso
penal tenemos que la continuación de la investigación en la eta
pa preparatoria es determinada por el fiscal mediante la formaliza
ción de la investigación preparatoria (art. 336 CPP 2004). Luego,
para pasar a juicio oral es necesaria la formalización de la acusa
ción (art. 349 CPP 2004). Por último, para la emisión de la senten
cia se requiere la formulación del alegato oral del fiscal (art. 387
CPP 2004).
(184) Véase a! respecto, el R.N. N° 2358-2009, Lima, (cons. 3) que señala “quien decide, sin injerencia
jurisdiccional, si se acusa o no a una persona en aras de proceder a su juzgamiento por el juez o
Tribunal es el Ministerio Público, órgano autónomo de derecho constitucional que promueve la acción
judicial en defensa de la legalidad y de los intereses públicos tutelados por el derecho, amén de titular
del ejercicio de la acción penal (...) y como tal autorizado en exclusividad en los delitos públicos' para
instar la apertura de juicio oral (...). En consecuencia, del fiscal depende la iniciación del juicio oral y
es él quien proporciona el objeto del proceso".
_______________________________________________________________ 95
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(185) En este misino sentido se ha pronunciado el Tribunal Constitucional en diversas sentencias. Así, Exp.
N°2005-2006-PHC/TC (f. j. 5), caso: Enrique Umbert Sandoval; exp. N° 02735-2007-PHC/TC (f. j. 8),
caso: José Luís Tavaray Oblitas; entre otros.
(186) R.Q. N° 1678-2006, Lima (f. j. 4).
(187) Cordón M oreno, Lai garantías constitucionales del proceso penal, p. 125.
(188) C ordón Moreno, Las garantías constitucionales del proceso penaI, p. 125. Asimismo, A rmenta
D eu, Lecciones de Derecho procesal penal, p. 43. En este sentido, véase la sentencia emitida por la
Corte Suprema, con fecha 14 de agosto de 2003, R.N. N° 1690-2002-Ica, en la que se establece que no
se puede iniciar juicio oral sin existir acusación previa: “(...) habiéndose formulado acusación escrita
por los delitos de falsificación de documentos y falsedad genérica, el colegiado solo se pronunció por
el primer ilícito y erróneamente ordenó la iniciación del juicio oral por el delito de falsedad ideológica
que no fue objeto de denuncia ni materia de instrucción”.
Principios
(¡89) Ase -ícío Mellado, Principio acusatorio y derecho de defensa en el proceso pena!, p. 89.
(190) VÉLEZ MARICONDE, Derecho procesal penal, t. II, p. 236.
(191) Así, Vélez Mariconde expresa; “Una cosa es afirmar la existencia de! hecho, de una conducta hu
mana, de un acontecimiento histórico determinado que se presupone que tuvo realidad, y otra distinta
es evaluarlo, calificarlo, ponerlo en relación iógica con la ley penal, verificar si la situación fáctica
admitida encuadra en tina hipótesis abstracta de esa ley, para darle un nomen iuris, o lo que es igual,
para reconocer los elementos constitutivos de un tipo o figura penal”. Vélez Mariconde, Derecho
procesal penal, t. II, p. 236.
97
Aisenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
a. Concepto
b. Deslinde conceptual
98 ________________________________________________________________
Principios
c. Manifestaciones
99
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
1 0 0 ____________________________________________________
Principios
101
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
a. Concepto
b. M anifestaciones
(214) Así, Binder expresa: “La independencia de los jueces no es una prerrogativa profesional. Se trata, en
realidad, de que los ciudadanos, sujetos pasivos de la administración de justicia, tengan la garantía de
que la persona que va a administrar algo de tan graves consecuencias como el poder penal del Estado,
actúe con total libertad y sin estar sometido a presiones. No hay que olvidar que es una garantía prevista
en favor de los ciudadanos y no a favor de los jueces”. Binder, Introducción al Derecho procesal penal,
p. 153.
(215) Montero A roca citado por Sánchez Velarde, Manual de Derecho procesal penal, p. 270. '
(216) Montero Aroca citado por SÁNCHEZ Velarde, Manual de Derecho procesal penal, p. 270.
(217) Jauchen, Derechos del imputado, p. 209.
103
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(218) P érez del Valle expresa: “Sin duda, todo juez debe tener una cierta personalidad y sus propias
convicciones, y ello es inevitable (,..); afirmar como buena una justicia de autómatas no solo es una
ingenuidad, sino también un error; pues lo cierto es que difícilmente puede entenderse el derecho justo
sin que su realización dependa finalmente de una decisión personal”. P érez del Valle, Estudios sobre
la independencia judicial y el proceso penal, p. 29. En este mismo sentido, Binder, Introducción al
Derecho procesal penal, p. 153.
(219) Ja u c h e n , Derechos del imputado, pp. 209-210.
1 0 4 ________________________________________________________
Principios
(220) Ha de tenerse en cuenta también que las sentencias vinculantes son de carácter general; razón por la
cual, no pueden ser usadas para incidir, ordenar o influenciar en determinados casos. .
(221) Al respecto, explica B eling que “si las autoridades del Estado reuniesen asuntos jurisdiccionales y admi
nistrativos a la vez (...), las personas que ahí trabajan tendrían que cambiar de actividad continuamente,
actuando unas veces con la independencia judicial e inmediatamente con la sujeción del funcionario
administrativo [superior]. Esto es psicológicamente muy difícil”. Beling, Derecho procesal penal,
p. 36.
(222) Gonzales Mantilla, L o s ju e c e s , p. 192.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(223) JAUCHEN destaca que el sustantivo “imparcia!” refiere, por su origen etimológico in partía!, a aquel
que no es parte en un asunto que debe decidir; es por eso que el juez es identificado también como un
tercero Ínter partes, o mejor aún - a consideración de Calamandrei- como un tercero suprapartes.
Jauchen, Derechos del imputado, p. 213. En ese mismo sentido, Moreno Catena, Introducción a!
Derecho procesa!, p. 95.
(224) Guerrero Palomares refiere que “la imparcialidad subjetiva es predicable délas relaciones del juez con
las partes del proceso, mientras que la imparcialidad objetiva vendrá a referirse a la relación orgánica
o funcional del juez con el proceso mismo, denominándose también principio del juez ‘no prevenido’”.
Guerrero Palomares, El principio acusatorio, p. 43.
(225) Debemos destacar que la imparcialidad, entendida como garantía, es de carácter bilateral, ya que “no
solo ampara al acusado, sino que también alcanza a cualquier persona que procure una determinación
judicial sobre sus derechos (...); sin duda [también] el derecho de la víctima a intentar y lograr -s i
corresponde- la condena de los responsables del delito”. Cafferata Ñores, Proceso penal y derechos
humanos, p, 32.
(226) Montero Aroca, Derecho jurisdiccional I, p. 98.
(227) Montero Aroca, Derecho jurisdiccional}, p. 99.
Principios
(228) P érez del Valle, Estudios sobre la independencia judicial y el proceso penal, p. 30.
(229) P érez del Valle, Estudios sobre la independencia judicial y el proceso penal, p. 3i. Así, a efectos de
garantizar de mejor forma la independencia del juez, el autor plantea la necesidad de crear algunos tipos
delictivos que sancionen las intromisiones críticas y apresuradas de los medios de comunicación que
estén dirigidas a influir en la decisión de! juzgador. Pérez del Valle, Estudios sobre la independencia
judicial y el proceso penal, p. 31.
(230) P érez DEL Valle, Estudios sobre la independencia judicial y el proceso penal, p. 31. ■
(2 31) P érez del Valle, Estudios sobre la independencia judicial y el proceso penal, p, 28.
(232) Asencio Mellado, Introducción al Derecho procesal, p. 91.
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Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
Tiene mucha razón Pérez P erdomo cuando afirma que: “los jueces no
son independientes porque la Constitución Política o las leyes hagan tal
declaración. Tiene que haber estructuras organizacionales o mecanis
mos institucionales que lo garanticen”(233)2345. De ahí, surge la necesidad
de implementar un conjunto de mecanismos jurídicos que estén enca
minados a que la actuación del juez sea, en lo posible, apegada al De
recho03'0. Enire estos mecanismos o garantías, tenemos:
(233) Pérez P erdomo citado por Consorcio Justicia viva, Manual del sistema peruano de justicia, p. 203.
Véase también, Montero Aroca, Introducción al Derecho jurisdiccional peruano, p. 203.
(234) En este mismo sentido, Chaires Zaragoza, La independencia del Poder Judicial, <http://www.juri-
dicas.unam,mx/publica/rev/boletin/cont/110/art/art4.htrn>.
(235) Binder, Introducción al Derecho procesal penal, p. 152.
(236) Binder, Introducción al Derecho procesal penal, p. 152.
(237) Moreno CaTEna, Introducción al Derecho procesal, p. 100.
1 0 8 ________________________________________________________
Principios
a. Concepto
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Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
b. Contenido
(241) A lemán Pardo , Acerca de las diferencias entre discrecionalidady arbitrariedad en la actuación de
la administración, <http://fnndacianruizfunes.com/ver__articulo.php?articulo=96>,
(242) En esta linea, Quintero Olivares refiere que, aun cuando el concepto de arbitrariedad se ha asociado
a ía desviación de la actuación administrativa, legisladora o reglamentaria. No obstante, ninguna razón
hay para entender que la interdicción a la arbitrariedad no alcanza también a las decisiones que toma
un poder público concreto (el judicial). Quintero Olivares, La justicia penal en España, p. 249.
(243) Al respecto, e! propio Tribunal Constitucional ha señalado que el ejercicio discrecional per se no vulnera
Derechos Fundamentales, pero sí lo hace cuando dicha facultad se ejerce de manera arbitraria, esto
es, cuando no se motivan debidamente las decisiones adoptadas y/o no se siguen los procedimientos
-iegalmente establecidos para su adopción. Exp, N° 01715-2008-PA/TC (FJ. 4), caso: Juan Moisés Quispe
Aucca.
(244) A lemán Pardo, Acerca de las diferencias entre discrecionalidad y arbitrariedad en la actuación de
la administración, <http://fundacionruizfunes.com/ver_artícu¡o.php?articulo=96>.
Principios
El juicio previo señala que el ejercicio del poder penal del Estado, esto
es, la imposición de una pena se encuentra limitada por la existencia y rea
lización de un proceso previamente establecido por el legislador. Este pro
ceso —conforme a nuestra Constitución- no se satisface con su mera reali
zación, sino, por el contrario, requiere que tanto al momento de su regula
ción como durante su sustanciación, se encuentre conforme a los derechos,
garantías y principios que nuestra Constitución y los tratados internacio
nales sobre derechos humanos reconocen. .
(245) Exp. 6204-2006-PHC/TC (FJ. 7), caso: Jorge Samuel Chávez Sibina. Asimismo, Exp. N° 04414-
2008-PHC/TC (f, j. 4), caso: Fernando Melcíades Zevallos Gonzáles,
(246) Exp. N° 6167-2005-PHC/TC (f. j. 30), caso: Fernando Cantuarias Salaverry, Exp. N° 5228-2006-PHC/
TC (f. j. 6), caso: Samuel Gleiser Katz.
(247) Bidart Campos citado por Oré Guardia, Estudios de derecho p ro cesa l penal, p, 6.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
a. C oncepto
b. Contenido
La presunción de inocencia
Marco normativo: Artículo 2.24.e Constitución; artículo IITPNCPP;
artículo 9 DDHC; artículo 11.1 DUDH; artículo 26 DADDH; artículo 8.2
CADH; artículo 14.2 PIDCP.
a. Precisión terminológica
b. Concepto
c. Contenido
115
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(262) Así, lo ha reconocido el Tribunal Constitucional en sus sentencias recaídas en los Exps. N° 4124-2004-
HC/TC (f. j. 20), caso: Fernando Melcíades Zevallos Gonzáies; y, N° 07510-2005-HC/TC (f. j. 3), caso:
Emilio Ivin Paredes Yataco y otro.
(263) En este sentido, véase Sánchez Velarde, Manual de Derecho procesal, p. 301.
(264) STCE 66/1989 (f.j. 2).
(265) Sobre el particular, Bacigalupo, El debido proceso penal, p, 60.
(266) F ernández López, Prueba y presunción de inocencia, p. 124.
Principios
(267) Chiesa Aponte, Derecho procesal penal de Puerto Rico y Estados Unidos, vol. II, p. 66.
(268) F ernández López, Prueba y presunción de inocencia, pp. 124-125. Véase también Bernal Cuéllar/
Montealegre Lynett, El proceso penal, 1.1, p. 3ó8;G imeno Se n d k a , Derecho procesal penal, p. 90;
M aier, Derecho procesal penal, 1.1 pp. 490-491; San M artín Castro, Derecho procesal penal, t. ],
pp. 115-116; Vázquez Sotelo, Presunción de inocencia del imputado, p. 265. A nivel jurisprudencial
véase Exp. N° ¡091-2002-HC/TC (f. j. 7), caso: Vicente Ignacio Silva Checa; y Exp. N° 00728-2008-
PHC/TC (f. j. 36), caso: Giuliana Flor de María Llamoja Hilares.
Axsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
d. Manifestaciones
(269) Sobre este punto, Fernández L ópez señala: “(..,) la presunción de inocencia, en su manifestación de
regla de tratamiento del imputado impone, al menos, dos tipos de exigencias: en primer lugar, que las
medidas cautelares se adopten únicamente cuando se presenten los presupuestos señalados legalmente
y, en segundo lugar, que la finalidad aneja (sic) a estas medidas tenga exclusivamente naturaleza cau
telar, nunca represiva, preventiva o de impulso de la fase de instrucción”. Fernández L ópez, Prueba
y presunción de inocencia, p. 132.
Principios
119
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(273) De hecho, el fenómeno de los ‘“presos sin condena’, de la utilización del proceso como método de
control social, de las restricciones a la defensa, en especial a la defensa pública, de la enorme cantidad
de presunciones que existen en el proceso penal, de la utilización del concepto de ‘carga de la prueba'
en contra del imputado, del maltrato durante la prisión preventiva, de! simple modo como los detenidos
son ‘paseados’ por los pasillos de tribunales, etc., son signos evidentes de que el principio de inocencia
es un programa a realizar, una tarea pendiente”. Binder, Introducción al Derecho procesal penal,
p. 130.
(274) Generalmente se suele hablar de minima actividad probatoria, sin embargo, a efectos de una mayor
precisión, consideramos que ello nos puede conducir a hablar de una “máxima actividad probatoria”,
desembocando, por tanto, en un sistema tasado de apreciación de las pruebas. Debido a ello, por el
contrario, nos parece más apropiado hablar de una “suficiente actividad probatoria” que ha de obtener
tal grado -de suficiencia- de acuerdo a los casos en concreto, atendiendo a la naturaleza del hecho
punible materia de investigación y a las circunstancias materiales, procesales, personales y reales que
. inciden en él.
(275) Así, se tiene que “(...) cualquier denuncia de afectación a la presunción de inocencia habilita a este Tribunal
Constitucional verificar solamente si existió o no en el proceso penal actividad probatoria mínima que
desvirtúe ese estado de inocencia (valoración objetiva de los medios de prueba). Y es que, más allá de
dicha constatación no corresponde a la jurisdicción constitucional efectuar una nueva valoración de
las mismas, y que cual si fuera tercera instancia proceda a valorar su significado y trascendencia, pues
obrar de ese modo significa sustituir a los órganos jurisdiccionales ordinarios”. Exp. N° 00728-2008-
PHC/TC (f. j. 38), caso: Giuliana Flor de María Llamoja Hilares.
Principios
(276) STCE 31/1981 (f. j. 2 y 3). A nivel nacional se ha señalado que “{...) la presunción de inocencia (...)
exige para ser desvirtuada (...) una mínima actividad probatoria, producida con las debidas garantías
procesales que de alguna manera puede entenderse de cargo y de la que pueda deducirse la culpabilidad
del procesado”, en San M artín C astro, Derecho procesal penal, 1.1, p. 118.
(277) En la actualidad, a decir de Gimeno Señora, dicha doctrina constitucional está reconducida exclu
sivamente a la actividad probatoria y, dentro de ella, fundamentalmente a la libre valoración de la
prueba, en donde adquiere una singular relevancia práctica. Gimeno Sendra Derecho procesal penal,
p. 90.
(278) Sobre el particular, la Corte Suprema ha señalado que “La declaración carece de garantía legal alguna,
al haberse realizado sin presencia del representante del Ministerio Público y no tiene mérito probatorio
alguDO dada la previsión contenida en el artículo sesentidos (sic) del Código de Procedimientos Penales;
siendo así, no existe ninguna prueba que permita, siquiera indiciariamente, determinar la responsabi
lidad penal del accionado”. R.N. N® 3794-1999, Huaura (f. j. 1), Cfr. R.N. N° 1000-99, Cusco (f. j. 1).
Ambos en Chocano Rodríguez/Valladoud Z eta, Jurisprudencia penal, pp. 207-208 y 213-214,
respectivamente.
(279) Bajo esta línea, la Corte Constitucional colombiana ha concluido que “(.,.) la presunción de inocencia
es uno de los derechos más importantes con que cuenta todo individuo; para desvirtuarla es necesario
demostrar la culpabilidad de la persona con apoyo en pruebas fehacientes debidamente controvertidas,
dentro de un esquema que asegure la plenitud de las garantías procesales sobre la imparcialidad del
juzgador y la íntegra observancia de las reglas predeterminadas en la ley para la indagación y esclare
cimiento de los hechos, la práctica, discusión y valoración de las pruebas y la definición de responsa
bilidades y sanciones". Sentencia C-176/94, MP Alejandro Martínez Caballero.
121
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesa] Penal peruano
(280) Bajo esta línea, véase también el R.N. N° 2775-99, Ancash (f. j. 1), enCHOCANO Rodríguez/ Valladolid
Z eta, Jurisprudencia penal, pp. 210-211.
(281) Un claro ejemplo de cómo se vulnera la presente manifestación en el extremo subexamen, lo consti
tuye el Decreta Legislativo N° 992, modificado por la Ley N° 29212, al invertir la carga de la prueba;
exigiendo que el imputado demuestre la procedencia lícita de sus bienes, puesto que, en caso contrario,
su derecho de propiedad sobre ellos será extinto.
(282) En este sentido se ha pronunciado el Tercer Juzgado Penal de Investigación Preparatoria de Trujilio en
el exp. 1537-2008, Trujilio (cons. 8), en Taboada P ilco, Jurisprudencia y buenas prácticas, p. 191.
(283) En efecto, la presunción de inocencia significa “(■■■) que la carga de la actividad probatoria pesa sobre
los acusadores y que no existe nunca carga del acusado sobre la prueba de su inocencia con no partici
pación en los hechos”. STCE 109/1986 (f. j. 1).
Principios
(284) Al respecto, y enlazando esta manifestación con la expuesta anteriormente, la Corte Superior de Lima
ha señalado que para enervar la inicial presunción constitucional de inocencia que ampara a todo
procesado, debe constatarse la objetividad de la prueba y que esta haya sido válidamente adquirida y
practicada; además, ella debe ser suficiente, ya que no basta que se hayan utilizado medios de prueba
sino que es preciso que del empleo de tales medios se llegue a un resultado probatorio que permita
sustentar racionalmente la culpabilidad y a su vez fundar razonablemente la acusación R.N.
N° 3283-99, Lima (f. j. 2), en Rojas Vargas, Jurisprudencia penal y procesal penal, 1.1, p. ¡08. Bajo
esta línea, la Corte Superior ha precisado que “(...) constituye un derecho fundamental de toda persona
el ser considerada inocente mientras no se demuestre judicialmente su responsabilidad (...) de manera
tal que para emitir una resolución penal es necesario que los juzgadores en base a pruebas rodeadas
de todas las garantías procesales hubieran llegado a una certeza sobre la responsabilidad de la persona
encausada, entendiéndose por ciertas la firme convicción de estar en posesión de la verdad, de modo
que frente a un caso de incertidumbre derivada de la duda subjetiva de los juzgadores o que la prueba
reunida no acredite suficientemente ia culpabilidad del procesado, el derecho constitucional de presun
ción de inocenci a se erige como regla de decisión ..)”. Exp, N° 476-99, Lima (f. j . 2), en Rojas Vargas,
Jurisprudencia penal y procesal penal, 1.1, pp. 105-106.
(285) F ernández López, Prueba y presunción de inocencia, pp. 157-158.
123
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
a. Concepto
El in dubio p ro reo es una regla de juicio, componente de la presun
ción de inocencia, que exige al juez absolver al imputado si luego de
realizar la correspondiente valoración probatoria subsiste en su mente
duda razonable e insuperable sobre la realización del hecho delictuoso
por parte del imputado.
b. Contenido
(286) De hecho, el in dubio pro reo no dice a! juez cuándo debe dudar, sino cómo debe resolver cuando dude
de los hechos en Que se basa la imputación. RlVES S eva, La prueba en el proceso penal, p. 39,
(287) Críticamente, M iranda E strampes señala que el intento de separar el in dubio pro reo y el derecho a
la presunción de inocencia, dando autonomía a cada uno, no es más que consecuencia del “fenómeno
dejibarización del contenido de la presunción de inocencia”, Míe anda Estrampes, en Libro homenaje
al profesor Raúl Peña Cabrera, t. II, p. 529.
Principios
La duda que se requiere para aplicar el in dubio pro reo tiene que ser
“razonable”, esto significa, que no se trata de cualquier estado subjeti
vo de incertidumbre que dependa exclusivamente de la íntima convic
ción del juez frente al caso concreto; sino que tal incertidumbre debe
“derivarse de la racional y objetiva evaluación de las constancias del
proceso”088*.
(290) Así ha resuelto la Corte Suprema al señalar que la duda sobre la exégesis de la norma se encuentra
recogida en el artículo ¡39.11 de la Constitución, mientras que, la duda en la valoración de la prueba se
rige por la regla de juicio [in dubio pro reo] que integra la tantas veces citada garantía de presunción
de inocencia, y como tal ha sido reconocida por el artículo II.l in fine del Título Preliminar del CPP
2004. Cas. N° 10-2007, La Libertad (f. j. 4) en Villavicencio Ríos/R eyes Alvarado, E! nuevo Código
Procesal Penal, p. 20. Bajo esta misma linea, Jauchen refiere que “el estado de duda resulta así de
relevancia vinculante a! momento de dictar sentencia pero solo con referencia al aspecto puramente
fáctico, ya que la duda en cuanto a la interpretación y aplicación de la ley, a pesar de las numerosas
polémicas suscitadas en la doctrina, no da lugar a la aplicación del principio. Jauchen, Tratado de la
prueba en materia penal, pp. 44-45. De igual forma, Vélez Mariconde señala: “A mi criterio, aquí
se trata de la duda que recae, en general, sobre los hechos que sirven de base a la imputación, y no
sobre la interpretación de la ley, es decir, que atañe a la existencia del hecho delictuoso o cualquier
circunstancia consumativa, a la participación del Imputado, a su impuíabilidad, a su estado psíquico”.
VÉLEZ Mariconde, Derecho procesal penal, t. II, pp. 48-49. Palacio también afirma que "la máxima in
dubio pro reo solo concierne a los aspectos lácticos de la imputación y no se extiende a la interpretación
y aplicación de la ley", Palacio, La prueba en el proceso penal, p. 16. En el mismo sentido, Huertas
Martín, El sujeto pasivo del proceso penal como objeto de prueba, pp. 41-42, entre otros.
(291) En este sentido, se pronunció el Tribunal Constitucional en el caso Porras Oroya, al señalar que el in
dubio pro reo “es aplicable al emitir pronunciamiento de fondo terminal, sobre la responsabilidad o
irresponsabilidad penal del procesado, que incidirá inevitablemente eD su libertad individual, dado que
en etapas anteriores a la sentencia se encuentra vigente la presunción de inocencia, que es garantía del
debido proceso reconocido por la Norma Suprema (...). Consecuentemente, encontrándose en trámite el
proceso penal seguido a! recurrente, es en su desarrollo en el que este debe desvirtuar las imputaciones
hechas en SU contra, siendo por tanto prematuro -dado que la etapa de instrucción no ha culm inado-y
ajeno a las facultades del Tribunal Constitucional, pretender la aplicación del principio in dubio pro reo
ante la modificación de una medida cautelar. Por lo tanto, su aplicación queda librada a la culminación
del proceso penal correspondiente (...)”. Exp. N° 0828-2005-HC/TC Lima (f. j. 15 y 16), caso: Herminio
Porras Oroya. Sin embargo, en el caso Bedoya Vivanco, el Tribunal aplicó incorrectamente el principio
in dubio pro reo respecto a una medida de detención. Así, señaló: “al existir duda razonable en cuanto al
origen del dinero recibido por el peticionario, existe también duda en cuanto a la tipificación del delito de
peculado y, por ende, de la incursión del presente caso en los incisos 1) y 2) del artículo 135 del Código
Procesal Penal, que exigen la comisión de un delito doloso y una pena mayor de cuatro años para que
proceda el mandato de detención: debe prevalecer, en consecuencia, el principio constitucional de in
dubio pro reo". Exp. N0 139-2002-HC/TC Lima {f, j. 4), caso: Luis Guillermo Bedoya de Vivanco. Más
adelante, en el caso Llamoja Hilares, el tribunal, en evidente oposición a lo resuelto precedentemente,
indicó que no era competencia de la jurisdicción constitucional pronunciarse respecto a la aplicación
del in dubio pro reo. Asi señaló: “(...) en cuanto al principio in dubio pro reo (...) este no goza de la
misma protección que tiene el derecho a la presunción de inocencia. En efecto, no corresponde a la
jurisdicción constitucional examinar si está más justificada la duda que la certeza sobre la base de las
pruebas practicadas en el proceso, pues ello supondría que el juez constitucional ingrese en !a zona
(dimensión fictica) donde el juez ordinario no ba tenido duda alguna sobre el carácter incriminatorio
de las pruebas”. Exp. N° 00728-2008-PHC/TC Lima (f. j. 38).
Principios
(292) Así, G ranara señala que “el ‘in d u b io p r o re o ' solo funciona en beneficio dei imputado al momento
de dictarse sentencia definitiva, Suego de agotada la investigación y el proceso del ‘plenario’ íntegra
mente, y tuando ya no queden otros remedios procesales que autoricen la incorporación de elementos
probatorios que hagan variar ese continuo e ininterrumpido estado de duda procesal sobre la actuación
concreta del imputado en el hecho que se investigó. Antes, es decir, durante el trámite de la causa,
todo se reduce a meros juicios de ‘probabilidad' que podrán tener algún grado de injerencia en ciertas
resoluciones que pudieren favorecer o perjudicar la situación procesal del involucrado en el hecho, pero
que se caracterizaran siempre como premisas relativas y provisorias hasta la hora de !a avocación final,
la cual se traduce en el instante del concluyente veredicto”. G r a n a r a , Derecho procesal penal, t. I,
p. 13 8. En este sentido, Vivas Usshek, M a n u a l d e D e r e c h o p r o c e s a l p e n a l, 1.1, p. 147.
(293) Granara, D e r e c h o p r o c e s a l p e n a l, p. 136. Por su parte, Castillo Alva señala que la doctrina reconoce
-pero solo de manera excepcional- la posibilidad de aplicar el axioma en algunas decisiones distintas
a la sentencia como puede ser el caso, por ejemplo, de la resolución que define una excepción de pres
cripción en la que existe duda acerca de cómputo de los plazos o respecto a la producción de un hecho
que la interrumpe o la suspende. Castillo Alva, D iá lo g o con la ju r is p r u d e n c ia , 41(2002/8), p. 11.
(294) Sentencia T-554/03, MP Clara Inés Vargas Hernández. Véase también el exp. N° 0828-2005-HC/TC
(f. j. 15), caso: Herminio Porras Oroya.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
suficiencia para pasar; por ejemplo, de una fase procesal a otra, o para
imponer una medida cautelar, entre otros supuestos.
El in dubio pro reo es una regla de juicio que, si bien deriva de la pre
sunción de inocencia, tiene diferencias notables con esta última, no
siendo posible equipararlas(295)296.
Favor libertatis
M arco norm ativo: Artículo 2.24.f Constitución; artículo 9 DUDH;
artículo 9.1 PIDCP; artículos 7.1,7.2 y 7.3 CADH; artículo XXV DADDH.
La libertad, sin duda, es uno de los derechos más importantes que tiene
la persona. Constituye, asimismo, un valor supremo del Estado moderno y
(295) Al respecto, Binder afirma que el principio in dubio pro reo aplicado a la valoración de la prueba o a
la construcción de la sentencia es una de las consecuencias directas del principio de inocencia. Binder,
Introducción al Derecho procesal penal, p. 127. En el nfismo sentido, M aier , Derech o procesa! penal,
1.1, p. 494; Vivas Ussher, Manual de Derecho procesal penal, 1.1, p. 146; Cafferata Ñ ores, La prueba
en el proceso penal, p. 13; entre otros.
(296) Miranda E strampes, La mínima actividad probatoria en el proceso penal, p. 606 y ss.; Fernández
López, Prueba y presunción de inocencia, p. 171; Montañés Pardo, La presunción de inocencia,
pp. 46-49.
(297) Bajo esta línea, véase Roxw,Derecho procesal penal, p. 111.
(298) Vegas Torres citado por Montañés Pardo, La presunción de inocencia, p. 48.
1 2 8 ________________________________________________________
Principios
su tutela no solo es asumida por la Constitución, sino también por los tra
tados internacionales^").
Dicho valor, trasladado al ámbito del Derecho procesal penal, exige que
el legislador emita normas destinadas a proteger al máximo la libertad per
sonal del sujeto pasivo de la acción penalC300). Asimismo, exige que el impu
tado enfrente el proceso penal en libertad; ello con mayor razón si, confor
me al principio de presunción de inocencia, le corresponde recibir el trato
de inocente en lo que dure la sustanciación de la causa hasta la emisión de
una sentencia condenatoria. Así, pues, queda explícito el vínculo existen
te entre el derecho fundamental a la libertad ambulatoria, inherente a toda
persona humana, y la prohibición de aplicar una pena que limite ese dere
cho antes de que medie sentencia firme de culpabilidad2930(301).
a. Concepto
(299) Al respecto, Bidart Campos sostiene acertadamente que la democracia consiste fundamentalmente
en e! reconocimiento dei derecho a. la libertad. Así, señala el autor “Cuando la Constitución en su parte
dogmática se propone asegurar y proteger los derechos individuales, merece la denominación de d erech o
co n stitu cio n a l “d e la libertad". Tan importante resulta la postura que el Estado adopta acerca de la libertad,
que la democracia, o forma de estado democrática (sic), consiste, fundamentalmente, en el reconocimiento
de esa libertad”. Bídart Campos, M a n u a l d e la C o n stitu ció n re fo rm a d a , 1.1, p. 519.
(300) Londgño Jiménez. T ra ta d o d e D e r e c h o p r o c e s a ! p e n a l, 1.1, p. 24.
(301) La estrecha vinculación entre presunción de inocencia y el derecho a permanecer en libertad ha sido
puesto de manifiesto por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, cuando expresó que de la
circunstancia de que una persona deba ser considerada inocente hasta que su culpabilidad quede de
mostrada deriva la obligación estatal de no restringir la libertad del detenido más allá de los límites
estrictamente necesarios para asegurar que no se impedirá el desarrollo eficiente de la investigación
y que no eludirá la acción de justicia, pues la prisión preventiva es una medida cautelar, no punitiva.
Asimismo, señaló la corte que hasta que recaiga sentencia condenatoria el acusado debe ser considerado
inocente y la finalidad del precepto que lo dispone es fundamentalmente que se conceda la libertad
provisional desde que la continuación de la detención deja de ser razonable. Fleming/L ópez Viñals,
G a r a n tía s d e l im p u ta d o , pp. 70-71.
(302) Hay detención arbitraria en los casos de detención sin orden judicial, la detención por motivos políti
cos, ia detención por fuerzas de seguridad para obtener declaraciones, el secuestro de nacionales en
el exterior para repatriarlos, la prolongación de la detención después dei cumplimiento de la pena im
puesta o después de haberse ordenado judicialmente la 1ibertad o por indulto o amnistía y en los demás
casos en que ia detención sea irregular, abusiva o contraria a derecho. La detención es ilegal cuando
se produce inobservancia de las formas y condiciones que la ley establece. De ahí que la doctrina de
derechos humanos distinga tres casos de detención ilegal: a) la detención totalmente extralegal, b) el
incumplimiento de las formas exigidas por la ley para la detención, y c) la desviación de las facultades
de detención para fines impropios.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
b. Contenido
(303) Al respecto, Florian sostiene que dos razones pueden justificar la prisión preventiva: una de seguridad,
para impedir la fuga del que ha cometido el delito; otra, procesal inherente a los fines del proceso, que
hacen que sea necesario que la investigación judicial para descubrir la verdad esté libre de toda traba,
lo que no sería posible si el procesado estuviese constantemente en libertad, ya que usaría de ella para
ocultar los instrumentos del delito, dificultar las pruebas y entorpecer la obra del juez y de los órganos
inquirentes. Florian, E le m e n to s d e D e r e c h o p r o c e s a ! p e n a l, pp. 140-143. AI respecto véase también
Bertolino, E l fu n c io n a m ie n to d e l D e r e c h o p r o c e s a l p e n a l , p. 133, entre otros. Por su parte, Clariá
Olmedo expone que, “(...) con respecto a los detenidos, las cárceles no son para castigarlos sino para
seguridad, es decir, para evitar el dafio jurídico que la libertad del procesado podría producir. So pretexto
de ‘precaución’, o sea, de esa seguridad jurídica, no puede ‘mortificarse’ a los detenidos más allá de lo
que esa precaución exige; por lo cual, solo a mérito de ella y no más allá de lo que esa precaución exige
debe mantenerse a un procesado en la cárcel”. CLARIÁ Olmedo, T ra ta d o d e D e r e c h o p r o c e s a l p e n a l,
1.1, p. 274. '
Principios
(304) En este sentido, P érez P inzón afirma que “si al interpretar la ley surge incertidumbre insuperable
entre su reconocimiento y su desconocimiento, se debe aplicar el principio in d u b io p r o lib é rta le . Si la
duda se presenta en torno a la prueba, se debe acoger el principio, como integrado al in d u b io p r o reo".
- Asimismo, el autor señala que desde antiguo el derecho se ha venido ocupando de la protección de la
libertad. Por eso se ha dicho y se ha venido repitiendo los siguientes aforismos: in d u b io p r o lib é rta te :
en caso de duda, la interpretación debe ser favorable a la libertad; q u o íie s d u b ia in te r p r e ta d o lib e r ta tis
e st: siempre debe favorecerse a la libertad en caso de duda; lib e rta s ó m n ib u s re b u s f a v o r a b ilio r est: la
libertad es más favorable que todas las cosas; n em a p r o k ib e n d u s e s t lib e r ta tifa v o r e : a nadie se le ha
de prohibir que favorezca la libertad; in o b s c u r o lib e r ta s p r a e v a le t: en la duda prevalece la libertad;
q u o tie s d u b ia in te r p r e ta d o lib e r ta tis est, se c u n d u m lib e rta te m re sp o n d e n d u m e rit: siempre que es
dudosa la interpretación relativa a la libertad, se habrá de responder a favor de ella. P érez P inzón,
L o s p r in c ip io s g e n e r a le s d e l p r o c e s o p e n a l, pp. 41,44-45. Asimismo, L ondoño Jiménez , T ra ta d o d e
D e r e c h o p r o c e s a l p e n a l, 1.1, p. 29.
(305) Citado por LONDOÑO Jiménez, T ra ta d o d e D e r e c h o p r o c e s a l p e n a l, 1.1, p. 33.
131
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
a. Concepto
(306) Al respecto, Córdoba Roda explica que “si et legislador ha promulgado una ley penal más beneficiosa,
resultaría injusto el que continuara aplicándose una ley penal que el propio legislador ha estimado que
debía sustituirse por otra". C órdoba Roda, en H o m e n a je a l p r o f e s o r D r. G o n za lo R o d r íg u e z M ou ru llo,
p. 243.
(307) Pinto, citada por Salvioli, explica que el fundamento de la favorabilidad penal está eti el principio
p r o h o m in e al ser este un “(...) criterio hermenéutico (...) en virtud del cual se debe acudir a la norma
más amplia, o a la interpretación más extensiva, cuando se trata de reconocer derechos protegidos, e
inversamente, a la norma o a la interpretación más restringida cuando se trata de establecer restricciones
permanentes al ejercicio de los derechos o su suspensión extraordinaria (...)”. Salvioli, Un a n á lisis
d e s d e e l p r in c ip io p r o p e r s o n a s o b r e e l v a lo r ju r íd ic o d e la s d e c is io n e s d e la C o m isió n I n te r a m e ric a n a
d e D e r e c h o s H u m a n o s, <http://www.derechoshumanos.unlp.edu.ar/ddhh/img/Un%20analisis%20
desde%2Oei%2OprmcipioD /o2Opro%2Opersona%2Osobre%2Oel%2Qvalor%2Ojuridico%2Ode%2Olas%20
dedsiones%20de%20la%20CIDH.%20Por%20Fabian%20Salvioli,pdf>,
(308) Al respecto, véase el artículo VII del Título Preliminar del CPP 2004, incisos 2 y 4.
(2) La ley procesal referida a derechos individuales que sea más favorable al imputado, expedida con
posterioridad a la actuación procesal, se aplicará retroactivamente, incluso para los actos ya concluidos,
si fuera posible;
(4) En caso de duda insalvable sobre la ley aplicable debe estarse a lo más favorable al reo.
(309) Sobre el particular, véase el artículo VII del Titulo Preliminar del CEP que establece “La retroactividad
y la interpretación de este Código se resuelven en lo más favorable al interno”.
(310) En el mismo sentido, P érez Pinzón, Los p r in c ip io s g e n e r a le s d e l p r o c e s o p e n a l, p. 38; Londoño
Jiménez, T ra ta d o d e D e r e c h o p r o c e s a l p e n a l, 1. 1, p. 34, entre otros.
Principios
b. Deslinde conceptual
c. Contenido
(311) Al respecto, Pérez Pinzón refiere que el fa vo r reí "es un principio género [y] no apunta siempre a la
búsqueda de “absolución” del procesado, causa por la cual, como es obvio, es más comprensivo que
sus especies o subprincipios”. Pérez Pinzón, L os principios generales del proceso penal, p. 38,
133
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(312) En esta misma línea, Maurach sostiene que la prohibición de retroactividad solo rige para aquellas
normas que fijan consecuencias jurídicas de un hecho cometido. Maurach, D e r e c h o p e n a l, pp. 197-198.
Por su parte, el Tribunal Constitucional en algunas sentencias sobre h a b e o s c o r p u s -contradictoriamente
a su pronunciamiento en otras resoluciones- ha sostenido que el principio de retroactividad favorable
comprende únicamente el Derecho penal sustantivo. Así, tenemos: Exp. N°2196-2002-HC/TC (f. j. 8),
caso: Carlos Saldafia Saldarla; Exp. N° 05775-2007-PHC/TC (f, j. 3), caso: Julio Alexander Gómez
Bárrelo; Exp. N° 2496-2005-PHC/TC (f. j. 12 y 13), caso; Eva Rosario Valencia Gutiérrez.
(313) En este mismo sentido, Fairén Guillen sostiene que “si una nueva ley procesal penal, concede más
garantías al sujeto pasivo -vinculado, acusado, incluso recién condenado- lo lógico es aplicarl a retroac
tivamente. Lo que no puede hacerse es lo contrario; admitir una retroactividad de la ley " in p e iu s " del
sujeto pasivo (por tratarse de un nuevo proceso con menos garantías, menos recursos, etc.). Fairén
Guillen, D o c tr in a g e n era l d e l D e r e c h o p r o c e s a l, p. 68. De igual forma, B inder afirma que “la otra
excepción —paralela, también a la excepción que rige en el campo del Derecho penal sustantivo- es la que
impone la retroactividad de la ley procesal más favorable". Binder, In tro d u c c ió n a! D e r e c h o p r o c e s a l
p e n a l, p. 137. En este mismo sentido, véase Villa Stein, D e r e c h o p e n a l, p, 163. A nivel jurisprudencial,
la Corte Interamericana de Derechos Humanos estableció en su considerando 46 que “(...) El principio
de retroactividad de la ley penal permisiva o favorable en materia criminal, y a c o n tr a r io se n s u , la
garantía de la no retroactividad de la ley restrictiva o desfavorable, abarca por igual tanto los preceptos
sustantivos como los adjetivos o de procedimiento que afecten cuestiones de derecho sustantivo. Esa
extensión de la denominada garantía contra las leyes e x p o s t a materia procesal penal, que actualmente
se predica en el sistema procesal moderno, ha sido el producto "de la evolución del Derecho penal y
procesal pena!". Informe 83/00, caso: 11.688 (García Pérez vs. Perú), 19 de octubre de 2000. En esta
misma línea se ha pronunciado nuestro Tribunal Constitucional en algunos procesos de h a b e a s c o r p u s
al asumir que la retroactividad favorable también es predicable respecto del Derecho procesal penal.
Así tenemos: Exp. N° 1300-2002-HC/TC-LIMA (f. j. 8-10), caso: Hugo Eyzaguirre Maguiña; exp.
N° 365-02-HC/TC. (f. j. 1), caso: Walter Barraza Suárez; Exp. N0 321-02-HC/TC (f. j. 4), caso: Robert
Rosas García; Exp. N“ 798-02-HC-TC (FJ. 3-5), caso: Carlos Arnulfo Vega Ardila; Exp. N“ 330-02-HC/
TC (f. j. 4), caso: James Ben Okoli; exp. N” 2166-02-HC/TC (f. j. 2), caso: Luis Delgado Arenas,
Principios
135
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
a. Concepto
b. Manifestaciones
(315) A l respecto, nuestro Tribunal Constitucional ha expuesto que “la igualdad en la ley (...) constituye
un limite al legislador, en tanto la actividad iegiferante deberá estar encamiüada a respetar la igualdad,
encontrándose vedado establecer diferenciaciones basadas en criterios irrazonables y desproporcionados.
En otros términos, el actuar del legislador tiene como límite el principio de igualdad, en tanto que
dicho principio ie exige que las relaciones y situaciones jurídicas determinadas que vaya a determinar
deban garantizar un trato igual y sin discriminaciones Exp. N° 0023-2005-PI/TC (f. j. 67-68),
caso: Defensoría del Pueblo vs. Congreso de ta República.
(316) Al respecto, ver Devis EchandÍa, Teoría general del proceso, pp. 56-57.
(317) M ora M ora, en Sistema acusatorio, pp. 25-26.
(318) Sobre el particular, C lariá Olmedo entiende que constituye una manifestación práctica de este prin
cipio “(...) la no aceptación de concesiones de privilegios en ia regulación de los procedimientos con
fundamento de fueros personales, como la raza, la fortuna o la religión. Se trata de la eliminación de
los fueros personales, sin perjuicio de la distinción por circunstancias objetivas (fuero real), como de
bería ser, por ejemplo, para la regulación del procedimiento penal militar”. C lariá Olmedo, Derecho
procesal, t. II, p. 57.
Principios
Las partes procesales deben contar con idénticas oportunidades para de
fender en paridad sus pretensiones. Entendida también como la “igual
dad en el proceso penal”, esta manifestación consiste en la paridad o
equilibrio de oportunidades o posibilidades que deben tener las partes
procesales para hacer valer sus derechos y garantías(321f
(3)9) Bajo esta línea, la Corte Suprema de Justicia ha establecido que, si bien ‘el principio de igualdad ante la
ley’, consiste en no hacer diferencias entre dos personas o más que estén situadas en las mismas condi
ciones; ello no impide que el legislador pueda brindar un trato diferenciado atendiendo a circunstancias
objetivas desiguales. Véase Mora Mora. Eu: Sistema Acusatorio, p. 25; Quintero Olivares, La justicia
penal en España, p. 82, En cuanto a la precisión conceptual entre diferenciación y discriminación, véase
Carmona Cuenca, El principio de igualdad material en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional,
' <www.cepc.es/rap/PubIicaciones/Revistas/3/REPNE_084_259.pdf>.
(320) PÉREZ PINZÓN, L os p r in c ip io s g e n e r a le s d e l p r o c e s o p e n a l, p. 90.
(321) Sobre el particular, cabe destacar que en el proceso penal, dada la preeminencia del órgano acusador
frente a la situación marginada y reducida de la defensa -del imputado, de la parte civil o del tercero
civilmente responsable-, no se puede hablar de una “igualdad de armas” en sentido absoluto, sino, por e!
contrario, de una “igualdad de oportunidades". Véase E sparza LeibaR, E l p r in c ip io d e l d e b id o p r o c e so ,
p. 138; M aier, D e r e c h o p r o c e s a l p e n a l, 1.1, pp. 578-579. Con una postura particular, respecto de las
potestades atribuidas a la defensa y la víctima, consultar Bernal Cuéllar/M ontealegre Lynett,
El proceso penal, 1.1, p. 127. Bajo esta línea, el Tribunal Constitucional español ha expuesto que “(..,)
no podrá reputarse de d iscriminatoria y constitucionalmente prohibida -antes al contrario- la acción de
favoreeimiento, siquiera temporal, que aquellos poderes que emprendan en beneficio de determinados
colectivos, históricamente preteridos y marginados, a fin de que, mediante un trato especial más favo
rable, vean suavizada o compensada su situación de desigualdad sustancial”. STCE 216/1991 (f. j. 5).
137
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(322) Así lo ha recogido nuestro tribunal al señalar que “(...) reconocer el ejercicio del derecho de defensa en
forma integral, a un procesado que no ostenta la calidad de abogado, implicaría someterlo a un estado
de indefensión por ausencia de una asistencia letrada, versada en el conocimiento del Derecho y de la
técnica de los procedimientos legales, situación que, además, quebranta el principio de igualdad de
armas o igualdad procesal de las partes”. Ex.p. N° 2028-2004-HC/TC (f. j. 5), caso: Margi Eveling Clavo
Peralta.
(323) Vivas U ssher, Manual de Derecho procesal penal, 1.1, p. 132.
(324) En este sentido, M aier, Derecho procesal penal¡ 1.1, pp. 578-579.
1 3 8 _______ _________________________________________________________
Principios
139
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
a. Concepto
b. Deslinde conceptual
(328) Clarú Olmedo, Tratado de Derecho procesalpenal, t. II, pp. 92-93. En ese mismo sentido, Rodríguez
F ernández, El proceso penal, pp. 81-82.
(329) San M artín C astro, Derecho procesal penal, 1.11, p. 934.
Principios
c. Contenido
141
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(335) Es de señalar que la instancia plural permite la realización de ua nuevo examen -que examina tanto
cuestiones tácticas como jurídicas-, mas no un nuevo proceso, puesto que se trata del mismo objeto
materia de discusión (hechos imputados y sujetos sobre tos que recae dicha imputación). Sobre el par
ticular, PÉREZ Manzano, Revista del Poder Judicial, 2006/XÍX, p. 275.
(336) Pastor, L os a lca n ces d el derecho del im putado a re c u rrir la sentencia, <http://www.cienciaspenale5,
org/REVISTA%2023/Los%20alcances%20del%20derecho%20del%20imputado%20a%20recurrir%20
la%20setitencía%20-%20Daniel%20Pastor.pdf>,
(337) San Martín Castro, Derecho procesal penal, t. II, p. 927. La Comisión Interamericana de Derechos
Humanos, por su parte, ha establecido que la revisión en segunda instancia debe ser tanto formal como
material. Así, explica que la revisión formal tiene “la finalidad de examinar la aplicación indebida, la
falta de aplicación o errónea interpretación, de normas de Derecho que determinen la parte resolutiva
de la sentencia”, mientras que la revisión material refiere al examen de “la interpretación de las normas
procesales que hubieran influido en la decisión de la causa, cuando hayan producido nulidad insanable
0 provocado indefensión". Informe N° 30 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, caso:
Gustavo Carranza (párr, 261), 18 de diciembre de 1997.
(338) San M artín Castro , Derecho procesal penal, t. II, p. 927. Sobre el punto, es correcta la crítica hecha
por Doig Díaz respecto del empleo del recurso de casación, puesto que actualmente está destinada a
abrir una suerte de tercera instancia que cumplir con su verdadera función: garantizar la interpretación
uniforme del derecho material y procesal y el principio de la igualdad. Así, propone: “si el objetivo es
142
Principios
Una gran discusión gira en tomo a la nueva facultad que el Código Pro
cesal Penal de 2004 otorga al juez ad quem\ condenar en segunda ins
tancia al que fue absuelto en primera. Al respecto, debemos tener en
cuenta que la legislación de 2004 vulnera el principio de pluralidad de
instancias; dado que no garantiza en segunda instancia el respeto de los
principios, garantías y derechos previstos para el proceso de primera
instancia. Así, por ejemplo, tenemos que: a) la audiencia de apelación
puede realizarse en ausencia del imputado (art. 423.4 CPP 2004), afec
tando con ello el derecho de defensa, principio de contradicción e in
mediación; b) se permite la valoración de prueba sin inmediación, con
tradicción y oralidad (arts. 422.5 y 424.4 CPP 2004); c) la admisión de
que la casación sea un recurso extraordinario y no una tercera instancia, habrá que establecer legal
mente los requisitos para interponerlo de forma clara y precisa, de modo que ni los recurrentes se vean
tentados por una tercera instancia ni la Sala penal posea un amplio margen de discrecional! dad en la
fase de admisión del recurso, con el que pueda restringir o desbordar el acceso al recurso”. Doig Díaz,
en Anuario de Derecho penal 2004, p. 211.
(339) San' Martín Castro, T e o ría d e la im p u g n a c ió n , pp. 16-17.
143
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(340) El articulo 14.5 del PIDCP prescribe que; “Toda persona declarada culpable de un delito tendrá derecho
a que el fallo condenatorio y la pena que se le haya impuesto sean sometidos a un tribunal superior,
conforme a lo prescrito por la ley”.
(341) El Comité de Derechos Humanos ha establecido en la Observación 32 (del 27 de julio de 2007) criterios
de interpretación del articulo 14.5 del PIDCP, señalando que no solo se vulnera el artículo en mención
cuando la decisión de un tribunal de primera instancia se considera definitiva sino también si una con
dena impuesta por un tribunal de apelación o un tribunal de última instancia a una persona absuelta en
primera instancia no puede ser revisada por un tribunal superior. En igual sentido, el Comité de Derechos
Humanos ha plasmado en varios pronunciamientos que “la ausencia del derecho a revisión por un tri
bunal superior de la condena impuesta por un tribunal de apelación, después de que la persona hubiera
sido declarada inocente por un tribunal inferior, constituye una violación del párrafo 5 del artículo 14
del Pacto”. Comunicación N° 1325/2004, caso: Conde Conde vs. España (párr. 7.2), 13 de noviembre de
2006. Criterios similares se advierten en los siguientes pronunciamientos: Comunicación N° 1095/2002,
caso: Gomaríz Velera vs. España (párr. 7.1), 26 de agosto de 2005; Comunicación 1332/2006, caso:
García Sánchez vs. España (párr. 7.2), 15 de noviembre de 2006; y, Comunicación 1381/2005, caso:
Hacuel Moreno vs. España (párr. 7.2), 25 de julio de 2007.
(342) Pastor, E l p la z o r a z o n a b le en e l p r o c e s o d e l E s ta d o d e D e r e c h o , p. 53.
Principios
a. Concepto
b. Deslinde conceptual
145
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesa! Penal peruano
contada en días, meses o años, sino que debe analizarse caso por caso*346*.
Según esta postura, la afectación ai plazo razonable no viene determi
nada por la infracción del plazo legal.
Por nuestra parte, consideramos que estas dos expresiones -plazo le
gal y plazo razonable- no deben ser equiparadas o confundidas, pues
la primera, a pesar de haber sido establecida legalmente, puede vulne
rar el plazo razonable. Consiguientemente, no todo plazo legal es ra
zonable, En este mismo sentido, el Tribunal Constitucional español ha
referido que no se ha constitucionalizado el derecho a que los plazos
se cumplan, sino el derecho de toda persona a que su causa se resuel
va dentro de un plazo razonable, y a que las secuencias del proceso se
ajusten a las dimensiones temporales definidas en las normas*347348*.
c. Contenido
1 4 6 ________________________________________________________
Principios
147
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
Por otro lado, debe dejarse claramente establecido que las dilacio
nes indebidas que se hayan producido por defectos de organización
o carencias estructurales no podrán ser valoradas en perjuicio del
imputado; sino que, antes bien, tales deficiencias le serán imputadas
al Estado, en tanto le corresponde brindar, a los jueces y tribunales,
las herramientas o mecanismos necesarios para que estos puedan
cumplir con su función jurisdiccional de garantizar la libertad, la
justicia y la seguridad con la rapidez que permita la duración nor
mal de los procesos y evitando dilaciones indebidas que quebran
ten o afecten el plazo razonable0535.
1 4 8 ________________________________________________________________
Principios
(357) Así, Huertas Díaz/T rujillo L ondoño/S anabría R incón/L ozano Pacheco, El derecho al debido
proceso, p. 141, Exp. N° 549-2004-HC/TC (f. j. 11), caso: Manuel Rubén Moura García. Asimismo,
véase el Exp. N° 01680-2009-PHC/TC (f. j. 3 del voto de! magistrado Mesía Ramírez), caso: Antauro
Igor Húmala Tasso y otros.
(358) Exp. H° 1680-2009-PHC/TC (f. j. 3 del voto del magistrado Mesía Ramírez), caso: Antauro Igor Húmala
Tasso y otros.
(359) Exp. N° 01680-2009-PHC/TC (f. j. 25 del voto del magistrado Mesía Ramírez), caso: Antauro Igor
Huamala Tasso y otros. Asimismo, véase la sentencia emitida por la CIDH con fecha 27 de noviembre
de 2008 (párr. 155), caso: Valle Jaramillo y otros vs. Colombia; sentencia CIDH de 3 de abril de 2009
(párr. 112), caso: Kawas Fernández vs. Honduras.
_______________________________________________________________ 149
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(360) Es necesario precisar que e! plazo legalmente establecido para la duración del proceso, no necesariamente
tiene que ser único; sino que, atendiendo a la complejidad del caso, puede establecerse varios plazos
legales.
(361) Lanz aróte M artínez, L a vu ln e ra c ió n d e! p la z o r a z o n a b le en e l p r o c e s o p e n a l, p. 44.
1 5 0 _________________________________ :______________________
Principios
* La nulíd ad. Esta alternativa postul a que una vez determinada la trans
gresión al plazo razonable, el tribunal debe anular el acto o resolución
que ha producido la vulneración del plazo razonable. A decir de P a s
t o r , esta alternativa no logra cumplir adecuadamente con el fin de la
(362) Pastor, El plazo razonable en el proceso del Estado de Derecho, pp. 529-530.
(363) Pastor , El plazo razonable en el proceso del Estado de Derecho, pp. 608-609.
151
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
1 5 2 ________________________________________________________________
Principios
a. Concepto
Cabe destacar, que dichos derechos varían dependiendo del sujeto pro
cesal que detente la g aran tíale la defensa; así, en el caso del imputado,
partes, sea en un proceso o procedimiento, o en el caso de un tercero con interés”. Exp. N° 8605-2005-
AA/TC (f. j. 14), caso: Engelhard Perú SAC. Véase también exp. N° 2659-1996-AA/TC (f. j. 4), caso:
' Lázaro Aparicio Mendoza Navarro; Exp, Nl>7324-2005-PA/TC(f, j. 2), caso: Gilberto Cueva Martín; Exp.
6149-2006-PA/TC y 6662-2006-PA/TC (f. j. 29), caso: Minera Sulliden Shahuindo S.A.C. y Compañía
de Exploraciones Algamarca S.A.; y Exp. N° 4719-2007-PHC/TC (f. j. 9), caso: Shaid Hussein Bi.
(367) Landa A rroyo, Bases constitucionales del nuevo Código procesalpenal peruano, <http:// www.incipp.
org.pe/modulo5/documeutos/descargar.php?id“ 147>.
(368) B ixdeh, Introducción al Derecho procesal penal, p. 155. Considerando las implicancias del derecho de
defensa respecto de la observancia de los demás principios, garantías y derechos procesales, FERRAJOLI
entiende que “[p]ara que la contienda se desarrolle lealmente y con igualdad de armas, es necesaria
(.. .): en primer lugar, que la defensa esté dotada de la misma capacidad y de los mismos poderes que
la acusación; en segundo lugar, que se admita su papel contradictor en todo momento y grado del pro
cedimiento y en relacipncon cualquier acto probatorio, de los experimentos judiciales y las pericias al
interrogatorio del imputado, desde los reconocimientos hasta las declaraciones testificales y los careos.
La primera de estas dos condiciones exige que el imputado esté asistido por un defensor en situación
de competir con el Ministerio Público (...) La segunda condición, relativa a la esfera de intervención
del imputado y su defensor (...)”. F errajoli, Derecho y razón, p. 614. Véase también Maier, Derecho
procesal penal, 1.1, p. 577; Pérez Pinzón, L os principios generales del proceso penal, pp. 52-53; entre
otros.
(369) Gimeno Sendra, Derecho procesal penal, p. 225.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
b. Manifestaciones
(370) Bajo esta linea, G imeno Señora entiende que el derecho de defensa sirve “{...) para hacer valer dentro
del proceso penal el derecho a la libertad que asiste a todo ciudadano que, por no haber sido condenado,
se presume inocente" GlMENO Sendra/M oreno CaTENa/C ortÉSDOMÍNGUEZ, Derecho procesal penal,
p. 68.
(371) De hecho, el artículo 98 CPP 2004 señala que la pretensión interpuesta a través del ejercicio de la acción,
por parte del actor civil, es de naturaleza reparatoria, en tanto que este sujeto procesal solo está permitido
a reclamar la reparación y, en su caso, los daños y perjuicios producidos por el delito. Asimismo, respec
to del tercero civil, el artículo 113.1 CPP 2004 expresa que el ejercicio de su derecho de defensa recae
fundamentalmente sobre sus intereses patrimoniales que se vean implicados, de manera accesoria, en la
relación procesal de carácter juridico-penal. Respecto de la legitimidad en la intervención dei Ministerio
Público, cabe destacar que ella no responde a un derecho subjetivo que se pretenda resguardar, sittO al
principio de legalidad que busca amparar. De este modo, Se suele afirmar que este órgano es el custodio
de la legalidad, en virtud del cual es el único titular de poder incoar el proceso penal. En esa línea, M aier
señala que el supuesto de que la ley amplíe d reduzca las facultades del Ministerio Público no implica que
esté regulando su defensa y le esté otorgando oportunidades para ejercer ese derecho, sino, simplemente,
que le está dando armas para cumplir su función “cuando, por error judicial, se le niega alguna de las
atribuciones que posee (por ej., informar después de la recepción de la prueba en el debate), la sentencia
se podrá anular, si él la recurre (casación), pero nunca bajo el fundamento de que se ‘violó la defensa'
de! Ministerio Público, sino bajo el más racional de que no se ha cumplido con el procedimiento que la
ley prevé para arribar a ella, omitiéndose un acto previsto (siempre una nulidad relativa, sujeta a ciertas
condiciones, que no invalida por sí la decisión)”. M aier, Derecho procesal penal, 1.1, p. 544; .Jauchen,
Derechos del imputado, pp. 152-153; M ontero A roca, Principios del proceso penal, pp. 140-141; R ifa
Soler/R ichaRD González/R iaño Bruñ, Derecho procesal penal, pp. 144-145.
(372) En ese sentido, Vázquez Rossi, La defensa penal, pp. 158-159; BiNDER/nírotfuccíórt al Derecho procesa!
penal, p. 159; Jauchen, Derecho del imputado, pp. 154-155 y 157 y C ordón Moreno, Las garantías
constitucionales del proceso penal, pp. 167-168.
1 5 4 ________________________________________________________________
Principios
(373) El artículo 80 del CPP 2004 señala que “El Servicio Nacional de la Defensa de Oficio, (...) proveerá
la defensa gratuita a todos aquellos que dentro de! proceso penal, por sus escasos recursos no puedan
designar abogado defensor de su elección (...)”.
(374) Exp. N° 01425-2008-PHC/TC (f. j. 12), caso: Luis Grover González Gallardo.
(375) Asi, Exp. N° 05999-2008-PHC/TC (f. j. 5), caso: José Gerónimo Cabana Ninahuamán.
(376) Fleming/L ópez Viñals, G a r a n tía s d e! im p u ta d o , p, 305. En esa línea, se ha pronunciado la Corte
Interamericana de Derechos Humanos en ei caso Tibí vs. Ecuador al señalar que no se trata de ninguna
defensa, sino de una verdadera y que se debe proveer los medios para que la baya, de io contrario la
tutela de los derechos humanos del procesado tropezará una y otra vez con las deficiencias de su asis
tencia que se traducen a fin de cuentas en una violación del derecho mal disimulada por un ejercicio
aparente, que no resiste al menor análisis. SCIDH, caso: Tibí vs. Ecuador (párr, 49), 07 de setiembre
de 2004. Asimismo, Jauchen, D e r e c h o s d e ! im p u ta d o , p. 157; Vázquez Rosst, L a d e fe n sa p e n a l,
p. 159; Armenia Deu, L e c c io n e s d e D e r e c h o p r o c e s a l p e n a !, p. 96 y; Rifa Soler /R ichard González/
Riano Brun, D e r e c h o p r o c e s a l p e n a !, p. 149.
155
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(377) Véase ampliamente sobre ei abogado defensor el capítulo correspondiente a sujetos procesales.
(378) Criterio expuesto por el Superior Tribunal de Justicia de la Provincia de Jujuy, en el caso “Zenteno,
Emma”, citado por Fleming/L ópez Viñals, Garantías del imputado, p. 306.
■(379) Roxin, Derecho procesal penal, p. 140.
(380) En esa línea, F leming y L ópez Viñals sostienen que “el aseguramiento de la efectividad de la defensa
exige de parte del tribunal una actitud comprometida que avance sobre los obstáculos que afectan a la
plenitud de la debida asistencia técnica; la actuación del tribunal en este sentido no debe ser percibida
como atentatoria de su imparcialidad, sino como una reafirmación de ella, pues de no verificarse im
plicaría una complicidad con un desequilibrio dei proceso favorable a ia acusación. Ello solo significa
que el tribunal debe velar por que se asegure la defensa efectiva, no por asegurarla por sí, supliendo ai
órgano de la defensa”. Fleming/L ópez Viñals, Garantías del imputado, p. 306.
1 5 6 ________________________________________________________________
Principios
(381) R ifa Soler /González/R iaño Brun, Derecho procesal penal, p. 149.
(382) STC UOn 994, de 11 de abrí! citado por Cordón Moreno, Las garantías constitucionales del proceso
penal, p. 170. En esta línea, se ha pronunciado la Corte Suprema en e¡ caso A.V 09-2004, (f. j. 5), caso:
Alberto Fujimori Fujimori.
(383) A sencio M ellado, Sistema acusatorio y derecho de defensa en el proceso penal, p. 138. En ese mismo
sentido, D e O ña N avarro refiere que el derecho a la información de la acusación es un presupuesto
del derecho de defensa “por cuanto es indispensable y necesario como algo previo al ejercicio del
mismo de la autodefensa y de la defensa técnica, pues mal podría autodefenderse —u organizar la
157
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(387) Así, la Corte Iníeramericana de Derechos Humanos señaló que se vulnera el derecho a ser informado de
la acusación cuando se efectivizan medidas restrictivas de derechos fundamentales (como la detención)
sin ser informadas previamente al imputado.
(388) Eser refiere que “(,..) el inculpado, no solo antes de! primer interrogatorio debe ser informado (...), sino
antes de cada primer interrogatorio” en cualquier etapa del proceso. E se r , Temas de Derecho penal y
procesal penal, p. 23.
(389) La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha considerado que se afecta ei artículo 8.2.b de ia
Convención Americana (derecho a ser informado de la acusación), cuando na se pone en conocimiento
de los abogados del acusado la existencia de una prueba nueva.
(390) Cordón Moreno, Las garantías constitucionales del proceso penal, p. 162. En ese mismo sentido,
Armenia Deu, Lecciones de Derecho procesal penal, p. 52.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
Hay que mencionar, por otro lado, que este derecho vincula a todos
los órganos del Estado que tengan intervención en la administra
ción de justicia (Policía, Ministerio Público y órgano jurisdiccional).
Todos estos órganos tienen, en efecto, el deber de facilitar tanto al
imputado como a su abogado defensor, el acceso a la información
contenida en el expediente y; en general, a todos los actuados que
se realicen en el proceso. Asimismo, estos órganos tienen la obli
gación de poner en conocimiento del imputado los cargos que hay
en su contra; a fin de que este pueda, a través de su abogado defen
sor, argumentar, alegar y refutar lo que considere conveniente a su
favor. Ello con mayor razón, si se le ha denegado o se ha declara
do infundado un recurso, dado que, el conocimiento oportuno de
tal fallo, le permitirá impugnar tal decisión dentro del plazo legal
mente establecido.
(392) En este sentido, véase el artículo 157 del Código de Procedimientos Penales, que estipula que el incul
pado puede solicitar al juez instructor que se le permita presenciar la declaración de todos o algunos
de los testigos. De igual forma, el inc. 1 del artículo 338 del Código Procesal Penal de 2004 establece
que, durante la investigación, el fiscal podrá permitir la asistencia de los sujetos procesales (entiéndase
también del imputado) en las diligencias que deba realizar, salvo las excepciones previstas por la ley.
161
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(393) Artículo 73: “(.. .) el juez puede ordenar que una actuación se mantenga en reserva por un tiempo de
terminado cuando juzgue que su conocimiento puede entorpecer o dificultar en alguna forma el éxito
de la investigación que lleva a cabo (..
(394) Artículo 324.2: “El fiscal puede ordenar que alguna actuación o documento se mantenga en secreto
por un tiempo ao mayor de veinte días, prorrogabas por el juez de la investigación preparatoria por un
plazo no mayor de veinte días, cuando su conocimiento pueda dificultar el éxito de la investigación. La
disposición del fiscal que declara el secreto se notificará a las partes”.
(395) Conveniente aclarar que el “secreto de la instrucción” es distinto a la “reserva de la instrucción”, dado
que, esta última no limita la participación o intervención del imputado en los actos de investigación,
sino que está diseñada para impedir el acceso de terceros ajenos a la investigación.
(396) Maier, Derecho procesal penal, t. II, p. 269.
1 6 2 ________________________________________________________________
Principios
(397) SCIDH, caso: Castillo Petruzzi y otros VS. Perú (párr. 136.b), 30 de mayo de 1999.
(398) Roxin, Derecho procesal penal, p. 140.
(399) Jauchen, Derechos del imputado, p. 182.
(400) M aier, Derecho procesal pena!, 1.1, p. 446.
(401) Jauchen, Derechos del imputado, pp. 181-182,
1 6 4 _________________________________________■
__________
Principios
(402) Al respecto, nuestro TC ha referido que el principio de la no autoincriminación “no se encuentra re
conocido expresamente en ¡a Constitución. Sin embargo, se trata de un derecho fundamental de orden
procesal que forma parte de los derechos implícitos que conforman el derecho al debido proceso penal”.
Exp. N° 003-2005-PI/TC (f. j. 272), caso: más de cinco mil ciudadanos.
(403) Sobre ello, la CIDH, en el caso Cantoral Benavides, concluyó que se afectó el derecho a la no autoincri-
minación -a l señor Cantoral- al haber sido “sometido a torturas para doblegar su resistencia psíquica
y obligarlo a (...) confesar determinadas conductas delictivas”. SCIDH, caso: Cantoral Benavides vs.
Perú (párr. 132), 18 de agosto del 2000.
(404) Quispe FarfÁN, E l derecho a la n o autoincrim inación y su aplicación en el P erú , <hUp://sísbíb.unmsm.
edu.pe/bibvirtual/tesis/human/quispe_f_f/qnispe__farfan_f.htm>.
_______________________________________________________________ 165
Arsenio Oré Guardia ! Derecho Procesal Penal peruano
1 6 6 _______________________ _________________________________________
Principios
(408) Así también, L ópez M asle, en Derecho procesal penal chileno, t, II, pp. 84-85. En Puerto Rico esta
prohibición (valorar en forma negativa al silencio) no constituye una exigencia propia del juez, sino
también repercute en el fiscal. Chiesa explica que “ante un comentario indebido del fiscal sobre el
silencio de! acusado [que, de alguna manera, induzca a considerar la culpabilidad], procede una inme
diata y enérgica reprimenda de! juez al fiscal frente al jurado”. Chiesa A ponte, Tratado de Derecho
p r o b a to r io , p. 183.
(409) Refiriéndose al. derecho a la Go autoincriminación en relación con el procesado y el testigo, la Corte
Constitucional colombiana ha señalado que: “el indagado [procesado] es (i) sujeto de la acción penal;
(ii) sobre él recae la investigación penal; (iii) es titular de los derechos a guardar silencio, no pudiendo
ser apreciado tal comportamiento como un indicio en su contra, y a no autoincriminarse, y por ende,
la declaración que rinde es voluntaria, libre de todo apremio; (iv) constitucionalmente no está obligado
a declarar contra su cónyuge, compañero permanente o parientes dentro del cuarto grado de consan
guinidad, segundo de afinidad o primero civil; (v) durante la indagatoria debe estar asistido por su
defensor de confianza o de oficio, quienes no podrán interrogarlo; y (vi) le asiste el derecho a solicitar
la ampliación de su indagatoria. Por el contrario, el testigo (i) no es sujeto de la acción penal; (ii) está
obligado a declarar bajo juramento, no pudiendo ser obligado a hacerlo contra sí mismo o contra su
cónyuge compañera o compañero permanente o parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad,
segundo de afinidad o primero civil; (iii) de llegar a faltar a la verdad o la calle total o parcialmente,
puede ser sancionado penalmente por el delito de falso testimonio; y (iv) todos los sujetos procesales
pueden interrogarlo”. Sentencia C-537/06, MP Humberto Antonio Sierra Porto.
167
Arsenío Oré Guardia / Derecho Procesa] Penal peruano
(418) Lo expuesto se encuentra recogido en el artículo 2,19 de nuestra Constitución que señala: “Todo peruano
tiene derecho a usar su propio idioma ante cualquier autoridad mediante un intérprete”.
(419) En ese mismo sentido, Gómez Sánchez Torrealva explica que “la participación del intérprete coadyu
vará a la [participación] realizada por ei abogado defensor (...), quien a través del pleno entendimiento
de lo expresado por su cliente -e n cuanto a los hechos que demarcan al caso- podrá tomar pleno
conocimiento de los sucesos acaecidos y así, formular una adecuada defensa, ya que (...) el intérprete
servirá como canal entre el procesado y el abogado”. Gómez Sánchez Torrealva, El acceso a un
intérprete como manifestación del ejercicio del derecho de defensa, <http://boletinderecbo.upsjb.edu.
pe/articulos/derechos_linguisticos.doc>.
(420) Cabe recordar que, si bien esta manifestación ya había sido recogida en la Constitución de 1979 (art.
233.9) y mantenida en la Constitución de 1993 (art. 132.12); durante el gobierno de Fujimori, se inob
servó ei derecho de defensa a través de la promulgación del Decreto Ley N° 25728, mediante el cual se
estableció, en su artículo 1, que ..) era permitido la condena del ausente en el caso de los procesados
por los delitos de terrorismo y de traición a la patria previstos en los Decretos Leyes N°s 25475 y 25659.
Por otro lado, la Ley N° 26641, recurriendo a la interpretación auténtica, señalaba que la contumacia
podía configurar delito, sin perjuicio de la interrupción de los términos prescriptorios”. Castañeda
Otsu, en La Constitución comentada, t. II, p. 567.
(421) Horvitz Lennon, en Derecho procesal penal chileno, 1.1, p. 235.
(422) Bajo esta linea, Maier sostiene que “L a razón de ser de la prohibición es clara: el procedimiento penal
no se satisface, como el civil, por la importancia de las consecuencias que de él se derivan, con solo
conceder una posibilidad cierta de defenderse, sin controlar de hecho que quien se defiende pueda,
realmente ejercer esa defensa; al contrario, necesita verificar, de cuerpo presente, que el imputado sea
idóneo para intervenir en el procedimiento (capacidad) y esté en condiciones para ejercer las facultades
_______________________________________________________________ 169
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesa! Pena! peruano
que, al efecto, le concede la ley procesal penal”. M aier, D e r e c h o procesalpenal, 1.1, pp. 594-595. Véase
también Gimeno Sendra/Torres del Morai./Morenilla Allard/D íaz Martínez, L os d e re c h o s
fu n d a m e n ta le s y su p r o te c c ió n ju r is d ic c io n a l, p. 496.
(423) En el supuesto del imputado ausente, a tenor de! artículo 319 CdPP, se tiene que, recibidos los autos
contra el reo ausente por el tribunal, se correrá traslado al fi seal a efectos de que este formule la acusación
correspondiente. Seguidamente, el tribunal, después de renovar las órdenes para su captura y mandarlo
llamar por edictos que expresen los delitos que ¡e son imputados por la acusación fiscal, reservará el
proceso hasta que el acusado sea habido.
Principios
Principio de publicidad
M arco norm ativo: Artículo .139.4 Constitución; artículo 10 LOPJ; ar
tículo 1.2 TP CPP 2004; artículo 11.1 DUDH; artículo 14.1 PIDCP; artículo
8.5 CADH; artículo 26 DADDH.
(424J Así lo resolvió la Sala de Apelaciones de Huaura, al precisar que si el acusado, luego de haber “(•..)
prestado su declaración en el juicio oral (...) deja de asistir a la audiencia, esta continuará sin su presen
cia y será representado por su defensor (...)”. Exp. 694-2006 (Cons. 03), en Espinoza. G oyena, Nueva
jurisprudencia 2006-2008, p. 154.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
las partes procesales que forman parte de ella- este principio garantiza la
posibilidad que tiene cualquier persona de controlar los actos p ro c e sa le s^ .
a. Concepto
b. Contenido
(425) A decir de Roxin, '‘Su significado esencial reside en consolidar la confianza pública en la administración
de justicia (...), en fomentar la responsabilidad de los órganos de la administración de justicia y en evitar la
posibilidad de que circunstancias ajenas a la causa influyan en el tribunal y, con ello, en la sentencia (...).
Esta ‘falta de afectación de] fallo judicial por influencias ajenas a la causa’ no está amenazada únicamente
por restricciones contrarias a la ley, sino, también, por ampliaciones inadmisibles de la publicidad. Por
ello (...) solo está garantizada la ‘publicidad directa de las salas de audiencias' (.. porque la publicidad
masiva del público de televisión o de radio no solo puede modificar de forma imprevisible el compor
tamiento de) acusado y de los testigos, sino también convertir al tribunal, con mucha más facilidad, en
victima de los prejuicios y expectativas extendidos ( , . Roxin, Derecho procesal penal, p. 407.
(426) Entendido como aquel complejo haz de libertades, que, conforme enuncia el artículo 13 de la Convención
Americana de Derechos Humanos, comprende las libertades de buscar, recibir y difundir informacio
nes de toda índole verazmente. En este sentido, véase c¡ exp. N° 0905-2001-AA/TC (f. j. 9) caso: Caja
Rural de Ahorro y Crédito de San Martín. Sobre el particular, el Tribunal Constitucional ha agregado
que “Según la Constitución (arts. 139,4 y 139.15), el derecho a ¡a información procesal se puede inferir
del principio de ‘publicidad en los procesos’ y del ‘derecho a la información’ (con inmediatez y por
escrito) atribuirle (sic) a toda persona para que se le informe de las causas o razones de su detención”.
Exp. N° 3361-2 004-AA/TC (f. j. 26), caso: Jaime Amado Álvarez Guillen.
(427) Respecto de los juicios en caso de funcionarios públicos o de delitos de prensa, el Código Procesal Penal
2004, en concordancia con la Constitución Política (art. 139.4) señala que estos siempre serán públicos
(art. 357.4).
172
Principios
(428) Con relación al último punto, hay que señalar que el juzgado, con criterio discrecional, puede imponer a
los participantes en el juicio el deber de guardar secreto sobre los hechos que presenciaren o conocieren
(art. 357.3 CPP 2004). '
(429) Ai respecto, Chiesa Aponte señala que en su ordenamiento, las consecuencias jurídicas de la desna
turalización del principio de publicidad depende del caso en concreto -de la gravedad del caso o de la
presión mediática que ejerzan los medios de comunicación sobre el tribunal, por ejemplo- destacando
que las medidas a tomar pueden ser: i) Desarrollar el juicio o procedimiento en privado; ii) prohibir a
los medios noticiosos de informar o publicar sobre el desarrollo del juicio o vista; iii) trasladar el caso
a un lugar donde la publicidad sea menor; iv) posponer el juicio hasta que la publicidad disminuya
sustancialmente; v) en caso de acumulación, separar a uno o alguno de los acusados; vi) incrementar
la rigurosidad en el proceso de selección del jurado (L‘v o ir d ire ”); vii) recusar o excluir a ios jurados;
viii) instruirles durante el proceso de selección; ix) secuestrar al jurado; x) dictar órdenes de “mordaza”
a abogados, testigos y empleados del tribunal; xi) controlar la presencia y conducta de la prensa en sala.
Chipsa A ponte, D e r e c h o p r o c e s a l p e n a l d e P u e r to R ic o y E s ta d o s U n idos, vol. 31, pp. 139-149.
(430) Al respecto, BaUMann señala que “La actividad de los órganos de persecución n o es p ú b lic a , en el
p r o c e d im ie n to d e in v e stig a c ió n (instrucción) y en el in term ed io . Esto vale también respecto de actos
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
Cabe recalcar que toda restricción del principio de publicidad sin am
paro legal que la sustente, así esta sea motivada será considerada arbi
traria, generándose, por tanto, la nulidad del acto (art. 215 CdPP).
judiciales en estos periodos procesales. Aquí, prever la publicidad demoraría excesivamente la tramitación
de estas partes del proceso. Cada acto debería comunicarse al público con anterioridad (por ejemplo,
respecto de los términos para prestar declaración, en la Policía, Ministerio Público, Tribunal, etc.). Por
otro lado, basta el control público del debate, porque únicamente lu tratado en el debate puede fundar
la sentencia Baumann, Derecho procesal penal, pp. 108-109.
Principios
Principio de orafidad
Marco normativo: Artículos 207 y 262 CdPP; artículo 1.2 TP CPP
2004; artículo 356 CPP 2004.
a. Concepto
(431) Bajo esta linea Iñaki Esparza sostiene: “El objetivo de un procedimiento en el que ¡a oralidad sea
plena es sin embargo utópico. Tal y como adelantamos, se habla de prevalencia y no de plenitud, pero
la oralidad sí debe darse en las fases decisivas del procedimiento, en el ‘juicio oral’, ya que solo de un
debate oral puede el órgano obtener convicción”. Iñaki Esparza, El principio del debido proceso, p.
59. Véase también, Véscovi, Teoría general del proceso, p. 259. Particularmente, pero llegando a ia
misma conclusión, Chiovenda señala que “es equívoca la expresión proceso mixto (pues) todo proceso
es mixto. Pero un proceso mixto deberá ser llamado ors 1 o escrito según el sitio, que reserve a la oralidad
y a los escritos y, sobre todo, según la manera como esté desenvuelta en él la oralidad”. Chiovenda,
Instituciones de Derecho procesal civil, p, 478.
(432) M ontero AroCA, Introducción al Derecho jurisdiccional peruano, p. 288.
(433) Fernández Entralco, en La reforma del proceso penal, p. 58. Asimismo, respecto a la interrelación
existente entre los principios de oralidad, inmediación, publicidad, concentración y contradicción, véase,
A sencio M ellado, Introducción al Derecho procesal penal, p. 214; Binder, Introducción al Derecho
procesal penal, pp. 100-101; Bovino, Principios políticos del procedimiento penal, p. 79; Clariá
Olmedo, Derecho procesal, t. II, p. 413; Fairén Guillen, Doctrina general del Derecho procesal,
p. 398; F ernández Entralgo, en La reforma del proceso p enal p. 58; Goldschmidt, Principios
generales delproceso, p. 115; Schónbohm/LÜSING, en Sistema Acusatorio, p. 59; Tavolari Oliveros,
La prueba entre la oralidad y la escritura, <http://www.uv.es/coloquio/coloquio/informes/ip28chil.
pdf>; VÉLE7, M akiconde, Derecho procesal penal, p. 181, entre otros.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
b. Contenido
(434) En este sentido, Goldschmidt afirma: “Se entiende por oralidad del procedimiento el principio de que
la resolución judicial puede basarse solo en el material procesal proferido oralmente”; “el contrario del
principio de la oralidad se representa por el de la escritura, con arreglo al cual la resolución judicial
ha de basarse solo en el material procesal depuesto por el escrito en los autos”. Citado por FERNÁNDEZ
Entralgo en La reforma del proceso penal, p. 58.
(435) A lcalá -Zamora y Castillo , Cuestiones de terminología procesal, p. 57.
(436) De La Oliva SANTOS, Derecho procesal penal, p. 68. Por su parte, Maier entiende que “La oralidad
de los actos reconoce excepciones naturales: aquellos medios de prueba originariamente escritos
(documentos e informes), que se leen o exhiben en la audiencia, y aquellos que, sin participar de esta
característica, pues, regularmente, se desarrollan en forma oral, constan de un acta que se permite
incorporar al debate por su lectura”. Maier, Derecho procesal penal, pp. 657-658,
176
Principios
Principio de inmediación
M arco norm ativo: Artículo 210 CdPP; artículo 6 LOPJ; artículo 356.1
CPP 2004.
a. Concepto
b. Deslinde conceptual
(437) Bajo esta línea, M ixán M áss señala que “por el principio de oralidad, quienes intervienen en la au
diencia deben expresar a ‘viva voz’ sus pensamientos (preguntas, respuestas, argumentos, alegatos,
pedidos, etc.); esto implica el deber de proferir oralmente los pensamientos en la apertura, desarrollo
y finalización de la audiencia (del ‘juicio oral’)”. M ixán Máss, D e r e c h o p r o c e s a l p e n a l, p. 57; véase
también L evene, M a n u a l d e D e r e c h o p r o c e s a l p e n a l, p. 109; Roxin, D e r e c h o p r o c e s a l p e n a l, p. 115.
(438) Así podemos apreciar que, en el Código Procesal Penal 2004, las referidas audiencias se encuentran
previstas para resolver los incidentes que se susciten a lo largo del proceso, tales como ios que se
dan por razón de tutela (art. 71.4 CPP 2004); del principio de oportunidad (arts. 2,7; 6 CPP 2004), de
las medidas restrictivas de derechos (arts. 225.5; 228.2; 229; 231.4; y 204 CPP 2004), de las medidas
cautelares (arts. 266.2; 271.1; 274.2; 279.2; 283; 287; 290.4; 294; 296.1; 296.2; 299.2; 301; 255.3; 305.2;
318.4; 319.3 CPP 2004), de plazos (arts, 334.2; 342.2; 343.2 CPP 2004), entre otros.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
Por otro lado, y destacando el vínculo entre los principios antes refe
ridos, observamos que la verdadera inmediación solo es posible en un
procedimiento oral, puesto que en este es más frecuente la comunica
ción de las partes entre sí y con el juez. Contrariamente, en un proceso
predominantemente escrito, el juez que ha de dictar sentencia no ne
cesita haber presenciado la práctica de las pruebas, por cuanto su deci
sión ha de basarse en lo que consta por escrito439(440).
c. Manifestaciones
(439) Al respecto, F enech expone que “la oral idad hace referencia a la forma de obtención del conocimiento;
la inmediación es un grado en la escala de la percepción. Por ello, aunque coincidan algunos de los
efectos de ambos principios, no pueden confundirse estos”. Fenech, D e r e c h o p r o c e s a l p e n a l, t. 1,
pp. 740-741. '
(440) M ontero A roca , D e r e c h o ju r is d ic c io n a l l, p. 390.
(441) A! respecto, señala Montero Aroca que la inmediación implica la presencia del juez y, además, que él
mismo forme su convicción con lo que ve y oye. M ontero A roca, D e r e c h o ju r is d ic c io n a l I, p. 384.
(442) En ese mismo sentido, Asencio Mellado, D e r e c h o p r o c e s a l p e n a l, 267. Sin embargo, Andrés Ibáñez
advierte la peligrosidad de valorar las actitudes de un sujeto procesal. Refiere que “a ojos de un obser
vador no especializado (...) lo mismo podría significar [el] miedo del culpable a ser descubierto en la
escenificación de la mentira, que [el] pavor de! inocente a no ser creído en la afirmación de la verdad”.
Andrés IeaÑEZ, S o b r e e l v a lo r d e la in m ed ia ció n (una a p ro x im a c ió n c rític a ), <http://dialnet.unirioja.
es/servlet/articulo?codigo=409555>. Por nuestra parte, consideramos que en este tipo de situaciones,
las máximas de ¡a experiencia desempeñarán un papel importante.
178
Principios
(443) En nuestro país esta exigencia muchas veces no es de observancia en los procesos penales sumarios. En
efecto, es una práctica común que el juez instructor delegue al secretario judicial el examen del testigo
o incluso del imputado, siendo que, posteriormente, estas actuaciones van a ser valoradas por el juez
al momento de emitir sentencia.
(444) Vázquez Rossi, D e r e c h o p r o c e s a l p e n a l, 1.1, p. 200.
(445) BaUMann , D e r e c h o p r o c e s a l p e n a l, pp. 99-100. Así también, G oldschmidt , P r in c ip io s g e n e r a le s d e l
proceso, p. 103; ESPARZA Leibar, El principio del debido proceso, p. 60.
(446) GlMENO SENDRA, F u n d a m en to s d e l D erecho p rocesal, p. 227.
(447) En este sentido, nuestro Tribunal Constitucional ha expresado: “De acuerdo con el principio de in
mediación, la actividad probatoria debe transcurrir en presencia del juez encargado de pronunciar
sentencia, puesto que solo de esta manera se garantiza que exista un contacto directo entre el juzga
dor y los medios de prueba aportados al proceso, que permitirá a este ponderarlos en forma debida
y plasmar sus conclusiones en forma suficiente y razonada al momento de emitir sentencia”. Exp,
N° 0173-2008-HC/TC (f. j. 3), caso: Julio Cesar Huarcaya Quino. En esta misma línea, Bustamante
A larcón señala: “Definitivamente no hay inmediación, y, por So tanto, no existe proceso justo, allí
donde la ley permita que un juzgador dirija y presencie la actuación de medios probatorios y otro dice
la resolución de mérito o la sentencia. Recordemos que el derecho a la prueba importa, entre otros, el
derecho a la valoración adecuada del material probatorio, por consiguiente, este puede verse afectado
si el juzgador resuelve sobre la base de la actuación de medios probatorios que no presenció, especial
mente si no son documentos, pues, en ese caso, solo podrá formar su convicción a partir de la constancia
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
documental de dicha práctica o actuación”. B ustamante Alarcón, El derecho a probar como elemento
esencial de un proceso justo, p. 270.
(448) C h io v e n d a , Instituciones de Derecho procesal civil, p, 480.
(449) G imeno S endra, Fundamentos del Derecho procesal, p. 227.
(450) Esta atingencia es expuesta respecto del sistema procesal civil español por De Miguel y Alonso quien,
citando a BeceÑa, refiere que existe “un absoluto imperio del sistema escrito en nuestro proceso civil
[ei español], incluso aún cuando el juez presenciara y dirigiera la prueba, puesto que en el momento
de la decisión, que es muy posterior a SU ejecución, tendrá presente, junto con sus vagos recuerdos, la
documentación de las actas hechas por el secretario, y las conclusiones escritas por las partes sobre su
valor, siendo estos elementos que guiarán su decisión”. Así, el autor concluye que “nuestro proceso [el
español] es eminentemente escrito y mediato”. De M iguel y A lonso, El principio de la inmediación
dentro del sistema form al de la oralidad, <http://www.enj.org/portal/>.
(451) G imeno Sendra, Fundamentos del Derecho procesal, p. 228.
1 8 0 ________________________________________________________________
Principios
Desde una línea crítica, nos parece interesante lo declarado por VÉ-
l e z M a r i c o n d e , quien señala que la doble instancia implica falta
Principio de contradicción
Marco normativo: Artículos IX. 1 TP; y 356 CPP 2004.
(452) VÉLEZ Mariconde, Derecho procesal p enal, t. II, p. 187. Asimismo, Schmidt, ¿ oí fundamentos teóri
cos y constitucionales del derecho procesal penal, pp, 266-268, ARMENIA Deu, Lecciones de Derecho
procesa!penal, p. 47.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
a. Concepto
b. Contenido
(453) Al respecto, señala Cafferata Ñores que “(...) la existencia de intereses contrapuestos entre la acusación
y la defensa, y la aceptación de la confrontación entre ellos como método de tratamiento judicial de
los casos penales, deriva naturalmente en un esquema de funcionamiento procesal al que se identifica
como contradictorio, que apunta la imparcialidad de los jueces. Su regla principal de funcionamiento
es que el triunfo de un interés sobre otro queda librado a la responsabilidad de quienes lo representan
(...) o encarnan (...), careciendo el tribunal de cualquier co responsabilidad al respeto, pues solo debe
garantizar que estos tengan igualdad de condiciones para lograrlo (...)”. CaffeRATa N orbs, Proceso
penal y derechos humanos, p. 129.
(454) Al respecto, cabe precisar que, para algunos autores como Miranda Estrampes, la contradicción “debe
respetarse no solo durante la práctica de la prueba en el acto del juicio oral, sino también durante la
práctica de las diligencias sumariales, especialmente de aquellas no reproducibies en el acto de la vista
oral”. Véase, M iranda ESTRAMPES, El concepto de prueba ilícita y su tratamiento en el proceso penal.
p. 89. '
Principios
(455) Sobre e! particular señala Taboada P u c o que el contradictorio en el CPP 2004 estimula que la hipótesis
acusatoria del fiscal desde la apertura del juicio sea confrontada y refutada con la hipótesis exculpatoria
de la defensa, a través de un exigente control de la actividad probatoria de cargo, que requiere ei grado
máximo de certeza del juez para condenar y solo la duda o la probabilidad para absolver o sobreseer.
Taboada Pilco, El principio contradictorio en el proceso penal, en <www.incipp.org.pe/modulos/
documentos/descargar.php?id=134>.
(456) Bernal Cuéllar/M ontealegre L y n et t . El proceso pena!, 1.1, pp. 206-207.
183
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
a. Concepto
b. Contenido
1 8 4 ________________________________________________________________
Principios
(461) En este sentido, F reyre VillaviceNCIo, Manual del juicio oral, p. 24. También Oviedo, Fundamentos
del Derecho procesal, del procedimiento y del proceso, p. 65.
(462) Así lo entiende M onroy Cabra, Derecho procesal civil, p. 85; Oviedo, Amparo, Fundamentos del
Derecho procesal, del procedimiento y del proceso, p. 67.
(463) Chiovbnda, Instituciones de Derecho procesal civil, p. 61.
(464) O viedo , Fundamentos del Derecho procesal, del procedimiento y del proceso, p. 65.
(465) Conforme a esta figura, se incoará un solo proceso o actuación procesal por un hecho, cualquiera que
sea el número de autores o partícipes.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
a. Concepto
b. Deslinde conceptual
c. Contenido
(466) Couture resalta este principio de manera magistral al señalar, “que en el proceso el tiempo es más que
oro: es justicia”, citado por A lvarado V elloso, Sistema procesal, 1.1, p. 352.
(467) Así, Roxin, Derecho procesal penal, pp. 116-119 y A lmagro Nosete/Tomé Paule, Instituciones de
Derecho procesal, p. 59.
Principios
En esta línea, hay que mencionar que el control del plazo, regulado en
el Código Procesal Penal de 2004 (art. 343.2), permite, aunque sea de
manera indirecta, la vigencia del principio de celeridad procesal, al de
jar establecido que las partes -entiéndase imputado, actor civil, terce
ro civilmente responsable y, eventualmente, la persona jurídica- pue
den solicitar al juez de la investigación preparatoria que ordene al fis
cal concluir con la investigación preparatoria por haberse excedido en
el plazo establecido.
Principio de concentración
Marco normativo: Artículo 6 LOPE
{468) Así, Hurtado R eyes, F undam entos del D erecho p ro c e sa l civil, p. 166. Asimismo, VÉSCOVI, Teoría
g e n era l del pro ceso , p. 67 y e! Tribunal Constitucional en el Exp. N° 6712-2005-HC/TC (FJ. 29), caso;
Magaly Medina.Vela y Ney Guerrero.
(4 69) En esta línea, M onroy Gályez, Teoría g e n era l d e l p roceso, p. 206. Hurtado R eyes, F undam entos
d e l D erecho p ro c e sa l civil, p. 166.
(470) En este sentido, Ledesma NarváEZ, C om entarios a l Código P rocesal Civil, í. I, p, 58.
(471) Respecto a la relación que guarda el principio de concentración con la oralidad e inmediación, diversos
autores consideran que el primero no es más que una lógica consecuencia de los dos últimos. Véase en
este sentido, M ontero A roca, P roceso (civil y penal) y garantía, p. 63; Florian, E lem entos d e D erecho
187
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
a. Concepto
b. Contenido
Sin perjuicio de lo expuesto, será en el juicio oral donde, sin lugar a du
das, el principio de concentración hallará su máxima expresión, pues
en dicha etapa se procurará reunir en una sola audiencia un conjunto
de actuaciones, tales como: la acusación, los alegatos de defensa, la
práctica de pruebas, el debate probatorio y el pronunciamiento de la
procesal penal, p. 106; Monroy Galvez, Teoría general del proceso, p. 200; Vélf.z Mariconde,
Derecho procesal penal, 1.1, p. 429.
(472) Gimeno Señora, Derecho procesal, p. 91. En un sentido parecido, Montero Aroca, Proceso (civily
penal) y garantía, p. 63.
(473) D evis ECHANDÍA, Teoría general del proceso, pp. 66-67.
(474) En esta misma línea, Montero Aroca considera "que la concentración supone que los actos proce
sales deben desarrollarse en una sola audiencia, o en todo caso en unas pocas audiencias próximas
temporalmente entre sí, con el objetivo evidente de que las manifestaciones realizadas de palabra por
las partes entre el juez y las pruebas permanezcan fielmente en la memoria de este a la hora de dictar
la sentencia". Montero A roca, Proceso (civil y penal) y garantía, p. 63.
Principios
(475) Siguiendo a Maier, consideramos que el principio de concentración alcanza también a la sentencia, !o
cual implica que esta deba dictase inmediatamente después del debate. Maier, Derecho procesal penal,
1.1, p. 659. En este mismo sentido, manifiesta Flortan que el principio de concentración lleva a que
e! juez dicte su fallo a continuación de la práctica de las pruebas y de determinados debates. Florian,
Elementos de Derecho procesal penal, p. 107.
(476) Maier, Derecho procesal penal, t, I, p. 659. En este sentido, O derigo considera que debe suspenderse
la realización de las audiencias, cuando no comparezcan testigos o intérpretes cuya intervención, el
juez considera indispensable, siempre que no pueda continuarse con la recepción de otras pruebas.
Oderigo, El lenguaje del proceso, p. 69,
(477) En este sentido, Bernal Acevedo, El proceso penal acusatorio, p. 159; Bernal Cuéllar/M ontealegre
Lynett, El proceso penal, p. 210.
189
C A P Í T U L O IV
JU R IS D IC C IÓ N Y C O M P E T E N C IA
Capítulo IV
Jurisdicción y competencia
Las dos primeras formas descritas tienen como elemento común que las
mismas partes buscan una solución al conflicto; sin embargo, ello muchas
I. Jurisdicción
(478) Si bien la “acción procesal”, al igual que la jurisdicción, es propia de la Teoría Genera! del Proceso,
creemos pertinente destacar que, en materia penal, la titularidad de ella corresponde al Ministerio
Público, sujeto procesal sobre el que recae el deber de iniciar el proceso penal cuando el hecho materia
de investigación sea de interés criminal.
(479) Así, A lsina sostiene que “[...] el Estado no se limita a establecer el derecho, sino que garantiza su
cumplimiento, y este es el contenido de la función jurisdiccional". A lsina , F u n d a m e n to s d e D e r e c h o
p r o c e s a l , p. 3. Véase también, Montero A roca , in tr o d u c c ió n a l D e r e c h o ju r is d ic c io n a l p e r u a n o , p.
60; C larea O lmedo , T ra ta d o d e D e r e c h o p r o c e s a l p e n a l, 1.1, p, 276; entre otros.
(480) Bajo esta línea, A lsina considera que la jurisdicción “es un poder en cuanto se manifiesta como la
finalidad de lograr la sujeción de todas las personas, incluso el propio Estado, a sus mandatos, como
medio para preservar la paz social al impedir que tales personas tengan necesidad de hacerse justicia
por mano propia [...]” A lsina , F u n d a m e n to s d e D e r e c h o p r o c e s a l, p. 43, Véase también Di I orio ,
L in ecim ien to s d e la T eoría g e n e r a l d e l D e r e c h o p r o c e s a l, pp. 35-38.
Jurisdicción y competencia
(485) En este sentido MONTERO Aroca, Introducción a l D erecho ju risd ic c io n a l peruano, p. 59.
Jurisdicción y competencia
4. Conflicto de jurisdicción
Siendo la jurisdicción una expresión de la soberanía, solo puede existir
una potestad jurisdiccional que emane de ella(48S); en consecuencia, resulta
contradictorio afirmar que exista más de una jurisdicción en un Estado. En
tal razón, es un contrasentido hablar de conflicto de jurisdicción, ya que, tal
conflicto supone la existencia de más de una jurisdicción. A pesar de ello,
en doctrina se han planteado dos supuestos de conflicto de jurisdicción.
(488) M ontero A roca, Introducción al Derechojurisdiccional peruano, pp. 81-82. Véase el apartado referido
a distinción entre jurisdicción y competencia.
(489) A ragoneses M artínez , Derecho procesal penal, p. 114.
198
Jurisdicción y competencia
II. Competencia
1. Definición
La jurisdicción es la función pública por la cual el Estado, a través de
sus diferentes órganos reconocidos constitucionalmente,, decide o da solu
ción a los conflictos sociales'490*.
2. Finalidad
La “competencia”, como criterio de asignación de los asuntos penales,
tiene como finalidad la siguiente:
3. Principios
Como bien precisa T omé Paule(497)498los
, principios que rigen la compe
tencia penal son:
a. La improrrogabilidad, es decir, ningún órgano jurisdiccional puede ce
der a otro la competencia que se le ha atribuido por ley.
4. Órganos
Según la Constitución (art. 143) y la Ley Orgánica del Poder Judicial
(art. 26) son órganos jurisdiccionales del Poder Judicial:
Son seis salas supremas de cinco jueces cada una, de las cuales tres son
permanentes y tres transitorias (art. 30 LOPJ). La distribución es de la
siguiente forma:
(499) La Ley N° 29277, Ley de Carrera Judicial, ha eliminado la denominación “vocal1’ y la ha sustituido por
“juez” especializado, superior o supremo.
201
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
• Juzgados civiles;
• Juzgados penales;
• Juzgados de trabajo;
• Juzgados agrarios(500);
• Juzgados de familia; y,
202 ___________________________________________
Jurisdicción y competencia
Este “sistema anticorrupción” llegó a estar integrado por seis salas pe
nales especiales*500 (integradas por tres jueces cada una) y cuatro juzgados
penales especiales, cuya competencia se restringe al juzgamiento de los de
litos contra la Administración Pública*501502*y ios delitos conexos a estos. En la
actualidad, a propósito de la entrada en vigencia del Código Procesal Penal
en el Distrito Judicial de Lima desde el 15 de enero de 2011, en aplicación
de la Ley N° 29648, se ha confonnado un nuevo subsistema especializado
que está integrado por una sala de apelaciones, tres jueces de juzgamiento
y dos jueces de la investigación preparatoria*503504*.
203
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
5. Competencia penal
5.1. Definición
Conforme se ha indicado, la “competencia” denota la potestad otorga
da a un juez o tribunal para conocer determinados conflictos de relevancia
penal. Teniendo en cuenta ello, la “competencia penal” conlleva la atribu
ción de dicha potestad a determinados juzgados o tribunales para conocer
asuntos que versan únicamente sobre materia penal.
explosivos de guerra y otros materiales peligrosos (art. 279); empleo, producción y transferencia de
minas antipersonales (art. 279-D), y tráfico ¡lícito de personas. A ello se agregan, mediante Resolución
Administrativa N° 187-2010-CE-PJ, los delitos de homicidio (art. 106), asesinato (art. 108), lesiones
(art. 121), secuestro (art. 152) y extorsión (art. 200).
(510) Resolución Administrativa N° 136-2012-CE-PJ.
(511) C la Ríá O lmedo , Tratado de Derecho procesal penal, 1. 1, p. 325.
(512) De ahí que la competencia sea entendida también como criterio técnico para distribuir asuntos penales
entre los tribunales de competencia penal. Así, R amos M éndez , El proceso penal, pp. 88-89.
Jurisdicción y competencia
Solo el órgano que cumpla con estos criterios será competente para el
conocimiento de determinadas causas penales e incompetente para las de
más (civil, militar, etc,).
Por último, cabe mencionar que, además de los tres criterios mencio
nados, la doctrina establece dos más: los criterios por razón de tumo y ios
criterios de conexión. Estos “criterios” no constituyen verdaderos meca
nismos legales de asignación de competencia; sin embargo, debido a que
el primero es una herramienta administrativa que coadyuva al reparto más
eficiente de los asuntos penales y el segundo altera la fijación normal de la
competencia, consideramos indispensable el desarrollo conjunto de estos
con los tres primeros criterios inicialmente mencionados.
(513) Gómez Orbaneja citado por San M artín Castro, Derecho procesal penal, 1.1, p. 184. En ese mismo
sentido, Lorca Navarrete refiere que “combinando los tres criterios [objetivo, funcional y territorial],
la competencia es un presupuesto de !a validez del proceso”. Lorca Navarrete, D e r e c h o p r o c e s a l
penal, p. 39.
(514) L orca N avarrete, Derecho procesal penal, p. 39.
(515) Gimeno Sendra , Derecho procesal penal, p. 139.
(516) R amos M éndez, El proceso penal, p. 91. En ese mismo sentido, San Martín Castro, Derecho
procesal penal, 1.1, p. 184. Gómez Orbaneja, Comentarios a la ley de enjuiciamiento criminal, 1.1,
pp, 262-263.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
a. Faltas, que son conocidas por los jueces de paz letrados (art. 2 Ley
N° 27939) y, excepcionalmente, por los jueces de paz(519).
206 ________________________________________________________________
Jurisdicción y competencia
b. Los jueces supremos de la Sala Suprema Penal Militar Policial, los fis
cales supremos penales militares policiales, los fiscales y jueces supe
riores penales militares policiales serán juzgados también por la Sala
Penal de la Corte Suprema (art. 34.4 LOPJ).
207
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Pena! peruano
208 _ ____________________________________________________________
Jurisdicción y competencia
(525) El Código de Procedimientos Penales de ! 939 utiliza la expresión “Tribuna! Correccional" para referirse
a! órgano jurisdiccional que dirige el juicio y la fase previa a! juicio; la Ley Orgán ica del Poder Judicial,
publicada el 04 de diciembre de 1991, por el contrario, emplea la denominación “sala penal” (art. 41
LOPJ).
209
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(526) El Código de Procedimientos Penales denomina “recurso de nulidad” al medio de impugnación que
procede contra las sentencias y los autos de primera instancia que ponen fin ai proceso (art. 292 CdPP),
pese a que por sus características constituye en realidad un recurso de apelación. Sobre el recurso de
nulidad, señala San M artín Castro: “es de entender que su naturaleza jurídica es la propia de todo
recurso de apelación, en cuya virtud se busca un fallo sustitutorio dei de primera instancia”. Véase en
San M artín C astro, Derecho procesa!pena!, t. II, p. 1016.
Jurisdicción y competencia
En relación con el proceso por faltas , la Ley N° 27939, que derogó las
disposiciones del Código de Procedimientos Penales sobre la material, es
tablece que los jueces de paz letrados son competentes para la investiga
ción y el juzgamiento de estas causas. Asimismo, que los recursos de ape
lación contra las resoluciones emitidas por estos órganos serán resueltos
por los jueces penales. .
_______________________________________________________ 211
Arsenío Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(527) En ese sentido, explica G imeno Sendka que la justificación de la creación de normas que atribuyan
competencia en función del territorio está en la existencia de una pluralidad de órganos de la misma
clase. G ímeno S endra , Derecho procesal penal, p. 141.
(528) G imeno Sendra, Derecho procesal penal, p, ¡41.
212
Jurisdicción y competencia
fórum delicti comissi. Será competente el tribunal del lugar donde se haya
configurado el ilícito penal (fuero preferente); pero en caso de que no se
determine el mismo, el asunto será de conocimiento de los “fueros subsi
diarios”. Así, el artículo 19 del Código de Procedimientos Penales refiere
que la competencia de un tribunal (subsidiario) se establecerá de acuerdo
con el lugar:
a. donde se hayan descubierto las pruebas materiales del delito (art. 19.2
CdPP);
conocimiento del lugar de la comisión del hecho punible. Lorca N avarrete, Derecho procesal penal,
p. 47. En ese mismo sentido, Clariá Olmedo, Tratado de Derecho procesal penal, 1.1, p. 347,
214
Jurisdicción y competencia
215
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
A. Conexidad objetiva
2 1 6 __________________________________________
Jurisdicción y competencia
B. Conexidad subjetiva
C. Conexidad mixta
nulidad en caso de que hayan sido dictadas en primera instancia por la sala
superior y durante la etapa intermedia; si la resolución se dicta en juicio
oral, el recurso de nulidad tendrá carácter diferido y se elevará al dictarse
sentencia que resuelva el fondo (art. 20.5 CdPP).
b. Una vez planteado el cuestionamiento, este debe ser resuelto por acuer-
do(542)543, ya que de existir oposición del juez cuya competencia se cues
tiona no estaremos ante un mero cuestionamiento, sino ante un con
flicto de competencia, caso en el cual un superior decidirá a quién
corresponde verdaderamente el conocimiento del caso(543h
_______________________________________________________________ 219
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
Así también, estipula que ios sujetos facultados para pedir la declina
toria son: el imputado, el actor civil y el tercero civil, con lo que se exclu
ye al Ministerio Público (art. 34.1 CPP 2004).
Por otro lado, establece un plazo de diez días para la petición de decli
natoria, que se contabilizará una vez formalizada la investigación (art, 35
CPP 2004). Respecto de la resolución del juez (sobre quien se interpone
la declinatoria) procede el recurso de apelación ante la sala penal superior
que resuelve en última instancia (art. 37 CPP 2004). Y, por último, estipu
la que los actos procesales válidamente realizados antes de la declinatoria
conservan su eficacia; sin importar si ha sido promovida para cuestionar la
competencia material, objetiva o funcional (art. 39 CPP 2004).
(549) San M artín explica que si las partes están de acuerdo con la decisión del juez de inhibirse ante el
requerimiento no existirá contienda o conflicto alguno. San Martín Castro, Derecho procesal penal,
1.1, p, 204. Véase el apartado referido a conflictos de competencia.
221
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
Ahora bien, el Código Procesal Penal de 2004 señala que el juez, cuan
do toma conocimiento que otro de igual jerarquía conoce del mismo caso
sin que le corresponda, puede solicitar de oficio o a petición de las partes
la remisión de] proceso (art. 42.1 CPP 2004). Asimismo, establece un pla
zo de dos días para la contestación del requerimiento.
5.4.4. Inhibición
La inhibición es el medio que le permite al juez apartarse del conoci
miento de una causa por no ser de su competencia. Siendo necesario, en
ese caso, remitir los actuados a otro juez.
(552) Es de precisar que la terminología legislativa utilizada ha causado confusión respecto de esta institución
procesal. El artículo 30 del Código de Procedimientos Penales denomina, erróneamente, “inhibición”
al mecanismo procesal que permite al juez competente apartarse de la causa, por considerar que se
encuentra en algún supuesto que compromete su imparcialidad en e! caso concreto. Sin embargo, como
se advierte de la defin ición, en la “inhibición” el juez se aparta porque considera que no es competente,
y no por considerar que su imparcialidad se encuentra comprometida. Es por ello que, a fin de evitar
la confusión, hemos denominado “abstención” a la institución procesal regulada en el articulo 30 del
Código de 1939, la que será analizada en el punto V de! presente capítulo.
(553) A lvarado V elloso refiere que “(...) un conflicto de competencia nace habitualmente de una cuestión
de competencia”, aunque debemos precisar que hay excepciones: ¡a declinación y la consulta judicial.
Alvarado Velloso, Sistema procesal, 1.1, p. 296.
223
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(554) En esc sentido, señala Londoño Jiménez que cada uno de los jueces tiene que haber expresado por
escrito las razones por las cuales se considera o no competente para seguir con el conocimiento o
desconocimiento dei proceso. Londoño J iménez, Tratado de Derecho procesa/, t . 1, p. 187.
(555) L ondoño Jiménez, Tratado de Derecho procesal, 1.1, p. 187.
(556) MORENO Catena, Derecho procesal penal, p, 145.
Jurisdicción y competencia
(557) Saavedra Rojas, citado por San M artín Castro, Derecho procesal penal, 1.1, p. 201.
225
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
226 ________________________________
Jurisdicción y competencia
(560) M ontero A roca señala que es distinto el ejercicio de la jurisdicción y e! ámbito en que se desenvuel
ve dicho ejercicio, que es !a competencia. Montero A roca, Introducción al Derecho jurisdiccional
peruano, p. 59.
_______________________________________________________________ 227
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
• Solo los juzgados y tribunales que forman parte del Poder Judicial ejer
cen función jurisdiccional, lo cual -com o observamos en la actualidad-
no es correcto, puesto que los fueros militares y otros más también ejer
cen función jurisdiccional.
(561) Cabe anotar que, desde un inicio, el constituyente emplea de forma inadecuada el término “función
jurisdiccional”, ya que, como vimos anteriormente, las características de unidad y exclusividad no son
atribuibles a la función jurisdiccional, sino a la jurisdicción.
(562) En el mismo sentido, Monroy Gálvez, Teoría g en e ra ! d e l p r o c e s o , pp. 429-430. Rubio Correa, E stu d io
d e la C o n s titu c ió n P o lític a d e 1993, t. V, p. 33. Vidal R amírez, en L a C o n s titu c ió n c o m e n ta d a , t. II,
p. 487.
Jurisdicción y competencia
(563) Como hemos indicado anteriormente, la jurisdicción, además de ser única, es indivisible.
229
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesa! Penal peruano
(564) Al respecto, Chiovenda señala que “ [no] basta que la persona que figura en ei juicio como órgano
jurisdiccional o como funcionario judicial tenga la capacidad genérica de actuar como tal en nombre
del Estado, y que sea competente en ia causa de que se trate; debe, además, encontrarse en condiciones
subjetivas determinadas, sin las cuales la ley le tiene por incapaz”, C hiovenda, Instituciones de Derecho
procesal civil, pp. 370-371.
(565) Carnelutti, citado por Flores Trejo, Consideraciones en torno a los conceptos de impedimento,
recusación y excusa, <http://www.jundicas.unam,mx/pubÍica/librev/rev/facdermx/cont/142/dír/dtr2.
p d f>. Una extensa distinción entre ambos términos (interés en la litis e interés en la composición de la
litis según justicia) se puede apreciaren Carnelutti, Sistema de Derecho procesal civil, pp. 254-264.
(566) M an2 ini, Tratado de Derecho procesal penal, t. 11, p. 207.
Jurisdicción y competencia
1.1. Parentesco
Esta causal puede ser invocada cuando exista una relación de parentes
co entre el juez y cualquiera de los sujetos procesales que pueda afectar la
imparcialidad del primero de ellos.
(567) Esta denominación no es la única que emplea ia doctrina para referirse al mencionado instituto. Así,
por ejemplo, también se la puede encontrar bajo el n om en iu ris de “impedimentos” (Flores Trejo,
C o n sid e ra c io n e s en to rn o a lo s c o n c e p to s d e im p ed im en to , re cu sa ció n y excu sa, <f)ttp://www.juridicas.
unam.mx/publica/librev/rev/facderrnx/cont/142/dtr/dtr2.pdri), “presupuestos impedientes de legitima
ción” (Fenech, E l p r o c e s o p e n a l, p. 39.), “condiciones relativas de capacidad subjetiva" (Chiovenda,
In stitu c io n e s d e D e r e c h o p r o c e s a l civil, pp, 37! y ss.), “motivos de exclusión de la capacidad subjetiva
en concreto” (Florián, E le m e n to s d e D e r e c h o p r o c e s a ! p e n a l, pp. 157 y ss. Dentro de esta genérica
denominación, F lorián comprende los motivos de incompatibilidad, de recusación y de abstención.),
“condiciones de incapacidad relativa delj u e z su s p e c tu s” (M anzinj, T ratado d e D e r e c h o p r o c e s a l p e n a l,
t. II, p. 205.), entre otros.
(568) Asencio M ellado, In tro d u c c ió n a l D e r e c h o p r o c e s a l, p. 93.
(569) Las causales que la ley recoge no suponen una efectiva parcialidad por parte del juez, sino que, por el
contrario, son supuestos en virtud de ios cuales las partes pueden temer una posible parcialidad en el
momento de resolver la causa. Esta apariencia de imparcialidad ha de ser el objeto sobre el que se funde
tanto la abstención como la recusación para que el juez se aparte, ex officio o a disposición de parte, de
la causa penal.
(570) Ello, independientemente de las causales previstas en el Código Procesal Civil, que son aplicables
supletoriamente, pero que no serán materia de exposición dentro del presente trabajo.
231
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
• Por otro lado, según el Código Procesal Penal de 2004, para la confi
guración de la causal no basta la existencia de la relación de parentes
co. Es necesaria, además -com o lo veremos en ei apartado siguiente-,
la existencia de un interés en el proceso por parte del juez o de cual
quiera de sus par i entes .
(571) Un supuesto particular constituye la regulación, todavía vigente, del “parentesco espiritual” que “(,. .)
se origina en los que profesan la religión católica, con motivo de tener lugar los sacramentos del bau
tismo, de la confirmación, del matrimonio y del orden sacerdotal; actos en los que, quienes reciben
dichos sacramentos y que se denominan ahijados, están asistidos de personas llamados padrinos, que,
en el momento de la ceremonia, hacen acto de fe para que la gracia que otorga cada sacramento que
se administra, sea santificante”. Véase en P ino Carpió, N o c io n e s d e D e r e c h o p r o c e s a l y c o m e n to del
C ó d ig o d e P r o c e d im ie n to s C iv ile s, 1.1, p. 243.
Jurisdicción y competencia
1.2.Interés
Puede ser entendido como una particular expectativa y vinculación con
la solución de la litis, que, por tanto, influye en la objetividad y justicia de
la decisión judicial.
(572) Bajo esta línea, Carnhlutti entiende que si bien el interés en conflicto es razón suficiente para que
cualquier parte pueda ejercitar sus derechos en el proceso, dicho interés, cuando recae en el oficial
judicial ha de conllevar a la pérdida de idoneidad para dirigir el proceso. Por el contrario, agrega el
maestro florentino, que el interés que debe observar el oficial en el momento de dirigir el proceso ha de
ser aquél que consiste en la composición de la litis con justicia, interés que responde a lo que la sociedad
espera de la función que desenvuelve precisamente el oficial judicial. Un desarrollo más extenso se
puede apreciar en Carnelutti, Sistema de Derecho procesal civil, 1.1, pp. 257-259.
(573) L ondoÑo Jiménez, Tratado de Derecho procesal penal, 1.1, p. 197.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
234
Jurisdicción y competencia
conocimiento público, notorio o manifiesto; esto es, que ei hecho del cual
se colija esta causal no admita duda de la amistad o enemistad que pueda
haber entre las partes del procedimiento incidental.
235
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
2. Abstención
La abstención es aquel acto procesal que se fundamenta en el deber que
tiene el jaez, de moíuproprio, o a solicitud del Ministerio Público, de apar
tarse de la litis cuando tome conocimiento de la presencia de alguna causal
que impida su legitimación*579580*.
(582) Bajo esta línea, el Código Procesal Civil, en su artículo 312, señala que “El juez que no cumple con su
deber de abstención (,..)”.
237
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
23. Procedimiento
a. Según el Código de Procedim ientos Penales
(583) En este extremo, el fiscal se encuentra obligado a motivar su requerimiento en base a los impedimentos
recogidos en el artículo 29 CdPP,
Jurisdicción y competencia
Dicho escrito lo remitirá a la sala penal superior con copia certificada, con
conocimiento de las partes. Esta sala decidirá inmediatamente, previo tras
lado a las partes, en el plazo común de tres días (art. 53.2 CPP 2004).
2,4. Efectos
a. Respecto del procedimiento
239
Arsenío Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
3. Recusación
La recusación es aquel acto procesal mediante el cual las partes (ex
cepto el fiscal) solicitan la separación del juez que viene conociendo de la
litis por incurrir en alguna causal que impide el ejercicio de su función ju
risdiccional en un caso concreto.
(584) La distinción entre incidente sucesivo y simultáneo se puede apreciar en A lcalá Z amora , Proceso,
aulocomposición y autodefensa, p. 66.
Jurisdicción y competencia
Bajo esta línea de ideas, la misma normativa resulta aplicable a los se
cretarios judiciales y quienes cumplan función de auxilio judicial, en la me
dida en que ellos, según el Código de 2004, pueden abstenerse de ejercer
sus funciones, o ser recusados, en base a las causales del mencionado ar
tículo 53.1 del Código Procesal Penal de 2004.
3.3. Procedimientos
a. Según el Código de Procedimientos Penales
241
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
3.4. Efectos
Los efectos, tanto del procedimiento de recusación como de su sustan-
ciación, son los mismos que se expusieron en el ítem correspondiente res
pecto de la abstención (véase ítem 2.6 del presente capítulo).
242
CAPÍTULO V
SUJETOS PROCESALES
Capítulo V
Sujetos procesales
I. Generalidades
• “Nadie puede ser sometido a pena o medida de seguridad sino por re
solución del órgano jurisdiccional determinado por la ley” (art. v,2 del
TP CPP 2004).
_______________________________________________________________ 245
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
1. Concepto
A diferencia del proceso civil, en el que son partes “aquellos sujetos
que pretenden una tutela jurisdiccional o aquéllos frente a los cuales se so
licita esta tutela”í590), en el proceso penal se hace una distinción entre par
te en sentido material y parte en sentido procesal.
_______________________________________________________________ 247
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
2. Clasificación
La clasificación de los intervinientes en el proceso penal, entre partes
y sujetos, implica acoger un particular criterio y -d e cierto m odo- hasta
distinto, pues mientras el primero realiza la clasificación en base a la po
sición que ocupa en el proceso, el segundo lo hace en base a la importan
cia de su participación.
II. El imputado
(596) Schmidth, por sa parte, señala que el abogado defensor es un sujeto procesal auxiliar. Schmidth,
L o s fu n d a m e n to s te ó r ic o s y c o n stitu c io n a le s d e l D e r e c h o p r o c e s a l p e n a l, pp. 57-58.
(597) En esa línea, Montero Aroca señala que: a) Imputado o inculpado, es el sujeto pasivo desde que el
procedimiento preliminar judicial se dirige de una u otra forma contra él como persona ya determinada;
esto es, desde que existe un acto procesal que supone atribuir a una persona participación en el delito
que se persigue; b) Procesado, esta es la denominación tradicional en el proceso en el que existe un auto
_______________________________________________________________ 249
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
1. Concepto
Imputado es aquel sujeto, persona física, contra quien, por ser presun
to autor o partícipe de la comisión de un hecho criminal, se dirige la acción
penal. Como no podía ser de otro modo, tiene un papel protagónico en el
proceso y es indispensable no solo para el desarrollo del mismo, sino para
su existencia, pues no puede existir proceso penal sin imputado.
Por lo expuesto, resulta claro que el inicio del proceso penal no es me
cánico o automático, pues, incluso en fase de investigación, es necesario
que cumpla con las formalidades del caso, las mismas que se encuentran
orientadas a determinar si los hechos denunciados en efecto tienen relevan
cia penal, si no han prescrito y si se puede individualizar al presunto agen
te, autor o partícipe del hecho delictivo. Así, para iniciar formalmente el
proceso, entre otros requerimientos, el Código de Procedimientos Penales,
en su artículo 77, exige que se haya “individualizado a su presunto autor
o partícipe (...)”. Por su parte, el Código Procesal Penal de 2004 tiene un
desarrollo normativo progresivo y escalonado:
_______________________________________________________________ 251
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
3. Capacidad
Desde el ámbito jurídico, la capacidad es la aptitud que tiene toda per
sona para asumir o adquirir la condición de imputado en el desarrollo del
proceso penal(602). A decir de Maier, con quien concordamos, la capacidad
procesal debe ser estudiada desde dos sentidos: por un lado, como capaci
dad general para ser comprendido bajo la condición de imputado (perse
guido penalmente) en un procedimiento penal; y, por otro, como capaci
dad específica, respecto de los actos singulares que contiene un procedi
miento pcnal(603).
estos casos el menor infractor también tendrá los derechos que consti
tucional y legalmente se le han reconocido.
254 _______________________________________________________________
Sujetos procesales
4. Contumacia y ausencia
En el proceso penal peruano, el Estado no puede condenar al imputado
que se encuentra ausente. Es decir, para condenar a una persona es indis
pensable su presencia física; dicho de otro modo, su ausencia determina
que el Estado, a través de sus órganos competentes, no pueda imponer un
fallo condenatorio en su contra.
a. La contum acia
255
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Pena] peruano
El artículo 79.1 del Código Procesal Penal de 2004 establece los requi
sitos para declarar la contumacia: a) Que de lo actuado aparezca evi
dente que, no obstante tener conocimiento de que es requerido, no se
presenta voluntariamente a las actuaciones procesales; b) Que fugue
del establecimiento o lugar en donde está detenido o preso; c) Que no
obedezca, pese a tener conocimiento de su emisión, una orden de de
tención o prisión; y, d) Que se ausente, sin autorización del fiscal o del
juez, del lugar de su residencia o del asignado para residir.
(612) Exp. N° 7451-2005-PHC/TC (f. j. 12), caso: Franklin Macedonio Alcántara Muñoz.
256 ____________________________________________________
Sujetos procesales
penal para tales casos”(613). Roy Freyre manifiesta que: “es una arbi
trariedad disfrazada con ropaje jurídico, conminar de manera indirecta
a que un ciudadano, presumiblemente inocente según norma constitu
cional (art. 2.24.e), soporte sumisamente la eventualidad de una con
dena a pena privativa de libertad, y en caso de rehusarse a comparecer,
considerarlo como autor de un insólito delito de contumacia, aparte de
agravar su situación jurídica al quedar en suspenso la prescripción del
delito primigenio que motiva su alejamiento del proceso. Resulta, así,
que un mismo hecho consistente en que el agente se sustrae a la acción
de la justicia, con el complemento que se ‘le declare contumaz’, gene
ra dos graves consecuencias jurídico-penales: la comisión de un nue
vo delito y la suspensión de la prescripción de la acción pena]”(6I4)615.
257
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
b. La ausencia
79.2 del Código Procesal Penal de 2004 establece que: “el juez, a re
querimiento del fiscal o de las demás partes, previa constatación, de
clarará ausente al imputado cuando se ignora su paradero y no aparez
ca de autos evidencia que estuviera conociendo del proceso”.
(618) Exp. N° 7624-2005-PHC/TC (f. j. 18), caso: Hernán Ronald Buitrón Rodrígüez. Caso Bozzo Rotando,
Exp. N° 0376-2003-fiC/TC, (f. j. 9).
259
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
b. Abuso de la no auíoincriminación
(619) Exp. N° 0376-2003-HC/TC (f. j. 9, par. 2), caso: Laura Bozzo Rotondo.
260 ______________________________________________
Sujetos procesales
Dicho esto, es necesario aclarar que, si bien existe una cercana vincu
lación entre la reserva y el secreto de la instrucción o investigación, se
trata de dos instituciones disímiles. Así, la reserva de la investigación
implica que se disponga el carácter no público de las actuaciones du
rante esta etapa, de manera que solo pueden intervenir los sujetos pro
cesales; mientras que, por su parte, el secreto de la instrucción o inves
tigación impide que el imputado y su defensor puedan conocer sobre
la marcha de la investigación durante un determinado lapso{620).620
(621) Levene, en este sentido, afirma que la profesión de abogado se originó en la antigua Grecia, donde el
Areópago permitía a los litigantes que compareciesen asistidos por un orador que exponía sus puntos
de vista. Por su parte, en Roma, los abogados adquirieron importancia bajo el sistema formulario.
El orador, llamado " patronus", era asesorado por el "a d v o c a tu s ”, o sea, abogado de consulta. L evene,
M a n u a l d e D e r e c h o p r o c e s a l p e n a l, 1.1, p. 237.
(622) ClariÁ Olmedo, T ra ta d o d e D e r e c h o p r o c e s a l p e n a l, t. II, p. 84. En igual sentido, M ajer, D e r e c h o
t. II, pp. 257-258.
p r o c e s a l p e n a l,
(623) ClariÁ Olmedo, T ra ta d o d e D e r e c h o p r o c e s a l p e n a l, t. II, p. 84.
262 ________________________________________________________________
Sujetos procesales
leyes, que argumente en pro de sus intereses, desde el inicio hasta la con
clusión del proceso penal.
1. Definición
El abogado defensor es un sujeto profesional del derecho que brinda
asesoría jurídica a todo sujeto que lo requiera, cuyo papel fundamental es
garantizar el respeto de los derechos de su defendido, y, sobre todo, garan
tizar la realización de un debido proceso.
Por tal motivo, es insoslayable la presencia de] abogado defensor des
de los primeros actos de investigación hasta la conclusión del proceso. En
ese sentido, S an Martín Castro sostiene que el nombramiento o desig
nación de un defensor debe darse desde que el imputado es citado por la
autoridad policial(624f
263
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesa! Penal peruano
b. Defensor público
265
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
Del mismo modo, el artículo 289 de la Ley Orgánica del Poder Judi
cial prescribe que los derechos principales del abogado defensor son los si
guientes: defender con independencia a quienes se lo soliciten en cualquier
etapa del proceso; renunciar o negarse a prestar defensa por criterio de con
ciencia; informar verbalmente o por escrito en todo proceso judicial, antes
que se ponga fin a la instancia; y, ser atendido personalmente por los juces,
cuando así lo requiera el ejercicio de su patrocinio.
Por su parte, B aUMANN considera que el defensor tiene los mismos de
rechos que el imputado, pero estos no se infieren de la posición jurídica del
imputado, puesto que: originalmente, corresponden al defensor y se dedu
cen de su posición de órgano de la administración de Justicia”(62S). Tal afir
mación actualmente no es defendible, pues el abogado no es un órgano de
la administración de justicia, es un particular que debe gozar de determina
dos derechos para cumplir adecuadamente con sus funciones de defensor.
266 ____________________________
Sujetos procesales
5. Autonomía
El abogado defensor actúa de manera autónoma en el cumplimiento de
sus funciones, puesto que es la única manera de que pueda desarrollar una
defensa eficiente. Para ello tendrá plena libertad en el planteamiento de su
estrategia de defensa, pues al ser conocedor del derecho es el más indicado
para realizarlo.
(633) Sobre la dimensión constitucional del secreto profesional se ha pronunciado e! Tribunal Constitucional
en el Exp. N° 7811-2005-PA/TC (ff. jj. 4-8), caso: Víctor Jesús Chávarri Carabuatay.
(634) Baumann, D e r e c h o p r o c e s a l p e n a l, p. 202.
(635) Maier, Derecho p r o c e s a l p e n a l , t. II, p. 278.
(636) Scidh , caso: Tibi vs, Ecuador (párr. 49), 07 de setiembre de 2004.
268 ________________________________________________________________
Sujetos procesales
(637) Clariá Olmedo, Tratado de Derecho procesalpenal, t. II, p. 85; SÁNCHEZ Velar d i , Manual de Derecho
procesal penal, p. 148. En igual sentido, el articulo 288.1 de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
(638) Baumann, Derecho procesal penal, pp. 201-202.
(639) Maier, Derecho procesalpenal, t. II, p. 267. En este sentido, Binder, Introducción al Derecho procesal
penal, pp. 334.335.
(640) VÁZQUEZ Rosst, Derecho procesal penal, t. II, p. 88.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
1. Concepto
El Ministerio Público es una institución autónoma y jerárquica, repre
sentante de la sociedad y defensor de la legalidad, que promueve y ejerce,
de oficio o a petición de los interesados, la acción penal -y, eventualmente
2. Legitimación
El Ministerio Público, al ser el órgano constitucional encargado de la
persecución del delito, como titular del ejercicio público de la acción pe
nal, está legitimado para hacer prevalecer el ius puniendi del Estado, ins
tando a los órganos jurisdiccionales a dar satisfacción de la misma. Las ba
ses de esta legitimación se hallan en las Cartas Políticas de 1979 y 1993,
en las que se configuraron las atribuciones funcionales de este ente para el
ámbito penal. En armonía con estas normas supremas, la legitimación del
Ministerio Público es proclamada en la Ley Orgánica del Ministerio Pú
blico (arts. 1, 11 y 92), como el Código Procesal Penal de 2004 (art. 60.1).
principios que ie guían en estos escenarios no son exactamente los mismos cuando actúa como titular
dei ejercicio de la acción penal.
(645) D uce/R jego , Proceso penal, p. 179.
(646) SÁNCHEZ V ela RDE, Manual de Derecho procesal penal , p. 133.
(647) S an M artín C astro , Derecho procesal penal, 1.1, p. 237.
(648) Duce/Rtego, Proceso penal, p, 547.
(649) Bajo esta línea, véase B inder , Legalidad y oportunidad, p. 211.
272 ________________________________________________________________
Sujetos procesales
b. Principio de objetividad
En tal sentido, “el acusador público tiene el deber de ser objetivo, (lo
que significa) que sus requerimientos y conclusiones deben ajustarse
a las pruebas y al derecho vigente, resulte ello contrario o favorable al
(650) Entre otros, véase A rillas B las, El procedimiento penal en México, p. 28; A rmenta D eu, Lecciones
de Derecho procesal penal, p. 139; B aumann , Derecho procesal penal, p. 59; G uerrero P eralta,
Fundamentos teórico constitucionales del nuevo proceso penal, p. 40; M a ier , La ordenanza procesal
penal alemana, p. 55; Roxin, Derecho procesal penal, p. 89; SÁNCHEZ V e l a r o s , El nuevo proceso
penal, p. 72; y, S errano/R odríguez /C ampos V entura y T rejo , Manual de Derecho procesal penal,
p. 316. .
,651) Véase Delmas-M arty, Procesos penales de Europa, p. 206 (Específicamente ei capítulo referido a los
principios procesales).
(652) Sobre este punto véase el Capitulo de Acción.
(653) E! fundamento de ello responde a la exigencia de que boy en día no se debe cumplir el principio de
legalidad por la legalidad misma, sino en función de otras garantías constitucionales que los ordena
mientos modernos, nacional e internacional, regulan en sus respectivos cuerpos positivos. En este
sentido, M orosi/PÉ rez L ance /P osse v R afecas, El proceso penal italiano, p. 153. Así, la persecución
penal regida por el principio de legalidad, debe tomar en cuenta los derechos de tutela de la víctima a
acceder a los mecanismos de justicia y a una pronta reparación del daño que hayan sufrido mediante
procedimientos oficiales u oficiosos que sean expeditos, justos, poco costosos y accesibles (arts. 4 y 5
de ía Declaración sobre los Principios Fundamentales de Justicia para las Víctimas de Delitos y Abuso
de Poder de ¡a ONU).
(654) D uce/R iego , Proceso penal, p. 144.
273
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
c. Principio de autonomía
(655) B aCLINI, en: Doxa penal, Revista de Derecho penal y procesal pen a l, 2010/2, p. 135.
Sujetos procesales
(656) En ese sentido, M aier, Revista latinoamericana de política criminal, pena y Estado, 2(1997/2), pp. 174-175.
(657) Oré Guardia, en El Ministerio Fiscal-Director de la instrucción, p. 168.
(658) Binder, Introducción al Derecho procesal penal, pp. 324-325,
(659) B ernales Ballesteros, La constitución de 1993, pp. 606-608. .
(660) En este sentido, RuscONI, en El Ministerio Público en el proceso penal, pp. 67-68.
275
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
d. Principio de jerarquía
(663) 1. En virtud de esta autonomía interna, está proscrito que “(...) los fiscales de menor jerarquía se
conviertan en una suerte de ’mesa de partes’ de sus superiores Exp. N° 6204-2006-PHC/IC
(f. j. 18), caso: Jorge Samuel Chávez Sibina.
(664) B ruzzone , en Ministerio Público, pena y Estado, pp. 223-224.
(665) Sobre el particular, es de señalar que, a diferencia del artículo 5 LOMP que autoriza a cualquier “supe
rior jerárquico” el poder de producir instrucciones; el artículo 61.1 CPP de 2004 restringe tal facultad,
reservándola únicamente para la Fiscalía de la Nación.
(666) Una excepción a estos supuestos y que, a la vez, no supone que la instrucción devenga en ilegítima, es la
referida al principio de oportunidad. Pues, en las decisiones de oportunidad, no se trata de la aplicación
del Derecho en general, esto es, de criterios para determinar si un imputado es acreedor de una pena,
sino, de distinguir si, en el caso concreto, es útil una persecución o la imposición de una sanción,
(667) Un claro ejemplo al respecto se puede apreciar en la Circular de la Fiscalía de la Nación N“ 006-95-MP-
FN, de 15 de noviembre de 1995, en virtud del cual se estableció el procedimiento a seguir para la
aplicación del principio de oportunidad recogido en el artículo 2 CPP, desde 1991. Asimismo, otro
ejemplo se encuentra en la Resolución de la Fiscalía de la Nación N° 194-92-MP-FN que establece el
procedimiento que deben seguir, tanto los fiscales como Otros intervjnientes (policía, peritos, etc.), al
momento de llevar a cabo las diligencias especiales. En este mismo sentido véase la Resolución de la
Fiscalía de la Nación N" 242-2007-MP-FN que prescribe e! reglamento bajo el cual se deben regir los
fiscales coordinadores en el ejercicio de su facción.
Una excepción a estos supuestos y que, a la vez, no supone que la instrucción devenga en ilegítima se
puede dar en dos ámbitos: “en los casos del principio de oportunidad y en las interrogantes técnicas-
tácticas de la persecución penal. Pues, en las decisiones de oportunidad, no se trata del Derecho,
esto es, de la cuestión acerca del si y del cómo el imputado se ha hecho acreedor a una pena, sino de la
cuestión, a distinguir perfectamente de la anterior, de sí, en el caso concreto, es útil una persecución
o la imposición de una sanción. Este [como vemos,] no es un problema jurídico, sino un problema
político-jurídico que, sin lugar a dudas, puede ser resuelto por la vía de la instrucción. (...) Menos aún
se puede objetar contra una dirección central de la persecución en cuestiones técnico-tácticas; pues
aquí tampoco se trata de la orientación hacia la verdad y la objetividad, materia de la responsabilidad
_______________________________________________________________ 277
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
e. Principio de unidad
(671) Asi lo entendió el Tribunal Constitucional al concebir el principio en mención como una forma más
de controlar los poderes públicos del Estado. Exp. N° 0090-2004-AA/TC (f. j. 12), caso: Juan Carlos
Callegari Herazo.
(672) Exp. N° 01546-2007-PA/TC (f. j. 7), caso: Carlos Gaspar Lama Borges.
(673) Exp. N° 6204-2006-PHC/TC (f. j. 7), caso: Jorge Samuel Chávez Sibina; Exp. 04414-2008-PHC/TC
(f. j. 4), caso: Fernando Melcíades Zevallos Gonzales.
(674) Exp. N° 6167-2005-PHC/TC (f, j. 30), caso: Fernando Cantuarias Salaverry; Exp. N° 5228-2006-PHC/
TC (f. j. 6), caso: Samuel Gleiser Katz. '
(675) Antes de ia vigencia de la Carta Política de 1979, el Ministerio Público era un organismo apéndice del
Poder Judicial que básicamente cumplía una función auxiliar de ilustración a la judicatura. La Constitución
279
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
penal, cuya característica central proscribe que quien investiga sea a la vez
quien decide la causa.
de 3933 (art;. 222-224) y la Ley Orgánica del Poder Judicial de 1963 (Ley N° 1465), establecieron que
el Ministerio Fiscal (hoy Ministerio Público) integraba el Poder Judicial.
(676) En esta línea, entre otros, A rm enta D eu, Elfiscal instructor ¿Es necesario?, <http://www.cej americas.
org/doc/documentos/armenta-fiscal-instructor2.pdf>, G ómez C olomer, no es conveniente que nos pueda
procesar unfiscal, <http://dialnet.uni rioja.es/servlet/aríiculo?codigo=2525689> y G ómez C olomer , en
La actividad procesal del Ministerio Público Fiscal, t. II, pp. 59-104,
(677) En este sentido, entre otros, C afferata Ñ ores, La instrucción por elfiscal, <http://www.bibliojuridica.
org/1 ibros/2/836/2 6.pdf>; M aier , Derecho procesal penal, t. II, pp. 317-318; Rusconi, en El Ministerio
Público en el proceso penal, pp. 97-110.
Sujetos procesales
(678) El Tribunal Constitucional reconoce que en el modelo actual de proceso penal diseñado en el Código
Procesal Penal de 2004, se “atribuye al Ministerio Público la dirección de la labor de investigación
preparatoria, eliminando por completo la figura del juez instructor, lo que resulta acorde con lo dispuesto
por el artículo 159 de la Constitución”. (Exp, N° S15-2005-HC/TC (f. j. 6), caso: Justo Germán Flores
Llerena).
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
282 _ _ _ ________________________________________________________
Sujetos procesales
V. La Policía
La Policía Nacional es una institución estatal jerárquicamente organi
zada y creada para garantizar el orden interno, el libre ejercicio de los de
rechos fundamentales de las personas y el normal desarrollo de las activi
dades ciudadanas. Tiene por ello reconocimiento constitucional (art. 166)
y además todo un marco normativo específico que regula su organización
y funciones tanto en su labor de prevención como en la relativa a su inter
vención en la investigación del delito.
(682) No se da lo mismo respecto del Código de Procedimientos Penales pues, en este caso, permite qüe el
juez ex officio pueda disponerla imposición de la detención (art. 84).
(683) De Llera Suárez- Barcena, El modelo constitucional de investigación penal, p. 202.
283
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(687) C 421-02.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
286 ________________________________________________________________
Sujetos procesales
3. Organización
Dada la configuración de múltiples funciones que la Constitución le
otorga a la Policía, es posible distinguir dos ámbitos orgánicos claramente
marcados. Por un lado, está la organización y dependencia jerárquica que
tiene relación con su función de preservación del orden interno y de la se
guridad ciudadana. Del otro, está la organización y dependencia funcional
relacionada con su labor en la investigación del delito.
287
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
288 ________________________________________________________
Sujetos procesales
b. Practicar el registro de las personas, así como prestar el auxilio que re
quieran las víctimas del delito (art. 1.3 Ley N° 27934; arts. 68.1.c y 210
CPP 2004).
289
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
4. La cadena de custodia
Este procedimiento especial de investigación, constituye una de las
principales innovaciones que se incorpora en la norma y en la práctica
del Código Procesal Penal de 2004 y que, al mismo tiempo, expresa de la
manera más nítida posible la necesaria relación fluida y a la vez profesio
nal que debe existir entre la Policía y el fiscal en el ámbito de la investi
gación del delito.
291
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
5.1. Antecedentes
Como es sabido, la discusión acerca de un nuevo modelo procesal pe
nal en nuestro país ha ido acompañada de un debate, no menos importan
te, acerca de la relación entre la Policía Nacional y el Ministerio Público
en el ámbito de la investigación. Ello ocurrió cuando se discutió el Código
Procesal Penal de 1991, pero también los Proyectos de 1995 y 1997. Ya al
rededor del movimiento de reforma que gestó el Código Procesal Penal de
2004 también se sostuvo un intenso debate académico e interinstitucional
en el que el centro de la discusión era la nueva configuración de los pode
res del órgano policial en un proceso de orientación acusatoria.
(692) Elaborado por la Comisión Especial de Alto Nivel encargada de la redacción del Código Procesal Penal
de 2004 y publicado en el mes de diciembre de 2003.
292
Sujetos procesales
(693) Tomado de la Exposición de Motivos del Proyecto de Ley N° 3205/2008-CR que propone diversas
modificaciones al CPP de 2004 en el ámbito de la investigación del delito.
Axsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(694) BlNDER, ALBERTO, en: El Ministerio Publico. Para una nueva justicia criminal, Fundación Paz
Ciudadana, Universidad Diego Portales, Santiago de Chile, 1994, p. 65.
Sujetos procesales
debe tener esta etapa del proceso para que sea a la vez efectiva y respetuo
sa de los derechos fundamentales.
Por todo ello, el fiscal juega un rol clave en el nuevo modelo procesal
al actuar como verdadera bisagra entre el ámbito policial y judicial, o sea,
como un puente para transformar la información obtenida en la investiga
ción policial en un caso judicialmente sustentable y ganable(S96>. En otros
términos, cumple una función de puente, en tal virtud puede ser considera
do como una institución bifronte, con una cara mirando al mundo policial
y otra cara mirando al mundo judicial(697).
295
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesa! Penal peruano
El proceso de reforma en América Latina enseña que son dos los mayo
res tropiezos que presenta el Ministerio Público en su nueva función. Así,
se ha encontrado que muchas veces el fiscal repite las tareas administra
tivas de la Policía Nacional. De otro lado, que el fiscal ha asumido como
suya la metodología de trabajo de los jueces instructores, esto es, con la ne
cesaria concurrencia del expediente. Por lo tanto, para evitar estos tropie
zos, es imperativo reorganizar el sistema de investigación en su conjunto
y dotarlo de eficacia para enfrentar situaciones complejas y dinámicas(69S).
1. Concepto
El juez es la persona física que ejerce la potestad jurisdiccional y que
tiene la misión de resolver el conflicto generado por el delito, aplicando
para ello la ley penal. Además, tiene el deber de actuar durante el proceso
en resguardo de las garantías básicas consagradas en la Constitución y en
los pactos y tratados internacionales sobre derechos humanos.
297
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
299
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
3. Principios
La actuación del juez, por ser de vital importancia, debe estar regida
por los siguientes principios:
a. Principio de independencia
b. Principio de imparcialidad
300 ____________________________
Sujetos procesales
* Inamovilidad
301
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(717) De esta forma lo ha regulado la Ley de la Carrera Judicial (Ley Ne 29277), so su articulo 34.13, al
señalar que el juez debe “Dedicarse exclusivamente a la función judicial. No obstante, puede ejercer
la docencia universitaria en materias jurídicas, a tiempo parcial, hasta por ocho horas semanales de
dictado de clases y en horas distintas de las que corresponden al despacho judicial. Igualmente, con las
mismas limitaciones, puede realizar labor de investigación jurídica, fuera de las horas del despacho
judicial, e intervenir a título personal en congresos y conferencias”. En este sentido, el articulo 146 de
la Constitución refiere que: “La función jurisdiccional es incompatible con cualquiera otra actividad
pública o privada, con excepción de la docencia universitaria fuera del horario de trabajo”
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
1, Concepto
Actor civil es la persona física o jurídica (agraviado o perjudicado por
la comisión del hecho delictivo) que se encuentra facultado para ejercer la
acción civil dentro del proceso penal; es decir, el sujeto que pretende la res
titución de la cosa, la reparación del daño o ía indemnización de peijuicios
materiales y morales, que interviene en el proceso penal de manera secun
daria y eventual*719\
2. Deslinde conceptual
Debido a que en la doctrina muchas veces se utilizan los términos actor
civil y parte civil de manera indistinta, consideramos pertinente —a efectos
de determinar cuál es la denominación más apropiada para hacer referencia
al agraviado por el delito- hacer algunas precisiones al respecto.
305
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
3.1. Legitimación
La realización de un ilícito penal puede afectar no solo al sujeto pasi
vo del delito, sino además a otros sujetos; es por ello que, tal como lo afir
ma M ir P uig , “ el perjudicado alude no solo al titular del interés lesionado
de modo central por el delito, sino que incluye, además, a todos los que so
portan consecuencias perjudiciales más o menos directas del hecho crimi
nal, cuya trascendencia se encuentra en la responsabilidad civíl’,(723).
(723) Citado por San Martín Castro, Derecho procesal penal, 1.1, p. 266.
306 _ _ _______________________________________
Sujetos procesales
del hecho delictivo. Así, las únicas personas legitimadas para constituirse
en actor civil y ejercer la pretensión civil en el proceso penal son los per
judicados por este hecho, sean o no, a su vez, sujetos pasivos del delito(724)725689.
(724) En este sentido, M aNZINE, Tratado de Derecho procesal penal, t. II, p. 431; A rmenta Deu, Lecciones
de Derecho procesal penal, p. 90; E charri Casi, Las partes en el proceso pena!. Alcance de la respon
sabilidad subsidiaria, <http://www.cej.jnsticia.es/pdf/publicaciones/secretariosjudiciaIes/SECJUD19.
pdf>.
(725) Artículo 54 y siguientes del Código de Procedimientos Penales. En ej Código Procesal Penal del 2004,
este extremo se encuentra regulado en los artículo 94 y siguientes.
(726) Conviene mencionar que los representantes legales obran por quienes no pueden obrar por sf mismos,
por ejemplo, los incapaces, las personas jurídicas.
(727) En la doctrina, se menciona que existe dos tipos de legitimación indirecta. Por un lado, la legitimación
por sustitución, es decir, quienes participan enjuicio para pretender una tutela cuyo fundamento es un
derecho ajeno y actúan, sin embargo, en interés propio, es decir, pretenden la tutela para sí mismos, Por
otro lado, existe también la legitimación representativa que se refiere a los que intervienen enjuicio
en nombre propio; pero sobre la base de una titularidad ajena, en este caso estos sujetos no pretenden
para sí la tutela que piden. De La Oliva Santos y otros, citado por Echarri Casi, Las partes en el
proceso penal. Alcance de la responsabilidad subsidiaria, <http://www.cejj usticia.es/pdf/publicaciones/
secretariosjudiciales/SECJUDID.pdf/*
(728) G arcía Rada, Manual de Derecho procesal penal, p. 97.
(729) Exp. N° 0828-2005-HC/TC (f. j. 7), caso: Herminio Porras Oroya.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(730) Este extremo incluye a los parientes, ascendientes y descendientes que, en defecto del perjudicado di
recto, pueden adquirir la calidad de agraviados (arts. 94.1 y 94.2 CPP 2004). En el caso de tas personas
jurídicas, se incluye a los socios, accionistas, asociados o miembros (art. 94.2 CPP 2004).
(731) Se le reconoce los siguientes derechos: a) a ser informado de los resultados de la actuación en que haya
intervenido, así como del resultado del procedimiento, aun cuando no haya intervenido en él, siempre
que lo solicite; b) a ser escuchado antes de cada decisión que implique la extinción o suspensión de la
acción penal, siempre que lo solicite; c) A recibir un trato digno y respetuoso por parte de las autori
dades competentes, y a la protección de su integridad, incluyendo la de su familia. En los procesos por
delitos contra la libertad sexual se preservará su identidad, bajo responsabilidad de quien conduzca la
investigación o el proceso, y; d) a impugnar el sobreseimiento y la sentencia absolutoria.
Sujetos procesales
3.2. Requisitos
No toda comisión de delito supone per se la intervención procesal del
actor civil; por lo que, además de ser un sujeto legitimado para constituir
se como tal, es necesario que se cumplan, de manera obligatoria, con los
siguientes requisitos:
(732) M aier , Derecho procesal penal, t, II, p, 739; M a n zin i , Tratado de Derecho procesal penal, '!, II,
pp. 432-433. ' ‘
(733) M anzini, Tratado de Derecho procesal penal, t, II, p. 433.
Arsenío Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
3.3. Oportunidad
El Código de Procedimientos Penales no determina expresamente en
qué etapa del proceso el agraviado o perjudicado puede constituirse en ac
tor civil; no obstante, a través de la jurisprudencia se ha establecido, ma-
yoritariamente, que dicha constitución se podrá realizar durante la instruc
ción hasta antes del juicio oral(735)736.Lo afirmado sería aplicable únicamen
te para el proceso ordinario. .
3.4. Procedimiento
3.4.1. Con el Código de Procedimientos Penales
En el artículo 55 de este cuerpo normativo se prescribe que la solicitud
de constitución en actor civil p o d rá form ularse verbalmente o por escrito
ante el juez instructor. El pedido verbal deberá constar en un acta especial.
311
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
que será notificado a las otras partes procesales. El auto que desestima la
solicitud de constitución al proceso penal podrá ser apelado.
(739) En esa línea, M aier considera que el acto de constitución en actor civil es escrito y debe contener
la individualización de la persona que pretende ese papel en el procedimiento penal y, en su caso, la
del mandatario a quien encargó la persecución civil, el domicilio legal de quien acciona civilmente y
una sucinta explicación de los motivos de hecho y de derecho que fundan la acción. M aier, Derecho
procesal penal, t. II, p. 748.
Sujetos procesales
(740) Informe sobre la aplicación del Código Procesal Penal de 2004 para delitos cometidos por funcionarios
públicos a los sesenta días de su vigencia, que fue emitido por la coordinadora del subsistema antico
rrupción encargado de la aplicación del CPP de 2004 para delitos cometidos por funcionarios públicos,
del 28 de marzo de 2011.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(741) Sentencia de la Sala Penal de la Corte Suprema Exp. N“ 3608-95-B-Cajamarca. En el mismo sentido,
ver también el Exp. N° 066-97, y el Exp. N“ 3763-95-B, citadas por Rojas Vargas, Jurisprudencia
procesal penal, t. II, pp. 189 y ss. En esta línea, San M artín Castro, Derecho procesal penal, 1.1,
pp. 260-262.
(742) En este sentido se ha pronunciado el Tribunal Constitucional en e! Exp. N° 0828-2005-HC/TC (f. j. 7,
par. 2), caso: Herminio Ponas Oroya.
314 ._______________________________________________________________
Sujetos procesales
315
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
4,2. S eg ú n el C ó d ig o P ro c e s a l P e n a l d e 2004
Este cuerpo legal reconoce, de un lado, determinados derechos al agra
viado del hecho criminal, aunque no se haya constituido como actor civil
en el proceso penal. Este reconocimiento de derechos, por el solo hecho de
tener tal condición, tiene como fin reivindicar su rol en el proceso penal y
resguardar la protección de aquellos derechos que no están ligados, nece
sariamente, al ejercicio de la acción civil en el proceso penal. De otro lado,
también le reconoce ciertas facultades al actor civil.
3 1 6 ____________________
Sujetos procesales
_______________________________________________________ 317
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(745) En la misma línea, Vásquez Sotelo, sostiene que no necesariamente de todo hecho punible se deriva
una responsabilidad civil. Para que dicha responsabilidad concurra es indispensable la generación de un
daño; lo que es propio de los delitos de lesión, que suponen un ataque consumado a los bienes protegidos.
Sin embargo, ello puede no ocurrir en los delitos puramente formales o de peligro, o cuando la acción
delictiva fue meramente intentada [tentativa]. En todo caso siempre se deberá corroborar la generación
' un daño pasible de reparación. Citado por San M artín Castro, las el ventas, XIII/ 25, p. 331.
(746) Del R ío Labarthe es de la opinión que la acción civil no es accesoria a la penal. Lo que existe es
una acumulación de pretensiones cuyo fundamento radica en la economía procesal. -Añade que- la
acumulación de la acción civil al proceso penal responde, sencillamente, a un supuesto de acumulación
heterogénea de pretensiones, con fines procesales estrictos. Esta tendencia encuentra beneficio en el
hecho de que, con el menor desgaste posible de jurisdicción, se pueda reprimir el daño público causado
por el delito y reparar el daño privado ocasionado por el mismo hecho. D el R ío Labarthe, Derecho
PUCP; 2009/65, p. 223.
3 1 8 ___________________________________
Sujetos procesales
1. Concepto
El tercero civilmente responsable es la persona natural o jurídica que,
sin haber intervenido en la comisión de un hecho punible, está llamado a
responder civilmente por los perjuicios ocasionados por los autores o par
tícipes del hecho delictivo, cuando exista una relación especial de depen
dencia entre estos y los terceros obligados y dicha particular situación jurí
dica determine la existencia de una obligación solidariaC7l,7).
(747) El Código Procesal Penal de 2004, a diferencia del Código de Procedimientos Penales, refiere qúe el
tercero civilmente responsable es la persona que conjuntamente con el imputado tienen responsabilidad
civil por las consecuencias del delito (art. 111.1),
Arsenio Oré Guardia ! Derecho Procesal Penal peruano
320
Sujetos procesales
(752) Esta vinculación especia) no debe limitarse solo a una relación de subordinación, pues cuando la
responsabilidad del tercero civil responsable se fundamenta en la titularidad del bien con el cual se ha
causado el daño, esta garantía de la reparación no se origina en una relación de subordinación, sino en
la titularidad en sí misma.
(753) R.N .N ° 3766-2006, Lima.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(754) Bajo la misma óptica el Código Civil, en su artículo 1981, establece que: “aquel que tenga a otro bajo
sus órdenes responde por el daño causado por este último, si ese daño se realizó en el ejercicio del cargo
0 en cumplimiento del servicio respectivo. El autor directo y el autor indirecto están sujetos a respon
sabilidad solidaria”. Además, en aplicación supletoria del artículo 1983 del Código Civil (que regula la
obligación solidaria en la responsabilidad extracontractual), al tercero civil que pague la totalidad de la
reparación civil le asistirá el derecho de repetición contra el imputado, debiendo definirse tal pretensión
en la vía civil.
(755) Así, Armenia Deu, Lecciones de Derecho procesal penal, pp. 102-103; Montero A roca, en Derecho
jurisdiccional III, pp. 95-96. Al respecto, Montero Aroca señala que el responsable directo o inmediato
responderá civilmente en casi la totalidad de los casos; mientras que el segundo lo hará, de manera
excepcional, en los casos que el imputado no cuente con los recursos económicos para responder. La
responsabilidad mediata del tercero tiene su origen en la insolvencia del responsable directo.
(756) Del mismo parecer: San Martín Castro, I us el vertías, XIII/ 25, p. 332.
Sujetos procesales
_______________________________________________________________ 323
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(757) La Primera Sala Penal de Apelaciones de La Libertad, en el Exp. Nc 72-2007 (Cons. 16 y 17), refiere que
. la constitución de la aseguradora como tercero civilmente es obligatoria, tal como lo refiere el artículo
113.3 CPP de 2004. Citado por TaBOADAPilco, Jurisprudencia y buenas prácticas en el nuevo Código
Procesal Penal, pp. 180-181.
(758) Clariá Olmedo, también es de la opinión que si el tercero no comparece ante la citación al proceso
penal, este continuará en sil rebeldía, debiéndose nombrar a un abogado de oficio, de ninguna manera
se podrá retrotraer el proceso. Citado por San M artín Castro, Derecho procesal penal, 1.1, p. 297.
(759) No obstante, a consideración de Maier, también cabe la posibilidad de la constitución voluntaria, esto
es, que el tercero -a! ser inminente su constitución- ingrese al proceso por voluntad propia. M aier,
Derecho procesal penal, t. II, p. 761. .
Sujetos procesales
(760) En este sentido, San Martín Castro, Derecho procesal penal, 1.1, p. 297.
325
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(761) San Martín Castro, Derecho procesal penal, 1.1, pp. 297-298.
326 __ ______________________________________
Sujetos procesales
5. Facultades o derechos
El tercero civilmente responsable, desde el momento en que ingresa al
proceso penal, tiene facultades o derechos similares al imputado. En efec
to, desde el momento en que es llamado al proceso, este sujeto procesal po
see un amplio e irrestricto derecho de defensa.
________________________________________________________________ 327
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
Al igual que García Cavero, consideramos que: “la falta de una con
dena no tendría que ser óbice para imponer la reparación civil en caso estén762
(763) García Cavero, La naturaleza y alcance de la reparación civil: a propósito delprecedente vinculante
establecido en la Ejecutoria Suprema R.N. 948-2Q05-Junín, <http:/Avww. itaiusesto.com/revista/5 0506%20
-%20Garcia%2QCavero.pdf>.
(764) Ahora bien, conviene preguntarnos qué se quiso decir con la frase “cuando proceda”, es decir, cómo
determinar en que casos procede la responsabilidad civil no obstante haberse dictado un sobreseimiento
o sentencia absolutoria, o es el juez discrecionalmente quien, de acuerdo al caso concreto, impone la
reparación civil.
(765) García Cavero. ídem.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
obsta a que se les imponga una responsabilidad civil, que será asumida, de
ser el caso, solidariamente, por el tercero civilmente responsable.
(766) En este sentido, García Cavero, La persona jurídica en el Derecho penal, p. 15.
(767) Véase Sil v a SÁNCHEZ, I,a expansión del Derecho penal, p. 106.
(768) Antiguamente se negaba la capacidad delictiva de la persona jurídica así como también su capacidad de
comprender la aplicación de la pena, señalándose que la responsabilidad de la asociación (ente colectivo)
era, en realidad, la responsabilidad de sus miembros, hoy en día, en cambio, se propone la elaboración
de diversas teorías indicando, en algunos casos, nuevos conceptos de acción y culpabilidad para las
personas jurídicas y, en otros, la transferencia de la responsabilidad de la persona física a la persona
jurídica en consideración de que los actos de los órganos del ente colectivo, en virtud de la relación
funcional, son también de la persona jurídica. Véase en Silva Sánchez , en La responsabilidad penal
de las personas jurídicas, órganos y representantes, pp. 143-213.
(769) En esta línea G arcía Cavero, Derecho penal económico, 1.1, 2007, p, 968.
(770) El legislador nacional, a! igual que la m ayoría de países iberoamericanos, sostiene que la persona jurídica
no tiene capacidad de realizar una acción penalmente relevante, careciendo de responsabilidad penal.
Descriptivamente véase en C aro C oria , Revista de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad
Católica del Perú, 2001/54, pp. 419-474.
Sujetos procesales
Dicho esto, podemos observar que en el ámbito procesal, hasta antes del
Código Procesal de 2004, no existía casi ninguna norma de carácter proce
sal que regulara la aplicación de dichas consecuencias accesorias. En efec
to, la única norma procesal existente fue la contenida en el texto originario
del artículo 314 del Código Penal, que establecía la posibilidad de ordenar,
én el ámbito de los delitos ambientales, la medida cautelar de suspensión
de la actividad contaminante, así como la clausura definitiva o temporal.
No obstante ello, casi no se conoce algún caso en el que dicha norma hu
biere tenido aplicación práctica.
Por ello, es que es recién con el mencionado cuerpo normativo que tal
disposición material -consecuencias accesorias- llega a complementarse
con la serie de reglas procesales contenidas en los artículos 90 al 93 del Có
digo Procesal Penal de 2004, las cuales precisan el trámite a seguir a efec
tos'de que la persona jurídica pueda ser emplazada en el proceso y luego
ser pasible de ía imposición de alguna consecuencia accesoria. De esta ma
nera, este cuerpo legal subsana de modo sistemático y coherente las omi
siones propias del Código de Procedimientos Penales en lo relacionado a
la inclusión de la persona jurídica en el proceso penal, limitaciones que, a
nuestro juicio, suponían la vulneración del derecho de defensa de la per
sona jurídica, en tanto dichas medidas eran impuestas al final del proceso,
(771) Este modelo ha sido adoptado recientemente enEspañamed ¡ante la Ley Orgánica 5/2010 que, entrando
en vigor a partir del 22 de diciembre de 2010, reconoce expresamente la responsabilidad penal de las
personas jurídicas en determinados delitos conforme el artículo 31 Bis del Código Penal español. Así
también, en Chile mediante ¡a Ley N° 20.393, publicada el 2 de diciembre 2010, establece la responsa
bilidad penal para las personas jurídicas por delitos de lavado de activos, financiamiento del terrorismo
y cohecho de funcionario público nacional o extranjero.
(772) En el Acuerdo Plenario N° 7-2009/CJ—116 (f. j. 11), se asigna a las consecuencias accesorias la naturaleza
jurídica de sanciones penales especíales.
(773) La doctrina nacional mayorifaria, aunque con distintos matices, niega el carácter de pena a las con
secuencias accesorias. P rado Saldarriaga, Nuevo proceso penal, reforma y Política Criminal,
pp. 80-85.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
2 . Legitimidad
La legitimidad de la persona jurídica para ser incorporada al proceso
penal, como sujeto procesal pasivo, se sustenta en que esta pueda ser san
cionada con alguna de las consecuencias accesorias previstas en los artícu
los 104 y 105 del Código Penal (art. 90 CPP 2004) o de ser limitada en sus
derechos en virtud de alguna medida cautelar prevista en el artículo 313
CPP 2004(776). .....
(774) Así también Lo indica el Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanentes y Transitorias, en el
Acuerdo Plenario N° 7-2009/CJ-116 (f. j. 8).
(775) Se puede advertir que la persona jurídica, como nuevo sujeto procesal pasivo es distinto del imputado,
en la medida de que el primero carece de atributos exclusivos y excluyentes de las personas naturales
-ausencia de una voluntad psicológica y la imposibilidad de actuación por sí misma- que impedirían
satisfacer las categorías de la capacidad de acción y de culpabilidad imprescindibles para la imposición
de una pena. En este sentido, Gimeno Sendra, Derecho procesal penal, 2007, pp. 179-180. Espinoza
Goyena, La persona jurídica en el nuevo proceso penal, p. 315.
(776) Respecto de las medidas cautelares aplicables a las personas jurídicas véase el capítulo correspondiente.
332 _____________________________________________________________
Sujetos procesales
de una infracción penal (mientras que) en el artículo 105 del Código Penal
se detalla un amplio catálogo de sanciones que se aplicarán a estos entes
colectivos”(777).
(777) Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanentes y Transitorias, Acuerdo Plenario N° 7-2009/
CJ-116 (f. j. 9).
(778) Respecto de la incorporación de la persona jurídica al proceso penal como tercero civilmente responsable
véase el capítulo referente a este tema.
(779) Espsnoza G oyen’A, La persona jurídica en el nuevo proceso penal, p. 315 y ss.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
4. Representación procesal
Dadas las limitaciones propias de la persona jurídica -n o contar con
un sustrato físico-, una vez incorporada al proceso penal, la participación
de este sujeto de derecho requiere de la designación previa de un represen
tante debido a la imposibilidad material de ejercer por sí misma su defensa.
( 780) P rado Saldarriaga , Nuevo proceso penal, reforma y Política Criminal, p. 104,
334 ___________________________________________________
Sujetos procesales
5. Derechos y garantías
Las personas jurídicas incorporadas al proceso penal, conforme el ar
tículo 93.1 del Código Procesal Penal de 2004 y en lo concerniente a la de
fensa de sus legítimos intereses, gozarán de todos los derechos y garantías
reconocidos al imputado. Por tanto, este nuevo sujeto procesal se encuen
tra legitimado para exigir, por ejemplo, la observancia del derecho a contar
con un juicio oral, público y contradictorio; a la presunción de inocencia; a
no ser procesado más de una vez por los mismos hechos y por los mismos
fundamentos; al derecho de defensa; entre otros.
(78!) Otro ejemplo que en esta línea nos da la práctica, y que la regulación busca evitar, se origina en el caso
que exista identidad entre el apoderado y el tercero civilmente responsable, toda vez que el primero
busque desviar su probable responsabilidad civil en perjuicio de la persona jurídica, o, por el contrario,
esta (la persona jurídica) emplee su poder coercitivo sobre la persona natural obligándole a admitir los
cargos. ■
(782) Carmona Cuenca, Eí principio de igualdad material en lajurisprudencia del Tribunal Constitucional,
<bttp://www.cepc.es/rap/Publicaciones/Revistas/3/REPNE_084_259.pdf>,
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(783) Cuando menos las consecuencias jurídicas en íos supuestos regulados en el artículo 105 del Código
Penal pondrían en cuestionamiento la vigencia de ciertos derechos fundamentales de las personas
jurídicas vinculados a su existencia, tales como !a libertad de asociación (art. 2.13 Const.), libertad de
contratación (art. 2.14 Const.), libertad de trabajo (art. 2.15 Const,), derecho de participación en forma
asociada de la vida económica, social y cultural de la nación (art. 2.17 Const.).
C A P ÍT U L O V I
L A A C C IÓ N E N E L P R O C E S O P E N A L
Capítulo VI
L a acción en el proceso p enal
I. Evolución de la definición
(784) El primer aborde clásico se inicia en Alemania (entre los que destacan autores como Windscheid,
M urther, Wach, Hellwing, y Weisman). Véase en Carnelutti, C u e stio n e s s o b r e e l p r o c e s o p e n a l,
p. 10; D e La Oliva Santos, D e r e c h o p r o c e s a l p e n a l, p. 178.
(785) D evis E chandía , T eo ría g e n e r a l d e l p r o c e s o , p. 176.
(786) Carnellutti es quien -a partir de lo desarrollado por Chíovenda- marca la pauta de esta doctrina e
introduce en el campo del Derecho procesal la concepción de que la acción era un derecho autónomo
y anterior al proceso; concibiéndolo como un derecho subjetivo procesal abstracto que no persigne la
emisión de una sentencia favorable sino únicamente la incoación de un proceso en el cual se resuelva
las pretensiones del demandante. Véase en Devis Echandía, T eoría g e n e r a l d e l p r o c e s o , pp. 174-181;
Carnelutti, C u e stio n e s s o b r e e l p r o c e s o p e n a l, pp. 9-10.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
II. Definición
La acción es el derecho público y subjetivo del accionante a exigir, al
órgano jurisdiccional, la emisión de una resolución motivada y congruen
te que se pronuncie sobre la procedencia o no de su solicitud para iniciar
el proceso(789); tal como se ha manifestado, no conlleva a exigir la efectiva
protección de un derecho material determinado.
la denominaremos “acción penal” sin que ello signifique una alusión a al
gún tipo de clasificación, en este caso el término “penal” viene a caracteri
zar el tipo de proceso que se quiere iniciar.
1. Concepto
A tenor de lo establecido, la acción penal es la potestad jurídica de pro
mover la decisión del órgano jurisdiccional respecto a una determinada re
lación de Derecho penal. El ejercicio de la acción penal domina y da ca
rácter a todo el proceso: lo inicia y lo hace avanzar hasta su meta (la reso
lución del conflicto generado por el delito). El proceso, sin el ejercicio le
gítimo de la acción penal no puede surgir ni continuar.
a. D enuncia
b. Querella
(798) Dicha prerrogativa se encontraba recogida en el Código de Ejecución Penal, al referirse a los beneficios
penitenciarios en su Capítulo Cuarto, Empero, tras la entrada en vigencia del Código Procesal Penal de
2004 (art. 488.3), las facultades del Ministerio Público se limitan a la función fiscaiizadora de la ejecu
ción de las sanciones penales, pudiendo instar las medidas de supervisión y control que correspondan,
formulando al juez de la investigación preparatoria los requerimientos que fueren necesarios para la
correcta aplicación de la ley.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
3. Naturaleza jurídica
El Ministerio Público, ejerciendo el monopolio de la potestad perse
cutoria y en cumplimiento de un deber constitucional (art. 159.5), tiene el
poder de poner en marcha la actividad jurisdiccional del Estado a fin de
obtener una resolución motivada en un caso determinado; debido a ello, la
acción penal es considerada como la potestad jurídica de instar la activi
dad jurisdiccional.
(799) La determinación del objeto procesal en el proceso penal tiene funciones trascendentales, entre las que
se encuentran: designar el objeto de litispendencia, demarcar los límites de la investigación judicial
y de la obtención de la sentencia, y definir la extensión de la cosa juzgada (mayor desarrollo de este
concepto se encuentra en el Capítulo I). Véase en: R oxin, D e r e c h o p r o c e s a l p e n a l, p. 160.
La acción en el proceso penal
4. Características
A la acción penal -principalm ente a la ejercida por el M inisterio
Público—se le atribuyen las siguientes características:
345
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
d. . Irrevocable.- Una vez ejercitada la acción penal, esta no puede ser ob
jeto de revocación suspensión, modificación o supresión; salvo que lo
permita expresamente la ley; es el caso, por ejemplo, del principio de
oportunidad, que luego de iniciado el proceso penal, permite al Minis
terio Público, en los supuestos determinados en la ley y previo control
jurisdiccional, retirar la acción penal ejercida (art. 2.7 CPP 2004).
(802) Este principio se encuentra garantizado por el artículo 2.24.d) de la Constitución, y se satisface cuando
se cumple la previsión de las infracciones y sanciones en la ley.
(803) M ix á n M áss, D e r e c h o p r o c e s a l p e n a l , p. 385.
346 ________________________________________________________________
La acción en el proceso penal
347
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Pena! peruano
(804) Mediante Decreto Supremo 014-2005-SA se reglamentó ía Ley 28189. La muerte de una persona,
consecuentemente, estará determinada por el cese definitivo e irreversible de las funciones encefálicas,
aun cuando se la mantenga con vida de manera artificial (máquinas o respiradores artificiales).
La acción en el proceso penal
5.4. Amnistía
Por medio de la amnistía el Estado, a través del Congreso de la Repú
blica, renuncia a su potestad persecutoria y sancionadora de delitos, a tenor
349
Arsenío Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
De este modo, las resoluciones que causan cosa juzgada en materia pe
nal son las que resuelven el conflicto de manera definitiva. Puede tratar
se de una sentencia o de otra resolución que produzca el sobreseimiento
defin itivo(S0S).
(805) Sobre el particular, el Tribunal Constitucional, en elExp. N° 8123-2005-PHC/TC (f. j. 27), casorNelson
Jacob Gurman, ha señalado que “[para] verificar la existencia o no de una persecución penal múltiple
requiere la conjunción de tres identidades distintas: identidad de la persona (e a d e m p e r s o n a ), identidad
del objeto de persecución (e a d e m re s) e identidad de la causa de persecución {e a d e m c a u s a p e te n d i)" .
(806) El Tribunal Constitucional, en el Exp. N° 0109-1998-HC/TC (f. j. 7), caso: Dante Damas Espinoza, ha
señalado que la resolución que declara el sobreseimiento definitivo de los hechos investigados contra
el actor tiene efecto de cosa juzgada; y por ende, no se le puede someter a un nuevo proceso judicial en
el que se le juzgue por los mismos hechos que motivaron la inicial resolución.
(807) Los criterios de oportunidad, a diferencia de otros mecanismos de descongestión que ofrece el sistema
penal con el fin de buscar una solución eficiente y oportuna al conflicto penal, tienen como fin evitar el
ejercicio de la acción penal y la solicitud de la aplicación de la pena. Nuestro ordenamiento prevé dos
La acción en el proceso penal
1. Concepto
Conforme a lo expresado líneas arriba, el principio de oportunidad es
un criterio de oportunidad en virtud al cual se faculta al fiscal abstenerse
discrecionalmente de incoar o desistir de continuar con el proceso penal;
el fiscal tiene la facultad de abstenerse por razones político-criminales, que
responden al criterio de falta de necesidad de proceso y de pena, pues, pese
a que el imputado admite su responsabilidad, el Estado le otorga al fiscal la
potestad de abstenerse de ejercer la acción penal.
criterios de oportunidad: e] principio de oportunidad y los acuerdos repáratenos (el segundo de ellos
solo aplicable en los distritos judiciales donde se encuentra vigente el Código Procesal Pena! de 2004).
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
2. Fundamento
Conforme al Derecho penal de mínima intervención, la aplicación de la
pena solo ha de tener un carácter subsidiario; esto es, dicha aplicación solo
será idónea y necesaria cuando los demás mecanismos —incluso extrapena
le s- no hayan podido solucionar satisfactoriamente un conflicto social(S08).
Bajo esta línea, M a i e r sostiene que, hoy por hoy, “(...) ya no es con
cebible -n i posible- que la pena se dedique al fin exclusivo de retribuir
la culpabilidad del agente (expiación del delito) y menos aún como única
forma de recomponer el orden jurídico, sino que se sostiene para ella fines809
(808) Del R ío Ferreti sostiene que, si bien con ia aplicación del principio de oportunidad se consigue una
efectiva administración de justicia, para evitar una inadecuada aplicación, resulta necesario establecer
controles sociales, jurisdiccionales o políticos que permitan fiscalizar al órgano encargado de deter
minar cuáles son los hechos que deben ser objeto de persecución penal. Véase: D el Río F erret:, La
reforma procesal penal, p. 72. Por su parte, el Código Procesal Penal colombiano, en su artículo 66,
establece que la aplicación del principio de oportunidad se encuentra sometida al control de legalidad
por parte del juez de control de garantías; igual disposición tiene el Código Procesal Penal chileno, en
su artículo 170. A diferencia de ello, en elplea bargaining, el juez anglosajón ejerce un control sobre
el acuerdo o la negociación solo para verificar si la declaración de culpabilidad es voluntaria y exacta,
esta actitud pasiva en la práctica judicial es objeto de duras críticas y debate en dicho entorno. Respecto
de este último véase en Sánchez Velarde, Manual de Derecho procesal penal, p. 371. Finalmente,
en nuestro caso, el Código Procesal Penal de 2004 ha establecido que el control sobre !a aplicación del
principio de oportunidad la ejercen las partes, solo se permite que el juez intervenga ex officio cuando
el fiscal considere imprescindible, para suprimir el interés público en la persecución, sin oponerse a la
gravedad de la responsabilidad, imponer adicionalmente el pago de un importe a favor de una institución
de interés social o del Estado y la aplicación de las reglas de conducta previstas eu el artículo 64 del
Código Penal (art. 2,5 CPP de 2004); y i) cuando el proceso penal se haya judicial izado.
(809) DÍAS GUDE, La mediación penal y los acuerdos reparatorios, <http://enj.org/portal/bibiioteca/penal/
rao/55.pdf>.
La acción en ei proceso penal
3. Críticas
Respecto al principio de oportunidad se han presentado las siguien
tes críticas:
353
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesa! Penal peruano
Esta crítica parte de considerar a todo delito como una infracción contra
legem que solo se puede solucionar mediante la intervención del Esta
do y, en la mayoría de los casos, con la imposición de una pena priva
tiva de libertad. Tal concepción, propia de las teorías retributivas, re
coge un dogma que la realidad se ha encargado de desestimar. •
misma situación jurídica y un trato desigual entre los que gozan de dis
tinta situación jurídica*8'6'.
4. Sistemas de regulación
En doctrina se distinguen dos sistemas de regulación para la aplicación
del principio de oportunidad.
(816) Para más información respecto de la evolución y distinción del principio de igualdad formal e igualdad
material véase C armona C uenca , El principio de igualdad material en la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional, <hítp:// www.cepc.es/rap/Publicaciones/Revistas/3/REPNE_084_259,pdf>,
(817) Se han postulado serias críticas a este sistema, toda vez que, del 90% de casos en los que se aplica el plea
bargaining, la mayoría no se celebra para descongestionarla administración de justicia ni racionalizarla
persecución penal, sino para incrementar las probabilidades que pueda tener el fiscal de ganar el caso en
juicio. En este sentido, Duce afirma que ello puede haberse causado por los siguientes factores: ia amplia
La acción en el proceso penal
discrecionalidad de la que gozan los fiscales; los incentivos que ofrece un sistema con discrecionalidad
absoluta; o, por el aumento excesivo del sistema de garantías en los Estados Unidos como efecto del
Due Process Revolution o la Revolución del Debido Proceso que obliga a los fiscales a “solucionar” el
conflicto sin judicializarlo. Véase Duce/R iego R., Introducción al nuevo sistema procesalpenal, vol. 1,
p. 189. Otra crítica consiste en el grado de sanción que el sistema permite imponer al imputado cuando
se niega a colaborar con la aplicación del plea bargaining\ en estos casos, el fiscal, generalmente, imputa
cargos más graves y pide penas más elevadas de tas que ofrecería con la finalidad de negociar. Véase
en Duce/R iego R., Introducción al nuevo sistema procesal pena!, vol. !, p. 188.
(818) De Diego Diez, Justicia criminal consensuada, pp.41-46; Duce/R iego R., Introducción al nuevo
sistema procesal penal, vol. 1, p. 182; SÁNCHEZ VELARDE, Manual de Derecho procesal penal, p. 371
(819) La razón de este fenómeno, explica Fierro-Méndez, se debe a que ir a juicio implicaría, para el pro
cesado, ser acusado por un hecho más grave y, de darse el caso, ser condenado por pena más grave.
F ierro-Méndez, Sistema procesal pena! de EE.UU., p. 10!.
(820) Bajo esta linea véase A rmenta Deu, Lecciones de Derecho procesal penal, p. 34; H asSEMER, La per
secución penal: legalidady oportunidad, <http:/7 www.alfonsozambraDO.com/doctrina_penal/! 30609/
dp-persecudon_penal.pdf>; M ontero A roca, Proceso penal y libertad, pp. 303-308; Vives A ntón,
Comentarios a la Ley de medidas urgentes de reforma procesal II, pp. 286 y SS.; entre otros.
(821) Así, dentro del continente europeo tenemos que Alemania, Italia, Portugal, Francia e Inglaterra recogen
en sus respectivos ordenamientos el principio de oportunidad.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(822) A rmenta D eu señala que en e¡ sistema románico germánico el término “oportunidad reglada” resulta
ser un contrasentido jurídico en la medida de que, para nuestro sistema, no se puede hablar de discrecio-
nalidad fuera de los espacios que la ley establece. Armenia D eu, Criminalidad de bagatela y principio
de oportunidad, pp. 181-182.
La acción en el proceso penal
se entiende que puede ser como cualquier acto jurídico, pero debe cons
tar por escrito.
Cabe agregar que el artículo 2 del Código Procesal Penal de 2004 es
tablece que el consentimiento del imputado debe recaer solo sobre la deci
sión que tuvo el fiscal de no ejercitar la acción penal.
7. Supuestos de aplicación
Merecimiento y necesidad de pena son dos conceptos diferentes. El
primero expresa un juicio global de desvalor sobre un determinado hecho
con relevancia penal, ya que existe un injusto culpable especialmente gra
ve que debe acarrear un castigo. Mientras que, el segundo supone que un
hecho en sí “merecedor de pena”, “necesita” además la imposición de una
sanción penal (pena), ello debido a que en el caso concreto no existe otro
medio disponible que sea eficaz y menos aflictivo(823).
(823) Sobre estos conceptos (merecimiento y necesidad de pena) existe disensión respecto a las diferencias y
semejanzas que se presentan en ambos casos y sobre su aplicación en las diversas categorías del delito,
sin embargo, a efectos de la clasificación de las modalidades de aplicación del principio de oportuni
dad nos apoyaremos en la posición mayoritaria. En este punto, SCHÜNEMANN también señala que el
merecimiento de la pena supone la existencia de un menoscabo suficientemente importante de un bien
jurídico merecedor de protección, pero opina que la necesidad de pena supone además la idoneidad,
la necesidad y proporcionalidad de la protección jurídico penal. Véase en Luzón P ena, La relación
del merecimiento de la pena y necesidad de pena con la estructura del delito, <http://portal.uclra.es/
descargas/idp_docs/doctrinas/luzon%20pena.pdf>.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesa! Penal peruano
(824) Diferencia de conceptos que no siempre ha sido recogida por la doctrina y la propia legislación, pues
se considera de manera errónea que las modalidades de escaso impacto social y mínima culpabilidad
son supuestos de falta de merecimiento de pena. Tal clasificación se recoge incluso en las Resoluciones
1072-95,200-2001 y 1470-2005. '
La acción en el proceso penal
361
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
Sin embargo, a fortiori, se puede precisar que, si bien los delitos do
losos, a pesar de ser cualitativamente más reprochables -dado que su
comisión fue generada de manera voluntaria y con conocimiento de la
afectación de determinados bienes jurídico-penales o de la inobservan
cia de la norma jurídico-penal-, son válidos, dentro de los parámetros
legales, para la aplicación del presente principio; con mayor razón se
ha de preferir el ejercicio discrecional de la acción penal cuando nos
encontramos frente a delitos culposos cuya comisión no fue planificada
por el agente y, por tanto, no implican una manifiesta renuencia frente
a los mandatos jurídico-penales. .
_______________________________________________________________ 363
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
8. Procedimiento
El procedimiento a seguir en la aplicación del principio de oportunidad
dependerá del momento en que el fiscal lo lleve a cabo, pudiendo hacerlo
364 _________________
La acción en el proceso penal
a. A nivel preliminar
(826) De la lectura de este artículo tenem os que el concierto de voluntades entre el agente y el agra
viado (o el tercero civilm ente responsable) no solam ente ha de constar en un soporte físico
de índole público (escritura pública, por ejemplo); sino que tam bién puede estar recogida en
soportes digitales o electrom agnéticos a través de los cuales se com unique el acuerdo al que
las partes han llegado (por ejemplo, un vídeo, un audio o un CD) con la única exigencia de
que estos se encuentren debidam ente legalizados por el notario.
365
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
b. A nivel judicial
366 ________________
La acción en el proceso penal
en virtud del cual se faculta al Ministerio Público para que se pueda abs
tener o desistir de ejercitar la acción penal -dentro de los márgenes de la
le y - a cambio de que se garantice la inmediata y efectiva reparación del
daño ocasionado a la víctima.
b. Tiene derecho a que los procedimientos previstos para tal fin sean
expeditivos, justos, poco costosos y accesibles.
1. Concepto
Los acuerdos reparatorios constituyen un criterio de oportunidad que
permite que el Ministerio Público -d e oficio o a solicitud de las partes- pue
da abstenerse del ejercicio de la acción penal o desistirse de ella828(829), en de
terminados ilícitos penales, cuando el imputado y la víctima lleguen a un
acuerdo sobre la reparación del daño causado a la víctima.
2. Fundamento
El fundamento de este instituto procesal se puede apreciar desde dos
puntos de vista: intraprocesal y extraprocesal. El primero consiste en la le
gitimación del proceso penal como mecanismo de solución efectiva de con
flictos en la medida que reivindica los intereses de la víctima y garantiza
_______________________________________________________________ 367
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
3. Procedimiento
La celebración de los acuerdos reparatorios se da independientemente
de la concurrencia o no de los presupuestos para la aplicación del principio
de oportunidad recogidos en el artículo 2.1 Código Procesal Penal de 2004.
(830) Sobre ello, Carocca P érez señala lo siguiente: “{...) como toda solución alternativa significa una
herramienta de racionalización en el empleo de los recursos del sistema de justicia penal, en cuanto
permite evitar que tramitar un proceso completo, que puede llegar incluso al juicio oral, cuando se
trata de perseguir un hecho que afecta bienes jurídicos de orden patrimonial o de menor gravedad,
incluyendo los hechos culposos, y la víctima acepta una reparación, que generalmente consistiría en el
pago de una indemnización, por parte del imputado (...)”. Carocca P érez, El nuevo sistema procesal
penal, pp. 187-188.
(831) En este sentido, véase Rodríguez DÍAZ en Principios de oportunidad y salidas alternativas al juicio
oral en América Latina, pp. 405-479.
368 ________________________________________________________________
La acción en el proceso penal
• Delitos culposos.
Cabe precisar que dicho acuerdo solo se podrá llevar a cabo en la me
dida que las partes concurran a las citaciones que para tal efecto dispone
el Ministerio Público. No obstante ello, el legislador h a prev isto un trata
miento distinto entre las partes materiales que celebran -o debieran cele
brar- el acuerdo reparatorio, pues se establece que:
_______________________________________________________________ 369
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
Finalmente, el último párrafo del artículo 2.7 del Código Procesal Pe
nal de 2004, establece que no será necesaria la audiencia o la diligencia de
acuerdo -e s decir, la presencia de las dos partes m ateriales- si la manifes
tación de voluntad en la que se acuerda la reparación civil consta en instru
mento publico o documento privado legalizado notarialmente.
V I. L a acción c iv il en el p r o c e so p en a l *832
(832) Este procedimiento se dará, según lo establecido por el artículo 2.7 del CPP de 2004, siguiendo o no
las reglas fijadas por el numeral 5 del mismo artículo; es decir, considerando O no la imposición de un
importe a favor de una institución de interés social o del Estado o de reglas de conducta previstas en el
artículo 64 del CP que el fiscal haya solicitado.
1. C oncepto
La acción civil en el proceso penal supone la promoción del ejercicio
de la acción con el fin de amparar el interés privado consistente en la repa
ración por los daños y perjuicios generados a la víctima (ilícito civil) a raíz de
una conducta que podría constituir, además, un ilícito penal(833)834(art, 92 CP).
371
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
372 _______________________________________________________________
La acción en el proceso penal
(835) Font Serra explica que al considerar que la responsabilidad civil proviene de un ilicito penal nos
hallamos solo ante modos de expresarse; pues, en sus palabras: “la sujeción de un patrimonio a una
privación (responsabilidad civil) no la puede provocar el delito, cuya única consecuencia es la pena”.
Font Serra , La acción civil en el proceso penal, p. 14.
373
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(83fi) El Código Penal, desde el artículo 92 a 101, regula de forma expresa la reparación civil en el proceso
penal; y, de forma implícita -respecto de algunos de estos artículos- la acción civil en el proceso penal
(salvo los arts. 99 y 100 que sí hace mención expresa). En efecto, toda disposición dictada sobre la
reparación civil -que se determina en el proceso penal- influye sobre las consideraciones normativas
acerca de la acción civil que giran en torno a la acción civil que se ejercita en el proceso penal. A modo
de ejemplo, el artículo 92 del CP señala que “(...) la reparación civil se determina conjuntamente con
la pena”; se entiende de ello que es permitido el ejercicio conjunto de la acción civil con la acción penal
en el marco del proceso penal.
(837) De ahí que P eña Cabrera señale que las calificaciones de injusto civil y penal se construyen sobre la
base de elementos de distinta naturaleza. P eña Cabrera , G a c e ta p e n a l, 2010/9, p. 81.
(838) G ómez D e la Torre /A rroyo Z apatero /G arcí a R ivas/F erré. O livé/S errano P iedecasas, L e c c io n e s
d e D e r e c h o p e n a l, p. 411.
374
La acción en el proceso penal
5. Fundamentos
La acumulación heterogénea de acciones encuentra sus fundamentos
en los siguientes criterios procesales:
(852) M ontero A roca explica que la razón por la que el Ministerio Público ejercita la acción civil en el
proceso penal no evidencia un caso de sustitución procesa!, sino uno de legitimación extraordinaria
por ministerio de la ley. M ontero A roca, P r o c e s o p e n a l y lib e r ta d , p. 354.
(853) San M a stín C astro , D e r e c h o p r o c e s a l p e n a l, í. I, p. 341.
La acción en el proceso penal
De acuerdo al artículo 95 del Código Penal, los sujetos pasivos del ejer
cicio de la acción civil en el proceso penal son:
379
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
381
CAPÍTULO VII
I. Definición
(863) Exp. N° 2028-2004-HC/TC (f. j. 3), caso: Margí Eveling Clavo Peralta.
(864) U rtecho B enites , L os m e d io s d e d e fe n sa té c n ic o s y e l n u e v o p r o c e s o p e n a ! p e r u a n o , p. 136.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
II. Finalidad
III. Titularidad
(865) Estas condiciones de validez son denominados por M aier como “presupuestos procesales en sentido
amplio”, definiéndolas como “condiciones de validez del procedimiento penal en general, con visión de
conjunto, o por lo menos, como condiciones de validez de una parte o periodo del procedimiento penal”.
El referido autor agrupa bajo esta -am plia- denom inación dos conceptos: a) los presupuestos procesales
.en sentido estricto son las condiciones positivas que deben existir para la validez del procedimiento y
b) los impedimentos procesales, esto es, aquellas condiciones negativas, que no deben existir para que
sea viable la prosecución penal y la sentencia sobre el fondo. M aier , Derecho procesal penal, t. II,
pp. 74-75. Sobre los presupuestos procesales, C lariá O lmedo afirma que: “La actividad procesa! es
concatenada. Esto quiere decir que las diversas conductas de fundamental significación para el proceso,
al cumplirse se lígau entre sí en una relación de presupuesto o de necesaria consecuencia, permitiendo
así el avance de acto a acto, de momento a momento o de etapa a etapa, como si todas estas fracciones
estuvieran eslabonadas sin solución de continuidad. Si tomamos como ejemplo el proceso penal común,
se advierte que la instrucción formal es presupuesto del juicio plenario; la declaración indagatoria no
puede omitirse para dictar el procesamiento (.. .). Esos presupuestos, circunstancias y estructura de los
actos procesales que integran en su conjunto la actividad procesa!, han de estar generalmente prefijados
en la ley reguladora del proceso, o a lo menos de las normas surgidas de las acordadas o de la práctica
del foro”. C lariá O lmedo , Tratado de Derecho procesal penal, t. IV, pp. 26-27.
(866) U rtecho B enites, L os m edios de defensa técnicos y el nuevo p ro c e so p e n a l p eruano, p. 352.
IV. Oportunidad
387
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
1. La cuestión previa
La cuestión previa es un medio de defensa técnico a través del cual se
cuestiona la validez del inicio del proceso penal porque se ha omitido cum
plir con los requisitos de procedibilidad exigidos taxativamente en la ley.
388 ________________________________________________________________
Medios de defensa técnicos
1.3. Finalidad
La cuestión previa tiene dos fines esenciales: el primero, consiste en
ofrecer resistencia a la iniciación del proceso o de impedir su continua
ción; el segundo, en actuar como remedio procesal al poner en evidencia
que el proceso se ha iniciado sin haberse cumplido con los requisitos exi
gidos por ley.
1.4. Presupuestos
Los presupuestos necesarios para la aplicación de la cuestión previa
son los siguientes:
(878) La clasificación entre efectos de carácter anulatorio y extensivo la vemos en R eyna A lfaro, Excepciones,
cuestión previa y cuestión prejudicial en el proceso penal, pp. 3Í-32.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
392 ________________________________________________________________
Medios de defensa técnicos
(879) Cofopri encargará la evacuación del informe técnico-jurídico, adjuntando para tal efecto la denuncia
formulada con los anexos y/o pruebas adjuntadas. Dicho informe deberá ser evacuado y remitido en
un plazo de 30 días hábiles a la autoridad competente.
(880) La Sala Penal de Apelación de Apurímac de Reos Libres, en el Exp. N° 6806-97, mediante la Resolución
del 17 de setiembre de ¡997, ha señalado que “reiterada jurisprudencia orienta que, en el caso de las
denuncias de omisión a la asistencia familiar, debe recaudarse notificación judicial fehaciente en que
se requiere al obligado, cumplir con prestar alimentos bajo el apercibimiento de ser encausado en la vía
penal”. Caro Jhon , Diccionario de jurisprudencia penal, p. 427. En igual sentido, el Cuarto Juzgado
_______________________________________________________________ 393
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(886) La Resolución Legislativa 002-2010-CR (13/11/2010) modificó el artículo 89 dei Reglamento del
Congreso precisando que el procedimiento de acusación constitucional se tramitará ante la Subcomisión
de Acusaciones Constitucionales.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(887) Los denominados altos dignatarios en razón a la especialidad de su cargo gozan de inmunidad, beneficio
otorgado con el objeto de no ser pasibles de acusaciones por delitos de función sin un previo antejuicio
polít Ico: a fin de evitar persecuciones políticas o abusos, sin que implique la impunidad. De esta manera,
para la prosecución de un proceso penal iniciado contra ellos se.requiere levantar ¡a inmunidad previa
autorización del Congreso. VerExp.N°006-2003-A! (ff. jj. 3,4 y 6), caso: acción de inconstitucionalidad
en contra del inciso j) del artículo 89 del Reglamento del Congreso de la República.
(888) El procedimiento a seguir en dichos casos se encuentra establecido en e! Título III de la Sección II del
Libro V de la norma adjetiva.
(889) El procedimiento parlamentario para realizar el levantamiento de ja inmunidad de los congresistas está
regulado en el artículo 16 del Reglamento del Congreso. Por su parte, la Resolución Administrativa de la
Corte Suprema N° 009-2004-SP-CS regula el procedimiento judicial para requerir dicho levantamiento
de inmunidad.
Medios de defensa técnicos
2. Cuestión prejudicial
Muchas veces el objeto del proceso penal puede estar vinculado con
otras relaciones jurídicas de diferente naturaleza que lo condicionan. Por
lo que resulta importante determinar si el juez penal, frente a estas rela
ciones secundarias, tiene la facultad de decidir, pese a no ser materia de su
competencia*890891*.
(890) El Tribuna! Constitucional, en su Exp. N° 5291-20Ü5-HC/TC (ff. jj. 24 y 25), caso: HeríbertO Benítez
Rivas, ha establecido que respecto a la garantía constitucional de! levantamiento de inmunidad es posible
diferenciar dos supuestos. El primero, cuando el proceso penal se pretende iniciar con posterioridad a la
elección del congresista denunciado; para ello será necesario requerir que el Congreso de la República
levante la inmunidad parlamentaria y autorice el procesamiento. El segundo supuesto, se da cuando a
un ciudadano se le inicia proceso penal y resulta electo durante el desarrollo del mismo; en este caso,
también se deberá solicitar el levantamiento de la inmunidad parlamentaria del congresista electo, para
procesarlo, salvo cuando el proceso penal venga durando en exceso, y existan pendientes de resolver
pedidos de extinción de la acción penal que favorezcan a! congresista de la República. Como se puede
advertir si es manifiesta la extinción de la acción penal, no sería necesario solicitar el levantamiento de
la inmunidad, puesto que, en este caso el proceso penal debe archivarse.
(89 i) F lorian, E lem en to s d e D e r e c h o p r o c e s a l p e n a l, p. 200.
(892) A lmagro N osete, /n.s/ió/dones d e D e r e c h o p r o c e s a l, p. 161.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
2.1. Definición
La cuestión prejudicial es un medio de defensa técnico mediante el
cual se busca suspender el desarrollo de un proceso penal en donde se ha
presentado un supuesto de prejudicialidad que por razón de su materia no
puede ser resuelto por el juez penal.
Ejemplo, cuando en un proceso penal por bigamia (art. 139 CP), el in
culpado argumenta que su primer matrimonio es nulo y que este asunto
está siendo examinado en sede civil; procederá la interposición de la cues
tión prejudicial, pues si el primer matrimonio fuese declarado inválido en
el proceso civil, ello incidirá directamente en la configuración del delito
materia de investigación en el proceso penal.
: C U E S T IO N P R E V IA - - ' - C U E S T IÓ N P R E JU D IC IA L
N o g u a rd a re la c ió n c o n n in g ú n e le m e n to d e l h e
S e re fie re a l e s c la r e c im ie n t o d e p r e s u p u e s t o s o
c h o d e lic tiv o . S o lo e x ig e un a fo r m a lid a d p r e v is
e le m e n to s c o n s t it u t iv o s d e l d elito.
ta en Ley.
S i s e d e c la r a fu n d a d a s u s p e n d e s o lo el p r o c e s o
S i e s fu n d a d a a n u la to d o lo a c tu a d o y se tie n e p o r
pen a l, y n o la a c c ió n , h a s ta que s e r e s u e lv a y c o n
n o in ic ia d o el p r o c e s o pen al.
c lu y a el p r o c e s o e x tra p e n a l.
L a c u e s t ió n p r e j u d ic ia l s í r e q u ie r e d e u n a d e
L a c u e s t ió n p re v ia n o re q u ie re q u e e x tra p e n a l"
c l a r a c i ó n e x tr a p e n a l q u e - p r o p o r c io n e u n e le
m e n te s e e m ita d e c is ió n s o b r e a lg u n o s d e lo s
m e n t o d e j u i c i o d e u t ilid a d p a r a r e s o lv e r el
e le m e n to s d e l ilíc ito m a te ria d e la in v e s tig a c ió n .
o b je to d e l p r o c e d im ie n to penal.
N o s e e s t a b le c e ta x a tiv a m e n te c u á n d o c o r r e s p o n
L a le y d e t e r m in a lo s r e q u is it o s d e p r o c e d ib i-
d e s u s p e n d e r ei p r o c e s o pen al. S u rg e c u a n d o h a y
lid a d , lo q u e h a c e f á c i l d e t e r m in a r e n qué
u n n e x o ló g ic o ju r íd ic o en tre la im p u ta c ió n y la d e
c a s o s p ro c e d e .
c la r a c ió n e x tra p e n a l.
S o n c o n d ic io n e s q u e d e te rm in a n la v a lid e z del
p r o c e s o , s e re fie re n a la p o s ib ilid a d de! ju ic io y P u e d e n a fe c ta r el c o n te n id o m is m o d e l p r o n u n c ia
d e la s e n te n c ia c o m o a c t o s p r o c e s a le s , c o n in m ie n to s o b r e el fo n d o q u e s e d ic te .
d e p e n d e n c ia de s u contenido^ 9015.
Trüjiílo, en el Exp. 843-2008-21, cuando señala que: “en la cuestión prejudicial se debe tratar de un dato
extrapenal determinante de la existencia del delito, cuya dilucidación deba derivarse al juez extra-penar,
TabOaDAPilco, Jurisprudencia y buenas prácticas en el nuevo código procesal penal, p. 179.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
2.3. Finalidad
La finalidad de la interposición de este medio de defensa técnico es
la suspensión del procedimiento penal, a fin de que la cuestión prejudicial
sea resuelta en la vía extrapenal, y así evitar el error judicial en la aplica
ción de la ley penal(897)89.
2.4. Presupuestos
Los presupuestos necesarios(89g) para la interposición de la cuestión pre
judicial son los siguientes:
d. Imposibilidad del juez penal para pronunciarse sobre el fondo del pro
ceso penal, sin la determinación en la vía extrapenal del hecho o acto
jurídico preexistente.
(897) R eyna Alfaro, Excepciones, cuestión previa y cuestión prejudicial en el proceso penal, p. 67.
(898) D e la Cruz Espejo, Cuestión previa, cuestión prejudicial y excepciones en el proceso penal peruano,
pp. 64-68.
(899) Ello no quiere decir que el proceso extrapenal haya sido iniciado con anterioridad al proceso penal, sino
que exista un hecho previo que debe ser discutido extrapenal mente por ser antecedente del supuesto
hecho delictivo (consecuente).
(900) Para la interposición de la cuestión prejudicial es necesario que el supuesto precedente sea de suficiente
importancia como para generar una controversia legal relacionada con el fundamento mismo de la
denuncia debido a que “existe una vinculación especial e influyente sobre la hipótesis jurídico penal,
utribuible al hecho materia del proceso penal de modo que esa vinculación singular perturba la idea
sobre e! carácter delictuoso de la conducta imputada”. Noguera Ramos, Tratado de los medios de
defensa en el Derecho procesal penal, p. 150.
Medios de defensa técnicos
En este caso serán resueltas por el propio órgano que está conociendo
el proceso penal al momento de dictar sentencia, haciendo uso de las
normas materiales aplicables al caso<902:i, ello pese a estar frente a una
prejudicialidad cuyo conocimiento correspondería, en principio, al juez
extrapenal. .
401
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(904) De la C ruz E spejo, Cuestión previa, cuestión prejudicial y excepciones en el proceso penal peruano,
pp. 71-72.
(905 >De la C r u z E spejo , Cuestión previa, cuestión prejudicial y excepciones en el proceso penal peruano,
pp. 71-72. ' . .
Medios de defensa técnicos
Este régimen considera que ningún órgano puede conocer materias pro
pias de distinto orden jurisdiccional, respecto de las cuales no posee
competencia(907). Ello se encuentra plenamente conforme con el prin
cipio de seguridad jurídica eliminando cualquier tipo de discrecionali-
dad judicial en la configuración de las cuestiones prejudiciales.
(906) Urtecho Benites, L os medios de defensa técnicos y el nuevo proceso penal peruano, pp.258-259.
(907) Valbuena González, Las cuestiones prejudiciales en el proceso penal, p. 3!4.
403
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
Para este régimen, las facultades del juez penal para conocer las cues
tiones prejudiciales que surjan en el proceso penal deben limitarse cuan
do por razones de especialización no esté en condiciones de asumir ese
conocimiento(908).
Es por ello que se faculta al juez penal para que después de un examen
minucioso sea quien decida si se remite la cuestión prejudicial a la ju
risdicción extrapenal o no para su resolución. Este régimen se funda en
el principio de la unidad de la jurisdicción, pues siempre es la misma
función jurisdiccional la que actúa, de tal manera que otorgar el pro
nunciamiento a la jurisdicción extrapenal en determinados casos no re
siente la unidad del proceso sino que integra las competencias para la
solución del conflicto*910).
(908) Urtecho Benites, L os medios de defensa técnicos y el nuevo proceso penal peruano , pp. 260-261.
(909) D e la Cruz Espejo, Cuestión previa, cuestión prejudicial y excepciones en el proceso penal peruano ,
pp. 71-73. . . .
(910) VALBUENA González, Las cuestiones prejudiciales en el proceso penal, p. 321.
Medios de defensa técnicos
En este mismo sentido, quedarán sin efecto las medidas de coerción real
(embargo, secuestro, etc.) que, en su caso, se hubieran dictado.
(911) Ello producirá a su vez la suspensión de los plazos de prescripción (art. 84 CP).
(912) Dicha suspensión de la prescripción -estipulada en e! artículo 84 CP- no opera cuando ha transcurrido
una mitad adicional del plazo ordinario de prescripción (denominado prescripción extraordinaria) de
acuerdo a lo previsto en el último párrafo del artículo 83 del CP. R eyna A lfaro, Excepciones, cuestión
previa y cuestión prejudicial en el proceso penal, p. 77. Además se debe tener en cuenta que conforme
lo estipula el artículo 339.1 del Código Procesal Penal de 2004, la formal ¡zación de la investigación
preparatoria tiene como efecto la suspensión del proceso penal; por lo que, en dichos casos, no operaría
la suspensión a consecuencia de la cuestión prejudicial, pues el plazo prescritorio ya estaría suspendido
desde dicho acto fiscal (ver lo desarrollado en el pnnto 3.5.7 del presente capitulo).
405
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(953) Ello en el caso de que al momento de declarar fundada la cuestión prejudicial en el proceso penal, no
se haya promovido el proceso extrapenal donde se resolverá la cuestión prejudicial.
(914) San Martín Castro, Derecho procesal penal, 1.1, p. 359.
Medios de defensa técnicos
(915) Clariá Olmedo, Tratado de Derecho procesal penal, t. IV, pp. 539 y 544-542, Agrega el citado autor
que “La excepción es medio puesto al servicio del perseguido penalmente para proveer a la defensa
con su propia actividad, pudiendo ser empleada con el mismo fin por el tercero civilmente demandado
________________________________________________________________407
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
b. Naturaleza de juicio.
c. Cosa juzgada.
d. Amnistía.
e. Prescripción.
1.1. Definición
La excepción de naturaleza o de improcedencia de la acción es un me
dio de defensa técnico que le otorga al procesado la potestad de cuestionar
para resistir formalmente a la pretensión reintegradora patrimonial". Del mismo modo, señala que
(al igual que los medios de defensa analizados previamente) nada impide que el Ministerio Público y
el juez -d e oficio- puedan advertir estas circunstancias que impedirían un pronunciamiento sobre el
fondo, pero no como un medio de defensa en sí mismo, puesto que “la excepción como actividad debe
necesariamente corresponder al sujeto pasivo enfrentado a¡ poder de acción, y no a! titular de este ni
al órgano de la jurisdicción”.
(916) R eyna Alfaro, Excepciones, cuestión previa y cuestión prejudicial en el proceso penal, pp. 104-105.
E n este sentido, D éla C r u z E spejo , Cuestión previa, cuestión prejudicial y excepciones en el proceso
penal peruano, p. 124.
(917) MlXÁN MÁSS, Cuestión previa, cuestión prejudicial, excepciones en el procedimiento penal,
pp. 244-247.
Medios de defensa técnicos
1.2. Finalidad
La excepción de naturaleza o de improcedencia de la acción tiene como
finalidad evitar la continuación del ejercicio de la acción penal; debido a
que se ha asignado a los hechos imputados una naturaleza o apreciación
delictiva que no tienen en realidad(9i8). Ello posibilita el término del proce
so penal en un plazo razonable, evitando la realización de actos procesa
les innecesarios, de conformidad a los principios de legalidad, de econo
mía y celeridad procesal.
1.3, Presupuestos
Son presupuestos para la interposición de la excepción de naturaleza o
de improcedencia de la acción, los siguientes;
(918) R eyna A lfaro, Excepciones, cuestión previa y cuestión prejudicial en el proceso penal, p, 134,
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(919) R.N. N° 2798-2003, Lima. Citado por San M artín Castro, Jurisprudencia y precedente penal vincu
lante, pp. 739-742.
(920) M ir P uig, Derecho penal, pp. 139-140.
Medios de defensa técnicos
411
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(922) García Rada considera que a través de la excepción de naturaleza de acción, solo se puede redamar
¡a ausencia de algún elemento de la tipicidad. Citado por R eyna A lfaro, Excepciones, cuestión previa
y cuestión prejudicial en el proceso penal, pp. 138-139.
(923) “La ausencia de dolo o de otros elementos subjetivos distintos del dolo es una causa para declarar
fundada una excepción de naturaleza de acción”. Pleno Jurisdiccional Penal 1997, Acuerdo Plenario
N° 6/97 (acuerdo primero).
(924) A mayor abundamiento ver Urquizo Olaechea, Revista del Foro, (2002/01), p. 99.
(925) U rquizo O laechea , R ev ista del Foro, (2002/01), p. 98.
(926) Respecto a la evidencia, la Corte Suprema ha señalado que la atipicidad y la no punibilidad deben surgir
con toda evidencia cuando de los términos de la denuncia, de lo actuado, o de los hechos denunciados
aparece que no hay nada que pueda ventilarse en la vía penal. Citado por S an M a rtín C astro , Derecho
procesal penal, 1.1, pp. 282-289.
(927) N oguera Ramos, Tratado de los medios de defensa en el Derecho procesal penal, pp. 297-325.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(928) R eyna A lfaro , Excepciones, cuestión previa y cuestión prejudicial en el proceso penal, p. 141.
(929) Jim én ez S eg a do , La exclusión de la responsabilidad criminal, p. 108.
414 __ ____________________________________________
Medios de defensa técnicos
1.5. Efectos
El auto que declara fundada la excepción de naturaleza o de improce
dencia de la acción(930>dispondrá el archivo definitivo del proceso, decla
rando el sobreseimiento y causando efectos de cosa juzgada material. Si el
encausado se encuentra sujeto a medidas reales o personales, dichas medi
das cesarán inmediatamente™1*.
(930) El auto que declara infundado la excepción de naturaleza de acción no tendrá efecto alguno en el proceso,
pues al ser un medio de defensa técnico a favor del procesado no puede ser usado en su contra, ya que
en el incidente formado por su interposición no se discute el fondo del asunto. La actividad probatoria
desarrollada en el incidente no es suficiente ni comparable a la necesaria para desvirtuar la presunción
de inocencia que le asiste al procesado.
(931) Reyna Alfaro, Excepciones, cuestión previa y cuestión prejudicio! ett el proceso penal, pp. 143-144.
(932) C ubas V illanueva , El proceso penal, p. 298.
(933) R eyna A lfaro, Excepciones, cuestión previa y cuestión prejudicial en el proceso penal, p. 120,
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
2.2. Finalidad
La interposición de la excepción de naturaleza de juicio busca que un
proceso penal iniciado en una vía procedimental errónea se regularice en la
vía procedimental adecuada que está establecida por la ley, causando la nuli
dad de todos aquellos actos que desnaturalicen la vía procedimental correcta.
2.3. Presupuestos
Los presupuestos para la interposición de la excepción de naturaleza
de juicio son:
(937) ÜRTECHO B enites, L os medios de defensa técnicos y el nuevo proceso penal peruano, p. 340.
(938) De la Cruz Espejo, Cuestión previa, cuestión prejudicialy excepciones en el proceso penal peruano,
p. 143.
(939) Se puede otorgar una sustanciación distinta a la determinada por ley tanto al iniciarse el proceso penal
o en el trascurso del mismo.
Axsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
3. Excepción de amnistía
La amnistía es una medida legislativa por la que el Estado renuncia a
su potestad punitiva suprimiendo los efectos y la sanción de ciertos delitos,
produciéndose el olvido del delito y, por ende, de la pena.
(940) R eyna A lfaro , Excepciones, cuestión previa y cuestión prejudicial en el proceso penal, p. 123.
(941) R eyna Alfaro, E xcepcionest cu estió n p re v ia y cuestión p re ju d ic ia l en e l p ro c e so p e n a l , p. 124.
Medios de defensa técnicos
419
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
3.1. Definición
La excepción de amnistía es un medio de defensa técnico, a través del
cual el imputado se opone al ejercicio de la acción penal, dado que el Es
tado ha renunciado a su potestad soberana de perseguir y castigar determi
nado delito a través de una ley de amnistía promulgada por el Congreso,
teniendo los mismos efectos de la cosa juzgada(948)94.
3.2. Finalidad
La interposición de la excepción de la amnistía tiene por objeto el ar-
chivamiento definitivo de un proceso penal<949), debido a que el Estado
ha decidido renunciar a su potestad punitiva en la persecución del delito
objeto del mismo.
3.3. Presupuestos
Los presupuestos para la interposición de este medio de defensa técni
co son los siguientes:
(946) Urtecho B enites, L os medios de defensa técnicos y el nuevo proceso penal peruano, pp. 332-333.
(947) R eyna Alfaro, Excepciones, cuestión previa y cuestión prejudicial en el proceso penal, p. 210.
(948) Es con la Constitución de 1993 que se reconoce el carácter de cosa juzgada a la amnistía (arts, 102.6 y
139.13). En el Código Pena! queda previsto en los artículos 78, 85 y 89.
(949) Debido al carácter objetivo de la amnistía, gozarán también de este beneficio aquellos individuos que se
encuentran condenados, sin embargo, la solicitud de aplicación de la Ley de Amnistía en su caso no se
considerará como la interposición de una excepción de amnistía, ello en atención a que la oportunidad
de interposición de los medios de defensa técnicos es durante el proceso y no cuando este ya ha fenecido.
420 __________________________________________________
Medios de defensa técnicos
4. Excepción de prescripción
Conforme se describió en el capítulo anterior*950), el paso del tiempo
produce efectos en la acción penal, ya que el hecho punible no tiene un
421
Axsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
4.1. Definición
La excepción de prescripción es un medio de defensa técnico median
te el cual el imputado se opone a la persecución penal o a la ejecución de
la pena, por haberse extinguido la acción penal o el derecho de ejecución
de la pena respectivamente, por el transcurso del tiempo.
4.2. Finalidad
La interposición de la excepción de prescripción en resguardo de la se
guridad jurídica y del principio de legalidad, tiene una doble finalidad(954>:
4.3. Presupuestos
Los presupuestos necesarios para la interposición de este medio de de
fensa técnico en el caso de prescripción de la acción penal son los siguientes:
a. Prescripción ordinaria
_______________________________________________________________ 425
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(958) Con lo cual, según la Corte Suprema, la reincidencia será compatible con los plazos ordinarios de pres
cripción de la acción penal y de la pena estipulados en la segunda parte del artículo 440.5 del Código
Pena!.
(959) Excepción no aplicable a los delitos sancionados con cadena perpetua, que tiene su propio plazo de
prescripción.
(960) La Corte Suprema ha establecido que el límite de 20 años prescrito en el cuarto párrafo del artículo
80 del Código Penal se entiende para el cómputo del plazo ordinario, por lo que, ios delitos cuyos
extremos máximos de sus marcos penales sobrepasen dicho límite tienen que adecuarse a los 20 años
como plazo máximo ordinario de prescripción. Ello no afecta el cómputo del plazo extraordinario de
prescripción, que sujeto al límite de los 20 años, se computará siempre a 30 años (como plazo máximo
de prescripción extraordinaria), Así también, en el caso de la cadena perpetua el plazo ordinario de
Medios de defensa técnicos
b. Prescripción extraordinaria
(964) Tercer Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanentes y Transitorias, Acuerdo Plenario N° 9-2007/
CJ-116 (ff. jj. 8 y 7).
(965) Es decir, se incrementará la mitad del plazo ordinario previsto para las fallas.
(966) Acuerdo Plenario N° 1-2010/CJ-U6 (ff. jj. 21 y 22) del Sexto Pleno Jurisdiccional Penal de la Corte
Suprema de Justicia de la República.
Medios de defensa técnicos
429
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(971) Quinto Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanentes y Transitorias, Acuerdo Plenario N° 8-2008/
CJ-116 (f. j. 10). En dicho acuerdo plenario, también se ha determinado que la circunstancia prevista en
el artículo 46-A del Código Penal, al ser una agravante genérica dei delito por la condición del sujeto
activo, es un elemento accidental dentro de la estructura del delito que influye en la determinación
judicial de la pena (pena concreta), mas no en la pena abstracta. Por lo que, no debe ser considerada a
efectos de determinar la pena a tomar en cuenta para el plazo de prescripción (F, j. 12). Asimismo, se
señala que el articulo 49 del Código Penal prevé una circunstancia agravante específica para el caso
del delito continuado donde se afecte a una pluralidad de personas (delito masa). Con lo cual, se ha
creado un nuevo marco penal abstracto; en consecuencia, dicha circunstancia se debe tomar en cuenta
a efectos de determinar el marco punitivo abstracto para esta clase de delitos {f. j. 13).
(972) Criterios a tener en cuenta tanto en la prescripción ordinaria como en la extraordinaria. Véase el Pleno
Jurisdiccional de las Salas Penales Permanentes y Transitorias, Acuerdo Plenario N° 9-2007/CJ-116
(f j 7>
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(973) Los hechos consumados en un solo acto deben reputarse como delitos instantáneos, independiente
mente de [a permanencia en el tiempo que puedan mostrar sus efectos. Debe estimarse el hecho como
delito continuado si este consiste en varias infracciones a la ley que responden a una única resolución
criminal fraccionada en su ejecución. Pleno Jurisdiccional Penal Nacional de 1998, Acuerdo Plenario
N“ 2 (acuerdo primero).
(974) En el caso de delitos continuados procede aplicar la ley vigente a la terminación del período de reali
zación de la conducta criminal. Pleno Jurisdiccional Penal Nacional de 1998, Acuerdo Plenario N° 2
(acuerdo cuarto).
(975) Solo debe estimarse el hecho como un delito permanente si, producida la consumación, este se mantiene
en el tiempo durante un período cuya duración está puesta bajo la esfera de dominio del agente. Pleno
Jurisdiccional Penal Nacional de 1998, Acuerdo Plenario N° 2 (acuerdo segundo).
(976) D e la C ruz E spejo , Cuestión previa, cuestión prejudicial y excepciones en el proceso penal peruano,
p. 240.
(977) R agués 1 Valles, La prescripción penal: fundamento y aplicación, p. 57.
(978) Ragúes I Valles, La p r e s c r i p c i ó n penal: fundamento y a p li c a c i ó n , p. 67.
Medios de defensa técnicos
_______________________________________________________________ 433
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(979) Tercer Pleno Jurisdiccional de las Salas Penales Permanentes y Transitorias, Acuerdo Plenario N° 6-2007/
CJ-116 (f. j. 6). Este acuerdo tuvo como objetivo resolvere! problema de prescripción de diversos procesos
sumarios a causa del tiempo que transcurría entre la interposición de! recurso de queja excepcional y
su concesión; acordándose, en primer lugar, que la interposición del recurso de queja en los procesos
sumarios da origen a una cuestión jurídica inédita, centrada en definir si el órgano jurisdiccional de
mérito vulneró la Constitución o, en su sentido más amplio, el bloque de constitucionalidad; y, en
segundo lugar, que como consecuencia de la concesión dei recurso se forma un cuaderno de queja que
opera de forma independiente al expediente principal a través de un procedimiento sin duda excepcional
y autónomo, a mérito del cual, el archivo de la causa se suspende hasta que no se resuelva el recurso de
queja. Estableciendo así que la interposición del recurso de queja produce la suspensión del plazo de
prescripción de la acción penal, (ff. jj. 8 y 9).
(980) La suspensión del plazo prescriptorio, no significa un inicio de un término prescriptorio extraordinario.
(981) Dado que, la causa de la suspensión es un acto que ocurre dentro del proceso penal [que forma parte
de él], y que depende de un sujeto vinculado a él, como es el Ministerio Público.
Medios de defensa técnicos
o resolución judicial que le ponga fin, o en su caso hasta que sea aceptada
la solicitud de sobreseimiento del fiscal(982).
(982) Acuerdo Plenario N° 1-2010/CJ-! 16 (f. j. 26) del Sexto Pleno Jurisdiccional Penal de la Corte Suprema
de Justicia de la República.
(983) Acuerdo Plenario N°3-2QI2/CJ-116.
(984) Acuerdo Plenario N" 1-2010/CJ-l 16 (ff. jj. 28,29 y 30) del Sexto Pleno Jurisdiccional Penal de la Corte
Suprema de Justicia de la República.
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
4.8. E fe c to s
(985) Acuerdo Plenario N° 1-2Q10/CJ-116 (f. j. 31) de! Sexto Pleno Jurisdiccional Penal de la Corte Suprema
de Justicia de la República.
(986) La postura planteada por el Acuerdo Plenario N° 01-2010, tampoco señala qué ocurre cuando operada
la suspensión del plazo prescriptorio por la formalización de la investigación preparatoria, se presenta
una cuestión prejudicial, que también es una causal de suspensión del plazo prescriptorio. Además, los
plazos de duración de las etapas se encuentran referidas a la Investigación Preparatoria, pero no ocurre
lo mismo con la etapa de juzgamiento.
Medios de defensa técnicos
ordenar el archivamiento definitivo del mismo y dejando sin efecto las me
didas de coerción personal vigentes.
(987) Exp. N° 679-2005-PA/TC (ff. jj. 36-45), caso: Santiago Martín Rivas.
(988) A lcocer P ovis, Actualidad Jurídica, 2006/147, p. 113.
437
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
(989) El Tribunal.Constiiucional, en el Exp. N° 0109-1998-HC (f. j. 7), caso: Dante Damas Espinoza, ha se
ñalado que: “si se inicia un proceso penal sobre un hecho respecto del cual existe un auto que declara
el sobreseimiento definitivo, se vulneró la autoridad de la cosa juzgada (res iudicala), pues, el sobre
seimiento definitivo de los hechos investigados contra el actor, tienen los mismos efectos de la cosa
juzgada; y por ende, no puede verse sometido a un nuevo proceso judicial en que se juzgue ios mismos
hechos que motivaron la inicial resolución".
(990) Ei Tribunal Constitucional, en e! Exp. N° 03660-2010-HC/TC (ff. jj, 4,5,7 y 9), caso: José Enrique
Crousillat López Torres, precisa que el otorgarle valor de cosa juzgada ai indulto, tiene un doble efecto,
de un lado proscribe articular medios ¡mpugnatorios tendientes a revisar lo ya decidido a favor de un
condenado; y de otro lado, imposibilita una posterior persecución penal basada en los mismos hechos
cuya consecuencia penal fue dejada sin efecto por el indulto. Es decir, el indulto no solo elimina
la pena sino también la posibilidad de volver a perseguir penalmente a la persona por los mismos
hechos. Sin embargo, se debe tener en cuenta que el goce de un derecho presupone que este haya sido
obtenido conforme a ley, pues el error no puede generar derechos, por lo que, es posible afirmar que
la calidad de cosa juzgada que ostenta una resolución está supeditada a que no atente contra derechos
fundamentales u oíros principios o valores de la Constitución. En este orden de ideas, el ejercicio de
la potestad discrecional del indulto está sujeta al marco constitucional y, como tal, debe respetar sus
límites. Finalmente, concluye que resulta exigíble un estándar mínimo de motivación que garantice
que este no se haya llevado a cabo con arbitrariedad y que cabe un control jurisdiccional excepcional
a efectos de determinar la constitucionalidad del acto.
(991) Montero Aroca, Derecho jurisdiccional II, p. 469-470.
438 ________________________________________________________________
Medios de defensa técnicos
(ne bis in ídem). De ahí que la exceptio rei judicaíad 992>constituya un im
pedimento absoluto contra el ejercicio de la acción penal y produzca efec
tos en cualquier estado y grado del procedimiento992(993).
La cosa juzgada material tiene a su vez dos efectos: uno negativo que
consiste en la prohibición de volver a juzgar el mismo hecho y que se hace
efectivo por medio de la exceptio rei jiudicatae y un efecto positivo que
consiste en considerar como “cierto” en cualquier proceso los hechos de
clarados como tales en un proceso finalizado con carácter de cosa juzga-
da{995). La posición dominante considera que la cosa juzgada material pe
nal solo tiene una función negativa, preelusiva o excluyente, no gozando
de efecto positivo o prejudicial{996).
(992) Prohibición de volver iniciar un-proceso penal sobre los mismos hechos, que ha sido materia de cosa
juzgada en otro proceso anterior.
(993) F lorián , Elementos de Derecho procesal penal, pp. 416-417.
(994) Montero A roca, Derecho jurisdiccional II, p, 472.
(995) N oguera Ramos, Tratados de los medios de defensa en el Derecho procesal penal, p, 353.
(996) Gómez Colom er , D e r e c h o j u r i s d i c c i o n a l III, p. 418.
(997) D e la C ruz E spejo , Cuestión previa, cuestión prejudicialy excepciones en el proceso penal peruano,
p. 198. . . . .
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
5.1. Definición
La excepción de cosa juzgada es un medio de defensa técnico a través
del cual el imputado se opone al ejercicio de la acción penal cuando exis
te resolución firme que se ha pronunciado respecto del hecho imputado.
5.2. Finalidad
La excepción de cosa juzgada tiene por finalidad obedecer la prohibi
ción constitucional de no volver a revivir procesos judiciales fenecidos con
autoridad de cosa juzgada.
5.4. P resupuestos
En el caso que la interposición de la excepción de cosa juzgada se haga
en mérito a que el delito imputado ha sido materia de juzgamiento anterior
mente, los presupuestos necesarios para su interposición son:
b. Que se inicie proceso penal por el hecho delictivo que fue materia de
resolución con carácter de cosa juzgada.
(1000) El Tribunal Constitucional, en el Exp. N” 8I23-2005-PHC/TC (f. j. 27), caso: General Electric Cotnpany,
ha señalado que “para verificar la existencia o no de una persecución penal múltiple requiere la con
junción de tres identidades distintas: identidad de la persona (eadem personae), identidad del objeto
de persecución (eadem res) e identidad de la causa de persecución (eadem causa petendi)".
(1001) URTECHO BENITES, Los medios de defensa técnicos y el nuevo proceso penal peruano, p. 313. A
consideración nuestra, es necesario agregar que también se discute sobre la existencia de la identidad
subjetiva cuando en un procedimiento administrativo el administrado es una persona jurídica y el
proceso penal se sigue contra la persona natural que es representante legal de la empresa.
441
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
Por lo que, si los hechos son los mismos y han culminado con una
sentencia ejecutoriada, aun cuando sea del Fuero M ilitar y el nomen
inris sea distinto, es procedente la excepción de cosa juzgada*1003*.
(1002) Urtechq B enites, L os medios de defensa técnicos y el nuevo proceso penal peruano, p. 315.
(1003) Ejecutoria Suprema de 28 de diciembre de 1995, Exp. N° 3283-95, Lima. Citado por San M artín
Castro, Derecho procesal penal, 1. 1, p. 389.
(1004) Alcocer Povis, Actualidad Juridica, 2006/147, p. 114.
Medios de defensa técnicos
(J005) Noguera Ramos, Tratados de los medios de defensa en el Derecho procesal penal, p, 368.
443
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
Una vez formado el incidente se corre traslado a la otra parte por tres
días, y si es que el caso lo amerita, se abrirá a prueba106(I007) y se resolverá.
a. Impugnación
(1006) Cuando sea evidente la procedencia del medio de defensa técnico deducido, como por ejemplo, en
el caso de la amnistía o prescripción, resulta obviamente innecesario abrir el incidente a prueba, e
incluso formar el incidente mismo, por lo que se resolverá en el cuaderno principal.
(1007) Solo aquellas de mínima actuación, dada su naturaleza incidental.
444 ________________________________________________________________
Medios de defensa técnicos
Por lo que, teniendo en cuenta que los autos que resuelven medios de
defensa técnicos ponen fin al proceso0009', al anular todo lo actuado, es
posible invocar recurso de nulidad en los procesos ordinarios0010'.
445
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
será notificado a las partes con copia del escrito donde se deduce el medio
de defensa técnico^101'*’)-
a. Impugnación
446 ________________________________
Medios de defensa técnicos
a. Impugnación
(1016) Al respecto, es preciso señalar que a efectos de no afectar el principio de oralidad, se debe entender
por expediente, la carpeta en ia que figuran en forma muy sucinta tos actuados, con el nombre del
procesado y los cargos imputados, empero, ello no tiene nada que ver con el actual expediente judicial,
_______________________________________________________________ 447
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
a. Impugnación
448
r
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ÍNDICE GENERAL
índice general
Introducción general.................................................. 7
Presentación..................................... ......................................... # ............. 11
Siglas y abreviaturas ......... 15
C A p ÍT U L O I
N O C IO N E S FU N D A M EN TA LES
________________________________________________________________ 489
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
C A P ÍT U L O II
SISTEM A S P R O C E S A L E S
I. C o n cep to ........................... 45
II. Clasificación de los sistemas procesales penales................ 46
1. El sistema acusatorio.................................................................. 48
1.1. Características............................... 50
1.2. La distinción entre sistema acusatorio y principio acu
satorio ..................... 51
2. El sistema inquisitivo........... .................................................... 52
2.1. Características.................................................................... 54
3. El sistema m ixto........................................ 56
3.1. Características..................................................................... 57
3.2. El sistema mixto en América L atin a.............. ................ 58
III. El sistema procesal penal en el Perú.................... 59
1. Código de Enjuiciamiento en Materia Penal de 1863........... 60
2. Código de Procedimientos en Materia Criminal de 1920.... 62
3. Código de Procedimientos Penales de 1939.......................... 62
4. Código Procesal Penal de 1991................................................. 64
5. El Código Procesal Penal de 2004.......................................... 66
C A P ÍT U L O III
P R IN C IP IO S
I. Concepto e importancia................................................................... 74
II. Deslinde conceptual.......................................................................... 75
III. Marco normativo ................................ 79
490
índice general
C A P ÍT U L O IV
JU R IS D IC C IÓ N Y C O M P E T E N C IA
I. Jurisdicción................................1....................................................... 194
1. Elementos de la función jurisdiccional.................................. 195
2. Características de la función jurisdiccional................ 196
3. Diferencia entre órgano judicial y órgano jurisdiccional...... 197
4. Conflicto de jurisdicción........................ 198
4.1. Conflictos entre órganos jurisdiccionales y administra
tiv o s...................... 198
4.2. Conflictos entre órganos jurisdiccionales de distintos
E stad o s................................................................................. 198
II. C om petencia................ ........................ ................. ......... ................. 199
L Definición................... 199
2. F inalidad..................... 200
3. P rincipios........................... 200
4. Ó rganos........................................ 201
5. Competencia penal...................................................................... 204
C A P ÍT U L O V
S U JE T O S P R O C E S A L E S
I. G eneralidades.................................................................................... 245
1. C oncepto................................. 247
2. C lasificación................................................................................ 248
II. El imputado..... ................................................................................. 249
1. Concepto .......... 251
2. Identificación e individualización del im putado.................... 251
3. Capacidad........................................................ 253
4. Contumacia y ausencia ................ 255
5. Límites al ejercicio de los derechos del imputado .............. . 259
III. Abogado defensor............................................................. 262
1. Definición..................................................................................... 263
2. Nombramiento de defensor particular y defensor público.... 264
3. Derechos del abogado defensor............................................... 265
4. Funciones y deberes del abogado defensor............................. 267
5. Autonomía.................................................................................... 268
6. Exclusión del abogado defensor............................................... 269
494 ________________________________________________________________
índice general
________________________________________________________________ 495
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
C A P ÍT U L O V I
LA A C C IÓ N EN EL P R O C E S O PEN A L
________________________________________________________________ 497
Arsenio Oré Guardia / Derecho Procesal Penal peruano
498
índice general
C A P ÍT U L O V II
M E D IO S DE D E FE N SA T É C N IC O S
I. D efinición.......................................................................................... 385
II. Finalidad............................................................................................ 386
III. Titularidad.......................................................................................... 386
IV. Oportunidad................. 387
V. Los medios de defensa técnicos en particular.............................. 387
i. La cuestión previa...................................................................... 388
1.1. Requisitos de procedibilidad............................................ 388
1.2. Diferencia entre los requisitos de procedibilidad y las
condiciones objetivas de punibilidad.............................. 389
1.3. F inalidad............................................................................. 390
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