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LA JUSTICIA TRANSICIONAL EN
TRANSICION. APORTES DEL CASO
COLOMBIANO EN LA CONSOLIDACION
DEL CONCEPTO
Presentado por
HEIDI ABUCHAIBE ABUCHAIBE
30/06/2011
Director
EDUARDO PIZARRO LEONGOMEZ
ii
A mi hija Antonia,
iii
CONTENIDO
INTRODUCCION .......................................................................................................... 1
CAPITULO I................................................................................................................... 5
EVOLUCION DEL CONCEPTO DE JUSTICIA TRANSICIONAL EN EL
CONTEXTO INTERNACIONAL ................................................................................ 5
1.1. LA JUSTICIA TRANSICIONAL – EVOLUCION .......................................... 5
1.2. DEFINIENDO LA JUSTICIA TRANSICIONAL – AMBIGÜEDAD DEL
CONCEPTO ............................................................................................................... 10
1.3. CATEGORIAS DE MODELOS TRANSICIONALES ...................................... 12
CAPITULO 2 ................................................................................................................ 18
LA JUSTICIA TRANSICIONAL EN COLOMBIA................................................. 18
2.1. PROCESOS DE PAZ EN COLOMBIA .......................................................... 18
2.2. ANTECEDENTES INMEDIATOS DE LA LEY DE JUSTICIA Y PAZ ...... 21
2.2.1 Proyecto de Alternatividad Penal .................................................................. 21
2.2.2. Proyecto de Ley 180 de 2004 Senado (288 de 2005 Cámara de
Representantes)....................................................................................................... 23
2.2.3. Proyectos de Ley 207 y 209 de 2005 Senado. .............................................. 24
2.2.4. Proyecto 208 de 2005 Senado (290 de 2005 Cámara de Representantes).... 25
2.2.5. Proyecto de Ley 210 de 2005 Senado ( 292 Cámara de Representantes) .... 26
2.2.6. Los proyectos 214 y 217 de 2005 ................................................................. 26
2.3. SOLO UN CAMINO: LA JUSTICIA TRANSICIONAL ............................... 28
2.4. PRECEPTOS DE JUSTICIA TRANSICIONAL EN LA LEY DE JUSTICIA
Y PAZ. LA VERDAD, LA JUSTICIA Y LA REPARACION INTEGRAL ............ 31
2.5. ¿MEDIADAS TRANSICIONALES O LEGISLACIÓN PERMANENTE? .. 36
2.5.1. La Permanencia de la Excepción .................................................................. 37
2.5.2. La Transición en Colombia- Indefinida Hacia el Futuro .............................. 40
2.6. ¿LA LEY DE VICTIMAS, LA RESPUESTA A UNA VERDADERA
TRANSICION EN COLOMBIA?.............................................................................. 41
2.7. LA JUSTICIA TRANSICIONAL. ¿UN MECANISMO IDONEO PARA
PONER FIN A MEDIO SIGLO DE CONFRONTACION ARMADA? ................... 44
2.8. COMO REPARAR EN MEDIO DEL CONFLICTO. UNA MIRADA POR
LA MEMORIA Y LA RESTITUCION DE TIERRAS ............................................. 48
2.8.1. La Restitución de Tierras como eje Central de la Transición en Colombia . 48
2.8.2. Los riesgos de Construir Memoria en Medio del Conflicto ......................... 52
CAPITULO 3 ................................................................................................................ 61
LAS INSTANCIAS INTERNACIONALES Y LA JUSTICIA TRANSICIONAL
EN COLOMBIA ........................................................................................................... 61
3.1 PAPEL DE LA COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS
HUMANOS. ............................................................................................................... 61
3.2 LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS Y LOS
ESTANDARES EN VERDAD, JUSTICIA Y REPARACION ................................ 64
iv
3.3 LA LEY DE JUSTICIA Y PAZ Y LOS ESTANDARES
INTERNACIONALES DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS
HUMANOS ................................................................................................................ 67
3.4 LA CORTE PENAL INTERNACIONAL....................................................... 76
3.5 LA LEY DE JUSTICIA Y PAZ Y LA COMPETENCIA DE LA CORTE
PENAL INTERNACIONAL ...................................................................................... 77
CAPITULO 4 ................................................................................................................ 83
APORTES DEL CASO COLOMBIANO EN LA CONSTRUCCION DEL
CONCEPTO DE JUSTICIA TRANSICIONAL A NIVEL INTERNACIONAL .. 83
4.1 LA APLICACIÓN DE LA JUSTICIA TRANSICIONAL A CONFLICTOS
VIGENTES ................................................................................................................. 83
4.2 LA UTILIZACIÓN DE MECANISMOS ORDINARIOS PARA AFRONTAR
LOS RETOS DE LA TRANSICIÓN ......................................................................... 86
4.2.1. La reparación ante el proceso penal de Justicia y Paz .................................. 86
4.2.2. Confluencia de Medidas de Asistencia, Sociales y de Reparación .............. 89
4.3 CONTRIBUCIÓN DE LA JURISPRUDENCIA LOCAL EN LA
CONSTRUCCIÓN DE FUENTES DE DERECHO INTERNACIONAL ................ 94
CONCLUSIONES ........................................................................................................ 99
UN CONCEPTO EN CONSTRUCCIÓN .............................................................. 99
BIBLIOGRAFIA ........................................................................................................ 103
v
INTRODUCCION
En este contexto, la presente tesis busca en primer lugar, hacer una aproximación
objetiva a los elementos constitutivos del término “justicia transicional” y la evolución
del mismo, para luego, desde el análisis del caso colombiano, determinar cómo se ha
desarrollado el concepto en Colombia, y cuál es la contribución de su experiencia a la
consolidación del mismo.
1
del Constitucionalismo Contemporáneo1. Lo anterior, sin desconocer que la respuesta a
las graves y masivas violaciones de los derechos humanos tiene múltiples respuestas
desde la perspectiva de las diversas disciplinas existentes. La interacción de estas
perspectivas y los distintos actores responde a la compleja e interdisciplinaria necesidad
de reconstrucción de las sociedades que han sufrido dichas violaciones y, por lo tanto,
su respuesta no siempre ha sido coherente o complementaria.
Es así que gran parte de los desarrollos normativos existentes han sido también
presionados por la sociedad civil, y las organizaciones de víctimas, que aunado a un
movimiento global de derechos humanos contra los procesos de impunidad, y el
contexto globalizado de fin de la Guerra Fría, han permitido avanzar en la proliferación
de procesos de paz, y la consolidación de medidas en pro de los derechos de las
víctimas, tanto en los órdenes internos de los Estados como a nivel internacional.
1
Esto teniendo en cuenta el papel que vienen jugando los tribunales constitucionales en la interpretación
normativa y el control de constitucionalidad.
2
reportadas; 4.034 cadáveres encontrados2; la compulsa de 9.635 procesos a la vía
ordinaria en investigaciones, que involucran a más de 442 políticos; 417 casos de
miembros de la fuerza pública y 161 casos de servidores públicos3 y más de 25.000
víctimas indemnizadas solidariamente por vía administrativa), no existe consenso sobre
la benevolencia del proceso. El debate político se ha agudizado y se caracteriza por el
amplio desconocimiento, improvisación, y consolidación de conceptos en torno a cómo
debe ser asumido por el Estado.
2
Cifras oficiales Sistema Interinstitucional de Información de Justicia y Paz. Consultado por última vez
abril de 2011.
3
Cifras oficiales Fiscalía General de la Nación. Gestión Unidad Nacional de Fiscalías a 31 de diciembre
de 2011. Fiscalia.gov.co/justiciaypaz/index.htm. Consultado por última vez junio 28 de 2011.
4
La instauración del modelo de justicia transicional no tuvo por finalidad la pacificación total de las
fuerzas bélicas en el país, y se aplicó en principio para la desmovilización de los denominados grupos de
autodefensas.
3
Dichas condiciones hacen del proceso colombiano objeto de gran interés a nivel
internacional. Su análisis permitirá ver desde la práctica, la debilidad de los conceptos
de justicia transicional. En estas condiciones el presentes trabajo investigativo pretende
contribuir en la identificación de los aportes del caso colombiano en la consolidación
del concepto de justicia transicional a nivel internacional.
4
________________________________________________________________
CAPITULO I
EVOLUCION DEL CONCEPTO DE JUSTICIA TRANSICIONAL EN EL
CONTEXTO INTERNACIONAL
5
BOTERO Catalina. Derecho Penal Internacional y Justicia de Transición. ¿Estamos Condenados a
repetir incesantemente la historia trágica de la muerte y la doncella? pag.282.
5
Pese al esfuerzo por reconocer y estandarizar internacionalmente la existencia de
instrumentos internacionales para sociedades que han salido de un conflicto 6, hay un
consenso casi generalizado frente a la inexistencia de parámetros o medidas unificadas
en la materia. Cada sociedad considerada en transición tiene que enfrentar aspectos
históricos, políticos, económicos y sociales particulares que requieren medidas
especiales para afrontar su pasado y ningún proceso acaecido hasta la fecha, ha logrado
satisfacer en su totalidad, las expectativas de las partes involucradas.7
Autores como Ruti G. Teitel, han intentado establecer una genealogía de la justicia
transicional.8 Teitel en su análisis propone 3 fases de ciclos críticos,9 que permiten
identificar la concepción de justicia asociada a periodos de transformación política, a
través de respuestas legales para enfrentar los crímenes cometidos por regímenes
represores. La justicia transicional de posguerra, la justicia transicional de la posguerra
fría y el estado estable de la justicia transicional serían los periodos propuestos por la
autora para demostrar la evolución de la justicia transicional.
6
Ver Instrumentos del Estado de Derecho para Sociedades que han Salido de un Conflicto, Programa de
Reparaciones. Naciones Unidas. Nueva York y Ginebra, 2008.
7
Carsten Stahn, La geometría de la justicia transicional: opciones de diseño institucional. ENTRE EL
PERDÓN Y EL PAREDÓN. Preguntas y dilemas de la justicia Transicional, editada por Angelik
Rettberg y publicada por UNIANDES/IDRC. http://reseau.crdi.ca/en/ev-83747-201-1-DO_TOPIC.html
Publicado en Revista Futuros No. 15, 2006 Vol. IV. http://www.revistafuturos.info
8
TEITEL Ruti. “Transitional Justice Genealogy. Harvard Human Rights Journal, Vol.16, Spring 2003,
Cambridge, MA, pp 69-94.
9
Teitel aclara en su artículo que por fases debe entenderse primordialmente en sentido heurístico para
ayudar a entender la periodización de las diversas fases políticas y legales, y que pueden existir
superposiciones entre las mismas.
6
redefinición del futuro. Por último, el denominado estado estable de la justicia
transicional lo define como la expansión y normalización de la justicia transicional, a
través de la expansión del derecho de la guerra en tiempos de relativa paz y la creación
de un tribunal criminal permanente10.
Pablo de Greiff, por su parte, considera que la evolución de la justicia transicional debe
considerarse, a través de etapas de desarrollo, más que como etapas temporales, pese a
que las modificaciones obedecen aproximadamente a periodos históricos. 11 Otros
autores pueden encontrar elementos de justicia transicional en momentos históricos más
remotos como son Atenas después de la derrota contra Esparta en el año 404 A de C, y
la posterior restauración democrática.12 Desde este punto de vista, se podría buscar
antecedentes de transición desde la existencia de la noción de conflicto y el papel que
juegan los individuos en la formación misma del Estado.
Para Jon Elster, la justicia transicional se compone de juicios, purgas y reparaciones que
tienen lugar después de la transición de un régimen político a otro; como elemento
establece la motivación de alcanzar la “justicia” (el deseo de lograr justicia),
influenciado por las ideas que sobre ese término, tienen los diversos actores (victimas,
victimarios, e impulsores de los procesos), y distingue la justicia legal de la justicia
política, considerando que los procesos de justicia transicional toman diferentes formas
dependiendo del tipo de transición. Considera que el resultado de la justicia transicional
son una serie de decisiones legales, políticas y administrativas que van a variar
dependiendo de cómo las instituciones asignan bienes escasos y cargas para la
consecución de justicia13.
10
TEITEL Ruti. “Transitional Justice Genealogy. Harvard Human Rights Journal, Vol.16, Spring 2003,
Cambridge, MA.
11
DE GREIFF Pablo. Enfrentar el pasado: reparaciones por abusos graves a los derechos humanos.
Justicia Transicional: Teoría y Praxis. Colección textos de Jurisprudencia. Universidad del Rosario. 2006.
pag.205.
12
Al respecto ver ELSTER Jon en “Closing The Books. Transitional Justice in Historical perspectives”.
Cambridge University Press 2004, y AVELLO María, La justicia Transicional vista desde Europa
consultado en www.fride.org/publicacion/335/la-justicia-transicional-vista-desde-europa.18/12/2007.
13
ELSTER Jon en “Closing The Books. Transitional Justice in Historical perspectives”. Cambridge
University Press 2004. Pag.79
7
monarquía en Francia de 1815, España pos dictadura, Alemania de 1945, y América
Latina. Clasifica los casos en justicia transicional exógena y justicia transicional
endógena de acuerdo al tipo de régimen que afrontaba cada caso.
Otra clasificación sobre los modelos que han caracterizado a la justicia transicional en
su evolución, es la elaborada por Francisco Cortes Rodas, que propone la existencia de
cuatro modelos a partir de una periodicidad histórica y sus contenidos: 1. El modelo de
Perdón y olvido, 2. modelo centrado en la verdad y la reconciliación, 3.el modelo
retributivo o punitivo y 4.el modelo de complementación.14
Por su parte, Kai Ambos al definir la justicia transicional, afirma que esta “ Comprende
el entero ámbito de los procesos y mecanismos asociados con los intentos de una
sociedad para afrontar un legado de abusos a gran escala del pasado, para asegurar
14
CORTES Rodas, Francisco. “Los derechos de las víctimas de la violencia política a la verdad, la
reparación y la justicia. Reflexiones sobre cuatro casos en América Latina”.
Aprendiendoenlinea.udea.edu.co/revistas/index.phd/estudiospoliticos/article.
15
Ibídem.
8
responsabilidad, rendir justicia y lograr reconciliación[,..]”16 Considera, que el
concepto de justicia de transición es reciente e innovador, pese a no serlo los cambios de
régimen, haciendo énfasis en la introducción de la importancia del elemento “justicia‟
en los procesos de transición17. De igual forma afirma que la justicia de transición no se
limita a situaciones de pos conflicto o cambio de régimen, sino que se aplica a
situaciones de procesos de paz dentro de un conflicto en curso o una democracia formal.
Como elementos plantea la existencia de medidas judiciales o no judiciales consistentes
entre otras, de persecuciones individuales, reparaciones, búsqueda de verdad, y reformas
institucionales, que pueden prever participación internacional o no.
Por último, las Naciones Unidas en su intento por estandarizar aquellas medidas que
deben ser utilizadas por los países que han sufrido graves violaciones, define justicia de
transición como […]toda la variedad de procesos y mecanismos asociados con los
intentos de una sociedad por resolver los problemas derivados de un pasado de abusos
a gran escala, a fin de que los responsables rindan cuentas de sus actos, servir a la
justicia y lograr la reconciliación. Tales mecanismos pueden ser judiciales o
extrajudiciales y tener distintos niveles de participación internacional (o carecer por
complejo de ella) así como abarcar el enjuiciamiento de personas, el resarcimiento, la
búsqueda de la verdad, la reforma institucional, la investigación de antecedentes, la
remoción del cargo o combinaciones de todos ellos.18
16
Report Secretary General transicional justice,par 8, citado en AMBOS kai. El marco jurídico de la
justicia transicional. Justicia de Transición. Informe de América Latina, Alemania, Italia y España.Konrad
Adenauer Stiftung. Pag. 27.
17
Con justicia se refiere a la idea de responsabilidad y equidad frente a la protección y vindicación de
derechos y la prevención y castigo de infracciones.
18
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Informe del Secretario General. “El Estado de Derecho
y la Justicia de Transición en las sociedades que sufren o han sufrido conflictos”
9
Hemos puesto de presente lo anterior, porque al pasar a mirar la evolución del concepto
de justicia transicional y las circunstancias que han concurrido en su gestación a través
de los distintos modelos de intervención aplicados a lo largo y ancho del mundo, se
destaca la forma en que los diferentes sistemas políticos y sus instituciones de justicia
han debido acomodarse ante fenómenos políticos, económicos y sociales, que por sus
características y condiciones peculiares, han desbordado la capacidad de respuesta de
las autoridades tradicionales, y en no pocas veces puesto en jaque la supervivencia
misma de las sociedades y los sistemas de derechos y libertades surgidos al amparo de
regímenes más o menos democráticos.
19
Es sobre estas bases que se construyó todo el andamiaje institucional de la vieja Europa y las Américas,
y dentro de él, todos los sistemas de normas jurídicas conocidas que tutelan y protegen los bienes
jurídicos de los ciudadanos en las democracias, mediante el establecimiento de penas cuya finalidad
principal-aunque no única- siempre ha sido la de disuadir a todos aquellos que en el ejercicio abusivo de
sus derechos y libertades conculcan las de los demás, en clara violación de la ley.
10
adoptadas o a los resultados obtenidos. Los casos analizados por los distintos autores
obedecen a momentos distintos en la evolución del concepto, a circunstancias locales
diversas, a medidas de variada índole, con objetivos diferenciados, que no permite
determinar claramente la existencia de patrones que hayan sido tenidos en cuenta de
forma unificada en su escogencia. Tampoco se puede deducir de su análisis una
evolución cronológica que dé como resultado una genealogía de la justicia transicional.
20
Preferimos hablar de Fuentes y no de normas jurídicas toda vez que muchos de los desarrollo devienen
de la costumbre internacional, de presiones civiles o procesos judiciales, de actos unilaterales o
resoluciones de organismos como las Naciones Unidas para no entrar en la discusión de la obligatoriedad
de dichas normas y su oponibilidad a los Estados.
21
Al respecto es interesante la visión de Tomas Moulian que refiriéndose al caso chileno afirma “una
transición que es cerrada tantas veces con algarabía pero de manera efímera, puesto que revive sin que
medie ningún decreto, lo más probable es que ni siquiera haya comenzado, que todavía viva su propia
prehistoria”. Extraído de El cierre de la transición inexistente. EL Mostrador. 18 de julio 2005.
Mirandoalsur.blogia.com/temas/tomas-moulian.php.
11
Así las cosas, más que en los procesos individuales de justicia transicional, los avances
en la evolución de este concepto se han desarrollado a través de la evolución del
Derecho Penal Internacional desde Versalles con la creación de la Comisión Sobre la
responsabilidad de los Autores de la Guerra, los denominados Juicios de Nuremberg, la
Convención para la prevención y el Castigo del Crimen de Genocidio de 1948 y otras
posteriores, como la Convención Internacional para la Represión y el Castigo del
Crimen del Apartheid de 1973. De igual forma, su desarrollo fue complementado por el
Pacto internacional de Derechos Civiles y Políticos (1976) y sus protocolos facultativos;
los Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra (1978), al igual que en
desarrollos para prevenir y evitar la impunidad de crímenes como la Convención sobre
la Imprescriptibilidad de Crímenes de Guerra (1970).
En la historia más reciente se han consolidado los derechos de las víctimas, a través de
desarrollos jurisprudenciales internacionales y resoluciones trascendentales en el seno
de las Naciones Unidas como los Principios y Directrices Básicos sobre el Derecho de
las Víctimas de Violaciones Manifiestas de las Normas Internacionales de Derechos
Humanos y Violaciones Graves del Derecho Internacional Humanitario a Interponer
Recursos y Obtener Reparaciones.
22
Supra nota al pie N. 10.
12
básicos de la definición de este periodo se encuentra, que se trata de la
internacionalización de los procesos en materia de responsabilidad estatal y
penal individual. Los casos que suelen ser objeto de estudio son de carácter
internacional y se privilegia el elemento justicia, frente a otros componentes de
la reparación integral, que se consolidaran con más énfasis en definiciones
posteriores. Si bien, se desarrollan medidas excepcionales y transitorias como es
el caso de tribunales especiales, estos privilegiaban el elemento justicia.
13
3. La justicia transicional como medidas nacionales con gran participación de la
Comunidad Internacional aplicada a Estados, en los cuales se busca no solo
propiciar la paz y la reconciliación, sino establecer medidas integrales tendientes
a lograr la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas de graves
violaciones a los derechos humanos. Esta definición privilegia los derechos de
las víctimas.
14
b. Establecidas en circunstancias de conflicto o post conflicto.
c. Tendientes a lograr uno o varios los siguientes elementos: verdad, justicia
reparación o garantías de no repetición.
23
Un análisis interesante sobre la ambigüedad del concepto se encuentra en LECOMBE Delphine. Una
paz conflictiva: luchas epistémicas en torno a la definición de la justicia transicional en Colombia.
Transiciones en Contienda. ICTJ. 2010.
15
Esta característica dinámica y cambiante de los procesos de justicia transicional, llevan
a algunos analistas a afirmar que son los intereses y agendas políticas de los diferentes
actores las que han determinado su ajuste al marco legal de la justicia transicional, y no
la coerción de los Estándares internacionales en la materia los que se aplican a dichas
situaciones.24
Felipe Gómez Isa explica la construcción teórica del término justicia transicional, como
parcial, episódica y fragmentada, que según él, obedece a la versatilidad que lo
caracteriza. Las normas y mecanismos de justicia transicional deben contar con
suficiente flexibilidad para adaptarse a distintas y complejas circunstancias en que es
necesario que opere26. En esa evolución y aplicación a diversos escenarios, pasó de ser
utilizado para definir las transiciones a la democracia a otras realidades y contextos
como los de resolución de conflictos en Centroamérica y posteriormente en Asia y
África. En estos términos, al aceptar que se habla de un término flexible y cambiante, se
llega a una primera gran conclusión: a la fecha no existe una consolidación definitiva
del concepto de justicia transicional, lo que no riñe con la existencia de unos estándares
y principios, que como se dijo al comienzo del presente trabajo, obedecen más a la
consolidación de normas y obligaciones internacionales de los Estados en el marco de
los derechos humanos, derecho penal internacional y derecho internacional humanitario.
24
Ibídem.
25
Frente a la interpretación del elemento justicia en material de justicia transicional ver DE GREIFF
Pablo, The hand book of reparation. Oxford University Press. 2006. Pag. 451.
26
GOMEZ ISA Felipe. Challenges For Transitional Justice in Contexts of Non Transition. The
Colombian Case. Consultado en lasa.international.pitt.edu/members/congress-papers/lasa
2010/…/4435pdf
16
Cuadro comparativo
ORIGEN DEL MODELO
ESTADO TIPO DE MEDIDAS
CONFLICTO UTILIZADO
Primordialmente de justicia, contribución a la
verdad, y algunas medidas de reparación en forma
Alemania Ideológico 1er modelo
de compensaciones a estados y victimas.
Amnistías.
17
CAPITULO 2
LA JUSTICIA TRANSICIONAL EN COLOMBIA
18
ordenó a las fuerzas armadas un cese de actividades de persecución y se creó la Oficina
de Rehabilitación y Socorro. En 1958 con la llegada a la presidencia de Alberto Lleras,
se realizaron acuerdos individuales con los grupos guerrilleros localizados en las
distintas zonas del país, y se dictó el decreto 2582 de 1958 para reglamentar los
beneficios jurídicos que sustentaban dichos acuerdos, a través de amnistía e indulto.
27
Una evolución concreta y útil de los procesos de paz en Colombia se encuentra en TIRADO Vélez José
Enrique. Tesis de máster en defensa y seguridad hemisférica. “ La Desmovilización de Grupos Armados
Ilegales y la Seguridad Hemisférica” 2006. Consultado en library.jid.org/en/thesis/tirado.pdf.
28
Ibidem.
19
Estos antecedentes anudados a la consolidación de nuevos actores como las
autodefensas, ambientalizan el panorama nacional y enmarcan la llegada al poder del
presidente Álvaro Uribe Vélez en el año 2002. En parte, por el fracaso de los diálogos
con las FARC en el periodo del presidente Pastrana y por el cada vez más amplio poder
adquirido por los grupos de autodefensas, se inició un nuevo ejercicio de dialogo, que se
hacía extensivo a cualquier grupo ilegal que declarara un cese completo y unilateral, y
que en la práctica se concretizó exclusivamente con los grupos de autodefensas.
Este proceso iniciado en el 2003 con la firma del llamado “Acuerdo de Santa fe de
Ralito,” aunque no exento de muchas dificultades, fue bien recibido por la dirigencia de
estas organizaciones ilegales, que se avinieron a declarar el cese de hostilidades exigido
y a la postre, desembocaría en la instauración de un proceso de paz que lograría en
2006 la desmovilización de un gran número de sus integrantes, y con ella el “fin” de las
autodefensas ilegales; esto bajo la tutela de la Organización de los Estados Americanos
(OEA),29.
Por último, ese mismo año, se inició el debate en el Congreso de la Republica del marco
legal que fuera a fundamentar las negociaciones con dicho grupos y el tratamiento
jurídico que se le daría frente a los delitos no susceptibles de beneficios.
Los resultados del debate legislativo, al igual que las negociaciones con las
autodefensas, se recogieron en la famosa Ley 975 de 2005 conocida con el nombre de
Ley de “Justicia y Paz”. De ella, sus antecedentes, sus contenidos, y de las vicisitudes
que ha generado su implementación, se dedicarán los acápites siguientes.
29
Mucho se cuestiona en la actualidad sobre el verdadero desmantelamiento de los grupos denominados
paramilitares y la prolongación de sus actividades por parte de las denominadas Bacrim. Al respecto ver
REED Hurtado. “Justicia Transicional bajo fuego: cinco reflexiones marginales sobre el caso
colombiano”. Transiciones en Contienda. ICTJ .2010.
20
2.2.ANTECEDENTES INMEDIATOS DE LA LEY DE JUSTICIA Y PAZ
30
En total fueron 10 las iniciativas radicadas en el Congreso de la República desde el 2003 al 2005; 3 de
ellas impulsadas por el gobierno nacional.
31
Proyecto de Ley estatutaria n. 85 de 2003 Senado. Dicho proyecto puede ser visto en
http://www.elabedul.net/Articulos/Nuevos/alternatividad_proyecto_de.php. Consultado por última vez el
20 de abril de 2011.
32
BOTERO Marino, Catalina.“ Ley de Alternatividad Penal y Justicia Transicional. Documento de
Recomendaciones. Fundación Social- ICTJ. 2004
33
Los requisitos establecidos en el artículo 1 del proyecto de Ley eran “1.Que la pena impuesta sea
privativa de la libertad.2. Que se trate de persona perteneciente a un Grupo Armado Organizado al
Margen de la ley que haya declarado un cese de hostilidades y participe activamente en un proceso de
paz.3. Que el condenado haya hecho expreso su compromiso de no cometer en adelante delito doloso.4.
Que el condenado se comprometa a ejecutar actos que contribuyan efectivamente a la reparación de las
víctimas, la superación del conflicto y el logro de la paz, de conformidad con la presente ley.5. Que el
condenado se comprometa a no salir del país sin previa autorización judicial.6. Que el condenado se
21
En cuanto a la reparación a víctimas, el proyecto de ley se limitaba a enunciar unas
medidas generales que propendían exclusivamente a “la superación del conflicto
armado o consecución de la paz”34 Dichas medidas eran enunciadas como
complementarias a aquellas obligatorias de dejación de las armas, el compromiso de no
regresar a las filas y el cumplimiento de una pena alternativa de prisión. Su ejecución
podría ser a través de: a) La reparación a las víctimas, de conformidad con los
mecanismos establecidos en la ley; b) La realización de trabajo social a favor de la
recuperación de las víctimas; c) La colaboración activa y efectiva con instituciones que
se dediquen al trabajo social por la recuperación de las víctimas; d) El aporte de bienes a
instituciones que se dediquen al trabajo social por la recuperación de las víctimas; e) La
entrega de bienes al Estado para la reparación de las víctimas. Para este efecto se ordena
crear el Fondo de Reparación y se deja al Gobierno Nacional la reglamentación del
mismo; f) La manifestación pública de arrepentimiento; g) La colaboración eficaz al
esclarecimiento de los hechos ocurridos con ocasión del conflicto; h) El aporte de
información que contribuya eficazmente a la desarticulación de grupos organizados al
margen de la ley.
22
2.2.2. Proyecto de Ley 180 de 2004 Senado (288 de 2005 Cámara de
Representantes)
En el mes de diciembre de 2004, la Senadora Piedad Córdoba presenta un proyecto de
Ley “por el cual se dictan normas sobre Verdad, Justicia, Reparación, Prevención,
Publicidad y Memoria para el sometimiento de los grupos paramilitares que adelantan
diálogos con el gobierno”
En relación con la verdad, el proyecto que nos ocupa, establecía una comisión de la
verdad llamada de Esclarecimiento Histórico y de Dignificación de las Victimas. A ella
se le imponía en el término de 3 años que duraba su mandato, la responsabilidad de
determinar la realidad de lo acaecido y las responsabilidades, así como el plan de
reparaciones a las víctimas, y los elementos materiales probatorios que habrían de servir
a los jueces. Todo lo anterior debería plasmarse en un informe que debía ser
ampliamente divulgado a nivel nacional.37
En lo que hace a la justicia, el proyecto de ley 180 creaba dos instituciones, que tendrían
la responsabilidad de garantizar ese fundamental derecho de las víctimas. Por un lado,
una Fiscalía Especial conformada por sesenta personas escogidas por la Corte Suprema
de Justicia de ternas elaboradas por la Comisión de Esclarecimiento Histórico, que sería
la encargada de llevar a cabo las investigaciones y estaría dotada de amplias facultades
para decomisar, embargar y secuestrar bienes con el propósito de reparar a las víctimas.
También sería la obligada a dar garantías a los testigos y a todos aquellos que rindieran
declaración. De otra parte crea un tribunal especial conformado también por sesenta
36
Ver exposición de motivos, proyecto 180 de 2004. Gaceta del Congreso 796, de diciembre de 2004.
37
Ver artículos 10 a 13 del proyecto citado.
23
personas escogidas de igual manera por la Corte Suprema, y que tendría la competencia
para el juzgamiento y sanción de los responsables.
Para algunos, el proyecto que sin duda propendía por el respeto de los estándares
internacionales, no tuvo buena acogida porque según ellos fue presentado a “un
auditorio (El Congreso de la República) inclinado del lado de los victimarios.” 39
38
Ver artículos 19 a 33 del proyecto citado.
39
Ver QUINCHE RAMIREZ Manuel Fernando. Los Estándares de la Corte Interamericana y la ley de
Justicia y Paz, pág. 134 Editorial Universidad del Rosario. 2009.
24
desmovilizados, estas deberían ser asumidas por el Estado colombiano; otra que
disponía la constitución de un fondo de reparaciones morales y materiales, pero que no
determinaba de donde provendrían sus recursos,40 y por último, ordenaba convocar a un
plebiscito que tendría como finalidad la legitimación política del proceso.
Por su parte, el proyecto de Ley 209 de 2005, al parecer complementario del anterior, en
35 artículos establecía las condiciones y procedimientos para la devolución y restitución
de bienes entregados por los desmovilizados en procesos de paz. De su contenido se
rescatan las disposiciones que preveían la creación de un fondo de restitución de bienes,
que tendría a su cargo la recepción, depósito, valoración, administración y restitución de
los bienes que hubieran sido entregados voluntariamente por los grupos responsables
desmovilizados.41
40
Ver artículos 9 y 17 del proyecto de ley 207 de 2005 Senado – 289 de 2005 Cámara.
41
Ver artículos 7 a 30 del proyecto de ley 209 de 2005 Senado – 291 Cámara.
42
Frente al análisis de dicho proyecto ver “Dictamen sobre el Proyecto de Ley Colombiano en el Marco
del Proceso de Desmovilización de los grupos Armados en el Gobierno Uribe”. Ponencia de Kai Ambos.
Marzo 2005. Consultado en http://www.department-ambos.uni-goettingen.de/index.php/
component/option,com_docman/Itemid,56/gid,141/task,cat_view/. Ultima consulta 24 de enero 2011.
25
Comisiones Regionales de Restitución de Bienes contenidas en la que sería la Ley 975
de 2005 fueron concebidas en este proyecto.
43
Articulo 1 OBJETO. Proyecto de Ley 210 de 2005 Senado. Gaceta n. 43 del 11 de febrero de 2005.
Pag. 5
44
Articulo 7 Proyecto de Ley 210 de 2005 Senado. Ibidem.
45
Al respecto ver QUINCHE RAMIREZ Manuel Fernando. Los Estándares de la Corte Interamericana y
la ley de Justicia y Paz, pág. 141 Editorial Universidad del Rosario. 2009.
26
El proyecto 214 impulsado por la Senadora Leonor Serrano y el Representante Javier
Miguel Vargas, contemplaba en su artículo primero medidas frente a hechos punibles
que derivaran directa e indirectamente del alzamiento en armas y su financiación,
realizados por grupos organizados bajo cualquier tendencia política, religiosa, cultural e
ideológica, que decidieran desmovilizarse46. Este objetivo tan amplio, en principio
permite deducir que ofrecía beneficios a estructuras que no necesariamente se
relacionaran con el conflicto armado o demostraran una motivación de carácter político.
Por su parte el proyecto 217 por medio del cual se dictaban disposiciones sobre justicia
restaurativa para la reincorporación social de los miembros de los grupos al margen de
la Ley, creaba lo que se denomina la Justicia Penal Humanitaria. Esta por medio de una
figura de facilitador imparcial, propiciaría una interacción entre víctimas y victimarios
dentro de procesos penales. De igual forma garantizaba la no extradición y permitía
ampliamente la aplicación del principio de oportunidad.
47
Por último los proyectos 211 y 212 de 2005 apoyados por el Gobierno Nacional, son
aprobados dando origen a la Ley 975 de 2005. Al proyecto 211 de 2005 se acumularon
los diversos proyectos analizados anteriormente, recogiendo así diversas posiciones
contenidas en ellos.
46
Artículo 1 del proyecto de ley. Gaceta del Congreso de la República n. 52 de 2005. Consultado en
congresovisible.org/proyectosdeley/ Última visita junio 20 de 2011.
47
Este último impulsado por los congresistas Zuleima Jattin y Eduardo Crissien entre otros.
27
2.3.SOLO UN CAMINO: LA JUSTICIA TRANSICIONAL
Si bien es cierto, que unos y otros proyectos abordaban la problemática y sus posibles
soluciones desde perspectivas distintas, poniendo el énfasis unos en las victimas, otros,
en los victimarios, la discusión legislativa se centró más allá de aplicar o no la justicia
transicional, en el modelo que debía aplicarse.
Así, se encuentra que algunos de los proyectos insistían en las ideas de verdad y
memoria, y la realización de los derechos de las víctimas, en especial el derecho a la
reparación integral, como los presentados por la senadora Piedad Córdoba, el senador
Ricardo Español Sánchez y el proyecto Pardo. Estos con clara influencia de los
estándares internacionales representan en principio el tercer modelo analizado en el
capítulo primero.48 otros, como los presentados por el senador Carlos Moreno de Caro y
la senadora Leonor Serrano, preveían penas poco severas y rebajas sustanciales para los
responsables de los punibles, pudiéndose identificar con el modelo numero dos
analizado anteriormente.
Ahora bien, en relación con las víctimas, hemos de anotar que todos los proyectos de
ley presentados pretendían reconocer sus derechos, aunque con matices. Así, se
encuentra que los derechos a la Verdad, la Justicia, la Reparación, y la no repetición
aparecen como una constante ineludible en casi todos los proyectos presentados 49. No
obstante, en la gran mayoría no se describía los mecanismos y recursos para garantizar
los mismos.
48
Supra pag. 14
49
Inclusive el proyecto de Ley 214 de 2005 considerado como un tributo a la impunidad, en su artículo 3
incluía la garantía a los derechos a la verdad, la justicia y la reparación integral.
28
quiera que el beneficio de la rebaja de pena apareció como requisito “sine qua non” para
el logro de la desmovilización de los miembros de las AUC, la realización de la Justicia
sufría la merma que es habitual en todos los procesos de justicia transicional.
En efecto, casi todos los proyectos de alguna manera preveían que para obtener el
beneficio de la rebaja de penas, los autores de los delitos deberían haberlos confesado,
y en algunos de ellos, que la confesión incompleta acarrearía la no obtención del
beneficio. Todos los proyectos hacían alusión al cumplimiento de los estándares e
imperativos internacionales pese a que en algunos casos no pasara de ser un formalismo.
Lo cierto es que las reparaciones a las victimas previstas en las diversas iniciativas
contemplaban acciones de resarcimiento e indemnización, la creación de fondos
especiales y de medidas de rehabilitación, restitución, y garantía de no repetición.
50
Al respecto es importante aclarar que dicho proyecto solo estaría dirigido a las víctimas de grupos de
autodefensas.
29
Dichos requisitos consistían en además de la confesión completa de la verdad de los
hechos, la restitución de los bienes, la desmovilización de los irregulares (individual o
en grupo), la entrega de menores reclutados, la firma de actas de compromiso, el cese de
hostilidades, la colaboración de buena fe, el estudio, y la petición de perdón.
En lo que hace a las penas, los distintos proyectos oscilaban entre la dureza de las
mismas y la renuncia a la acción penal. Así por ejemplo, el proyecto de la senadora
Córdoba preveía sanciones de 20 años para los promotores de los grupos ilegales, al
paso que el proyecto de alternatividad penal contemplaba la aplicación de subrogado
penal de la ejecución de la pena.
Otros proyectos, como los presentados por la senadora Serrano de Camargo y el 208
Senado, contemplaban penas máximas de 10 y 8 años respectivamente; los del gobierno
y sus aliados establecieron penas no menores a 5 años ni mayores a 10 para la llamada
pena alternativa.
30
encontramos que, cobijaba las desmovilizaciones de cualquier grupo armado al margen
de la Ley, e incorporaba el deber de garantizar los derechos de las víctimas, a la Verdad,
la Justicia y la Reparación. De la satisfacción de los mismos, hizo pender la concesión
de beneficios a los victimaros. Pese a lo anterior, la Ley no desarrolló dichos preceptos
ni su alcance, quedando a cargo de la reglamentación e interpretación de las diversas
entidades administrativas y judiciales competentes. Esto ha originado grandes criticas
frente al alcance de la incorporación de los preceptos, acusándolo de ser estructurado
desde la perspectivas de los victimarios y no de las víctimas51. Desde el discurso oficial,
la simple enunciación de los derechos de las victimas ha permitido que el Estado inicie
una incursión en el reconocimiento de sus víctimas, su visualización y la construcción
de todo un andamiaje institucional y reglamentario para hacer valer sus derechos.52
Así las cosas, si bien los diferentes modelos propuestos adoptaban de manera diversa
los mecanismos de justicia transicional, podemos concluir que, al todos contemplar la
garantía de los derechos de las victimas e incluir mecanismos extraordinarios o
transicionales, no hay duda que el camino escogido por la nación para la
desmovilización de los grupos armados, era la justicia transicional.
31
simple negocio chueco entre paramilitares y el gobierno, fruto de una justicia
transicional manipulada,53 mientras otros sectores, la perciben como una Ley
trascendental en la consecución de la paz en Colombia, que permitió la visibilización de
sus víctimas y la reivindicación de sus derechos. Más allá de los extremos conceptuales
y las dificultades propias de su ejecución, a continuación se pretende hacer un análisis
objetivo de cómo se introduce el concepto de justicia transicional en la Ley de Justicia y
Paz y evidenciar las implicaciones y riesgos que ha traído la enunciación y desarrollo de
sus elementos, en el contexto actual nacional.
Como contrapeso a los beneficios jurídicos que contempla la ley 55, se incluyó la
garantía de los derechos a la Verdad, la Justicia, la Reparación y la no Repetición, en
aras de respetar los estándares mínimos adoptados por la comunidad internacional en
los últimos años.56 Si bien, gran parte de las críticas se dieron en razón de incluir estos
elementos como simples enunciados, sin establecer los mecanismos para hacerlos
realidad, es reconocido en la práctica, que esa enunciación ha permitido avances
53
REED Hurtado, Michael. Justicia Transicional bajo fuego: cinco reflexiones marginales sobre el caso
colombiano. Transiciones en Colombia. Centro Internacional para la Justicia Transicional. 2011.
54
Presidencia de la República -Ministerio de Defensa nacional, “Política de Defensa y Seguridad
Democratica”.2003. www.presidencia.gov.co/seguridad-democratica.pdf. consultado por última vez 4 de
febrero de 2011.
55
Aparte del acceso a los beneficios jurídicos contemplados en la Ley 418 y sus respectivas prorrogas, se
contempla la posibilidad de acceder a una pena alternativa a cambio de someterse a la justicia y contribuir
a la verdad.
56
Para muchos los preceptos de verdad, justicia y reparación contenidos en la Ley 975, solo lograron
cumplir con los estándares internacionales a partir de la interpretación dada por la Corte Constitucional a
través de la Sentencia 370 de 2006 y otras decisiones. Al respecto ver Comisión Interamericana de
Derechos Humanos. Alcance y aplicación de la Ley de Justicia y Paz. 2006.
32
significativos frente al reconocimiento de las víctimas, su visibilidad, la construcción de
todo un andamiaje institucional para la representación y atención de las víctimas,
logrando su participación en diferentes escenarios.
En relación con la verdad, la ley establece que para que los victimarios accedan a los
beneficios de alternatividad penal que ella contempla, es necesario que se establezcan
las llamadas verdad procesal y verdad histórica.
En cuanto a la primera, se busca “conocer los delitos cometidos por los Grupos
Armados Organizados al Margen de la Ley,” 57 mediante la confesión de la verdad por
parte de los responsables, a lo cual deben seguirse consecuencias judiciales que se
determinaran además, con la investigación de los distintos hechos y circunstancias que
realice la Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía General de la Nación.58
En lo que hace a las reparaciones, la Ley recoge un concepto amplio que propugna por
la reparación integral a las víctimas. Así pues, se encuentra que éste comprende, además
de la indemnización de los perjuicios sufridos, la restitución de las victimas al estado
anterior a la comisión del punible, su rehabilitación física y psicológica, la
compensación moral, la reparación simbólica y colectiva, y la garantía de no
repetición61.
57
Ver art. 7 de la ley 975 de 2005
58
Ver art. 15 de la ley citada.
59
Numerales 52.2, 52.5 del artículo 51 de la Ley 975 de 2005 y mediante reglamentación los numerales
5, 9, 13,20 y 21 del artículo 23 el Decreto 176 de 2008.
60
Artículos 32,57 y 58 de la Ley 975 de 2005.
61
Ver artículo 8 de la ley citada.
33
La norma estudiada dispone que los victimarios han de asumir directamente los costos y
responsabilidades de reparación de las víctimas. Pese a que la Corte Constitucional en
su sentencia C.370 de 2006 reafirma que la obligación recae exclusivamente en los
victimarios y, el Estado participa de forma solidaria y subsidiariamente, en la práctica
ha surgido un debate importante frente a las medidas que deben surgir del incidente de
reparación, y cómo estas se relacionan con aquellas desarrolladas en un marco de
reparaciones por vía administrativa, las de reparación colectiva, y de qué forma se
desarrolla la subsidiariedad del Estado.
Hemos de precisar, que las anteriores medidas de reparación, han sido objeto una
interpretación restringida por parte de la Corte Suprema de Justicia, al hacer énfasis en
su connotación judicial, propia del incidente de reparación integral, previsto en la
misma ley, para cada caso concreto.64 Sin embargo el debate conceptual se seguirá
suscitando en el marco de la reparación por vía administrativa y con la entrada en
vigencia de la denominada Ley de Victimas, que establece la renuncia de la reparación
judicial frente al Estado, mediante acuerdos de transacción.65
62
Ver sentencia del 27 de abril de 2011.Proceso N. 34547. Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación
Penal. Mag. Ponente María del Rosario González Lemos.
63
Al respecto el primer incidente de reparación en el caso de Manpujan y San Cayetano, demostró las
limitaciones de los bienes a cargo de fondo para la reparación a las víctimas, y la ardua discusión frente al
tipo de medidas que debe contener la reparación a las víctimas.
64
Ibidem. Nota al pie 61.
65
Artículo 132 Ley de víctimas. ( ley 1448 de 2011).Texto final publicado por Ministerio del Interior y
de Justicia. Junio 2011.
34
Tratándose de las garantías de no Repetición, se encuentra que, en la Ley 975 de 2005
se hallan enunciadas como tal, la desmovilización y desmantelamiento de los grupos
armados ilegales y la pérdida de los beneficios de los victimarios, que reincidan en la
comisión de los crímenes, que son objeto de pena alternativa.66
Como se puede apreciar, la Ley de Justicia y Paz colombiana, fue el producto del arduo
debate legislativo que tuvo origen en los diversos proyectos presentados en el Congreso
de la República67. Pese a las críticas frente a su origen o limitaciones, se puede
reconocer que ha sido el punto de partida de una serie de debates conceptuales en la
materia, el establecimiento de medidas claras en pro de los derechos de las víctimas y el
origen de desarrollos normativos que pretenden ampliar el ámbito del proceso de
transición en Colombia. Fe de eso, dan los marcos normativos de la Ley de Victimas
aprobada el presente año al igual que la Ley 1424 de 2010, denominada Ley de
Desmovilizados. De igual forma, la ejecución de la Ley de Justicia y Paz, ha permitido
la estructuración de todo un andamiaje institucional y la participación exhaustiva del
poder judicial mediante, la interpretación y ajuste de su contenido. En su desarrollo
confluyen una serie de medidas, en muchos casos ajustadas por la Corte Constitucional
y altos tribunales, que hacen del mismo, un proceso innovador, ambicioso, de cuyo
desarrollo se pondrán a prueba la efectividad y pertinencia de la doctrina transicional
moderna.
La presente tesis no busca analizar uno a uno los desarrollos de la Ley, pero si estudiar
aquellos elementos complejos, característicos del modelo colombiano, que permitan
posteriormente, establecer los aportes y aprendizajes que deja esta experiencia en la
evolución del concepto de justicia transicional a nivel internacional, tema al que se
dedicara el capítulo final del presente trabajo.
66
Ver art. 8 y 29 de la ley 975 de 2005.
67
Grandes críticas a la legitimidad del proceso de discusión en el Congreso tienen fundamento en los
intereses que representaban un porcentaje amplio de los parlamentarios actualmente vinculados por
parapolítica, y la escasa participación de las víctimas en los procesos de concertación.
35
Teniendo en cuenta lo anterior, a continuación se analizará si el proceso que adelanta
Colombia, cumple con unos de los elementos establecidos como parte de la definición
de justicia transicional en el primer capítulo, como es la transicionalidad de las medidas,
o la aplicación de las mismas a contextos no propiamente de pos conflicto.
68
GOMEZ ISA, Felipe. Retos de la Justicia Transicional en Contextos no Transicionales: el caso de
Colombia. En Transiciones en Contienda. ICTJ 2011. Pag.189
69
Supra 2.1 pág. 18.
36
2.5.1. La Permanencia de la Excepción
Según Camilo Ernesto Bernal Sarmiento,70 el siglo XX y comienzos del siglo XI se han
caracterizado por el uso recurrente de los estados de excepción, sustentados en
emergencias políticas y jurídicas para contrarrestar la violencia sociopolítica que ha
azotado el país.
De otra parte, frente a los beneficios jurídicos, como se vio en el acápite 2.1, el Estado
Colombiano ha tenido una larga tradición de buscar, a través de la figura de indultos,
amnistías y rebajas de penas, la pacificación del conflicto Colombiano. Sus resultados,
basados en desmovilizaciones parciales, improvisación y discontinuidad en las medidas
de reinserción, han desgastado la figura, poniendo en tela de juicio su efectividad para
70
BERNAL SARMIENTO, Camilo Ernesto. Excepcionalidad Permanente: Un ensayo de comprensión
histórica de la justicia penal de excepción y la justicia transicional en Colombia. Transiciones en
Contienda. ICTJ 2010.
71
Ídem.
37
alcanzar la paz. La Ley 418 de 1997 denominada de orden público, ha sido prorrogada
desde ese mismo año hasta la fecha, manteniendo intactos los beneficios jurídicos.72
72
Le782 de 2002, 1106 de 2006 y 1421 de 2010.
73
Varias organizaciones internacionales y organizaciones civiles lograron impactar el proceso de
discusión en el Congreso mediante la incorporación de los estándares internacionales. Entre ellas están la
ICTJ y fundación Social.
38
apreciar en el primer capítulo, la justicia transicional a nivel internacional se
caracteriza por un fuerte componente de voluntad política en el establecimiento de
las medidas aplicadas a cada caso. En este sentido, se destaca en el caso
colombiano, la capacidad de interacción de sus instituciones, donde como se verá
más adelante, la rama judicial juega un rol esencial.
74
El enorme esfuerzo realizado por instituciones como la Fiscalía y la Defensoría para adecuar su
estructura hacia la atención de las víctimas, son dignas de reconocimiento al igual que el papel
desarrollado por la Comisión Nacional de Reparación y reconciliación.
75
La Oficina del Alto Comisionado de la Naciones Unidas en Colombia, en su informe “Elementos para
reformar la Ley 975” marzo 2011 reconoce la existencia de un autentico proceso de justicia transicional,
pese a destacar modestos avances en la satisfacción plena de los derechos de las víctimas. (numeral 11 y
siguientes pag.3).
39
derecho internacional humanitario 2010, en el cual, le dedica el acápite III. ( e ) a
la evaluación de dicho proceso en Colombia. Por otra parte, la Organización de
Estados Americanos, a través de su Misión de apoyo al proceso de paz (MAPP
OEA), reconoce la aplicación de la justicia transicional al caso colombiano y
mediante su mandato en el país, monitorea el desarrollo y aplicación de la Ley de
Justicia y paz. En el capítulo 3, se analizara las implicaciones que la ejecución de
la Ley implica ante instancias internacionales como la Comisión y la Corte
Interamericana de Derechos Humanos y la Corte Penal Internacional.
En el contexto anterior y pese a las grandes diferencias entre la Ley de Justicia y Paz y
los procesos anteriores, la misma ha experimentado innumerables problemas en su
ejecución, que han impuesto la necesidad de plantear su prolongación hacia el futuro.
Parte de esos problemas tienen origen precisamente en las falencias de procesos de paz
anteriores. Al elaborarse sus postulados en aras de la desmovilización principal de los
grupos de autodefensas, no se concibió como una política de transformación general y
efectiva de toda la sociedad para la consecución de la paz y por lo tanto, las
desmovilizaciones posteriores a su fecha de promulgación o de otros grupos no
pudieron beneficiarse de sus contenidos, creando un limbo jurídico para muchos
desmovilizados. De otra parte, la generalidad de sus postulados en materia de atención y
reparación a víctimas, ha exigido el impulso de nuevas disposiciones de carácter
universal que permita la satisfacción de estos derechos en un marco más amplio de
aquel de Justicia y Paz. Por último, al mantenerse activos varios grupos subversivos y la
entrada al panorama de nuevas fuerzas delincuenciales, se plantea la extensión de este
marco normativo adaptándose a estas situaciones. Temas que se tratarán en el acápite
siguiente.
40
otra parte, el colapso que sufre el procedimiento penal especial al no incorporar claros
criterios de priorización en la investigación, ha llevado a plantear nuevas reformas al
mecanismo judicial que apenas ahora se están discutiendo.
De otra parte, poco después de aprobada la ley 975, el país inició una nueva y ardua
discusión sobre la necesidad de un marco normativo complementario para la atención y
reparación de las víctimas de la violencia; es así que surge en el 2008, el primer
proyecto de ley de víctimas presentado ante el Congreso Nacional, que solo hasta el
presente año nació a la vida jurídica, dejando en manos de la reglamentación
gubernamental temas tan trascendentales como la reparación por vía administrativa, la
garantía de derechos de las comunidades indígenas y afro colombianas, al igual que la
protección de las victimas entre otros temas.
Por último, el intento del Gobierno y otras entidades del Estado por crear nuevos
mecanismos de atención y reparación a víctimas, tales como el programa administrativo
de reparaciones, contenido en el decreto 1290 de 2008, el fallido CONPES de Atención
y Reparación a Victimas, y aquellos de restitución de bienes y de reparaciones
Colectivas, llevan a predecir que en las circunstancias actuales, la transición se tornará
indefinida hacia el futuro, corriéndose el riesgo de que las medidas y programas tomen
una vocación de permanencia. En este sentido, es importante estudiar las medidas
adoptadas por el Estado para lograr el fin de la confrontación armada en el país, así
como la capacidad de nuevas herramientas legislativas como la Ley de Victimas, para
contribuir a la transición en Colombia. Estos temas que se analizarán a continuación.
Si bien es cierto que la Ley de Justicia y Paz fue la norma que introdujo el término de
justicia transicional en el país, también es cierto que lo suscribió a un proceso de
transición parcial que no cobija a todos los actores armados ni todas las víctimas del
conflicto en Colombia. Son muchos los que han defendido la hipótesis de que los
postulados de justicia transicional incorporados a la Ley 975 de 2005, solo debería
aplicarse en el marco de dicha ley, es decir que las medidas de atención y reparación a
victimas incorporados en la misma, solo se aplicarían a aquellas víctimas vinculadas al
41
proceso penal especial. En este sentido, no era clara la cobertura de ciertos programas
creados en el marco de la Ley de Justicia y Paz, que como el de protección a víctimas y
testigos de justicia y paz, en principio se aplicaba solo a aquellas víctimas o testigos que
estuvieran vinculadas al proceso penal, y no a programas administrativos impulsados
por el mismo Estado en marco de la Ley de Justicia y Paz, como el de restitución de
tierras, reparaciones colectivas o reparación administrativa.76
76
Las personas vinculadas al programa de restitución de tierras que pidiera protección debía constituirse
como víctima del proceso penal ante la fiscalía (Decreto 3570 de 2007 modificado por el Decreto 1737 de
2010), o demostrar que ostentaba la condición de alguna de las poblaciones vulnerables protegidas a
través del programa de protección contemplado en decreto 2816 de 2006 modificado por el decreto 1740
de 2010.
42
conflicto colombiano”77 como una iniciativa liderada por el senador Juan Fernando
Cristo y un grupo de ponentes pluripartidista que incluía a Gina Parody, Javier Cáceres,
Gustavo Petro, Samuel Arrieta, Oscar Pérez y Eduardo Maya.
Tanto el proyecto inicial, como las diversas versiones que lo sucedieron coincidían en la
necesidad de desarrollar un “estatuto” de victimas que permitiera la unificación de
normas dispersas para la atención y reparación, al igual, que complementar las medidas
existentes, consolidando así una verdadera política de Estado en la materia.
77
Proyecto de ley 157 de 2007
78
Texto aprobado por la Comisión primera del Senado. Proyecto 213 de 2010 Senado, 107 de 2010
Cámara, acumulado con el proyecto 085 de Cámara y que dio origen a la Ley 1448 de 2011.
79
Artículo 1ero (objeto) articulo 9 (carácter de las medidas transicionales) articulo 104 (creación de la
unidad administrativa por 10 años) y articulo 207(vigencia por un término de 10 años) Ley 1448 de 2011.
43
transicional a futuro. La no inclusión de medidas para algunos grupos poblacionales
como las comunidades indígenas y afro descendientes80, el incluir una definición de
victima indeterminada a futuro81, al igual que las reglamentaciones que se dejan al
ejecutivo para ser implementadas como la reparación por vía administrativa, permiten
deducir que su desarrollo se elaborara de forma prolongada en el tiempo.
Para llevar a cabo dicha meta el gobierno presenta dos herramientas: un esfuerzo
multiplicador de la fuerza militar y un esfuerzo social, institucional y diplomático que lo
complemente. La anterior declaración descarta cualquier posibilidad de salida negociada
con los grupos aún vigentes en el marco de procesos de paz.
80
Articulo 2 ( ámbito de la Ley)
81
El articulo 3 (concepto de victima) establece como fecha límite en el pasado, el 1ero de enero de 1985,
dejándose abierto a futuro.
82
Primer Plano- entrevista. Periódico el Tiempo. Domingo 1ero de mayo de 2011. Consultado por última
vez el 2 de junio de 2011.
44
la Ley –GAOML- para el inicio de conversaciones. Tanto en el gobierno Uribe como el
actual de Santos, las desmovilizaciones se fundamentan tanto en la Ley 418 de 1997 y
sus respectivas prorrogas83, al igual que la Ley 975 de 2005. Se distinguen así 2 tipos de
desmovilizaciones: las individuales y las de carácter colectivo, y las responsabilidades
de las mismas han recaído principalmente en el Ministerio de defensa y las Altas
Consejerías para la Paz y la Reintegración.
Sin embargo, este tipo de estrategias han sido cuestionadas recientemente frente a su
efectividad para el desmantelamiento total de grupos de guerrilla vigentes y por ende, el
logro de una paz definitiva y duradera, al igual que la garantía de no repetición esencial
en el marco de un proceso de justicia transicional.
En este sentido, la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Colombia,
en su informe “Elementos para Reformar la Ley 975” de marzo de 2011 recomienda al
Estado Colombiano aplicar la Ley 975 a personas que se desmovilicen de forma
colectiva. Al respecto afirma que “Los mecanismos de justicia transicional tienen
sentido en tanto contribuyen a la superación del conflicto armado, la búsqueda de la
reconciliación nacional y el establecimiento de la Paz, garantizando la sostenibilidad y
la no repetición. Esto implica entre otras cosas, el desmantelamiento de las estructuras
de los grupos armados ilegales…. Las desmovilizaciones individuales son un
instrumento fundamental en el contexto de una política positiva de superación del
conflicto armado que debe ser facilitado, apoyado y promovido. Sin embargo en el
83
La última prórroga de la Ley 418 se dio en diciembre de 2010 mediante la Ley 1421 sin variaciones
sustanciales frente a los acuerdos de paz. ( Solo se limita la participación de voceros y se proscribe la
creación de zonas de distención)
84
De conformidad a las cifras oficiales del ministerio de Defensa entre el 7 de agosto de 2002 al 7 de
julio de 2010, 21.849 miembros de grupos armados ilegales se desmovilizaron de manera individual,
promoviendo estrategias de desmovilización de mandos medios. Igualmente 608 miembros de dichos
grupos privados de la libertad solicitaron acogerse al decreto 1059 de 2008.
85
El decreto 1059 de 2008 permitió la desmovilización de miembros de grupos de guerrillas privados de
la libertad mediante beneficios jurídicos, económicos y la posibilidad de aplicación del trámite especial de
la Ley 975 de 2005.
45
marco de la justicia transicional, no aseguran que el grupo al que pertenece la persona
desmovilizada individualmente, se desmantele efectivamente.”86
Dichas criticas parecen haber tenido eco, y en la actualidad, el marco legal que
pretendía dar continuidad a la política de desmovilización se encuentra en una
encrucijada sustentada en la perdida de vigencia del decreto 1059, la declaratoria de
inconstitucionalidad frente a la aplicación del principio de oportunidad a
desmovilizados y el hundimiento del proyecto de ley que pretendía prorrogar el artículo
72 de la ley 975 de 2005.
Frente al caso de las personas ya desmovilizadas, una nueva apuesta se pone en marcha
para hacer frente al limbo jurídico en que se encuentran aquellos desmovilizados a
quienes no se les aplicaría la Ley de Justicia y Paz, por no haber cometido crímenes de
lesa humanidad. El pasado 29 de diciembre de 2010 se emitió la Ley 1424, por la cual
“Se dictan disposiciones de justicia transicional que garanticen la verdad, la justicia y
la reparación a las víctimas de desmovilizados de grupos organizados al margen de la
ley, se conceden beneficios jurídicos y se dictan otras disposiciones”. La finalidad de
dicha ley, en el marco de la justicia transicional, pretende mediante acuerdos
individuales entre el presidente de la república o su delegado y los desmovilizados que
manifiesten su compromiso con el proceso de reintegración y el esclarecimiento de los
hechos dentro del año siguiente a la fecha de promulgación de la ley, otorgar beneficios
86
Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Colombia, en su informe “Elementos para
Reformar la Ley 975” marzo de 2011.
46
jurídicos tales como la suspensión de las ordenes de captura y suspensión condicional
de la pena87.
Aparte de la buena voluntad inmersa en dicha iniciativa para dar solución a la situación
de ese grupo de desmovilizados mediante medidas, que propendan por la verdad
histórica y la reparación, la complejidad de los instrumentos escogidos, hacen predecir
un fracaso seguro del mecanismo. Las principales dificultades devienen de la
formulación de acuerdos individuales, la divulgación para el sometimiento voluntario de
los desmovilizados en el lapso de tiempo estipulado, la capacidad de la Alta Consejería
para vincular efectivamente al alto número de desmovilizados esperados en programas
de reintegración social y económica y la dificultado de la Fiscalía General de la Nación
de iniciar un gran cumulo de investigaciones.
Frente a los actores vigentes del conflicto, en el marco del proceso de justicia
transicional actual, no existen herramientas que permitan fundamentar su utilización
como fin para alcanzar la paz en el país. Los mecanismos aducidos por el actual
ministro de defensa basados en un fortalecimiento del pie de fuerza y medidas de
carácter social en las regiones, tiene el riesgo de hacer del proceso adelantado hasta la
fecha, un mecanismo desigual ante las distintas fuerzas que participan en el conflicto, y
prolongado indefinidamente a futuro.
87
Artículos 2, 6 y 7 Ley 1424 de 2010
47
2.8. COMO REPARAR EN MEDIO DEL CONFLICTO. UNA MIRADA POR
LA MEMORIA Y LA RESTITUCION DE TIERRAS
Desde ese momento a la fecha, el sector rural colombiano se convirtió en “un recurso
estratégico para la guerra”89 Diversos actores y múltiples mecanismos violentos90,
legales e ilegales hicieron del sector rural colombiano un complejo escenario al servicio
de actores armados, narcotraficantes y grandes sectores industriales. Las motivaciones
88
Ver prólogo de Gonzalo Sánchez G, en “La Tierra en Disputa”. Informe del Grupo de Memoria
Histórica CNRR 2010.
89
ibíd.
90
La intimidación, el despojo por la fuerza o mediante instrumentos legales, la ventas ficticias o irrisorias,
han sido los mecanismos utilizados por los grupos armados en el panorama del despojo de tierras en
Colombia.
48
también son diversas, desde la búsqueda de control territorial por parte de los grupos
armados (guerrillas y paramilitares), control económico y de rutas en el transporte ilegal
de drogas, armas y contrabando.
Las cifras oficiales a la fecha, dan cuenta de 850.452 hogares desplazados que
involucran a 3.711.745 personas desplazadas.91 A marzo 31 de 2009, la misma fuente
reflejaba 672.604 hogares desplazados y 2.977.209 92 de personas individualizadas,
generándose una diferencia de aproximadamente 800.000 personas en año y medio,
pese a que el mismo sistema arroja 169.452 y 111.684 víctimas de desplazamiento
respectivamente para los años 2009 y 2010. La cifra más alta de registros de población
desplazada desde que se introdujeron los elementos de justicia transicional en el país
datan del 2007 reportándose 332.019 víctimas de desplazamiento para ese año93.
Este panorama muestra claramente como la violencia en el marco del conflicto armado
sigue arrojando altas cifras de victimización, con una connotación especial en el
desplazamiento y por ende, la afectación a los derechos ligados a la tierra.
Es así, que según cifras otorgadas por la Comisión de Seguimiento a la política pública
de desplazamiento forzado, el 82.9 % de la población desplazada afirma haber
91
Cifras oficiales RUPTA, consultadas en www.accionsocial.gov.co/estadisticasdesplazados/. Visitado
por última vez 09 de mayo de 2011.
92
Política para población víctima de desplazamiento forzado y del despojo de tierras y territorios.
Lineamientos. ( 1er borrador 12-06-2009)
93
Supra nota al pie 91.
94
ACNUR: Preocupación por Desplazamiento a causa del conflicto armado en el país. Viernes 10 de
septiembre de 2010.www.semana.com. Consultado por última vez 10 de mayo de 2011.
49
abandonado algún tipo de bien y que el 42.1 poseía tierra 95. A su vez, el último informe
del programa de protección de tierras y patrimonio (PPTP), eleva el número de
hectáreas a restituir a ocho millones (8.000.000) y doscientos ochenta mil predios
(280.000) aproximadamente.96
95
Cuantificación y valoración de las tierras y los bienes abandonados o despojados a la población
desplazada. Comisión de Seguimiento a la Política Pública de Desplazamiento Forzado. 5 de enero de
2011.
96
Dicha cifra surge de la depuración de datos 2004-2010 que arroja 6.556.978 hectáreas afectadas y un
aproximado de años anteriores. Información extraída del artículo “La verdad de la Tierra: Más de ocho
millones de hectáreas abandonadas” Camilo Gonzales Poso. www.eltiempo.com. Consultado por última
vez el 25 de junio de 2011.
97
La Población Desplazada en Colombia: examen de sus condiciones socioeconómicas y análisis de las
políticas actuales. Departamento Nacional de Planeación. 2007 pag. 53. Consultado en
www.dnp.gov.co/portalweb/.../0/.../poblacion%20desplazada.pdf . Ultima consulta mayo 16 de 2011.
50
De igual forma, sucede respecto a la garantía de no repetición en el marco de la política
de restitución. Desde marzo de 2002 a la fecha más de 45 líderes que buscan la
restitución de tierras, han sido asesinados98. Solo en marzo de 2011 hubo 3 asesinatos al
intensificarse la entrega material de bienes a víctimas del despojo.
Si bien, el Estado no puede sucumbir ante la presión violenta de los grupos armados, y
el proceso de restitución debe continuar desarrollándose, la implementación de
herramientas claras, eficaces e idóneas no da espera. Si bien, la nueva Ley de Víctimas
en su artículo 31 contempla la garantía en materia de protección a las víctimas, también
es cierto que su parágrafo primero establece que “se desarrollará en el marco de los
programas existentes en la materia al momento de expedida la ley”100. De acuerdo con
las declaraciones hechas por el actual ministro de agricultura para hacer frente a las
amenazas y asesinato de líderes en restitución, se creó el Centro de Inteligencia C12-
98
Prensa CODHES. 24 de marzo de 2011. www.codhes.org. Consultado por última vez 4 de abril de
2011.
99
Artículo 52 Ley 975 de 2005.
100
Parágrafo 1. Articulo 31 Texto aprobado por la Comisión primera del Senado. Proyecto de Ley 213
de 2010- 107 de 2010 acumulado con el proyecto 085 de 2010. ( Que dio origen a la Ley 1448 de 2011).
51
RT, para evaluar las regiones donde se adelantan las restituciones y hacer mapas de
riesgo.
Las medidas de protección deben ser acordes con la magnitud del problema y debe ser
concomitante a la implementación del programa de restitución. Aunque la Ley de
Víctimas establece un procedimiento detallado de las acciones judiciales para la
restitución material y legal de los bienes, frente a los mecanismos de protección, se deja
a disposición de reglamentación futura y limitada a los programas existentes.
101
A la memoria histórica se le reconoce como herramienta o expresión de justicia, forma de reparación y
mecanismo de empoderamiento a las víctimas. El alcance del derecho a la verdad ha evolucionado
52
En el marco de la justicia transicional son varias los instrumentos de memoria que se
han desarrollado, siendo la más reconocida la creación de las denominadas comisiones
de la verdad, creadas en más de 30 países. Estas son consideradas como “institución de
carácter temporal establecida a través de un acto oficial del Estado y encargada de
investigar asesinatos políticos, actos de tortura y toda suerte de violaciones masivas a
los derechos humanos ocurridas en el pasado” 102. Más allá de estas comisiones, son
múltiples las iniciativas, públicas, privadas, individuales, y colectivas, que han sido
escogidas por las sociedades para conocer, reconstruir y recordar los hechos violentos
del pasado.
Dentro de las acciones públicas para garantizar el derecho a la verdad se destacan las
vinculadas al deber de los Estados de investigar y sancionar a los responsables de graves
violaciones de derechos humanos, entrelazando así el derecho a la verdad con aquel de
justicia y de garantías de no repetición. La Corte Interamericana de Derechos humanos,
al respecto ha reafirmado que la sociedad tiene derecho a conocer la verdad, a través del
reconocimiento y revelación de las atrocidades del pasado para evitar así prevenir estos
hechos a futuro como garantía de no repetición y en el marco del artículo 1.1 de la
Convención sobre el deber de los Estados de investigar las graves violaciones a los
derechos humanos103.
jurisprudencialmente ante las instancias interamericanas dándole fundamento en los siguientes derechos:
Respeto a los derechos humanos (art.1.1de la Conv. I. D.H), Garantías judiciales (artículo 8), Protección
Judicial (art.25), libertad de pensamiento y expresión (art. 13).
102
Definición de HAYNER Priscilla. Citada por Natalia María Springer en “Sobre la Verdad en los
tiempos del Miedo”. Colección Pretextos, Universidad Externado de Colombia. 2002 pág. 85.
103
Corte Interamericana de Derechos Humanos. Casos Bamacà Velázquez y Myrna Mack Chang contra
Guatemala.
53
retomando cada vez más fuerza como elemento esencial de las sociedades que han
salido de un conflicto.104
Vemos así por un lado, la verdad como derecho fundamental de toda víctima y de la
sociedad, de conocer la verdad de los hechos atroces del pasado, y por otro lado, el
deber de las sociedades de recordar, conmemorar a sus víctimas y con base en el
conocimiento del pasado y sus causas, garantizar la no repetición de los hechos
violentos.
Es así que, el principal riesgo que amenaza el avance en la garantía del derecho a la
verdad, es la impunidad, que en Colombia alcanza niveles inaceptables, deslegitimando
a las entidades del Estado, y generando un gran temor por parte de las víctimas de
acudir a ellas. En este sentido, el acceso a la justicia es el principal eslabón en la
104
Wieviorka,A. citado en SEBARES, Francisco Erice. MEMORIA HISTÓRICA Y DEBER DE
MEMORIA: LAS DIMENSIONES MUNDANAS DE UN DEBATE ACADÉMICO. Artículo
originalmente publicado en Entelequia. Revista Interdisciplinar. Accesible en
<http://www.eumed.net/entelequia>”.Consultado por última vez mayo 12 de 2011.
54
construcción de la verdad de lo sucedido, donde el Estado debe procurar por garantizar
la imparcialidad, el acceso a la misma, a través de mecanismos y procedimientos que no
impliquen la re victimización de las víctimas.
105
De acuerdo a la información aportada por la Fiscalía General de la Nación, a 31 de mayo de 2011 se
habían documentado 177.972 casos de homicidio, 81.734 desplazamientos forzados, 1.755 masacres y
36.011desapariciones forzadas. En, http://www.fiscalia.gov.co/justiciapaz/Index.htm Consultada por
última vez el 6 de junio de 2011.
106
Aparte 190 Sentencia de fondo, reparaciones y costas de la Rochela vs. Colombia del 28 de enero de
2008. Corte Interamericana de Derechos Humanos.
107
El derecho a la verdad. Carlos Miguel Reaño Balarezo. Consultado en
www.justiciaviva.org.pe/informes/col_derechoalaverdad.doc. Última visita 25 de abril de 2011.
55
En el marco de la justicia transicional en Colombia, se puede apreciar que la Ley de
Justicia y Paz, introduce un procedimiento judicial que beneficia el esclarecimiento de
las graves violaciones cometidas por los postulados a dicho procedimiento, y si bien
contempla la continuidad de los procesos que por vía ordinaria permitan determinar la
pena alternativa, la ley no previó mecanismos que facilitaran agilizar dichos procesos.
108
La Corte Suprema de Justicia en la sentencia que deja en firme la condena a Uber Banquez y Edward
Cobos Telles por la Masacre de Manpujan y San Cayetano, estableció que en la ejecución de la pena se
debe tener en cuenta el término que los postulados han permanecido privados de la libertad. Sentencia de
abril 27 de 2011.Proceso n. 34547 Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Penal. Mag. Ponente
María del Rosario González de Lemos.
109
Artículo 74 de la Constitución política de Colombia.
110
Sentencia 370 de 2006. Corte Constitucional.
56
En la práctica este riesgo ha sido comprobado y en el año 2007, tras el asesinato de
Yolanda Izquierdo y múltiples amenazas contra víctimas y testigos, se creó el programa
de víctimas y testigos de Justicia y Paz, permitiendo la protección de un gran número de
víctimas111. Pese a lo anterior y a las modificaciones que introdujo el decreto 1737 de
2010, subsisten limites importantes para lograr una efectiva garantía de protección a las
víctimas. Una primera limitación es la que obedece a la interpretación restringida de los
operadores del programa, que limitan el acceso solo para víctimas y testigos del proceso
penal, es decir, que no contempla medidas especiales que permitan contrarrestar las
amenazas de víctimas y testigos que participen de otros programas como el de
restitución de tierra, reparación colectiva o construcción de Memoria Histórica.
Otra restricción obedece al tipo de medidas que contempla el programa: para casos
como el de victimas de despojo que buscan la restitución de sus bienes, la reubicación y
demás medidas que contempla el programa, no permitirían el goce efectivo de los
derechos que tratan de reivindicar como el retorno y restitución efectiva.
En Colombia, los diferentes actores han sido respaldados por funcionarios públicos,
que como el caso de los paramilitares llegaron a permear no solo las altas esferas de las
fuerzas militares, sino el Congreso y funcionarios judiciales. Muchos grupos armados
al margen de la ley, se valieron de sus nexos con la fuerza y funcionarios públicos para
acceder a tierras, para afianzar sus zonas de influencia y para la comisión de las graves
violaciones de derechos humanos. En este contexto existe una parte de la sociedad que
no le interesa que la verdad salga a flote y por distintos medios busca ocultarla. El gran
reto que se desprende de estas circunstancias, consiste en poder fortalecer la
111
A julio de 2010, 1380 personas habían sido cobijadas por el Programa de Protección a Víctimas y
Testigos de Justicia y Paz y comprometido un presupuesto de $34.802.028.554. Cifras extraídas del
informe “5 Anos de la Ley de Justicia y Paz” Balance Interinstitucional. Ministerio del Interior y de
Justicia.2010.
112
A julio de 2010, el programa de protección a víctimas y testigos de la Fiscalía General de la Nación
había conocido 94 denuncias de amenazas a dicha población.
57
imparcialidad de las instituciones y limitar la permeabilidad donde muchas de las
argumentaciones para legitimar ciertos intereses tanto políticos como económicos
siguen vigentes.
En cuanto a la verdad histórica, son varios los avances que se han logrado desde la
introducción de los elementos de justicia transicional en el sistema legal colombiano. El
más importante lo constituye sin duda la creación del área de Memoria Histórica a cargo
de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación. Según lo describe el mismo
grupo su objetivo es “elaborar y divulgar una narrativa sobre el conflicto armado en
Colombia que identifique “las razones para el surgimiento y la evolución de los grupos
armados ilegales” (Ley 975 de 2005), así como las distintas verdades y memorias de la
violencia, con un enfoque diferenciado y una opción preferencial por las voces de las
víctimas que han sido suprimidas o silenciadas”113. Además, incluyen como acciones
complementarias la formulación de propuestas de política pública que propicien el
ejercicio efectivo de los derechos a la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de
no repetición. Mediante informes de casos emblemáticos, este grupo ha ilustrado
procesos y dinámicas del conflicto en el territorio colombiano abordados de forma
transversal aspectos como el enfoque de género y especiales formas de victimización.
Algunos de los informes que han generado un impacto especial en la construcción de
memoria se encuentran: La Rochela, Bojayà, El Salado, Segovia y Remidos, Tierra y
Conflicto, Bahía Portete, Género y Memoria, El Tigre, y Recordar y Narrar en
Conflicto.
No son menores los riesgos que se originan en la construcción de este tipo de informes
en medio del Conflicto, y de los intereses de mantener oculta la verdad de lo sucedido
por ciertos actores. Así, lo demuestran las declaraciones de Gonzalo Sánchez en el
113
http://www.memoriahistorica-cnrr.org.co/s-quienes/sub-quees/ Consultado por última vez 4 de abril de
2011.
114
Artículos 145 a 147 de la Ley 1448 de 2011 de Victimas y Restitución de Tierras.
58
prólogo del informe del Grupo de Memoria Histórica “La Tierra en Disputa” al afirmar
que a diferencia de otros informes de memoria histórica, en ese, antes que visibilizar a
las víctimas, fue necesario ocultarlas para protegerlas115.
En este sentido, aunque no se puede restar importancia a este tipo de informes, para
aportar a la reconstrucción de la verdad, si se puedes hablar de límites en el desarrollo
de esa labor, se trata, de permitir integridad y complementariedad frente a otras fuentes
de verdad.
Un caso que puede dibujar claramente el panorama frente al riesgo, que constituye la
búsqueda de la verdad en las circunstancias actuales de impunidad y amenazas a los
participantes de esta tarea, lo constituye el caso conocido como la Rochela. 21 años
después de ocurrido el asesinato de 12 funcionarios judiciales, solo existió la condena
de un implicado,116 sin culminar satisfactoriamente las investigaciones sobre la
participación de funcionarios de la fuerza pública implicados por alias Vladimir. Las
investigaciones solo fueron adelantadas después de la sentencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos en el 2007. Testigos de dicho caso siguen
denunciando amenazas, como es el caso de Esperanza Uribe Mantilla, viuda del juez 16
de instrucción Pablo Antonio Beltrán y otros familiares de los investigadores
asesinados.
Según Felipe Gómez Isa, la Ley de justicia y paz propendía más por la verdad judicial, y
no preveía otras formas de reconstrucción de la verdad como dichas Comisiones. Sin
embargo, se puede concluir que grandes avances se destacan en los informes del Área
de Memoria Histórica de la CNRR, al igual que con los resultados de iniciativas
públicas y privadas que han surgido bajo el marco de la Ley de Justicia y Paz, más allá
de la publicidad de las versiones libres, papel de los medios de comunicación y prensa
escrita es la apatía de la sociedad enunciadas por Gómez Isa. La Ley de Justicia y Paz
115
http://www.memoriahistorica-cnrr.org.co/archivos/arc_docum/La_tierra_en_%20disputa.pdf
Consultado por última vez 4 de abril de 2011.
116
Alonso de Jesús Baquero Agudelo alias Vladimir (ex paramilitar) fue sentenciado por estos hechos a
30 años de prisión quedando en libertad en el año 2005. Las investigaciones contra otros miembros
paramilitares y de la fuerza pública solo fueron reiniciadas en el 2010 sin ningún resultado hasta la fecha.
59
ha permitido importantes avances en la consecución de la verdad, pese a no contemplar
la creación una comisión de la verdad.117
Los riesgos que implica construir memoria y avanzar en la búsqueda de la verdad, antes
que desconocer la necesidad de establecer herramientas para su consecución, obligan al
Estado a hacer frente a dichos riesgos mediante medidas especiales de protección y
fortalecimiento de las instancias, y procedimientos judiciales que reduzcan los niveles
de impunidad e independencia de la rama judicial.
117
GOMEZ Isa, Felipe. Retos de la Justicia Transicional en contextos no transicionales. Transiciones en
Contienda. ICTJ. 2011.
60
CAPITULO 3
LAS INSTANCIAS INTERNACIONALES Y LA JUSTICIA TRANSICIONAL
EN COLOMBIA
118
Comunicado de prensa: “La CIDH se pronuncia frente a la aprobación de la Ley de Justicia y Paz en
Colombia”www.cidh.org/comunicados/spanish/2010/26-10sp.htm consultado por última vez el 21 de
mayo de 2011.
61
También afirma que sus disposiciones en el marco del proceso penal, no establece
incentivos para que los desmovilizados confiesen de forma exhaustiva la verdad a
cambio de los beneficios que recibirían, y que los mecanismos institucionales como la
Unidad de Fiscalías para la Justicia y la Paz (compuesta por 20 fiscales), no posee las
condiciones para lograr la efectividad de esclarecer judicialmente las miles de masacres,
ejecuciones, desplazamientos, secuestros y desapariciones cometidos por las estructuras
paramilitares.
De otra parte, resaltó que la confesión de los implicados no exime al Estado del deber
de investigar, y esclarecer la totalidad de los hechos, solicita se mantenga un plazo
razonable para adelantar las distintas etapas del proceso, y que se permita la
participación de las víctimas en todas las instancias procesales en los términos exigidos
por la Ley.
119
LASSO Lozano, Luis Manuel. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Ley de Justicia
y Paz. www.semana.com/documents/doc_1303_2006814.doc . Consultado por última vez el 22 de junio
de 2011.
62
Frente a la reparación integral a las víctimas, solicita se realice en un término razonable
y destaca la necesidad de articular las entidades para la efectiva restitución de los
bienes. Alega que el sistema Interamericano no interferirá con el proceso de paz, porque
los procesos judiciales que se adelantan en el marco de la Ley de justicia y paz cumplen
con los estándares interamericanos e internacionales de derechos humanos, pero que
realizara seguimiento al desarrollo del proceso.
Así las cosas, la Comisión a partir del 2007 ha venido realizando seguimiento al proceso
de Justicia y Paz, y en sus informes periódicos sobre la situación de derechos humanos,
ha realizado referencias a la continuidad en las violaciones de derechos humanos por
parte de los actores armados, las deficiencias del proceso para garantizar la
investigación, la no repetición de los hechos y la integridad de las reparaciones.
En el año 2008, como respuesta a una solicitud del gobierno colombiano en su interés
de desarrollar un programa administrativo de reparación, la CIDH emite un documento
con las recomendaciones principales que debe contener una política integral de
reparaciones. Entre las más importantes recomendaciones se encuentran:
1. Que el Estado Colombiano debe cumplir un rol principal y no secundario en
garantizar el acceso efectivo de las víctimas a la reparación integral. Sustenta lo
anterior en la responsabilidad del Estado de garantizar dicha reparación más allá
de la determinación de responsabilidad de los victimarios.
2. Un programa de reparación por vía administrativa no debe limitar el acceso por
parte de las víctimas a la vía judicial, al no basarse en la responsabilidad del
Estado.
3. La reparación debe basarse en el daño sufrido, y contener todos los elementos:
rehabilitación, indemnización, restitución.
4. El programa debe ser el resultado de un proceso abierto y participativo, y se
deben respetar los estándares mínimos de debido proceso.
5. Deberá contener elementos diferenciales para poblaciones vulnerables, como
indígenas, niños y niñas, mujeres, y en especial la población desplazada a
quienes se debe dar un trato preferente120.
120
CIDH. Lineamientos Principales para una Política Integral de Reparaciones. OEA/Ser/L/V/II.131
Doc.1 19 de febrero de 2008.
63
Lo anterior cobra una especial importancia con la reciente aprobada ley de víctimas 121,
toda vez que se otorgan facultades extraordinarias al gobierno para que en el lapso de 6
meses reglamente lo referente a un programa masivo de reparaciones por vía
administrativa, y se incluye la denominada cláusula de transacción que limita el acceso
a la vía judicial contra el Estado en aquellos casos que la víctima haya recibido la
reparación en los términos especiales para aplicar dicha cláusula.122
121
Ley 1448 de 2011.
122
Artículo 133 de la Ley 1448 de 2011.Ley de víctimas y Restitución de tierras.
123
QUINCHE RAMIREZ Manuel Fernando. Los Estándares de la Corte Interamericana y la Ley de
Justicia y Paz. Colección Textos de Jurisprudencia. Editorial Universidad del Rosario. 2009
64
tímidamente en dichos derechos, haciendo alusión principalmente al derecho a la
reparación contenida en el artículo 68 de la Convención, que luego van a ser
interpretados extensivamente a la luz de los artículos (1.1) Respeto a los derechos, (8)
las garantías judiciales y (25) sobre protección judicial.
En este último caso, y toda vez que hace gran énfasis a las conductas del Estado,
destinadas a lograr la obstrucción de la justicia y por ende la impunidad por parte del
ente estatal, se eleva a estándar internacional la obligación de investigar, juzgar y
sancionar a los autores del encubrimiento independientemente de la las investigaciones
contra las personas autoras del hecho.125
124
La Corte Interamericana reitera en el caso 19 Comerciantes contra Colombia lo dicho en la materia
en los casos Bulacio, Juan Humberto Sánchez Bamaca Velázquez en los siguientes términos: “La Corte
ha señalado reiteradamente que la obligación de investigar debe cumplirse “con seriedad y no como una
simple formalidad condenada de antemano a ser infructuosa”. La investigación que el Estado lleve a
cabo en cumplimiento de esta obligación “[d]ebe tener un sentido y ser asumida por el [mismo] como un
deber jurídico propio y no como una simple gestión de intereses particulares, que dependa de la
iniciativa procesal de la víctima o de sus familiares o de la aportación privada de elementos probatorios,
sin que la autoridad pública busque efectivamente la verdad”124.
125
QUINCHE RAMIREZ Manuel Fernando. Los Estándares de la Corte Interamericana y la Ley de
Justicia y Paz. Colección Textos de Jurisprudencia. Editorial Universidad del Rosario. 2009
65
tribunal, en el caso Barrios Altos, de las leyes de Amnistías e indultos. Esta posición es
reiterada en los casos Los Hermanos Gómez Paquiyauri y La Cantuta contra Perú y
Almonacid Arellano contra Chile.
Por último y frente a la reparación, la Corte reconoce en sus fallos 3 tipos de daños:
moral, físico y material, el que a su vez se clasifica en daño emergente y lucro cesante,
de forma similar al desarrollo del daño en el derecho interno128. Como medidas
reconoce aquellas de “restauracion”,(equivalente a la restitucio in integrum), aquellas
126
DE GAMBOA TAPIAS, Camila. Justicia Transicional: Teoría y Praxis. Colección Textos de
Jurisprudencia. Universidad del Rosario. 2006
127
Sala de Casación Penal, Corte suprema de Justicia, providencia del 10 de abril de 2008 y Corte
Constitucional, sentencia 936 del 23 de noviembre de 2010.
128
La Comisión Interamericana en aras de sistematizar los principios utilizados por la Corte en sus
diferentes fallos en esta materia publicó el documento denominado Memorando sobre Reparaciones en el
año 2005.
66
de “satisfacción” (entre las que se encuentran el reconocimiento de responsabilidad y
perdón público) y “las condenas de indemnización” (basada en el daño).
Como se explicó en el capítulo II, la denominada ley de Justicia y Paz fue el resultado
de un amplio debate principalmente legislativo teniendo en cuenta que en el Congreso
se presentaron 10 propuestas legislativas.129 Finalmente y en medio de una ardua
controversia fue aprobado el proyecto de iniciativa gubernamental 211 de 2005, dando
origen a la Ley 975 de 2005 “por la cual se dictan disposiciones para la
reincorporación de miembros de grupos armados organizados al margen de la ley, que
contribuyan de manera efectiva a la consecución de la Paz Nacional y se dictan otras
disposiciones para acuerdos humanitarios”. Frente al contenido de la Ley, la Corte
Constitucional Colombiana ha realizado varios controles de constitucionalidad siendo el
más importante el contenido en la Sentencia C370 de 2006.130
129
Proyecto de Ley de alternatividad penal en el 2003, proyecto 180 de 2004 Senado, Proyectos de Ley
2007, 208, 2009, 210,214 y217 /2005Senado, y Proyectos de Ley 211 y 212/2005 Senado.
130
Otros pronunciamientos son: Sentencia C.127 de 2006, Sentencia C. 319 de 2006,Sentencia C.400 de
2006, Sentencia C426 de 2006,Sentencia C 455 de 2006,Sentencia C476 de 2006,Sentencia C531 de
2006,Sentencia C575 de 2006,Sentencias C650 y 670 de 2006,Sentencia C719 de 2006, Sentencia C80
de 2007, Sentencia C1199 de 2008.
131
En el caso Manuel Cepeda contra Colombia la Corte se refiere al tema en los siguientes términos: “En
cuanto a la normativa que el Estado pretende excluir de este caso, es claro que “[La competencia
contenciosa de la Corte no tiene por objeto la revisión de las legislaciones nacionales en abstracto, sino
que es ejercida para resolver casos concretos en que se alegue que un acto [u omisión] del Estado,
ejecutado contra personas determinadas, es contrario a la Convención”.
67
refiere al fenómeno del Paramilitarismo, el Conflicto armado interno y la Ley de
Justicia y Paz. Algunos de los conceptos más recurrentes plasmados en sus sentencias
son los siguientes:
68
crear. Por tanto, en los términos de dicho tribunal […] “dicho riesgo, mientras
subsista, acentúa los deberes especiales de prevención y protección a cargo del Estado
en las zonas en que exista presencia de grupos paramilitares […]”132.
3. Que existen conductas omisivas por parte del Estado Colombiano frente a la
protección de defensores de Derechos humanos.
Frente a este aspecto, en el caso Valle Jaramillo, la Corte, pese a reconocer avances en
el establecimiento de medidas por parte del Estado para favorecer y proteger a los
132
Aparte 80 sentencia de fondo, reparaciones y costas Valle Jaramillo y otros contra Colombia. Corte
Interamericana de Derechos Humanos. 27 de septiembre de 2008.
133
“[…]Además, se ha demostrado ante este Tribunal “la existencia de numerosos casos de vinculación
entre paramilitares y miembros de la fuerza pública en relación con hechos similares a los ocurridos en
el presente caso, así como actitudes omisivas de parte de integrantes de la fuerza pública respecto de las
acciones de dichos grupos”. En tales casos, el Tribunal ha declarado la responsabilidad internacional
del Estado colombiano por haber incumplido “con su obligación de garantizar los derechos humanos [y,
en ese sentido,] haber faltado a sus deberes de prevención y protección”. Sentencia Masacre Pueblo
Bello contra Colombia del 31 de enero de 2006. Aparte 128.
134
En el marco de las obligaciones de garantizar el respeto de esos derechos entre individuos.
69
defensores de derechos humanos, comparte lo expuesto por la Corte Constitucional
Colombiana en la sentencia T590 de 1998 al afirmar, que para la época de los hechos,
pese a las circulares presidenciales que promovían actividades tendientes a lograr la
protección de las defensoras y defensores de derechos humanos, la agresión hacia esta
población continuaba y denotaba la existencia de conductas omisivas del Estado, en
cuanto a su protección.
Afirma que los Estados deben facilitar los medios necesarios para que las defensoras y
los defensores que denuncian violaciones de derechos humanos realicen libremente sus
actividades; protegerlos cuando son objeto de amenazas para evitar los atentados a su
vida e integridad; generar las condiciones para la erradicación de violaciones por parte
de agentes estatales o de particulares; abstenerse de imponer obstáculos que dificulten la
realización de su labor, e investigar seria y eficazmente las violaciones cometidas en su
contra, combatiendo la impunidad.
De otra parte, en el caso La Rochela contra Colombia, la Corte establece que“para que
el Estado satisfaga el deber de garantizar adecuadamente diversos derechos protegidos
135
Al respecto la Corte en el caso Genie Lacayo contra Nicaragua (1997) estableció que para determinar
la razonabilidad de un plazo es necesario tener en cuenta: a) la complejidad del asunto, b) la actividad
procesal del interesado, y c) la conducta de las autoridades judiciales.
70
en la Convención, entre ellos el derecho de acceso a la justicia y el conocimiento y
acceso a la verdad, es necesario que cumpla su deber de investigar, juzgar y, en su
caso, sancionar y reparar las graves violaciones a los derechos humanos. Para
alcanzar ese fin, el Estado debe observar el debido proceso y garantizar, entre otros, el
principio de plazo razonable, el principio del contradictorio, el principio de
proporcionalidad de la pena, los recursos efectivos y el cumplimiento de la
sentencia’.136
Por último, en la misma sentencia la Corte reitera que los Estados tienen el deber de
iniciar ex officio, sin dilación y con debida diligencia, una investigación seria, imparcial
y efectiva, tendiente a establecer plenamente las responsabilidades por las violaciones.
Para dicho efecto considera esencial que, 1. Exista un sistema eficaz de protección de
operadores de justicia, testigos, víctimas y sus familiares, y 2. Se esclarezca, en su caso,
la existencia de estructuras criminales complejas y las conexiones que hicieron posible
las graves violaciones.
Pese a que la Corte Interamericana reconoce las dificultades que enfrenta un Estado para
dar respuesta adecuada y fiel a los compromisos internacionales cuando éste se
encuentra frente al juzgamiento de actuaciones ilegales de miembros de grupos alzados
en armas, reitera que las condiciones del país no liberan a un Estado parte en la
Convención Americana de sus obligaciones, establecidas en ese tratado. Es por esto,
que en los diversos casos fallados contra el Estado Colombiano y pese a existir algunas
sentencias contra algunos de sus perpetradores, o procesos abiertos en el marco de la
Ley de Justicia y Paz, es enfático en que existe responsabilidad por parte del Estado, por
no garantizar el derecho a la verdad frente a todos los hechos ni todos los
involucrados137.
136
Aparte 193 Sentencia Masacre de la Rochela vs. Colombia del 11 de mayo de 2007.
137
Casos Masacre de Mapiripan, Pueblo Bello, e Ituango.
71
encuentran en una etapa incipiente y en el intervalo, el Estado no ha logrado esclarecer
los hechos en términos de 10 años o superiores138.
138
Ver aparte 190 en Sentencia caso La Rochela contra Colombia. En él, la Corte reconoce avances en
las versiones libres de Justicia y Paz para esclarecimiento de los hechos, pero resalta que a este
procedimiento se suman 18 años de procesos penales ordinarios.
139
Ver aparte 191 en Sentencia caso la Rochela contra Colombia del 11 de mayo de 2007.
72
Frente al principio de cosa juzgada aclara la Corte, que este solo es intangible si se
respeta el debido proceso de conformidad a la jurisprudencia de ese Tribunal por lo que
si sobrevienen hechos nuevos o pruebas, los procesos deben ser reabiertos pese a existir
sentencia absolutoria en calidad de cosa juzgada 140.
5. Que las Indemnizaciones otorgadas por las instancias nacionales no han sido
suficientes.
Uno de los aspectos más importantes contenido en los pronunciamientos de la Corte
Interamericana frente a Colombia, son los referentes al componente de la Reparación.
En este sentido, la Corte ha sido reiterativa en afirmar, que es un principio de Derecho
Internacional que toda violación de una obligación internacional, que haya producido
daño, comporta el deber de repararlo adecuadamente141. La Corte ha fundamentado sus
decisiones en materia de reparaciones en el artículo 63.1 de la Convención Americana.
140
Vera parte 197 en Sentencia caso la Rochela contra Colombia del 11 de mayo de 2007.
141
Caso la rochela, Caso La Cantuta, Caso del Penal Miguel Castro Castro, y Caso Trabajadores Cesados
del Congreso (Aguado Alfaro y otros).
142
Aunque la Corte no se ha pronunciado frente a casos de personas que han sido reparadas por vía
administrativa en el marco de la Ley de Justicia y Paz, es importante tener en cuenta las consideraciones de
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en su documento dirigido al estado Colombiano
denominado: Lineamientos Principales para una Política Integral de Reparaciones OEA/Ser/L/V/II.131 / 19
de febrero 2008. En el establece un programa de reparaciones administrativas pese a ser de carácter masivo
y ágil, debe basarse en el daño causado y respetar los estándares de la Corte Interamericana, debe contener
declaratoria de responsabilidad del Estado y no debe excluir otras formas de acceso a la reparación por vía
judicial.
73
a la forma como lo hace ese Tribunal, toda vez que la pérdida de ingresos comprende
aquellos que habría percibido la victima fallecida durante su vida probable.
En el caso de la Rochela contra Colombia, la Corte deja en claro que el Estado tiene el
deber ineludible de reparar de forma directa y principal aquellas violaciones de derechos
humanos de las cuales es responsable, según los estándares de atribución de
responsabilidad internacional y de reparación establecidos en la jurisprudencia de esa
misma Corte. Además, acentúa que el Estado debe asegurar que las reclamaciones de
reparación formuladas por las víctimas de graves violaciones de derechos humanos y sus
familiares, no enfrenten complejidades ni cargas procesales excesivas, que signifiquen un
impedimento u obstrucción a la satisfacción de sus derechos.
143
Refiriéndose a un acuerdo conciliatorio desarrollado entre el Estado y familiares de las víctimas.
74
En cuanto a las medidas de satisfacción y garantías de no repetición, la Corte considera
que los pronunciamientos realizados por el Consejo de Estado Colombiano desde el
2007, sobre la insuficiencia de un simple resarcimiento económico, demuestra una
penetración de la jurisprudencia de la Corte Interamericana en el Derecho Colombiano.
Para la Corte, este hecho podría llegar a complementar las otras formas de reparación
disponibles en distintas vías jurisdiccionales o de otra índole a nivel interno con el
propósito de obtener, en su conjunto, la reparación integral de violaciones de derechos
humanos.
2. La Corte no se pronuncia en concreto sobre la Ley de Justicia y Paz, pero al definir los
principios de proporcionalidad de la pena, acceso a la justicia y la forma de tasar las
indemnizaciones, parece no considerar suficiente la creación de medidas excepcionales y
masivas, si ellas no conllevan a una reparación integral, basada en el daño y no en el
derecho vulnerado. Se desprende de su jurisprudencia, que solo la eficiente e integral
75
reparación, más allá del componente indemnizatorio, permitiría la homologación de
dichas medidas en el ámbito interamericano. Frente a las penas, solo la evaluación en
cada caso determinara si la considera proporcional a los delitos causados, pero ya la Corte
ha dejado claro que la demora en el esclarecimiento de los hechos, deslegitima las
acciones adelantadas en el marco de la Ley de Justicia y Paz.
4. La Corte para asumir competencia requiere del agotamiento de los recursos internos; Al
respecto ha estimado que la dilatación de las investigaciones constituyen una denegación
de justicia, por lo que en principio tendría competencia de la mayor parte de los hechos
investigados en el marco de la Ley de Justicia y Paz.
Para que se active la competencia de este ente es necesario que se cumpla con los
requisitos de admisibilidad contemplados en el artículo 17 del Estatuto. Su contenido es
redactado en negativo, es decir establece causales por las cuales, la Corte debe
declarar la inadmisibilidad de un asunto, ya sea por la inactividad judicial del Estado o
la falta de voluntad para adelantar procesos de responsabilidad.145
144
La Corte contempla 3 tipos de delitos: El Genocidio, los crímenes de lesa humanidad y los crímenes de
Guerra.
145
Dichas causales son a) El asunto sea objeto de una investigación o enjuiciamiento en el Estado que
tiene jurisdicción sobre él salvo que éste no esté dispuesto a llevar a cabo la investigación o el
76
De otra parte, el mismo artículo establece que el tribunal, al examinar las causales
anteriormente expuestas, debe tener en cuenta que no se haya iniciado un proceso o que
se realice con el fin de sustraer la competencia de la Corte, que exista una demora
injustificada, o que dicho proceso no esté siendo sustanciado de forma independiente o
imparcial. Para determinar la incapacidad del Estado, el estatuto prevé el colapso total o
sustancial de su administración nacional de justicia o que carezca de ella, que no pueda
hacer comparecer al inculpado o no pueda llevar a cabo el juicio.
enjuiciamiento o no pueda realmente hacerlo) El asunto haya sido objeto de investigación por el Estado
que tenga jurisdicción sobre él y éste haya decidido no incoar acción penal contra la persona de que se
trate, salvo que la decisión haya obedecido a que no esté dispuesto a llevar a cabo el enjuiciamiento o no
pueda realmente hacerlo) La persona de que se trate haya sido ya enjuiciada por la conducta a que se
refiere la denuncia, y la Corte no pueda incoar el juicio con arreglo a lo dispuesto en el párrafo 3 del
artículo 20;d) El asunto no sea de gravedad suficiente para justificar la adopción de otras medidas por la
Corte.
146
Ver artículos 16 y 53.1 del Estatuto de Roma.
77
año. Por su parte y frente a los crímenes de guerra, Colombia se acogió al artículo 124
del Estatuto, que permite prorrogar la entrada en vigencia de la competencia de la Corte
por un término máximo de 7 años, término que venció el pasado mes de noviembre de
2010.
Desde el año 2010 y dada la cercanía del vencimiento del término al cual se acogió el
Estado Colombiano, mucho se ha especulado sobre las acciones que la Fiscalía de la
Corte realiza o puede realizar frente a diversos hechos que podrían llegar a ser
competencia de esa Corte, relacionados con el paramilitarismo, seguimientos a las altas
cortes y los más recientes casos de falsos positivos.
En este sentido, el presente aparte pretende hacer una revisión de los requisitos de
admisibilidad establecidos en el artículo 17 del Estatuto frente a la Ley de Justicia y Paz
y su desarrollo. Las causales que se desprenden de los literales a,b,c y d., del artículo 17
del Estatuto de Roma llevados a positivos, exigirían para la admisibilidad de un caso: 1.
Que exista una inactividad total del Estado para investigar los hechos, 2. Que exista la
voluntad de no llevar a cabo la investigación, y 3. La imposibilidad de realizar la
investigación.
78
Justicia y Paz fue una herramienta del gobierno para dejar de investigar delitos, y que la
utilización de herramientas como la extradición o el principio de oportunidad,
demuestra la intención del Estado de evadir su responsabilidad de investigar. Serian este
tipo de aspectos los que deben ser revisados a la luz de dicha causal.
Al respecto, si bien existen dudas sobre la intencionalidad del gobierno para abordar
estos temas, la interactividad entre las distintas ramas del poder en Colombia permitiría
concluir que no existe mérito para considerar una intencionalidad del Estado
Colombiano en su conjunto para evadir las investigaciones. Casos como la reciente
sentencia de inconstitucionalidad para aplicar el principio de oportunidad o las recientes
decisiones de la Corte Suprema, que niega la extradición de algunas personas
vinculadas a procesos de Justicia y Paz (condicionándolas al esclarecimiento de la
verdad), demuestran que la dinámica institucional está encaminada a cumplir con las
obligaciones de investigar y evitar la inactividad del aparato judicial frente a dichos
casos. 149
Por su parte, pese a que la Ley 1312 de 2010 excluía la posibilidad de aplicar el
principio de oportunidad a aquellas personas vinculadas a graves infracciones al DIH, la
Corte Constitucional declaro inexequible su aplicación para el caso de desmovilizados.
Con lo anterior, podemos concluir que no existe en el marco de la Ley de Justicia y paz
una inactividad normativa o fáctica por parte del Estado Colombiano y que por el
contrario, las decisiones judiciales de la Corte Constitucional y la Corte Suprema de
149
Ver argumentos de la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal EXT.N* 32786 sobre el
concepto de extradición del ciudadano Daniel Rendón Herrera alias Don Mario. Del 17 de marzo de
2010.
150
Al respecto la Corte Interamericana mediante resolución del 8 de julio de 2009 sobre la supervisión de
cumplimiento de la sentencia sobre la masacre de manirían da cuenta de las dificultades operativas que ha
conllevado la extradición de los jefes paramilitares. Sobre el balance de participación de los extraditados
en justicia y paz ver artículo denominado “La mayoría ha confesado menos hechos en justicia y paz, tras
el envío a EE.UU. El Tiempo.com.13 de mayo 2011.Consultado por última vez junio 10 de 2011.
151
Según informe de la Fiscalía General de la Nación a diciembre de 2009, solo Salvatore Mancuso
había realizado 10 versiones libres después de la extradición, que incluyen 477 hechos confesados y 1.148
víctimas vinculadas.
79
Justicia han asumido un rol ampliamente garantista de los derechos de las víctimas, aun
mas allá de los mismos estándares internacionales.
152
Críticas a procedimientos penales militares, extradición, principio de oportunidad.
153
Al respecto ver AMBOS Kai, Procedimiento de la Ley de Justicia y paz (Ley 975 de 2005) y el
Derecho Penal Internacional. GTZ. 2010. Pág. 182
154
En el caso de Wilson Salazar la Corte Suprema suspendió la pena alternativa y el caso contra Diego
Cobo Téllez solo este año se resolvió la apelación de segunda instancia.
80
la Corte Interamericana de DDHH, frente a la demora injustificada de los procesos, a los
cuales suman los términos de los procesos vía Ley de Justicia y Paz 155.
En estos términos, y pese a la complejidad que revisten los procesos de Justicia y Paz en
cuanto al número de actores, de hechos investigados, y la obligatoriedad de su estudio
sistemático, es la valoración individual de los hechos que realice el Fiscal de la Corte, lo
que va determinar, en el caso concreto, la admisibilidad de un asunto por demora
injustificada. No hay que perder de vista que la Corte Penal Internacional, por
instrucción clara del Estatuto de Roma, solo puede seleccionar las más graves
violaciones, por lo que va a quedar a cargo de la Fiscalía, la interpretación de este
requerimiento, a la luz del caso Colombiano.
155
Al respecto, es menester tener en cuenta que la Corte Penal Internacional ha venido desarrollando los
criterios de priorización en la selección de casos, teniendo en cuenta su ámbito de competencia que limita
su actuar a las violaciones que comporten mayor gravedad.
156
Como ejemplo podemos ver la sentencia de la Corte Suprema de Justicia que limita la posibilidad
del Ejecutivo de solicitar la Exclusión de los procesos de Justicia y Paz, y aquella del Tribunal Superior
de Distrito Judicial de Bogotá frente a la reparación económica y simbólica de las víctimas a cargo del
Fondo de Reparación a Victimas.
157
www.laopinion.com.co – ONU DENUNCIA TASA DE IMPUNIDAD DEL 98.5 DE LAS FUERZAS
ARMADAS EN COLOMBIA. 27 de mayo de 2010. (consultado por última vez 1 de febrero de 2011)
81
sustancial del sistema penal. Al respecto, la interpretación realizada por la Corte
Constitucional frente al art. 17.3 determina que la expresión otras razones, obedece a la
ausencia evidente de condiciones objetivas, necesarias para llevar a cabo el juicio.
158
Ver informe “5 años de la Ley de Justicia y Paz” Informe Interinstitucional. 2010.
82
CAPITULO 4
APORTES DEL CASO COLOMBIANO EN LA CONSTRUCCION DEL
CONCEPTO DE JUSTICIA TRANSICIONAL A NIVEL INTERNACIONAL
Se pretende en el presente capítulo, con base en los análisis elaborados en los capítulos
precedentes, establecer cuáles son aquellas características del desarrollo de la justicia
transicional en Colombia que han generado una contribución a la consolidación del
concepto a nivel internacional. Entendemos como aportes, aquellos elementos fruto de
la adaptación de los parámetros internacionales a las condiciones propias del contexto
colombiano y, que se constituyen en objeto de análisis a nivel internacional.
Al respecto no hay que perder de vista que gran parte de los procesos de paz en el
mundo son seguidos de grandes expresiones de violencia159. La experiencia en Centro
América que introdujo la justicia transicional en situaciones de negociaciones políticas
y procesos de paz para poner fin a conflictos, se caracterizó por hechos violentos
durante las negociaciones y significaron un tema en la agenda de negociación. 160 En el
159
Según Heidi Hudson en “La violencia de la construcción de la Paz neoliberal en África”, casi la mitad
de los acuerdos de paz fracasan durante los primeros 5 años de su aplicación. Consultado en Relaciones
Internacionales N.16 febrero de 2011.GERE UAM
160
BECHARA Gómez Eduardo. “Verdad, Justicia y Reparación en Contextos de Conflictos Armados
Internos. La experiencia de América Central”. En Justicia transicional: modelos y Experiencias
Internacionales, a propósito de la ley de justicia y paz. Universidad Externado de Colombia.2007.
83
caso del Salvador por ejemplo, “El fin de la guerra no implicó una disminución en los
índices de violencia: mientras que alrededor de 6.250 personas murieron anualmente
por causa de la guerra, en el período de la posguerra, los homicidios ascendieron de
8.019 en 1996 a 8.281 en 1998 ubicando a El Salvador como el país más violento de
América Latina, aun por encima de Colombia”161.
La situación colombiana demuestra que debe darse especial énfasis a las garantías de no
repetición, que permitan la consecución de los demás elementos como son la verdad, la
justicia y la reparación integral. Acciones como las propuestas en el capítulo segundo,
161
VESGA Natalia. Una Sociedad en Armas. El Post Conflicto en el Salvador. Grupo de Trabajo sobre el
Post Conflicto. Fundación Ideas para la Paz. Universidad de los Andes. Consultado en
www.ideaspaz.org/proyecto01. Última visita 25 de abril de 2011.
162
Citado por revista Semana. En artículo “Inundados de violencia”. Edición 1520. 20 de junio de
2011.Consultado por última vez el 22 de junio de 2011.
84
frente a la restitución de tierras y la consecución de la verdad son esenciales para lograr
la efectividad del proceso y por lo tanto, la legitimidad de las medidas transicionales163.
163
Supra 2.8 pág. 48 “Como reparar en medio del Conflicto”
164
Supra 2.7 pág. 44. “La justicia transicional. Un mecanismo idóneo para poner fin a medio siglo de
confrontación armada?”
85
nacional si es observado internacionalmente para evaluar la pertinencia y efectividad de
sus medidas. Dicha efectividad y realización de objetivos va a depender por un lado, de
la voluntad política sustentada en una verdadera política de Estado en la materia y de la
capacidad institucional para superar aquellas debilidades, que no solo han permitido
sino promovido la existencia de la situación actual de criminalidad, violencia y
subversión.
165
Sobre las diferencias del procedimiento de justicia y paz y el procedimiento penal ver radicado 30955
del 9 de febrero de 2009. Sala de Casación Penal Corte Suprema de Justicia. M.P José Leónidas Bustos
Martínez.
86
en cabeza de las víctimas a la reparación. De igual forma, se faculta a las autoridades
judiciales competentes para fijar la reparación individual y colectiva 166 y se establecen
los derechos a la indemnización (artículo 44), restitución (artículo 46), rehabilitación
(artículo 47), satisfacción y garantías de no repetición (artículo 48).
En la práctica, el fallo de la Sala de Justicia y paz del Tribunal Superior de Bogotá del
29 de junio de 2010 contra Edward Cobos Téllez y Uber Enrique Baquez Martínez, se
topó con la dificultad de establecer las medidas tendientes a lograr la reparación de las
víctimas desde las pretensiones interpuestas y la forma de vincular al Estado frente a las
medidas de carácter Colectivo. Basándose en la facultad que otorgan las normas antes
citadas y en el marco de la justicia transicional, decidió en primer lugar, establecer una
fórmula para tasar los daños y perjuicios basada en el principio de equidad y en segundo
lugar, vinculó al Estado a través de sus instituciones nacionales y locales con
obligaciones puntuales esencialmente de carácter social para el restablecimiento de
derechos.
Frente a la utilización del principio de equidad adujo lo masivo de las violaciones, las
dificultades probatorias y la capacidad presupuestal; todo lo anterior con base en la
justicia transicional y fallos contra Colombia por parte de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos. En contraposición de lo anterior, la Sala de Casación Penal de la
Corte Suprema de Justicia al resolver la apelación, desvirtuó la posibilidad de acudir a
criterios de equidad sustentado en los artículos 29, 229, 230 de la Constitución política
y el artículo 2341 del Código Civil, que fundamenta la responsabilidad civil
extracontractual en el país. También sustentó su decisión en diversas sentencias
constitucionales referidas a los derechos de las victimas dentro del proceso penal.167
Al respecto, establece que los jueces solo están sometidos al imperio de la ley y la
equidad es simplemente un criterio auxiliar que debe ser utilizado excepcionalmente.
Considera la Corte que el legislador estableció en el artículo 23 de la Ley 975 de 2005,
un procedimiento claro para la participación de la víctima a través del incidente de
reparación, lo que se constituye en una regulación específica de carácter controversial
entre la víctima y el postulado para lograr la cuantificación de la reparación.
166
Artículos 8, 43,45 y 15 del decreto 3391 de 2006.
167
Entre esas sentencias se encuentran:C-412 de 1993, C- 554 de 2001 y C 1149 del mismo año.
87
Si bien no desconoce las dificultades probatorias que eso conlleva, propone afinar
criterios de ponderación probatoria, flexibilizando las reglas de apreciación de pruebas y
aplicando mecanismos como los hechos notorios y declaraciones juramentadas. A su
vez, considera que la aplicación de pleno derecho bajo el sistema penal colombiano y
basada en el imperio de la ley para garantizar los derechos judiciales de las víctimas a
ser reparados de acuerdo al daño causado, no se opone a la obtención de pagos menores
en razón de los escasos recursos, pero como medida temporal y no estableciendo
facultades ilimitadas al juez para establecer en equidad los montos indemnizatorios,
basado en la insuficiencia presupuestal.
Afirma que el juez penal no puede bajo ninguna circunstancia arrogarse funciones que
constitucionalmente no le han sido conferidas y que el Estado solo tiene una obligación
subsidiaria frente a la reparación, cuyo principal responsable son los victimarios. Por lo
tanto, la Corte modifica la parte resolutiva de la sentencia de primera instancia
cambiando el término en las obligaciones para el Estado por EXORTO. Frente a los
términos o plazos dados estableció que los mismos deben ser razonables.
Por último considera, que la reparación por vía administrativa inicialmente asumida por
el Estado, puede resultar más adecuada para asegurar la indemnización e inclusive la
restitución, en tanto, que la vía judicial ofrece mejores resultados para la rehabilitación,
satisfacción y garantías de no repetición.
88
refieren a la ágil y masiva reparación a las víctimas168. De igual forma, se pone en tela
de juicio la efectividad de dichos mecanismos para el logro de la reparación integral,
teniendo en cuenta, que muchas de las medidas que permiten la integralidad solo pueden
estar en cabeza del Estado como la de garantizar el retorno de las víctimas y restituir a
las mismas ciertos derechos cuya garantía está en cabeza del Estado.
Sin detenerse mucho en este aspecto para sustentar esta tesis es importante hacer alusión
a:
1. En la historia del país, las reivindicaciones de derechos ha sido contenido y
objeto de los diversos acuerdos de paz luego de largos periodos de
confrontación.
Varias de las reivindicaciones de los grupos de guerrillas del pasado, eran de
carácter social, solo para enunciar algunas de ellas, en el proceso de paz de las
guerrillas en tiempo de Rojas Pinilla exigían para su desmovilización la
construcción de escuelas, acceso a servicios de salud, empleos de las personas de
la regiones y un programa de restitución de tierras. En tiempos de Belisario
Betancourt se firmaron acuerdos de paz parciales, donde las FARC exigían para
168
Otros grandes inconvenientes surgen frente al acceso a la justicia dado el lento avance de los procesos
penales y el mínimo número de sentencias.
169
El cual no solo se caracteriza por la permanencia del conflicto, sino por la influencia de otros factores
que limitan el éxito de la aplicación de medidas de esta índole, como la desigualdad social, la impunidad,
y los niveles de pobreza.
89
el cese de actividades velicas entre otros, realización de reformas sociales y una
reforma agraria. Algunas de dichas pretensiones se llevaron a cabo haciéndose
entregas de tierras y reivindicaciones sociales.
2. Pese a lograrse avances en la declaración de derechos, muchos de ellos no se
han logrado materializar y lograr su goce efectivo. Pese a que Colombia
cuenta con un amplio desarrollo normativo en declaración de derechos humanos
sociales, la efectividad de los derechos no se ha logrado en igual proporción. Los
niveles de pobreza, desigualdad y acceso a servicios básicos y justicia siguen
siendo de los más altos en América Latina. Muchas de las promesas que se
plasmaron en los procesos de paz del pasado se incumplieron dando origen a
desmovilizaciones parciales, continuidad y transformación de las formas de
violencia.
En eses sentido, un estudio que permita analizar los puntos de encuentro entre el
desarrollo de políticas públicas y aquellas de la justicia transicional se vuelve
obligatorio, no solo como lo exprese anteriormente, porque el conflicto colombiano
tiene fuertes ingredientes de desigualdad social y subdesarrollo, sino porque cualquier
programa de paz debe tener en cuenta en su planeación e implementación, las
características propias de la población objeto de las mismas, que en el caso colombiano
170
http://www.semana.com/nacion/desigualdad-extrema/153207-3.aspx. consultado por última vez mayo
23 de 2011.
171
Un estudio completo sobre la impunidad en el país se encuentra en “Una mirada a la impunidad en el
marco del sistema penal oral acusatorio en Colombia”. Luis Hernando Barreto Nieto, Sneider Rivera.
Ministerio del Interior yd e Justicia 2009.
172
http://www.dnp.gov.co/PortalWeb/LinkClick.aspx?fileticket=xy-YRiHRbrM%3d&tabid=337. Última
visita 8 de junio 2011.
90
más del 10 por ciento de su población ha padecido algún tipo de victimización, en
condiciones sociales excluyentes.
Para Rodrigo Uprimny y Maria Paula Saffon, la perspectiva netamente restitutiva de las
reparaciones, en la medida que debe ser integral y proporcional, en sociedades
caracterizadas por ser excluyentes y desiguales, resulta limitada al pretender devolver a
las víctimas a una situación de vulnerabilidad y carencias.174 En este contexto surge el
concepto de “reparaciones transformadoras”, que más allá de devolver a las víctimas a
la situación anterior, pretende “transformar las relaciones de subordinación y exclusión
social que se encuentran en el origen del conflicto que busca ser superado y que en
todo caso aparecen inicuas desde una perspectiva de justicia distributiva”175
173
La Corte Constitucional en su sentencia T-085 de 2009, ha precisado que a pesar de los esfuerzos de
establecer medidas de atención y reparación a las víctimas de la violencia por parte del Gobierno
Nacional, éstos no han logrado diferenciar de manera clara medidas de asistencia humanitaria, programas
de política social y medidas específicas de reparación integral, y además establecen diferencias no
justificadas entre la población en situación de desplazamiento y otras víctimas de la violencia armada.
174
UPRINMY Rodrigo y Saffon María Paula. “Reparaciones Transformadoras, justicia restributiva y
profundización democrática”. Reparara en Colombia: los dilemas en contextos de conflicto, pobreza y
exclusión. ICTJ. DeJusticia.2009.
175
Ibídem.
176
CORTES Rodas Francisco, “Los derechos de las víctimas de la violencia política a la verdad, la
reparación y la justicia. Reflexiones sobre cuatro casos en América Latina”. En
aprendeenlinea.udea.edu.co/revistas/index.php/estudiospoliticos/article. Consultado abril 2011.
91
“políticas”, y no la reconstrucción total de la sociedad, ni la restructuración de grandes
injusticias sociales del pasado.
177
Ponencia “La declaración del Milenio y la Justicia Transicional en Colombia”. Heidi Abuchaibe.
Encuentro - En la Ruta de la Declaración del Milenio-. Universidad Externado de Colombia. abril de
2011.
92
En las tipologías de victimización más comunes en Colombia como el desplazamiento
forzado, no se puede concebir su reparación si no conllevan a la restitución de sus
bienes, el acceso a tierras, acceso a proyectos productivos, empleo, acceso a la
educación todos ellos desarrollados por la Corte Constitucional en sentencia T 025 y
autos de seguimiento, 001, 002, 004, 005, 007, 008 (Donde se exige dar prioridad en los
servicios sociales a esta población por su grado de vulnerabilidad basada en su
victimización).
178
VILLA ARCILA Leonardo, “Reparaciones en y a través de la educación par a las víctimas de graves
violaciones de los derechos humanos”. Tareas Pendientes. ICTJ 2010
93
educativo urbano es el principal receptor de la población desplazada pero que esta oferta
es más limitada frente a la educación secundaria179.
179
Ibidem.
180
Importantes pronunciamientos por parte de la Corte Constitucional, Consejo de Estado y Corte
Suprema de Justicia en materia de reparaciones y la incorporación de los instrumentos internacionales en
materia de derechos humanos.
94
En el marco de la jurisprudencia interamericana pudimos apreciar en el capítulo III del
presente trabajo, la creación de unos estándares en materia de derechos humanos, que
obligan a los países partes de la Convención Interamericana de Derechos Humanos, y
que por lo tanto limitan la capacidad de escogencia de medidas transicionales.
181
Esta obligatoriedad surge de la responsabilidad internacional que implica su incumplimiento.
182
Supra 3.2 pag.64 “ La Corte Interamericana de Derechos Humanos y los Estándares de Verdad,
Justicia y Reparación”
95
responsabilidad internacional y de reparación establecidos en la jurisprudencia de esa
Corte.183
Por último, en el caso de la Manuel Cepeda Vargas vs. Colombia, la Corte al resolver las
excepciones preliminares, hace referencia puntual a la entonces vigente ley 1312 de 2009
que permitía la aplicación del principio de oportunidad a miembros de grupos armados
desmovilizados frente a los delitos de pertenencia que no hubiesen cometido delitos de
lesa humanidad. Frente a una eventual aplicación de dicha Ley la Corte afirma que “(…)
ya ha constatado que este tipo de disposiciones normativas puede ser insuficiente si no se
da en forma concomitante una verificación rigurosa por parte de las autoridades
encargadas de las investigaciones, o del Ministerio Público, de tales aseveraciones
(…)”184
183
Caso de la Masacre de la Rochela contra Colombia, sentencia de 11 de mayo de 2007.
184
Corte Interamericana de Derechos Humanos. Sentencia de 26 de mayo de 2010. Caso Manuel Cepeda
Vargas Vs. Colombia. Excepciones Preliminares, Fondo y Reparaciones. Sección V, Serie C No. 216.
Nota de pie de página No. 316.
96
Son múltiples los pronunciamientos de la Corte Constitucional que en materia de
derechos de las víctimas y el alcance de la Ley de Justicia y Paz, se ha remitido a la
jurisprudencia internacional. Al respecto es importante destacar la referencia realizada
en la sentencia T 821 de 2007 frente al contenido mínimo de los derechos a la verdad, a
la justicia y a la reparación en los siguiente términos: „Adicionalmente, se trata de
derechos que se encuentran garantizados en los tratados de derechos humanos y
derecho internacional humanitario que no pueden ser suspendidos en estados de
excepción y en consecuencia, hacen parte del bloque de constitucionalidad en sentido
estricto, lo que les asigna el carácter de derechos fundamentales..”185.
185
Sentencia T-821 de 2007, MP, Catalina Botero Díaz, considerando 44.
186
Radicado 31539 del 31 de Julio de 2009 Sala de Casación Penal. Corte Suprema de Justicia. M.P Dr.
Augusto Ibáñez Guzmán.
187
Radicado 26154 del 19 de octubre de 2006. Sala de Casación Penal. Corte Suprema de Justicia. M.P
Dr. Julio E. Socha Salamanca.
97
interpretar el papel predominante de la víctima dentro del proceso de justicia y paz, con
especial énfasis frente a los derechos a la verdad, y acceso a la justicia. Se ha
pronunciado sobre el rol predominante de la víctima dentro del procedimiento de
justicia y paz y la prevalencia de los derechos de las victimas frente al debido
proceso.188
Así las cosas, el concepto de justicia transicional actual dista mucho de aquella
definición original, que caracterizo los años 80s y 90s, donde los elementos que la
componían, se referían más a los objetivos de transición política que buscaban alcanzar,
y que en la actualidad son limitados drásticamente por el derecho.
188
Para conocer al detalle los pronunciamientos de la Corte ver CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sala
de Casación Penal. El proceso penal de Justicia y Paz. Compilación de autos de la Sala de Casación Penal
de la Corte Suprema de Justicia. ICTJ, Asdi 2009.
98
CONCLUSIONES
UN CONCEPTO EN CONSTRUCCIÓN
Si se toma como referencia los elementos que se establecieron en el capítulo primero:
(A. Medidas internacionales o nacionales transitorias. B. Establecidas en circunstancias
de conflicto o post conflicto C. Tendientes a lograr uno o varios los siguientes
elementos: verdad, justicia reparación o garantías de no repetición.), el caso colombiano
y su aplicación se cataloga como un proceso “estructuralmente” claro de justicia
transicional.
Con anterioridad a la Ley 975 de 2005, estos derechos venían siendo contemplados por
la legislación colombiana, pero concebidos en el marco de la justicia retributiva; vemos
así que la Constitución de 1991 en su artículo 2, obliga al Estado a adelantar las
investigaciones y procedimientos necesarios para esclarecer los hechos punibles y
propender por el goce efectivo de los derechos de todos los residentes en Colombia y la
protección de bienes jurídicos de particular importancia para la vida en sociedad. De
igual forma, el artículo 250 establece el deber de la fiscalía de “tomar las medidas
necesarias para hacer efectivos el restablecimiento del derecho y la indemnización de
189
Es importante dejar claro que la justicia transicional en Colombia no se agota en la Ley de Justicia y
paz. Posteriores leyes y programas como la Ley de víctimas y la Ley de desmovilizados vienen a
complementar y consolidar dicho proceso.
190
Supra 2.5 “¿Medidas transicionales o legislación permanente?” pag.36.
99
los perjuicios ocasionados por el delito” también se introduce el deber del Estado frente
a la protección y participación de las victimas dentro del proceso penal. 191
A través del presente trabajo, se pudo demostrar que el caso colombiano identifica
claramente lo que Ruti Teittel denomina el “estado estable de la J.T”, para reconocer el
momento actual de la justicia transicional. Con él, se verifica la especial interrelación de
las medidas transicionales con aquellas de la órbita del estado de derecho mismo.192.
Para la autora, lo que era visto históricamente como una situación legal asociada a
condiciones extraordinarias de post conflicto, actualmente parece más el reflejo de
tiempos normales.193 En este sentido, no se logra diferenciar periodos normales de
periodos de transición, ni una clara definición de este último término. Existe una
creciente utilización del discurso sin la existencia de un claro régimen sucesor. Lo
anterior ha permitido la politización del derecho que según Teittel, presenta un cierto
grado de concesiones a los estándares del Estado de Derecho y por ende la
normalización de la justicia transicional.
191
A su vez, el concepto de victima adquiere rango constitucional. Sentencias C-228 y C- 916 de 2002.
192
TEITEL Ruti. “Transitional Justice Genealogy. Harvard Human Rights Journal, Vol.16, Spring 2003,
Cambridge, MA.Teittel denomina periodo estable de la JT a la expansión y normalización de la misma, a
través de la expansión del derecho de la guerra y del derecho internacional humanitario, siendo utilizada
en tiempos de relativa paz así como por la preferencia de un sistema legal internacional.
193
Ibídem.
100
derecho globalizado. El caso colombiano demuestra la pertinencia de establecer
medidas propias de la transición para alcanzar la paz, donde los aspectos a los que se
enfrentan los líderes que la impulsan son los mismos que aquellos estados denominados
fallidos enfrentan en la búsqueda de un cambio de régimen. Aquí el elemento justicia
debe indicar el rompimiento entre el pasado y el futuro por construir; el tránsito de una
sociedad hacia unas condiciones más justas, incluyentes y el fortalecimiento de las
instituciones para enfrentar las graves violaciones que sufre con ocasión del conflicto
armado interno.
101
El otro gran reto que enfrenta el Estado Colombiano deriva de la necesidad de
garantizar la protección de los intervinientes en los procesos de transición, y por lo tanto
la no repetición de los hechos. La transición debe dejar de ser parcial y venir
acompañada de medidas tendientes a la pacificación del Estado a través del
desmantelamiento de los grupos armados que siguen actuando en el territorio nacional,
y su reincorporación a la vida civil. De igual forma, es necesario fortalecer los
mecanismos contenidos en la Ley 975, aquellos que se busca desarrollar en el marco de
la justicia transicional en Colombia como la Ley de Victimas, al igual que aquellos
propios de la justicia ordinaria que propenden por la protección de los Derechos
Humanos y la eficacia de la justicia.
102
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