NOMBRE: YULY KATHERINE LOPERA JARA

ASIGNATURA: ÉTICA PROFESIONAL

SEMESTRE X – CONTADURÍA PÚBLICA – ITFIP

LA DEONTOLOGÍA: LA ÉTICA PROFESIONAL

La ética como ciencia que estudia la moral, posee diferentes ramas específicas
que tratan temas particulares, entre ellas encontramos la rama de la
Deontología, que es la encargada de estudiar las normas de conducta moral,
que rigen para un profesional en su actividad específica, es decir, la
deontología estudia la moral de una profesión, por lo que es correcto afirmar,
que la contaduría pública como actividad profesional y social posee una
deontología particular con sus normas conductuales definidas y justificadas; en
el presente informe se aborda reflexivamente el origen del comportamiento
humano en sus diversas formas, en específico, el comportamiento moral, su
estudio general (ética) y sus especialidades (como la deontología) todo esto
con el fin de comprender, surge el comportamiento moral dentro de una
profesión especifica como la contaduría pública.

El ser humano desde su origen como especie hasta su organización como

sociedades, civilizaciones y hasta la globalización actual del planeta, ha
poseído y desarrollado diferentes comportamientos que van desde el trato
social a la costumbre, desde la moralidad religiosa hasta la moral con su
cientificidad ética, estos comportamientos mencionados son sociales en
esencia, es decir, cualquier acción enmarcada en algunos de estos
comportamientos debe tener como fin, consecuencia o propósito otro sujeto
social, por ejemplo, si una persona se hace daño a sí misma, no podemos
afirmar que es una acción moral porque en su fin, consecuencia o propósito de
agredirme a sí mismo, involucra en ningún sentido a otro sujeto, en cambio
cuando agredimos a otra persona, esto si se convierte en un acto moral, que
según las normas de derecho, esta acción está sujeta a una sanción o condena
y el otro aspecto característico fundamental de la moral es su carácter
consciente, solo se puede condenar un hecho moralmente cuando, por
ejemplo, se agrede a otra persona cuando somos conscientes del daño
infligido, cuando ocurre un accidente o cuando una persona está en un estado
alterado de consciencia, no puede ser juzgado como un hecho moral, quizás
penalmente punible pero jamás moralmente condenable.

De esta forma podemos distinguir en los actos o acciones que un sujeto puede
llevar a cabo, los diferentes comportamientos al del comportamiento moral, al
establecer esta diferenciación podemos entender su carácter histórico, que
permite comprender un desarrollo unas veces lineal y otras veces no de la
moral, en la edad media tenemos una moral sustentada en un código religioso,
en la edad moderna se nos presenta una moral económica que se sustenta en
un código de relacionamiento social productivo y es aquí en el trascurrir
histórico de la moral y la ética que se llega al punto de la necesidad de
construir la que se llama la deontología. En una sociedad en donde el trabajo
esta socialmente dividido, no solo entre quienes piensan o hacer el trabajo
intelectual teórico y quienes hacen o llevan el trabajo manual práctico, sino que
también está dividida en ramas, sectores y profesiones, se tiene que tener
códigos morales socialmente aceptados para cada escenario de nuestro
comportamiento social.

La deontología asume esa división social del trabajo y define para cada una de
las divisiones un comportamiento moral que está consolidado en el devenir
histórico en este caso particular, de la profesión del contador, una profesión de
suma importancia y trascendencia en la actualidad, cuando en el contador esta
la obligación de dar fe pública y a partir de esa fe, es que se sostiene
económicamente cualquier actividad y en especial la actividad del estado.

Para concluir se tiene que poner más empeño en construir la moralidad de la

moral, porque la moral del contador ya está sustentada a través de los muchos
años de práctica profesional de los distintos contadores en el país y en el
mundo, en cambio la moralidad o el actuar real verdadero del contador
conforme a esa moral aún está muy lejos de ser coherente y ético.