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COSTOS DIRECTOS: Conformado por la mano de obra, materiales y Equipos y Herramientas;

Son los que guardan una relación estrecha con el producto o servicio.
 Compra del terreno.
 Servicios como alcantarillado pluvial y sanitario.
 Costo de construcción del edificio.
 Nivelación del terreno.
 Control de erosión y sedimentación.
 Lineas de gas, electricidad y agua.
 Arreglo del pavimento de la calle
 La mano de obra directa, considerada como costo directo, son los obreros y
supervisores que trabajan a pie de obra.
 Compensaciones económicas.
 Gastos de rehabilitación.
 Traslados.
 Prótesis.
 Seguros médicos.
COSTOS INDIRECTOS: Conformado por los gastos generales y Utilidad; n los que se relacionan
de manera tangencial con los proyectos o las tareas previstas. Por ejemplo, el consumo de
electricidad de una fábrica para su operación cotidiana: aunque no tiene una influencia directa en
el producto como tal, es un recurso indispensable para la cadena productiva.
 Publicidad.
 Gastos de administración, dirección y organización.
 Transporte de maquinaria.
 Construcción de instalaciones generales.
 Máquinas, material y herramientas de construcción.
 Vigilancia.
 Personal técnico y administrativo que trabaja en las oficinas.
 Artículos de consumo y limpieza.
 Gastos de oficina.
 Otros costos relacionados con el funcionamiento global de una empresa constructora.
Aquí pueden entrar las amortizaciones.
 Compensaciones económicas.
 Gastos de rehabilitación.
 Traslados.
 Prótesis.
 Seguros médicos.
Costes directos, indirectos y gastos generales de una obra
En el sector de la construcción, el primer paso para crear una empresa rentable es conocer y
entender los tipos de coste que deben imputarse a una obra. Sería un error pensar que los
materiales y la mano de obra son los únicos gastos que deben considerarse al crear
presupuestos. Por ello, hoy empezamos este artículo con un dato clave: todo presupuesto debe
incluir entre un 10 y un 18% de sobrecoste que permita cubrir gastos indirectos y generales de
una obra. Para entender el porqué, te animamos a seguir leyendo esta página donde
desglosaremos:

Todos los tipos de costes directos de una obra,


los costes indirectos y gastos generales,
y las opciones de imputación de estos últimos para asegurar una buena rentabilidad.
Empezamos.

Los gastos más fáciles de identificar: los costes directos de una obra.
Los costes directos de una obra también se denominan variables. Son aquellos que están
directamente relacionados con la ejecución del proyecto. Es decir:

 La mano de obra, que no solo contempla las horas trabajadas por el personal, sino que
también incluye:
 Los desplazamientos y el kilometraje.
 Las dietas de los trabajadores.
 La seguridad social asociada a las horas trabajadas en el proyecto.
 Y cualquier otro plus relacionado con el salario.
 El material utilizado, incluyendo cualquier ruptura o merma que se produzca en su
traslado, o en la propia instalación.
 Las subcontrataciones de maquinaria y/o personal .
Y otros gastos auxiliares como la cinta aislante, los tornillos, las bridas u otro pequeño material.
Saber identificar los costes directos de una obra trae consigo varias ventajas. La primera es que
podremos asignarlos a la obra concreta en nuestro programa de gestión, para que pueda darnos
una “foto” completa de la situación. Esta nos mostrará la diferencia exacta entre lo
presupuestado y lo finalmente consumido. Y a partir de ahí, podremos analizar las desviaciones
en todos los niveles: mano de obra, artículos y material auxiliar. ¿Con que objetivo?
Presupuestar mejor o corregir el procedimiento de trabajo si no estamos siendo suficientemente
efectivos.
Por otra parte, es importante mencionar que los costes directos no cubren la totalidad de gastos
de un proyecto. Por ello, en el proceso de presupuestación, deben considerarse también lo que
llamamos costes indirectos y gastos generales de obra. A continuación, los desglosaremos.
Los costes indirectos de una obra y los gastos generales
Los costes indirectos de una obra y los gastos generales son aquellos que no pueden imputarse
directamente a unidades de obra específicas. Y por ello, no aparecen en los presupuestos,
porque no pueden entregarse. Precisamente por esta característica, en muchas ocasiones no se
consideran, y pueden llegar a ser un punto crítico para la rentabilidad de la empresa. Este tipo de
costes son:

 La mano de obra indirecta


Se trata de personal que no interviene directamente en la ejecución del proyecto, pero sí
que realiza trabajos de venta, control, organización de empleados e, incluso, vigilancia.
Son figuras como los ingenieros, el jefe de obra, los encargados, el personal
administrativo o incluso los peones (que realizarán tareas de limpieza, funciones de
transporte interior, etc.).
 La maquinaria y las herramientas
 En este caso, hablamos de la amortización de cualquier herramienta o maquinaria (que
es propiedad de la empresa) y que es necesaria para la ejecución de la obra. Por
ejemplo:
 Grúas, carretillas elevadoras o montacargas.
 Cualquier pequeña herramienta como picos, palas o regles.
 Las instalaciones y construcciones provisionales
Son, por ejemplo, los módulos prefabricados a pie de obra que nos servirán de espacios de
almacén, oficina e, incluso, taller.
Pero también, son los consumos de energía eléctrica y agua potable, entre otros, en la propia
obra.
El control de calidad
Y finalmente, otros gastos generales de una obra como los costes de administración, gerencia,
equipos informáticos, local, luz, agua, teléfono o internet.
En el sector, este gasto de estructura no se está considerando en un gran número de ocasiones,
lo que reduce automáticamente el valor de las obras. Si la suma de los costes directos no
contempla este sobrecoste se estará infravalorando el valor del proyecto e incurriremos en
gastos. Y esto es crítico.

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