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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE CONTADURÍA Y ADMINISTRACIÓN


DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO

Ensayo sobre el libro: “La Caja” (The Arbinger Institute)

Presenta: Margarita Rocha


Asignatura: Seminario de Desarrollo de Habilidades Directivas
Maestría en Administración de Organizaciones Semestre: 2019-1
Ciudad de México, a 6 de julio de 2018.
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A
l leer la obra “La Caja” del The Arbinger Institute me recordó una frase de Carl Jung que leí
alguna vez: “Uno no alcanza la iluminación fantaseando sobre la luz sino haciendo consciente
la oscuridad… lo que no se hace consciente se manifiesta en nuestras vidas como destino”, así
como que “Aquello a lo que te resistes, persiste”. Ambas frases tiene relación con el libro toda vez
que la consciencia pero sobre todo lo que no es consiente para nosotros se manifiesta a veces de las
formas más insospechadas, causándonos daños en todos los ámbitos de la vida diaria, ya sea con la
familia, con los amigos, en el trabajo, etc. La aportación de este libro es precisamente acercarnos a
esa zona de luz y alejarnos de esa zona llena de autosabotaje, cuando de forma inconsciente, no
hacemos sino colocarnos trabas y obstáculos, en la que usamos a los otros para justificarnos y justificar
nuestras actitudes.
De acuerdo con la lectura identificamos que estamos en la caja cuando nos autoengañamos, cuando
estamos en connivencia (acuerdo o complicidad entre dos o más personas) y cuando nos
autotraicionamos.

Con respecto al autoengaño tenemos que éste es definido como la incapacidad para darse cuenta de
que uno tiene un problema. En las organizaciones no hay nada más común que el autoengaño; de
todos los problemas que hay en las organizaciones, ese es el más común y el más destructivo.
Constituye la enfermedad, aquél germen que mata el liderazgo y abarca una serie de problemas
relacionados con la motivación y problemas intermedios.

Estar dentro de la caja significa desarrollar una visión distorsionada de la realidad y en la que no
logramos ver con claridad ni a nosotros mismos ni a los demás. Se experimenta el sentimiento de no
hacer algo por los demás en el momento en más requieren nuestra ayuda; nos invaden sentimientos
egoístas, donde sólo importamos nosotros mismos como individuos. Sólo tomamos aquello que
refuerza nuestro actuar, creando imágenes autojustificadoras (entre ellas, señalar las deficiencias
ajenas para justificar mi propia incapacidad para mejorar, dejando de lado el logro de los resultados
y concentrándome en mi persona, victimizándome, por una supuesta incompetencia de los que me
rodean). Aumentan los defectos de la otra persona, mientras que minimiza los propios. Entonces la
caja constituye la metáfora de la resistencia a los demás, es decir, la resistencia activa a lo que la
humanidad de los otros me pide que haga por ellos. Estar en la caja es sinónimo de creación de
problemas. Además, abarca la posibilidad de estar al mismo tiempo en la caja con respecto a una
determinada persona y fuera de la caja respecto de otra, de acuerdo a las circunstancia y a la relación
que mantengamos con una u otra.

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Respecto a los mecanismos para salir de la caja, éstos resultan bastante sencillos una vez que se
detecta que se está en la caja. Basta con reconocer a las personas por lo que son, con necesidades,
sentimientos, esperanzas y preocupaciones legítimas. En otras palabras, sólo se puede estar fuera de
la caja si quien recibe el mensaje es una persona para quien lo transmite. Como menciona el libro,
interesarse en las personas como tales se manifiesta mediante cosas muy simples como conocer el
nombre de la gente que nos rodea. Es tan fácil salir como sentir que queremos estar fuera de la caja
por alguien (familia, amigos, etc) y en ese preciso momento ya nos encontramos afuera.

A manera de conclusión, reflexionar sobre la caja constituye un ejercicio muy útil de introspección,
en el que cada uno debe analizar su actuar con las personas que lo rodean. Al parecer tarde o
temprano, cada uno caerá (y recaerá) en su caja o en sus cajas. Es necesario hacer una pausa en
nuestra vida diaria para pensar cómo cambiar nuestra forma de actuar y aunque parezca un cliché,
ser mejores personas día con día, porque como seres humanos no somos perfectos pero somos
perfectibles. Se debe buscar el permear esa barrera que nos aísla y nos ciega, que no nos deja ver las
cosas como son (distorsión de la realidad), partiendo siempre de no buscar en las cajas ajenas sino
de buscar y superar la propia.

Como lo he mencionado con anterioridad, la hipótesis de la obra en cuestión es que salir de la caja
es relativamente fácil cuando se conoce el problema, se detecta, se entiende, se comprende y se
enfrenta mediante el reconocimiento de los demás no ya como objetos sino como personas.
Recordemos también que el autoengaño tiene muchos síntomas diferentes, como la falta de
compromiso, baja motivación, estrés y problemas de comunicación. Asimismo, no podemos dejar de
lado la implicación que la caja tiene dentro de una organización, porque entre más personas habiten
en sus cajas no se alcanzarán los resultados esperados por la Dirección, pues impide a los miembros
de una organización que se comuniquen, planeen e interactúen libremente; a su vez, frustra los
deseos de cooperación y compromiso de las personas. La estrategia de la empresa debe ser por tanto,
reducir el autoengaño individual y organizativo en aras de alcanzar los resultados.

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