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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular Para la Educación Superior

Enlace Latinoamericano de Universidades- Convenio Unellez

Carrera Derecho

ENSAYO SOBRE LOS JUICIOS DE


PROPIEDAD Y POSESIÓN.

APELLIDOS Y NOMBRES C.I. N°


Rojas Sánchez, Lindeliz Carolina 14.041.298
Sección “A”

Facilitador: Abg. Zulay González C.


Para comenzar hablaremos de la base Constitucional contenida en el
artículo 49 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), La
garantía constitucional al Debido Proceso, se encuentra constituida por diversos
elementos entre los que destaca el Derecho a la Defensa, la Presunción de
Inocencia, Juez Natural y Cosa Juzgada. Considerado como el rector del
garantismo procesal, se entiende por Debido Proceso como el fiel cumplimiento de
las normas y derechos fundamentales durante un juicio determinado,
especialmente de aquellas nociones protectoras de los sujetos involucrados.

En relación a los juicios de propiedad y posesión debemos hacer una breve


introducción resaltando que la posesión consiste en una situación o estado de
hecho de la cual derivan consecuencias jurídicas que, de ordinario, vienen a
proteger en mayor o menor medida esa situación o estado de hecho. Si se emplea
la palabra posesión en su sentido más amplio, puede decirse que posee aquél que
de hecho actúa como titular de un derecho o atributo en el sentido de que, sea o
no sea el verdadero titular, defacto, goza de las ventajas y soporta los deberes
que normalmente corresponde gozar y soportar al titular del respectivo derecho o
atributo. Es natural que semejante actuación cree la apariencia de que quien la
realiza es el verdadero titular del derecho o atributo de que se trate. Así se
comprende el aserto de que "la posesión es la imagen del derecho".

Asimismo, la titularidad de la propiedad y de algunos derechos reales


implican un derecho a la posesión ("ius possidendi"); pero no siempre el titular
ejerce efectivamente esa facultad. En cambio, la posesión no implica la titularidad
del derecho de propiedad ni de ninguno de esos derechos reales ni tan siquiera la
preexistencia de un derecho a poseer; pero, una vez que existe, la posesión
confiere al poseedor una serie de facultades o derechos ("ius possessionis"). En
consecuencia, las esferas de lo petitorio y de lo posesorio son, en principio,
completamente diferentes: ni la sola titularidad acredita posesión ni la sola
posesión acredita titularidad. La titularidad podrá implicar el "ius possidendi"; pero
es la posesión la que confiere el "ius possessionis".
Savigny señala que el origen de la posesión se encuentra en el ager
publicus. Modalidad que antiguamente se aplicaba por el estado u otras
entidades públicas, donde cedían tierras gratuitamente o mediante el pago
de una pensión a largo tiempo. Lo cierto es que los beneficiarios de estas
tierras no podían intentar la acción reivindicatoria para defenderse, pues era
difícil conocer su situación legal y el carácter que tenían sobre las tierras. A
estas personas se les llamo poseedores o possessores, ya que así se les
denominaba y se les protegía de los interdictos posesorios y de esta
manera defenderse contra perturbaciones de hecho, garantizándosele a los
poseedores de estas tierras contra terceros, que provocaren en ella actos
perturbatorios. Fue muy criticado el origen de la posesión conferida por el
Estado al particular, pero no se hace referencia a la posesión de los
propietarios del ager privatus, de los particulares, específicamente.
(Savigny, 1992, p.92)

Para darle continuidad nos introduciremos a hablar de los Juicios Sobre La


Propiedad Y La Posesión que se encuentran en el título III correspondiente al
libro IV del Código de Procedimiento Civil, trata la defensa y el ejercicio del
derecho a la propiedad y el ejercicio de la posesión como figuras enmarcadas en
el ejercicio de los derechos reales. Este título se enfoca en tres capítulos
especificados de la siguiente manera: Capítulo I: Del Juicio Declarativo De
Prescripción, Capítulo II: De Los Interdictos, Capítulo III: Del Deslinde De
Propiedades Contiguas.

Para continuar se analiza independientemente la finalidad del juicio de


prescripción adquisitiva es tener la aptitud necesaria de transformar a un poseedor
en titular del derecho. De esta manera la prescripción adquisitiva además de
conferir el título de propiedad al poseedor tiene como requisitos: a) que el actor
sea propietario del inmueble a reivindicar; b) que el demandado sea el poseedor
del bien objeto de la reivindicación; c) que la posesión del demandado no sea
legítima; y d) que el bien objeto de la reivindicación sea el mismo sobre el cual el
actor alega ser propietario, lo cual se prueba mediante documento debidamente
autenticado y protocolizado.

A su vez podemos decir que el CCV se establecen las disposiciones


generales en materia de prescripción, definida, en el Art. 1.952, como: "un medio
de adquirir un derecho o de liberarse de una obligación, por el tiempo y bajo las
demás condiciones determinadas por la Ley". El procedimiento que se establece
parece referido a la adquisición de bienes inmuebles, tal como se desprende del
Art. 691 CPC, que califica como legitimados pasivos de un eventual proceso a las
personas que aparezcan en la respectiva oficina de registro como propietarias o
titulares de cualquier derecho real sobre el inmueble, calificando como instrumento
fundamental de la demanda la certificación del Registrador en la cual conste el
nombre, apellido y domicilio de tales personas y copia certificada del título
respectivo.
.
En este orden de ideas los requisitos para que el procedimiento de
Prescripción Adquisitiva proceda tienen que darse los siguientes aspectos:

1) El ejercicio de la posesión legítima y actual: Se debe demostrar


fehacientemente al Juez los requisitos establecidos en el artículo 772 del
Código Civil sobre la posesión legítima en la cual se traduce en el ejercicio
constante, permanente y continuo de los actos posesorios sobre el
inmueble que ante la sociedad se entienda que actúa como si fuera el
verdadero propietario.
2) Que haya transcurrido el tiempo legal para prescribir: Sobre este punto la
ley es explícita y este tiempo tiene que ser determinado y real. En el juicio
declarativo de prescripción se establecen el tiempo de 20 años o veintenal
para el ejercicio de acciones sobre derechos reales; existe también la
prescripción abreviada de 10 años que conduce a la adquisición de
propiedad, en virtud de un título debidamente registrado, de acuerdo a lo
establecido en el artículo 1979 del Código Civil. En el caso de terrenos
baldíos o propiedades de la nación el tiempo es de 20 a 50 años
dependiendo de la existencia del justo título y buena fe que lo exige el
tiempo de 20 años y los 50 años a la carencia del justo título y la buena fe.
3) Que se traten de bienes en comercio: El artículo 1960 del Código Civil
establece que los bienes sujetos a prescripción son los bienes
patrimoniales aquellos susceptibles de ser objetos de operaciones
comerciales.

Por lo anteriormente expuesto, la adquisición de la propiedad, resulta


insuficiente una acción mero-declarativa que se agota en el reconocimiento de un
derecho subjetivo; si no fuera así, sería innecesario el desarrollo adjetivo del
proceso previsto del artículo 690 al 696 CPC, diseñado especialmente para la
satisfacción integral del interés objeto de litigio. Por ello, no es admisible una
acción mero-declarativa de índole genérico y sustentada en el artículo 16 CPC que
pretenda establecer la existencia de la propiedad en virtud de la verificación de
requisitos de prescripción.

Hay que hacer notar que el CPC establece el procedimiento del juicio
declarativo de prescripción. En efecto, el artículo 690 expresa:

"Cuando se pretenda la declaración de propiedad por prescripción


adquisitiva según la ley, o la declaración de cualquier otro derecho real
susceptible de prescripción adquisitiva, el interesado presentará
demanda en forma ante el Juez de Primera Instancia en lo Civil del
lugar de situación del inmueble, la cual se sustanciará y resolverá con
arreglo a lo dispuesto en el presente Capítulo".

Por esta razón, consumada la prescripción adquisitiva, el poseedor


adquiere la propiedad o el derecho real desde el momento en que comenzó el
cómputo de la prescripción. Cabe aquí advertir que, en virtud de la norma
contenida en el artículo 690 del CPC, este juicio abarca cualquier derecho real
susceptible de prescripción adquisitiva, especialmente el usufructo y las
servidumbres prediales.
Se debe tener en cuenta que el procedimiento de prescripción adquisitiva
señala:
1. titular de la acción y pretensión: Quien ejerza actos posesorios en forma
pacífica, legítima y no interrumpida en el transcurso de 20 años o más. Art. 690.
2.Requisitos de la demanda: El escrito cumple lo establecido en el artículo 340 del
CPC y debe acompañar la Certificación del Título respectivo expedida por el
Registrador Público del lugar donde se encuentra el bien inmueble objeto de la
Prescripción. La Demanda se interpone ante el Juez de Primera Instancia en lo
Civil de la jurisdicción donde está el inmueble. Art. 690 y 691. La demanda se
amplía tal como lo establece la sentencia 000397 de la Sala de Casación Civil del
14 de Agosto del 2019 donde establece:
“El procedimiento ordinario civil comenzará por demanda escrita y
contendrá la identificación del demandante y del demandado, el objeto de la
pretensión determinado con precisión, así como los motivos de hecho y los
fundamentos de derecho en que se fundamente la demanda, con las
pertinentes conclusiones, además se deberán indicar los números
telefónicos de contacto, así como el correo electrónico a los efectos de las
prácticas de citaciones y notificaciones electrónicas. El actor deberá
acompañar con el libelo, toda la prueba documental de que disponga, que
sirva como instrumento fundamental de su pretensión. En caso de
promover testigos, deberá mencionar su nombre, apellido y domicilio, los
cuales deberán deponer su testimonio en la audiencia oral o probatoria.
Ninguna de estas pruebas será admitida con posterioridad a este acto, a
menos que se trate de documentos públicos y se indiquen en el libelo los
datos de la oficina o lugar donde se encuentren.
De igual manera el escrito libelar deberá contener la estimación de la
cuantía de la demanda, de conformidad con lo previsto en la Sección I,
Capítulo I, Título I, del Libro Primero del Código de Procedimiento Civil, a
los fines de la correcta estimación de la competencia funcional por la
cuantía del Órgano Jurisdiccional llamado a conocer del caso, de
conformidad con lo previsto en la Resolución N° 2018-0013 de fecha 24 de
octubre de 2018, emanada de la Sala Plena de este Tribunal Supremo de
Justicia, o de cualquier otra resolución que se encuentre vigente al
momento de la presentación de la demanda, y en tal sentido, a los fines de
la determinación de la competencia por la cuantía, el actor deberá indicar
además de las sumas en bolívares al momento de la interposición del
asunto, su equivalente en unidades tributarias (U.T.) y en la Criptomoneda
Venezolana distinguida con la denominación Petro, creada mediante
Decreto Constituyente Sobre Criptoactivos y la Criptomoneda Soberana
Petro, publicado en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de
Venezuela N° 6.370 Extraordinario, del 9 de abril de 2018, cuyo valor se
encuentra respaldado en la canasta de commodities, constituida por los
recursos naturales, tales como el petróleo, el oro, el hierro, el diamante, el
coltan y el gas, conforme a lo previsto en el Whitepaper del Petro,
concordado con el artículo 4  del Decreto Presidencial N° 3.196, publicado
en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 6.146
Extraordinario, de fecha 8 de diciembre de 2017.
En caso de presentar oscuridad o ambigüedad el libelo de la demanda, el
juez o jueza de la causa apercibirá al actor para que dentro de los tres (3)
días de despacho siguientes proceda a subsanar los defectos u omisiones
que presente su libelo. De no hacerlo en el lapso el juez o jueza declarará
desistido el proceso, contra este pronunciamiento no cabe recurso alguno.
Dentro de los tres (3) días de despacho siguientes a la presentación del
escrito si no tuvo observaciones, o, una vez culminado el lapso de tres (3)
días de despacho para subsanar y presentado el escrito corregido por la
parte; el Tribunal se pronunciará sobre la admisión de la demanda. Si se
declara inadmisible la demanda se podrá interponer recurso de apelación
dentro de los tres (3) días de despacho siguientes a la decisión, en este
caso el Tribunal Superior competente le dará entrada dentro de los tres (3)
días de despacho siguientes al recibo del expediente, y decidirá dentro de
los diez (10) días de despacho siguientes; contra dicha decisión se admitirá
el recurso extraordinario de casación, si cumple con los extremos de ley.

3.Legitimidad del demandado: El demandado contra quien se interpone la


demanda debe ser el propietario o titular del derecho real sobre el inmueble. Art.
691.

4.Admisión y citación: La admisión de la demanda se sigue los trámites del


procedimiento ordinario. En la citación se cumple con los requisitos de la citación
establecida a partir de los artículos 215 y siguientes del CPC y además se publica
un Edicto emplazando en el juicio a todas aquellas personas que tengan interés en
el juicio. El edicto cumplirá los requisitos establecidos en el artículo 231 del CPC.
Art. 692.
5.Sustanciación: Una vez citados el o los demandados se seguirá por los trámites
del procedimiento ordinario. Quienes intervengan producto del edicto, lo harán en
el estado que se encuentre presentando prueba para realizar su participación.
Arts. 693,694 y 695, complementado con lo establecido en la sentencia 000397 de
la Sala de Casación Civil del 14 de agosto del 2019.

Y, por último, el artículo 696 consagra lo siguiente: "La sentencia firme y


ejecutoriada que declare con lugar la demanda, se protocolizará en la respectiva
Oficina de Registro, y producirá los efectos que indica el ordinal 2° del artículo 507
del Código Civil".

Por lo tanto, esta última norma, remite al artículo 507 ordinal 2º del CCV,
que otorga valor absoluto a la cosa juzgada derivada de la sentencia estimatoria
de la prescripción adquisitiva, asimilándola al sistema establecido en el ordinal 2º
del artículo 507 del CCV para la sentencia declarativa de filiación u otro estado.

De hecho, la sentencia declarativa de propiedad por prescripción adquisitiva


es un instrumento apto para ser registrado e inscrito en el Registro de la propiedad
inmobiliaria. El mismo no puede ser impugnado de la forma como se prevé en los
casos de filiación.

Aunado a lo expuesto anteriormente, comenzaremos haciendo una breve


introducción de los Juicios Interdictal al igual que el juicio declarativo de
prescripción adquisitiva, el objeto fundamental está en el ejercicio de la propiedad
y en la posesión en especial la posesión continua y pacífica y el ejercicio de está
debe ser de mínimo de un año para interponer las acciones interdictales.

En este orden de ideas en Venezuela los interdictos son acogidos en el


código en el año 1936. En cuanto a la diferencia entre los interdictos prohibitivos y
los posesorios el Dr. Henríquez La Roche sostiene que la diferencia no estriba en
el objeto de la pretensión. Todos por igual pretenden la protección posesoria, aún
cuando solo se denominen posesorios solos a los de amparo y despojo, pero la
conditio sine qua non del interdicto prohibitivo, también es la posesión.

Por esta razón la ley protege la posesión como manifestación o apariencia


externa de juricidad. La diferencia radica en la causa de pedir, en los posesorios el
hecho que motiva la protección posesoria es cometido por el sujeto en forma
directa sobre la cosa poseída.

Asimismo, se dice que el despojo es apoderamiento violento o no, que una


persona hace por si sola, sin autorización de los Tribunales o del poder Público de
cosa o derecho de otra persona. La privación de la cosa por la autoridad
competente y por los trámites legales no constituye propiamente despojo, aunque
se haga violentamente y se le dé tal nombre. La perturbación son los actos que
propiamente obstaculizan la posesión e impiden el libre goce del inmueble o de la
universalidad de muebles, o bien la servidumbre (de paso, aguas, cloacas,
conductores eléctricos etc) u otro derecho real.

Se afirma que, en el caso de los prohibitivos, la perturbación o amenaza de


daño a la cosa poseída por quien reclama la protección posesora, es cometida
indirectamente por el tercero en cuanto realiza actos propios en un bien poseído o
detentado por él, circunvecino al del afectado, que produce un peligro actual o
inminente a su posesión.

Además, los interdictos prohibitivos son en ejemplos conspicuos de


acciones cautelares, autónomas no instrumentalizadas a una providencia
subsecuente, cuyo objetivo es precaver un daño aun no ocurrido, mediante la
actuación a priori de la actividad jurisdiccional, fundada en amenaza o riesgo cierto
e inminente, en esto difiere de la tutela jurisdiccional represiva en la cual el Juez
actúa luego de consumado el daño que origina el interés de la acción.

Por consiguiente, el Código Civil no contiene un concepto genérico de los


interdictos, limitándose a regularlos de forma particular según su especie, razón
por la cual le corresponde a la doctrina la labor definitoria. Según el enunciado de
las características que esboza Aguilar Gorrondona (2007) acerca de los
interdictos, se podrían definir éstos como aquellas pretensiones reales, interinas y
autónomas, dirigidas a lograr la protección posesoria de forma rápida,
independientemente de la titularidad del derecho cuya discusión se trata.

También podemos decir que la acción interdictal su parte del fundamento


legal está plasmado en el Código Civil y tiene como fundamento el ejercicio
constante, pacífico y legítimo de la posesión. La normativa del Código Civil
arts.771 al 793 resalta el ejercicio de la posesión y sus efectos dentro de la
institucionalidad de las acciones relativas al ejercicio de la propiedad y de la
posesión.

Por esta razón, las normas del Código Civil 772 y 773, enfoca el carácter
legal que debe tener el accionante en el ejercicio de la acción interdictal:

 Artículo 772 La posesión es legítima cuando es continua, no interrumpida,


pacífica, pública, no equívoca y con intención de tener la cosa como suya
propia.
 Artículo 773 Se presume siempre que una persona posee por sí misma y a
título de propiedad, cuando no se prueba que ha empezado a poseer en
nombre de otra.

Podemos clasificar los interdictos posesorios en interdictos de Amparo (Art.


782 CCV), este artículo nos explica los requisitos como la posesión legitima ultra
anual, protege bienes; inmuebles, derechos reales, universalidad de bienes
jurídicos (patrimonio, herencia, bienes de sociedad), que exista perturbación de la
posesión, que se intente a querella antes del año contado a partir de la
perturbación.

El objeto de la querella, que no continúe la perturbación., los sujetos


legitimados son activo poseedor legitimo ultra anual y el pasivo todo aquel que
perturbe, también se debe tomar en cuenta el año posterior a la perturbación
constituye un lapso de caducidad para intentar la acción.

Por consiguiente, sobre el Interdicto de Despojo (Art. 783 CCV), como


hecho relevante en este tipo de pretensiones, la doctrina ha identificado tres
elementos importantes: (i) violencia o clandestinidad en la ejecución del acto que
priva de la tenencia o de la posesión de la cosa mueble o inmueble al querellante;
(ii) privación real y efectiva, pues mientras no se haya realizado el propósito del
despojador, no se tiene derecho a la reintegración, por no haber nada que
reintegrar; y (iii), por último, que el despojador releve al despojado en el goce de la
posesión o de la tenencia de la cosa (Brice y Parra; 1991, 427).

Hacemos referencia al artículo 785. Que dice textualmente quien tenga


razón para temer que una obra nueva emprendida por otro sea en su propio suelo,
sea en suelo ajeno, cause perjuicio a un inmueble, a un derecho real o a otro
objeto poseído por él, puede denunciar al Juez la obra nueva, con tal que no esté
terminada y de que no haya transcurrido un año desde su principio.
Seguidamente el Juez, previo conocimiento sumario del hecho, y sin
audiencia de la otra parte, puede prohibir la continuación de la nueva obra o
permitirla, ordenando las precauciones oportunas; en el primer caso, para
asegurar el resarcimiento del daño producido por la suspensión de la obra, si la
oposición a su continuación resultare infundada por la sentencia definitiva; y en el
segundo caso, para la demolición o reducción de la obra y para el resarcimiento
de los daños que puedan sobrevenir al denunciante, si éste obtiene sentencia
definitiva favorable, no obstante el permiso de continuar la obra.

Podemos señalar en su Artículo 786. Que reza textualmente, quien tuviere


motivo racional para temer que un edificio, un árbol o cualquiera otro objeto
amenace con daño próximo un predio u otro objeto poseído por él, tendrá derecho
de denunciarlo al Juez y de obtener, según las circunstancias, que se tomen las
medidas conducentes a evitar el peligro, o que se intime al interesado la obligación
de dar caución por los daños posibles.

Para continuar con él tema, la normativa en el Código de Procedimiento


Civil, Capítulo II, de los interdictos Sección 2ª, De los interdictos posesorios se
encuentra contenida desde el articulo 699 al 711.
Los procedimientos especiales de interdictos posesorios se clasifican y se
sustancian.
1. Su clasificación es:
 Interdicto de Amparo: Art. 699 CPC
 Interdicto de Despojo: Art. 700 CPC.

2. Se sustancian:
a) Demanda debe cumplir con los requisitos del artículo 340 CPC, complementado
con la sentencia antes descrita, el Juez en la admisión exige la constitución de una
garantía. La pretensión de la demanda debe enfocarse en la existencia de la
perturbación en el Interdicto de Amparo y el despojo en el Interdicto de Despojo.
b) Admitida la Demanda, el Juez decreta la medida de aseguramiento y secuestro,
el Juez ordena citación del demandado y se abrirá un lapso de 8 días de pruebas.
Art. 701 CPC.

c)Vencida las pruebas las partes tienen un lapso de 3 días para los alegatos y
vencido este el Juez sentenciara dentro de los 8 días. Art. 701. CPC

d) En el Interdicto de Amparo se aplica en la sentencia con lo relativo a la medida


y los daños y perjuicios. Art. 702 CPC
e) Las normas de los artículos 703 al 712 esta lo relacionado con la forma como
se ejecuta la sentencia, levantamiento de medida y los daños y perjuicios.
f) El resultado de la sentencia Interdictal quien se encuentre afectado sigue los
trámites del Procedimiento Ordinario para sus reclamos.

Por lo anteriormente expuesto el objeto de la acción es que se restituya la


posesión despojada, los legitimados activo es cualquier poseedor y el pasivo todo
aquel que despoje, de esta forma el año posterior para intentar la acción
constituye un lapso de caducidad el procedimiento esta descrito desde el
articulo 703 al 711 del Código de Procedimiento Civil.

En este orden de ideas los elementos procesales comunes de los


interdictos posesorios: la querella interdictal expresa a falta de regulación expresa
acerca de los requisitos y forma de la querella interdictal, debe asumirse la
enumeración contenida en el artículo 340 CPC. Adicionalmente, se presentarán
elementos probatorios dirigidos a demostrar la ocurrencia del despojo o de la
perturbación para asegurar que, con carácter sumario, se decrete la restitución de
la posesión o el amparo a la posesión del querellante, practicando, en ambos
casos, todas las medidas y diligencias que garanticen la ejecución de la orden
judicial.

Por lo descrito con anterioridad el justificativo de testigos es prueba


fundamental que sustenta la querella interdictal, en los casos de los interdictos de
amparo o restitución. El justificativo de testigos, o más propiamente la
preconstitución de prueba testimonial en el contenida, es el mecanismo por
excelencia para sustentar el alegato de una perturbación o despojo, pero tal
afirmación no obsta para que se utilicen los medios probatorios en la forma
especificada en el artículo 395 CPC, especialmente la inspección judicial.

Por consiguiente, Las normas contenidas en los artículos 699 y 700 CPC
establecen que "el interesado demostrará al juez la ocurrencia del despojo, y
encontrando éste suficiente la prueba o pruebas promovidas"; además que "el
interesado demostrará ante el Juez la ocurrencia de la perturbación, y
encontrando el juez suficiente la prueba o pruebas promovidas". Sólo después de
esta verificación se decretará la protección posesoria y practicará la restitución o el
secuestro, o las medidas que aseguren el amparo. Las mismas pueden y deben
ser dictadas antes de la citación del querellado, sin que esto constituya violación
del debido proceso.

De acuerdo a las disposiciones contenidas en nuestra ley adjetiva, no es


indispensable acompañar la querella interdictal con un justificativo de testigos
siempre que se acompañe cualquier otro medio de prueba y que, de presentarse
la prueba testimonial, esta no necesariamente debe ser evacuada ante el juez que
deba conocer el interdicto sino ante cualquier juez o notario que de fe de los
dichos del testigo y de su identidad. Por supuesto, tales declaraciones deben ser
ratificadas, bajo fe de juramento como elemento esencial, una vez que el Juez
ordene la citación del querellado y, practicada ésta, posterior a la contestación de
la demanda diseñada jurisprudencialmente, la causa quede abierta a pruebas por
10 días.

Para finalizar la sentencia definitiva que se dicte, una vez que se haya
cumplido el lapso de ocho días computados a partir del vencimiento del lapso de
alegación, debe reunir los extremos enumerados en el artículo 243 CPC y al
analizar el cumplimiento de los requisitos contenidos en los artículos 782 y 783
CCV.

Adicionalmente, se deben cubrir y razonar las siguientes eventualidades: en


cuanto al decreto provisional, en caso de que se niegue el amparo o restitución, el
querellante tiene derecho a apelar y el Tribunal debe oírla libremente. En el otro
supuesto, de acordarse el amparo o restitución, el querellado no tiene derecho a
apelación y debe esperar el resultado de la sentencia definitiva.

Ahora bien, la Sentencia definitiva que establece la condenatoria del


despojador o perturbador o la improcedencia de la acción contenida en la querella.
En tal caso, el artículo 701 CPC establece el recurso de apelación en un solo
efecto, pero con remisión al Superior del expediente que contenga todas las
actuaciones. Si en esa instancia se produce la condenatoria del despojado o
perturbador el pronunciamiento produce cosa juzgada formal ya que los
querellados pueden accionar en juicio ordinario para anular los efectos de esa
sentencia. Por esa razón, la sentencia definitiva siempre debe contener un
pronunciamiento expreso sobre las costas.

Para concluir la sentencia definitiva debe contener un pronunciamiento


expreso sobre la extinción de la garantía, de ser procedente la acción interdictal
por el despojo, o la fijación de los daños y perjuicios, en caso contrario,
apoyándose eventualmente de una experticia complementaria del fallo. Es
importante señalar que, como consecuencia de la determinación de los daños y
perjuicios, la garantía se ejecutará como si se tratara de sentencia pasada en
autoridad de cosa juzgada.

En este orden de ideas, vamos a hablar acerca de los interdictos


prohibitivos los cuales se clasifican y se sustancian.
1. Clasificación:
a. Interdicto de Obra Nueva. Art. 713 CPC
b. Interdicto de Daño Temido. Art. 716 CPC.

2.Sustanciación:

a. Competencia: Tribunal de Municipio a menos que hubiese un Tribunal de


Primera Instancia. Art. 712 CPC.
b. Demanda y Citación: Admitida la demanda llenos los requisitos el Juez se
traslada al lugar de la obra en compañía del experto, prohibir la obra o
permitirla. En el Interdicto de Daño temido la magnitud del daño sin la
asistencia del demandado. Art. 713 CPC.
c. Inspeccionado el Daño y si la obra la paraliza, dictara las medidas relacionadas
con ello con las medidas para la reparación, por lo que se intima al
demandado. Art. 714 CPC.
d. Experticia sobre la obra y reclamación del demandado. Art. 715 CPC.
e. Aplicación del Procedimiento Ordinario en el caso de reclamos que hagan las
partes. Art. 716 CPC.
f. Interdicto de Daño Temido. Art. 717 CPC.

Según el procesalista Francisco Brice afirma que existe una diferencia


fundamental entre estos interdictos y los demás porque estos no se refieren a
actos perturbatorios ni de despojo sino a actos ya efectuados que se puedan
dañar o afectar la cosa poseída.

Podemos citar textualmente el artículo 712° que dice: “Es


competente para conocer de los interdictos prohibitivos el Juez de
Distrito o Departamento del lugar donde esté situada la cosa cuya
protección posesoria se solicita, a menos que hubiese en la localidad
un Tribunal de Primera Instancia en lo Civil, en cuyo caso
corresponderá a éste el conocimiento del asunto”.

Del articulo anterior se desprende que especifica la competencia territorial


para la primera fase del procedimiento interdictal (de los interdictos prohibitivos), y
determina que es competente el Tribunal del lugar donde esta situada la cosa, lo
cual ratifica la norma vigente se particulariza al juez de distrito o departamento, a
menos que el lugar donde está situada la cosa cuya protección posesoria se
solicite, exista un Tribunal de Primera Instancia en lo civil, en cuyo caso el
conocimiento corresponderá a este órgano jurisdiccional.

Artículo 713° En los casos del artículo 785 del Código Civil, el
querellante hará la denuncia ante el Juez competente, expresando el
perjuicio que teme, la descripción de las circunstancias de hecho
atinentes al caso, y producirá junto con su querella el título que invoca
para solicitar la protección posesoria. El Juez en el menor tiempo
posible, examinará cuidadosamente si se han llenado dichos extremos,
se trasladará al lugar indicado en la querella, y asistido por un
profesional experto, resolverá sin audiencia de la otra parte, sobre la
prohibición de continuar la obra nueva, o permitirla.

Por lo expuesto anteriormente queda con esta norma, contestado todo el


procedimiento sumario de los interdictos prohibitivos de obra nueva, matizándolo
con una afirmación final que proyecta en su exacto contenido la fuerza de la
sumariedad necesaria en esta fase procesal, las diligencias que corresponden
realizar se llevan a efecto inaudita parte, sin audición y conocimiento
participativo, de aquel quien obra la medida.

En otras palabras, la premisa de la norma de la necesaria concurrencia de


los supuestos sustantivos de temer que una obra nueva emprendida por otra
causa perjuicio a cosas o derechos por el poseído, lo que alegara el denunciante
en la querella, describiendo las circunstancias de hecho atinentes al caso y
produciendo con la querella la instrumentación que acredita el título o derecho que
le permite pretender la protección jurisdiccional. Aun cuando el proyecto sustituye
el imperativo sustantivo “menor tiempo posible” previo conocimiento “in faciem”
asistido de expertos, el juez deberá resolver si se prohíbe la continuación de la
obra o la permite, por considerar no llenos los extremos exigidos. Se reafirma en
este sentido en este articulo la posesión con derecho o derechos a esa posesión
por tener título (acto casual) del que se infiera la posesión alegada (Causa
Possesionis).
Artículo 714° Si el Juez prohibiere la continuación de la obra nueva,
total o parcialmente, dictará las medidas que considere necesarias para
hacer efectivo el decreto y exigirá las garantías oportunas al querellante
conforme al artículo 785 del Código Civil para asegurar al querellado el
resarcimiento del daño que la suspensión de la obra le pueda producir y
que resulten demostrados en el procedimiento ordinario a que se refiere
el Artículo 716. Las obras realizadas en contravención a la orden del
Tribunal, serán destruidas por cuenta del dueño y los respectivos
gastos serán abonados por éste. A falta de pago, se procederá como
se indica en el artículo 527. De la resolución del Juez prohibiendo la
continuación de la obra, se oirá apelación al querellado en un solo
efecto y de la resolución que permita su continuación, se oirá apelación
al querellante en ambos efectos.

Así mismo, con esta norma se introduce algunas modificaciones novedosas


que ameritan una especulación algo más pragmática que somera, y en este
sentido debemos señalar que el proyectista ha consagrado lo que en la doctrina
cautelar se denomina “sistema cautelar general”, con medidas preventivas atípicas
e innominadas que sugieren una actitud discrecional del juez para dictar las
providencias que sean necesarias a los efectos de preservar o cumplir cuanto
constituye objeto u esencia de la litis.

Por esta razón frente a un año jurídico temido, y sin agotarse en las figuras
restringidas institucionalizadas por el propio legislador procesal, el Juez dicta
medidas cautelares para satisfacer una necesidad jurídica. El establecimiento de
este poder cautelar general es tan amplio que el Juez puede decretar medidas
distintas de aquellas señaladas o pedidas por las partes querellante.

Podemos decir que la facultad del Juez, para hacer efectiva la suspensión
ordenada llega al extremo de tener facultad para ordenar la destrucción de
aquellas obras realizadas en contravención a la orden de suspensión. Probarlo
como sea que la obra ha continuado, a pesar de la orden de suspensión, esa parte
construida desde el momento en que se suspendió debe ser destruida, lo cual
podrá ordenar el Juez, valiéndose para ello de todos los medios legales de que
dispone el Estado para hacer cumplir las decisiones jurisdiccionales.
Por otra parte, si se prohíbe la construcción de la obra nueva, la parte
afectada podrá apelar, y dicha apelación deberá ser oída solo en el efecto
devolutivo; pero si el Juez no encontrara méritos suficientes como para paralizar la
obra nueva y ordene continúe su construcción, para resolver en el juicio ordinario
lo que sea pertinente, el querellante podrá apelar y dicha apelación deberá ser
oída en ambos efectos. La razón de esta diferenciación para oír la apelación
deriva de la magnitud del daño que se pueda causar. La suspensión de una obra
nueva causa un daño pecuniario, resarcible por la garantía exigida, en tanto que
continuar una obra puede causar perjuicios a una posesión, producirá daños no
garantizados hasta ese momento; de allí que, para la eventualidad de continuar la
obra, con garantía a favor del querellante se ha previsto el Artículo 715 que a
continuación vamos a transcribir:
Artículo 715. “Prohibida la continuación de la obra, total o
parcialmente, el querellado puede pedir al Tribunal que lo autorice para
continuarla. En este caso, el Juez mandará a practicar una experticia, a
costa del querellado, y con el dictamen favorable de otros expertos,
podrá autorizarse la continuación de la obra, previo cumplimiento de las
recomendaciones y medidas de seguridad que hayan indicado los
expertos, las cuales determinará el Tribunal circunstancias y
explícitamente en el auto respectivo”.

Para finalizar, el Tribunal exigirá al querellado las garantías oportunas para


asegurar al querellante el resarcimiento del daño que la continuación de la obra le
pueda producir, y que resulten demostrados en el juicio ordinario a que se refiere
el artículo siguiente”.

Artículo 716. “En lo sucesivo toda reclamación entre las partes se


ventilará por el procedimiento ordinario. La demanda deberá
proponerse dentro del año siguiente a la terminación de la obra nueva,
o dentro del año siguiente al decreto que hubiera ordenado la
suspensión total o parcial de la obra.

Consumada la caducidad, quedarán extinguidas las garantías constituidas


en el interdicto”.
Por otra parte, el procedimiento sumario y cautelar previo, ha supuesto dos
extremos excluyentes a) que la obra quedó suspendida por decisión del Tribunal;
b) que la obra se continuó al realizarse la experticia y garantizar el querellado los
posibles daños que la obra ocasionaría. Según fuere el supuesto vigente, la norma
del Artículo 716 del proyecto, al consagrar taxativamente que el contradictorio se
ventilará por el juicio sumario como si se tratara de un juicio que se inicia,
quedando la acontecido como cautela previa, en la misma hipótesis del retardo
perjudicial, establece un lapso de caducidad, siguiendo la tesis historicista de un
año a partir del momento en que se terminó la obra, si el querellado hubiera
garantizado en forma suficiente y a criterio del Juez los daños que su obra nueva
podría ocasionar; o del momento en que se suspendió la obra si en ese estado se
hubiese terminado el sumario.
Artículo. 717. “En los casos del Artículo 785 del Código Civil, se
procederá en la forma prevista en el Artículo 713 de este Código, y el
Juez resolverá según las circunstancias, sobre las medidas
conducentes a evitar el peligro, o que se intime al querellado la
constitución de una garantía suficiente para responder de los daños
posibles, de acuerdo a lo pedido por el querellante”.

Por lo anteriormente expuesto esta norma al igual que la norma vigente


remite al procedimiento de la obra nueva para el caso que sea procedente la
denuncia de obra vieja conforme a los supuestos de la norma sustantiva
correspondiente. Se ratifica la idea de conferir al Juez un poder cautelar general a
los efectos de evitar el peligro. Frente a las medidas que dicte el Juez la parte
querellada, pregunta responsable de la obra vieja que determina el peligro, tiene
derecho a una contra cautela personal o real suficiente. El Juez, de oficio o a
solicitud de la parte, puede intimarlo para que constituya una garantía
compensatoria del daño que puede causar la obra de su responsabilidad.

Artículo. 718. “De la resolución del Juez, cualquiera que ella sea, se
oirá la apelación en un solo efecto”.

Por consiguiente, la sumariedad del proceso había de mantenerse y


hacerse respetar y nada más indicado que repetir el supuesto que impida que se
interpongan recursos ordinarios o extraordinarios que desnaturalizan la condición
de sumaria del juicio interdictal.
Por otra parte, insistimos que hace falta precisar que, en el Juicio interdictal
de obra nueva u obra vieja, no se oirán excepciones ni incidencias de ninguna
clase, salvo aquellas que se refieren a la incompetencia del tribunal, y aún en esos
casos, la decisión del Tribunal de ser competente solo debe admitir recursos en
los términos del Artículo comentado.

Artículo 719. “En lo sucesivo, toda reclamación entre las partes se


ventilará por el procedimiento ordinario”.

Cabe destacar que la incorporación de esta norma no está bien definida. Si


para los interdictos de obra nueva y vieja el debate sobre la veracidad de la
pretensión del querellante, han de realizarse por los trámites del juicio ordinario,
resulta, por consecuencia, que la decisión en tal procedimiento habido debe
producir cosa juzgada material con las consecuencias de inmutabilidad.

En resumidas cuentas, no debe haber nueva reclamación salvo la que se


refiere a los daños y perjuicios para lo cual debe aplicarse la instrumentación
consagrada para los interdictos posesorios, por lo cual creemos que esta
disposición debe eliminarse y consagrar en su lugar una que de tratamiento a la
problemática de los daños y perjuicios.

El Procedimiento Especial De Deslinde De Propiedades Contiguas, se


encuentra establecido en el artículo 550 del CCV, que reza: 
Todo propietario puede obligar a su vecino al deslinde de las
propiedades contiguas; y de acuerdo con lo que establezcan las leyes y
ordenanzas locales, o en Si defecto, los usos del lugar y la clase de la
propiedad, a construir, a expensas comunes, las obras que las separen". Se
establecen, en tal norma, las dos modalidades que implican el deslinde en
sentido estricto, desarrollado a través del procedimiento especial
denominado juicio de deslinde, y la de amojonamiento, referido a la
construcción de las obras que señalen los linderos demarcados. Esta
acción comprende entonces una operación técnica, dirigida a ubicar el título
en el espacio como una expresión gráfica del mismo, y la pretensión, luego
de realizar la mensura, para establecer los linderos entre dos propiedades
contiguas. Los requisitos de la acción de deslinde surgen con claridad de la
disposición precitada: que las partes tengan derechos reales sobre los
predios a desmarcar. Los predios deben ser contiguos y susceptibles de
división. La confusión de los límites o linderos que trae como consecuencia
que no se correspondan los títulos con los elementos demarcatorios
existentes o, inclusive, la inexistencia de estos. 

Cabe diferenciar entre la acción de deslinde y la reivindicatoria que supone


la perfecta individualización del buen objeto del litigio; en consecuencia, la primera
puede ser preconstituida de la segunda. La acción reivindicatoria puede
proponerse ante diferentes autoridades judiciales de acuerdo a las normas
regulatorias de la competencia, consagradas en los artículos 38 a 58 del CPC, y
se tramita de acuerdo al procedimiento ordinario previsto en el mismo texto. La
acción de deslinde tiene como característica esencial estar relacionada con el
orden público y, como tal, es irrenunciable ya que se persigue la paz social y evitar
los conflictos inherentes a toda vecindad. 

Por esta razón podemos decir que la acción de Deslinde sirve para
determinar con precisión o con claridad cuáles son los límites que van a dividir las
propiedades contiguas o los fundos vecinos.

El procesalista Arminio Borjas sostiene que el deslinde puede ser una


actuación de jurisdicción voluntaria o un verdadero juicio contencioso.
 En el primer caso se refiere a que se fijen los linderos provisionales y no
hay oposición (actuación de jurisdicción voluntaria).
 En el segundo caso se refiere a la posibilidad de plantear la oposición
(verdadero juicio contencioso), el autor Ramiro Parra sostiene que en
verdad no hay contención, no hay juicio pero eso en derecho no basta para
que el acto sea de jurisdicción voluntaria, por cuanto el rango característico
fundamental de los juicios contenciosos es que las partes tengan la
posibilidad de contradecir las pretensiones planteadas por el demandante
en su libelo de demanda o en su solicitud, lo cierto es que este
procedimiento aparece señalado y desarrollado en el Código de
Procedimiento Civil en la parte o título perteneciente a los juicios
contenciosos.

Lo importante que se produce en este juicio por lo general las partes


colindantes son legitimados como propietarios, que deben resolver de tener un
límite común cuando se presentan incoherencias en cuando a medidas y exactitud
del lindero común.

La acción de deslinde, aunque es un medio de defensa del propietario, no


se discute la condición de propietario, sino una acción que va encaminada
directamente a la determinación de linderos entre fundos colindantes.

1. Requisitos de Admisibilidad:
a. Partes: Propietarios colindantes de un lindero común.
b. Documento: Título de Propiedad de los colindantes.
c. Tribunal competente: Juzgado de Municipio del lugar donde se encuentran
las propiedades contiguas.
d. Procedimiento: Especial donde el Juez al admitir la demanda se traslada al
lugar donde se encuentra el lindero en conflicto para determinar primero un
lindero provisional y en la sentencia si es declarada con lugar determinar el
lindero definitivo.
2. Procedimiento:
a. Demanda y títulos de Propiedad. Art. 720 CPC.

b. Admisión y Emplazamiento: Arts. 720 y 722 CPC.


c. Constitución del Tribunal para la delimitación del lindero provisional: Fija
día y hora para que las partes estén presentes en el lugar del lindero al
quinto día después de citado. Art. 722 y 723 CPC.
d. Oposición y trámites de Juicio Ordinario, la causa se abre a pruebas. Art.
725 CPC.
e. Si no hay oposición el lindero provisional se convierte en definitivo y se
procede a sentenciar en la cual la sentencia se registra por ante la Oficina
de Registro Público del lugar donde se encuentra el inmueble. Art. 724
CPC.

Podemos decir, que el objeto principal de la acción de deslinde es


determinar separar los puntos cuyos linderos estuviesen confundidos. Exige,
desde luego, dicha operación un examen y estudio de los títulos referidos a la
situación de los lugares, mensuras y apreciaciones y juicios, en lo cual son
susceptibles los jueces en incurrir, tanto de apreciación como materiales. No es
extraño, pues, que tocándole al juez ante quien promoviere dicha acción la
fijación el lindero provisional, incurra este en tales juicios o errores y haya tal
desacuerdo entre lo que estime como linderos y las partes interesadas, que
ambas manifiesten su oposición a la fijación provisional. Existen dos clases de
deslinde voluntario y judicial.

Por esta razón, la naturaleza jurídica es el derecho real que califica al


deslinde como una acción real, no declarativa de la propiedad, se encuentra
contenido en el título III del Libro Cuarto del CPC, y esta acción constituye su
presupuesto en base a lo establecido en el artículo 720 que reza textualmente: el
deslinde judicial se promoverá por solicitud en la cual deberán cumplirse los
requisitos del artículo 340 e indicarse los puntos por donde a juicio del solicitante
deba pasar la línea divisoria. Deberán acompañarse los títulos de propiedad o
medios probatorios tendentes a suplirlos. Podrán también acompañarse
cualesquiera otros documentos que puedan servir para el esclarecimiento de los
linderos.

Por otra parte, la solicitud con los requisitos formales del libelo de demanda
debe presentarse con títulos de propiedad ya que, en caso contrario, debe ser
declarada inadmisible por el juez competente. Asimismo, debe estar referida
exclusivamente a la demarcación ya que no pueden acumularse acciones, aunque
sean conexas, como la queja interdictal o solicitud de restitución por la
perturbación del vecino, y la indemnización por daños y perjuicios causados. Por
tal hecho, la acción de deslinde siempre cumple su objetivo, aunque sea mediante
la fijación de linderos provisionales, ventilándose las controversias conexas en
otros procedimientos.

para concluir es prudente hablar del tribunal competente ya que en el juicio


de deslinde no existen dudas sobre la competencia del Juez de Municipio, en cuya
jurisdicción se encuentren los predios que quieran deslindarse; y si, por su
ubicación, resultaren varios tribunales competentes, la solicitud podrá dirigirse a
cualquiera de ellos siempre que se encuentre el inmueble del accionante. En caso
de solicitudes simultáneas o subsiguientes, la competencia la determinará la
prevención de acuerdo al artículo 51 CPC ya que los tribunales que estén
interviniendo están en la obligación de emplazar a las partes "para que concurran
a la operación del deslinde en el lugar, día y hora que fijará para uno de los cinco
días siguientes, a la última citación que se practique". Esto se extrae de lo
contenido en el artículo 721 CPC: “La solicitud de deslinde se presentará ante el
Tribunal de Distrito o Departamento en cuya jurisdicción se encuentren ubicados
los terrenos cuyo deslinde se solicita, pero si abarcaren dos o más Distritos o
Departamentos podrá solicitarse el deslinde ante cualquiera de los Tribunales
correspondientes. Si ocurrieren peticiones simultáneas, la competencia se
determinará por la prevención". Conforme al artículo 722, el tribunal deberá
emplazar a las partes que concurran al sitio o lugar que se indique, en el día hora
que también se fijará, dentro de los cinco días siguientes a la última citación que
se practique.
BIBLIOGRAFÍA

Aguilar Gorrondona, José Luis (2007). Cosas, bienes y derechos reales. Derecho
Civil II. (8ª ed.) Caracas. Universidad Católica Andrés Bello.

Código Civil (1982) Gaceta Oficial Extraordinaria de la República de Venezuela


Nº 2.990, de fecha 26 de Julio de 1982.

Código de Procedimiento Civil (1990) Gaceta Oficial Extraordinaria de la República


de Venezuela Nº 4.209 de fecha 18 de Septiembre de 1990.

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999) Gaceta Oficial


Ordinaria de la República Bolivariana de Venezuela N° 36.860 de fecha 30
de Diciembre de 1999.

Henríquez La Roche, Ricardo (1998). Código de Procedimiento Civil. Tomo V.


Caracas.
Sentencia RC 000397 de la Sala de Casación Civil de fecha 14 de Agosto del
2019.

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