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Primeros Auxilios Psicológicos en Tiempos de

Cuarentena

Las implicaciones de la Pandemia que tiene en vilo a el mundo entero ha afectado


no solamente la salud física de las personas, sino también la salud mental de la
mayor parte de la población.

Los cambios son difíciles de asimilar, más cuando son abruptos. La


generación actual (refiriéndome a los que estamos vivos) nunca había
afrontado una amenaza de estas características.

En estas circunstancias, lo normal es que se desarrollen sentimientos negativos,


porque son varios factores que influyen:

1. Incertidumbre: Las reglas de la sociedad están cambiando y nadie tiene una

respuesta clara hacia donde se dirige todo esto, ni cuándo terminará.

2. Preocupación: Son muchas las personas que son vulnerables, tíos, padres, abuelos,

trabajadores que tienen que seguir laborando, que en cualquier momento puedes ser

víctimas del virus.

3. Desesperanza: Por las erróneas decisiones que toman los líderes mundiales en el

cuidado del medio ambiente y prioridades de la sociedad.


4. Impotencia: Al ser una amenaza nueva, desconocida e invisible, sobrepasa la

capacidad de nuestro sistema de alertas. Esto sobre estimula el sistema nervioso

autónomo simpático, genera la secreción de neurotransmisores excitatorios llamados

catecolaminas, generando síntomas como nausea, vómito, palpitaciones, diarrea,

dolor de cabeza y el mismo insomnio.

5. Estrés: Aunque todo parece haber parado, las deudas siguen estando allí, muchas

veces habiendo quedado sin empleo o viendo reducido sus ingresos.

6. Depresión: Personas que hayan sufrido de depresión previamente, pueden

desencadenar una nueva crisis, que no es solamente tristeza, tienen otros síntomas

asociados, lo que hacen de esta enfermedad muy incapacitante y de alto riesgo si no

se trata a tiempo.

7. Insomnio: Las dificultades en conciliar el sueño son frecuentes en los periodos

sometidos a presión psicológica.

Estos problemas son reales, y para los que no tenemos ningún control;
Pueden desencadenar que las personas traten de desahogarse asumiendo
comportamientos que pueden ser nocivos para los que conviven con él, o
para sí mismo:

1. Abuso de alcohol o sustancias Psicoactivas.


2. Agresividad y violencia.

3. Autoagresión o autoaislamiento.

4. Ingesta compulsiva de alimentos, con comportamiento autodestructivo.

Por lo tanto, asumir algunas estrategias que pueda mitigar estos sentimientos y
comportamientos, es una medida saludable:

Filtrar la información:
El bombardeo continuo de información por parte de los medios de comunicación,
pero sobre todo las “fake news” contribuyen a exacerbar muchos de estos
sentimientos y comportamientos destructivos. Por lo tanto, se recomienda obtener
la información de fuentes oficiales (Ministerio de Salud y Protección Social) y de
fuentes periodísticas fiables. No compartir en redes sociales información de la que
no se tiene certeza, pues, al igual que el virus, el pánico y el miedo es
tremendamente transmisible.

Otra estrategia que va en este mismo sentido, es buscar información de diversos


temas de interés, y no solo lo relacionado al Covid-19.

Utilice su mente en cosas que le agraden:


Si usted imagina desastres, su vida se convierte en un desastre. La mejor manera
de superar esta situación es utilizar su mente en cosas diferentes y que le gusten:
arte, música, literatura etc. De ninguna manera se trata en negar la gravedad de la
situación, pero si no hay manera de que podamos controlarla, si podemos
controlarnos nosotros mismos.

Adaptarse a la cuarentena:
De lo que se trata este punto es de compensar hasta donde sea posible la pérdida
de las rutinas diarias, por lo tanto, lo peor que puede usted hacer es quedarse
empijamado. Es recomendable armar un horario con actividades cortas, variadas,
en el que se incluyan actividades que son de su gusto. Se recomienda que incluya
sesiones académicas (lectura, cursos online, etc.) de ejercicio (yoga, meditación,
baile), actividades familiares (juegos de mesa).
Control de la comida:
Establezca horarios fijos de comidas: Desayuno, media mañana, almuerzo, media
tarde y cena, con porciones adecuadas.

Evite el consumo excesivo de café o tinto y bebidas azucaradas (gaseosas, jugos


empacados), Reemplácelo por té matcha, e infusiones de hierbas de manzanilla o
lavanda, que son relajantes. Prescindir de snack empaquetados también es una
buena medida, sustitúyalo por frutas (la fruta entera, no zumo). Utilice los frutos
secos como snack, o alimentos bajos en calorías como las algas.

Profundizar en lo espiritual:
El espiritualismo es una herramienta milenaria contra el estrés y fortalece en los
momentos difíciles. Cualquiera que sea su ideología o creencia religiosa, el
alimentar el espíritu es una práctica que no debería limitarse a los momentos de
crisis.

Como conclusión, si bien hay situaciones en la vida que están fuera de


nuestro control, lo que siempre va a estarlo, es la forma como reaccionemos
ante las adversidades.

Andrés Naranjo Cuéllar – Médico y Cirujano (USCO, Colombia) – Maestrando en


Ciencias Avanzadas de la Nutrición (VIU – España)

BIBLIOGRAFÍA

Leonidas Castro Camacho, Ph.D., Psicólogo Clínico. Profesor de Psicología de la


Universidad de los Andes, Delegado del Colegio Colombiano de Psicólogos ante
el Consejo Nacional de Salud Mental, Ministerio de Salud y Protección Social,
Psicólogo Clínico en CYAN, Psicólogos

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