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MOLTENI

Hay una cosa que nunca me preguntaron, y otra que seguramente nunca me
preguntarán. La que nunca me preguntaron es si quería nacer, y la que seguramente
nunca me van a preguntar, es si me quiero morir. ERGO la vida no es mía.

ENTREVISTADORA: ¿Ricardo, como dice un poema falsamente atribuido a Borges, si


volvieras a vivir esta vida, que cosas harías y que cosas no?
ENTREVISTADO: Bueno, es muy difícil poder simplificar en pocas palabras lo que
seguiría haciendo, que lo sigo haciendo desde chico y lo que no haría, que fueron
errores y cosas muy naturales de mi forma de ser. Así que no podría responder así
sencillamente, necesitaríamos varios días para seguir haciendo lo que vine haciendo y
hasta ahora sigo haciendo, que es la medicina. Todo lo que concierne a la medicina que
me llevo gran parte de mi vida lo volvería a hacer. La mayor parte de mi vida la volvería
a vivir como la viví.
ENTREVISTADORA: ¿Y cosas que te quedan pendientes?
ENTREVISTADO: Y sí, siempre quedan cosas pendientes, cuando uno elige una cosa
tiene diez puertas. Elige una, las otras nueve quedaron en el vacío, quedaron atrás. Pero
como entra ahí, tiene otras diez y entonces de las diez elige una y quedan nueve atrás y
de esa que abrió tiene otras diez.
ENTREVISTADORA: Claro.
ENTREVISTADO: Y así es la vida, una elección permanente de acuerdo a las
circunstancias que se vayan presentando. Por eso es muy importante tener en cuenta la
elección, el elegir es uno de los elementos fundamentales de la vida. El saber elegir y el
poder elegir. Y el elegir lo que corresponda, el elegir es de todos los días. Si hay algo
que no podemos hacer es no elegir.
ENTREVISTADORA: ¿Hay que tomar decisiones no?
ENTREVISTADO: No podemos no elegir. ¿O como o no como?, o ¿hago este
espectáculo televisivo o no lo hago? ¿Lo hacemos aquí o lo hacemos allá? Estamos
eligiendo a cada instante ¿Hago la comida o compro la comida hecha? Diría una mujer,
“hoy no tengo ganas de trabajar. Pedite unos ravioles”.
ENTREVISTADORA: Está bien, es un elegir permanente. ¿Y cuando nos equivocamos
en esa elección?
ENTREVISTADO: Y bueno, eso es lo bueno, que nos demos cuenta. Lo importante del
error es que uno se de cuenta que ha cometido un error. Porque todos cometemos
errores. ERRARE HUMANUM EST, viene de la época antiquísima. Todos cometemos
errores, el que cree que no se va a equivocar nunca, es el primer error que esta
cometiendo.
ENTREVISTADORA: Claro.
ENTREVISTADO: Así que no hay problema en eso, de reconocer el error.
ENTREVISTADORA: Lo bueno es reconocerlo.
ENTREVISTADO: Claro, al contrario uno aprende con los errores. Con la experiencia,
la vida es una experiencia permanente. De todos los días y de cada momento. Yo acabo
de cumplir 82 años, hace poquito, hace unos pocos días y creo que tengo que seguir
aprendiendo. Y seguir viendo donde está lo que tengo que elegir, y viendo el error que
he cometido al elegir esto o aquello. Y me doy cuenta, por suerte tengo una esposa que
es muy clara, muy precisa mentalmente también, así que en el día donde surgen los
errores y los reconocemos los dos, tanto los de ella como los míos. Sin que sea un
espectáculo o un proceso o una significación tremenda, dramática el error porque no
hacemos errores tan dramáticos como para filmar algo o escribir un libro. Así que de esa
manera se consigue todo lo que se quiere en relación a la circunstancia.
ENTREVISTADORA: ¿Ricardo dónde naciste?
ENTREVISTADO: En La Plata, yo soy platense.
ENTREVISTADORA: ¿Y cómo estaba conformada tu familia?
ENTREVISTADO: Ah, muy linda. Tengo una familia hermosa. A la cual le debo
seguramente el cincuenta por ciento de lo que soy, por no decir el cien por ciento, por
que siempre hay escapatorias.
ENTREVISTADORA: Algo de uno.
ENTREVISTADO: Cosas que uno ha ido tomando de otros lados pero un cincuenta por
ciento sí. Mi padre era un hombre de un respeto, de una armonía. En aquel entonces
llego a ser bancario, llego a ser gerente del banco Nación de La Plata. Y era la época del
cuello duro, del saco, la corbata, el traje, no se podía andar en manga de camisa. Es
decir, era una época en la cual él no iba a los bares, no iba a las confiterías.
ENTREVISTADORA: De mucha rigidez.
ENTREVISTADO: De mucho compromiso.
ENTREVISTADORA: Compromiso, que linda palabra.
ENTREVISTADO: Sí, el que tomaba un tema, lo tomaba con todo. Y entonces teníamos
el buen herrero, el buen mecánico, es decir, existía siempre el buen de, existía una
convicción de que cada uno estaba haciendo con fuerza lo que podía hacer. Que es lo
que se ha ido perdiendo ahora un poco, porque las cosas se hacen más o menos, según
sea conveniente, por conveniencias más económicas o de ventajas que por el trabajo en
si. Es lo que se suele decir, la filosofía del trabajo que se ha perdido, por lo menos no se
ha perdido pero se ha disminuido, ha quedado muy poquito de esa, de ese hacer porque
la vocación lo lleva a hacer las cosas. Yo nunca he hecho cosas que no las haya hecho
con gusto y con ganas. Eso lo puedo decir completo, no cierto.
ENTREVISTADORA: ¿Y tu madre?
ENTREVISTADO: Mi madre era una divina, era directora de escuela. Fue directora de
la escuela quince, que fue cuando reunieron tres escuelas, la catorce, la quince y la
dieciséis y la hicieron en La Plata en la calle 4 y 62. Y pudo realizar todo, lo más
moderno y lo más nuevo. Las escuelas técnicas por ejemplo, empezaron en el colegio de
mamá a la tarde, extra curricular como se dice, fuera de turno, a la tardecita y se hacían
ahí entonces los distintos profesorados de idioma, de matemáticas, profesorados de.
ENTREVISTADORA: Una avanzada para esa época.
ENTREVISTADO: Una avanzada tremenda, y los alumnos pagaban dos pesos por mes
para mantener a los maestros que dictaban.
ENTREVISTADORA: Claro, ¿Por qué era afuera de lo que era la escuela en si, era
extra curricular?
ENTREVISTADO: Pero como directora creó el comedor escolar, la copa de leche, la
biblioteca, el ropero escolar. Para todos los chicos pobres. Y era una escuela de mil
alumnos. Y era famosa, la escuela José Manuel Estrada. Estrada el famoso político, un
hombre de imitar su vida.
ENTREVISTADORA: ¿Ricardo, hubo muchos alumnos que después trascendieron de
esa escuela, alumnos de tu mamá?
ENTREVISTADO: Como no, recién conversábamos de los Favaloro, fueron todos
alumnos de ahí. Y rara coincidencia, cuando voy a la facultad de medicina, mi
compañero de grupo era Ricardo Favaloro, así que nos saludamos, nos conocimos y nos
acercamos.
ENTREVISTADORA: ¿Hermano de René?
ENTREVISTADO: Hermano de René, el gran maestro de la cirugía cardiovascular. Que
también era amigo mío y lo veía habitualmente cuando yo me fui a vivir a Mar del
Plata, él iba a Mar del Plata. Me hablaba e íbamos a tomar un cafecito juntos en Mar del
Plata con él y la señora y de alguna manera tuve un contacto bastante próximo sin ser lo
que se puede llegar a llamar “el amigo”.
ENTREVISTADORA: Claro.
ENTREVISTADO: Yo he tenido otros que se pueden llamar amigos.
ENTREVISTADORA: Claro.
ENTREVISTADO: Estos se pueden llamar compañeros habituales de estar en contacto.
ENTREVISTADORA: Bueno, volvemos a la familia, ¿hermanos?
ENTREVISTADO: Hermanos fuimos cuatro. La mayor una mujer que murió a los 81
años, hace tres años, después sigo yo, varón, después sigue otro varón que falleció
también hace poquito, el año pasado, después sigue Marta, la más chiquita que apareció
cuando yo tenia catorce años. O sea, como decían es la que se escapó. Creo que fueron
mejorando a medida que fueron apareciendo, las calidades. Porque es muy lúcida, muy
despejada, es psicóloga. Tiene catorce nietos, vive ahora la familia, los invita a todos a
la casa, son como veinte en la casa y los invita cada tanto a todos a la casa. A tomar el
te, algún domingo y vive acompañándolos a los hijos. Es una gran madre, como lo era
mi madre que era una gran madre. Mi madre se levantaba primero que nadie y nos
llevaba el café a la cama, porque era la época que había que levantarse a las siete de la
mañana de noche para ir al colegio.
ENTREVISTADORA: Claro.
ENTREVISTADO: Entonces ella se levantaba, nos hacia el café con leche que con los
pedacitos de pan adentro.
ENTREVISTADORA: Así que fue una infancia muy feliz, muy mimada.
ENTREVISTADO: Muy feliz, muy, muy feliz. Hice de todo en mi infancia y dentro de
mi infancia y dentro de mi infancia pongo el colegio primario que fue. Yo hice todo en
la Universidad de La Plata, primario, secundario y universitario.
ENTREVISTADORA: ¿Una formación interesante no?
ENTREVISTADO: Maravillosa. Yo digo que no llegué a ser más porque no me da el
cuero pero el que hacia esos cursos era para llegar a lo más. La escuela anexa era una
escuela donde de mañana era todo colegio pero teníamos declamación, música, inglés,
francés, horticultura, aeromodelismo, gimnasia, qué se yo.
ENTREVISTADORA: Abarcativa totalmente.
ENTREVISTADO: Ahí aprendí a modelar el modelado, yo sé modelar. Puedo modelar.
Sé hacer un jardín porque tengo todas las ideas de cómo se debe hacer, cómo se debe
medir, cómo se debe poner.
ENTREVISTADORA: ¿Y ahí terminas tu secundario y nace tu vocación?
ENTREVISTADO: Ahí fue el primario, la escuela anexa que se llamaba escuela anexa
de la facultad de humanidades y ciencias de la educación de la Universidad Nacional de
La Plata. Todo eso se llamaba, entonces como le decíamos, la anexa.
ENTREVISTADORA: Claro. Punto. Resumiendo.
ENTREVISTADO: Era la anexa.
ENTREVISTADORA: ¿Y después el secundario?
ENTREVISTADO: Después el secundario lo hice en el colegio Nacional de la
Universidad Nacional de La Plata. Y ahí tuve los maestros maravillosos, los mejores
que había en ese momento en la Argentina.
ENTREVISTADORA: ¿Y ya tenias clara la vocación a la medicina?
ENTREVISTADO: Si.
ENTREVISTADORA: Si.
ENTREVISTADO: Una anécdota. Yo tendría dieciocho años, ya había empezado
medicina y un día de lluvia yo estaba mirando para la calle desde el dormitorio de
mamá, y mamá había abierto una caja de zapatos donde estaba lleno de fotografías. Y
había empezado a ordenarlas una tras otra. Y de repente, encuentra una y me dice, “éste
sos vos, a los cuatro años”. Yo disfrazado de.
ENTREVISTADORA: Médico
ENTREVISTADO: No, no, de militar.
ENTREVISTADORA: ¿De militar?
ENTREVISTADO: Sí, estaba con el uniforme cruzado, las polainas, la espada y tenia a
cruz roja en el brazo. Entonces eso me hizo acordar que a los cuatro años, yo jugaba a
los soldados pero era el médico militar.
ENTREVISTADORA: Claro.
ENTREVISTADO: Así que desde esa época tengo recuerdos de que yo quería ser
médico.
ENTREVISTADORA: ¿Así que terminaste el secundario ya con una decisión tomada?
ENTREVISTADO: Sí, ya cuando estaba en el colegio secundario mi misión era llegar a
ser médico.
ENTREVISTADORA: ¿A qué edad te recibiste Ricardo?
ENTREVISTADO: A los 24 o 25, no recuerdo bien. Hace 55 años que soy medico.
ENTREVISTADORA: ¿Y enseguida tomaste una especialidad, cómo fue el camino?
ENTREVISTADO: No, el camino fue que empecé como investigador porque yo ya en
segundo año fui ayudante alumno en la cátedra anatomía patológica. Hoy patología se
llama, no se llama más anatomía patológica. Y tengo hechas como quinientas autopsias
yo, así empecé. porque estaba la cátedra y estaba el hospital y la cátedra estaba en el
hospital. Entonces yo iba al hospital y era ayudante de patología y era el ayudante de
cátedra y daba clases tres veces por semana. Así que adquirí una experiencia tremenda
para hablar, pero el hablar resulta que yo tenia quince o dieciséis años y le enseñaba a
los chiquitos de primer grado y le cobraba veinte centavos. Tenía alumnos particulares.
ENTREVISTADORA: ¡Qué hermoso!
ENTREVISTADO: De primer grado que no sabían escribir así que yo con santa
paciencia le enseñaba a hacer el palito, el uno, el dos, el patito que era el dos. En fin.
Una dedicación tremenda hacia la parte de la educación.
ENTREVISTADORA: Claro.
ENTREVISTADO: Y antes de que se me escape por si no lo digo, si no educamos
terminamos como seres humanos. Como seres humanos, se acaba el mundo como seres
humanos. Si no educamos y ponemos el acento en la educación.
ENTREVISTADORA: ¿Ricardo cómo se ha transformado en este último tiempo, cómo
lo ves vos desde tu óptica y desde tanta experiencia el tema de la educación en nuestro
país?
ENTREVISTADO: Bueno, yo sigo la educación desde mucho, porque el Azul Rugby
Club tiene escuela de rugby. Entonces ahí los educamos a los chicos, cómo tienen que
cumplir, cómo tienen que actuar. Se les enseña las reglas, el cumplimiento, se les enseña
los buenos modales, se les enseña el compañerismo, se les enseña cómo debe ser.
Entonces yo no he perdido nunca la pedagogía y el estudio de la didáctica porque me he
mantenido al tanto de la lectura de todos los cursos modernos y todas las filosofías
modernas de la enseñanza, que creo que así como hay grandes maestros sacrificados,
que luchan, se ha perdido un poco la filosofía del buen maestro también en general, y no
es una critica al maestro, es una critica al ser humano, porque se ha ido perdiendo la
ética de la humanidad.
ENTREVISTADORA: ¿Y también desde la sociedad haberle sacado al maestro ese
lugar, no?
ENTREVISTADO: Exactamente, por eso digo, es la sociedad la que ha perdido la ética
y ha arrastrado, así como lo económico y lo comercial, ha arrastrado a todo a los
deportes, al profesionalismo, así todo es igual, no hay nada que sea diferente, el camino
de lo comercial , de un capitalismo atroz. Eso nos esta matando.
ENTREVISTADORA: Ricardo desde que comenzó nuestra charla pareciera como que
el factor económico ha atravesado todos los estratos de la sociedad, ¿no? Y para mal.
Hablamos de la educación y ahora estamos hablando del deporte que tanta experiencia
tenés vos, ¿el deporte también ha perdido la esencia del deporte en sí?
ENTREVISTADO: Yo empecé en deporte desde muy chiquito porque a los seis años ya
había colonia de vacaciones. Y nos hacían juegos, parte deportiva, el fútbol.
ENTREVISTADORA: Claro, el potrero.
ENTREVISTADO: Así que ya teníamos esa iniciación deportiva desde muy chiquitos.
Yo empecé a jugar rugby a los nueve años y deje de jugar rugby a los 67. Hasta los 67
años jugué en veteranos, acá en Azul. En los veteranos del Azul Rugby Club.
ENTREVISTADORA: ¿Ricardo pero en esa época a ningún padre se le ocurría llevar a
su hijo a probar a un gran club para salvar la familia?
ENTREVISTADO: Ah, no, de ninguna manera.
ENTREVISTADORA: Era solamente el que iba surgiendo.
ENTREVISTADO: Y lo interesante, yo quiero fundar la asociación de deportes amateur,
porque la inmensa mayoría son amateur. La inmensa mayoría. Pero de una proporción
que si uno saca números parece imposible, los que llegan a ese estrato de profesional
son muy poquitos comparado con la cantidad. Con el fútbol por ejemplo. Los que llegan
a primera división y son pagos son muy poquitos.
ENTREVISTADORA: Claro.
ENTREVISTADO: Había un XXX que decía que en lugar de haber treinta mil
espectadores y veintidós jugando, tendría que haber veintidós mirando y treinta mil
espectadores.
ENTREVISTADORA: ¿La televisión también modificó lo que tiene que ver el deporte
en sí como práctica no?
ENTREVISTADO: Sí, porque se ha comercializado. Inclusive en este canal, hay que
poner plata para que salga el aviso por televisión. Y para que salga la información. No
en todos y no es para todos, no quiero hacer un cargo especifico porque no estoy
documentado como para.
ENTREVISTADORA: Pero que se comercializó, sí.
ENTREVISTADO: Pero que está comercializado lo sé.
ENTREVISTADORA: ¿Y vemos también cuando se habla de la transferencia de estos
jugadores, no?
ENTREVISTADO: Si, si.
ENTREVISTADORA: El dinero que se mueve a través de esto, ¿el rugby es así tan
comercial?
ENTREVISTADO: El rugby no es tan comercial pero se está haciendo. Le costó cien
años al rugby entrar en la comercialización.
ENTREVISTADORA: ¿Y tiene una filosofía especial el rugby, que si bien se muestra
como un deporte violento?
ENTREVISTADO: Bueno, esa palabra no sirve, porque violento, porque viola el que
rompe las leyes. Y acá se le castiga al que rompe las leyes.
ENTREVISTADORA: Claro. No es un deporte violento.
ENTREVISTADO: No es la palabra. Sería brusco.
ENTREVISTADORA: Brusco. Muy bien la corrección, porque yo repito lo que
escucho.
ENTREVISTADO: Claro, pero justamente la violencia esta prohibida.
ENTREVISTADORA: Es uno de los deportes que más la cuida.
ENTREVISTADO: En ese hoyo, cuando forman los Scrawn o el MALL que se reúnen
todos y se empujan, al adversario le podes hacer así en la cabeza, que nadie te ve. Y no
se hace.
ENTREVISTADORA: Claro.
ENTREVISTADO: En rugby se sigue la definición filosófica de deportista de la revista
Touch del año 1850 dice así: Deportista es aquel individuo que no solamente ha
conseguido vigorizar sus músculos al practicar un ejercicio o un deporte sino que ha
aprendido a reprimir su cólera, a ser tolerante con sus compañeros y adversarios, a
pensar como una falencia grave el sólo hecho de pensar en un error a propósito, a
aprovechar una vil ventaja, ya llevar el semblante alegre bajo el desencanto de un
revés.
ENTREVISTADORA: ¿Qué hermoso?
ENTREVISTADO: Esa era la definición de la revista Touch de deportista, que el rugby
la ha tomado y se enseña eso y en el Azul Rugby Club que lleva mi nombre campus Dr.
Molteni he hecho poner con letras así grandotas, esta definición de deportista en el salón
grande donde se reúnen después de los partidos y donde se hacen fiestas y demás. De
manera pues que, ese espíritu, cuando enseñamos rugby enseñamos el espíritu del
rugby. Y esa seria la definición de qué es el espíritu de rugby.
ENTREVISTADORA: ¿Doctor, esto se puede trasladar a la medicina también?
ENTREVISTADO: Si. Claro.
ENTREVISTADORA: ¿A todas las profesiones no cierto?
ENTREVISTADO: Si. Si.
ENTREVISTADORA: Porque la medicina también se ha comercializado.
ENTREVISTADO: Totalmente. Y uno ve que han ido apareciendo los institutos y cosas
que se dedican a hacer. Detrás están los médicos que son los dueños de esos comercios.
ENTREVISTADORA: ¿Cuándo vos comenzaste lo que es la medicina?
ENTREVISTADO: Pero no es una critica a los médicos. Es una forma de establecer una
forma de seguir adelante en esta sociedad.
ENTREVISTADORA: Claro, ¿volvemos otra vez a lo mismo, lo que nos atraviesa?
ENTREVISTADO: Claro.
ENTREVISTADORA: ¿Ricardo, cuando vos comenzaste a hacer medicina, el médico,
lo mismo que el docente en la familia tenían un lugar muy especial? ¿Eso se ha ido
perdiendo a través de las especialidades, la persona esta confusa con?
ENTREVISTADO: Es un mal necesario. Pero al mismo tiempo ha hecho perder un
poco la clínica médica porque se sabe cada vez más de cada vez menos. Entonces la
parte global, la totalidad, se ha perdido. Y eso lo puedo decir con que yo no la he
perdido, por que la homeopatía que es la especialidad que yo hago tiene como base la
totalidad de la persona. En su modelo biológico, psicológico y espiritual. Entonces la
toma a una persona como a una totalidad. Entonces no puede dejar de lado, justamente
hablando de mi especialidad es donde existen cuerpos y almas.
ENTREVISTADORA: Claro.
ENTREVISTADO: Y el alma es lo mas importante en la persona en este momento por
que todas las llamadas enfermedades psicológicas. Hay enfermedades que son
enfermedades psicológicas, psiquiatritas y que son enfermedades enfermedades. Pero la
mayoría, un 90 por ciento son procesos de desadaptación al medio. De no estar
trabajando como debe, de no tener arreglada la vida, de no tener la posibilidad de un
proyecto, que eso es lo importante, que hay que dejar, el proyecto de existencia. Cuando
la persona no tiene un proyecto de existencia es cuando está perdido. Cuando tiene un
proyecto, que a se vez lo puede ayudarlo y ponerlo en la práctica concreta de todos los
días, ahí va bien. Es decir, yo por que soy cristiano digo que Dios nos pone un mensaje
que hay que dar al mundo. Un mensaje que tenemos que dar nosotros al mundo.
Entonces si encontramos ese mensaje, porque entonces es como que he sido fabricado
con características que sirva para ese mensaje que traigo. Si lo encuentro soy feliz, si no
lo encuentro, peno toda la vida. Es importantísimo eso de lograr encontrar. Yo tengo,
cuando estudiaba filosofía hice un cuentito sobre la vida y la muerte, que dice así más o
menos. Hay una cosa que nunca me preguntaron y hay otra cosa que nunca me van a
preguntar. La que nunca me preguntaron es si quería nacer, y la que seguramente nunca
me van a preguntar es si me quiero morir. Argo la vida no es mía, yo lo tengo
incorporado a eso que la vida no es mía. Lo que es mío es mi existencia. Es el tiempo
que yo vivo y mi existencia está entre esos dos fenómenos. El del nacimiento y la
muerte. Pero no tiene sentido, el trabajo de vivir es darle sentido a la existencia. Ese es
mi cuento.
ENTREVISTADORA: ¡Qué hermoso Ricardo!
ENTREVISTADO: Y que todos los tenemos. Hay que buscarlos, alguien tiene que
destapar la tapita para que fluya. Como el mago que salía de la botella y cumplía con
todas las cosas que había que hacer.
ENTREVISTADORA: ¿Cuándo descubrís la homeopatía?
ENTREVISTADO: Ni bien termine medicina, a los pocos años, por un amigo que había
tenido un problema grave haciendo la conscripción, una meningitis y quedó con una
acefalea periódica tremenda. Era compañero mío en la facultad y nos recibimos juntos.
Es uno de mis tres amigos y la hermana iba a un homeópata en La Plata y le dice, “che,
negro por que no vas a ver a este homeópata a ver si te arregla algo de esa jaqueca
periódica que tenés”. “No que no, ché Ricardo que te parece como amigos” Yo le digo,
“mira no perdemos nada. Total, si es un chanta como dicen, tu jaqueca va a seguir y sino
tendremos que arriar las palabras”. Bueno, me dice. Fuimos, yo lo acompañe. La
cuestión es que le dio unas gotitas, unos frasquitos que no sabíamos ni de qué ni por
qué, ni qué eran. Los tomó y venga a verme dentro de un mes. Al mes de tener jaqueca
todos los días, pasó a tener dos jaquecas solamente en el mes. Siguió, siguió y siguió y
le desaparecieron las jaquecas. Eso me llevó a decir, “doctor que hizo usted”. Y le dio
homeopatía, la homeopatía no trata enfermedades, trata personas. Nadie hace la
enfermedad que quiere, sino la que puede. Entonces, con esas palabras nos guío a la
Asociación Homeopática de Buenos Aires y allá fuimos, justo caímos un día que
estaban dando una clase de iniciación, porque se iniciaba el año. Y nos quedamos
encantados, nos convenció. Con todo lo que soy yo, que yo soy de ver para creer, me
convenció la palabra, la forma de explicarlo, tenia sentido lo que decía. Sentido médico.
Y entonces empezamos el curso, y ahí hice el curso de homeopatía, tres años, y ahí fue
cuando empecé a hacer homeopatía y ahí fue donde vine a Azul.
ENTREVISTADORA: ¿Y ya no dejaste más esa especialidad porque es tu vida?
ENTREVISTADO: Claro, cuanto más la estudio, la estudio todos los días. Pero cuanto
más la estudio, más me voy convenciendo de eso. Y me voy convenciendo de la
limitación, que eso es lo interesante. No creer que con eso cubra el mundo, es
interesantísimo.
ENTREVISTADORA: A ver, ¿cómo es?
ENTREVISTADO: El principio de la homeopatía dice Similia similibus curantur, lo
similar se cura con lo similar. Eso es de Hipócrates, el padre de la medicina. La alopatía
es Alo (diferente) pato (enfermedad) trata la enfermedad, vos tenés una angina te trata la
angina, te dan el antibiótico o lo que sea y te trata la amígdala. El homeópata no, el
homeópata no trata porque siguiendo el principio de similia similia busca la similitud de
por qué se enferma tu organismo. Y entonces, te da la medicación tuya a tu persona, es
personal para una angina no voy a dar el mismo remedio. Voy a dar si es alto y flaco un
fósforo, si es petiso, gordo y ancho unos vomica. Quiero decir que existe esa. Y así
ingresé, voy, y voy contento y muy feliz porque en general ya no acepto que el paciente
que viene y yo lo trato, sé cuando no tengo que tratarlo. Por que si el principio, si es una
cosa mecánica, Similia similibus curantur debe ser solucionado por métodos mecánicos.
ENTREVISTADORA: ¿Y esa honestidad de decir lo que no se puede con la homeopatía
ha hecho qué?
ENTREVISTADO: Eso es lo que me da clientes.
ENTREVISTADORA: Claro, que te de reconocimiento, no clientes. No pero es así. Y
que hayas podido tener una larga trayectoria en lo que es la homeopatía, ¿no? ¿Por eso
iba a preguntarte qué diferencia hay de un homeópata a otro?
ENTREVISTADO: Hay muchos, como es captar a la otra persona. Es como los
psicólogos. Un psicólogo es de una manera y te va bien con él pero con aquel te fue mal
porque no hubo empatía digamos. El médico también tiene que pescar esa esencia, ese
dolor, esa pena esa tristeza, comprenderlo.
ENTREVISTADORA: ¿Qué muchas veces no se puede decir no? ¿No se puede
expresar?
ENTREVISTADO: No, es que la mayoría de las veces no se expresa. Hay que buscarla,
hay que reconocerla, hay que hacer que el paciente se de cuenta de lo que le esta
pasando. Y el homeópata puede hacerlo a eso. Por lo menos yo con la homeopatía me
adentro en la persona. Porque hay otro tema también que no todos te lo pueden decir. Yo
amo a la gente. El otro día yo dije eso en el círculo médico y me dijeron, “déjate de
embromar”. Hablaban que la medicina, que no la medicina, que esto que lo otro. Lo que
pasa que los médicos. El herrero ama a los fierros, El ingeniero agrónomo ama el
campo, el veterinario ama a los animales, el medico tiene que amar al ser humano.
ENTREVISTADORA: Claro. Sino, no se concibe ¿no?
ENTREVISTADO: Y sino qué hace, hace lo que no debe. Lo ve como otra cosa a la
profesión. Lo ve como profesional, como. Vos sabes que esta vedado por el código de
ética atender sin cobrar.
ENTREVISTADORA: ¿Por qué?
ENTREVISTADO: Porque no sos profesional. El profesional tiene que cobrar. Es decir,
a los que atiendo sin cobrar, les tendría que decir déjame un peso.
ENTREVISTADORA: Para cumplir con la ética.
ENTREVISTADO: Para cumplir con la ley.
ENTREVISTADORA: ¿Cómo queda la ética dentro de esta profesión? Por que hubo
muchos años que la facultad de medicina quitó la cátedra de ética dentro de lo que era la
formación de un médico y ahora se ha incorporado nuevamente.
ENTREVISTADO: Es que es necesaria.
ENTREVISTADORA: Es necesaria, ¿no? No solamente para la medicina. Para la vida.
ENTREVISTADO: Para la vida. Pero por eso está bien. Yo estudie una especialización
de epistemología donde precisamente se le llama la teoría de las teorías o la ciencia de
las ciencias a la epistemología, porque estudia desde un punto de vista. Y me enseñó
mucho la epistemología, porque me significó el por qué uno tiene que ser tolerante con
los demás. La epistemología parte, hay una teoría, una hipótesis de trabajo. De ahí surge
una técnica, un trabajo, una forma de observar el objeto. Cuando vos cambias de punto
de vista cambia la hipótesis, cambia el proyecto, cambia la técnica, cambia la visión del
objeto. Dos personas somos dos puntos de vista diferentes que estamos mirando el
mismo objeto. Por eso me da risa esos que dicen yo soy veraz, soy tan veraz que digo
siempre la verdad. No, ve su verdad.
ENTREVISTADORA: ¿No hay verdad absoluta? ¿No?
ENTREVISTADO: Claro. Su verdad. Por eso los absolutos son dogmas. Que eso es
interesante, lo encontré estudiando las etnias americanas del sur, desde México para
abajo, estudié la antropología entre los momentos de ocio. Y entonces me encontré con
que tenían un dios para cada cosa. Para el cultivo, para que no haya enfermedades, para
la sequía. Tenían un dios a quien le imploraban para que mandara las cosas buenas acá.
Pero había temas que no los podían explicar entonces la respuesta era, porque esto es
así. Nosotros estamos haciendo eso permanentemente, estamos sentados acá por que
esto es así. Es decir que somos dogmáticos. Entonces, mi dogma no puede ser nunca el
tuyo. Podemos coincidir en partes del dogma como las religiones pueden coincidir en
partes, por ejemplo la islámica y la nuestra con que hubo un Jesús, coincidimos en que
hubo un Jesús. Entonces podemos coincidir en muchas cosas pero no va a ser igual, no
va a ser igual de ninguna manera. Por eso que hay que despertar la mente, despertar el
corazón, despertar la conciencia y el respeto y las consideraciones de amor al prójimo.
ENTREVISTADORA: ¿La tolerancia? ¿No?
ENTREVISTADO: Que está todo eso, en el prójimo está todo, amaos los unos a los
otros. Esta dicho en el evangelio, ¿no?
ENTREVISTADORA: ¿Nos falta amor en esta sociedad?
ENTREVISTADO: Falta. Falta porque hicimos el amor significa otra cosa ahora. Es lo
único que puede ser o no puede ser amor.
ENTREVISTADORA: Claro. Se puede hacer con o sin amor. Falta amor. Falta
impregnar todas las cosas que uno hace, ¿no?
ENTREVISTADO: Claro. Salen más fácil.
Entrevistador ¿Y qué es el amor Ricardo?
ENTREVISTADO: El amor es, dicho en pocas palabras, es la preocupación solicita del
uno por el otro.
ENTREVISTADORA: Qué simple y qué difícil.
ENTREVISTADO: Y es así. Cuando hay una preocupación solicita del uno por el otro,
eso es amor. No la he visto escrita en ningún lado esa definición.
ENTREVISTADORA: Es experiencia pura.
ENTREVISTADO: Es captar. La he recogido de todos los filósofos que he leído y de
alguno me ha quedado esto. No se a quien se lo robe.
ENTREVISTADORA: Muy linda definición.
ENTREVISTADO: Muy clara y muy terminante.
ENTREVISTADORA: ¿En una época donde el individualismo esta tan marcado no, el
ser feliz uno y a partir de uno los demás, se puede encajar esta definición?
ENTREVISTADO: Es que por mucho que se ame a si mismo nadie puede dejar de amar
a otro, en algún momento o en alguna circunstancia. Por mucho y muy individualista
que sea y egocéntrico. Bueno, egocéntricos somos todos un poco, pero egoístas que eso
es un grado que son menos por suerte, pero hay muchos, no pueden dejar de querer a
alguien, aunque sea un padre, aunque sea un hijo o un perro. Pero siempre tienen una
vocación de amor hacia algo. Y es importante buscarla y reflotarla dentro nuestro y
comprenderla y conocerla para para unirnos cada vez más con ese tipo de cosas. De
amor, sobretodo de amor. Amor y respeto.
ENTREVISTADORA: ¿Vos crees Ricardo que la gente mayor o la tercera edad estÁ
carente de amor y de afecto?
ENTREVISTADO: Y, comparando con otros tiempos, sí. Si comparo cómo se trataba a
mi abuelo y a mi abuela a cómo se tratan ahora a los abuelos y a las abuelas hay una
diferencia muy grande en contra. Y después hay una cosa muy grave que no la ve nadie
y que está clarita o los que la ven no tienen fuerza para demostrarlo es que cada vez hay
menos familia. Las reuniones familiares, la preocupación solicita por un hijo enfermo, o
un tío o una tía ya no es como era antes porque se desarmó la familia. Entonces el
abuelo quedo ahí solito, el abuelo o la abuela y perdón si el matrimonio se perdió uno
del otro, peor porque no tiene recurrir, es que todos están muy ocupados. No hay quien
no te diga que no tenemos tiempo. Y el día sigue teniendo veinticuatro horas todos los
días.
ENTREVISTADORA: ¿Por qué antes había más tiempo?
ENTREVISTADO: Porque estaba distribuida distinta la parte económica. Trabajaba uno
de la familia y con eso vivían todos. Ahora tiene que trabajar toda la familia, hasta los
chiquititos hacen algo. Y se les enseña a los chiquitos a trabajar. No se les enseña a amar
de chiquititos. No se les enseña, hay quien enseña, no estamos diciendo, estamos
generalizando.
ENTREVISTADORA: Estamos generalizando. Estamos diciendo que se esta
incrementando.
ENTREVISTADO: Claro. Cuando uno dice eso, ya se equivocó, porque siempre hay
uno que es la excepción.
ENTREVISTADORA: Si. Bueno uno lo entiende. Pero cuando son más los casos que
uno le falta amor.
ENTREVISTADO: Uno ve las cosas como va en general, en la mayoría. Entonces a esa
mayoría la toma como un camino errado.
ENTREVISTADORA: Ricardo, y usted que esta tanto con los jóvenes, ¿qué notas de
diferentes a los jóvenes de antes? ¿O esos jóvenes siguen siendo igual?
ENTREVISTADO: Los jóvenes cuando los vas llevando por el buen camino, siguen un
buen camino. Y cuando los dejas sueltos es cuando perdiste.
ENTREVISTADORA: ¿O sea que lo que culpamos de los jóvenes en realidad somos
responsables los adultos?
ENTREVISTADO: Claro. Ahora apareció una cosa que yo he dicho hace veinte años,
cuando empezaban los jóvenes a hacer macanas, que el padre, o la madre o el tutor
pague por lo que haga el niño. El niño adolescente.
ENTREVISTADORA: Así es.
ENTREVISTADO: Por ahí lo andan diciendo ahora.
ENTREVISTADORA: Sí, si si
ENTREVISTADO: Yo lo dije hace veinte años a eso, porque de alguna manera tenemos
que hacer que los padres comprendan que son ellos los responsables de la crianza, a
donde van los chicos. No en todos los casos, volvemos otra vez a lo mismo. En la
mayoría de los casos cuando uno ve que un chico hace cosas que no están bien es por
que realmente ha sido dejado de la mano. Hay otros que no. Que van a ser tremendos
aunque estén educados por el mejor educador del mundo. Si no los tratan
adecuadamente con profesionales que corresponda.
ENTREVISTADORA: ¿Ricardo cómo estuvo presente el amor en tu vida?
ENTREVISTADO: Bien. Tuve mucho amor y sigo teniendo mucho amor. Tanto amor
de pareja porque fui muy feliz, con mis hijos, que tuve dos con mi primer esposa y soy
totalmente feliz, con Cuqui ahora en mi segunda, que ya llevo cerca de cuarenta años.
ENTREVISTADORA: Cuarenta años y ¿de qué manera una pareja de más de cuarenta
años de estar junto alimenta ese amor para llegar a estar como están ustedes?
ENTREVISTADO: Que nos amamos, y nos damos la manito y caminamos de la manito
y todo eso que no nos da vergüenza. Al contrario, me parece que habla bien del que
demuestra el amor, me parece que hace bien demostrar el amor.
ENTREVISTADORA: El mundo necesita más amores. ¿Hay que encontrarlos? ¿Esos
no están en la definición de amor?
ENTREVISTADO: Claro, también fíjate vos hay amores que matan, ¿no? Hay amores
que son tremendos. El capitulo de mi vida es el ismo. Soy enemigo de los ismos. No me
gusta el capitalismo me gusta el capital. No me gusta el comunismo, me gusta lo
comunitario. El ismo no me gusta, porque parece que es un fanatismo. Y los fanatismos
siempre son malos. No hay ningún fanatismo que sea bueno. El fanatismo siempre es
malo porque no te deja ver el mundo más que de un punto de vista. Cuando el mundo
tiene que ser visto desde distintos puntos de vista. Y por eso la comunicación con la otra
persona es fundamental porque vos me vas a comunicar lo tuyo y yo te voy a comunicar
lo mío y de ahí surge el enriquecimiento.
ENTREVISTADORA: ¿Y el escuchar no, el saber escuchar? Es fundamental.
ENTREVISTADO: Para el homeópata es fundamental porque es lo que mas hace. El
homeópata es escuchar y sacar conclusiones de la escucha que hace.
ENTREVISTADORA: Ricardo, yo me quedaría todo el día hablando con vos, ¿sabes
que esto es?
ENTREVISTADO: Y yo he hablado el uno por ciento de lo que puedo hablar.
ENTREVISTADORA: Y si me imagino. Vamos a tener que hacer otro programa. Pero
me gustaría ya para redondear porque ya estamos terminando, algo así que quieras decir
a tantos pacientes.
ENTREVISTADO: A mis pacientes decirles que los quiero. Y he recibido con motivo
de mi enfermedad este último año que ha sido la primera vez que estuve grave y que ya
estoy repuesto decirles gracias por todo lo que me han dado. Hubiera necesitado un
telefonista especial para atender los llamados telefónicos que hicieron, y las
preocupaciones que cuándo, y qué es y qué le pasa y qué no le pasa.
ENTREVISTADORA: Y tanto amor han dejado que estés como estas ahora.
ENTREVISTADO: Y claro. Y yo siento el amor, yo vivo en amor. Y no es que sea
barato, no es que sea un amor que voy regalando el amor.
ENTREVISTADORA: Es esfuerzo, es trabajo, es dedicación.
ENTREVISTADO: Claro. Es captar por que lo amas al otro. Captar que cosas te
enamoran del otro. Y cuanto mas sencilla y simple es la otra persona, más fácil me entra
como amor. Yo soy un individuo de muy sencillas costumbres en todo. En la comida
que también es otro tema que es para hablarlo tremendamente largo ¿Qué comer, qué no
comer, qué caminar, qué no caminar, qué hacer gimnasia, qué no hacer gimnasia? Es
para hablar una barbaridad de tiempo, pero yo creo que los médicos, los maestros y los
políticos tenemos la sartén por el mango. Y no nos damos cuenta. No estamos haciendo
nada en conjunto como para ayudar tanto a los tan necesarios. Deje de lado
específicamente a los sacerdotes ya todos los que se dedican a enseñar religiones que
son otro que tiene el sartén por el mango pero que no están oficializados por lo general.
Yo hablo de los que están oficializados, que somos los que tenemos el sartén, y cuando
me entregaron la medalla al ciudadano ilustre, les dije yo, “señores hagan el favor”, le
dije a los políticos, “marquen un poco la parte de la corrección humana. Sean ustedes
correctos. No se alejen de sus propios principios y de sus propias virtudes porque
entonces todo esto que están haciendo de reunirse para ayudar a la sociedad no se
logra”. Fue un mensaje para los políticos.
ENTREVISTADORA: Ricardo, muchísimas gracias.
ENTREVISTADO: De nada mi querida.
ENTREVISTADORA: Ha sido un placer, un placer charlar con vos.
ENTREVISTADO: Sabes te queremos mucho.
ENTREVISTADORA: Así que vamos a volver a hablar.
ENTREVISTADO: A vos y a tu marido los queremos mucho desde hace mucho tiempo
porque ustedes me dieron un gran impulso a mi cuando me hicieron un Interviú hará
treinta años por televisión, me hicieron un interviú que todo el mundo estaba pendiente
de que lo pasaran, de qué cuando lo pasan, cuándo lo pasan preguntaban.
ENTREVISTADORA: Es cierto.
ENTREVISTADO: Y hablaban del misterio, de la angustia, de la ansiedad. Hablamos
de todos esos temas que son temas cotidianos diría.
ENTREVISTADORA: Cotidianos, totalmente.
ENTREVISTADO: Bueno, así que te agradezco mucho que me hayas invitado porque
son los halagos que jerarquizo por las personas que son ustedes dos.
ENTREVISTADORA: Gracias, gracias.

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