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(IHS) Doutrina Católica - Geral Sobre a existência dos Santos Anjos ─ p. 1 de 5

Sobre a existência dos Santos Anjos


* Existem os Anjos e são seres espirituais
IV Concilio de Letrán, 1215 (XII ecuménico; contra los albingenses, Joaquín, los
valdenses, etc.)
Cap. 1. De la fe católica
[definición contra los albingenses y otros herejes]
Firmemente creemos y simplemente confesamos, que uno solo es el verdadero
Dios, eterno, inmenso e inconmutable, incompreensible, omnipotente e inefable, Padre
Hijo y Espíritu Santo: tres personas ciertamete, pero una sola esencia, sustancia o
naturaleza absolutamente simple. [...] Creador de todas las cosas, de las visibles y de las
invisibles, espirituales y corporales; que por su omnipotente virtud a la vez desde el
principio del tiempo creó de la nada a una y otra criatura, la espiritual y la corporal, es
decir, la angélica y la çmundana, y después la humana, como común, compuesta de
espíritu y de cuerpo. Porque el diablo y demás demonio, por Dios ciertamente fueron
creados buenos por naturaleza; mas ellos, por sí mismos, se hicieron malos. El hombre,
empero, pecó por sugestión del diablo.
(Enrique Denziger, El Magisterio de la Iglesia, tradução de Daniel Ruiz Bueno,
Editorial Herder, Barcelona, 1963, Ê 428, págs. 153 e 154)

II Concilio de Lyon, 1274 (XIV ecuménico; de la unión de los griegos)


Profesión de fe de Miguel Paleólogo1
Creemos que la Santa Trinidad, Padre e Hijo y Espíritu Santo es un solo Dios
omnipotente y que toda la divinidad en la Trinidad es coesencial y consustancial, coeterna
y coomnipotente, de una sola voluntad, potestad y majestad, creador de todas las
creaturas, de quien todo, en quien todo y por quien todo, lo que hay en el cielo y en la
tierra, lo visible y lo invisible, lo corporal y lo espiritual. Creemos que cada persona en la
Trinidad es un solo Dios verdadero, pleno y perfecto.
(Enrique Denziger, El Magisterio de la Iglesia, tradução de Daniel Ruiz Bueno,
Editorial Herder, Barcelona, 1963, Ê 461, pág. 167)

Concilio de Florencia (1438-1445) (XVII ecuménico; unión con los griegos,


armenios y jacobitas)
Decreto para los jacobitas

1 ) Msi XXIV 70 A s; Hrd VII 694 C ss; Hfl VI 139 nota; cf. Bar(Th) ad 1274, 19 (22, 329) a).
C Esta profesión de fe fué propuesta el año1267 por Clemente IV a Miguel Paleólogo [Bar(Th) ad 1267,
72-81] y por éste presentada a Gregorio X en el II Concilio de Lyón, asó como por Urbano VI el 1 ag.
1385 a los griegos ortodoxos que volvían nuevamente a la Iglesia.
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[De la Bula Cantate Domino, de 4 de febrero de 1441 (fecha florentina) ó 1442


(actual)]
La sacrosanta Iglesia Romana, fundada por la palabra del Señor y Salvador nuestro,
firmemente cree, profesa y predica a un solo verdadero Dios omnipotente, inmutable y
eterno, Padre, Hijo y Espíritu Santo [...].
Firmíssimamente cree. profesa y predica que el solo Dios verdadero, Padre, Hijo y
Espíritu Santo, es el creador de todas las cosas, de las visibles y de las invisibles; el cual,
en el momento que quiso, creó por su bondad todas las criaturas, lo mismo las espirituales
que las corporales, buenas, ciertamente, por haber sidohechas por el sumo bien, pero
mudables,porque fueron hechas de la nada; y afirma que no hay naturaleza alguma del
mal, porque toda naturaleza, en cuanto es naturaleza, es buena.
(Enrique Denziger, El Magisterio de la Iglesia, tradução de Daniel Ruiz Bueno,
Editorial Herder, Barcelona, 1963, Ê 703 e 706, pág. 206 e 207)

Concilio de Trento, 1545-1563 (XIX ecuménico, contra los innovadores del siglo
XVI)
Profesión tridentina de fe
[De la Bula de Pío IV Iniunctum nobis, de 13 de noviembre de 1564]
Yo, N.N., con fe firme, creo y profeso todas y cada una de las cosas que se
contienen en el Símbolo de la fe usado por la Santa Iglesia Romana, a saber: Creo 2 en un
solo Dios Padre Omnipotente, creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo
invisible [...]
(Enrique Denziger, El Magisterio de la Iglesia, tradução de Daniel Ruiz Bueno,
Editorial Herder, Barcelona, 1963, Ê 994, pág. 282)

Concilio Vaticano, (1869-1870) (XX ecuménico, sobre la fe y la Iglesia)


Constituición dogmática sobre la fe católica
Cap. 1 De Dios, creador de todas las cosas
Este solo verdadero Dios, por su bonda Ay virtud omnipotente@, no para aumentar
su bienaventuranza ni para adquirirla, sino para manifestar su perfección por los bienes
que reparte a la criatura, con libérrimo designio, Ajuntamente desde el principio del
tiempo, creó de la nada a una y otra criatura, la espiritual y la corporal, esto es, la angélica
y la mundana, y luego la humana, como común, constituída de espíritu y cuerpo@ [Conc.
Later. IV, v. 428; Can 2 y 5]
[...]
Cánones [sobre la fe católica]
1. De Dios creador de todas las cosas

2 ) Símbolo Niceno-Constantinopolitano; v. 86
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2. Si alguno no se avergonzare de afirmar que nada existe fuera de la materia, sea


anatema [cf. 1783]
[...]
4. Si alguno dijere que las cosas finitas, ora corpóreas, ora espirituales, o por lo
menos las espirituales, han emanando de la sustancia divina, o que la divina esencia por
manifestación o evolución de sí, se hace todas las cosas, o, finalmente, que Dios es el ente
universal o indefinido que, determinándose a sí mismo, constituye la universalidad de las
cosas, distinguida en géneros, especies e individuos, sea anatema.
5. Si alguno, no confiesa que el mundo y todas las cosas que en él se contienen,
espirituales y materiales, han sido producidas por Dios de la nada según toda su sustancia
[cf. 1783] , o dijere que Dios no creó por libre voluntad, sino con la misma necessidad
con que se ama necesariamente a sí mismo [cf. 1783], o negare que el mundo ha sido
creado para gloria de Dios, sea anatema.
(Enrique Denziger, El Magisterio de la Iglesia, tradução de Daniel Ruiz Bueno,
Editorial Herder, Barcelona, 1963, Ê 1783, pág. 413 e 414; Ê 1802, 1804 e 1805, pág.
419)

De algunas falsas opiniones que amenazan destruir los fundamentos de la doctrina


católica
[De la Encíclica Humani Generis (Pío XII), de 12 de agosto de 1950
Algunos plantean también la cuestión de si los ángeles son criaturas personales y si
la materia difiere esencialmente del espíritu.
[...]
Todo esto no sólo se opone abiertamente a los documentos de nuestros
predecesores León XII y Pío X, sino que no puede conciliarse con los decretos del
Concilio Vaticano.
(Enrique Denziger, El Magisterio de la Iglesia, tradução de Daniel Ruiz Bueno,
Editorial Herder, Barcelona, 1963, Ê 2318, pág. 606 e Ê 2325, pág. 609)
* A alma humana e os Anjos não se propagam
Errores de los armenios
[Del Memorial Iam dudum (Benedicto XII), remetido a los armenios el año 134
5. Igualmente, lo que de nuevo introdujo y enseño cierto maesto de los armen
llamado Mequitriz, que se interpreta paráclito, que el alma humana del hijo se propaga
alma de su padre, como um cuerpo de otro, y un ángel también de otro; porque com
alma humana, que es racional,y el ángel, que es de naturaleza intelectual, son una esp
de luces espirituales, de sí mismos propagan otras luces espirituales.
(Enrique Denziger, El Magisterio de la Iglesia, tradução de Daniel Ruiz Bue
Editorial Herder, Barcelona, 1963, Ê 533, pág. 182)

* El mismo diablo y los demonios fueron creados buenos


II (I) Concilio de Braga, (561, Papa Juan III)
Anatematismos contra los herejes, especialmente contra los priscillianistas
7. si alguno dice que el diablo no fué primero un ángel bueno hecho por dios, y
su naturaleza no fué obra de Dios, sino que dice que emergió de las tinieblas y
notiene autor alguno de sí, sino que él mismo es el principio y la sustancia del mal, co
dijeron Maniqueo y Prisciliano, sea anatema.
(Enrique Denziger, El Magisterio de la Iglesia, tradução de Daniel Ruiz Bue
Editorial Herder, Barcelona, 1963, Ê 237, pág. 85.)

IV Concilio de Letrán, 1215 (XII ecuménico; contra los albingenses, Joaquín,


valdenses, etc.)
Cap. 1. De la fe católica
[definición contra los albingenses y otros herejes]
Firmemente creemos y simplemente confesamos, que uno solo es el verdad
Dios, eterno, inmenso e inconmutable, incompreensible, omnipotente e inefable, Pa
Hijo y Espíritu Santo: tres personas ciertamete, pero una sola esencia, sustanci
naturaleza absolutamente simple. [...] Creador de todas las cosas, de las visibles y de
invisibles, espirituales y corporales; que por su omnipotente virtud a la vez desd
principio del tiempo creó de la nada a una y otra criatura, la espiritual y la corporal
decir, la angélica y la çmundana, y después la humana, como común, compuesta
espíritu y de cuerpo. Porque el diablo y demás demonio, por Dios ciertamente fue
creados buenos por naturaleza; mas ellos, por sí mismos, se hicieron malos. El hom
empero, pecó por sugestión del diablo.
(Enrique Denziger, El Magisterio de la Iglesia, tradução de Daniel Ruiz Bueno,
Editorial Herder, Barcelona, 1963, Ê 428, págs. 153 e 154)

De los errores de los armenios


[De la Carta Super quibusdam (de Clemente VI) a Consolador, Católicon de los
armenios, de 29 de septiembre de 1351.
Después de todo lo dicho, no podemos menos de maravillarno vehementemente de
que en una Carta que empieza: AHonorabilibus in Christo patribus@, de los primeros LIII
capítulos suprimes XIV capítulos.
[...]
El décimoquinto, que los ángeles fueron creados por Dios buenos.
(Enrique Denziger, El Magisterio de la Iglesia, tradução de Daniel Ruiz Bueno,
Editorial Herder, Barcelona, 1963, Ê 574 a, págs. 189)

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