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EL MINISTERIO,

SERVICIO DE COMUNION
La Ministerialidad rle la Iglesia en Puebla

Mario Morín, M. Ss.A.*

INTRODUCCION sacramento de salvación, signo e


instrumento que introduce el Rei-
Puebla ofrece, sin duda alguna, no, etc, hay una que sirvió de ner-
grandes esperanzas para el futuro de vio conductor o de columna verte-
la Iglesia en América Latina. Es la bral a su eclesiología: es la figura
Iglesia que se compromete y com- eclesiológica de la comunión.
promete a todos. Es la Iglesia que
quiere vivir su compromiso históri- Esta autocomprensión de la Igle-
co en el mundo, avanzado junta- sia como comunión nos lleva, en
mente con todos los pueblos lati- efecto, a descubrir la misión que
noamericanos. Quiere vivir plena- tiene cada cristiano de evangelizar
mente los "kairoi" de Dios, siendo y edificar la Iglesia, y a la vez a ubi-
fermento y alma del continente car mejor, dentro de la gran comu-
llamado a liberarse en Cristo y trans- nión eclesial, los diversos ministe-
formarse en Pueblo de Dios, signo rios eclesiales como servicios de
y servicio de comunión. comunión. Si la comprensión y la
ubicación de los ministerios eclesia-
Una de las grandes intuiciones de les dependen en gran parte de las
Puebla fue el tipo de eclesiología diferentes concepciones eclesiológi-
que asumió. Dentro de una conste- cas, nos preguntamos: A qué tipo
lación de figuras eclesiológicas co- de ministerio eclesial nos lleva la
mo: pueblo de Dios, familia de Dios, eclesiología de la comunión asumi-

* Licenciado ero Filosofía. Máster en Teología, Profesor en la Facultad de Teología de la Univel'-


sidad Javerlana.

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da por Puebla? A esta pregunta tra- llosamente así: una comunión trini-
taremos de responder en las líneas taria, "Cristo nos revela que la vida
que siguen. En un primer momento divina es comunión trinitaria. Padre,
nos proponemos resaltar algunos Hijo y Espíritu Santo viven, en
presupuestos eclesiológicos presen- perfecta intercomunión de amor, el
tados por Puebla y luego tratare- misterio supremo de la unidad. De
mos de sacar de esa riqueza eclesio- allí procede todo amor y toda
lógica algunas consecuencias minis- comunión, para grandeza y digni-
teriales. dad de la existencia humana" (P.
212); una comunión que transforr-
ma nuestro trabajo y nuestra histo-
1.ALOUNOSPRESUPUESTOS ria: "La participación del misterio
ECLESIOLOOICOS de Dios nos hace capaces de vivifi-
car nuestra actividad con el amor y
de transformar nuestro trabajo y
1. Una Iglesia signo y servicio de
nuestra historia en gesto litúrgico,
comunión
o sea, de ser protagonista con Cristo
La Iglesia ha recibido de Cristo, de la construcción de la convivencia
con el envío del Espíritu Santo, la y las dinámicas humanas que refle-
misión de anunciar e instaurar el jan el misterio de Dios y constitu-
Reino en todos los pueblos (P. 226; yen su gloria viviente" (P. 213);
L.O. 5). "Ella es su signo. En ella se una comunión que abarca todo el
manifiesta, de modo visible, lo que hombre y toda su vida: La comu-
Dios está llevando a cabo, silencio- nión que ha de construirse entre los
samente en el mundo entero. Es el hombres abarca el ser, desde las
lugar donde se concentra al máxi.mo raíces de su amor y ha de manifes-
la acción del Padre, que en la fuerza tarse en toda la vida, aún en su di-
del Espíritu de Amor, busca solíci- mensión económica, social y polí-
to a los hombres, para compartir tica" (P. 215).
con ellos -en gesto de indecible ter-
nura- su propia vida trinitaria. La Lo cual nos muestra cuánta ri-
Iglesia es también el instrumento queza tiene la eclesiología de Pue-
que introduce el Reino entre los bla. La Iglesia latinoamericana quie-
hombres para impulsarlos hacia su re ser signo de salvación y servicio
meta definitiva (P. 227). de comunión dentro de los pueblos,
ser otro pueblo que acompaña en
En efecto, el Padre quiere reinar su historia a los pueblos del conti-
mediante su gracia y amor, vencien- nente, revelándoles el gran misterio
do el pecado, ayudando a los hom- de amor que Dios les ofrece, redes-
bres a crecer hacia la gran comu- cubriéndoles el valor de su propia
nión que les ofreció de una vez para historia, de sus culturas, de su reli-
siempre en Cristo y ahora en su Igle- giosidad popular (P. 234), y sin
sia. Entonces, en qué consiste esa escatimar esfuerzos, denunciando
"gran comunión" a la cual están todo lo que destruye la comunión y
llamados los hombres y en especial genera una inmensa pobreza (P. 27,
todos los cristianos? Puebla la intu- 63-70, 90, 495, 509, 562, 1136,
yó muy bien y la expresó maravi- etc). lVlás aún. reconociéndose peca-

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dora (P. 209) yen proceso de con- los hombres con plena fidelidad"
tínua renovación (P. 100), la Iglesia (P. 349). "A partir de la persona
quiere seguir impulsando la evange- llamada a la comunión con Dios y
lización con humildad y sin triunfa- con los hombres, el Evangelio debe
lismo, al lado de los pobres (P. penetrar en su corazón, en sus expe-
1134-1165). riencias y modelos de vida, en su
cultura y ambientes, para hacer una
nueva humanidad con hombres nue-
2. Para una evangelización libera- vos y encaminar a todos hacia una
dora nueva manera de ser, de juzgar, de
vivir y de convivir" (P. 350). "La
La evangelización, como concre- evangelización da a conocer a Jesús
ción histórica de la propia misión
como el Señor, que nos revela al Pa-
de la Iglesia, depende en gran parte dre y nos comunica su Espíritu ...
de la comprensión que Ella tiene de
Hace brotar, por la caridad derra-
sí misma. En otras palahras, la Igle-
mada en nuestros corazones, frutos
sia evangeliza de acuerdo a lo que es
y como se autocomprenda. Enton- de justicia, de perdón, de respeto,
de dignidad, de paz en el mundo"
ces, qué es evangelizar para la Igle-
(P. 352). "La Iglesia no necesita,
sia que se concibe como comunión?
pues, recurrir a sistemas e ideolo-
Evangelizar es, en definitiva, cons- gías para amar, defender, colaborar
truir la comunión entre los hombres en la liberación del hombre: en el
y de los hombres con Dios. Puebla, centro del mensaje del cual es depo-
en eso, ha sido muy consecuente y sitaria y pregonera, ella encuentra
lo expresó claramente: "La evange· inspiración para actuar en favor de
lización es un llamado a la partici- la fraternidad, de la justicia, de la
pación en la comunión trinitaria" paz, contra las dominaciones, escla-
(P. 218). "La evangelización nos vitudes, discriminaciones, violen-
lleva a participar en los gemidos cias, atentados a la libertad religio-
del Espíritu que quiere liberar a sa, agresiones contra el hombre y
toda la creación. El Espíritu que cuanto atenta contra la vida" (P.
nos mueve a esa liberación nos 355).
abre el camino a la unidad de todos
los hombres entre sí y de los hom-
bres con Dios, hasta que "Dios sea Así la Iglesia, mediante su dina-
todo en todos" (lCo 15,28)" (P. mismo evangelizador, anuncia la
219). Buena Noticia de Jesucristo con la
Palabra y la vida; anuncio que con-
Cómo se construye la comunión? grega, que reúne, que realiza la
"Mire cada cual cómo construye, comunión eclesial, ofreciendo un
pues nadie puede poner otro camino de crecimiento en la fe de
cimiento que el ya puesto, Jesucris- los propios cristianos; anuncio que
to" (lCo 3,10-11). "La Iglesia se suscita la fe en los hombres y los
conviert.e cada día a la Palabra de invita al ingreso en la comunión
verdad; sigue a Cristo encarnado, eclesial, a hacer la experiencia de
muerto y resucitado, por los cami- los cristianos "que perseveran en la
nos de la historia y se hace servido- oración, en la convivencia fraterna
ra del Evangelio para transmitirlo a y celebran la fe y los sacramentos

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de la fe, cuya cumbre es la eucaris- Sin embargo, si todos los cristia-
tía" (P. 359), sacramento de comu- nos están llamados a testimoniar su
nión. fe ante sus hermanos y ante el mun-
do, como verdaderos agentes de co-
munión y participación eclesial, no
3. Donde todos son agentes de todos reciben el carisma de un de-
comunión y participación terminado ministerio eclesial y lo
ejercen con el mismo título (Ef 4,
La misión evangelizadora brota 11-12). Para ello se requiere un
necesariamente de la experiencia de verdadero discernimiento de espíri-
la comunión eclesial, es decir, de la tus de parte de los que tienen la pri-
experiencia personal y comunitaria mera responsabilidad de la comu-
de la fe, esperanza y caridad. La mi- nión en la Iglesia. Por tanto dice
sión entendida así se traduce, en Puebla, "su discernimiento, es decir
efecto, en un testimcnio profético el juicio de su autenticidad y la
y en una esperanza activa que lleva regulación de su ejercicio, corres-
a un servicio en la libertad, enten- ponde a la autoridad en la Iglesia, a
dido como don de Dios (lCo 12,7; la cual compete, ante todo, no sofo-
IP 4,10). De tal manera que todo car al Espíritu, sino probarlo todo
cristiano está llamado a aportar lo y retener lo bueno" (P. 377).
suyo en la liberación de sus herma-
nos y la construcción de la comuni- De ahí, Puebla pasa a determinar
dad eclesial. quiénes son los agentes ministros de
la comunión y participación: "Nos
Así lo entendió muy bien Puebla dirigimos ahora a los principales
cuando afirma: "La misión evange- agentes de evangelización. . . Nos
lizadora es de todo el Pueblo de referimos a los presbíteros, diáco-
Dios. Es su vocación primoridal, nos, religiosos, religiosas y laicos
"su identidad más profunda" (E.N. comprometidos y ... nosotros mis-
14). Es su gozo. El Pueblo de Dios mos, los obispos" (P. 658). Y en
con todos sus miem bros, institucio- seguida presentan el esquema si-
nes y planes, existe para evangelizar. guiente: 1) ministerio jerárquico;
El dinamismo del Espíritu de Pente- 2) vida religiosa; 3) laicos.
costés, lo anima y lo envía a todas
las naciones" (P. 348). En efecto 1) Al referirse al ministerio jerár-
"todos participamos de la misión quico, lo describe así: "El ministe-
profética de la Iglesia. Sabemos que rio jerárquico, signo sacramental
el Espíritu nos distribuye sus dones de Cristo Pastor y Cabeza de la
y carismas para bien de todo el Iglesia, es el principal responsable
Cuerpo. Debemos recibirlos con de la edificación de la Iglesia en la
gratitud" (P. 377). "Así la Iglesia, comunión y de la dinamización de
en cada uno de sus miembros es su acción evangelizadora" (P. 659).
consagrada en Cristo por el Espíritu, "El ministerio eclesiástico, de insti-
enviada a predicar la Buena Nueva a tución divina, es ejercido en diver-
los pobres, y a "buscar y salvar lo sos órdenes por aquellos que ya
que estaba perdido" (Lc 19,10)" desde antiguo vienen llamándose
(P. 361). pbispos, presbíteros y diáconos

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(L.G. 28). Constituyen el ministe- pues, una forma concreta de obe-
rio jerárquico y se reciben mediante diencia a la gracia salvadora de Cris-
la "imposición de las manos", en el to y de santificación con El para
sacramento del Orden. Como lo en- redimir a sus hermanos, ya sea des-
seña el Vaticano 11, por el sacra- de la perspectiva del área educacio-
mento del Orden -episcopal y pres- nal, del servicio de la salud o social,
biteral-- se confiere un sacerdocio del ministerio parroquial, o desde la
ministerial ("que constituye al sa- perspectiva de la cultura, el arte,
cerdote en la triple dimensión del etc. De este modo se hace presente
ministerio de Cristo. Profeta y Rey, el Espíritu Santo que evangeliza a
en alguien que actúa en su nombre, los hombres con su multiforme ri·
al servicio de la Comunidad", P. queza" (P. 757).
661) esencialmente distinto del sa-
cerdocio común del que participan 3) Por su lado el laico, "en pro·
todos los fieles por el sacramento funda comunicación con sus herma-
del Bautismo; quienes reciben el nos laicos y son los pastores, en los
ministerio jerárquico quedan consti- cuales ve a sus maestros en la fe,
tuídos, "según sus funciones", contribuye a construir la Iglesia
"pastores en la Iglesia" (P. 681. como comunidad de fe, de oración,
de caridad fraterna y lo hace por la
2) En cuanto a la vida religiosa, catequesis, por la vida sacramental,
dice Puebla: "La Iglesia de América por la ayuda a los hermanos" (P.
Latina estima su estilo de consagra- 788). De ahí, la multiplicidad de
ción a Dios y su "secularidad" co- formas de apostolado. Una de ellas
mo un medio especialmente valioso es el apostolado organizado, es
para llevar la presencia yel mensa- decir, los movimientos laicales de
je de Cristo a toda clase de ambien- Iglesia. "La organización es signo de
tes humanos" (P. 724). "El con- comunión y participación en la vida
junto de la vida religiosa constituye de la Iglesia; permite la transmisión
el modo específico de evangelizar y crecimiento en las experiencias
propio del religioso" (P. 725); expe- y la permanente formación y capa-
riencia de Dios (P. 726-729); comu- citación de sus miembros" (P. 801).
nidad fraterna (P. 730-732); opción Por eso no se puede perder de vista
preferencial por los pobres (P. 733- que "es en el mundo donde el laico
735); participación en los organis- encuentra su campo específico de
mos y obras diocesanas y supra-dio- acción" (P. 789); "como miembro
cesanas (P. 736-738). "De este mo- de la Iglesia, fiel a Cristo, está com-
do, su testimonio silencioso de po- prometido en la construcción del
breza y de desprendimiento, de pu- Reino en su dimensión temporal"
reza y de trasparencia, de abandono (P. 787). Para ello, "el laico deberá
en la obediencia puede ser a la vez buscar y promover el bien· común
que una interpelación al mundo y en la defensa de la dignidad del
a la Iglesia misma, una predicación hombre y de sus derechos inaliena-
elocuente, capaz de tocar incluso a bles, en la protección de los más dé-
los no cristianos de buena voluntad, biles y necesitados, en la construc-
sensibles a ciertos valores" (P. 750). ción de la paz, de la libertad, de la
"La fidelidad al propio carisma es, justicia; en la creación de estructu-

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ras más justas y fraternas" (P. 792). con los hombres que constituye a la
No obstante sin reducir el compro- Iglesia como signo y servicio de co-
miso laical a aquellos que, por un munión y participación. Pues el tér-
carisma especial, pueden recibir mi- mino "comunión" permite captar
nisterios sin dejar de lado su misión con una sola mirada toda la riqueza
fundamental, la de ordenar las reali- y complejidad de la realidad Iglesia
dades temporales (P. 789-793,815). en el mundo. Además esta eclesio-
la Iglesia cuenta con diversos minis- logía tiene un alcance antropológi-
terios: "Al lado de ios ministerios co extraordinario porque centra la
jerárquicos, la Iglesia reconoce un atención en las personas mismas y
puesto a ministerios sin orden no tanto en la sociedad, institución
sagrado. Por tanto, también los o estructuras. En defInitiva la Igle-
laicos pueden sentirse llamados o sia son los cristianos unidos entre sí
ser llamados a colaborar con sus en cuanto a su común dependencia
pastores en el servicio a la comuni- de Dios y su experiencia y testimo-
dad eclesial, para el crecimiento y nio del Evangelio en el mundo_ Tra-
vida de ésta, ejerciendo ministerios temos de ver ahora la visión minis-
diversos según la gracia y los caris- terial que se desprende de esa ecle-
mas que el Señor quiere conceder- siología.
les" (P. 804). "Los ministerios que
pueden conferirse a laicos son aque-
llos servicios referentes a aspectos
realmente importantes de la vida 2. HACIA UN MINISTERIO ECLE-
eclesial (v. gr. en el plano de la Pa- SIAL SIGNO Y SERVICIO DE
labra, de la Liturgia o de la conduc- COMUNION
ción de la comunidad), ejercicios
por laicos con estabilidad y que han Como bien sabemos, cualquier
sido reconocidos públicamente y concepción eclesiológica engendra
confiados por quien tiene la res- una comprensión ministerial deter-
ponsabilidad en la Iglesia" (P. 805). minada y una manera de ver y reali-
Finalmente, "en América Latina, zar la evangelización. Nuestro pro-
sobre todo en aquellas regiones pósito ahora es tratar de descubrir
donde los ministerios jerárquicos las riquezas ministeriales contenidas
no están suficientemente provistos, en la eclesiología de la comunión
foméntese bajo la responsabilidad asumida por Puebla. En otras pala-
de la jerarquía también una especial bras, ¿a qué tipo de ministerio ecle-
creatividad en el establecimiento de sial tiende la eclesiología de la co-
ministerios o servicios que pueden munión presentada por Puebla?
ser ejercidos por laicos, de acuerdo
con las necesidades de la evangeli- 1. El ministerio eclesial: un servi-
zación" (P. 833). cio tie comunión
En resumen podemos decir que La eclesiología de la comunión
la eclesiología de la comunión asu- expresa claramente lo que dice, sin
mida por Puebla cualifica una ma- necesidad de mayores explicaciones
nera de vivir- de ser y de actuar - Evoca toda la vida del cristiano y
una especial relación con Dios y engloba toda la Iglesia. En conse-

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cuencia, ¿en qué consiste el minis- 2. De la exclusividad jerárquica a
terio eclesial? Pues el ministerio la ministerialidad eclesial
eclesial es en sí un servicio de comu-
nión y participación. En efecto los Si, según Puebla, la Iglesia está
ministros son los servidores de la llamada a ser comunión sacramental
comunión y de la participación. ante el mundo y a ensayar formas
de organización y participación,
conviene entonces preguntar: ¿Para
Lo subrayó bien Puebla cuando asegurar esa tarea, qué tipo de orga-
habló de los cristianos: "Dentro del nización ministerial debería asumir
Pueblo de Dios todos son servidores la Iglesia para no ser un contra-sig-
del Evangelio" (P. 271) ... "median- no de comunión? Para ello, Puebla
te el testimonio global de su vida ... no temió en presentar un doble tipo
tratando de ser más y más signo de ministerio eclesial, el jerárquico
trasparente o modelo vivo de la co- (P. 681) Y el laical (P. 804). Sobra
munión de amor con Cristo que decir, aquí, que para Puebla el fun-
anuncia y se esfuerza por realizar" damento o el principio de inteligibi-
(P. 272); de los ministros: "consti- lidad del ministerio jerárquico viene
tuyen el centro visible donde se ata, de su "institución divina" y que por
aquí en la tierra, la unidad de la lo tanto es totalmente diferente del
Iglesia" (P. 247); del ministerio del ministerio laica!. Es lo que deja en-
obispo en particular: "está al servi- tender la expresión "al lado de los
cio de la unidad de su Iglesia parti- ministerios jerárquicos" la Iglesia
cular y crea exigencias de carácter reconoce un puesto a "ministerios
espiritual y pastoral que hoy mere- sin orden sagrado".
cen acentuarse" (P. 686), pues "el
obispo es signo y constructor de la
unidad; hace de su autoridad, evan- A quien se acerca al Nuevo Testa-
gelicamente ejercida, un servicio a mento le resulta difícil aceptar que
la unidad" (P. 688), de las comuni- sólo el ministerio jerárquico es de
dades eclesiales: "cada comunidad institución divina. Más bien parece
eclesial debería esforzarse por cons- que el ministerio jerárquico -la
truir para el continente un ejemplo triología tradicional - , por más
de modo de convivencia donde venerable que sea por su antigüedad,
logren aunarse la libertad y la soli- rebasa el testimonio del Nuevo Tes-
daridad. . . donde se ensayen for- tamento y no pertenece a la estruc-
mas de organización y estructuras tura fundamental de la Iglesia, sino
de participación, capaces de abrir a! orden de la organización minis-
camino hacia un tipo más humano terial que puede revestir diversas
de sociedad" (P. 273). formas de cristalización a través de
la historia. Recordemos brevemen-
te los diversos términos utilizados
Ese gran ideal de Puebla se podrá por el Nuevo Testamento para de-
alcanzar en la medida que descu bra-, signar a los diversos ministros que
mas las riquezas de la ecIesiologÍa ejercían el ministerio eclesial: Após-
de la comunión y sus alcances. Vea- toles, Profetas, Doctores (lCo 12,
mas brevemente lo que eso significa. 28; Ef 4,11); Episcopos (Hch 20,

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28; ITm 3,2; Tt 1,7); Presbíteros el único ministerio de Cristo y de la
(Hch 11,30; 20,17; ITm 5,1.17.19, Iglesia. Así no cabe, en una verda-
etc); Diáconos (Rm 16,1; ICo 3,5; dera teología ministerial iluminada
2Co 3,16, etc); Evangelistas y Pasto- por el Nuevo Testamento, la con-
res (Ef 4,11); Jefes (Hb 13,7,17,24); cepción de un ministerio o varios
Presidentes (1 Ts 5,12; Rm 12.8). ministerios eclesiales aislados o in-
dependientes, ni tampoco ministe-
Con eso no queremos afirmar rios al servicio de otros ministerios
que los ministerios que componen donde el ministro es un simple "co-
actualmente el ministerio jerárqui- laborador", negando así su propio
co sean totalmente ajenos al Nuevo carisma ordenado a la construcción
Testamento, sino que su "jerarqui- de la comunidad eclesial (Ef 4,12),
zación" es una de las tantas posibi- sino como injertados todos en el
lidades ofrecidas por el Nuevo Tes- único ministerio eclesial confiado
tamento y que desde Ignacio de An- por Cristo a su Iglesia.
tioquía, la Iglesia la vio como única
concreción y cristalización de la En consecuencia creemos que el
totalidad del ministerio eclesial. seguir ahondando más en la lÍi1ea de
Entonces, qué es lo que debemos la única ministerialidad de la Iglesia
entender por "institución divina"? permitirá realizar las grandes intui-
Pues por "institución divina", no ciones eclesiológicas de Puebla, para
debemos entender su aplicación a que así la Iglesia sea en todos sus
una forma particular de cristaliza- miembros comprometidos y espe-
ción histórica de un determinado cialmente en sus ministros un ver-
grupo de ministerios -- en nuestro dadero signo de comunión y partici-
caso, al ministerio jerárquico - sino pación ante el mundo.
a la totalidad del ministerio apostó-
lico-eclesial. La misión apostólica
que Cristo confió a su Iglesia, es de-
cir, a sus primeros discípulos, es 3. De una ministerialidad clerica-
única. El ministerio que engendra !izada a una ministerialidad de
esa misión es único. Como la Iglesia comunión y participación
no se da a sí misma la misión de
evangelizar, sino que le viene de un La eclesiología de la comunión
mandato del Señor: "Id, pues, y nos invita a reflexionar sobre la fra-
haced discípulos a todas las gentes" ternidad sacramental que hermana a
(Mt 28,19), de igual manera en todos los ministros. Ha sido muy
cuanto a su ministerialidad: "Seréis activa, en estos últimos años, la re-
mis testigos hasta los confines de la flexión teológica sobre la condición
tierra" (Hch 1,8 y todos los textos sacerdotal de ciertos ministerios,
sobre el servicio). como son por ejemplo el presbitera-
do y el episcopado. Veamos breve-
Por eso nos parece muy enrique- mente lo que nos dice Puebla al res-
cedor ver cómo los diversos ministe- pecto.
rios eclesiales son, en efecto, la ex-
presión de la ministerialidad global "Como lo enseña el Vaticano U.
de toda la Iglesia. En consecuencia por el sacramento del Orden - -epis-
todo ministerio está entroncado en copal y presbiteral- -, se confiere

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un sacerdocio ministerial, esencial- de la inserción plena en la totalidad
mente distinto del sacerdocio co- del misterio de Cristo y no a una
mún del que participan todos los dimensión en particular.
fieles por el sacramento del Bautis-
mo" (P. 681); "El sacerdocio, en Por tanto es en la perspectiva de
virtud de su participación sacramen-
la filiación adoptiva que hemos de
tal con Cristo, Cabeza de la Iglesia,
entender los textos neotestamenta-
es, por la Palabra y la Eucaristí~, rios que afirman la condición sacer-
servicio de la Unidad de la comUnI-
dotal y real de todo cristiano (lP 2,
dad. El ministerio de la comunidad 4; Ap 1,6; 5,9; 10,6; Rm 12,1) y su
implica la participación en el poder condición profética (lP 3,15; 1Jn 2,
o autoridad que Cristo comunica 20). Sobra decir que si el pueblo de
mediante la ordenación y que cons- Dios todo entero es llamado sacer-
tituye al sacerdote en la triple di- dotal en el Nuevo Testamento, no
mensión del ministerio de Cristo por eso se sigue que cada cristiano
Profeta, Liturgo y Rey, en alguien recibe el sacerdocio de Cristo y es
que actúa en su nombre, al servicio sacerdote a título propio de tal ma-
de la Comunidad" (P. 661); "La nera que sustituya o prolongue la
misión del laico encuentra su raíz y misión y la persona de Cristo Sacer-
significado en su ser más profundo: dote, -sabiendo que la condición
el bautismo y la confirmación lo in- real, profética y sacerdotal per~ene.
corporan a Cristo y lo hacen miem- ce exclusivamente por esencia a
bro de la Iglesia; participa, a su mo- Cristo ,sino que en cuanto pueblo
do de la función sacerdotal, profé- lleva en el mundo una existencia df'
tic~ y real de Cristo y la ejerce en su testigo de Cristo Rey, Profeta y Sa-
condición propia" (P. 786).
cerdote (Ex 19,6; Is 61,6). En con-
Según lo que acaba de ofrecernos clusión la expresión "sacerdocio
común de los fieles" es equívoca e
Puebla, como reflexión doctrinal,
imprecisa en cuanto que rebasa el
podemos decir que lo que hermana
a todos los cristianos y ministros en pensamiento neotestamentario so-
la Iglesia es su incorporación a la bre la filiación adoptiva y enfatiza
persona y misión de Cristo por el exageradamente una de sus dimen-
siones.
bautismo y la confirmación. De ahí
se sigue que todo cristiano está in-
serto en la triple dimensión del ser A esta luz, ¿podemos seguir dis-
y de la misión de Cristo Rey, ~ro~e­ tinguiendo un "sacerdocio ministe-
ta y Sacerdote. Por tanto en nmgu? rial esencialmente distinto del sacer-
momento el cristiano puede constI- docio común"? Antes de proseguir
tuirse en rey al lado del único ltey, con nuestra reflexión, nos parece
o profeta al lado del único Profeta importante hacer una pequeña acla-
o sacerdote al lado del único sacer- ración epistemológica. Pues para de-
dote. En definitiva no se puede ha- signar al ministro que ejerce el pres-
blar de diversidad o pluralidad de biterado se ha venido utilizando in-
varios reyes, profetas o sacerdotes, diferentemente las palabras "sacer-
sino de la incorporación de muchos dote y presbítero". De ahí provienf'
al misterio único de Cristo, es decir, mucha anbigüedad.

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El vocabulario sacerdotal que du- De ahí que todo ministerio eclesial
rante siglos ha proporcionado a la está revestido de los rasgos propios
Iglesia católica la determinación co- de la misión total de Cristo. Como
rriente del ministerio presbiteral el carisma ministerial no es dado
viene de dos series de términos cu- por el Espíritu Santo en virtud de
yo origen semántico es muy dife- la persona, sino en orden a cons-
rente. Por ejemplo las palabras "sa- truir la comunión eclesial y ver por
cerdocio" y "sacerdotal" proceden su crecimiento en la fe (Ef 4,12-13),
etimológicamente de las palabras podemos decir que no constituye ni
latinas "sacerdotium" y "sacerdota- realmente, ni proféticamente, ni
lis" -correspondientes a los térmi- sacerdotalmente a la persona de
nos griegos "hierateuma, hiereus, ningún ministro, sino a los ministe-
arjihiereus"-. Pues son las personas rios eclesiales. En conclusión si el
dedicadas al culto, es decir, a los sa- Nuevo Testamento no sitúa los mi-
crificios cultuales de las religiones nisterios en la línea del sacerdocio,
paganas y del Antiguo Testamento. sino en la de la construcción de la
La otra serie de términos proviene Iglesia (Ef 4,12-13), que se realizan
etimológicamente del latín "presby- sobre el fundamento de un don del
ter" --correspondiente al término Espíritu Santo para el bien común
griego "presbuteros"-. Son las per- (lTm1, 6; ICo 12,7-11), no cabe
sonas que presiden las comunidades, hablar de "sacerdotes" ni de "Mi-
predican y velan por la unidad. Por nisterio sacerdotal" por referencia a
eso todos los autores del Nuevo los ministros que los ejercen, a lo
Testamento han sido cuidadosos al sumo cabría hablar de "ministerios
no designar a ningún ministro o reales o proféticos o sacerdotales"
ministerio con la palabra "sacerdo- por referencia a Cristo que es y ac-
te" o "sacerdotal" con el fin de túa como Rey, Profeta y Sacerdote.
mostrar claramente que el sacerdo-
cio de Cristo es totalmente diferen- Ahora bien, si todos los ministe-
te del sacerdocio pagano y vetero- rios son iguales --es decir, no sacer-
testamentario, y que le es exclusivo dotalizan, ni clericalizan, ni jerar-
e irrepetible. quizan a ningún cristiano que los
recibe- por estar todos ordenados
Entonces, si el Nuevo Testamen- a la construcción de la comunión
to no designó deliberadamente con eclesial, ¿en qué se diferencia el mi-
una cualificación sacerdotal especial nisterio presbiteral y episcopal de
a ningún ministerio en particular, los demás ministerios eclesiales Si
¿qué relación tiene el ministerio la ministerialidad es propia a toda la
eclesial con la misión real, profética Iglesia y es ley de la existencia cris-
y sacerdotal de Cristo? Pues al reci- tiana que todos estén al servicio de
bir un ministerio, el cristiano está todos según la particularidad de sus
insertado en el ministerio único de dones, no obstante, no todos son
Cristo y de la Iglesia. En otras pala- ministros y con el mismo título. Al
bras, en cualquier ministerio eclesial. respecto Puebla ha dado una res-
Cristo Resucitado y presente actúa puesta muy clara: este ministerio es
las características reales, proféticas el ministerio esencial de la comu-
y sacerdotales de su misión única. nión eclesial (P. 247,257-259,646-

210 EL MINISTERIO, SERVICIO DE COMUNION


647, 686-689). Este ministerio pre- mo la inserción en la persona y mi-
supone un carisma específico: el de sión de Cristo Rey, Profeta y Sacer-
poder animar, guiar y ver por la dote, y por lo mismo como incor-
construcción de la comunión ecle- poración al misterio y misión de la
sial. Iglesia, podemos evitar el peligro de
un "extrinsecismo" estéril en la re-
Por más de que todos los cristia- lación existente entre las tres di-
nos y ministros sean responsables mensiones -real, profética, sacer-
de la apostolicidad de la fe --de he- dotal-- del misterio de Cristo y de
cho deben continuar en la fe de los la Iglesia, superando la equívoca
apóstoles y preocuparse por anun- sacerdotalización de la persona de
ciarla a todos- corresponde al mi- ciertos ministros, de algunos minis-
nisterio episcopal y presbiteral terios eclesiales o del mismo sacra-
oficialmente la confesión de la fe de mento del orden.
la Iglesia y vigilar por ella; por más
de que todos sean responsables de Como bien sabemos, desde los
la vida litúrgica, corresponde a este comienzos de la Iglesia, la teología
ministerio evitar toda ruptura entre sacramental vió totalmente normaJ
la "palabra" y el "sacramento", en- que el sacramento del orden no
tre el "servicio pastoral" y el "servi- haya conferido siempre el sacerdo-
cio sacramental", puesto que todo cio, por.ejemplo, nunca lo confirió
lo que la fe anuncia y cree en la Pa- a los que recibieron las antiguas ór-
labra, lo debe celebrar en el signo denes menores, ni tampoco lo con-
sacramental como presencial real, fiere a los diáconos actuales, sino
actuante, aquÍ-ahora, de Cristo en sólo a los que reciben el presbitera-
la comunidad eclesial; por más de do y el episcopado. Por tanto, si el
que todos sean responsables de la sacramento del oruen no confiere
unidad de la Iglesia, corresponde a necesariamente el sacerdocio, qué
este ministerio ser signo de unidad es lo que realiza? Pues si los miste-
dentro de la Iglesia particular y de rios no están situados en la línea del
comunión con toda la Iglesia uni- saceruocio, sino en la línea de la mi-
versal. Por último una de las respon- nisterialidad de la Iglesia, podemos
sabilidades específicas de este mi- afirmar que el sacramento del orden
nisterio es ser lazo de comunión es el sacramento que ordena y con-
entre los demás ministerios, es decir, figura los diversos ministerios de la
unificar e integrar los diversos mi- Iglesia. Así entendido el sacramento
nisterios existentes, fomentar y del orden es el sacramento de la
crear nuevos ministerios incorpo- ministerialidad de la Iglesia, en cuya
rándolos al único ministerio apos- base están lógicamente los sacra-
tólico de la Iglesia. mentos de "iniciación cristiana" en
cuanto primera inserción en la per-
4. Del sacramento del sacerdocio sona y misión de Cristo y de la Igle-
al sacramento de los ministe- sia.
rios eclesiales
Volviendo a nuestra pregunta
Al presentar los sacramentos del anterior, podemos resumir lo que
bautismo y de la confirmación co- realiza el sacramento del orden en

MARIO MORIN. M. Ss. A. 211


cuatro puntos: primero, el sacra- confiere y unifica los ministerios
mento del orden no da tanto un eclesiales y si el ministerio que
"status" personal inalienable, una ordena, configura y unifica todos
sacralización de la persona, sino los ministerios .eclesiales en orden a
que explicita, dentro de una comu- edificar la Iglesia es el ministerio
nidad cristiana, un carisma ministe- episcopal, resta decir que la admi-
rial recibido gratuitamente del nistración del sacramento del orden
Espíritu Santo; segundo, configura es una de las funciones ministeriales
oficialmente el ministelio correspon- propias del ministerio episcopal.
diente al carisma recibido y lo en-
tronca en el único ministerio apos- CONCLUSION
tólico de Cristo y de la Iglesia;
tercero, introduce a determinado Puebla abre, en efecto, el camino
ministro en el cuerpo ministerial a nuevas perspectivas ministeriales
de la Iglesia -colegialidad entre los esperanzadoras. Claro está, que
mismos ministerios- permitiendo y tales cambios ministeriales tomarán
autorizando en nombre de Cristo y forzosamente tiempo y se abrirán
de la Iglesia su ejercicio pú blico campo en la medida que la Iglesia
dentro de la Iglesia; cuarto, da una latinoamericana toda permanezca
gracia que reviste al ministro del fiel a su historicidad ya los "kairoi"
dinamismo evangelizador de Cristo de Dios. Sin embargo no hay que
y de la Iglesia, que unifica su acción temer explotar al máximo la rique-
en orden a construir la comunión za de la eclesiología asumida por
eclesial y que acompaña al ministro Puebla. Así se cumple y seguirá
a lo largo del ejercicio de su minis- cumpliéndose la voluntad expresa
terio. Pues no es tanto una gracia del Señor sobre su Iglesia: "Que
para obtener la santificación perso- todos sean uno, como tú, Padre, en
nal, sino una gracia para el actuar. mí y yo en ti. .. para que el mundo
Es el sacramento que ordena y dina- crea que tú me has enviado" (Jn
miza la construcción de la comu- 17,21), pues si "os améis también
nión eclesial. vosotros los unos a los otros, en es-
to conocerán que soís discípulos
Aquí sobra decir que los carismas míos" (Jn 13,35; Cf. Hch 4,32).
ministeriales no son iguales y que
tampoco son iguales las funciones Así en la medida que la Iglesia
ministeriales que generan. Se en- latinoamericana se convierta en
tiende así que el carisma específico una verdadera comunión sacramen-
de la unidad y comunión eclesial no tal en .el continente -como la gran
es participado igual por todos los comunión eclesial de todos los cris-
ministros cuyos ministerios están, tianos en cuyo seno todos los minis-
desde luego, ordenados a la unidad tros forman un cuerpo ministerial
y comunión eclesial, sino de una unido- con la misma medida será
manera especial y propia por aquel inspiradora de una nueva forma más
que ejerce el ministerio propio de humana de sociedad, donde se
la unidad, es decir, el ministerio aprende a vivir con amor, alegría y
episcopal. Por tanto si el sacramen- esperanza la gran noticia del evange-
.to del orden es el sacramento que lio que libera y salva.

212 EL MINISTERIO, SERVICIO DE COMUNION

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