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Conclusiones
EXPOSICIÓN:
El conflicto armado interno, también llamado CAI, constituyó el periodo más extenso y
violento en toda la Republica peruana. La Comisión de la Verdad y Reconciliación
(CVR) estima que el número de víctimas fue alrededor de 69, 280 personas y afectó
desproporcionalmente a los ciudadanos más vulnerables y aislados (2003). Una de las
consecuencias más devastadoras, y en la cuál este trabajo se centra, fue y es desgate
emocional y psicológico, individual y colectivo de las víctimas de la violencia política
ante la violación de los derechos humanos. El daño producido que han sufrido y sufren
gran parte de la población peruana es perfectamente expresada por la frase: “estamos
traumados”.
Uno de estos derechos violentados fue el derecho a la salud mental. Existe una gran
variedad de interpretaciones sobre lo que significa la salud y la salud mental. Sin
embargo, para este trabajo se ha escogido la definición dada por la Organización
Mundial de la Salud (OMS) de la cual se puede entender que la salud mental es
completamente inherente a la salud general ya que es indispensable para el ejercicio de
otros derechos humanos por que sin la salud mental los individuos son incapaces de
vivir plenamente.
Aunque en el Perú no se cuenta con una Ley de Salud Mental, si existe el derecho a ella
de acuerdo a la constitución. Es reconocido en el artículo 7° que al enfocarse en el
respeto y dignidad de las personas y al confirmar los derechos de las personas con
deficiencias físicas o mentales, se alude a la protección de la salud mental.
Y se vuelve a reafirmar en el plano internacional con el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC), en el que el Estado reconoce el derecho
al disfrute más alto nivel de salud física y mental.
Entonces como hemos visto que el Estado peruano está comprometido al cuidado y
realización del Derecho a la Salud Mental. Sin embargo, bajo el contexto del CAI los
derechos de miles de peruanos fueron violentados, lo que significa que el Estado
infringió el derecho a la salud al no haber protegido la integración física y psicológica
de los ciudadanos. Entonces, se puede entender, y así como lo explica el Tribunal
Constitucional, que El derecho a la reparación se basa en el principio de que todo
Estado debe acatar a la obligación de reparar el daño físico, psicológico y material en un
contexto en donde el Estado haya fallado en proteger los derechos fundamentales de los
ciudadanos. Y esta reparación debe ser suficiente, efectiva y rápida.
Sin embargo, luego de un año desde la entrega del Informe Final y las recomendaciones
dadas (que fueron dadas en 2003) todavía no existía una política nacional que atendiera
las reparaciones. Entonces en el gobierno de Alejandro Toledo, se plantea un programa
de reparaciones colectivas para los departamentos afectados, llamado Plan de Paz y
Desarrollo que seguiría las recomendaciones del CVR
Sin embargo, surgen muchas críticas respecto a este programa. Una de ellas siendo la
confusión entre un plan de desarrollo social y un plan de reparaciones (que es distintito
porque el desarrollo es un derecho que tiene todos lo peruanos, pero el derecho a la
reparación es el derecho de las víctimas a recuperar su dignidad por las violaciones que
se cometieron). Asimismo, no se reconoció las violaciones de los derechos humanos por
parte del Estado y la comisión creada por el Estado no incluía a representantes del
Ministerio de Salud.
Recién con la implementación del Plan Integral de Reparaciones es que se reconoce la
violación a los DDHH por parte del Estado y la responsabilidad del Estado. Así también
se establecen lineamientos más definidos para recuperación y atención de la salud
mental en las víctimas: capacitación del personal de salud, recuperación integral desde
la intervención comunitaria y desde la intervención clínica, y el acceso a la salud, así
como a su promoción, prevención y supervisión.
Sin embargo, han surgido ciertos problemas en la ejecución exitosa del PIR en el ámbito
de la Salud mental y es debido a estos factores.
Problemas con la cobertura del SIS: al comienzo hubo problemas con la acreditación del
RUV (SIS funciona de acuerdo a las personas en extrema pobreza y necesidad mientras
que el RUV de acuerdo a víctimas del CAI, no son necesariamente lo mismo) lo cuál
produjo un desconocimiento de parte del personal sanitario respecto a la condición de
las víctimas y agravó la insuficiencia de profesionales médicos
Conformada en el año 2000 por el gobierno interino de Valentín Paniagua, la CVR ha revelado
los efectos psicosociales profundos a través de su trabajo, que consistió en aclarar los
procesos, hechos y responsabilidades de las violaciones a los Derechos Humanos atribuibles
tanto a las organizaciones terroristas así como a los agentes del Estado.
CVR concluyó que se puede explicar la violencia en parte por las condiciones económico-
sociales, pues los agentes subversivos aprovecharon esta situación para insertarse en las
comunidades más aisladas, abandonadas y pobres, haciendo promesas de rescate. La CVR
llegó a la conclusión de que estas condiciones, ahora más agravadas por razones del conflicto,
deben ser atendidas para evitar ciclos futuros de violencia. Más que nada, se concluyó que se
debe atender a los afectados, quienes por sólo el hecho de haber nacido donde nacieron,
sufrieron una pesadilla inconcebible.
Formular un Plan Nacional de Salud Mental para víctimas de la violencia política (gratuito),
entendido como un proyecto que debe responder a la necesidad de las comunidades, sus
expectativas, tomando en cuenta los recursos de la comunidad. Se trataría de una propuesta
de carácter comunitario. No se trata de un programa de atención para personas enfermas,
sino que se trata de personas que han vivido la ruptura de su vida, de su proceso vital
ocasionado por un hecho de la realidad (la violencia política). (Comisión de la Verdad y
Reconciliación, 2003a, Anexo 7, pág. 44)
[…], podemos afirmar que la ausencia de una política pública adecuada en materia de
reparaciones ha sido precisamente uno de los principales factores que ha limitado sus avances,
como la adopción de medidas correctivas oportunas para lograr un impacto real en la vida de
las personas. Las deficiencias en el diseño del proceso, como en su implementación y
monitoreo (evaluación), han generado en estos años constantes tensiones con las víctimas y
sus familiares. (Defensoría del Pueblo, 2013, pág.15)
Las políticas de salud mental, en un contexto posconflicto armado interno, necesitan ser
adaptadas, o replanteadas de acuerdo con ese escenario. La construcción de vías idóneas que
contribuyan a la reparación integral y efectiva de quienes han sufrido las secuelas de la
violencia, ha de ser cautelosa de los derechos de esa población. Esto se verá reflejado en la
calidad y accesibilidad del servicio que brinde, los recursos que disponga, la participación de
los afectados, la creación de espacios comunitarios, la continuidad y sostenibilidad de sus
propuestas, entre otros (Organización Mundial de la Salud, 2005).
No se reconoce las violaciones de los derechos humanos por parte del Estado
Respuesta por parte del Estado, se plantea priorizar El Plan de Paz y Desarrollo en las zonas
más afectadas por la violencia, así como las medidas de reparación individual en materia de
educación, vivienda y salud
Crítica inmediata fue que el Presidente confundió Desarrollo Social con Reparaciones. Muchos
actores sociales consideran que este plan no es un plan de reparaciones colectivas sino un
agregado de obras y acciones que el Estado tenía previstas para las Regiones Ayacucho,
Huancavelica y Apurímac. “el tema que es sumamente difícil y complejo, porque, como en este
país no hay una clara conciencia respecto a qué significa violación de derechos y, por lo tanto,
qué significa reparación integral, hay una tremenda confusión entre lo que es desarrollo,
pobreza y reparación.”
“el desarrollo es un derecho que tenemos todos los peruanos. A acceder a servicios públicos
de calidad, a participar de nuestra vida política. La reparación es el derecho de las víctimas a
recuperar su dignidad por las violaciones que se cometieron y a sancionar a aquellos que
violaron sus derechos fundamentales.”
El Plan “no es reparación colectiva…no responde al deber del Estado de reparar el daño
causado.”
PIR
Aprobó la Ley 28592 del Plan Integral de reparaciones el 28 de Julio del 2005 una “política
pública” en favor de los afectados por conflicto armado interno. demuestra que el Estado
reconoce la violación a los DDHH que genera el derecho de las víctimas a recibir una
reparación y la obligación del Estado de darla.
Lineamientos previstos en aquel primer documento, destacan los siguientes: (i) Integral (salud
física y mental); (ii) enfoque intercultural y comunitario, promoviendo la participación colectiva
y recogiendo, valorando e incorporando prácticas culturales; (iii) Recoger experiencias de
intervenciones psicosociales en las zonas afectadas; (iv) trato horizontal con las poblaciones
vulneradas, promoviendo vínculos de respeto y confianza; (vi) incorporación de agentes
locales; (vii) coordinación interinstitucional e intersectorial; (viii) Formación de equipos
interdisciplinarios; (ix) contar con el apoyo de la cooperación internacional (recursos
profesionales, económicos, etc.
*Crea dos instancias: (i) Comisión Multisectorial de Alto Nivel (CMAN), en calidad de ente
coordinador intergubernamental; (ii) Registro Único de Víctimas (RUV), a cargo del registro de
beneficiarios del PIR y la expedición de los certificados donde conste esa condición;
incorporación de las victimas al del Seguro Integral de Salud (SIS) (programa social.
de víctimas inscritas en el Libro Primero del RUV, quedando pendiente de entregar 75,431
certificados (43%).
Uno de los problemas observados es la falta de una fuente oficial sistematizada y mejor
organizada que provea de información actualizada y confiable respecto de quienes podrían
encontrarse incursos
Si carece de legitimidad o respaldo por parte de las propias autoridades estatales; si no recoge
las necesidades reales y la cultura de la población; si tales políticas o iniciativas son dispersas,
discontinuas y desarticuladas. A falta de previsión en los programas para desarrollar dicha
actividad; o siendo prevista, se toma más tiempo en facetas como la implementación y la
evaluación, en perjuicio del recojo y organización de las experiencias con la diligencia debida.
Además, el escaso presupuesto con que se cuenta, soslaya muchas veces la importancia de
sistematizar las buenas prácticas; o bien no se alcanza el nivel de coordinación y diálogo con
los actores involucrados.
Componentes para recuperar la salud mental y física: capacitación del personal de salud,
recuperación integral desde la intervención comunitaria y desde la intervención clínica, y el
acceso a la salud, así como a su promoción y prevención
Problemas:
¡)La debilidad institucional de la Cman ha ocasionado que, en algunos casos, sus decisiones no
hayan sido ejecutadas al no haber sido asumidas por los sectores involucrados, así como por la
falta de impulso:
La Cman debe coordinar acciones con los gobiernos regionales y locales, los mismos que deben
incluir en sus presupuestos estrategias conducentes al financiamiento pertinente para la
ejecución del PIR, en tanto entes ejecutores.
La falta de coordinación no ha permitido que se puedan resolver de manera más rápida los
problemas que se presentan en las comunidades para la elaboración y ejecución de los
proyectos de reparación colectiva. Por ejemplo, en algunos gobiernos locales no se cuenta con
personal calificado para elaborar estos proyectos, situación que podría resolverse con la
participación de los gobiernos regionales.
Ello supone la obligación del Estado, en sus tres niveles de gobierno, en coordinación con la
Cman, de ejecutar el PIR. Lamentablemente, ello no ha sido entendido adecuadamente. En el
caso de los gobiernos regionales y locales, algunos consideran que las reparaciones son una
tarea exclusiva del gobierno central mientras que otros han indicado que no es un tema
prioritario en su región.15 Ese desconocimiento afecta seriamente este proceso y limita sus
resultados
3)La falta de énfasis en el sentido reparador de los proyectos ejecutados ha generado que en
muchos casos la población los identifique como un programa social.
4) Problemas con el RUV: cambios de ubicación institucional no fueron las únicas dificultades
operativas que presentó, pues a fines del año 2009, severos recortes presupuestales la
obligaron a reducir remuneraciones y hasta a prescindir se interrumpió la labor de calificación
e inscripción de casos. La limitación de recursos logísticos y económicos se mantiene, lo cual si
bien no ha implicado la paralización de labores, sí genera retrasos en la acreditación de las
víctimas y sus familiares, e incluso perjudica la comunicación fluida que debe mantener con
este sector
de víctimas inscritas en el Libro Primero del RUV, quedando pendiente de entregar 75,431
certificados (43%).
Uno de los problemas observados es la falta de una fuente oficial sistematizada y mejor
organizada que provea de información actualizada y confiable respecto de quienes podrían
encontrarse incursos
-Desconocimiento:
les piden documentos que no constituyen requisito para su afiliación, como la constancia de
acreditación del RUV,84 o les dicen que no existe un registro de atención para víctimas de la
violencia
la Cman ha realizado durante el año 2012, nueve talleres de difusión del SIS para las víctimas
de la violencia,