Sie sind auf Seite 1von 332

4:r{~·) .....

"O í ., ti
',;'.; ::-;; M a n u e 1 So m a r r i v a. U n du r r a ga
i: "!c,) I Profesor de Derecho Civil (1" !a U!liversidad de Chile.
!
f' I "1
~.¡ j

Las Obligaciones y los


Contratos ante la
Jurisprudencia

11' • •
~ d 1 t o r i a 1 NaSC1!liento
Santiago Chile

Índice
I~¡DICE
Págs.

!r,¡trodlTcción ... ..: ... ". '.. '" ... .,. ... ... ... ... s:

PRIMERA PARTE
TEORIA DE LAS OBLIGACIONES
CAPITULO PRIMERO

Oasifkaciones de las obligaciones

De las
obligaciones naturales .. : '" .. ,
De las
ubligaciones condicio11l1es y. modales
. De las
obligaciones de género ... ... . .. . . -',
De las
obligaciones solidarias...... .... .'.,
De obligaciones
las divisibles e indivisibles
De hs .obligaciones con cláusula penwl .,.

CAPITULO SEGUNDO

Del efecto de las obligacion~

Del caso fortuito y do¡: la fuerz·a mayor ... . ..


'De; la culpa y ,del dolo .. , ... '" ... ..,
De la mora ...
.De los' perjuicios '" ... ... :.. '" . . . . . . ..:
314 MANUEL SOMAlUUVA UNDURRAGA

Págs.

De los intereses ... .., .. ' ... ... . .. 54


De la acción pauliana ... .,. .., .. , '" 57

CAPITULO TER.CERO

De los modos de extinguir las ohligaciones

Del pago efectivo ... ... .:. .., ... ... . .. ~9


De la ,dación en pago .,. .,. ... ... . .. 73
Dc la novación .. , ... .., ... . .. 74
De h compensa-ción .. , '" ....... . .. 77
De la nulidad y re5cisión .. , ... ... '" 7'1
.I:k la prescripción' .. , '" .,. ". ... ... . .. 96

CAPITULO CUARTO

De la prueba de las ob1iga~iones

De las reglas generales ... .... .., .. ' '" '" ... 105
De b pruebr:t instrum.ental '" '" ... '" 108
De la prueba testüw;mial ... 119
D~ la confesión de parte .. , 125
De las presuncion~s ... . '.. 127

SEGUNDA PARTE
FUENTES DE LAS OBLIGACIONES
r.-DE LOS CONTRATOS

CAPITULO PRIMERO

De los elementos constitutivos de los contratos

D~ h capacidad .... ... ... ... '" '" 131


D:e1 consentimiento '" '" '" ... . .. .' ',' lH
001 ()bjeto ... .., .. , ... 137
Elre la. causa ... ." '" .. , ... ....... .., 117
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPl\.UD:'NCIA , 315
===

CAPITULO SEGUNDO
De la Illterpretacióll de los contratos
De la interpretación de los contratos 151
CAPITULO TERCERO
De la estipulación por' otro y de los contl'atos en particubr
Págs.
---
De laeHipubción por otro , ,. ... .., ... . ' . . .. 155
Del contrato de promesa .. . 157
De ,la eompr:;.venta ... ... . .. 161
De la cesión de derechos ... . .. 188
De los créditos personales .. . 1&8
De! derecho de herenóa .. . 192
De los ,derechos litigiosos .. . 19'5
Del arrendamiento' ... 197
Del censo' '" '" '" ...".. ,.. . .. ... ,~ 210
De ,la $Qciedad .,. '" ... ... ... .'. 213
Del m:andato '" ... .., .... .., ... '" ... '" 222
Del' comOodato ... ... ... ... ... ... ,.. . .. 231
Del mutuo '" .. , ... '" .. . 232
Del depósito ... ... ... . .. 239
De ,los contratos aleatorios '" .. . 2~1
Del juego y a.e la apuesta .. . 2-41
De la constitución de .la renta vitalicia 243
De 12 fi;¡nza ,.. ... .'.. ... ... ... ... 243
De l:tprenda '" '" ...... . .. '... o,. o.. • o .,. o • 247
De la hipoteca ... .. o ...~'." .. . . . . ... ,.. ... 256
De la tr:msa'cción ... .. .. ... ,•. o '" ••• ' . . . o, • • 2.6.9
De T I"
,a prc ' d e cre'di tos '"
aClon ' - ... . ..
... ... '... ... 274

n.-DE LOS OUASICONTRATOS


De la agencia oficiosa o gestión de negocios' -ajel1os .. o 279
Del pagO' de 10 no debido '" .. : . o. .., '" o • • • •• 281
Del cuasicontrato ,de comunidad . o ' • • • • • • • • • • • • .. • • 282
II1.-]).E.. LOS DELITOS Y CUASIDELITOS
De los delitos y cuasidelitos ... ... . . . . . . o.. 'o. •.• 291

Índice alfabético de materias


Índice por artículos
IN T R OD U
, "
e e ION
Publicamos el presente libro en el deseo de divulgar y dar
.a conocer las decisiones de nuestros, Tribunales, y por el con-
vencimiento que nos asiste' de que el análisis de la jurisprude~­
cUt constituye un áporte valioso en el estudio del derecho, y lm4
.ayuda eficaz e indispensable pára la acertada solución de los
problemas jurídicos. '
El métod~ que hemos seguido en' el desarr;llo de la ma-
teria es original.. No 'puede decirse que nuestra obra sea una
mera' recopilación de sentencias, ni tampoco un comentario dl
las disposiciones legales. En realidad hemos conciliado ambas
,ideas: exponemos la sentencia, transcribimos su doctrina y des-
pués de hacerle una ligera crítica indicamos otras resoluciones
judiciales que existan ,sobre el mis;no punto o puntos afines y
destacamos las cuestiones de interés. que ella plantea.
Através de la obra se citan cerca de' ochocientos fallos,
, todos ellos publicados en la oORevista de Derecho y Jurispruden-
cia".' Con tan vasto maleríal hemos creído innecesario consul-
tar la O~Gaceta de los Tribunales", pues ello no habría dado
mayor mérito al trabajo, toda vez que la publicación' de esa
Re'vista, que' coincide con el establecimiento en nuestro sistema
índice
PRIMER:'\. PARTE

TEORIA DE LAS OBLIGA-


CIONES
CAPITULO PRIMERO

CLASIFICACION DE LAS
OBLIGACIONES

l.-DE LAS OBLIGACIONES NATURALES

1. Córte de Santiago,' 3 de enero de 19.05. Rev., t. 2.°, 2.a. parte7


seco 2.a, pág. 143.

Doctrina.-'Indultado por el Pre~ídente de la República un


reo imponiéndole en el clecretola obligación de constituir a f~­
vor de la viuda del occiso una renta vitalicia por $ 10,000, que
pasaría en propiedad a los herederqs, se declara q~e es nula la
obligación; pero que las mensualidades pagadas no pueden re-
petirse por ser 'obligación nat~ra1. .
Colllentario.-Esta sentencia que plantea el interesante
problema' de' los indultos condicionales' hi~o bien ep no autori-
, zar la repetición de lo, pagado porque los principios de equidad
aSí lo aconsejaban. Pero no estamos de 'acuerdo en 'que para
10 • ~L'\NUEL SOM.'\RRIVA eNDURRAGA
:::::_--=::=.. ==-================
ello se haya fundado en la pretendida existencia de una obliga-
ción natutal, porcual1to este caso no está con~ell1plado ni en el
artículo 1,470 del Código Civil, ni fampoco en otras disposi-
ciones que puedan encerrar obligaciones de esta especie.

n.-DE LAS OBLIGACIONES CONDICIONALES Y


MODALES

2, 'Casación 14 de julio de 1904. Re"., t. 1.0, 2: parte, seco 1.",


pág. 556.

Doctrinct.-Estipulado en el seguro sobre la vida, que el


valor de las respectivas pólizas sólo puede devengarse en el caso
eventual de que d asegurado fallezca d{'!ltro de un período de-
terminado, tal cláusula importa la estipulación de una ohlig~-
ción condicional. '
Comentario.--Si bien la muerte de una persona constitu-
ye un plazo, porque hay certeza de que debe acontecer) al
exigirse que ella se vel'ifi.queen un pbzo determinado toma el
caráctci de condición, porque estamos en presencia de un acon-
tecimiento futuro e incierto que debe verificarse en el plazo es-
tipulado.

3. Casación 27 de julio de 1911. Rev., t. 9:,2." par'te, seco 1.",


pág. 426.

Doctrina.·--El comprom.eterse a pagar una deuda "cuando


hubiere fondos p~ra ello" es una obligación sujeta a una condi-
ción positiva, suspensiva, causal y posible.
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 11

Comentario.-La sentencia ·callÍ1ca a~~rtadamente la con-


dición. N9 podría, decirse que en este caso habría un plazo de
acuerdo con el artículo 2,201 del Código Civil, porque esta dis-
posición contempla una situación que si bien ofrece similitud
con la del caso fa ll::t do, es totalmente divérsa.

1 a
4. Casación 1.0 de mayo de 1911. Rev., t. 9.°, 2." parte, sec. J.. ,

pág. 272.

Doctrina.-La cláusula en que se estipula que el saldo de


precio se pagará al firmarse la escritura de compra de otra mi-
tad d~l mismo bi~n a otro condueño en un próximo mes que se
indica, no importa condid~!l de que dependa el cumplimiento
del contrato, sino una U1a~el'a de acentuar más el plazo.
Comentario.-.En el caso fallado los litigantes reconocie-
ron que existía plazo, 10 que permitió al Tribunal interpretar
e! contrato de acuerdo con la intención de íos contratantes, ale-
jándose así la duda que se pres.entaba sobre la posible e~istencia
de una condición.· .

~t ~
5. Casación 10 de mayo de 1918. Rev., t. 15, 2. parte, seco 1. ,
pág: 601.

Doctrina.-La cesión de una propiedad bajo la expresa


condición de que sirva para escuela y de que si se le da otro
destino en cualquier tiempo, vuelva, al poder del dOl1ante, da a
este último derecho a pedir la restitución del inmueble con sus
frutos en el evento de verificarae la. condición resolutoria dicha.
Comentario.-En el caso faliado existía· una obligación
12 MANuEL SOMAIlll.IVA UNDURRAGA
,- - :_~: -;; - ¡" ~ ~ . _ - -L _ ~ -.,;¡; ¡ " ~. ~ :;-·58:' ~

modal y no condicional. Con esta premisa se justifica que se


condenare a restituir la propiedad ~on sus frutos, porque aSí
, \

lo dispone el artículo 1,090 del Código Civil. En cambio si se


~on~idera como obligación condicional la devolución de los' fru*
tos no sería posible a ~irtud de lo dispuesto en el artículo 1,488
del mismo Código.

a
6. Casación 4 de agosto de 1920. Rev., t. 19, 2. parte, seco 1..,
pág. 1.

Oo.ctrina.-,-No puede considerarse como condición potes*


tativa, que consista en la mera voluntad de la persona que se
obliga, la cláusula del contrato de ,alumbrado eléctrico según la
cual t'eI ,término de 10 años podrá ser prorrogado, por la Muni*
, cipalidad por períodos sucesivos de, 10 años si lo creyere con*
venien te". '
, Comentario.-Como, con razón dijo la Corte, no .hay v~o*
lación del artículo 1,478 del Código Civil, porque semejante
cláusula constituía para la ryIunicipalidad un derecho y no una
obligación. La misma Doctrina consagra la Corte, Suprema en
sentencia de 22 de abril de 1921. Rev., t. 19, 2." parte, seco 1."',
, "

'página 5.

7. Corte de Santiago 3 de septiembre de 1930. Rev., t. 27,


La parte, seco 2.\ pág. 49.

Doctrina.-La condición es una modalidad que constituye


una excepción al derecho común y se requiere que esté expresa*
mente establecida.
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 13

Comeniario.-.-Aun cuando la. sentencia no usa las mismas


palab~s en el fpndo deja en claro éste principio básico en ma-
teria de modalidades. Por lo demás' la misma ley no presume
las condiciones salvo' casos excepcionales como son los de los
artículos 1,489 y 738 del Código Civil.

a
8. Corte de Talca 6 de enero de 1936. Rev., t. 35, 2. parte.
seco 2."', pág. 19 .

. Doctrina.-Es 11.111a por infringir el artículo 1,478 del Có-


digo Civil la cláusula de un contrato de venta de varias parti-
das de harina a diferentes precios, según la cual, el molino ven-
dedor se reserva la facultad de confirmar .las ventas 'en cualquier
época de los contrato~ para que surtan todos los efectos jurídi-
cos que le son propios.
Comentario.-.-La sentencia consideró, que semejante esti-
pulación constituía una condición meramente potestativa sus-
pensiva de parte del deudor, y de acuerdo con el artículo 1.,478
le niega todo valor'., Para llegar a esta conclusión hace previa-
mente un preciso y detallado estudio de las condicHmes potes-
tativas..

a
9. Casación 29 de julio de 1905. Rev., t. 3.°, 2. parte, seco 1.\
pág. 66 (1).

(1) Esta sentencia hasta la 27 inclus.ive, se refieren a la resolucion, es


decir, a la acción rerolutoria. '
T:l1nlbién sobre resolU'Cióndel contrato ,de arrendamiento, ver senten-
i:ias 295, 296, 297 Y 298; <lel contrat(} de compraventa 'ver sentencias
26.J y 265; del contrato <le transacción ver ,sentencia' 403.
14 MANTJEL ,SOMARRIVA UNDURRAGA

Doctrina.-.-Las particiones y adjudicaciones no son subs-


I

ceptibles de resolverse.
Comentario.-Esta interesante doctrina se ajusta evidente-
mente a la ley. Si las particiones pudieran resol;'erse se crearían
muchas dificultades de orden práctico. Resuelta una partición
tendría que hacerse de nuevo y,esta última también podría re-
solverse y ~n esa forma sería cuestión de nunca terminar. Fuera
de esto, argumentando con el texto de la ley, se ilega a idénti-
ca conclusión, si se observa que la partición no es un contrato
y, por 10 tanto, 110 puede aplicársele el artículo 1,489 del Código
Civil. Además el artículo 1,348 del mismo Código dice que
l2s particiones se anulan y se rescind,en según las mismas reglas
de los contratos, pero no se rdiere a la resolución. La misma
doctrina acepta nuestro más alto Tribunal en sentencia de 14
de julio de 1908, Rev., t. 5.°, 2." parte, seCo 1.'\ pág. 400 ..

10. Casación 30 de oc'tubre de 1906. Rev., t. 4.°, 2." parte,


" pago
sec., 1., " l''t.

Dactrina.-Si en una compraventa el precio se paga par-


te en dinero, y parte substituyéndose el comprador en una deu-
da del vendedor para con otra persona, si después no paga la
deuda no cabe solicitar la resolución.
Comentario.-La sentencia resuelve li cuestión acertada-
mente, porque a virtud de la novación que se produjo quedó
definitival~ente extinguida la obligación dé pagar el preóo que
pe~ilba sobre el coniprador.
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATO~ ANTE LA JURISPRUDENCIA 15

11. Casació,n 19 de julio de 1907. Rev., t. 4.°, 2." parte, seco 1.",'
pág. 344.

Doctrina.-El comprador que no cumple dentro del plazo


estipulado una de las obligaciones contraídas incurre en mora
y da derecho al vendedor para obtener la resolución del contra-
to, sí no se prueba que, haya aceptado el cumplimiento tardío
de la obligación o la indemnización de perjuicios. .
e omentario.-La sentencia la consideramos errada en cuan-
to parece decir que el pedir o aceptar la indemnización de per-
juicios sería obstáculo para solicitar la resolución, cuando el
artículo 1,489 del Código Civil faculta expresamente al con-
tratante diligente para demandar ambas~ cosas.

12. Casación 7 de octubr.e de 1909. Rev., t. 7.°, 2. ft parte,


sec La, pág. 240.

Doctrina.-Si una persona vende los derechos que tiene


e,n un irimueble y no se puede inscribir la escritura en el Con.-
servador de Bienes Raíces, porque la propiedad aparece inscri-
ta a nombre de otro, el comprador puede solicitar la .reso-
lución. '
Comentario.-En el caso, fallado el vendedor no había
cUlnplido con la obligación primordial que le imp~nía el contra-
to, cual era la de entregar la cosa, hacer la tradición, y por 10
tanto el comprador tenía derecho a $olicitar la resolución.
En otro caso fallado por' la Certe de Concepción el 19 de
noviembre de 1906, Rev., t. 4.°,2." parte, seco 2.", pág. 108, se dió
lugar a la r,esolución solicitada por un empleador con respecto a un
.16 MANUEL SOMARRIV A UNDURRAGA
===========-... . ,-,","--6.0-,=-~~===~;:tt=:;-","-
empleado que por el contrato se había obligado "a dedicar todo
su tiempo y a hacer todo el empeño posible para servir los inte-
reses de su principal", y que esto, no obstante, se dedicaba a
otras actividades y negocios. Aquí es evidente que existió in-
cumplímiento del ~Qntrato.
También la Cot:-te Suprema ha declarado que si el vende-
dor no hace la entrega material de la cosa vendida el compra-
dor puede solicitar la' res "lución. Sentencia de 16 de, mayo de'
1929, Rev., t. 27, 2." parte, sec 1.", pág. 190, lo que se com-
prende, pues, como veremos al éomentar la sentencia 243, re-
petidas' veces· se ha resuelto que no basta con que el vendedor
haga la entrega jurídica, sino que además es necesarIa la entre-
ga material.
13. Casación 14 de julio de 1908. Rev., t~ 5.°, 2. parte, seco La,
a

pág. 400.

Doctrina.-No procede la resolución de ló¡l compraventa


otorgada por escritura pública fundada en no haberse pagado
el precio de venta si en la misma escritura' el vendedor se da
por recibido de él. '
,Comentario.-La cuestión se resolvía aplicando el artículo
1,876, inciso 2.° dd Código Civil y, sin embargo, ni los litigan·
tes nI la Corte lo mencionaron.

14. Casación 16 de julio de 1910. R~v., t. 7.°,2: parte, seco 1.\


pág. 449 .

. Doctrina.-La resolución del contr~to no procede por fal-


L>l.S OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 17
==== -

1:a dé' cumplimiento de las obligaciones de una de las partes, sina


cURtido ésta está constituida en mora.
ComentarÍo.-Esta doctrina es uniforme y la ha consagra-
do la Corte. en diversos .otros f~llos. Véanse, por ejemplo, sen-
. tencias de 4 de junio de 1912. Rev., t. 10, 2: pa,rte, seco 1.",
pág. 507; 11 de marzo de 1917. Rev., t. 16,2. parte, seco 1.\
a

pág; 34; 12 de 'noviembre de 1912. Rev., t. 21, 2." parte, seco 1."",
pág. 241.

15. ~asación 17 de julio' de 1914. Rev, t. 12,2: parte, seco 1.",'


pág. 376.

Doctrina.-La r·esolución en el caso del articulo 1,489 del


. Código Civil 11.0 se opera de pleno derecho,' sino que ella se
produce por sentencia judicial. ,
.eomentari~.-Si bien la ley 110 10.' dice' expresamente, ello
se deduce del mencionado artículo que da derecho al contratan-
te diligente para s.oHeitar el cumplimiel).to del contrato, y si pue-
de . solicitar el cumplimiento es porqúe aun el contrato subsis-
te. Lá misma doctrina sienta la Corte Suprema en sentencia de
12 deseptiembre.de 1936. Rev., t. 33,2." parte, sec.1:\ pág. 514.

a
16. Casación 7 de mayo de 1925. Rev., t. 23, 2. parte, seco 1.",
pág.' 161. ' .

Doctrina.-.-La acción resolutoria se enerva pagando el con-


tratante negligente durante la secueIadel juicio, aun en segun-
da instancia.
e omentario.-La doctrina anterior no es sino una conse-
18 MANUE1. SOMARRIVII- UNDURRAGA
. ,
cuenda: de la circunstancia recién anotada de que la resolución
no se opera de pleno derecho. Pero naturalme~te que para que
el pago pueda enervar la resolución es necesario que se ha.sa
en forma legal, y, en consecuencia, un pago hecho sin las for:
maridades legales del pago por consigl1ación, sino por un simpie
depósito en. un Banco a la orden del Juez no es suficiente para
impedir la resolución. Así 10 ha resuelto la Corte Suprema en
a
sentencia de 9 de mayo de 1919. Rev., t. 17, 2. parte, seco 1.\
pág. 117 y laCorte de La Serena en sentencia de 22 de octubre
a
de 1907. Rev., t. 6.°, 2. parte, seco 2.", pág. 10. Esto no obs-
tante, si el pago hecho en forma no leg~l lo acepta el a~reedor,
se enervaría la acción. Así lo ha resuelto la Corte Suprema en.
sentencia de 15 de diciembre de 192 6. Rev., t. 24, 2. a parte,
seCo 1.\ pág. 550.

a
17. Casación 13 de enero de 1920. Rev., t. 18, 2. parte, seco
1
~. , pago
a , 355 .

Doctrina.-Las disposiciones de los artículos 1,489 y 1,824


del Código Civil no establecen' distinción entre la inobservan-
cia total o parcial del contrato.'
Comentario.-En este punto nuestros Tribunales se aparo'
tan de la Jurisprudencia francesa, según la cual no basta una
inobservancia parcial para dar lugar a la resolución. Es evidén-
te que la doctrina de la Corte se ajusta perfectamente a la rey
por cuanto el artículo 1,489 no hace distingos y por lo tanto al
intérprete no le es líci,to distinguir. Consecuente con esta doc-
trina y en virtud de 10 dispuesto en el artículo 1,828 del mismo
Código que .establece que el vendedor es obligado a entregar lo .
,
1..15 OBLIGACIO","ES. y LOS q>NTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 19

que reza el contrato, la Corte Suprema, en sentencia de 29 de


a
mayo de 1930, Rev.) t. 27, 2. parte, sec; C, pág. 777, resolvió
-que sr ~1 automóvil entregado al comprador' no correspondía a
la clase y tipo estipulado en el contrato de venta procedía la re-
.solución.

18. Casación· 16 de agosto de 1926. Rev., t.24, 2." parte, seco


1.", pág. 119.

Doctrina.--:--La circufl:stancia de que el' comprador' no cum-


pla el contrato por ser declarado en quiebra, no ..yS óbice para
que el vendedor solicite la resolución de él. .
Comentario.-Hoy día con la dictaóón de la Ley de Quie-
bras la cu.e::;tión se ha resuelto expresamente en los artículos 89
y siguientes. Por 10 demás jurídicamente se justifica que la de-
daración de quiebra no impida la resolución desde el momento
que .esta· circunstancia 110 constituye un caso fortuito que exima
al faI1ido' del cumplimiento de las ob1ig~ciones.

a
19. Casación 29 de julio de 1931. Rev., t. 28, 2. parte, seco
l ..", pág. 689.

Doctrina.-'-El artículo 1,489 del Código Civil no contem-


'Pla el caso en que ambos contratantes no hayan cumplido la
obligación y por 10 tanto si ambos contratantes son negligen-
tes. no puede solicitarse la .resolución ba.sándose en esta dispo-
.sición.

Comentari'o.-Sin embargo, la sentencia considerando ,que


20 MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA

n9 estaba legisiado el caso de· que ambos contratantes fuer~n


negligentes, y que el juez no pued~ negarse a fallar so pretexto
de no existir ley, declaró la resolución aplicando el espíritu ge-
neral de la legisla~ión y los principios de equidad. La sentencia
es interesante, pero ¿no podría observársele que el artículo 1,489
al conceder la aCclón al contratante diligente implícitamente se
la niega a aquél q~e no ha cumplido sus obligaciones?

20. Casación 7 de octubre de 1914. Rev., t. 12, 2." parte,


sec.' 1.", pág. 420.

Doctrina.~Procede la ,rescisión (resolución) de tln contra


to de ,fletamento y la devolución al :fl.etador del· flete pagado si
la. nave se incendia antes de principiar el viaje.
Comentario.-Esta sentencia al igual que 'la jurispruden-
,cia francesa, incurre en el error j~rídico .de hablar en e~te caso
'de resolución. Y decimos error, porque para que p~oceda la re-
~ol~ción es necesario que el incumplimiento de la obligación sea
culpable y en el caso faUado el' incumplimiento era fortuitü.
Q.ada ~sta circunstancia .la obligación del naviero se extingió
po'r imposibilidad de la ejecución, y a virtud de la interdepen-
dencia que eXiste en las obligaciones de los contratos bilaterales,
también se extingió la óbligación del fletador de pagar el flete"
lo qüe lo autorizaba para solicit~r la devolución de. lo pagado.

21. Casación 29 d~ diciembre d~ 1919. Rev., t. 18, 2." parte,


seco La, pág. 323.

Doctrina.-Pedida en la demanda la nulidad de una C0111-

'pt:aventa no ,puede en la réplica solicitarse la resolución.


LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE .LA JURISPRUDENCIA 21

Comentario.-Lil cuestión fué. bien fallada, porque, de


acuerdo con el, artículo 302 del Código de Procedimiento ,Civil,
en' la réplica no se puede alterar la acción que fuere'objeto
principal del pleito que es lo que ~contecía en' el caso, que co-
mentamos.

22 .. Casación 29, de mayo de 1922. Rev.; t. 21, 2." parte, seCa


1.", pág. 616.

Doctr~na.-.-Puede él1tablarse len un mismo juicio la acción


resolutoria contra el comprador y ,la reivindicatoria contra el
actual po~eedor. "
Comentario.,-La cuestión está expresamente resuelta en
este sentido en el artículo 19 del C6digo de P!ocedimie~to ei·
'Vil, y precisámente don Leopaldo Urrutia" miembro ~~ la co-
misión revisora, de ese Códigl?, para explicar el artículo, ponía
el caso de que se entablaran conjuntamente la acción resolúto-
ria y lareivihdicatorÍa. '
Pero en cambiQ no pueden -solicitarse conjuntamente la nu-
lidad y la resolució:p. en, conformidad al artículo- 18 del Código
de Procedimiento - Civil, porque ambas son incompatibles. Así
también lo ha resuelto la Corte Suprema en sentellcia d~ 21
de julio de 1925. Rev., t, 23, 2. parte, ~ec. 1.3 , pág. 354...
a

23. Cas::ición de 26 de.septiembre de 1924. Rev., t~ 24,2. par-


R

te, ,seco 1.\ pág. 716.

Doctrina.-'Por el hecho que el vendedor haya solicitadó


el cumplimiento del contrato no pierd'e SU derecho a soliCitar la
resolución.
22 MANUEL SOMAl1.Ri'VA UNDURRAG.\
-- ... =================.....,.
Comentario·.-Solicitar el cumplimiento o la resolución dd
contrato e~ un derecho alternativo que corresponde al contra-
tante diligente. Solicitado el cl.lmplimiento no puede sostenerse
que renuncia a ¡)édir la resolución. Esto no obstante es jurídi-
camen,te posible la relluncia tácita de ella.
La Corte Suprema con justa razón resolvió que había re-
'nuncia tácita si el vendedor demandaba ejecutivamente al com-
rrador y después se adjudicaba ~. falta de postores la propie-
dad (1). Un caso similar falla la Corte en sentencia de 2 de no-
3
viembre de 1909. Rev.,t. 7.°, 2: parte, seco 1. , pág. 267. Tam-
bién sobre renuncia tácita. de la acción
. resolutoria véase conside-,
rando 5.° de la sentenci¡:t de la Corte Suprema de 11 de enero de
1917. Rev., t. 16, 2. parte, seco 1.\ pág. 34.
ft

24. Casación 23. dcagosto de 1930. Rev., t. 28, 2: parte~


seco 1..,
pág. 185.

Doctrina.-.No procede dirigir la acción resolutoria contra


una perS011a que no figura como contratante en el contrato, sino
que actuó como ma~data!io.
Comenlario.-.La acción resolutoria es personal y sólo pue-
de dirigirse contra el contratante. En el caso fallado, maL podía
dirigirse contra el m<\1ldatario, desde el momento que en con-
formidad al artículo 2,163 del Código Civil el mandato 'se ex-
tingue por el desempeño del negocio para que fué constituido,
y sobre todo que a virtud de la ficción de .1axepresentación el
contrato celebrado por el mal1datario produce sus efectos en d
patrimonio del mandante.
(l) Rev., t. 30, 2. a parte, seco U, pág. 277.
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 23

Un caso similar al que comentamos falló la Corte Supre-


ma en sentencia de 14 de enero de 1920. Rev., t. 18, 2:" parte,
seco 1.", pág. 420.
En otra. ocasi6n por el carácter de acóón personal que tie-
ne la resolutoria, la misma .Corte Suprema resolvió, que el ven-
dedor de una cosa 110 podía pedir la l'esoluciól1 de un contrato
en virtud del cual, el compra~or la veúdió a su vez a un tercero,
contrato :il qu{! concurrió el primer vendedor sólo para decla-
rar que ratificaba la venta anterior hecha por él. Sentencia de
4 de julio de 1912. Rev., t. 10,2." parte, seco 1.\ pág. 507:

a
25. Casación 30 de abril de 1915. Rev., t. 13, 2. parte, seco
l.a, pág. 67.

Doch·ina.-Pedida la resolución de un contrato, tanto por


el comprador como por el vendedor, fundadas. en causas diver-
sas, no procede declararlo resuelto por mutuo consentimiento.
Comentario.-,-El éxito de la aCcÍó.n resolutoria queda su-
jeto a la prueba de las partes. En consecuencia, si no se prueba
el incumplimiento de las obligaciones, no puede declararse la
resolución, no obstante que ambos contratantes la hayan soli-
citado.

a
26. Casación ,9 de diciembre de 1913. Rev., t. 12, 2. parte,
seco 1.\ pág. 143.

Doctrina.-·-La acción resolutoria que emana del artículo


1,489 del Códi~ Civil prescribe en 20 años., .
Comentario.-Como dice la s~tencia no teni~ndo esta ac-
24 MANUEL· SOMAR.RIVA, UNDURR.'\.GA

ción un plazo. especial de. prescripción se deben aplicar I~s re-


glas generales. Hoy día, por la ley 6,162, de.28 de enero de
1938, el plazo de' 20 años se encuentra reducida a 10. La mis-
ma. doctrina acepta la Corte de Valdivia en sentencia de 26 de
a
agosto de 1926. Rev., t.' 24, 2. parte, seco 2.~, pág. (JO, y la rei-
tera la Corte Suprema en sentencia de 29 d~ mayo de 1922.
Rev., t. 21, 2." parte, seco L", pág. 616.
Huelga decir que la acción resolutoria jamás podrá 6cr
ejecutiva, srn:o siempre ordinaria, desde el momento que es' ne-
cesario acreditar el incumplimiento dd contrato.
R
27. Casación '2 de noviembre de 1937. Rev., t. 35, 2. parte,
seco 1." pág. 166.

Doctrina.-.-Resuelto un contrato de venta por el no pago del


precio ~e extingue la hipoteca constituída por el comp~ador.
eomentariQ.-Es evidente, aunque don Ruperto Baha~on~
deS pretendiera 10 contrario, que la resolución de un contrato
fundada en el artículo 1,489 del Código Civil afecta a terce-
ros. Así, también ,lo resolvió en otra ocasión la. Corte Suprema.
Sentencia de 14 de diciembre de 1927. Rev., t.25, 2." parte,
seco 1.", pág. 528.

IIL-DE LAS OBLIGACIONES' DE GENERO


a
28. Corte de Valdivia 15 de abril de 1925. Rev., t. 25, 2. par-
11
te, seco 2. , pág. 26.

Doctrina.-El acreedor de ~na obligación de género' pu~­


de compeler al deudor· a que cumpla su obligación por, medio
LAS OBLIGACIONES.y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 25

del procedimiei1to ejecutivo, cuando se puede ,avaluar, en lafor7


roa dispuesta por .el arfículo '460, N .. o 3.° del Código de l?ro-
¿edimiento Civil. Hecha esta aval.uaci6n por las partes de co-
mún acuerdo en el mismo contrato, procede, despachar ~anda­
miento d~ ~jecudón.
,Comentario.-"7,La disposición citada establece' ell, síntesis, '
qua la ejecución púede recaer en ún género determ~nado, cuya
avaluación se haga por peritos. Pero es evidente que si las partes
en. el contrato han hecho la avaluación e~ innecesario que ella
se haga por peritos.

IV.-'DE LAS OBLIGACIONES SOLIDARIAS (l)


a
29. ,Casación 17 de junio de 1932. Rev., t. 29, 2. , parte,
seco ,L", pág. 480.

Doctrina.-La sentencia, no es fuente d~solidaridad. Ci-


tadosa recon.ocer una ,deuda 'que no tiene el carácter· de soli-
dar~a ni indivisibl~ dos personas, en contra de 'las cuales se. man-
dó tener per', reconocida por no, haber comparecido~ es título
ejecutivo contra cada cual en la cuota que le corresponda y si
se demanda por el total a uno de ellos procede acoger ,la ex-
cepción de falta de requisitos' para que el título tenga fue~·.za
ejecutiva y absolverlo. totalmente de la ejecución.
(1) Sobre si el acreedor que tiene un crédito privilegiado c-ontra uno
,Ji: los deudores' solidarios,' pu:ede invocar el privilegio contra otro de los
deudores" ver sen'tencia 4: 15. Sobr~ un ·caso en: que se dis-cutió si habb
obligación solidaria. y en que se aplicó el ahí culo 1,512 del· Códigq Civíl, v:er.
s-t:ntencia 355. So.bre la' excepción de compensa'ción que puede oponer el
codeudDrsDlidário, ver sentencia 108.
2b MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA
==============='-..:.=:c-..::.:.:::-:r
Comentarío.~-En contra de lo q]..lC opina Raúl. Varda al
comentar esta sentencia, estimamos que el asunto fué bien fa-
.1Iado por la Corte. Además de la razón que da la sentencia,
cabe agregar que la solidaridad no se presume, sino que requiere
un texto expreso de la ley o de la convención. En consecuencia,
si se cita a dos personas. a reconocer una deudét debe entenderse
que son deudores con juntos y no solidarios.
Ver también a este respecto sentencia de la Corte Supre-
ma de 14 de en·ero de 1936. Rev., t. 33, 2." parte, seco La,
pago 193.

30. Casación 24 de abril de 1920. Rev., t. 18, 2." parte, se c-


1.", pág. 482.

Doctrina.--Si bien el acreedor puede dirigir a su arbitric


la acción contra cualquiera de los solidariamente obligados, de-
mandado UllO de ellos 110 puede embargar bienes al otr!;).
Comentario.-La solución contraria sería un absurdo, por-
que en un juicio ejecutivo no pueden embargarse bienes" sino
del ejecutado y 110 de. terceros, corno 10 sería respecto del juicio
d deudor no demandado.

31. Casacian 19 de agosto de 1931. Rev., t. 28, 2." parte;


seco 1.", pág. 762.

Doctrina.-Si se demanda ejecutivamente a un deudor 50;-

lidario y' se traba embargo


.
sobre los bienes de éste .sin obtener
~

abono alguno a la deuda, puede el acreedor exigir el pago total


a otr~ de los codeudor~s solidarios.
L\S ·OBLIGACIONES y LOS CONTRATOS ANTE LA Jt:RiSPRUDENUi\
-- -================================~====~-

Come1itario.-La, ley no obliga al acreedor a. demandar a


todos h¡ deudores en un mismo juicio. Y mientras no se can-
cele la deuda en todo o en parte conserva. la
acción para exigir
el total o el saldo de los otros deudores.

-32. Casación 20 de julio de 1927. Rev., t. 25, 2.", parte, seco


1.\ pág. 264.
Doctrina.-l\1uerto uno de los cónyuges, mientras estaba
pendiente el cumplimiento de la sentencia ejecutoriada que les
.imponía el pago de una pensión alimenticia, al cónyuge sobre-
viviente no puede .demandársele el total, sino su cuota.
Comentario.-Durante la vigencia de la sociedad .conyu-
gal las pensiones alimenticias sé podían perseguir en su totali-
dad' de el marido por que de acuerdo con el artículo 1,740 del
Código Civil ellas constituyen deuda de la sociedad ¿011yugal,
pero una vez' disuelta ésta por fallecimiento de la mujer, .el
marido ~61o es deudor de su .cuota por ser una' obligación
conjunta.

33: Casación 21 de septiembre dj! 1937. Rev., t. 35, 2: parte,


" pago
seco 1., , ""O
) •

Doctrina.--Si la obligación solidaria interesa s~lo a algu-


no.cielos deudor~s y éste paga, no puede despuésrepetircol1tra
los .otros eodeudores.
Comentario.-La situación está' contemplada en el artÍcu-
lo 1,522. del Código Civil. Se· explica por lo de!l1ás que' ·la obli-
.gacióil solickria sólo pueda interesar a uno de los deudores, por-
28 MA.NUEL SOMARRIVA UNDURRA<¡iA

que en muchos casos la solidaridad es una garantía que se con-


trae para garantizar 1~ deuda de un' tercero.

V.-DE LAS OBLIGACIONES DIVISIBLES E'·


INDIVISIBLES

Sobre indivisibilidad de la acción hipotecaria, ver senten-


Clas 378 y 381.
Sobre el N.O 4.° del artículo 1,526 'cit:l Código Civil, ver
sentenCia 426.

VI.-DE LAS OBLIGACIONES CON CLAUSULA


PENAL (1)

34. Casación 13 de mayo de 1919. Rev., t. 17, 2: part~, seco


C, pág. 134.

Doctrina.-EI depósito de dinero hecho por el


contratista
en favor de la Empresa de los Ferrocarriles 'para gara~t1zar el
fiel cumplimiento ~el contrató, importa una pena impuesta al
primero para el caso de contravención.
Conzentario.-Comodijo la sentencia no cumplie~do el
contratista, la empresa no estaba obligada a devolver el dinero.
En este caso queda' de manifiesto el carácter no únicamente de
avaluación convenci~n~l de los perjuicios que tiene la, cláu~ula
penal, sino también el carácter de sanción, de garáittía.

(i) Sobre un caso en que existÍ;¡ fianza y no cláusula penal, nr sen-


tencia :; 5 5. . .
LAS OnLIGACIONES y LOS CONTRATOS ANTE LA- .JURISPllVDENCz.'I. 29
=============,=====;:;===_. __...
a
35. Corte de Santiago 2 de octubre de 1905. Rev~, t. 3.", 2.
parte, seco 2.1<, pág. 145.

Doctriná.-No constituye cláusul~ penal la estipu~ación,


según la cual durante el plazQ que" se concede el deudor para
pagar, capital e intereses seguirá pagando el interé,s ~nal del
2 % mensilal. '
Comentario.-Resolver 'la cuestión tenia importancia, pues
si se.. consider~ba como penasetpejanie estipulación, como el
int/;!'rés era excesivo de acuerdo con el articulo 1,544 del Código
Civil se rebajaba al máximo que la ley permite 'estipular, en
cambio si era un simple interés, se rebajaba al interés corúente en
conformidad al artículo 2,206 del mismo Código, que fué .lo
que hizo la Corte.
,Hoy día a vittud de la reforma que la ley 4,694, de 27
de noviembre de 1929, introdujo al artícuÍo 2,206, en caso que
se viole dicho ar,tículo, el intel:é~ se'rebaja al legal y no al co-
rriente.

u
36. Casación 5 de julio de 1917. Revo, t. 15,2. parte, seco
1.\ ,pág. 19.

Doctrinct.-Los intereses penales estipulados son incompa-


tibles con lo~ que se deben con arreglo a la ley por vía de in-
demnización "de perjuicios.
'Comentario.-La sentencia se ajusta a derecho,pórque si
se pudiera cobrar ~mbas clases de intereses se cobrarían al mis-
1110 tiempo la pena y la indemnización de perjui~ios, lo que por
'regla general no ~cepta el artículo 1,543 del Código Civil.
índice
e A P 1~T U L o 11

DEL EFECTO DE LAS OBLIGACIONES

l.-DEL CASO FORTUITO Y DE LA FUERZA MAYOR

"'8• (;asación :21 de octubre de 1930~ Rev., t. 28, 2." parte~


:J

seco La, pág. 329.

Doctrin4.--Conforme con el artículo 45 del Código Civil


S0n smóriimas las expresiones fuerza mayor y caso fortuito.
e omentario.-En nuestra legislación no caben las disqui-
siciones de los autores franceses para distinguir entre el caso
fortuito y la fuerza mayor, pue's, como dice la sentencia, el ar-
ticulo 45 las hace sinónitnas.
La Corte Suprema ha declarado que ,existe caso fortuito:
en el incendio de carbón que se dedara ~n un buque. Senten-
cia de 29 de agosto de 1931. Rev., t. 29, 2. a parte, seco La, pág.
137; en el derrunibede un puente que se había ~evisado y donde
existía un guardia, sentencia de 22 de septiembre. de 1923. R.ev.,
t. 22, 2." parte, seco 1.\ pág.' 494. .
32 MANUEL SOMl"RRIVA UNDURRAGA

En calnbio, ha estimado que no constituye caso fortuito el


robo de las mercaderías que se. produce~ mientras permanecen
en poder del' porteador. $entencia de 9 de enero de 1906. Rev.,
t. ~.o, 2. parte, seco 1.\ pág. 326. Sin embargo, de la sentencia
a

a
de 7 de enero de 1922 publicada en el Rev., t. 21, 2. parte,
sec~ 1. , pág. 490, par~ce despre~der$e que el robo exime de
a

responsabilidad al porteador.
Asimismo se ha estim.ado que existe fuerza. mayor: en no
otorgar el instrurnento de legitimaCión de un hijo por tener que
practicar otras diligencias ordenadas por el juez, que consistían
en nombrarle' al hijo un curador especial para que aceptara la
'legitimación. Corte de Tacna, 5 de septiembre de 1906. Rev.,
a
t: 4.°, 2. parte, séc. ·2.", pág. 36; en no cumplir una obligaci6n
por impedirlo un decreto de l~ Alcaldía Municipal, Casación
9 de junio de 1928. Rev., t. 26, 2.~ parte, seco 1.", pág. ,214; en
la cancelación que hace la Dir,ecóón. de Servicios Eléctricos del
carnet a un operador de biógrafo, Corte Suprema, 8 de agos!:o
de 1933. Rev., t. 30, 2. parte, seco La, pág. 533.
a

En los tres casos citados no se cumple la obligación, por


un acto de la 'autoridad, en 10 cual los aut~res unánimemente
ven fuerza mayor. '
También se ha declarado que existe fuerza mayor en una
huelga ilegal y produ~ida en forma intempestivá. Corte Supre-
n
ma (Queja), 11 de diciembre de 1933. Rev.;t.31, 2. parte, ~ec.
1. .., pág. 14 3; en el ~ccidente que sufre un mayordomo en un caba-
llo proporcionado por un tercero, cuando efectuaba con el ani-
mal pruebas que nada tenían que'ver~on el oficio. Corte Su-
prema, 28 de diciembre de 1933. Rev., t. 31, 2. parte, sec 1.\
a

pág. 156.
LAS .oBLIGACIONES y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 33
.~+~-,; -~:..:.-

P{)r el contrario, el mismo Tribunal ha estimado que no'


constituye fuerzá mayor que impida tachar de falsa' una letra
cuyo protesto se notifica, el hecho de estar la persona inco-
municada si con la venia del juez estaba autorizada para en-
viar y recibir cartas. Corte Suprema, 28 de junio de 1933. Rev.,
t. 30, 2." parte, seco La, pág. 468.
R
39. Casación 9 de septiembre de 1937. Rev., t. 35, 2. parte,
seco La, pág. 31.

Doctrina:-Habie:ndo incurrido en cmara el deudor obliga-


do a pagar en moneda extranjera antes de establecerse el Con-
trol d>f.;~ Cambio, el 110' haber obtenido autorización de ese' orga-
nismo para conseguir divisa extranjera, aunque ello pudiera con-
siderarse como fuerza mayor o caso' fortuito-, no liberaría de
responsabilidad al deudor.
Comentario.-EI caso fortuito,. pOr regla general, produ-
cé el ef.ecto de eximir de responsabilidad al deudor, pero, de
acuerdo con el artícuÍo 1,547, inciso 2.° del Código Civil, ello
no acontece cuando el deudor se encuentra constituído en mora
que era precisamente el casp' fallado ..

n.-DE LA CULPA Y DEL DOLO (1)


2
40. Corte de Santiago 3 de enero de 1918. Rev., t .. ·18, 2.
parte, seco i. n, pág. 240.

Doctrina.-lmporta culpa leve, de parte de la Empresa


(1) Sohre esta materia vé'ase también los delitos . y cuasidelitos, sen-
tencias 432 y siguientes.
34 MANUEL SO~fARRIVA UNDURR.A,G,\
==,==============
.... -
de los Ferrocarriles del Estado, el hecho que el carro que con-
ducía unas mercaderí~ no saliera en buenas condiciones y que
no fuera revisado cuidadosamente ,al emprender el viaje.
Conzentario.-En el caso fallado la culpabilidad apar~da
de manifiesto.
Igualmente la Corte Suprema resolvió que existía el mis-
mó grado de culpa de parte 'del capitán que abandona la nave
sin tomar las precauciones necesarias para evitar un naufragio,
a pesar que desde el día antes del siniestro había amen~za de
temporal en la bahía. Sentencia de 3 de diciembre de 1921.
2" par t.e, seco IR'
l~V., t. 21 ' :
n. " pag.1.""'83 .
Asimismo, si el ejecutante a sabiendas de no pel'tenear
al deudor embarga animales. de propiedad de un tercero, de lo
que pudo cerciorarse antes del embargo con mediana diligencia,
incurre en culpa que lo hace responsable por las faltas del ga-
nado que debe restituir al tercero, cuyo dominio ha sido reco-
nocido en el respectivo juicio. Corte Suprema, 24 de julio de
1905. Rev., t. 3.°, 2." parte, seco 1.\ pág. 60. La misma doc-
tri~a acepta la Corte de La Serena en sentencia de 21 de octu-
bre de 1907. Rev., t. 6.°, 2." parte, seco 2.", pág. 3.

41. Casación 10 de julio de 1905. Rev., t. 3.°, 2. a parte, :ice.


1. ", pág. 36.

Doctrina.-En el transporte se presume que la pérdida,


. avería:, o re~ardo de las mercaderías ocurre por su culpa si no
justifica el porteador que ha ocurrido un caso fortuito, no bas-
tando que se deje establecido de un modo vago o general que
empleó toda diligencia y cuidado en la conducción.'
U,S OBLIGAC!ONES y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCiA 35
-, .

Comentario.-Esta sentencia nos lleva a reflexionar sobre


el siguiente punto: Para que el deudor se exima de responsabi-
lidad, basta con acreditar que empleó toda la diligencia y cui-
dado en. el cumplimiento de la obligación, ¿ó s~rá necesario acre-
ditar directamente el caso fortuito o fuerza mayor? También la
cuestión. se podría plantear en los siguientes términos: Si se
acredita que el deudor empleó tecla la diligencia y cuidado, y
que esto, 110 obstaqte, no puJo cumplir la obligación, ¿por
este solo hecho se entenderá acreditado el caso fortuito? Nos
parece que la respuesta debe ser afirmativa. Porque si no ha
existido culpa ni dolo debe entenders'e que hay caso for~uito
o fuerza mayor, ya que únicamente estas tres circunstancias
pueden oponerse a que el deudor cumpla 12; obligación. En el
caso fallado la' prueba de la diligencia no fué completa y Por
.eso no se eximió de responsabilidad al porteador.

a
42. Casación 26 de julio de 1929. Rev., t. 27, 2. parte, seco
1.", pág. 440.'

Doctrtna.-No constituye dolo la recomendación para en-


trar en un negocio que hace una persona que en la época en
que' 10 recomendó pudo considerarlo bueno de buena fe.
Comentario.-En el caso fallado aparece de manifiesto que
no hubo intención de producir un daño y mal, en consecuen-
cia, pudo existir ¿olo. Por esta mism~ razón la Corte Suprema,
-en sentencia de 15 de abril de 1932, Rev.,t. 29, 2. parte, seco i:,
a

pág. 377, resolvió que no podía i.tnputarse'dolo al asegurado, que


al contratar el seguro, dió a conocer la enfeqnedad que un mé-
dico le había pronosticado y que fué examinado por el mé~
36 MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA
--"~~-=============,~=====

dico del asegurador, aunque ocurra que la enfermedad era In-


curable y que le produjo la muerte a corto plazo.
La Corte de Santiago, en sentencia de 22 de octubre de
a
1904, Rev., t. 3.°, 2. parte, seco 2.\ pág. 58, falla un caso
similar al anterior.

43. Casación 24 ge octubre de 1911. Rev., t. 10, 2." parte,


seco 1.", pág. 81.

Doctrina.-No hay dolo de parte de la ,mujer casada por


el hecho confesado por ella de haber ,celebrado un convenio con
el propósito de no cumplirlo por estimarlo contrario a la ley
y a la motal.
e omentario.-Como dice la sentencia, con justa razón,' por
la circunstancia anotada de ac~erdo con el artículo 1,685 del
Código Civil, la mujer 110 quedaría privada de pedir la nuli-
dad, ni tampoco sería vicio de consentimiento en los términos
que exige el artÍcülo 1,458 del mismo Códigq.

44. Casación 4 de mayo de 1918. Rev., t. 15, 2."parte, seCo


1.", pág. 581.

Doctrina.-EI dolo no se presume en los contratos y debe


probarse por la parte que lo invoca.
Comentario.-Esta regla establecida en el artículo 1,459
del Código Civil, después que 'el legislador s~ refiere al dolo
como. vicio del, consentimiento, es evidente que se aplica cual-
quier~ forma que pueda revestir el dolo, ya sea como elemento
LAS' OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 37

del delit.o o como hecho -que agrava la¡ responsabilidad ¿el


deudor:·
Natu.ralmen.te que hay excepcio~es. como el caso del ar-
tículo 270 del CódigCi de Procedimiento Civil en el cual se pre-
.sume dolo en contra de quien solicita una medida prejudicial
precautoria y no deduce oportunamente la demanda,' presun-
ciónque según lo ha declarado la Corte de ~ a,lparaíso en se?--
tencia de 4 de julio de 1932. Rev., t. 31, 2 .. D. parte, seco 1.",
pág. 462, es meramente legal.
T ambién ~ presume dolo, en conformidad al artículo 22
de la Ley de Cheques y Cuentas Corrientes Bancarias, cuando
se gira un cheque sin fondos y no se consigna su valor dentro
de tercero día del requerimiento. Y como lo ha resuelto la Cor-
te de Valdivia, este requerirnientó no debe entenderse hecho
por la notifiéación del protesto. Sentencia de 7 de diciembre de
a
1932. Rev., t. 32, 2. parte, ·sec. 2.", pág. 67.
El dolo puede. probarse por medio de presunClOnes, no hay
nínguna disposición que establezca lo contrario .y así lo reco-
noce la C~rte Suprema en sentenéia de 26 de octubre de 1922,
Rev., t. 21, 2." parte, seco 1.", pig. 947, pero como agrega esta
sentencia; que casó de oficio la de la Corte de Apelaciones, esne-
cesário que en el fallo se puntualicen y anaÍicen los hechos que
han llevado al juez "alconvencimiento, no. bastando con decir I lque
las ded~raciones de los testigos del demandante forman pre~
sun~iones que por ser graves, precisas y co~cordantes constitu-
yen plena prueba a juicio del T~ibunal".
De acuerdo con este criterio la misma Corte también casó
de oficÍo una sentencia' en :que habié~dose opuesto la excepció,ri
de dolo, no hizo un estudio" completo de la prueba rendida
MANUEL SOMARRlVA UNDURRA,GA

para darlo por probado o por no probado, sino que se limit6


a decir ((que el demandado no ha comprobado que la deman-
dante h~'ya incurrido en dolo". Sentencia de 18 de rr:ayo de
1935. Rev., t. 32, 2. a parte, seco La pág. 371.

45. Caiación 1.0 de junio de 1937. Rev.) t. 34, 2." parte, sec.
1.\ pág. 277.
Doctrina.-La culpa grave equivale al dolo y se incurre
en .error de derecho al dar por establecida aquélla y al mismo
tiempo sostener que no hubo intención posit.iva de inferir inju-
ria a la persona o propiedad de otro.
Comentario.-El error en qu~ incurría la Corte de Apela-
ciones era evidente corno 10 hizo. ilotar la ~orte Suprema.

46. Casación 10 de noviembre, de 1920. Rev., t. 19, 2: partc~


seco l. a, pág. 415.

Doclrina.-La circunstancia de que el artículo 44 del Có-


digo Civil equipare el dolo a la culpa grave no signIfica que
ésta deba probarse al igual qu~ aquéL
Comentar.Í'O.-Bste fallo aceptado casi unánimemente a
nosotro.s nos merece ciertas dudas, porque el artículo 44 no hace
distinciones, sino que equipara en una forma absoluta ambos
conceptos. La historia de este precepto tomado del JUr1scün-
suIto Pothier, también hace llegar a esa misma conclusión. Fi-
nalmente, cabe observar que 110 parece lógico presumir la culpa
grave contractual en circunstancia que ni el dolo ni la mala fe
se presumen' por expresa disposición del legislador.
" .
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 39
: ;:': . .;-======================-
' ......:.==-:- ._' --

III.~DE LA MORA (1)

47. Casación 3 de julio de 1907. Rev., t. 4.", 2.~ parte, seco 1.",
pág. 341.

Doctrind.-No ülcUlTe en l~lora el deudor que no paga en


el plazo convenido si antes del vencimiento se le notifica en
forma legal la orden judicial de, retener en su poder la suma
debida, ord~n decretada a petición de un tercero. '
Comenta'rio.-EI decreto judicial que ordena la retención
es fuerza mayor que impide al deudor cumplir la. obligación,
y, no obstante, la doctrina desafortunada de don Ruperto Baha-
mondes en. contrario, unánimem.ente se ha reconocido que la
mora suponé que el incumplimiento de la obligación es imputa~
bIe al d-:!udor.
U11 caso similar falló la Corte Suprema en sentencia de
22 de agosto de 1936. Rév., t. 33, 2: parte, seco 1."~ pág. 486.
En otra oportunidad el mismo Tribunal por la razón apun-
tada, en sentencia de 15 de diciembre de 1928, resolvió que si
una persona se negaba a subscribir un contrato a que se obligó
por una promesa, porque se habían introducido el1 él cláusu-
las que no figuraba11 ·en aquélla, no se encontraba en mora. La
sentencia apárcce publicada en la Rev., t. 22, 2." parte,sec. 1."-,
pág. 775,.
Nuestra Corte Suprema en oH'as ocasiones también ha re-

( 1) Sobre la responsabilid",d del deudor por caso fortuito, cu.~lldo


éste produce durante la mora, ver sentencia 39; sobre la mora en l~
5'C
~'espon1labiHdad extra contractual, ver, sentencia 432.
MANUEL SOMARRIVA UNDURR'AGA

conocido la necesidad de que exista culpa. para que al deudor


pueda considerársele en mora. Ver sentencias de 23 de abril de
1925, Rev., t. 2,3, 2: part~, seco '1.a, pág. 273'; 15 de diciem-
a
bre de 1924, Rev., t. 25, 2. parte, sec .. l.", pág. 65; Y 14 de ju-
lio de 1931, Rev., t. 28, 2." parte, seco 1.", pág: 655. Sin em-
bargo, en sentencia de 23 de septiembre de 1903, Rev., t. 1.0,
2." parte, pág. 326, parece aceptar la mora' sin ·culpa.
Pero no podría considerarse como caso fortuito que eximie-
ra de la mora la circunstancia de que la Empresa de los
Ferrocarriles no pague la cantidad adeudada por el hecho de
no haber dictado el Director General el respectivo decreto. Así
lo ha resuelto la Corte de Santiago ~n senten~ia de 23 de di~
ciembre de 1928. Rev., t. 28, 2." parte, seco 1.", pág. 222.

4tt Casaci6n 1~ de julio de 1904. Rev., t. 2.°, 2. a parte, seco


I,. n ,
,pag. 5.

Doctrina.-Para que un legatario, a quien se le impone


una obligación en el testamento, esté en mora no basta que
transcurra el pla~o fijado por .el testador, sino que es necesárit?
requerimiento judicial..
Co.rnentario.-La sentencia que es muy ,interesante 'llega
a esta cOlJclusión después de examÍl1ar la expresión ~~térm'ino
estipulado" que emplea el artículo 1,551 del Código Civil, ma-
nifestando que estipular significa acuerdo de voluntades, y en
el testamento sólo existe la voluntad unilateral del testador.

49. Casa<;ión 8 de junio de 1911. Rev., t. 9.°,2." parte, seco 1.\


pág. 358.
L~S
.
OBLIGACIONES'Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA
----,-:-:_.="= = = = = = = =
, - 41

'Doctrina.-La demanda entablada ante juez incompeten-


te no coloca en morá al deudor.
. eomentario.-Entrees'te fallo y el que declara que la de-
manda ante Tribunal incotp.petente interrumpe la prescripción
(ver sentencia 142), hay manifiesta contradicción, pues tanto
la. mora c~mo la interrupción de la prescripción se basan en 'la
manifestación de voluntad que hace el acreedor.

50. Casaéión 28 de noviembre de 1910. Rev., t.' 9.°, 2.~, parte,


seco 1.", pág. 79.

Doc trina.-Si el arrendador no hace én la cosa arrendada'


las reparaciones necesarias sufridas a co~secuencia de un terl:e-
moto, el arrendatario no está: en mora de pagar las, rentas._
eamentario.-En el caso fallado la' sentenciá aplicó.el' ar-
tículo 1,552 del 'Código Civil, que ~ncierra er conocido aforis-
mo ((la mora: purga a la mora".
La Corte de Talca, en sentencia de 26 de agosto de 1931,
a
Rev., "t. 30, 2. parte, seco 2.e., pág. 1., hace un interesante es-
tudio de la citada disposición ..
En, todo caso para q~e reciba aplicación el artículo 1,552
es necesario que aínbos co'ntratántes se haUen en mora, por eso
la Corte Suprema; en sentencia de 27 de noviembre de 1911,
Rev., t. 10.; seco La, pág. 183, resolvió que si el donatario no'
cumplía su obligación dentro del plazo estipulado se colocaba
en mora, "aun cuando el 'donante no hub~era cumplido la -suya
sr para ello no tenía plazo fijado en el contrato. A esta sentencia,
SIn' embargo, cabe hacerle una observaci6n. ¿Puede' aplicarse el
-
42 MANUEL SOMARRIYA UNDURRAGA
========""--===-" _._~

artículo 1,552 a la donación, cuando éste sólo habla de contra-


tos bilaterales y la donación no tiene este carácter? .
En otra oportunidad la Corte Suprema resolvió que el
comprador que no pagaba el precio ,en el plazo estipulado se
constituía en mora, aunque la propiedad comprada, libre de todo
gravamen, reconociera una hipoteca. Sentencia de 12 de octu-
0
bre de 1906. Rev" t. 3. , 2: parte, seco 1:, pág. 421. La cuestión
fué bien fallada porque el.vendedot se allan~ a pag~r. la hipo-
teca y además el coml?rador no había sido demandado por el
acreedor, de modo que no se había producido la evicción.
, Con, respecto al citado artículo 1,552 el Tribunal Supre-
mo, ell sentencia de 7 dé octubre de 1935, Rev., t. 33, sec. 1:\
pág. 33, resoh;ió que el principio establecido en esa disposición
mantiene su vigor, aunque los "d-erecho1¡ de uno de los contra·
tantes se cedan o transfieran a un tercero. La sentencia se
justifica porque ·los efectos de los contratos tanibién alcanzan
a los sucesores, ya sean a título universal o sillgulár..

5 e Casación 4 de agosto de 1931. Rev., t. 28, 2." parte, seco


'1."', pág. 717.

Doctrina.-Es r~dllndante pedir expresamente que se de-


clare en mora al contratante respecto de quien se pide la reso-
lución dd contrato por el no cumplimiento oportuno de sus
obliga~iones.
Comentario.-En el caso fallado por el hecho de pedir la
rcsoluóóú. el contratante diligente ya ha existido el requirimien-
to judicial qu~ ~xlge el N.O 3.° del artículo 1,551 d-el Código
'Civil.
VIS OBLIGACIONES Y LOS CONTRAToS ANTE LA JURISPRUDENCIA 43

, Sinetnbargq, para que el deudor se coloque en mora no


basta cualquiera presentención y notificación judicial. Po~ esta
razón la Corte Suprema, en sentencia de 19 de agosto de 1904,
"2u
R ev., t. Z., . parte, seco la f-54 , reSO.VlO
., pago l ·que
' !la presentacwn
.,

en que se pide se notifique al vendedor para que dentro de tercero


día sanee la propiedad vendida, no tiene el caráctér de una ver-
dadera reconvención judiciaI y no coloca en mora al' deudor.
Agregó la Corte que no tenía el carácter de re~onvención judi~
cial, porque no se refería a una obligación ya legalmente retar-
dada.
En otra ocasión el mismo Trib)..ll1al,· en sentencia de 26
de octubre de 1904; Rev., t. 2.~,2." parte, seco 1.", pág. 150, fa-,
lló que no importaba reqtierimientoel acuerdo de los copartíci-'
pes'de'designar un árbitro que sin ulterior re'curso' liquidara la
c311tidadde cargo de éada uno de 'los herederos que habíGl,l1 ex-
plotado propiedades comunes.

52. Casación 24 de diciembre de 1918. Rev., t. 16, 2.;' parte,


seco 1.\ pág. 487.

Doct:ina.-Alterado por consentimiento mutuo de las par-


tes el plazo fijado para el cumplimi~nto del contrato sin reem-
plazarlo por otro, el plazo primitivo desaparece y deja d~ in-
terpelar por sí solo á los contratantes. '
. '. .

eomen!ario.-Habe~ derogado el plazo es 10 misnio que si


no hubiera .existido, y por 10 tanto, para constituir en mo.ra a-I
deudor hay, necesidad de reconvención judicial.
'44 MANUÉL SOMARRIVA UNDURRAGA
============~==========~==~====~~
. .
53. Casación 8 de junio de 1922. Rev., t. 21, 2. a parte, seco 1.\
p.ig. 651:

,Doctrina.-Si un arren.datario se obÍiga a pagar las con-


tribuciones de la, cosa arrendada no está en mora de hacerlo por
el no pago, sino que es necesario que haya r~quirimiento ju-
diciaL
Comentario.-La cuestión se prestaba a dudas, porque bien
podía considerarse que en el caso propuesto existía un plazo
tácito, ya que el Fisco determina las épocas del año en que de-
ben pagarse las contribuciones .. La sentencia estimó lo' contra-
rio. La misma Corte, en fallo de 17 de octubre de 1912,
Rev., t. 11, 2." parte, seco 1.", pág. 103, parece aceptar idénti-
Ca doctrina.

54. Casación 2 de junio de 1928.,Rev., t. 26, 2." parte, seco 1.\


pág. 209 .

. Voctrina.-bstablecido que de acuerdo con lo c0l:venido


el administrador de un fundo debía ser repuesto en la admi-
nistración después del restablecimiento de su salud y que rea-
lizado este evento, el demahdado se .negó a entregársela nue-
vamente, en virtud de esta sola negativa queda constituído en
mora de cumplir la obligación que el convenio le imponía:. '
Cor;tentario.-La Corte para d~r por establecida l~' mora
aplicó el N.O 1.~ del artículo 1,551 del Código Civil, lo que
parece discutible, porque en el caso fallado el restableciiniento
de la salud del administrador bienp~día considerarse como
condición, y no como un mero plazo.
"-
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 45
-. !..:.;.

55. Casación 12 d~ !l0viembre de 1921. Rev., t. 21, 2. a parte, .


sec.l.", pág. 241.

,Doctrina.-.-Si en un contrato de compraventa se da el


plazo, de quince meses para que el comprador pagara sin in-
tereses ·la parte del precio que ho cumplió al contado, que-
'dando mientras tanto la vendedora 'goziJ;ndo de ¡os arriendos,
mientras no 'recibiera del comprador esa parte insoluta, el com-
prador no está el1 mora por no haber pagado en el plazo esti-
pulado.
eamentario.-Fundando la sentencia _ la Corte agrega:
t~Aunque, por regla general,' el deudor está en' mora cuando
deja de cumplir la obligación en el término estipulado, no pro-
cede apl~cá.r este pfincipio a la compraventa a que se. ha hecho
es
referencia en que si verdad que se fijó al comprador un pÍazo
determinado para efectuar el pago de l~ parte· insoluta de pte-
. cío, también lo es que los contratantes entendieron que podía
sobrevenir up.a· prórroga indefinid~ de ese plazo. compensada
con el goce también indefinido que la vendedora podría ejer-
cer sobre la cosa vendtda".
La verdad que la argumentación dé la Corte no se basa en
razones legales y no es muy. qmvincente. Quizás por razones
de ,equidad hubo deseo de favorecer al comprador.

56. Casación 14 de mayo de 1912. Rev., t. 1O~ 2." parte, seco


, 1.", pág. 412.

Doctrina.-La mora del acreedor .se produce por el requi-


rimiénto del deudor para que reciba la' cosa comprada.
46 MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA
==================-="~"-
Conzentario.-"La Corte no 10 dice expresamente, pero así
se deduce de la sentencia. La ley ene!' caso del acreedor, no
dijo como lo hizo con respecto al deudor, cuando se constituía
en mora. Si nada ha" dicho la ley parece evidente decidir que no
es necesario el" requerimiento judicial, ni menos como algunos
han pretendido que se pague por consignación, 'sino que" basta-
ría una oferta aunqire fu~ra privada.

IV.-DE LOS PERJUICIOS (1)

57. Casación 19 de ,mayo de 1905. Rev., t. 3.°, 2.:~ parte, sec.


1.", pág. 1Z.

Doctrina.-No acred!tándose los perJUlClOS alegados por


el arrendador con la mora ~n la entrega del fundo no procede la
condenación del ~rrendatario.
Comentario.-Tratándose de la indemnización judicial de
perjuicios, elios no se presumen y;. por lo tanto, el que los alega
debe acreditarlos. Así también 10 resolvió" la Corte de Concep-
ción. Sentencia de 19 de noviembre de 1906. Rev., t. 4..", seco
2.", pág 108.
Por la razón indicada se deduce que la demanda .de per-
juicios es ordinaria, y ellos no pueden demandarse ejecutivamen-
te, salvo que estuvieren determinados por sentencia ejecutor.ia-
da. Corte Suprema sentencia de 13 de octubre de 1906. Rev.,
a
t. A.°Z
.., . parte, seco 1'"., pago 4.

(1) Sobre esta materia ver también los dditos y cuasidelitm, seu-
tCl1cia~ 432 y siguientes.
Ll.S OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 47

58. Casación 23 de abril de 1925. Rev., t. 23, ~.a parte, seco lo",
pág. 273. '

Doctri1ia.-Para que se indemnicen los perjuicios previstos


no es necesario 'que el deudor haya obrado con dolo, basta que
haya existido cllÍpa.
Comenlario.-La cuestión está eXDresamente resuelta en
~ ~

el articulo 1,558 del Código Civil. Sólo se exige dolo si se de-


mandan perjuicios imprevistos.
Por existir culpa la Corte Suprema, en sentencia de 25
de octubre de 1926, Rev., t. 24, 2. parte, ,seco 1.'", pág. 484,
R

dict¡:úulnó que sí el depositario entregaba .las cosas depositad?S


a un tercero distinto del depositante, era resporuable de los per-
juicios que ocasionaba a éste.

59. CasaCión 29 de diciembre de 1933. Rev., t. 31, 2.""parte,


a
seco 1. , pig. 157.

Doctrina.-Es un antecedente jurídico de la acción de per-


juicios, cuando no se imputa dolo al deudor, según el artículo
1;558 del Código Civil, el de que los perjuicios sean una conse-
cuencia inmediata y directa del no cumplimiento del deudo!' .. :
Comentario.-De ésta sentencia se desprende que única-
mente son indemnizables los perjuicios directos, pero no los in-
directos, en 10 que, esti plenamente de acuerdo la doctrina. El
daño indirecto no es indemnizable por la sencilla razón de q'ue
entre él y el acto 'culpable o doloso no hay relación de cau:;a-
lidad. Sin embargo, tratándóse de indemnización por un cuasi-
delito', la Corte Suprema en un considerando de la sentencia de
48 MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA

14 de junio de 1923, Rev., t. 22, 2~a parte, seco l.a,


pág. 241,
errónéamente sósúene que el daño indirecto e indemnizabb.

60. Casación 16 de diciembre de 1920~ Rev., t. 19, 2." parte,


seco ,1.a, pág. 550.

Doctrina.-La sentencia que da lugar a la indemnización


de perjuicios limitándose a decir que el demandante ha estable-
cido ciertos hechos, sin decir por qué medios probatorios llega
a esa conclusión, es nula por omitir las consideraciones de hecho
- '

y derecho que deben servir de, fundamento al fallo.


Comentario.-La misma doctrina sienta la Corte en sen-
tencia de 19 de ~arzo de 192 7. Rev., t. 25, 2." parte, seco 1.",
pág. 156. También se ha fallado el caso contrario, es decir, que
si la sentencia de segunda instancia, mqdificando la de primera
niega lugar a la indemnización limitándose a expresar "que el de-
ma'i1dante no ha justificado que se le hayan originado perjuicios,
es nula por omitir las consideraciones de hecho y derecho que
deben servirle de fundamento. Corte Suprema sentencia de 14
n
de el1ero de 1913. Rev., t. 11, 2. parte, ·sec. 1.", pág. 238.
Pero si se desecha la demanda por no estar probada la res-
ponsabilidad dá· demandado, la sentencia no necesita exponer
consideraciones respecto al daño sufrido y al monto de la in-
'demnización. Así lo ha resuelto el Tribunal Supremo en. senten-
a
cia de 29 de julio de 1933. Rev., t. 31, 2. parte, seco 1.", pág. 69.

61. Casación" 20 de octubre de 1919. Rev., t. 18, 2.0. parte,


seco 1. ",pág. 62.

Doctrina.-Conde~ado un Banco a la restitución de unas \


LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 49

acciones, la disminución de valor que ellas experimenten des-


pués de notificada la demanda importa daño emergenté que
. debe ser indemnizado por el Banco.
eomentario.-En este caso existió de' parte. del dueño de
las acciones, un empobrecimiento reaI y efectivo que es lo que
caracteriza el daño emergente.
. En cuanto al otro elemento de la indemnización, el lucro .
cesante~ la Corte'.Suprema, en sentencia 'de '21 de septiembre
a
de 1923, Rev., t. 22, 2. parte, seco 1.", pág. 452, estimó que no .
.10 constituía lo que' el acreedor hubiera podido obtener en otros
negocios posibles.' ,
El mismo Tribunal ha declarado que la expresión daño
que usa el artículo' 928, del CódIgo Civil, al referirse .a las
"acciones de despojo violento está tomada' en la ac.epción· de
perjuicio indicada por los artículos 926 y 1,556_ del mismo' Có-
.digo y 'comprende tanto el daño emergente como el lu-
qo cesante. Sentencia 'de 27 de junio de 1919. Rev., t.
, 17, 2."- parte,. seco La, pág.
, 242. Pero según parece desprenderse
de la sentencia de la Corte de Talca de fecha 9 de ju~io de
a
1931, Rev., t. 29, 2. . parte, seco 2."-, pág. 87, en .el juicio en
que se ejercita la acción de re~titución o restablecimiento no
procede ordenar el pago de perjuicios.
La Corte Suprema, en sentencia de 23 de agosto de_' 1912,
Rev., t. 11, 2. parte, sec: La, pág.' 188, dec1~ró que los intere-
a

ses del capital en que se valora el monto re~l del perjuicio cau-
sado es la indemnización del lucro cesante.

62. ·Casación' 28 de julio de 1933. Rev., t. 30, 2. a parte, seco


l.a, pág., 495.
50 MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA
:: -[~ '-,,;,:"'N~;ff·~.:-

Doctrina.-No procede solicitar aisladamente indemniza-


ción de perjuicios sin pedir al mismo tiempo la resolución o el
cumplimiento del contrato.
Comentario.-A una demanda de esta naturaleza le fal-
taría el antecedente jurídico en que debe fundarse, pues como
acertadamente dice la sentencia, si la ley en el artículo 1,489 del
Código Civil autoriza para solicitar perjuicios es C01110 u.na con-
secuencia de la resolución o del cumplimiento del contrato.

a
63. Casaóón 9 de noviembre de 1927. Rev. t. 25, 2. parte,
seco 1.", pág. 472.

Doctrina.-No puede sostenel'seque el mayor valor ad-


qUirido por el bien enajenado por el mandatario, haciendo uso
indebido del mandato, 'sea una consecuencia inmediata y direc-
ta de la enajenación, ni que ese perjuicio se previó al momento
de contratar.
Comentario.--La sentencia estudiando sobre si ese perjui-
cio se pudo prever, dice que no obstante que la ley 110 consigna
una norma para poder establecer cuales pueden serlo, de aC1,.ler-
do con la doctrina de íos tratadistas son tales aquéllos que el
acreedor sufre en la cosa que 'es objeto de la convención, pero
nd los causados en 105 demás bienes. Confirmando lo sostenido
ell la sentencia de 29 de diciembre' de 1933, Rev., t .. 31, sec e,
pág. 157, la Corte en este fallo declara que sólo S011 inde1l1ni-
zables los perjuicios directos, pero no los indircct05.

64. Casación 14 de septiembre de 1934. Rey., t.32, 2. H parte,


a,
seco 1. pág. 8. .
Ú,S OBLIGACIONES y LOS .CONTRATO·S ANTE LA JURISPRUDENCIA" 51

Doetrina.-'-Es competente la justicia o~dinaria para' cono-


cer de la demanda en que se persigue ¡¡ resohición con. indemni.
zación de perjuicios del contrato de arrendamiento de servi-
cios que se dice celebrado entre el actor y la. Municipal~dad con
motivo del nombramiento que se le hizo.
Comentario.-EI punto debatido estaba resuelto con apli-
car el artículo 1. de la Ley Orgánica de Tribunales.
Q

65. Casación 16 de diciembre de 1932. Rev~, t. 21,2." parte,


seco 1.\ pág. 1053.

Doctrina.-El artículo 196 del Código de Procedimiento


Civil no Se aplica cuando se solicita indemnización por un de-
lito o cuasidelito.
Com.entario.-La cuestión la resolvió la Corte cuando ad·
mitió por' primera vez la indemnización del daño moral, en
CUY!? caso era imposible cumplir con las exigencias de ese artícu-
lo. Con posterioridad esta doctrina se ha aceptad~' por innume-
rables fallos. Véanse, por ~jemplo; los publicados en la Rev., t.
32, 2." parte, seco 1.", pág. 538; t. 31" 2. part-e, seco 1.'\ pág.
a

a
462; t. 28, 2. parte, seco La, págs. 270, 295, 347.
La Corte reafirma su doctrina de' que el artículo 196 del
Código de Procedimiento Civil se refiere sólo a los perjuicios
que resultan de la inobserva11cia del contrato, al declarar en sen-
a
tencia de 8 de enero de 1930, Rev., t. 27, 2. .~rte; seco 1."',
pág. 744, que esa dispo~ición no se aplica a los, perjuicios que'
se puedan cobrar al Fisco por una expropiación ilegal.
52 . MANUEL SOMARRlVA UNDURllAGA

66. Casación 7 de agosto de 1920.~ Rev., t. 19, 2. parte, seco


A

1.", p~g. 209.

Doctrina.-Si se declara en la sentencia que una persona


está, obligada al pago de perjuicios, reseryándose para un juicio
posterior la fijación de su especie y monto, y si en el segundo
juicio por no estar probados se niega lugar a ellos no va contra
l~ cosa juzgada de la primera. .
Comentario.-Para que en este caso existiera cosa juzga-
. da faltaría la identidad de objeto pedido que fué diferente en
los dos juicios.

67. Corte de'La Serena 20 de junio de 1913. Rev., t. 11, 2."


· parte, seco 2.", pág. 37.

· Doctrina.-No habiéndose litigado en una querella de res-


titución sobre la especie y monto de los perjuicios irrogados al
querellante, debe reservarse esta cuestión para discutirla en la.
ejecución de la se~tencia o en otro juicio posterior.
· Comentario.-De la sentencia parece desprenderse que la
reserva indicada puede el tribunal hacerla de oficio. Sin embar-
go, la Corte Suprema, en sentencia de 2 de septiembre de 1937,
Rev., t. 34, 2." parte, seco La, pág. 533, parece resolver lo
cohtrario.

67 bis. Casación 29 de mayo de 1923. Rev.,:t. 22, 2."' ,parte"


sec; 1.", pág. 195.

Doctrina.--5i en un juicio se ha litigado sobre la especie


LAS OBLIGACrONES y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA;3
-- - ~~.-

y monto ~e los ~rjuicios, y no obstante resultar éstos proba-


dos, la sentencia 110 determina la cantidad líquida que debe pa-
garse por' el daño cuya indemnización s~ cabrá, ~ólo import~
un defecto de, forma que ninguna influencia tiene en lo dis-
'positivo del fallo y, por lo tanto, dicha. infracción no puede
servir de base 9- un recurso de casación en el fondo.
Comeniari~.-La sentencia sienta la -doctrina que' la in-
fracción de esta disposición sólo puede servir de fundamento a
,un recurso de casación en la forma. "

,68. Casación 28 de agosto de 1913.' Rev., t. 12, 2." parte,


sec.l. n, pág. 1~.

Doctrina.-,-Al exigir la ley en el artículo 19~ del Código


de Procedimiento Civil que se prueben al menos las bases que
deben servir para liquidar los perjuicios,: no se refiere a' la CClm-
probación completa de su· monto determinadó. _
Comentario.-.-En opinión de, muchos aldeór la ley que se
pruebell las bases que deban servir para la liquidación -de· los
perjuicios, quiere significar que el, determmarlos sea cuestión -de
una operación aritmética. La sentencia con fundada razón re-
chaza esta doctrina en el considerando 4.'" -
Naturalmente, como lo ha resue1tp ,!a Corte Supr~ma en
sentencia de 29 de octubre de 1919, Rev., t. 18, 2." -parte, seco
, 1.", pág. 87, la existencia o inexistencia deJas bases que deben
se;vir pa~a la determinación' de los perjuicios ,deb~ ser consi·
derada por la sentencia que da lugar a la inaemnizaCión, y no
por aquélla que' dándole cumplimiento lija su montó.
, También puede dars~' él caso,' que en· un juicio se-litigue
;4 MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA
:.... - .. :-

únicamente sobre la especie de los perjuicios, pero no sobre ~u


monto y si el fallo. da lugar a la demanda especificándose los
perjUicios y reservándose a las partes el derecho para discutir
.d .mo:nto en la ejecuCiÓ.ll del fallo, no podría en la ejecución
n~garse lligar a la indemnización fundándose en que no se ha
justificado el mOlIto de los perjuicios con 10 cual se deja sin cum-
plimiento, con perjuicio de los derecho;; adquiridos por la parte
veJ1c~ck)!:a, las indemnizaciOlIes condenatorias ele una. sentencia
firme. Corte Suprema, sentencia 27 de julio de 1921. Rev., t. 21,
2." parte, seco 1.«, pág. 26.

69. Casación 8 de junio de 1936. Rev., t. 33, 2.~ parte, seco


1. ", pág. 331.

DQctrinti.--En materia contractual


. r'
no cabe
.
la indemniza-
.

éiól1 d,el daño moral.


eomentario..-Esta afirmación que cuenta con el apoyo de
la doctrina, ha sido justamente criticada por ]osserand, porque
nQ se ve una, razón de peso para aceptar que en la responsabi-
lidad delictual se indemnicen esta clase de daños y llegar su
indemnización en la· responsabilidad contractua1.

V.-DE LOS INTERESES (1)

70.· Casación 11 de junio de 1909. Rev., t. 6.", 2: parte, seco


1.,\ pág. 413.

(1) Sobre intereses excesivos, "er sentencia 3 39; sobre estipulaciones


.de .intereses de interes.es, ver s-¡:ntencia 3~4.
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 55
. ,
Doctrina.-La sentencia que otdena pagar!os legados con
intereses ,desde la notific~ción de la demanda, no infringe el
articulo 1,338 del Código Civil, puesto que sólo ordena el pago
de inte¡:eses desde que.el deudor' se h~ constituí do en mora.
Comentario.--Eri el legado de género, a diferencia del de
especie, las cosas legadas no se' adquieren desde. el faIlecimien-
todel causante, sino que es necesa~ia la entr~ga. Por esta ra-
zón los intereses sólo se deben desde que el heredero encarga-
, do de pagarlo ~e encuentra constituído en mora.
Coino una consecuencia de 10 dicho, de que' los intereses
sólo se deben desde que el deudor se haya constituído. en mora,
la Corte Suprema, en sentencia dé 8de abril de 1910; Rev.,
t.'9;", l.a parte, seco 1.", pág. 285, ha
resúelto que mientras
no se determine el monto de la indemnización debida por el
asegurador no procede el pago de intereses. Asimismo por la ra-
zón indicada la Corte de Santiago, en sentencia de 13 de e~el'O
de 1931, Rey., t. 30, 2." parte, seco 2~", pág. 33, resolvió que
conforme ~.la Ley General de Bancos, .declarado un Banco en
Liquidación susob1igaciones dejctn de ser exigIbles aunque sean
de plazo vencido y, por 10 tanto, desde ese momento po está
obligado a pagar el interés del 5 % sobre' unas letras protes-
tadas.

71.' Corte de Santiago 30 de julio de 1918. Rev., t. 16, 2."


. sec...
parte,. 2 a ,pag.
, 39.

Doctrina.-L~ nulidad pro4ucida por estipular intereses


. usurarios no e's absoluta, porque si'bien se trata _d!! un act9
prohibido por la ley, ésta señala otro efecto que el. de la l1uli-
MANUEL SOMARRlV A UNPURRAGA

dad p:lra los casos 'de contravención, como es la rebaja de esos


intereses.
Comentario.-Con mayor exactitud la Corte debió 'decir
que eil el caso propuesto no existía nulidad, po~que al decir que
la nulidad no es absoluta, parece indicar que ella sería relativa,
que son las únicas dqs clases de nulidad que contempla el Có-
_digo.

72. Casación 23 de flgosto de 1912. Rev~, t. 11, 2. parte, seco


0

seco 1. ff, pág. 188.

Doctrina.-,-Mandada pagar en una sentencia una suma


determinada al demandante' en la cual se incluyen los intereses,
no puede después en otro juicio cobrarse intereses desde que ,se
notificó ia demanda hasta el momento de entablarse el segun-
do juicio.
eomentario.-Como con razón dice la sentencia si se die-
ra lugar a la demanda 'resultaría que se pagaría dos veces la: in-
demnización.
Asimismo la Córte de Santiago, en sentencia de 13 de no-
viembre de 1930, Rev., t. 28, 2: parte, seco 1.", pág. 747,.re-
solvió que no puede mandarse pagar intereses sobre la suma que
s~ ordena cancelar como, indemnización del daño ocasionado
por un delito o cuasidelito, por no tratarse del cobro de una
cantidad determinada de dinero.
En otra ~casión la Corte de Valparaíso resolvió que no
existiendo antes' de la sentencia cantidad líquida y determinada
de perjuicios no procede ordenar el pago de intereses sobre esa
LAS OBUGACIONES y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 57 _

suma desde antes que la sentencia se dicte. Sentencia 9 de oc-


a
tubre de 1922. Rev., t. 29, 2. parte, seco 1.", pág., 267.

73. Casación 7 de diciémbre de 1917. -Rev., t. 15,: 2." parte,


'sec; La, pág: 320.

Doctrina.-Es nula porque infringe el N.o 4.° del artícUlo


1',559 del 'Código Civil la sentenCia que declara que la rent~ 'o
,pensión pe~iódica legada ha' producido intereses. .
Come1Í.taríO.-De acuerdo con el N.O 4.° del artículo 1,559
en ,re1acióncon el N. 3.° del mismo artículo no producen in" ,
Q

tereses las rentas, cánone,s y pe~siónes periódicas~ Pero' advir~


tanl0s, que no los producen de pleno. derecho, pero nada obsta
a que se estipule lo contrario, estipulación que sería perfecta-
mente ,válida.

74" Casación 14 de diciembre d~ 1934. Rev., t.: 32, 2.° ~rté,


seco L \ 'pág. 200.

Doctrina.-No falla ultrapetita la senten,cia que; np obs-


tante, habiéndose cobrad¿ en la sentencia inter~ses sin especi-
1i~a,r1os, ,manda pagar los legales..
, Comentario.-La sentencia. que se. fúnda, en los artículos
1,551 Y 1,)59 del Código Civil, aplic~ correctamente esta. úl-
tima' disposición, en virtud de ,la cual si no se han pactado in-
tereses sé, deben los "legales. . .'

VI.:-DE LA ACCrON PAULIANA,


75. Corte de Santiago 23 de, octubre cÍe 1914. Rev., t~ 11,
2." parte, seco 2.", pág. 75.
índice
CAPLTULO II!

DE LOS MODOS DE EXTINGUIR LAS


OBLIGACIONES

l.-DEL PAGO EFECTIVO

'77: ysación 28 de septiembre ~de 1908. Rev., t. 6.°, 2. parte,


ft

seco 1.", pág.' 58~ .

Doc trind.-EI pago que hace, un tercero por el deudo.r,


aun a pesar del acreedor" no está sujeto ca }ormalidadesespe-
ciales y puede hacerse en las mismas condiciones que' lo haría
el deudor.
Comentario.-La sentencia está en la tazón. Desde el mi')-
mento que el legislador no ha ~stab1ec.ido reglas especiales para
est.e . caso deben aplic~rselasreglas generales. De esta doctri-
na se .de9uceque si el.a(:reedor' se niega a reóbir el pago,' del ter-
cer9,. pára' su' validez debe hacerse de acuerdo con las reglas
del pago por consignación.
60 MANUEL SOMAlI.RIVA UNDUlI.RAGA

78. Casación 17 de octubre de 1914. Rev., t. 16, 2."- parte,


,sec. 1. lt, pág. 138.

Doctrina.-Si judicialmente se ordena retener un pago,


la deuda no fS exigible y, por lo tanto, él nQ puede pedirse
ejecutivamente.
eomentario.-La cuestión está expresamente resuelta en
el artículo 681 del Código Civil que dice: tts e puede pedir la
tradición de todo aquello que se deba desde que no haya plazo
pendiente para su pago; s~lvo que intervenga decreto judicial
en contrario". De otra parte el pago hechoaf acreedor en estas
condiciones sería nulo en conformidad al artículo 1,578 del Có-
digo Civil, como también lo ha resuelto la Corte Suprema e.
a
sentencia de 24 de julio de 1910. Rev!, t. 9.°, 2. parte, seco
1."", pág. 305.
Pero no existiría nulidad si la retención se notificStra a
quien líO tiene derecho para represent~r al deud~r. Así, 10 ha
-resuelto C011 justa razón la Corte de T alea en' se11tencÍa de 9
de diciembre de 1907. Rev., t. 6.°, 2. R parte, seco 2.", pág. 40 ..

79. 'Casación 22 de 110viembre de 1919. R~v., t. 18, Z.~ parte,


seco 1.", pág.. 195.

Doctrilla.-'-Es válido el pago hecho a la mujer, a quien su


marido 'había conferido mandato para recibir.
Com~ntario'-,-La senten.cia se ajusta a derecho: Como re-
gla general marido y mujer pueden contratar entre sí) salvo
-califcadas excepClOnes como son los contratos de comprav~nta,
LAS OELIGACIONES y ~OS CONTRA'I'O~ ANTE LA JUI\lSPRUDENCLo\. ,6.1
============================::S,.:=-'"
permuta, doñaciones irrevocables y las convenciones que modi-
fiq~e~ las capitulaciones matrimoniales.

a
80. Casadón 29 de noviembre de 1923. Rev., t. 22, 2. parte,
seco 1..., pág. 674.

Do~trina.-'No es válido el-pago hecho al cedente después


de notificada la cesión al deudor.
C:omentario.-Notificada la cesión al deudor ella se per-
fecciona aún respecto de terceros. Además el artículo 1,905
del Código Civil establece que antes' de la ~otificación o acep-
tación del deudor éste puede pagar al cedente. Contrario censu
se deduce que eHo no es p~sible. una 'Vei efectuada la - n~tifi­
cación.

a
81. Casación 20 de agosto -de 1932. Rev'-, t. 29, 2. pal'te.
seco 1.11., pág. 611.

D,octrina.-Para que ,se considere válido el pago ,hecho a


una persona que h,a r~cibido mandat'o del acreedor es necesa-
rio que 10 reciba en el carácter de mandatario y, per 10 tanto,
'es nulo el pago si lo recibe en ot~acalidad.
Comentarío.-Es una regla general.en materia de manda-
to, que para que resulte obligado el mandante es neces~io que
el mandatario actúe en su representación, es decir, en el carác-
ter de mandatario y teniendo intención de obligar al 11).a,ndan- .
te, si" no actúa en esta forma es lo mismo que si fuera un ter-
cero extraño.
62 MANUEL SOMAItRIV A UNDURRAGA

A
-82. Casación 18 de diciembre de 1937. Rev., t. 35, 2. parte,
seco .1.'" pág. 276.

Doctrina.-Entregada cierta suma al arrendador para que


oportunamente se haga el pago de ciertos cánones de arrenda-
miento, y decretada antes de hacerse el pago 'la retención e~ po-
p.er del arrendador en un juicio diverso seguido por él mismo
en contra d.el arrendatario, no procede declarar pagados esos
{:ánones en el juicio en que se cobran ejecutivamente.
eomentario.-La retención decretada impide que se haga
el pago. Por lo demás, la ley no distingue que la retención sea
decretada ~ petición de un tercero o del mismo acreedor y, por
lo tanto, a, ~mbos casos debe aplicarse la regla del artículo
1,578 del Código Civil.

83. Corte de Santiag? 10 de enero de 1918. Rev.,t. 17, 2.~


parte, seco 1.", pág. 462.

, DoctrÍ1u;.-En el juicio ejecutivo no tiene aplicación el


artículo 300 del Código de 'Procedimiento Civil que establece
.que entre otras excepciones, la de pago, puede oponerse en
-cualquier estado de la causa.
Comentario.-En conformidad a los artículos 486 y 487
del Código de Procedimiento Civil en el juicio ejecutivo las
excepciones deben oponerse en un mismo escrito, lo que hace
imposible-aplicar el artículo 300 del mismo Código.

84. Casaci6n 7 de. octubre de 1918. Rev., t. 16, 2.a. parte,


seco 1..., pág. 274.
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JUruSP~UDENCV\. . 63
===
_ Doctrina.-El marido está obligado a pagar el honorario
del abogado que patrocinó a su mujer en el juicio que le pro-
moviera sobre nulidad de rri~trimonio.
eomentario.-La sentencia aplica correctamente el inciso
3.° del artículo 136 del Código Civil que obliga al marido a
proporcionar él su h1Ujer litisexpensas; sin' distinguir que el jui-
do sea contta él 'o contra terceros.

a
85. Casación 18 de mayo de 1933. Rev., t. 30, 2. parte, seco
l.a, pág. 343.

Doctrina.-Es nula por tener decisiones contradictorias ,la


sent~ncia que acepta la ext;:epción de pago parcial y niega se
siga adelante la ejecución.
Comentario.-La contradicción aparece de manifiesto. Si
sólo se reconoce que existe pago parcial es lógico ordenar se
Siga. ade1<l:nte la ejecución. hasta hacer el pago total.

86. Corte Suprema (Queja) 20 de julio de 1937. Rev., t. 34,


2 .a parte, seco 1.,
a ,
pago 40 '"f.
A .

Doctrina.-En un ejecutivo el deudot sólo puede


JUICiO

libertarse pagando antes del t'emate, pero no con posterioridad.


Comentario.-Con justa razón la Corte Suprema dió lugar
a la queja' contra el Tribunal que aceptó el pago efectuado por
el ejecutado después del remate, lo qúe· sigtiificaba desconocer
10 preceptuado por los artículos 51 ~ y ,517 del Código de Pro-
cedimiento ' Civil. '
64 MANUEL SOMARRIV A UNDURRAGA
====================~-

87. Corte de La Serena 27 de d~ciembre de 1907. Rev., t. 5.0,


a
2. parte,' sec.2."', pág. 140.

Doctrina.-'-La regla de que si no hay estipulación acer¡:a


del lugar donde debe hacerse el pago, y que si no se trata de
un cuerpo cierto debe hacerse en el domicilio del deudor se apli-
ca -a las 'pbligaciones de hacer.
Comentario.-Los artículos 1,587 y 1,588 del Código Ci-
vil son de carácter general al sentar las reglas sobre donde debe
hacerse, el pago 'y, por lo tanto; si ellos no distinguen es forzo-
so aplicarlos a las obligaciones de hacer.

88. Corte de Talpa 20 de junio de 1904. Rev., t. 2.", 2." parte,.


. seco 2.\ pág. 127 (1).

Doctrina.-No es válida la oferta de pago que se hace al.


hador. .
e om.entario.-De· acuerdo con el artículo 1,600 del Códi-
go Civil la oferta debe ser hecha al acreedor capaz de recibir, y
el hador mientras no pague la deuda no se subroga en los de-
rechos del acreedor y no t~ene el carácter de tal.
R
89. Casación 9 de mayo de 1919. Rev., t. 17, 2. parte, seco
a
1. , pág. 117.

Doctrina.-Una oferta privada de pago y un depósito a


la orden judicial no producen la solución de la obligación, slno
reune' las formalidades legales del pago por consignación.
, (1) Esta sentencia y las dos siguientes se refieren al pag~ por,. con- .
signación. . . - _. .
.
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE L{\. 'JURISPRUDENCIA
,
{)5

Comentario.-Cuando el pago no se hace con el consen·


t~iento del acreedor nuestro Código ~o' re~on9ce otra . forma
de pa~o, que la del pago por consignación, de ahí que si no se
cumple con las formalidades de éste, el pago no es válido: La
misma doctrina acepta la Corteje Santiago en sentencia de
27 de marzo de 1915. Rev." t. 12, 2.~ parte, sec.' 2.a, pág. 25.
Naturalmente, que corresponde a la Jilsticia ordinaria de-
terminar la valide~ o nulidad de la eficacÍa del pago por con-
signación y la sentencia que se dicte ponien_do término a las ges-
tiolles del pago es susceptible de casarse en la forma según ío
ha resuelto la Corte Suprema en sentencia de 6 de agosto de
a
1914. Rev., t, 12, 2. parte, seco 1'.11., ,pág. 557. Pero si en una
p6liza de seguro se ha estipulado que toda cuestión que se pre-
sente se sometería al juicio de árbitros, éste, -y no la justicia or-
dinaria es elllam'ado a determina.r la ~ficacia o validez del pago
por consignación efectuado por la Compañía. Así lo ha enten-
dido' la Corte Suprema en sentencia de 11 de enero de 1936.
Rev., t. 33; 2." parte, seco 1.", pág. 173. '

90. Casación 9 de noviembre de 1927. Rev.', t: 25, 2." parte,


seco '1.", pág. 494.

, Doctrin,t.-,El procedimiento del pago por' ~onsígnación es


,cuestión de jurisdicción ~ontenciosa.
Comentario.-Ásunto discutido es el de determinar si el
acreedor dentro del ':procedimiento del pago por' consignación
puede oponerse al, pago. La misma Corte Suprema se ha mos-
trado 'vacilante. En la sentencia citada resuelve la cuestión an.r-
66 MANUEL SOMARRIV A UNDURRAGA

matlvamente y con posterioridad en sentencia que se dictó PO!


6 votos contra 3 ~l 13 de septiembre de 1930, Rev., t. 28,
2." parte, seco 1.", pág. 226, se. acept6 nuevamente la misma
doctrina. Sin embargo, el último fallo que hay sOQrc la cues-
tión y que .es de fecha 28 de mayo de 1935, Rev., t. 32, 2."
part-e, seco 1.", pág. 376, acoge la doctrina contraria, que
tambib es aceptada por la Corte de T alea en sentencia de 19
a
de mayo de 1931. Rev., t. 28, 2. parte, seco 2.", pág. 63.
La índole de nuestro trabajo 110S impide debatir la cues-
tión en todos sus aspectos. Sin embargo, destacaremos algunas
observaciones que no. hemos visto forr:'1Uladas C011 anterioridad.
Para opinar que el acreedor puede oponerse al pago en el pro-
cedimiento de la consignación se ha argumentado que si fuera
necesario un juicio diverso para analizar la validez del pago
resultaría que declarada bastante 'la consignación se pro-
cedería a alzar las hipotecas y detnás garantías y si -después
en el juicio en que se va a ventilar la eficacia de la
consignación ésta no se declara bastante no habría forma de
reponer las garantías que fueron canceladas. Esta argumen-
tación que es de bastante fuerza podría subsanal'se argumell-
tando que por la sola consignación no se cancelan las hipotecas,
porque el artículo 1,605 del Código Civil al seña1ar- los efec-
tos de 1á consignación nada dice al respecto. Y entonces ten-
dríamos que concluir que los efectos de la consignación son
muy reducidos: hacer cesar l(>s intereses y eximir del peligro. de
la cosa al deudor, que son los únicos efectos que le asigna el
artículo 1,605..
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JUR!,!iEltUD;¡;:NCIl\ 67
-~-'- - ,--o _~

a
91. Casación 29 de septiembre de 1928. Rev., t. 26, 2. par-
te, seco 1.", pág. 616 (2) ~

Doctrina.-El acreedor hipotecario de grado preferente,


que. se adjudica en pública subasta la finca hipotecada sin .previa
citación de los acreedores hipotecarios de grado posterior, tiene
derecho a pagarse· íntegramente, y con preferencia a dichos'
acreedores con el precio de la nueva subasta que se decreta a
petición de éstos en el juició dirigido en contra de aquél para
perseguir la nnca hipotecada.
Comentario.-En este caso se opera la subrogación legal
del N." 2.° del artículo 1,610 del Código Civil. Asimismo tefi-
dría lugar la subrogación si la propiedad se adjudIca a un acree-
dor hipotecario en pago de su crédito. La_ ad júdicación en pago es
venta y el articulo 1,610, N.'" 2.°, no distingue si la venta se hace
a un tercero o al acreedor. p..sí 10 resolvió la Corte Supr?ma, en
R
senténcia de 3l de mayo de 1936. Rev., t. 33,2." parte, sec.1. ,
pág. 245, que casó y con razón la sentencia dictada por la Cor-
te de ValparaÍso én 7 de enero de 1933. Rev., t. 32, 2.<1. parte,
seco 2. a, p&g. 70. - -
Huelga decir que la subrogación también se opera cuando
-el que remata la pro¡)iedad es un tercero que no tiene el carác-
ter de acreedor. Corte Suprema 16 de septiembre de 1919.
Rev., t. 17, 2." parte, seco 1../, pág. 542. -
Pero en todo caso, se ~ubrogue un tercero o un acreedor, es
necesario que el pago se haya hecho á un acreedor hipotecario y

(2) Est,~ 9Cntencia hasta la 98, inolusive, se ocupan del pagoc0f3


subrogación.
68 MANUEL SOMARRIV A UNDURRAGA

lío' al dueño de la propiedad. Corte Suprema. 26 de septiem-


bre de 1919. Rev., t. 17, 2: parte, seco 1.\ pág. 542.

92. Casación 31 de mayo de 1926. Rev., t. 24, 2." parte, seco


La, pág. 25.

Doctrina.-El tercero que paga una deuda ajena se pre-


sume que 10 hace con, dineros propios y el deudor que pret~nde
que pagó con dinerós suyos· debe acreditarlo.
Comentario.-La sentencia para llegar a esta conclusión
argumentó con el artículo 700 del Código Civil, en virtüd del
!=ual el poseedor se reputa dueño, mientras no se justifique 10
coiltrario. y si el tercero que paga es poseedor dd dinero se
reputa que es de su propiedad y ·no del deudor, quien si así
10 pretende debe acreditarlo.

93. Casación 13 de enero de 1936. Rev., t. 33, 2: parte, seco


1.", pág. 177.

Doctrina.-Para que se opere la subrogación, ya sea le-


gal o convencion~l, es necesario que un tercero pague cón. di-
neros ·propios una deuda ajena y si bien en la subrogación con-
vencional es la v.oluntad del acreedor la que subroga debe te-
nerse presente. ese requisito .
. Comentario.-En el caso fallado un tercero hizo pagos a
nombre y. por cuenta del deudor y el Banco acreedor .10 subro~
gó. La sentencia rechazó la subrogación teniendo presente la
raz'ón consignada en la doctrina.
L~S OBLIGACIONES Y LOS.CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA' 69

94. Casación 10 dejunio de 1931. Rev., t.,


a
28, 2. parte, seco
a,
1. pág. 606.

Doclrina.-Si· un he~ederó paga unacdeuda de que el cáu-


. sante era fiador, como diputado y con diner~s de la suceSión;
se' opera la sLlbrogación legal a favor de esta, y por lo .tanto,
no produce ningún efect~ la s~brogación convencional q~e el
.acreedor haga a ese heredero.' .
Comentario. - La subrogación voluntaria supone que el
acreedor conserva su carácter de tal, de ahí la exigericia del
. artículo 1,611 del Código Civil de que ella ~e haga al momento
del pago. Luego si se opera una subrogación por el ministerio de
la ley, como aconteció en el caso. fallado con los herederos, el
antiguo' acreedor pierde ~te carácter y mal puede ent~nces en~
trax a otorgar una subrogación voluntaria en favor del her~der~
-que como diputado de la sucesión hizo el págo ..
. 'No ~bs~ante lo dicho no. h'abtía inconveniente para que a
favor de una misma persóna operara tanto la subrogación legal
del N.O 5.° del artículo 1,610 como la cónvencional.' Así lo ha
.dich~ la' Corte Suprema en sentencia de 4 de diciembre d~
J933. Rev., t. 31, 2,.n parte, sec. , 1.\ pág~ 131.

a
:95. Casación 6 de julio de 1918. Rev., t. 16, 2. parte,.' seco
1.", pág. 62.

Doctrina.-El tercero qúe paga .a la Caja de Crédito Hi-


poiecarioy' que se subroga e~ sus derechos no pJede cobrar el
interés penal d.el 2 % mensual que esa Instituci6n está 'leypor
aútorizada <! cobrar.
70 MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA

eamentario.-Esta doctrina confirmada. por el Tribunal


Supremo en sentencia de 5 de enero de 1923, Rev., t. 23, 2:
parte, seco 1. , pág. 25, no obst~nte que se haya ~riticado nos
a

parece perfectamente ajustada a la ley. Del hecho que el artícu~


10 1,906 del ~ódigo Civil, al hablar de los efectos de la cesión
de créditos, diga que no se traspasan al cesionario las excepcio-
nespersonales del cedente no se puede deducir que lo contrario
acontezca en la subrogación. Creemos de otra parte que es Ul1
error exagerar en demasía la ficción de la subrogación, en cuya
virtud se dice, que el subrogan te entra a reemplazar al subroga-
do como si fuera la misma persona.
La Corte de Temuco, ,ell sentencia de 10 de enero de ~ 936,
a
Rev., t. 35, 2. parte, seco 2.\ pág. 68, acepta l~ doctrina con~
traria a la sostenida por la Corte Suprema.

96. Casación 2 de diciembre de 1935. Rev., t. 33" 2.~ parte,


seco 1..a, pág. 115.

Doctrina.-EI despachador de Aduanas qu~ paga al Fisco


derechos aduaneros se .subroga en los derechos de éste pudien-
do hacer valer el privilegio de que goza el Fisco.
Canu;ntario.-La Corte, de Santiago con anterioridad en
sentencia de 16 de junio de 1916, Rev., t. 14, 2: parte, seco
2. \ pág: 21, había ace~tado la misma doctrina.
o
De acuerdo con el artículo 2,472, .N.- 6.° del Código Civil
.

son créditos de primera clase los del Fisco por los impuestos de~
vengados. En consecuencia, a virtud de la subrogación que se
opera conforme al N.O 5.° del artíc:ulo 1,6io del mismo Código
también pasa como crédito privilegiado al despachador de Adua~
LAS OBLIGACIONES Y ¡,OS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 7l
-- - - - .... ~ :.'~ ~.-" -",.~ -<--.--

~as que se sübroga. ~Esta solución es exacta y resulta de aplica!' el


articulo 1,612. Pero pongamos en el caso que el importador no
pagare al despachadOl< y éste 10 demandare. ¿Padda decirse que
por estar subrogado en los derechos del Fisco gozaría de privilegio
de pobreza? Creemos que n~. Por esto al justificar la sentencia
anterior decíamos que no era lícito exagerar los efectos de la.
subrogación.

a
97. Casaciól1 28 de septiembre de 1921. Rev., t. 21, 2. par-
te, seco 1.", pág. 146.

Doctrind.-Para el traspaso del derecho real de hipó teca


al tercero que paga una deuda ajena garantizada con hipoteca
subrogándose en los derechos del acreedor, es menester la anota-
ción en el Registro del Conservadot.
COtilentario.-La doctriná de esta sentencia qqe fué ,apro-
bada por 4 votos c'ontra 3 es muy discutible. Porque la inscrip-
ción eS,tradidón y ella supone un título traslaticio de domi-
nio. ¿Cuál sería éste en el pago con, subrogación?' Además la
tradición es un acto voluntario 'yen los casos de subrogación
legal faltaría este requisito.
Tratándose de la cesión de créditos la Cor te d~, Santiago
ha resuelto que las hipotecas pasan de pleno derecho al· ce-
sionario. (VJ:t sen.tencia 270). Creemos que en este caso hay
más base para exigir inscripción., porque si la. cesión de un cré-
dito e~ la ttadidón de él (ver sentencia 266) bien puede soste-
ner.se que si el crédito' es hipotecario hay tradiciónde1. dete-
cho. l:eal de hipoteca
-
y, por 10 tanto, es necesaria
..
la inscripción.
.
MANUEl: SOMARRIVA UNDURRAGA

98. Ca~ación' 2 de junio de 1930. Rev., t. 28, 2. parte, seco


8

1.\ pág. 61.

Doctrina.-Cabe aceptar la prueba de testigos para acre-


ditar el" consentimiento del deudor en el pago que hace de la
deuda un tercero y llegar así a establecer la subrogación en
favor de este tercero.
Comentafio.-COlhO veremos al estudiar la prueba, la pro-
hibición de los artículos 1,708 Y siguientes del Código Civil se
refieren a los actos y contratos, y en el caso fallado se trataba de
acreditar la veracidad de un hecho y, por lo tanto, no cabí;¡
aplicarle las "limitaciones de la pr~eba testimonial.

a
99. Casación 19 de agosto de 1910. R~v., t. 15, 2. parte,
s"ec. 1.., pág. 158.

Doctrina.-'El embargo por sí solo no acredita pobreza


para obtener el beneficio de competencia. "
Comentario.-~a exactitud de la sentencia ni siquiera llÍ.e-
rece comentarse.
Con respecto al beneficio de competencia la Corte Supu-
ma, en sentencia de 29 de septiembre de 1917, Rev., t. 8.°, 2:"
parte, seco 1."-, pág. 215, resolvió, ajustándose a derecho, que
el comerciante, cuya quiebra se declara fortuita, g~za del citado
beneficio aun con respecto al acreedor que no ha figurado en
ésta.
1..-\S OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 73

Il.---DE LA DACION EN PAGO (1)

100. Casaéión 8 de septiembre de 1937. Rev., t.3 5, 2/' parte.


a
seCo 1. , pág. i2.

Doctrir¡4.-.Estud&a la naturaleza juríclica d-e ladación


en pago.,
eamentáriD.-Esta sentencia que confirmó, la díctada por
la Corte de Va,lparaísoen 9 de enero de 1934, Rev., t. 32, 2: '
parte, seco 2.\ pág.- 39, .estudiacon mucho acierto la natura-
leza jurídica de la dación en pago. Por de pronto deja en claro
la ,diferen.cia que existe entre esta instituóón y la compraven-
ta, COl1 lo que no hace' sino confirmar lo resuelto por ese mis-
mo' Tribunal ,en
sentencia -de 4 de' mayo de 1925, Rev., t. 25,
2: parte, seco 1. , . pág. 99, no obstante, que con anterio~idad
a

en sentencia de, 27 de j~,i1io de 1916, Rev., t. 14, 2.a parte, seco


~ 1~\ pág. 93 no. había reparado en ello. ,
,El fallo que comentamos también afirma que la daóón
.en pago es un título traslaticio de domi,nía, lo que nos parecé
::per~ectamente ajustado a derecho. Por último, reconoce qué la
¿ación en pago tiene fisonomía propia y preponderante, cual
°
es la equivaler ala soluci6n pago efectivo. Estamos también
de acuerdo con esta conclusión.· En n~estro concepto la dádón
. en pago no es
SIDO.. una modalidad del pago.

(!) SObl'e' l~ ,ciaciÓl1 en p:otgD. que el .deudor hace al acreedor hij:wt.e-


'ClH'lo . del imIt'ü<lble hipote.cado, ver sentencia 39".
74 MANlJEL -SO:MAKRIVA UNDURRAGA

III.-DE LA NOV ACION (1)

101. Casación 19 de noviembre de 1904.Rev., t.. 2.°, 2.' parte.,


seco 1.\ pág. 217.

Doctrina.-La ampliación de plazo y el alza de int~reses


n;) constituye novación, para lo cual además es ,indispensable
el ánimo de novar, y para apreciar su e};istencia los jueces de
fondo son soberanos.
_ Comentario.--Que la ampliación de plazo no constituye
novación 10 dice expresamente el artículo '1,649 del Código
Civil. Alzar los intereses tampoco la constituye, porque con ello
· no .se alteran los elementos esenciales de la obligación, lo que es
· indispellsable para que exista. .
Por esta misma razón la Corte. Suprema en sentencia de
a
4 de enero de 1922, Rev., t. 21, 2: p3rte, seco 1. , pág. 461,
ha declarado que no hay ~1ov::tcióll en el acuerdo del acreedor
y del deudor para reducir el monto de la deuda a virtud de
'abonos efectuados por este último; ni tampoco en las modih-
caciones hechas a ullcrédito contratado en cuenta corriente y
· qu·e consisten en reducirlo a un pagaré, en estipulaciones rela-
tivas a la moneda en que debe efectuarse el pago y a la ti!sa
de i11tereses. Sentencia de 29 de julio de 1910. Rev.,. t. 8.°, 2."
parte, seco 1.", pág. 288.

(1) Sobl:e ¡:;asos en qlie no Qb.;tal~te no haber novación, sin embar-


go, se liberta el fiador, ver sentenci,l 360.
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE. LA JUlUSPRUDENC1,,"
. ..:._....:.---:

102. Casación 30 de octubre de 1906. Rev., t. 4.°, 2," parte 1


'sec. 1.", pág. 14.

Doctrina.-Pagándose el precio de una compraventa par-


te en dinero, y el resto substituyéndose el comprador en una
d~uda del vendedor para con otra persona, esta substituóón un-
porta novación y el precio debe considerarse totalmente pag3.do.
Comentario.--La importancia ,de existir novación en este
caso radica en que si después el comprador n.o paga la deuda
no podría el 'vendedor solicitar la resolución del contrato. Na-
turalmente que si el acreedor no" acepta al comprador como
deudor no existiría novación. Así 10 ha resuelto la Corte de
Santiago en sentencia de 27 de septiembre de 1935. Rev., t. 33,
a
2. parte, seco 2.a, pág. 49. .-

103. Casación 14 de enero de 1913. Rev., t. '11, 1.~ parte,


seco 1.", pág. 279.

Doctrina.-Si se conviene en que una, suma de dinero que se


adeuda por rentas de arrendamiento la pague, el deudor entre-
gando una partida . de ladrillos, esta convenci6n ilnporta nova-
ción.
eomentario.-En el caso fallado la exi~tencia de la nova-
. ción .no ,merece discutirse, pues la obligación varió de objeto.
Lá Corte Supr~ma en sentencia de 13 dcroayo de- 1919,
a
Rev., t.017, 2. parte,_ seco 1."; pág. 134, resolvió que pra{:tica~
. da la 'liquidaciól1, definitiva de las obligaciones existentes entre
76 MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA
=
dos personas el saldo líquido que dicha liquidació'n arroja pre-
senta una obligación nueva susceptible de ganar intereses, cua-
lesquiera que sean las facturas y cortlprob~ntes que entren a
forma~ el saldo. '
Igualmente la Corte de Santiago en sentencia de 7 de j u-
a
lio de 1930, Rev., ,t. 27, 2. parte, seco 2.", pág. 31, falló que
el dar una letra de cal.ubio constituía novación.

a
104. Casación 6 de septiembre de. 1923. Rev., t. 22, 2. parte,
n , ~-

seco 1., pago 388.

poctrina.-El ,dar. en prenda ~n crédito no co.nstituye no-


. .
vación.
Comentario.-Cierto que de ~acuerdo con el artíCl~lo 12
del decreto-ley 776, de 19 de diciembre de 192 5, el acreedor
a quien se le da en prenda un erédito puede cobrarlo, pero ello
no quiere decir· que exista un nuevo acreedor, pues como dice
esa misma disposición éste aétúa como representante 'legal del
dueño del crédito.

105. Corte de Santiago 7 de julio de 1930. Rev., t. 27, 2."


parte, seco 2.", pág. 31.

'Doctrma.-La voluntad de novar no es necesano que se


e~presc; basta que aparezca de manifiesto.
Coinel1tario.-~La doctrina enunciada- es efectiva como re-
gla g~n;eraI. P~ro hay que observar que tratándose de la nova-
dón por' cambio de deudor se requiere que la volul~tad de
nova'r sea expresa y ella se materializa en 'dar por libre al pri-
LAS OBLIGACIONES,! LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 77
=

mitivo deudor. Así ta~bién -lo ha reconocido la Corte Supre-


ma en varias oportunidades, sentencias: 17 de junio de 1935,
Rev., t. 3,2, 2: parte, seco 1.", pág. 405.;' 2 de diciembre de
1935, Rev., t. 33, 2.1\ parte, s~c. 1.\ pág. 115 X 12 de enero de
1934, Rev., t. 31, 2." parte, seco 'La, pág. 251. Esta última
sentenciaana'liza diversos puntos interesantes en materia de no-
vación y delegación. Por 10 demás, se justifica que en la nova-
ción por cambio de deudor se requiera voluntad expresa del
acreedor, ya 'que para éste va a ser, de trascenderitaUmportancia
admitir un nuevo deudor que bien puede no tener la solvencia y
honradez del antiguo.

IV.-DE LA COl'VIPENSACION

106. Corte de Santiago 29 de julio de 1922. Rév., t. 20, 2."


a
parte,' seco 1. , pág. 19.

Doctrina.-El acreedor, que es a la vez deudor del falli-


do, no puede alegar la, exigibilidad ,de su crédito' riaciqa de la
declaración de quiebra, para los efectos de la éompensaóón.
eomentano.---La cuestión está, expresamente resuelta en
el sentido indicado en el artÍCulo 66 de la Ley' di Quiebras, y
antes de la vigencia de ésta, en - el artículo 1,368 del Código
de Comercio. '

107. Casación 6 de agosto de 1921. Rev., t. 21, 2." parte,


seco l.a, pág. 68. ' ,

Doctriria.-No puede oponerse en compensación por el de-


78 MANUEL SOMARRIV A UNDURRAGA

mandado, las cantidades que dice le adeuda· el cedente en ra-


zón de gastos en que ha incurrido por culpa de este último.
Comentario.-En conformidad al artículo 1,659 del Có~
digo Civil si la cesión se ha perfeccionado por notittcacióndel
deudor, o si éste la ha aceptado con reserva, puede oponer al
cesionario en compensación los· créditos que tenga contra el
cedente. Pero en el caso fallado no se aceptó la compensación,
porque el crédito in~ocado por el deudor no era líquido ni
exigible.

108. Casación 19 de noviembre de 1934. Rev., t. 32, 2." par-


te, seco 1.", pig. 155.

Doc trina.-El codeudor solidario y fiador 110 puede opo-


ner en compensación al acreedor el crédito que contra él tiene
su afianzado.
Comel'ltario.-La excepción de compensación tiene el ca-
rácter de mixta. Y según el artículo 1,520 del Código Civil
ella ~ólo puede oponerse por otro codeudor cuando el que a la
.vez es acreedor se la ha cedido.

109. Corte Suprema (Queja) 26 de julio de 1929. Rev., t. 27,


2. n parte, seco 1.', pág. 439.

Docttina.-EI acreedor hipotecario que remata la propie-


dad no está obligado.a pagar lo que exige el contrato de pago
al contado, porque se opera compensación.
Cornentario.-En el caso fallado por concurrir los requi-
.sitos que la ley exige, se opera una compensación legal que ex-
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JUlUSPRUDENCIA 79

tingl.le la ,obligación del de~dor' y la del ,a.creedor de pagar el


prec!O.

V.-DE LA "NULIDAD Y RESCICION (1)

110. Casaci§n 25 de septiembre de 1920. Rev., t. 19, l.A par-


a
te, seco 1. , pág. 325 ..

Dactrtná.-Los herederos del qúe celebró el contrato sa-

(1) Sobre nulidad produci,da:, por objeto .ilícito, ver sentencias 183
a 198; por causa ilicita, ver sentencia 200; por vicios de cons~ntimien­
to, ver sentencias 178 a 181. Sohre nulidad de ia estipulación en que
, un padre de familia vende un bien a su hijo, ver ~entellcia 208. Sobre el
valor d.e la pr:omesa unilateral de celebrar un contrato bilateral, ver sen-
tencia 211. '
Sobre nulidad del -contrato de compraventa entre cónyuges no di-
vorciados, ver sentencia 217. Sobre nulidad del' contr,",to de venta que
-tiene llna condición meramen,te potestativa de parte del deudor, ver sen-
tencia 8. Sobre el valor de h venta q"e se hace al' ju-ez. p~¡'tidor. de los
bie..t),es de la sucesión, ver sentencia 218. Sobre la nulidad de una compra-
venta de bienes raíces celebrada por mandatario habiéndose -constituido
éste por escritura fH"ivada, ver sentencia 241. Sobre el valor de la conl~
pra de bielV"--S. de la sucesión que hace el 'albacea que al mismo tiempo
. es herea'ero, ver sentencia 2z.1. Sobre el valor de la venta de bienes in-
muebles de la sucesión ,que hace el heredero sin haberse efectuado las ins-
cripc~ones del artículo 688 del Código Civil, ver sentencia 235. Sobre nu-
lidad de la venta Dor falta de causa~ ver sentencia 201. Sobre la nulidad
deJa compl~avent.,t por indeterminación de la cosa vendida, ve~ SI';,lltencia
219. Sobre oportunidad para pedir la nulidad de una venta efectuada en
un juicio ejecutivo, ver sentencia 238. Sobre nulidad de la venta por
falta de consentimiento, ver: sente{lcias 220 y 222. Sobre el valor de la
venta efectuada por e! mandatarJo después, de muerto el mandante o de
revocado el mandato, ver sentencia 322. Sobre nulidad del contrato de
compraventa -celebnldo entre mandante y m.andatario, ver sentencia 321.
'Sobre nulidad, de la, venta' de· un bien raiz' de un hijo de familia, ver
80 MANUEL SOMARRIV A UNDURItAGA
-- -..,

hiendo' o debiendo saber el vicio que lo invalidaba no pueden


solicitar la nulidad.
Comentario.-No obstante que la cuestión es discutible
puede decirse que' la Corte Suprema tiene sobre ella opinión
formada. Con posterioridad ha sustentado la misma doctrina
en sentencias: 30 de septiembre Ae 1927, Rev., t. 25, 2." parte,
seco L', pá&. 390; 27 de' octúb~e de 1~34, Rev., t. 32, 2. par-
ft

séntencia 223. Sobre nulidad de la \;enta, de hienes raíces de la mujer ca-


sada, ver sentencias 227, 232 Y 233.
Sobre nulidad del con'trato de sociedad: por falta de aporte, ver sen-
tencia 308; por falta de beneficios, ver sentencia 31 O. Sobre nulidad que
acarrea la infrac;ción del artículo 2,144 del Código Civil, ver sentencia
32 L Sobre nulidad de la revocación verbal de un mandato parol vender
un bien raíz, ver sentencia 324. Sobre valor del contrato en que se, dan
bonos de la Caja de Crédito Hipotecario en mutuo, ver sentencia 338.
Sobre nulidad de estipulación de intereses prohibidos, ver sentencia " ..
Sobre nulidad del contrato de apuesta y de juegos de azar, ver sentencia
3 5 3. Sobre nulidad del contrato dé reúta vitalicia 'en el cual el precio no
es en dinero, ver sentencia 354. Sobre nulidad de la notificaci6n de la
cesión que se hace al' deudor, ver sentencia 269.
Sobre nulidad dd contrato de prenda~ por falta de entrega, "er sen-
tencia 3 63; que se constituye sobre una misma c"osa a favor dé dos acree-
dores distintos, ver sentencia 364; que se constituye sobre una póliza de
seguro, ver sentencia, 365; sobre, una suma indeterminada y para gara!l-
tizar una suma también indeterminada, ver' sentencia 366. Sobre nulidad
de la renuncia .que hace el fiador, ver sentencia 359.
Sobre valor de la hipoteca constituÍda por el heredero sobre un Ín-
. mueble de la suc,esión sin. efectuar previamente las inscripciones del ar-
tículo 688 del Código Civil, ver sentencia 368. Sobre valor de la hipote-
ca unilateral, ver sentencia 383. Sobre nulidad por infracción del ar-
tículo 2,397 del Código Civil, ver sentencia. 393. Sobre aplicación del
artículo" 1,895 'del Código Civil a las particiones, ver sentencia 388: So-
bre el valor de la venta o dación, en pago del bien hipotecado que el deu-
dor hace al ácreedor, ver 'sentencia 393. Sobre. nulidad de cancelación de
la inscripción hipotecaria, ver sentencia 377. Sobre valor de la cláusula de
garantía general hipotecaria, 'ver sentencia 391. Sobre el derecho del
acreedor hipotecario no citado a la subasta para pedir su nulidad, ver
LAS OBLIGACIONES 1 LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 81

te, seco 1.\ pág: 100. Sin embargo; la Corte de Valparaíso; en


un fallo muy bien fundado de fecha 31 'de julio de 1935;
a
Rev., t. 33, 2. parte, seco 2.a, pág. 65, sostiene Ja d9ctrina
contraria.
Inspirada: en el mismo criterio es la sentencia del Tribunal
Supremo que declara que el cesionario de derechos hereditarios
no puede pedir la nulidad si el causante del cedente había cele-
brado el acto sabiendo o debiendo saber el vicio. La sentencia
es de fecha 17 de julio de 1930. Rey., t. 28, 2:' parte, seco 1.",
pág. 133.
a
111. Casación 17 de diciembre de 1923. Rev.; t. 22, 2. par-
a
te, seco 1. , pág. 797.

Doctrina.-Si .el"representante de una persona celebra un


sentencia 374. Sobre nulidad de la adjudicación de la cosa hipotecada he-
cha al acre~dor sin previa tasación, ver sentencia 394. Sobre nulidad de
.la hipoteca que contrae el curador sobre bienes, del pupilo .. sin· que se le
haya dicernido el cargo, ver sentencia 398. Sobre nulidad de la hipoteca
de bienes de la mujer casada, ver sentencia 395.
Sobre nulidad de la transacción: en que marido y luujer renuncian
a. su. estado civil, ver sentencia 399; de un bien raíz de un lnenor habi-
litad{/, ver sentencia 402; en que un accidentado del trabajo renuncia a
su indemnización, ver sentencia 405 ;de bienes de la mujer casada, ver
sentencia 406.'
Sobre nulidad de la adjudicación: que se hace al marido de
bienes aportados por la mujer a la sociedad conyugal, ver sentencia 430.
Sobre valor de la adjudicación de bienes de la mujer al marido por re-
J1lmcia de gananciales y que tiene porción conyugal, ver sentencia 43 L
Sobre nulidad del pago.: hecho al cedente ,después de notificada la
cesión, ver sentencia 80; hecho al manda.tario que no a,ctúa como tal, ver
sen<úencia 81; hecho por el deudor en un juicio ejecutivo después del re-
mate~ ver sentencia 86~ ,
Sobre valor de fas ~stipulaciones en oro, ver sentencias 345,346
y 347. .
continuar
ir atrás

82 MANU'EL SOMARRIVA UNrlC'1tlt}\GA

.contrato eón conocimiento del vicio, el representado con pos-


terioridad 110 puede solicitar la nulidad.
Comentario.-La Corte Suprema en sentencia de 2 de
septiembre de 1930, Rev., t. 28, 2." parte, seco 1.", pág. 205,
reiteró esta doctrina que .es concordante con la sostenida por
el mismo Tribunal en el caso del heredero. La Corte· de T alea·
en un interesante fallo de 5 de diciembre de 1935, Rev.,
t: 34, 2:° parte, seco 2.", pág. 33, acepta. la doctrina contraria,
que parcCe pr.eferibl~ a 1a de la. Corte Suprema, pues ésta exa-
gera en demasía la ficción dc la repl'escntació~ y el principio
enunciado en el artículo 1,448 dél .Código Civil.

112. Casación 22 de junio de 1933. Rev., t. 30,2." parte,


. ~ec. 1.", pág. 413.

Doctrina.-El lllil.ndan.te que ha' otorgado un mandato


nulo sabiendo o debiendo saber el vicio que lo invalidaba, no
. puede solicitar la nulidad del acto otorgado en cumplimiento
del mandato nulo.
Comentario.-La doctrina enunciada nos pa~ece ajustada
a derecho y equitativa. La prohibición del artícu1ó 1,683 del
Código Civil·· cstá est~blecida, para evitar que una persona se
aproveche de su propio dolo, y en el c~so fallado, si el man-
dante pudiera pedi~ la nulidad del contrato en razón de la
nulidad del mandato que él conocía se encontraría en esa s.itua-
ción. Además, si de acuerdo con la citada disposición, el man-
dante no podrÍ.a solicitar la nulidad del mandato, éste produ-.
dría sus efectos, y con él también· el contrato celebrado por el
mandatario. .. .
L~S OBLIGACIONES Y LOS C,ÓNTÚ.'fOS AN'f];, LA Jua¡;;¡>¡tUmÚ';rCIA 83
, . -.~---'

-
113. Casa~ión 6 de noviembre de 1931. Rev., t. 29, 2.'" par-
te, sec.· 1.", pág. 148.

Doctrina.-La prohibición del artículo 1,683 del Código


Civil para alega~ la nulidad absoluta al que conocía el vicio
también se aplica á la mujer casada que se encuentre en est~
caso.
Comentario.-La· mujer casada, no ,obstante' ser relativa-
mente incapaz, también puede celebrar actos, que adolez~an de
nulidad absoluta y en ese caso no habría razón para no aplicar-
'le la prohibición del artículo 1,683- que no hace distinción
alguna. , '

114. C~sación 26 de abril de 1934. Rev., t. 31, 2." parte, seco


1.", pág. 337. '

Doctrina.-'Hl artículo 1,683 delC6digo Civil impide que


.se solicite la' declaración de nulidad absoluta a aquél que co~
conocimiento material, real y efectivo del vicio celebra el acto
.. es
a sabiendas que 'nulo .
.. .

Coment.á-io.-.-Lo que dice ,este fallo en otros términos es


que para incu~rir en la. sanción ·del artículo 1,683 no~basta el
conocimiento presu.,t¡to de· la ley a que se refiere t:;1 artículo 8. ~
.del Código Civil. Consideramós que la doctrina es lógica" por~
que de aplicar el artículo 8.°, jamás el p~opio contratante po-
dría solicitar la nulidad, }'a que la ley se presume conocida de
todos 'y las causales de. nulidad' absolutf!. est~n consagradas en
los textos legales. Pero el conQcimient~ real y efectivo del vi~
do tiene ta.mbién sus inconvenientes. ¿Por qué cuando se va a
84 MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA
=-..,.-=-================
cons~derar que existe? ¿Se presume? ¿Debe probarse? Ningu-
no de estos puntos trata la sentencia.

115. Casación 11 de noviembre de 1922. Rev., t. 21, 2: par-


te, seco 1.\ pág. 973.

Doctrina.-Si bien el que ha celebrado un contrato sa-


biendo o debiendo saber el vicio que la invalidaba no puede .'>0-
licitar declaración de nulidad absoluta, ello no impide que el
. Tribunal la declare de. oficio si. aparece de manifiesto en el acto
o contrato.
.e omentario.-La doctrina expresada está de acuerdo con
la ley. La prohibición del artículo 1,683 del Código Civil, como
toda prohibición es de derecho estricto y no puede ampliarse
a casos no contemplados en ella. Además, que el Tribunal de-
clare de oficio la nulidad cuando ella aparece de mapihesto"
más que un derecho es una obligación que pesa sobre éL Dada
esta doctrina resulta curioso 10 fallado por la Corte de Santiago
y confirmado por la Corte Suprema en sentencia de 19 de
marzo de 1938, Rev:, t. 35, 2." parte, seco La, pág. 414, al de-
clarar que el contratante no podía pedir la nulidad de una hi-
poteca que se había constituído sobre un mueble por conocer
el vicio. Y cabe preguntarse. ¿El Tribunal no pudo de oficio
declarar tal nulidad que no podía ser más m'anifiesta?

116. Casación 7 de abril de 1924. Rev., t. 22, 2. a parte, sec~


l.", pág. 937.

Doctrina.-EI Tribunal puede declarar de oficio la nuli,..


LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRA-:OS ANTE ·LA. JURISPRUDENCIA . 8~

dad absoluta cuando aparece de manifiesto, en el acto ? con·


trato.
Comentario. - La sentencia interpretando correctamente
el artículo 1,683 del Cócligo Civil diCe que el vicio aparece de
manifiesto cuando se desprende del instrumento que contiene el
contrato, que consta en él indubitablemente, y no que él resulte
de la relación que exist~ o pueda existir entre él mismo y otra
actuación· o del examen de probanzas que se rindan.
La Jurisprudencia ha. declarado que la nulidad aparece de
. manifiesto en los siguientes casos: en la hipoteca de un inmue-
b~e hecha por un heredero antes de efectuar las inscripciones que
prescribe el artículo 688 del Código Civil, Corte Suprema 12 de
mayo de 1905, Rev., t. 2.°, 2." parte, sec.,l.", pág. 393; en el nom-
bramiento de partidor que hace el juez y que recae en un Ingenie-
ro, Corte de Talca '7 de enero de 1910, Rev., t~ 8.°, 2." parte,
sec., 2.", 'pág. 94; en el contrato que aparece subscribiéndolo un
demente, Corte Suprema 31 de agosto de 1936, Rev., t. 33,
2." parte,sec. 1.", pág. 504; en la confesión de una. deud~ que
hace un Tesorero de Municipalidad que no tiene facultad para
obligada, Corte Suprema, n de abril de 1931, Rev., t. 28, 2."
parte, seco 1.\ pág. 518; en una promesa en que no se estipula
precio de lá cosa que se promete vender, Corte S~prema 12 de
enero de 1935, Rev., t. 33,.2. parte, sec~ 1.\ pág. 165; en una
a

compraventa en que el precio no se estipula en dinero, Corte


a
Suprema 11 de noviembre de 1922, Rev., t. 21, 2. parte, seco
1.", pág. 973; en· una renta vitalicia en que la renta se estipula
en especie y otros servicios. Fallo anteriorjen la venta· entre
cónyuges, Corte Suprema 24 de junio· de 1920, Rev., t. 19,
2: parte; seco 1.", pág. 128.
86 MANÚEL SOMARRIV:A. 'UNDtJRRÁGA
=
:::;-":-.:_--=-' =-==========::±:===::;:;, 0::==
''::r::.:::!:' . _ . -=::r::

Por. el cohtt~rio se ha dicho que la nulidad no aparece de,


mani:6.~sto:· si se alega la falta de causa, Corie Suprema 31 de
agosto de 1936, Rev., t. 33: 2: parte, seco 1.\ pág~ 504; en la
nulidad de una escritura por s,imulación, Corte de Valparaíso
31 de julio de 1935, Rev., t. 33, 2." parte, seco lo", pág. 65;
en la nulidad producida por la enajenación de un bien embar-
gado, Corte Suprema 7 de abril de 1924, Rev., t. 22, 2: par-
te, se'c. 1.", pág. 936; en la nuI1dad producida por enajenación'
de bienes sobre los' cuales hay prohibición de enajenar, Corte
a
Suprema 19 de diciembre ele 1931, Rev., t. 29, 2. parte, seco
1.", pág. 250; en la falta de insinuación de una donación ma-
yor de $ 2,000 si del contrato no aparece este valor, Corte Su-
prema 18 de mayo de 1931, Rev., t. 28, 2." parte, seco 1.\ pág.
518; en el s.upuesto que 'la dación en pago que el deudor hace
al acreedor ~ipotecario con el bien' hipotecado fuera nula, si
en la escritura de dación no hay' constancia de la hipoteca, Cor-
te Suprema 3 de agosto de 1931, ~ev., t. 29, 2: parte, seco
V, pág. 50; admitiendo que haya nulidad absoluta, en el dis-
cernimiento a un curador efectuado por un juez incompeten-
te, C~rte Suprema 25 de octubre de 1930, Rev., t. 28, 2: par-
, n .
te, seCo 1.., pág. .350.

117. Casación 31 de octubre de 1905. Rev., t. 3.·, 2." parte"


seco 1. n, pág. 201.

Doctrtna.-La accióll de- nulidad ~bsoluta se éonceae s1tT.


distinguir si se ha cumplido o no el contrato llulo.
eomentario;-La ley' 110 'distingue. para .1a . declaración de
nulidacl si s.e ha cumplido o. no el COll~rato. daro que si no' se
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRA TOS ANTE LA JURlSPR UDEN eLlo. . 87
- x::::::

ha . cumplido, los efect~s de la nulidad son' más reduci-.


dQs~ potq~e no ope~a con efecto retroacti,,~o ni' afecta a ter-
. ceros. En este caso la dedaracióil "cle nulidad hace que las ~o¡j.li.:
gacIolles que et?anan del contrato, nO' pueden cumplirse por
imposibilidad, ya que jurídicahlente ellas han desaparecido, y
entonces si que se poclría decir que la nulidad es ~na forma de
exti~guit las obligaciones.

118~ Casación 21 cie diciembre de 1916. Rev., t. 14, 2/ parte,


seco 1.", pág. 466.

Doctrina.-·'-Sic en U11 contrato una cláusula está viciada


de nulidad, bien puede .el ~ontrato subsistir. ~n el resto.
{;omiwtário.-.En' el caso fallado diríamos hay una nuli-
dad parcÍaL P~saria ,lo Íl~ismo' que. acontece Cüll frecuencia en
los testamentos, que pueden contener dáusulas nulas,pero otrá~
válidas y eficaces. "

119. Casación 25 de octubre de 1930. Rev., t. 28, 2," parte,


seco lo"', pág. 350"

DO:clri~a.-No puede declararse la nulidad de una adjudi.-


cación de un bien raíz e!l un juicio seguido sólo contra el actual
pose.edor, o sea, si la ac(,:Íón no se ha 'dirigido c~mtra el adjudicat~­
rio ..C0l1 ,quien correspollde discutir el valor legal de tal adjudi~
caci6n.,
e omentarto.-·-La doCtrina del fallo que coment~mos es ,.exac-
tao La a:cóón· de nulidad es personal .Y en consec~encia debe di~ .
'88 MANUEL SOMAARIVA UNDURRAGA

I ~

rigirse y discutirse con el otro contratante y no con el poseedor.


La misma doctrina sustenta la Corte Suprema en sentencia de
a
8 de octubre de 1934, Rev., t. 32, 2. parte, seco 1.\ pág. 38 Y
la Corte de Valdivia en sentencia de 15 de diciembrede 1933,
a
Rev., t. 32, 2. parte, seco 1."~ pág. 38 ..
. Naturalmente, que el tercer poseedor puede verse afecta-
do por la declaración de nulidad, pero para eIlo e~ necesario
que en su contra se entable la acción reivindicatoria., Por eso
la Corte Suprema, en sentencia -de, 15 de septiembre de 1923,
Rev., t. 22, 2." parte, seco 1.", pág. 447, sostiene que de-
clarada la nulidad de un contrato si el actual poseedor del in-
mueble no ha intervenido en d juicio, no pueden cancelarse
las inscripciones que a su nombre haya en el Conservador de
Bienes Raíces, 'para justificar este fallo recordemos que de acuer-
do con el artículo 3.° del Código Civil, las sentencias sólo obli-
gan a los que han intervenido ~n el litigio en que ellas se
dicten.
Decíamos que la nulidad una vez declarada afecta a ter-
ceros. La Corte Suprema en sentencia de 22 de noviembre de
1937, Rev., t. 35, 2." parte, seco 1.\ pág. 194, explica la razón
de ello con los siguientes términos por d~n1ás exactos: dado qlle
la nulidad declarada en s~ntencia que tiene la fuerza de cosa
ju~gáda, restituye a las partes al mismo' estado en que Se ha-
llaran si no hubiera eXistido el contrato nulo, desapa;eee el tí-
tulo de dominio del demandado y queda subsistente el del de-
mandante, quien puede deducir la acción reivindicatoria por ha-
ber perdido la posesión al inscribirse el título del actual po-
seedor.'
U.S OBLIGACIONES Y'J;..OS CO"NTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 89
" "

12 O~ Corte de T acna 14 de noviembre de" 1907. Rev.) t, 6.


0
,

a,
, 2. a part¿, seco 2. pág. 18.

Doctrina;-La venta, de un bien raíz de un menor habili-·


tado sin autorización judicial es nula de 'nulidad relativa. El
lUenor d~be devolver el precio;" porque tenía capacidad para re-
cibir y el artículo 2,297 del Código Civil autoriza la repetición.
Iniciada la acción dentro del plazo de 4 afias su ejercicio queda
sólo sujeto a la prescripción general de las acciones, es decir
al término de 20 años de la acción ordinaria.
eo111entar'io.-Con~ideramos que la sehten~ia anotada con-
tiene dos errores de proporciones. Primero en cuanto sostiene
que por ser el menor. habilitado de edad capaz de recibir el· pre-
do está obligado", a devolverlo, porque ello significa desconocer
el artículó 1,688 del Código Civil que determina el caso en que
puede solicitarse del menor la restitución, esto es cuando se ha
hecho inás rico.
En seguida afirma la sentencia que entablada"la acción,si se
deja de perseguir por más de tres años no cabe" deór que no se
habría. interrumpido , la' presCripción. 'Semejante doctrina va
abiertamente eñ ¿ontra el artículo 2,503 del 'Código Civil. "
Por último, no es más afortunada cuando sostiene que en-
tablada la acción sólo queda ~ujetaa la prescripción de 20 años.
Eso 10 diceJa ley para las prescripcio,nes de los, artículos 2,521
y 2,522 del Código Civil, pero no para las prescripciones es-
pecialeS como es el caso dé la acción rescisoria, respecto de las
,cuales "por no deór nada el articulo 2,524' c,le! Código Civil;
clebenaplicarse las reglas de lainterrupción de la prescrfpción
de la.rgo tiempo. . '
90 MANUEL SOM,ARRIVA UNPURRAGA
===, ================, ::-' ~--'c:.

121. Casación 8 de agosto de 1912. Rev."t. 11, 2: par~e,


seco 1. n, .pág. 184.

Doclrina.-La circunstancia de ser uno de los demandan·


tes menor de 25 años y mayor de 21 al tiempo de interponer
la demanda, sólo daría lugar a nulidad relativa que no puede
setdeclarada, sino a petición' de aquél en cuyo beneficio la ha
establecido la ley.
Comentario.-De est,a seJ.!.tencia parece deducirse que las
. di.'iposiciones' def título' de la nulidad del Código Civil se apli-
cal'Íall a los juicios, cuando en, realidad ~na jurisprudencia uni-
forme y c;:onstante ha declarado que les son inaplicables. Ver las
siguien.tes sentencias de la Corte Suprema: 27 de diciembre de
1916, Re-v., t. 14, 2. parte, seco i.", pág. 4F; 9 de julio de
R

1919, Rev., t. 17, 2. parte, seCo 1.\ pág. 344; 2 de septiei11bre


a

de 1922, Rev., t. 21, 2. parte, seco 1.\ pág B02;' 15 de no-


a

viembre de 1912, Rev, t. 11, 2." parte, seco L", pág. 206. Sin
embargo, la Corte de Valdivia en sentencia de 19' de agosto de
1924, Rev., t. 26, 2." parte, seco 1.", pág. 241, dice que excepcio-
nalmente las reglas de la nulidad civil se aplican a cterta3 ac-
tuaciones judiciales.

122. CasaCión 24 de octubre de 1911. Rev., t. 10, 2." parte,


sec. 1.", pág. 81.

Doclrina.-No queda privada de solicitar la 'nulidad la


mujt:r casada que celebra un contrato sin autorización del juez
n~ .del marido, p~r el hecho de confesar de haber celebrado el.
,L!.SOBUGACIO!"ES y LQS CONTRATOS ANTE 'LA JURlSPllUDENCU 91'
<-- . -.... -~. -¿.-¿:.=~ = ; ¡ . • - - .•• -

convenio cané! prop'ósito de no cumplirlo por esdrnarlo con-


trario a la ley y a la inoral~ ,
Comentario.':"-'Es evidente que la circunstancia anotád:ano
constituye dolo de parte' de la mujer, y menos' t~davia del
que contempla elartíc~lo 1,685 del Código Civil, por lo cuar
no cabe aplicárle, hi sanción gueesa disposición establece.

123. Corte de Tacua8 de noviembre de .1907. Rev., t. _5."~


2." parte, seco 2. a, pág. 94;

Doctrina.-El donante no puede pedir la nulidad de la do-


naciói1 que la mujer 'casada aceptó sin la autorización del ma-
rido.
'Cbmentaúo.-En el caso fallado existía ,una nulidad' re-
lativa, la que sólo puede alegarse por aquél ell cuyo favor se
ha establecido, sus herederos y cesionarios-, y el donante no se
encontraba en ninguno' de estos casos.

124. Corte de Santiago 3 de noviembre de 1906. Rev., t. 4.",


2." parte, se. 2."',pag. 43.

Doctrint1.~La acción rescisoria por. los actos


de la muje~
(asada prescribe en, 4 años que se cúentan desde que cesa su
incapacidad, lo que ac!'ntece entre otros casos' desde que se se-
para de bienes.
Corn~ntario.-L~ Corte de Valparaíso ensente~cia de 14
de enero de 1933, Rev., t. 29, 2. par.te~ ~ec.. 2:, pág. 17, .~s de
a

opih:ióncontr~ria, pues 'sostiene que la incapacidad de la mu"


j~1: cas~da .sólo cesa cuando ,ha des~~recido él matrimQnio por
92 MANUEL SOMAlUUVA UNDURRAGA

nulidad o disolución. También· parece ser de esta misma opi-


nión la Corte de Talca según se desprende de la sentencia de 13
de agosto de 1913, Rev. t. 20, 2.fJ. parte, seco 2.\ pág. 20. En
nuestro concepto si antes se pudo discutir la cuestión, hoy· en
día con la dictación de la ley 5,521, que da casi total capacidad
a la mujer· separada de bienes, no' hay duda de la exactitud de
la doctrina de la Corte de Santiago.

a
125 .. Casación 7 de junio de 1926. Rev., t. 24, 2. parte, s~c.
. 1.", pág. 93.

,Doctrina.-Si la mujer casada· confiere poder a un terce-


ro y éste infringe d artícülo 2,144 del Código Civil compran-
do bienes ,que le había ordenado vender, hay nulidad relativa
y el plazo de cuatro años se cuenta desde la celebraci?n d~l
acto.
eomentario.-La sentencia la consideramos conforme a de-
recho. No podría sostenerse que en este caso el plazo se empie-
za a contar desde que cese la incapacidad, porque la causal de
nulidad no fué la incapacidad sino la tras~resión del artículo
2,144. Cabe también agregar que esta prescripción no se suspen-
de a favor de la mujer, porque siendo Prescripción especial, de
acuedo co'n el artículo 2,524 del Código Civil corre contra
toda persona.
Siguiendo el mismo criterio de la sentenc·ia que comenta-
mos la Corte Suprema en sentencia de 30 de marzo de 1937,
n
Rev., t. 34, 2. parte" seco 1.\ pág. 225, resolvió que celebra-
do un, contrato por una mujer soltera menor de. edad, si des-
LAS OBLIGACIONES Y.1.0S CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 9>
pués contraía matrimonio la prescripción se comenzaba a con-
tar desde gue cumplía 25 años, aunque estuviera casada.

a
126. Corte de Valdivia 24 de abril de 1936. Rev., t, 35, 2.
parte, seco 1.\ pág. 66.

Doctrina.-El plazo de prescripción de cuatro años, den-


tro del cual prescribe la acción rescisoria que corresponde al
menor de edad se suspende si éste 'caeen demencia.
Comentario.-La sentencia es errada y viola abiertamente
el artículo 2,524 del Código Civil, según el cual las prescrip-
ciones especi~les no se s_uspenden, salvo en los casos excepcio-
nales que establece la ley.
En -materia de acción rescisoria de acuerdo con -el artícu-
lo 1,692 del mismo Código se suspende a favor de los herede-
ros menores, y tenemos que concluir que ni siquiera .se suspenqe
en favor del heredero demente,' pues di~ho artículo es excepcio-
. nal y debemos interpretarlo restrictivamente. La Corte de Val--
paraíso en sentenci~ de 14 de enero de 1931, Rev., t. 29, 2. a
parte, seco 2. a, pág. 17, acepta nuestra opinión dando los mis-
mos fundamentos.

a
127. Corte de Talca 13 de agosto de 1923. Rev., t. 20, 2.
.parte, seco 2.a, pág. 20.

Doctri11.a.-Siendo dos los demandantes y pres<;:rita la ac-


ción respecto de uno de ellos, pero pronunciada la rescisión a
requerimiento del otro, cuya acción no ha prescrito, los efectos
de esta declaración surgen con. favor o con respecto a ambos,.
MANUEL SOh1ARRlVA, UND{J~J,V.GA

,¡;i la acción en cuya virtud se hace la ~eclaración e's ,la misma


que pudo ejercitar el"causante de ambos y dado que en tal vir-
tud no es dable- admitir que el contrato sea en parte válido y,
en parte nulo.
Comentario.-No estamos de acuerdo con el fallo. Pres-
, nito el derecho de uno de los comuneros debe considerarse ex-
tinguido. Solicitada la rescición, por el otro heredero, sólo a éste
puede aprovechar la declaración. Así se desprende del artículo
1,690 del' Código CiviL

128. Casación 6 de octubre de 1937. Rev., t. 35, 2." parte,


sec., 1."" pág. 95.

Doctrina.-El rechazo de la tercería de dominio sobre la


,cosa embargada y la declaración de nulidad absoluta de la
-venta de la misma en que se fundaba la tercería, no tiene más
alcance que habilita.r al ejecutante para continuar el juicio eje-
,curivo sobre el, bien embargado; pero no produce cosa juzgada
a favor del ejecutado_ en orden a la nulidad resuelta porque no
figuró como parte eh 'la tercería en su carácter de vendedor de
la' cosa, y no litigó sobre la validez de la venta, y además, por-
'-que el derecho, conferido por el artículo 1,464, N. o 3. del Có-
0

<ligo Civil está establecido para resguardar los derechos del


.acreedor que ha embargado bienes de su deudor .
. Comentario.--El c~so fué el. siguiente: En una ejecución
se embargó un bien del ,deudor. El comprador de este bien
, '

opuso tercería de dominio, la que fué rechazada porque la ven-


'ta había sido nula. El vendedor que era el ejecutado quiso
;aprovecharse de esta, declaración' para d'estruir el contrato mis-
L"S OBlJGACIONES y LOS CONTR.ATOS ANTE LA JURISPRUDENCiA ,95
- - =========,,='========'=:-==='"""'==--","¿'

mo y la sentencia no aceptó esta pretensión, diciendo que ello


debía discutirse en un juicio en que el vendedor actuara como
tal, ya fuera dem.andante ~ demandad~:

129. Corte de Santiago 9 de enero de 1922. Rev., t. 22, 2.~


parte, seco lo", pág. 272.

Doctrind.-Acreditada la simulación de un contrato debe


acogerse la acdón de nulidad fundada en ella. La simulación
puede probarse por presunciones judi~iales. '
Comenta,rio.-,-'En realidad, por reglá gener;:tl1a simulación
..
envuelve' una nulidad, ya. sea por falta dé causa o de consenti-
:tni"ento. Así 10 ha, entendido la jurisprudencia. La Corte ~e San-
a
'

tiago en sentencia' de 19 de abril de 1931, Rev., t. 29,2. par-


te, seco 1.", pág. 411, habla de falta de consentimiento;.Y' la
Corte Suprema en sentencia de 9 de mayo de 1925, Rev. t. 23,
2. n parte, s~. 1.", pág. 175, en el caso de 'un contrato simulado
~o a:.mla por, falta de causa. Finalmente, el mismo Tribu~l 'en
falh de 24 de agosto de 1'918, Rev., t. 17, 2." parte, seco 1.",
Pág. 279, habla sólo de nulidad. '
Sin embargo; es necesario observar .que la simulación no
siempre es ilícita,' sino que ello sólo' acon~eie cuando media
perjuicio. df tercero. Así lo. ha dicho la_ Corte de Valparaíso en
sentencia de 12 de junio de 1935, Rev., t. 33, 2. a, parte, seco
2.", pág. 17. De lo expuesto resulta que salvo que haya perjiú-
,cio de terceros la simulación es lícita. Así también 10 rec~nocen
unánimemente los autores que en la celebración de' contratos
ocultos .no ven sma una manifestación del principio de- la auto--
nomia de la voluntad que impera en el Derecho Privado. Esta
96 MANUEL SOMAIUUVA UNDURRAGA
=-================:: "--
doctrina tiene su asidero legal en lo dispuesto en el adculo
1,707 del Código Civil.,

VI.-DE LA PRESCRIPCION (1)

130.- Casación 16 de diciembre de 1904. Rev., t. 2.", 2." par-


te, seco 1.a,
pág. 277.

Doctrina.-La prescripción de corto tiempo del artículo


2,522 del Código Civil no es admisible respecto de un conjun-
to d~ servicios remunerados por su naturaleza y que el Tribuna!
a~alúa en su totalidad.
tomentario.-En el caso fallado se trataba de una mujer
que había hecho vida marital con el demandado y le cobraba
los servicios prestados y las utilidades obtenidas con el esfuerzo
común. Con posterioridad la Corte Suprenia ha fallado casos
similares como son los siguientes: Una persona había prestado
servicios tomando a su cargo el gobi~rno de la casa y atención
personal del causante hasta su fallecimiento, sentencia de 5 de
diciembre de 1917, Rev., t. 15, 2." parte, seco 1.., pág. 309;
una ~ujer casada por matrimonio religioso que ~obraba los ser-
vicios prestados a su marido, sentencia de 18 de agosto de 1920,
a
Rev., t. 19" 2. parte, se. 1.", pág. 256 Y Corte de Sa.ntiago, sen-

(1) Sobre la prescripción: entre comuneros, ver sentencia 427; de


la acción de nulidad, ver sentencias 124, 125 Y 126; de la acción reso-
lutoria, ver sentencia 26; de la acción de indemnización de perjuicios
emanada de un delito o cuasidelito, ver sentencia 451; del derecho que
confiere el artículo 1,824 del Código Civil, ver sentencia 252. Sobre si la
notificación que se hace de la cesión al deudor interrumpe la prescripción,
Yc;r ~entent:ia 272.
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 97

a
tencia de 16 de jl!lio de 1919, Rev., t. 17, 2. parte, seco 2:,
pág. 12.

131. Casación 21 de diciembre de 1904. Rev., t. 2.°, 2.", par-


te, seco La, pág. 223.

Doctrina.-Sí el administrador de un fundo ejercía la act-


ministra,ción con arreglo a las órdenes impartidas semanalmen-
'te, es dependiente y se le aplica el artículo 2,522 del Código
Civil.
Comentario.-Con la vigencia del Código del Trabajo se
ha estimado de una manera: uniforme por la jurisprudencia'
que el administrador ~s empleado particular y, en consecuen-
cia, hoy en día no cabe aplicarle el artículo 2,522.

132. Casación 11 de octubre de 1909. Rev., t. 7.°, 2." parte,


seco 1.", pág. 287.

Doctrina.-No es comerciante al por menor omenude9 ni


le.es áplicable la prescripción de corto tiempo del artículo 2,522'
del Código Civil al que v~nde' sus artículo's en g~andes 'parti-
das, en virtud de un contrato especial para la aliment~ción de
todo Ul;l ejército.
eomentario.-La Corte Suprema ha estimado que la ex-
presión al menudeo que usa este artículo significa al por me-
a
nor, sentencia de 25 de mayo de 1917, Rev.,t. 14, 2. parte,
seco 1.", pág. 583.
Con idéntico criterio el citado Tribunal en sentencia de
10 de ent:r~ de 1913, Rev., t. 11, 2." parte, seco 1.", pág. 302,
98 MANUEL SOMARRIV A UNDURRAGA
-_. __.-==============~======- ."""
declaró que era inaplicable el artículo 2,522 a la provisión de
agua potable que en forma amplia y en gran cantidad hacía
. una empresa.

133. Casación 24 de diciembre de 1932. Rev., t. 30, 2." par-


te, seco 1. n, pág. 159.

DoctTina.-La prescripción de corto tiempo del inciso 3.°


del artículo 2,522 del Código Civil se. refiere a 'servicios de
carácter material en que predomina la obra de mano sobre la la-
. bol' intelectual del que 10 ejecuta.
Comentario.-Lo dicho por la sentencia se desprende sólo
de leer el artículo .
. La Corte Suprema también ha res~elto que la prescripción
del artículo 2,522 no es aplicable a los contratistas de edi~cios
u otras construcciones en .que el industrial suministt:a fondos y
se ejecutan los trabajos bajo su dirección, porque. en este caso
de acuerdo con el artículo 1,996 del Código Civil se considera
'el contrato como compraventa, Sentencia de 25 de octubre de
a
'1916, Rev., t. 14, 2. parte, seco 1.", pág. 295.

a
134. Casación 25 de octubre de 1907. Rev., t. 5.°, 2. parte,
seco LA, pág. 106.

DactTina.-·-La prescripción de' los honorarios de un abo-


gado se empieza a contar desde que termina la defensa o desde
'que ter~ina el mandato.
Comentario.-La sentencia se ajusta a derecho. No sería
posible contar la pl'escrÍpción mientras se están prestando los
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 99
-........c......,.--:.

servicios. Sólo una vez que éstos han terminado pueden consi-
derarse" exigibles los honorarios. La misma doctrina sienta la
,Corte de Santiago en sentencia "de 4 de: julio de 1934, Rev.,·
t. 32, 2." parte, seco 1.", pág. 494, en los siguientes térmmos:
Establecido que la atenCión médica, cuyos .servicios se cobran
fué ininterrumpida 'durante un largo lapso, no p1;le~en fraccio-
narse los servicios y la. p~escripción comienza a correr desde que
terminó la atención profesionaL

135. Casación 1'6 de septiembre de 1904. Rev., t. 2.°, 2." Pélr-


te, seco 1.", pág. 269.

Doctrina.-Es lícito limitar los plazos, de prescripción fi-


jados por el legislador.'
eoment4rio.-La s~ntencia no sienta expresamente la doc-
trina, pero ella se desprende de sus considerandos. Por 10 de-
más, la licitud de semejante pacto na.die la discute y nuestro
propio Código, ·entre otros en los artículos 1,880 y 1,885 lo
autorizan.
Distinto es el caso de la ampliación de los plazos, lo que la
doctrina. repudia, porque ello podría significar. una burla a la
disposición que prohibe renunciar a la ,prescripCión antes que
esté cumplida.,

136. Corte de Talca 16 de agosto de 1916. Rev., t. 3.°, 2."


parte, seco 2.", pág. 149.

, Doct~illa.-La prescripción establecida para las causales de


nulidad' del 'matrimon'io es de interés público, no' puede se~ re-
nanciada por. el cónyuge y puede ser declarada de ofido.
100 MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA
~~====================================~----

Com.entario.--Consideramos que _esta sentencia es contra-


ria a derecho. Ni en el Código, ni en la Ley de Matrimonio Ci-
vil existen disposiciones que autoricen esta conclusión. Por lo
dem~s, toda prescripción, y no sólo la de la acción de nulidad
de matrimonio, es de interés público. .

137. Casación 4 de julio'cie 1936. Rev., t. 31, 2.'" parte, sec.


1.\ pág. 373.

Doctrina.-La prescripción extintiva puede alegarse, sea


como acción o como excepción.
Comentario. - Como dice la sentencia ningún precepto
substantivo o procesal, la ha limitado sólo a la excepción. Pero
eso sí que a la acción de prescripción no cabe aplicarle el ar-
tículo 300 del Código de Procedimiento Civil, sino que debe
alegarse en la demanda~ así 10 ha dicho la Corte Suprema en
sentencia de 14 de septiembre de 1918, Rev., t. 16, 2: parte r
seco 1.", pág. 216. .
La excepción de prescripción de acuerdo con la citada dis-
posición puede alegarse' en cualquier momento del juicio, pero
esto no rige para' el juicio ejecutivo, donde ella puede
oponerse exclusivametite en el escrito de excepciones. Corte de
Santiago 10 de enero de 1918. R~v., t. 17, 2." parte, seco 1.\
pág. 462.'

138. Casación 5 de octubre de 1929. Rev., t. 27, 2.8. parte,.


seco 1.", pág. 549.

Doctrina.-La prescripción no basta alegarla en términos


LAS OBLIGACiONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA 'JURISPRUDENCI/\

genéricos, sino que debe expresarse de un modo preciso el tiem-


po desde el cual ha debido comenzarse a contar el' plazo.
Comentario.-Es evidente, como dice la sentencia, que si
el juez de oficio entra a suplir la afirmación sobre cuando co-
menzó la prescripción, la otra"parte qúedaría en situación des-
ventajosa, pues 'no se le habría oído sobre ese punto. Tiene,
pues, ~uma impOrtancia consigna~ la fecha en que 'empieza la
prescripción por eso la Corte Suprema en sentencia de 13 de
a
agosto de 1934, Rev., t. 31, 2. parte, seco 1.", pág. 548, de-
claró que el fallo que acog~ una prescripción sin consignar la
'fecha desdé cuando debe empezar a contarse el respectivo plazo
es nula, porque deja de establecer los hechos sobre que versa
la cuestión y ,omite además las 'consideraciones' de derecho ~1
respecto.

139. Casación 16 de diciembre de 1923. Rev., t. 22, 2." par-


te, seco La, pág. 748.

Doct,-ina.-La prescripción alegada por un comunero no


favorece a los demás.
eomentarío.-La doctrina 'es exacta. La Corte de Apela-
. óones había sentado la tesis contraria, con lo que respecto a
los comuneros que no habían alegado la prescripción la estaba
declarando de ofióo, violando as~ el artículo 2,492 del Códi-
go Civil:

140.· Casación 9 de octubre de 1919. Rev:, t. 18, 2.'" parte,


seco 1.", pág. 23.
A •
Doctrina.-La prescripción de 10 años del título ejecuti-
vo noadmite suspensión.
MANUEL SOMARRlVA UNDURRAGA
,. -_:_~:.:

Comentario.-La sentencia nos parece conforme a la ley.


La prescripción de la acción ejecutiva, más que prescripción,
es caducidad de la misma y por este motivo no se suspende.
Sin embargo, la Corte de Santiago, en sentencia de 2 de diciem-
bre de 1912, Rev., t. 10, 2. parte, seco 2.a, pág. 3, erradamen-
a

te sostiene 10 contrario.

141. Casación 9 de diciembre de 1930. Rev., t. 28, 2." par-


. , a
te, seco 1. ~ pág. 409.

Doctrina.-No interrumpe la prescripción la simple carta


. dirigida al deudor y la respuesta de ella, porque la ley eXIge
expresamente un recurso judicial.
C omentario;-Como dice la sentJencia para intert'umpi.r
la pre;cripdón se requiere demanda judicial,' por e~o la Corte
de Santiago, en sentencia de 21 de junio de 1904, Rev., ·t. 2.°,
2. a parte, seco 2.\ pág. 34, falló que la reclamación hecha ante
la .Junta de Reclamo de los Ferrocarriles, 110 podía estimarse
como interposición de la acción judicial y, -por lo taIltO, no in-
terrumpía la prescripción. Pero para' que la presc~ipción se in-
terrumpa no basta con presentar la demanda, su,:o. que es ne-
cesario que ella se notifique antes de que se haya .cumplido el
plazo. Corte de La Serena 7 de octu.bre de 1910, Rev., t. 9.°,
a
2. parte, seco La, pág. 516.

142 .. Corte de Santiago 29 de diciembre de 1903. Rev., t. 1.0,


2. parte, se~; 1.\' pág. 283.
a

Doctrina.-La de~anda
. .
entablada ante Tribunal lllCOffi-
petente interrumpe la prescripción.
LAS OBLIGACIONE~ y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA lQ3
===================?=====-~-",,-=-;.
Comentario.-'Sobre este punto hay opinión untforme. La
demanda' judicial significa que ce,sa la inactividad del acreedor,
y la declaración de voluntad es perfecta aun cuando se haga
ante juez incompetente.
Guiada. por razón· similar, la Corte Suprema, en sentencia
a
que aplaudi.mos, dé fecha 10 de abril de 1929, Rev., .t. 27, 2.
parte, s'ec. 1.", pág. 240, resolvió que no obstante que se anule
lo hecho por un menor en un juicio,. siempre la demanda enta-
blada lnt~rrumpe ,la' prescripción. Consecuente con esta idea, y
dado que el artículo 2,518 del Código Civil no distingue si la
demanda es civil o criminal el mis1n!? Tribu11a1, en sentencia de
a
12 de mayo de 1929, Rev., t. 27, 2. parte, seco 1."', pág. 183,
resolvió que se interrumpía la pr-cscripción de la acción de la
querella de' restitución, por la querella criminal por usurpación
que se entabla, y que se funda en, los nllsmos hechos gue la
acción civil ..

143. Corte' de Valparaiso 13 de. noviembre. de 1931. Rev.,


t. 30,'Z."parte, seco 1.", pág. 206.
Dactrina.-La acción reivindicatoria no se pierde por el
no uso. Para que esto se produzca es' menester que otro use la
cosa ajena, que adquiera el mi,smo derecho y extinga el del due-
ño; sólo entonces ha caducado él derecho y la acción que le es
inseparable. -
Comentaria.-Lo" que dic~ en otros términos la sentencia
es que a la acción reivindicatoria, se le aplica el artículo 2,517
del Código Civil. Con anterioridad la Corte de Santiago,.
a
en
sentencia de 8 de enero de 1923, Rev., t. 20, 2. 'parte, seco 2.",
1Q4 MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA

pág. 1, había dicho que la prescripción extintiva de las accionl!s


que reglan las disposiciones de los artículos.2,514 y 2,520 de!
mismo Código' no se refi.eren a las acciones reales, sino a las per-
sonales. Agregando que para .que se extinga la acción, por la
cual se reclama un derecho es menester que se haya adquirido
por prescripción adquisitiva ese mismo derecho.
, ,

n
144. Casación 25 de marzo de 1938. Rev., t. 35, 2. parte, seco
1.", pág. 424.

Doctrind.-Los artículos 2,492, 2,498 Y 2,511 del Código


Civil no confieren al acre~dor autorización para alegar en su
beneficio la prescripción que favorezca al deudor.
Comentdrio.-Si el acreedor pudiera alegar la prescripción
que favorece al deudor estaría ejercitando u'n derecho que a
éste le corresponde y en nuestro Código la subrogación del
acreedor en los derechos del deudor, aceptando que exista lo
que es discutible, sólo procedería en los casos excepcionales que
"

la ley señala" y dentro de éstos no se cuenta el alegar la pres-


cripción que al deudor le corresponda. índice
CAPITULO IV

DE LA PRUEBA DE LAS OBLIGA-


CIONES (1)

l.-DE LAS REGLAS GENERALES

14 5. Casa,ción: 9 de noviembre de 1917. Rev., t. 15, 2.a par-


a
te, seco 1. , pág. 247.

,Doctrina.-,Al establecer el Tribunal sentehciador los he-


chos de la' causa sin violar las leyes reguladoras de la prueba
ejérce una facultad privativa' 'que no es suceptible de casación.
Comentario.--EI principio enumerado lo ha aceptado la
jurisprudencia en cientos de sentencias. Tenemos, en consecuen-
cia, que los Tribunales de fondo aprecian soberam,ente la prue-
( 1) Sobre si es-lícito por una cláusula dd contrato invertir el «onus
pmbandi", ver sentellcia 1 S3; sobre _.quien debe pmbar la culpa grave,
ver sentencia 46; sobre que deb~ probar el que entabla la acción de pago
de 10 no debido~ ver sentencia 420 ; sobre que debe probar el que -dem,an-
cla in&oInoización por un delitQ o cuasidelito, ver sentencia 457.
,
lO!) MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA

- .
bao Jamás la apreciación errónea puede originar un recurso dé
casa~ión en la' forma, sino _excepcionalmente de fondo cuando
se violen las leyes que la regulan.
La Corte Suprema ha entendido que hay infracción de ,las
leyes· reguladoras de la prueba: cuando se admiten probanzas
que la ley no permite o se r-echazan medios probatorios que ella
autoriza, sentencia de 11 de mayo de 1934, Rev., t. 31, 2."
parte, seco 1.\ pág. 394; cuando se violan aJgu~as de las Ie-'
yes relativas al modo de pesar y valorar ,las pruebas del jui-
a
cio, sentencla 15 de julio de 1911, Rev., t. 9.°, 2. parte, seco
a
1.", pág. 454; en la infracción de las reglas 2. a y 3. del ar-
tículo 374 del Código de Procedimiento Givil, lo que no puede
dar origen a un recurso de casación en la forma, sentencia 5 de
a a
noviembre de 1933, Rev:" t. 32, 2. parte, seco 1. , pág. 173.

146. Casación 17 de julio de 1914. Rev., t. 15,. 2. a parte, seco


1. n, -pág. 411.

Doctrina.-El artículo 1,698 del Código Civil puede con-


siderarse infringido en el caso ·en que los jueces del fallo acep-
t~n la demanda sin que 'se hubiera ..rendido prueba de ninguna
espeCie. ,
C0'!lentario.-La existencia 'de la obligación corresponde
probarla al demandante y aun en el caso en que el juicio se siga
íntegramente en rebeldla del demandado, debe producir esa
prueba. De lo contrario pierde el juicio o la sentencia es casada
.como en el caso que comentamos. _ .
Con respecto al artículo 1,698, la Corte Suprema, en sen-
tencia de 20 de mayo de 1921, Rev., t. 21, 2.~ parte; seCo La,
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 107

pág. 437, ha dicho que el estudio de la prueba se relaciona ~011


el Derecho Civil y el Derecho Procesal y como el citadoartícu-
lo establece eI principio funda~ental de la prueba de las oblí-
gaóones debe considerarse com'o ley subStantiva y no de pro-
cedimiento.

147. CasaciÓ114 de mayq de 1932. Re~., t. 29, 2.11. parte, sec.,


1.a, 'pág. 532.

Doctrina. - El principIO general y amplio del artículo


1,698 del Código Civil i.tnpone al litigante que alega un hecho
en su favor que es contrarlO a' las pretensiones de s.u contendor
el deber o el peso -de' probarlo, y por eso incumbe, según él, al
actor probar los hechos que, alega 'como base fundamental de
su acción y al reo los que invoca como base y fundamento de
su excepción.
Comentaiio.-La' sentencia con mucha propiedad indica
'sobre qtúen r'ecae el ~(ounos probandi" desvaneciendo de ante-
mano el falso concepto de que sólo el demandante debe probar. La
verdad es que en un juicio la prueba puede ir de un litigante a
otro, C01110 ocurriría. en el siguiente caso; demando a Pedro la
entrega de un caballo, deqo probarlo; Pedro me diCe que el
caballo murió, debe probar el· caso fortuito; yo pretendo que
Pedl'o estaba en mora y a mí me corvesponde· acreditarlo;' h-
rialmente~ Pedro sostiene que aun cual1do hubiera entregado el
cabaI10 siempre habría muerto, vuelve a recaer· sobre él el' peso
de la prueba.
108 MANyEL SOMARRlVA UNDURRAGA

ft
148. Casación 29 de diciembre de 1928. Rev., t. 27, 2. par-
a
te, seco 1. , pág. 117.

Doctrina.-Si el Fisco reivindica un inmueble, dado el


artículo 590 del" Código Civil, el peso de la pr~eba recae en el
demandado.
Comentario.-De acuerdo con el artículo 590 son bienes
del Estado todas 'las tierras que estando situadas dentro del
territorio carecen de dueño. Existe, en consecuencia, una pre-
sunción en favor del Fi~co y aquél que pretenda-lo contrario
deberá acreditarlo. Al Fisco no se le puede exigir prueba, por-
que ella sería imposible, dado que recaería sobre un hecho ne-
gativo, que por ser vago e indeterminado no es subsceptible de
probarse, como sería el que las tierras reivindicadas no tienen
dueño.

H.-DE LA PRUEBA INSTRUMENTAL

149. Casación 16 de diCiembre de 1916. Rev., t. 14, 2: par-


te, seco 1. .. , pág. 361.

Docttina.-Es nul.a la escritura pública si no es autorizada


por el Notario ~n la matriz, aunque las copias aparezcan fir-
madas por éste.
C01nentario.-La verdadera escrit~ra públíca es la matriz,
de 1:1030 que si ésta no está autorizada no p~ede considerarse
como tal.
Sin embargo, la circunstancia de que el Notario fittne la
matriz después que la escritura se haya inscrito en el Conser-
LAS OBUGAClONES y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCiA 109

vador" de Bienes Raíces, no es causal de nulidad. Así lo ha re-


suelto la Corte de T alea en sentencia de 1. o de junio de 1904,
Rev., t. 2.~, 2." parte, seco 2:", pág. 119. Ni tampoco es causal
de nulidad el hecho de 9,ue la escritura pública se :firme fuera
del recinto de la Notaría. Corte Suprema 1.0 de mayo de
a
1908, Rev., t.5.0,2. parte, seco 1.", pág. -331. Iguahriente, no
es nula la escritura si al ototgarlá el compareciente al firmar
omite la letra h. del apellid~ y su rúbrica, pues hay en realidad
manifestación de voluntad. Mismo Tribunal, 19 de noviembre
de 1915, Rev., t. 13,. 2."parte, seco 1.", pág. 239.
Por el contrario, es nula la escritura autorizada por un
Juez de Subdelegación, porque no tieile conlpetencia para ello.
Corte Suprema 10 de diciembrege 1920, Rev., t. 20, 2.« par-
a
te, sec.· 1. , pág. 37.·

0
150. Casación 14 de octubre de 1906. Rev., t. 3. , 2,".parte,
seco 1.", pág. 417.

Doctrina.-El artículo 432 del Código de Procedimiento


Civil no se aplica a las escrituras públicas otorgadas antes de
la vigencia del Código de Procedimiento Civi1. .
Comentmio.-La solución contraria habría sido darle efec-
to retroactivo a dicha disposición. .
Con respecto al mismo artículo 432 del Código de Proce-
"dimiento Civil la Corte Suprema ha declatado que él no se
aplica ni a los. testamentos ni demás instrumentos p"!Íblic~s. Sen-
• ,~. a
tenclas: 2 de agosto de 1907, Rev., t. 4., 2. parte, seco 1.,
pág. 430 Y 2 de mayo de 1910, Rev., t. 7.°, 2./\ parte, sec.· 1..,
pág. 179.
110 MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA

a
151. Casación 14 de enero de 1929,. Rev., t. 27, 2. parte,
seco 1.", pág. 163.

Doctrina.-Es válido el acuerdo de' los otorgantes de una


esCritura. pública en el se'ntido de que la segunda copia de ella
'tenga mérito ejecutivo. .
, Comentario.-N~turalmente que es~aestipulación debe en-
tenderse siempre que no perjudi.que a terceros. Por lo demás
ú
la sentencia se ajusta a derecho, porque de acuerdo con el N.
2.° del artículo 456 del Código de Procedimiento CiviL la se-
gundá copia tiene m6rito ejecutivo cuando ~s dada con decreto
judicial y con citación de la persona a quien deba perjudicar.
Con la estipulación que comentamos, ésta de antemano mani-
fiesta su no oposición a que la segunda copia tenga mérito eje-
cutivo.

152. Corte Suprema, Queja, 30 de mayo, de 1933. Rev., t.30,


2: parte, seCo 1. n, pág. 362.
R

Doctrina.-La escritura pública no se considera tal, mien-


.tras no ha sido firmada por el Notario. Po~ tanto, no obst~n­
te que una pe'rsona' la haya firmado puede retractarse antes que
sea autorizada por el Notario.
eomentario.-Es evidente, c01110 dice la Corte Suprema,
.que el citado funcionario no cometió ninguna falta o abuso al no
autorizar una escritura si así se 10 solicitó una de l~s partes, por-
que esto signific~ba que no prestaba su consentimiento para el
contrato en ella contenido ..
l.AS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS AN'rE LA JURISPRUDENCIA 111

153. Corte Suprema, Queja, 4 de diciembre de 1924. R~v.,


t. 25, 2." parte, seco 1.", pág. 52 .

. Doctrina.-Bi la escritura -pública que se otorga no da fe


de ningún acto jurídico, sino que sólo se limita a mantener ex-
presiones incorrectas e hirientes y preceptos contra la moral de
una persona, el Notario debe negarse a autorizarla y si lo hace
cabe aplicarle medidas disciplinarias..
Comt;ntario~-Fundamento . legal, para esta' sentencia no
existiría; pero no hay duda que repugna a la moral y a la se~
rjedad de que debe estar revestida la vida jurídica, el que un
Notario autQrice escrituras de la naturaleza de fa que comen-
tamos.

154. Corte de Concepción 30 de septiembre de 1926. Rev.,


t. 26, 2." parte, seco La, pág. 493..

Doctrina.-La sentencia. dictada en. un JU1C10 de liquida-


óón de una sociedad c~myugal es un documento auténtico' que' tie-
ne fuerza probatoria para establecer si hubo o no gananciales en
aquella sociedad y qué parte de ellos ha correspondido a 1~
mUJer.
, Comentario.-_Fue~a de la sentencia .citada nuestra juris-
prudencia en varias ocasiones ha reconocido el valor probato-
rio .que tienen los instrumentos públicos distintos de las escritu-
r~s públicas que es el caso que se presenta con más frecuencia.
Así, por ejemplo, la Corte Suprema, en sentencia de 10 de sep-
. tiembre de 1932, Rev., t. 30, 2.a. parte, seco 1.", pág~ 57, deCla-
ró qüe el inventario solemne era instrumento público y, que,
· 112 MANUEL SOMARRIVA UNDURlUGA
.. .. .
==============~_=P.~·======-~··~_~i-~~==··====c~_~~.~_.~~=±====~===_

en consecuencia, si en él se confesaba una deuda de la sucesión


producida plena prueba en su contra.
El mÍsmo Tribunal, en sentencia,. de 18 de junio de 1919,
Rev., t. 17, 2. a parte, seco 1.", pág. 207, falló que los certifica-
dos de gravámenes del Conservador de Bienes Raíces produ-
cían plena prueba.
Asimismo, el Tribunal Supremo ha dicho que las inscrip-
ciones en el Registro Civil son instrumentos públicos y que el
contrato subscrito sobre la base. de la edad que correspondía a
los contratantes de acuerdo con las respectivas partidas exten-
didas en forma, queda amp~rado con la alltedicha situación.
a
Sentencia de 2 de enero de 1934, Rev., t. 31, 2. parte, seco 1.",
pág. 191.

a
155. Casación 30 de junio de 1923. Rev., t. 22, 2. parte,
seco 1.a, pág. 272.

Doctrina.-,-El artículo 1,700 del Código Civil aun cuan-


do legisla
.. , probatoria que corresponde a tos ins-
sobre la fuerza
trumentos públicos, no contiene ningún precepto que prohiba
o impida impugl1ar éstos por otros medios de prueba.
Comentario.-Es evidente que los terceros que' no han
subscrito' el instrumento público, pueden atacarlo, ya sea por
nulidad, por falta de autenticic;lad, o por falsedad de las decla-
raciones en el contenido. En el caso de la sentencia que comen-
tamos se atacó el instrumento por simulación, es decir, por
falsedad de las declaraciones.
En cuanto a los otorgantes no cabe duda que pueden im-
pugnarlo por nulidad o por falta de autenticidad. ¿Pero se ad-
, LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCL\ 113'

mitirá prueba en contra de las declaraciones que en él han efec-


tuado? La afirmativa nos par~ce evidente, porque si bien el ins-
trumento público produce pl~na prueba, nada obsta a que en
contrario se rinda otra plena prueba, confesión de parte, por
ejemplo, y en definitiva al juez de la causa le correspoQ.derá
apreciando en forma s6berana -la .'prueba rendida, dar o no p?r
probado que las declaraciones contenidas en el instrumento 'sQn
falsas. "
Nuestr'a' Corte Suprema ha acepiado que los otorgantes
rindan prueba para destruir 10 dicho en una escritura púbb.:~,
a
sentencia' de 28 de junio de 1927, Rev.;t. 25, 2. parte, seco
1.", pág. 245. En otr~ sentencia de 26 de mayo de 1936, Rev.,
t. 33,2." parte, seco 1.", pág. 237, si bien no IO,dice expresa-
mente se deduce la' misma' doctrina. También acepta implícita-
m~nte esta doctrina en 'eÍ fallo de 17 de abril de 1920, Rev., t.
18, 2." parte, seco 1."', pág. 444, al decir qu~ 'las presunciones,
que era ·la prueba producida en el juicio, no bastaban para des-
truir la prueba pl~na que constituye la esc~itura 4e compraventa.
La Corte de Valpar~lÍso, en sentencia de 31 de julio de 1935,
Rev., t~ 33: 2." parte, seco 2.", pág. 65, refiriéndose al artíc~lo
1,700 en rela~ión con el inciso 2.° del artÍCulo 1,876, dice:
~~Como ampliación del principio contenido en el artículo 1,7ÓO
del Código Civil, el inciso LO del artículo 1,876 del mismo Có-
~igo no admite', p,rueba alguna ,en contrario de la aseveración
hecha por las partes en la escritura de haberse pagado el pre-
cio, salvo la encaminada a probar que la escritura es nula o fal-
sificada". Eri nuestro concepto tales ideas son erróneas,' porque la
méjor confirmación de que por regla gene~al las partes pueden
probar contra las declaraciones que hagan en un instrumento
114 MANUEL SOMAlUUVA UNDUlUlAGA

0
público es precisamente el inciso 2. del artículo 1,876, porque
si el legislador en este caso necesitó decir y 10 dijo, que las pat-
.tes no podían probar contra la declaración contenida en la es-
critura de haberse pagado el precio, es porque por regla general
las partes son admitidas .a probar en contra de lo' declarado
en un instrumento. De lo contrario, la citada disposición sería
inútil, carecería de objeto, y no 'eS dable presumir que el sabio
legislador coloque una disposición innecesaria. ,
Naturalmente que portestigos 110 podría probarse eh con-
tra de lo declarado en el. instrumento público, porque ello lo
prohibe el artículo 1,709, inciso 2.° del Código Civil, en este
sentido se justifica una sentencia' de la Corte de. Santiago que
aparece publicada en la Rev., t. 34, 2. a parte, seco 1.", pág.
32 (1).
. .
156. Corte de Santiago 27 de septiembre de 1937. Rev., t. 35,
"n .
L. parte, ~ec.
2.,
R ,
pago 1.

Doctrina.-La declaración hecha por el marido en ejer-


cicio de la administración de la sociedad conyugal, en una es-
critura de mutuo en que se da por recibido del dinero prestado,
hace plena 'fe en contra de la mujer respecto de la entrega del
dinero.
Comentario.-La sentencia' está de acuerdo con los prin-
cipios' que rigen en materia de sociedad conyugal. Si durante la

(1) También la Corte Suprema, en. sentencias: 6 de noviembre de


1931, Rev., í:. 29, 2." parte, seco 1.\ pág. 148 Y JI de mayo de 1912,
Rev., t. 10, 2. R parte, sec., 1.", pág. 434 ldmit·en que las partes puedati
a,.cfucir prueba contra lo declarado en un instrumento .público.
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JVRISI'RUDENCIA 115"

vigencia de ella el marido se considera no sólo como adminis-


trador, sino como dueño de los bien.es, tenemos que aceptar que
puede recibir dinero en mutuo, y la mujer no puede conside-
rarsecomo extraña a la declaración hecha por el marido de
habel! recibido el dinero, en último término, porque al no' re-
nunciar a los gananciales está aceptando todo lo obrado por su
marido.

a
157. Casación 26 de julio de 1929. Rev., t. 2'7,2. parte, seco
1.", pág. 441.

, Doctrina.-,-Las copias autorizadas en que se contienen lis


.declaraciones de testigos prestadas en otro juicio en que una
persona no fué parte, si bien tienen el' cará~ter de instrumento
público no hacen fe contra ella. '
Comeritario.-EI carácter de in.strumento público de esas
copias es evHente, porque son dadas por el competente fundo-
, natio y ci...Séldose a las sol~mnidades legales. Pero la Corte re-
suelvé bien la cuestión al negarle valor probatorio en Contra de
la persona que no fué parte en el juicio donde se prestaron las
.d~daraciones, porque incluso podrían ser declaraciones presta-
das con el solo :fin de per,judicarla.
11
158, Casación 3 de noviembre de 1920. Rev., t.19, '2. par-
te, seco 1.", pág. 500.

Doctrt.na.-Para 'que -el documénto privado produzca efec-,


tos jurídi~os contra un ~tigal1.te, no basta que haya sido reco-
nocido expresa o tácitamente, sino que es' neceSario que emane
116 MANUEL SQMARRIVA UNDURRAGA.

.
de él, por haberlo escrito o firmado. Se infringe además el ar-
tículo 1,698 del Código Civil al establecer la doctrina de que
corresponde probar la falsedad de un documento privado a la
parte contra quíen se presenta, aunque no 10 haya escrito ni
firmado.
eomentario.-La sentencia contiene varios puntos de in-
terés. En' primer término, sienta la doctrina ele que el instru-
mento privado para que tenga valor debe emanar de la perso-
n~ a quien se opone. A este respecto hay jurisprudencia' uni-
forme. Corte Suprema 27 de noviembre de 1918, Rev., t. 16,
2. aparté, seco 1. . . , pág. 422; Cortt; de Santiago 31 de marzo de
a
1909, Rev., t. 6.°, 2. parte, seco 2.a, pág. 66 Y 27 de agosto de
1912, Rev., t. 9.°, 2. parte, seco 2.a, pág. 90.
a

Pero cabe preguntarse. ¿Si el instrumento emana de ter-


'ceros, bien que no produzca prueba plena, pero no tendrá nin-
gún vafor probatorio? A este respecto la Corte. de La Serena,..
a
en sentencia de 18 de mayo de 1925, Rev., t. 23, 2. parte,..
seco 1. n, pág. 416, dice:. ((Las cartas de terceras personas reco-
nocidasen juicio no tienen valor legal al~uno como prueba,
ya que importa prueba testimonial que ha debido producirse
con. las formalidades de la ley y dentro del término probato-
rio". Por su parte, la Corte de Santiago, en sentencia de 9 de
8 3
diciembre de 1930, Rev., t. 29, 2. parte, seco 1. , pág. 557, en-
fáticamente dice que carece de mérito probatorio contra el de-
mandante el documento privado que no emana de él. Como
vemos, estas sentencias le niegan rotundamente valor probatorio'
a-l documento que no emana del litigante.
Sin emb~rgo, la Corte Suprema, en sentencia de 27 de
noviembr7 de 1918, Rev., t. 1,6, 2: .parte, seco La, pág. 422,.
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 117

refiriéndose a los instriunentos' privados, dice: ~( ... la acogida.


que se presta a este reconocimiento .no da a los documentos
más mérito que el que le corresponde en derecho". Y la Corte
de Santiago, en las sentencias más arriba citadas, después de
. decir, que si el litigante n~ ha subscrito .el document~ no cabe
apercibirlo para que~ se tenga por reconocido si no es objetado
dentro de sexto día, agrega: n . . . sin perjuicio, naturalmente,
del mérito probatorio que en &finitíva pueda dárselen • '

A diferencia de los' fallos, más arriba citados, estas sen-'


tencias le dan valor probatorio a los in:"trumentos que no ema- .
nan de la parte, pero no indican cual es este valor. En nuestro
concepto no sería otro que servir de base a una presrtnción
judicial.
Volviendo a la sentencia que comentamos, ella es también
interesante al decir que se infringe el artículo. 1,698 del Código
Civil al. pretender que deb~ probar la falsedad del docwnento
privado la 'persona. contra quien se presenta. En el instrumento
privado, a diferencia del público, bast~ que Se desconozca por
la persona a' quien se opone sin que nada. deba probar:, y 'es al
tercero a quien le corresponde acredjtar .que emana realmente
de la persona que lo desconoce. Y ello se explica, porque en el ins-
trumento privado no interviene ning~n funcionario público que
:es I~ que hace que en el público se presuma 1~ autenticidad.

159. Casación 28 de julio de 1937. Re~., t. 34, 2.'" parte, seco


1.", pág. 419.

Doclrina.-Si a una persona' se le declara ~n quiebra' el .


~ _ 1 ..

28 de noviembre y con fecha 12 de diciembre en un juicio eje-


118 MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA

cutivo seguido contra el fallido se acompaña un escrito en el



que se dice que ha pagado, este escúto es instrumento privado
que de acuerdo. con el artículo 1,703 del Código Civil tiene fe-
cha cierta cuando se acompaña al juicio y, por lo tanto, no pro-
cede reponer la quiebra.
Comentario.-La sentencia aplica correctamente el artícu-
lo 1,703 del Código Civil.

a
160. Casación 6 de enero de 1928. Rev., t. 26, 2. parte, seco
1. ", pág. 8.

Docirina.-Los artículos 1,704 y 1,705 del Código Ci-


vil dicen relación con la prueba de las obligaciones que nacen
de los actos o contratos civiles y, por 10 tanto, no pueden apli-
carse en un juicio de comercio.
Comentario.-'-Por otra parte, la misma 'Corte, en sentencia
a
de 13 de enero de 1928, Rev., t. 26, 2. parte, sec., 1.", pág.
31, resolvió que si se ha establecido como hecho de la causa que
el demandado no es comerciante ilO pueden hacerse valer en
su contra lós' libros de comercio del demandante.

a
161. Casación 16 de agosto de 1919. Rev., t., 17, 2. parte,
seco 1.", pág. 426.

Doctrina.-La escritura pública no autorizada por el No-


tario vale como instrumento privado, pero siempre que sea re-
conocida o mandada tener por reconocida por la persona que la
subscribe.
Comentario.-El inciso 2.° del artículo 1,701 del Código,
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 119
-. - ;- ... -- ~

Civil, que sienta la regla general. que el ,instrumento público


defectuoso por incompetencia del funciollario o por otra falta
de forma valdrá como instrumento privado si estuviere firmado
por las partes, no exige es~ereconocimiento, pero no hay duda,
.que .él es necesario por tratarse de un instrumento privado, que
.de otra forma' no tiene nin.gún valor' probatorio.
Con respecto al reconocimiento aludido, la Corte de V al~
divia, en sentencia de 3 de mayo de 1934, Rev., t. 35 i 2." par~
te, seco .1. a, pág. 225, resdvió que la confesión, de la parte de
ser suya la firma puesta al pie de un documento, importa reco~
rioc.er la autenticid~d de su contenido, y tal reconocimiento ve~
riflcado en forma legal, le da valor de escritura pública respec~
to .de quien lo reconoce y hace plena fe en su contra' en cuanto.
a la declaración que en él se COl1ti,cne.

IIL- DE LA PRUEBA TESTIMONIAL

162. Casación 7 de diciembre de 1910. Rev., t. 9.°, 2." p~rte,


seco La, p~g. 117.

Doctrina.-Las reglas de los artículos 1,708 y siguientes


del Código Civil no son aplicables a" la comprobación de he~
y
chos materiales tangibles que; no invistan por sí solo carácter
jurídico, sino que.se refieren únicamente a la p1'Ueba de las obli:.
gaciones que nacen de los actos y declaraciones de voluntad, como
10 comprueba el epígrafe del título que las contiene y el sentido
'y espíritu de todos sus preceptos.
e oment4rio.-Esta doctrina es uniforme en cuanto al al~
cance del artículo 1,708: Consecuente cpn ella, la Corte Suprema
120 MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA
._-. ....... +.' .:"'iI-'~ "i::tiF --. ',,;;-,;~¿-:;¡;;_._ ~".:

ha: declarado que es admisible la prueba de testigos en los siguien-


tes casos: para acreditar que se ejecutaron ciertas obras y trabajos
a que se obligó un contratante, sentencia de 4 de abril de 1904,
R~v., t. e, 2. parte, seco e, pág. 108; para probar la posesión
a
y
el dominio, sentencias de 25 de mayo de 1916, Rev., t. 14,2." par-
a
te, seco 1.", pág. 1; 9 de enero de 1906, Rev., t. 2.°, 2. parte, seco
1.", pág. 320 Y 11 de mayo de 1.920, Rev., t. 18, 2." parte, sec-
1.\ pág. 427; pata comprobar la ef.ectividad de los servicios
prestados, sentencia de 8 de septiembre de 1933, Rev., t. 31,
2. a parte, seco La, pág. 11; para probar la costumbre, sentencia
de 26 de noviembre d~ 1931, Rev., t. 29, .2." parte, seco La,
pág. 195; para probar las obligaciones mercantiles cualquiera
que sea su valor, sentencia de 30 de diciembre de 1904, Rev.,
t. 2.", 2.... parte, séc. l.a, pág. 304; para acreditar las reparacio-
nes hechas en un edificio cualquiera que sea su monto, sentencia
de 18 de julio de 1931, Rev., t. 28, 2." parte, seco 1.", pág. 680;
para comprobar que el pago hecho por un ter,cero 10 es con el
consentimiento del deudor, sentencia de 2 de junio de 1930,
Rev., t. 28, 2. 'parte, se:::. 1.", pág. 61.
a
.
También la jurisprudencia es uniforme en considerar que
la autenticidad de un instrumento, es decir, el hecho de habedo
realmente firmado l~ persona que aparece suscribiéndolo, puede
acreditarse por testigos .. La Corte Suprema con mucha propie-
dad refiriéndose a este punto, en s~ntencia de 20 de mayo de
1905, Rev., t. 2.°, 2." parte, seco 1. u, pág. 401, dice: "En todo
instrumento hay' que distinguir el acto contrato a que sirve°
de prueba y el escrito o confección ma.terial. La confección del
escrito o su suscripción por la persona o personas que aparecen
.firmándolo, pueden ser estaplecidas por declaraciones de tes tÍ-
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA.JURISPRUDENCIA 121

gos". La misma doctrina consagra la' Corte, Suprema, en sen-


tencias: 25 de agosto de 1915~ Rev., t. 13, 2." parte, seco La,
pág. 172; 21 ~e septiembre de 1923, Rev;, t.' 22, 2." parte, seco
1.", pág. 452. Esta última sentencia además establece y co~ jus-
ta razón que el fraude, puede acreditárse por testigos.
Finalmente, para fijar el a1ca~ce de los artículos 1,708.y
siguientes, trJmscribimos 10 dicho por el citado Tribunal, en,
sentencia de 27 de julio de 1928, Rev., t. 16, 2~:t parte, seco
1.", pág 427: tI,., en consecuencia, es inaplicahle (se refiere
al artículo 1,710) al caso en que el derecho que se ejercita pro-
viene de hechos o circunstancias ajenas.a actos o contratos en
que se manifiesta la volúntad de las' partes".

163. Casación 11 de' agosto de 1933. Rev., t. 30, 2." parte,


seco 1.", pág. ,538.

Doctrina.-El ar'tículo 1,710 del Código Civil al estable-


cer que no se admitirá 'la prueba de testigos' al que demanda'
una cosa de más de $ 200, no impide' que se acredite la deman-
da, por medio de presundones, ni obsta para que el' Tribunal pue-
da consí¿erar las declaraciones de -los testigos para robustecer
las presunciones' deducidas de otros hechos de la' causa.
Comentario.-,En realidad, las limitaciones de los artícu-
los 1,708 y sliuientes del Código 'Civil son a la admisibilidad de
la prueba testimonial, porque el escrito se exige' ~tad probado-
nem" y no uad solemnitaten". Por lo tanto, no se excluyen los
oJrosmeqios probatorios y entre ellos las presunciones.
Fuera de la sent~nda citada la Corte, Suprema en varias
oGasiones ha declarado que es acJmisible la prueba de presull-
122 MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA
=======================================.
ciones en estos casos. Sentellcias: 30 de abril de 1925, Rev.,
a
t. 23, 2. 'parte, seco 1.", pág. 58 Y 10 de mayo de 1911, Rev.,
a
t. 9.°, 2. parte, seco 1.", pág. 117.
Pero, naturalmente, si para deducir las presunciones el Tri-
bunal sólo toma en cuenta las declaraciones de testigos, enton-
ces este medio de prueba es inadmisible, porque de aceptarla
equiva,ldría a burlar las limitaciones que comentamos. Así tam-
bién lo ha entendido el Tribunal Supremo en sentencias: 3 de
a
enero de 1906, Rev., t. 3.°, 2. parte, seco La, pág. 230 Y 7 de
u
diciembre de 1910, Rev., t. 9.°, 2. parte, sec.' 1.\ pág. 117.

164. Casación 24 de noviembre d~ 1904. Rev., t. 2:, 2.a. par-


te, seco 1.a, pág. 233 .

.Doctrina.-No altera ni adiciona la escritura de compra-


venta la prueba, testimonial que tiene por objeto' esclarecer la
delimitación del fundo, materia de la venta y determinar su
verdad~ra extensión. .
Comentarío.-Asimismo, la Corte Suprema, en sentencia
de 18 de diciembre de 1931, Rev., t. 29, 2. parte, seco 1.\ pág•.
n

267, resolvió que es admisible la prueba testimonial si se trata


de' establecer' hechos que tienen atinencia con' la aplicació!l y
cumplimiento del 'contrato.
En cambio, la Corte de Concepción, en sentencia de 16 de
a
mayo de 1930, Rev., t. 28, 2." parte, seco 1. , pág~ 35, falló
que era inadmisible la prueba testimonial si se trataba de acre-
ditar que la voluntad de las partes había sido
.
vender. un bien
como especie o cuerpo cierto.
La Corte de Santiago, en sentencia que aparece publicada
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTR,ATOS ANTE LA JURISPRUDENCiA 123

en· la Rev., t. 34, 2." parte,' seco 1.", pág. 32, falló que no era'
admisible la prueba de testigos para destru~' 10 dicho por' los
otorgantes en un ihstrumen to público. (Ver sentencia 155).

165.. Gorte de Concepción- 21 de abril de 1.904. Rev., t. 2.°,


2." parte, seco 2.", pág. 73.

Doctrina.-EI principió de prueba por escrito debe ser un


acto reconocido por la persona contra quien se invoca,de ma-
nera que la prueba testimonial sólo supla las deficiencias "que
en él se, notan.
Comentario.-Huelga decir que en el .caso fallado se tra-
taba de un instrumento privado el que sólo tiene valor proba-
torio, ya sea como prueba plena o como principio de prueba,
cuando se ha reconocido o. mandado tener por reconocido. Si
el principio de prueba se contuviere en, un instrumento públi-
co,.lo 'que es perfectamente p~sible, entonces no .~ería necesario
, . .
el reconocimiento.
La misma doctr41a del fallo que· comentamos contie-
'né'"la sentencia de ta Corte de Tacna de 8 de marzo de '1905,
R ev., t. 3., 2"
0
. parte, seco 2.,
a pago
, 141_.

n
166. Casación 10 de agosto de 192L Rev., t. 21, 2. parte~
seco 1. \ ·pág. 74.
,

Doctrina.-La carta reéonocida .por el demandante en que


al remesar el dinero para el pago manifiesta qu~ lo hace en
calidad de
\ .
fiador, no sólo const~tuye un principio
.
de prueba
por escrito que haga verosímil el hecho de haber pagado como
fiador, sino plena prueba.
124 MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA

eomentario.-L9 que caracteúza el principio de prueba,


es 'que por sí solo no acredite el hecho discutido. Por ejemplo, la
Corte de Iquique, en sentencia de 3 de julio de 1919, Rev., t.
a
, 2Í, 2." parte, seco 1. , pág. 186, resolvió que en un 'juicio en que
un abogado cobraba honorarios, constituía un principio de prue-
ba que hacía admisible la prueba de testigos, un telegrama di-
rigido por el dem~ndado al abogado en que le decía: ,(tqu,e al
conocerlo le hizo muy bu~na impresión, que no le ha de ser di-
fíciI- avenirse, que no juzgare las cosas sin verlas por sí mismo,'
que durante el' mes de prueba alojaría en su casa". _
Ell otra ocasión la Corte Suprema, en sentencia de 10 de
u u
agosto de 1920~ Rev., t. 19, 2. parte, seco 1. , pág. 225, dijo
que había principio de prueba por escrito de un mandato, en
'un documento en que después de hacer relación de la comi-
sión, materia de la litis, agrega: «por lo tanto, aparece c<;>ncluí-
do dicho negocio; venga - usted a pasar a mi casa que 'tendré
~l gusto de compensarle su trabajo".
El prillcipio de prueba por escrito, además de ser recOl10-
.cido por la parte si es instrumento privado, y de constituir una
p~u~ba trunca como lo afirman ,las sentencias citadas, es ~ece­
sario que entre él y la obligación que se trata de probar haya
manihesta hilación y coherencia. Corte Suprema, 7 de díciem-
bre de 1910. Rev., t. 9.°, 2. a parte, seco 1. R, pág. 117.

a
167. Casación 29 ,de mayo de 1905. Rev., t. 2.°, 2. parte,
seco 1. n, pág. 401.

Doctrina.-Acreditada la autenticidad por medio de tes-


tigos de U11 instrumento que sirve de principio de pr~eba por
. ..
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATO.S ANTE LA JURisPRUDENCIA 125

escrito, puede despqés probarse por testigos la obligación de que


el documento da testimonio.
Comenlario.-La: cuestión, 'que a primera vista parece dis-
cutible, fué bien resueIta. Al aceptar en las dos ocasiones la prue-
ba de testigos no se vio.1anJos artículos l/OS y siguientes del
Có<:{igo,ni se burlan las razones 'que el legislador ha ten~do para
establecer las limitaciones a la admisibilidad de la ,prueba tes-
timoniaL

N;-DE LA CONFESION DE PARTE

168. Casación 26 de octubre de 1905. Rev., t. 3.°, 2." parte,


seco La, pág. 104.

Doctrind.-Los requisitos exigidos por la ley para la con""


fesión judicial requerida por una de las partes como medio pro-
batorio, no excluy'en las declaraciones voluntarias que los litig~­
tes puedan hacer eh sus escrito~ y que importal1 el reconoci-
miento de hechos que sirvan de base al fallo.
·Comentario.-La 'ley noe;duye la. declaración que las.
partes puedan hacer en forma espontánea. Y ~o se ve" qué ra-
zónexistiría para no coricederle valor a estas dedar~ciones, que
por ser espontáneas quizás debieran ser más valederas que .las.
que se hacen a requerimientQ de parte.

169. Casación 4 de octubre ,de 1922. Rev., t. 21, 2." parte,


8
. seCo 1. , pág. 916.

Doctrirut.-La confesión, en la erial se reconoce la auten-


1'29 MANUEL SOMAlUUVA UNDUltRAGA

ticidad de un, recibo y se agrega que .no .le ha sido entregado


el dinero de que ése da ,testimonio, comprende dos hechos di-
versos" que por su alcance y naturaleza resultan enteramente
desligados entre sí; y en esta situación corresponde al confe-
sante comprobar la circunstancia invocada para alterar el con-
tenido del documento .
., Comentario.-En el caso fallado la sentencia aplicó el N.o
1.0 del artículo 391 del Código de Procedimiento CiviL
Pero si los hechos confesados está.n ligado~ entre sí, al que
exige .1a confesión le correspónde acreditar la falsedad de la
circunstancia agregada por el confesante. Así, por ejemplo, ha
fallado ·la Corte de T alca, en sentencia de 28 de noviembre de
1934, Rev., t. 33, 2."parte, seco 1.", pág. 378, que si una per-
sona confiesa haber recibido comisión por. vender ciertos ani-.
males, y agrega que pag6 el valor al interesado, debe probar
la falsedad de esto último.
Un caso simil~r falla la Corte de Santiago, en sentencia
de 18 de diciembre de 1912, Rev., t. 9.°, 2." parte, seco 2.\
pág. 87.
La Corte Suprema, en sentencia de 2 c!e noviembre de
a a
1906, Rev., t, 4.°, 2. parte, seco 1. ,. pág. 44, dado que la con-
fesión no puede dividirse en perjuicio del confesante, declaró
que. debía aceptarse en todas sus partes la decl<¡U'ación del eje-
cútante con respecto a una ca,ntidad dada t;n mutuo que confiesa
no haber entregado al ejecutado, pero en la cual agrega que
éste se substituyó en la deuda de otra persona.
índice
SEG Ul\JDA PARTE

FUENTES DE LAS ,OBLIGA-


CIONES
l.-DE LOS CONTRATOS

CAPITULO PRIÑ'IERO

DE .LOS ELEMENTOS CONSTITUTIVOS


DE LOS CONTRATOS
. DE LA CAPACIDAD (1)
1.-

171. Casación 23 de junio de 1915.~ Rev., t. 13, 2. <t parte,


sec.l.", pág. 103.

Doctrina.-Ladisposición del a~tículo '29 del Código de


Procedimiento Civil, según la cual los. Procuradores responden
personalmente del pago de las
costas que sean de cargo a sus
mandantes, sin perjuicio de la responsabilidad de ésto~, es ab-
soluta ,y se re~el'e a los procuradore~ judiciales, tanto mayores

(1) Sobre capacidad: de la mujer divorci:ida perpetuamente, ver sen-


-.tencia 22, ;de la ~ujer separada..de bienes, ver sentencia. 224.
132 MANUEL SOMARlUV,A UNDUllRAGA

como menores de edad, y ha demgado el artículo 2,128 del


Código Civil.
ComenJario.-La Corte de Santiago, en sentencia de 20
a
de octubre de 1913, Rev., t. 12, 2. pal·te, seco 2.\ pág. 10,.
sostiene la doctrina contraria. Parece preferible la opinión de
la Corte Suprema, tanto' porque, como dice la sentencia, ~l ar-
tículo 29 del Código de Procedimiento Civil ha derogado el
'artículo 2,128, cuan~o' porque siendo la primera una disposi-
ción especial debe entenderse que prima sobre la general como
es el artículo 2,128.

a
172. Casación 8 de junio de 1933. Rev., t. 30, 2. parte, se¿~
a
1. , pág. 406.·

, Dóctrina.-El menor de edad tiene dere~ho a comparecer


en juicio en defensa de su peculio profesional.
Comentario.-Extraña que algunOs autores de prestigio
como don Luis Claro Solar ,no estén de acuerdo con esta doctri.
na. Si en conformidad al artículo 246 del Código Civil el me-
nor 'se mira como emancipado y habilitado de edad,' con respec-
to al citado peculio, es lógico concluir que tiene capacidad para.
comparecer en JUlCIO.
~

a
173. Casación 5 de noviembre de 1932. Rev., t. 30, 2. parte"
seco 1.&, pág. 93.

Doctrina.-La incapa!=idad debe aplicarse restrictivamente a


. los .casos comprendidos dentro de la letra estricta de, la ley, sin.
que pueda extenderse en' su interpretación.
LAS OBUGACIOl'<ES y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 133

Cómentario.-Aun. cuando lo resue\to por la sentencia no


es discutido, la hemos consignado por c~ntener un principio
básico y fundamental en materia de incapacidades.

174. Corte Suprema (cumplimiento' d~ sentencia) 28 de' no-


viembre de 19~6. Rev., t. 34, 2." parte, ~ec. 1:, pág. 9L

Doctrina.-Procede da~ ,cumplimiento en Chile a la· sen.:.


tencia 'de divorcio dictada en. Yugoeslavia con el objeto, no de
volver a casarse, sino de demostrar la. capacidad de l~ mujer
para deducir un juicio cobrando un' dinero que le
pertenece.
Come1'llario.-Si, en nuestra legislación uno ele 1<>.<> efectos
.del divorcio es que la mujer recobre la capacidad (artículo 173
del Código 'Civil) que h¡¡bía perdido por el matrimonio', no ha-'
bría razón para negar esta capacidad a una mujer divorciada
tn el extranjero. No hay, pues, e'n ello infracción del artículo
120 del citado Código.

. 1'15. Corte de Valparaiso 2 de enero de 1908.' Rev., t. 6.°,


2." parte, seco ~."-, pág. 70.

Doctrina.-Es válido el contra,to que un inglés mayor de


21. y menor de 25 años' celebra en Ingla~erra.
CO!fXentario.-En Inglaterra -la capacidad u adquiere a los
21 años. Y, en consecuencia, aplic~ndo el artíc1Jlo 16 del Co-
digo Civil se llega a la conclusión de que. el contrato ,es ·válid~.
. . ,

176. Casación' 28' de junio de 1927. Rev., t. 25,2.'" parte,


~ec. 1. , pág. 230.
4
134 MANUEL SOMARRlVA ·UNDl.JlI.ltAGA

Doctrína.-.-Adquirido por la mujer ca~ada


comerciante u·n
crédito, mediante operaciones de su comercio puede cederlo vá-
lidamente.
eomentario.-Esta cuestión y otras de interés que falla la
sentencia relacionadas con la situación qe la m~jer frente a lo
que gana en
su comercio separado del de su marido, hoy en dia
no pueden discutirse, pues ellas han sido solucionadas expre&a-
ment~en la ley 5,521 en: la misma forma que 10 hace el fallo
, , .
que comentamos.

n.-DEL CONSENTIMIENTO (1)

177. Corte de Temuco 5 dé agosto de 1935. Rev., t. 34, 2.--


, parte, se'¿~' 2. a, pág. 28.

Doctrina.-Los artículos 97 a 106 del Código de Comer-


cio que se refieren a la formación del consentimiento en los
contratos deben aplicarse en materia civil.
Comentario.-Cierto, como dice la sentencia, que los Có-
digos Civil y Comercio, no contienen precepto alguno que re-

(1) Sobre falta de -consentimiento: en el caso de una ~enta volun-


taria en pública sUbasta en que el juez comparece por el vendedor, ver
sentencia i2o; del comprador que sin comparecer a la escritura p.ública,
sin em~argo, l~ firm,a, ver sentencia 222; sobre la posibilidad que en un
contrato solemne las 'partes manifiesten su consentimiento en escrituras
separadas, ver' sentencias 216 y 383; sobre el consentimiento de la mu-
jer casada para vender sus bienes raíces, ver sentencias 228, 231 Y 232;
sobre falta de consentimiento en la promesa unilateral de c.elebrar un
contrato bilateral, ver sentencia 211; sobre falta de consentimiento del
que habiendo firmado una escritura pública pide al Notario - que no la
autorice, ver sentencia 152.
LAS OBLIGACIONES, Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 135

suelvan si en el silencio del Código Civil sobre una materia


·dete"rminada deben o no aplicarse las normas que existan al
respecto en el Código de Comercio, pero como también agr~ga
, justificando su doctrina, a falta de un tex,to expreso que resuel-
va la cuestión es necesario buscar la solución que parezca más
conforme con el espíritu de la legislación, éon la equidad y las ne-
cesidades prácticas. Por 10 demás, sobre este punto las oplmo-
nes están concordes' con la doctrina explicada.

178. Casación 22 de diciemhre de 1924. Rev., t. 23, 2." parte,


a
seco 1. , pág,' 669.

Ooctrina.-El error sobre la persona pára que sea causal


de nulidad cuando la ley así 10 establece, debe recaer sobre la
persona física y no ,únicamellte sobre sus cualidades. '
Comentario.-La cuestión sobre el error enlas cualidades
de' la persóna cobra especial interés en materia de nulidad del
matrimonio. El Tribunal Supremo, en sentenóa de 15 de octtL-
a
· bre de 1923, Rev., t. 22i 2. parte, seco L", pág. 538, opta por
la doctrina que sólo el error ,sobre la persona física invalida
el matrimonio. El caso tallado, era tan ~alificado, que no obs-
tante no haber 'error en la, persona física, la Corte bien pudo
haber dado lugar a la nulidad sin trasgredir la ley..
a
179. Casación 8 de enero de 1922. Rev., t. ,21, 2. parte, seco
La, pág. 495.

Doctrina.-Si' existen dos hipotecas a' favor del mislnO


· acreédor y éste por. ¡;;ancelar una, cancela erróneamente la otra,
hay error que invalida la pmnera cance1ación.
136 'MANUEL SOMAllRlVA UNDURR.AGA
- - .<- - - - • ~- _.

Comentario.-En el caso fa}lado existía error esencial· que


de acuerdo con el artículo 1,453 del Código Civil vicia el con-
sentin;liento, es decir, produce nulidad relativa, pero que jurídi-
ca,mente debe entenderse que destruye el consentimiento y que,
por ,lo tanto, acarrea inexistencia jurídica o cuando menos
nulidad absoluta.

180. Casación 15 de jun,io de 1929. Rev., t. 27, 2." parte, seco


1.", pág. 383.

Doctrina.-Decidir si existió o no fuerza en la celebración


de un contrato es cuestión de hecho que no puede ser revisada
, por el Tribunal de Casación.
'Comentario.-La sentencia que comentamos dictaminó que
constituía: fuerza el hecho que a una persona se le hici.era firmar
una escritura estando en la cárcel Y, amenazándolo que si no
firmaba, a su mujer también la lle,varían al mismQ sitio y que
en cambio si 10 hacía saldría en libertad.
Con un criterio diverso la Corte Suprema, en sentencia de
14 de marzo de '1906, Rev., t. 3.°, 2." parte, seco 1.", pág~ 330,
resolvió que no existía fuerza por' el hecho de que una perso-
na. que se encontraba detenida saliera a firmar una escritura a
la Notaría y por las amenazas que si no firmaba tendría' una
prisión'prolongada. '
La Corte de Valparaíso, en sentencia de 11 de enero de
1923, Rev., t. 23, '2: pa~te, seco 1.", pág. 669, estimó que el
hecho que una persona estuviera falta de recursos al momento
de firmar una esCritura no constituía fu~rza que viciara el con-
sentimiento.
lAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 137
==========~========================~.-=

Con las sentencias citadas vemos corr~borado lo dicho 'por


la doctrina: que la fuerza es un vicio relativo, que 10 que cons-
tituye fuerza'para uno, bien '.flUede que 11.0 10 se~ para: otro, y
que su existenc,ia es cuestión que debe resolverse en cada caso
I

-en· particular.

-181. Casación 15 de mayo de ,1909. Rev."t.. 6.o,2." parte, seco


8
1. , pág. 493.

Docfrina.-La "fuerza que anula el testamento, .. ~gún ~l


attículo 1,007 del Código ,Civil, no puede ser racionalmente
,.otra que la capaz de privar ·de libertad al test.ador, habida con-
.sideraóól1 a la naturaleza del hecho o hechos en ql;e consiste
, I

aquel elemento, así como el estado, sexo y condición del tes-


tador.
eomentario.-Algunos erróneamente han pretendido que
la fu:er~á .en el testamento trae consígo no sólo la nulidad re-
lativa, sino' Ía absoluta. En la sentencia que comentamos no se
. planteó está cUéstió~, sino' que s.e discutió acaso la fuerza en el
testamento .era la misma qUe de acuerdo "con el art~culo 'l,45ti
del Código Civil constituye vicio él~l consentimiento en los con-
tratos: La sentencia no resuelve la· cuestión directamente,. pero
-en forma indirecta llega a l~ conclusión afirmativa. .

IIr.~DEL OBJETO

182. Casación 27 de diciembre de 1911. Rev., t. lO,c2." 'par-


te, seco 1."; pág. 242.

Dcictrina.-.El Cobjeto .no es necesario que' sea determinado


138 MANUEL soMURIVA UNDURRAGA
cz::::._

basta que sea determinable, cf!. consecuen.-cia, no ha}' indetermi-


naóón en la fianza- de una cuenta corriente y los sobregiros,
porque éstos se pueden determinar ( 1) .
Comentario.-El mismo Tribunal, en sentencia de 31 de
mayo de 1907, Rev., t. 7.°, 2." parte, seco 1.\ pág. 5, resolvió
que si una tía pedía a .su sobri~a ql.1e la acompañara en su
vej"ez, y que después de su muerte la recompensaría amplIa-
mente, tampoco existía indeterminación del objeto, porque las
serVlClOS que la sobrina debía prestar y la remuneración podía
determinarse con posterioridad.

a
183. Ca~ación 30 de diciembre de 1909. Rev., t. 8.o~ 2. par-
te, seco La, pág. 62.

Doétrina.-Hay objeto ilícito en las estipulaciones que ten-


gan por :6.n invertir el "onus probandi". '
Comentario.-La sentencia estima que las leyes que re-
glan el '(onus probandi" son de orden público y que no admi-
ten derogación, lo qúe consideramos errado. El caso en qU€
cláusula semejante pueda tener aplicación ~5 aquél en que
se estipule que el que imputa la culpa deba probarla. En se-
mejante estipulación no vemos nada de ilícito si consideramos
que al deudor se le puede eximir de responsabilidad. Y si esto
es legal, con mayor razón lo será la cláusula en ,que se presuma
que el incumplimiento de la obligacióll ha sido fortuito. Por
10 demás, el mismo legislador en el artículo 2,158 del Código
Civil invierte el peso de la pru.eba en materia de culpa.

(1) Sobre indeterminación del objeto· en la compraventa, ver s~n­


tencia 319.
L~ O:&LIGAGIONES y 'Los CONTRÁTOS ANn' LA JURISl'J1Upm,ú:.ItI., 1>9

a
184. ' Casación 20 de diciembre de 1905. Rev;, ·t. 3.°, 2. par-
te, seco 1.", pág. 349.

Doctrina.-La decisión de los asuntos .que corresponden


a los Tribunales de Justicia por la ley de 15 de octubre de
187\ no puede ser 'desconocida, ni aun a pretexto de contrato,
cuasicontratos o estipulqc1únes de cualquier género. Tares es-
tipulaciones en el caso de existir serían nulas por la ilicitud de
.su objeto en cuanto contraviehen al Derecho Público Chileno.
Comentario.-El caso faUado es más o men~s el que pone
de ejemplo' el artículo 1,462 del Código Civil.
Asimismo, se han anulado por ir contra el Derecho Público
Chileno los contratos. de suministro de dveres y forrajes a cuer-
pos del ejército y 'policía movilizados en 1'891, sin que se h~­
bieran dictado los presupuestos' y la ley de fuerza de mar y
tierra~ Sentencias: 11 de octubre de 1909" Rev., t. 7.", 2." par'..
te, seco 1.", pág. 287 Y 17 de septiembre de 1920, Rev., t. 19,
2." parte, seco 1.", pág. 310.

185. Casación 26 de abril de 1934. Rev., t. 31, 2.~ parte,


sec.. .1.", pago
, :J)
... -.7 •

Doctrina. -- No contraviene 10 dispuest-oel1 el artículo


1,463 del Código Civil la estipulacióll: de la separación de bie::
nes que se pacte sobre aquéllos que la mujer adquiera por he~
renCia, ,porque no hay en ella contrato sobre el derecho de su-
ceder por cáusa de muerte a una persona viva que. es 10 que d.
artículo prohibe. "
Comentario.-·La solución nos parece contorme a derecho.
,
146 MANUE.L SOMAlUUVA UNDUl\RAGA

Igualmente, la Corte Suprema, en s,entel1cia de 31 ge mayo


o a
de 1907, Rev., t. 7. ,2. párte, seco 1.", pág. 5, resolvió que el
hecho que una persona se comprometiera a reco~pensar a otra
~mpliamente después de sus día~, tampoco constituía pacto so--
bre sucesión futura.
En cambio, la Corte de Tálea, en sentencia de 21 de ju-
lio de 1924; confirmada por la Corte Suprema, Rev., t. 26,
a
2." parte, seco '1. , pág. 484, resolvió con justa razón que si al
marido se le adjudicaban unos' bienes con la condición' de no
gravados ni enajenarlos y dejarlos pasar después de sus días
a sus hijos o herederos' legítimos designados en el test~ento
de su cónyuge, tal estipulación adolecía de objeto ilícito de
acuerdo con el, artí'culo 1~463 del citado Código.

a
186. Casación 18 de junio de 1919. Rev., t. 17, 2. parte, seco
1.\ pág. 207.
\

Doctrina.-La palabra enajenación empleada en el 'articu-


lo 1,464 del, Código Civil debe necesariamente entenderse
, en su
acepción más comprensiva, es decir, como, el acto por el cual
se transfiere a otro la propiedad u, otros derechos reales sobre
a
una cosa cualq~ier título., , .
Comentario.-Consecuente con esta doctrina que evidente-
mente se ajusta a la ley, l.a. Corte Suprema, en sentencia de 30
de diciembre de 1904, Rev., t. 2.", 2." parte, seco 1.a, pág. 286,
dictaminó' que' había ,objeto ilícito en la hipotecación de bi\!nes
embargados. Lo mismo sostiene la Corte de T alea, en sentencia
de 23 de agosto de 1927, Rev., t. 28, 2.9. parte, seco 2:, pág.
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 141

1, agregando que también hay objeto ilícito en la cOl1&titución


en prenda de bienes embargados.

187. Casació~ 19 de diciembre de 1931. Rev., t. 29, 2.3. par-


te, seco -1."", pág~ 273.

Doctrina.-Hay objeto ilícito en la venta de los bienes


comprendidos en el artículo, 1,464 del Código Civil.
Comentario.-Esta doctrina es inobjetable en presencia de
lo dispuesto en -el artículo 1,810 del mismo Código que di~e que
no se pueden vender las cos~ que no s'on suceptibl~s de enaje-
n.adón. La Corte de T alea reitera esta doctri.na en sentencia de
5 de diéiembre de 1935, Rev., t. 34,2;'" parte, seco ~.", pág 33~

188. Casació~ 8 de junio de 1906.'Rev., t. 3.°, 2." parte, seé.


1.", pág. 365.
Doctrina.-,El artículo 1,464 del ,Código Civil se apiica
tambi~n a la enajenación de los bienes sobre los cuales pesa
un~ prohibición de enajenar.
Comentario.-Tomando la expresión cosas embargadas en
sentido :tmplio ~s evidente que también deben comprenderse en
ella los bienes retenidos. La razón tenida en vista por el legis-
lador para prohibir la enajenación de las cosas embargadas es
evitar que, el acreedor se vea burlado pOl: el d~udor :al despren-
derse de los pienes e;mbargados. Pues bien, esta misma razón existe
en el caso de hi~nes sobre los cuales pesa una prohibición. Por
eso adherimos a la ~ntencia cuya doctrina es también acepta-
da por la Corte de T alea, en, sentencia de 23 de agosto de
a a
1930, Rev., t. 28, 2. parte, se,? 2. , pág. L
142 MANUEL SOMAltRIVA' UNDURR.AGA
.-L
f .. i . -f -

189. Casación 2 de noviembre de 1912. Rev., t. 11, 2,." par-


te, seco 1.\ pág. 203.

Doctrina.-Hay objeto ilícito en la enajenación de un


derecho litigioso que se el:1cuentra embargado.
eomentario.-La cesión del derecho litigioso no es sino
.su tradición, como más adelante lo veremos, es decir, su ena-
jenación y, por lo tanto, cabe aplicarle el artículo 1,464 del
Códig? Civil.

190. Corte de La Serena 5 de enero de 1906. R~v., t. 8.°, 2.~


parte, seco 1. n, pág. 491.
,

Doctrina.--:Para que haya objeto ilícito en la enajenación


de un bien raíz litigioso, no ,basta que exista demanda, SIDO
que es necesario también que tanto el vendedor comó el com-
prador hayan celebrado el contrato con conocimiento del jui-
cio, ya sea por haber mediado algu~a notificación, ya sea por
decreto del juez que prohiba la enajenación y que haya sido no-
tificado el comprador o terc~ro interesado o bien que se haya
inscrito la pr~hibición en el competente Registro del Conser-
vador d~ Bienes Raíces. Esta doctrina rige aún las enajenacio-
nes efectuadas antes d~ la vigencia del Código de Procedimien-
to Civil.
Comentario.--Con respecto a laS, enajenaciones efectua-
das antes de la vigencu de ese Código, la doctrina de la sentencia
·que comentamos es exacta; pero no lo es con respecto a las ena-
jenác!ones hechas con posterioridad a su vigencia. Para ello bas-
0
ta con recordar que' el artículo 286, inciso 2. de ese cuerpo
LAS OBLIGACIONES y~ LOS C?NTilA1:0S ANTE LA JUlUSI>llUDE.NCI.": 1,(,3
' ..... - ~ .. - l.

de leyes establece: ~CPara qúe los objetos que son materia del
.juiciq-· se éonsideren comprendidos en el N." 4.° del artículo
1,464 del Código Civil' será necesario que el Tribunal decrete
prohibiciqn respecto de ellos".
Como se ve, no basta entonces, como dice la sentencia, que
haya conocimiento del juicio. Y ahora una observación: con
la. disposición' transcrita y con el. alcance que' a la' expresión co-
sas embargadas le ha dado la jurisprudencia en el sentido de
que en ella se comprenden los bienes sobre lq,s cuales pesa pro-
,hibición. de enajenar, re~u1ta que el N.O 4." del artículo 1,464-
está demás, bastando con el N." 3.'" de b. miSlll-a. disposición.

a
191. Casación 23 de abril de 190.4. Rev., t. 1.", 2. parte, seco
1.", pág. '395.

, Doctrina.-No hay obkto ilícito en la adjudicación de


bienes embargados.
C011ientario.--'-Esta jurisprudencia es uniforme y conse-
cuencia de que la ad judicadón .1;10 sea enajenación. '(Ver sen-
ten'cia 430). En el mismo sen t!do la Corte de Salltiago, seu-
a
tencia de 22 de noviembre· de 1907, Rev", t. 5.°, 2. parte,
seco 2. a, pág. 105 Y la Corte de T alea, sentencia de 19 de di-
ciembre de 1907, Rev., t. 6.°, 2."- parte, seco 2."", pág. 49..

,192. Casación 9 de junio de 1921. Rev.; t. 20, 2. a parte, seco


La, pág. 428.

DQctrina.-La prohibición de celebrar actos y contratos


sobre'
bíe~e; raíces no prod.uce efecto respecto de terce~s, cuan-
do no. se hay:,l inscrita en el Coqservador de BieneS Raíces.
144 MANUEL SOMAlUUVA UN:DURRAGA

Comentario.-La exigencia de la inscripción la establece


el artículo 287 del Código de Procedimiento Civil. El Código
Civil no la contenía. El N.O 3: del artículo 53 del Reglamen-
to del Conservador de Bienes Raíces hacía facultativa la ins-
cdpción. No pudo hace'da obligatoria, porque ello habría sig.
niúcado. modiúcar la ley, lo que por medio de un Reglamento
no es posible hacer. '

193. Casación 13 de septiembre de 1920. Rev., t. 19, 2." par-


te, seco 1.u,' pág. 296.,

Dactrina.-Las medidas precautorias' provisionales cadu-


can de facto 10 días después de expedido el decreto respecti-
vo, si no se las renueva. En consecuencia, no hay objeto ilícito
en la enajenación efectuada ·después de los 10 días con refe-
re~cia a una cosa afectada' con una prohibición provisoria. de
enajenar.
eamentário.-La sentencia es interesante, porque en el caso
fallado la medida precautoria provisional se encontraba aún
inscrita en el Conservador dé Bienes Raíces, no había sido can-
. celada ni de oúcio ni por orden judicial por el Conservador .
.En otro caso fallado por la Corte Suprema el 9 de junio
de 1921, Rev., t. 20, 2:' parte; seco 1.\ pág. 428, dicho funcio-
nario procedió' de oficio a cancelar la inscripción de la medida
precautoria provisional por estimar que había caducado, y la
Corte estimó que en la enajenación no había objeto ilícito, por-
que la legalidad o il<:galidad del acto veriúcado por el. Conser-
vador ~~ influía respecto de terceros en cuanto ,a la inexisten-
cia de la inscripción. De esta sentencia parece desprenderse qu~
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 145
=

aunque la medida, precautoria provisional eaduque de facto es


necesa'rio que se cancele la inscripción, lo que no estaría de
acuerdo CO!l lo resuelto por la sentencia 'anterior~

194. Casaóón 5' de septiembre de 1921. Rev., t. 21, 2.": par-


te, seco 1.", pág. 108.

Doctrina.-No hay objeto ilícito en la enajenación de un


bien, que si estaba embargado' cu~ndo se extendió el acta de
remate, no subsistía el embargo cuando se extendió 'la ~scritura '
de adjudicación y se inscribió en el Conservador de Bienes
Raíces. ' , "
,eoment,1rio.-,-Como dice la sentencia el verdadero título
del comprador en una venta forzada eS la escritura de adjudi-
cación que la, subscribe ei juez como representante legal del
deudor, y, por 10 tanto, si en este ~l~mento no subsistía el e~-
bargo la venta es perfectamente' válida. '

195. Casación 6 de agosto de 1935. Rev:, t. 32, 2." parte, seco


1.", pág. 474. '

Doctrina.-Es válida la hipotecá de un bien ,embargado a


la fecha, en que ~e subscríbió la escritura s'i se alza ~1 embatgo
antes de inscribir la hipoteca en el Conservador de Bienes Raíces.
eomentario.-De acuerdo con la ley el derecho real dí!
hipoteca solo nace con la inscripción en el Conservador de Bie-
nes Raíces. Es lógico entonces remitirse a" ese momento para'
ver si el bien Se encontraba embargado o no.
146 MANUEL SOMARRIVA UNDUlU~.AGA

196. Casación 4 de octubre de 1913. Rev., t. 12, 2: p<lrte~


seco 1..., pág. 80.

Doctrina.-Para que la enajenación de un bi.en embarga-


do sea válida es necesario que la autorice el juez que decretó
el embargo y no aqu~l ante el cual se efectúa el remate.
, Comentario.-Esta doctrina constituye jurisprudencia. Con
posterioridad la Corte Suprema la ha reiterado en sentencia de
R
18 de junio de 1919, Rev., t. 17, 2. parte, seco 1.''; pág. 207.

197. Casación 6 de enero de 1920. Rev., t. 18, 2: parte, seco


L", pág. 405.

Doctrina.-Si el acreedor que tiene embargo pendiente


toma conocL."niento dd remate que va a efectuarse en otro jui-
cio ejecutivo y no aduce opa'sición; debe estimarse que implíci-
ta.tnente lo acepta, por 10 cual no hay objeto ilícito en la enaje-
nación que se haga ,en, este último juicio, ya que cae en la ex-
cepción establecida por la ley.
Comentario.-Puede decirse que hay opinión uniforme en
aceptar como suficiente el consc!1timiento tácito o presunto del
acreedor para In validez de la enajenación. La Corte Suprema
así también 10 ha declarado en otra ocasión, sentencia de 17 de
diciembre de 1923, Rev., t. 22, 2." parte, seco 1.\ pág. 797,.

198. Corte de Santiago 19 de marzo de 1917. Rev., t. 18, 2.0.


parte, seco 1.", pág. 97.

Doctrina.--Ce1ebrada una compraventa, SI con posteriori-


LAS OllLIGACIONES y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUUENCIA 147
a-r,

d.ad se otorga una escritura pública de declaración estando vi-


gente una prohibición de celebrar actos y contratos; no es nula
esr.t escritura.
Comrotario;-La sentencia se 'ajusta a los principios lega-
,les. Es evidente que, semejant-e escritura, que no' ~s ni compra-
venta ni enajenación no puede caer bajo la sanción del artícu-
lo 1,464 ,del Código ~ivil.

IV.-DE LA CAUSA.

199. CQ:sación' 28 de noviembre de 190/. Rev., t . .15, 2."- par-


te, seco 1.,.,.
pág. 292.

Doclrin¿-,La causa no es necesaria expresarla y el ejecu-


tado que alega que su obligación carece de ella debe probarlo.'
'Comentario.-EI artículo 1,467 del Código Civil al mani-
festar que no es necesario expresar la causa establece una ver-
dadera presunción de que toda obligación tiene causa. Es lógi-
co entonces que si el ejecutado pretende lo contrario sobre él
re-caiga el ('onus probandi". Un caso semejante al que comen-
tamos falla la Corte Suprema en sentencia de 13 de enero de
1922, Rev., t. 21, 2. parte, seco 1.\ pág. 537.
fi

200. Corte de Valparaíso 11 de enero de 1923. Rev., t.23,


2.a parte, seco 1,. ",pág. 669..

Dactrin4.-'-En los contratos bilaterales la causa, o sea, la


tazón inmediata de la convención para uno de los' contrantes
tiene que ser la· prestación a que la otra parte se· obliga. Las
H8

razones o motivos más o menos lejanos no pneden confundirse


con la causa, pues s~ llegaría así el1 los contratos onerosos a
una sola causa' general y última, la conveniencia o lucro de las
partes.
Comentario.-Nuéstra Jurisprudencia no ha escapado, por
cieJ:to, a, las vacilaciones de la doctrina con respecto a la noción
de causa. En la sentencia transcrita se acepta 10 que podríamos
denominar la doctriÍla clásica de la causa que se caracteriza.
por el repudio a col1siderar los motivos psicológicos como cau-
sa. La misma idea manifiesta el' Tribunal Supremo, en senten-
u
cia de 1.0 de septiembre de 1924, Rev.) t. 24,2. parte, seco 1:,
pág. 678, al decir: ~~La causa de un contrato es el interés jurí-
dico que induce a las partes a contratar, interés que es distinto
e independiente del motivo utilitario o subjetivo que hayan po-
dido tener en cuenta, al momento de celebrar el contrato. Así
en los contratos bilaterales la causa para una de las partes 13
constituye 'la obligación contraída por la otra".
En otra sentencia, repudiando siempre considerar los mo-
'tivos, sin embargo, la Corte par;;cé aceptar la doctrina de C:l·
pitant, pues al referirse a la causa de la obligación del vende,
dor, dice: ~t", ,puesto que el motivo que induce a éste a e.n,
tregar la cosa vendida no es otro 'que el' de llegar, a obtener e;
precio que ha de pagarle por ella el comprador". Sentencia d~
a
11 de noviembre de 1922, Rev., t. 21, 2. parte, seco U, pág.
9(3. La Corte de TaIca, en sentencia de 26 de agosto de 1931:
a
Rev., t. 30, 2. parte, seco 2:", pág. 1, acepta claramente la
d()Ctrina del citado jurisconsulto, expresándose en los siguiente~
términos: <tEn los contratos bilaterales cada parte ,se obliga te·
LAS OBLÍGACIONES' y LOS CONTRATOS ANTE LA JUlUSPRUDENCIA' 149

niendo como :fin juddico, ,como causa el obteher la prestación


consentida por la otra parte":
Con trariam~nte, a 10 sQstenido en la.!? sentencias anteriores,
no ,faltan decisiones de nuestro'más alto Tribunal que al apli-
.car la doctrina de la causa, se ve forzado a recurrir a los,'tno-
.tivos psicológicos'. que ·han tenid~ los partes al contratar . .Tal
acontece, por ,ejemplo, en sentencia de 1.0 de octubre de 1918,
Rev~, t. 16; 2.~ parte, seco La, pág. 257,> en que a-nula por-cau-
sa. ilícita el .contrato celebrado entre el deu-dor ejecutado y. un
terceró para alterar' el verdadero precio' de la subasta del bien
embargado por medio de maniobl:as extrañas y perjudiciales
>

para el acreedorejecutanre, convenidas y llevadas a c~bo su-


brepticiamente. Asimismo" _en "otra ocasión se anularo~ unos
> .contratos celebrados por el marido por carecer de causa real y
lícita, si ellos tenían por objeto vender, biel1es de la sociedad
conyugal en forma- sL.'llUlada para bürlar los derechos del otre
¡:ónyuge. Sentencia de '9· de tnay~ de 1925, Rev., t. 23; '2."
parte, seco 1. a ,-: pág. 175. . .... , ,
. En nuestro concepto toda decisión de' los ,Tribunáles ,que
para considerar la ca~sa tome en cuenta 'los motivos p~icoló­
'gicos es perfectamente IegaJ, porque el artículo 1.,467 del Có-
-digo Civil al definir la causa sólo habla de {\notivos" y es muy
discutible la conveniencia, y la fidelidad de reconstruir el pensa-
miento' del le~islador el agregarle la palabra Hjurídico" como
10 hacen algunos intérpretes.

201. Corte de V"aldivia 22 de noviembre de 1933. Rev.~ t. 33,


2." parte, seco 1.... ,pag. 91 .
0.' ,
DOClrina.-Bs nula por falta de causa la corn'praventa d<:!
derechos sobre un inmueble si se establece que los der(chos ven"
didos pertenecían al comprador o no existían.
Cammtario.-.El artículo 1,816 del Código Civil d>edata
expreBam~nte que la compra. de cosa propia no vale, }' como
con mucha razón dice el fallo que comentamos la. nulid·ad pro-
vJe21e de la falta de causa, porque fa-ItarÍa el interés~ y.a s-ea jn-
rÍdico' o psicológico que debe t~ner el comprador al contratar.
o

ft
202. Casaáón ,6 de noviembre de 1931. Rev., t. 29, 2. parte,.
,Sec. 1.", pág. H8.

Doctrina.-Proba.do de que una persona no ,recibió el di-


o nero que consta en una escritura, pública la obligación es nula
por falta d~ causa. '
Comen.tario.":'-El mutuo es un contrato real, y por 10 tan·
to en él la causa es la entrega del dinero, y si ésta no ha existl-
. do, no obstante lo dicho en la esctitura, aparece dara la nuÍidad
del centrétto por f~lta de este requisito. índice
CAPITULO 11

DE Lil. INTERPRETACION DE LOS


CONTRATOS
203. Casación 24 de julio de 1913. Rev., , t. 1.1, 2." parte, 1tec.
l .a ,
,pag. 5':;'3
Y"

, .
Doctril1a.-,EI tratar de conocer y aplic~r la intención de
las panes en una, convención sobre 'la, ha,se de los hechos de la
causa, importa resolver' una cuestión de hecho, cuyo, juzgamien-
to eS privativo del Tribunal sentenciador y no puede ser revi-
sada eh casación, sino cuando exista error de derecho en la ca-
liíicación del contrato.

'204. Casación 17 de diciembre de 1918. Rev., t. 16; 2." par-


te, seco 1.'\ pág. 449.

Doctrina. - Corresponde privativamente él· los juece¡; ,de


fondo interpretar las estipulaciones de una convención, a fin
152 MANUEL SOMARRIYA UNDURRAGA

de determinar la voluntad de los contratantes. Esta interpre-


tación no está sujeta a revisión por el Tribunal de Casación,
si al hacerla no se infringen los preceptos legales relativos a la
interpretación de los contratos.

205. Casación 19 de noviembre de 1934. Rev., t. 32, 2.~ par-


te, seco 1.", pág. 155.

Doctrina.-La interpretación de los contratos es una fa-


cultad privativa de los jueces de fondo cuando ella no implica
una desnaturalización o reforma de. ellos o un: desconocimien-
to de sus efectos jurídicos.
Comentario.-·-Hemos transcrito la doctrina de las tres sen-
tencias citadas, porque en ellas se ~ondensa la opinión unifor-
me y constante cie! Tribunal Supremo, en materia de interpre-
tación de los contratos.
En principio esta interpretación es cuestión de hecho que
e~pa al control de la Gor~e Suprema por eso que ese Tri-
bunal, en sentencia de 28 de diciembr.e. de 1929, ~ev:.~ t, 27,
2. ~ parte, seco 1.", pág. 721, ha dicho: ttLa decisión.de los' jue-
ces de fondo al :fijar la intención de .1Q§ contrarttes, podrá. ser
errónea, su criterio para juzgar al respe~to podrá haber sido
equivocado y, en suma, la resolución :final de ellos podrán ,cons-
tituir una mala sentencia; peto en ningún caso podrá dar moti-
vo a una casación por infracción d? .la ley".
Pero en esta interpretacióll tan libe~al los jueces de fOll-
do tienen.limitaciones~ porque al hacerlo deben sujetat:se a las
t;eglas,' de interpretación del Título XIII del Libro 4.· del Có-
digo. Ci~il y si se violan esas disposicione$ ·la Corte .Suprema
LAS OBUGACION;;S.Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 153
I . •

podda en.l)1endar el fallo, pOl::9.ueentonces habría infracción


de ley. Corte Suprema,. sentencia de 29 de octubre de. 1930,
a
Rev., t. 28, 2. parte, seco 1.", pág. 358, Y además no. pueden
desnaturalizar el contrato o modificar sus efectos como 10 ha
rdterado ese Tribu~al en sentencia de 1.3. .de.cljciembre .cle 1934,
Rev., t. 32, 2." parté, seco 1.~ pág. 188.
Finalmente, hay que observar que una cosa es interpretar
un' .contrate: y otra :muy .distinta es hacer sucalificaóón. jurídi-
.ca. Esto último ~s cuestión de derecho. Paresa la Corte Suprec
roa,en sent~p.cia. de 10 de ju~io de 1920, Rev., t. 19, 2. a par-
te, sec.' 1.\ pág. 68, ha dicho: ~(El fallo que hace la califica-
ción .jurídica. de un contrato es. susceptible de' ser modificado
por: el recurso de casadón. En;no importa interpretar un con-
.... t " • .
<,L:a_o •. :

206, Corte l de Valparaíso 13 de noviembre, de 1931. Rev., t.


30, '2. n parte, seco La, pág. 206.

Doctrina.-La calificación y denominación hecha por las


partes 110 determina' el carácter' de .la convención, pues Jos con-
tratos son lo que la ley quiere· que sean atendidas· las clliusulas
o estifmlacionesen.ellos c~nte1J.idas yno según el nombre,que
le dan los contratantes.
Comentario.-La misma doctrina acepta la Corte Supr.e-'
.ma en sentencia de 21 de junio de 1905, Rev., t. 2.", 2." parte,
seco 1:"
pág. 415. . .
. Si para calificar un contrato no hay que estar .al nom~re
que 'las partes le den, C9mo dicen las sentencias citadas, ~ con
mayor razón no influirá ·en su catalogación el nombre que: se le
índice
'CAPITLTLO 111

DE LA ESTIPULACION POR
, OTRO
. . .Y

DE LOS CONTRATOS EN PARTICULA.R


l.-DE. LA ESTIPULACION POR OTRO

208. 'Casación 27 de septiembre de 19:H. Rev., t. 31, 2." par-


te, seco 1.", pág. 43.

Doctrina.-Es nuia la compr~venta estipulada con el pa-


dre a. favc.r de' un hijo de familia; aun cuando al aceptarla,
éste ha}'a dejado de tener talcaH9-ad.
C~m~1ltário. -. La nulidad de la estipulación emana' del
artículo 1,796 del C6digo Civil en virtud· ddcual es. !;luto el
contrato' de compraventa. entre pa'dre o madre e hijo de fami-
li~~ La· ·cireunstancia. de que· el hijo cuando ac.eptó la estipula-
ción hubierOl salido de la potestadde1 pa,i:lre.llo' valida da·¡:to,
porque la estipulación se perfecciona. por el hecho de Si.}- cele-
bración y nace direCtamente el derecho en favor del beneficiario.
'156 MANUEL SOMAlUUVA UNDURRAGA

209. Corte de Valdivia 15 de diciembre de 1933. Rev., t. 33,


2... parte~ seco 2., pago 11 .
11
,

Doctrina.-Si el tercero no ha aceptado la, estipulación,


las partes que concurren al contr~to pueden otorgar una escri-
tura de declaración en que lá dejan sin efecto, declarando que
por error, se, dijo al celebrar es~ contrato que la compra era
para el tercero;
ComerÍtario.-EI ~tícul~ 1,449 de¡' Códivil Civil dice ex-
presamente que antes de la aceptación' expresa o tácita del be-
neficiario puede dejarse sin efecto la estipulación por las solas
voluntades del estipulante y del promitente: Y cabe advertir
que este derecho es absoluto, sin que para esta revocación de-
ban expresar causa. Una vez que interviene la aceptación ya
cesa el derecho de revocación.,
La aceptación puede ser expresa y tácita: La Corte Su-
prema, en sente,ncia de 3 de octubre d(! 1929, Rev.~, t. 27, ,2;'
parte, seco 1..., pág. 545, dijo que había estipulación por otro
si una persona por sí y en representación de otra da por can-
celados unos servicios y r~conoce adeudar ciertas cantidades por
esto,s servicios, agregando que había aceptación tácita si' el ter-
cero daba poder para el juicio. El mismo Tribunal, en fallo de
6 de enero de 1928, Rev." t. ?6, 2." parte, seco La, pág. &, dic-
ta~inó que existía aceptación tácita d~l contrato estip~Iado a
nombre de un tercerQ, por el hecho de pagar éste al que (stipuló
a su nombre una comisi6n por la negociación. llevada a cabo.
' . ' ~ ,

210. Casación 4 de mayo de 1918. Rev., t. 15, 2." p~rte, seco


C'-, pág. 587. '
, "
LAS .OBLIGACIONES y LOS CONTRATOS ANT~ LA JURfSJ.>RUDE",C~~.o 1~7

Doctrind.-La . exposición hecha 'en una escritura pública


por una persona expresando haber recibido de otra, cuyonom-
bre no se 'expresa, cierta su~a de dinero para entregarla a. un
tercero que se indica" después del fallecimiento de la compare-
ciente, importa una declaración de voluntad que aceptada por
el tercero, obliga a aquélla r~specto de éste.
e
omentario.-En realidad; en dcaso fallado perfectalnen-
te podría. decirse que entre la, persona que no se indica y el que
hace la declaración se celebró una estipulación a favor del ter-
ceró. Concurren por '10 menos las mismas características de esta
Institución.

n.-DEL CONTRATO.DE PROMESA

211. CasaCión: 11 de 110viembre de 1919. Rev~, t. 18, 2.'" par--


te, seco 1.", pág. 150.

Doctrina.-No vale. el contrato' de' promesa de vel1ta en


que el dueño .de la cosa se compromete a venderla y la otra
parte no contrae la obligación de comprarla.
Cómentario.-La Joctrina de la sentencia se traduce en dé-
cir que no vale la promesa unilateral de celebrar un contrato
bilateral. La Corte Suprema tiene a este respecto opinión for-
mada, pues con anterioridad había sustentado la misma doctri-
a
na ~n sentencias de 21 de junio de 1914, Rev.;t.16, 2. partet .
seco 1.", pág. 1 Y de 4 de diciembre de 1909, Rev., t. 8.C., 2."- par-
te, ;ec. La, pág. 33. Opiniones autorizadas nó están: de acuer-
do con la d~ctrina de la Corte Suprema, pues ~Stiman' que ese
. Tribunal' confunde la promesa con él contrato Pfometido, e m-
MANUEL
,
SOMAl\lUVA
. UNDUl\.&AGA

terprcta erróneamente la expresión !!especificar" que usa el ar-


tículo 1,554 del Código Civil.

212. Casación 23 de diciembre de 1911. Rev., t. 10, 2: par-


te, seco 1. '\ pág. 152.

Doctrina.-La escritura por la cual se da en arrendamien-


to un inmueble con promesa de venta en caso de cumplirse una
.::ondidón, no importa título traslaticio de dominio a favor del
arrendatario a quien se le hace la promesa.
Comenta~io.-Título traslaticio de dominio es' aquél que
habilita para adquirir el d~m;nio. El arrendamiento' y la pro-
mesa juzgados separadamente no tienen este carácter, es lógico
que tampoco 10 adquieran por ef solo hecho de presentarse am-
bos cünjuntamente. ,.

ft
213. Casación 10 de enero de 1936. Rev., t. 33, 2. parte,
seco 1.«, pág. 165.

Doctrina.-La circunstancia de que el contrato de prom:!-


sa de venta de un inmueble sea nulo por 110 contener la, deter-
minación del precio, no hace que tambiél1 sea nulo el contrato
de compraventa prometido que se celebra y en ef cual se deter-
mina el precio. .
Comentario.-La doctrina se ajusta a la ley. No obstan-
te, la relación que exista entre el contrato de promesa y el C011-
trato prometido, ellos son dos contratos diversos y no son acce-
,sarios el uno del otro. En consecuencia, la compraventa puede
.ser válida, no obstante la nulidad de la promesa.
LAS 01JUGACIONES y tos CONT&ATOS ANTE. LA JUlUSPll.U.OENt;:lA 159
.'! r_; .~. - _ . '.' ~. ~- " '~::::' '. --~ - .' >:-:.~:-, r~- - .

214. Casación 8 de mayo de 1918. Rev., t. 15, 2. a parte, seco


Ir", pág. 59l.

Doctrina.-Si la celebración cid contrato su- prome~ido -se


jeta al cumplimiento de una condición que deba verificarse en
un determinado plazo, si no se cumpl.e la condició~ no puede
,exigirse la celebración del. contrato prometido.
eomentario.-La veracidad de 10 afirmado en la senten-
-cía no merece discutirse.
Por el contrario, cumplida la condición, como 10 ha resuelto
la Corte Suprema ell sentencia de 24 de diciembre de 1918,
Rev., t. -16, 2. - parte, seco 1.", pág. 487, l~s efectos del contrato
a

de promesa se traducen en Ulla obligación de hacer,.JI si el con-


tratante se niega a firmar la escritura del contrato prometido,
puede solícitarse que la firme el juez.· Natmoalmente, que si en
-la escritura se agrega una cláusula accesoria que no figuraba
en la promesa, la otra parte 110 podría ser obligada a firmada.
COl:te Suprema,~ 15 de diciembre~ de 1923. Re\l., t.22, 2.'" par-
> a , .. >

te, seco 1., pago 775.


Si no hay estipuladón acerca de donde debe celebrarse el
.contrato prometido, ello debe -hacerse en el do~icilio del' deu~
doro Corte de La Serena, 27 de diciembre de 1907. Rev., t. 5.",
2. ~ parte, seco 2.", pág. 140.

215. Casación 29 de julio de 1931. Rev., t. 28, ·Z.u parte,


. seco . 1.,\ pág. 689.

Doctrilla.-Cabe pedir la resolución de un contrato de


promes~ bilateral, _en caso de incum.plimiento.
160 MANUEL'" SOMARRIVAUNDURRAGA

Comentario.-El art~culo 1.,489 del Código Civil és


una
disposición de carácter general y, por lo tanto, no habría razón
para no apli~arla a la promesa. (Ver comentario a la senten-
cia 19).

216~ Corte de La: Serena 6 de abril de 1927. Rev., t. 25,


parte, seco La, pág. 65.
".
L..

Doctrina.-Es válida la promesa t:n que el consentllmen-


to del promitente vendedor y del promitente comprador se ma-
nifiestan por escrituras separadas.
, Comentar'io.-Adh,erimos a esta sentencia. No hay ningu~
na razón ,para no aceptar que se otorguen dos escrituras separa-
das, desde el momento que se ctL.'11ple con las sblemnldades exi-
gidas por la ley.
Sin embargo, como ha ,dicho la Corte Suprema en un caso
similar, en' sentencia de 9 de enero de 1909, Rev., t. 6.°, 2." par-
te, seco La, pág. 348, si Ulla persona compra ciertos derechos
a otra y después el comprador otorg~ una escritura unilateral
en la que declara que la compra la hizo a medias con un ter-
cero, no puede crear vínculo alguno entre el tercero y ei. ven-
dedor, pues faltaría el consentimiento que es requisitó esencial
a toda convención. La solución nos parece exacta, ya que no
pod;ía decirse que la primera escrit'Qra contuviera una estipula-
, ción a favor del tercero, pues a éste ni siquiera se le mencio-
naba en ella.,
LAS pBLIGACIONES y LOS CONTRATOS ANTE LA ]UlUSPRUDENClA 161

DI.-DE LA COMPRAVENTA (1).


a
217. CaSación 24 de, junio de 1920. Rev., t. 19, 2. parte,
~ec. 1.", pág. 128.

~ Doctrind.-,-Es nulo el contrato d~ venta de una propiedad


que pertenecía a una comunidad form.ada por el marido y un
tercero, a otra formada por la mujer y otro tercero, salvo que
los cónyuges estél1 divorciados.
Comentario.-La sentencia falla acertadamente la cuestión
por c~anto' la comunidad no c~nstituye una persona jurídica
distinta de los comuneros y, en consecuencia, en el contrato
referido· se violaba, el artículo 1,79,6 del Có.digo Civil.
Además la sentencia resuelve que este artículo se aplica,
tanto a 'las ventas voluntarias como a las forzadas qu~ se ha-
gan entre cónyuges. En lo que está en la razón~ pues dicho ar-
'tícu.lo no hace distinci6n.

218, Casación 11 de noviembre de 1925. Rev:, t. 23, 2."· par-


te, seco 1. '\ pág. 599. ,
>

Doctrina.-El artículo 1,798 del Código Civil no se apli-


ca al juicio de partición.
(1) Sobre objeto ilícito en la venta de un bien embargado, ver sen-
wncias 187 y 198; sobre. -compraventa estipu1ada por un pa·dre de familIa
a favor 'de un hijo, ver s<;Iltencia 208; SQbre el derecho que tiene el com-
prador .a exigir ejecutivamente ¿el arrendatario las rentas de an;enda-
miento, ver sentencia 28.3; s{lbre -compra de Cosa propia, ver ¡enten.-
cia 201.
11
162 MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA

Comentario.-La citáda disposición prohi,be a los jueces)


abogados, procúradores o escribanos, comprar los bi~nes, en cuyo
litigio hayan intervenido Y, que se venden a consecuencia del li-
tigio. La doctrina de la Corte al no aplicar este artículo a la
partición es un tanto discutible: Niega a la' partición el ca-
rácter de litigio, lo que no parece lógico. Además cabe' observar
que las razones que ha telúdo en vista el legislador para esta-
blecer esta prohibición concurren ampliamente en el caso de la
partición. El partidor valiéndose de las ventajas que le propor-
ciona su cargo podría cometer más de alguna incorrección al
comprar bienes de la sucesión en precio y condiciones muy veu-
tajosa,~, que es 10 que el legislador desea evitar con la prohibi-
ción referida.

219. Corte de Santiago 4' de agosto de 1936. Rev., t. 35, 2."


parte, seco 1. n, pág. 53.

Doctrina.-Si se venden dos propiedades por un precio


dete'rminado y después se declara la nulidad de la venta de U11a
por falta de consentimiento de la vendedora; la I otra también
adolecería de, nulidad por indeterminación del precio.
Comentario.-También la nulidad de la compraventa pue-
de provenir ~e la indeterminación de la cosa, lo que sucede si
se vende parte de un predio sin indicar los deslindes. Corte Su-
prema, 25 de mayo de 1916, Rev., 't. 14, 2." parte, seco 1.",
pág. 1; o si se venden bienes muebles y semovientes sin otra
eX12l!cación. Corte de Talca, LO de júnio de 1904. Rev., t. 2.°,
2.11. parte, seco 2.\ pág. 119. '
Lf,S. OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JUltISPRUJ)ENCIA'
.. _ < ' ~-:.o _ - "'"

220. Corte de Santiago 4 de agosto de 1936. Rev., t. 34, 2."


parte, seco 2."-, pág. 70.:

Doctrin,r.-Es nula la venta por falta de consentunlcnto


¿el vendedor si en una subasta v~luntaria concurre a fumar la
tscritura' el juez en repres~ntación fe él, Para
'lo cual no est.l
facultado.
Comentario.-LasentenCia está conforme a ,derecho, por-
,que el inciso 3. del artícu~o 671 del Código Civil da al jUe7;
0

Ja ~epresentació~ del vendedor' sólo en las ventas forzadas, pero


no en las voluntarias. Y con respe~to a la representación, en ias
ventas de la primera especie, cabe recordar que ella no se extien-
de a todo el juicio ejecutivo. ~orte Suprema, 9 de ¡julio de
1919. Rey., t. 17, 2.1. parte, seCo 1.", pág. 344.

221. Casación 10 de enero de 1920. Rev.; t. 18, 2," parte,


seco 1.", pág. 417.

Doctritta.-La prohibición que impone la .ley 'al· albacea


de minprar bienes raí,ces' de la sucesión no es ~plicable al caso
'.en que, el albacea es a la vez heredero del 'difurito.
Comentario.-La solución es exacta. Si el' albacea pu- 110
diera comprar bienes de la sUcesión quedaría en una situación
desmejorada con respecto a' ·los otros herederos, 10 que no' es
aceptable.
Pero en. el c~o fallado no hubo venta, sino adjudicación
por cuanto la que adquirió los bienes era comun~ra, en ellos
y, por 10 tanto; no' le era aplicable la prohibició~ del artículo
1M MANUEL SOMAIllUVA' UNDUlUlAGA

1,294 del Código Civil en relación con el artículo 412 del mis-
mo Código.
Esta sentencia indirectamente falla otro punto de interés
cual es el siguiente: con respecto a la prohibición de celebrar
el contrato de compraventa que tiene el albacea el artículo 1,800
del Código Civil lo sujeta' al, artículo 2,144 del mismo Códi-
go, y según el 1,294 debe regirse por el preceptuado en
el 412. La sentencia con justá razón aplica esta última
disposición, porque el artículo 1,294· es especial, aplicable sólo.
al albacea y el 1,800 es de carácter general' y sabida es la
regla de h~rmenéutica jurídica que la disposición especial pri-
ma sobre la general. .

222. Corte de Santiago 5 de agosto de 1935. Rev., t. 34, 2,"


parte, seco 2.·, pág. 28.
Doctrina.-Si en la escritura de venta comparece el ven-
dedor, y el comprador sin comparecer a ella se limita a firmar-
la, no hay compraventa.
Comen,tario.-E~ evidente q;..¡e en este caso no ha existido
manifestación clara del cónsentimiento por parte del compra-
,dor y, en consecuencia, no constando su consentimiento por es-
critura pública como 10 exige el artículo ,1,801 del Código Civil
no existe la compraventa.
223. Corte de Valdivia 25 de septiembre de 1934. Rev., t. 32"
seco 2., . pago 8.
a . a ,
2. parte,

Doctrina.-EI artículo 255 del Código Civil es una dis-


posición prohibitiva y su violación trae consigo la nulidad ah-.
soluta.
,
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA. JURISPltUDENCIA. 165

.Comentario.-El .error en que incurre este fallo es mani-


fiesto e incomprénsible. Dice el artículo 255: ceNo se podrán
4!najenar ni hipotecar en caso alguno bienes raíces del hijo aun
pertenecientes a su peculio profesional, sin autorización del juez
.e.on conoCimiento de caus¡". Con sólo leer la disposición' se ve'
que ella no e~ prohibitiva, ya que pe~ite la ejecución de los
actos que enumera con autorización judicial, y' la leyes prohi-
bitiva cuando el. acto a que' se refiere no puede ejecutarse
bajo ningún respecto .ni ninguna condición. La verdadera san-
.ción de este artículo es la nulidad relativa, ya que la autoriza-
ción la exige habida consideración a la incapacidad del hijo.

224~ Casación 4 de septiembre de 1935. Rev., t. ,32, 2: parte,


seco 1.", ~ág. 509.

Doctrina.-La mujer separada de bienes pata la venta de


,sús bienes raíces necesita autorización,. judicial y del marido.
Comentario.-.-Sobre este punto existe jurisprudencia uni-
forme. Ver sentencias: Corte Suprema, 3 de junio de 1933,
Rev., t. 30, 2." parte, seco 1.\ pág. 394; 1." de agosto de 1914,
Rev., t. 12, 2.: parte, seco 1."', pág; 381. Naturalmente, que
hoy en día, c~~ ladictación de la ley 5,521, est~ jUrisprudencia
es inaplicable, pues la mujer separada puede enajenar libremen-
te sus biene~ rafces. .

225. Casación 7 de junio de 1921. Rev., t. 20, 2: parte, sec;.


1.n, pág. '384. .

Doctrina.-La mujer divorciada perpetua11tente para ena-


MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA

jenar SUS bienes raíces no necesita autorización dd marido Di


de la justicia. ,
Comentario.-La misma doctrina acepta la Corte de Santia-
go, en sentencia de 20 de mayo de 1919. Rev., t. 17, 2." parte,
seco 1.\ pág. 1. Si alguna duda, y aun injustificada, pudo exis-
tir, sobre la legalidad de ~sta doctrina, con la redacóón dada
al artículo 173 del Código Civil, I por la ley 5,521, ella ha des-
aparecido por completo.

226., Casación 31 de octubre de 1918: Rev., t. 16~ 2: parte,


st:c. 1.", pág. 365.

~ Doctrina.-La autorización judicial para la venta de un


bien raíz de la mujer casada se exige sea que le pertenezca ex-
clusivamente o en comunidad.
,e omcntario.-La jurisprudencia siempre ha resuelto que
la venta. de derechos en un inmueble se rige por las mismas
'reglas que la venta del inmueble ,mismo. (Ver sentencias 217
y 240).

a
227. Casación 31 de octubre de 1918. Rev., t. 16, 2. pa.rte,
seco 1.", pág. 365.

Doctrina.-La ven,ta de un bien raíz propio de la mujer


casada hecha sin autorización jndicia1 es 'nula de nulidad relativa.
,Comentario.-Esta doctrina ni siquiera merece discutirse. La
autorización se exige teniendo en cuenta la incapacidad de' lá
mujer casada y, por lo tanto, su omisión acarre~ la, nulidad
relativa. '
Ll\.S OBLIGACIONES Y LOS CONTr.ATOS ANTE LA JURISPllUDENClA 167
========' =~::::::::='======',==='~='=',,:=,'',:::;:::::,:::=:::"",''±";:,;;'~='==~~="='-w,~¡: ~-s

228. Casación 4 dé agosto .de 1933. Rev., t. 30,2." parte,


sec.. !. a, pág. 51!.

Doctrinq..-Habiendo constancia que la mujer dió su con-


sentimiento para la venta de un bien raíz de su propiedad, para
la validez ·de eUa no es necesario que hmujer concurt.1 al otor-
gamiento de la e~critura de venta. , .
. , Comrotario.--Est~ doctrina que algunos han criticado pue-
de decirse que ya cons~i~uye jurisprudencia, pues con al1tedo-
rídad la Corte E?uprema se había pronunciado en el mismo sen-
,tido en varias ocasiones. Ver sentencias: 19 de noviémbre de
1931, Rev., t. 29, 2.~ parte, seco La; pig. 200; 30 de dici~m­
l
bre de 1904, Rev., t. 2:, 2." parte, sec.l. \ pág. 286.

229.. Casación' Í3 de' julio ,de 1925. Rev., t. ,23, 2." parte,
seco 1.\' pág: 220. '

Doctrina.-Para la venta de un bien raíz que pertenezca a


la m.ujercasada, el1 caso de demen~ia de ésta, puede el, juez
suplir su, consel1timiento.' .
. Comentario.-,El artículo, 1,754 del Código Civil autorÍ-
:;¡:a al' Juez para suplir el' consentimiento de la mujer, cuando
ésta se haya imp0sibilitada de manifestar su
voluntad y la Cor-
te, con justa razón, ha considerado que d~be comprenderse den-
tro de esta imposibilidad lackmencia d~ la mujer. Idénticadoc-
trina acepta .la Corte de Valparaíso, sentencia 14 de 'enero de
a
1931. .Rev., t 29, 2." parte, seco 2. , pág. 17.
168 MANUEL SOMARl\.IV A UNDURRAGA

a
230. Casación 1.0 de agosto de 1925. Rev., t. 23, 2. parte,
a
seco 1. , pág. 491.

Doctrina.-La mujer menor d~ edad no está imposibilita-


.da para dar su consentimiento para vender un bien raíz.
Comentario.-E:>ta doctrina reiterada por la· Corte, en sen-
t~ncia de 19 de noviembre de 1931, Rev., t. 29, 2. u parte, seCo
1.", pág. 200, parece crIticable, pues es difícil admitir que él
consentimiento de una persona dos veces incapaz, en razón de
la edad y del matrimonio pueda validar un acto.

a
231. ·Corte de Valparafso 14 de enero de 1931. Rev., t. 29, 2.
parte, seco 2.", pág. 17.

DOctrina.-Cuando el juez suple el consentumento de la


mujer casada para vender un bien raíz no es necesario que con-
•curra a firmar la escritura de venta. '
e omentario.-La sentenéia está. conforme a de1·~cho. El
juez no tiene más facultades que las que la propia ley le con-
fiere, y en parte alguna lo autorizá para subscribir la escritura
en el caso referido.

a
232. Casación 19 de noviembre de 1931. Rev., t. 29, 2. par-
te, seco 1.", pág. 200.

Doctriná.-La omisión del consentimiento de la mujer en


la venta de un bien r~íz de su propiedad trae consigo la nuli-
da'd absoluta.
Comentario.-Sobre este punto no ha;: doctrina unifor-
LAS 013UGACIONES y LOS CONTRATOS ANTE LA,JURISPRUDENCIA
_ ~ .
169
-...,..,-:'""----.-""-+-

m~. La Corte de Valdivia, en sentencia de 26 de mq.yo de 1926,


t.
Rev., 24, 2.'0. parte, 'seco 2. ft , pág. 53, acepta ladocttina indi-
cada. En cambio, la misma Corte Suprema en dos ocasiones,
a
sentencias: 15 de octubre de 1920, Rev., t. 19, 2. parte, seco
1.\ pág. 392 Y 14 de julio de 1909, Rev:, t. 6.", 2." parte, seco
1.", pág. 436, ha resue~to que la sanción ,es la nulidadrdativa.
'Otros estiman que no habría nulidad, sino venta de cosa
ajen...
Dentro de lo discuti~le que es la -cuestión nosotros creemos
que la sanción es la nulidad relativa.

233. Corte de Valparaíso 14 de enero de 1931. Rev., t. 29,


a
2." parte, seco 2. , pág. 17.

Dactrina:-'-La venta de un bien raíz de la mujer casada


haciendo uso de, una auto~ización judicial vencida es nula de
nulidad relativa.
Comentari~.-&gún el artículo 1,068 dé1 Código de Pro-
cedimiento Civil si nada dice el Tribunal la autorización dura
seis me'ses. Si ésta a~ m01Tl.e~lto de celebrarse el contrato estaba
caducada es lo. mismo que si no hubiera existido y, en ,con-
sl!cl:lencia la nulidad de la venta es· indiscutible.

·234. Casációú 7 de diciembre de i933~ Rev.~ t. 31, 2," par·


te, seco 1. a, pág. 137.

Doclrina.-La lnuj-er no puede vender. un bien raíz de la


sociedad conyugal autorizada por la justicia a falta de la au-
torlzm::ióndel marido,·
170 MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA

Comeniario.-Según la Corte Suprema, la única forma


en que la mujer pueda enajenar los biene1l' de la sociedad con-
yugal,. es ~n el caso de que sea administradora extr:lOrdina-
tia de élla.
Sin embargo, nos atrevemos· a insinuar que estudiando
atentamente el artículo 143 del, Código Civil, quizás pueda lle-
gar a sostenerse. la opitli6n contraria. El citado artículo en su
2:
inciso se pone en el. case de la imposibilidad del marido y
.
dice que la mujer puede actuar autorizada por la· jus~icia, no
distinguiendo entre los negocios sociales y los propios de la' mu-
jer,. Esto se confirma: con la historia del establecimiento de la
ley, pues en los proyectos de código los incisos del artículo 143
eran dos artículos distintos; )' con el hecho de que ese inciso
hable úllicamente de perjuicio, en el cual puede incluirse el de
Iá sociedad conyugal, lo que contrasta C011 el i~ciso' 1.· que
habla de negativa del marido y de perjuicio 'de la mujer, en
·forma expresa y particular.
Pero tratándose de un bien propio de la mujer, en C2S0
de ausencia del marido, para. que ella pueda venderlo no es
. necesário que sea administradora de la sociedad conyugal~ sino
que basta con 'la autorización de la justicia. Sobre este punto
no hay cuestión y así· también lo ha resuelto la Corte Supre-
ma en sentencia de 20 de octubr,e de 1937. Rev., t. 35~ 2. pat-
R

te, seco 1.\ pág. 118.

235. Casación 22 de noviembre de 1912. Rev., t. 10) 2: par-


te, seco l ."a. pago
, 54,.

Doctrina.-La Sflnóón a la venta que hace un heredero


de un inmueble de la sucesión" sin haber hecho previamente las
inscripciones que prescribe' el artículo 688 del Código Ch.:ilno
es la nulidad, sino la establecida el1 el articulo 696 dd misulo
Código.
Comentario.-'-A esta doctrina que hoyes uniforme, I véase
sentencias 'del Tribunal Supr-emo: 2 de septiembre de' 1930,
Rév., t. 28, 2."- parte, sec'. 1.", pág. 204 Y 10 de diciembre de
1928, Rev., t. 27, 2. ,parte, seco 1.", pág. 78, s~ iIegó después
8

de muchas vacilaciones. Diversos faIIos .anteriores daban como


sanción la nulidad. V¿ase sentencias de la Corte Suprema: 12
de mayo de 1905, Re~., t. 2:; 2." parte, seco 1." pá.g. 393; 26
,de noviembre de 1908, Rev., t. 6"·,2.:1 parte, s.ec.1. ..., pág. 24;
, 24 de ago'sto de 1909, Rev., t. 7. 2." parte, seco 1.~, pág. 117;
A
,
, !

, 16 de 'noviembre de 1910, Rev., t. KO, 2." parte, seco 1.", pág 433,

236. Casación,31 dell~arzo de 1936. Rev., t. 33,' 2." parte,


seCo l.Q, pág. 245.

Doclrií'Ja.-Es compraventa la adjudicación que se hace


al acreedor del inmueble hipotecado ellel j.uicio de desposei-
miento.
Comentaí'io.-La Coite de Valdivia, en sent;encia de 7 de
a
enero de 1933, Rev., t. 32, 2. parte; seco 2.", pág. 70, errónea-
'mente había declarado 10 contrario, por 10 que con ra.zón fué
",casada' por la Corte Suprema 'en el fallo que comentamos.
(Véase sentencia 91).,

a
237.Casaóón 26 de marzo de 1929. nev., t.27, 2. parte,
a
.sec.' 1. , pág. 212.
172 MANUEL S9MA!UUVA UNDURRAGA

Doctrina.-Las compraventas forzadas son verdaderos con-


tratos de compraventa, y por 10 tanto, de él emanan las obliga-
ciones y los derechos ,propios de este· contrato .
. Comentario.-Esta ,cuestión ni siquiera merece discutirse.
Entre las ventas forzadas y las voluntarias no hay más dife-
rencias que en éstas, el vendedor es representado por el juez,
que el precio se fija por las posturas que hacen los interesados
que concurren al remate, y las que emanan de los artículos
1,851, 1,865 Y 1,891 del Código Civil.

238. Casación 15 de noviembre de 1912. Rev., t. 11", 2: par-


, te, seco 1. .., pág. 206.

Doctrina.-De los vicIos que puedan cometerse en la ven-


ta· que en pública subasta se hace en ,un juicio ejecutivo, por
omisión de tasación, carteles, avisos, sólo puede reclamarse en
el mismo juicio, y no decirse de nulidad' en un juicio diverso .
. . Camentario.-Sobre este pUllto no hay cuestión. La Cor-
te S!lprema ha reiterado esta doctrina en sentencia de, 9 de
julio de 1919. Rev., t. 17, 2." parte, seco 1.\ pág. 344. ,

239. Casación 16 de octubre de 1924. Rev., t. 22, 2," parte,


seco 1...,
pág. 1081.

Doctrina.-Vendida una misma cosa a dos personas sin


haber entrega, el título más antigUo se prefiere, según la escri-
tura de compr~venta, sin qu~ inlporte que la venta posterior
provenga de una promesa. anterior.
Cume1ltario.~La sentencia nja el alcance, de la expresión
, .
LAS ORUGACIONES y LOS CONTltA'tOS ANTE L;-' JURISPR.UDEN _~"
CIA
~!título" que usa el artículo 1,817 del Código Civil y acertada-
ménte 10 considera sinónimo al contrato de compraventa.
De acuerdo cQn la disposición citada si se ha entregado
la cosa vendida a los dos compradores será preferido aquél que
haya entrado primero en posesión.
. Tratándose de un inmueble, se ha fallado que la
posesÍón
,a que se refiere este articulo es la que se adquiere por la L.'1S-
cripción en el Conservador de Bienes Raíces. Corte de Tacna"
sentencia de 8 de' enero de 1910. Rev" t. 8.°, 2." parte, seco
2.'1, pág.83. ,
Podría darse el caso que uno de los compradores tuviera
la posesió~ material y otro la que da la inscripción. La Corte
Suprema, en sentencia de 19 de julio de 1918, Rev., t. 16, 2.-
parte, seco La, pág. 68, resolvió que primaba esta última.
Todavía podría presentarse otra' situación: ambos com-
pradores 'inscriben su' títUlo, uno en form~ legal y otto no. La
Corte de Concepción dictaminó que primaba el derecho del que
había efectuado la ins~ripci.ón en forma legal,' aun cuando fue-
ra posterior a la efectuada ilegalmnete. Sentencia de 28 de
a
marzo de 1927, Rev.; t. 26, 2. parte, seco 2."', pág. 12. Con el
mismo. criterio, la Corte de, Temuco, en' sentencia publicada en
la Rev., t. 30,2." parte, seCo 1.", pág. 249, falló que si el in-
mueble por su ubicación debía inscribirse en el C~nservador de
dos departamentos, tenía pr,eferencia el que 10 inscribía en am- .
bos; sobre el que 10 inscribía en uno solo. .
Hasta el momento hemos discurrido sobre .la bas,e que la.
cosa vendida .a dos ~rsonas. distintas sea un in,mueble. Pero si
se trata de 1;Ul bien que no tenga esta naturaleza entonces la
inscripción carece de importancia. Con este criterio la Corte Su_o
174 MANUEL SOMARRIV A UNDUl.\RAGA

,prema, en sentencia. de'23 de septiembre d~ 1905, Rev., t. 3.",


2:" parte,. seco 1.\ pág. 130, resolvió que si se vendían derechos
hereditarios a dos personas distintas no era causal de preferen-
cia el hecho que uno de los cesionarios hubiera inscrito la ce-
sión. La sent~ncia se ajusta a derecho, porque la cesión de de-
rechos hereditarios no requiere inscripción en el Conservador
de Bienes Raíc-es. (V er so~re este pUl1to sentencia N: 273).

240. Corte de Santiago 8 de junio de 1911. Rev., t.19, 2:


parte, seco 1.", pág. 428.

. Doctrina.-No puede entenderse hecha la tradición de la


cosa' vendida por la anotación en el Repertorio, ~unqu~ as! se
haya pactado en la escritura de compraventa. .
e omentario.-La sentencia con justa razón no reconoce
la eficacia de semejante estipulación. Las disposiciones que es-
I "

~lccen la forma de hacer la tradición de los inmuebles son


de orden público, según la misma Corte lo ha declarado, y por
lo tanto, no admiten derogación.
La tradición entonces debe hacerse por la inscdpcióll de
la compraventa en el RegÍ$tro de Propiedades, y ello aun cuan-
dO sólo se vendan derechos en el. inmueble y no el inmueble
"mismo C9mo lo ha resuelto la Corte Suprema en sentencia de
7 de octubre de 1909. Rev., t. 7.°, 2:' parte, seco 1.\ pág. 240.
Pero tratándose de muebles por anticipación no es nece-
.saria la inscripción. Con este criterio la Corte Suprema,
en sentencia de 27 de diciembre de !917, Rev., t. 15, 2." par-
te, seco 1.", pág. 338, resolvió que la venta, de una mon-
taña, es decir, ~e cierto número de árboles no requería inscrip-
LAS O:BLIGACIONES y LOS CONTRATOS ANTE LA JUlUSPRUDlSNCIA 175
.tl.

ción. En ut! caso análogo, el mismo Tribunal, en sentencia de


1.0 de diciembre de 1928, resolvió 'que la venta de ~ .~dificio
cont~cido en terreno ajeno 'tampoco necesitaba h'lScripción. Rev.,
t. 27, 2.": parte, seco 1.", pág. 71. '

241. Casaci6n 13 de abril de 1917. -S-ev., t. 14, 2." parte,


seco 1.\ pág. 512.

Doctrína.-Para vender un bien raíz no basta un manda-


to por escritura privada.
Come(ltario.-Esta dottrina e~tá .conform~ con la teoría
del mandatoficóón q~e aceptan nuestros Tribunales 'y ~ue 01-
r~ce acoger huestro Código.- Si se empieza por establecer, que
a virtud de la ficción el que celebra el contrato es el mandante,
es lógico decidir. que el 1Ílandato conste por escritura pública,
ya que la compraventa de bienes raíces exige esta solemnidad.'
La misma doctrina se acepta en sentencia~: 7 de ertero de 1918,
Rev., t. 15, 2." par~, seco 1.\ pág. 462 'y lQ de diciembre ,de
1920, Rev., t. 20, 2." 'parte, seCo 1.", pág. 137. '
También, se ha resuelto que la revocación de este Plandato
debe .constar, por escritura pública.. Ver., sentencia 324.

242. Casación 8 ,de. enero de 19,15. Rev.:, t. 13, 2." parte, seco
1.", pág. 429.

Doctrina.-La ~"presión uel compra.dorno pDdrá enaje-


.nar ni alterar el presente contrato so pena de 'quedar ~ste sin
.efecto", .no, envuelve nulidad, sino una condición rf$olutoria
en favor del vendedor•.
176 MANUEL SOMAlUllVA UNDUllll.AGA
-,,,,: .,'

Comentario.-Esta sentencia resuelve la interesante cues-


tión del alcance y valor que tiene la cláusula de no enajenar.
impuesta en el contrato.' En algunos casos la ley repudia expre.,
samente seinejante cláusula, por ejemplo, en los artículos 1,126,
1,964,2,031, 2,279 Y 2,415 del Código Civil. En cambio, eM
otras disposiciones se acepta como en los artículos 751, 793 Y
1,432 del mismo Código. La cuestión se plantea cuando
,el legislador guarda silencio como es el caso de la compra-
. venta. Algunos, reconociendo pleno valor a esta cláusula, pre-
tenden que la enajenación sería llula. Semejante conclusión la
juzgamos inaceptaSle. La facultad de disposición que tiene el
dueño es de orden público y no le puede ser quitada por el con-
trato. Por esta ci::cunstancia consideramos preferible la doc-
trina de la Corte, aunque a ella podría observársele que de acuer-
do con el artículo 1,480, inciso final del Código Civil la con- .
dición resolutoria inductiva a un hecho ilegal debe tenerse por
no escrita, y la' condición de no en~jellar bien podría encua-
drarse dentro de esta clase de condiciones.

243. Casación 10 de mayo de 1921. Rev., t. 20, 2.0. parte,


seco 1..,
pág. 353.

Doctrina.-La
. obligación
. de entregar que pesa sobre el
vendedor comprende la entrega material de la cosa vendida.
eomá;.tario.-La bondad de esta dcct!:ina no merece dis-
cutirse. El vendedor tiene la obligación de proporcionar al com-
"prador la posesión pacífica y no interrumpida de la cosa ven-
dida y esto sólo es posible mediante la entrega material. Por lo
demás, al res~cto
. hay jurisprudencia uniforme.
.
Ver sentencias~
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 177

a
Corte de Santiago, 2 de, septiembre de 1912, Rev., t. 11, 2.
~ a -
parte, sec. 2. , pág. 1 Y de la Corte Suprema de 26 de marzo
11
de 1929, Rev., t. 27, 2. parte, sec.l.a, pág. 212 Y 16 de mayo
de 1929, Rev., t. 27, 2." parte, sec.' 1.a , pág. 190, sobre todo
esta última q~e estudia. muy bien la cuestión.

a
244. Casación 24 de mayo de 1930. Rev., t. 28, 2. parte,
seco 1.", pág. 51.

Doctrina.-Si el vendedor no hace l,a entrega material,


pero habiéndose efectuado la inscripción en el' Cqnservador de
Bienes Raíces,' el comprador puede exigirla mediante la acción
reivindicatoria. '
Comentario. - En principio esta doctrina' es exacta, por
cuanto el comprador por la tradición de la cosa comprada' se
transforma en dueño y si está desprovisto de la posesión po-
dría entablar la acción reivindicatoria~ Pero' vale la pena pre-
guntarse, ¿sirve de algo la itlscripción en el Conservádor de Bie-
nes ,Raíces si ella no corresponde a una realida¡:{, si no va acom-
pañada la la pose.5Íón material? ¿Nonos encontraríamos en este
caso en presencia, de lo que tan gráficamente don uopoldo
Urrutia llamaba in;>cripciónes de papel, (:uya eficacia la misma
Corte Suprema -ha desconocido en otras ocasiones?

245. Casación 24 de octubre de 1929. Rev., t. 27, 2." parte,


&eco 1.", pág. 596.

Dortrina.-La venta que hace el. comprador antes que se


haya efectuado la tradición es venta de cosa ajena.
12
178 MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA
======~=-""'.,'~=.,.,,;;.~",-==::i:.,=,=,, e , ,=..,,==~~~
Comentario.-Esta doctrina se justifica plenamente, por-
que en p.uestro sistema jurídico del solo contrato nacen derechos
personales, de ahí que la compraventa por sí sola no transfor-
me en dueño al comprador, lo que sólo se produce una vez que
se le hace la tr~dición. '

246. Casación 28 de diciembre de 1907. Rev., t. 5.", 2:. par-


te, seco 1.", pág. 341.

Doctrillct.-Prohibida la inscripción del contrato de venta


a solicitud de un tercero, puede el comprador hacer uso del
derecho que confiere el artículo '1,872 del Código Civil en su
inciso 2.°
Coraentario.-EI artíc~lo citado aplical1do la excepción del
contrato no cumplido, faculta al comprador para depositar el
precio con autoridad 'de" la justicia si fuere turbado -en la pose-
sión de la cosa (j probare que existe contra ella una acción
real. Y esta turbación es ~vidente, si a,caso n~ puede hacerse
la tradición de la cosa al comprador.

247. Casac~ón 8 de enero de 1915. Rev., t.' 13, 2.° parte, seco
Q
l. pág. 26.
,

Doctrina.~Vendido un bien, perteneciente a una suceSLOn


durante el juicio divisorio, si un heredero dice de nulidad del re-
, mate, para pronunciarse sobre ella no 'es necesario esperar que
esté terminada la partición. .
Comentario.-Como con razón dice la sentencia la venta
es independiente del juicio ,de partición y las acciones que de
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURlSPRUDENqA 179

ella emanen no pueden quedar' supeditadas a la termmaóón


de aquélla.

248. Casación 12 de ,enero de 1914. Rev., t. 13, 2~a parte,


seco 1.", pág. 308.

Doctrina.-Si el demandante' pretende que un predio rús-


tico se ha v~ndido con relación a su cabida deBe acreditarlo.
Comentario~-La sentencia se ajusta a los principIos lega-
les. De acuerdo co~ el artículo 1,831, inciso final del Código
Civil la regla: general es que los predios se vendan como espe-
cie o cuerpo cierto. Lógico es entonces que si el demandante ,
pretende 10 contrario ~obre él recaiga ei peso de/la prueba.

249. Casación 16 de' mayo de 1930. Rev., t. 28, 2;" parte,


seco 1.", pág. 35.

Doctrina.--Determmar si un predio rústico se vende co-


m~ cuerpo cierto o con relación a, su cabida. es cuestión de
hecho.
Comentario.-En el caso a que se refiere la sentencia no
.hay precepto legal que aplicar y, por' lo tanto, la CorteSupre-
roa no podría enmendar 10 que al respecto hayan establecido
los' jueces de fondoo,

:250.. Cas~ción 12 a
de enero de 1915. ,Rev., t. 12, 2. parte,
. rec. La, pág. 574.

, Doctrina.-Las reglas relativas a la cabida en el' contrato


.de compraventa .consagradas en los artículos 1,831 y siguientes
MANUEL SOMAlUUVA UNDURllAGA

del Código Civil no son aplicables a la venta de predios urba-


nos, sino únicamente a la de los predios rústicos.
Comentario.-Esta doctrina se ve abonada, tanto por la
letra del artículo 1,831 que sólo habla de predios rústicos, cuan-
to por la historia del establecimiento de la ley. En los prime-
ros proyectos de código las citadas reglas se aplicaban a ambas
cIases de predios por cuanto el legislador hablaba de CCfinca"
y en el código definitivo se reemplazó esta palabra por pre-
. dio rústico.

251. Casación 26 de octubre de, 1918. Rev., t. 16, 2: parte,


seco 1.\ pág. '323.

Doctrina.-En una venta de un predio rústico,' si es menor


la cabida real que la declarada y el comprador opta por acep-
tar la 'dis~inución del precio, no tiene derecho a cobrar per-
jUlClOS.

Comentario.-La sentencia resuelve acertadamente la cues-


tión, porque el artículo 1,832 del Código Civil sólo da dere-
cho al comprador para pedir perjuicios cuando se desiste del
contrato, de donde contrario censu se deduce que si acepta la
dism:inución de precio no tiene ese dere~ho.

a
252. Casación 10 de mayo de 1921. Rev., t. 20, 2. parte,
seco lo"', pág. 353.

Doctrina.-El plazo de un año que fija el artículo 1,834·


del Código Civil, se cuenta desde la entrega real y no desde la
LAS OBLIGACIONES Y LOS' CONTRATOS ANTE LA JURIsPRUDENCIA 181

legal que se efectúa por la inscripción en el Conservador de


Bienes Rq.íces. . '
Comentario.-El precepto citado habla nada más que de en~
.trega y según el artículo 1,824 del Código Civil la éntrega se hace
sujetándose alas reglas del Título 6." del Libro 2.°, 'es decir,
'por la inscripción. Pero esta argumentación no destruye la hue-
na doctrina que encierra la sentencia que comentamos, pues el
comprador sólo va a saber si lo entregado corresponde al con~
trato una vez que se le haga la entrega reaL La errada doctri-
.na contraria se había sostenido con anterioridad -por las Cortes
de Santiago y de Tacna, en sentencias que aparecen publica-
das en la Rev., t. 16, 2." parte, seco 1.", pág. 323 Y t. 13,
2." parte, seco 1.", pág. 176, respectivamente.
a
253. Casación 26 de marzo de 1936. Rev., t. 33, 2. parte,
seco 1.", pág. 237.

0
Doctrina.-EI artículo 1,876, inciso 2. del Código Ci·
vil se aplica no sólo cuando la cue.stión es controvertida entre
los terceros, sino también cuando lo ~s entre las partes.
, eomentario.-EI referido inciso establece: nSi en la respec-
tiva escritura de venta se ~xpresa haberse pagado el precio no se
.:o::dmitirá pruéba, alguna en contrario, sino la de nulidad o fal-
.síficación de ia escritura y sólo en virtud de esta prueba habrá
acción contra terceros poseedores;'. A pritnera vista la última
frase parece significar que esta ,dispo§ición no se aplica con res- '
pecto a los cont,ratantes; peto como dijo la Corte, ella sólo tie-
ne el alcance de establecer o hacer extensivas' contra dichos ter-
ceros la acción r~solutori~ que el inciso 1." consagra en los ca-
18~ MANUEL SOMAlUUVA UNDURllAGA
--.-.============~=-="""",,=~._ .. ,.,._.
sos ~ontemplados en los artículos 1,490 y 1,491 del Código Ci-
vil, siempre que dicha acción se apoye en la nulidad o falsifi-
cación de la escritura. r

Con respecto a esta misma disposición, la Corte de T emu-


C?, en 'sentencia de 12 de septiembre de 1932, Rev., t. 31, 2."
n
parte, seco 1. , pág. 43, resolviendo el caso inverso falló que ella
se aplicaba a ios terceros.

254. Casación 21 de septiembre de 1933: Rev., t. 31, 2: par-


te, seco 1.", pág. 29:

Doctril1a.-EI vendedor está obligado a garantizar 'la po-


sesión pacífica de la cosa, esta obligación que pasa a los here-
deros es incompatible con la pretensión de éstos de reivindicar
la cosa de mal}os del comprador.
Cornentario.-Esta do~trina que está conforme' a la ley
la había establecido con anterioridad la misma Corte en sell-
t~ncia de 2 de s~ptiembre de 1930. Rev., t. 28, 2." parte, seco
1.", pág. ~05.
"

255. Corte de Santiago 24 de octubre de 1911. Rev., t. 9.°,


2." parte, sec .. 2.", pág. 30.

Doctril1a.-Hay evicción si el comprador es condenado a


pagar ciertas sumas en virtud' de un censo que gravaba la pro-
piedad y del cual nada se dijo en la venta.
Comel1lario.-.-Lasentencia justificand.o su doctrina dice en
el considerando 6.°: ((Que, por 10 tanto~ procede la evicción, sin
que se necesite para su existencia que el comprador ~aya sido'
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JtJRlSPRUDENCIA 183
======~==============================~~·====~-~~,·~C

privado de, todo o parte de. la cosa illaterial comprada, pues


basta p~ra el efecto y ~s 10 que sucede de contin~o que lo séa
d~ un.a parte de sil valor o precio que la representa".

a
256. Casación 21 de septiembre de' 1933. Rev., t. 31, 2. par-
te, seco La, pág. 29.
,
Doctrina.-Puede citarse de eVlcóón no 'sólo al vende.dor
y a su ante~~sor, sino también a todos los antecesores e~ el do-
minio de la cosa.
Comentario.-Co-tl anterioridad al fallo qu"e comentamos,.
la Corte Suprema erradamente había sostenido lo contrario.
Sentencias: 12 de julio de 1921. Rev., ~. 20, 2. a parte, sec, l.",
pág. 524y 5 de mayo de 1926, Rev., t. 24, 2."- parte, sec,'1,a.
pág. 50. Decimos erradamente, porque al artículo, 1,841 ,del
Código Civil no puede atribuírsele carácter limitativo. Además
cabe observar que el comprador de una cosa adquiere todos los
derechos que tenían sus antecesores, y entre estos de;rechos está
la acción de saneamiento de cada ¡:omprador contra su ven-
.de dar, luego el último comprador reune estas acciones y puede
ejercitarlas contra cualquiera de sus antecesores.
I #. '

257. Corte 'de Ta1ca 20 de noviembre de 1903. Rev., t., 1.0,


a
2. . parte, pág. 385.

Doctrina.-No procede la lesión enorme en la venta de


derechos hereditarios. I .

Comentario.-!.-a sentencia resuelve 'bien la cuestión, pero


sin ·consignar la verdadera r~zón que. hace. llegar a e~a con-
184 _ MANUEL, SOMARRIVA UNDURRAGA
-=============:;::::--:::::-=---=--==== .,~

clusión, cual es que la lesión enorme sólo procede en la venta de


inmuebles según el artículo' 1,891 del Código Civil y los de-
rechos hereditarios no tienen este carácter.

258. Casación 27 de diciembre de 1912. Rev.) t. 11, 2.~ par.


te, seco 1.\ pág. 118.

Doctrina.-Determinar si ha existido o no lesión enorme


es cuestión de hecho.
eomentario.-De 10 dicho acertadamente por la sentencia
se infiere que 10 resuelto sobre el particular por los Tribunales
de fondo no puede ser modificado por la Corte Suprema.

a
259. Casación 29 de diciembre de 1930. Rev., t. 28, 2. par-
te, seco 1. .., pág. 43 O.

Doctrina.-El artículo 1,895 del Código Civil sólo tiene


aplicación en la compraventa, pero' no en las particiones.
Comentario.-La sentencia se ajusta a derecho. El arde u-
. 10 1,895 es una disposición excepcional que viene a limitar los
efectos absolutos y generales que produce la nulidad o resci-
sión una vez declarada, y por 10 tanto, hay que aplicarlo restric-
tivamente.

a
260. Casación 27 de agosto de 1913. Rev., t. 12, 2. parte,
seco l...,
pág. 16.

Doctrina.-La circunstancia de encontrarse ejec!utoriada


la sentencia que da lugar a la rescisión por lesión enorme no
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 185

obsta para ejercitar ei derecho que confiere el artículo 1,890


del Código Civil. . .
Cotnentario.-La citada disposición da al comprador t!con-
tra quien se pronuncia la rescisión': derecho para hacer subsis-
tir el contrato completando el justo preciq con deducción de
una décima parte. Es evide~te que este derecho puede hacerlo
valer el comprador aun cuando esté ejecutoriada la sentencia,
tanto porque el artículo no disting~e, cuan'to porque de lo con~
ttari.o negaríamos al absurdo de que este derecho tendría una
duración muy limitada: el espacio de tiempo que mediare en-
tre la dictación de la sentencia y el hecho que ella' quedare
ejecutoriada.

261. Corte de S;llltiago 6 de diciembre ,de 1933. Rev., t. 33,


a
2. parte, seco 2.\ pág. 5. '

Doctrina.-La acción del vendedor contra el comprador


que enajenó la cosa, para que le complete el justo precio con
deducción de una déciffia parte, contemplada en el inciso 2."
del artículo 1,89.3. del Código Civil; prescribe en cuatro años
conta:dos desde la venta que hizo el vendedor. .
Coinentario.-Esta sentencia que resuelve un punto inte-
resante la consideramos discutible. Bien podría decirse que ante
el silencio del legislador esta acción prescribiría' de acuerdo con
las reglas generales. Sin embargo~ es perfectamente sostenible,
como 10 hace la Corte, animar que también se aplica la prescrip-
ción de cuatro años. ¿Pero desde cuándo se contará ese plazo?
La sentencia dice que¡ desde la fecha d.e ·la segunda venta, pero
la verdad que no existe ninguna disposición: que lo diga y qui-
186 MANUEL SO:l.1ARRIVA UNDURl'.AGA

zás sería más legal contar el plazo desde la vep.ta ell que InCI-
dió la lesión.

262. ,Casación 23 de noviembre de 1916. Rev.; t. '14, 2. a par-


te, seco La, pág. 445.

Doctrina.-En el pacto de retroventa el requerimiento del


venddo:: par.a. ejercitar el derecho de reCO;11prar la cosa debe
ser judicial, no bastando el extrajudicial.
Comentario.-La Corte de La Serena, en sentencia de 11
a
de junio de 1908, Rev., t. 7.°, 2," parte, seco 2. , pág. 22, 'había
resuelto la cuestión en' sentido contrario. Pero la tesis de la
Corte Suprema es más conforme a la ley. El artÍcl,llo 1,885 del
Código Civil habla de intentar, lo que según el diccionario sig-
nifica ~~proponer, deducir una acción en juicio".

a
263. Casadón 9 de mayo de 1919. Rev., t. 17, 2. parte, seco
1:, pág. 117:
Doctrind.-Si se dice en el contrato que si el comprador
se atrasa en el pago Hquedará de hecho y 'de derecho rescindi-
do el contr~to sin más trámite", esta cláusula constituye un
pacto comisorio' con cláusula ipso facto.
Comen tario.-La sentencia es acertada porque la ley no
exige' en el pacto comisario que se empleen las palabras ipso
facto. Basta con que sé empleen expresiones similares que ma-
nifiesten' lá voluntad d.e las partes. continuar
ir atrás
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ,AN'l'E LA JURISPRUDENCIA 187
----~.============================'==~'==.==.=====

264. Corte de Santiago ,2 de septiembre de 1912. Rev., t. ll,


a
2. parte, seco 2.", pág.' 1.
\ '

Doctrina.-En el caso de no estipularse expresamente e1


pacto comisario el comprador puede pagar el ,precio durante
el curso del juicio, haciendo ~sí subsistir el contrato.
Comentaría.-La misma do~trina consagra la Corte Bu-
prema en sentencias: 15 de diciembre de' 1926, Rev., t.' 24,
2. a parte, seco La, pág. 550 Y 12 de septiembre de 19-36, Rev.~
t. 33, 2. a parte, seco La, pag. 514. t

Pero hagamo~ una obs~rvación: la sentencia empieza di-


ciendo que en el caso de I no estipularse pacto, comisorio, etc.
De esto ,sería un error deducir que cúando existe pacto comi-
soda simple, no tendría el comprador el mismo derecho, cuando
ell' realidad ,en el pacto comisorio de esta naturale~a la resolu-
ción también se produce por sentencia judicial. Claro' que si
el Pflcto comisario es con cláusulaipso facto entonces· s610 po-
dría pagar dentro de las 24 horas subsiguie11tes a ia notifica-
ción,· porque así l~dispone el artkulo 1,879 del Código Civil.

265. Casación 8, de noviembre de 1929.' Rev., t. 27, 2." parte,


seco La, pág. 620.

'Doctrina, - Tratándose de un contrato de compraventa


que puede cumplirse por partes, por el hecho de haberse consu-
madorespecto de una partida, el comprador no pierde el de-
recho pat:a pedir la resolución parcial del· resto.
Comentario.-La sentellcia.es interesante. En eL .caso fa-
llado la compraventa noes de' ejecución intantánea, sino de' eJe-
. ..
188 MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA
~============================~==--==

cución sucesiva y, por 10 tanto, la resolución sólo afect~ al fu-


turo, pu~s ya han quedado finiquitadas las obligaciones cum-
plidas. Como acontece en el arrendamiento, más que resolución
en la especie failada ha y terminación. La misma doctrina -ha-
bía sent~do con anterioridad la Corte en sentencia de 3 de ju-
nio de 1910. Rev., t. 9.°, 2." parte, seco lo", pág. 325.

IV.-DE LA CESION DE DERECHOS

l.-DE LOS CREDITOS PERSONALES (1)

a
266. Casación 3 de mayo de 1935. Rev., ~. 32, 2. parte, seco
l.a, pág. 337.

Doctrina.-La cesión es la forma de efectuar la tradición


de les derechos personales como lo dispone expresamente el ar-
tículo 669 del Código Civil.
Comentario.~Por primera vez la Corte Suprema reconoce
expresamente el carácter ele tradición que tiene la cesión de cré-
ditos, en lo que está en la razón, pues es inadmisible como al-
gunos pretenden que sea un contrato. También el mismo Tri-
bunal reconoce que la cesión no tiene este carácter en sentencia
de 17 de septiembre de 1926, Rev., t. 24, 2~a parte, seco La,
pág. 150, al decir que el hecho que la cesión forme parte de
una permuta no quita que se le apliquen sus reglas pmpias. En
este caso la permuta s<:ría el título de la cesión.

(1) Sobre b. excepción de conwensación que puede oponer el deu-


.dar al cesionario, ver sentencia 108. Sobre la validez del pago hecho al
cedente, ver sentencia 80.
LAS OBLIGACIONES- y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCiA lS<}

2(i7. Casación 3 de mayo de 1936. Rev.) t. 33, 2;"- parte, seco


1.,\ pág. 219.

Doctrina.-El1egatario de dinero que cede su legado, cede


un crédito que tiene contra el albacea o heredero que debe sa- .
tisfacerlo, y por lo tanto deben aplicarse las reglas de la cesión
de créditos.
Comentario.-La doctrina expuesta se ajusta a lo? prin-
cipios legales. En los legados de género, a diferencia de los de
especie, el legatario no adquiere el dominio por el solo falleci-
miento del causante, sino únicamente un derecho personal con-
tra la sucesión.

268. Casación 28 de agosto de 1918. Rev., t. 16,- 2."- parte,


seco 1.", pág. 158.

Dortrina.-Si en la escritura de cesión se hace referencia


a la escritura en que consta el crédit.o cedido y se faculta al
cesionario ~~para efectuar todas ,las diligencias necesarias -para
constituir y garantizar sus derechos", la circunstancia de no ha-
berse efectuado la entrega material d~l ejemplar no obsta a
su validez.
Comentario.-Nuestros Tribunales han sido muy benév~­
los para interpretar la exigencia. de la - entrega del título que
establece el artículo 1,902 del Código Civil. Y aun más parecen
, aceptar como suficiente la entrega simbólica sin exigir la en-
ttega real, así se desprende de la sentencia de la Corte Su-
prema de 20 de mayo de 1909,. Rev., t. 1.0, 2." parte,
pág. 410, que sienta la siguiente doctrina: Cedido un créditQ
190 MA~I!EL SOMARRIVA UNDURRAGA
=========:::::i:===========, ':
contra el Gobierno de Bolivia no '~s necesario la entrega' del tí-
tulo, porque ,este era el' acto público de reconocimiento o De-
creto Supremo en que se reconoce el cobro y basta con que se
haga referencia en la escritur~ de cesión, lo que naturalmente
constituye la entrega del título' conforme el artículo 684 del
,Código Civil.

269. Casación 13 de enero de 1923. Rev., t. 22,. 2. ft parte,


a
seco 1. , pág. 128.

Doctrina.-·No procede sostener que debe tenert¡e por cum-


plida la notH},cacióndel título del deudor por el hecho de ha-
berse dectuado en su persona la notificación del desposeimien-
to del inmueble hipotecado, he~ha .por el acreedor.
eome'ntdiio.-La notificación de desposeimiento y 19- no-
tificación de la cesión son distintas, deben llenar ·diversos re-
q~isitos y, por lo tanto, a una de ellas no pueden asignársele
los efectos de la otra. Tenemos entonces que para el perfeccio-
I

namiento de la cesión es necesario que la notificación se


haga en forma legal. Por eso la Corte Suprema, en senten-
cia de 20. de octubre de 1929, Rev., t. 27, 2." parte, seco 1.a,
pág. 524, resolvió que si al notificarse la cesión se exhibía úni-
camente la escritura de cesión, pero no el título, el crédito sub-
.sistía ten manos del cedente.

270. Corte de Santiago 11, de octubre de 1927. Rev., t. 26,


2."- parte, seco 2.a, pág. 43.

Doctrina.-Cedido un crédito hipoteca~io las hipotecas pa-


LAS OllLlGACIONES y ~LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 191
===========,==::::-::============~_=_,""";~~_J,

san, al cesionario d~ pleno derecho, sin necesidad de nu"eva ins-


cripción.
Comentario.-Al e~t~diar los efectos del pago con subro-
gadón, ya habíamos hablado de este problema. (Ver senten-
cia 97) . Creemos que la doctrina de la Corte es discutible, por-
que, como dijimos, si la cesión de Créditos es la tradición de
elloS, si se trata de un crédito. hipotecario" h~y tradición del
derecho de hipoteca. Y de acuerdo con la ley la forma de ha-
cer la, tradicion de este derecho ,es mediante la inscripch~n en
el Conservador de Bienes Raíc:es.

271. Casación 9 de diciembre de 1919. R~v.) t. 18, 2:" parte,


seco t.a, pág. 237.

Doctrina.-Cabe acep-:::'l-r la" excepción de cosa juzgada en


u,na demanda entablada por el cesionario contra el deudor, si
ya éste había litigado con el ced~nte.
" Comentario.-En este caso. habría, incluso identidad de
personas, ya que cedente y cesionario, ante la ley son U11a mis~
roa persona. Con el mismo criterio la Corte Suprema,en sen-
tenóa d~ 19 de marzo de 1914, Rev., t. 12; 2." parte, seco 1.\
pág. 218, fálló que si se declaraba nula una deuda y se orde-
naba cancelar una hipoteca en el juicio seguido por el ceden-
te, el cesionario de dicho crédito carecía de 'acción para exigir
la subsistencia de la hipoteca y el abandono de la finca.

u
.272. Casación 2 de noviembre de 1934. Rev., t. 32, 2. parte,
seco 1.,\' pág. 119.
192 MANUEL SOMAIUUvA UNDUlUlAGA
--·~-":-·""·';-::":i -=!"_'-

. Doctrina.-La notificación que se hace al deudor, de la


cesión no interrumpe la prescripción.
eomentario.-La notificación de la ~esión no es una de-
manda judicial que tenga la virtud de interrumpir la prescrip-
ción. Además, con la cesión, la situación jurídica del deudor
permanece inalterable, no sufre ningún cambio y esta es una de
las razone~ porque no puede oponerse a ella, ya que carecería
de interés. De aquí se desprende que la prescripción que iba
corriendo en favor del deudor no se altera por la' cesión.

II.-pEL DEREOI{O DE H.ERENCIA

273. Casación 23 de septiembre de 1905. Rev., t. 3.", 2." par-


te, seco 1.", pág. 130.

Doctrina.-La cesión del derecho de herencia no reqmere


inscripción, aun cuando en ella se comprendan bienes raíces.
eomentario.-Esta jurisprudencia es uniforme. Véase sen-
tencias: 9 de enero de 1914, Rev., t.' 12, 2.'" parte, seCo 1.",
pág. 248; 1.0 de septiembre de 1920, Rev., t. 19, 2."- parte,
seco 1.\ pág. 296; 14 de junio de 1927, Rev., t. 26, 2:' parte,
seco 2.a, pág. 20; 6 de mayo de' 1930, Rev., t. 27, 2.° parte?
sec.2.", pág. 25.
Por lo demás la cuéstión no ofrece dudas. El dere-
" cho de herencia no puede calificarse de inmueble Y, por eso el
artículo 686 del Código Civil no lo enumera entre aquéllos
cuya tradición se hace por la inscripción. La jurisprudencia ha,
reconocido que no tienen este carácter al declarar que no cabe
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 193

lesión enorme en la venta de derechos hereditarios. Corte. de


Talca, 20 de noviembre de 19Q3. Rev., t. 1.\ pág. 385.
a
274. Casación 16 de agosto de 1920. Rev., t. 19, 2. parte,
seco ~.a, pág. 241.

Doctrina.-Para ceder los derechos hereditarios no es ne-


cesario que el heredero haya obtenido previamente la posesión
efectiva de la herencia. .
Comentario.-La doctrina expuesta se ajusta a la ley. El
Código en parte alguna coloca esta exigencia.· y .sólo prohibe
en el artículo 1,463 la cesión antes que' el causante haya fa-
llecido.
Asimismo, la (::orte de Santiago, en sentencia de 6 de ma,.
yo de 1930, resolvió que para ceder los derechos heredita-
rios no es necesario que se hayan' practicado las inscripciones que
prescribe el artículo 688 del Código Civil. La sentencia apare-
ce publicada en la Rev., t. 27, 2." parte, seco 2.\ pág. 25. Esta
doctrina se explica por lo qüedijimos al comentar el fallo an-
terior, el derecho de herencia no tiene el carácter de inmue-
ble y el citado artículo 688 sólo se refiere a esta clase de bienes.

275. Corte de· Concepción 15 de noviembre de 1928. Rev.,


a a
t. 29, 2. parte, seco 1. , pág. 395.

Doctrina.-·Los consignatarios de una herencia no son due-


ños singulares. der los bienés' hereditarios, sino de la universali-
.dad del patrimonio transmitido, por 10 que el heredero que
vende acede su derecho ·hereditarió no transfiere propiedad al-
guna particular.
13
194 MANUEL SOMARRIVA -qNDURRAGA
======"========",,~~-+-""~.""or-:-",,~~""~.t=.~=====~=~=, . - ""
Comentario.-La cesión de derechos hereditarios compren-
de una universalidad, por ,eso q~e, con razón, la Co~te Supre-
ma, en sentencia de 22 de diciembre de 1922, Rev~, t. 21, 2:
parte,sec: 1.'\ pág. 1072, res~lvió que si se vendían los dere-
chos que correspondía en determinados. bienes', el comprador no
podía intervenir' en la partición, ni concurrir' al nombramiento
de partidor, porque en este caso no había cesión de derechos
hereditarios. En otra ocasión por la razón apuntada, en sen-
tencia de 13 de enero de 1912, Rev., t. 10, 2: parte, seco lo",
pág. 350, el ~ismo Tribunal declaró que no había cesión si se
vendían derechos en los inmuebles. de la sucesión.
Esta última sentencia es interesante, porque parece aceptar
que en la cesión de los derechos hereditarios se transfiere la ca-
lidad de heredet:o, al decir en el considerando 2. ~cQue dicho
0
:

contrato sólo importa la transferencia de' derechos' sobre una


cosa determinada y no la de calidad de heredera ... ", cuestión
que es muy discutible, pero que nosotros aceptamos, porque si
el cesionario puede pedir la posesión efectiva, nombrar árbitro,
mtervenir en la partición, entablar la a~ción de petición de he-
rencia, si es césionario de un hijo deudor no puede oponerse a la
imputación de la deuda al pago de la legítima del hijo (Corte Su-
ptema; 22 de julio de 1910, Rev.,t. 7.°, 2. parte, s,ec. 1.\ pág.
a

47), si no puede alegar la nulidad de un contrato celebrado por


el causante del heredero cedente, porque el causante conocía el vi-
a
cio (Corte Suprema 7 de julio de 1930, Rev., t. 28, 2. parte,
a
seco 1. , pág. 133), tenemos que concluir que el cesionario ad-
quiere la calidad de heredero; o por lo menos reconocer, que
si teóricamente ello no es posible, ~n la pr~ctica acontece.
LAS OBUGACIONES y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 195

276. Casación 12 de diciembre de 1912. Rev:, t. 11, 2.~ par-


te, seco La, pág. 140.

Doctrina.-Cedida todas las accion~s que corresponden en


una herencia también se, envuelven las obligaciones y, por lo
tanto, el cesionario,.está obligado a, cumplir las ~bligaciones
,emanadas de un contrato celebrado por 'el causante del ced~nte.
Comentario.-No cabe duda que deinandado el cesionario
por un acreedor del causante está obligjldo a r,espondér de la,
deuda. Pero en , cuanto a los acreedores éstos· no están obligados
a demandar al cesionario y bien podrían perseguir al herede-'
.ro cedente, tanto porque a ellos no les empecela cesión en
1~ cual no han sido partes, cuanto porque en núestro derecho
no existe la cesión de' deudas. Naturalmente,' qUt; si demandan
'al cesionario quiere decir que lo acepta~ como deudor; y enton-
ces cóncurriendolps demás requisitos legales se habría opera-
dQ una novación por cambio de deudor.

, 1II.-DE 'LOS DERECHOS' LITIGIOSOS

277. Casación 3 de junio de 1933.' Rev., t. 30, 2. ~ parte, seco


1.\ pág. 390.
Doctrina.-Al cesionario de derechos litigiosos no puede
tenérsele como parte' en' el juicio, si el ced~nte se había de~istido
de la demanda..
eomentario.-En ~lcaso fallado propiamente no existian
derechos litigiosos, porque a virtud del desistimiento efectUado
por e! cedente, de acuerdo con el artículo 157 del Código de,
MANUEL SOMARRlVA UNDURRAGA

Procedimiento Civil, se extingue la acción del demandante


contra el demandado.
Igualmente por faltar el evento incierto de la litis que es
lo que caracteriza al derecho litigioso, la Corte de T acna, en
sentencia de 23 de ~ayo de 1904, Rev., t. 2.°, 2." parte, seco
2.,\ pág. 180, r~solvió que no había cesión de derechos litigio-
sos en un juicio ejecutivo terminago, y en el cual se habían
desechado las excepciones opuestas por el ejecutado.

n
278. Casación 19 de diciembre de 1931. Rev., t. 29, 2. parte"
seco 1.", pág. 273.

Doctrina.-Por regla general, en un juicio para el deman-


dante existe derecho litigioso y pa~a el demandado cosa liti-
glOsa.
Comentario.-No escapará la importancia de la cuestión
resuelta por Ja Corte, porque mientras el legislador acepta la
cesión de derechos litigiosos, sanciona con la nulidad absoluta
la enajenación de cosa litigiosa. Consideramos acertada la doc-
trina enunciada, pues, como muy bien dice la sentencia, los ar-
tíc~os 1,912 y 1,913 del Código Civil son incompatibles con
el hecho que para el demandado pueda' existir derecho litigioso.

u
279. Casación 28 de mayo de 1936. Rev., t. 33, 2. parte,.
seco 1...., pág. 321.

Doctrina.-En, la cesión de derechos litigiosos no es nece--


sario que se entregue el título y se notifique al deudor, basta-
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 197

.con que el cesionario se apersone al juicio. El deudor no puede


oponerse a la cesión.
Comentario.-La sentencia resuelve un punto' interesan-
te, pues el legislador guardó silencio sobre la forma de hacer
la cesión de los derechos litigiosos. Pretender que sea necesario
la entrega del· título parece un absurdo, pUes ell() significaría
entregar el expediente mismo o 'si ,se trata de un juicio ejecutivo
entregar el título, lo que es iniposible.
En cuanto a la notificación no hay duda que es suficie~te
con la que se haga dentro del juicio al demandado .
. Adherimos, ·pues,. a lo resuelto por la sentencia, como tam-
bién en la parte 'en .que sienta la buena d~ctrit:ta de que el deu-
dor no puede oponerse a la cesión. Sostener lo contrario signi-
ficaría deja,r en manos de éste. cohartar el derecho de d~s­
posición que corresponde a todo propietario, 10 cual es por cier-
to inaceptable.

V.-DEL ARRENDAMIENTO

a
280. Casación, 28 de diciembre de 1921. Rév., t. 21, 2 ; par-
te, seco 1.''', pág. 391.

Doctrína.-El contrato por. el cual se cede a una persona,


por un precio prefijado, el derecho de explotar o llilufructar a
perpetuidad .0 por tiempo indefinido del carbón que exista o
existiera.en el fundo de la otra parte, no es -un arrendamiento.
Comentario.-Esta cuestión que es muy discutida entre
los tratadistas estimamos fué bien resuelta. Por esencia, según
el artículo 1,916 del CódIgo Civil el arreiJ,damiento debe re-
198 MANUEL SOMARRIVA UNDURR<\~A
---.========~==========~~====~==~===.

caer en cosas no consumibles, lo que~o acontecería en el caso


que comentamos. Además la COl1cesión a perpetuidad en el goce
de una cosa no cuadra con la naturaleza del arrendamiento.

281. Casación 11 de marzo de 1920. Rev., t. 18, 2." pa.rte,


seco 1.", pág. 427.

Doctrina.-El arrendamiento es un contrato meramente


consensual y la condición de arrendatario puede acreditarse por
cualquier medio probatorio, salvo que se trate de un arrenda-
J

miento superior a doscientos pesos.


Comentario. - A,unque la sentencia no 10 dice' debemos
agregar, que los 200 pesos se consideran no en relación al precio
de la cosa, ni al valor del total de las rentas, sino con relación
al valor de la renta de un período de pago.
~onsecuente con los principios que ,rigen la prueba, y con
10 expuesto en este fallo, la Corte, en sent"encia de 13 de mayo
de 1908, Rev., t. 5.°, 2." parte, seco 1. \. pág. 306, estableció
que el arrendamiento cualquiera que sea su valor puede probarse
mediante presunciones graves precisas y concordantes, sin que
por ello se infrinjan los artículos 1,709 y 1,711 del Código
Civil. Como dijimos, al comentar la sentencia 163, l,a prohibi-
ción de admitir la prueba testimonial no ~e aplica a las presun-
Clones.

282 .. Casaáól1 20 de mayo de 1921. Rev:, t. 20, 2." parte,


seco 1.\ 'pág. 419.

Doctrina.-Es inaceptable la doctrina que sostiene que con-


LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 19::1
_______-r-------'---,

. forme al ,artículo 1,926 del Código Civil el arrendatario no'


tiene derecho a exigir al arrendador la entrega de la cosa arren-
dada, sino sólo la inddnnización de pe~juícios. '
, t omentario.-.La sentencia está en la razón. Del hecho que
el artículo, 1,926 no s-e reheraexpresamente al derecho del
arrend~ta~io para exigir la el1trega no 'puede deducirse que no
le séa permitido hacerlo. Semejante doctrina equivaldría a' dar~
le ,a este precepto el carácter de derogatorio del derecho primor-
. dial que tiene todo acreedor' de exigir a su deudor la ejecución
forzada de la obligación.

283. Casación 6 de julio de 1936. ,Rev., t. 3'3, 2." parte, SeCo


n
'1. , pág. 375.

Doctrina.-El comprador puede exigir ejecutivamente el


pago de ,las rentas de arrendamiento que se devenguen después
de haber a4cjuirid~ la propiedad. .
. Comentano.-Como dijo la. sentenóa, para que el com-
prador pudiera cobrar las rentas no era necesario que d' vende-
dor le cediera el derecho, porque la¡; rentas' son frutos civiles
que pertenecen al dueño de la cosa arrendada qtie pasa a serlo
el comprador.

284. Casación 26 de s~ptiembre de 1926. Rev., t. 24, 2. par-


a

te, seco 1.", pág. 480.

Doctrina.-El comunero arrendatario a quien se le adjudi-


ca la propiedad debe pagar a la suce~ión las rentas de' arren-
damiento por el tiempo anterior a la adjudicación de la cosa.
200 MANUEL SOMARRlVA UNDURRAGA

Comentario.-Cierto que de acuerdo con el artículo 1,344


del Código Civil el' adjudicatario se entiende haber sucedido
directamente al difunto en la cosa adjudícada. De aquí podría
deducirse que si el adjudicatario estaba gozando de una cosa
propia nada debía pagar por su goce. Pero esta doctrina a to-
das luces injusta violaría el N.o 3.° del artículo 1,338 del mis-
mo Código, según el cual los herederos tienen derecho a todos
los frutos y accesiones de la masa heredita~ia indivisa a prorra-
ta de sus cuotas. E~ta disposición es, pues,·el justificativo de la
sentencia que cómentamos y, sin emb.argo, la Corte no la fun-
d~ment6 en ella.

a
285. 'Casación 14 de julio de 1930. Rev., t. 28, 2. parte,
seco 1.., pág. 13 9.

Doctrina.-Si por actos de terceros el arrendatario se ve


privado de gran parte del goce de la cosa arrel1dada, el arren-
dador no puede exigirle el pago de las rentas, pues no cumple
con la obligación que le impone el artículo 1,924 del Código
Civil, y por 10 tanto, el arrendatario no' está en mora. El hecho
que la turbación sobreyenga sin culpa del arrendador 10 exime
de los perjuicios,pero no de cumplir las obligaciones.
Comentario.--...No podría decirse' en este caso que la m9ra
purga a 1~ mora, porqu~ el incumplimiento de la obligación de
parte del arrendador no le es imputable, sino que se produce
por fuerza mayor, cual es. e,l ;lcto de terceros. Pero acontece
.que a virtud de este caso fOl,"tuito la obligación del arrendador
se extingue por imposibilidad de la ejecución, y cOlp.O conse-
cuencia de la relación que existe entr~ las obligaciones de am-
LAS OBLIGACIONES Y LOS CO~TRATOS, ANTE LA JURISPRUDENCIA 201

has partes en los contr~tos -bil~terales, se extingue tambié~ la


del. arrendatario de pagar la renta, cargando, en cOl1secuencia,·
el arrendador.con el riesgo.
¿Y si el arrendador no hace las obras necesarias en la cosa
arrendada puede el arrendatario dejar de pagar las rentas?
,La Corte Suprema ha dictado al respecto dos sentencias .con-
tradictorias: En una de fecha 28 de noviembte de 1910, Rev.,
t. 9/', 2. parte,s'ec. 1.\ pág. 79, resuelve la cuestión en for-
a

ma afirmativa; en cambio, en fallo de 9 de junio de 1928,


a
Rev., t. 26, 2. parte, seco 1.", pág. 214, sostiene que para que
. el arrend.a'tario quede eximido de pagar las rentas es necesario
acreditar que el arrendador no ha. hecho . las obras necesarias a
,pesar de habérsele' dado aviso oportuno de su necesidad. Parece
preferible esta doctrina que está más conforme con lo dispues-
to en el artículo. 1,935 del Código Civil.

286. Gorte de Valdivia 22 de junio de 1925. Rev., t. 24, 2."


a
parte, seco 2. , pág. 46.

DoCtrina.-·El artículo '1,977 del Código Civil no ~e aplica


al arrendador de terrenos eriazos.
Comentario;-La meridonada disposición da derecho para
pedir la terminación del. arrenda~iento por la mora 'en un pe-
riodo de pago después de dos reconvenciones., Pero con razón
ha dicho .la Cohe que este procedimiento no se aplica al arreu-
dador de terrenos eriazos, porque esa' disposición figura entre
las reglas particulares relativas al ~rrendamiento de casas, al-
mácenes u otros edificios. •
Pero tratándose de las cosas indicadas puede el arrenda-
202 MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA

dar poner término al arrendamiento, si el arrendatario no pres-


ta seguridad competente de que se verificará el pago dentro de
un pbzo razonahl~ que no bajará de 30 días, y la ~orte Supre-
ma ha dicho en sentencia de 22 de octubre de 1920, Rev., t.
19, 2." parte, seco 1.\ pág. 450, que calificar las garantías es
cuestión de hecho.

281. Casación 22 de junio de 1907. Rev.; ,t. 4.°, 2.~ parte,


seCo 1.\ pág. 287.

Doctrina.-El derecho del arren~ador para retener bienes


del arrendatario, sólo existe cuando és~é le es deudor del canon
o de indemnizaciones del contrato.
C01'!lentario.-La sentencia en otros términos e~í:ablece que
si el arrendador tiene contra el arrendatario créditos que no
traigan su origen en el arrendamiento 110 puede hacer valer la
retención. Aplaudimos sin reserva esta decisión. En el derecho
legal de retención es condición esencial que los créditos que se
invocan provengan de contratos relaciona40s con las cosas que
se pretende retener. Así lo establecen expresamente los artÍcu-
los 2,182 y 2,234 del Código Civil con respecto al derecho le-
gal de retención de que gozan el con10datario y el depositario,
respectivamente.

n
288. Casación 12 de julio de 1904. Rev., t. 1.0, 2. parte, seco
La, pág. 190. '

Doctrina.-El arrendatario puede entablar la querella de


restablecimiento.
LAS ,onÍ.lGACIONES y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 203-

Comentario.-,La doctrina ,expuesta se ajusta a la ley, tanto


porque, el arrendatario como mero tenedor puede entablar esta
acción, de acuerdo con 10 dispuesto en el articulo 928 del Có- ,
digo Civil, cuanto porque el arrendador está obligado a ampa-
rar a aquél de las perturbaciones de derecho, pero no de las de
hecho, las que tiene que repeler el propio ~rrelldatario.

289•. Casaóó,l1, 29 de noviembre de .1904. Rev., t. 2.", 2." par-


te, seco 1."', pág. 236. '

Doctri11.d.-La disposición del artículo 1,962 del Código


Civil que establece las personas que están obligadas a respetar el
arriendo no es aplicable al reivindicador de la propiedad arren-
dada.
Comentitrio.-Lo afirmado por la sentencia no puede dis-
cutirse. El artículo 1,962 no se refiere a ese caso, y no podía
referirse 'porque d~ acuerdo' con' el artículo 1,916 del C6digo
Civil en el arrendamiento de cosa ajena conserva sus derechos
el dueño dli, la éosa, lo, que significa 'que lisa y llar-amente y
sin ninguna limitación puede desconocer los, contratos de esta
naturaleza que existan sobre el bien reivindicado.
Con respecto al citado artículo '1,962 lá Corte de Iqui-
que, en sentellcia de 21 de septiembré, Rev.) t . .26, 2." parte,
seco 2.\ pág. 35, resolvió que el subastador de una propiedad
sacada ~ remate por e~ acreedor hipotecario,' está obligado a
respetar- el contrató de arrendamieJ.:lto que consta por escritura
pública. y la Corte Suprema, en s'entencÍa de 16 de agosto de
1904, Rev.) t. 2.", 2.n, Parte, seco La, pág. 18, falló qu~ el ar-
tículo se aplica, sea que el arrendamiento haya empezado. a. co-
204

rrer o no. Ambas sente,ncias están conforme a derecho; la pri-


mera porque el subastador adquiere la cosa a título oneroso y,
por 10 tanto, su situación se rige por el N.o 2.° y no por el 3."
de dicho artículo, y la segunda porque la ley no distingue
entre ambas situaciones y, por 10 tanto, al intérprete no' le es
lícito distinguir. ,
y, por lo tanto, al intérprete no le es lícito distinguir.
Pero en cuanto al N.O 3.", cabe advertir que él rige la si-
tuación una vez que el inmueble arrendado es subastado, por-
que antes de la enajenación y mientras está embargado, el ~cree­
dar hipotecario debe respetar en todo caso el contrato. Corte
Suprema, ro de abril de 1937. Rev., t. '34, 2."- parte, seco lo",
pág. 230.'

290. Casación 28 de agosto de 1913. Rev., t. 12, 2. a parte,


seco 1.\ pág. 39.

Doctri~a.-'-'El arrendatario que ha hecho mejoras útiles,


sin estipulación que' se las retribuya el arrendador, no; tiene de-
recho algttno a que las pague el expropiante de la cosa arren-
dada.
Comentario.--La sentencia aplica correctamente el artícu-
lo 1,936 del Código Civil, según el cual si el arrendatario hace
mejoras útiles sin que el arrendador haya consentido en abo-
narlas, tiene sólo derecho a llevarse los materiales sin detri-
mento de la cosa, derecho que no es absoluto, sino que está tí·
mitado por la facultad que el artíc~lo da al arrendador de pagar
el valor de los materiales. Así 10 ha 'dicho la Corte Suprema en
R
sentencia de 11 de junio de 1904, Rev., t. 1.0, 2. parte, seco
1.", pág. 424.
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA :?05

291. . Casación 5 de noviembre de 1914. Rev., .t. 12, 2." patté,


Q • .
seco 1., pág. 446.

Doctrina.-Un comunero de una sucesión, haciendo va-


ler su' derecho propio no puede ejercitar la acción de desahu-
cio de un contrato de arrendamiento celebrado por el causan-
te y con relación a una propiedad perteneciente a la misma
.'iucesión.
C omentario.-La sentencia anterior, que fué aprobada por-
6 votos contra 3, merece nuestra crítica. Parece inconcuso que
el desahucio es un acto de administración. A esta conclusión
~ llega después de leer el a~tículo 2,132 del Código Civil, que
hace una enumeración enunciativa de esos actos. Ahora bien.,.
siendo acto de administración, de acuerdo con el artículo 2,305
en relación ~on el 2,081 del citapo Código, es evidente que pue-
de entablarlo un solo comunero.

292. Casación 29 de octubre de 1936. Rev., t. 34, 2." parte,


seCo 1.", pág. 39.

Doctrina.-Si un arrendador deduce acción de termina-


ción inmediata del arrendamiento por el no pago de las rentas
no cabe aplicar ·el artículo 1,945 del Código Civil.
Comentario.-La citada disposición establece que' si por'
culpa del arrendatario se pOlie término al arrendamiento, será
el ar.rendatario obligado a la indemnización de perjuicios y es-
pecialmente al pago d·e las rentas hasta la natural terminación
del contrato. La Corte con justa razón dice que el hecho que
el arrendatcirio no p~gue la renta por estar en falencia por sí
206 MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA

..
sólo no supone que exista culpa; y además en ese caso, es la vo-
luntad del arrendador la que' pone fin al contrato al deducir la
acción correspondiente.

293. Cotte de La Serena 24 de junio de 1908. Rev., t. 7.°,


. 2.a ,pago
2." parte, seco , 39.

Doctrina. - No proéede la terminación del contrato. de


arrendamiento 'por falta de pago de la renta si se estipuló pata
este caso un interés penal.
Comentario.-No consideramos acertada la sentencia que
comentamos. La acción resolutoria (terminación en el arrenda-
miento), según vimos, es renunciable, y aun tácitamente, pero
del hecho de estipular un interés penal para el caso de no pa-
gar las rentas el arrendatario no puede colegirse la renuncia
'.del detecho a pe~i.r la terminación que tiene el arrendador.

.294. Casación 11 de mayo de 1922. Rev., t. 2.1, 2," parte,


seCo 1.\ pág. 625.

Doct~ina.~El estar la casa tan desaseada que llega a ser


,antihigiénica constituye un ((caeo grave" a que se refiere el' ar-
tículo 1,972 del Código Civil.
Comentario.-El determinar la existencia del ((caso grave"
es cuestión de hecho, y cuando existe, el arrendador puede soli-
citar la terminación del arrendamiento.
También se ha fallado que si el arrendatario destina la
casa arrendada é!- instalar un lupanar, el arrendador, de acuer-
do con el artículo 1,973 del CódJgo Civil, puede solicitar la
LAS OBLIGACIONES y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA
Jt07

terrriirtaci6p. inm~diata del arr~ndamiento. Corte de Iquique, 28


de junio de 1918. Rev., t. '16, 2." parte; seco 2:\ pág. 33.

a
295. Casación 7 d~ septiembre de 1905. Rev., t. 3.°, .2. Nr-
te, seco 1.'\ pág. 118.

Doctrina.-La c~sión o traspaso de· parte del contrato de


arrendamiento, hecha por el arrendatárlO con infracción. de . las
condiciones estipuladas para tal tral1sferencia, da lugar a la
acción resolutoria.
Coméntario.-La infracción de las obligaciones que' impo-
ne el c'ontrato autoriza la resolución de acuerdo con la regla ge-
neral establecida para los' contratos bilaterales en el artkulo
1,489de1 Código Civil. .
También se ha, fallado que si el arrendatario sin estar au-
torizado para ello ~ubarrienda, el arrendador puede solicitar la
terminación del contr.ato.· Corte de Santiago, 7 de marzo de
1908. Rev., t. 5.°, 2." parte, sec.' 2.\ pág. 60. El fallo se .ajus-
ta a derecho, porque el articulo 1,946 del Código Civil -estable-
,ce que el arrendatario no puede subarrendar sin estar autori-
zado expresameñte para ello, luego pesa sobre él la obligación
negativa de no subarrendar y si la, infringe el arrendádor está
facultado, ,para solicitar la terminación del contrato.

296. Casación 27 de diciembre de 1919. R~v., t, 18, 2. par~


a

te, se~. 1.", pág. 396.

Doctrina.-'-La condición resolutori~ consignada en un 'con-


trato ·de arrendamiento en la cual se estipula que uquedará res-
208

cindido el con~ato si transcurre un año sin el abono del respec-


tivo canon debe entenderse estipulado sólo en favor del arren-
dadQr".
e 0
omentario.-La Corte. en el considerando 6. de la sen-
tencia justificando esta doctrina dice: " ... porque de no ser así
resultaría que el arrendatario podría a voluntad dej~r de cum-
plir sus obligaciones y poner término al contrato aprovechán-
d~se de su propia culpa, sin que haya ni~guna convención al
respecto ni antecedente que haga presumir que esa fuera la.
~tención de los contratalltes".
En realidad, la cláusula en cuestión constituye un verda-
dero pacto comisorio y la Corte Suprema, con anterioridad, en
R
sentencia de 24 de noviembre de 1913, Rev., t. 11, 2. parte,.
2
seco 1. pág. 481, había declarado con justa razón que no obs-
,

tante que el pacto comisorio se encontrare reglamentado en.la


compraventa era aplicable al arrendamiento .
. La sentencia agrega que en este caso la re,soluóón se opera
de pleno derecho y no por sentencia judicial como sucede en la
compraventa. En esta p~tte la consideramos criticable, por-
que sí se acepta que el pacto comisario reglamentado al tratar
la compraventa se' aplique al arrendamiento hay que se-o
guir el principio con todas sus consecuencias y, por lo tan-
to, aplicarle las mismas reglas. Además la Corte está en con-
tradicción con 10 manifestad~ en el consid~rando 6.° tra.nscrito,.
pues en ese caso no declaró resuelto de pleno derecho el contra-
to, no obstante haber ~ pacto comisaría. Finalmente, si se acep-
ta la doctrina que combatimos se produciría la situación que en
el considerando 6.° transcrito se desea evitar, es decir, que la.
,
LAS ODLIGACIONES y LOS CONTRATOS ANTE LA J;URISPRUDENCIA 209

eficacia del cont~ato' quede en manos del arrendátario, pues


éste con no pagar la renta se desligaría del contrato..

297. Casaóóh 7 de agosto de 1928. Rev., t• .26, i" parte,


seco 1. ", pág. 436.

Doctrina.-Si el arrendat~rio no paga las contribuciones


fiscales o municipales conforme se había obligado, el arrenda-
dor puede solicitar la resolución del contrato.
. Comentario.-La ¡;entencia hace . una aplicación de la re~
gla general contenida en· -el artículo· 1,489 del Código Civil.
Sin embargo, la Corte Suprema~ en selltencia de .8 de junib de
a
1922, Rev., t. 21, 2. parte, seco La, pág. 651, resolvió que el
arrendatario no estaba en m~ra por el hecho de no pagar las
con~ribuciones, sino que era necesario requerimiento judiciaL

298. Casación 18 de diciembre de 1931. Rev., t. 29, 2." par-


te,. seco U, pág. 267.

Doctrina.-EI contrato de artendamiento por ser d·e trato


sucesivo no es suceptible de resolución, pOr eso la ley ha hablado
en todo momento ele terminación" cesación o desistimiento del
arrendamiento o bien. de rescisión, pero no de resolución del
.'
miSmo.
Comentario.-La resolución opera con efe~to retroactivo,~
borra el pasado, y esto no es posible en el arrendamiento donde
no puede d.estruirse el goce de lá cósa que ha tenido el arren-
datario a call1bio del pago de las rentas de los diversos' ~ríodos.
La terminación o cesación del arrendamiento afecta, pues, sólo
14-
210 MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA

al futuro~ La misma doctrina acepta la Corte Suprema en sen-


tencia de 16 de octubre de 1923. Rev., t. 22, 2." parte, seco 1.\
pág. 547.

299. Casación 27 de junio de 1919. Rev., t. 17, 2." parte,


seco 1.", p~g. 224.

Doctrilla.~Destruída por un incendio la casa arrendada


termina el contrato de arrendamiento pactado y el arrendador
no pt!ede exigir al arrendatario el pago de las rentas de arren-
damiento posteriores al incendio.
Com;ntario.-En el caso fallado la obligación del arren-
dador de proporcionar el goce de la cosa al arrendat~rio se ex-
tinguió por caso fo::tuito, y como el arrendador soporta el ries-
go de la cosa, porque las cosas producen'y perecen para su due-
ño, no puede exigir el arrendatario que cumpla con la suya de
pagar las rentas, obligación que también se extingue.

VI.-DEL CENSO

300. Casación 26 de noviembre de 1909. Rev., t. 8.° 2." par- .


te, seco 1.,\ pág. 44.

Doctrina.-Es ~oberallo. el Tribunal sentenciador para in-


terpretar y fijar el alcance de la voluntad del fundador de una
capcllal1Ía respecto al orden de sucesión establecido por él para
el goce de dicha capellanía.
Comentario.-"-La sentencia está conforme 'con el principio
que expusimos (ver sentencia 203, 204, 205) que la interprc-
- LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 211
==-=.-================
taóón de los contr'atospor regla general es cuestión de hechó
que escapa al control ·de la Corte Suprema.

301. Corte de La Sere~ 5 de enero de 1910. Rev.', t: 8.<>,


. 2. parte, sec. 2 ...., pág. 34.
Q

Doctrina.-Constituído un censo antes de -la vigencia del


Código Civil al 5 %, de~ seguu'se pagando este interés como
.rédito después de su· vigencia, _au~que' el Código 10 limita
, c;,' -
al 4 ¡\:¡.
Comen.tai"ío.-El derecho de censualista a cobrar el 5,%-
t

era un 'derecho adquirido y, en consecuencia, no podía verse


afectado por la dictación del Código Civil que disminuyó el in-
terés. La solución ,contraria habría vioiado los artículos 9.° del
Código Civil y 12 ue la ley de 7 de octubre de 1861.

302. Casación 18 de agosto de 1913. Rev., t. 11, 2." parte,


seco 1.", pág. 561.

Doctríl1t1.-La obligación de pagar los réditos de un cen-


so, aun cuando éste no se halle inscrito afecté'- personalmente
al que 10 contrajo y es transmisible a sus herederos, pu,diendo
el acreedor exigir en su totalidad su cumplimie,nto del herede-
ro que
,
en la partición se obligó'" a efectuar el pago.
Comentario.-·-La sentencia se ajusta a derecho y ell~ re~
sulta de aplicar 10 dispuesto en los artículos 2,027, 951 Y 1,359
dd Código _Civil.
212

303. Casación 23 de diciembre d~ 1919. Rev., t~ 18, 2."- par-


te, seco 1. n, pág. 304.

Doctrina.-Transcurridos más de 30 años sin que se ha-


yan pagado los cánones del censo, no reconocido de ningún mo-
do la existencia del gravamen~ prescribe no sólo el derecho a
cobrar los réditos atrasados, SU10 que el capital mismo del cen-
so. La obligación de pagar las pensiones se hace exigible desde
el día de la constitución del censo, sino se ha señ~lado una
época distinta. ,
Comentario.-El artículo 2042 del Código Civil establece
que la acción, p~sonal del ce~sualista prescribe en 30 años. Eso.
es 10 que que ha dicho la sentencia que comentamos. ¿Pero y
la acción real? ¿en cuánto tiempo pr,escribe? Parece que en el
mismo plazo.

a
304. Casación 5 de enero de 1922. Rev., t. 21, 2. parte, seco
, 1.\ pág. 469.
Doctrina.-Lo que distingue substancialmente a las fun-
daciones o mayorazgos ~~regt!lares" de los ~~irregulares:-' es que)
mientras para los primeros el orden de sucesión o goce. está re-
glamentado en la ley substantiva, sin que para variarlo basten
presunciones, argumentos o conjeturas, por precisas, claras o
evidentes que sean, en' las segundas domina en absoluto la vo·
luntad 'del fundador, pero con tal si d~ que la expresión de
esa voluntad se manifieste clara y literalmente en e,l ,título de
fundación.
C omentário.-La sentencia interpreta el espíritu del legis-
LJ\,S OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS' ANTE LA Jl..!RISPRUDENCIA 213
,_. =--;-:, =================.,~,
;=,

lador y. aplica correctamente el artículo 2,044 del Código Civil.


La Corte Suprema también ha falIcido que para determi~
nar cuál es el1egítimo sucesor en un censo se atiende al que lo
es o debe 'serlo según el instrumento constitutivo del' censo, o
según la ley al tiempo de la vacante o de la muerte del último
poseedor. 'Sentencia de 5 de noviembre de 1920. Rev., t.' 1.0~
2." parte,sec'. 1.", pág. 479. Esto se
justifica, porque el suce-
sor adquiere de pleno derecho ~a "posesión legal y materia,l' de
Jos bienes del vínculo por el solo fallecimiento de su, antecesor.

VII-DE LA' SOCIEDAD (1)

305. Casación 3 'de noviembre de 1904. Rev., t. 2.°, 2." par-


te, seco 1.\ pág. 164.

Doctrin(t.-La venta de un inmueble que forma parte del


haber de una sociedad colectiva mercantil,' hecha por el socio
administrador, 110 puede afectar al dominio de los demás socios
sobre el inmueble vendido, ·en la proporción cuotativa que les
corresponde, pues los ,socios administradores ha están autoriza-
dos para en~jenar los inmuebles dé la sociedad si esta enajena-
ción no está comprendida en el número' de las operaciones que
constituyen el giro ordinario de ella.
.Comentario.-La sentencia es acertada en cuanto
, r
niega al
socio el derecho para enajenar el inmueble y aplica correcta-
, mente el artículo· 2,077 del Código Civil e~ concordancia con
el artículo 396 del Código de Corhercio. Pero es errada .en cuan-

(1) Sobre ca~os de duda si exi~tía sociedad, ,\'er sentencias 317 y 337.
214 MANUEL SOMARRIVA UNDURRACA
= = : = = = = = = = = = = = = = = = = - ----- .
to reconoce a. los demás sacios dominio sobre el intntH!GL ve1l-
dido, bien que pertenece a la persona jurídica como es la so-
. ciedad y 105 socios sólo tienen sus derechos o acciones en ella.
Esto último lo reconoce expresamente, la .corte Suprenu; e1,l
sentencia de 7 de mayo de 1927. Rev., t. 34, 2: parte, seco L",
pág. 272. De lo expuesto resuÍta que en el ca~o a que se re:d.ere
el fallo era la sociedad C01n,O dueña, que había dejado de po-
seer la llamada a entablar la acción reivindicatoria.

306. Corte de Tacna 15 de mayo de 1912. Rev., t. 9:, 2."


parte, seco 2:, pág. 49.

Doctrina.-Si se forma una sociedad para explotar? ela-


borar el salitre de UllOS terrenos salitrales que se aportan en la
sociedad, sin hacer mención expresa en la escritura de su conS-
titución de ninguna otra negociación a que se pueda extencier
su giro, eSa sociedad es civil. La ejecución de actos de comer-
cio por parte de la sociedad no le hace perder su carácter civil,
porque la ley pata clasificar la sociedad no considera los actos
que ella pueda realizar durante la vig.cncia del contrato, sino
que considera los negados para que. ha sido formada.
Comentario.-..:..La .sentencia dilucida b. cuestión tan discu-
tida sobre el c"rácter civil o comercial de las sociedades forma-
. das para la ,explotación y extracción de salitre. f\simismo con-
sagra la opinión uniforme de nuestr.os Tribunales de que la cla-
sificación de la sociedad debe hacerse en consideración a los ac-
tos para los cuales se forma, aplicando así literalmente el ar-
tículo 2,059 del Código Civil, sin que se aI~ere la condición ju-
rídica de la sociedad por el hecho de ejecutar accidentalmente
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTR.ATOS ANTE L.'\. JURISPRUDENCIA 215

actos de come'reío, ni por la denominación de' sociedad comer-


cial que hayan hecho la:> partes, ni por la éstipulación de apli-
car1e mspoSlClOnes
l' " .,
proplas ue esta C1ase de saCie
. d,aacs.
1 T
......,a 11'1•1S-
ma doctrina consagra la Corte de Valparaíso en ~entencia de.
a
5 de junio de 1908. Rev., t. '11, 2.0. parte, seco 1. , pág. 217.
. ,., se 11a
T amblen f f aHa.O
11 d
que 1a calt.
"d aai. ed '
COmerGillltes que
se ~tri.buyen los soc:ios orgéJ,nizadores de la sociedad, no Le dti
a ésta por sí solo carácter m.ercantil. Corte de Santiago, 28 de
a
julio de 1915. Rev., t. 13, 2." parte, seco 2. , pago 7.

307. Corte de Santiago 23 de octubre de 1914. Rev., t. 11,


2." parte, seco 2.\ pág. 75.

Doctrina.-Es elemento esencial del contrato de sociedad


'qtl~' todos los socios corran el riesgo de soportar las pérdidas que
.se produzcan en la gestión del negocio social. '
Comentario.-Est!mamos que .la Corte resolvió acertada-
mente !a cuestión. El hecho ,que el legislador' no ha dicho ex-
pr,:;samente . que los socios deban tener parti6pación en las. pér-
didas, no es razón para negar este requisito' esencial· en el con-
trato de socie4ad; Para llegar a esta conclusión la sentencia par-
te del principio de que el capital social responde a 10t> terce-
ros del cumplimiento de las obligaciones sociales,. y por 10 tan-
to, los socios que aportan un capital están naturalmente expues-
tos a perderlo y no pueden recuperarlo mientras dura la socie-
dad y hasta que no. sea liquidada totalmente.

308. Casación 3i de octubre de 1918. Rev., t. 16, '1 "


1.. • parte,
n
. sec~ l. , pág. 365.
:216 MANUEL SOMARRlVA UNDURRAGA,
___ =_0 :-'0.'-8" -~ : __ "':~-.'-".g_

Doctrina.-Si uno de los socios nada aporta a la sociedad


o si 'es nulo su aporte la sociedad no tiene existencia legal.
Comentario.~ue, sin aporte no hay sociedad lo dice ex-
presamente el artículo 2,055 del Código Cív~. En el caso fa-
Üado uno de los -socios era mujer casada. y aportó un
inmueble sin. cumplir con lo? requisitos establecidos, en el a~­
tículo 1,754' del mismo Código. Cabe observar que el apor-
te en ]?ropiedad a una sociedad es un título ,traslaticio de do-
minio y que de ella resulta una enajenación, pues el dominio
del socio aportante pasa a la sociedad 'que constituye una per-
sona jurídica distinta de .los. socios. La traslación de dominio
que existe en este caso es aceptada Implícitamente por la Corte
Suprema en sentencia de 13 de jul10 de 1928. Rev., t. 26, 2."
parte, seco e; pág. 325.

309. Casación 8 de abril de 1919. Rev., t. 13, 2." parte, seco


1.", pág: 19.

Dóctril1a.-La sociedad como pel160na legal compuesta por


los primitivos soC;ios continúa siendo respecto de terceros, la
misma persona jurídiéa,' no obstante las diversas mufaciones de
socios, por 10 que las obligaciones válidamente contraídas por
aquéllos a nombre y en representación de la firma social, con-
tinúan afectándola en idéntico~ t6rminos después del cambio
de socios y al ingresar el nuevo socio a la sociedad adquiere no
sólo lós derechos del socio cedente, sino que. también contrae
todas las obligaciones trans111.isibles inherentes a la calidad de tal. .
Comentario.-Lo resuelto por la sentencia es una conse-
cuenCIa de que la sociedad sea persona jurídica como lo dice
continuar
ir atrás

218 MAKUEL SOMARRIVA UNDURRAGA


=============::.=======- ~::""."-'~
como único beneficio una renta fija mensual, pues esa ao e::;
una particípaci6nen les, beneficios reales, sino una remun~r2.­
ción por el dinero da.do por, CEe socio a la sociedad. Es tam-
bién nulo el con~rato si en él se estipula que si las utilidader-
del negocio no excedan de cierta st!!11a, toda ella será entrc:ga-
d2. a uno de los socios comaJj.di~arlos,' quedando el otro socio
comanditario y los demá3 socios gestores Si!l participaáón al-
.guna en los beneficios.
e omentario.-La primera premisa es exacta cuando se tra-
,ta de una estipulación C0!110 la contenida en el contrato que dió
origen al fallo, que comentamos, eil virtud del cual esa' suma
fija debe pagarse al socio a quien se asigna en todo even~o, aun
cuando sobrevengan pér&:bs. Pero SI la cláusula ell caestión
asigna esa suma fija sólo en el caso de producirse utilidades
y no es respl?cto de eIlas, sino una iimitaclón, creemos que no
hay razón para estimar nulo el contrato que la contenga.
La segunda premisa no nos parec-e exacta. La ley sólo exi-
ge. la posibilidad de que todos los contratantes participen de
los beneficios que sq!l evenrudes. La preferencia estipulada a
favor de un s~cio sobr·;; una caródact determin3.da de estc3 be-
neficio:;, no significa que los otros socios no puedan participar
de ellos en caso alguno, 10 que sólo acont.ecerá cualldo és~os no
excedan de ,la suma convenida. Por 10 tanto, creemos que lal
cláusula es perfectamente válida En abono de esta conclusión
cd:e rec~rdJ.r que el decreto CGn fuerza d~ ley 251, dt: mayo
de 1931, ell sus artículos 104 y 105 autoriza expresamwte en
l~~. e ' f 1 10.." 1 . 1 ., , f'
~OC1~QaC!.es r..nOll::.:nas a estlpu_aCl011 de una prc_ cre!".c:aen

la percepción de dividendos.
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 219

311. Casación 4 de diciembre de 1929. Rev., t. 20, 2: par-


te, seco 1.\ pág. 23.

Doclrina.-Si en los Estatutos de una Sociedad Anónima


nada se estatuye sobre la forma, condición y número de votos
necesarios para acordar la venta de los bienes sociales y la di-
soh.;ción <anticipada y liquidación de la sociedad como cons~­
cuencia de esa venta, es nula, porque infri11ge el inciso 3. del
0

artículo" 2,054 del Código Civil, la sentencia que rechaza la


demanda de nulidad de los "acuerdos que por simple mayoría,
resolvieron la venta de los biel1es sociales y, conip consecuencia,
la disolución anticipada y liquidación de la sociedad.
e omentdrio.-La ven<ta de los bienes sociales y como con-
secuencia de esto la disolución anticipada y liquidaóón de la so-
ciedad importa una modificación substancial dd contrato social~
peles significa su expiración extemporánea, 10 que requttre la
0
unanimidad prescrita pár el inciso 3. del artículo 2,054 del Códi-
go Civil, que para no aplicada es necef;atÍO que se haya esti-
pulado en el contrato de qn modo- expreso ..

312.Casac1ón 18 de marzo de 19l6. Rev.) t. 13, 2.~· parte,


seco 1.~<, pág. 334: <

Dóctrina.-El ejercicio 'de la acción que a los SOCIOS r.¡;co-


noce ei artículo 2,108 del Código Civil es por su naturaleza ju-
rídica de lato conocimiento· y, sólo,. puede ser deducida en un
juicio ordinario, con las formalidades prescritas por la "ley para
está clase de juiéios.
Comentario.-La acción ·de rellunc1a que. autoriza' el ar-
220 MANUEL SOMAllIVA UNDURRAGA

dculo 2,108 es una especie de acción resQlutoria ode termina-


ción, que no tiene el1 la ley señalado un procedimiento espe-
cial, por lo que de acuerdo COI]. el artículo 3. del Código ~e
0

Procedimiento Civil debe tramitarse con arreglo al. procedimien-


to ordinario.

313. Casación 2 de mayo de 1935. Rev., t. 32, 2." parte, seco


La, pág. 329.

Doctrina.-La sociedad es una sola persona jurídica con


Ul1 solo domicilio, el señalado en sus estatutos, y no puede sos-
tenerse que tenga domkilio en otro país por el hecho de abrir
en él una agencia.'
Comentario.-Esta doctrina reiterada por la Corte Supre-
ma, en sentencia 'de 7 de septiembre de 1937, Rev., t. 34, 2'-
parte, . seco 1."; pág. 548, parece muy discutible, pues nuestro
Código en el artículo 67 acepta la pluralidad de domicilios y
no se ve por qué ello se va a aplicar únicamente a las personas
naturales y no a las jurídicas.

314.' Casación 30 de agosto de 1930. Rev., t. 28, 2." parte,


seco 1.", pág. 199.

Doctrina.~Disuelta una sociedad con arreglo a derecho,


cada uno de los socios débe ser considerado desde el momento
de la consumación del. acto jurídico de la disolución, individual-,
mente, sin atingencia ni relación alguna en cuanto a la repre-
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 221.

sentación de la extinguida sociedad, y, por "lo tanto, para pe-


dir su quiebra los acreedores deben indicar los hechos y cir-
cunstancias constitutivos de la cesación de pagos "de esos socios,
es decir, que ellos como comerciantes están en mora en el pago:
de sus obligaciones y" a(:ompañar documentos u ofrecer prúeba
para acreditarlo.
Comentario.-·En otros términos ,el fallo indicado susten-
ta la tesis de que una socied,,!-d disuelta no pued~ ser declarada
en qui~bra, porque no existe~ y que los socios no tienen perso-.
nería alguna en cÓanto ~ ¡a representación de la extinguida'
sociedad.
Esta premisa, plantead~ en términos tan absolutos, no llQS
parece exacta. La unanimidad de los tratadistas estirrian que. la
personalidad jurídica "de la sociedad subsiste después de disuelta
y mientras es,té pendiente la liquidación y puede, por consiguien-
te, ser declarada en quiebra. Si bien en la legislación no hay un
precepto que expresamente consagra la super;vivencia de la per-
sonalidad jurídica hay div.ersos preceptos que la. suponen. Tal
acontece con los artícu~os 380, 381, 410 Y 413 , N." 6." del Có-
d!go de Comercio. Fuera del artículo llO,del dec:t'et~ cón fuerza
de ley N." 2 51 que dispon~ expresamente que la Sociedad Anóni-
ma sub~iste como persona jurídica para los ef~ctos de su liqui-·
dación. Co.n estos anteCedentes .no se ve qué razól). ·habría para
no reconocer asimismo que la personalidad jurídica de ,la socie-
dad civil también subsiste después de su disolución y ~asta la
liquidación.
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTltATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 221.

sentación de la extinguida sociedad, y, por '10 tanto, para pe-


dir su quiebra los acreedores deben indicar los hechos y cir·
cunstancias constitutivos de la cesación de pagos' de esos socios,
es decir, que ellos como comerciantes están en mora en el pago:
de sus obligaciones Y' acompañar documentos u ofrecer prueba
para acreditarlo.
e omentario.-En otros términos ,el fallo indicado. susten-
ta la tesis de que una sociedad disuelta no puede ser declarada
en qui~bra, porque no existe, y qué los socios no tienen perso-
nería alguna en ci~anto ~ Ía ~epreselltación. de 1'a extinguida
sociedad.
Esta premisá, plantead~ en términos tan absolutos, no 1108
parece exacta. La unanimidad de los tratadistas estinian que. la
personalidad juddica 'de la sociedad subsiste después de disuelta
y mientras esté pendiente la liqÍüdación· y puede, por consiguien-
te, ser dec1ar~da en quiebra. Si bien en la legislació~ no hay un
precepto que expresamente consagra la super;vivellcia de la per-
sonalidad jurídica hay diversos preceptos que la. suponen. Tal
acontece con los artículos 380, 381, 410 y 413, N." 6.° del có;.
dJgo de Comercio. Fuera del artículo 110 .del decreto eón fuerza
de ley N.O 251 que dispon~ e},:presamente que la Sociedad Anqni-
ma st.ili~iste como persona jurídica para los ef~ctbs de su liqui-
dación. Co.n estos anteCedentes no se ve qué razó1).habría para
no reconocer asimismo que la personalidad jurídica de la socie-
dad civil también subsiste después de su disolución y ~asta la
liquidación.
222 MANUEL SOMARRIVA UNDURRA\>A
-- ..
.~'-'. ~

VIII.-DEL MANDATO (1)

315. Casación 22 de junio de 1910. Rev., t. 8.°, 2." parte,


seco La, pág. 252.

Doctnn<1.-Los servicios o gestiones hechas para buscar


una persona que celebre un contrato de arrendamiento de una
fábrica y venta de las existencias de elias, deben ser remunera-
.das y. quedan sujetas a las reglas dd mandato.
Comentario.-En el caso fallado existía un mandato y no
~!l arrendamiento de servicios, pues ambos contratos se dife-
rencian entre otras cosas en que el mandatario celebra actos
juridicos y el arrendamiento y la compraventa participan de
..este carácter.

n
316. Casación 28 de ~búl de 1938. Rev., t. 35, 2. parte,
seco V, pág. 483.

Doctrinct.--Conferido un mandato para la venta _de un


predio, aunque el mandatario al realizar la operación haya pro-
cedido en 'ejercicio de una comisión que le había dado un ter-
cero, el mandatario ha cumplido el encargo y tiene derecho a.
remuneración.

(1) Sobre el .artículo 2,128.del Código Ciyil en relación con el 29


dd' Código de Procedimiento Civil, ver sentencia 112; sobre la improce-
den.cia de la :lcción r~olutori:! dirigida contra un mandatario, v(!r sen-
tencia 24; sobre la exigencia de escritura pública en el mandato para
",ender un bien raíz, ver sentenci;1 241.
LAS OBLIGACIONES Y LQS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 223

Comentario.-Con el mismo criterio la Corte de Santiago,


en sentencia 'de 29 de septiembre de 1908 1 Rev., t. 8.", 2." par-
te, seco 2.", pág. 2, resolvió que' el cortedor de comercio encar-
gado de la venta de una propiedad -raíz que encuentra como
prador tiene derecho a remuneración, si el dueño vende después
directamente a otra persona. En el caso fallad~ el corredor en-
contró el comprador, luego cumplió su obligación, y por lo tan-
to, se hizo acreedor_a la remuneración.
, Sin embargo nada obsta a,- que las partes e~presamente es-
tipulen que la comisión, sólo la pagará el duefio del fundo si éste
se vende por intermedio del corredor, y en e3te ~aso si el inmue-
b!e lo vende directamente' el dueiia o un terce1"O no tendría de-
recho a remuneración el corredor. Así 10 ha resuelto la Corte
de Valdivia, sentencia de 1,5 de octubre de 1932, Rev., t. 34,
2." parte, seco 2.", pág. 1.

a
317. Casación,) de julio de 1913: Rev., t. 11, 2. parte, seco
1.", pág. 446.

Doctrina.-Entregado capitales a una .persona para com-


prar animales y revenderlos corriendo de cuenta de la segunda
t-u
los, ga::;tos de, arr,eo y talaje, partiendo utilidades, no hay
. sociedad, sino ma'ndato com_ereíal. .
.e oment(trio.-En el oso fallado no podía. existir sociedad,
entre otras causas por faltar 1m e1~::nento indispensable de ésta,
la ttafeccio societatis':,es decir la intención de form_ar s.odedad.

318. Casación 22 de dicictribre 'de 1924. Rev., t. 23, 2: par-


" pago
te, seco 1., , 669.
22-4, MANUEL SOMARRlVA UNDURllAGA
-- ~ .. - ,..
~..,...,- _L 3, - $, - -,...: Rt"fr "-

Doctrina.-La disposición del artículo 2,448 del Código


Civl1 q1,le exige poder especial para transigir, mira sólo al in-
terés de las partes, y .p.o es, por lo' tanto, de orden público, ni
produce su infracción la nulidad del acto, y puede ser ratificada:
I

por' el mandante. .
Comentario.-En el caso fallado estamos en presencia de
un mandatario que se excede de los límites de su mandato; y
como bien dice la Corte, el acto no es nulo, porque no existe
nmguna causal de nulidad, sino que la tr~l1Sacción celebrada
es inoponible al mandante, y nada obsta a que éste ratifique 10
obrado sin poder por el mandatario.
Con respecto al poder para transigir, la Corte Supren").a, en
sentencia de 10 'de mayo de 1911, Re~., t. 9.°, l." parte, seco
1.\ pág. 493, ha estimado que es un hecho de la causa deter-
minar si un mandatario tiene o no facultad para ello.

a
319. Casación 8 de octubre de 1921. Rev., t. 21, 2. parte,.
sec; l. n , pág. 183. t

Dqctrína.-Los serVICIOS de .la profesión de abogado se


sujetan a las reglas del mandato, y terminan, por lo tanto, con
la revoc'ación arbitraria que hace el comitente, pero sin perjui-
. cio a la indemnización a que tiene derecho el mandatario por
la inejecución de lo convenido..
C:omentario.-La sentencia la iuzgamos interesante y ajus-
tada a los principios. de derecho y equidad. Muy sagrada es la
facultad que tiene el mandante para revocar el mandato, .pero
no menos valedero es el derecho del mandatario para exigir
indemnización de perjuicios. De 10 contrario, l1egarí~o& a la
LAS OBLIGACIONES Y.LOS CONTltATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 225'

.conclusión que el mandante con sólo revocar el mandato se libra-


ría de toda responsabilidad para con el mandatario, lo que a -to-
das luces es un absurdo. ..

320. Casación 28 de mayo de 1927. .Rev., t. 25; 2." parte;


seco 1.", pág. 202.

DoCtrina.-La delegación del mandato es un acto que. por


sí solo constituye aceptación del mandai:o~
Comentario.-De acuerdo eón el artículo 2,124·.del Có-
digo Civil la aceptación del mandato puede ser tácita,. y es eví-
dente que la delegación que hace el mandatarió constituye esta
. clase de .aceptación.

321. C~ación 7 de junio de 1926. Rev., t. 24, 2."parte, sec


1.", pág. 93 ..

Doctrina.-La sanción de la infracción del artículo 2,144


del Código Civil es la nulidad relativa. '
C;omentario.-Está disposición prohibe' al mandatario por
sí o por interpósita persona comprar cosas que el mandante le
haya ordenado vend~r, ni vender de lo suyo aÍ mandante lo" que
éste le, haya ordenado comprar, si no fuere con aprobación ex-'
presa del mandante .. De la sola lectura. fluye que la sanción de
la infracción. es la nulidad l'elativa, porque es tina: disposición
establecida en beneficio' del mandante. No puede considerarse.
como una prohibición que acarrearía la nulidad absoluta~ pues .
no tiene este carácter, ya que los actos a que se refiere pueden
ejecutarse con autoriza~lón del. mandante. '
226 MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA

En cuanto a la interpósita persona de que habla el artícu-


lo, la Corte Suprema, de acuerdo con la doctrina, ha resuelto
que pará que ella exista no basta con que actúe un tercero, sino
que es necesario que tenga la intención de' -actuar c~mo' testafe-
rro, y que determinar si existe o no interpósita persona, es cues-
,tión de hecho. Sent,encia de 29 de noviembre de 1929. Rev.,
t. 27, 2. parte, seco l.\ pág. 656.
a

322. Casación 17 de mayo de 1918. Rev., t. 16, 2." parte,


seco 1. ", pág. 11.

Doctrina.-La venta efectuada por un mandatario habien-


do faIlecido el mandante y conociendo esta circunstancia el' man-
datario debe estimarse como venta de cosa ajena.
, eomentario.-Es interesante recalcar que en este caso 10
que hace que exista venta de cosa ajena es el hecho que el man-
datario tenga conocimiento de la muerte del mandante, porque
de lo contrario la venta obligaría a los herederos de éste.
Asimismo, la Corte Suprema, en sentencia de 28 de octu-
a
bre de 1907, Rev., t. 6.°, 2. parte, seco 1.", pág. 215, resolvi6
que no es nula la venta de un bien raíz hecha por un mandata-
rio, aunque el poder le haya sido revocado con anterioridad a
la venta, si el mandante no prul?ba que el comprador haya te-
nido conocimiento de la revocación antes de comprar. La sen-
tencia aplica correctamente el artÍculo 2,173 del Código Civil,
pero jurídicamente hablando, aún cuand~ el comprador hubi~­
ra t~nido noticia de la revocación no podría decirse que habría
existido nulidad, sino que la venta -habría sido inoponible al
mandante.
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA, 227

323. Casación 28 de noviembre de 1913. Rev., t. 12, 2.0. par-


t.~, seco 1.", pág. 132.

Dactrina.-El mandato en cuanto a su prueba está sujeto


.a las reglas generales establecidas por la ley para prob<p: 'la exis-
tencia de los derechos y obligacinnes. '
Comentario.-La cjrcunstancia que el mandato sea un con-'
trato' consensual por regla general. (los mandatos, para con-
traer matrimonio, para requerir la inscripción de un hijo in-
dicándose el padre, para vender un bien raíz son solem-
nes) no impide que e¿ cuanto a la prueba, se 1~ apliquen
las limitaciones de los, artículos 1,708 Y 1,709 del Código Ci-
vil si se trata de un mandato para un asunto mayor de $ 200.
Sin embargo, lo dicho no se opone a que la prestación de los
servicios que constituyen el mandatp, puedan acreditarse por tes-
tigos .cualquiera que sea el valor de ellos. Corte Suprema, 8 de
septiembre de 1933. Rev., t.- 31, 2. parte, seco 1.\ pág. 11.
a

324.' Corte de Santiago 15 de junio de 1937. Rev., t. 35, 2."


parte, seco 2.", pág. 53.

Doc/rina.-Es inaceptable la revocaClOn verbll del poder


otorgado por escritura' púbÜca para vender una propiedad, pues
es ,neCesario que esa revocación se haga por escrjtura públic3.
debidamente' notificada al· mandatario.
Comentario.-En este fall.o la C..orte sienta la buena doc-
trina, corrigiendo el error en que incurrió, en sentencia de 8 de
a
mayo de 1916, Rey., t. 13, 2. parte, sec., 2.a,
pág. 21, al per~
mitir que ~emejante mandato pudiera revocarse verbalmente.
228 MANUEL SOMARRIVA UNDU:aRAGA
::i.-"':';" ~-- . . __ - -;.~ii--:_~·---.<--- - :-:---.

Es un inconcuso principio jurídico que las cosas en derecho se


deshacen como se h¡cen, y si, como vin.1.OS (ver sentencia 241),
se exige escritura pública en el mandato para vender un bien
raíz, es lógico exigirla también en la revocación.

f1
325. Casación 4 de agosto de 1937. Rev., t. 34, 2. parte,.
seco 1.a, pág. 435.

Doctrina.-EI mandato es un, contrato remunerado, salvo


que se estipule que sea gratuito.
Comentario.-Adherimos a esta do~trina. Aunque expre-
samente el Código no' lo dice, es evidente que la regla general
es que el mandato sea remunerado. Así se desprende del artÍcu-
lo 2,158, N.o 3~0 del Código Civil, que entre las obligaciones del
mandante contempla lacle pagar la remuneráción estipulada o
usual. Esta última forma de determinar la remuneraciÓl1 se
aplica, en silencio de las partes, 10 que está indicando que por
regla general el mandatario tiene derecho a' remuneración.

u
32'6. Casación 5 de septiembre de 1910. Rev., t. 8.°, 2. parte"
seco 1. a, pág. 274.

Doctrina.-Si el mandatario toma sobre si el cumplimien-


to de las obligaciones' del' mandante, eIlo es perfectamente lí-
cito, pues el mandatario puede contratar a nombre propio.
C9mentario.-La sentencia resuelve acertadamente la cues-
tión aplicando correctamente el artículo 2,151 del Código Ci-
vil. En este casó, por excepción, el mandato no Ileva envuelta
la ,idea de representación. .
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATO$ ANTE ,LA JURISPRUDENCIA 229
- .: . .

327. - Casación 13 de septiembre de 1918. Rev., t. 16, 2." par·


te, seco 1.", pág. 206.

D,!ctrina.-El acarreador o na.viero responde ante el ~~n­


:dante de los daños y perjuicios sobr~venidos en los objetos trans-
por-tadospor _-el mandatario. -
-e onientario~-La Corte aplica en este fallo el pdncipi~- de
la representación en virtud del cual lo -que hace el mandatario
_~ -presume he~ho por -el mandante. - -, - -
- Por esta mis~arazón, en sentencia deI8 de julio de 1922,
Rev., t. 24, 2."- parte, seco 1.", pág. 598, falló que- el protesto
hecho al mandatario genera+ del librado produce respecto de'
ést.e-, iguales efectos que si se le' hubiere _hecho a él en 'persona.

328. Casación' 19 de marzo de 1910. Rey., t. 7.\ 2." parte,


seco ~.rr, pág. 461.

Doctrina.-El Código no- exige que las facultades .'lue no


sean de -mera administración se confieran' exPresamente, hasta
con un poder especial en el cual se confieran implícitamente y
se -deduzcan del conjunto de las cláusulas.
Comentario.--'La doctrina expuesta es muy discutible. Don
Luis Claro Solar al pie de la sentencia critiCa el fallo con muy
buenas razones. .

329. Casación 6de noviembre de 1926. Rev., t. 24, 2." pa~te,


seco 1.", pág. 50l.

-Dqctrind.-El mandatario sin poder. especial no puede re-


nunCIar laprescripéión.
230 MANUEL SOM.A1\.RIVA UNDUR.lj,~GA

Comentario.-El legislador a la renuncia de la prescrip~


ción, la considera un acto de trascendencia y de gran importan-
cia, yes por eso que en el artículo 2,495 del Código Civil exige
para ello capacidad de enajenar de parte del renunciante. Es
lógico entonces que también se exija un poder especial para
le renuncia no bastando un poder general.

330. Casación 21 de julio de 1925. Rev., t. 23, 2: parte.,


seco LV" pág. 354.

Doctrina.-El mandante puede dirigirse contra el delega-


do, pidiendo la entrega de cierta suma percibida por este últi-
mo por cuenta del primero.
Cpmentario. - La sentencia recurrida había declarado lo
contl"al'Ío con lo que infringía claramente el attículo 2,138 del
Código Civil.

331. Casación 27 de julio de 1929. Rev., t. 27, 2: parte,


seco 1.", pág. 448.

Doctrina.-Si una persona representa a otra Hen todos los


asuntos de cualquiera naturaleza que sean;', puede reconocer el
saldo de una cuenta corriente.
Comentario.-Doctrina contraria sustenta la Corte de Iqui-
ft
que, en sentencia de 16 de abril de 1931. Rev., t. 28, 2. parte,.
seCo 2. a, p~g. 40.
En defensa de la doctrina del más alto Tribunal se ha di-
cho que si de acuerdo con el artículo 2,132 del Código Civil el
mandatario puede pagar las deudas del mandante podría tam-
LAS OBLIGÁCIONES y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 211'

bién reconocerlas. En nuestro concepto la cuestión es bastante


dudosa y nos repugn~ que un simple mandatario pueda obligar
al mandante, reconociendo deudas, 'que muchas veces no estará
en condiciones de saber si realmente existen.

IX.-DEL COMODATO

332. Corte de Valdivia 20 de febrero. de 1926. Rev., -t. 23,


2. part~,sec.' 2.", pág. 61.
a

Doctrina.-Solicitada la terminación de un c01rÍodato y


aleg~ndo la calidad de comodatario el demandado, dehe seguir-
se juicio ordinario. El artículo 2,185 del Código Civil al decir
que el comodatario esté ~n sltuación de probar breve y suma-
riamente,. " no ha sentado regla de proc~dimiento.
e omentario.-La sentencia resuelve las dos cuestiones con
arreglo a derecho. La primera porque aplica correctamente el
artículo 3.a del Código de Procedimiento Civil. La segunda
porque el Código de Procedimiento Civil es muy posterior al
Código Civil, y por lo tanto, no e.s dable presumir que éste se
haya referido al procedimienfo sumario reglamentado en ese
Código. .

3
333. Casación 17 de mayo de 1935. Rev., t. 32, 2. parte,
seco l.a, pág. 357.

Doctrina.-El comodato precario se caracteriza por el uso


gratuito de una cosa" sin. previo contrato de otra naturaleza.
Comentario.-La Corte Suprema fijando también los re-
232 MANUELSOMAlUUVA UNDURRAGA:
==========~~RE~_~o~.==~'==~~~-=·=·~~*=~·~~;=="·=~======~___ ==~

qUlSltoS del comodato precario, en sentencia de 2 de agosto de


a
1934, Rev., t. 31, 2: parte, seco 1. , pág. 540, agrega que para
que él exista es necesario que recaiga en u!la cosa singular y de-
terminada y que el comodatario goce de ella por mera toleran-
cia de! comodante. También sobre el comodato precario, ver
sentencia del mismo Tribunal de 2 de mayo de 1938, Rev., t.
35, 2." parte, seco La, pág. 513, la que con razón declara q~lC
una promesa de venta 110 autoriza al que promete comprar para
ocupar la propiedad.

33:4.. Casación :21 de diciembre de 1937. Rev., t. 35, 2. parte,


R

seco 1.'\ pág. 292.

Doctrina.-La intención manifestada en una carta de que


cierta persona t~nga -una ~osa por toda su vida, la entrega
hecha de ella aunque sea anterior a. la carta, constituye un con-
trato real de comodato.
Comentario.-Los antecedentes expuestos cql1stiruían una
prueba evidente de la existencia~el c?modato, porque incluso
existía la entrega que es un requisito esencial para la validez de
este contrato.

X.-DEL MUTUO

a
335. Casación 22 de junio de 1908. Rev., t. 5.°, 2. parte,
seco La, pág. 443.

Doctrina.-Es un hecho de la causa determinar si ~l mu-


tuario recibió realmente el dinero dado en mutuo.
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISP~UDENCIA 23.>

Comentario.-La circunstancia anotada tendrá.que dedu-


cirla el Tribunal de la apreciaóóQ de la prueba, en lo" que los
jueces de fondo" son sobera1}os; "según vimos al comentar la sen-
tencia 145. La misma doctrina reitera la <:orte Suprema,' en·
a
sentencia de "3 de noviembre de 1908. Rev., t. 6.", 2. parte,
seco 1.", pág. 252.

a
336. Ca~ación 31 de mayo de 1912. Rev., t~ 10, 2. parte,
a
seco 1. , pág. 434:

Doctrina.-No obstante que en la escritura de mutuo se


hable de un interés anual puede".el juez con la prueba produci-
da en autos llegar a" la conclusión qué ese interés era mensual.
e omentario.-.-Esta sentencia es interesante po"Í:que víene a
confirmar lo dicho pót nosotros al comentar la sentencia 155
de que los otorgantes de una escritura pública pueden "probar
contra lo que en ella digan, a pesar de que la errada idea 'contra-
ria, ha solido s~stenerse.

337. Corte de Santiago 2,3 de octubre de 1914. Rev., t. 11,


a a
2. parte, seco 2. , pág. 75.

Doctrina.-Debe califica.rse como mutuo y no como socie- .


dad el contrato, en virtud del cual una de las partes entrega a
la otra.. personalmente, cierta c~ntidad de dinero' destinado a ope-
rar en negocios de ésta, quien se reserva la propiedad de esos
o

negod~s y se" obliga a restituirintegramente aq~ella cantidad


en los plazos y forma convenidos, abonando un,O" determinado
interés" anual y participandQ además él acre'edor en la mitad de
23-4 MANUEL SOMARRIV A UNDURRAG.-\

las utilidades que pr;odujescn los negocios a que se destinaba


el dinero.
Comentario.-En el caso fallado existía entrega de cosas
fungibles, como es el dinero y que la otra persona se obligaba a
restituir. La circunstáncia de que se diera al acreedoJ; la mitad
de los be¿e~cios no· es suficiente para que existiera sociedad,
pues faltarían otros elementos de este contrato: participación
.en las pérdidas y afeccio societatL~.

a
338. Casación 1 de diciembre de 1921. Rev., t. 21, 2. parte,
seco La, pág. 190.

Doctrina.-Los bonos de la Caja de Crédito Hipotecario


no pueden darse en mutuo.
Comentario.-Consideramos errada esta se11tencia. Por su
esencia el mutuo recae sobre cosas fungibles, y los bonos parti-
cipan de este carácter, desde el momento que los de igual
ser:e tienen el mismo poder liberatorio, son intercambiables en-
tre sÍ.

339. Corte de Santiago 12 de agosto de 1915. Rev., t. 13,


2. n parte, seco 2.,
a ,
pago 30 .

Doctrina.-No es nula la obligación de pagar en un con-


trato de mutuo el interés del 2 % me11sual siendo el co-
rriente el 10% anual si ese interés no se estipuló como inte'rés
del capital, sino como pena para el caso de 110 cumplirse la
obligación en el caso convenido.
Comentario.-La sentencia transcrita merece nuestra crÍ-
'LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA
=.":=='- - -=======::;=:===========~

tica. De acuerdo COll los artículos 1,544, inciso 3." y 2,206 del
Código> Civil, en el caso fallado no podía estipularse un interés
penal mayor del 15 % anual, es decir, el interés co'rrient~ más el
50 %., lo que da un interés mens~al máximo dd 1 Y4 % y se
estipuló el 2%. El fallo .infringe, pues, abie"rtamente, las cita~
das disposiciones.

340 .. Corte de Valdivia 26 de mayo de 1926. Rev., t. 24, 2,&


parte, seco 2':', pág. 53.

Doctrina.-La nulidad de la hipoteca no acarrea la nuli-


dad del mutuo que garantiza.
Comentario.-Si bien lo accesorio sigue la suerte de lo
principal, no acontece lo mismo en el ~aso inverso. De aquí que
>

al mutuo siendo un contrato. p~incipal no le afecte la nulidad


de la ,hipoteca, que es accesoria:

341. Corte de Santiago~2 de octubre de 1917. Rev., t.)5,


·2.'" parte, seco 2.\ pág. 41.

Doctrina.-EI acreedor hipotecario no puede persegUir del


tercer' poseedor el pago del capital e intereses del préstamo.
Comentario.-.-La doctrina que antecede se ajusta a la ley.
El tercer poseedor .no es contratante, no es mutuario, y por lo
tanto, no puede dirigirse en su contra la acóónpersonal ema-
nada ,del tÍlutuo.- . d

u
342.· Casación 13 de diciembl'e de 1929. Rev., t. 27, 2. parte,
'se~. l.", pág. 693.'
236 MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA
7." "., _-'~LO'". ~

Doctrina.-El mutuo hipotecario no es un acto de comer-


cio, según lo dispuesto en el artículo 3.° del Código de Comer-
cio, sino contrato civil. '
eomentario.-,-Lá .razón que tuvo la Corte para dictaminar
en esta forma filé que la hipoteca recae sobre inmuebles y és-
tos quedan fuera del derecho comercial.

a
343. Casación 26 de junio de .1933. Rev., t. 30, 2. parte,
seco 1.", pág. 451.

Doctrina.-No basta que se encuentre acreditada la en·


trega de dinero para considerar establecido el. cO,ntrato de mu-
tuo, ~i a la vez no se acredita la obligación correlativa del deu-
dor, de restitu.irlo.
e omentario.-La doctrina se justifica por la propia defini-
cibn de mutuo que da el artículo 2,196 del Código Civil.

344. Corte de Santiago 2 de octubre de 1905. Rev., t. 3.°,


a
2. parte, seco 2.\ pág. 145.

Doctrina.-Si se reconoce una obligacion formada por el


capit21 de un mutuo y los intereses capitalizados, no se viola
el artículo 2,210 del Código Civil.
Comentario.-La Corte en el considerando 2.° de la sen-
tencia justificando su doctrip,a dice: HQue si bien la suma re-
conocida en dicha escritura comprende el capital adeudado pri-
mitivamente y los intereses capitalizados, esta capitalización de
intereses, no está comprendida dentro de la prohibicÍón del ar-
tíc~110 2,210 del Código Civil, puesto' que este artículo sólo
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS A~Tp LA JURISPIUlDENCIA 237
--~ -

prohibe, la estipulación (esta palabra debe ser un error de copia


se ha querido referir a capítalizácíón) de intereses en el contra-
to de mutuo, 'mas no al reéonocimiento que el deudor haga de los ..
intereses deve~gados y pagados, para constituir a su vez Ulla
nueva obligación mutuaria productora a su vez de intereses".

345. Casación 8 de enero de 1938. Rev., t. 35, 2."" part~, seco


'1.", pág. 318.

Doctrina.-PJ2.biéndose pactado el pago en oro, no vale


hacerlo en billetes, aunque en _derecho tenga igual curso legal,
porque no puede obligarse' al acreedor a recibir un~ suma dis-
tinta de laque se debe.
Comentario.-En esta sentencia es aceptada en una for-
ma definitiva la validez de la cláusula oro, cuestión que ha sido
muy discutida. Con anterioridad la Corte de Valdivia, en sen~
tencia de 30 de junio de -19.34, Rev., t. 34, 2."' parte, sec 1.",
pág. 405, también se pronunéia en el mismo sentido.
.otros fallos, interpretando el contrato, dedaran' que la es- '
tipulación conténida ~ un mutuo de que él se h;::;ce C~en mo-' ~
neda legal existente á la fecha, esto es, 0,182, 057 de oro fino'
por ,peso", constituye un 'préstamo en moneda legal y por ella
no se convkne que el deudor deba devolver moneda de una de-
,terminada, 'equivalencia en grámos de.· oro. por peso, ni meno~
que se pague en moneda nacional de oro. En este sentido, Cor-
te Suprema, 8 .de 'noviembre de 1,934,. Rev.,. t. 32, 2.~ parte,
seco 1.", pág. 120 Y eorte de Iquique, 3 de junio de 1933, Rey.,
t. 33, 2.& parte, seco 2.'\. pág. l.En otros términos, 10 que dicen
los fallos, es que la citada cláusula no constituye una estipula-
238 MANUEL SOMARRlVA UNDURRAGA

ción en oro; sino que ella es redundante, inútil, y cuando· más,


explicativa del valor de la moneda chilena.

346. Casación 10 de agosto de 1920. Rev., t. 19, 2." parte,


sec
1.", pág. 219.

Doctrina.-Es nula la obligación contraída por el mutua-


rio de pagar a un tipo determinado de cambio. Contratado un
mutuo con una estipulación de esta naturaleza, el mutuario se
liberta de su obligación pagando en moneda corriente.
.eomentario.-La Corte e~timó que en el caso fallado}. no
existía pacto. en moneda de oro o plat¡ nacional o extranjera
que, de acuerdo con la ley de 10 de septiembre de 1892, pue-
den exigirse en la moneda c6nvenida.
Sin embargo, el mismo Tribunal, en fallo de 30 de abril
a
de 1925, Rev., t •. 23, 2. parte, seco 1.", pág. 65, en un caso
igual dijo: que el fallo que ordena cumplir la convención, se-
gún la cual debe hacerse el pago a un tipo de cambio prefijado]
,no infringe, sino que por el contrario se conforma con la ley de
31 de junio de 1898 que establece, como excepción, que las
. obligaciones contraídas o que se contraigan en moneda de oro
o plata nacional o extranjera, en confo~midad a la ley de 10 de
septiembre de 1892, serán exigibles, según. 10 dispone expre-
samente esta última, en la moneda convenida.

347. Casación 10 de septiembre 'de 1937. Rev., t. 34, 2."' par-


te, seco 1.", pág. 556.

Doctrina.-Si en una letra de cambio se estipula que el


LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURI.'¡PRUDENCIA .239

pago se hará en ~, de acuerdo con el artículo 712 del Código


de ~omercio, debe respetarse 10 pactado y no cabe aplicar lós
artículos 2,198. Y 2,199 del Código Civil.
Comentario.-El artículo 712 del Código de Comercio es-
tablece en su inciso 1. o que las ·letras debeQ. ser pagadas 1~ en
moneda que ellas designen. Y todavía más a esa misma con-
dusi~n se llega aplicando la ley de 10 de septiembre de 1892,
que modificó el artículo 114· del mismo Código ..

XI.-DEL DEPOSITO.

a
348. Casación.25 de octubre de 1926. Rev., t. 24, 2. parte,
a
seco 1. , pág. 484.
. .
Doctrina.-EI depositario, es responsable si entrega las mer-
caderías depositadas, a una persona distinta del depositante.
.' Comentário.-La ob1igaci~n de restituÍr la cosa que pesa
sobre el depositário debe cumplida en la persona del depositan-
te que es la otra ·~rte del contrato. Así 10 establecen por lo de-
más los artículos 2,181 a 2,185 Ael Código Civil que se apli-
can al depósito por la' referencia que hace a ellos el artículo
2,233 del mismo Código. No cabe discutirse que. incurre en
culpa el depositario que no cumple con esta obligación primor-
dial que le -impone el contr~to. ,
. La ~orté Suprema también' estimó que existe culpa leve
de parte del depositario que autorizado para usar el dinero, ma-
teria del depósito, al enviarlo se perdía ppr no' haberlo remitido
MANUEL SOMUlUVA UNDUUAGA
=======:::="""",,,"-~.e:.=="===,_=".==."==-~·:4~"~~._'~==__ ~::=:=_",,-,.T';::--¿¡"'-;"=='"==_====="=. . . ~_
tomando las' precauciones del caso. Sentencia de 19 de octubre
de 1928. Rev.', t. 26, 2. a parte, seco La, pág. 677.
Igualmente, el mismo Tribunal, en sentencia de' 15 de no~
v.Íembre de 19~9. Rev., t. 18, 2. parte, seco 1. pág. 16( re~
R 8
,

solvió que si ia persona en cuyo poder se decretaba una reten~


ción, se constituía en depositario judicial, y teniendo, por lo tan~
to, las obligaciones que la ley le impone a tales depositario"S, era
responsable de los perjuicios ocasionados a terceros si consigna~
ba el dinero a la orden judicial sin advertir la retención ql1e
pesaba sobre él.

a
349. Casación 9 de octubre de 1934..Rev., t. 32, 2. parte,
seco 1.\ pig. 43.

Doctrina.~E1 depósito de dinero no hecho en arcas ce~


nadas y en el cual el depositario puede hacer uso de las cosas
depositadas, 'no 10 hace degenerar en mutuo. No es de la esen-
. ci~ ni de la naturaleza que el depositario, en el depósito irre~
guIar tenga que pagar intereses.
eomentario.-"La sentencia sostiene la buena doctrina en
los dos puntos" a que ella se refiere, porque si bien hay seme-
janzas entre el mutuo y el depósito irregular, no pueden llegar
a confundirse ambos contratos. Además ~n parte alguna el le-
gislador establece que en el depósito it:regular tenga que pagar-
se intereses, lo que excluye que ello sea de la naturaleza o de la
esencia del contrato.
LAS OBLIGACIONES y'LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 241

XII.-DE LOS CONTRATOS ALEATORIOS

I.-·~'EL JUEGO y DE LA APUESTA

a
350. Casación 4 de julio de 1919. Rev., t. 17, 2. parte, seco
l.a, pág. 267.

Doctrina.-El convenio en virtud del cual un hipódromo


paga un premio al caballo que gana no constituye apuesta.
.comentdrio.-La ápuesta es un con~rato aleatorio y en el
caso a que se refiere el fallo que. comentamos falta para el dúe-'
ño del caballo la contingencia: incierta de pérdida, ya que si el cá-
hallo no resulta v~ncedor nada debe pagar al hipódromo.

351. Casación 28 de agosto de 1929: Rev., t. 27, 2:' parte,


a
seco 1. , pág. 480.

Doctrina.-Las operaciones de bolsas no constituyen un


juego ilícito, desde el momento que están reconocidas por el
legislador, y no les da este carácter la contingencia incierta de
ganancia o pérdida que hay en ellas.
e
omentario.~orrio dice la Corte con sobrada razón: si
el legislador reconoce y reglamenta las operaciones de Bolsas
mal pueden constituir un. juego ilícito.

352. Corte Suprema 11 de enero de 1934. Reclamo de acuer~


a
do municipal. Rev., t. 31, 2. parte, seco 1.a, pág. 24.5.
lb
242 MANUEL SOMARlUVA UNDURRAGA
.-.
Doctrina.-"Es ilegal el acuerdo municipal que prohibe to-
da clase de apuestas sobre la base de juegos de cualquiera es- .
peCle que sean. "
Comentario.-La ley faculta a 'las Municipalidades, entre
otras cosas, tt~ra impedir las casas de juego o envite y los ga-
ritos", de modo que aparece claro que en el caso de la sentencia
la Municipalidad se abrogaba f~c~ltades que no t~nía por la ley.

353. Casación 9 de diciembre de 1935. Rev., t. 33, 2." parte,


"sec. 1.\ pág. 125.

Doctrina.-$oncontratos distintos el de juego y el de


\ apuesta.
El legislador no dice c'uáles son las apuestas ilícitas, lue-
go para calificarlas de tales debe recurrirse y atenderse a si tie-
nen o no causa ilícita.
Las carreras de perros son juegos de azar.
Com.entario.-Como vemos, la sentencia contiene tres de-
claraciones interesantes. Empieza manifestando que son contra-
tos 'distintos el juego y la apuesta en 10 que asiste toda la ra-
zón y ello' queda de manifiesto con" el artículo 2,258 del Códi-
"go Civil que al enumerar los contratos aleatorios, se refiere se-
paradamente a la apuesta en el N.O 4.° y al juego en el N.O
3.°, y además, con la historia del establecimien~o de ley, pues en
los proyectos de código se definían ambos contratos y de las
definiciones sé desprende que en el juego son los mismos juga~
dores los que producen el hecho incierto; en cambio en la apues-
ta el hecho es extraño totalmente a la voluntad de los contra-
tantes.
LAS OBLIGACIONES y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 2430
• '.' • _:. - "" •. _. /1 "_ - _ " _- ::.'" : ___ ~ _ '. _ - _~ _-,.__ ',.

En cuanto a las apuestas ilícitas concordamos con el fallo


en considerar que dado el silencio del legislador para ver su li-
.citud ct ilicitud hayo que recurrir a 1,!- causa. Sin embargo, en
los proyectos de código la licitlid o ilicitud dépendía del mon-
to de la apuesta. '
Fin~lmente, es efectivo que las carreras de perros son jue-
gos de azar,púes en nada interviene la inteligencianí la destre-
za corporal. En cambio, las carreras de caballo son de destreza
por la acción del jinete. .'

H.-DE LA CONSTITUCION DE LA RENTA VITALICIA

a
354. Casación 11 d~ noviembre de 192Z. Rev., t. zi, 2. par-
, te, seco l.a, pág. 973.

Doctrina.-No ·es válido como renta vitalicia si una per-


sona a cambio de un precio se compromete a prop01'cionar' un
derecho de ,'habitación, talaje' para animales, medicina', asisten-
cia m'édica y otras prestaciones..
Comentario.-Pacto semejante que lo's franceses aceptan
y denominan (Cbail a nourriture" lo 'repudia expresamente nues-
tro C~digo en el artículo 2,Z67, donde dice que la pénsióh 'en
.la. renta vitalicia tiene que ser en dinero.

XIII.-DE LA FIANZA (1)

355.' Casación 13 de diciembre de 1934. Rev., t. 32, 2.'" par-


te, seco Lit, pág. 188.

(1) Sobre el derecoo del acroedor' a invacar preferencia ,contra el


fiador, cuando el 'Crédito afianz~do goza de ella, ver sentencia 415.
244 MANUEL SOMARRIVA U:/IjDURRAGA

Doctrina.-Si una persona se compromete a entregar di.


versos cuerpos ciertos y un tercero en caso de incumplimiento
de la obligación se obliga· a pagar cierta su~a, para lo cual se
constituye como fiador y como ca deudor solidario, constituye
una simple fianza y no puede considerarse al fiador como deu·
dar directo.
Comentario.-La cuestión fué biell fallada. Fianza de la
naturaleza del caso en referencia se acepta y reconoce expr~sa·
mente en el artículo 2,343, N.o 3.° del Código Civil. Además
al fiador no podía considerársele como deudor solidario a vir-
tud de lo dispuesto en el artículo 1,512 del mismo Código.

356. Casación 9 de octubre de 1925. Rev., t. 23, 2.D. parte,


seco 1.", pág. 522.

Doctrina.-AI decir up.a persona ~~que garantiza las can·


celaciones de los pedidos" se constituye fiador.
Comentario.-Como, con mucha razón dice la Corte, la
fianza no exige para su perfeccionamiento palabras sacramen-
tales, sino que basta que una persona se haya compr~metido
con el acreedor a responder de una obligación ajena, 10 que en
el caso fallado era evidente.

357. Casación 27 de diciembre de 1911. Rev., t. 10, 2.D. par-


te, seco 1.", pág. 243.

Doctrina.-Es válida la fianza en que se garantiza un cré-


dito en cuenta corriente y los sobregiros que hiciere el deudor
afianzado.
LAS' OBLIGAC!ONE~ y LOSCONTRA~OS ANTE LA JURISPRUDENCIA 245

Comentario.-'En el caso fallado no existía indetermina-


ción del objeto de acuerdo con el .artículo 1,461 del Código
Civil. ¡~ mayor abundamiento 'no cabe la menor duda que pue-
den afianzarse obligaciones de monto· indeterminado como acon-
tece, por ejemplo, en la :hanza que rinde el ~urador para en·
trar en el ejercicio de su cargo.

358. CasaciQn 12 de septiembre de 1904. Rev., t. 2.", 2." par-


te, seco 1.", pág. 75.

Doctrina.-NQ expresándose claramente en el contrato que


el :hadar limita su responsabilidad a la parte del crédito que el
acreedor no 'pueda obtener de los bienes del deudor, es necesa-
rio que el fiador haga uso del beneficio de, excusión en for-
ma legal. .
Com~tario.-La fianza subsidiaria que está. contemplada
en el inciso 2.° del artículo 2,365 del Código Civil es excepcio.
nal y, por 10 tanto, si ella no a:parece pactad~ en forma c:1ara
en el contril to es necesario que >el fiador, haga uso d~l beneficio
de excusión.

359. Casación 27 de agosto de 1913. Rev., t. 12, 2." parte,


seco 1.",pág. 10.

Doctrina.-La renuncia que hace el :hador de un empleado


de Banco ~(a' cualquiera Jey que pueda favorecerle" quedando
sometido al saldo que fijare ,el Banco «sin reclamo alguno",
.
carece de eficacia v no tiene valor.
, .
Comentario.-La sentenCia está en la razón al negarle va.~
MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA

lor a sdnejante cláusula que, incluso podría considerarse como


una condonación 'al dolo futuro, 10 que el artkulo 1,465 del
Código Civil repudia expresamentt;,.

360. Casación 29 de julio de 1910. Rev., t. 8.~, 2./\ parte,


seco 1.", l?ág. 288.

Doctrina.-Las variaciones hechas en un contrato sin el


consentimiento del fiador, no lo obligan, pues.la fianza no debe
extenderse a más de lo expresado en el contrato.
Comentario.-La sentencia sienta la huena doctrina. Los
efectos de los contratos son relaÚvos. Si el fiador no ha COnSel'l-
. tido en las variaciones del contrato primitivo, ellas no pueden
afectarle. Este es. el fundamento de los' artículos 1,649 y 1,650
del Código Civil. ,
La misma doctrina acepta la Corte, e11 sellte11fia de 18 de
mayo de 1916, Rev., t. 13, 2.- parte, seco 1.\ pág. .332, en la
que declaró que se extinguía la fianza. constituída para respon-
der de las obligaciones de un empleado en un empleo determi-
nado, si después se le trasladaba a otro.
Pero el mismo Tribunal, en sentencia de 7 de enero de
1920, Rev., t. 18, 2.:! parte, ~e-c. 1.\ pág. 409, declaró q~e si
se modificaba el contrato sin la anuencia del hador, pero fas
modificaciones iban ei" beneficio del deudor, quedaba subsisten-
te la fianza.

361. Casación 13 de abril de 1914. Rev., t. 12, 2." parte,


seco 1. a, pág. 221.
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRArOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 2,47
"

. Doctrína.-Li fianza como obligación, accesoria prescribe


conjuntamente con la obligaci6n principal
C omenlario.-La veracidad de 10 afirmado por la Corte
no merece discutirse p~rque está resuel~o expresamente en la
misn~a forma en el artículo 2,516 del Código Civil.
a
362. Casación 24 de septiembre de 1929~ Rev., t. 27, 2. par-
te, seco La, pág. 513:,

Dactrina.-Liberada por el acreedor la prenda constitui-


da por el deudor para garantir el cumplimiento de Unll obliga-
ción afianzada por .un tercero, la 'fi~a se extingue en cuanto
al valor de la prenda en que el hadar por Ull hecho del acree-
dor quedó en la imposibilidad de subrogarse.,
Comentario. -'- La sentencia aplica el daro precepto del
N." 2." del atot.ículo 2,381 del C~digo Civil.

XIV.-.DE LA PRENDA (1)

363. C~saci,ón 5 de septiembre de 1932. Rev., t.30, i ..· par-


te, seco 1~ fi, pág. L

Doctrina.-Para que se
perfeccione el contrato de prend:;t
. es necesaria la entrega real de la cosa no bastando la 'entrega
simbólica.·
eamentario.-Esta Jurispruaencia ya es definitiva' y uni-
forme. Así también lo ha declarado la Corte de Iquique, en
(1) Scibre la dación en prenda de un bien embargado, ver senten-
era 186.
continuar
ir atrás

248 MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA

a
sentencia de 28 de junio de 1918, Rev., t. 16, 2. parte, seco
1.", pág. 33; la Corte de Santiag'o, en sentencia d~ 22 de mayo
a a
de 1925, Rey., t. 23, 2. parte, seco 2. , pág. 43 Y la misma
Corte Suprema, con, anterioridad, en sentencia de 5 de julio de
a
1906, Rev., t. 4.\ 2. parte; seco l.a, pág. l.
La exigencia de la entrega real y efectiva se justific~ ple-
namente. Por medio de ella se da a la constitución de la pren-
da la debida publicidad. Si el deudor conservara en su poder
la cosa dada en prenda, los terceros ~norando ~a existencia del
gravamen, serían inducidos a error en cuanto a la eficacia del
derecho de prenda general que todo acreedor tiene sobre los
bienes de su deudor en conformidad con' el artículo 2,465 dd
Código Civil.

364. Corte de Santiago 13 de 'diciembre de 1919. Rev., t. 18,


a
2. parte, seco 1.a,
pág. 259.

Doctrina.-No cabe constituir una segunda prenda sobre


una cosa ya dada en prenda.
Comentario.-Adherimos a esta sentencia. Salta a la vis-
ta que una' misma cosa' no puede darse en prenda a dos per-
s~nas, porque al segundo acreedor no habría forma de efc(:-
tuarle la entrega real que es indispensable para el perfecciona-
miento de la prenda, según lo hemol? dejado establecido. En ia
sentencia de la Corte Suprema, al conocer del recurso de casa-
ción, parece aceptarse la validez de la prenda si ella se entrega
a un tercero designado de común acuerdo por las partes, doc-
trina que se confirma con lo dispuesto en el artículo 817 del
Código de Comercio.
LAS OBLIG~CIONES Y, LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 249

365. Corte de Valparaíso 15 de mayo de 1929. Rev., t. 27,


2.a. parte, seco La, pág. 323.

Doctrina.-,-Una póliza de s~guro no puede darse en prenda.


COl1ientarió.-Esta doctrina.muy bien analizada en la sen-
tenciase ajusta a lá ley. Pero no habría inconveniente par~ que
una vez producido el siniestro se diera en prenda el crédito que
t~nga 'el asegurado en contra de la Compañía aseguradora.

366. Corte de Santiago 26 de mayo de 1928. Rev., t. 28, 2.~


parte, seco 1.a, pág: 152.

Doctrina.-Es contraría a la naturaleza jurídica del con-


trato de prenda., la constituída sobre sumas indeterminadf.s de
'dip.ero para garantizar sumas no precisadas, también de dinero.
Comentario.-,En' el caso fallado un empleado de una Ins-
titución Bancaria constituyó prenda sobre todas las sumas de
din~ro que pudieran corresponderle en la Caja de Previsión y
Estímulo del Banco para garantir el 'fiel cumplimiento del em-
pleo y cl correcto desem'peño' de las comisiones que le confiasen.
En nuestro' concepto' la 'cuestión fué bien fallada. Pockíaqui-
zás discutirse si la obligación indicada era suceptíble de garan-
, tÍzarse con una prenda, pero 10 que no nos cabe duda es qu~
la prenda otorgada no ~eunía los requisitos legales. '

367. Casación 20 de octubre de 1919. Rev., t. 18, 2. a parte,


a,
seco 1. pág. 62.

Doctrina.-La firma en blanco puesta por el dueño de a.c':'


250 'MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA

ciones nominales de una sociedad anónima en el dorso destina-


do a su endoso o traspaso no acredita transferenciá de do-
minio, ni importa compraventa ni cesión de un crédito perso-
nal. Entregadas dichas acciones para garantir un sobregiro, el
Banco pasa a ser un mero tenedor p depositario de ellas en ra-
zón de la garantía prendaria constituída y, por 10 t:tnto, el acree-
dor no puede venderlas sin el consentimiento 'del dueño.
Comentario.-Dete~minado por los jueces de fondo sin 111-
fringir las leyes reguladoras de la prueba, que las acciones ha-
bían sido dadas en prenda y no vendidas al B?nco es evidente
que éste no. pudo venderlas por sí y ante sí. Cabe recordar que'
aun no regía la ley 4,287, y que ésta todavía eXige en su ar-
0
tículo 6. notificación al deudor y el transcurso de 7 días des-
pués de la notificación para pr.oceder a la venta.

XV.-DE LA HIPOTECA (1)


a
368. Casación 12 de mayo de 1905. Rev., t. 2.°, 2. · parte,
seco 1. Q, pág. 393.

Doctrina.-La hipoteca que hace el heredero sobre la hi-

( 1) Sobre )lÍpoteca de bienes embargados,' ver sentencias 186 Y 195;


sobre traspaso del dcre'cho de hipoteca: en el pago con subrogación, ver
sentencia 97; en la ·cesión de créditos, ver sentencia 270; sobre la com-
pensaci6n que 'Se opera c~ando el acreedor hipqtecario remata la propic-
dad dada en garantía, ver sentencia 109; sobre la subrogaci6n que se
opera en favor del acreedor hipotecario que rem:ata la propiedad y. paga a
los otros acreedores hipotecarios, ver sentencia 91; sobre la imposibilidad
de que el acreedor denunde del tercer poseedor el pago del crédito, ver
smtencia H 1.
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA' JURISPRUDENCIA 2): I
,. _!-. ~ ~~

jueb que se le adjudicó en la· herencia, sin habere"f.ecmado .las


inscripciones del artículo 688 es nula de nulidad absoluta.
Comentario.-Ver sentencia 235. Lo que en ella se dic~'
de la v~nta es aplicable a la hipoteca. ' .

ft
369. Casación 22 de noviembre de 1905. Rev.) t. 3.", 2. par-
u, seco 1. a , pág. i53.

Doctrina.-Si se reinata la finca hipotecada y no se cita


legalmente a un acreedor hipotecario, la hipoteca no se extm..
gue, sino que. el acreedor conserva su derecho. .
Comentario.-Esta doctrina nadie la discute Y. se dedu€.c
dd artículo 2,428 del Código Civil. Asimismo se ha fallado
con justa razón
,
que .la omisión,
. . .
d~ la citación 4e' uno o más
'

acreedores hipotecarios no anul~ al remate. Corte Suprema: sen-


tencia 4e 29 de septiembre de 1928.' Rev., t. 26, 2." parte,
11 .. ' .
seco 1. , pág: 616.

370. Corte de Santiago 31 de agosto de 1928. Rev., ~. 27,


fi a
.2. parte, sec.2. , pág. 17.

Doctrina.-Notificado por avisos un acreedor hipotecario


que re~ulta había fallécido, pero que 'la. hipotec~ en el Conser-
vador de Bienes Raíces figura todavía a su nombre, se cumple.
~on la citación prescrita en el artículo 2,428 del Código Civil.
Comentario.-La doctrina que puede parecer extraña está
conforme a la ley. Si en el expediente respectivo no había no-
ticia . del ,fallecimiento .del acreedor y si en' el Conservador no
se habían hecho las inscripciones a favor de los herederos,. es
252 "MANUEL SOMARRIVA Ul'fDURRAGA

evidente que la notificación fué bien hecha y éstos no pueden


reclamar con posterioridad.

371. Casación 20 de junio de )922. Rev., t. 21, 2." parte,


seco La, pág. 739.

D oc trind.-El ;trtículo 2,428 del Código Civil no se, refie-


re al caso que la propiedad hipotecada se la adjudique el acree-
dor hipotecario por los dos tercios de la tasación a falta de
·posturas admisibles..
Comentario.-La solución está de acuerdo con la ley. El
artículo 2,428 del Código Civil habla de «pública subasta" la
.ql:le no existe en el caso a que se refiere el fallo que comenta-
mos. Además cabe recordar que el artículo citado es un pre-
cepto de excepción que debe interpretarse restrictivamente.
La misma doctrina había sentado con anterioridad la Cor-
te, en sentencia de 27 de 4iciembre de 1919. Rev., t. 18, 2:
parte, see. La, pág. 319.
Distinto sería el caso si el a~reedor, concurriendo a la
subasta rematara la propiedad, entonces sí que se. aplicaría el
artículo 2,428~ como se d~sprende de 10 resuelto por la Corte
Suprema, en sentencia de 31 de marzo de 1936, Rev., t. 33,
2." parte, seco 1.\ pág. 245. Esto, no obstante, la Corte de La
Serena resolvió 10 contrario en sentencia publicada en ia Rev.,
t. 27, 2." parte, seco 1.", pág. 262. La Corte Suprema no pudo
enmendar este error porque no s~ dijo d~ casación.

372. Casación 20 de junio de 1936. Rev., t. 33, 2,"' parte,


seco 1.\ pág. 356.
LAS OBUGACIONES y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA
« -.
253

,Doctrina.-Hecha la citación personal de los acreedores


hipotecarios para' el remate, no. es necesario hacer una nueva
citación, si por no haberse verificado por falta de postores se
. señala nueva fecha para ese objeto.
Comenta..rio. - La Corte en este fallo acoge la buena doc-
trina, pues con anterioridad, en sentencia de 27 de diciem-
a
bre de '1919, Rey., t. 18, 2. parte, seco La, pág. 319, h.abía
declarado que era necesario hacer la c~tación para cada rema-
te, lo cual esa todas luces innecesario, tanto porque la ley no
10 dice expresamente, cuanto porque lo que se persigue con la
citación de los acreedores es que éstos tengan conocimiento de
que la propiedad se va a rematar, y para esto basta c~n qu.c sean
notificados una vez. .

373. Corte- de Santiago 24 ~e julio de 1918. Rev., t. 16,


a
2. parte, seco 2~a, pág. 37.

Doctrina.-La citación a que se refiere el artículo 2,428


del Código Civil debe hacerse notificando. personalmente a 10~
acreedores hipotecarios.
eometitario.-Adherimos a este fallo. Pero si el acreedor
y
se ha hech? parte en el juicio fijado su domicilio en él, basta-
ría notificarle del remate por medio del.estado. Así 10 ha re-
suelto con justa razón la Corte Suprema, en sentencia de 7 de
a
mayo de 1936. Rev., t. 33, 2. parte; seco La, pág. 300.

a
374. Casación 25. de agosto de 1939. Rev., t. 28,,2. parte,
seco 1.", pág. 195.
254 MANUEL SOMARRIV A UNDURRAGA

Doctrina.-EI acreedor que no ha sid"o citado al remate


carece de derecho para solicitar la nulidad de éste a virtud de
estar embargada" la propiedad. . "
Comentario.-La sentencia contiene la buena doctrina. Se-
gún vimos (sentencia 36.9), de acuerdo con d artículo 2,428
del Código Civil, la falta de citación del acreedor hace que ést~
conserve . ~us derechos y, por lo tanto, no tiene interés en
pedir la nulidad del remate y sabido es que sin interés no hay
acción.

375. Corté de Talca 4 de agosto de 1904. Rev., t. 3.° 2."


parte, seco 2.\ pág. 12.

Doctrina.-Si el acreedor entabla primero la acclOn" per-


Sonal contra el deudor directo y después la acción de desposei-
miento contra el tercer poseedor no hay litis pendencia.
Comentario.-La solución nos parece exacta. No puede
haber litis pendencia cuando las acciones son distintas, una real
y la otra personal, y también distintos los demandados.

a
376. Corte de Talca 16 de agosto de 1904. Rev.,
, t. 3.°, 2.
parte, seco 2:", pág. 39.

" Doctrina.-.Si 'se pacta un domicilio entre deudor y acrec-


der en el contrato, ello no rige para el tercer poseedor" de la
.finca hipotecada, cuyo domicilio debe determinarse de acuerdo
con las reglas generales.
Comentario.-Estamos d~ acuerdo con ~ta sentencia, no
obstante que algunos la han criticado. El tercer poseedor sopor-'
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 255
'=
ta el gravamen hipotecario, porque es un gravamen real, pero
no pued¡:; quedar' ligado con lo que sobre domicilio ·han pactado
los Qontratantes desde el, momento que no ha concurrido a esa
convención con su' voluntad.
la sentencia también falla que siendo distinta la acción
personal emanada del contrató que se garantiza, y la real que .
emana de la hipoteca, no puede exigirse al acreedor que. enta-
ble primero aquélla para después perseguir al tercer pos~edor.

377. Casación 27 de noviembre. de 1928. Rev., t. 16, 2." par-


'te, seco 1.", pág. 433.

Doctrina.-No procede la acción de desposeimiento contra


el actual poseedor de un inmueble si la hipoteca que ~e hace-
valer aparece cancelada en el respectivo registro.
Comentario.-La cuestión nos parec~ obvia., Siti inscrip-
ción 'no hay hipoteca. El hecho que, se aiegó en el juicio de que
el Conservador había cancelado par error la hipoteca 'en nada
cambia la cuestión, pues para' restablecer la inscripá~n había
sido necesario, entablar 'un juicio con ese objeto.'
Restablecida la inscripción hipotecaria no 'se podría perse-
guir al tercero que compró la propiedad y que ·inscribió antes
que se declarara nula la cancelación. Así lo ha resuelto la: Cor-
te Suprema con. justa razón, en sentencia de 13 de junio de
a
1912. Rev., t. 10, 2. parte, sec~ 1.", pág. 571.
, . Asimismo, la Corte fundándose en el artículo. 2,,434 del
Código Civil. ha dicho que la cancelación de una hipote-
ca es un acto unilateral, y no un contrato y, por lo t~n­
to, si el acreedor incurre en un error al ~ancelar la hipoteca
256 "MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA

puede subsanarlo por sí solo sin que sea h~cesario el consenti-


miento del deudor. Sentencia de 8 de enero de de 1922, Rev.,
a
't. "21, 2. parte, seco l.a, pág. 495.

378. Casación 19 de julio de 1907. Rev., t. 4.", 2." parte,


seco La,
pág. 32,8.

Doctrina.-Hipotecadas dos o .más. propiedades en garan-


tía de una deuda el acreedor' puede exigir a su elección y por
el total cualquiera de los predios hipotecados. "
Comentario.-La sentencia aplica el claro principio de la
indivisibilidad de la acción hipotecaria contemplado en los ,ar-
tículos 2,401' y 1,526, N.O 1.0 del Código Civil.
También se ha resuelto por la Cort~ Suprema, en senten-
lCÍa de 2 de mayo de 1928, Rev., t. 26, 2.0. parte, seco 1. .., pág.
162, que el deudor no puede pedir que la :hnca hipotecada sea
subastada en lotes, pÓrque ello iría contra el principio enuncia-
do y contra el derecho del acreedor de adjudicarse el bien a
falta de postores.

379." Corte de Talca 22 de noviembre de 1907. Rev., t. 5.°,


2. a parte, seco 2. n, pág. 105.

Doctrin"a.-La hipoteca constituída por algunos comun~­


ros sobre la cosa común caduca si la totalidad de la cosa se ad-
judica a otros comuneros que no c~ncurrieron a otorgar dicha
hipoteca y que se niegan a reconocerla.
eo~entario.-La sentencia aplica correctamente el artícu-
lo 2,417 del Código Civil. Pero ella es interesante en otro as-
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 257

pecto. Sobre dicho- artículo se Jiscute si lo que hipotec~ el co-


munero es su cuota en la, comunidad o sus derechos en un bien
determinado. La sentencia acepta.la hipoteca ,en esta última for-
ma. La misma 40ctrina consagra ,la Corte Suprema, el1 senten-
ciá de 20 de agosto de ~921. Rev., t. 21, 2." parte, seco 1.\
pág. 85.

380. Casación 30 de ~éptiem~re de 1908. Rev., t. 6.°, 2." par-


te, seco 1.", pág. 43.

Doctrina.-Es válida la hipoteca constituí da por un viudo


sobre una. propiedad acl.qujrida por él, después' de disuelta ía
sociedad conyugal habida entre él y su cónyuge, aunque ,poste-
riormente en la liquidación de la sociedad conyugal y partición
de los bienes de ella se adjudique esa propiedad a sus hijos.
Comentario.-En el caso falla:do no tenía aplicación el
artícijlo 2,417 del Código Civil, porqué había hipot~cado quien
era dueño absoluto 'del bien, de donde' además resulta que el in-
mueble no pudo acljudicársele a los hijos, porque no eran co-
muneros en él; y Iaadjudiéación sólo- proced~ entre comun~­
ros. (Véase sentencia 431).

381. Casación 26 de ~ctubre de 1916. Rev., t. 14, 2. a parte;


seco La, pág. 302.

Doctrina.-La acción hipotecaria, ~i son varios los posee-


dores de, fa finca hipotec~da, debe diri~se contra todos ellos
y no solamente contra uno.
eomentario.-'-Está misma opinión la. reitera la Corte"
.
-".
en
17
258 MANUEL SQMARRIV A U1'¡lDURRAGA

a
sentencia de 24 de abril de 1920, Rev., t. 18" 2. parte, seco l.a,
pág. 482. Sin embargo, el mismo Tribunal con anterioridad
habla aceptado un criterio distinto. El caso era el siguiente:
el marido d~rante la vigencia de la sociedad conyugal hipotecó
1,111 bien perteneciente a ésta. Disuelta la sociedad se siguió, jui-
cio contra el marido sin tomar en cuenta a los herederos de la
mujer que eran, por 10 tanto, comuneros en el bien hipotecado.
R
Sentencia de 16 de noviembre de 1910. Rev., t. 8.°, 2. parte,
seco l. n , pág: '4.

a
382. Casación 15 dedlóembre de 1923. Rev., t. 21, 2. par-
te, seco l. a, pág. 775.

Doctrina.-Aunqu-e se haya introducido la costumbre de


estipular ,que la cosa vendida quede hipotecada en favor del
vendedor para responder del saldo de precio insoluto, no puede
entend~rse ,si no se ha, estipulado.
, Comentario.-Semejante cláusula no es de la esencia ni
de la natural~za del con'trato de compraventa y, por 10 tanto,
siendo meramente accidental requiere de acuerdo con el artícu-
lo 1,444 del Código Civif estipulación expresa. Además la cos-
tumbre sólo la acepta nu~tro ,legislador cuando se remite a
, ella, lo cual no acontece' en este caso.

383. Corte de Santiag~ 28 de octubre de 1929. Rev., t. 28,


2." parte, seco 2. n, ,pág. 34.

Doctrina.-Es válida la hipoteca por declaración unilate-


ral del gue la constituye.
, ,
LAS OBUGACIONES y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 259

Comentario.-Esta doctrina es muy discutible. De acuer-


do con los preceptos legales la' hipoteca sólo tiene su origen en
la ley (caso excepcional del artículo 819 del Código de Pro-
cedimiento Civil) o en un contrato. Además, cabe observar que
en nuestra legislación la declaración unilateral de voluntad tS
fuente de obligaciones en contadísllnos casos.
Lo que 110 cabe duda que estaría conforme a la ley, es que
él acreedor aceptare .la hipoteca en una escritura distinta a la
de su constitución. Así 10 ha fallado ,la Corte Suprema, en
sentencia de 21 de julio de 1910. Rev., t.7.o, 2." parte, seco
La, pág. 480. (Véase sentencia 206) . .

384. Casación 29 de agosto de 1932. Rev., t. 29, 2." parte,


~c. ~.a, pág. 630.

Doctrina:-EI acreedor hípoteca~io puede hacer efectivo


su derecho en el monto del' s:eguro 'de la cosa hipotecada que
paga el asegurador en caso de' sini~stro, aun eU~11do la ,deuda,
no sea' exigible.
Comentario.-E¡ Tribunal Supremo aceptó en todas sus
partes lo dicho al respecto por la Corte de Talea, en sentencia
de 12 de diciembre de 1930, Rev., t. 28, 2.~ parte, seco 2.\
pág. 52, den~gandoel recurso de casación interpuesto en su
contra. , ,
En el caso fallado) de acuerdo eon los artículos 2,427 del
Código Civil y 555 del Código de Comercio, el monto' del se-
guro' subroga a la ,finca. Cierto es ,que ,en la subrogación real
el bien que subroga pasa a ocupar 'la misma situación jurídica
que el bien subrogado, , y de aquí podría creerse que el. acreedor
,
260 MANUEL SOMARllIVA UNDURRAGA.

hipotecario para hace! efectivo su ~erecho tendría que esperar


que su crédito fuera exigible, pero como con razón dice la sen-
tencia esto no se avendría con la hipoteca. que no puede cons-
tituirse sobre bienes muebles. .
En otra ocasión la Corte Suprema falló que al acreedor
hipotecario que· hacía efectivo su derecho· et1 el monto del se-
guro le afectaba la prescripción de 5 años a q~e están. sujetas
las acciones del seguro en conformidad al artículo 568 del Có-
digo de Comercio. Sentencia de 18 de diciembre de 1937. Rev.,
t. 35, 2.¡{ parte, seco l.a, pág. 258. En este fallo se ca~ó la sen-
tencia dictada por la Corte de Valparaíso .que había declarado
lo contrario. Exagerando la ficción de ·la subrogación real qui-
zás podía aceptarse lo resuelto por este Tribunal. ,Pero la rea-
lidad debe primar. sobre la :ficCión. Si se estaba cobrando el
monto del seguro era lógico aplicar el c.itado attículo 568. Ade-
~s aceptando la doctrina de la Corte de Apelaciones resulta-
ría perjudicado el asegurador al quedar sometido a otra pres-
cripción sin haber tenido intervención alguna en la hipoteca
éontraída por el dueño del inmuebl~ asegurado.

385. Corte de Santiago 18 de noviembre de 1919. Rev., t. 20,.


2." parte, sec.· l. n, pág. 86.

Doctrina.-·-La hipoteca que asegura que una construcción


se hará en el tiempo y la' forma estipulada, no garantiza la
responsabilidad que pueda .afectar al constructor por los viciofl
de construcción, en conformidad al artículo 2,003 del Códi-·
go Civil.
LAS OBLIGACIONES Y, LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 261

Comentario.-La sentencia ~s, acertada porque la hipoteca


no ~puede extenderse a más de lo ~estipuIado.

386. Corte Suprema 16 de agosto de 1932. Rev;, t. 29, 2:


part~, seco 1.", pág~ 592.

Doctrina.-Anúlado el testamento en virtud del cual la;


persona había adquirido la propiedacl hipOtecada, se ex'tingue
la hipoteca. ,
Comentario.-La Corte para fallar el asunto recurrió al
artículo 2,434 de( Código Civil, diciendo gue esta 'disposición
no disti'nguía entre las hipotecas válidas y las nulas, cuando la
cuestión se solufionaba aplicando elártículo 2,416 del mismo
,Código. '

387. Corte de Santiago 30 de octubre de 1929. Rev., t. 30,


2. a part,e¡ seco 1.", p~g. .489.

Doctrina.-No~es necesarÍo oír al tercer poseedor de la


-f1,nca hipotecada en las diligencias de confesión d~ deuda por
:parte del deud9r personal; para establecer el saldo líqúido adeu-
,dado.
eomentaria.-Entre el acreedor y el· tercer poseedor de
la ,finca hipotecada no ~xiste vínculo jurídico y el reconocimien-
to de deuda es sólo cuestión que atañe al acreedor y al deudor.

ft
388. Casación 29 de diciembre de 1930. Rev., t. 28, 2. par-
te; seco 1.", pág. 430.
262 MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA

Doctrina. - El artículo 1,895' del Código Civil 110rije


cuando se rescinde una par~ición, en este caso se aplica el ar-
tÍcvlo 2,416 del mismo Código y, en consecuencia, anulada una
adjudicación también se anula hipoteca.
Comentario.-Adherimos a. esta sentencia, pues, como di-
jimos al comentar la sentencia 259, el artículo 1,895 hace ex-
cepción a los principios de la nulidad y, por 10 tanto, debe apli-
carse restrictivamente.

389. Casación 23 de noviembre de 1909. Rev., t. 7.°, 2." parte~


seco La, pág. 362.

Doctrina.-La nulidad de la hipoteca no es excepción que


el -ejecutado pueda oponer a la ejecución.
Comentario.-En el juicio ejecutivo se persigue el cumpli-
miento de la obfigación pérsonal y principal, la cual es distillta
de la hipoteca y, en consecuencia, el ejecutado sólo puede ha-
cer valer la nulidad de la -obligación, pero no la de la _hipote-
ca, la que podría alegarse por el tercer poseedor si en su contra
se entablara la acción hipotecaria.

390. Corte de La Serena 11 de JUnto de 1908. Rev., t. 7.\


2./1 parte, seco 2.", pág. 25.

Doctrina.-La hIpoteca se extiende a las pensiones deven-


gadas por el arrendamiento de los bienes hipotecados.
eomentario.-Lo dicho. por la sentencia lo establece expre-
samente el artículo 2,422 del Código Civil. Pero naturalmente
~llo no significa qúe el acreedor hipotecario por el solo hecho de
LAS OBLIGAcIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 263

la hipoteca tenga facultad para percibir las rentas. Para ello


será necesario que el deudor no c~lmpla su obligación' y que el
acreedor ejercite su derecho. .
. Con respecto al acreedor hipotecario y el arriendo de la
cosa hipotecada recordemos qúe s.e ha fallado, Corte Suprema,
10 de abril de 1937, Rev., t. 34, 2." parte, sec.. La, pág. 23.0,
que el artículo 1,962, N.o 3.°, rige la situación cuando se ha
verificado la subasta, y que mientras. ello. no acontece de todas
lU:tneras el acreedor hipotécario debe respetar el arriendp..

391. Casación 11 ~ noviembre de 1929. Rev., t. 27, 2." par~


te, seco 1. n, pág. 630.

Doc trina.-La hipoteca con cláusula de garantía generaí


es válida.
Comentario.-La valü;Iez de está cláusula que tanto se ha
discutido parece haberse aceptado definitivamente por la Cor-
te $uprema, pues con posterioridad, en fallo de 30 de octubre
de 1934, Rev.) t. 34, 2." parte, seco 1.", pág. 540, este TribUhal
ha reiterado este modo de pensar. La misma opinión sustenta la
Corte de Santiago) en sentencia de 7 dejunio de 1937, Rev.,t.
a
34, 2. parte, seco 2.", pág. 49. Sil'1. embargo, la Corte de Conúp-
ción tiene a este respecto una opinión diversa, pues el1 senten-
~ia de 14 de enero de 1931, Rev., t. 30, 2~" parte, seco 2.",
pág. 72, rechaza la eficacia de estac1áusula.

392. Corte de Concepción 14 de enero de 1931. Rev., t. 30,


2." parte~ seco 2. a, pág. 65.
264 MLl'l'UEL SOMARRIVA UNDURRAGA

Doctrina.-La hipoteca dada para garantizar una cuenta.


corriente también se extiende a los sobregiros. No es necesario
en nuestro sistema hipotecario que la obligación principal esté
precisamente determinada en cuanto a su monto.
e amentario. - El fallo ~plic~ correctamente el artículo
2,431 del Código Civil y fué confirmada por la Corte Suprema
al conocer del rec.urso de casación, en sentencia de 30 de enero
11
. de 1934, Rev., t. 34, 2. parte, seco 1.", pág. 540.
Si bien no es necesario que la hipoteca no esté determinada
en cuanto a su monto de acuerdo con el artículo citado, ella no
puede exc~Cler a más del duplo del importe conocido o presun-
to de la obligación principal y en caso que exceda, el deudor
tiene derecho a que se reduzca a ese monto, pero este derecho
com.o ha dicho la Corte Suprema, en sentencia de 19 de no-
a
viembre de 1904, Rev., t. 2.°, 2. parte, seco lo", pág. 217, sólo
corresponde al deudor y no puede ser ejercitado por un. ter-
cero, por ejemplo, otro acreedor.
,Finalmente, en cuanto a la spma que garantiza la hipote-
ca cabe recordar que ella no es necesario indicarla en la inscrip-
ción hipotecaria, pues de acuerdo con el artículo 2,433 del Có-
digo Civil esta omisión puede ser suplida por el contrato: Así
también 10 ha' resuelto la Corte de Valdivia, en sent~ncia de
a
3 de septiembre de 1926. Rev., t. 25, 2. parte, seco 2./1, pág. 1.

a
393. Casación 3 de agosto de 1931. Rev., t. 29, 2. pal'te-,
seco 1. n, pág. 50.

Doctrina.-,Es válida la dación en pago que el deudor


hace al acreedor con la finca hipot~cada.
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 265

eomentario.-La expresada doctrina la había acogido con


anterioridad la Corte Suprema, en sentenCia de 12 de abril de
1930. Rev., t. 27, 2." parte, seco 1.\ pág; 789.
, Asimismo, en repetidos fallos: 18 de noviembre de 1919,
Revh' t. 18, 2." parte, sec., 1.", pág. 207; '7 de mayQ, de 1921,
Rev., t. 20, 2."parte, seco 1.\ pág. 305 Y 2 de septiembre de
n
1922, Rev., t. 21, 2." parte, seco 1. , pág. 802, el Tribunal Su-
premo ha declarado que es válido el contrato de compraventa
que con respecto a la cosa hipotecada celebran extrajudiciaI-
me~te el acreedor y el deudor, hipotecario. '
Es evidente, que tanto el caso de la, dación en pago como
el de la compraventa a que se refieren las sentencias no pueden
considerarse, induídos, dentro de la prohibición del inciso 2."
d~I artículo 2,397 del Código Ci~il aplicable a la hipoteca a
vi~tud de lo dispuesto en el artículo 2,424 del mismo Código.-
En primer término, porque' no obstante la hipoteca, el' deudor
conserva el dominio del bien hipotecado yes facultad propia del
4ominio, el poder disponer de la cosa, 'Cnajenarla a quien el due-
ño'desee; y en seguida, porque para este acto el deudor presta
su consentimiento libr.emente, sin presión d~l acreedor y éste no
se transforma en dueño de la cosa por el, solo hecho del no pago
de la deuda que es lo que, constituye la Lex comisoria repudia-
da 'Por 'el citado artículo 2,397.' '
. Naturalmep.te que'la vel1ta puede traer su'origen en una es-
tipulación del contrat~ de mutuo hipotecario que en realidad cons-
tituya una verdadera lex comisoria. T al se~ía la siguiertte cláu-
sula: «Si al vencimieríto de los' dos años, el deudor no cubre la
totalidad del crédito que componen ambas escrituras en este caso
de hecho y por derecho queda vendida la propiedad hipotecada
MANUEL 'SOMARRIYA UNDURRAGA

en favor del acreedor por el importe de su acreencia. Don X X


podrá por ~í solo extender la correspondiente escritura traslati-
cia de dominio, bastando que la·firme a nombre del deudor cual-
quiera persona que se diga, sin ninguna clase de trámite previo
o especial ni de notificación del compareciente". La Coree Su-
prema, en sentencia de 25 de junio de 1914, Rev., t. 15,2: par.'
te, seco 1.,\ pág. 379, declaró nula· la venta, pues la infracción
al artículo 2,397 era clara y manifiesta.

394. Corte de Santiago 1.0 de octubre de 1913. Rev., t. 21, 2."


parte, seco l.a., pág. 539.

Doctrina.-Es válido el convenio pactado en la escritura de


hipoteca en que el deudor y el acreedor estipulan que en caso de
remate se proceda sin previa tasación, porque se refiere a la re-
puncia de un derecho que sólo mira el interés individual del re-
nunciante y. su renunCia no está prohibida.
eomentario.-La Corte de Va,lparaíso, en sentencia de 31
a
de marzo de 1910, Rev., t. 8.°, 2. parte, seco 2.a, pág. 52, sos~
tiene la doctrina contr~ria .
. Pero en todo caso, si para la subasta se puede prescil1dir de
la tasación, ello no es posibI.e, cuando el acreedor se adjudica el
bien hipotecado a falta de postores. En este caso no se puede
prescindir de ella so pena de nulidad de la adjudicación. Así 10
ha dicho la Corte ,$uprema en dos ocasiones, sentencias: 8. de
8
octubre de 1919, Rev., t. 7.°, 2." parte, seco 1. pág. 304 Y 16
,
a
de diciembre de 1916, Rev., t. 14, 2." parte, seco 1. , pág. 36l.
a
395. Casación 14 ele enero de 1905. Rev.,t. 2:', 2. parte, seco
1.\ pág. 320.
LAS onLÍGACIONES y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 267
---~'================================ .-

Doctrina.-'-Es nula la hipoteca de bienes de la 11lUjc1' ca::a- .


da si la autorizaciól1 judicial se da para pagar alcances de su hi-
juela y hacer reparaciones en sus propiedades y en realidad s.e
utilizan en un mutuo que contrata el marido para pagar mer-
caderías y' otras obligaciones que adeuqaba. .
Comentario.-En un caso similar en otra ocasión, la Corte
Suprema, en senten'cia de 10 de julio de 1935, Rev.,· t. 32," 2 ....
parte, seco 1.", pág. 427, sentó la: siguiente doctrina: '~Demos;­
trado que una hipoteca de bienes de la mujer se' había contraí-
do pata garantizar deudas del marido, cabe declarar. su nulidad
por no haber existido en este ·contrato nec'esidad o utilidad ma-
nifiesta para "la mujer". .
La conveniencia de la "doctrina de estos fallos es bastante
discutible. Siempre se 'ha· pensado que ola autorizaci6n dada
por el juez, diga~os hacía presumir de derecho la nece~idad o
utilidad manifiesta d~ la hipoteca. Como se comprende, al per-
permitirse que se pueda discutir la existencia de estas clrcum;-
tancias, después. de dada la autorización judicial, puede traer
consigo tal incertidumbre, que lejos de favorecer a la mujer ca-
sada la perjudique, pues los , terceros s.e retraerían de contra-
tar con ella por temor a una posible anulación de la garantía.
i .

396. Casación 16 'de junio Ide 1910. Rev., t. ~.o, 2.9. parte~
seco 1.", pág. 256.

Doctrina.-Para que una, hip~teca constit~ída en cumpli-


miento de u~a resolución j~dicial sobre una propiedad pertene-
ciente a la sociedad conyugal' para responder del precio en que
',se enajenó un bien propio de la mujer casada pueda postergar-
268 MANUEL SOMARRlVA UNDURRAGA
• l.

se en beneficio de un acreedor hipotecario de fecha posterior,


. es menester que otra resoluCión judicial autorice expresamente
la postetgación.
Comentario.-Aunque la ley no lo diga expresamente, no
cabe duda que la mujer ca~ada para renunciar a una hipoteca
debe cumplir con los requisitos del artículo 1,754 del Código Ci- .
vil. Ahora bien, u1'l:a posposición de hipoteca es un acto que pue-
de tener gran. trascendencia para los intereses de la mujer; en
el hecho puede significar su renuncia y, por lo tanto, la senten-
cia hizo bien al exigir autorización judicial para ello..

397. Casación 23 de mayo de 191<? Rev.,. t. 14, 2." parte,


seco 1.", pág. 19.'

Doctrina.-AI hipotecar la mujer un bien propio para la


seguridad de una deuda de su marido no contrae una obliga-
ción que pueda dar origen a una acción personal, sino que se
obliga a responder con el bien hipotecado del cumplimiento
de uná obligación ajena.
;Comentario.-La sentencia e~tá en la' razón. Y, en conse-
cuencia, para perseguir a la mujer habría que entablar en su
contra acción de desposeimient~.

398. Casación 6 de octubre de 1.928. Rev:, t. 26~ 2."' parte,


a
seco 1. , pág. 499.

Doctrina.-Es nula de nulidad relativa la hiPoteca con·


traída por eltutdr antes que se le: haya discernido el cargo.
Comentario.-EI artículo 377 del Código Civil dice: ttLos
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 269

actos del tutor o curador que aun no han sido autor~dos por
decreto de discernimiento son nulos" ¡ Si bien el Código habla
de nulidad, jurídicamente ésta no" existe, sino que la' hipoteca es
inoponibIe al p'upilo por haberla contraído; quien aun no te-
,nía facultad para repr,esentarlo. Ahora discurriendo sobre la
base que sea la nulidad la sanción de este artículo' con n1;UY
~uenas razones podría' sostell.erse la tesis' sustentada por la Cor-
te, de Apelaciones y rechazada por ,la Supre~a, que ésta seda
absoluta y no relativa.

XVI.-DE LA TRANSACCION (1)

399. Corte de Santiago 27 de noviembre de 1906. Rev., t. 4."~


2. parte, seco 2.a, pág. 103.
R

Doctrina.-Es nula la transacción ,en que los cónyuges re-


nUllcÍana su 'estado de marido y mujer.
Comentario.-'-La sentenCia se justifica' ampliamente, tan-
to porque el artÍculo 'Z,45Ó eld Código Civil establece que no
puede transigirse sobre el estado civil, cuanto porque la calidad
de marido y mujer es irrenunciabÍe. '
Pero con respecto al artículo 2,450 cabe advertir que él sólo
prohibe transigir sobre el. estad.~ civil, pero no sobre las con~e­
'cuencias patrimoni~les que se sigan .del estado civil que' sO,n de~
rechos que están eh el comercio, como suced~, por ejemplo, con
los derechos hereditarios.. En virtud de estas consideraciones la
Corte Suprema, en sen~encia de 22 de diciembre de 192~~ Rev.,
t~ 23, seco .l.a, pág. 669, resolvió que era válida la transacción
, .
(1) Sobre el poder para transigir, ver sentencia 318.
2íO MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA

que recaía sobre los derechos hereditarios que tuviera o pudie-


.ra tener un hijo legitimado.

400. Casación 14 de marzo de 1906. Rev., t. 3.°, 2.~ parte,


seco 1:;
pág. 330.

Doctrina.-Es válida la transacción que se celebra sobre la


~cción civil que nace de un delito, aunque el inculpado, des-
pués sea absuelto ·en el juicio criminal.
C0112entarió.-La transacción aludicfa no viola el artículo
2,449 del Código Civil, cuyo objetivo al ser establecido por el
legislador, según se desprende de su historia, fué que la transac-
ción que se celebre no produzca' efecto alguno en la acción cri-
minal, ya sea en pro o en contra del reo.

a
401. Casación 2. de junio de 1923. Rev., t. 22, 2. parte, seco
a
1. , pág. 205.

Doctrina.-No constituye transacclOn el convenio por el


cual se encarga a un tercero determinar .10s daños causados por
un incendio. . .
C omentario.-En el caso fallado mal podía existir tral1-'
. sacción cuando no concurrían l).inguna. de sus características:
no se ponía' fin a un litigio. pendiente, no se precavía ningún
litigio eventual y, por último, tampoco habí~n concesiones recí-
procas de las partes. Por las razones expuestas se justifica tam-
bién plenamente la sentencia de la Corte Suprema de 14 de junio
de 1928, Rev., t. 26, 2.9. parte, seco 1.", pág. 224, que resolvió que
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 271

no constituía transacción el alzamiento de una medida precau-


toria solicitada de común acuerdo.

402. Casación 2 9~ de mayo de 1911. Rev., t. 9. o~ 2." parte,


seco 1.\ pág. 139.

Doctrina.-Para transigir sobre bienes raíces de menores


habilitados de edad, se requiere pública subasta.
Comentario. - No estamos de acuerda con la doctrina
enunciada. Cierto que el inciso 2.° del artículo 303. del Có4igo
Civil establece que la' enajenación de lOs bienes raíces de los
menores habiiitados se hará en pública subasta, y la transacción
cuando recae sobre un objeto no disputado con~tituye enajena-
ción; pero es evidente que con respecto' a la transacción no sé
puede dar cumpljmiénto a la exigencia. de la pública. subasta.

a
403. Casación 14 de diciembre de 1923. Rev., t. 22, 2. · par-
te, seco 1.", pág: 732.
Qoctrina.-.La tra..11sacóón es susceptible de resolverse por
mcu.iJlplimiento de las obligaciol1es' de una de las parees.
Comentario.-La doctrhia de la sent?n~ia está de a.c,uerdo
e011.la ley. La transaccÍónes un contrato ,bilateral y como tal
cabe aplicarle la regla general que para esta clase de contratos
da el artículo 1,489 del Código CivIl y que no se encuentra de-
rogad~ en el título de la transacción. .
Del ~echo que la tra11Sacóón sea un contrato bilateral se
deduce que para que ella pueda servir de base a· una ejecución
es necesario que haya constancia que el ejecutante ha cumpli-
do, por su parte, las obligaciones que le imponía el contrato.
272 MANUEL SOMMRlVA UNDURRAGA

Pues sólo en este caso el ,otro contratante estaría en mora


de cumplir su obligación. Así 10 ha resuelto la Corte Supre-
ma en sentencia de 5 de octubre de 1920. Rev., t. 19, 2: par-
a
te, seco 1. , pág. 359.

404. Casaci6n 9 de mayo de 1921. Rev., t. 2,0, 2: parte, seco


1.", pág. 221.

Doctrin'.l.-El 'artículo 2,462 del Código "Civil, no cabe


aplicarlo cuando en una transacción se renuncia a la universa-
lidad de los bienes de una sucesión quedando ia persona que
transige libre de toda' obligación con la testamentaría; incluso
de rendir cuenta de un mandatQ que le había conterido el
causante.
Cqmentario.-EI artículo 2,462 habla de la ,transacción
que recae sOQre uno o niás objetos específicos, lo cual induda-
, blemente no puede aplicarse cuando la transacci6n recae sobre
una universalidad. '

405. Corte de Vaídivia .16 de febrero de 1926. Rev., t. 23,


2." parte, seco 2.\ pág. 73.

Doctrína.-Es nula la transacción en la cual el que sufre


.un accidente del trabajo, acepta en el comparendo de cOl1cilia-
ción,. una suma' inferior a la que por la ley le corresponde.
Comentario.-Si de acuerdo con la ley respectiva al acci7
dentado n~ le es lícito disponer del monto de la indemniza-
ción, pues' su renuncia le está prohibida, tampoco puede tr~nsi­
gir porque de acuerdo con el artículo 2,447 del Código Civil
.
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 273

no puede transigir, sino la persona que es capaz de disponer' de


los objetos comprendidos en la transacción.

406. Corte de Iquique 22· de noviembre de 1926. Rev., t. 27,


2."' parte, seco 1. a, pág. J 72. '

Doctrina.-Autoriz<ida una mujer casada en ausencia del


marido por la justicia p~ra celebrar una transacción en' ciertas
condiCiones, es nula pór falta de autorización la otorgada apar-
tándose de ,esas condiciones. .
Comentario.-No cabe. duda que la justicia al autorizar
a la mujer en ausencia, del marido puede darle una autorización
sujeta a, condición, porque si puede negársela, no se ve il1con-
veniente para que a otorgarla con esta modalidad, ya que,
quien
p~ede ,10 más puede lo menos. Ahora bien, si al contratar la
mujer no r~speta la condición puesta por el, juez es lo mismo
que si hubiera obrado sin autorización y, por 10 tanto, existiría
nulidad. Sin embargo, e~radamente, en un caso similar la Cor-
'te Suprema, en sentencia de 13 de agosto de 1913, Rev., t. 11,
2.1\ parte, seco 1.", pág. 558, resolvió io contrario.

407. Casación 31 de octubre de 1918. Rev., t. 16, 2.0. parte,


seco 1.", pág. 343.

Dodr~na.-La acción· y excepclon de cosa juzgada que,


conforme al artículó 2,460 del Código Civil puede producir el
contrato de transacción no atribuye a este contrato el carác~
ter de sentencia judicia1. En consecuenda, es inaceptable la
causal de haberse dado la sentencta contra otra pasada en au-
274

toridad de cosa juzgada, fundada en que se la dice dictada en


contra de un contrato de transacción.
Comenta'rio.-La Corte rechaza la casación en la forina
por las razones apuntadas, y en nuestro parecel', ajustándose a
los principios legales.

408. Casación 8 de octubre de 1934. Rev., t. 32, 2.~ parte,


s~c. 1.\ pág. 39.

Doctri,2<l.-En el caso de la transacción a que se refiere I

el artículo 400 del Código Civil, el juez lla...,:nado a aprobar la


transacción, . no es el juez compromisario o partidor, sino la
justicia ordinaria.. '
Comentario.-La sentencia se ajusta a 'los p.~inópios lega-
les. La Jey no ha dado al partidor competencia para prestar
aprobación a la transacción, 10 que es del resorte de la justi-
cia Q,rdinaria.

XVII.-DE LA PRELACrON DE CREDITOS


a
409. Casación 17 de octubre de 1935. Rev., t. 33, 2. parte,
seco La, p'ág. 53.

Doctrina.-El privilegio establecido en el N.O 4.° del ar-


tículo 2,481 del Código Civil a favor de la mujer casada se
extiende no sólo a los bienes del marido, sino, también u' los de
la sociedad conyugal.
Comentario.-Con anterioridad la Corte de Santiago, en
sehtencia de' 25 de noviembre de 1929. Rev., t. 27, 2: parte,
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 275'
--~

pág. 11, había ac~ptado la misma tesis, que a no du-


fl
seco 2. ,

darlo se conforma con los principios legales y de, equidad.


Est~ privilegio, es una de las pocas defensas que tiené la:
mujer para contrarrestar el poder omnímodo que tiene el ma-
rido durante la, vigencia de la sociedad conyugal, y al limitarlo
a los bienes 'del marido se haría ilusorio.
Pero el privilegio sólo. puede hacerlo efectivo la mujer una
vez disuelta la sociedad conyugal y 'no durante su existencia.
Así ,10 ha resuelto, aunque en fOl'ma indirecta, la. Cor-
te Suprema, en sentencia de 23 de diciembr~ de 192i, Rev.,
a
t. 25, 2. parte, seco La, pág, 555, al declarar que durante la'
,vigencia de ia sociedad conyugal no puede la mujer hacer efec-
tivo un crédito en contra de, ésta por bienes aportados y la con-
d~sión' fluye sola: si no puede hacer efectivo el crédito menos
podrá alegar 1;;. preferencia, ya que ésta supone a aquél.

410. Casación 11 de mayo de 193i. Rev., t. 34, 2." parte,


" ,

seco 1.', pág. 250.

Doctrina.-·El privilegio establecido por el artículo 135'


del Código deI' Trabajo en' relación con ell'e 4." del a.rtículo
2,472 del Código Civil .sólo se 'refiere a los sueldos y ~umas no
depositadas. en el 'fondo de. retiro, de los últL.'11oS tres meses.
Comentario.~Sobre este punto puede ~ decirse que hay ju~
risprudencia. Con anterioridad la· Corte había aceptado la mis-
ma in~erpretación ell sentencias: 19 de noviembre de 1931, Rev.,
t~ 29, 2. parte, seco 1."', pág. 176 Y 13 de enero de 1934, Rev.,
a

t. 31, '2.»- parte, ~ec, l.a, pág. 240.


276 MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA

-1-11 Corte de Santiago· 30 de junio de 1932. Rev., t. 30, 2:


parte, seco 2.a, pág. 368.

Doctrina.-Aunque no se haya invocado preferencia res-


pecto de los créditos del hijo de familia, el Tribunal puede de-
clararlo, cuando el moti~o que da origen a la preferencia cons-
ta de los respectivos títulos.
Comentario.-En equidad la solución no merece reparo.
Sin embargo cabe observar que el juez estaría en este caso obran-
do de oficio y ningún texto ~egal lo autoriza pata ello.

·412. Casación 8 de agosto de 1932. Rev., t. 29, 2: parte,.


sec.!.", pág. 563.

Doctrin{l.-Liquidada una sociedad conyugal por escritu-


ra pública, no acredita respecto de terceros la efectividad de
la declaración que ella contiene y, por 10 tanto, no basta lo
que en ella: se diga para justificar un crédito y la preferencia
alegada por la mujer.
Comentario.-A mayor abundamiento en el caso fallado
no, existía ningún antecedente que justificara el pretendido apor-
te hecho por la mujer.

413. Casación 27 de julio de 1,927. Rev., t. 25, 2: parte,


seco 1.a, pág. 276.

. Doctrina.-El artículo 2,477 del Código Civil no :;;e apHca.


al caso en que una finca esté gravada con hipotecas a un mis-
mo acreedor.
LAS OBLIGACIONES Y LOS C:0NTRATOS ANTE LA J,UrusPRuDENCIA 277

Come';tario.-En el .caso a que se refiere el fallo que co·


mentamos, carece totalmente. de importancia, ver cual hipoteq
es preferente, ya que existe un s~lo ,acreedor 'titular de todas
las hipotecas.

n
414. Corte de Concepción. Rev., t. 22, 2. parte, seco 1."-,
.P~g. 528.

Doctrina.-EI artículo, 2,466 del Código Civil, al decir ,que"


es. inembargable el usufructo legal del marido sobre los bienes
de la mujer, se ha referido a los casos de excepción de los ar-
. tículos 1,753 y 171 del mismo Código.
e omentario.-.-No consideramos acertada la interpretación
qua hace la sentencia. Creemos que la correcta solución del ar-'
deUIo 2,466 es la siguiente: El usufructo en sí mismo es inem-, ,
bargable, porque es un derech,o personalísitrio. Los frutos, de
los bienes de lá mujer' en cambio podrían embargarse co~ la lImi-
tación de que se deje al ma~ido lo necesario para cubrir eort;'ecta-
mente las cargas de familia, que es la razón que motiva el estable-
cimiento de este usufructo. Esta interpretación se ve corrobora-
da con' lo' dispuesto en -el artículo 61 de la Ley de' Quiebras ..
Con respecto a la inembargabilidad del usufructo legal del
.padre sobre los bienes del hij,o, que se rige por las ~ismas reglas
que, el i;lsufructo del marido sobr'e los bienes de la m~jer~ la
Corte de Valparaíso, en sentencia de 15 de julio de 1922, Rev.,
a
t. 23, 2. parte,sec_ 2.", pág. 40, ha declarado que sólo se 5.pli-
ca al caso de la prelación de créditos, pero no en l,ll1. juIcio .eje-
cutivo. No consideramos acertada la solución. ;N"o akanzam<;>s·
a ver la razón, fuera ,de la ubicación del artículo 2,466, que no
278 MANUEL SOMAl1.RIVA UNDURRAGA

a
es un argumento decisivo, para limitar sólo, ese caso la me m-
bargabilidad, dado que donde existe la misma razón debe haber
la misma disposición.

415. Casación 26 de' mayo de 1914. Rev., t. 12, 2. ~ pal't~"


seco 1.", pág. 266.

Doctrina.-El acreedor que goza de privilegio con respec-


to al deudor' principal no puede invocarlo con respecto a los
bienes del fiador y codeudor solidario. '
Comentario.-Aplaudimos sin reserva este fallo. Las cau-
sales de preferencia son establecidas por el legislador, sin que
~llas puedan crearse por convenio o acuerdo de las partes. Esta
t:s la razón, porque en el caso que haya novación, mi.entras
los artículos 1,640 y 1,642 del Código Civil permiten hacer
tt:serva de los intereses y de las hipotecas de la obligación' pri-
mitiva, el artículo 1,641 del mismo Código 110 permite ha-
cer reserva de los p~ivilegios de. que gozare la, obligaá5n ex-
tinguida. índice

Il.-DE LOS CUASICONTRATOS


'416. Casación 18 de agosto de 1920. Rev., t. 19, 2: parte,
seco 1.", pág. 256.

Docirina.-Constituye cuasicontrato innominado la pres-


tacÍóh de servicios por par't.e de una mujer a su amant~, mien-
tras hicieron vida común.
Comentano.-La Corte $uprema en est~, fallo confirmó
278 MANUEL SOMAl1.RIVA UNDURRAGA

a
es un argumento decisivo, para limitar sólo, ese caso la me m-
bargabilidad, dado que donde existe la misma razón debe haber
la misma disposición.

415. Casación 26 de' mayo de 1914. Rev., t. 12, 2. ~ pal't~"


seco 1.", pág. 266.

Doctrina.-El acreedor que goza de privilegio con respec-


to al deudor' principal no puede invocarlo con respecto a los
bienes del fiador y codeudor solidario. '
Comentario.-Aplaudimos sin reserva este fallo. Las cau-
sales de preferencia son establecidas por el legislador, sin que
~llas puedan crearse por convenio o acuerdo de las partes. Esta
t:s la razón, porque en el caso que haya novación, mi.entras
los artículos 1,640 y 1,642 del Código Civil permiten hacer
tt:serva de los intereses y de las hipotecas de la obligación' pri-
mitiva, el artículo 1,641 del mismo Código 110 permite ha-
cer reserva de los p~ivilegios de. que gozare la, obligaá5n ex-
tinguida.

Il.-DE LOS CUASICONTRATOS


'416. Casación 18 de agosto de 1920. Rev., t. 19, 2: parte,
seco 1.", pág. 256.

Docirina.-Constituye cuasicontrato innominado la pres-


tacÍóh de servicios por par't.e de una mujer a su amant~, mien-
tras hicieron vida común.
Comentano.-La Corte $uprema en est~, fallo confirmó
LAS OBliGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JUlUSPRUDENCIA 279

10 resuelto por la Corte de Santiago,



en sentencia de 16 de ju-
lio de 1919. Rev., t. 17, 2."parte,sec. 2.", pág. 12. Lasenten-
ocia se basa en que el demandad~ por 'un hecho voluntario acep-
tó los servidos de la demandante y que, en consecuencia, debía
remunerarlos. Como se ve, tambié!l la decisión de la Corte se
podía hab~r fundado en la .acóóp. in rem verso, ya qu<~ de' parte
dd amante había existido un enriquecimiento sin causa.. Pero
en todo caso al decir que "es un cuasicontrato no infringe
la ley, pues del artÍ.culo 2,285 del Código Civil se desprende'
que existen otros cuasicontratos fuera de 1005 enumerados en,
esa disposición.,

l.-DE LA AGENCIA OFICIOSA O GESTION DE


,NEGOCIOS AJENOS

a
417. Casación 9 de diciembre de 1913. Rev., t. 12, 2. par-
te, seco l. fi, pág. 138.

Doctrina:-La agencia oficiosa jamás puede tener lugat


respecto del contrato de compraventa, para cuya celebración
a nombre d~ otro se, necesita mandato expreso.
Comentario.-En la gestión de negocios el gestor ejecuta
actos de administración por cuentá del dueño del negocio~ y la
venta es' un acto de, disposición. Además si el mandato para
vender un bien_raíz debe constar por escritura 'pública no pue-'
de ~cept.arse que' el gestor venda un bien pertencóel1teai dueño
del negocio Sill estar premunido delcorrespc;ndiente mandato.
280 MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA

a
418. Casación 30 de abril de 1925. Rev., t. 23, 2. parte,
. seco 1.", pág. 58. ,

Doctrina.-Pagar una deuda ajena sin conocumento del


deudor constituye al que paga en agente oficioso. Para que el
ágente pueda deducir acción contra el dueño del negocio no es
necesario que la cuenta esté ejecutoriada.
Comentario.-De la doctrina transcrita se desprende que
en el concepto de nuestro más alto Tribunal el hecho que una
persona ejecute por otra un acto aislado la transforma en agen-
te oficioso. Sin embargo, la Cc;>rte de, Valdivia, en sentencia de
R
18 de abril de 1935, Rev., t. 35, 2.'" parte, seco 2. pág. 12, ha
,

dicho que la gestión de negocios ~~supone una serie de actuaciones


u operaciones con relación a los bienes propios de un tercero".
Parece preferible la doctrina del Tribunal Supremo que está de
acuerdo COIl lo resuelto por los tratadistas de una manera uni·
forme. La verdad que no hay disposición legal que niegue el
carácter de agenciél:' oficiosa por el hecho de ser un acto aisla-
do el que ejecuta el a~ente.
, .
419. Casacién 18 d~ agosto de 1923. Rev., t. 22, 2." parte,
seco 1. ", pág. 321.

Doctrina.-En materia procesa1la agencia ofióosa está re-


gida por reglas diversas que en materia civil.
Comentario.-'-La doctrina expuesta resulta del inciso 3'-
del artículo 7.° del Código de Prooedimiento Civil que establece:
c~Podrá, sin embargo, admitirse J?- comparecenci~ al juicio de
una persona' que obre sin poder en beneficio de otra con tal qL.e
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 281

ofrezca garantía que el interesadó aprobará 10 que se hubiere


obrad.o en su nombre".

II.-'DEL PAGO DE LO NO' DEBIDO

420. Casación 28 de junio de 1927. Rev., t. 25, 2." part~;


seco 1.", pág. 245.

Doctrinq. -,- Para que prospere la. acción de 10 no debido


es necesario que concurran tres condiciones: a) 'que se haya
hecho U11 pago a un demandado; b) que el pago haya sido in-
'debido; e) que haya sido hecho por error.
Comentano.-La sentencia con bastante ptecisión fija los
elementos de este cuasicontrato. La misma- doctrina había sen-
tado con anterioridad la Corte en sentencia de 18 de mayo de
1926. Rev., t. 24, 2." parte, seco 1.", pág. 53.
Se ha fallado que hay pago de lo no dehicloen los si-
guientes casos: .si un fiador paga por error una VeZ eXtinguida
la fianza, Corte Suprema; 18 de marzo' de 1916, Rev., t. '13,
2.~ parte, seco La, pág. 332; cuando el Fisco o las Municipali-
dades cobran contribuciones ilegalmente, Corte Suprema, sen-
a
tencias: 27 de noviembre de 1907, Rév., t. 5.°, 2. parte, seco
1. \ pág. 13 9; 4 de enero de 1919, Rev., t.. 16, 2. a parte, SeCo
La, pág. 561; 27 de noviembre de 1924, Rey., t.,25, 2." part,;,
sec, l.\ pág. 36; 24 de marzo de 1916; Rev., t. 14, 2. parte,
a

seco 1. , p¡ig.' 16.


a

En cambio se ha resuelto que no, hay pago de lo no de-


bido ,si se paga lo que realmente se debe, aunque él pago :;c
haga. ant'es que haya vencido el plazo 'que hacía exigible la
282 MANUEL SOMARRIV11 UNDURRAGA

obligación, Corte Suprema, 23 de septiembre de 1920,. Rev.,


t. ' 19, 2. a parte, seco 1. n, pág. 320; si el pago se ha hecho por un
acto de fuerza del mismo Tribunal, 21 de:diciembre de 1937, Rev.,
. t. 35, 2." par::e, seco La, pág. 296. Estos dos fallos se justifican
plenamente. El primero, porque de acuerdo con 10 dispuesto en
el artículo 1,495 del Código Civil lo que se paga antes de ven-
cido el' plazo no está su jeto a restitución, lo que se explica por-
que el plazo, si bien su~pende la exigibilidad del derecho Ui) 3US-
pende su nacimiento; y el segundo, porque 10 que procedía en
ese caso era entablar la acción de llUlidad fundada I
en que el
consentimiento estaba viciado.

420 bis. CasaCión 10 de agosto de 1921. Rev., t. 21, 2.& par-


te, seco La, pág. 75.

Doctrina. - Reconocido por el dem~ndado el hecho dd


pago corresponde al demandante acreditar que es debido, luego
n~ podría exigirse al demandado que acreditara que se le había
hecho a título de fianza.
Comentario.-La Corte Suprema con justa l'~zón casó la
, sentellcia recurrida que había declarado lo contrario, con lo que
infringía el claro precepto del artículo 2,?98 del Código Civi1.

IH.-DEL CUASICONTRATO DE COMUNIDAD

421. Casación 14 de enero de 1914. Rev., t. 12, 2: parte,


seco 1.", pág. 212.

Doctril1a.-Disuelta la sociedad conyugal se crea una co-


munidad entre el cónyuge sobreviviente y los herederos dd otro.
LAS OBLIGACIONES y LOS CONTRATOS ANTE LAJURISPRUDE~C!A 283

CmneIÍfario.-Sobre este punto la juri.sprudenciaes llni~


forme. La mismá Co~te Suprema ha sentado idéntica dóctrü~a en
sentencias: 20 de agosto'de 1921, Rev., t. 21,2: parte" seco 1.\
1

pág. 81; 1.0 de octubre de 1925, Rev., t. 23, 2." parte, seco
1.", pág. 517. Y la Corte de' Santiago en fallos: 21 de n.o-
viembre de 193.0, Rev., t. 29, 2." parte, seco 1.", pág. 462 Y -4
de noviembre
,
de 1908, Rev., t. 6.", 2. a parte, seco 2.~, pág. 62.
,

421 bis. Casación 1.0 de' septiembre de .1934. Rev.,t. ?2, 2.1\
párte, seco La, pág. 1.

Doctrina.-Si' dos personas sólo son ,casadas. pór el hl:atri~


mOnio religioso, con respecto a los' bienes que adquieren ~e' crea
, una comunidad Ul~iversal, una sociedad de hecho.
Comentario.-Esta, doctrina la 'reitera la Corte Suprema
en sentel1cÍa de, 25 de octubre de, 1937, Rev., t. 3\ 2." parte,
seco 1.", pág. 137; Y ella se ajusta a los principios de detecho~
En el caso fallado si 110 existía matrimonio civil no. podia ha-,
ber sociedad conyugal, que es upa consecuencia de este .lnatti-
momo.

422. Casa~ión 10 de enero de 1936; Rev., t. 33~ 2.


a
paúe,
. a, .
seco 1.,. pago 165.

, Doctrina. -' Disuelta una sociedad y no 'liquidada existe


en el intertanto una comunidad entre los socios.
Comentarió.-Esta doctrina es muy discutible, pues, como
al
dijimos comentar la sentencia ' .' disuelta una sociedad 1>ubsiste
la .personalidad jurídica d~ ella, lo que es incompatible con 13,
'existencia de una. comunidad.,
284 . MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA
.. ' -=

423. Casación 6 de diciembre de 1909. Rev., t. 8.°, 2: parte,


seco 1.\ pág. 143.

Doctrina.-Negada la calidad de 'comunero en las gest~o­


nes de nombramiel1to de administrador pro-indiviso, hay qu~
determinarla en un juicio de lato conocimiento. .
COl1uintarío.-En el cas~ que se niegue la ca'tidad de c.)-
munero, de acuerdo con el artículo 3;" del Código de Procedi-
miznto Civil, hay que aplicar el procedimiento ordinario, ya que
la acción que se entabla es la de comunidad que no está some-
tida a tramitación especial. .
En otra ocasión la misma Corte acepta igual doctrina al
anular el fallo que en forma incidental había r~suelto el ca-
rácter de comunero. Sentencia de 28 de mayo de 1929. Rev.,
t. 27, 2.", parte, seco 1.\ pág. 345.

424. Casación 7 de agosto de 1920. Rev., t. 19, 2: part~,


seco C, pág. 2Q9.

Doctrina.-La exigencia referente a la indicación del do-


micilio de las partes, sólo se refiere a las personas naturales o
jurídicas, mas no a una comunidad, calidad que tiene la suce-
. sión indivisa de una persona difunta. -
Comentario.-La comunidad no tiene domicilio, porque no
es persona jurídica. En realidad el domicilio de ella es el de
los comuneros.
Varias, consecuencias interesantes se deducen del hécho que
la comunidad no sea Ul1a persona jurídica. Es en virtud de esta.
razón ql:le el acreedor hipotecario de. una comunidad tiene que
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 285

entablar la demanda en contra de todos los comuneros y no basta


que demande a uno de ellos. Así lo ha resuelto la Corte Suprema
en s~ntencia de 24 de abril de 19?O, Rev., t. 18,2." parte, seco 1.",
pág. 482. Lo que ,se dice de la acción hip,?tecaria, también debe
entenderse con respecto a la acción reivindicatoria. Corte de
Santiago, sentencia de 21 de noviembre de 1930. Rev., t. 29,
2. a parte, seco La, pág. 462.

425. Casación 24 de octubre de 1929. Rev., t.27~ 2." parte,


seco 1.", pág. 596.

poctrina.-Un comuneró por sí solo p~ede impetra.r me-


didas conservativas en beneficio ,de la comunidad.
Comentario.-Es verdad que el comunero no tiene la re-
presentación en juicio de la comunidad, y esta es otrá razón,
para decidir que debe dirigir contra todos ellos la acción rei-
vindicatoria o la acción hipotecaria, según lo acabamos de ver
en la sentencia anterior. Pero esta falta de representación, no
es inconveniente ,para un COffilliiero impetre medidas conserva-
tivas" lo que constituye un acto de administración que puede
ejecutar por sí solo de acuerdo con 10 dispuésto en los artículos
2,305, 2,081 Y 2,132 del Código Civíl. Por esta misma razón
podría entablar acciones posesorias para defender la posesión de
los bienes comunes. Corte Suprema,' sentencia de 23 de octubre
a
de 1928. Rev., t. 27, 2. parte, seco 1.", pág. L Y dar el desahu-
cio de un contrato 'de arrendamiento celebrado por el causante,
no obstante que la Corte Suprema haya declarado 1Q contrario
en sentencia de 5 de noviembre de 1914. Rev., t. 12, 2. a parte,
~ec. 1.", pág. 446•.
MANUEL SOMARRIVA UNDURllAGA

426. Casación 4 de mayo de 1933. Rev., t. 30,.2." parte, seco


l.", pág. 425.

Doctrina.-Un comunero puede demandar al deudor de la.


comunidad por la parte que le corresponde en su crédito, a
prorrata de su cuota en la comunidad.
Comentario.-Estam~s de acuerdo con esta doctrina que
algunos han criticado. Los créditos se dividen de pleno derecho
entre los comuneros al igual que las deudas. El N.o 4." del al:-
tíc:Jl~ 1,526 del Código Civil aleja toda duda sobre el parti-
cular.
Naturalmente que un comunero no podría cobrar el tu-
tal del crédito por ~í solo. Pero, como ha dicho la Corte Supre-
ma, no significa cobrar el total del crédito el hecho de verifi-
cado en una quiebra, pues ello no, es sino un acto de admi-
nísúación que a nombre de todos los comuneros puede ~jer­
citar uno solo de ellos, de acuerdo COl1 lo dispuesto el?- los artÍcu-
los '2,305 y 2,081 del Código Civil. Sentencia de 12 de junio
de 1937. Rev., t. 34, 2. parte, seco 1.'\ pág. 295.
a

427. Casación 21 de julio de 1925. Rev., t. 23, 2." parte, seL


La,
pág. 354.

¡joctrin~.-El comunero no puede prescribir en contra de


sus copartícipes, porque la posesión que se requiere para ganar
el dominio por prescripción debe ser exclusiva.
_ Co'metuario.-Esta misma doctr~a la ha reiterado la Cor-
te en sentencia de 25 de abril de 1931, Rev., t. 28, 2. a parte,
,seco 1.\ pág. ~46, Y es exacta sólo hasta cierto punto. Natural-,
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPR.UDENCIA 287

mente, que si el comunero está poseyendo y reconociendo el de~


recho de los demás no podría alega~ prescripción. Pero si des-
!:onoce totalmente estos derechos, si se comporta como único due-
. ño. ¿Por qué no podría prescribir? Esto aparece aun más de mani-
fiesto en el siguiente caso: Un comunero diéiéndose dl:leño abo
soluto eriajen.a la C({5a común a un tercero; como se ha fallado
se crearía .,una comunidad entre est,e tercero y los comun.eros que
noenajenaroD , y no vemos inconveniente para que el ter~er9
prescribiendp contra. los otros comuneros llegue, a ,ser dueño
absoluto de la cosa.

423. Casación 20 de abril de 1910. Rev., t. 9.°, 2." par.e,.


seco La, pág. 134.

Doctrina.-·El artículo 892 del Código' Civil se refier~ a


. cuotas indivisas de cosas que ,han salido de la universalidad, ju-·
ridica y cuyo dominio ~e ha singularizado respecto de más de
una persona.
e omentarío.-Est:¡t senierkCia resuelve un punto interesan-
te y discutido y acerca del cual la misma Corte no tiene Ull
pcr;gamiento uhiforme. La cuestión es la sigui~nte: en una co-
munidad sobre una universalidad. ¿Puede un comunero reivin-
dicar su cuota en uno de los bienes que comprende la commli-
dad? La Córte en este caso dijo que no. Sin embargo, en ot.rus
fallos ha aceptado la doctrina contraria, como sucede en las sen-
tencias de 16 de ~eptiembre de 1921; Rev., t. 21, 2." parte)
seco 1.", pág. 129 Y 17 de junio de 1918, Rev., t. 16, 2." par-
te, sec.1.", pág. 48. .
. Dentro de lo dis~utible que es la cuestión parece más ajus-
288 . MANUEL SOMAlUUV A UNDUlU\.AGA

tada a derecho la primera opinión. Ella se ve favorecida por la


letra del artículo 892, y por el hecho de que el comunero düran-
te la comunidad si bien tiene un derecho cuotativo .en la co-
munidad éste no se traspasa a los bien-es que la forman.
Cuestión similar a la walizada es la que se presenta en
el caso de hipoteca de cuota a que se refiere el artículo 2,417
del Código Civil y que tr~tamos al comentar la sentencia 379,
a la cual nos remitimos.

429. Corte de TaIca 13 de' agosto de 1923. Rev., t. 20, 2."


parte, seco 2. n, pág. 20.

Doctrina.-Declarada la nulidad de una venta cualquiera


de los herederos del vendedor puede reivindicar la cosa vendi-
da a nombre y en interés de la sucesión.
Comentario.-El falIo que antecede nos parece errado. La
acción reivindicatoria no es un acto de administración y, por 10
tanto, no teniendo los comuneros por solo hecho de serlo la re-
presentación de los demás, se deduce que no están facultados
para entablar la acción reivindicatoria del total del bie~) S1110
únicamente de las cuotas que les correspondan.

430. Casación 26 de septiembre de 1926. Rev., t. 24, 2: par-


te, seco 1. \ pág. 480.

Doctrina.-Lá, adjudicación entre comuneros es un título


declarativo de dominio y no constituye enajenación.
Comentario.-Esta opinión que se hace indestructible en
,LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 289

presencia de los artículos 1,344 y 718 delCódigo Civil' y a pe-


sar de lo dispuesto en el artículo, 703 del mismo ,Código, la ha
censignado la Corte en repetidos' fallos. Sentencias: 13 de sep-
a
tiembre de 1920, Rev., t., 19, 2. parte, seco l.a, pág. 289; 10
a
de enero de 1920, Rev., t.18, 2. parte, seco 1.", pág.'H7; 10
de diciembre de 1910, Rev., t. 9. , 2.~ parte, seco 1.'\ pág. }3.
G

, Muchas y muy, interesan~es consecuencias sederivandcl


hecho que,la adjudicación sea un título declarativo y no consti-
tuya ,en'ajenación.. Citarem?s algunas que han sido destacadas
por la jurisprudencia. No. hay objeto ilícito en la adjudicación
de bienes 'embargados. Así lo ha declarado la Corte de T alea
en dos ocasiones, sentencias: 23 de ag~sto de 1930, Rev., t. 28,
2. a parte, s~c. 2. a, ,pág. 769 Y 11 de diciembre de 1933, Rev.,
.... 2 • a parte" . seco 2
t. 3Lo, .,' · ' 33_. .Da
pago r 1ta de poseSl0n
r . ra '., erectiva.
r •

de la herencia y de las inscripciones que prescribe el artícuio


688 del Código Civil no anula la adjudicación. Corte Supre-:
ma, sentencia de 21 de agosto de 1933, Rev., t. 30, 2." parte,
seco lo", pág. 552. (Hagamos presente que ni aun cuando fuer:.',
enajenación la adjudicación no habría l1Ulida:d, pues como ,,'i-
mas la sanción del artículo 688 no es ia nulidad.., ,si~o que' está
establecida en el artículo 696). Si ,se embarga un bien a. un
comunero y después este bien se adjudica a otro caduca el en1~
bargo. Corte Suprema, 19 de diciembre de '1919, .Rev., t. 11,
2." parte, seco lo", pág. 33: La hipoteca constituída. por algunos
comuneros sobre la cosa común caduca si la totalidad de la cosa
se adjudica a otro comunero que no concurrió a otorgar dicha
hipoteca y que se niega a reconocerla. Cort,e de T alea, 22 de
a
noviembre de 1907, Rev., t. 5..°, 2. párte, seco 2.", pág:' 105.
290 MANUEL SOMARRIVA UNDURR.AGA
-" .•~ ____ ~:-",:_-,' :'---' '-:--,::ffl'_-::-~ '-1" tT'.:'_2

8
431. Corte de Santiago 26 de junio de 1909. Rev., t. 6. , 2.'-
. parte, seco 2.''-, pág. 100.

DQctrina.-Es~~la la adjudicación que se hace al marido


al liquidar la sociedad conyugal de un bien que la mujer había
aportado al matrimonio.
Comentario. - La sentencia consagra la buena doctrina
Pa'ra hablar de adjudicació~ es necesario que la persona a quien
se le hace sea comunero, es decir, tenga un derecho con anterio-
ridél.d sobre la cosa que se le a~judica. y ei marido no tiene d.o-
~echo alguno sobre k,s biet;es que la. mujer h:l1Jía aportado d
matrimonio.
En virtud de esta razón, es bien discutible la sentencia dic-
tada por la Corte Suprema ellO de julio de 1929, Rev., t. 27,
2. a parte,' seco 1.\ pág. 4 i 7, que declaró que al cónyuge sobre-
viviente con derecho a porción conyugal podían adJudicárse!e
bienes propios del cónyuge pre-mut:rto, Y decimos discurible,
porque no parece la buena doctrina sostener que el marido y 105
hijos sean comuneros en estos bienes, ya que la porción con-
yugal por sí' sola no puede considerarse como herencia. Sin em-
bargo,' cabe advertir que la Corte no se pronunció sobre si 'cx:is-
tía ° no' comunidad.
Por el contrario, merecen nuestra aprobación una sentencia
a
de la Corte Suprema de 10 de enero de 1920, Rev., t. 18, 2.
parte, seco 1.-, pág. 417, que declaró que había adjudicación
aun cuando ~1 comunero se adjudícare la cosa en remate con:
admisión de postores extraños y otra del mismo T ribul1al de 17
de abril de 1936, Rev., t. 33, 2. fl parte, seco 1.", pág. 266, que
estableció que el adjudicatario por la circunstancia de que los
índice
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JUIUSPltuDENGIA 291

bienes a~judicados excedían a su cuota hereditaria, no perdía


el carácter' de tal. Co~o puede verse, en ruubos casos concurría
la circunstancia es~nc~al y única necesaria pa~a hablar de ad-
judicación, e~ decir, que la persona a quien se le hace fuera co-
mqnera. El hecho que en el remate hubieren habido postores
extraños en el primer.
caso,'
, y la circunstancia que los bienes ad-
judicados exce,diel1en ~ la cuota del' cO,munero en el segundo,
en nada influyen pata negar la adjudkación existente.

lIl.-DE LOS DELITOS Y


CUASIDELITOS
432. Casación 19 de junio de 1928. Rev., t. 26, 2.0. parte,
seco .1.", pág. 234.

Doctril1a.-Para .cobrarlos perjuicios. 'que ocasiona un de-


lito o cuasidelito, no es necesario constituir en mora aI.deudot.
Comentario. - Como con múeha razón dice la Corte, la
mora tiene por objeto' hacer saber al deudor que el cumplimiell'
to le ocasiona perjuicios, y en el caso del acto ilícito el perjui-
cio existe por la sola comisión del acto. '

433. Casación 30 de junio, de. 1915. Rev., t. 13,. 2: piute,


see'. lo"', pág. 110. '

(1) Sobre la no aplicación ¿el artÍc,ulo 196 del Código de Procedi-


miento Oivil a la indemnizadón que .re pide por un delito o cuasidelito,
. ver sentencia 65; sobre la noirÍqenlnizad6n'del daño mpral en la re~­
p<>nsabilidadcontractual, ver gentenocill 69.
292 MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA

Doctrina.-·S1 una persona que viaja en un tranvía sufre


lesiones como consecuencia de un choque de dos tranvías? la
Empresa es ¡;esponsable; salvo que pruebe que el accideRte se
produjo sin su culpa.
Comentario.-La Corte Suprema establece la buena doc:~
trina, porque en este caso la responsabilidad de la Empre¡a era
contractual y no delictual, ya que existía un vínculo jurídi.:o
originado por el contrato de transporte y, en consecuencia, la
víctima no tenía por qué cargar con el peso de ia prueba. La
misma doctrina reitera la Corte en sentencia de 1. de dicie1n~
8

R
bre de 1917. Rev., t. 15,, 2. parte, seco La, pág. 302:

434. Corte de Santiago 29 de septiembre de 1914. Rev., t. 12,


2.8. parte, seco lo", pág. 410.

Doctrina.-Las personas jurídicas wn incapaces de comE~


ter por sí mismas delitos o cuasidelitos y en caso que los cú~
metan sus· representantes legales son responsables~
C omentario.-Esta doctrina es a todas luces errónea. La
Corte Suprema no pudo 'enmendarla, porque la infracóón ¿~
ley no había influído en 10 dispositivo del fallo. La doctrina
consagra unánimemente la responsabilidad de las persona¡ jurí~
dicas ~r los delitos y cuasidelitos que cometan y a diario ve-
mos sentencias que condenan a la EmpreSa de los Ferrocarriles
y a la Compañía de Electricidad por 105 daños que ocaSlOllan
sus dependientes.

436. Casación 22 de julio de 1913. Rev., t. 12, 2." parte, sec.·


La, pág. 300.
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 293

Doctrin't.-S~, un tranvía atropella a una persona y le oca-


~iona daños no l1.eva~do salvavidas la Empresa es responsable.
Comenlttrio.-En el caso fallado la culpa de ra Empresa
aparecía del solo hecho de no cumplir con los reglamentos que
.la oblígan a que todo tranvía lleve salvavidas. Eri otro caso s¡-
milar se condenó a la Empresa de lo~ Ferrocarriles, a indemni-
:zar al dueño de una sementera por ,el incendio de ellas, produ-
cido por las chispas de' una locomotora que no llevaba rejillas
en la chimenea como lo exige el reglamento. Corte de Santia-
go, 5 de octubre de 1904. Rev., t. 2.°, 2." parte, seco 2.a, pág.
86. Lo mismo se ha resuelto si una locomotora va a gran velo-
,ciclad y no toca la campana, no obstante la proximidad de una
estación. Corte ~uprema, sentencia de 14 de junio de 1923.
a R
Rev., t. 22, 2. parte, sec.1. pág. 241.
,

En todo caso cabe destaca!' que como lo ha resuelto nues-


tro más alto Tribunal, en sentencia de 20 de agosto de 1917,
Rev., t. 15, 2." parte, seco 1.", pág. 131, para que haya respon-
sabilidad extracontractual basta con que el autor del daño !ncu-
rra en cualquier grado de culpa. La sentencia es' acertada por-
que 1", clasificación tripartita de la culpa que hace el artículo
44 del Código 'Civil, sólo se aplica a la culpa ·contractual.

437.. Casaól51Í 8 de julio de 1935. Rev., t: 32, 2~~ parte, seco


1.", pág. 419.

Doctrina.-·Determinar la existencia del daño es una cues~


tión de derecho' que' queda sometida al coritrol de la Corte Su-
prema..
Comentario.-Deterininar la existencia del' d~ño es cues-
294 MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA

tión de derecho, porque él es uno de los requisitos nece;;arios


para que haya responsabilidad. Sin embargo, la Corte Supre-
ma, con anterioridad, en sentencia de 6 de enero de 1920. Rev.,.
t. 18, 2." parte, seco 1.", p~g. 335, erradamente había declara-
do 10 contrario.

438. Casación 20 de jmiio d~ 1934. Rev., t. 31, 2." parte,.


seco La, pág. 462.
Doctrina.-Si bien el artículo 270 del Código de Procedi-
miento Civil presume dolo en el que pide una medida precau-
toria prejudicial y no deduce oportunamente demanda, no cabe
indemnización si realmente no se han oca~ionado perjui~ios.
C omentario.-La .existencia del daño es uno de ios elemen-
tos de la responsabilidad. Y si éste no existe, no obstante ha-
ber dolo o culpa no puede darse lugar a la indemnización, pues
de parte del que la recibiere habría un enriquecimiento sin causa.

439. Casación 14 de jUllio de 1923. Rev., t. 22, 2." parte,.


pá~. 241.
9
seCo 1. ,

Doctrína.-El artículo 2,329 del Código Civil no disti~­


gue entre el daño directo e inmediato y el indirecto y mediato.
Comentario.-De esta sentencia parece desprenderse que
son indemnizables los daños indirectos, 10 que constituye un
error de, proporciones: Tal clase de daño no puede ser indem-
nizado porque con respecto a él no existe .la relación de causa-
lidad entre el hecho ilícito y ~l daño, relación ésta que -es uno
de los element~s indispe'nsables para que exista responsabilidad
delictual. -
LAS OLLIGACIONES y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 295_

En cambio, es perfectamente indemnizabIe el daño futuro


como se desprende también de la s~ntericia de la Corte Supre- .
roa de 15 de noviembre de 1927. R,ev., t. 25, 2."- parte, seco
, 1. ", pág~ 501.
Asimismo; s~n indemnizables 110 sólo los daños que se su-
fra en las cosas, ~iqo también los ocasionados en la per,;ona co-
. mo lo· ha resuelto lá Corte Suprema en variás ocasiones,· sen-
. tendas: 6 de mayo de 1916, Rev., t, 13, 2." parte, seco 1.", pág.
403; 16 de diciembre de 1922, Rev., t. 21, 2. a parte, seco 1..,
pág. 1053; 3 de agosto de 1932, Rev., t. 29, 2:" part~, seco '.1.",
pág. 54~.
FinaÍmente, st bien la Corte, en sentencia de 1~ de enero
de 1922, Rev., t. 21, 2." parte, seco 1.\ pág. 529, declaró 10
contrario, hoy en día"de acuerdo con la doctrína, de una ma-
nera uniforme en repetidos fallos ha declarado que es indem-
n~able el daño moral. SentenCias: 18 de diciembre de, 1926,
Rev., t. 24, 2." parte, séc. 1.,\ pág. 567; 14 de abril de 1928,
Rev., t. 26, 2." parte, seco 1.\ pág. l41; 16 de diCiembre de
1933, Rev., t. 31" 2.~ parte, seco 1.", pág. 144 Y8 de julio de
1935, R'ev.; t. 32; 2." parte, seco 1.", pág. 419 Y 16 de diGiem-
bl~e de 1922, Rev., t. 21, 2." parte, seco 1:", pág. 1053.

440. ·Corte de' Santiago 11 de enero de 1908. Rev., t. 5.""


2 ." parte, sec., 2'" , 55 .
., pago

Doctrind.-El dueño de 'unos barriles de 'cerveza tiene de-


rech~ a cobrar. indemnización aL Fisco por haberlo; arrojad~ al
mar por la fuerza pública, con el fin de eVltar que una huelga
continuara y tomara .mayores propql'ciones.
296 MANUEL SOMAltRiVA UNDURRfl.GA
======================================~===.---

Comentario.-En. el caso fallado, la ~orte estimo que 10


ejecutado por la fu?rza pública no era un ~~acto de necesidad"
y, por 10 tanto, no estaba exento de respollSabilidad el Fisco.
En cambio, en otra ocasión se produjo un incendio y la fuer-
zapública p~ra evitar que se propagara a las propiedades veci-
nas volcó unos barriles de aguardiente. Demandado el Fisco
fué absuelto, pues se estimó que había existido acto de n~cesi­
dad, ya que el mal causado era muy inferior al que se trató
de evitar.

441. Casación 29 de septiembre de 1914. Rev., t. 12, 2." par-


te, seco 1.'\ pág. 410.

Doctrina.-Si un Inspector .de Alcoholes ordena la para-


lización y cierre de una fábrica no puede demandarse indem-
nización al Fisco.
Comentario.-En el caso fallado no había responsabilidad
para el Fisco, porque el Inspector al ordenar la p~l:'alización y
cierre de una fábrica actuó en ejercicio de un derecho, lo que
excluye la existencia de culpa, elemento base de la responsa-
bilidad.

442. Casación 16 de septiembre de 1912. R~v., t. 11, 2. par-


R

te, seco l.", pág. 7.

Doctrina.-El aviso qu~ publica una casa comercial de que


un empleado ha dejado de pertenecer a ella no da lugar a in-
demnización.
Comentario.-El .hecho de la publicación del aviso en re-
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA YURISPRUDF,NCIA 297
- - ".
fer.encia no constituye un actp· ilícito y, en consecuencia, mal
pued.~ originar responsabilidad para el 9ue lo publica.

443. Casaóón 20 de octubre de 1934. Rev., t. 32, 2." p~rt~,


seco
L ~, pág. 93.

Dáctrina.-·-El artículo 2,329 del Código Ci.~il no es ta-


xativo.
Camentarió.-La doctrina se justifica ,con la lectura del
artículo. Aplica..11do esta disposición, la Corte de T ama) en sen-
tencia de 24 de noviembre de 1904, Rev., t. 3:, 2:· parte, seco
a,
2. pág. 86, declaró qué el contratista que hada un2.S repara-
ciones en la vía pública sin colocar faroÍ que sirviese de aviso
suficiente del peligro, es responsable de los· daños. que se ie oca-
sione a un automóv'il ,que cae en la zanja. . .
El artículo 2,329, a que nos referimos, establece verdade-
ras presunciones de culpabilidad. La Corte Suprema sin recu~
rrir a esta disposición, inconscientemente ha. establecido una
presunción de culpabilidad en los accidentes que se producen
a
por eh.ogues de trenes, al de~larar Ía Empresa de los Ferroca-
rriles responsable por los daños que se producen. con· este
motivo. El realidad, en este caso sería absurdo exigir a la
víctima que probara la culpabilidad de la Empresa, pues ella
aparece de manifiesto. Sentencias: 10 de abril de 1929, Rev.,
t. 27, 2.11. parte, sec., 1.", pág. 240; 14 de abril de 1923, Rev.,
t. 22, .2,a parte" seco La, pág. 785 .
. También sopre el artículo' 2,329, ver sentencia, Corte Su-
8
prema, 21 de ábril de 1909, Rev., t. 6. , 2." 'par,te, seco 1.",
pág. 393.
298 MANUEL SOMARRIVA UNDURllAGA

,
444. Casación 13 de septiembre de 1909. Rev., t. 7.°, 2: par-
te, seco 1.\ pág. 146.: '

Doctrina.--El artículo 2,320 del Código Civil ell su enu-


meración no es taxatÍvo y puede 2.plicarse a casos similare~.
e omentdrio.-La exactitud de lo afirmado p"ar la Curte
aparece de sólo leer el inciso 1.0 de dicho artículo. En conc~r­
dancia con este fallo ¡;e ha resuelto por la Corte Suprema, en
sentelcia de 1.0 de agosto de 1919, Rev., t. 1~, 2." parte, sec~
_ 1.", pág. 375, que el' Naviero es
responsable de los hechos ilici-
tos constituti;os de delitos o cuasidelitos cometidos por d Ca-
pitán.
En opinión del Tribun~l Supremo cabría aplicar el artículo
2,320 aun cuando el patrón o e111plead~r no hubiere elegido libre-
mente al dependiente. Ello se desprende del fallo de 14 de
a
septiembre de 1934, Rev., t. 32, 2. parte, sec l.a, pág. 10, según
el cual declarada una huelga en los Ferrocarriles y colocándose
tropa en lugar de los empleados para el movimiento de trenes,
l~ Empresa era responsable de los perjuicios que se ocasionaron
con un accidente. Justificando su doctrina, dice la sentencia
((que al aceptar tácitamente la Empresa demandada el servicio
de los soldados como guarda vías y continuar con ellos su tra-
bajo se hace responsable de sus omisiones relativas al servicio".
a
445. Casación 13 de septiembre de 1909. Rev., t. 7:, 2. par-
te, seco e, pág. 146.

Doctrina.-En su sentido natural y propío en la lengua


castellana las palabras ((amo" y (~criado" que usa el artículo
, LAS'OBLIGACIONES y LOS CONTRATOS ANTE LA .;rURISPRUDENCl!1. 299

2,322 del Código Civil, no sólo s~ aplicall en el sehtido espe-


cial· y testringido de cabeza de familia, y sirviente doméstico,
sino también en el concepto general de' dueño o señor de algu-
na cosa y ~n la denominación, de criado, s~ comprende a la~
personas que sirven por· salario.
Comentario.-La interpretaciól1 extensiva que da la sen-
tencia
. a las palabras amo y' criado es muy discutible y, poco
ventajosa, ya que la ~'persona que sÜ've por ·salario" queda com-
prendida en la enumeración que hace el artículo 2,320 del
mismo CódigC!.

445 bis. Corte de Santiago 8 de enero de 1924. Rev., t. 24,


2. ~ parte, seco La, pág. 670.

Doctrina~-E! patrón 110 responde de todos los actos de


'su empleado por el solo hecho de serlo y es preciso qcese trat~
·de un ~cto de servicio y que en todo· caso se establezca la culpa
del patrón; aqúello, porque sólo ent0.t?ces es patrón y e:sto, por-
que sin culpa no hay responsabilidad alguna.
e omentario.-.-La Corte tiene razón cuando exige para· que
el patróli tenga responsabilidad que el empleado esté en acto
de servicio, pero 110 es .exaCta en cuanto afirma que dehe
establecerse. la culpa del patrón. Sea que se 'aplíq~e ~l artículo'
·2,320 o el 2,322 del Código Civil la ley presume la culpa y
será al patrón a quien le corresponda destruir esa presullóón
en la forma que los artículos establecen.

:t¡.46. Casación 14 de julio de 1937. Rev., t. 34, 2:' parte, seco


1.", pág. 389.
300 MANUEL SOMARIUVA UNDURRAGA
c:-=". -::;- __""_
~- =

Doctrina.-Si el dueño de ,00 automóvil entrega la dir.ec-


dón a un chofer que c~recía de los requisitos ~ecesarios para
manejar, es responsable por los daños ocasionados y no puede
excepcionarse con el inciso 2." del artículo 2,322 del Códi-
go Civil.
Comentario.-En el caso fallado la, culpabilidaq del pa-
trón ;iparece de manifiesto. Lo miSmo acontece si un padre con-
fía a un hijo menor de 14 años la conducción de una carretela. La
Corte de Santiago, en sentenc;ia de 27 de julio de 1907, Rev.,
t. 4.°, 2: parte, seco 2.\ pág. 139, condenó al padre a pagar
. la itidemnización por los daños ocasionados a un tercero. De
acúerdo con el artículo 2,319 del Código Civil si el niño obró
sin discernimiento era responsable el padre si pudiera imputár-
sele negligen.cia, la que era manifiesta al permitir que su hijo
de co!:ta edad manejara un vehículo. La Corte, sin embargo,
para resolver la cuestión no aplic~' este artículo, sino el 2,320
del mismo Código.
Es interesante observar que en los casos de esta última dis-
posici.ón no hay necesidad de probar culpa o negligencia de la
persona que tiene a otra bajo su cuidado para perseguir su res-
ponsabilidad, en cambio, en el caso del artículo 2,319, ello' es
necesario. ¿Cómo explicar -esta diferencia. de criterio? Creemos
que ella radica en que el caso del artículo 2,320, en conformi-
dad ;;.1 artículo 2,325, el que paga la.. indemnización puede re-
petir contra el autor del daño. En cambio, en el caso del ar-
tículo 2,319 no tiene ese derecho, debiendo en definitiva sopor-
tar él, el pago de los daños. ' .
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 301

447. Casa~ión 1.0 de agosto de 1932. Rev., t. 29, 2:' parte,.


seco 1.", pág. 542.

Doctrina.-'Los daños ocasionados por el.derrumbe de una


muralla en construcción, debe indemnizarlos el constructor y
no el dueño del edificio:
C omentario.-La Corte Suprema enmendó el error en que
mcur.ria la Corte de Apelaciones al declarar responsabie al due-
ño del. edificio. Mal podía ser éste responsable cuando no exis-
tía culpa de su parte y el constructot no se encontraba bajo
su dependencia que es la base que los artículos 2,3.20 y 2,322
del Código Civil consideran para que una persona responda
por los hechos de otra. La misma doctrina reitera la Corte en
~nte!1cia de 13 de enero de '1937, Rev., t. 34, 2:' parte, seco
1.", pág. 201. •
,Con el mismo criterio se ha fallado que si un accidente
ocurre en una línea a. cargo de un contratista particular, de la
cual no se había recibido oficialmente la Empresa, es responsa-
ble el contratista y 110 la Empresa. Corte Suprema, 14 de ene-
ro de 1920. Rev., t. 18, 2." parte, seco l.n, pág. 380.

448. Casa~ión 28 de abril de 1930. Rev., t. 27, 2." parte,


seco 1."-, pág. 822.

Doctril1a.~EI heredero de la vÍctiina puede solicitar la in-


demnización po~ su muer~e. .
. Comentario.-Para ver qué título debe invocar el herede-
ro al solicitar la indemnización es necesario hacer un distingo,
segúa que la víctima muera instantáneamente como consecuen-
302 MANUEL SOM!\RRlV A UNDUiUlAGA

cia del acto ilícito o si sobrevive y fallece con posterioridap. En


este taso puede invocar su títUlo de heredero, porque el causan-
se le transmite el derecho a cobrar la indemnización. En el pri-
mero, en cambio, no podría hacer valer el carácter de het,ede-
ro, sino que tendría que invocar el daño que le ocasiona la
muerte del causante. .
.' Tenemos, en consecuencia, que fuera de la víctima y del
heredero de ésta, pueden solicitar indemnización aquéllos a quie-
nes se le ocasi~n~ un daño con el fallec~iento de la víctima.
No cabe la menor duda que' sufre un daño aquél a qúien el
acto ilícito le lesiona un. derecho. Consecuente con esta idea, la
Corte de Santiago, en sentencia de 7 de abril de 1913, Rev., t.
12; 2." parte, seco 1.", p~g. 90, resolvió que el hecho que la
viuda de la víctima hubiera recibido indemnización de la Em-
presa de los Ferrocarriles, no era obstáculo para que también
se indemnizara a la madre. que había sufrido un daño con la
muerte de su hijo. El daño que sufría la madre era evidente,
porque fuera del daño moral, cabe. recordar que la madre es
heredera "ab intestato" a falta de descendientes legítimos y que
además de acuerdo coll el artículo 321 del Código Civil tiene
. derecho a pedir alimentos al hijo.
.En otro fallo la Corte Suprema ha declarado que la her-
.niana de una persona fallecida en un accidente ferroviario tie-
ne derecho a' exigir de la Empresa, la consiguient.e indemniza-
ción, aunque no tenga la calidad de heredera, 'si se establece que
vivía con ella y a sus expensas. Sentencia de 28 ele diciembre de
1916, Rev., t. 14, 2. a parte, sec.1..., pág. 498. En la especie
fallada el daño también provenía de. la lesió~ de un der.echo,
porque de ~cuerdo cen el artículo 321 recién citado la herrna-
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA
, . -.
303

na tiene derecho a: exigirle alimentos a la víctima y en el he-


cho ésta se los proporcionaba. En un caso similar, la Corte
de Santiago, el1 sentencia de 17 de noviembre de 1930, Rev.,
t. 29, 2."- parte, seco 1.", pág. 570, negó lugar a la indemniza-
ción qúe cobraban unas hermanas, porque no se justi:hc6 que
vivieran a expensas de la víctima; en cambio, dl.ó· lugar a la
i:ndernnización en favor de etras de ellas a 'las cuales se po-
día fundadamente, pr~umir que auxiliaba permanentemente la
·vÍctima. '
. Hasta aquí hemos visto que hay daño cuando se lesiona un
derecho. ¿Pero podrá existir aquél cuando, no hay lesiQn de
un derecho? La Corte Suprema en U11 interesante. fallo ha di-
cho que si; al dedarar que eL padre ilegtiimC?, a quien un hijo
a,limelltaba voluntariamehte tiene derecho a cobrar indemniza~
ción por ia muerte de éste. Sentencia de 4 de agosto de 1933,
Rev., t. 30,. 2." parte, seco 1.\ pág. 524. Cabe recordar para
apreciar debidamente esta sentencia que el padre ilegítimo no
sólo no, es heredero de su hijo, sino que tampoco puede exigir-
.le alimentos.
11
449. Casación 2'9 de' junio de 1928: Rev., t. Q6, 2. parte,
seco 1~.,
a pago
, 234 •

Doctrina. -' En la responsabilidad extracontractual deben


:indemnizarse tanto el daño emergente como' el iucro ceswte.
Comentario.-La misma doctrina acoge la Corte en sen-
tencia de 7 de octubre de 1929, Rev., t. 27, 2."- parte, seco L",
pág. 530.. Al ~plicar a la responsa~ilidad extracontractual al
artíc{¡lo 1,556 del Código Civil, la Corte hizo bien, porque la
304. MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA
º_"=;-'_ TI--"

indemnización en materia de delitos y cuasidelitos es más am-


plia que en materia contractual, ya que en ésta por regla general
sólo se indemnizan los perjuicios previstos y excepclOnalmente.
los imprevistos en caso de dolo; en ca.'TIbio, en aquélla en tode
caso se indemnizan ambas clases de perjuicios.

450. Casación 25 de octubre de 1904. Rev., t. 2.°, 2.0. parte,


seco 1. \ pág. 141.

Doctrina.-Si la. vfctL'11a se expone imprudentemente al


accidente, esta circunstancia s~ toma en cuenta para la apre-
ciación del daño, peto no exime de responsabilidad al autor.
eomentario.-La misma doctrina acepta la Corte en sen-
tencias: 21 de abril de 1909, Rev., t. 6.", 2.1. parte, &eCo 1.,\
pág. 393; 15 de octubre de 1920, Rev., t. 19, 2.0. parte, seCo
1.\ pág. 378. Por 10 demás, la cuestión resulta de aplicar el
artículo 2,330 del Código Civil que la prinlera sentencia ni
menCIOna.
Natu~almente, que si el accidente se debe sólo a ilUpru-
dencía de la víctima no hay responsabilidad. Corte de T ama,
27 de mayo de 1904, Rev., t. 2.", 2." parte, seco 2.\ pág. 190.

451. Casación 23 de septiembre de 1935. Rev., t. 32, 2." par-


te, seco 1:, pág. 538.

Doctrina.-Lil acción deducida contra el Conservador de


Bien~s Raíces y fundada en haber cometido este funcionario
un acto delictuoso al inscribir una hipoteca constituída por una
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURrSPRUDENCIA 305
f ~. --- ~

, ,

persona que no era dueña, prescribe en cu~tro años, plazo que '
se cuenta desde la: perpetración del acto.
Comentario.-En 'otra ocasión un Conservador de Bienes
Raíces dió un 'cettificad~ de gravám~nes falso, porque omitió
mencionar urta hipoteca. Sobre la base de este 'certificado un
. tercero prestó dinero que después se vió perjudicado, con la
aparición de la hipoteca omitida., Demandado el Conservador
se excepcionó con la prescripción, la que fué at::ogida por la
Corte Suprema en sentenCia de 9 de enéro 'de 1922, Rev., t.' 21,
2. a parte, seco 1.\ .pág. 5Q1. '
, L~sdos sentencias menci0nadas' está;" de acuerdo con el ,ar-
tículo 2;332 del Código Civil. Es traicionar la 1etril de la ley
"pretender que el plazo se cuente desde que se ocasiona el dañó, '
que muchas veces;' como el?- lós casos referidos, no coincide con
la comisión. del acto ilícito.
, Puede acontecer que' el acto ilícito sea constituvo de deli-
to penal y civil. I;:n este caso si se entabla la acción penal re-
servándose la 'civil, se ha fallado por la COl'te Suprema, en sen-
tencÍa de 7 de mayo de 1935, Rev., t. 32, 2." p~rte, seCo 1."','
pág. 347, que el plazo de' prescripción se cuenta desde que
termina el juióo criminal. Con más propiédad la Corte debe
decir que el plazo de.4 año's se contaba desde la perpetración
del acto, pero que se suspendía durante el juicio criminal.

452. Casaci6n 1.3 qe enero de 1937. Rev." t. 34; 2." parte,


'sec. 1.'\ pág. 201.

, Doctrina.-El artículo 2,317 del Código Civil al deClarar


solidariamente responsable a los autores 'de un delito o cuasi- ,
10 .
306 MANUEL SOMARlUVA UNDURRAGA

delito. se refiere a los. delitos o cuasidelitos criminales, peíO no


a los civiles.
C omentario.-Esta sentencia viola abiertamente el texto
claro, preciso y que no admite interpretaciones del artículo
2,317, que no puede referirse sino a los delitos y cuasidelitos
civiles únicos que importan al legislador civil. y a los cuales se
refiere todo el Título 35 del Libro 4." del, Código..

453. Corte Suprema, Queja, 11 de enero de 193,6. Rev., t. 33,


2." parte, seco La, pág. 175.

Doctrina.-La indeml}izaóón por el daño ocasionado en


un accidente de aviación, debe reclamarse ante los Tribunales
ordinarios y no ante los Tribunales Aeronáuticos.
Ccmentario.-La Corte estimó con justicia que las dispo-
siciones del decreto con fuerza de . ley 221, no había dado a los
Tribunales Aeronáuticos competencia para ello y que, por 10
tanto, la cuestión que~aba sometida a los Tribunales ordinarios.
También se ha fallado por la Corte Suprema, en senten-
a
cia de 10 de septiembre de .1910,. Rev.,. t. 17, 2. parte, sec~
1. ", pág. 520, que los Tribunales chilenos tienen jurisdicción
para conocer 'de una demanda en que se persigue la responsabi-
lidad de una compañía naviera por el daño causado por uno
de sus buques a otro del demandado, y es juez competente para
ello el del lugar en que el demandado tiene domicilio en Chile,
aunque el asiento principal de sus negocios esté ell el extranjero.

454. Casación 19 de junio de 1928. Rev., t. 26, 2: parte,


seCo LA, pág. 234.
L,<S OBLlGACIONES y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISj,>RUDENCIA 307

Doctri1ut.-La avaluación del daño es cuestión de hecho


y los jueces ¿e fondo son soberanos para fIjar la indemnización.
Comentario.-Idéntica doctrina había consagrado con an-
terioridad la Corte en ;entencia de 11 de en,ero de 1924, Rev., t.
22, 2." parte, seco l.a, pág. 912. Pero como ha dicho el Tribunal
Supremo, en sel1tericia de 5 de septiembre de 1928, Rev., t. 26,
2.~ parte, seco 1.", pág. 530, si bien la determinaci6n del daño
debe fijarla el juez, .no es menos ~ierto que la parte que reda-
ma la indemnización debe suministrarle al Tribunal los antece-
dentes neceS2.rÍos para que pueda, con acierto, proceder ~ su
regulación. . ,
. Como, una consecuencia de 10 anotado de que Jos T ribu-
nales de' fondo son soberanos p.ara fijar la indemnización no·
habría ultra petita si el juez, 110 obstante que se pida como in-
demnización una suma alzada manda Péfgar una renta vitalicia.
Así 10 ha estimado la Corte Suprema en dos ocasiones, senten-
cias: 18 de julio de 1914, Rev., t. 12, 2." 'parte, seco 1.", pág.
308 Y 15 de noviembre de 1909, Rev., t. 7. o, 2. a parte, seco 1."',
pág. 324. Sin embaqio, en otros fallos ha estimado que en el caso
propuesto existiría: ultra perita. Sentencias: 18 de diciembre de
1916, Rev., t. 4.°, 2:- parte, seco 1.", pág. 319 Y 21 de marzo
de 1912, Rev., t. 10, 2:' parte,
,
sec.l.", pág.
.
422.

455. Casación 6 de enero de 1919. Rev.~ t. 16, 2."parte, seco


1...,
pág. 569.

Doctrina.-Fijada en mi juicio' de indemnización por ac-


cidente una pensión mensual a la víctima, tiene derecho a esa
oensi6n desdee1 dra· mismo del accidente.
~
308 MANUEL SOMAItRIVA UNDURRAGA
~- - - __ C¡ __ "-~-,,,_, ..•

eomentario.-En cambio, en otra ocasión la Corte esti-


mó que la pensión sólo se adeudab~ desde que estuviera ejecu-
toriado el fallo. Sentencia de 5, de diciembre de 1923, Rev.,
t. 22, 2: parte, seco 1.\ pág. 737.

456. Casación 13 de septiembre de 1916. Rev., t. 14, 2." par-


te, seco 1."', pág. 204.

Doctrina.-La ~odificación que hace la. sentenóa de se-


gunda ~nstancia en el monto de la cantidad mandada pagar
por indemnización de perjuicios, no necesita de co~ideraciolles
especiales por tratarse de una regulación prudencial del juez
sentenciador. '
Comentario. - La misma doctrina consagra la Corte, en
sentencias: 30 de mayo de 1924, Rev., t.. 22, 2." parte, seco
l."", pág., 987 y 13 de enero de 1925, Rev., t •• 28, 2: parte,
seco LA, pág. 23.

457. Casació~ 25 de junio de 1921. Rev., t. 20,2.- parte,


seco 1...,
pág. 480.

Doctrina.-EI que solicita in~emnización de perJUlClO por


el daño sufrido a consecuencia de un delito o un cuasidelito debe
acreditar: a) el, 'hecho con sus cir~unstancias especiales que
constituyan y caractericen el acto delictuoso; b) quien es el cau-
sante directo del acto que infirió el daño; e) cual es la persona
que ya' sea pbr su propia acción o por la de sus subordinados o
pOr la de aquéllos que estuvieren bajo su cuidado es obligado
, por la ley a la indemnización; d) que el acto o infracción legal
L,\.S OBLIGACIONES Y LOg CONTRATOS ANTE. LA J~RISPRUDENClA JOI}' .

punibl~ haya causado perjuicio al actor en su propia persona


o sus. intereses y e) el ve_rdadero monto del daño.
. Comentario.~La'sentencia es interes~ntt~ y fija con exac-
titud la prueba que debe rendir el demandante, Sin embargo,
, con respecto a la prueba del verdadero monto del daño la Gor-
t~ Suprema, en sentencia de 20 de octubre de 1931, ,Rev., t:
a
29, 2. parte, seco 1.", pág. 43, con justa razón ha declarado que
s~ep.do imposible ~valuar con exactitud el valor de la vid~ huma-
na, no es razonable exigir al actor que' establezca con toda pro-
ligidad el monto de los perjuicios· reclamados.

458. Casación 23 de noviembre de 1936. Re~" t. 34, 2:- par-


te, seco 1.", pág.· 62..
• j

Doctrina.-,La sentencia dictada en un juicio criminal que


sobresee al reo por estimar que el hecho no constituye. delito·
en la ley penal no produée 'cosa juzgada
. , . en el juicio civil.
Comentario.-Sobre este pu:ntohay jurisprudencia abun-
dante y armónic¡l y. la Corte ha·" h~cho idéntica declaración :en
a
varios faltos:' 31 4e octubre de 1911, Rev., t. 9.°, 2. Parte;
a
seco 1.\ ·pág. 166; 6 de julio de .1925, Rev., t. 23, 2. ,parte,
seco 1. , pág. 248; 12 de enero d~~937, Rev.;t. ?4~ 2~!l parte,
a

. seco La, pág. 201; 8 de enero de 1938, Rev" t. 35, 2. a parte,


sec., l. a, pág. ?4 3. La solución· indicada, es del todo lógica toda
vez
. que' perfectamente'
. . puede: existÍr 'delito o cu~sidelito civ.il
sin que ,al mismo, tiempo haya delito o cuasidelito penal. A,ma-
yor abundamiento ,puede decirse que entre, ambos jq.icios fa~­
tada . identidad .de causa y objeto.' ·be ~allSa, pgrque ~11. u;to se
invocaría 'la ley penal y' en otro, la ley civil; ,de objeto, porque
310
- . __ o __o
MANUEL SOMARIUVA . UNDURRAGA
'-- -

en uno se perseguiría el castigo dd autor y en el ott:o, la incbllni·


. zaóón por los daños. ,
Distinta es la situación si la sentencia absolutoria del jui.
cio criminal se funda -en' que no ha existido culpa de parte del
a~tor. En este ¡::aso si que habda cosa juzgada si se pretendiera
con posterioridad perseguir la responsabilidad civil. Y la razón
de ello es muy. sencilla y lógica: la culpa es un elemento indis-
pensable para la existencia del delito o cuasidelito civil, y, por
lo tanto, si en el juicio crimina) se ha declarado que ella no
existe no podría después volvérse a litígar sobre este mismo he-
cho. Esta doctrina que se desprende del N.O lo" del artículo
202 del Código de Procedimiento Civil ha sido acogída en in-
numerables fallos del ~ribunal Supremo. Véanse sentencias: 12
de' septiembre de 1923, Rev., t. 22, 2." parte, seco La, pág. 432;
22 de septiembre 'de 1923, Rev., t. 22, 2." parte, seco 1.\ pág.
494; 20 de julio d~ 1925, Rev., t. 23, 2." parte, seco 1:, pág.
396; 8 de abril de 1930, Rev., t. 27, 2.~ parte, seco 1.-, pág.
804; 22 de julio de 1936, Rev., t. 33, 2. parte, seco 1.\ pág.
a

398.

459. Casación 30 de noviembre de 1931. Rev., t. 21, 2: par-


te, seco 1.\ pág. 324.

Doctrilla.-No infringe los artículos 201 y 203 del códi.


go de Procedimiento Civil la sentencia que no obstante que en
el juicio criminal se condena a un menor, desecha la demanda
contra el. padre, si no se prueba que el hijo viviera en la misma
casa o que el delito provenga de la mala educación o hábitos
viciosos que el padre le haya dejado adquirir.
índice
INDICE ALFABETICO DE IvlATERIAS
El ll,lÍmero indica el de las' sentencias

A Acción resolutoria~- Ver resolu-


ción.
.Acción reivindicatoria.-Puecle en- . Adjudicación.-,-Es compraventa la
tablarre .conjuntamente con la acción adjudicación que se hace al acreedor
resolutoria, 22; puede entablarla el hipotecario, 236; él comunero adju-
comprador que ha inscrito, pero a dicatario qebe pagar las rentas' de
quien no se le ha ,hecho la entrega arrendamiento del tiempo anterior, a
material, 244; los herederos del ven- la adjud~caóó!)., 284; la adjudicación
dedor no pueden entablarla contra el no es enajenación, consecuencias, 430;
comprador, 254; al reivindicador no sólo procede entre' comuneros, 431.
se, aplica el articulo 1,962, 2~9; rei- Apuesta.-Es un contrato distin-
vindicación ,de cuota, 428; pue¡fe en- to al ,de juego, ~ 53; no la hay en el
tabIarla cualquier comun'ero una vez convenio en 'virtud del cual un hi-
declarada la nulidad de la venta, 429; pódromo paga un
premio al caballo
:pueden entabIarla los socios de una que' gana, 350; ,apuesta ilícita, 353.
soci:edad si el administrador enajena Arrendamiento;-'-No tiene éste ca-
sin tener facultad para ello, 305; en rácter, el 'contrato ,por el cual se ,cede
cuanto tiempo prescribe, 143. a perpetuidad' el derecho a explotar
Acción pauliana.-Sólo puedeñ en- el carbón que exista en un fundo,
ublarla los acreedores que lo sean an- 280; cómo se prueba, 281; el com~'
tes del acto que se Maca, 75; proce- pndor puede exigir ejecutivam¡ente el
de aún cuando el deudor, no haya pago de ias rentas, 283; si el ,arrenda-
cesión de bienes () no esté en quie- tario por actos Je terceros es J.>riva-
bra, 76. ' do del, goce de la cosa el arrendador
Acción de nulidad.-Ver nulidad no puede exigirle el pago de las ren-
absoluta y nulidad il'eIativ,a. tas, 285; ,el artículo 1,977 del Có-
. 318 :MANUEL SOMARRIVA U~DURRAGA
:..--

digo Civil no se aplica al arrendador existe, 34; su prueba, 41; estando el


de terrenos eriazos, 286; derecho del deudor en mora responde de él, 39.
arrendador para retener bienes del Capacidad. - El artículo 29 del
arrendatario sólo existe cuando éste Código de Procedimiento Civil ha de-
le adeuda rentas o indemnizaciones rogado el artículo 2,128 del Código
del contrato, 287; el arrendatario pue- Civil, 171; el menor puede compa-
de entablar .querella de restableci- recer en juicio en defensa ,de su pecu-
miento, 288; quienes están, obligados lio profesional, 172; las incapacidades
a res.petar el arriendo, 289'; si el arren- deben aplicarse restrictivamente, 173;
dat:t::io hace mejoras útiles sin esti- mujer divorciada ~n el extranjero tie-
pular con el arrendador su reembol- ne capacidad en Chile, 174; es váli-
50, no tiene derecho a que se las pa- do el contrato que en Inglaterra ce-
gue el expropiante, 290; un' com)l- lebra un inglés mayor de 21 y me-
.t;lero por sí solo no puede iniciar nor de 25 años, 175; capacidad de lo;¡
desahucio, 291; si se pide terminación mujer divorciada, 225; capacidad de
del arrendamiento por falta de pago la mujer separada de bienes, 224.
de las rentas, no se aplica el -artícu- Causa.-No es necesario e.."!:presar-
lo 1,945 del Código Civil, 292; si la, 199; cual es ,en los contratos bi-
se cede el arriendo, o se subarri"nda laterales, 200; cual es' en el mutuo,
si:1 au!:orización el arrendador puede 202; la com¡pra de cos~ propia es nula
pedir la resolución, 295; el pacto co- por fahade causa, 201.
misor:o ,Puede estipularse en el arren- Cláusula pro.-Existencia y efec-
damiento y la resolución se opera de tos, 345 y 346.
-pleno derecho, 296; si el arrendata- Cláusula penal.-Casos de existen-
'rio 1:0 paga las contribuciones a lo cia y de inexistencia, 34, 35, 35 5 ;
que se había obligado, el arrendador no se pueden cobrar intereses penales
puede pedir la resolución, 297; des- e intereses legales, 36; un caso en
truida la cosa arrendada por un in- que no se infringe el artículo 1,537
cendio no puede exigirse al ~rrenda­ del Código Civil, 37.
tuio ~l pago de las rentas, 299. Censo.-Si antes del Código Civil
se constituye al 5 ít, no procede des-
B pués de la vigencia de este Código
rebajarlo al 4/L 301; si no se inscribe
Beneficio de competencia. - El la obligación de págar las rentas afec-
embargo por sí solo no acredita po- ta al que 10 contrajo y a sus herederos,
br.czapar-a obtenerlo, 99. 302; prescripción del censo, 3 03; fun-
. daciones regulares e irregulares, 304.
e Cesión de bienes.-No es necesa-
rio que el deudor la haya hecho para
Caso fortuito.-Cuando Se ha de- entablar la a,cci6n pauliana, 76.
-c1ar~do su existencia y cuando Hlle no Cesión de créditos.-E~ la tradi-
L}.S OBLIGAGO:-;;ES y LOS CONTRATOS ANTE LA JlJRISPRUD!3NCIA
... '- ,
li9'

Clan de los derechos person~les, 266; gibilida.ddel crédito que nace de la


el legatario <le dinero que cede su le- declaración -de quiebra, 106; se opera
gado, c,ede un crédito,' 267; exigen- a favor .d-:ll a,creedor hipotecario que
cia de la entl'ega del título, cuando rerr4ata la propiedad por la cuota que
se' entiende cumplida, 268; notifica- debe ,pagar' al contado, 109,
ción ,al deudor, 269'; la notificación Compraventa.-,-Es nula 1a compra-
de la cesión no interrumpe la pl'CS; venta' entre cónyuges no divor,ciados,
cripción. que corra a favor del deu- 217; el artículo 1,798 del Código Ci-
dor, 272; como se traspasa la hipo- vil no se aplica al juicio de parti~
teca si se cede Uli. crédito hipoteca- ción, 218; es nula aq~él1a en que
rio, 272; no es válido el pago hecho el pr,ecio est3 inde,terminado, 219; en
. al cedente desp.ués de notificada la las ventas voluntarias el juez no es
cesión, 8 O; excepción de compensa- repr~entante del vendedor, 220; et"
ción que pued~ oponer el deudor al albacea que es heredero puede com-
cesionario de un crédito que tenga prar bienes de la sucesión, 221; si un~,
,contra el cedente, 108. persona firma una escritura sin ,com-
Ce.sión del derecho de herencia. parecer a ella, no hay compraventa,
-,No es necesaria la inscripción aun 222;' s:lnción del .articulo 255 dd Có-
cuando en ella se comDrendan bi'~nes digo Civil, 223; venta bienes raíces,
raíces, 273; no es n~esario que el m1.ljer separada -de bienes, 224; venta
cedente ,haya qbtenido -la posesión bienes raíces, mujer divorciada, 225;
efectiva de la herencia, 274; 1W hay venta bienes raíces, mujer casada, re-
cesión si se ceden derechos en un in- quisitos, sanción de su omisión, 226 a
mueble de la herencia, 275- 233; la mujer no pu.edeton autori-
. Cesión de derechos litigiosos.- z;.¡ción judidal, vender un bien raíz
No existe si el demandante se ha de- de la sociedad' conyugal, 234; si se
sistido d~ la demanda, 277; si en un venden por el heredero bienes raíces
juicio ejecutivo se han desechado b5' de. la sucesión sin' hacer las inscrip-
excepciones opuestas 'por el ejecuta- ciones del artículo 688 del Código
do, 277; como. se perfecciona, 279; Civil la venta no es nula, 235; las
por r·egla general en un juicio ha.y ~e~t;ts forzadas son vcr9aderas ventas,
derecho litigioso para el dero'andante, '237; en hs ventas forzadas lOs vicios
278; hay objeto ilícito en la c;:esión pór omisión de avisos y cartel, sólo
de un derecho litigioso embargado, pueden reclamarse dentro del juicio
189; ejecutivo, 238; venta de una misma
Comodato.~Existencia y prueba, cosa a dos person'as, quién tiene mejor
334; comodato precario, 33 3. derecho, 239; tudición de -la cosa ven-
Compensación.-para que proceda 'dida, forma de haceda, 240; mandato
es necesario. que los créditos sean lí- para vender un bien: raíz debe constar
quidos y exigibles, 107; para. opo:'. por escritura pública, 241; condición
nerla no se puede hacer valer la exi- de no enajenar impuesta en el con-
320 MANUEL SOMARRIVA UNDURllAGA

tr:¡to, sus efeCtos, 247; obligación de el Código de Comercio se aplican a.


entregar que tiene el comprador com- los contratos civiles, 177; falta el con-
prende la entrega material, 243; es sentimiento si e~ u,na venta volúnta-
venta de cosa ajena la que hace el ría el juez firma por el vendedor,
comprador 'antes que se-le efectúe la 220; si una persona firma una escri-
tradición, 245; la .regla de los ar- tura sin comparecer a ell:¡, 222; si
tículos 1,831 y siguientes del Có- una persona firma una escritw'a y des-
digo Civil l>ólo se aplican a los pre- pués pidé al Notario que no la auto-
dios rústicos, 25 O; el plazo de un ric~, 152; en una promesa unilateral
año que fija el artículo 1,834 del de celebrar un contrato habitual, 211;
Código Civil se cuenta, desde la eit- en un contrato solemne el consenti-
trega real, 252; ~I inciso 2.° de! miento de lo~ contratantes puede ma-
artículo 1,876 del Código .Civil se nifestarse en escrituras separadas, 216;
refiere qmto a las partes. como a los 383; consentimiento .de la mujer ca-
terceros, 213; hay objeto ilícito en sada para vendel"' sus bienes raíces,
la venta de un bien embargado, 187, forrna de expresarlo, sanción, 228,
198; es nula la compraventa estipu- 231 Y 232.
lada .por un padre de familia a favor' Comunidacl..~Disue!ta la sociedad
d~ un hijo, 208; el comprador pued~ conyugal se crea una comunidad, 4-21;
exigir ejecutiv:unente del arrendata- tamibién nate con respecto a los bie-
rio las, rentas de arrendamiento, 283; nes que adquieran dos personas ca-
compra de cosa propia carece de cau- sadas por matrimonio religioso', 421
sa, 201. bis; también existe disuelta que sea
Ver evicciÓn, pacto 4e retroventa, una sociedad y entretanto se liquida,
pacto c(}mi~orio, lesión enorme. 422; la calidad de comunero debe de-
Condición.~Po~itiva, 3; suspensi-
terminarse en juicio ordinario; la co-
~nidad no tiene un domicilio dis-
va, Y; casual,3; mixta, 3; potestati-
va, 2 y 8; condición resolutoria, '(er tinto de los comuneros, 424; un co-
munero en beneficio de la comuni-
rcwlución.
dad puede entablar acciones poseso-
(;onfesión.-Puede ser esp~ntánea rias, impetrar medidas conservativas,
y provocada, 168; divisibilidad e in-
pero no desahucio, 425; puede veri-
divisibilidad, 169. ficar un crédito en ú:o.a quiebra, 426;
Contrato. - Elementos constituti- puede cobrar la parte que le corres-
vos, 171 a 202; interpnitarlo es cues- ponda en un crédito de la comuni-
tión de hecho, 203, 204, 205; califi- dad, -426; un comunero no puede
carlo es cuestión .de derecho, 203, 204, 1 prescribir contra sus copartícipes,
~05 y 206; contratos irinomina:dos -427; hipoteca de cuota, 379, 380; si
porque reglas se rigen, 207. son varios los dueños del inmueble
Consentimiento.-Las reglas sobre hipote¡:ado la acción debe dirigirse
formación del consentimiento que da contra todos ellos, 381; la prescrip-
Lf¡.S OBUGACIONES y Los CON'I'RATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA' 321

ClOn que alega un comunero no fa- pel'juicios ocasionados por un delito


vorece a los otros,' 13 9. o cuasidelito no es aplicable el artícu-
Véase a.djudicación. lo 196 ,del Código de Procedimiento
Cuasicontrato.-Un caso de cua- Civil, 65; para cobrar' perjuicios no
sicontrato innominado, 416. es necesario mora del deudor, 432; las
Cuasidelíto.-·Ver delito. personas jurídicas son incapaces ·de ,de-
Culpa.-Exisu: culpa contractual, lito o cuasidelito, 434; los. artículos
y 'se' presume, de parte de la Em- 2,329 ,y 2,320' del Código Civil 110
presa, si una persona que viaja en son .taxa.tivos, 443 y 444; responsa-
un tranvía sufre un accidente, 433; hiliilad porios delitos o cuasidelitos
casos de existencia de cuipa, 40 y 41; cometidos por otras personas, 444,
hay culpa extracontractual si se pro- 445, 445 bis y 446; responsabilidad
duce un accidente por haber violado del constructor por los daños ocasio-
los reglamentos existentes" 436; pre- nadospor los edificios, 447; el artícu-
sunciones de culpa, 443; culpa de la lo 2,317 del Código Civil al estable-
victima, 450; la culpa grave se equi- cer responsabilidad soliraria se refie-
para al dolo en materias civiles; 45, re a los co-autores de un delito pe~
46; la culpa es necesaria para que nal, 452; desde cuando se cuenta la
exista tIlma, 47. prescripción de 4 años del artículo
2,332 del Código Civil, 451; quien
D puede solicitar la indemnización' por
un delito o cuasidelito; 449; cosajuz-
Dación el:! pago.-Su naturaleza . gada de la 'sentencia que se ·di{:ta en
jurídica, 100; es válida la que hace el juicio criminal con respecto al jui-
el deudor 'alacreedor hipotecarío .de . ci~ civil, 458; 459, .qué debe probar
la finca hipotecada, 393 .. el que sólicita indemnización por un
Daño.-"-Determinar su existencia <le1ito. 457. .
es cuestión de derecho, 437; d\lño di- Depósito.-Es responsable el de-
recto, .indirecto, futuro, moraí, en positario si' entrega la cosa deposita-
las cosas, en las personas, 448; daño da a una persona distinta del deposi-
emergente 10 constituye la disminu- tario, 348; depósito irregular, 349.
ció~de valor de unas acciones, 61; Dolo.-Casos en que se ha decla-
es indemnizable el daño emergente rado que no existe, 42, 43; prueba ,del
en la reSponsabilidad extracontractual, dolo, 44; ,dolo y culpa grave, 45 y
449; daño moral. no es 'indermiizable 46; ,dolo de ,los incapaces, 122.
en la responsabilldad extracontractual,
69 ; quien puede solicitar indemniza- E
ción del daño en la responsabilidad
{!xtracontractual, 449; avaluar el' da- . Escritura púbHca.-Casos de nuIí-
ño es cuestión de hecho,' 454. da.d y de validez, 149; artículo 432
Delito.-A la indemnización de los . del Código de Procedimiento Civil no
21
322

rige para .i.m:pugnar escrituras públi~ que se ha declarado su existencia y


cas otorgadas antes de la vigencia de . su inexistencia, 18 O.
ese Código, 150; es vilido el <;:onve~ Fuerza mayor.-Casos en que se
nío en que se da mérito ejecutivo a ha declarado su existencia e inexis-'
la segunda copia de una escritura, tencia, 38; estando el deudor en mo-
151; el otorgante de una escritura ra responde de ella, 39'.
pública puede retractarse aun cuan~
do la haya firmado, si no está autori~ G
zada por el Notario, 152.
Estipulación por otro.-Es nula Gestión de negocios.-No tiene
la venta en que un padre de fam.i~ lugar respecto al contrato de com-
lia promete vender a un hijo, 208; praventa, 417; un acto· aislado no
revocaci6n de la estipulación, 209. transforma al que lo 'ejecuta en agen-
Error.-Sólo es causal de nulidad te oficioso, 418; en materia procesal
el error en cuanto a la persona fí- se rige por reglas ,distintas que en
sica del otro contratante, 178; error mal:<:ria civil, 418.
esencial, 179.
Evicción. - Cuando existe, 255; H
puede cit;use de evicción a todos los
antecesores en el dominio de la cosa Hechos de la causa.-Establecer
corrq>rada, 256. si hubo intención de novar, 101;
interpretar los co~tratos, 203, . 204
F Y 205; determinar si un bien se ,ven-
de como es,pecie o cuerpo cierto o
Fianza.-Es válida la de una ooli- con relación a su cabida, 249; deter-
gación indeterminada, 357; no requie- minar si ha existido o no lesiónenor-
re' frases sacramentales para su cons- me, 258; determinar el "caso gra-
titución, .3 56; fianza sub~idiaria, 3 58 ; ve" a que se refiere el artículo 1,972
un caso en que se aplica el N.O 3.° del Código Civil, 294; determinar la
del artículo 2,343' del Código Civil, voluntad del fundador de Un censo,
355; casos en que se libera el fiador, 300; avaluar el daño, 454; establecer
360; nulidad de renuncia que hace si en un 'contrato existió fuerza, 180;
el fiador, 359; la fianza prescribe con establecer los hechos de la causa sin
la obligación:- principal, 361; un caso violar las leyes reguladoras de la prue-
de aplicaci6n del N.O 2.° del articu~ ba, no es susceptible de casación, 14 5.
10 2,381 del Código Civil, 362; si Hipoteca.-La hipoteca que con-
el crédito contra el deudor principal trata el heredero sin hacer las ins-
goza de preferencia, ésta no puede cripciones del artículo 688 del Có-
invocarse contra el fiador, 415. digo Civil no es nula, 368; si se re-
Fuerza.-Determinar su existencia mata la :/inca hipotecada sin citar a
es cuestión de hecho, 18 O; casos en un acreedor hipotecario,. éste conser-
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA' JURISPRUDENCIA 323

va su derecho y el remate es válido, rematar la ,propiedad embargada, pe-


369; a,;erca de 'la forma de hacer la ro no para adjudicársela al acreedor,
notificación que prescribe el artículo 394; para que se puedan hipotecar los
2,428 del Código Civil, 370 y 373; bienes de la mujer casa,da es necesa-
el 'ar,tículo 2,428 del Código Civil no rio que haya necesidad o utilidad ma-
se aplica si el' acreedor se adjudica nifiesta par,a. ella, 395; para posponer
la propiedad a falta de postores, 371;, ljl1a hipoteca de que goza una mujer
citados los acreedores para' un pri- casada se requiere autorización judi-
mer remate no es necesario notificar- cial, 396; la mujer que hipoteca un
lo para los posteriores, 372; el acree- bien propio para responder de una
dor que no ha sid~ citado al rem,ate ,deuda ,del. marido, no contrae obliga-
no puede pedir su'nulidad, 374; nó .ción .personal, 397; la: hipoteca con-
hay "litis pendencia" si se entabla la traída por el tutor antes que se le
acción ,personal contra el deudor y discierna el cargo es nula relativa-
la real contra el tercer poseedor, 375; ,m!ente~ 398; hipoteca de bienes embar-
el domicilio que se pacta éntre acree- gados es nula, pero es válida si el em-
dor y ,deudor hipotecario no afecta bargo no subsiste cuando se inscri-
al tercer poseedor, 376; cancelación be, 186 Y 191; como se traspasa la
de la inscripción hipOtecaria, 377; Ín- hipoteca en el pago, con subrogación
,divisibilidad de la acción hipotecaria, y en la cesión de créditos, 97, 270;
378; hipoteca de cuota, 379, y 380; se opera subrogación en favor del
si son varios los dueños del inmueble acreedor hipotecario .que remata y" pa-
hipotecado la ;¡,cción debe dirigirse ga a los otros a,creedores, 91; el acree-
contra todos, 381; es válida la hipo- dor hipotecario no, puede demandar
teca por declaración unilaterall del dd tercer poseedor el pago del cré-
deudor, 383; el acreedor hipotecario dito, 341.
puede harer efectivo su derecho en
el mJonto del seguro, aun cuando 1
su crédito no sea exigible, pero que-
,da sujeto a la 1?rescripción tie la ac- Intereses.-D~de cuando se dében
ción del seguro, 384; mientras, no se en la entrega ,de un legado, 70; inte-
verifique la subasta el acreedor hipo- reses usurarios, 71; intereses de una
tecario debe 'respetar el arriendo, aun renta o pensión periódica, 73; si se
cuando no conste Por escriWra pú- cobran intereses sin decir cuáles pro-,
blica, 390; la hipoteca se extiende a cede mandar pagar 105 legales, 74;
las rentas de arrendamiento a la fin- no se puede ah vez cobrar intere-
ca ,hipotecada, 390; 'cláusula, garan- ses penales y legales, 36; intereses de
tía general hipotecaria es válida, 391; intereses, 344. - '
la hipoteca puede gárantizar obliga- - Instrutnento público.-Son taies
ciones indeterminadas, 392; puede pac- la sentencia que se ,dicta en la liqui-
tarse que se omita la tasación para dación de una sociedad conyugal, el
MAÑUEL SOMARiUVA UNDURRAGA

inventario solemne, los certificados de la venta de derechos hereditarios, 257;


gravámenes, las partidas del Registro el artículo 1,895 del Código Civil no
Civil, 154; impugnación de 'un ins- se aplica a las :particiones, 259; el de-
truntento 'publico sobre lo d~clarado recho del .artículo 1,8.90 del Código
por quienes lo han subscrito, 155; Civil puede ejercitarse aun cuando la
obliga a la mujer ,lo declarado por sentencia que declara la rescisión es-
el pjarido durante la vigencia de la té ejecu~oria:da, 260; determi.n.ar si ha
sociedad conyugal de haber recibido existido lesión enorme es cuestión de
dinero en' mutuo, 156. hecho, 258; la acción del inciso 2. 0
Instrumento privado.-Para que del artículo 1,?9.3 .del Código Civil
produzca efecto es necesario que se prescribe en 4 años contados desde
oponga a la persona que lo ha suscrito, la venta que hace el comprador, 261.
15 8; valor probatorio si se opone a
quien no lo ha subscrito, 158; fecha M
de un instrumento privado desde que
se presentó en juicio, 159; los ar- Mandato.-.:..conferido a un corre-
tículos 1,704 y 1,705 CIel Código Ci- dor de. propiedades para vender un
vil no se aplican a los juicios de co- bien raíz, 3 16; revocado 1.Ú1 manda-
mercio, 16 O; para que una .escritura to a un abogado deben indemnizár-
pública no autorizada por el Nota- sele los perjuicios que con ello se le
rio valga como instrumento privado ocasionaron, 319; la delegación del
debe sér reconocida o mandada te- mandato constituye aceptaclOn taCI-
ner por reconocida, 161. ta de él, 320; la sanción del artícu-
lo 2,144 del Código Civil es la nu-
J lidad relativa, 321; la venta efectua-
da por el mandatario habiendo falle-
J uego.-Las operaciones de bolsa cido el mandante y conociendo esta
nocontituyen juegos ilícitos, 351; circunstancia, es venta de cosa aje-
son contratos distintos' el de juego y na, 322; prueba del mandato, 323;
el de apuesta, 35 3; las carreras de revocación del mandato para vender
perro son juegos de azar, 353. un bien raíz debe hacerse por escri-
tura p~blica, 324; el, mandato por
L regla general es remunerado, 325 ;
, '
mandato a nombre propio, 326; con-
Lucro cesante.-$on los intereses secuencias de la representaóón, 327;
del capital, 61; no lo constituye lo no es necesario que las facultades que
que 'el acreedor haya podido ganar en no sean de mera administración se
otros posibles negocios, 61; se in- confieran expresamente, 328; para re-
demniza en la responsabilidad extra- nunciar a la prescripción se requiere
contractual, 449. mandato especial, 329; el mandante
Lesión enorme.-No procede en tiene acción contra el delegado,. 330;
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 325

mandato para reconocer saldo de una y de obligaciones, 10, 102 Y 103; no


cuenta corriente" 3JI; el artículo 29' hay novación en la ampliación del
dd Código de Procedim:iento Civi,l ha plazo ni en el alza de intereses, 101;
deroga-do al' 2,128 del. Código Civil, tampoco la const~tuye"el dar enpien-
'171; mandato para vender un bien da un crédito, 104; v'Olunta,d de n'O-
raíz debe otorgarse por escritura pú- 'lar, 105; determinar esta voluntad es
blica, 241; es válido' el mandato que cuestión ,de hech'O, 105.
otorga el marido ~ Sl.1 mujer, 79. Nulidad absoluta.-N'O pueden so-
Mora.-Es necesaria para pedir la licitarla l'OS herederos del que celebró
resolución -de un contrato, 14; duran,. el contrato con'Ociendo el vici'O, 110;
te la mora el, deudor responde del . ni el representado si el representante
oaso fortuito, 39; no existe si el pa- se haya en el mismo caso, 111; ni el
go se retiene por orden judi,cial, 47; mandante que a' sabiendas ot'Orga un
no hay mora sin: culpa, 47; casos en m!andato nulo con res.pecto al con-
que existe mora, 47; si no se 'paga ,trato celebrado P'Or e¡ mandatario,
un ,legado dentro del plazo fijado por 112; el ~rtículo 1,683 del Código Ci~
el testador no hay mora, 48; cuando vil se aplica a la muje:.- casada, 113;
el requerimiento del deudor produce el artículo 1,683 ,de1 Código Civil se
la mora, 51, casos en que es necesa- refiere al conocimiento real y >efecti-
rio este requerimíento, 52, 53 Y 55'; vo del vicio, 114; si aparece de m<lnÍ-
la demand:;. ante juez incompetente fiest'O .la nulidad el· juez puede de-
110 coloca en mora al deudor, 49; pa- clararla dé 'Oficio, aun cuando el con-
ra perseguir la responsabilidad extra- trato se haya ceIebra,do con conoci-
,contractual no es necesario la mora, m.-tento del vicio, 115; casos en que se
432. ha declarado que la nulidad aparece
Mutuo. - Un caso de existencia, de mani:fiesto y viceversa" 116; la de-
,337; los bonos de la Caja de Crédi- claración de nulida,d puede pedirse sea
to Hiipotecario no pueden darse en que el 'contrato se haya cumplido' o
mutuo, 338; interés pellal en el mu- no, 117; nulidad parcial, 118; contra
tuo, 3"39; nu1idadde, la hipoteca no quien ,debe dirigirse la acción de mÍ-
ácarrea nulidad del mutuo, 340; en lidad, efecto respecto a terceros, 119;
contra del tereer poseedor no puede las reglas de la nu.lidad civil no se
entablarse la acción que nace del mu- ap1ican a los juicios, 121.
tuo, 341; el mutuo hipotecario no es Véase nota página 79.
acto de comercio, 342; Nulidad relativa.-Prescripción de
la acción desde cuando se CUenta, 125;
interrupción, 120; no se' suspende,
N 126; a quien ,aprovecha la declara-
ción de nulidad relativa, 127.
Novación.-Por >cambio de deudor Véase nota, página 79.
326' M..-1NUEL SOMARRIVA UNDURRAGA
" i'i- . . .:-3--=--=-" .~- - -'-'-~ ....... .

o prueba <le ninguna especie, 146; a


quien corresPonde por regla general
Obligación. - Obligación naturaJ, el "onus probandi", 147; hay obje-
1; obligación condicional, 2 y5; obli- to ilícito en Ja inversión del "onus
gación mQ.dal, f; obligación de gé- probandi", 183; qué debe probar el
nero, 28 ¡ obligación conjunta, 27 y que entabla acción de pago de 10 no
32; obligación indivisible, 378, 381 Y ,debido, 420; qué debe probar el que
426; obligación con cláusula penal, solicita indemniZación por un deli-
wr cláusula penal; obligaciones soli- to {) cuasidelito, 4f7; si se pretende
darias, ver solidaridad. que un ,bien raíz se ha vendido con
Objeto ilícito.-Existe en la cláu- relacióp a su cabida debe probarse,
suia. en que se ;invierte el "Qnus pro- 248;
bandi", 183; en 10 que va contra el
Derecho Público Chileno, 184; en los p
pactos sobre sucesiól¡ futura, 18 f; al-
cance de la expresión "enajenación" Pacto comisorio.-Para agregarle
que usa el artículo 1,464 del Código la .cláusula "ipso facto", no es nece-
Civil, .186; hay objeto ilícito en la sario usa,r frases sacramentales, 263;
venta de cosas embargadas, 187;. el se aplica .al arrendamiento, 297.
artículo 1,464 se aplica cuando hay Pacto de retroventa.-EI requeri-
p,roWblción de enajenar, 188; hay miento de que habla, el artículo 1,885
objeto ilícito en la ettajenacÍón ·de un del Código Ciyil debe ser judicial,
derecho litigioso embargado, 189; no 262.
hay objeto ilícito en la adjudicación Pago efectivo.-EI que hace un
de un bien embargado, 191; objeto tercero se sujeta a las mismas reglas
ilícito en la enajenación de un bien que el que hace el deudor, 77; man-
sobre el que pesa una medida precau- dado retener el pago, no se le puede
toria provisional, 193; si hay embar- exigir ejecutivamente, 78 y 82; es
go al mom'ento de subscribirse el acta válido el que se hace a la mujer a
de remate, pero no subsiste cuando quien su m:arido le ha conferido man-
se hace la escritura de. adjudicación dato, 79; no es válido el que se hace
. no hay óbjeto ilícito, 194; tampo- al cedente después I de notificada la ce-
co lo hay, si. al firmarse la escritura sión, 80; en el juicio ejecutivo la ex-
<le hipoteca hay embargo que no sub- cepción de pago sólo puede oponerse
siste al inscribirla, 19 f; ni tampoco en el escrito de excepciones, 83; pa-
si hay una prohibición al momento de . go hecho al mandatario, debe éste
otorgarse una escritura deacIaráción recibirlo en calidad de tal, 8 1; el ma-
de una compraventa, 198. rido debe pagar los honorarios que su
t·Onus probandi".-Se infringe el mujer adeuda a un abogado por de-
artículo 1,698 del Código Civil si se fensa juicio nulidad de matrimonio,
acepta la demanda sin haber rendido 84; en el juicio ejecutivo sólo puede
LAS OBLIGACIONES Y LOS' CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 327

pagarse antes del remate, 86; donde no censtituye novación' dar un cré-
debe hacerse el pago, 87. dite en :prenda, 104.
Pago por consignación. - No es Prelación. de créditos.-El privi-
válida la oferta hecha al fiador, 88; legió establecido en el N.O 4.° de! ar-
ni tampoco una oferta privada, 89; tículo 2,481 del Código Civil a fa·
¿puede el ,acreedor en el procedimien- VOl' .'¿e la mujer casada se extiende a
to del pago por consjgnación oponer- los hienes de la sociedad conyugal,
se al pago?, 9Ó; 409; el establecido a favor de los
. Pago con subrogadón.-Vel' su- ernlpleados particulares en el N.O 4.°
del 2,472,.S{;) refiere a los últimos tres
brogación.
meses de sueldo, 410; una: preferen-
Pago de lo n~ debido.-Qué de- da puede el juez declararla de oncio,
be acreditar el "lue entabla esta ac- , 411; no es suficiente para invocar
ción, 420. privilegio de la mujer el que aparece
Perjuicios.----Para que prooeda su de la sociedad conyugal liquidada por
in¡{emniz<l!ción deben probarse, 57; escritura pública, 413; el artlculo
para' indemnizar perjuicios previstos 2,477 ·no se aplica 'cuando un solo
,basta que haya culpa, 58; sólo se acreedor es titular de todas <las hi-
indem,inizan perjuicios ,directos, 59; es potecas; 413; inemhargabilidad del
nula la sentencia que da .lugar a la usufructo del marido sobre los bie-
indemnización de perjuicios sin esta- nes de la mujer y del padre sobre les
,blecer cómo se han acreditadó, 60; del hijo, 414; el privilegIo que se tie-
en el caso del articulo 1,489 del Có- . ne contra un ,deudór solidario no pue-
digo CiviJ no procede pedir indemni- de hacerse valer 'contra los otros, ni
zación ,de perjuicios si ~1 mismo tiem- <contra el fiador,. 415. '
po no se pide,el ¿ump'limiento o la Prescripcion. - De corto tiem¡po,
resolución del contrato, 62; no es. per- cuande se aplica y cuando ne .recibe
juicio previsto el mayor valor adqu- aplicación, 13 O, 131, 13 2, 13 ~; des-
rido por una propiedad" 6 3; especie .de cuando se cUlenta la prescripción
y mlOnto .de 105 perjuicios, 66, 67 Y ,de los honorarios de un ah()gado e
67 his; artículo 196 del Código de ,de un médico, 134; es lí.cito limitar
Procedimiento Civil, 68. los plazos,.de prescripción, 13 f; pres-
Prenda.-Para su existencia se re- cripción de la acción de' nulldad de
quiere Ja entrega real, 363; no hay matrim¡()nio no puede renunqarse y
prenda sobre prenda, 364; no puede puede declararse de oficio, 136; la
constituirse sobre una póliza de se- prescripción, puede alegarse ,como ac~
guro, 365; ni sobre sumas indeter- dón y como exocepción, 137; el acree-
minadas de, dinero para garantizar dor no puede alegar laque favorezca
también sumas :indeterminadas de di- al deudor, 144; forma de alegarla,
nero, 36'6; hay 'Objeto ilídto en dar 138; 'alegada por un comunero no
en prenda un bien embargado, 186; favorece a los demás, 139; prescdp- .
328 MANUEL SOMARR:I~l\. UNDURRAGA,

ción de la acción reivindicatoria, 143; deudor esté declarado en quiebra pa-


la prescripción del título ejecutivo . ra entablar la acción pauliana, 76;
no se suspende, 14Ó; interrupción de no se puede alegar la exigibilidad de
la prescripción, 141 y 142; l.a no- un crédito nacida de la declaración
tificación que se hace al deu?or de la de quiebra para oponer la compensa-
cesión no interrumpe la prescripción, ción, 106; declaración de quiebta de
272; entre comuneros no hay pres- una sociedad disuelta y no liquidada,
cripción, 427; prescripción de la aé- 314; un comunero puede a nombre
ci6n de' nulidad, 124, 125, 126; de ~t: la comunidad verificar un crédi-
la indemnización de perjuicios accio- to en una quiebra, 426.
nados por un delito, 45 1; de la ac-
,ción resolutoria, 26. R
Presunción.-Para su existencia no
es necesario que el legislador use fra- Renta vitalicia.-No existe si la
8'eS sacramentales,. 170; por medio de penSlOn no se paga en dinero, 354.
ellos se puede acreditar la simulación, Resolución.-La resolución del :lr-
179; y el dolo, 44; las limitaciones tículo 1,489 .del Código Civil debe
de la prueba testimonial no rigen con ser declarada judicialmente, 15; ésta
las presunciones, 163. se enerva pagando el deudor, 16; pro-
Principio de prueba por escrito •. cede sea que haya incumplimiento to-
-Requisitos y condiciones, 165 y 'tal o parcial, 17; procede aunque el
166. deudor esté en quiebra, 18; caso de
Promesa de contrato.-No es vá- resolucióh en que ambos contratan-
lida la promesa unilateral de celebrar tes son negligentes, 19; no puede
un contrato bilateral, - 211; puede re- pedirse en la réplica si en la demanda
solverse, 215; exigibilidad de la pro~ se pide la nulidad, 21; puede pedirse
mesa, 214; son distintos promesa y en un mismo juicio conjuntamente
contrato prometido, 213; el consenti- con la reivindicatoria, 22; no puede
miento de las partes pUlfde manifes- pedirse conjuntamente con la nulidad,
tarse por escritur.as separadas, 216. 22; puede renunciarse, 23; debe pe-
Prueba.-Véase: "onus probandi", dirse ,contra el otro contratante, 24;
instrumento público, instrumento pri- en cuanto tiempo prescribe, 26; efec-
vado, confesión, presunciones, testi- to respecto de terceros, 27; resolución
gos. parcial en una compraventa de trac-
to sucesivo, 187; resolución del arren-
Q damiento, 29') a 298; resolución de
la' compraventa, 264 y 265; resolu-
Quiebra.-No obstatlte que el deu- ción de la transacción, 403; para so-
dor esté declarado en quiebra proce- licitarla se requiere que el deudor es-
de la resolución del contrato si no té en mora, 14; procede si el com-
cumple, 18; no es necesario que el .p~~dor no puede inscribir su título,
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 329

12; si no se le hace la e¿trega mate- rigirse contra los otros; obligación


rial, 12; no procede' si en la escritu- alimenticia que pesaba, sobre la socie-
ra se da por pagado el precio, 13 ; dad conyugal, fallecido uno de los
no procede en las particiones y. ad~ cónyuges, :pasa a los herederos como
judica·ciones, 9. conjunta, 32; acción de repetición
Responsabilidad. - Véase, perjui- del deudor que paga, 33; no hay so-
cios,daílo, culpa, delito, dolo. lidaridad si no es una misma la cosa
debida, 3 5 5 ; la' compensación sólo
s puede alegar1a el déudor que sea acree-
dor del acreedor, 108; él privilegio
Sociedad. - La que se constituye de que se goza ,contra un deudor, n.o
,para eXlplotar salitreras es, civil, 306; puede invocarse, con reSpecto a los
para calificarla de civil o mercantil se otrqs, 415; el artículo 2,317 del Có-
atiende a los actos para los cuales se digo Civil al declarar solidaria la res-
forma, sin atender a otras circuns- ponsabilidad de los coautores de' un
t;J.ncias, 306; es e1emento esencial en delito se refiere al delito penal, 452.
la sociedad el que todos los socios s,o- , Simulación.-Encierra una nulidad
porten pérdidas, 307; Y que hayan por falta ,de causa o de concentimien-
aportes, 308; el apon;e en propied~d to, 129; puede probarse por presun-
a una sociedad es título traslaticio ciones,' 129; es ilícita sólo cuando
de dominio, 3 08; 'es una persona ju- perjU:dica a tel"'ceros, 129.
rídica distinta de los socios, conse- Subrogación.-EI monto del se-
cuencias, 309; sobre participación en guro, subroga a la finca h~potecada
los beneficios, 310; para la venta de para que el acreedor ejercite sus' de-
los bienes sociales y disolución anti- rechos, 384; para que opere la subro-
cipada se requiere la unanimidad pre- gación Jel N.O 2. 0 del artículo 1,610,
sente que el artículo 2,054 del Códi- es necesario que se pague a los acree-
go Civil, 311; la acción del artículo dores y no- al dueño, 91; esta misma
2,108 del Código Civil debe trami- subrogación se opera en favor del
tarse en juicio ordinario, 312; domi- acreedor hipotecario que se adjudica
cilio de la sociedad, 313; persona ju- la propiedad, 91; el ter.cero que paga
rídica de la sociedad disuelta y no una deuda ajena se presume que 10
liquidada, 314. hace .con dineros propios, 92; no hay
Solidaridad.-Si se da por recono- subrogación si el que paga 10 hace a
cida una deuda en rebeldía de la com- ' nombre del deudor, 93; operada la su-
parecencia ,de dos personas, la obliga- brogación legal en favor de una per-
ciónes conjunta y no solidaria, 29; sona, no procede la subrogación vo-
demandándose a un deudor solidario luntaria con respecto a otril en la
no pueden embargase bienes de otro, misma deuda, 95; traspaso de la hi-
30; demandado un deudor si no se poteca en el pago con subrogación,
obtiene el pago, el acreedor puede di- 97.
330 MANUEL SOMARRlV A UNDURRAGA

T casos en que" no hay transacción" 401;


tr.ansacción sobre los bienes raíces de
Testigos.-Casos en que se apli.can un menor habilitado ,de edad, 402;
y casos en que no se aplican las li- ,'sobre .Jos bienes de una mujer casada,
mitaciones a la. prueba testimonial 466, la transacción es suceptible de
Contenidas en los artículos 1,708. y resolverse, 403; efecto de cosa juz-
siguientes dd Código Civil, 162, 163, gada que tiene, 407; poder para tran-
164 Y 167; ~stas limitaciones no im- sigir, 318; en el caso del artícuio 400
j;!iden que se pruebe por medio de del Código Civil la transacción debe
presuncion\!s, 163. aprobarla la justicia ordinaria y no el
Transacción.-Es nllla aquélla en á.rbitro, 408.
que los cónyuges renuncian a su ca-
lidad de ta1es, 399;' igualmente aqué- v
lla en que, un accidentado del traba-,
jo renuncia a la indemnización, 405; Vicios del consentimiento.-Véa-
transa.cción que recae sobre la acción se error, fuerza y dolo.
civil que nace de un delito, 400;

índice
INDICE POR 'ARTíCULOS
CODIGO' CIVIL
Ártículo Sentencia Artículo Sentencia

2 382. 669 266.


3 119. 671 220.
9' 301. 681 78.
16 175. 686 240.
44 41, 42, 44,45', 46, 688 23> y 368.
47, 433 Y 436. ' 696 235 Y 368.
45 38. 700 92:
47 170.' 703 430.
67 313. 718 430.
69 376. 751 242.
136 84. 793 242.
143 234. 892 428.
150 176. 928 61.
159 224. ' 1126 242.
171 414. 1320 275.
173 225. 13-38 70 Y 284.
246 172. 1344 284 Y 430.
255 223. .1359 ' 302.
303 120 Y 402. 1432 242.
377 398. 1445 220.
400 408.' 1448 111 Y 327.
412 221. 1449 208, ,209 Y 210.
545 434, 1453 179'.
575 338. 1455 178.
590 148. 1456 180 Y 181.
643 283. 1459 44.
647 283. 1461 182. 219 Y 357.
332 MAfTUEL SOMARP.lVA UNDUllIlAGA
__:..__ _ "--;_c _"~.",--.:. - __ .~'~". ¡- ....

1462 184. 1567 25 •.


1463 185. 1573 418.
1464 128, '186 a 198. 1576 .73 Y 81.
1465 359. 1573 78 'Y 82.
1466 353. 1587 87.
1467 199, 200 Y 20,1. 1588 87.
1470 1. 1600 88 Y 89.
1473 2, 3 Y 7. 1606 90.
1474 3. 1608 93.
1475 3. 1610 N.O 2. 0 91.
1477 3. 1610 N,o 5. 0 92, 96 Y 98.
1478 6. 1611 94.
1479 3. 1612 95 Y 97.
1480 242. 1625 99.
1488 S, 1628 102 Y 103.
1489 ?, a 26, 215, 264, 1634 . 103.
265, 295, 297, 298, 1640 415.
Y 403. 1641 415.
1494 4. ,1642 41.5'.
1508 28. 1649 101 Y 360.
1511 29 Y 32. 1650 360.
'1512 355. 1656 107.
1514 30. 1659 107.
1515 31. 1681 117 Y 129.
1520 108. 1682 120.
1522 B. 1683 110, 112 a 116.
1526 373, 381 Y 426. 1684 123.
1535 34 Y 35. 1685 43 Y 122.
1537 37. 1688 120.
1543 36. 1689 119.
1544 35 Y 339. 1690 127.
1545 376. 1691 124 Y 125.
1547 39, 40, 41, 47 Y 433. 1692 126.
1551 11, 14, 47, 48, 49, 169'8 46, 147, 148, 158,
51 a 55, 74 Y 432. 183, 248 Y 457.
1552 50 Y 285- 1699 1.54 Y 157.
1554 211 a 216. 1700 155, 156 Y 336.
1556 180, 181 Y 449. , 1701 161.
1558 58 Y 59. 1702 158.
1559 74. 1703 159.
1560 203 a 207, 300 Y 367. 1704 160.
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS A.NTE LA JUlUSPRUDENCtA 333

1705 160. 1903 269.


1707 129. 1906 270 Y 271.
1708 98, 162, 281 Y 323. 1909 273, 274, 275 Y 276.
1709 98, 162, 164, 167. 1911 277, 278 Y 279.
281 Y 323. 1915 280.
1710 163. 1916 280.
1711 165, 166 Y 167. 1921 281.
1712 170. 1924 285.
1713 168. 1926 282.
1753 414. 1930' 288.
1754 226 a 233, 308, 395 1935 285.
y 396. 1936 290.
1764 421. 1942 283, 285 Y 287.
1796 217. 1945 292.
1798 218. 1946 295.
1800 221. , 1950 299".
1801 222 Y 241. 1951 291.
1810 187 Y 198. 1962 289.
1815 245. ,1964 242.
1816 20!. 1972 294.
1817 239'. 1977 286.
1824 17 Y 254. 2003 385.
1827 56. 2027 302.
1828 17 Y 243. 2031 242.
1831 248 Y 249. 1042 303.
1832 251. . 2044 304.
1834 252. 2053 311.
1838 255. 2055 308.
1841 256. 2059 306.
1851 237. 2077 305.
1865 237. 2081 425 Y 429.
1872 246. 2108 312.
1876 13 Y 253. 2116 315, 316, 317 Y 319.
1877 264. 2117 325.
1879 263. 2118 319.
1880 135. 2124 320.
1885" 135 Y 262. 2128 171.
1891 237. 2132 328, 329, 331, 4-25,
1895 338. Y 429.
1901 267 Y 268. 2138 330.
1902 269 Y 272. 21:44 125 Y 321.
334 MANU:r;:L SOMARRTVA UNDURRAGA-

2151 326. 23.84 366.


2158 325. 2386 363 Y 364.
2163 324. 2389 365.
2173 322. 2397 393 Y 394.
2174 334. 2401 378.
2182 28~. 2409 383.
2185 332. 2410 377.
2194 333. 2415 242.
2196 337, 338 Y 343. 2416 386.
2199 345, 346 Y 347. 2417 379' Y 380.
2206 339. 2422 390.
2210 344. 2424 393 Y 394.
2221 349. 2427 384.
2233 348. 2428 369 a 374.
2234 287. 2430 397.
2259 350, 351 Y 353. 2431 391 Y 392.
2305 425 Y 429. 2434 386.
2267 354. 2446 401.
2286 417. 2447 405.
2291 418. 2448 318.
229"5 420. 2449 400.
2297 420. 2450 399.
2298 420 bis. 2460 407.
2304 421 Y 421 bis y 422. 2462 404.
2305 425 Y 440. 2468 75 Y 76.
2314 436 y' 440. 2472 410.
2315 448. 2477 413.
2317 452. 2481 409.
2319 446. 2492 144 Y 427.
2320 445, 445 bis, 447 Y 2493 136, 138 Y 139.
459. 2494 136.
2321 459. 2498 144.
2322 445, 4:45 bis Y 446. '2511 144.
2329 439 y 443. 2514 134.
2330 450. 2515 140.
2332 451.
I
2517 143.
2335 356. 2518 141, 142 Y 272.
2343 355. 2,521 134.
2365 358. 2522 130 .a 1'33.
2381 362. 2524 125 Y 126.
LAS OBLIGACIONES Y LOS CONTRATOS ANTE LA JURISPRUDENCIA 335

CODIGO DE COMERCIO

3 342. 410 314.


97 a 106 177. 413 314.
380 314. 555 384.
381 314 817 364.
396 305.

CODIGO DE PROCEDIMIENTO. CIVIL

3 423 Y 312. 391 l69.


7 419. 432 l50.
18 22. 450 L51.
19 22. 460 28.
29 171. 464 L40.
157 277. 465 30.
196 65 a 68. 486 ·83 Y 389.
201 459. 487 83.
202 458; 512 86.
203 459 .. 517 86.
270 44, 193 Y 438. 819 383.
300 83 Y 137. 942 85, 138, 454y 456.
302 21. 950 44.

LEY DE QUIEBRAS
De 4 de febrero de 1929

61 414. 89 18.
66 106.

LEY ORGANICA DE TRIBUNALES


De ~5 ~ octubre de 1875

1 64.

LEY DE MATRIMNIO CIVIL


De 10 de enero de 1884

33 178.
índice

Das könnte Ihnen auch gefallen