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ENTREVISTAS...
Robert Kennedy - Mario Soares - Leonel Brizola - Hernan Siles Suazo - Belisario Betancur -
Felipe González - Adolfo Suárez, entre otros
2001
1. Prólogo
2. Robert F. Kennedy
4. Tejero Molina
7. Landelino Lavilla
8. Antonio Garrigues
Prólogo
Las entrevistas reproducidas corresponden a las que realicé a los principales protagonistas de la
elección que señaló el comienzo de la efectiva consolidación democrática española. La posibilidad
que en ellas ganara, como ocurrió, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) planteaba en su
plenitud el contraste del panorama político español de ese año de 1982 con el de la anterior vez que
los socialistas triunfaron en los comicios, en febrero de 1936. Pero si en ésta última ocasión las
conspiraciones y levantamientos sucedieron a dicho hecho hasta llevar a España a sufrir primero su
cruenta guerra civil que duró casi tres años y, posteriormente, a la cruel dictadura franquista, en ésta
oportunidad la desesperación de grupos de la ultraderecha hispánica se anteponen a las elecciones y
no tienen, afortunadamente, las consecuencias anheladas por sus organizadores.
La situación que se vivía en el Cono Sur, en el que el desmonte de las dictaduras en muchos casos
constituía una incertidumbre, agregaba un interés que no era por cierto menor al anterior. Entendí que
era éste un modo de contribuir a aliviar si no las paranoias de los grupos detentadores del poder, por
lo menos a mostrar a quienes sin estar patológicamente contagiados de esa posición de fuerza podían
alentar alguna inquietud con respecto al futuro que tarde o temprano se iría a abrir. Exhibir que no
solamente es posible la desavenencia, sino que ella es presupuesto necesario a cualquier posibilidad
de progreso.
Asimismo, la serie de entrevistas a quienes participaron directamente de las negociaciones y de los
gobiernos de transición de regímenes de facto a la democracia - en América Latina y la Península
Ibérica -, tenían el mismo afán, de divulgar la opinión y las vivencias de los actores de esos cambios
políticos, las experiencias análogas producidas en sitios no muy diferentes al nuestro, en momentos
cruciales para nuestro país.
La inclusión de la entrevista que sostuve con el ministro de Relaciones Exteriores británico, Sir
Geoffrey Howe obedece al interés sobre el futuro del relacionamiento de Londres con América
Latina, a propósito de Las Malvinas. Y fue realizada en momentos que Argentina se reencuentra con
la democracia.
La entrevista al senador Robert F. Kennedy es reproducida porque fue la primera que realicé, casi en
los inicios de mi actividad periodística. De todos modos, los pareceres del asesinado legislador
estadounidense mantienen una vigencia que señalan la importancia que representó su pérdida para el
relacionamiento interamericano desde entonces a la fecha, salvo el intervalo del presidente Jimmy
Carter.
Quiero agradecer a la Sra. Emilia Calafi - integrante de la secretaría del diputado Ruben Díaz -, sin
cuya colaboración me hubiera sido imposible ubicar en la biblioteca del Palacio Legislativo, muchas
de las entrevistas que aquí recojo.
Robert F. Kennedy
uego del asesinato de su hermano, en cuyo gobierno ejerció el cargo de Fiscal General,
L
una suerte de ministro de Justicia, preocupándose por el respeto y la profundización de los
derechos civiles, Robert F. Kennedy (41) se presenta como candidato y obtiene un escaño por el
estado Nueva York. Desde ésta posición legislativa sostiene con fervor la causa de los humildes y
los menos favorecidos por la fortuna o por las características de la organización social y
económica de su país.
Su carácter sencillo y abierto, el calor y la sinceridad con que defiende su prédica liberal
y justiciera, su propia juventud y los antecedentes que luce, lo convierten en el principal aspirante
a ocupar la Casa Blanca, desde la que seguramente no sólo continuará el accionar de su hermano
sino que lo profundizará decididamente.
La posibilidad de confirmar su modo de ser y obtener así de Robert Kennedy respuestas a
algunas interrogantes, me induce a formulárselas.
* * *
n año y medio después, festeja Kennedy en Los Ángeles su triunfo en las primarias del
U
importante estado de California. Venía el senador neoyorquino de salir victorioso de los comicios
realizados en Indiana y Nebraska y descontados sus triunfos en Massachussets - donde nació y es
baluarte ya clásico de su partido y el liberalismo que él representa -, y Nueva York, estado por el
cual ejercía como senador, el camino presidencial hacia la Casa Blanca aparecía prácticamente
despejado. Sólo un atentado como el que le costó la vida a su hermano podía impedir que se
hiciera realidad esa posibilidad. Es el que lleva a cabo el jordano Sirhan Bishara Sirhan, quien le
disparó el tiro por el cual fallece al día siguiente, el 6 de junio de 1968, casi dos meses después
que Martin Luther King fuera también asesinado en Memphis (Tennessee), el 4 de abril de 1968.
- ¿Cuales son, en su opinión, los errores más graves cometidos por el Gobierno de los
Estados Unidos en el pasado y en el presente, con respecto a la situación latinoamericana?
- El Gobierno de los Estados Unidos no siempre ha tenido una sabiduría conmensurable con
su poder, ni, en algunas ocasiones, un poder que se iguale a su sabiduría.
Las intervenciones militares ocurridas entre 1898 y 1924 fueron emprendidas en nombre del
anti colonialismo o de la estabilidad, pero con frecuencia las motivaban estrechos intereses
económicos.
No tuvimos suficiente sabiduría para darnos cuenta de todas las implicaciones de nuestras
acciones, ni para usar nuestra fuerza con el fin de impulsar la libertad y las aspiraciones de los
pueblos afectados. Estas intervenciones, sin embargo, ocurrieron durante una época en que los
Estados. Unidos aún se sentían embriagados por el efecto de su entrada en el escenario mundial: La
Primera Guerra Mundial nos dio una amarga lección sobre las responsabilidades que conlleva el
poder y, como resultado, una fuerte tendencia hacia el aislamiento distinguió al país. Tuvimos
entonces que aprender otra amarga lección: que, aún cuando la intervención unilateral es mala, el
aislamiento no ofrece garantías de seguridad.
A partir de la Segunda Guerra, empero, hemos tratado de utilizar el poder con mesura y de
buscar nuevas formas de cooperación internacional en vez de dar la espalda al resto del mundo.
Creo que nuestros logros en este aspecto sobrepasan en mucho nuestros fracasos.
No obstante, creo que en tiempos recientes también hemos cometido algunos errores. Por
ejemplo, no siempre nos hemos asociado con la mayor claridad y en todas las formas posibles, con
los ideales de dignidad humana, justicia social y democracia política en América Latina, que son las
metas más codiciadas por nosotros en nuestro propio país.
No siempre es fácil hacer esto. Tenemos que confrontarnos con las condiciones
latinoamericanas tales como son. Pero creo que no siempre hemos hecho todo lo que ha estado a
nuestro alcance para dejar claro que, en las palabras del Presidente Johnson, "los Estados Unidos
guardan su amistad especial" para gobiernos progresistas y democráticos y que, en opinión del
Gobierno de los Estados Unidos, "los déspotas no son bienvenidos en este hemisferio".
- ¿Cuál es, a su juicio, la política que debe seguir su país, ante la realidad
latinoamericana?
- Mi respuesta a la pregunta anterior parcialmente explica qué política deben seguir los
Estados Unidos en sus relaciones con América Latina. Deseo, sin embargo, señalar otro punto. Decir
que los Estados Unidos deben guardar su amistad especial para las fuerzas comprometidas con el
progreso democrático no es suficiente. Resulta relativamente fácil saber a quién debemos apoyar
cuando un país tiene un gobierno democrático, progresista, electo por el pueblo. Pero ello no es así
en todos los países.
Tomemos como ejemplo a la Argentina. Hace varias semanas el diario "New York Times"
informó desde Buenos Aires que el depuesto presidente Illia se sintió obligado a defender al
Gobierno de los Estados Unidos contra las acusaciones de que éste había alentado el golpe que lo
derrocó e instaló a un gobierno militar.
"La impresión de que Washington apoyo el golpe ha crecido considerablemente - dijo el Times
-, debido al obvio respaldo público que han dado al gobierno militar los hombres de negocios
norteamericanos radicados en Argentina y debido también a la llegada de muchos representantes de
compañías extranjeras que desean que se les restituyan las concesiones que habían sido
nacionalizadas."
Es lamentable, pero aún así es un hecho, que muchos latinoamericanos, cuyos gobiernos a
veces están vinculados con el mundo de los negocios, no distinguen siempre entre las acciones
particulares y las decisiones gubernamentales.
Debemos expresar - agregó el senador Kennedy - completo apoyo a aquellas fuerzas que
presionan por elecciones libres y el regreso a la democracia representativa. Debemos mantener
relaciones con las fuerzas reformistas. Debemos identificarnos específicamente con aquellos actos
gubernamentales que concuerden con los ideales de la Alianza para el Progreso: proyectos de
reforma social, programas de mejoramiento educativo, reforma tributaria y, sobre todo, proyectos de
reforma agraria. La Alianza para el Progreso nos impone la necesidad de practicar un tipo especial
de política; política no de coerción sino de persuasión bajo la bandera de ideales comunes. En
algunos casos puede que sea necesario tomar medidas un tanto drásticas, pero cada caso es un caso
individual y especial. Por ejemplo, después del golpe militar en Perú en 1962, los Estados Unidos
suspendieron todos los programas de ayuda a aquel país y se negaron a reconocer el gobierno militar
hasta que éste se comprometió a celebrar elecciones libres y a respetar las libertades civiles. Estos
compromisos se hicieron, y se cumplieron, y ello condujo a la elección en el Perú, en 1963, de un
gobierno progresista: el gobierno del Presidente Belaúnde.
Dondequiera que sea posible, los Estados Unidos deben actuar mediante la acción colectiva a
través de la Organización de los Estados Americanos, pero debemos sobre todo contar con la
iniciativa de los propios pueblos americanos, para lograr mediante su propio esfuerzo las metas de la
Alianza.
- Se ha dicho en América Latina que el Punto IV del Plan Truman y la propia Alianza
para el Progreso han sido y son los dos instrumentos sutiles de un nuevo Imperialismo, aplicados
para beneficio del capital privado de los Estados Unidos y con desmedro de las economías
latinoamericanas. ¿Cómo impugna usted esa opinión?
- Cuando existen personas que dicen, y otras que creen, que lo blanco es negro, resulta
imposible refutar tales acusaciones. Pero mientras haya también personas razonables, dispuestas a
llegar a conclusiones utilizando hechos en vez de fantasías, es posible refutar esas acusaciones.
El programa del Punto IV del Presidente Truman fue diseñado con el objeto de transferir
técnicas modernas de producción a los países en vía de desarrollo. ¡Resulta difícil concebir un
programa menos imperialista que ése!
Al ayudar a los países en desarrollo a utilizar sus técnicas agrícolas, industriales, científicas,
educativas y de ingeniería, el Presidente Truman no tuvo la intención de hacer daño a la empresa
privada de los Estados Unidos ni de ningún otro país. El propósito era ayudar al sector
gubernamental y al privado a aumentar su eficiencia productiva para el bien de sus pueblos.
¡También hubo quienes llamaron imperialista al Plan Marshall - señala con vehemencia -, pero
miremos lo que es la Europa Occidental en la actualidad!
Quizás la mejor respuesta a la acusación de que la Alianza para el Progreso es una nueva
forma de imperialismo es que varias veces, del sector privado expresaron su escepticismo al
comienzo del programa diciendo que era un programa de gobierno a gobierno, que la planificación
del desarrollo nacional era perjudicial y que eran dañinas también las reformas agrarias y tributarias.
Pero, en tiempos recientes, el sector privado ha comenzado a participar en el proceso de
planificación nacional, a pagar impuestos con más aquiescencia, a ofrecer su apoyo a las reformas
que se necesitan, y a respaldar la integración económica regional. El sector laboral también está
participando en el desarrollo. El nuevo plan de desarrollo del Uruguay, por ejemplo, contó con la
participación y la aprobación de los sectores laborales y empresariales, así como del Gobierno. En
Venezuela se está llevando a cabo la reforma agraria con la participación de las agrupaciones
campesinas. Cada día más, los pueblos americanos se están dando cuenta de que la Alianza es para
la gente, y no la gente para la Alianza.
El papel de la Juventud
aracas, Palacio Miraflores, Salón de Edecanes, una en punto de una tarde de la segunda
C
semana de enero de éste año de 1976.
Un fuerte timbre anunció al funcionario que nos acompañaba, que podía hacernos pasar al
despacho del Presidente Carlos Andrés Pérez.
Cuando atravesamos el umbral de las oficinas presidenciales un grupo de fotógrafos
encargados de registrar toda actividad del jefe de Estado se desplegó en forma notoria.
En el centro de un amplio salón, como plantado en él, seguro de sí mismo aunque con su
habitual afabilidad estaba el presidente Pérez, el político venezolano que reunió el mayor
porcentaje de votación en la historia política del país y un indiscutible líder latinoamericano que
defiende con hidalguía las banderas de libertad y de justicia en estas horas difíciles para la
democracia en América.
Ya había estado con él unos veinte días antes, cuando integré la comitiva que lo acompañó
a formalizar la nacionalización del petróleo en el primer pozo en que se extrajo la fundamental
riqueza del país, ubicado en el estado Zulia, el Zumaque I.
Lo voy a ver con Marcel Niedergan de Le Monde. De inmediato nos hace sentar mientras él se
acomoda, con su espalda erguida y sus piernas cruzadas, sobre un sillón estilo imperio.
La conversación llega de inmediato a los temas que desgraciadamente obsesionan: la suerte
de la democracia, las persecuciones de ideas, los precios de las materias primas y las relaciones
con las empresas multinacionales.
Ninguna respuesta, como ya había hecho durante la conferencia de prensa con los
corresponsales extranjeros, fue eludida.
En actitud franca, sencilla, se abalanza sobre los temas que pueden ser espinosos y recuerda,
de vez en cuando y con todo derecho, la libertad que reina en su país. Claro, como que él mismo
fue elegido por su pueblo, que lo conocía y al que, por ello, se debe.
De vez en cuando, el tono de su voz se hace resonante, recordando su origen andino.
- La doctrina Betancourt -dice a una pregunta nuestra- tuvo su momento histórico. En primer
lugar, Acción Democrática regresaba de casi diez años de exilio, en los cuales había estado pidiendo
solidaridad a todos los pueblos de la América Latina, frente a la situación de dictadura en que vivía
Venezuela. En segundo lugar, el régimen dictatorial se identificaba con los sectores más regresivos
del país. Hoy, sin embargo, suelen tener diferente signo. En tercer lugar, en nuestra época se precisó
un objetivo fundamental para la América Latina: la lucha por la liberación económica. Los foros
latinoamericanos nos imponen la convivencia con regímenes distintos con los cuales se puede llevar
adelante esa lucha. Y por último, pero no por ello menos importante, por el contrario, de aplicar la
doctrina Betancourt en lugar de aislar a las dictaduras, seríamos nosotros los aislados. Mire el
continente.
Sin cambiar de actitud, pero aumentando la firmeza de la voz, como contestando a una
posible acusación de indiferencia por la suerte institucional de los restantes países
latinoamericanos, Carlos Andrés Pérez agrega:
- Creemos que cumplimos igual con nuestras ideas democráticas, con nuestro ejemplo.
Demostrando que la democracia sí es un sistema. Y creo que podemos ser más útiles a la causa de la
libertad y a la solidaridad con los perseguidos políticos si mantenemos nuestras relaciones
internacionales con los regímenes de facto y, con ello, la posibilidad de dar refugio y asistencia a
quienes la requieren.
- Nos consta que así es.
n silencio que robustece o parece reforzar su última afirmación continúa a su frase. Sin
U
embargo a poco provoca la extraña sensación que la conversación va a distenderse. Una sonrisa
asoma entonces en su amplia boca. Cambia de postura para encontrar mejor respaldo y retoma,
empero, el hilo de su pensamiento:
- El fracaso de los partidos políticos, el fracaso de los gobiernos en los aspectos económicos y
sociales pueden ser mirados como responsables de la aparición de dictaduras. Los vacíos políticos
generados por la incapacidad de muchos dirigentes llevan a que estos se llenen con la parte más
pesada... las Fuerzas Armadas. Pero la debilidad económica de nuestros países tiene que ver con
esos fracasos institucionales. Por eso hemos dicho que debemos luchar por la integración, por el
nuevo orden económico, porque allí es donde se encuentra la solución a la inestabilidad económica
que es generadora de la inestabilidad política. Observe - me dice mirándome fijamente - que nos
cambian el precio de una materia prima y nos varían el panorama político.
- Ud. ha señalado el problema político que crea la variación de los precios de las materias
primas. Al respecto, el caso uruguayo es realmente dramático. No solo sufrimos en el Sur la
situación por todos conocida sino que vimos aumentados los precios del petróleo y se redujeron
los de nuestros productos tradicionales, teniendo incluso dificultades para ingresar en el
mercado venezolano.
-Exacto, exacto. Nosotros nos abastecemos, se puede decir, en Costa Rica y Colombia, lo que
no obsta para examinar el problema. Pero tenemos que ir a precios justos. Nosotros no estamos
interesados en continuar aumentando los precios del petróleo. Estamos interesados en lograr un
orden en que cada producto reciba, como decía, un precio justo. No somos, sin embargo, ilusos. No
será fácil, ni será enseguida que se obtenga esa situación. Por ello, mientras se logra hemos ido
negociando, con algunos países, facilidades petroleras. Las acordamos con Centroamérica y el Perú
y podemos hacerlo con otras naciones. Tiene que tenerse presente, además, en este examen de las
relaciones, entre nuestros países, los que pugnan por su desarrollo que, por iniciativa venezolana se
creó un fondo en la OPEP con destino a préstamos no reembolsables, consagrado a ayudar a esos
pueblos que se han visto perjudicados por los nuevos precios del petróleo. Fondo que no debe ser
mirado como una dádiva. ¡Por el contrario, es un mecanismo en la búsqueda del nuevo orden a que
hicimos referencia!
PERO, ¿QUIÉN ES CARLOS ANDRÉS PÉREZ?
La pasión política del presidente venezolano se inició tempranamente y en el mismo pueblo
que fue su cuna: Rubio, en el Estado Táchira, por entonces un conglomerado recostado sobre los
Andes.
Esa, su vocación, si le valió el reconocimiento de su gente, que lo llevó al Congreso, a ser
ministro de Gobierno - una suerte de primer ministro, de Rómulo Betancourt, Encargado de la
Presidencia de la República y, ahora, Jefe de Estado, le hizo también sufrir cárceles y destierros.
Cuando a fines de la década del 40 intenta ingresar clandestinamente a Venezuela para
reunirse con el líder opositor Leonardo Ruiz Pineda, es detenido en la frontera por el gobierno
conservador colombiano y entregado a las autoridades de la dictadura venezolana, a cambio del
guerrillero Eliseo Velásquez.
En jaula de hierro es llevado a Táriba, donde fue encerrado de modo tal - emparedado sería
más adecuado decir - que algunos ladrillos debían retirados cada vez que le alcanzaban la
comida, si así puede llamarse la inmunda ración diaria que recibía.
Finalmente, es remitido, en otra jaula, a puerto Ayacucho, ubicado en el Territorio Federal
Amazonas.
Luego es desterrado. Y comienza su peregrinaje. Panamá, primero. Después Cuba, hasta la
aparición de Fulgencio Batista. Costa Rica es, entonces, la tierra de asilo. Allí trabaja como
periodista, llegando a ser Jefe de Redacción del diario "La República de San José".
El forzado alejamiento de su patria se prolonga hasta el 23 de enero de 1958, día en que cae,
por un acuerdo logrado en la oposición que paraliza al país, la dictadura de Pérez Jiménez. Y el
tirano huye.
Cuatro días después, Carlos Andrés Pérez cumplía 36 años. Atrás, muy atrás y sin embargo
muy presente, quedaba su niñez en la hacienda "La Argentina", que sus padres poseían y dirigían
en La Vega de la Pipa. Había sido el undécimo hijo de don Antonio Pérez y doña Julia Rodríguez
y su infancia se había visto marcada por la avaricia de otro dictador, Vicente Gómez, quien en
connivencia con monopolios alemanes expropió varias haciendas para su peculio, entre las cuales
estaba la de su padre.
Allí se inició su hambre de justicia, su afán de libertad.
El petróleo es nuestro
La conversación había derivado hacia la nacionalización del petróleo que entró en vigencia, el
1º de enero de este año.
Recibimos muchas presiones - nos comenta -, incluso horas antes de los actos que nos reunieron
con motivo de la recuperación de nuestra riqueza. Fíjese que a Venezuela, de estar vendiendo más
de dos millones de barriles diarios, le hicieron una oferta de compra las compañías de novecientos
mil barriles por día...
Un gesto de serena dureza aparece en su rostro.
Yo le dije entonces al representante de la Creole – agrega -, que eso significaba el rompimiento
de Venezuela con las compañías petroleras. Yo puedo llamar -les dije- a la oposición y pedirles su
apoyo frente a esa circunstancia, pero no puedo llamarla y pedirle una rebaja en los precios del
petróleo. Nuestra actitud, pues, es irreversible. El 29 de diciembre, dos días antes, nos ofrecieron
casi un millón y medio de barriles como compromiso mínimo, que con los doscientos mil de consumo
interno, llegarán probablemente a los dos millones de barriles. Lo otro hubiera implicado un
verdadero desastre. Cerrar un pozo implica que cuando se necesite ese petróleo deberá abrirse
nuevamente ya que se corta el flujo. De todos modos, nuestro gran elemento de negociación es la
firmeza y honestidad de nuestros precios y el estar dispuestos a no usar el petróleo como arma
política.
POR LA INTEGRACIÓN HACIA LA SUPERACIÓN
Sin incurrir en la cotidianeidad del anterior presidente, Rafael Caldera, Carlos Andrés Pérez
tiene comunicación corriente con la prensa, ya sea esta extranjera o nacional.
De sus intervenciones surge la constancia de sus pensamientos, de sus objetivos. Entre esas
ideas permanentes, en sus intervenciones públicas aparece la de la integración.
Para él, la ALALC es el punto de convergencia de esos esfuerzos integracionistas que de modo
casi tartamudo realiza el Continente.
Pérez tiene plena conciencia de los límites de los ámbitos nacionales en la lucha por el
desarrollo económico y tecnológico. Sus afanes, precisamente, se encaminan en ese sentido.
- Recuerden ustedes - nos dijo -, que las compañías multinacionales jamás efectuaron
investigación petrolera en Venezuela. De aquí sacaban nuestra riqueza. De aquí surgían sus
superávit. Pero aquí no dejaban la inmensa riqueza en las posibilidades futuras que también significa
el petróleo. Venezuela, ahora, se dirige hacia su lucha por la independencia tecnológica.
Tejero Molina
Todo se precipitó con el teniente coronel Tejero Molina. Aquél de la "Operación Galaxia",
en esa mañana de febrero de 1981 en que Las Cortes votaban por un nuevo presidente de
Gobierno. Y él interrumpe la sesión, de revólver en la mano que al disparar hacia el techo grita a
los presentes: "Se sienten, coño".
- No señor, dijo en su descargo Tejero cuando fue interrogado sobre esa conspiración del
año 78. Eso no fue otra cosa que el resultado de alguna copa de vino y de la sobremesa.
os años y medio después, el desplante correspondió mejor con la tradición de la "España
D
Negra".
- ¿Qué me podrá pasar? Me juzgarán y me darán treinta o cuarenta años de cárcel.
ada, como quién dice. Tejero tiene entonces casi cincuenta años. La cuestión será saber
N
esperar para intentarlo de nuevo, probando mejor fortuna. Y lo debe haber dicho alzando los
hombros.
Las condiciones de su entrega muestran un análogo panorama espiritual:
- Que sólo sean castigados los militares con grado. El resto de los participantes no. Y,
además, esos oficiales sólo se deberán entregar a otro de grado superior.
No faltaba más. No es cuestión de quedar mancillados en su honor. Ese honor antes que
nada.
s una mentalidad que se repite hasta el hartazgo, de mesianismo y de trogloditas. Sus
E
conceptos, los que ellos manejan con mayor comodidad, están llenos de definiciones diferentes. Es
la parte de España que parece existir sólo para glorificar a la restante. A la mayoritaria. La
desgracia es que también es trágica.
Vaya uno a saber que querían decir cuando al grito de "Viva el Rey", pisoteaban Las
Cortes. El mismo Juan Carlos, en el mismo lugar, hablando ante casi el mismo auditorio había
señalado cuando la sesión inaugural: "La presencia de ustedes en este salón de sesiones, la
representación que cada uno ostenta, la realidad visible de que las nuevas Cortes recogen una
pluralidad de ideologías, son la mejor muestra de que se ha traducido a la práctica aquella
voluntad de concordia nacional y que este solemne acto de hoy tiene una significación histórica
muy concreta: el reconocimiento de la soberanía del pueblo español".
Clarísimo. Perfectamente claro. Pero, aspectos sustanciales de la historia de España están
construidos de puras confusiones. De confusiones y de alguna otra cosa...
¿Acaso la conducta de los Tejero Molina o los Milans del Bosch no encaja en aquella
descripción de Joaquín Costa?
"España ha sido una ingente colectiva de cuerdos, gobernada por una minoría de enfermos
a quienes llevaban de una mano la irreflexión y de la otra el interés propio y dinástico. Me
recuerdan el paso de aquel bebedor a quien rechazaban por falsa una moneda porque sonaba a
plomo al ser batido contra el mármol del mostrador. No, decía, mi peseta es legítima; el falso es
el mármol."
Ahora, afortunadamente, no solo no tienen éxito, sus acciones han sido más espaciados en
el tiempo. Como dándole razón al torero "Josesillo", que recordaba Ortega, del argumento
impecable y la pose doctoral: lo que no puede ser, no puede ser. Y además, es imposible.
Hubo épocas en que se contabilizaba un levantamiento de estos cada diecisiete días...
Pero esta vez ha sido más que una importante advertencia. Un triste recuerdo de la
continuidad existencial de esa ultraderecha española, creadora infatigable de Guernicas
vivientes, paridora de falsos héroes, indigente de humanismo.
"EN AMÉRICA TENDRÍAMOS QUE TERMINAR LA
OBRA QUE QUEDÓ INCOMPLETA POR LA INDEPENDENCIA"
PLURALISMO RESTRINGIDO
UN FANTASMA DE GOBIERNO
Estudios y Estudiantes
Sobre la política educativa dice que bregará:
- Por la libertad de la enseñanza, que comprende el derecho de los padres a elegir el centro y el tipo
de enseñanza más acorde con sus ideas y aspiraciones.
- Financiación de la enseñanza obligatoria mediante ley.
- Extensión de los servicios de guarderías y enseñanza preescolar con especial atención a las
comarcas diseminadas.
- Potenciación de la formación profesional y creación de un sistema permanente de educación de
adultos y reconversión.
- Atención máxima a la educación especial y a la de los emigrantes y sus hijos.
- Estudio de las fórmulas de selección, formación y retribución del profesorado, sin perjuicio de los
derechos adquiridos.
- Legislación universitaria en beneficio del estudiante, para evitar todo tipo de discriminaciones en
su acceso a la Universidad.
- Preocupación efectiva por el personal universitario:
A) Docente: mejora en su formación, una más justa retribución y un acceso único y objetivo a la
docencia universitaria.
B) No docente: preocupación por su bienestar y promoción humana dentro y fuera de la Universidad.
- Fomento de las relaciones universidad-empresa.
- Creación de becas y ayudas en función de la situación familiar, rendimiento en los estudios y lugar
de residencia.
- Universidades públicas y privadas.
Política de Turismo
Con referencia a este tema dice:
- Una más adecuada dotación económica del gasto público a este sector básico de la economía
nacional.
- Planificación nacional de los recursos turísticos tendiente a eliminar el paro estacional del sector.
- Potenciación de la formación de los técnicos de turismo y personal dedicado al sector.
- Reformas profundas de infraestructura, protección al sector hostelero y nueva normativa que regule
el ejercicio de las actividades propias de las agencias de viaje.
Consumo y Alimentación
Al respecto sostiene:
- Compromiso de promulgar prioritariamente la ley del consumidor.
- Apoyo a las normas que el Consejo de Europa declara como derechos del consumidor.
- Ley reguladora del comercio interior y del régimen de productos comerciales.
- Una alimentación garantizada en su sanidad, calidad y con precios regulados, hasta alcanzar los
niveles de los países occidentales y deje de ser el capitulo fundamental en las rentas modestas. Ley
de alimentación y consumo.
Comunicación Social
Con referencia a esto se pronuncia por:
- Defensa de la televisión privada, manteniendo la actual televisión oficial.
- Potenciación al máximo del desarrollo de las emisoras de radio.
- Mantenimiento de los sistemas de subvenciones objetivas al cine y creación del Instituto Autóctono
de Cinematografía.
- Privatización de los medios de comunicación del Estado.
- Mantenimiento de la existencia de las "hojas del lunes", como patrimonio de las asociaciones de la
prensa.
Familia
Señala al respecto que es necesario la:
- Creación de un ministerio de la familia, juventud y deportes y protección contra la violencia y la
pornografía.
- Equiparación de las pensiones de viudedad y jubilación, con transmisión a los huérfanos menores,
disminución de gravámenes para transmisiones en primer grado.
- Seguridad Social para el ama/o de casa.
- Elaboración de una ley básica de regulación del estatus de la mujer, desarrollando el principio de
igualdad de oportunidades.
- Regulación del trabajo a tiempo parcial para madres de familia que trabajen y asistencia a viudas y
madres solteras.
- Estímulo y subvención al empleo juvenil, creación de trabajo público para jóvenes y asistencia
sanitaria de la seguridad social a jóvenes sin empleo.
- Creación de instalaciones de convivencia, deportivas y culturales.
- Todas las pensiones deben alcanzar como mínimo el salario mínimo interprofesional, creación de
pensiones para quienes no perciban ninguna.
- Gratuidad de asistencia sanitaria y transportes urbanos. Reducción del precio de espectáculos y
transportes públicos y reducción sensible de impuestos para las personas correspondientes a la
"tercera edad".
Emigración
Referente a este importante tema piensa necesaria una:
- Promulgación, con carácter de urgencia, de una nueva ley de emigración.
- Establecimiento de convenios de doble nacionalidad con aquellos países hispanoamericanos con
los que no existe.
- Equiparación de derechos laborales. Sociales y sindicales y no discriminación por ningún motivo
para todos los emigrantes.
- Ayudas al emigrante retornado y demarcar como de "acción preferente" de desarrollo a las
provincias con mayor emigración.
Deportes
Sobre deportes en general sostiene la:
- Creación de nuevas instalaciones de acceso gratuito y ayuda al deporte en el ámbito laboral.
- Apoyo a las federaciones deportivas para elaborar un plan nacional por sectores y control de los
presupuestos y ayudas federativas.
Política Exterior
En este capítulo sostiene, en síntesis:
- Integración de España en los organismos internacionales de nuestro ámbito europeo occidental.
Política de no injerencia y mantenimiento de la plena soberanía: en coherencia con ello nos
mantenemos en la reivindicación de Gibraltar.
- Cooperación con Iberoamérica, mundo árabe y países africanos.
Defensa Nacional
Sobre esta materia agrega:
- Defensa de la integridad de nuestro territorio mediante unas fuerzas armadas modernizadas y
dotadas de la máxima capacidad disuasoria.
- Impulsar la fabricación de material militar nacional de cara a la máxima autonomía e
independencia.
- Más viviendas y retribuciones más justas para el personal de nuestras Fuerzas Armadas.
- Ley de enseñanza militar.
Orden y Seguridad
Al respecto en resumen destaca:
- A través de la actualización legal y de la sustitución de métodos de actuación, ejercitar la autoridad
sin titubeos para acabar con el terrorismo, la delincuencia y el creciente consumo de drogas.
- Defensa y apoyo comprometido a la labor de las fuerzas de orden público.
- Respeto a la naturaleza militar de la Guardia Civil.
- Ley orgánica de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.
Con Respecto a la Emigración
Casi tres millones de españoles - dice el programa de Alianza Popular - residen
permanentemente fuera de nuestras fronteras. La constitución española de 1978 trata por primera vez
en la historia constitucional española de la problemática de la emigración en su artículo 42. Se hace
preciso desarrollar ese precepto y facilitar al mismo tiempo la reinserción de los emigrantes en la
vida española, empezando por facilitar su participación en el proceso político español.
Alianza Popular - agrega - no olvida, y abordará el problema de la emigración interior que,
en muchos casos, actúa como agravante del desequilibrio socio-económico entre los distintos
territorios al favorecer el empobrecimiento de la población activa que genera en las regiones
abandonadas y consecuentemente el envejecimiento demográfico. A lo largo de este programa, en sus
distintas áreas, Alianza Popular deja constancia de sus medidas para obviar este importante
problema.
Respecto a la emigración exterior - señala - se detectan claramente dos tipos de emigración:
la que se ha dirigido a Iberoamérica, generalmente bien establecida y sedimentada en aquellos países
y la emigración a Europa que ha sufrido siempre dificultades, a los problemas de identidad y de
lengua de esta última se han sumado dificultades de participación y representación, manipulación por
grupos políticos de izquierda, sustitución de la corriente emigratoria por una corriente de retorno no
exenta de dificultades de reinserción, gravísimo impacto de la crisis económica occidental desatada
a partir de 1973, insuficiencia del marco legislativo sin que todavía se haya podido dar con una
buena ley de emigración y deterioro de los acuerdos de seguridad social firmados antes por España.
Mientras tanto - recuerda - los problemas no han hecho más que crecer con el aumento del
retorno y del paro en España. Es de justicia reconocer la contribución que la remesa de los
emigrantes han hecho al equilibrio de la balanza de pagos de España y a la mejora de la economía de
nuestro país, al tiempo que aportaban su esfuerzo para el eficaz desarrollo de los países de acogida.
Los ahorros del emigrante que retorna se ven devorados por la inflación que padecemos sin que
lleguen a encontrar la justa compensación por tanto esfuerzo.
Por ello - consigna - es preciso mejorar y agilitar las ayudas económicas que facilitan la
reinstalación en España de los que tienen que volver por término de su prestación laboral en el país
de acogida.
Es conveniente canalizar hacia inversiones productivas, el flujo de fondos de los emigrantes
para que no se vean mermados por la excesiva fiscalidad, la inflación o la mala inversión.
En la medida en que se restablece la confianza en el futuro de la economía nacional, se
resuelve el problema del empleo adecuado del caudal económico y humano de la emigración. Sólo
resolviéndose los problemas gravísimos de la economía española se puede pensar en encontrar en
una adecuada solución a los problemas de la emigración.
Son precisas acciones económicas - sostiene - en actividades productivas susceptibles de
provocar efectos multiplicadores sobre el empleo de los retornados, localizando especialmente esas
acciones en las áreas más subdesarrolladas de donde precisamente parte la emigración.
Es imprescindible una acción única del estado en materia de emigración coordinando mejor
el Instituto Español de Emigración con el Instituto Nacional de Empleo de forma tal que haya una
corriente de información útil y eficaz entre la oferta de trabajo y la posibilidad de utilización de
emigrantes retornados.
En el exterior esa coordinación es imprescindible realizarla a través de los cónsules y que las
agregadurías laborales como delegaciones que son del I.E.E. ayuden al emigrante en un doble
sentido, con vista al país donde reside y facilitándole información sobre oportunidades laborales en
España.
España debe ratificar cuanto antes los convenios multilaterales de asistencia y seguridad
social. Revisando los convenios bilaterales ya firmados, en orden a equipararlos derechos de los
españoles emigrados a los de los trabajadores nacionales de los países de acogida. Se crearán -
afirma - los mecanismos necesarios para:
- Cubrir los riesgos de accidente o de enfermedad a lo largo del viaje o durante la estancia de
los emigrantes españoles en España. Trasladar a España, a los emigrantes fallecidos en el extranjero.
- Extender a los emigrantes los efectos, en caso de invalidez de las prestaciones de nuestra
seguridad social.
- Agilitar el pago de prestaciones o de ayuda a los retornados.
- Ampliar la cobertura de la prestación por desempleo a tos emigrantes temporales.
- Facilitar una mejor representación de los emigrantes y asesorar a sus directivos en orden a
evitar que, por la incapacidad legal de las centrales sindicales españolas para tener personalidad
jurídica y actuar en el extranjero. Los emigrantes españoles se vean obligados a caer dentro de los
sindicatos de los países de acogida. Esa incapacidad legal de actuación de los sindicatos españoles
en el extranjero ha de tenerse en cuenta a la hora de atribuir representatividad a dichos sindicatos en
relación con los problemas de los emigrantes.
Además de todo lo anterior, Alianza Popular propugna en su programa:
- Sustituir, con la máxima urgencia, la ley de 23/1/971 de protección al emigrante por una
nueva ley de emigración.
- Redactar el libro blanco sobre el emigrante, con participación de las asociaciones y
representantes de la emigración.
- El reconocimiento de los derechos de los emigrantes particularmente en lo que se refiere a
sus derechos políticos pasa por una buena confección de un censo de emigrantes que debe ser
actualizado periódicamente.
- Introducir las modificaciones técnicas necesarias para que los emigrantes puedan ejercer
sus derechos electorales en España con mayor facilidad.
- insistir ante los gobiernos iberoamericanos sin doble nacionalidad para conseguir firmar el
acuerdo de doble nacionalidad, como los que España ha firmado con otros varios países
hispanoamericanos,
- Reconocer o convalidar los títulos universitarios y de escuelas superiores de los emigrantes
que regresen y que hayan sido obtenidos en países hispanoamericanos.
- Equilibrar al emigrante español radicado en América con sus colegas residentes en países
europeos a efectos de convertirse en beneficiarios de Seguridad Social española, estableciendo, si es
necesario, cotizaciones, pero con exoneración de rasgos retroactivos, aunque no de los beneficios.
- Demarcar como zonas de "acción preferente" las regiones y provincias que generan mayor
número de emigrantes para atender a su desarrollo socioeconómico.
- Abrir en las delegaciones provinciales del Instituto Español de Emigración un departamento
que se encargue de ayudar al emigrante retornado a su readaptación.
- Mantener una comunicación, efectiva y afectiva, entre España y los centros e instituciones
españolas de América, extendiéndola, si es posible. Al terreno de la ayuda económica, cultural y
técnica. Y éstas hacerlas proporcionales al número de afiliados a cada centro. Es decir, a su
representatividad.
-Promover excursiones gratuitas para los españoles carentes de medios económicos que llevan
más de 15 años sin visitar España.
- Incrementar el número de becas para hijos de emigrantes sin exigir que conserven la
nacionalidad originaria de sus progenitores.
- Hacer partícipe al emigrante de la política crediticia del Estado, para el establecimiento de
su negocio o industria, privada o cooperativa y adquisición de vivienda.
Landelino Lavilla
El número uno de las listas de la Unión de Centro Democrático (UCD), supuestamente el
partido actual del gobierno, es Landelino Lavilla Alsina. Con 48 años y nacido en Lérida es el
presidente, además, de su desfalleciente colectividad política.
Vehemente en ocasiones y extremadamente calmo en otras, sin que ninguna de esas actitudes
fuera la previsible para la oportunidad en que ocurre, Lavilla viene desarrollando una intensa
actividad proselitista en un desesperado esfuerzo por recuperar alguno de los millares de votos
que se han ido (fugado sería un término tal vez más exacto) en estos tiempos de la UCD.
Licenciado en Derecho, Lavilla fue ministro de Justicia entre 1976 y 1979 y el presidente de
las Cortes cuando "el tejerazo".
Pocos pensaron que pudiera pasar a un definitivo primer plano en la vida de su partido si
no fuera por los problemas que se originaron en dicha colectividad y el respaldo del presidente
del gobierno Leopoldo Calvo Sotelo, quien lo acompaña como segundo en las listas de candidatos
por Madrid.
Miembro de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas, fue jefe de estudios del
Colegio Mayor San Pablo, y representa hoy día el postrer esfuerzo de quienes se quedaron dentro
del partido para ofrecer una imagen distinta al electorado que el de una UCD desintegrada y
carente de destino, como es la actual.
Hoy Lavilla es, fundamentalmente, un retrato en el que luce un rostro casi sonriente,
prolijamente peinado hacia atrás, de traje, corbata y brazos cruzados, que aparece, de medio
cuerpo, en carteles y posters, que se repiten en paredes, en los diarios, en los muros, en la
televisión. Eso y algunos de sus dichos. Su capacidad de diálogo, por eso, es prácticamente
inexistente.
"UN MODO DE HACER NUEVO"
La introducción al programa de la Unión de Centro democrático ofrece los argumentos que se
complementan luego por los medios de comunicación pero dirigidos directamente a los diferentes
sectores de la sociedad bajo el título "Landelino Lavilla responde".
En 1977 y 1979, dice Lavilla intentando identificar el partido de ahora con el de antes, la UCD
compareció ante los electores ofreciendo un ideario y un modo de hacer nuevo y moderno. Frente a
las viejas ideologías cargadas de nostalgia o de improvisaciones utópicas ya fracasadas en otros
tiempos o países -dice- UCD propuso una transformación democrática del Estado, sin traumas, en
paz y con autenticidad. Hoy, en circunstancias internas y externas nada fáciles, puede decir que ha
cumplido sus compromisos esenciales, que ha dirigido desde el gobierno y el Parlamento una
transición política única y modelo y que ha gobernado siempre con espíritu democrático, con respeto
por la libertad de todos y dentro de los márgenes que imponían las leyes.
España es hoy un país -agrega más adelante- con sistema político democrático, con un estado de
derecho asentado en la Constitución y con un gobierno que actúa dentro de los límites precisos que
marcan unas leyes democráticamente aprobadas. Los partidos políticos existen y actúan libremente,
la libertad de información es total, la modernización de las leyes, de la sociedad, y de las estructuras
de todo tipo esta avanzada el sistema autonómico (nuevo complejo y difícil de articular) se está
organizando con rigor y eficacia. UCD, responsable desde el gobierno de carencias, puede también,
por ello, legítimamente, reclamar el elevado porcentaje de los resultados positivos que estos
difíciles seis años arrojan.
DEL CAMBIO DE ESTADO AL DE SOCIEDAD
UCD propuso al país, en elecciones anteriores un cambio de Estado, un cambio de estructuras
legales y un cambio de modo de hacer. Con los títulos que otorga el cumplimiento de los
compromisos anteriores, UCD propone ahora un cambio de sociedad partiendo del supuesto de que
todo tejido social soporta mal los cambios violentos improvisados, utópicos o puramente
doctrinarios.
UCD propone, por ello, desde la moderación que siempre defendió, un reformismo
transformador, realista que conduzca a la modernización de toda la sociedad, de sus estructuras
esenciales y, como consecuencia, de sus aspectos formales y legales.
España -señala- necesita en esta hora un poder político estable, moderador, transformador,
innovador, pero equidistante de toda nostalgia anclada necesariamente en el pasado o de todo
ensueño falsamente moderno, al partido de presupuestos doctrinales ya anticuados, fracasados en
cuantos lugares fueron experimentados, algunos muy cercanos o cargados de prejuicios que no
responden a las realidades del día.
En la España de hoy existen graves dificultades y problemas que preocupan a los ciudadanos. El
primero de todos, el problema del paro. Pero es cierto también que los españoles saben que ni el
problema es exclusivamente interno ni se resuelve generando más inflación, ni se puede resolver
amedrentando a la empresa. No es serio que las ofertas electorales se enzarcen en una puja
irreflexiva sobre el número de puestos de trabajo por crear sin decir cómo ni dónde.
Solo una economía próspera, segura de su futuro, libre y en paz, será capaz de generar el esfuerzo
colectivo que es necesario para, fomentando la inversión, acrecentar las posibilidades de empleo.
La experiencia de un país vecino con incrementos de paro e inflación, huida de capitales, dos
devaluaciones y petición final de ayuda a la gran banca internacional, es un ejemplo bien próximo
que no se debe imitar.
El terrorismo - sostiene, por otra parte - es un azote del mundo entero que todos los países
intentan aprender a combatir. Nosotros hemos conseguido ya éxitos, pero es necesario proseguir la
lucha. La solidaridad social frente a él, la buena organización y eficaz acción de las fuerzas de
seguridad, la eliminación de los motivos alegados y la voluntad firme del Estado, son, por ahora, las
únicas armas conocidas.
La organización del Estado de las autonomías es el tercer gran tema de preocupación. En la
realidad de las cosas se trata de un gran experimento histórico que intenta resolver antiguos
problemas y agravios, desequilibrios e injusticias, pero trata sobre todo, de responder a una certera
intuición de futuro sobre la mejor forma de fortalecer los vínculos de su convivencia.
UCD no puede ni quiere despertar en esos temas falsas ilusiones. Ofrece, en cambio, voluntad
decidida, experiencia de gobierno, competencia personal, claro compromiso de tratamiento
prioritario y búsqueda incesante de entendimiento con todas las fuerzas y estamentos sociales. Más
allá de los principios que en el programa se exponen, sólo queda el juicio sobre la competencia de
los hombres que puedan ser elegidos para aplicarlos.
Ante unas elecciones como las actuales - destaca casi al final del desarrollo de su punto de vista
Landelino Lavilla - en las que puede decidirse no sólo un equipo de gobierno, sino un tipo de
sociedad y de género de vida UCD ha preferido mantenerse en el terreno de centro que le es propio,
no contribuyendo a estimular polarizaciones ni a fomentar posibles enfrentamientos radicales. UCD
cree que la sociedad española es mayoritariamente moderna, pacífica y reformista que aspira a una
profunda modernización sin violencia impuesta, que tiene un fondo cultural humanista, que considera
al hombre como centro y medida de toda organización, y que quiere vivir en paz con todos los
pueblos dentro del respeto mutuo y del reconocimiento de sus legítimos intereses.
¿LAVILLA SALDRÁ ELECTO?
Pese a los esfuerzos desplegados por recuperar a los votantes idos con Fraga Iribarne tras
Oscar Alzaga o a aquellos que prefirieron seguir hasta el PSOE a Francisco Fernández Ordóñez;
pese al afán por retener a los liberales descontentos tras la ruptura con Antonio Garrigues o a los que
optaron por continuar bajo el liderazgo de Adolfo Suárez, es difícil que UCD represente un grupo
importante en el futuro Parlamento. Es más, sondeos hay que ni siquiera consideran asegurado el
escaño de Lavilla.
Claro que aún faltan unos días para el acto comicial, y el alto porcentaje de indecisos,
provenientes fundamentalmente de sus dudas por los reacomodamientos partidarios, pueden hacer
variar el actual desalentador panorama para los dirigentes de la Unión de Centro Democrático.
Antonio Garrigues
Cuando Los Liberales se Quedaron Afuera
n una moderna oficina ubicada a escasos metros del Parque del Retiro y no muy lejos del
E
Museo del Prado encontramos al más importante dirigente liberal español: Antonio Garrigues.
Pocos días antes y de modo abrupto, el pacto que lo unía desde hace tiempo a la Unión de
Centro Democrático había sido quebrado.
Es un hombre relativamente joven, explícitamente afable, ligado a grandes empresas
nacionales y multinacionales.
Fuera de las elecciones
- Nosotros fuimos reconocidos por la Internacional Liberal como Partido Demócrata Liberal
con todos los derechos y todas las obligaciones y yo fui designado vicepresidente de la Internacional
LiberaI, lo cual demuestra que contamos con el apoyo de nuestros amigos liberales en todo el mundo.
Pensamos fomentar, como buenos liberales, ese internacionalismo liberal. Creemos que una de las
claves del mundo es que seguimos viviendo en segmentos muy cerrados, en compartimientos,
bloqueados y que merece la pena, realmente, fomentar ese espíritu de superación de barreras
nacionales convencionales y crear un clima mucho más profundo de relaciones internacionales.
Liberalismo y UCD
- Usted señalaba recién que van a defender, por ejemplo, vuestra política económica.
¿Tienen coincidencia ustedes hoy con la política económica de UCD? ¿Son liberales ustedes en
materia económica?
- Nosotros somos auténticamente liberales en materia económica, lo que pasa es que como
todo el mundo sabe, dentro del economismo liberal hay actitudes más conservadoras, pensemos en el
caso de Friedman, y actitudes más progresistas o actitudes más igualitarias, en definitiva, ¿no?
Nosotros defendemos el liberalismo progresista. No creemos para nada en un liberalismo
conservador. Creemos que el liberalismo conservador, finalmente, es puro conservadurismo, al que
se añaden ciertas tácticas liberales, pero que tienen poco que ver con la ideología liberal.
- Se ha dicho, libertad toda la posible. Intervencionismo todo el necesario...
- Lo dijo un famoso economista que se llamaba Roepcke cuando señaló: "Es inútil que
mantengamos esta dialéctica de una manera estéril continuamente, puesto que no puede haber un
liberalismo integral y no puede haber un intervencionismo integral, lo lógico sería que llegáramos a
un acuerdo sobre qué tipo de liberalismo es posible y qué tipo de intervencionismo es menos
negativo o menos nefasto". Los liberales defendemos también esa tesis, aunque nadie cree que el
liberalismo propugna pura y simplemente la desaparición del Estado. El liberalismo lo que propugna
es que la intervenci6n del Estado sea la menos posible y la mejor posible, porque a lo que estamos
llegando es a una situación en la que la intervención del Estado tiende a ser excesiva y además cada
ver más despilfarradora, más estéril y menos eficaz. En ese equilibrio es donde nos queremos mover
los liberales y creemos que es la única actitud posible en los momentos de crisis económica en los
que estamos viviendo.
- ¿Han tenido fricciones fuertes, entonces, con los otros sectores de la UCD, cuando la
integraban?
- ¿Los liberales?
- Sí.
- Sí, efectivamente. El liberalismo en UCD a pesar de que había y sigue habiendo grandes
liberales dentro de UCD, ha tenido una incidencia, o una influencia mucho más pequeña, que ha sido
utilizada por aquellas otras tendencias dentro de UCD con ideologías más ambiguas o menos claras,
o, incluso sin ideología, pero que dominaban mejor las tácticas, las estructuras y las organizaciones.
Eso nos lleva a la conclusión de que la única... el único futuro posible de un partido liberal es
justamente ése, el de que exista un partido liberal, en el que converjan todos los liberales y, desde
ahí, desde la propia casa, desde la propia entidad liberal, se pueda hacer entonces una labor de
coalición, si es preciso, con otros partidos. Pero es necesario que los liberales tengan su propia casa.
- ¿Y en materia de autonomía ustedes qué piensan?
- Los liberales somos federalistas y debemos decirlo con toda claridad. El problema está en
definir qué es el federalismo y en definir qué tipo de federalismo. Las palabras no deben asustarnos y
en España todavía siguen asustando. Yo vengo diciendo desde hace mucho tiempo que en el mundo
actual hay todo tipo de federalismo, incluido los federalismos falsos. Rusia es federal en concepción
política. Alemania es federal, Inglaterra es federal, EE.UU. es federal, Canadá es federal, México es
federal, Argentina es federal. Bueno... lo que pasa es que cuando analizamos unos y otros
federalismos, nos damos cuenta de que el federalismo no es cómo una cuestión de distribución de
competencias entre el Estado Central y los Estados federales. En definitiva, es una concepción
política. Nosotros creemos que España podría tener perfectamente un Estado federal del tipo alemán
o del tipo inglés. Ya sé que son procesos muy lentos y son procesos complejísimos. Ninguna otra
concepción política es más compleja que la federal. Es ahí donde se pone de manifiesto una serie de
contradicciones entre la voluntad de ser nacional y la voluntad de ser uno mismo. Es decir, la
voluntad de defender su tierra, su idioma, su comportamiento cultural, etc. Pero yo creo que España
no puede renunciar a ese planteamiento.
- Existen riesgos y en ese aspecto también quisiera insistir en que los españoles tenemos que
aceptarlos. Hay una tendencia natural, típica de los pueblos latinos, de minimizar los obstáculos y
minimizar los problemas y a mí me parece que es un gran error. Yo creo que el riesgo de involución
democrática es pequeño, pero que ese riesgo existe no tengo dudas. Yo no sé si será un 10%, un
20%, un 5%, un 15%, pero que el riesgo existe no tengo dudas y que, por pequeño que sea, es un
riesgo que merece la pena analizar y tener cuidado y prever que el riesgo existe. Insisto en que creo
que es muy pequeño, no tengo la menor duda que es pequeño, ¿pero? por pequeño que sea, como eso
se combine con un descrédito del sistema democrático o con una falta de credibilidad en el sistema
político, ese riesgo puede tener tendencia a aumentar y lo que los españoles tenemos que hacer es
intentar reducir ese riesgo a un valor prácticamente testimonial. Y esa es la labor que nos
corresponde en estos próximos años.
- Pero en concreto, ¿un gobierno socialista con participación del Partido Comunista en el
gabinete, sería a su juicio un riesgo?
- Yo personalmente creo que eso no debería ser en ningún caso un factor de riesgo. Lo que
digo porque creo que es nuestra obligaci6n como demócratas, es aceptar el triunfo socialista y las
coaliciones que pueda hacer eI Partido Socialista con toda naturalidad. Y creo que nuestra
obligaci6n es transmitir a la opinión pública que la democracia es eso, que la democracia no es otra
cosa que eso, y que, por lo tanto, cualquier resistencia a ese fenómeno, inmediatamente aumenta el
riesgo de involución y yo lo que pienso es que si la conciencia ciudadana y los dem6cratas,
producido ese caso, responden positivamente a ese fenómeno y dicen "si los socialistas han querido
hacer eso es porque Io han querido hacer y porque creen que es lo mejor para ¡os intereses
nacionales, dejémosle que lo hagan", porque como empecemos a criticar ese tipo de planteamientos,
o empecemos a adoptar actitudes radicales o dogmáticas, inevitablemente vamos a estar aumentando
el riesgo de involución.
- Fraga sostiene, por ejemplo, que la duplicación del número de parados podría ser una
causa de involución del régimen.
- Yo personalmente creo que eso no debe ser así, que no puede ser así.
- La pregunta, como la observación no incluyen un punto de vista filosófico, se pregunta
o se señala sobre una posibilidad.
- Eso es, los españoles no podemos olvidar que un país como Inglaterra, tiene en estos
momentos una cifra de tres millones de parados y que en Estados Unidos con toda su potencia, la
cifra de parados representa ya el 10%, cuando en España representa el 14,5%, cifra, además, con la
que yo no estoy conforme porque creo que es menor.
Además, con la que yo no estoy conforme, porque creo que es menor debido a una serie de
fenómenos de economía sumergida y de economía negra, etc. Yo creo que uno de los casos, uno de
los temas que tenemos que aceptar, es que no deseando, como yo no deseo, que el paro crezca, si
crece, no será por culpa de la democracia, será por otros factores y que, tanto Fraga como yo,
tendremos la obligación de demostrar a los españoles que la democracia no es culpable de ese
incremento del paro, que hay factores distintos a la democracia que son los que provocan ese tema y
que están relacionados con la crisis económica mundial y, en definitiva, quizá con la decadencia de
un sistema económico que tiene que ser sustituido por otro.
- Ahora que hablamos de Fraga, ¿en política económica usted se siente cerca de la
posición de Alianza Popular?
- El gran problema con los programas económicos es que empiecen a parecerse bastante unos
a otros, las diferencias entre el programa económico de Fraga y el programa económico de UCD,
incluso el programa socialista, empiezan a ser poco importantes. El propio Partido Socialista
renuncia a las nacionalizaciones. Habla solamente de nacionalizar el sector eléctrico y volverá a
defender la iniciativa privada como un factor clave en la solución de los problemas, de modo que
estamos cerca de todos, como liberales. El problema es a quien le damos más credibilidad y lo que
hemos observado en el mundo. Es que la derecha dice lo que dice y la izquierda dice lo que dice. Las
auténticas concepciones vuelven a emerger y a solucionarse. Tanto Fraga como Felipe González
siguen creyendo en un Estado fuerte, en un Estado que dirige la economía, que la supervisa, en
definitiva, en un Estado paternalista, mientras que los liberales creemos en un Estado lo menos
importante posible en cada circunstancia y, en ese aspecto, yo creo que las diferencias que tenemos
frente al programa económico del PSOE y el programa económico de Fraga, no estoy hablando de los
programas formales sino de las intenciones reales, siguen siendo bastante iguales.
LO ECONÓMICO Y EL TERRORISMO
- ¿Cuáles son a su juicio los principales problemas que tiene España hoy?
ernández Ordóñez lanza hacia arriba de sí mismo una enorme bocanada de huno de su
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habano, como dándose tiempo para pensar. Su escritorio es amplio y trabaja sobre una
mesa redonda, rodeada por amplias ventanas y grandes bibliotecas donde predominan libros
sobre temas económicos y políticos.
- Probablemente - contesta luego de su prolongada exhalación - España tiene en este momento
dos grandes problemas. Un problema económico y un problema de terrorismo. Estos a su vez se
pueden subsumir en un problema más general. Pero el problema económico es común a todo el
mundo... Lo que pasa es que España yo sostengo que tiene una crisis diferencial respecto a los países
europeos. Es decir, todos lo están pasando mal, pero nosotros lo estamos pasando peor. ¿Por qué?
Porque España llega tarde al ajuste económico. La crisis se produce en el año 73 cuando el general
Franco todavía se estaba muriendo, la democracia iba a nacer y, entonces, la crisis económica ha
coincidido en España con el final de la dictadura y el comienzo de la democracia. Por lo tanto,
hemos llegado tarde a la solución de la crisis y hemos llegado mal también porque se ha hecho sólo
algo. Los ajustes no han sido suficientes. Por lo tanto, hay ahí un gran problema económico por
resolver y que desde mi punto de vista sólo tiene una respuesta que es una modificación de
estructuras productivas. Es decir, es un problema, no de política estructural, en lo cual está de
acuerdo - no es que lo diga yo desde un planteamiento de izquierdas - el informe de la O.C.D.E. de
este año. Este dice que el problema de la economía española es un problema estructural y la
O.C.D.E. no es un organismo precisamente marxista.
En segundo lugar - expresábamos - hay un problema de terrorismo que es un problema, no
digo de orden público, porque lo hubo de orden público, pero yo creo que en este terreno el gobierno
ha actuado muy bien o ha mejorado el escenario de los años siguientes a la muerte de Franco. Hay un
gran problema de terrorismo porque la situación del terrorismo desestabiliza toda la democracia
española. Es evidente que leyendo el periódico cualquier día, usted ya sabe lo que es eso, bueno, se
verá una especie de angustia nacional y es muy difícil vivir en una democracia normal con asesinatos
diarios. Esos son los dos grandes problemas del país.
- ¿Qué pasó con la Unión de Centro Democrático (UCD)? ¿Con Ud. y la UCD?
- Que me marché hace un año y pico.
- ¿Por qué razones?
- Por razones que hoy son obvias. Antes había que explicarlas, hoy ya la propia descripción
de la UCD lo demuestra. UCD se había convertido, no es cierto que yo dijera que se había
derechizado la UCD, lo que sucedió fue distinto: fue la derecha la que se apropió de la UCD. Fue un
caso de apropiación de un partido por la derecha. La derecha española había apostado a otro partido,
Alianza Popular, y perdió. Y ganó UCD, entonces se apropió de UCD. Como resultado de eso toda la
prensa empezó a decir que los socialdemócratas nos debíamos de ir de UCD y efectivamente nos
fuimos. Lo cual le molestó mucho que nos fuéramos, después de haber pedido que nos fuéramos. Le
molesta siempre lo que hagamos. O sea, que yo creo que hay que resignarse. Es inútil.
- Cuando Ud. se dice socialdemócrata, ¿qué quiere significar? ¿Ud. se identificaría con la
socialdemocracia alemana, por ejemplo?
- Yo me identificaría con Bad Godesberg como programa político que es un programa más
quizá... Aquí en España, el
PSOE ha estado en unas posiciones mucho más a la izquierda que las que tiene ahora, pero todavía el
PSOE no es un partido socialdemócrata propiamente dicho, aun que... se resisten algunos. Yo sí soy,
sí, mi programa se queda ahí. No por nada. No porque carezca de una utopía más generosa que es la
utopía socialista, sino porque yo creo que el problema de España es un problema de reformas cortas,
de eficacia, de buen gobierno, de modernización. Luego queda ese otro problema. Pero, de momento,
vamos a ver si hacemos esto.
EL GOLPE ESPERPÉNTICO
- Me estoy refiriendo a lo siguiente: usted tocó dos temas. El problema económico que
necesita de una reforma de estructura y el problema del terrorismo.
- Sí.
- Esos dos temas, la solución de esos problemas, ¿no pueden poner en peligro la
democracia española?
- Yo creo que no. La democracia muere cuanto más de la mayoría del país está decidida a que
se acabe. Es decir, en
España cuando ha habido algún golpe o en cualquier otro país es porque la mayoría del país lo
quería realmente. Si no nunca se produciría. Es decir, los militares se tiran a la calle cuando...
cuando saben que van a ganar. Y ganan cuando tienen la mayoría a su lado. Si no, no ganan. En este
momento la gente sabe que la democracia no hace a los felicidad, es evidente, pero ha aprendido que
es mejor que lo otro. Y entonces, en mi opinión, si hay algo que está claro en España es que la
mayoría del país no quiere cambiar. Está claro. No quiere cambiar. Estará muy enfadada con el
gobierno, con éste, con otro, con lo que sea. Estará... en fin, todo lo que se quiera, pero no quiere
cambiar. Otra cosa es que, efectivamente la exasperación del tema del terrorismo y la exasperación
económica hagan pensar a los españoles que hay que cambiar. Pero no es el caso en este momento....
Hombre, si todos los días matan, cada mañana matan a un general del Ejército y nos encontramos con
seis millones de parados, bueno, entonces el escenario es distinto. Entonces lo que no sabemos es lo
que pasa, ¿no?, claro, pero quiero decir que eso es modificar todo el panorama. Pero con el
panorama actual yo no lo veo así.
NO SALIR DE LA OTAN
uienes conocieron a Adolfo Suárez desde su juventud nunca pudieron imaginar que por
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su actuación pasara nada menos que transición española del régimen franquista a una plena
democracia.
Nacido en Cebreros (Ávila), Suárez perteneció desde siempre al aparato autoritario,
Falange incluida, ejerciendo los más diversos cargos. Ya en 1968, Franco lo designa gobernador
civil de Segovia, cargo que abandona para ejercer el férreo control de la Televisión Española
para pasar a ser el presidente de la Empresa Nacional de Turismo - es decir, el principal jerarca
de la actividad que representaba el más seguro ingreso de divisas de una España que no lograba
despegar económicamente y estaba políticamente aplastada. Paralelamente va ascendiendo en el
Movimiento - una de las familias nucleares del franquismo - hasta alcanzar la vicesecretaría del
mismo que ocupa cuando la muerte del dictador (20 de noviembre de 1975). Y pocos días después
es designado ministro-secretario general del Movimiento.
Cuando el asturiano Torcuato Fernández-Miranda - quien había ocupado el cargo que él
en ese momento desempeñaba - incluye su nombre en la terna que el Consejo del Reino entrega al
rey Juan Carlos para que éste elija de ella un nuevo presidente de Gobierno, la sorpresa pública
fue igual al escepticismo que el hecho generó en cualquier persona de al menos mediana
sensibilidad democrática.
Fernández Miranda había sido vicepresidente de Gobierno del almirante Carrero Blanco y
fue nominado presidente del referido Consejo y de las Cortes, de confección franquista y, en
consecuencia, corporativista orgánica. Por lo tanto, mucho no se podía esperar.
Sin embargo, lo cierto es que, entre uno y otro, con la indiscutida colaboración del general
Manuel Gutiérrez Mellado - el por entonces recién nombrado vicepresidente de Gobierno y quien
obtuvo la unidad del Ejército en respaldo del gobierno legal, de acuerdo a la normativa
autoritaria -, logran hacer aprobar la Reforma Política, después de la legalización de todos los
partidos políticos, y con ello habilitando la posibilidad de realizar las primeras elecciones
democráticas españolas en casi cuarenta años, las que se llevan a cabo el 15 de junio de 1977.
Ahora, poco más de un lustro después de aquél histórico acontecimiento y con cincuenta
años cumplidos en estos días, Adolfo Suárez ha formado un nuevo partido, el Centro Democrático
y Social (CDS) con algunos de los escombros de la Unión de Centro Democrático que rigió
democráticamente los destinos de España, hasta este mismo momento.
I nició la gira por la que fuera la provincia donde ejerció el primer cargo ejecutivo de
importancia cuando el franquismo, Segovia, en el pueblecito de San Rafael distante una hora de
Madrid, partiendo por la carretera de la Coruña.
En el extremadamente reducido bar "Polo" y a la hora 18 eran esperados Adolfo Suárez y su
comitiva. Unas pocas personas fuera del local no dejaban entrever de su presencia en las
inmediaciones otra cosa que la mera curiosidad por observar al ex presidente de gobierno.
Visitar el lugar duró para Suárez escasos minutos que aprovechó para saludar a la gente que
se agolpaba dentro del reducido local. Estrechó algunas manos, recibió bastantes abrazos y se
intercambiaron fórmulas de rigor y de aliento partidario.
Poco después una recorrida por la principal calle con los autos a marcha apresurada hacia
El Espinar, localidad muy cercana a la anterior. Allí Suárez recorrió a pie el centro del poblado
y visitó algunas cafeterías donde alternó unos minutos con algunos contertulios.
Nuevamente la partida, ahora hacia el Parador Nacional de Segovia donde le esperan
también periodistas locales. El trayecto iba a culminar alrededor de la hora 21 en el teatro Juan
Bravo de la ciudad de Segovia donde, en un acto organizado por el CDS, haría uso de la palabra
Adolfo Suárez.
- Si hubiera podido atajar los problemas de U.C.D., no hubiera dimitido como presidente del
gobierno. Esto me interesa aclararlo. A mí no me eligieron presidente de gobierno por votación
popular. Nuestra constitución establece un régimen parlamentario y es el Congreso quien elige. Por
lo tanto, lo que cuenta en definitiva para el ejercicio estable del gobierno es el respaldo
parlamentario que se tenga. Cuanto yo dejé de tener un apoyo parlamentario, fundamentalmente
porque un número importante de diputados, entonces de UCD, ahora pertenecientes a otras
formaciones políticas, algunos ocupando puestos importantes en la UCD actual, manifestaron
claramente su falta de respaldo a mi gestión como presidente, tuve que dimitir. En aquellos últimos
meses - especialmente durante todo el año 80 - era gravísima la estabilidad del gobierno. No había
una posibilidad de corregir los problemas que tenía UCD sobre todo en su grupo parlamentario. Si
hubiera existido la habría aplicado.
- ¿Cuántos intentos de golpe de Estado hubo el 23 de febrero?
- Lo ocurrido, a mi juicio, estaba todo conectado entre sí.
- ¿Si fuera gobierno nuevamente su política militar sería la misma que cuando estuvo en él?
- No. Con unas variaciones lógicas. Durante toda la etapa en que fui presidente de gobierno la
institución de las Fuerzas Armadas se comportó ejemplarmente, con independencia de que pudieran
existir comportamientos individuales que eran naturalmente sancionados.
Lo que creo es que a partir del 23 de febrero tenía que haberse cambiado la política militar.
Pero eso ya es responsabilidad de otra persona que tendrá sus razones para no haberlo hecho.
En todo caso, si yo estuviera hoy en la Presidencia del gobierno, desde luego la política militar
hubiera sido, fundamentalmente, la de asentar unas Fuerzas Armadas modernas, modificar el sistema
de enseñanza en las academias militares, absoluta demostración de su subordinación al gobierno de
la nación: la preparación de las Fuerzas Armadas para los que son sus auténticos objetivos.
LA DEMOCRACIA CONTINUARÁ
Pienso que hay una enorme perplejidad en el electorado - prosigue luego Suárez en la
conversación con nosotros -, como lo demuestran las encuestas con ese 40% de indecisos. Esa
perplejidad puede derivarse del hecho mismo que las ofertas políticas teóricamente se diferencian
poco. Todos parece ser que perseguimos lo mismo y digo "parece ser" sin ningún afán peyorativo.
Todos hemos asumido la realidad política española, la realidad económica española, y esa misma
realidad condiciona los planteamientos electorales. Esto para mí es positivo, pero me parece que
asimismo se produce, sin embargo, un nivel importante de confusión porque todas las formaciones
políticas tienden a obtener un voto en el centro izquierda, centro, centro derecha. Algunas
formaciones políticas también aparecen con una imagen distinta a como eran originalmente. Ahora
transmiten una imagen de mayor moderación y esa circunstancia, agregada al descalabro del espacio
político de centro, es la causa de esa cierta perplejidad o confusión del electorado.
Estoy convencido que las formaciones políticas intentarán hacer más nítidos sus propios
mensajes, y pienso que la mayor nitidez la ofrece nuestro propio partido planteando el tema del pacto
de Estado.
Me parecería grave que se radicalizase la campaña electoral en descalificaciones personales.
Me parecería muy grave, independientemente de que el pueblo español está deseando que existan
entendimientos que permitan claramente la consolidación de la democracia.
Felipe González
¿De Isidoro a Presidente de Gobierno?
Ocho años atrás, un muchacho que pasó a responder en la clandestinidad política bajo el
nombre de Isidoro se enfrentaba al pope del socialismo del exterior (el del exilio, claro). Era en
la localidad francesa de Suresnes y su segunda entrevista con Francisco Llopis. La idea de
adoptar ese nombre de "combate" fue de su mujer, Carmen, quien trató de salvar al "bautizarlo"
de ese modo, la carencia de un "alias" que demostrase un claro activismo, frente a los años de
esperanza rotas y de expectativas frustradas del hasta entonces secretario general del Partido
Socialista Obrero Español. Pocos podrían pensar entonces que, luego de tan breve lapso, pudiera
pasar a ser el más serio aspirante a la presidencia del gobierno.
Felipe González Márquez había nacido poco más de treinta años antes, el 5 de marzo de
1942, en el seno de una familia de clase media que vivía en el barrio de Bella Vista, ubicado en
los alrededores de Sevilla, cerca del "Canal de los Presos", el del Guadalquivir. Por aquellos
años, la dictadura franquista encontraba "constructivo" el hacer trabajar a los disidentes en
obras públicas de "interés general". El Valle de los Caídos fue tal vez el más desgraciado
ejemplo de ese sadismo totalitario.
Eran los tiempos en que Felipe no usaba corbata, pero ya distinguía entre el idealismo de sus
correligionarios que vivían obligados en el exterior desde aún antes de él nacer y la realidad
política y social del "tempo" del país del cual el procedía.
"Sería Bonito que hubiera sido Monaguillo"
En el restorán "Maite Comodore", sobre la poco madrileña Plaza de los Delfines, un Felipe
González que continúa siendo el sencillo muchacho de cuando fue designado secretario general
del PSOE por los socialistas del interior, comentaba, entrecortado, las apreciaciones a propósito
del libro "Felipe González, un Estilo Ético, realizado por el periodista Víctor Márquez Revidiego.
- Hay una distinción a formular entre la libertad como esperanza y la libertad como realización.
Hay un terreno intermedio entre la libertad como esperanza que tal vez en una cierta medida - y lo
digo con todas las precauciones - podemos estar encarando quienes intentamos propiciar un cambio y
la libertad como realización. Ese estado intermedio que me preocupa es la libertad como confianza y
eso todavía no nos lo hemos ganado, para entendernos. Es decir, que si de alguna manera podríamos
estar ganando la esperanza y no por propios méritos sino por méritos ajenos, a mí todavía me
preocupa es estallido intermedio en la búsqueda de la libertad como realización completa. Seamos
capaces de ganarnos la confianza para que no se frustre la esperanza y se tenga la paciencia para
llegar hasta la realización de la libertad concreta. Yo creo que en esa fase no estamos. Cabe la
posibilidad de que estemos a partir del día 28 y me preocupa serenamente, pero me preocupa el que
podamos ser capaces de articular la confianza para cubrir esa etapa entre libertad como esperanza y
la libertad como realización concreta.
No va a ser demasiado fácil. A ese esfuerzo uno se siente ligado, personal y colectivamente.
Incluso uno tiene la sensación que no siempre es fácil intentar comprometer a los demás,
transcendiendo las fronteras de la representación personal y de la representación política, en ese
esfuerzo de crear la confianza de que es posible alentar la esperanza de conseguir la libertad real.
- Hay una fase que me preocupa en este momento - agrega -, es la fase de la generación de la
creencia, en que es posible el cambio. Es el trabajo que no es el trabajo del político que también lo
es, pero que está muy por encima de, o que desborda por mucho, el trabajo de un hombre. Para hacer
algo serio, es decir el cambio este al que hacemos referencia en el eslogan, el cambio que puede
producirse, no es ni siquiera de un partido sólo. Lo desborda con mucho.
El pasar de una democracia de derechos y de derechos no satisfechos, pero de derechos que se
constituyen en la aspiración de cada ciudadano, a una democracia que sea también de obligaciones en
el sentido participativo, es también la gran tarea. Y la verdad es que no tengo la receta...No sé cómo
se produce esa transformación psicológica que hace que una sociedad pase de ser una sociedad
exigente, con una respuesta más o menos paternalista del dirigente político, a ser una sociedad
exigente consigo misma, en el sentido de aportar y participar. Y yo creo que ahí está el secreto.
CAMINO A SEGOVIA
A una media hora del centro de Madrid, en un barrio de clase media baja, de edificios
modernos y uniformes, y de flores en las ventanas, llamado de "La Estrella", vive - cuando está en
la capital española - el secretario general del socialismo. Es un apartamento de cuatro
dormitorios donde Felipe reside con su mujer Carmen y sus tres hijos. Es en el número 32 de la
calle del "Pez Volador".
- ¿Cuáles son a tú juicio los puntos críticos de la estabilidad española?
- Yo creo que el problema más importante de España, y por tanto, de la democracia española,
sigue siendo el problema económico por supuesto. Cuando se encara el proyecto democrático en el
mediano plazo hay otro problema relevante que es el problema de la estructuración de un Estado
democrático y autonómico. Y, claro está, que coyunturalmente siempre existen los problemas de lo
que se viene considerando la actitud involutiva, e incluso los zarpazos de los movimientos
terroristas. Pero me parece que esos son problemas que tienen mayor coincidencia coyuntural que de
fondo.
- ¿El terrorismo sería coyuntural?
- Yo creo que tiene más incidencia coyuntural que de fondo. Cuando un país puede llegar a
constatar, como es el caso de España, que el 95% de los ciudadanos quieren vivir en libertad y en
paz, el otro 5% de los ciudadanos no pueden suponer ningún riesgo normal para el proyecto político
de convivencia en paz y libertad. Sin embargo, los problemas de cultura política sí deben ser
resueltos, porque eso en el medio plazo podría quebrar expectativas del fortalecimiento de la
democracia.
Sobre la calle "Pez Volador" un grupo de la Policía Nacional -metralleta en mano - vigila el
ingreso al edificio. Sobre la vereda, cameramen y fotógrafos esperan la salida de Felipe González a
la ciudad de Segovia donde el Partido Socialista tiene previsto un mitin con su participación el teatro
Juan Bravo.
Felipe haría el viaje conversando con un reducido grupo de periodistas en un coche que abordan
a la salida de Madrid.
- Yo decía que los programas de campaña han sido exhaustivamente explicados, también el
programa electoral y el desarrollo del programa electoral en los últimos días. Y por tanto ahora
estamos en una fase formalmente de campaña, aunque materialmente ya se ha iniciado por parte de la
mayoría de los líderes hace bastantes días. Yo no he hecho mucha precampaña. He empezado el día
1º y lógicamente estos días van a ser más particularmente intensos, como sería fácil haberlo
imaginado previamente. Tal vez haya alguna interrupción dentro del plan de campaña por el hecho
de la convocatoria de la diputación permanente que espero sólo sea una convocatoria y no más de
una, por si acaso el gobierno tiene que presentar algún proyecto de decreto ley.
- La campaña se ha visto alterada por los intentos de golpe de estado.
- Bueno, yo creo que la alteración es fundamentalmente una alteración de medios de
comunicación. Es decir, de pronto salta a primera noticia tanto de los telediarios, cuanto de los
programas de radio como de prensa, el complot militar abortado y, naturalmente, eso desplaza otro
tipo de noticia. Tiene una incidencia mucho más relativa a mi juicio en los propios planes de
campaña de los partidos. Yo diría que afortunadamente tiene una incidencia más relativa puesto que
los partidos tienen su proyecto de campaña y yo creo que en un ejercicio de responsabilidad cívica
importante, se está llevando adelante esos proyectos de campaña.
- ¿Puede ser un tema electoral importante?
- Yo creo que es difícil que se convierta en un tema de munición electoral. Entre otras cosas,
porque creo que el comportamiento de los partidos con representación parlamentaria es un
comportamiento bastante homogéneo, de una crítica dura como merece esa situación a los intentos de
desestabilización democrática y por consiguiente en eso va a haber, con mayor o menor énfasis, eso
ya se está notando, una actitud claramente de condena y oposición. Después yo creo que no va a
haber ninguna otra alteración.
- En el inicio de la campaña los partidos han actuado como con guante blanco, ¿qué
riesgo hay de que en el recalentamiento de la campaña este tema delicado pueda agriar las
posiciones?
- La verdad es que yo no lo veo por el momento el riesgo. La campaña no es tan de guante
blanco como se supone. De hecho ha habido por ahí críticas bastante agrias. Desde el punto de vista
de las personas más que desde los programas, aunque también se han hecho descalificaciones
globales. No obstante, la campaña no parece que vaya a ser muy dura, y en realidad las posiciones
de las distintas fuerzas políticas no parecen que le aconsejen a cada una de ellas una campaña de
especial dureza. ¿Quién estaría en condiciones de hacer una campaña dura? Esa sería la pregunta.
Yo creo que afortunadamente a nadie favorece una campaña dura, por tanto va a ser una campaña
respetuosa, a mi juicio y en principio.
Pero debo hacer una precisión.
Normalmente una campaña electoral se basa en la alternativa que se ofrece al gobierno en
presencia, de tal manera que lo normal es que el gobierno se lleve la mayor parte de las críticas de
una campaña electoral. Bueno, la situación es un poco extraña porque no parece que haya nadie en
disposición de defender rigurosamente al gobierno y, sin embargo, sí parece que ante los sondeos de
opinión se perfila el Partido Socialista como el partido como mayor éxito de posibilidad electoral.
Y por consiguiente la extrañeza de la campaña va a ser que se convierta, en vez de una campaña
de oposición-gobierno, de gobierno haciendo de oposición o de fuerzas de derecha haciendo de
oposición contra el Partido Socialista. Eso le da un carácter un poco extraño a la campaña. Ahora,
yo creo que al Partido Socialista eso no le debe de preocupar y desde luego a mí no me preocupa.
- Desde algunos sectores se dice que el programa del Partido Socialista, sobre todo en lo que
a economía y fiscalidad se refiere, es una copia del Partido Socialista francés que ha supuesto
dos devaluaciones, el aumento de la inflación y del paro...
- Se dicen cosas mucho más divertidas que esas, se dice también que es una copia de la UCD, y
lo dicen miembros del mismo partido. Bueno, yo no creo que sea verdad. Ellos mismos no se lo
creen. Algunos de los líderes de la derecha parece ser que se enfurecieron porque uno de los
argumentos que iban a emplear era ése.
Nosotros no queríamos hacer ninguna concesión a ese endurecimiento de la derecha, ni siquiera
al apaciguamiento. No veíamos razonable un programa de nacionalizaciones en España. Ahora bien,
a mí me hace gracia cuando se toma como punto de referencia la política económica francesa,
porque, efectivamente, en Francia la inflación se ha situado un punto superior a la que había hace un
año con una tendencia al alza, que ya hace un año que era importante, y sin embargo se ha contenido
la caída del empleo y se ha contenido en mucha mayor medida que en muchos países europeos. Yo
no voy a entrar en esta campaña a discutir el éxito o fracaso de la política económica francesa, que
me parece respetable. En todo caso estaría dispuesto a discutirla en comparación con la política
económica inglesa, y en ese caso creo que estaríamos en un punto de mucho mayor equilibrio. Se ha
conseguido combatir con mayor eficacia el desempleo en Inglaterra o reducir la inflación con
eficacia en Inglaterra, cosa que me parece que ha sido espectacularmente peor que en el caso
francés. Pero la derecha en España tiene siempre el recurso del Exterior cuando no tiene argumentos
internos.
De tener Dinero invertiría en la Bolsa
- En Francia la victoria socialista trajo consigo una fuga de capitales bastante importante.
¿Piensas que en España puede ser que pase algo parecido?
- Bueno, yo creo que no se va a producir ese fenómeno en España. Creo que no se va a producir
en una medida relativamente importante como se produjo en Francia, quizás por el temor a un
programa de nacionalizaciones que fue un programa bastante duro, bastante riguroso de
nacionalizaciones. Quizás también por un ambiente psicológico que hasta el último minuto no hacía
prever siquiera la posibilidad de un triunfo socialista. Creo que en España algunos de los efectos
políticos que se pudieran producir, con el cambio político-económico me refiero, se están
descontando por anticipado incluso a nivel de Bolsa, de tal manera que la Bolsa se empieza a
recuperar ahora. Yo diría, siempre con la sonrisa en los labios pero en tono serio, que si tuviera
dinero invertiría en la Bolsa.
Reclamé y voy a volver a pedir, respetuosamente además, un balance de la situación económica
de España. Pedírselo además al gobierno. Yo creo que el gobierno lo debe hacer. Lo debe hacer
pase lo que pase, con el resultado de las elecciones, de tal manera que haya una especie de mes de la
sinceridad en noviembre, para que el país sepa en cuál situación se encuentra realmente. Eso me
parece particularmente importante en la agricultura, donde hemos presenciado un fenómeno no
demasiado frecuente en los países democráticos estables. Es el fenómeno de un ministro de
Agricultura, que un mes antes de la iniciación de la campaña electoral, abandona el gobierno, se
apunta en una lista en principio de un partido competidor del gobierno y desde esa lista critica la
política del gobierno. No sé si la política agraria también, me parece que la política agraria
también. En el campo español se ha producido un fenómeno que tiene una dimensión histórica de
descapitalización que se dice por todo el mundo, porque es verdad. Es verdad que se ha sacado parte
del producto agrario para llevarlo a la industria. Esa descapitalización ha afectado a la
modernización de la estructura agraria española, y por otra parte se da la problemática de los
latifundios. Creo que la explotación agraria ha estado abandonada, el arrendamiento agrícola
también, la cooperativa agrícola también y ha estado abandonada por una manera específica de
concesión de créditos. El crédito en España se sigue dando contra la aportación de un patrimonio
suficiente para responder al crédito... no se asume el riesgo de orientación del crédito con sentido
social y de viabilidad, clave de la recuperación de la descapitalización de la agricultura.
- ¿Qué hay de los 800 mil puestos de trabajo que dicen que va a ser una subasta y que no va a
ser posible? ¿Están muy convencidos de que eso sí es posible?
- Yo creo que es posible si se dan las condiciones necesarias. Creo que llama la atención hablar
de cifras de esa naturaleza, pero llama mucho más la atención el que se haya perdido un 30% más de
esos puestos de trabajo en cuatro años, es decir, que cuando se habla de crear en cuatro años
800.000 se han perdido muchos más en un lapso igual, por consiguiente creo que es un esfuerzo
razonable. Yo creo que hay que frenar la caída del empleo y recuperar empleo rápidamente, porque
si no habrá ninguna mejora de la economía. Es decir, el dinero que se emplea para financiar el alto
porcentaje de desempleados que existe impide un crecimiento del producto interior bruto suficiente.
Impide, por consiguiente, tener dinero disponible como para hacer inversiones productivas. Por
tanto si uno no rompe ese mecanismo y se dispone con todos los medios a generar empleo no habrá
manera, yo creo, de salir de la crisis. Eso no lo decimos sólo nosotros, lo dicen algunos probos
funcionarios conocedores de la economía española que no han votado al PSOE y que probablemente
no votarán al PSOE, pero que saben que eso es un círculo infernal que hay que romper y hay que
romperlo mediante una programación de medio plazo y una concertación entre las fuerzas sociales.
Hablo no de empleo coyuntural sino de empleo estable. Hay que combinar varios factores que en
España son posibles. España está carente de infraestructura adecuada; de infraestructura en todos los
sentidos, infraestructura que supone la modernización industrial de España, infraestructura de
vivienda. Por otra parte, hay la posibilidad de un flujo de inversión pública importante que enganche
y se coordine con una inversión privada también importante. Todo incremento de la producción
interior tiene que tener un destinatario: el destinatario interno, el consumo interno. Nosotros
comprendemos que por los desequilibrios económicos de España y por la fuerte dependencia
energética exterior no puede crecer exclusivamente, es decir, no podemos incrementar el consumo
como en los años 60, por lo tanto lo que hay que tratar es de consolidar un determinado nivel de
consumo. Para eso proponemos que haya una política de salarios y una política de índice de coste de
la vida que corran en vías paralelas, de tal manera que los salarios no sigan perdiendo poder
adquisitivo, para que se mantenga una cierta capacidad de consumo interior y añadimos a eso algo
que tiene importancia. Como eso no es suficiente para recuperar lo que eufemísticamente se llama el
excedente empresarial que también a nivel nacional se podría llamar excedente del beneficio del
sistema productivo, hay que intentar crecer en productividad por encima de esa compensación
salarial que se equipara con el índice del coste de la vida. Si creciéramos tres o cuatro puntos, ese
mayor crecimiento a mi juicio se podría destinar, desde el punto de vista de la oferta y la demanda
exterior, es decir, abrir nuevos mercados en el exterior, lo cual es posible, a mi juicio. Para España
con una política exterior más coordinada y posible en áreas donde la competitividad no sea
imposible. En las áreas del Mercado Común la competitividad industrial es prácticamente
imposible, no en otro sector y, por otra parte, a la vez que se crea ese instrumento de política exterior
yo creo que hay que negociar ese excedente de productividad para reducir tiempos de trabajo. Y
repito, hay que negociar entre las partes sociales, de tal manera que haya un mayor esfuerzo de
distribución del tiempo disponible. Nosotros hemos dicho que las medidas de crecimiento de la
productividad con vistas a esa prioridad de generación de empleo deben ir acompañadas y lo hemos
explicado técnicamente hasta la saciedad, de otras medidas de disminución del tiempo global de
trabajo, tanto por crecimiento de la edad de escolarización cuanto por disminución de la edad de
jubilación y otras técnicas complementarias. Pero hemos dicho y se lo hemos dicho a los sindicatos
con toda claridad, que eso sólo es posible si se mantiene la competitividad del sistema, es decir, que
lo que no se puede hacer es bajar, vía decreto, ese tiempo de trabajo y después echar la culpa a los
demás de que como los otros países no lo bajan perdemos competitividad. De eso tenemos
lógicamente ya la experiencia, incluso francesa, que nos parece una experiencia muy ilustrativa.
Entonces, el planteamiento tiene racionalidad si las partes sociales y económicas fueran capaces de
aceptar una programación racional y poner cada una de su parte el sacrificio necesario para que los
objetivos de esa programación se cumplan.
Dictaduras y Begin
El programa electoral del Partido Socialista Obrero Español se encuentra dividido en cinco
capítulos fundamentales: la crisis económica y el empleo, una sociedad más justa e igualitaria, una
sociedad más libre, la reforma de la administración y el estado de las autonomías y la política
exterior de España.
En el primer capítulo se señala que la creación de puestos de trabajo es el principal reto al cual
deberá enfrentarse la sociedad española durante los próximos años, por ello el empleo es el objetivo
prioritario del programa socialista. El PSOE se propone crear más de 800.000 empleos netos
durante los cuatro años de gestión gubernamental.
Para alcanzar ese objetivo se adoptarán políticas específicas de empleo que a través de la
solidaridad de los que ya cuentan con un puesto de trabajo, reducir la edad de jubilación y la jornada
de trabajo y escolarizar al máximo el número de jóvenes.
La inversión pública, agrega, actuará con motor de la economía, en el presupuesto de cada año
se preverá un fondo de acción coyuntural para la creación de fuentes de trabajo cuya aplicación sea
objeto de negociación con los interlocutores sociales. Pero es la inversión privada la determinante en
el volumen de la creación de empleos. Por ello se propondrá: un plan concentrado que elimine
incertidumbres de tipo institucional y de política económica, la moderación de costes, tanto
salariales como de seguridad social y financieros, el establecimiento de canales de financiación a
largo plazo, el fomento del ahorro para financiar la inversión, el ahorro de coste de energía y el
control de la inflación. Por otra parte sostiene los acuerdos salariales anuales deben garantizar el
mantenimiento del poder adquisitivo de los salarios.
Bajo el título de "una sociedad más justa e igualitaria" dicen en el apartado de la Seguridad
Social que la situación de ésta es insuficiente y está mal gestionada. Gasta poco en comparación con
los países de la Comunidad Económica Europea; gasta mal los recursos de que dispone desde que
amplios sectores sociales se encuentran sobreprotegidos, su sistema de financiación es
excesivamente gravoso para las empresas, especialmente para las pequeñas, medianas y más
intensivas en trabajo, convirtiéndose en una forma de penalización del empleo y en factor perjudicial
para la competitividad de las empresas españolas. Entre otras cosas propone la inclusión de todos
los trabajadores por cuenta ajena en el régimen general de la seguridad social y se reformará el
régimen especial de los autónomos. Y se creará un régimen único para todos los españoles de la
cobertura por la Seguridad Social de la asistencia sanitaria, en el marco de un servicio nacional de la
salud. Se ampliarán igualmente las ayudas familiares, las pensiones asistenciales y los servicios
sociales. Se incrementará la aportación estatal para financiar las prestaciones de la Seguridad
Social. La elevación de los topes máximos, el prorrateo de las pagas extraordinarias y un gravamen
equitativo por las horas extraordinarias contribuirán a eliminar el desigual reparto de la carta entre
empresas.
Referente a la protección de los desempleados señalan que el actual sistema es manifiestamente
insuficiente, ya que mantiene sin cobertura al 70 por ciento de los parados, y lo que es más grave, se
está operando un deterioro creciente de las tasas de cobertura. A la vez, la gestión de las
prestaciones es absolutamente caótica.
El PSOE promete mejorar y extender el actual nivel contributivo y crear además un nivel
asistencial que cubra a los parados en estado de necesidad a los que no alcancen las prestaciones
contributivas. Para conseguir tales objetivos se modificará la ley básica de empleo, con arreglo a
criterios que comprenden, entre otras cosas, la inclusión de diversos colectivos, hoy desprotegidos,
en el nivel contributivo del Seguro de Desempleo -en particular se buscará la equiparación de los
asalariados agrícolas al régimen general de las prestaciones por desempleo - en particular se buscará
la equiparación de los asalariados agrícolas al régimen general de las prestaciones por desempleo,
agilizándose los trámites para su concesión, perfeccionando la información acerca del mercado de
trabajo, etc.
En el tema de la educación señalan que en la Sociedad Española la cantidad y calidad de
servicios educativos que recibe una persona depende de servicios educativos que recibe una persona
depende de su capacidad económica, nivel social y lugar de residencia. El gobierno socialista se
propone acabar con este círculo vicioso de reproducción de la desigualdad mediante una política
educativa socialmente compensatoria e integradora de los ciudadanos, por encima de sus diferencias
socioeconómicas, culturales e ideológicas.
Para ello, es necesario una renovación pedagógica del profesorado, el democratizar el acceso de
todos los ciudadanos a los diferentes niveles de enseñanza convirtiendo la educación en un
verdadero servicio público gratuito, y lograr la escolarización de niños y jóvenes comprendidos
entre los 2 y los 16 años siguiendo una determinada programación. El orden de prioridades de esta
programación deberá permitir que todos los niños de 4 y 5 años dispongan de un puesto de educación
preescolar, que la escolarización de los menores de 16 años llegue al 100% y que se y que satisfagan
las necesidades más urgentes de escolarización de los niños de 2 y 3 años. Se aumentará la tasa de
escolarización para los jóvenes de 16 a 18 años, mediante un sistema flexible que incluya la
expansión de la educación permanente, de la formación técnica y de una formación profesional
integrada en el resto de los niveles educativos y con una más adecuada orientación ocupacional.
Los centros no estatales que sean sostenidos con fondos públicos deberán cumplir rigurosamente
lo que previene el texto constitucional, garantizando el derecho de los padres, profesores y alumnos a
participar en su control y gestión. Una norma regulará los niveles obligatorios, la financiación
deberá realizarse conforme a un orden justo de prioridades, teniendo en cuenta las necesidades más
acuciantes del sistema escolar español, como ser la desescolarización, la insuficiencia de la
educación especial, la baja calidad de la enseñanza y la marginación que sufren amplios sectores
sociales y el medio rural.
En cuanto a la universidad señalan que este debe contribuir eficazmente al desarrollo económico
y cultural de la sociedad. Su urgente reforma girará en torno a dos principios fundamentales: la
democratización de la difusión de conocimientos y el aumento de la calidad de los servicios que la
universidad ofrece.
Sobre el medio ambiente declaran que la política socialista es esencialmente preventiva,
atendiendo al doble imperativo de economía de recursos y de calidad de vida para los ciudadanos.
Sin embargo -acotan-, en España se ha llegado a un grado tal de degradación ambiental que no sólo
se hace necesaria la implantación de esa política preventiva, sino la puesta en marcha inmediata de
medidas concretas y urgentes al menos en los siguientes campos; calidad ambiental y protección de la
naturaleza.
En el capítulo referido a la defensa del consumidor se ha establecido que el objetivo prioritario
de la política socialista en relación con los consumidores pasa por una profunda crítica del actual
modelo de consumo, basado en relaciones de dependencia y subordinación de los intereses de los
consumidores a los de los productores y por la creación de un nuevo modelo de consumo, liberador,
equilibrado, democrático y defensor de aquellos estratos de la población más débiles.
Lo anterior comporta el compromiso del PSOE de lograr a través de una ley de defensa de los
consumidores y usuarios, el reconocimiento de los cinco derechos de los consumidores y usuarios.
1) El derecho a la protección de la salud y de la seguridad física; 2) el derecho a la
información y educación; 3) el derecho a la representación y a la consulta; 4) el derecho a la
protección de sus intereses económicos y 5) el derecho a la reparación de los daños sufridos.
Entre otras y al respecto se aplicarían las siguientes medidas
1) Reformar los métodos de distribución y desarrollar el cooperativismo tanto de compra como de
consumo. 2) Establecer para los fabricantes normas de control de calidad, así como medidas
represivas del fraude. 3) Establecer medidas de defensa frente a los monopolios de servicios
públicos para el estudio y modificación de los contratos de adhesión que resulten abusivos para los
consumidores.
Distribuir Excedentes
La negociación a escala de empresas deberá centrarse en la mejora de las condiciones de trabajo
y en la distribución del excedente obtenido por mejoras de la productividad.
Las prioridades socialistas para la distribución de este excedente son, invertir en expansión y
creación de empleo, reducir jornada, sustituyendo las horas liberadas por nuevos contratos, mejorar
las condiciones de trabajo y la participación de los trabajadores en los beneficios de la empresa, y
remunerar el ahorro para fomentar la inversión.
Con carácter general se rebajará en el plazo de un año la edad de jubilación a los sesenta y
cuatro años y las jubilaciones anticipadas podrán iniciarse a los 59 años con coeficientes
reductores. Durante el primer año se fijará la jornada laboral legal en cuarenta horas semanales y en
treinta días las vacaciones anuales. Se mantendrá sin embargo el objetivo de las treinta y cinco horas
al que deberá atenderse a través de las negociaciones colectivas que deberán avanzar hacia la
consecución de la quinta semana de vacaciones.
Para salir de la crisis, dice más adelante el programa electoral, es fundamental avanzar hacia una
"economía concertada" en la que exista un importante sector de mercado con una clase empresarial
dinámica, un sector público eficiente y unos sindicatos fuertes.
Sobre la Agricultura y Ganadería
Por su parte sostiene que la agricultura y ganadería española están afectadas y condicionadas en
estos momentos por los efectos de la crisis energética, el bajo crecimiento económico, las
incertidumbres ante la previsible inclinación en la Comunidad Económica Europea, así como por las
pérdidas de rentas sufridas por amplias capas de agricultores y ganaderos, cuya situación n se ha
agravado como consecuencia de las sequías de los dos últimos años.
La política socialista se basa en la capacidad de la agricultura y ganadería española para
mejorar así como en la necesidad de que estos sectores jueguen un importante papel en el
relanzamiento del conjunto de la economía y el objetivo prioritario general de aumentar el número de
puestos de trabajo.
Se fomentará las cooperativas de carácter integral. Las explotaciones familiares, las
cooperativas, los agricultores jóvenes y los asalariados sin tierras serán los beneficiarios directos de
cuantas medidas de intervención se produzcan.
El fomento ganadero se llevará a cabo a través de un programa que tenga en cuenta la expansión
d cultivos forrajeros, la mejora y recuperación de recursos pastables, un mayor impulso a las razas
autóctonas y el saneamiento de las cabañas ganaderas.
La política de rentas agrarias se concebirá como una superación de la política de precios que
corrija no sólo los desequilibrios campo-ciudad, sino también las desigualdades más acusadas
dentro del sector.
Los precios de garantías son necesarios para asegurar un nivel mínimo de ingresos al agricultor,
pero no sería realista esperar de la política de precios un papel redistribuidor de las rentas, por ello
se pondrá especial atención en otras medidas complementarias que permitan una mayor selectividad
de las ayudas según tipos de explicación. Los precios y calidad de los medios de producción serán
igualmente objeto de negociación y vigilancia.
La mejora de las estructuras comerciales y del acortamiento de la cadena de intermediarios
pasan en primer lugar por mejorar la comercialización de los productos agrarios en origen para lo
cual se reestructurará la empresa pública "Mercorsa" modificando y ampliando su cometido.
Luego de destacar a la pesca como un importante sector de futuro proponen algunas medidas
para recuperar y potenciar. Se establecerán también precios de garantías para la protección de la
primera venta.
La política social en el sector pesquero se apoyará en una clarificación de la prestación laboral
contratada, en la democratización de las cofradías de pescadores y en la potenciación de los
sindicatos de pesca. Se extenderá el seguro de desempleo a la totalidad del colectivo de pescadores.
Industriales Dependientes
Con referencia a la política industrial sostienen que la agudización de la crisis económica y la
pasividad e improvisación de las políticas industriales pasadas, han determinado la existencia de un
sector industrial en España en fase de desarrollo intermedio, muy dependiente del exterior sometido
a un intervencionismo poco transparente y con escaso nivel de concurrencia en el mercado interior,
lo que le hace poco competitivo y extremadamente frágil y vulnerable ante los retos a que habrá de
hacer frente.
La política industrial contemplará un ajuste positivo e integral que supere las actuaciones
parciales, defensivas y coyunturales, de modo que la asignación de recursos para la
reindustrialización se realice integrando las tareas de reestructuración, reconversión y creación de
nuevas actividades industriales. Ello exigirá consolidar la parte del actual patrimonio industrial que
tenga posibilidades de subsistir, favorecer el crecimiento competitivo del mismo y buscar y
potenciar actividades de recambio, de acuerdo con las nuevas demandas sociales.
Los criterios de actuación, dice que servirán a la política de industrialización en nuestro país
son, entre otros, los siguientes.
1. El diseño de la política para salir de la crisis en el sector industrial no puede realizarse al
margen de las exigencias del mercado que habrá de funcionar bajo crecientes cuotas de
competitividad interna y externa.
2. El protagonismo del sector público como instrumento de apoyo a sectores en crisis y como
agente favorecedor de la creación y desarrollo de sectores de futuro.
Los instrumentos de actuación de la política industrial socialista responderán a las siguientes
directrices:
1. Tendrán prioridad los instrumentos de naturaleza financiera sobre los fiscales, de peor
cuantificación y control potenciando la banca oficial y reorientando la actividad de las cajas de
ahorro.
2. En materia de política exterior, se favorecerá la implantación y desarrollo de actividades
industriales en el extranjero como factor fundamental en la promoción y consolidación de las
exportaciones industriales.
3. La política de compras del estado constituirá un importante instrumento en la
reindustrialización, especialmente en el mercado de bienes de equipo, de nuevas tecnologías, etc.
4. Se dará una especial atención al desarrollo tecnológico especializado, tanto de proceso como de
diseño y marca propia, a la información y a la formación gerencial, junto con estímulos a la
exportación por medio de investigaciones de mercado y promoción comercial.
En definitiva -señalan por último en esta materia- los socialistas propugnamos la puesta en
marcha de procesos de planificación económica que sirvan de orientación y marco de referencia a la
iniciativa privada, la utilización más eficaz de la empresa pública, la clarificación del papel de las
fuerzas sociales en los procesos de reindustrialización en que sea necesaria la aportación pública, la
puesta en marcha de un nuevo marco de relaciones industriales con la constitución del Consejo
Económico y Social y el acercamiento real de la política industrial a los ámbitos autonómicos y
locales, y la potenciación del papel de las comunidades autónomas en la promoción industrial.
Cuando aborda el tema de la energía señala la necesidad de transferir los actuales medios
estatales para el transporte y distribución que gestiona Camsa a una empresa de capital público
mayoritario. Asimismo proponen constituir una empresa con mayoría de capital público para
explotar un régimen de propiedad el monopolio nacional de la red primaria de transporte de energía
eléctrica y llevar a cabo una política de estricta complementariedad de la energía nuclear que
atenderá exclusivamente las necesidades de consumo no cubiertas por otras fuentes disponibles.
Con respecto a la obra pública entre otras cosas proponen que la política de carreteras se
dirigirá preferentemente hacia la mejora de calidad de la infraestructura existente. Las actuaciones
en autopistas se encaminarán a las culminaciones de las ya iniciadas, racionalizando su explotación e
interconectando las existentes con presencia directa del sector público. Luego de referir diversas
medidas vinculadas al sector transporte el programa electoral del PSOE aborda el tema del turismo.
Al respecto sostiene que para mejorar lo que existe y desarrollar otras líneas de mayor futuro se
programarán acciones dirigidas a evitar el deterioro del medio ambiente, los valores paisajísticos,
urbanísticos y artísticos, la planificación de las grandes líneas de desarrollo turístico, el
replanteamiento del crédito turístico dirigido fundamentalmente al mejoramiento, modernización,
diversificación de la oferta, el incremento de la formación profesional y la racionalización de la
participación pública en la actividad empresarial del sector.
Con referencia al comercio interior dice: el PSOE promoverá la necesaria modernización y
reestructuración de las empresas comerciales, que permita el desarrollo del urbanismo comercial,
compatible con la defensa de los pequeños comerciantes tradicionales de las ciudades. No actuar en
esta dirección supone dejar el protagonismo casi exclusivo del sector mediante programas definidos.
Se estimulará la tecnificación de las empresas independientes, el fomento del comercio asociado e
integrado y la cooperación de servicios y el cooperativismo.
Con Respecto a la Empresa Privada
Con respecto al funcionamiento de la economía dice acerca de la empresa privada que el sector
empresarial ha sido y seguirá siendo en el futuro, un importante protagonista de la actividad
económica. Para ello, no obstante, tiene que resolver los graves problemas que le aquejan
actualmente, como son el minifundismo, la excesiva dependencia respecto al crédito a corto plazo, la
insuficiente capacidad tecnológica y unas prácticas de gestión que no se adecuan a las necesidades
actuales. El PSOE estima que es responsabilidad del gobierno prestar el máximo apoyo en la
búsqueda de un sistema eficiente y adecuado a las necesidades que la sociedad española demanda.
Por ello, se propone:
A) Impulsar los principios fundamentales que deben inspirar el comportamiento de la empresa
en una sociedad democrática: colaboración, transparencia y eficiencia. Colaboración en el sentido
del diálogo y del necesario entendimiento entre los distintos grupos y fuerzas económicas y sociales
que operan dentro y fuera de la empresa. Transparencia como la obligación de facilitar al exterior
una información mínima y veraz. Eficiencia para poder alcanzar los objetivos empresariales a un
coste mínimo, es decir, la maximización del beneficio en un mercado competitivo.
B) Democratizar las estructuras de poder de las empresas con objeto de conquistar
progresivamente la democracia económica y social fomentando los medios de descentralización y
participación.
C) Apoyar la investigación, la mejora de los métodos de gestión y la innovación tecnológica,
entendida esta como una actividad consistente en poner en práctica nuevos conocimientos que
contribuyan al incremento de la eficiencia empresarial.
D) Una reforma del sistema financiero orientada y potenciar el endeudamiento a mediano y
largo plazo de las empresas y a moderar el coste de los créditos.
E) El PSOE, considera un objetivo prioritario la modernización, mejora de la eficacia e
incremento de la competitividad en las pequeñas y medianas empresas. Para ello, está dispuesto a
potenciar la acción del Estado orientada a apoyar igualmente el cooperativismo en general y la
cooperación entre empresas, en tanto que instrumento eficaz para la prestación de servicios comunes
a las empresas individuales. Los aspectos determinantes de la política socialista se basan en las
siguientes prioridades.
A) Remoción de los obstáculos legales e institucionales que dificultan la competitividad de las
pequeñas y medianas empresas.
B) Modernización de las estructuras productivas y saneamiento de la estructura financiera de las
PYMES.
C) Adaptación de las PYMES a la política e instituciones de las comunidades europeas y ayuda
a sus actividades de exportación.
D) Favorecer el acceso de las pequeñas y medianas empresas a los suministros y contrataciones
del Estado y en general, a los mercados públicos.
E) Apoyo a la cooperación entre empresas, al cooperativismo de producción y, especialmente
al de servicios.
Una Política de Precios
La política de precios se llevará adelante, en general por vías indirectas y evitando una
intervención y control directos sobre los mismos.
Sin embargo, ciertos precios seguirán sometidos a control de vigilancia: los bienes y servicios
producidos en régimen de monopolio, tanto público como privado, los de las empresas públicas que
presten servicios públicos, los de los bienes básicos para la familia, materias primas estratégicas y
bienes de servicios fuertemente subvencionados, públicos o privados, los precios agrarios, de
acuerdo con las necesidades del sector y de la política general de precios y rentas.
En cuanto a la política monetaria opinan que ésta debe seguir jugando un papel fundamental,
junto a la política salarial y de precios, dentro de la actuación dirigida al control de la inflación,
aunque no como la política prioritaria a la que se subordinan las demás. Su ejecución no estará
exclusivamente centrada en una sola variable, la oferta monetaria sino que tendrá en cuenta también
el crédito y los tipos de interés. Los objetivos monetarios serán dados a conocer y perseguidos con
rigor, revisándose continuamente los instrumentos de control. Deben diversificarse y mejorarse los
mecanismos de financiación al tesoro con la colaboración de la autoridad monetaria. En un período
inmediato se procurará la moderación de los tipos de interés, sin soslayar su sintonía con los
internacionales, y se concederá una especial atención de la política de tipo de cambio y de reservas,
con objeto de evitar los movimientos especulativos que puedan producirse.
Respecto a la política financiera señalan que la reforma iniciada en 1977 no ha alcanzado
totalmente sus objetivos, en especial en lo que se refiere a la diversificación de los mercados,
modernización de las instituciones y formación de los precios del dinero. Por otra parte, ha generado
grandes contradicciones en el sistema financiero. Por ello es necesario plantear una nueva política
que corrija los efectos menos deseados de la liberalización. Los objetivos primordiales de la misma
han de ser alejar el peligro de una posible segunda crisis de la banca y evitar el riesgo de
desmantelamiento de la industria por la aplicación de una política liberal pura. Para ello, debe
adoptarse una política en la que colaboren las autoridades financieras con las entidades privadas más
importantes a través de acuerdos generales que fijen marcos a la actuación pública y privada. Los
objetivos son: ampliación de la gama de activos financieros, adaptar nuestras instituciones a la CEE,
reforzar la responsabilidad de los dirigentes con una nueva legislación en casos de quiebra o
suspensión de pagos y potenciar la competencia en la totalidad del sistema.
Sobre el Sector Exterior
Un sector exterior fuerte y saneado en una condición ineludible para un desarrollo equilibrado
de la economía. Ello exige una reforma de la política actual de promoción y fomento de las
exportaciones y un mayor rigor en nuestra política arancelaria y de importación. Para ello:
A) Se ampliará el fomento financiero a la exportación. Hacen falta fondos suficientes, a un tipo de
interés preferencial, lo que exige la reforma del banco exterior y una mayor participación de la banca
privada y de las cajas de ahorro. Asimismo, es necesario ampliar los mecanismos del seguro de
exportación.
B) La promoción comercial en el exterior estará presidida por el principio de la más estrecha
colaboración entre los sectores públicos y privados, no solamente aumentando las dotaciones
presupuestarias para ese fin, sino mejorando sustancialmente su aplicación y aprovechamiento.
C) La red exterior de oficinas comerciales se modernizará mejorando sus niveles de
información y gestión y su coordinación con la red de oficinas exteriores de las entidades públicas y
privadas.
D) La red exterior de oficinas comerciales se modernizará mejorando sus niveles de
información y gestión y su coordinación con la red de oficinas exteriores de las entidades públicas y
privadas.
E) La pequeña y mediana empresa es un elemento fundamental en la exportación. La labor de
promoción realizada por el gobierno estará orientada principalmente a ayudar a este sector,
completada con una mejora sustancial de los actuales servicios de información del Ministerio de
Economía y Comercio, promoviendo servicios comerciales conjuntos y compañías de comercio
exterior.
F) La estructura de nuestras importaciones y la presencia de tendencias proteccionistas en el
comercio internacional hacen improcedentes la adopción de una política liberalizadora a ultranza.
Además es necesario ordenar el ámbito arancelario y el extra arancelario, donde siguen existiendo
prácticas de marcados tintes arbitristas y distorsionantes.
G) Las posibilidades de obtención de cuotas crecientes de mercado interior para la producción
española aunque existen, son limitadas y por ello creemos que la base de esa sustitución no debe ser
una política proteccionista sino una adecuada política sectorial.
Financiación Exterior
La inversión extranjera en sus diversas formas ha supuesto un notable aporte a la economía
española que en el futuro debe seguir manteniéndose. La internacionalización de la economía
española debe continuar, pero enmarcada en una política global adecuada.
El diseño y aplicación de esta política requiere al menos los siguientes elementos: ampliación y
mejora del aparato estadístico, reestructuración de los órganos interministeriales, definición clara de
las prioridades sectoriales y regionales, capacidad de control de los precios de transferencia,
beneficios, pagos por "royalties" y asistencia técnica y sobre todo, robustecimiento de la capacidad
negociadora ante las inversiones extranjeras. Los mismos principios cabe aplicar a la inversión-
crédito. Nuestro endeudamiento ha de servir para financiar eficiencia y no para subvencionar la
ineficiencia.
La inversión española en el exterior, especialmente la inversión directa ligada a actividades de
exportación, seguirá siendo apoyada por el gobierno, estableciéndose las garantías oportunas para
impedir movimientos especulativos.
EL SECTOR PÚBLICO
La Empresa Pública
Los socialistas concebimos las empresas públicas como instrumentos fundamentales para la
creación de puestos de trabajo y el logro de un desarrollo estable. Para ello, el PSOE considera
ineludible la creación de mecanismos de control económico, social y político de las empresas
públicas.
Ingresos y Gastos Públicos
El sector público atraviesa una grave crisis, salir de esa crisis es una condición ineludible para
realizar una acción coherente de gobierno. Ello implica liberar al sector público de su sometimiento
a intereses particulares o de grupo y ponerlo al servicio de todo el país. Pero implica igualmente una
mejora sustancial de su gestión administrativa y financiera. Por ello, es necesario una reforma en
profundidad de los ingresos y gastos públicos y del proceso presupuestario.
INERCIA DE LA DICTADURA
- Se ha dicho, por parte de Uds. que los vascos soportan ciertas negligencias de Madrid...
- No se olvide que nosotros no hemos vivido ni una revolución triunfante contra el franquismo ni
una ruptura con el sistema totalitario anterior.
Persiste, pues, cierta inercia de la dictadura anterior que se refleja en los resortes
administrativos que dificultan el pasaje de facultades autonómicas al país vasco. De todos modos, se
ha logrado mucho.
- ¿Porqué esa división entre partidos nacionalistas vascos?
- Mire, el más importante es, precisamente, el PNV (Partido Nacionalista Vasco) de centro de
derecha con composición electoral varia y con una ideología burguesa. Por otro lado estamos
nosotros, que somos una izquierda no dogmática. Luego está Herri Batasuna que se presenta sin
programa y sin capacidad de análisis de evaluación sobre los aspectos negativos de las
manifestaciones violentas en pos del objetivo que dicen perseguir. Tiene este partido una notoria
falta de coherencia en sus actitudes.
- ¿Cuáles son los puntos críticos de la estabilidad democrática española?
- Existen como le decía instituciones y personas del antiguo régimen que evidentemente quieren
retornar a él. Y eso se ve en el Ejército, con las intentonas golpistas o en la Policía. En el propio
gobierno de UCD (Unión de Centro Democrático) es posible ver personas que militaron en el
franquismo.
Pienso, sin embargo, que el desarrollo de la democracia va a ir haciendo desaparecer esas
situaciones de riesgo... de involución.
- ¿Apoyaría Ud. un gobierno del partido socialista?
- Nuestro régimen, como Ud. sabe, es parlamentario. Allí nosotros votaríamos por cualquier
presidente de izquierda que se comprometa con nuestra concepción de las relaciones del país vasco
con el Estado español y que acepte llamar a referéndum en Navarra para permitir a su pueblo elegir
también su destino. Lo de la planta nuclear de Lemoniz pensamos que también es un tema
trascendente y material, por consiguiente de referéndum.
Santiago Carrillo
acido en Gijón (Asturias) sesenta y siete años atrás, Santiago Carrillo es desde hace
N
años, el secretario general del Partido Comunista de España. Un partido que se ha venido
desgastando aceleradamente desde su legalización hasta la fecha. Pocos piensan, hoy día, que
tenga una participación electoral importante y su propaganda está dirigida, fundamentalmente, a
evitar esa notoria emigración de sus filas.
Yo he propuesto ya que me sustituyan -dijo Carrillo- pero no quisieron hacerlo. Ahora no
lo quiero hacer yo.
Este país, agrega, necesita de políticos capaces y con experiencia...para acotar con voz
socarrona "Dios me libre que crean que me estoy refiriendo a alguien en particular".
Con un hablar tranquilo y, en ocasiones casi sermonal, usa contadas veces de la
vehemencia en sus intervenciones públicas y recurre constantemente a la frase con doble
intención.
Carrillo es el único dirigente político de relativa importancia que tomó parte en la Guerra
Civil. A los trece años ya había ingresado en la Central Sindical Socialista y ocho años más
tarde, en 1936 es elegido secretario general de las Juventudes Socialistas Unificadas. Poco
tiempo después, en febrero de 1937 forma ya parte del buró político del PCE.
En una sociedad que trata colectivamente de olvidar esa circunstancia o mejor dicho, de
buscar las vías que la conviertan en irrepetible, un antecedente de esa magnitud es harto
negativo.
Y su actitud calma, su verbo político en pos de conciliaciones, no es tal vez sino el
resultado de ese handicap que ofrece a sus competidores.
Dime de qué te jactas y te diré de qué careces- le decía hace no mucho tiempo a Felipe
González recordando paradojalmente el viejo refrán castellano- contestándole en aquella
oportunidad el líder socialista, el "sí con sobradas razones con el mismo dicho".
Pero "Don Santiago" como le ha dicho el rey, hace de Felipe el blanco predilecto de su
mordacidad.
La conciencia de la pérdida de adherentes del comunismo la manifiesta el propio Carrillo
quien afirma con forzado optimismo, "creo que vamos a mantener -unos dos millones- los votos de
la elección anterior."
Somos el primer partido - afirma Carrillo - que planteó la necesidad de una reconciliación
nacional y muchos compatriotas aún no compartiendo nuestras ideas, nos reconocen el mérito de
haber contribuido a realizar un cambio sin revanchas.
Algunos ciudadanos pueden pensar -agrega- que votar el PCE no es un voto útil porque no
vamos a tener la mayoría. En las pasadas Cortes dos grupos UCD y PSOE, tenían 290 diputados. Y
eso no ha sacado a España del inmovilismo. Un grupo de parlamentarios comunistas, aún sin ser
mayoritario, puede, con el apoyo de la opinión pública, hacer mucho para que nada se pare.
Algunos Aspectos del Programa
Alguien ha dicho que hubo en esta elección, cuando la confección de los diversos programas
de gobierno como una competición por una suerte de súper ofertas al electorado.
La apariencia de ese hecho tiene, por lo menos, lo ocurrido en materia de empleo.
En efecto, mientras el Partido Socialista Obrero Español promete la creación de 800 mil
puestos de trabajo en el transcurso de su gestión gubernamental, el PCE ha señalado que ellos
crearán 250 mil por año.
En el programa del PCE, en donde no se encuentran casi referencias a sus orígenes marxistas
y leninistas, ni a la interpretación de la realidad que supone aquél, ni a las actitudes que implica éste,
se confunden la gran mayoría de los 50 títulos de las materias que se abordan con eslóganes de
evidente demagogia.
El eje de nuestro programa es la creación de un millón de puestos de trabajo dice en su
primer punto la propuesta comunista.
Para alcanzarla habla de una política económica que contemple medidas de democratización
de la economía, de modernización de la producción a través de la "reforma fiscal y financiera, de
reforma agraria y de reindustrialización de España, de cambios serios en la administración pública,
política, energética, científica y tecnológica, en un papel más decisivo del sector público."
2) Invertir más que crear empleo. En este punto sostiene el aumento de la inversión pública en
300 mil millones de pesetas constantes de 1982 en adelante en cada uno de los próximos cuatro
años. Este esfuerzo importante de inversión pública adicional, dice más adelante, debe ir
acompañado por un crecimiento sostenido de la inversión privada. Esta última sería estimulada por
una reducción de los costos financieros.
3) Fomento del empleo, especialmente el juvenil. Al respecto propone, entre otras cosas, una
reducción del 75% de los aportes empresariales a la seguridad social.
4) Reducir los horarios de trabajo para que trabaje más gente. Con ese fin piden, además, el
aumento del tiempo de vacaciones y la desaparición del pluriempleo.
5) Por una mayor estabilidad en el empleo. Sostienen en éste item, la presentación de proyectos
que regulen de un modo más beneficioso para el trabajador las posibilidades de despido del
empleador.
6) Defender la industria. Con ese objetivo proponen: abandono del principio de subsidiariedad
del sector público con la intervención de éste en actividades rentables, tanto en el mercado nacional
como en el internacional, y entre otros, la participación del Estado en la propiedad de aquellas
empresas privadas que reciben fondos públicos.
7) Construir más viviendas.
8) Apoyar a las empresas pequeñas y medianas y las cooperativas.
S obre la muy madrileña calle de Alcalá, en el número 39 y a pocos metros de donde antes
estaba la sede del "Movimiento", de triste y azul recuerdo, no distante de la Gran Vía, de Cibeles,
está ubicado el Ministerio de Educación y Cultura ( que así se llamaba por entonces).
En el segundo piso de ese viejo edificio: las oficinas del Ministro. Para entrar a su
despacho se debe atravesar un doble juego de puertas elegantes y sobrias de estilo clásico.
Poco parece haber cambiado. Y, sin embargo, todo empezó a cambiar. El secretario de
Estado es, ahora, nada menos que José María Maravall, quién desempeñó el cargo hasta 1988.
La mayoría de nosotros, tan cerca afectivamente de España, de sus alegrías y de sus
dolores, que han sido por desgracia los más, estamos un algo lejanos de su cotidianeidad y del
significado profundo de su ir aconteciendo. Las noticias nos vienen - o las recibimos, no importa
para el caso la diferencia - como tartamudas. En estertores que, a veces, hacen perder el hilo de
lo vivido.
Maravall, hijo del historiador, cumplió recientemente 41 años y es, desde hace cuatro,
miembro de la Comisión Ejecutiva Federal del Partido Socialista Obrero Español.
Si bien se recibió como doctor en Derecho por la Universidad de Madrid y fue premio
extraordinario de licenciatura, el doctorado en Sociología lo obtuvo en la Universidad de Oxford.
En Gran Bretana vivió cerca de ocho años, siendo designado profesor titular de las universidades
de Oxford y Warwick. Ha participado en diversos seminarios en las Universidades de Harvard,
John Hopkins, Smithsonian Institute, entre otros. Actualmente es también catedrático de
Sociología Política de la Universidad Complutense de Madrid.
Autor de diversos artículos y libros de su especialidad, el último de éstos, "La Política de
la Transición 1975-1980" tuvo una particular repercusión.
El día en que conversamos había intervenido en el Senado, durante horas, en la discusión
de las reformas a introducir en el sistema educativo español.
- He pasado - nos dice, riéndose de una manera franca, abierta - de la transición a las
transitorias, refiriéndose a sus últimas tareas respecto a las disposiciones transitorias de su reforma
educativa.
- Ud. hacía referencia al sentido de la responsabilidad que había que tener por encima
del interés electoral o por encima de la discusión doctrinaria en ese período de inicio de la
democracia o de terminación de la situación autoritaria, ¿no?
- ¡Hombre! es cierto que eso es así.
- Eso es lo que decía Max Weber de la ética de la responsabilidad y de la ética de los
fines absolutos.
- Sí, eso es lo que le iba a decir.
- El PSOE siguió una política de confrontación que abandona luego del 23 F...
- La situación es un poco más complicada en el caso español. Por ejemplo, la diferencia con
el caso portugués en particular es muy clara.
Sin duda es muy diferente en esta segunda fase. Pero lo que se produce en España al terminar
esa primera fase de crisis de una situación, es una dinámica en el año 76 de confrontación muy alta.
Nunca ha habido tantas confrontaciones en España desde hacía 40 años como en el año 76.
- Pero muchas menos que en el 36 o en el 35 o 34.
- De carácter muy distinto, de carácter más organizado con un sentido político muy diferente.
Eso dura unos meses, hasta el verano de 1976 y entonces esa política de salida otorgada, caetanista,
fracasa. Entonces, después la confrontación sigue por parte de algunos sectores sociales,
básicamente movimiento obrero año 77 año 78. Son años, sobre todo en el 77; luego en el 78 ya
cambia, en los cuales los partidos juegan un poco a las dos caras de la moneda. Y es la situación en
la que se encuentran siempre los líderes de los movimientos de abajo: negociar y presionar. Pero al
mismo tiempo hay una dinámica de presión que no pueden abandonar del todo.
¿Qué es lo que pasa? Es lo que decía en mi argumento sobre la desmovilización, que eso
tiene lugar en una sociedad cuya capacidad de movilización era limitada sociológicamente, no por
voluntad política o por intencionalidad política de los dirigentes políticos.
Hay un momento en que la movilización, cuando se empiezan a encontrar cauces políticos,
empieza a perder "momentum", empieza a perder dinamismo y se empieza a producir un proceso de
desafiliación bastante preocupante. Son momentos delicados los del año 78 y una buena parte del
año 79, porque hay desafiliación y paralelamente hay consenso para la elaboración de la nueva
Constitución. Es ese momento delicado, de pasar de una dinámica de confrontación y negociación a
pasar a una dinámica de confrontación y juego político dentro de unas reglas de juego mal fijadas y
con unas referentes éticas muy poco satisfactorias para muchos sectores sociales, porque es esa ética
de la responsabilidad de Weber, en la que se cede micho de los fines absolutos o se cede parte. Eso
nunca gusta evidentemente. Es una situación histórica poco agradable pero probablemente necesaria.
- Es un "minimax"[•] lo que se produce, ¿verdad?
- Sí, es un "minimax".
CUANDO EL PSOE CRECE
- La situación empieza a cambiar en el año 79 y empieza a cambiar poquito a poco, porque a esa
política que tiene cauces nuevos empieza a llegar la gente. Y hay allí un fenómeno importante que es
un cambio de orientación en la política sindical de UGT, creo yo que se adapta a la nueva situación y
la política de los ayuntamientos. La conquista de la responsabilidad del local en los ayuntamientos
después de las elecciones del 3 de abril, empieza a acercar más la política a la gente. Y a partir de
ese momento, algo que se podía pronosticar, entonces y que de hecho alguno pronosticó que iba a
suceder y empezó a suceder y en el año 80 se empieza a percibir clarísimamente. UCD que había
sido un conglomerado muy coyuntural de grupos políticos cimentados malamente, comienza a
descomponerse y entonces desde antes de la moción de censura, desde fines del mes de marzo o abril
la subida de potencialidad de apoyo electoral del PSOE empieza a crecer muy rápidamente.
- En la medida que aumenta también su capacidad de oposición.
- Empieza a aumentar su capacidad de oposición, el partido se ha estado reorganizando, está
la tarea de los ayuntamientos, está la política sindical que se ha ido siguiendo y eso empieza a cuajar.
- Y empieza a cuajar electoralmente.
- En cuanto a apoyos.
- En cuanto a apoyos claro, pero se crea una situación de riesgo de involución en el
camino hacia la democracia.
- Claro, se crea un camino de involución porque la representación política de la derecha no
había cuajado, ni mucho menos.
- Una de las debilidades, precisamente, que Ud. dice que tiene la democracia española es
la falta de organización de la derecha.
- Sí, exacto. La derecha política con sectores de carácter muy heterogéneo que se habían ido
separando del régimen anterior. Muchas veces se habían separado por ambiciones personales, en
torno a una persona con una pequeña clientela. Se daban grupos de estos que decía Alfonso Guerra
que cada uno de ellos cabía todo él en un taxi, y eso se amalgamaba muy mal. Y por eso sí, la
derecha era la gran debilidad de la democracia, era la pata que faltaba siempre. Parece que todavía
no acaba de cuajar. Bueno, entonces a partir de allí se entró en un juego muy delicado porque no ha
habido un desmantelamiento de los poderes fácticos del régimen anterior, pero las reglas del juego
han cambiado por ser las de un juego democrático. En el año 81-82, sobre todo el año 81, aparece la
gran interrogante: ¿Aguantan estas reglas del juego, todavía muy frágiles, la posibilidad de una
victoria electoral socialista? La respuesta es dudas, y ahí se configura esa posibilidad que se
discutió mucho en el año 81 que fue la posibilidad de un gobierno de coalición.
- Abandonar la confrontación.
-Sí. Lo que pasa es que el partido que había jugado la oposición antes, una vez acabada la
Constitución había empezado a jugar la oposición, a medida que aumentaba su apoyo electoral. El
apoyo electoral aumenta además porque el partido socialista juega una posición que el país entiende
bien, que es marcar una pauta de referencia, una línea de gobierno... diciendo esta política de
sanidad, por ejemplo. Empieza a señalar unas líneas de la gobernación del país. Cuando se produce
el 23 F y la incógnita de este país era ¿cómo es gobernable con estos poderes amenazantes? el
Partido Socialista publica dos documentos importantes. Uno que se llamaba Los Problemas de la
Democracia y otro que se llamaba El PSOE ante la Situación Política. En donde hace lo mismo,
dice, repitiendo estas líneas de gobernación del país: creemos que para sacar al país del hoyo, en
estos momentos de amenaza y para sacar estas líneas, es posible hacer un acto, con participación de
los socialistas en el gobierno.
- Un nuevo consenso.
- No es exactamente un consenso. Bueno, no es el consenso del año 78. Es un consenso de
signo nuevo. De signo coyuntural, en torno a grandes prioridades del Estado.
- En busca de la consolidación de la democracia.
- Sí, en busca de la consolidación de la democracia. Pero la derecha no lo acepta porque
piensa que todo lo que se pueda ganar demás a partir de ese momento se lo apuntaría el PSOE, pero
al mismo tiempo es incapaz de salir sola adelante. Y ese es el momento del hundimiento de UCD, a
partir de ese momento UCD está agarrada en una tenaza que no tiene salida. Si dice que sí pierde y
si dice que no, pierde. Y pierde. Y el PSOE gana. Y en ese momento es cuando se produce
realmente todo el vuelco. A partir de marzo de 1981.
- ¿Qué es lo que podemos entender como principio general de recomendación hacia el
tránsito democrático?
- Esto mismo. Todo lo que hemos estado diciendo, tanto Ud. como yo. Espero que exponga
también sus hipótesis de trabajo...
- Se trata, en realidad, de dar a conocer su opinión.
Mario Soares
"Las salidas democráticas no deben
alterar el equilibrio de fuerzas mundial"
LA FASE REVOLUCIONARIA
- Sí. El Consejo de la Revolución implicaba una fase transitoria, una fase digamos
revolucionaria. La revolución fue democrática y pluralista y dio lugar a la institucionalización de una
democracia pluripartidista. Y en una democracia institucionalizada no tenía sentido que hubiese un
órgano salido de una revolución, que no fuera electo, cuyos miembros no fueron electos y cuyos
dominios eran tan vastos, sobre todo en el ámbito militar.
- ¿La institucionalización progresiva fue consecuencia de una transacción entre los
partidos políticos y las FF.AA?
- Sí. Hubo un pacto entre las fuerzas políticas y el movimiento de las Fuerzas Armadas salido
de la revolución del 25 de abril en el año 1976, para permitir la institucionalización progresiva de la
democracia.
En 1976 y después, se vivió en un período llamado, definido como de transición hasta que en
1982 ese período se terminó con la revisión constitucional.
- ¿La democracia está ahora consolidada?
- Pienso que se hicieron muchos progresos en el sentido de la consolidación de la
democracia. El pueblo portugués se habituó a gobernar y a ser gobernado a través de elecciones, en
democracia, en el plano nacional, regional y local.
En el plano local la democracia, a través de las elecciones municipales, hizo muchos
progresos.
Existe un esfuerzo de participación a todos los niveles, los sindicatos y las asociaciones
patronales funcionan. Y hay un espíritu de aperturas democrática en toda la sociedad portuguesa.
Pero existen los nostálgicos del pasado, que sueñan con un regreso a una situación de tipo
autoritario de derecha y están los comunistas que desisten de transformar el país en una especie de
democracia popular, en una Cuba a la portuguesa. Y ese proyecto del Partido Comunista es lo que
nos ubica radicalmente en contra del PC y la razón por la cual no podemos llegar a ningún tipo de
alianza o acuerdo con él.
- ¿No existe un cansancio en el electorado por las veces que ha sido consultado?
- Eso nunca fue hablado. No existe ninguna solicitud en ese sentido realizada por parte de los
EE.UU... Por lo menos que yo sepa.
Las bases militares que existen y que ya existían antes de la revolución y que nosotros
conservamos en el período más agudo de la revolución, nunca constituyeron ningún obstáculo para el
desarrollo portugués, ni ningún problema.
Nosotros somos miembros fundadores de la OTAN y el Partido Socialista considera que
debemos permanecer en la OTAN y tener un comportamiento leal en relación a nuestros aliados en la
OTAN.
- ¿Cuáles deberían ser las características de las relaciones de Portugal con América
Latina?
- Creo que estamos en condiciones de desarrollar nuestras relaciones con América Latina y
en especial, obviamente, con Brasil.
Tenemos grandes colonias de emigrantes portugueses en América Latina, en países tales
como Brasil, Venezuela, Argentina y en otros. Y por razones de geografía y de historia, de
civilización estamos muy próximos a América Latina. Consideramos que podemos ser de alguna
manera un puente de unión entre Europa y América Latina. Lo que ya somos con respecto a Brasil.
Pienso que la circunstancia de haber dos gobiernos socialistas en España y Portugal va a
facilitar también ese relacionamiento con América Latina.
- Ud. señaló que las salidas democráticas debían tener en cuenta el equilibrio mundial...
-Si se pasa de una situación dictatorial como la de Batista en Cuba para un régimen de tipo
comunista como el de Fidel Castro es obvio que ahí interfieren sectores de equilibrio entre las dos
grandes potencias, que vuelven difícil cualquier evolución.
El caso respecto a este aspecto de Portugal y España es paradigmática; Portugal y España
pudieron democratizarse en la medida en que esa democratización no implicó el cambio de campo de
Portugal y España para el lado del bloque del Este. Si no, no hubiera sido permitida.
- ¿Por quién?
- Por los aliados occidentales, por el mundo occidental, por los países de la OTAN.
La tentativa de Álvaro Cunhal en 1975, puso esa preocupación en el mundo occidental,
precisamente porque se rompía el equilibrio internacional.
Es lo que sostenía hoy con respecto a Nicaragua, donde el apoyo a la revolución sandinista
por nuestra parte está de algún modo condicionado a que la revolución siga, en primer lugar, un
política de no alineamiento; en segundo lugar, su proyecto originario de una economía mixta y
pluralista en el sentido político.
- ¿Se cumple con esas condiciones?
- Tuve una conversación durante la reunión de la Internacional Socialista, en Montechoro, con
el comandante Bayardo Arce y le expresé mis dudas a ese respecto. Ellos dicen que sí, que se está
cumpliendo. En verdad yo tengo mis dudas.
- Tanto por haber sufrido gobiernos autoritarios, como por haber estado en gobiernos de
transición, ¿qué recomendaciones hará para las salidas hacia la democracia?
- Es necesario hacer un proyecto para ayudar a los países latinoamericanos en el sentido de
encontrar salidas democráticas y salidas del subdesarrollo. Algunos países europeos así como
ciertos países latinoamericanos se deberán poner de acuerdo para un proyecto de esa naturaleza.
- Y esas salidas -desde su punto de vista-, ¿cómo deberían ser realizadas?
- Se está haciendo en Brasil, se hizo en Bolivia y Ecuador, es preciso insistir por esa vía y
presionar a los dictadores latinoamericanos de que están sus días contados y no podrán continuar
abusando de la fuerza.
LA APERTURA BRASILEÑA
Leonel Brizola
"Uruguay es para nosotros, como lo digo siempre, una segunda patria. Todos los que nos
hemos quedado tantos años allí, particularmente yo, con mi mujer y mis hijos, cultivamos un cariño
inmenso. Y lo que deseamos los amigos de acá, ardientemente, es que Uds. encuentren alternativas
cuanto antes. Que Uds. encuentren los caminos que buscan. Los caminos de la reconciliación, de la
reconstrucción democrática.
Que Uruguay vuelva a aquel lugar en que el mundo entero le reconoció como un pueblo de
punta en todos los procesos civilizados, que tantas lecciones ofreció a todos nosotros".
ablando de maderas de ley, Ud. formuló esa misma imagen para referirse a la
H
conversación con el presidente Figueiredo. Ese encuentro fue considerado muy importante
desde que alguien dijo, "eran dos dirigentes que antes eran enemigos, y ahora son adversarios
que de alguna manera han enterrado a sus muertos". ¿Cómo mira Ud. ese encuentro?
- El encuentro del presidente con el gobernador de Río de Janeiro estaba inscrito en el orden
natural de las cosas, dentro de una perspectiva de reconstrucción democrática. Al principio, los
resultados de las elecciones fueron asimilados con mucha dificultad por el régimen militar. Pero a
poco las cosas fueron mejorando. Y he contribuido, por cierto, para la creación de un clima de
distensión. Creo que éste es mi deber y está inscrito dentro de una conducta política correcta. Yo
creo que ese encuentro marca, sin dudas, una etapa. No tanto por nosotros, o para mí, personalmente,
sino más por el conjunto de las cosas. Es una etapa en que queda señalada por un período de
reconciliación, un período de quiebra de las inhibiciones y, de cierta forma, una demostración de que
el régimen está vistiendo la camiseta de la democracia. Naturalmente, todo esto, los amigos
uruguayos saben, es un juego de ajedrez muy complicado. Yo siento mucha dificultad en este contexto
porque solamente sé jugar a las Damas. ¿Verdad?: para adelante y para atrás. Movimientos simples.
Y este es un juego muy complicado, muy complejo. Como el gobierno mío de Río está en ese
contexto, para mí el juego es realmente muy complejo. Pero de tan complejo a veces llega a ser
fascinante. Y esto es lo que nos anima. Creo que al presidente, aunque no concordemos con él de una
forma general, le hacemos justicia con respecto a algunas posiciones importantes, como ser, por
ejemplo, su firmeza en la reconstrucción de la democracia en el país.
Antes, en el período anterior al 64, bastaba salir de los grandes centros y quien se refería al
capital extranjero inmediatamente tenía un dedo apuntándolo como comunista. Hoy se puede ir hasta
los confines de Mato Grosso y si alguien quiere ser aplaudido por el pueblo: que denuncie a las
multinacionales, porque la penetración fue tan grande del capitalismo internacional, que hasta allá
están sintiendo sus efectos.
De modo que el país avanzó y yo tengo mucha confianza en esto.
Tengo mucha esperanza también de que nos sea posible construir, inteligentemente, una
alternativa. Espero que Río, que es un centro irradiador del país - Río aún sigue siendo la capital
política del país, es su capital cultural - espero que Río se transforme día a día en un polo que ejerza
su influencia constructiva en ese sentido.
Y allí trabajamos. En esta línea.
- ¿Esto a que hacía referencia es aquello que Ud. decía "que todos hemos aprendido lecciones
del pasado"?
- Exacto. ¿Cómo no? En suma, nosotros acá, por ejemplo en aquella época, ni siquiera nos
dábamos cuenta porque vivíamos muy cerrados. Nosotros tenemos una especie de "cuerpo
de prueba" permanente que es el problema argentino. Nosotros tenemos que cuidarnos, muchísimo,
para no argentinizarnos.
Esto es una cuestión muy importante. El conocimiento nuestro de la evolución de la
problemática argentina era muy restringido. Nosotros hicimos una especie de doctorado, por nuestra
larga permanencia en el Uruguay, sobre la política rioplatense.
- ¿Cuando dice "argentinización" quiere referirse a una dialéctica de maximalismos, a una
dialéctica de confrontaciones que puede llevar un día a "una madrugada clara como a una noche
oscura..."?
- Perfecto. Sobre todo considerando que el militarismo argentino viene de lejos, de los años 30.
Desde que el presidente Yrigoyen fue derribado. Allí empezó. A veces considero que hasta el
propio peronismo que es un movimiento social y político de gran relieve, de gran profundidad, no
llegó, siempre, a traspasar las fronteras del militarismo. Y por eso se quedaron los impasses allí.
Esto a nosotros nos hace muy solidarios con el pueblo argentino porque estamos comprendiendo
su sufrimiento, pero que nos revela, en sus grandes líneas, aquello de lo cual debemos cuidarnos.
- ¿Esa dialéctica de radicalismos y de no búsqueda de consensos mínimos?
De una cierta forma el ambiente de Brasil nos facilita seguir una política en ese sentido. No
debemos olvidar que Brasil no es un país latinoamericano al estilo de Argentina o Uruguay.
Nosotros somos un poco como México, como Perú y otros. Tenemos componentes muy profundos de
otras vertientes. En el caso nuestro no debemos olvidar nunca que en casi el 70% del pueblo
brasileño corre por sus venas la sangre africana, pura o mezclada, pero corre. Y esto es un dato.
Por otra parte, Brasil es una realidad muy grande, inmensa. Entonces allí pesan también aquellos
factores característicos de las grandes masas. Por ejemplo, los ingenieros saben que cuando se tiene
que calcular la estabilidad de un tanque de agua de 5.000 litros basta aplicar algunas fórmulas
empíricas, que la experiencia demostró lo suficiente. Pero si Ud. va a calcular un tanque de 5
millones de litros, una masa muchísimo más grande, no basta multiplicar por mil aquellas fórmulas.
Tiene que tener en cuenta otros factores decisivos ahora en esta dimensión, que en relación a la
situación anterior eran despreciables. Pero si no tiene en cuenta estos nuevos factores, el tanque se
cae. Brasil es una gran inmensidad física y social. A veces acostumbro a decir a los amigos
extranjeros que no entienden cómo Brasil pueda estar evolucionando hacia la democracia, cuando
aquí no ocurrieron rigurosamente guerrillas, barricadas, insurgencias. Cuestionan si todo esto no es
falso. Yo digo que realmente esto es una cosa rara, pero si consideramos la inmensidad física y
social de Brasil confirmamos que lo que ocurrió con este régimen es una cosa parecida a lo que
ocurrió con los ejércitos de Napoleón en Rusia. Fue la inmensidad de las estepas rusas que
desgastaron, que llevaron a la exhaustación a los ejércitos de Napoleón. Bien, fue la inmensidad
física y social que tragó al régimen brasileño. Lo tragó y lo digirió. Millones y millones de personas
y el régimen controlando todo. Pero no impedía que nacieran los niños, que esta juventud se fuera
formando, que la emigración fuera por todas partes, que los grandes centros urbanos se transformaran
en megalópolis y todo esto se creó en un ambiente que acabó tragando, tragando, desgastando el
régimen que era un proyecto elitista. Como las invasiones napoleónicas, con sus mariscales, que fue
tragado.
- Volviendo a un tema político, del ajedrez, del juego complejo que Ud. hablaba: Se le imputa
a Ud. la culpa que la oposición haya perdido Río Grande del Sur. ¿Ud. qué dice de ello?
- Mire, allá en Río Grande, la oposición es gran mayoría. Si estuviera unida vencería
sobradamente. Pero la unión no se logró por algunos problemas de la política local y también por el
desempeño de algunos de sus responsables. Nosotros llegamos a un momento en que hasta
propusimos una unidad. La actitud irreductible del jefe del PMDB (Partido Movimiento Democrático
Brasileño), el senador Pedro Simón, de mantenerse como candidato, impidió la unidad. Porque él no
unía más, por sus propios antecedentes. No tuvo comprensión. Pensó que vencería en las elecciones y
no venció. Pero no me preocupo - agrega buscando como siempre el aspecto positivo futuro de todo
escenario político actual. Quién sabe si todo esto no fue hasta conveniente. El pueblo es sabio y esta
división allá, en Río Grande, que no logramos evitar no venga, finalmente, a transformarse en un
factor constructivo. Yo digo siempre que Río Grande del Sur es un área de reserva política, de gran
reserva política. No solamente por sus virtudes sino también y particularmente por sus
potencialidades. Es como una gran chacra de arroz que está en descanso. Y dentro de poco veremos
qué arrozal producirá. Pienso que en el futuro la unidad será un hecho.
ara Brizola hablar de Río Grande es como hacerlo sobre sí mismo. Allí nació y empezó su
P
carrera política. De ese Estado fue su gobernador. En su capital, Porto Alegre - de la que además
fue intendente -, asentó la defensa del orden constitucional cuando la crisis por la sucesión de
Janio Quadros. Y fue la última trinchera de la democracia brasileña, en los días de abril del 64.
Uno de los datos más importantes que nosotros asimilamos de ese período es que las clases
medias en Brasil tienen un papel decisivo. Y que todo el proceso de conquistas del pueblo
trabajador, de los trabajadores y las poblaciones excluidas, marginales de este país, está
indefectiblemente ligado a la clase media.
Cuando la clase media sospecha de la plataforma popular, de las banderas del pueblo
trabajador, ella es llevada, se torna una presa fácil del intervencionismo de derecha. Hasta acaba
dando cobertura al intervencionismo de derecha. De otra parte, cuando ella se junta a las capas
populares, se torna una fuerza de cambio decisivo.
Lo que ocurrió, por ejemplo, en la elección mía en Río. La solidaridad de la gente humilde,
simple, del pueblo, de los trabajadores, la tenía desde el principio. Pero solamente después que las
clases medias fueron tomando posición, fue que las cosas crecieron acá. Ahí sí el pueblo trabajador
se sintió protegido por la clase media. Nosotros en el 64 habíamos perdido a la clase media.
Esta desconfiaba de la plataforma popular, que no contenía su causa. Hubo un error de visión allí. Y,
¿quién sabe? en Uruguay también debe haber ocurrido algo semejante. Mire que en el 54, cuando la
tragedia de Vargas, vimos también lo mismo.
- Ya cuando aquél manifiesto de los Coroneles, durante el Ministerio de Jango.
- Exacto.
- ¿Cuál es su pensamiento con referencia a América Latina en general? ¿Es Ud. optimista
respecto a que la democracia pueda, en algún momento dado, asentarse en forma definitiva en
América Latina?
- Yo creo que si se pudieran establecer en América Latina regímenes democráticos y de contenido
social, que asuman una actitud libertaria, que ponga una frontera a la internacionalización económica
- es decir, una frontera a la presencia del capital extranjero, pero con gran firmeza- en el caso de
países grandes como Brasil y Argentina, tienen que volcarse al mercado interno. ¿Aislamiento? no
llego a tanto. Pero en gran parte sí. Fue como los EE.UU. progresaron: volcarse al mercado interno,
hacia dentro de sí mismos. Brasil es un país que puede hacer esto. Paradojalmente, en los períodos
de las dos guerras mundiales, cuando el intercambio con el exterior prácticamente cesó, asimismo
otorgando grandes favores a los aliados, progresamos. El crecimiento del producto nacional bruto
fue extraordinario y fue el período de las inversiones, de la creatividad. Nos arreglábamos como
podíamos, nos volcábamos al trabajo de lleno y todo se quedaba acá. El país era rico en divisas, en
reservas y en todo.
- Había, sin embargo, un cierto problema, de todos modos, de inestabilidad política. ¿Es Ud.
optimista en cuanto al futuro...?
- Vea, yo pienso con optimismo porque todas las experiencias ocurridas no fueron definitivas,
las experiencias fracasadas que ocurrieron no fueron nada definitivas, ¿verdad? Yo creo que campea
una gran inquietud en todos los países latinoamericanos y los fracasos de las clases dirigentes
tradicionales han sido tan grandes que pasaron a ser cuestionados por todas partes. Considero que, en
una cierta forma, a este régimen le falta seguridad en sí mismo.
Las clases dirigentes se sienten inseguras, se sienten impotentes, comprometidas de un lado con
los negocios internacionales, con la internacionalización del dominio de la economía de los pobres,
se sienten incapacitados y apelan a regímenes bonapartistas. Pienso que todo esto se está superando
en la conciencia de los pueblos y francamente yo creo en el futuro.
NO AL CAMINO CUBANO
Tenemos que trabajar con gran tenacidad en la formación de conciencias, inundar nuestros países
de conciencias esclarecidas. Vencer ciertos tabúes y no cultivar sueños inmediatistas. Porque no
nos sirve cambiar una dictadura por otra, una de derecha por una de izquierda, ¿verdad? Tenemos
que ver el propio problema cubano, que tuvo una influencia muy grande sobre América Latina. Este
nos ofrece lecciones preciosas. En principio fue fascinante. No había un latinoamericano que no
quedara fascinado por la gesta, por aquél acontecimiento de primera magnitud. Después tomó
caminos, hasta podemos comprender que no tuvieron otros por la incomprensión estadounidense,
pero tomaron caminos que a nosotros, libremente, no nos son posibles de asimilar. Yo, a veces,
bromeando, digo que estuve en Miami varias veces y allá encontré a la burguesía cubana. Pero la
burguesía brasileña no cabe en Miami, es muy grande y no hay ni barcos para llevarla. Entonces esto
es un absurdo. Los caminos cubanos, que quién sabe si no tienen otras alternativas, son imposibles
de tomar para nosotros. Tenemos que quedarnos todos, y nos costará abrir ventanas en nuestra
cabeza y a base de una convivencia pluralistas encontrar los caminos nuestros.
ás de una docena de veces desterrado, detenido en varias ocasiones, sobre todo cuando
M
sus retornos clandestinos. Confinado en la zona más tropical del país, tuvo también que asilarse
en más de una oportunidad.
Estamos refiriéndose al actual presidente de Bolivia, el Dr. Hernán Siles Zuazo, quien ya
ocupara la jefatura del Estado en el período 1956-1960.
Su vida es por más de una razón motivo de orgullo continental. Es difícil que alguna
persona, cualquiera sea su posición ideológica democrática, no sienta por este hombre un
profundo respeto y una gran admiración.
Entrando ya en los setenta, continúa defendiendo sus convicciones con la misma devoción
y tenacidad que en sus primeros tiempos políticos.
Cuando su primera presidencia, por ejemplo, en que debió ajustar la economía nacional,
no trepidaba en concurrir a las asambleas sindicales a defender la posición de su gobierno. Eran
arduas discusiones en las que, sin embargo, muchas veces lograba convencer a los sectores
obreros del sacrificio que suponía la transformación del país que su partido quería realizar y
consolidar.
Siles Zuazo esperaba contar con un período inicial de relativa calma: la tregua social de
los 100 días, que le permitiera definir orientaciones y trazar las líneas para atacar los graves
problemas económicos y sociales de un país profundamente endeudado, mientras los militares
"institucionalistas" -Simón Sejas Tordoya, Gary Prado, David Padilla y otros- tomaban en sus
propias manos la ardua tarea de depurar sus filas. Para diciembre pasado ya eran 14 los
oficiales separados del Ejército.
S in embargo, a principios de enero, cuando el gobierno democrático aún no completaba
los primeros tres meses de gestión - había asumido el 10 de octubre de 1982 - estalló la crisis. El
8 presentaron renuncia los seis ministros miristas, en un intento por forzar una nueva
conformación del gabinete y otra distribución del poder en la alianza de gobierno. La Unión
Democrática Popular (UDP) se integra con el partido de Siles Zuazo, Movimiento Nacionalista
Revolucionario de izquierda (MRNI), el Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR) -liderado
por Paz Zamora y responsable de la crisis- y el Partido Comunista de Bolivia (PCB). En las
proximidades se ubica el Partido Democristiano que ha incrementado su participación y su
respaldo, contrapesando la defección del MIR, que el 20 de enero resolvió abandonar sus
posiciones de gobierno.
Con su acción, el MIR debilitó al gobierno en una etapa crítica y abrió la posibilidad de
eventuales respuestas de la derecha banzerista y de Víctor Paz Estensoro, acusando a sectores del
MNRI de hacer a un lado la orientación frentista, de desconocer en la práctica la existencia
misma de la UDP para llevar a cabo una política de partido. Reclamaba un retorno a la
modalidad originaria de funcionamiento de la UDP.
El PCB prefirió no intervenir en la disputa, pero cuando parecía llegarse a una solución
con un reingreso del MIR en el gobierno y se cumplían los 33 años de fundación del partido, su
secretario general Jorge Kolle advirtió sobre el peligro de un nuevo golpe militar, criterio
compartido por el líder sindical minero Juan Lechín.
La Central Obrera boliviana (COB) mantiene un "respaldo crítico" al gobierno, pero no
aceptó el ofrecimiento de integrarlo, y en esta etapa tiene pendientes algunas cuestiones de
liderazgo. Lechín, que fuera todo un símbolo de la resistencia y que en otro golpe lograra huir de
Bolivia en un ataúd, fue afectado en su imagen por la aparición en televisión instando a cesar la
lucha, cuando los enfrentamientos con el régimen de García Meza.
Ahora debe enfrentar -aunque posee un importante peso en la COB- con nuevos liderazgos
de gente del PCB, partido que tiene además las carteras de Trabajo y Minería.
Finalmente Siles Suazo recompuso el gabinete y Jaime Paz Zamora resolvió mantenerse en
la vicepresidencia aunque escindido del gobierno pero sin llegar a ser definidamente opositor.
- ¿Cuáles fueron, presidente Siles, los posibles motivos de la inestabilidad política que
muestra Bolivia en su historia?
- Hasta 1952, la causa esencial de la crónica inestabilidad política radicó en la debilidad
estructural de la clase dominante. Orientada esencialmente al exterior, la oligarquía minera era
simple tributaria del capital monopólico foráneo. Los terratenientes estaban empantanados en
relaciones semifeudales de producción, caracterizadas por la explotación extensiva de la
agropecuaria. Carecían de excedentes considerables para el ingreso a un moderno ciclo de
acumulación capitalista.
Por otra parte, históricamente, Bolivia había surgido a la vida independiente sin las
condiciones que en países como Argentina o México, con grandes ciudades-puerto sobre rutas
oceánicas de intercambio comercial, determinaron el nacimiento de una burguesía intermediaria que
progresivamente advino en industrial-capitalista, alcanzando un grado de autonomía relativa frente al
exterior, que le dio fuerza política para imponerse indiscutiblemente como clase dominante al
interior de sus países.
La guerra de la Independencia había arruinado en el Alto Perú a la minería, sector que bien
pudo haberse convertido en fuente de acumulación capitalista y de poder político relativamente
autónomo en la naciente República. El resurgimiento de esta industria, a mediados del siglo pasado,
estuvo marcado por la dependencia externa a causa de la ausencia de capitales nativos de
importancia.
Por estas razones se tuvo que hasta 1952 ni la oligarquía ni la clase latifundista eran capaces,
por sí solas o coaligadas, de resolver plenamente en favor de sus intereses de clase, el pleito
político-social interno.
El déficit de poder económico y político llevó a cada rama de la clase dominante a buscar el
apoyo de los militares para hacerse del poder, imponerse sobre el grupo oligárquico rival y las
clases populares del país. Aquí radicó la causa de los golpes cuartelarios y del fenómeno del
caudillismo militar.
LA NUEVA DIALECTICA
Estamos muy satisfechos de haber conseguido un régimen como el actual, donde no hay un solo
preso político, donde hay plena vigencia de la democracia, no obstante una situación económica
sumamente difícil que enfrentar. Hay muchas dificultades, presiones, huelgas, pero el gobierno se
mantiene estable y se va a institucionalizar esa estabilización porque ha entrado en la conciencia de
las Fuerzas Armadas la necesidad de identificarse con el pueblo a través del sostenimiento del
sistema, acatando las disposiciones constitucionales, lo que manda la ley y lo que manda el Poder
Ejecutivo.
- ¿Quiere decir que no representara un problema la composición parlamentaria?
- Representa un problema, indudablemente, porque nosotros al no haber tenido la oportunidad de
que nuestro planteamiento de elecciones generales se cumpliera tuvimos que aceptar los resultados
emergentes de una elección en una distinta correlación de fuerzas. Lo que podía elegirse en el 80
había variado fundamentalmente en el 82 y si en lugar de esas elecciones que han llevado al
Parlamento a los elementos de los partidos que no están allí, hubiera sido sustituida por otras
elecciones, la situación como decía anteriormente, hubiera sido totalmente distinta. Ahora bien, de
todas maneras, en las elecciones del 80 la mayoría constituida por el Frente de Unidad Democrática
y Popular duplica a los sectores presididos por el Dr. Paz Estenssoro y el Gral. Banzer, eso no está
reflejado en el Parlamento. Pero el Parlamento tiene conciencia de que no puede apartarse mucho
del programa de la Unidad Democrática y Popular, porque si así lo hiciera podría producirse una
presión nacional muy grande, como se ha producido cuando decidió aumentar la dieta parlamentaria
en una proporción que significa casi el triple de lo que gana el presidente de la República.
Cuando la caída del presidente Villarroel, Siles Zuazo debe exilarse. Pero retorna a
Bolivia clandestinamente en diversas ocasiones para preparar la nueva etapa política del MNR.
Luego lidera la revolución del 9 de abril que devuelve al MNR a la función de gobierno. Un año
antes la fórmula Paz-Siles había obtenido el triunfo en las elecciones, pero fueron anuladas por
un golpe militar. Triunfante la revolución, Siles Zuazo asume interinamente la presidencia de la
República y de inmediato hace venir de Buenos Aires al Dr. Paz Estenssoro, por entonces jefe del
partido, para que ocupara la Jefatura del Estado.
Por esa época, además de desempeñarse como vicepresidente de la República, preside la
comisión que redacta la reforma agraria y participa de la que confecciona la nacionalización de
minas. Durante su gestión ya como Presidente de la República, frena una galopante inflación que
padecía por entonces Bolivia y establece diversas medidas económicas tendientes a estabilizar la
economía y con ello coadyuvar a la consolidación de la revolución iniciada años antes.
Asimismo, durante su gobierno, conviene con Brasil la fijación de fronteras definitivas que
permite recuperar a Bolivia una extensión de 2.800 Km. cuadrados de territorio y la riqueza de
Mutum para el país, y reduce en un 60% una concesión petrolera entregada a Brasil en 1938.
En setiembre de 1964, al plantearse la discrepancia con Paz Estenssoro por ser contrario
Siles a la reelección de éste como Presidente, Paz lo destierra a Montevideo.
Contra la voluntad de su gobierno, que no se atreve a impedir su arribo, retorna a Bolivia.
Posteriormente, con el golpe de Estado del vicepresidente de Paz Estenssoro, Gral. René
Barrientos, vuelve a ser desterrado. En esas condiciones estuvo en diversos países de América:
Argentina, Chile, Perú, Uruguay y Venezuela.
Belisario Betancur
elisario Betancur es, desde hace poco más de un año, el primer presidente de la
B
República miembro del Partido Conservador, luego del Frente Nacional por el cual se alternaron
las dos colectividades tradicionales colombianas en el poder cada cuatro años durante dieciséis
años.
e origen humilde, sus padres eran campesinos del departamento de Antioquia, el "doctor
D
Belisario" - como popularmente se le dice - nació en una pequeña población, Amaga, donde
estaba ubicada la sencilla y decorosa casa de su familia, sesenta años atrás.
Militó en el partido Conservador desde chico y a los diecinueve años fue elegido como
diputado en la Asamblea de su departamento natal.
Posteriormente se recibió de abogado, y realizó estudios en Europa y EE.UU. ocupando
luego diversas cátedras en distintas universidades: de derecho constitucional, de derecho
internacional privado, de derecho social y de economía. Asimismo, fue decano de la Facultad de
Derecho de la Universidad Gran Colombia.
El presidente Betancur ha desarrollado también una intensa actividad cultural fuera de las
universidades. Fue redactor y director gerente del periódico "La Defensa" de Medellín; fundador
y director de la revista "Prometeo" y fundador de ediciones Tercer Mundo, empresa editorial de
difusión científica y cultural.
Hombre de una vasta cultura, es autor de diversos libros como Colombia Cara a Cara,
donde analiza la realidad colombiana y Cambio, en que se recopilan diversas conferencias
referidas a una amplia temática. Profundo conocedor de la literatura y estudioso de diversas
interrogantes que plantea la filosofía, es un creyente en el futuro. Abrigamos "la esperanza -
escribió en cierta ocasión - de que no nos ocurrirá lo que al personaje de Naipoul: seguiremos
adelante, pero seguros del valor positivo que la posteridad dará a lo que estamos pensando,
narrando y haciendo hoy con vista al futuro. El personaje del citado autor en "Un recodo en el
camino", recuerda Betancur, decía: ...No tenemos la menor idea del valor que la posteridad dará
a los acontecimientos que tratamos de narrar. No tenemos la menor idea sobre el rumbo que
seguirá el continente. No tenemos más remedio que seguir adelante"...
SU CONSTANCIA EN POS DE SU IDEAL
l presidente colombiano ha sido varias veces representante a la Cámara de Diputados y
E
miembro del Senado de la República. Fue ministro de Trabajo en 1962-1963, durante el gobierno
de Guillermo León Valencia - primer presidente conservador del Frente Nacional - y embajador
en España en 1975-1976, cuando la presidencia liberal de Alfonso López Michelsen, quien fue su
principal contrincante en los últimos comicios, que le dieron la victoria con la más alta votación
registrada hasta entonces en el país.
Fue precandidato presidencial por primera vez en 1962 y candidato derrotado en la
elecciones de 1970 y 1978.
Las condiciones de su origen, en una sociedad llena de prejuicios y de relevantes
presencias aristocráticas y aristocratizantes, las dificultades que debió enfrentar en su vida, su
afán por transformar su colectividad política para darle un contenido social, su admirable
constancia en ese sentido, podían ser algunas características que permitirían un paralelismo con
aquel británico doliente pero esperanzado, también brillante, que era Benjamín Disraeli.
Pero la comparación, de poder establecerse, no podría pasar de lo señalado.
En su última campaña electoral insistía desde la introducción de uno de sus libros, en uno
de los principales ejes de su pensamiento: "Para lograr la recuperación debemos empezar a
aprender las primeras letras de la política. Y de las lecciones por practicar entre nuestra clase
dirigente, hay dos que, tratadistas distintos, llaman la "moral de la tensión" y la "administración
de la impotencia" por parte del poder.
En virtud de la primera - agregaba -, se trata de luchar contra el extremismo, se trata de
reinventar la tolerancia. Como bellamente lo dice Alfred Grosser, tenemos que enseñar aquella
lógica sencilla en virtud de la cual lo contrario de "todos" no es "ninguno", sino "unos sí otros
no"; y que lo opuesto de "nunca" no es "siempre", sino "tal vez sí, tal vez no".
Aplicando la segunda lección aprenderemos a conocer el Estado de todos los días y que la
impotencia del poder consiste en "un sistema de impotencias relativas, las cuales, ponderándose
unas a otras, producen al final una decisión".
"Esas cátedras de tolerancia - acota - aclaran y vuelven operativo el concepto de
participación, cuya ausencia es clave de nuestras desdichas actuales, por no haberlo practicado;
y de un futuro mejor si lo comprendemos y promovemos".
Bajo esa línea de pensamiento ha actuado llevándolo a diversos enfrentamientos dentro de
su partido, como cuando en su condición de dirigente conservador proclamó la candidatura de
Alberto Lleras primero y Lleras Restrepo después y a presentarse como candidato presidencial
contra el candidato conservador del Frente Nacional, Misael Pastrana Borrero.
En las elecciones de mayo del año pasado (1982) todo el conservadurismo se unió en
torno a su persona, mientras el liberalismo se presentó dividido, siendo, sin embargo, el ex
presidente López Michelsen quien largamente obtuvo mayor número de votos liberales.
Sus propuestas de cambio estaban dirigidas a gentes de todos los partidos y un concepto
amplio de lo nacional es otro de los ejes de su pensamiento.
Casado con Rosa Helena Álvarez, "su novia de estudiante", tiene tres hijos y cinco nietos.
- ¿Cuáles fueron a su juicio, las principales características del tránsito del autoritarismo
de Rojas Pinilla a la democracia colombiana?
- La exacerbación de la lucha partidista y la pérdida de un denominador común de intereses y
objetivos de los colombianos - factores asentados sobre una violencia endémica de más de 20 años
habían minado las bases de la democracia. En esta forma el desmantelamiento del autoritarismo no
fue tarea difícil. De ahí que lo primero que tuvimos que hacer fue lograr una base mínima de
confianza, que permitiera el entendimiento entre los dos partidos tradicionales. Los partidos
desarmaron sus brazos y convinieron una tregua en la lucha ideológica, buscando un frente común en
torno a los principios que compartían: democracia, libre expresión de la voluntad popular, respeto
por los derechos humanos y consagración del principio de paridad en la distribución de los puestos
públicos. En torno a estos principios se creó un movimiento de "Concentración nacional", que tuvo
su culminación en el gobierno del Frente Nacional que convino en una alternación cada cuatro años
en la presidencia de la República. En estas condiciones las principales características del tránsito
del autoritarismo a la democracia fueron:
- Una activa y decidida participación popular en la lucha contra el autoritarismo.
- Una expresa renuncia a cualquier acción expoliatoria en la repartición de cargos públicos y
el establecimiento de la carrera administrativa.
- Incremento del contenido social de los programas de gobierno.
- La purificación y consolidación del sufragio y de todos los mecanismos electorales.
CONSOLIDACIÓN DE LA DEMOCRACIA
- Usted ansiaba "una patria con más coincidencias de futuro que diferencias de pasado".
¿Qué dificultades ha encontrado y cuáles logros ha obtenido en ese sentido?
- En cualquier proyecto de cambio en profundidad, se tropieza con actitudes "pasadistas", que
imponen vallas a las actitudes transformadoras. Pero, cuidado, no es legítimo confundir estas
actitudes con el respeto a la tradición. Aquí adhiero a lo que decía Ortega en el sentido de que los
verdaderos amantes de la tradición somos aquellos que la amamos porque es pasado, porque está en
el pasado, en la raíz, y no queremos que en ninguna circunstancia se haga presente. Un pasado de
arrogancia en poder ha creado desconfianza muy en torno las intenciones y a los programas de
gobierno. Restaurar la confianza en los poderes públicos y demostrar cómo el poder es para servir y
para canalizar las aspiraciones de las grandes mayorías nacionales ha sido la mayor tarea política
que nos hemos impuesto. Por otra parte, queremos borrar y suspender las querellas de los partidos en
torno a aquellos puntos que son meramente ideológicos, en el sentido marxiano de la palabra, y que
no corresponden a realidades concretas. En la medida en que superemos esos empecinamientos
intelectuales, los que nos llevaron a muchas guerras civiles en el siglo pasado, y que marquemos el
énfasis en programas concretos y en posiciones constructivas en torno a las realidades nacionales e
internacionales, en esa medida lograremos mayores coincidencias entre los colombianos. No me
equivoco al afirmar que la posición de dignidad que ha adoptado nuestro país en sus relaciones
internaciones, su ingreso al movimiento de los no alineados, la afirmación de una política
independiente, nuestra solidaridad con Argentina en Las Malvinas, son coincidencias que "han
suscitado y consolidado la unidad nacional". En este sentido puedo hablar de las campañas de
moralización que hemos adelantado y de nuestra lucha por la paz.
- ¿Qué resultados tuvo la ley de amnistía? ¿Están ellos (los resultados) de acuerdo con
los motivos que le dieron lugar?
- La amnistía fue la concreción de una serie de fuerzas convergentes que reclamaban un punto
de reposo y de reflexión y una oportunidad para que quienes empuñaban las armas en la
clandestinidad pudieran incorporarse a la vida civil. Más allá de las circunstancias de que muchos
alzados en armas se han acogido efectivamente a los beneficios de la amnistía, está el disponer de
herramientas para combatir los factores objetivos de la violencia, es decir, el atraso y la
desigualdad. Los instrumentos legales nos han permitido establecer programas de vías de reparto de
tierras, de salubridad, de créditos, que producirán en el mediano plazo los resultados que esperamos.
Para apreciar esos resultados es necesario tener una perspectiva temporal más amplia, ya que las
raíces de la violencia se afincan muy lejanamente en el tiempo y para extirparlas es necesario
cambiar los hábitos y demostrar la persistencia y la seriedad de las intenciones gubernamentales. En
eso estamos y es ésta nuestra primera preocupación.
- En una reciente entrevista al presidente Siles Zuazo hizo referencia a los esfuerzos
conjuntos contra el narcotráfico. ¿Cree que ese problema es solucionable en un corto lapso?
- Hemos hechos grandes avances, uno de los cuales consiste en identificarlo como un
problema internacional. No se puede adoptar la posición maniquea que echa la culpa de todos los
crímenes sobre los países en donde se producen los narcóticos. Ya sor Juana Inés de la Cruz había
expresado la dificultad de radicar responsabilidades unilateralmente, cuando escribió:
La solución depende de muchos factores y debe atacarse simultáneamente en los países que
producen la droga y en los que la consumen. Son problemas de prácticas y de actitudes y éstas no se
cambian de un día para el otro. Por eso, como dije, un principio efectivo de solución radica en el
reconocimiento de la internacionalidad del tema y de la necesidad de atacarlo multilateralmente:
nosotros estamos en lucha frontal contra droga y narcotraficantes.
CUANDO EL FRENTE SE ESCLEROSÓ
- ¿Cuál fue la razón de su candidatura presidencial independiente en los finales del Pacto
Nacional?
- La actitud que entonces asumimos, entrañaba una pedagogía política y un gesto de
independencia frente a un mecanismo que, ventajoso y fecundo en un principio, - el mecanismo del
Frente Nacional - había perdido sus potencialidades vivificantes y se había esclerosado. Propusimos
entonces programas sociales y económicos de fondo, propusimos un nuevo trato, invitamos a la
participación popular. Obtuvimos un éxito parcial al captar muchos votos marginales y no
comprometidos. Doce años después la semilla que entonces sembramos, fructificó en un movimiento
nacional que tenía los mismos principios y luchaba por los mismos objetivos que en aquel entonces
propuse a mis conciudadanos.
- ¿Qué causas tiene esa "dialéctica infernal" que ha llevado a varios países
latinoamericanos a oscilar entre el autoritarismo y la democracia?
- Hemos analizado ya muchos factores de esa "dialéctica infernal" a que usted alude. En su
época Sarmiento, el gran Sarmiento de "Facundo", formuló la cuestión como un enfrentamiento entre
"civilización y barbarie", indicando que la falta de educación, y de educación política, era uno de los
factores preponderantes en éste feral conflicto. Pero no son solo factores espirituales los que
influyen, sino que tiene sus raíces en las grandes desigualdades e injusticias en la repartición de la
riqueza y en la falta de proyectos que superen el atraso y echen las bases para un crecimiento a la
medida del hombre, que incida sobre el mejoramiento de la calidad de la vida humana. Otro factor
que influye es el de la falta de profesionalismo de la institución militar y el desmedido armamentismo
de no pocos gobiernos. Si el gobierno democrático se preocupara por ser eficaz y por acoger sin
arrogancia las aspiraciones de la colectividad, su estabilidad sería mayor. Si hubiera más justicia y
mayor educación política, habría un terreno menos abonado para las aventuras autoritarias.
SENDEROS DE LA INTEGRACIÓN
- ¿Cómo vislumbra usted el futuro para los pueblos de América Latina? ¿Cree usted que
pueda lograrse una efectiva integración latinoamericana?
- Hegel fue tímido cuando afirmó que América del Norte era el país del futuro: estamos
viendo que lo es del presente y que los problemas que lo asedian, después de los exultantes años del
"sueño americano", son efectos de madurez y no de adolescencia. Pero Hegel fue injusto con
Latinoamérica, porque la confinaba al reino de la naturaleza y porque recibió todos los subproductos
del mito de una América disminuida y pequeña. Sin embargo, el continente del futuro es nuestro
continente y sueño en la utopía americana como soñaron nuestros libertadores, y como soñaron los
grandes meditadores: desde Sarmiento hasta Pedro Henrique Ureña, desde Martí hasta López de
Mesa. Rodó, el gran pensador uruguayo de "Ariel", trazó los senderos del espíritu de nuestras razas y
puso el norte de nuestro desarrollo en el cultivo de ese espíritu inmortal, por contraposición al
pragmatismo anglosajón.
Para hacer realidad esta utopía son necesarias una insobornable constancia y una altiva
independencia. Esas virtudes están en el ejemplo de Bolívar, quien luchó por una patria América y
no por una federación de Estados débiles e impotentes frente a los grandes poderes del mundo. El
gran camino de la integración, su vía real debe ir de la cultura que nos acerca a la atenuación de las
fronteras económicas, de los proyectos sociales en salubridad y educación a la explotación racional
y cooperativa de los grandes recursos naturales que poseemos.
En mensaje a los estadistas europeos con motivo de la reunión de Williamsburg, recalcaba el
hecho de que vivimos en un mundo en que no es posible el aislamiento y en que el diálogo norte-sur
debe ser generoso y solidario y no simplemente un regateo de negociantes.
Si los poderosos se quitan sus anteojos, verán que el desarrollo de América Latina es
fundamental para la supervivencia de un mundo en paz. América Latina tiene mucho que decir en este
diálogo, con una voz auténtica y original, la misma voz que se ha expresado en las artes y en las
letras.
LA CRISIS CENTROAMERICANA
- ¿Qué piensa usted que pueda ser una solución para la actual crisis centroamericana?
¿Lo realizado por el Grupo Contadora hasta la fecha, satisface sus expectativas originales?
- La crisis centroamericana es la manifestación de un profundo rechazo, de un rechazo
colérico contra las injusticias sociales, contra el atraso, contra el despilfarro y la opresión de
gobernantes que se perpetuaron en el poder o de aventureros que entraron a saco en las riquezas
nacionales y después huyeron. Es una protesta contra la ignorancia y contra la opresión.
Por eso considero, como consideramos los que nos hemos impuesto la tarea de dar fórmulas
para la solución de los conflictos - y particularmente los miembros del Grupo Contadora - que es
necesario atacar la enfermedad en su etiología y no en sus manifestaciones aparentes. La solución es
económica y social. Pero también es psicológica, el diálogo ya es un principio de solución. El
diálogo entre los interesados en los conflictos y el mantener este diálogo dentro de la órbita
subregional, sin dejar que se contamine con el veneno de los enfrentamientos Este-Oeste. Lo que
hemos realizado hasta ahora no satisface, ni puede satisfacer las expectativas originales de los
gobiernos de México, Venezuela, Panamá y Colombia. Pero creo que esto no es lo importante. Lo
significativo es que no satisface ni puede satisfacer las expectativas de los pueblos que se debaten en
medio de la violencia. Por eso es necesario continuar en la brega con un espíritu esperanzado y
optimista, que mire a la realidad para modificarla y no para perpetuarla.
Y no desfalleceremos en nuestra voluntad de diálogo y es ésta la expectativa que nos da
fundadas esperanzas en que la paz se impondrá por encima de los tortuosos deseos de los atizadores
de conflictos.
Gral. Luis Cisneros
- Ud. fue ministro del último gobierno de las Fuerzas Armadas y asimismo, después, del
primer gobierno democrático. ¿Cómo ocurrió ello y por qué?
- Yo fui un ministro del Interior del gobierno revolucionario en un momento sumamente crítico:
Había que corregir ciertas desviaciones que había tomado el proceso, que clarificar ciertas
posiciones de hombres que habían surgido junto con el proceso y que reorientar al país. Esto lleva a
que el ministro del Interior tiene que ser un hombre, lamentablemente, duro. Son muy pocas las armas
que tiene en la mano: o detiene Ud. o deporta Ud. o desaparece Ud. o utiliza métodos de tortura para
poder sacar las informaciones. La figura que se creó, entonces del ministro del interior era la de un
hombre totalmente represivo, sanguinario, ultra derechista. Me han puesto un montón de sustantivos,
no sé si todos están en la Real Academia Española... Y adjetivos también. Yo salí contento y
satisfecho conmigo mismo porque creí haber cumplido con mi misión en la forma más honesta y en la
forma que la Fuerza, que era la razón en ese momento, así lo quería.
onocido por muchos como "El Gaucho" por haber nacido en Argentina cuando el
C
destierro de su padre, el ahora general retirado Luis Cisneros, busca encontrar una actividad en
que ocupar sus horas ("voy a ver si termino de organizar mi archivo. Si hago algo. Con cincuenta
y siete años, me siento lleno de vitalidad. Pasar a no hacer nada de golpe, es difícil").
Su hablar es lento, como buscando ser preciso - algo que logra sobradamente - sin tratar
de ocultar en ningún momento su punto de vista, por veces chocante debido más que nada a la
naturalidad con que aborda la realidad que vivió del proceso político peruano que llevó a la
reinstitucionalización democrática del país.
Nuestro encuentro se llevo a cabo en la casa de uno de sus hermanos, periodista de
profesión, ubicada en el limeño barrio de Miraflores, cerca del hotel donde me alojaba.
Sus ademanes son corteses, aunque vestidos de esa rigidez propia del militar. De andar
seguro y forzadamente erguido, de gesticulación que puede parecer en ocasiones brusca pero que
resulta neutra a los efectos de la firmeza implícita en sus dichos, o por lo menos innecesaria para
el énfasis que le da a los mismos, es un hombre de diálogo o por lo menos así aparece desde que
ninguna incomodidad deja ver cuando notoriamente no se coincide con sus aseveraciones.
- Luego, continúa diciéndonos sin inmutarse por lo previamente expresado, llega la
transferencia. Viene el gobierno democrático y el presidente Belaúnde me invita a formar parte del
gabinete como ministro de Guerra.
Es interesante anotar acá que yo, en el año 82, según la ley orgánica nuestra, debía ser el
Comandante General del Ejército, por siete meses, después pasaba a retiro. Belaúnde me invita en
octubre del año 81, y yo siento la obligación moral de aceptarlo - a pesar que posteriormente declino
comandar el Ejército - porque si había formado parte de un equipo que habíamos estado trabajando
sobre la transferencia del poder, si había formado parte de un equipo en que debíamos ir
convenciendo a nuestros hombres de uniforme de la necesidad de ésta marcha de regreso a los
cuarteles, mas fácil era no aceptar el ministerio, pero más responsable era aceptarlo. Desde ahí se
iba a poder asegurar la continuidad del régimen democrático, se iba a poder seguir viviendo desde
arriba, dirigiendo esta consolidación de la posición institucional, ya netamente castrense, y creo que
podía ser un buen puente en el diálogo gobierno-ejército. Estas son las razones que me llevaron a
aceptar el Ministerio de Guerra.
- ¿Cuáles fueron las características del diálogo que luego culmina con la convocatoria de la
Asamblea Constituyente entre las Fuerzas Armadas y algunos sectores civiles?
- Cuando el gobierno de la Fuerza Armada, en su segunda fase, decide la transferencia de poder
a la civilidad, se inicia una serie de contactos con los principales partidos políticos del país. Hemos
dialogado con el partido que actualmente está en el gobierno; hemos dialogado con el Partido
Popular Cristiano, que es un partido de derecha; hemos dialogado, fundamentalmente, con el Partido
Aprista que es un partido de centro, yo diría de centro izquierda, pero que tuvo durante los últimos
50 años una serie de problemas directos con la Fuerza Armada y, particularmente, con el Ejército, en
los años 30 en que hubo enfrentamientos muy duros: hubo muertos por ambos lados. Desde ese
entonces se mantenía en el Ejército una posición antiaprista y en el Apra una posición antimilitarista.
Ellas fueron las razones fundamentales por las que el gobierno de la Fuerza Armada se especializó
en un diálogo con el Partido Aprista, para tratar de borrar, en la medida de lo posible, toda esta
historia. No dialogamos con ninguna fracción comunista. Dialogamos con los partidos que podrían
tener opción de llegar al poder. Yo creo que el diálogo fue muy fructífero, y lo fue porque de ambos
lados, tanto por el lado del gobierno de la Fuerza Armada, como de los Partidos Políticos se llegó a
un convencimiento de que algo deberían ceder ambos si es que queríamos llegar a un resultado
positivo. Esto es sumamente importante en una transferencia de poder de un gobierno militar a un
gobierno constitucional. Los militares tenemos un esquema mental distinto al que normalmente tienen
los partidos políticos. Los militares, yo lo digo así con un poco de eufemismo, podemos tener hasta
el derecho de equivocarnos cuando realizamos funciones de gobierno porque no es esa la finalidad
para la que hemos sido formados. Los partidos tienen menos derecho que nosotros para equivocarse,
porque la razón de ser de los partidos políticos es el ejercicio del poder político. Luego, ellos deben
estar preparados para ello.
A LA BÚSQUEDA DE FLEXIBILIDAD
Entonces, dentro de los errores que pueden haberse cometido en el gobierno de la Fuerza
Armada había que buscar del lado de los Partidos Políticos un poco de flexibilidad para poder
entender que todos estos errores, que la gran mayoría de ellos no se cometieron con la intención de
dañar a ningún grupo político sino porque honestamente pensaba que lo que se estaba haciendo, se
estaba haciendo en beneficio del país. Por otro lado, los militares, que a veces somos muy
susceptibles a la insidia política, al ataque político, tenemos conceptos muy, digamos, muy
bizantinos, de dignidad, de honestidad, de honradez, de amor a la patria, nos podíamos haber sentido
afectados por algunas declaraciones de los partidos políticos que fueron en ocasiones desmedidas,
mas producidas por el hígado que por el cerebro.
Con estos dos elementos de juicio de patria, el diálogo tuvo un inicio un poco feo, pero a
medida que fuimos avanzando fuimos encontrando vías de entendimiento en las cuales nosotros
deseábamos que el país pudiera encaminarse hacia la democracia, hacia la vía constitucional, en la
mejor forma posible. Sin que de la noche a la mañana se abriera una compuerta retenida durante
muchos años por el gobierno militar, y que al salir el agua a borbotones, la democracia fuese nada
más que una ilusión.
Estos más de dos largos años de conversación fueron al principio un poco así: de noche, a
escondidas, en distintas casas, porque había susceptibilidades de todas partes, luego fue haciéndose
cada vez más clara, más a la luz, más diáfana.
Al final los resultados que hemos conseguido nos han permitido ver que, a pesar de los 12
años de gobierno militar, en los partidos políticos hubo la capacidad suficiente como para no querer
empujar a una salida que fuese efímera y no se viviera un proceso sumamente corto de
constitucionalidad. Por el lado de la Fuerza Armada teníamos que manejar el problema desde dos
puntos de vista: uno el problema realmente político y otro, el castrense. Un gobierno de la Fuerza, en
alguna medida, genera algún tipo de ambiciones y de interés de los mandos que suceden, porque han
tenido la expectativa de ocupar puestos políticos, de ocupar puestos de determinado relieve o de
determinada prestancia. No todos aceptan de buen agrado que de la noche a la mañana, le digan:
bueno, acá se acabo. El militar tiene un esquema mental muy especial y reconoce pues, que se acabo
ahí.
Pero lo que nosotros le llamamos aquí la marcha a los cuarteles, despolitizar a la Fuerza
después de un período largo de gobierno, es una tarea sumamente difícil porque es necesario
empezar a ver el país, después de haber estado subido en el escenario como actor, poco a poco
desde la platea, desde los palcos bajos unos o desde los palcos altos otros y desde la cazuela los
demás. Y hay mucha gente que se resiste a ocupar su puesto cuando estuvo entretelones viendo el
accionar del gobierno o participando en él.
La experiencia nuestra ha sido una experiencia sumamente positiva. Ha tenido aciertos y ha
tenido errores.
Yo ubicaré dentro de los aciertos la situación que actualmente vive el país, refiriéndome
exclusivamente a la constitucionalidad del régimen, al sistema imperante.
Tenemos que tener en cuenta que nuestro actual presidente fue el mismo presidente que la
Fuerza Armada sacó hace 15 años. Eso tiene que demostrar, desde cualquier punto de vista, que
había madurez en la Fuerza Armada porque resulta que el Gobierno regresa a manos de quien la
Fuerza Armada lo tomó y significa también un grado enorme de madurez en este Partido Político en
que con los lógicos problemas que surgen cuando entra un gobierno de fuerza con los principales
líderes del partido de gobierno, muchos de ellos extrañados del país, otros que estuvieron detenidos,
que tuvieron una serie de problemas, bueno, poder entablar el diálogo y poder sentarse en una mesa a
conversar, no es tarea fácil.
Vemos con satisfacción quiénes tuvimos alguna participación en estos prolegómenos de la
transferencia que estamos llegando al tercer año de vida democrática del país y que existe una
convicción en la Fuerza Armada: la necesidad de mantener el sistema. Me parece que es una
experiencia que vale la pena poderla analizar.
Ahora, yo diría que fue una posición importante ésta de los partidos políticos, el no querer entrar
a una revisión de todas las decisiones que se tomaron, el no querer sentar en el banquillo de los
acusados a todos los responsables, porque si no ha habido delitos, si no ha habido inmoralidad, si no
ha habido corrupción, se está sentando a la Fuerza ante un tribunal y la Fuerza es susceptible.
La reacción de la Fuerza es la fuerza y yo creo que lo que necesitábamos era caminar hacia
delante, viendo hacia el futuro y no caminar hacia delante viendo para atrás, porque decididamente
los pasos que damos en esta última figura son muchos más cortos.
Se trata de buscar, en un primer momento, la unidad nacional y la unidad nacional en todas
partes del mundo la constituye no solamente el gran espectro de la civilidad, la ciudadanía, sino que
también forman parte de ella las Fuerzas Armadas.
De no luchar consciente y responsablemente por esta unidad, querer ir estableciendo zanjas
en el camino, que nos separen entre quiénes son los buenos y quiénes los malos, que nos separen
entre los que cometieron algún tipo de error político o no, no conduce a nada. Los hechos ya están
hechos. La historia ya está escrita. Lo que tenemos que hacer es que los nuevos capítulos de la
historia que vamos a escribir, en los que podemos ser actores o no, esos capítulos sean mejores que
los otros que los escribieron otros hombres. Porque de llevar adelante una política regresiva, una
política de querer encontrar responsabilidades, yo creo que atenta contra el país y se atenta contra la
unidad nacional. Hoy día más que nunca cuando tenemos este flagelo del comunismo y la subversión
metida ya en el continente - lo estamos viendo en América Central, lo vivimos en el Uruguay, lo
vivimos en Chile, en la Argentina, lo hemos vivido en Bolivia, en el Perú lo estamos viviendo, en
Colombia -, hoy más que nunca necesitamos de una unidad nacional para poder sacar el país hacia
delante, para poder evitar que estos grupos subversivos puedan volver a romper la tranquilidad del
país.
- Ahora que Ud. habla de subversión, ¿estos grupos subversivos, a su juicio, tienen una
cierta continuidad con aquellos del año 65 o son distintos?
-Claro, la subversión siempre es una, pero los grupos son distintos, a mi entender. La
subversión del 65 fue una subversión focalizada en puntos específicos del territorio nacional.
Fue conducida por líderes que sacaban la cara, se sabía quiénes eran y todos ellos eran líderes
procedentes de zonas urbanas que se habían desplazado hacia el campo para subvertir el orden en el
campo, aprovechando de la situación de subdesarrollo en que se encuentran nuestras zonas más
pobres. La subversión que vivimos ahora es una subversión un poco autóctona, que la maneja gente
de los campos, gente que es posible que pueda haber viajado al extranjero a recibir algún tipo de
adoctrinamiento por los procedimientos que vienen utilizando pero ya no es el cacique limeño, en
este caso, el que va a levantar al campesino, sino que es el propio campesino el que ha adquirido la
capacidad y los conocimientos para levantarse y para generar alrededor de él todos estos focos
subversivos que tenemos en el país.
De ahí que su peligro sea mayor o su acción más efectiva y más difícil su represión. No es
fácil distinguir entre un campesino subversivo y uno que no lo es. Y debido a ello es que morirá
gente inocente. Gente que no está involucrada en la subversión. Pero la opción no es paralizar la
defensa del Estado de Derecho. Morirán inocentes, sin duda. Si mueren pongamos por caso cien o
doscientos subversivos - no deben ser más su total actual - con ellos morirán 10 o 20 personas
inocentes. Pero debemos tener presente que de no procederse así, dentro de un tiempo, los
subversivos serán mil o dos mil y en ese momento, cuando realmente sean un notorio peligro para la
convivencia social, morirán cien o doscientos inocentes. Esas son las alternativas que dicta la
realidad. Y es sobre ellas que se debe optar. No guiados por teorías que no conducen sino a la
inacción primero para desembocar en una incontrolable represión después.
Así de duro son los hechos. Pero ocurren en todas las guerras. Incluso en las formales, cuánto
más en éstas que se plantean de éste modo, solapado, a traición, refugiándose los subversivos
precisamente en la inocencia de quienes dicen defender. Son sus escudos y, en consecuencia, sus
víctimas.
Un Problema de Desgaste
Yo tengo la impresión de que Argentina nunca creyó que EE.UU. iba a tomar la posición que
tomó, más cuando al comienzo se convirtió un poco en árbitro del problema, cuando Ud. ve al
secretario de Estado que se mueve entre Buenos Aires y Londres y Buenos Aires está demostrando
una buena voluntad, una voluntad de concordia, una voluntad de acercar a las partes, que no guarda
ninguna relación con la posición posterior. Entonces, yo hasta me atrevería a pensar, que a lo mejor
el Gral. Galtieri si no tuvo algún ofrecimiento americano antes de la decisión o una aquiescencia
porque eso iba en contra de la soberanía, yo sí creo que puede haber existido algún tipo de
conversación en la que no vislumbraba él una posición como la que al final tomó los EE.UU. Pienso
que EE.UU. ha perdido mucho en su contacto con América del Sur y además pienso que en su
posición de líder dentro del área su responsabilidad es mucho más grande porque estamos en un área
de influencia totalmente americana, defendemos el mismo sistema occidental. Pero cuando los
intereses económicos están por encima de los intereses políticos parece que no hay amistad que
subsista. Por eso es que yo creo que la necesidad de nuestra unión sudamericana, se base en los
lazos históricos que tenemos, pero que se consolide con intereses económicos que es la única forma
en que esta unión se consolide.
- Ahora va a haber una reunión de presidentes en Caracas que tal vez aborde el problema
de la integración ¿no?
- Ojalá, me parece que hoy día estamos en un problema económico todos los países del área,
unos más otros menos pero todos caminamos con una angustia económica que en alguna medida es
producto de la angustia económica que han sufrido los grandes países. Es una utopía pensar que
nosotros vamos a solucionar nuestros problemas antes que ellos, tenemos que hacer cola, ellos van a
solucionarlos primero y después se van a solucionar los nuestros, como consecuencia de la solución
de ellos. En esta situación en que todos estamos haciendo cola para conseguir créditos, préstamos,
aperturas, refinanciación, es muy difícil que los presidentes en Caracas, puedan tener alguna opción
de hacer alguna declaración, que no tendría porque ser necesariamente en contra de, sino a favor de,
pero esto podría un poco demorar algunas transacciones para demostrar que todavía seguimos siendo
dependientes. Todos hemos logrado la independencia política y la económica está en proceso y creo
que dentro de las angustias económicas en que todos vivimos tenemos que hacer un esfuerzo para
tratar de ir consolidando nuestras economías y consolidándolas dentro de nosotros mismos. Si
tenemos todo en la mano, tenemos alimentos, que es fundamental, somos un depósito de alimentos del
mundo, nos necesitan. Bueno, pero vamos a empezar a ver prioridades, primero satisfacemos los
requerimientos de la región. Después satisfaremos los otros. Este impacto de las Malvinas ha hecho
abrir los ojos sobre lo que son los países desarrollados y su influencia.
- Yendo hacia el tránsito del gobierno militar a la democracia: Cuando Ud. llega a la
jefatura del Estado y se inicia luego el proceso de apertura del régimen de facto, ¿cuáles fueron
los principales problemas que enfrentó en los diálogos con los sectores políticos y en el diálogo
dentro de la propia Fuerza?
- Cuando se inicia la Segunda Etapa del gobierno militar se define claramente en el plan de
gobierno que se llamó Tupac Amaru. Pero vamos a hacer un paréntesis. Muchos piensan que recién
cuando se publica el documento Plan de Gobierno Tupac Amaru aprobado por decreto supremo del
gobierno militar, es que se inicia la voluntad política. Esto es falso, totalmente falso.
- En los años 77 y 78 hubo una intensa movilización política y social. ¿No existieron sectores
dentro de las fuerzas armadas que querían mantenerse en el poder por temor; con la sensación
de un no control de lo que pudiera suceder luego?
- Muy poco eso, porque el examen que hacíamos de los partidos políticos principales, vamos a
decir así, nos demostraba que había una conciencia política que iba a proyectarse en una forma
positiva hacia una salida política. O sea que no había ese tipo de preocupación porque los elementos
no estaban presentes para ese fenómeno.
- En sus orígenes, la idea era hacer un gobierno institucional de las Fuerzas Armadas, luego
pasa a personalizarse en el Gral. Velasco y se retoma la idea de institucionalización con Ud.
Ese cambio de las Fuerzas Armadas, de actuar institucionalmente y de realizar reformas de
estructuras, es distinta a la participación que las Fuerzas Armadas habían tenido en el pasado
en Perú, ¿a qué obedeció?
- Tenemos que distinguir lo siguiente, aún en la primera fase del gobierno militar, no podemos
decir que haya estado ausente la concepción institucional. Es decir que se consideraba que el
gobierno era institucional, como evidentemente se consideró en la segunda fase. Lo que podemos
distinguir es un cambio en los métodos de la conducción política. Mientras siendo institucional el
gobierno en la primera fase del gobierno militar, se mantenía una presencia mucho más directa de la
jefatura del movimiento político, es decir la Presidencia de la República, con un sistema menor de
consultas a las propias instituciones. En cambio, en la segunda fase del gobierno militar se cumple el
Estatuto realmente, como el Estatuto mandaba el ejercicio del poder. El Estatuto no hacía que el
presidente de la República ejerciera un gobierno autoritario, por su propia persona. El Estatuto
establecía un gobierno institucional, tan es así que daba atribuciones a los comandantes generales de
los tres institutos de las FF.AA., Ejército, Marina y Fuerza Aérea.
- A la Junta.
- A la Junta. O sea atribuciones muy claras y directas que yo respeté desde el primero hasta el
último momento de mi gobierno. Es decir, la diferencia que podemos establecer, es que en la
segunda fase se hace un gobierno institucional más compartido con el conjunto. Se disminuyó el
ángulo, digamos, de tipo absolutamente personal del Jefe de Estado. El Jefe de Estado compartía las
decisiones en forma mucho más directa, discutida, dialogada, como se quiera llamarla. Esta es la
diferencia.
- ¿Y la explicación del cambio de posición política de la fuerza militar?
- A una serie de factores, digamos, obedece el cambio de actitud de las Fuerzas Armadas, como
Ud. lo dice y lo digo yo en este estudio sobre la democracia latinoamericana, muy en particular. Las
Fuerzas Armadas, con rarísimas excepciones intervinieron en la vida política del Perú, siempre
ligadas a la situación pendular ésta, de dictadura-democracia por un lado y en segundo lugar muy
ligadas a la presencia marcadamente oligárquica de los grupos de poder económico del país.
Ligados casi permanentemente, a través de toda su historia, a su vez a los grupos de poder
internacional en las diferentes fases de la historia latinoamericana y de la historia peruana en
particular. Esto ha sido así y hay que reconocer que así fue. Solamente existen dos casos en los
cuales las Fuerzas Armadas en la historia del Perú actúan como instituciones, cumpliendo tareas de
distinto rol: el primer caso fue cuando se produce un golpe militar en el año 1962, que fue muy
transitorio -un año- y que fue para restablecer de inmediato el sistema democrático. Lo
característico es que no se trata de liderazgos militares aislados, sino que también se trata de una
presencia institucional de las Fuerzas Armadas. En un año, por supuesto, no podían hacerse
reformas, sino restablecer las instituciones democráticas. Casualmente, yo soy testigo de eso, porque
en esa oportunidad yo llegué a coronel y la Junta Militar de esa época me destacó al Jurado Nacional
de Elecciones con la misión de reorganizar el registro electoral de Perú en un año y dar de inmediato
con ese registro. Las elecciones, que fueron las elecciones del año 63 en las cuales salió elegido
precisamente el actual presidente de la República en su anterior período, el Arq. Fernando Beláunde
Terry. Y la segunda situación, indiscutidamente institucional son los 12 años de gobierno militar en
su primera fase y en su segunda fase donde con variantes de conducción como le repito, los
gobiernos fueron realmente institucionales.
En el 62 el compromiso que hubo desde el comienzo era restablecer el sistema democrático, en
un plazo corto.
- ¿Ahora bien, en la segunda transición, el diálogo con los sectores políticos fue continuo
o tuvo sus dificultades?
- El diálogo con los sectores políticos durante la primera fase del gobierno militar, yo diría
que fue...
- No. En el año 76, cuando las Fuerzas Armadas deciden...
- ¡Ah! ¿En la segunda fase del gobierno militar?
- Si. En la segunda fase.
- Se produjeron no uno sino varios diálogos con los diferentes partidos políticos, incluyendo
al partido gobernante actualmente, o sea con Acción Popular. Yo recuerdo haber recibido en Palacio,
un programa de trabajo muy amplio que se hizo entonces. En forma personal, yo tomé a mi cargo el
diálogo con los partidos políticos. En un primer momento, pensé que debía ser yo, el Jefe de Estado,
quien tomara a su cargo el diálogo con los partidos políticos. Dialogué, lo recuerdo perfectamente,
con Acción Popular, con el Partido Popular Cristiano, con el APRA, con el Partido Comunista
Peruano, con la Democracia Cristiana, es decir con los partidos que en ese momento significaban,
que tenían un mayor significado en la vida nacional. Con todos ellos se dialogó no una vez sino
varias veces. Se les pidió sugerencias, inclusive para el plan de gobierno Tupac Amaru, sugerencias
para la transferencia política, etc.
- ¿Antes de la publicidad del plan también?
- Antes de la publicidad del plan, sí. Cuando yo vi que este diálogo ya estaba bastante bien
restablecido, entonces pensé que era más conveniente trasladar a la Junta el diálogo. O sea que hay
una primera etapa del diálogo que lo conduzco yo personalmente como jefe de Estado, y una segunda
etapa de diálogo que, dije entonces, conviene mejor para que los propios miembros de la Junta se
compenetren del problema político, conviene que ellos tomen el diálogo. Entonces les trasladé el
diálogo a ellos y yo intervenía solamente en los momentos de consulta sobre temas muy esenciales o
principales. Este diálogo prácticamente se mantuvo hasta la transferencia de gobierno.
- ¿Esos diálogos fueron los que le causaron la impresión a la fuerza militar de que no había un
riesgo para la institución militar una vez que ella no estuviera en el poder cuando la intensa
movilización política...?
- Exactamente, los diálogos eran muy intensos con los diferentes partidos políticos y al final
naturalmente el diálogo se intensifica más con aquellos partidos políticos que de acuerdo con lo que
se medía en las encuestas nacionales, podían tener un mayor peso. Era lógico que el diálogo fuera
más intenso con los grupos políticos de mayor chance electoral y menos intenso al final ya con los
otros partidos políticos. Con esto quiero decir que los diálogos más intensos al final se produjeron
con el APRA y con Acción Popular. Se intensificó el diálogo con estos dos grupos.
- ¿Y no se notaban signos que pudieran causar impresión de que la institución podía estar
amenazada una vez realizado el proceso de apertura? Le pregunto, porque se observaba el
hecho de que había algunos sectores que podían estar preocupados dentro del Ejército...
- Sí, sí, yo le digo, como Ud. comprende, en unas instituciones que tienen una amplitud muy
grande - son el Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea, son instituciones de cierta magnitud -, en
consecuencia tenemos que entender, pues, que no por el hecho de vestir uniformes, las personas que
pertenecen a estos institutos dejen de pensar como todos los peruanos, en la realidad peruana. Es
decir, no podemos hacer un distingo. Porque el hombre tiene uniforme no tiene porqué carecer de
criterios políticos personales, como los tiene cualquier ciudadano. O sea, en ese sentido,
indiscutiblemente, hasta las etapas finales, se observa que hay determinados grupos que no están muy
de acuerdo con la marcha del proceso. En fin, que no participan en una forma muy directa o que
presentan inconvenientes en la búsqueda, no en la búsqueda de soluciones porque la solución ya
estaba dada, la solución democrática, sino en los resultados. Por ejemplo, indudablemente hay que
reconocerlo y esto hay que decirlo con toda franqueza. Había grupos que decían cómo es posible que
aceptemos, pongamos por caso: si Acción Popular sube al gobierno nosotros vamos a tener que
reconocer al Sr. Belaúnde que fue sacado de Palacio por las Fuerzas Armadas. Este tipo de cosas se
producían indiscutiblemente. Por otro lado, claro, a pesar de que ya se había vencido mucho... en el
año 76 recuerdo un discurso en Trujillo, siendo yo el presidente de la República, en una plaza
totalmente llena, repleta, - la plaza más grande que tenemos en Perú, manifesté, entre otras cosas, que
debían terminarse los odios históricos en la vida peruana y que debía acabarse esta pugna histórica
que había habido entre las Fuerzas Armadas, fundamentalmente el Ejército y el partido Aprista. Que
eso terminó. Que teníamos que construir Perú y unir a los peruanos. A pesar de todo eso, sin
embargo, tengo que reconocer que había grupos de las Fuerzas Armadas que planteaban la otra
alternativa. No la de Belaúnde precisamente, sino ¿y si gana el APRA? ¿Vamos a reconocer que el
APRA triunfó? Bueno, ese tipo de cosas indiscutiblemente se tuvieron que manejar hasta el final del
proceso.
resentar a Luis Alberto Sánchez a los lectores de "El Día", como a cualquier
P
latinoamericano es innecesario. Semanalmente las páginas de los diarios recogen alguna
colaboración de éste intelectual peruano que hace tiempo forma parte del orgullo cultural de
nuestro continente.
acido en Lima en 1900, cuenta ahora con 83 años, ha sido rector de la Universidad de
N
San Marcos en tres ocasiones (en 1946, 1961 y 1966) y profesor de literatura e historia de la
misma.
Comenzó a publicar a los veinte años y durante dos décadas, asimismo, sufrió el dolor del
exilio. Compañero de ideas y persecuciones del fundador de la Alianza Popular Revolucionaria
Americana (APRA), Víctor Raúl Haya de la Torre, es un prolifero autor, con casi un centenar de
obras en su haber.
Hoy día es la principal personalidad del APRA. De ese partido acusado y perseguido tanto
por la derecha como por la izquierda maximalistas.
La Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) fue fundada en México, en 1924,
durante el exilio que Víctor Raúl Haya de la Torre (1895-1979) viviera en ese país, cuando la
dictadura del Gral. Augusto Leguía (1863-1932). Esta se desarrolló desde 1919 hasta 1930,
apoyada en plebiscitos bonapartistas. Murió en una cárcel del Callao, en la misma celda a la que
fuera destinado luego Haya, cuando la inmediata dictadura del Gral. Luis Sánchez Cerro (1889-
1933).
Cuando la dictadura del Gral. Manuel Odría (1897-1974) que se desarrolló desde 1948
hasta 1956, el Apra fue asimismo perseguido, debiéndose refugiar Haya en la Embajada de
Colombia en Lima a cuyo cargo se encontraba el destacado diplomático peruano, Emb. Gori,
dando lugar al caso de asilo más importante para el Derecho Internacional americano. En 1954
Haya pudo salir de su asilo en dicha residencia, volviendo a México.
Fue precisamente cuando murió el líder aprista, en 1979, que había visto a Sánchez por
última vez. En el cementerio de ciudad Trujillo primero, donde fue enterrado Haya y luego en el
aeropuerto, dónde esperábamos el avión que nos regresaría a Lima.
De eso hace ya casi cuatro años. Pero para Luis Alberto Sánchez parece que el tiempo no
hubiera pasado. Está igual que entonces. Tal vez sus ojos lo traicionan algo más.
e recibió en sus oficinas del jirón de Maquegua, ubicadas en un viejo edificio: un
M
escritorio no muy grande rodeado de libros, que cuenta con dos cuartos más: el despacho de su
secretaria y una pequeña antesala. El mobiliario no reviste ningún lujo. Reproducciones en
fotografía de algunas obras famosas (el David de Miguel Ángel o la Maja vestida de Goya, por
ejemplo) cuelgan indolentes de las paredes.
Allí atiende sus asuntos particulares, la visita de algún correligionario y prepara sus
artículos.
Luis Alberto Sánchez fue el presidente de la comisión de Constitución de la Asamblea
Constituyente y después, desde la última enfermedad de Haya, presidió dicho Cuerpo.
- ¿Cómo ve Ud. los procesos en general de democratización en América, por ejemplo, del
brasileño que es quizá el que más avanzado esté? Ha tenido elección de gobernadores....
- Creo que el proceso brasileño es una evolución democrática pero sometida a una cosa que
llaman proyecto nacional que está impuesto por los militares. De manera que en realidad tiene
libertad de todo menos de cerebro. El cerebro está sometido a un plan que han hecho los militares
durante 15 a 20 años. Eso me parece muy peligroso porque creo que el proyecto debe ser hecho por
los civiles en un consenso auténtico, no simplemente por estudio de planificación seudo técnicos, en
los cuales no creo, absolutamente.
- Lo que ha sido sorprendente ha sido España, ¿no?
-¡Ah! Sí. Eso sí. Yo he estado en España con Franco y después de Franco, y la verdad es que
ha sido sorprendente, muy sorprendente. En realidad, Franco dejó ir fructificando esto y tuvo el tino
de hacer un Rey democrático, además de agonizar largo tiempo como para que se ajustaran las
instrucciones. La agonía de Franco creo que es lo mejor de su talento político... aunque no
dependiera de su voluntad.
- Actualmente, ¿cómo se encuentra el APRA? ¿Sigue con las dificultades que se
plantearon por el problema de Andrés Towsendt?
- No. Están superadas. Creo que hemos recuperado más de un 100% de lo que éramos.
Nosotros, que fuimos siempre un 32 o 33%, un tercio de la votación, y que en 1980 bajamos a 28% y
en la Municipal bajamos a un 18%, hoy fácilmente somos 35%. Se ha recuperado muy rápidamente el
partido. Muy, muy rápidamente, después de tres años de penurias muy duras, sumamente duras, de las
cuales soy yo una experimentada víctima, pero muy contento de serlo.
Todos Somos Mestizos
- Ud. contaba en uno de sus libros, "Perú adolescente", la anécdota de que iba
cambiando, por la Plaza Murillo de la ciudad de La Paz y le decía el rector de la Universidad:
aquí el problema del indio no existe, lo único que existe es el problema del blanco...
- Así es. Sí, don Francisco Bedregal. Don Juan Francisco.
- Que interpretación histórica le da Ud. a ésta pendulación...
- Mire, creo que eso es una cosa pasada también, completamente pasada. Somos un país
mestizo porque además yo creo que todos los países son mestizos. Lo que pasa es que son mestizajes
muy largos, ¿Francia qué cosa es? Francia es un mestizaje de celtas, que venían del Norte y de godos,
de germanos que vinieron de Alemania, de romanos que vinieron de Lacio, volenos, francos también
que venían de Germania, y todo eso es la ciudadanía francesa. Un mestizaje completo. ¿Y qué cosa es
España? los Íberas, los vascos y luego los romanos y luego los godos y luego los árabes, 800 años, y
los fenicios en todas las costas. Estos son los países mestizos. La cosa es que nuestro mestizaje es un
mestizaje con color mas fuerte con el indio y que además no se ha absorbido totalmente porque nos
hemos saltado una cosa fundamental que son las culturas, diríamos los cronogramas culturales que
son una cosa muy seria. Esto mismo que pasa en Ayacucho, demuestra que hay zonas de Perú que
están viviendo en el siglo XV en las cuales no ha penetrado ni el XVI ni el XVII. Ni España ha
penetrado, nada. Son comunidades indígenas. Inclusive ni el Incario ha penetrado en ellas. Son
cuestiones de comunicación, de una serie de otras razones. Eso hay que encararlo. Lo que decía
Bedregal en Bolivia es mucho más sensato, porque Bolivia es fundamentalmente un país indígena,
con quizá la única excepción de Santa Cruz de la Sierra que es muy española y muy portuguesa, muy
brasilera y un poco de Cochabamba, pero todas las demás es indio-colla o indio-quechua. Entonces
ahí los blancos resultan unos manchones, nada más. Entre nosotros no, aunque la costa sí es bastante
blanca. Pero de todos modos yo creo que esos problemas, son problemas absolutamente por
superarse pero que no están superados y que tendrán que tener una solución distinta a las que piensan
las gentes que no están en nuestro medio. Porque se piensa en una raza inferior. No creo que haya
ninguna raza inferior. Creo que hay una cultura no desarrollada, que es cosa distinta. Los más ladinos
de nuestra gente han sido indios, indios ladinos, sabios, un Mariscal como Castilla mismo, gran
presidente. (Ramón Castilla fue un destacado militar de la independencia peruana que ocupó en
dos ocasiones la Presidencia de la República, destacándose su gobierno por políticas liberales y
desarrollistas. Fue quien abolió la esclavitud y el tributo indígena).
CONFLUENCIA DE INTERESES
- ¿Cuáles fueron a su juicio las principales características del tránsito del autoritarismo
peruano a la democracia?
Primero fue el fracaso económico y de tipo de orden, inclusive, del gobierno militar.
Enseguida, segunda cuestión, fue convencer a la "Segunda Fase" de la necesidad de
regularizar las cosas e ir a un estado democrático en el cual confluían dos intereses: el nuestro, el
civil, de acabar con la dictadura militar y lograr un orden democrático de nuevo y el de los militares
en regularizar si no todas, algunas de sus innovaciones, de sus reformas, por medio de leyes o
artículos constitucionales.
De manera que hubo mutuo interés. Recíproco interés.
Se presentó entonces una cuestión: si lo conveniente era reformar la Constitución vigente para
adaptarla a las nuevas cosas - nuestras y de ellos - o hacer una nueva Constitución. Predominó el
criterio de una nueva Constitución porque eso permitía una Asamblea Constituyente y una consulta
popular. En eso estuvieron de acuerdo todos los partidos que previamente fueron consultados y que
participaron en diálogos informales pero no menos efectivos con el gobierno militar. Finalmente se
llegó a la conclusión de convocar a una Asamblea Constituyente.
Esta Asamblea Constituyente convocada por un poder de facto resultaba un cuerpo de juri
convocado por un gobierno de facto. Una paradoja muy curiosa, que tuvo que proyectarse, y así fue,
en el paralelismo de los dos poderes, que no actuaron como un solo poder sino como dos poderes
distintos: el uno de juri, que legisla y el otro de facto, que administraba.
Las elecciones fueron absolutamente libres y en ellas tomaron parte todos los partidos menos
Acción Popular, que creyó que no era la mejor manera de actuar, sino que había que derribar
previamente la dictadura. Cosa que era imposible. Una dictadura con poder militar todo pleno en sí,
imposible. Así se llegó a la elección.
- ¿Esa actitud de Acción Popular era dictada - a su juicio - por principios o por un interés
electoral por el que después se vio beneficiada?
- Naturalmente. Creo que por intereses electorales y, al mismo tiempo, por rencor. No hay
que olvidar que el gobierno que fue derrocado por el golpe militar fue Acción Popular. De manera
que tenía la sangre en el ojo. Ese es un factor sentimental que no se puede dejar de lado. Ahora, en la
Constituyente ellos participaron indirectamente por un documento que no se conoce todavía en el
público. Lo voy a publicar, en su oportunidad.
Cuando se eligió la Asamblea Constituyente que votó como presidente a Haya de la Torre,
comenzamos a trabajar como dos poderes separados.
La Asamblea Constituyente no tuvo relación de ninguna especie con el gobierno de facto y el
gobierno de facto no tuvo relación de ninguna especie con la Asamblea Constituyente, excepto los
funcionarios administrativos de ambos lados. Los funcionarios administrativos de la Asamblea que
eran del Congreso y los funcionarios administrativos del primer ministro. Pero nada más. Ni el
presidente de facto asistió a la inauguración de la Asamblea, ni la Asamblea le dio ningún homenaje,
ni ningún saludo. Por último, la Asamblea misma promulgó la Constitución. La promulgué yo mismo,
el 12 de julio de 1979. Es decir, la promulgó la Asamblea y yo consigné "Promulgo la
Constitución". De manera que no hubo ninguna participación del gobierno de facto en las discusiones
que fueron absolutamente libres, excepto un día antes en que sí surgió la posibilidad de que todo se
malograra. El 11 de julio.
Con respecto al procedimiento, hubo contactos previos a esto, antes de la Asamblea.
Conversaciones, sí, para ir normando estas cosas. Que fueron públicas, por lo demás. Y alguna vez
contactos informales, personales, en casas privadas, para adecuar algunas cosas, pero eran reuniones
completamente informales. Teníamos un año para trabajar y no presentó el gobierno ningún
anteproyecto, cosa sumamente perniciosa. Creo que si no hay un anteproyecto, el trabajo se hace muy
duro. Mucho más vale que haya un proyecto sobre el cual trabajar, aunque sea para negarlo todo,
pero sirve como papel de trabajo. Nosotros no tuvimos ningún papel de trabajo. Tuvimos que formar
el anteproyecto.
Hicimos una cosa muy curiosa. Una vez que comenzaron los trabajos se elaboró un
anteproyecto general o informe con algunas proposiciones de partidos y eso se redactó, se publicó y
se sometió al criterio público. Se invitó a los partidos, a los personajes, a las instituciones y al
público en general a opinar. Entonces sí recibimos la opinión de Acción Popular. Una firmada por su
Secretario General que entonces era, como hoy, Alba Orlandini, y otra de 14 páginas firmada como
persona, como ex presidente, por Fernando Belaúnde. Eran el mismo texto.
Esas 14 páginas constituyen en realidad el anteproyecto de Acción Popular a la Asamblea
Constituyente, de manera que participó de una forma indirecta. Lo tuvimos en cuenta en la comisión
de constitución que yo presidí. Luego se inició la discusión en la Asamblea Constituyente recibiendo
aporte de instituciones, de público. Hubo ponencias públicas realmente curiosas. Por ejemplo, un
señor opinó que había que aprobar una ley para cerrar los lenocinios; otro una ley para que se
enjuiciara a la gente que hiciera mucho ruido en las calles, cosas así, de una ingenuidad tremenda que
eran la expresión de lo que alguna gente quería en ese momento.
Con todo eso y desechando ejemplos como los citados hicimos el anteproyecto. Una vez
elaborado este segundo anteproyecto fue sometido a los partidos que formaban parte de la Asamblea
para que emitieran sus informes. Y comenzó a discutirse en la comisión para elaborar el proyecto.
Proyecto que terminó de formularse en marzo de 1979 y fue elevado al Plenario donde empezó a
discutirse y de donde volvió, en parte, a la comisión otra vez para luego regresar.
EL PROCEDIMIENTO SEGUIDO
Ahora, el sistema que adoptamos - estamos hablando de procedimientos, creo que eso es útil
- para evitar demoras perjudiciales ya que lo importante era salir, cuanto antes, de la dictadura
militar, fue que una vez que el proyecto estaba en el Hemiciclo, cada vez que se iba a discutir un
capítulo, los artículos en que estábamos de acuerdo no se objetaban. Los que estaban en desacuerdo,
se examinaban. Y se votaba si éstos últimos volvían a Comisión o se reformaban en el plenario.
Hubo artículos considerados reservados por su complejidad, cuya consideración se postergó para el
debate final y volvían a comisión. De esta manera pudimos acelerar verdaderamente el trabajo y
hacer, además, una consulta total de todo esto a la Asamblea Constituyente.
Este fue, en síntesis el proceso de elaboración.
- ¿Hubo conflictos con el poder...?
- Hubo en realidad uno solo. En primer lugar había un problema serio. La Constitución ésta se
caracteriza por ser mucho más analítica que otras. A mi juicio un poco reglamentarista, sobre todo en
la parte económica. Tal vez excesivamente. Tiene esto sus pro: cuando una constitución no está bien
explicada se presta a interpretaciones y aplicaciones antojadizas, que es nuestra experiencia. Sin
embargo, creo yo, fue demasiado reglamentarista. Luego había que explicar nuevas instituciones, por
ejemplo: el Tribunal de Garantías Constitucionales, el Consejo de la Magistratura, la nueva
organización del Poder Ejecutivo y el Legislativo, las municipalidades que siempre habían figurado
en un solo artículo, un solo título y el sistema regionalizante que hay que aplicar al fin y al cabo,
supongo que dentro de 6 o 7 años, no creo que antes, y luego también cuestiones sobre el Ejército y
el Orden Público, de manera que había una serie de cosas que institucionalizar y hubo intercambio de
opiniones con respecto a la parte que se llama Defensa Nacional y Orden Interno con los elementos
técnicos de las Fuerzas Policiales y las Fuerzas Armada, y nuestra propia gente, como consejo
técnico. Se consultó a los técnicos en todas las cosas. Por ejemplo, para la cuestión de territorio se
consultó al Ministerio de Relaciones, para la cuestión de las 200 millas se consultó a Relaciones
Exteriores, para las cuestiones económicas se consultó a técnicos, al servicio de la Asamblea y a
técnicos del Banco de Reserva, de diferentes instituciones, etc. Hubo algunos puntos.... es que
nosotros teníamos que promulgar la Constitución. Si no la promulgábamos nosotros habríamos
cedido la promulgación a un gobierno de facto - ¿no sé si me explico? -, cosa que era absolutamente
incoherente. Que un cuerpo elegido por el pueblo hiciera una Constitución libremente y que el
cúmplase se lo pusiera un poder de facto, era sencillamente ridículo. De modo que resolvimos,
definitivamente, por acuerdo de todos los grupos, que la Constitución la promulgaba la propia
Asamblea Constituyente.
Y así fue. Claro está que tampoco podría haber elecciones presidenciales ni parlamentarias,
si no se aprobaba primero la Constitución, si no se promulgaba, porque no había base para elegir,
¿Cuántos años iba a durar el presidente? ¿Cómo se iba a elegir al vicepresidente?, ¿Qué clase de
representación habría en el Senado? Todo eso estaba en la Constitución de suerte que se promulgó la
Constitución del 12 de julio de 1979 entrando en funciones, en efecto, disposiciones transitorias:
aquellos artículos o capítulos que se referían a Derechos Humanos, a elecciones, a las cosas
inmediatas. Es ahí donde tuvimos un conflicto.
Ya se veía que iba a ocurrir por algunas conversaciones privadas que habíamos tenido, sobre
todo yo que estaba dirigiendo la Asamblea.
El día 11 tuvimos una entrevista con la Junta de Gobierno. Nos pidió una entrevista y la
tuvimos. No quisimos tenerla en el Parlamento porque los periodistas hubieran estado ahí encima de
ella y era una cosa privada que podía ser un poco dramática, así que la tuvimos en el local del
Comando Conjunto durante toda la mañana. Y no llegamos a nada. Ellos querían que en la
promulgación se suprimiera el Art. 87 que establece la jerarquía de las disposiciones legales: la
Constitución está por encima de las leyes, las leyes por encima de los reglamentos, etc. Si se
promulgaba eso, el estatuto del gobierno revolucionario de las Fuerzas Armadas cuyo Art. 5º
permitía suspender la Constitución quedaba nulo, porque la Constitución primaba. Entonces hubo un
forcejeo, no fue realmente violento pero sí duro, con los jefes de Ejército y nosotros nos mantuvimos
absolutamente impertérritos. En esas circunstancias, como no llegamos a ningún acuerdo y no íbamos
a llegar a nada, se pactó una reunión para la tarde de ese mismo día, porque el 12 era el señalado
para la promulgación. Yo consulté a todos los grupos políticos que dieron su respaldo, de manera
que cuando en la tarde me telefoneó el primer ministro, que era miembro de la Junta de Gobierno, el
Gral. Ritter, para saber a qué hora y dónde nos reuniríamos, porque habíamos quedado en señalar
así, yo le dije que era inútil la reunión porque no habíamos cambiado de criterio y si ellos tampoco
habían cambiado no había nada que contestar, que al día siguiente promulgaríamos la Constitución y
punto. Realmente tuve un poco la sensación que ese día podía ocurrir cualquier cosa. Y nos
preparamos para ello. Pero no ocurrió nada y promulgamos la Constitución, previa una pequeña
ceremonia que había que realizar y que era muy difícil de llevar a cabo, por las circunstancias de que
Haya - que estaba con licencia y enfermo: que pusiera su firma. No para darle validez a la
Constitución sino como acto de homenaje a él. Entonces surgieron muchas dificultades con los otros
partidos. Pero así se hizo y yo promulgué la Constitución a las 5 de la tarde.
La envié luego al Palacio para que simplemente la recibieran porque no tenía ni cúmplase ni
nada. Ocurrió sin embargo que no regresaba la Constitución que habíamos mandado para que
firmasen el acuse del recibo. Y el oficial mayor y los tres edecanes que la habían llevado no
regresaban. Eran las siete y no regresaban, ya como a las ocho me dijeron que estaban esperando una
respuesta. Que estaba reunido el Consejo de Ministros y el Gobierno de facto en plena discusión. Yo
di la orden de que no esperasen nada, que viniesen y que no recibiesen nada porque eran portadores
de nuestra Constitución y solo podían traer un acuse de recibo y nada más.
Yo supuse lo que estaban pensando: observar la Constitución, sobre todo ese Art. que referí y
otros más.
Al día siguiente llegaron las observaciones del Gral. Morales Bermúdez llevadas por un
general. Entonces simplemente llame en privado a los jefes de partido para que tomasen
conocimiento y tomásemos una resolución y se acordó rechazarlas por impertinentes, por ilegales y
ratificar la promulgación de la Constitución. Porque no hay derecho a observar una Constitución. Y
mucho menos por un gobierno de facto. Se hizo antes, el 12, para que hubiera un texto. Por si acaso
pasaba algo, en previsión estaba el texto. Se aprobó eso y antes que siguiera un debate que podía
traer otras consecuencias, clausuré la actuación de la Asamblea el día 13 en lugar del 15 como
estaba originalmente previsto y se acabo el asunto.
De manera que hubo un pequeño contratiempo. Belaúnde no hizo otra cosa que poner el
"cúmplase" a la Constitución del 80, a la del 28 de julio, el "publíquese y cúmplase". Eso fue todo.
Hubo algo, sin embargo, curioso: me llama Belaúnde y me dice: Don Luis Alberto no hay
texto de la Constitución en Palacio. Felizmente yo había sacado dos textos facsimilares de todo esto y
lo llevé. El "cúmplase" se puso sobre un original facsimilar mío. El original apareció días después.
Lo tenía Morales Bermúdez en su casa. Cuando lo devolvió se volvieron a poner las firmas. Era un
laberinto. Era tremendo. Duro.
- Y el fanatismo...
- Por eso. Porque es hecho exactamente para jóvenes. Los únicos fanáticos posibles son los
jóvenes. En cuanto uno envejece comienza a ser racionalista, o por lo menos se racionaliza más su
fanatismo. De ahí que la pena de muerte sea un absurdo, porque si están educados para morir, la
muerte en público y con proceso es una glorificación. No tiene sentido.
Fernando Belaúnde Terry
En el Palacio Pizarro y en el despacho de donde fuera desalojado hace quince años por un
golpe militar, el mismo jefe de Estado de entonces desarrolla nuevamente y desde hace tres años,
la actividad presidencial. Esa tarde, entre otros temas, preparaba una de sus tantas giras por el
interior del país.
Fuera, en la vereda de enfrente a la sede del Poder Ejecutivo, por la calle de Palacio, un
grupo de gente hace cola para cobrar su sueldo en el Banco de la Nación.
Los problemas que enfrenta hoy día el gobierno constitucional son de diversa naturaleza,
muchos de ellos heredados de la llamada Revolución Peruana: Una crítica situación económica y
la actividad terrorista son los principales.
La inflación puede llegar a los tres dígitos a fin de año, alcanzarse una devaluación diaria de
la moneda, continuar la permanente caída del salario real y profundizar un importante
subempleo, son algunas de las características de lo primero.
Del terrorismo basta recordar que su primer accionar de trascendencia fue la quema de
urnas en un pueblo de Cangallo, en 1978, cuando la elección de la Asamblea Constituyente y que
tiempo después, Lima amaneció con decenas de perros colgados, que lucían carteles en donde
aparecían los nombres de actuales dirigentes de la República Popular China, considerados
traidores: eran mensajes del grupo guerrillero "Sendero Luminoso"
Fernando Belaúnde Terry me recibe en el despacho presidencial, y nos sentamos a un lado del
escritorio. Detrás de su mesa de trabajo está un cuadro del pintor peruano Hernández que
muestra al Cnel. Bolognesi, revólver en mano, en la batalla de Arica. Debajo de la obra, en
pequeño, las banderas de todos los países americanos. El lugar, decorado con muebles estilo Luis
XV, cuenta con algunas piezas del Renacimiento inglés.
- ¿Cuáles son, presidente, las características de la transición peruana a la democracia, que
son relevantes en la consolidación de la misma?
- Pienso que ésta ha sido una acción tanto de las Fuerzas Armadas cuanto de la civilidad.
Porque hay que reconocer que el gobierno de mi antecesor, el Gral. Morales Bermúdez, la llamada
segunda fase de este proceso, decidió convocar a una Asamblea Constituyente. Esta Asamblea
procedió a dictar la Constitución que actualmente nos rige y que yo mismo promulgué porque él no lo
hizo. En esa Constituyente estuvo Haya de la Torre que estaba ya un poco anciano, pero que a pesar
de su enfermedad, pudo laborar con bastante eficiencia. Él le dio una promulgación parlamentaria,
pero no había tenido un cúmplase del Poder Ejecutivo, como procede. Sobre todo porque varios
artículos se diferían hasta el establecimiento de un gobierno democrático. Ocurrido ese
establecimiento yo procedí a hacer la promulgación, es decir, a poner el cúmplase a la Constitución.
Cosa que no había hecho mi antecesor. Pero hay que dar crédito al anterior por haber hecho este
llamado a elecciones a la Constituyente. Nosotros no concurrimos a ellas. Éramos partidarios de
que hubiera una elección general, es decir, no solamente a una Constituyente sino al mismo tiempo
de presidente de la República. Sin embargo, no objetamos su validez ni tampoco hicimos ninguna
objeción sobre la forma cómo se llevó a cabo. Que fue correcta.
Ahora bien, producidas las elecciones, es evidente que yo no era del completo agrado del
gobierno. No era - acota sonriente - favorito en esa carrera. Pero hubo el buen tino y la rectitud de
acatar el veredicto ciudadano. Con esto se puso en evidencia, primero, que las elecciones habían
sido limpias y, segundo, que ellos acataban la decisión del pueblo y que por consiguiente abrían el
camino a un retorno a la democracia. Esto ha sido un antecedente militar sumamente importante
porque ha significado lo que podríamos decir, una cierta reconciliación con la opinión pública que
nunca estuvo de acuerdo con que se interrumpiera un régimen legal. Esos cambios pueden tener
eventuales partidarios, pero el país es esencialmente democrático. Como ocurre en tantos otros
países.
- Y sobre el terrorismo como problema que viven las democracias que nacen...
- Bueno, son crímenes. Sabotajes y crimen. Cuando hay una relativa tranquilidad en un
pueblo, de repente aparece asesinado un empleado del municipio o el propio alcalde. En otro pueble
puede ser un maestro de escuela. En otro, ya no gamonales - no hay latifundios, ha habido la reforma
agraria - puede ser un campesino más o menos pudiente. Entonces a esos los asesinan, generalmente
en forma muy brutal para crear terror y estar en la primera página. El crimen siempre está en primera
página.
- La Constitución, a su juicio, ¿le da facultades para enfrentar el problema?
- Como no. Se pueden suspender determinados derechos, cosa que se ha hecho
circunscribiendo las medidas a determinada zona, pero no hay pena de muerte...
- ¡¿Ud. es partidario de la pena de muerte?!
- Yo personalmente creo que sí porque salva vidas. Soy partidario de salvar vidas aunque
sea necesario tener vigente la pena de muerte. Tenerla vigente no quiere decir aplicarla mucho.
- La Constitución prevé dos situaciones de excepción: una el estado de sitio que necesita
de la aprobación del Parlamento, otra la del estado de emergencia que necesita la aprobación
del Consejo de Ministros, ¿cómo se interpreta esa posibilidad del Presidente de la República de
disponer el control del orden público por las FF.AA.?
- Si se entiende que la Policía es insuficiente puede encargarse el comando de ésta a las
FFAA. En el caso de Ayacucho, por ejemplo, y no de todo el departamento, de un tercio del
departamento y en unas provincias vecinas existe el problema. Es un área que representa el 2,5% del
territorio del país, tiene el 3% de la población y contribuye con el 1% al Producto Nacional Bruto,
esa baja contribución en proporción al área y al número de habitantes explica la poca incidencia
política de la región. Las regiones de gran vibración política en el Perú son otras: Arequipa,
Trujillo, Puno, Iquitos son ciudades que pesan mucho en la política peruana porque están en regiones
que contribuyen mucho al Producto Bruto. Cualquier incidencia allí afecta a la economía.
Pero en este caso, la zona convulsionada no es una zona muy productiva. Esperamos que lo
sea en el futuro. Estamos electrificándola para eso.
- ¿Sendero Luminoso no es problema grave, entonces?
- Las revoluciones en el Perú han sido revoluciones de Arequipa, revoluciones en el norte, en
muchos lugares. Pero nunca en esta región. Tiene una importancia histórica porque en Ayacucho se
dio la última batalla por la Independencia, pero no ha sido un sitio determinante en la política
peruana.
- Ahora que habla Ud. de historia: ¿a su juicio cuáles pueden ser las razones de la
recurrencia al autoritarismo en América Latina?
- La recurrencia no es muy comprobable porque hay una tendencia muy fuerte a volver a la
democracia.
- Me refiero en el pasado.
- Bueno. En la democracia desgraciadamente las libertades que se otorgan se convierten
muchas veces en libertinaje. La prensa tiene grandes excesos. Yo personalmente soy un hombre al
que no le llegan esas cosas. Por ejemplo, lo que dicen los periódicos enemigos los leo sin alterarme
en lo menor. Porque yo sé que mi posición es la de defensor de la libertad de prensa. Yo he
restaurado la libertad de prensa en el Perú. Entonces yo no voy a cambiar eso por una actitud de un
presidente resentido que vaya a echar a perder un título tan limpio y tan alto.
- Pero, ¿no existe una explicación general a porqué cada tanto vivimos en dictaduras?
- Somos países difíciles los países latinoamericanos. Es muy difícil satisfacer a todos en una
sociedad en crecimiento. Por ejemplo, hay dificultades en el presupuesto de este año. Yo sé que el
año entrante tengo que tomar más maestros, supongo yo, cinco mil maestros más. Eso es solamente
un botón de muestra. Podría hablar de los hospitales, en todos los servicios públicos, los servicios
de agua potable, de luz, el kilovatio instalado tiene un precio alto. El crecimiento demográfico
plantea un reto muy grande.
"Nuestra relación comercial sigue siendo sólida. Es verdad que se ha producido cierta
disminución en las exportaciones británicas a Uruguay, lo cual refleja en gran parte el impacto de la
recesión económica. Pero tengo el agrado de advertir un aumento constante en nuestras
importaciones de Uruguay, que se incrementaron de 17 millones en 1980 a 23 millones en 1982. Por
otra parte, tengo entendido que la cifra correspondiente al año pasado ya se ha visto superada en los
primeros ocho meses de 1983.
Bien sabemos la importancia que tiene América Latina para nuestros intereses comerciales.
Estamos alentando a las empresas británicas a que observen nuevamente las oportunidades que allí
se presentan. Uruguay formará parte de esta estrategia destinada a mejorar nuestro comercio y
fortalecer nuestros vínculos comerciales. Continuaremos buscando oportunidades de participar en
proyectos de desarrollo y empresas conjuntas con firmas uruguayas. Estamos financiando un estudio
de la industria de preparación de la carne de Uruguay y confío en que señale aspectos en los que
podamos desarrollar nuevos vínculos de beneficio mutuo".
El actual secretario de Estado para Asuntos Exteriores y de la Commonwealth del Reino
Unido, Sir Geoffrey Howe, ha desarrollado una larga carrera política que se inicia en las
juventudes conservadoras.
De cincuenta y siete años de edad, nació en Port Talbot, Giamorgan, abogado de profesión,
sirvió en el East African Signals entre 1946 y 1948.
Fue electo diputado por primera vez en 1964 por la circunscripción de Bebington en
Cheshire, ocupándose en la oposición de temas referidos a los servicios laborales y sociales.
Dos años después pierde su banca en las elecciones generales, recuperándola luego de cuatro
años por la circunscripción de Reigate.
En 1972 es designado ministro de Asuntos de Comercio y Consumo. Pasados dos años es
reelegido como miembro del Parlamento por la circunscripción de Surrey East a la cual
representa hasta la fecha.
Cuando el Partido Conservador pasa a la oposición es designado ministro de Hacienda
"sombra", debiendo ocuparse de los temas de esa cartera en nombre de su colectividad política en
los debates con el gobierno.
Cuando el triunfo de Margaret Thatcher ocupa dicho cargo en el gobierno, hasta junio del
presente año de 1983 en que pasa a ocupar la secretaría de Estado que referimos.
Casado y con tres hijos, Howe es un hombre de estatura mediana, de pelo blanco y mejillas
algo rojizas, de ojos claros no muy grandes y párpados ligeramente caídos, que no ocultan un
contundente par de lentes, de gestos amables y palabras cordiales, que logra por momentos hacer
olvidar la inflexibilidad de muchas de las posiciones que caracterizan el gobierno británico.
Su amplio escritorio está ubicado en el primer piso del edificio del Foreign Office, que logra
imponerse al visitante por la magistral sobriedad de su arquitectura y de su decoración interior.
Cerca de la oficina de la primera ministra y no lejos del Parlamento, ésta secretaría de Estado
estaba al tiempo de mi visita ocupada en diversos temas -los asuntos de Líbano, los problemas de
Gran Bretaña en el Mercado Común, las consecuencias de la invasión norteamericana a Grenada,
la instalación de los misiles y sus consecuencias en las relaciones con el Este - que casi hacen
fracasar nuestro encuentro. El adelanto que hiciera llegar del temario de nuestro
encuentro facilitó la reunión...
- ¿No cree Ud. que resultaría positivo para los principios democráticos y los intereses del
pueblo británico una relación fluida con América Latina y con España?
-Tenemos muy buenas relaciones con América Latina y España; y deseamos continuar
desarrollándolas. Gran Bretaña ha apoyado siempre la causa de la democracia en América Latina,
tanto en la lucha por la liberación en el siglo pasado como en la actualidad. Hemos apoyado
igualmente el retorno a la democracia en España. Naturalmente, es una de las razones principales
por la que el gobierno británico está claramente a favor del ingreso de España en la Comunidad
Europea.
Votaremos en Contra
- En una entrevista que me concedió el presidente de Perú, Arq. Fernando Belaúnde, señaló
que, cuando el "General Belgrano" fue hundido, el acuerdo entre las partes dependía sólo de
cuestiones de terminología relativas a los habitantes de las Malvinas. ¿Por qué fue hundido el
crucero argentino justo en ese momento, y fuera de la "zona de exclusión" impuesta por el
gobierno británico?
- Contrariamente a lo que da a entender su pregunta, no hay conexión alguna entre las así
llamadas "propuestas de paz de Perú" y el hundimiento del "Belgrano". Ni podría haberla ya que las
noticias relativas a las propuestas no llegaron, ni podrían haber llegado, a Londres hasta más de tres
horas después del hundimiento del buque. Fue solamente después de una serie de discusiones con el
señor Haig, en Washington, el 2 de mayo de 1982, que el señor Pym pudo telegrafiar un informe a
Londres después de las cinco de la tarde hora de Washington, lo que significaba tres horas después
que el "Belgrano" fuera atacado.
Por el mismo motivo, no había perspectivas de un acuerdo inminente entre las partes: El
Gabinete británico no había visto siquiera, y menos aún considerado, los términos del acuerdo
propuesto en ese momento.
El "Belgrano" fue atacado por razones puramente militares, porque representaba una amenaza
real para la agrupación británica de fuerzas. Nada tenía que ver que estuviera dentro a fuera
de la zona de exclusión en ese momento.
El gobierno británico le había recordado claramente al gobierno argentino en mensaje del 13
de abril de 1982 (cuyo texto se hizo circular inmediatamente en el Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas) que el establecimiento de la zona de exclusión era sin perjuicio del derecho de
Gran Bretaña de adoptar cualquier medida ulterior que pudiera resultar necesaria en ejercicio de
nuestro derecho de legítima defensa, en virtud del artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas. A
este respecto, el mensaje advertía específicamente que cualquier acercamiento de parte de buques de
guerra argentinos que pudiera representar una amenaza de oposición a la agrupación de fuerzas se
enfrentaría con la "reacción apropiada".
Las autoridades militares argentinas decidieron hacer caso omiso de esta advertencia y dejar
al "Belgrano" en una posición en que representaba una amenaza.
- ¿Se mantendrá la actual posición cuando el gobierno argentino vuelva a ser ejercido
democráticamente?
- Vemos con beneplácito el restablecimiento de la democracia en todas partes y esperamos que
el pueblo argentino goce de un gobierno democrático y de todos los derechos humanos en forma
duradera, pero todo nuevo gobierno de Argentina ha de heredar las consecuencias de las decisiones
de sus antecesores. Los gobiernos democráticamente electos de otros países tendrán derecho a
esperar que un gobierno argentino democrático reconozca el derecho de los habitantes de las islas
Falkland a vivir en paz y seguridad bajo un gobierno elegido por ellos. Sin embargo, sería engañoso
esperar que la subida de un nuevo gobierno al poder en Argentina suponga un cambio en nuestra
posición. Más importante que un cambio de régimen sería un cambio de actitud hacia los derechos
de los habitantes de las islas Falkland, especialmente hasta que haya pruebas de un cambio
fundamental de enfoque en Buenos Aires.
- Por otra parte, ¿por qué no acató el gobierno británico las resoluciones de las Naciones
Unidas relativas a Gibraltar (y en particular la resolución Nº 2353)?
- Como lo explicó nuestro representante permanente cuando se adoptó la resolución 2353 (en
1967), en todo el proceso de descolonización nos hemos guiado por dos principios básicos:
primeramente, que lo más importante son los intereses de los habitantes y, en segundo lugar, que
éstos tienen derecho a expresar libremente sus propios deseos en lo que respecta a su futuro.
El Reino Unido no apoyó la resolución 2353 de la Asamblea General ni ninguna otra resolución
relativa a Gibraltar que perjudicara estos principios. Las resoluciones de la Asamblea General no
tienen, por supuesto, carácter imperativo. Sin embargo, sí lo tienen las disposiciones de la Carta de
las Naciones Unidas. En virtud del capítulo XI de la Carta (artículos 73 y 74), los miembros de las
Naciones Unidas que tengan la responsabilidad de administrar territorios dependientes reconocen el
principio de que los intereses de los habitantes de esos territorios están por encima de todo.
No podíamos apoyar resoluciones de la Asamblea General que están claramente reñidas con
nuestras obligaciones en virtud de la Carta.
Un temor constante en las resoluciones de las Naciones Unidas relativas a Gibraltar ha sido que
España y Gran Bretaña deben esforzarse por resolver sus desacuerdos respecto a Gibraltar. Los
acuerdos concluidos en Lisboa por los ministros de Relaciones Exteriores en abril de 1980, con los
que mantenemos nuestro compromiso, brindan un modo de lograrlo.
- ¿Por qué no tienen derecho los trabajadores españoles en Gibraltar a ser residentes o
adquirir propiedades en Gibraltar?
- Los trabajadores españoles en Gibraltar son tratados exactamente del mismo modo que los
trabajadores de los países no integrantes de la Comunidad Europea. No hay discriminación alguna.
Tienen derecho a ser residentes y no se les prohíbe adquirir propiedades siempre que cumplan con la
legislación pertinente.
[•]
El mínimo dentro del máximo pretendido .