Sie sind auf Seite 1von 6

Programa:

Licenciatura en Lengua Castellana

Curso:
Geopolítica y legislación

Docente:
Víctor Daniel Gómez

Nombres:
Daniela Agudelo Zapata
Mateo Calderón

Lugar:
Universidad de San Buenaventura-Coliseo

Evento:
Torneo de fútbol femenino XXVII Juegos Nacionales Universitarios

27 de marzo de 2019
Descripción de la observación

Los días viernes y sábado se realizó el torneo de fútbol sala femenino, en el coliseo de la
Universidad de San Buenaventura, Medellín. En el primer día, en las horas de la mañana, se
encontró una buena asistencia por parte de la comunidad universitaria, se observaron tanto
hombres como mujeres disfrutando del evento deportivo; la mayoría de los asistentes eran
estudiantes de la Tecnología de Entrenamiento Deportivo y de la Licenciatura en Educación
Física y Deportes, asimismo, estaban allí varios profesores brindando acompañamiento a
sus respectivos estudiantes.
En la parte superior del coliseo, cerca al salón de los espejos, se encontraba una cámara
transmitiendo el partido por Facebook Live. Los equipos estaban conformados por mujeres
entre los 17 y los 25 años, estas pertenecen a diferentes zonas del país, tales como Nariño,
Cauca, Bogotá, Medellín, entre otros. Esto hizo notar la gran diversidad cultural que se
encontraba allí. Gran parte de los cuerpos técnicos eran dirigidos por hombres, aunque en el
equipo de la Universidad Jaime Isaza Cadavid se encontraba una mujer haciendo las veces
de asistente, y sus lecturas del juego contribuyeron para que el equipo universitario tuviera
un desarrollo exitoso en el partido.
El cuerpo de los árbitros, en su mayoría, eran hombres, solo en dos ocasiones una mujer
hizo parte del cuerpo arbitral.
El día sábado se encontró una baja asistencia de espectadores y al pasar las horas se iba
reduciendo, muchas personas solo ingresaban al coliseo debido a que el clima estaba
lluvioso, y se quedaban observando el partido hasta que se calmara la lluvia. De igual
manera, se observó la asistencia de familiares y amigos que de forma emotiva apoyaron a
las jugadoras, especialmente a los equipos pertenecientes a la ciudad de Medellín, al igual
que algunos docentes de la Universidad de San Buenaventura, quienes ayudaban a cada
equipo aportando metodologías que podían implementar en el juego para tener un
desarrollo más eficaz.
En la mayoría de partidos, se pudo percibir que una gran cantidad de hombres se
tomaban los encuentros con mucha “gracia”, pues frente a las jugadas o actitudes de las
jugadoras daban lo que comúnmente llamamos como “bomba”: Ante esta situación las
mujeres no conjeturaban.
Análisis
El papel de la mujer en Colombia, como la historia lo ha mostrado y como se puede
detallar en la descripción, se ha visto enmarcado por una postura conservadora que delimita
y restringe las actividades que aquella debe realizar. Por años, la mujer fue privada de su
cuerpo impidiéndole tomar decisiones frente a él, esto, de acuerdo a que era vista como una
máquina reproductiva; desde que nacían traían consigo una profesión y unas actitudes
impuestas, tales como ser madre y ser buena esposa, es decir, “funciones” que se veían
supeditadas a las órdenes y mandatos de su esposo, arrojando como producto un ser sumiso
frente.
La Iglesia y el Estado, como instituciones históricas, han tenido, según Balibar (2005)
citado por Piñeres (2014), un papel fortísimo frente a ese tipo de hechos regulativos,
violentos y despiadados, para imponer por medio de la fuerza y la violencia una idealidad
normativa. En ello, ciertamente, se ha visto introducida la mujer. Desde luego, algunas
concepciones frente a la mujer han cambiado con el pasar de los años, así como lo ha sido
su participación activa en la política y el reconocimiento de esta como persona
autosuficiente y con igualdad de derechos.
De hecho, Vélasquez (1989) considera:
Que colma el anhelo del alma femenina, por la igualdad de derechos políticos
para hombres y mujeres, por el sufragio femenino, por la protección de su derecho
al trabajo, contra los despidos por matrimonio o estado prenatal, por el derecho a
ocupar altos cargos del Estado, por la realización de campañas educativas que
exterminen los prejuicios existentes de inferioridad de la mujer (p.56).
Tal y como se menciona la educación en la cita anterior, los docentes son fundamentales
en el proceso de igualdad y exterminación de prejuicios, o como bien lo diría el docente
Víctor Daniel Gómez, en la equidad de género, ya que estos son quienes ayudan a que este
tema sea tratado de manera eficaz en las aulas de clase, llevando a ella estrategias
metodológicas para abordar el tema de la concepción que se tiene sobre la mujer, así como
hacer saber y conocer a las estudiantes que, aunque son consideradas como “el sexo débil o
inferior”, son personas capaces de realizar diversas actividades que desde tiempos
inmemorables se les han negado. Así, el concepto de equidad consiste en dar a cada quien
lo que se merece en función de sus méritos o condiciones. En palabras de Peña (2010),
haciendo referencia a Kant en el sentido de formación, “Los formadores poseen
conocimientos y conducen a un estado mejor a la especie humana a partir de la disciplina y
la instrucción”, y esto no se debe hacer distinciones de sexo, pues tanto hombre como
mujer hacen parte de la misma naturaleza humana, y su camino se debe forjar hasta el
punto en que ambos puedan servirse por sí mismos.
Así, la mujer no se debe servirse de la autoridad del hombre, ni doblegarse ante él
sumisamente. La formación de las mujeres, debe darse, pues, con la misma rigurosidad que
la formación masculina. Y desde “La relación cara a cara [que] implica un acercamiento
con un tú desde una reciprocidad”, Según Peña (2010, p.9) En efecto, para ambos sexos,
debe ser un denominador común tanto la cultura como la formación.
Hace menos de ochenta años, las mujeres comienzan a participar en política con
diferentes restricciones, aunque muy pocas lograban llegar a cargos públicos, entre ellas,
está Esmeralda Arboleda, quien fue la primera senadora elegida en 1958, en el
departamento del Valle del Cauca. A pesar de las dificultades en la actualidad, vemos cómo
las mujeres se han destacado, no sólo en este ámbito, sino también en diferentes campos de
la sociedad.
No obstante, los imaginarios colectivos, según Villar y Abello (2010) son “una
construcción simbólica, no sólo por el carácter trascendente de sus expresiones, sino por la
creación de nuevos símbolos; es decir, cada imaginario constituye para el ser creador del
mismo algo simbólico y trascendente’’ (p18). En el contexto colombiano se siguen
atribuyendo características y actitudes a la mujer restándole importancia al rol que juega
como persona y profesional, según Betty Friedan, en La mística femenina (1963) citada por
Siles y Delgado (2014) ‘”denuncia que las condiciones tradicionales de la mujer como,
esposa y madre de familia, obstaculizan su plena autunomía y su realización en el campo
profesional y en el espacio público’’ (p.6.). Es decir, la mujer tiene que vestir, comportarse,
hablar, organizar su cabello y uñas de modo que sean aprobadas por el imaginario y la
superficialidad del mismo. Como hemos notado, estos conceptos influyen en los deportes
que tienen que practicar y los oficios que deben realizar como amas de casa, tales como:
costurera, y estar pendientes de sus hijos. Todos estos factores determinan la idealidad de la
mujer, que tan “femeninas” deben ser y cómo deben ser tratadas.
Para Balibar (2005) citado por Piñeres (2014) “la idealidad conlleva también su propia
violencia, en otras palabras, todo ideal contiene un elemento normativo que, las más de las
veces se impone y no sin una dosis significativa de fuerza y de violencia” (pg. 21), algunas
mujeres han sufrido de violencia física y psicológica por salir de estado pasivo en el que la
sociedad las han encasillado, pero al pasar el tiempo, la violencia se ha transformado en
juzgar la identidad de la mujer por sus prácticas culturales, deportivas e incluso por su
forma de vestir, es decir, si una mujer juega fútbol en el caso colombiano y antioqueño se le
puede considerar como “marimacho” o en algunos casos se pone en duda su sexualidad.
Teniendo en cuenta a Cardona (2005) en su monografía Influencia Sociocultural en la
mujer futbolista de la ciudad de Medellín, reconoce que “el balompié femenino ha tomado
más fuerza y reconocimiento en el ámbito deportivo; es como una especie de batalla que la
mujer poco a poco va librando contra la discriminación de género en el deporte” (pg.21).
aunque en Colombia se viva el fútbol de manera eufórica, es exclusivo para el género
masculino, es decir, son quienes obtienen un apoyo mayor desde lo económico, debido a
que es más rentable que el fútbol femenino, además, reciben apoyo moral y social. Como se
trata de un deporte de contacto se tiene la concepción de que sólo los hombres podrían
practicarlo y si la mujer lo hace “pierde su feminidad, se vuelve brusca, agresiva’’ (Cardona
2005, pg.21). Esto implica una estigmatización y discriminación de género por practicar
esta actividad deportiva, algunas mujeres optan por no practicar ningún deporte y dejar a un
lado sus gustos por el qué dirán de sus familias y amigos.
Solo en el año 1991, la Liga Colombiana de Fútbol convoca a la primera conformación
de selección de fútbol femenino. Es en ese momento donde los medios de comunicación
comenzaron a mostrar noticias, resultados, imágenes y entrevistas que disminuyeran las
brechas para las mujeres con talento y así pudieran participar las nuevas generaciones.

Referencias
 Velásquez, J. C. (1998). El desarrollo en Colombia: historia de una hegemonía
discursiva.
 Villar Lozano, M. R. (2010). Imaginarios colectivos y representaciones sociales en
la forma de habitar los espacios urbanos. Revista de Arquitectura, Vol. 12.
 Peña, C. (2010). Una aproximación a la idea de formación. Revista Pensamiento
Divergente, 1(1).
 Siles V. y Delgado (2014) Teoría de Género. ¿De qué estamos hablando? 5 claves
para el debate. Instituto de estudios de la sociedad.
 Piñeres, J. (2015). Antropología e idealidad. Algunas reflexiones sobre crueldad y
superfluidad. Modernidad y política.
 Álvarez, L. M. C., Gómez, O. A. L., & Castro, L. A. P. (2005). Influencia
sociocultural en la mujer futbolista de la ciudad de Medellín.

Das könnte Ihnen auch gefallen