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Serie Jinetes Oscuros

1 Falcon

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Resumen
Hombres lobos, Darlings, Ducatis, y una banda de motoristas de mala
reputación es el mundo en que Garrett se ve inmerso cuando cae en la lujuria
con un desconocido que le roba su propio aliento. Garrett sabe que el hombre
tiene una reputación muy desagradable, sin embargo, no puede dejar de
fantasear acerca de él.
Pero Garrett descubre que Falcon no es lo que parece. El hombre tiene un
secreto, y Garrett pronto se entera de lo que significa pertenecer al presidente de
los Jinetes Oscuros.
Falcon no tiene ningún interés en los seres humanos hasta que el dueño de
Andrómeda una tienda de tatuajes en el Lower East Side es el objetivo del
enemigo, y él se encuentra protegiendo a un hombre que cambia las reglas del
juego.
Pero el mundo de Falcon es un lugar de miedo. Hay cosas que se alimentan
de los seres humanos y hacen que Garrett sienta como si hubiera perdido la
cordura hay cosas que ni siquiera deberían existir. Se les conoce como Darlings,
y vienen después a por Garrett. Falcon ha puesto su marca en él, y Garrett está
ahora en la mira de las criaturas.

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Capítulo Uno
—¿Que estás haciendo aquí solo? —Lonnie preguntó mientras se unía a
Garrett en el exterior, tenía una expresión alegre hasta que vio a quien Garrett
estaba buscando. Lonnie sabía que estaba vigilando a Falcon. Garrett se
estremeció, sabiendo que su mejor amigo tendría algo que decir.
—Ya te lo dije. No es saludable para ti comértelo así con los ojos.
—Sólo estoy tomando un descanso —Garrett apoyó la cadera contra la
barandilla negra mientras fumaba un cigarrillo, aunque no debería fumar,
cuando vio a los hombres a través de la calle. Sabía que si lo atrapaban mirando
probablemente conseguiría que saltaran sobre él "se estremeció " o peor.
—Realmente quieres vivir peligrosamente —Dijo Lonnie mientras cruzaba
los brazos sobre el pecho—. Sólo te va a traer problemas, cariño.
Su mejor amigo se lo decía porque esos hombres, con sus chaquetas de
cuero remendado y miradas ambiguas, eran los notorios Jinetes Oscuros la más
áspera, la más humilde, la más mala banda de motoristas en el Lower East Side
of Paradise City.
—No me gusta vivir peligrosamente —Se defendió—. Es que simplemente
me gusta ver sus ojos dulces.
—¿Ojos dulces? —Repitió Lonnie con incredulidad—. Yo no utilizaría
exactamente la palabra dulce cuando hablo de ellos. Dudo mucho que haya algo
dulce en esos hombres. Son más propensos a dar un tratamiento de conducto con
un par de pinzas que se derritan en la boca.
Garrett arrugó la nariz ante la analogía gráfica de Lonnie. Pero el hombre
tenía razón. Y, sin embargo, más allá de toda razón y cordura, no podía sacar sus
ojos del hombre que le había fascinado desde que la banda se presentó en la
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ciudad hacía seis meses.


Falcon, el presidente, era arrogante, con el cabello largo negro satinado que
le corría por la espalda y se veía magníficamente mortal, muy mortal. La
expresión tenebrosa del hombre le recordó a Garrett un antiguo guerrero; del
tipo que iba vestido con apenas nada, pero parecía poderoso y fuerte. Había algo
en el presidente que atraía la atención de Garrett cada vez que lo veía
deteniéndose enfrente del Agujero Sucio, un bar que atendía a los clubes de
motociclismo.
—Siempre me pregunté lo que sucede en ese bar —Dijo Lonnie sin darle
importancia mientras se apoyaba en la banda opuesta, cruzando su bota por sus
tobillos—. Me pregunto si tiene alas la noche2.
Las cejas de Garrett se fruncieron mientras miraba a Lonnie.
—Tienes que estar bromeando, ¿verdad? Ni siquiera los policías irían allí y
deseas saber... estás loco.
La risa dulce de Lonnie fue baja mientras palmeaba a Garrett en su espalda.
—Puedo advertirte que te mantengas alejado de ese grupo, pero eso no
significa que no puedas vivir un poco. Tienes que hacer las cosas que hacen latir
tu corazón, Rett. Cosas que te hagan sentir vivo.
Lonnie era la única persona que lo llamaba Rett. A Garrett le gustaba. El
hombre de baja estatura era un chico dulce y habían sido amigos desde siempre.
La tez de Lonnie era de una coloración café con leche que le hacía parecer
como si estuviera bronceado todo el año, pero lo que realmente llamaba la
atención era el color de sus ojos. Eran de un verde muy pálido, dándole un toque
exótico que volvía locos a la mayoría de los hombres y las mujeres.
Pero Lonnie era un buen tipo. Él podía trabajar en una tienda de tatuajes,
pero no era hard-core como la mayoría de la gente que estaban alrededor. Era
dulce, pero tenía un infierno de genio si se le provocaba.
A Lonnie también le gustaba vestirse... único. Él estaba llevando en ese
momento botas de plataforma hasta las rodillas, que Garrett sabía que ordenó en
línea de la sección de las mujeres. No es que se viesen de chica pero Lonnie
siempre se quejaba de que la selección de los hombres no era tan interesante.
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Se refiere a si en verdad el lugar te hace volar o son los que allí pernoctaban.
Tenían ocho bandas de placa de metal con hebillas gruesas que corrían por cada
lado de las botas, y un tacón alto y grueso que lo hacía cinco centímetros más
alto que su original de un metro sesenta y ocho.
También llevaba algo llamado Pantalones Freak. Una pernera era negra y la
otra era a cuadros blanco y negro y tenía una cremallera en cada muslo. Los
pantalones incluso tenían un bolsillo en cada lado de las rodillas de Lonnie, justo
donde terminaban las botas. Su camisa era negra y sin mangas, con botones de
presión y los anillos de metal D que se adjuntaba a dos líneas de cinta.
Esa era una de las cosas que le gustaba de su mejor amigo. Lonnie nunca
tenía miedo de ser él mismo.
—Te voy a dar diez dólares si vas allí y averiguas si tiene alas la noche —
Garrett se volvió, presionando su culo en la baranda, dando a su amigo una
mirada desafiante.
—Está bien.
—¡Whoa! —Garrett agarró a Lonnie justo encima de su muñequera de
pinchos—. Sólo estaba bromeando. ¿Estás loco?
Lanzando sus rastas rubias sobre su hombro, Lonnie le sonrió.
—Sólo estaba tratando de probar un punto. Es una locura ir allá. Así que
detente de comerte con los ojos al hombre.
Él sabía que tenía que renunciar a sus sueños eróticos de pertenecer a
Falcon. El hombre era el presidente de los Jinetes Oscuros. Falcon cortaría las
bolas de Garrett de su cuerpo si el chico captaba las miradas anhelantes que él
no estaba tratando desesperadamente de ocultar y, honestamente, no quería
ocultar.
Lonnie deslizó su brazo en Garrett, tirando de él hacia atrás hacia la puerta
de Andrómeda, la tienda de tatuajes de la que eran copropietarios.
—Vamos a entrar antes de que el hombre que te comías con los ojos decida
que te verías bien sobre un asador.
De mala gana, Garrett dejó que Lonnie le arrastrara de nuevo hacia la puerta.
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Cuando Garrett estaba a punto de entrar, se dio cuenta de que Falcon lo


observaba, mirándolo con aquellos ojos duros y enigmáticos. Su corazón golpeó
salvajemente en su pecho y le costaba respirar mientras se preguntó qué había
sucedido para provocar la atención del presidente hacia él. Falcon lo miró
fijamente por un rato, y luego deslizó sus gafas espejadas en su lugar antes de
que él apartara la mirada y comenzase a hablar con el hombre que estaba
sentado a su lado.
—¡Oh infiernos! —Dijo Lonnie mientras tiraba con más fuerza—. Entra,
Rett.
Resistiendo el impulso de mirar al otro lado de la calle por última vez,
Garrett volvió a entrar en Andrómeda. No le haría ningún bien ser atrapado
mirando a Falcon por segunda vez. Los Jinetes Oscuros eran hombres sin piedad
y que no dudarían en acabar con su vida. Por lo menos eso es lo que los rumores
decían, estos estaban zumbando a través de la ciudad.
La noche de Garrett pasó volando. Lonnie había ordenado la cena y Garrett
acababa de terminar de comer cuando su mejor amigo lo llamó. Le señaló a una
chica morena que estaba allí de pie mirando un libro de muestra con tatuajes
básicos para los clientes.
—Ella quiere un Winnie the Pooh en la cadera —Dijo Lonnie y él juraría
que el hombre estaba tratando de no reírse. La única cosa que Garrett hizo fue
gemir en silencio. ¿Qué pasaba con el arte creativo?
Era bueno en dibujo a mano alzada pero ella quería un maldito oso en su
cadera. Algunas personas tenían la mente creativa de una babosa.
Había un hombre torpe detrás de ella, la miraba como si adorara el suelo que
pisaba. El hombre miró a Garrett, lanzándole una mirada de “soy un hombre que
te va a clavar tu enclenque culo en el suelo”.
—No lo arruines —Le dijo a Garrett, doblando sus músculos de gran tamaño
mientras hablaba—. Es su primer tatuaje.
Cuando el hombre volvió su atención de nuevo a la morena, Garrett hizo un
gesto de hacerse una paja aburrido hacia Lonnie. Su mejor amigo estallo a reír y
la mano de Garrett cayó rápidamente cuando el musculoso sin cerebro lo miró.
Él le sonrió y señalo con la mano hacia el pasillo.
—Ella me puede seguir. Tú tienes que permanecer aquí.
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—¿Por qué? —Preguntó el Sr. musculoso sin cerebro.
—Debido a que mi habitación no es lo suficientemente grande para tres de
nosotros —Y Garrett no quería que el chico le respirara en la garganta todo el
tiempo.
Sabía que si venía empezaría a hacer las mil y una preguntas sobre el tatuaje
y jodería su concentración.
No es que el grabado de Pooh en la cadera de la chica tomara mucha
concentración.
—Le voy a dar una revista y un enema mientras tú te ocupas de ella —Dijo
Lonnie juguetonamente.
—¿Qué diablos significa eso? —Preguntó el señor musculoso sin cerebro.
Garrett pensó que era bastante auto-explicativo, pero al parecer el chico no
entendió la broma.
Garrett se acercó a su mejor amigo, sabiendo que a veces la boca de Lonnie
lo metía en problemas. Él tenía el corazón de un león, pero estaba construido
como un cordero. Por otra parte, Garrett no sabía cómo luchar.
Tal vez podrían conseguir sus culos pateados juntos. Garrett no corría de una
confrontación, y no dejó que el chico viera que estaba nervioso, pero siempre
mantenía las cosas de verdad consigo mismo.
—Sólo enfríate aquí mientras yo me ocupo de tu chica —Está bien, así lo
dijo morbosamente, pero el hombre era un asno.
—Jodanse los dos — el señor musculoso sin cerebro agarró a la morena,
listo para la tormenta cuando ella le dio una palmada en el pecho.
—Cálmate, Theo. Siéntate aquí mientras me hago mi tatuaje.
Un ceño de ella y Theo estaba tomando asiento, con un profundo y
amenazante ceño fruncido en su rostro. Chico, su cadena era corta. Garrett se
preguntó si ella le había cortado con tijeras las pelotas también.
—Vamos —Le dijo a Garrett—. Vamos a acabar con esto antes de que
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comience a respirar fuego.


Garrett y Lonnie se miraron el uno al otro, y Garrett se encogió de hombros.
Si el novio impulsivo llegaba a la parte de atrás, donde su habitación estaba
situada y empezaba con problemas... Garrett siempre podría conseguir su culo
pateado.
La noche era todavía joven. Lonnie quería que tomara más riesgos. ¿Que era
más riesgoso que el tatuaje de una chica que pertenecía a un tipo que estaba
construido como un toro?
Ella vaciló cuando entró en la sala, con los ojos aterrizando en la silla que
Garrett había señalado para que se sentara.
—Eso parece un instrumento de tortura medieval.
Esa no era la primera vez que había oído hablar de eso. Era una gran silla
negra que parecía más un asiento acolchado que alguien encontraría en un
gimnasio, pero le había hecho un par de modificaciones para que los clientes
estén más cómodos.
—No te preocupes, no voy a sacar el estárter de pera —Dijo en un intento de
aliviar su aprehensión.
Ella parecía totalmente perdida.
—¿El qué?
Garrett ignoró su pregunta mientras tomaba asiento. Su mente estaba
vagando de nuevo en Falcon y sus ojos grises. No había sido capaz de decir lo
que el hombre estaba pensando cuando miraba para el lado de Garrett, pero no
estaba a punto de cruzar la calle y preguntar. Él podría fantasear en secreto con
pertenecer a Falcon, pero Garrett no era suicida.
Poniéndose los guantes de nitrilo negro, lavó la cadera de la mujer con
Green Soap y después afeitó la zona.
Una vez que tuvo el esquema en su lugar, Garrett tomó una respiración
profunda e hizo todo lo posible para empujar el biker desconcentrándose de su
mente. Se inclinó hacia la puerta y gritó:
—Lonnie, ¿puedes subir la música?
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Garrett escuchaba música grunge en toda la tienda a alto volumen, los


sonidos se hundieron y le hicieron perderse en sus pensamientos cuando
comenzó a grabar a Pooh en la cadera de la chica. Él podría honestamente hacer
este diseño en sueños. No había nada cerebral sobre el dibujo del oso. Nada de
nada, y ese era un problema, ya que la mente de Garrett vagaba por la calle en la
que no debía estar, pero fue irremediablemente a toda velocidad hacia ahí.
Trató de dejar que el zumbido de la máquina de tatuar lo distrajera, la
música tomara su mente lejos y el trabajo ocupara sus pensamientos, aunque él
sabía que eso no iba a suceder, nada funcionaba.
La mente de Garrett se centró exclusivamente en el único hombre en el que
no debería estar pensando y necesitaba olvidar.
En el momento en que lo hizo, Garrett estaba fantaseando acerca del hombre
misterioso e imaginando una vida como su... ¿como iba a ser llamado? La vieja
señora no iba a funcionar. Su "perra" hizo que las muelas de atrás de Garrett se
muelan. Tenía que renunciar a ello, dejar de fantasear sobre lo que no iba a
suceder. Garrett no estaba seguro de donde venía su fascinación por el hombre.
Era cierto que era bisexual, pero sus gustos tendían a ejecutarse en el lado
menos letal sin importar el género.
—¡Se ve muy bien! —Dijo la mujer con placer cuando saltó del asiento,
mirando fijamente su cadera en el espejo, girando en una dirección y luego en la
otra.
—Gracias —Garrett sonrió cortésmente, deseando tener algo más de desafío
para tatuar sobre la piel fresca. Todo el mundo parecía estar con las armas y los
tribales... o historietas sin sentido.
Qué vergüenza. Era en momentos como este que sentía como su talento se
desperdiciaba, marchitaba y soplaba lejos como un sueño perdido en el viento.
No era un viaje de ego, pero era la verdad. Nadie quería algo original.
—Puedes pagarle adelante a Lonnie. —Garrett tiró los guantes y comenzó a
limpiar. Ella estaba feliz, por lo que, al menos, el señor musculoso sin cerebro
no volvería aquí dispuesto a dar a Garrett un nuevo agujero para respirar.
Ah, las alegrías de los tatuajes.
La noche siguiente, Garrett entró en Andrómeda con su mochila colgada
sobre un hombro, saludando a Bandit, uno de los otros artistas del tatuaje que
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estaba de pie detrás del mostrador. La música ya estaba sonando en los altavoces
a todo volumen y había unas pocas personas en frente de la tienda. Parecía una
típica noche... hasta que vio lo pálido que estaba, más de lo normal en Bandit,
mientras sus ojos marrones parpadeaban de Garrett al pasillo.
—¿Hay algún problema? —Le preguntó mientras ralentizó sus pasos,
mirando alrededor de la tienda de colorida decoración. Había un tipo con
múltiples piercings faciales en los medidores de la vitrina, una fuerte mujer
tatuada pasando por los libros, y Jake, un habitual cliente de ellos vestido de
punta en blanco con ropa goth, sentado en el sofá de cuero mandando mensajes
de texto en su smartphone.
Nada parecía fuera de lo común.
Se quedó allí, preguntándose qué había asustado tanto a Bandit. ¿No sería
que el Sr. musculoso sin cerebro volvió, dispuesto a golpear a Garrett en el
suelo? Tal vez la morena se había quejado después de que se fue. En cuanto a un
personaje de dibujos animados, Garrett había hecho un gran trabajo en ella. No
debería tener ninguna queja.
Tatuar no era sólo su trabajo, era su pasión. No estaba tratando de sonar
arrogante, pero Garrett era muy bueno en lo que hacía.
—Hay alguien esperando en tu cubículo —Bandit respondido cuando agarró
un par de medidores de la caja para la vista del cliente.
Garrett miró por el pasillo y luego se movió rápidamente detrás del
mostrador, bajando la voz pregunto.
—¿Es del tamaño de un toro?
El cliente miró a Garrett y torció los labios en una sonrisa cuando Bandit
negó con la cabeza.
—No creo que quieras mantenerlo esperando.
Eso era críptico como el infierno. Estaba con miedo de descubrir quien
estaba en su cubículo. Garrett sería el primero en admitir, por supuesto, que él
no sabía nada acerca de las peleas. Y de la manera que Bandit lo miraba, él
simplemente puede ser que deseara tomar un curso intensivo antes de caminar
por el pasillo.
—¿Dónde está Lonnie? —Preguntó mientras enganchó su mochila en la
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parte superior de su hombro y le dio al cliente una mirada que decía que se
metiera en sus propios asuntos.
Esto consiguió una reacción normal de Bandit. Él rodo los ojos cuando
apoyó su brazo sobre el mostrador de vidrio.
—Él tuvo suerte anoche y se durmió.
Típico de Lonnie.
Garrett deseó tener suerte. Su período de sequía lo estaba matando.
Ni siquiera la masturbación ya le servía. Infiernos, él y B.O.B. ni siquiera
estaban en condiciones de hablar en este momento.
—Me llamó y dijo que estaba en camino —Bandit agregó y luego miró hacia
el pasillo una vez más. —Realmente no debes mantener a tu cliente esperando.
Garrett estaba listo para golpear a Bandit por ser tan evasivo. En lugar de
ello, se dirigió por el pasillo con fotos enmarcadas de bien conocidas
celebridades que habían llegado para que los tatuara.
Sus pasos eran lentos, Garrett se preguntaba quién demonios... se quedo en
seco cuando el aire abandonó sus pulmones y su polla tembló en sus vaqueros
cuando vio a Falcon esperando en su cubículo. Fue como correr y darse un
tortazo en una pared de ladrillo que no sabía que estaba allí.
El tipo estaba allí de pie, mirando todo el arte que Garrett tenía en sus
paredes, cosas que había dibujado para sí mismo. Su mirada fue una vez más
clavada en Falcon antes de que recordara que tenía una pizca de cordura en
algún lugar dentro de él y rápidamente desvió la mirada.
—¿Puedo ayudarte?
Garrett se sintió ligeramente mareado sobre el hecho de saber que estaba tan
cerca de su fantasía. El hombre se sentó, apoyando su tobillo derecho en la
rodilla izquierda mientras estudiaba a Garrett. Vio a Bandit desde la esquina de
su ojo. El chico tenía el ceño fruncido mientras miraba a Garrett con las manos
en el aire, en silencio Garrett le dijo que no estaba seguro de lo que debería
hacer.
La expresión de Bandit habría sido cómica si Garrett no estuviera caminando
en una habitación donde estaba Falcon, su fantasía hecha realidad.
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Falcon movió la cabeza hacia los bocetos dibujados a mano que adornaban
la pared de Garrett.
—He oído que eres muy bueno con la tinta.
¡Oh mi Dios! Era lujuria a primera voz. Garrett nunca había oído a Falcon
hablar antes. Nunca había estado tan cerca. El sonido de esa voz celestial,
profunda y ronca por el cigarrillo, hizo que sus entrañas se estremecieran
mientras se movía dentro de su habitación dejando su mochila a un lado.
Él estaba muy seguro de poder alcanzar el orgasmo si el hombre hablaba un
tiempo suficientemente largo.
Garrett no estaba seguro de qué decir. Tener a Falcon tan cerca lo ponía
nervioso como el infierno, francamente nervioso, asustado y emocionado, todo
en uno. A pesar de que él había imaginado lo que sería tener a Falcon como
suyo, tener al hombre en la misma habitación le hizo querer replantearse su
idiota, poco realista e inalcanzable fantasía. El presidente era aún más
desalentador de cerca.
—No he tenido ninguna queja hasta ahora.
—Bien —Dijo Falcon mientras sus ojos misteriosos y agudamente
inteligentes seguían cada movimiento de Garrett—. Quiero que hagas mi
próximo tatuaje.
Él.
¿Qué?

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Capítulo Dos
—¿Tienes algo en mente?
Falcon si tenía algo en mente. El tentador aroma de Garrett le había
bloqueado cada célula de su cuerpo mientras se contenía de atacar al macho
humano. Esa era una muy extraña reacción para él. Falcon nunca se había visto
afectado de esta manera antes por un simple humano.
Pero parecía que a su lobo no le importaba lo que era Garrett. La bestia
estaba gruñendo por el dulce aroma.
No estaba seguro de si su lobo quería comer al chico o joderlo. El artista
humano del tatuaje intrigaba a Falcon en formas que no podía entender y, por
último, cansado de tratar de resolver las cosas, Falcon tenía que venir aquí con el
pretexto de querer un tatuaje.
—¿Tienes algo que podría mirar? —Sus ojos de halcón se deslizaron sobre
el pelo de Garrett, sonriendo interiormente ante los picos de sección que estaban
pegados hacia arriba como si el hombre hubiera usado un galón de pegamento
para el pelo.
Cada sección estaba de diferentes tonalidades de color azul, púrpura, verde
eléctrico y magenta.
Desde la detección del artista hace seis meses, Falcon no había visto otra
cosa que los colores brillantes y vibrantes y sentía curiosidad por saber cuál era
el color natural del hombre. A juzgar por las cejas era de un castaño rojizo
suave.
Garrett comenzó a llegar por un libro normal, pero Falcon detuvo su mano y
luego señaló a la mochila del humano.
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—¿Tienes tu propio trabajo al que podría echar un vistazo?


Sabía que había sorprendido al hombre delgado por saber lo que llevaba en
el bolso. Recordaba hace un mes por la noche cuando Garrett había sacado el
libro encuadernado en cuero y se lo había dado a su amigo Lonnie para que
mirara mientras se encontraban fuera de Andrómeda.
Había simplemente conjeturado lo que era, pero por la expresión de la cara y
sus ojos entrecerrados, sabía que estaba en lo cierto.
—Claro, si eso es lo que te interesa —Garrett se agachó y agarró su bolso, lo
abrió y tiro del libro. Cuando Garrett le entregó el libro, Falcon mello la mano
del hombre con su garra extendiendo sólo una fracción de su uña para extraer
una pequeña cantidad de sangre, pero lo suficientemente para marcar al humano.
Estaba más que mal lo que había hecho. Su garra había liberado una enzima que
permitiría a Falcon conectar su mente con la del hombre.
Garrett retiró su mano, mirando la marca y luego a Falcon. No dijo una
palabra mientras se miraban fijamente el uno al otro.
—Siento llegar tarde —Dijo Lonnie mientras corría a la habitación, se
detuvo cuando vio a Falcon. Sus cejas rubias se dispararon hasta el nacimiento
del pelo mientras su mirada verde pálida pasó de Falcon a Garrett.
—Tu querías averiguar sobre si tenía alas la noche, ¿no? —Le preguntó a
Garrett mientras estaba allí, poniendo una mano en el marco de la puerta
maltratada.
—Podría haberme preguntado a mí.
Falcon no tenía ni idea de lo que Lonnie estaba hablando. Se sentó de nuevo
en la silla acolchada del artista y vio el intercambio entre ellos, intrigado por los
hombres.
—Yo no voy a ir allí —Garrett argumentó cuando Falcon comenzó a dar la
vuelta a través del libro de Garrett. Las páginas estaban hechas de papiro,
impresionando a Falcon por su alta calidad y grosor. El hombre sin duda
trasmitía acerca de sus bocetos.
—Entonces explícate —Lonnie hizo un gesto con la mano hacia Falcon,
pero Falcon no le hizo caso. Él estaba más interesado en los dibujos. Garrett era
extremadamente talentoso.
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—Aquí —Garrett metió la mano en sus profesionalmente cortados y


rasgados jeans, que tenía los agujeros en áreas muy específicas, y sacó algo de
dinero del bolsillo interior—. Ve y tráenos la cena.
Lonnie entrecerró los ojos.
— Nosotros... ¿cómo en tu y él, o tú y yo?
Podía ver el intercambio tranquilo entre los dos. Tampoco estaban tratando
demasiado duro en ocultarlo. Garrett apretó los labios en silencio diciendo a
Lonnie que se callara. Lonnie dio a Garrett una mirada que le dijo que no habían
terminado de hablar sobre esta situación.
Por último, el pequeño rubio arrebató el dinero de la mano de Garrett, pero
aún así no se movió. Falcon volvió a mirar a través del libro, volteando las
páginas, hasta encontrarse con una gárgola sentada en una torre con la lluvia
cayendo a su alrededor. Se quedó fascinado con el dibujo.
Había algo en él que lo atraía y Falcon sabía que quería a Garrett para que lo
tatuara en su piel.
Falcon había venido hasta aquí sólo para comprobar al tipo. Pero él quería
una razón para volver, hasta que pudiera trabajar a través de su extraño interés
por el ser humano.
—Sólo voy a bajar hasta el señor McAlester por algunas hamburguesas, así
que no creas que puedes deshacerte de mí tan fácilmente, Rett.
—Oh, que me ponga algunas de esas bsetas poppers fritas ya que vas allí —
Dijo Garrett con entusiasmo, como si él y su amigo no hubiesen tenido un
enfrentamiento silencioso.
—Me gusta eso —Dijo Lonnie con un pronunciamiento contundente, sus
ojos de color verde pálido se iluminaron—. ¿Quieres un rancho o queso azul
para sumergir?
Falcon sacudió la cabeza ante los extraños seres humanos. Se dio cuenta de
que eran amigos cercanos porque su concurso de miradas se había escabullido
con facilidad y estaban sonriendo el uno al otro como si nunca hubiera ocurrido.
Cambió de un tirón a otra página y se encontró con un boceto que hizo que
sus dedos pararan.
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Era un dibujo de Falcon, la mirada de un guerrero grabada en su rostro


mientras se sentaba a horcajadas sobre su Ducati roja y negra, parecía
majestuoso, desconcertante, un telón de fondo oscuro y siniestro detrás de él.
No podía entender por qué el hombre lo había dibujado. Sin embargo,
admitió que el boceto estaba muy bien elaborado y podría decir que Garrett se
había tomado su tiempo. Incluso los pequeños detalles eran increíbles.
Se sentía halagado.
Al girar el libro, le mostró a Garrett el dibujo.
—¿Qué tal éste?
—¡Oh, no! —Lonnie dijo mientras sus ojos estaban redondeados.
Garrett tragó audiblemente mientras el sudor espeso comenzó a reunirse
sobre él, Falcon arqueó las cejas de forma natural. Garrett movió sus oscuros
zapatos DC, rojos y verdes, incómodamente mientras miraba de Lonnie a
Falcon. Señalando su libro encuadernado en cuero, Garrett dijo:
—Puedo explicar eso.
Después de concertar su cita para venir a la noche siguiente para que Garrett
pudiera comenzar con su tatuaje de la gárgola, Falcon salió de Andrómeda. Dejó
que el ser humano hiciera el dibujo, haciendo que el chico le prometiera que no
dejaría que nadie lo viera.
Falcon no estaba seguro de por qué había hecho eso. Normalmente, habría
destruido el boceto y acabado con el asunto.
Pero Falcon no se atrevía a romper la obra de arte. Le gustaba el dibujo que
era de él, pero era más que eso. El artista había colocado cuidadosamente su
corazón en ese dibujo y se notaba.
—¿Qué demonios? —Falcon miró al otro lado de la calle donde había
dejado a su doble Zane y los otros dos Jinetes Oscuros, Emilio y Santos.
En ese momento, Santos y Emilio estaban enfrentándose con dos miembros
del clan Durango local.
Esto no era bueno.
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Corrió los veinte pasos que lo separaban para llegar a la calle, bordeando
alrededor de la basura que se asentaba en pilas en la acera, y transporto su culo
al Agujero sucio.
Zane estaba sentado atrás con una botella de Grey Goose en la mano,
riéndose del asunto. Sólo había cuatro miembros en los Jinetes Oscuros y Falcon
planeaban mantenerlo de esa manera. Él no estaba dispuesto perder a uno... o
dos de ellos a causa de los Durangos.
—Por qué no estás golpeándolos —Le preguntó a Zane cuando se dejo caer
en la mesa para obtener la verdad. Hasta ahora no estaban peleando, por lo que
Falcon se quedó atrás. No era como si los dos no podían hacerse cargo por sí
mismos. Falcon no quería que ninguna mierda saltara.
Manteniendo la botella clara en el aire, Zane le dio una sonrisa infantil.
—Debido a que esta mierda es cómica como el infierno. No fueron Emilio y
Santos los que comenzaron tratando de demostrar que son duros —Zane señaló
a los cuatro hombres gruñéndose el uno al otro—. Supongo que los hombres de
Callahan están tratando de mostrarse delante de las damas.
Falcon reconoció a los miembros del clan de Durango, Strikers y su hermano
Vincent. Los dos eran malas noticias por todas partes.
Zane se burló mientras tomaba un trago antes de limpiarse la boca.
—Que se joda el clan Durango. No están más que enfadados porque nos
declaramos independientes de esa jodida manada.
Falcon no les temía, pero él realmente no quería ser molestado por el líder de
la manada. Callahan podría ser un culo molesto en sus mejores días. El líder era
tan egocéntrico que sorprendió a Falcon que no se sofocara bajo el peso de su
propio ego.
Girando alrededor de una silla, Falcon se sentó, apoyando los brazos en la
parte posterior de la madera con cicatrices. La música estaba muy alta y la gente
salvaje. Lo único que amaba sobre el Lower East Side era que ninguno de los
motociclistas causaba problemas fuera de la barra.
El barrio era muy diferente, un pub irlandés sólo unas pocas puertas abajo,
los comerciantes en la calle, permanecía abierto hasta tarde para todos los
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turistas que viajaban a través de Paradise City.


—¿Cómo te fue con el artista? —Zane preguntó mientras tomaba otro trago,
sus ojos oscuros llenos de interés. Un lobo no podía emborracharse. Su
metabolismo quemaba el alcohol tan pronto como golpeaba su sistema, pero
todavía bebían por el sabor.
Falcon prefería el ron oscuro.
—Tengo que volver mañana para ponerlo en marcha.
Zane se inclinó hacia adelante, poniendo la botella en la mesa mientras se
rascaba la mandíbula.
—Ponerlo en marcha significa que tú tendrás que volver más de una vez.
¿Qué vas a decirle al pequeño artista cuando en la primera ronda te cures en
menos de veinticuatro horas? Va a notar que tu tatuaje parece semanas de viejo
la noche siguiente, hermano. Sé lo que piensas sobre los seres humanos, pero no
son tan despistados.
—Todavía estoy pensando en eso —Admitió cuando miró a Andrómeda.
¿Qué diablos había hecho? ¿Por qué en la tierra se habría dirigido a ese? Era una
fascinación estúpida que él necesitaba superar. Se pasó la mano por la cara,
frustrado y con una sensación de confusión.
—Tú lo has marcado —Dijo Zane junto a Falcon. Él podría oír la diversión
en la voz de su gemelo cuando Falcon vio la tienda de tatuajes y piercings al
otro lado de la calle. Estaban sentados en una de las mesas en la acera fuera del
Agujero Sucio, Falcon trataba de disfrutar de la noche, pero su mente estaba
demasiado preocupada con Garrett.
Un maldito humano.
Zane conocía a Falcon demasiado bien cuando la risa ligera de su hermano
lleno el aire de la noche a su alrededor. Él sólo había deducido lo que Falcon
había hecho, pero el bastardo engreído había adivinado correctamente.
Zane le apuntó con un dedo antes de tomar su birra fuera de la mesa.
—Te conozco demasiado bien, Falcon. No puedes ocultar la mierda de mí.
Había conectado la mente con el humano, el robó una pieza de la esencia del
artista del tatuaje y la sustituyó por la de él. Falcon no estaba seguro por qué
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había marcado al humano. Simplemente estaba intrigado con el hombre, nada


más.
Miró a Andrómeda por tercera vez desde que salió de allí y vio a Garrett y
Lonnie en el rellano, hablando mientras el artista robaba miradas a Falcon.
Zane soltó una corta carcajada mientras empujaba su pelo largo sobre el
hombro para apoyar su espalda. Su hermano se divertía tan fácilmente. El
hombre casi no tomaba demasiado en serio nada. Habían pasado por muchas
cosas juntos durante siglos y se alegraba de que su humor hubiera quedado
intacto.
—¿Piensas en mantener a éste o apenas vas a usarlo por un buen tiempo?
—No estoy seguro —El olor de Garrett estaba prácticamente rogando a
Falcon joder al hombre en los pequeños confines de esa habitación. En sus
setecientos años, Falcon nunca había olido nada más dulce, nada más
malditamente tentador.
—Inútiles de mierda —Dijo Emilio, mientras tomaba asiento, arrebatando la
botella de Zane de la mesa y tomando un largo trago—. Todos hablan nada más
que de coños.
Echando un vistazo por encima del hombro Falcon vio al gran fornido
Santos, apoyado en la barra, sonriendo a un tipo con el pelo rubio; y por la
expresión de la cara del hombre tratando de entrar en los pantalones del
desconocido.
Zane tocó la pierna de Falcon y asintió hacia Andrómeda.
Cuando Falcon miró, vio a Garrett con su mochila colgada sobre su hombro
delgado, dirigiéndose por la calle.
Recorriendo la lengua por su labio inferior, Falcon imaginó a Garrett
flexionado sobre la mesa redonda en la que estaba sentado en la actualidad
jodiendo al tipo. La imagen lo alteró y lo llenó de una inquieta energía mientras
trataba de empujar la fantasía abajo.
Apartando la mirada, Falcon vio algo que no debía estar ahí, moviéndose
alrededor de las tiendas, pero él cogió el olor antes de que el chico
desapareciera.
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Al parecer, también lo hizo su hermano gemelo.


—Un Darling.
Él no iba a sentarse y dejar que el Darling hiriera al ser humano sólo porque
el chico llevaba la marca del Falcon. Él podría ser mayormente un hijo de puta,
pero insensible era algo que nunca había sido. Falcon se quedó, sabiendo que
podía encontrar al artista del tatuaje a través de la conexión que mantenía con el
humano.
La única razón de por qué una de esas criaturas estaría siguiendo al humano
sería porque él estaba perfumado por la marca que Falcon había colocado en él.
La sangre humana era como un afrodisíaco para los Darling, ¿pero una marca en
un ser humano? Bueno, eso era la crème de la crème para las criaturas. Nada era
más atractivo. Seria suculento cuando mordieran a un humano que había estado
marcada por un lobo.
Falcon no daría al hijo de puta la oportunidad de disfrutar de una maldita
cosa.
—Voy a seguirlo.
—¿A tu humano o al Darling? —Zane pregunto mientras se movía de su
asiento en un movimiento fluido para unirse a Falcon.
—Las dos cosas —Falcon se acercó a su Ducati y pasó la pierna por encima
de su motocicleta que estaba aparcada en la acera, su gemelo hizo lo mismo. Si
uno de esos hijos de puta lastimaba realmente al ser humano, Falcon iba a matar
a la criatura. Una vez más, no estaba seguro de por qué sus sentimientos eran tan
fuertes por el artista del tatuaje. Normalmente no le importaban. Para él, los
humanos eran sólo buenos para el sexo, nada más.
¿Entonces por qué demonios estaba tan fascinado con Garrett? Ah, carajo. Él
estaba perdiendo la cabeza.
—¿A dónde te diriges? —Emilio preguntó. Santos salió del bar, con un vaso
con líquido de color ámbar en la mano. El tipo debió haber escuchado la
conversación porque descartó la bebida en la mesa antes de que él y Emilio se
acercaran a la acera por sus motos.
—A poner fin a la vida de alguien —respondió Falcon y luego encendió su
moto y se fue.
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Falcon ya había asumido que el Darling estaba con Garrett. Miró hacia el
edificio marrón con ventanas de montura negra y sabía que el artista del tatuaje
estaba dentro de uno de los apartamentos. La conexión era fuerte, demasiado
malditamente fuerte para la comodidad del Falcon.
Tirando de sus motos lentamente por el callejón, Falcon y sus hombres
estacionaron donde estaban aparcados los residentes y luego desmontaron.
Sabía que tenía que haber un medio de entrar por detrás debido a que un
buen edificio como este no tendría a los residentes andando a pie todo el camino
alrededor de la parte delantera.
Vio una puerta trasera que era bastante fácil de abrir. Falcon se movió por el
pasillo, una vez que estaban en el interior, y se dirigió hacia la escalera que
conducía a los apartamentos de arriba.
Cuanto más subía, más penetrante se convertía el olor del Darling. El olor
nocivo quemó su nariz cuando Falcon se acercó al apartamento de Garrett.
—Él todavía está aquí —Dijo Zane.
—Maldita sea, como huelen —Dijo Emilio mientras agitaba una mano
delante de su rostro—. Te juro que voy a invertir en una máscara de gas cuando
se trata de estos pinchazos.
—Podría mejorar tu apariencia —Dijo Santos a medida que se acercaban a la
puerta.
Falcon levanto la mano para silenciarlos. La última cosa que necesitaban
hacer era alertar al Darling de su presencia. La maldita cosa podría entrar en
pánico y atacar a Garrett. Su picadura no era mortal, pero Falcon sabía por
experiencia que dolía como un hijo de puta.
Sacó la daga de la parte interior de su chaqueta de cuero, preparándola a su
lado mientras trabajaba en silencio la cerradura de la puerta. Falcon la oyó
desengancharse.
Giró la perilla lentamente, despacio. La puerta se abrió fácilmente, y para su
alivio no chillo o protesto. Falcon y sus hombres entraron en el apartamento.
Los hombres inmediatamente se distribuyeron, Falcon fue en dirección a la
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parte posterior de la vivienda. Sus ojos recorrieron el lugar, notando muy


rápidamente que el artista tenía un modesto apartamento. Falcon continuó por el
pasillo y llegó a dos puertas. Comprobando la primera de ellas se encontró con
un cuarto de baño, pequeño, pero adecuado. Comprobando la habitación de al
lado, Falcon encontró la habitación de Garrett.
Se quedó allí por un breve momento, mirando al ser humano, sus ojos
deslizándose sobre el hombre dormido asegurándose que no lo habían dañado.
Garrett se movió en sus sabanas, profundamente dormido. Había lavado su pelo
quitando el color y lo había dejado suelto. El tono natural del pelo era un
magnífico castaño satinado y actualmente ocultaba su rostro a la vista de Falcon.
Tenía ganas de acercarse y cepillar los mechones castaños a un lado, para
ver al hombre que estaba deseando de maneras que no quería comprender.
Entendía que quería expresarse a sí mismo, pero Garrett era guapo como el
infierno sin los colores brillantes y la cola de caballo. Falcon quería verlo
despertar con el pelo castaño acunando su rostro.
No, no, no lo hacía. Garrett no era más que una maldita fascinación. Él no
estaba deseando una mierda.
Antes de que pudiera perderse en la figura, que se bañaba en la sombría
iluminación de la luna que se derramaba a través de su ventana, Falcon se apartó
y cerró la puerta.
Garrett tenía que descansar y Falcon quería mantenerlo de esa manera.
También necesitaba poner un poco de distancia entre ellos. Saca la cabeza de
tu culo. ¿Qué mierda te pasa?
Empezó a dar un paso atrás hacia el frente de la vivienda cuando escucho un
grito fuerte.
—Mata a ese hijo de puta ya —La voz áspera y gruñona de Santos provenía
de la parte delantera de la vivienda—. Deja de bailar con él.
Falcon se movió rápidamente hacia la sala de estar para ver a Emilio fijar sus
ojos oscuros en Santos.
—Estoy tratando que no me muerda, idiota. El hecho de que no nos morimos
de la mordedura no significa que quiera estar adolorido por el resto de la maldita
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noche.
—Deja de ser un cobarde y mata al Darling ya. —Santos siguió burlándose
de Emilio, apoyando el hombro enorme contra la pared—. Es un maldito
jovencito. Si no puedes matarlo entonces tú necesitas colgar tus bolas.
—Cállate y déjame concentrarme —Emilio espetó mientras miraba a
Santos—. Él puede ser un pequeño Darling, pero el hijo de puta es rápido.
—Los dos son coños —Dijo el Darling riendo maliciosamente—. Vuelve a
chupar la teta de tu madre y déjame salir de aquí.
Falcon se movió hacia delante, sintiendo que sus caninos emergían. Condujo
su cuchillo profundamente en la parte posterior del cuello del Darling y luego
tiró de la hoja de acero. Acabó con la criatura separando la cabeza de sus
hombros en un movimiento fluido.
—Jodido bruto —Dijo Emilio cuando el Darling se desplomó en el suelo,
girando lentamente y deshaciéndose en un montón de polvo. El cuchillo de
Falcon estaba goteando con la sangre del Darling.
—Te llamo un coño —Santos sonrió a Emilio.
—No, él estaba hablándote a ti, muchachote. Mi pene es demasiado grande
como para que él me lo dijera a mí.
Al entrar en la cocina, Falcon abrió el grifo y empezó a enjuagar su cuchillo.
Echó un vistazo a la mesa y vio el boceto que Garrett había dibujado de él. El
parecido era asombroso. Había oído a los lugareños hablar de lo bueno que era
Garrett. Bueno ni siquiera empezaba a cubrir el talento del hombre.
Dejando el cuchillo en el fregadero, Falcon buscó una botella de alcohol. Lo
derramó sobre el acero y luego le prendió fuego, era la única manera de limpiar
la sangre del Darling del cuchillo. La limpieza de la hoja con otra cosa que el
fuego, era buscarse problemas.
—¿Puedes creer que tu hombre siguió durmiendo aún con el ruido? —
Preguntó Emilio cuando entró en la cocina, presionando la espalda contra la
pared mientras doblaba sus brazos sobre el pecho, viéndose arrogante—. Incluso
tiene una pequeña baba como piscina en la almohada.
Falcon se dio la vuelta y agarró a Emilio por la pechera de su chaqueta,
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golpeándolo contra la pared.


—Como se ve durante su sueño no es tu problema.
Emilio levantó las manos, inclinando la cabeza hacia un lado.
—¿Qué es lo que te pasa, hombre? ¿Desde cuándo te preocupas por los
humanos?
Falcon deseaba saberlo también. Había follado un montón de seres humanos
durante años, pero ninguno de ellos alguna vez le había afectado de esta manera;
y él ni siquiera se había acostado con Garrett. Se sentía casi enloquecedor.
Estaba simplemente intrigado por Garrett, nada más. Él no debería estar
teniendo este tipo de reacción. Falcon retractó sus caninos y libero a Emilio.
—Sólo saca la cabeza fuera. Me voy a quedar aquí esta noche para
asegurarme de que el ser humano no tiene más visitantes.
Falcon se quedaría hasta que oyera a Garrett despertar, y entonces se iría
antes de que el hombre supiera que estaba allí.
Tal vez podría tomar el tiempo para recuperar su maldita cordura y ganar de
nuevo una dosis abundante de jodete actitud.
Sí, porque estar aquí sentado como una jodida niñera iba a ayudar a que él
lograra eso. Interiormente rodó los ojos cuando se dejó caer en el sofá y esperó
que pasara pronto la noche.

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Capítulo Tres
—Te dije que ganar su atención no era una buena cosa —dijo Lonnie
mientras se paraba detrás del mostrador, hojeando una revista molesto, haciendo
estallar un chicle en la boca.
Un pico de nerviosismo recorrió a Garrett cuando su estómago se hizo a un
lado, sabiendo que pronto tendría a Falcon en su silla. Era la adrenalina y Garrett
sabía que sus nervios estarían fuera de control una vez que el hombre realmente
apareciera.
Tenía confianza en sus habilidades como artista, pero este era Falcon por el
amor de Dios.
—No es como que hubiese ido al otro lado de la calle para darle una tarjeta
de visita. ¿Como puedo saber qué diablos lo hizo venir aquí? Supongo que estoy
haciendo algo que hace que mi corazón se libre porque no ha disminuido desde
que se presentó ayer.
Lonnie abandonó su revista como una amplia sonrisa apareciendo en su
rostro juvenil.
—¿Te hace sentir vivo?
—Sí, pero cuánto tiempo sobreviva depende de si Falcon está satisfecho con
su tatuaje.
Lonnie resopló mientras alejaba el temor de Garrett.
—Estas exagerando, como de costumbre, Rett. Nunca he visto que te faltara
mucha confianza antes. Ya basta. Tus preocupaciones me están dando una
erupción en lugares innombrables.
Garrett se río entre dientes.
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—No tenías ningún problema citando esos lugares cuando me hablaste de


Spike.
Lonnie dio un fuerte suspiró dramático cuando se apoyó contra la mesada de
cristal.
—Spike es noticia de ayer.
Rascándose la cabeza, Garrett frunció el ceño.
—Pero si fue ayer que te acostaste con él.
—Exactamente —dijo Lonnie mientras señalaba con el dedo a Garrett, su
uña estaba pintada con esmalte negro y tenía una pequeña calcomanía de una
calavera blanca en el centro—. El peor error de mi vida. El tío tiene un poco de
culo y piensa que me puede decir qué hacer. ¿Qué pasa con los hombres
haciendo ese tipo de basura?
—No tengo ni idea —Él no sabía que su período de sequía todavía se
aferraba a Garrett como el moho negro. Era como si alguien hubiera puesto una
maldita mala suerte en él o algo así. Durante los últimos meses no podía
encontrar a nadie, y no era normal. Garrett no era presumido, pero él no era un
hombre mal parecido. Normalmente tenía muchas ofertas.
Cogió la botella de Windex y algunas toallas de papel para la limpieza del
vidrio, mientras trataba de averiguar por qué ningún hombre apreciaba su buena
apariencia y en cambio lo trataban como si tuviera la peste.
—Creo que deberíamos ir a bailar esta noche, después de terminar —dijo
Lonnie más como una declaración que una pregunta de si Garrett quería ir.
El hombre siempre encontraba una excusa para ir de fiesta, no importando
cuán pequeña o intrascendente sea la razón, siempre estaba a la caza de su
próxima conquista. Quizás él también encontraría a alguien para llevar a casa.
—Si, está bien—Lonnie y Garrett eran propietarios de Andrómeda. Ellos
eran los jefes de modo que llegar tarde no los metería en problemas. Además, no
abrían hasta altas horas de la tarde. Eso era un montón de tiempo para dormir
una resaca.
—Muy bien —Lonnie levantó su brazo por el entusiasmo y pisoteando el
suelo arrancado con sus talones. Hoy llevaba unas botas Kneehigh de plataforma
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con correas de color rojo por el lado y pequeños cráneos de hebillas. Las botas
Incluso tenían mini pinchos que decoraban los talones. Garrett sólo tenía sus
zapatos DC nuevamente. No era tan escandaloso con su ropa... a menos que
fuera de fiesta.
—Podemos ir a Ruby Red. He oído que tienen una nueva banda tocando esta
noche —Su mejor amigo añadió.
También tenían un montón de rockeros punk que merodeaban por ahí
tratando de hacer famosos. Ruby Red había producido una gran cantidad de
bandas famosas que habían empezado ahí, el talento Scouts siempre en medio de
la multitud. Garrett no estaba buscando ser reconocido, por lo que tenía un buen
momento garantizado.
Empujando el Windex debajo del mostrador que contenía el registro, Garrett
se dirigió por el pasillo hacia su habitación.
—Avisadme cuando Falcon llegue.
—Lo haré —dijo Lonnie antes de subir la música más alto.
Garrett comenzó a preparar las cosas, asegurándose de que todo estaba listo
para el cliente más intimidante que había tenido.
Una media hora después, Lonnie bajó la música un poco y gritó:
— Oye, Rett, tus alas calientes y picantes están aquí.
Lo que significaba que Falcon acababa de entrar por la puerta.
Garrett se río para sus adentros con la descripción de su mejor amigo,
porque Falcon era definitivamente caliente y picante.
Justo cuando estaba poniendo los pequeños vasos que necesitaría en la
bandeja, sintió que el aire era aspirado fuera de la habitación, fuera de sus
pulmones. Había una presencia ominosa a su alrededor, un susurro de viento que
sopló en el rostro de Garrett como una caricia suave justo antes de que Falcon
apareciera en su puerta.
Él se olvidó de respirar cuando vio que Falcon no llevaba camisa, apenas
una chaqueta de cuero, mostrando cada maldito músculo fino que poseía y la
sexy V que se sumergía en el vaquero. Un escalofrío de energía nerviosa se
transmitió a través de Garrett cuando Falcon se quedó allí, esas malditas gafas
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de sol ocultaban sus magníficos ojos.


Falcon era alto, delgado, y su cuerpo estaba esculpido tan condenadamente
perfecto que Garrett se estremeció por dentro. Su pelo largo y negro como la
tinta estaba recogido, destacando sus pómulos altos y frondosos, tenía unos
labios para besar.
Por extraño que parezca, Garrett no vio ningún tatuaje en el eróticamente
atractivo pecho del hombre. Sin embargo, había dos pequeños justo por encima
de la cintura de sus pantalones vaqueros.
Él se quedó allí, mirando su propio reflejo en las gafas de sol de Falcon,
deseando poder ver el rostro del hombre sin obstáculos.
De alguna manera Garrett podía sentir los ojos de Falcon penetrándolo,
pasando a través de él y profundamente en su mente, cuerpo e ingle...
definitivamente la ingle por las imágenes vívidas de los dos entrelazados juntos.
Falcon tomándolo, joder, funcionó como una porno sensual en Garrett.
—¿Estás listo? —Falcon deslizó la chaqueta y fue entonces cuando Garrett
vio los ricos y vibrantes tatuaje en los bronceados brazos del hombre. Había uno
en el hombro izquierdo también. Cuando Falcon se volvió para colgar su
chaqueta hacia arriba, Garrett casi se quedo sin aliento. Había un arcángel
grande en la espalda, nada más que de tinta en negro, inclinado sobre una de las
rodillas, la cabeza baja como si estuviera rezando.
Era asombrosamente bello. Y ese tatuaje tenía el privilegio de descansar en
una espalda perfectamente formada, ni un gramo de grasa a la vista, todo
músculo magro y tan devastadoramente masculino. Gotas de sudor comenzaron
a formarse sobre el rostro y el cuello de Garrett mientras miraba a un cuerpo que
le encantaría que lo presionara, tomándolo, hasta hacerlo llorar de placer.
Cuando sus ojos recorrieron el arcángel, Garrett de repente se sintió como un
aficionado en comparación con el que había firmado esa obra de arte. Él ya no
estaba seguro de poder hacer esto.
—¿Estás seguro lo que deseas de mí?
Mentalmente se golpeó la frente. Eso no había salido bien.
Falcon se dio la vuelta, deslizando sus gafas de la cara y pura lujuria
candente azotó en Garrett. Los ojos oscuros del hombre eran fascinantes, tirando
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de su cuerpo y haciéndolo retumbar a la vida.


—Estoy muy seguro, Garrett.
El tipo sólo había dicho el nombre de Garrett pero lo sintió como si lo
hubiera jodido largo y duro, incluso con juegos previos. Garrett se quedó allí
como un idiota, sus labios se abrieron para dar cabida a respiraciones más
rápidas. Incluso su polla se esforzaba, él deseaba y esperaba escuchar al hombre
decir su nombre una vez más.
Si él se quedaba mirando el cuerpo de Falcon, iba a tener un colapso total
con un solo orgasmo. Eso era jodidamente seguro.
Falcon ladeó lentamente la cabeza hacia un lado.
Cierto... trabajo.
No estaba seguro de por qué su confianza estaba en cero. Garrett nunca se
había preocupado antes por tatuar a alguien. Pero, de nuevo, nunca había tenido
a nadie tan rudo en su silla. El hombre rezumaba agresión reprimida y una
actitud de jodete. Maldita sea si eso no lo convertía en un tío sexy del culo que
hacía que Garrett se volviese loco.
Las imágenes de su cuerpo flotando en el río le venían a la mente. Si él
estropeaba esto, esa imagen podría ser su futuro próximo.
Garrett fue a por su mochila. Había elaborado el boceto de la Gárgola en el
papel de la plantilla esta mañana, tan pronto como se había despertado, antes de
que siquiera se hubiese levantado de la cama. Había querido tomarse su tiempo,
asegurándose de que cada línea, cada detalle había sido perfectamente
transferido al papel que utilizaría para presionar contra el cuerpo de Falcon.
—Sólo tengo que conseguir estar listo.
Falcon no era un hombre de muchas palabras. Solo asintió antes de que
Garrett saliera de la habitación. Finalmente fue capaz de respirar, pero no por
mucho.
A pesar de que estaba en el pasillo, aún podía sentir la presencia de Falcon
como si el hombre estuviera de pie detrás de él - Garrett se volvió y casi se cayó
hacia atrás cuando vio que Falcon estaba justo detrás de él.
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—¿El baño?
Garrett señaló con un dedo tembloroso hacia la puerta. Se quedó allí
inmóvil, sin aliento, y encantado al ver los músculos flexionados y rizados
cuando el hombre entró. Su larga cola de caballo negra cubriendo algunos de los
tatuajes de su espalda, pero aún había mucho para ver, un montón para adorar.
—No me importa si me puede romper por la mitad —Dijo Lonnie cuando
vino detrás de Garrett, apoyando la barbilla en su hombro—. No me importaría
que él rompiera algo fuera de mí.
Llegando a su espalda, Garrett golpeó la frente de Lonnie.
—¿Sabes cómo ha sonado?
Lonnie sonrió y besó la mejilla de Garrett.
—Como un hombre que aprecia una obra maestra.
Admitiendo que Lonnie tenía razón, Garrett sonrió.
—Él es un hombre impresionante, ¿no?
Su mejor amigo empujó el hombro de Garrett antes de girar y caminar por el
pasillo.
—Yo voy a pedirnos la cena. Tu vas a estar un rato con el señor oscuro y
peligroso —Lonnie se detuvo y movió sus cejas rubias—. Y si tienes la
oportunidad, deja que ese hombre tenga un pedazo de tu culo. Estoy cansado de
que te quejes de no echar un polvo.
Garrett dejó a Lonnie y luego se acercó a la copiadora térmica, que ejecutaba
el papel de la plantilla y luego se dirigió de nuevo a su habitación, esperando a
Falcon para empezar.
Mientras estaba sentado allí, Garrett miró la chaqueta del hombre. Colgaba
en uno de los ganchos de la pared, mostrando el parche de motociclista de los
Jinetes Oscuros en la espalda. Se puso de pie, pasando los dedos sobre el
material, sabiendo que esto era lo más cerca que iba a llegar a un Jinete Oscuro.
Falcon no tenía ningún interés en él. El tipo era feroz, tenebroso, peligroso y
Garrett no tenía nada que hiciera a Falcon querer mantenerlo.
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Inclinándose, Garrett inhaló el aroma de cuero. ¿Había algún otro olor tan
condenadamente masculino y seductor? No en su opinión.
A Garrett le encantaba la forma en que un hombre olía, pero sólo algunos
olores, como el cuero. Otros no tanto.
Se echó hacia atrás y sintió que su rostro se calentaba cuando Falcon entró
en la habitación, capturando a Garrett oliendo su cazadora.
Chico, esto es incómodo.
La intensa mirada del hombre se volvió hacia su chaqueta y luego hacia
Garrett. Sus piernas temblaron un poco cuando sintió una oleada de carga a
través del ambiente y durante una fracción de segundo tuvo la clara impresión
de que Falcon quería liberarse en él... con su polla. Garrett tuvo que parpadear
varias veces para deshacerse de la sensación porque sus sentidos estaban
saliéndose de control.
Él sabía que lo que sentía no era cierto, que estaba proyectando su lujuria al
hombre. Pero joder, si no se sentía como que el aire que lo rodeaba estaba
cargado de deseo sexual.
Sonrió para sus adentros. Al menos algo sexual finalmente pasaba por él,
aunque no era nada más que el aire cargado.
—Estaba admirando el parche —Dios, ¿podía haber sonar más tonto? Su
voz era un poco tensa, diciéndole al hombre cuán intimidado Garrett realmente
estaba.
La habitación estaba extrañamente silenciosa, Garrett no podía oír nada, ni la
música que sonaba a todo volumen a través de la tienda cuando Falcon tomó
asiento. El hombre estaba tan cerca que su olor atravesó a Garrett como una
doble inyección de adrenalina.
—Lo quiero aquí —Falcon torció su cuerpo perfecto y señaló su lado
izquierdo—. Justo por mis costillas y cerca de mi espalda. Pero no cubras el
tatuaje de la espalda de ninguna manera.
Garrett miró donde Falcon pasaba sus dedos sobre la carne y sus manos
comenzaron a temblar. Quería tocar la suave y bronceada piel. La masculinidad
de Falcon era tan poderosa que Garrett perdió el hilo de sus pensamientos por un
segundo, sus ojos en la carne del hombre.
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—¿Puedes hacer esto? —La pregunta de Falcon sacó a Garrett de nuevo a la


realidad como una bofetada, pero no hizo nada para aliviar el calor en su cuerpo.
Él estaba absorto en el hombre, y Falcon todavía estaba robando el oxígeno
de la habitación, por lo que era difícil para Garrett respirar.
Falcon se acomodó en la silla acolchada y Garrett lavo el lado del hombre
con jabón antiséptico, sus dedos deslizándose sobre los músculos y las líneas
duras. No estaba lavando exactamente al hombre, estaba tocando la piel de
Falcon con sus dedos, reteniendo en su memoria cada jodida parte que tocaba
del hombre.
Falcon cambió posición y Garrett supo que se estaba tomando demasiado
tiempo. Cogió la navaja y se sacudió cuando los dedos de Falcon sujetaron con
fuerza su muñeca.
—Ten mucho cuidado con eso.
La advertencia fue baja, con oscuros ojos asesinos.
Garrett asintió lentamente antes de que Falcon lo dejara en libertad. Nunca
en su vida había tenido tanto cuidado al afeitar a una persona para su tatuaje. Él
tenía miedo al pasar la navaja por la piel. Un descuido y Falcon probablemente
usaría la navaja en él.
Necesitaba sacar el pene de Falcon de su culo y ser más profesional acerca
de esto.
Una vez hubo terminado, Garrett tiró la navaja en la bandeja. Después aplico
la plantilla sobre su piel, colocó el diseño en el lado de Falcon con mucho
cuidado, con ganas de hacerlo lo más recto posible.
Lo alisó con su mano sobre el papel, diciéndose a sí mismo que jodidamente
se calmara como el infierno. Sus dedos temblaban y él no quería que Falcon
pensara que era un aficionado.
Sacando el papel, Garrett hizo un gesto hacia el espejo.
—Quieres mirarte y decirme si está bien así.
Observó, mordiéndose el labio, esperando la aprobación del hombre.
Cuando Falcon fue al espejo, Garrett vio su magnífica complexión.
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Pero él no estaba mirando el contorno. Falcon estaba mirando directamente


hacia él con ojos penetrantes, que contenían un mundo de inteligencia y años de
dureza que Garrett encontraba fascinante.
Su corazón latía rápido y su polla se había puesto rígida, pero Garrett no
podía romper el control que el hombre tenía sobre él. Se sentía ligado al chico,
hasta que Falcon finalmente miró hacia abajo, cortando la inexplicable
conexión.
—Está bien.
Aliviado de que Falcon estuviese satisfecho, el cerebro de Garrett
tartamudeó. Retrocedió poniéndose en marcha mientras agarraba la máquina, y
la sostenía en la mano, tenía su futuro en su maldita mano.
Puso la bandeja a su lado, esperando y rezando para no joder esto. Falcon se
sentó, apoyó la espalda contra el colchón y expuso su lado.
Garrett se aseguró de que la funda sobre el cable estaba sujeta de forma
segura, tomó una respiración profunda y dio un paso con el pie izquierdo
pedaleando para comenzar el esquema.
A medida que la aguja marcó la piel de Falcon, Garrett vio las pequeñas
cuentas de sangre comenzar a aparecer. Era normal, algo que sucedía cuando la
piel era atravesada. Pero lo que no era normal era la intensa necesidad de lamer
la sangre del cuerpo de Falcón. Garrett se echó hacia atrás, pensó,
preguntándose si el estrés no lo estaba quebrando.
Falcon lo miró y Garrett desvió la mirada. Cogió una toalla de papel y
limpió la sangre, mordiéndose la lengua, resistiendo el impulso morboso. Garrett
había tatuado a hombres y mujeres "jugadores de las cuevas subterráneas", como
les gustaba ser llamados, a ellos si les iba la sangre.
No los juzgaba. Pero era algo que nunca le había interesado. En realidad no
era su kinky. El impulso que sintió brotando en su interior lo asustaba.
Garrett continuó el trabajo, pero cada vez que una gota salía a la superficie,
su lengua se estremecía. ¿Estaba tan obsesionado con Falcon, que quería lamer
la herida del hombre? Esa no era una obsesión que quisiera.
En realidad era muy, muy grave.
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Cuando Garrett limpió la piel, una vez más, se encontró inhalando


profundamente. Mierda, se estaba perdiendo a lo grande, totalmente jodido.
Falcon se movió y Garrett inmediatamente retiro el pie del pedal. Los ojos
duros lo mantuvieron en su sitio cuando Falcon se inclinó más cerca, sus labios
casi tocándose.
Dios, el hombre olía tan condenadamente bien.
Garrett nunca había querido acercarse al cuerpo de alguien sólo para poder
recoger su olor. Falcon entreabrió los labios y Garrett se inclinó aún más cerca,
su cuerpo rogando a Falcon todo lo que quería.
Su período de sequía estaba friendo su maldito cerebro.
—¿Quieres hacer un descanso? —La profunda voz de Falcon se deslizó
sobre Garrett como el agua caliente en una noche caliente de verano. Él salió del
trance de lujuria en que estaba, aclarándose la garganta mientras se enderezaba.
Falcon simplemente estaba sentado allí con los ojos oscuros y penetrantes.
—Creo que necesito uno. —Dijo mientras dejaba la máquina y salía
rápidamente de la habitación. Garrett se apresuró al baño, cerró la puerta y se
sentó hiperventilando, le resultaba difícil encontrar oxígeno. Se echó hacia atrás
y hacia delante, respirando y exhalando profundamente, tratando de expulsar el
sentimiento que tenía por Falcon.
Se metió los dedos en los ojos, tratando de deshacerse de las imágenes y se
dio cuenta demasiado tarde que había empujado las pequeñas gotas de sangre de
Falcon a sus ojos. Movió sus manos y se puso de pie, mirándose en el espejo
para ver las manchas rojas en las esquinas de sus ojos.
Contaminación se le cruzo por la mente.
Garrett siempre tomaba precauciones. Con el SIDA y todas las otras
enfermedades por ahí, nunca corría ningún tipo de riesgo. Pero Falcon le había
sacudido tanto que Garrett se había olvidado de quitarse los guantes.
Mierda.
Esperaba que el hombre no tuviera nada.
No importaba cómo caía de muerto por lo buenazo que estaba o lo mucho
que fantaseaba sobre con hombre. Garrett tenía previsto vivir una vida larga y
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saludable.
Se lavó rápidamente la cara con agua caliente y mucho jabón. Gritó cuando
sus ojos comenzaron a arder. Metió la cabeza bajo el agua para conseguir
sacarse el jabón y el escozor de los ojos.
Qué movimiento idiota. Pero parecía que estaba haciendo un montón de
ellos esta noche.
De repente se sintió mareado.
¡Eso era todo!
Iba a terminar el tatuaje de Falcon y nunca miraría al hombre de nuevo. No
necesitaba esta mierda. Su estómago se retorció de jodida manera con tanta
fuerza que empezaba a tener calambres.
Dando un tembloroso suspiro, Garrett finalmente se puso de pie. Tenía un
tatuaje que hacer. No importaba qué tan estresante era el hombre, tenía que
terminar el trabajo.
Se limpió la cara, la seco y se alegró de que el color púrpura no se hubiera
corrido por debajo de sus ojos. La última cosa que necesitaba era volver a su
habitación y verse como que había estado llorado, a pesar de que no lo había
hecho. Un hombre se veía mal cuando su maquillaje estaba todo jodido.
¿Por qué estaba pensando en esto? ¿Que le importaban sus cosméticos
MAC, cuando sus nervios estaban destrozados? Dios, él estaba empezando a
actuar como Lonnie.
Él necesitaba mover su culo de vuelta a su habitación.
Tirando la toalla de papel en la papelera, Garrett se aclaró la garganta y se
aseguró de que estaba presentable. No quería que Falcon creyera que se caía a
pedazos, incluso si fuese así.
Cuando entró en su habitación, Falcon estaba sentado allí, leyendo a través
de su smartphone, el dedo se deslizaba sobre la pantalla, actuando... normal.
¿Qué había esperado Garrett? ¿Creía que el hombre estaría haciendo algo
inhumano?
Tenía que dejar de escuchar los rumores que señalaban que los Caballeros
Oscuros eran criaturas de otro mundo.
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—¿Listo?
Falcon dejó su teléfono a un lado y asintió. Garrett volvió al trabajo
ignorando los impulsos, imágenes y todo lo demás, perdiéndose en lo que mejor
sabía y rezó como el infierno para que el hombre fuera un muy satisfecho
cliente.

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Capítulo Cuatro
—Te lo advierto —Su gemelo dijo mientras se volvía hacia los lados para
pasar a través de la multitud—. Estás actuando muy raro. ¿Desde cuándo vas a
los clubes?
Falcon se movió a través de la multitud, con los ojos pegados en Garrett
cuando el humano saltó arriba y abajo, lanzando su cabeza hacia adelante
cuando la banda tocaba su música.
—Desde ahora —Su respuesta fue simple. Se sentía atraído por el humano
con pelo de punta colorido y delineador verde acentuando sus ojos color
avellana. Vestido de punta en blanco con atuendo gótico. El tipo parecía ajeno a
lo follable que se veía. Pero otros lo notaron mientras lo miraban. Falcon dejó
escapar un bajo gruñido, dispuesto a arrancarle la cabeza a cualquiera que
incluso se acercara al chico.
Cuanto más miraba a Garrett, más sentía una cuerda atándose a su cintura y
como el pequeño artista estaba lenta e inexorablemente jalándolo hacia él.
Falcon no era capaz de mantenerse alejado del chico y no podía entender su
reacción hacia los otros que buscaban a Garrett con intenciones lujuriosas.
Garrett era solo una fascinación para él, nada más. ¿Entonces por qué carajo
quería matar a cualquiera que parecía encaminarse hacia el artista?
—Maldita sea, me gustaría haber venido antes aquí —Dijo Santos mientras
empujaba su gran cuerpo a través de la multitud y se acercaba furtivamente al
lado de algún jovencito rubio. Emilio les había abandonado, con una sonrisa
lobuna en su rostro, tan pronto como habían entrado en el club
Zane fue el único que seguía con él, lo cual resultaba sorprendente
considerando que Zane era un perro caliente como los otros del grupo.
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Pero su gemelo estaba más relajado, sus movimientos mucho más sensuales
y cultos que los de Emilio y Santos, sabiendo lo que quería se dirigía derecho a
ello. Zane era como Falcon. Iban tras su presa con un poco más de delicadeza,
atrayéndolos lentamente para pasar un buen rato.
Ellos siempre buscaban la oportunidad perfecta. Falcon todavía se
cuestionaba su profunda atracción hacia Garrett. Pero cuando miró al humano
vestido con ropa gótica, piercings faciales, y una amplia sonrisa en su cara, solo
pudo pensar en sexo crudo y primitivo, nada lento o cultivado.
—Ten cuidado —Zane le susurró—. Tus ojos están cambiando.
Tomando una respiración profunda, Falcon doblegó su deseo, sintiendo que
sus ojos finalmente volvían a la normalidad.
—Mucho mejor —Zane asintió en señal de aprobación.
Falcon se acercó a la barra y pidió un Capitán Morgan y un ganso gris para
su hermano. Se dio la vuelta, presionando la espalda contra el mostrador de
mármol veteado de oro, y aluminio en todos los bordes exteriores.
A pesar de ser un club punk rock, Ruby Red era un buen lugar para relajarse.
Él agarró su vaso y le dio a su hermano el suyo antes de pasar a la sección de
cabinas con forma de media luna. Falcon se sentó, tomando un sorbo de ron
mientras revisaba el lugar.
—Hola —Un tipo moreno con el pelo recortado dijo cuando se detuvo junto
a Zane—. ¿Está ocupado este asiento?
Zane hizo un gesto con la mano junto a él y el extraño se sentó.
Falcon finalmente se relajó, no detectando a cualquiera del clan Durango o
Darlings en el club.
Un Darling parecía tan humano como lo hacía Falcon. Era un engaño que
pagaban muchos seres humanos. No podían oler a un Darling, que tenía un olor
nocivo, como un cambia-forma podía; por lo que eran carne de cañón para las
repugnantes criaturas. Falcon no estaba muy seguro de dónde se originaron.
Realmente no lo sabía.
La sangre humana era un afrodisíaco para ellos, un alto adictivo que
anhelaban como un yonqui. Cualquier tipo de club lleno de seres humanos
desprevenidos era un punto de acceso para ellos, ya que podían tener a algún
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humano borracho en privado para darse una fiesta con su sangre. Los Darlings
nunca mataban a sus víctimas, pero dejaban a los pobres retorciéndose en un
dolor insoportable y con la memoria jodida sobre lo que les pasó.
De ahí es de donde algunos de los mitos relativos a los vampiros habían
venido. Los Darlings eran conocidos como vampiros por los seres humanos. Él
no tenía ninguna idea de por qué los humanos llegaron ese término.
Falcon resopló ante la idea de cómo algunos seres humanos idealizaban a las
criaturas, o juraban que ellos eran vampiros.
Si supieran la verdad.
—Vaya, eres oscuro y letal —Dijo un hombre de pelo negro cuando él se
sentó junto a Falcon—. Apuesto a que jodes como un sueño.
Antes de que Falcon hubiera enloquecido, él habría aceptado la oferta para
tener sexo sin sentido con el lindo humano. Pero su polla ni se movió por la
invitación descarada.
Tal vez tenía que ir a buscar su cabeza para examinarla porque de la única
persona que quería oír esas palabras, en la actualidad estaba rockeando en frente
del escenario, saltando como un hombre que se estaba divirtiendo mucho.
Aferrándose a su vaso de ron, Falcon se inclinó hacia el hombre,
presionando sus labios en su oreja.
—Mmm, eso suena como una muy buena idea. Por desgracia, estoy aquí por
otra persona.
El hombre se encogió de hombros mientras se alejaba y se levantó,
quitándose el pelo de su rostro como si estuviera tratando de aferrarse a su
dignidad. Falcon sabía que él no había dicho nada para que el chico se sintiera
barato o despreciado. Fue una respuesta muy educada, una que normalmente no
daba. Se sentía extraño como el diablo decir no al sexo ofrecido.
—Voy a estar en la multitud si cambias de idea.
Zane estaba con el moreno sentado sobre su cuerpo. Volvió la mirada hacia
Falcon, haciendo una pregunta con los ojos.
—A la mierda si lo sé —Dijo Falcon antes de soplar una frustrada
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respiración mientras se apoyaba en el mullido asiento y tomaba un sorbo de su


bebida.
La banda se tomó un descanso y la música entubada comenzó a fuera a
sonar por el club. Su pulso saltó cuando vio a Garrett y Lonnie caminando en su
dirección.
Se maldijo por tener una reacción tan de enamorado. ¿Qué pasaba con él
últimamente?
La risa de Garrett flotó hacia él antes de que el hombre ni siquiera se
acercara y la polla de Falcon se puso tan dura que tuvo que moverse en su
asiento. Los dos estaban tan absortos en lo que estaban hablando que pasaron sin
pestañear en la dirección de Falcon.
¿Qué jodidos?
Eso no era lo suficientemente bueno para él. Falcon se puso molesto porque
Garrett no lo había notado. Dejando su bebida junto a Zane en la mesa, se
levantó y fue a través de la multitud a por Garrett.
El hombre se detuvo frente al baño de los hombres, presionando la espalda
en la pared cuando Lonnie entró. Tenía una mirada enrojecida en su rostro,
como si se estuviera realmente divirtiendo esta noche.
Falcon se acercó, arrinconando a Garrett contra la pared, colocó sus palmas a
cada lado de su cabeza y lo enjauló dentro.
—Hola, Garrett.
Se acercó más, su nariz se deslizó por el cuello de Garrett mientras inhalaba
profundamente. Si tenía que follarlo para sacarlo de su sistema, pues lo haría. Al
tener relaciones sexuales con el humano, él también estaría quitando su marca,
que poco a poco se desvanecería.
Nunca debió marcarlo. Fue un movimiento estúpido y uno que pensaba
rectificar. Entonces ¿por qué en los cielos acababa de lamer el cuello de Garrett,
dejando su olor detrás? Nadie se interesaría sexualmente en el tipo si olían el
aroma de Falcon en el, arrugarían su nariz y se irían para otro lado.
Que lo demanden. Él no quería a nadie en la casa de Garrett. Había caído en
la locura e iba a montarla hasta que las malditas ruedas se cayeran; o hasta que
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él follara al tipo y consiguiera sacar a Garrett Grissom fuera de su sistema.


Garrett parecía que tenía problemas para respirar cuando Falcon retrocedió
para mirar a los hechizantes ojos color avellana.
—No sabía que venias por aquí —Dijo entre jadeos rápidos.
Aunque sabía que Garrett se sentía intimidado, su voz era un eco que fluyo
sobre Falcon en un ritmo seductor. Tal vez estaba en busca de una señal de que
Garrett quería tener relaciones sexuales, pero para la mente de Falcon ya lo
estaban haciendo. Él estaba imaginando todo tipo de lascivas cosas cuando la
gente se movió a su alrededor, como si Falcon no hubiese cercado a Garrett en
un muro en un lugar tan público.
La puerta del baño se abrió y salió Lonnie, sus ojos color verde pálido
saltando de Garrett a Falcon.
—Sabes, algunas personas podrían considerar esto acoso, Señor oscuro y
peligroso.
—Y algunas personas podrían considerar ocuparse de sus propios asuntos
de mierda —Falcon gruñó las palabras.
Garrett se deslizó por debajo de sus brazos, moviéndose rápidamente hacia
Lonnie, llevándose lejos de Falcon su olor celestial.
—Fue agradable volver a verte —Garrett susurró las palabras mientras
agarró la mano de Lonnie y se alejaron.
Obtener al hombre era más difícil de lo que Falcon había pensado. Nunca
había trabajado tan duro para ganar la atención de alguien.
Pero una cosa era segura. Falcon iba a follar al chico y deshacerse de la
sensación de locura torciéndose dentro de él.
Garrett gimió, haciendo todo lo posible para verse bien. Tenía una resaca del
infierno palpitando en su cráneo. Sabía que no debería haber salido a beber la
noche anterior.
¿Y que pasaba con Falcon apareciendo? No es que Garrett se quejara, pero
era extraña la manera en que el hombre prácticamente lo había acariciado con la
nariz y la lengua.
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—Aquí —Dijo Lonnie cuando le trajo un vaso de jugo de naranja y dos


aspirinas—. Esto debería ayudar.
Agarrando el vaso y las píldoras, Garrett miró a Lonnie.
—El hecho de que estés acostumbrado a las bebidas alcohólicas, no te da
derecho a estar todo alegre a la mañana siguiente. Deja a un individuo sufrir su
resaca.
Lonnie se río mientras apoyaba el hombro en el marco de la puerta.
—Pero mi frescura se debe al sexo, amigo. Una sudorosa ronda de Duro-
core, que - riza - hacia - fuera- tu - pelo del sexo.
Garrett no tenía ningún rizo, pero maldito si no deseaba haber tenido sexo
que asolara las puntas de su cabello. Tenía la sensación de que si se hubiera
pegado alrededor de Falcon anoche, él podría haber conseguido un polvo.
No había dudas, por la forma en que lo acorraló Falcon, lo hubiera
conseguido, pero el hombre lo asustaba muchísimo. Oh, fantaseaba con el Sr.
Rudo y magnífico, pero hacerlo real era algo totalmente diferente.
Lanzando las pastillas a la parte posterior de la garganta Garrett se tragó
todo el vaso de jugo.
—¿Por qué mi piel se siente con tanta picazón y apretada esta mañana? —
Garrett preguntó mientras dejaba a un lado el vaso—. Es como si mi cuerpo
estuviese tratando de deshacerse de mi piel como una serpiente.
La sensación había comenzado tan pronto como se había despertado y
Garrett temía que iba a arrancarse la maldita piel. La picazón era cada vez peor.
—Espera —Lonnie se alejó y luego volvió unos pocos segundos más tarde,
colocando una botella en la mano de Garrett—. Loción hidratante. Es pleno
verano. Tu piel esta probablemente seca, eso es todo.
Garrett miró la botella.
—Tú no usas esto para...
La sonrisa de Lonnie se transformó en una risa en toda regla.
—No es esa botella.
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—¿Y mis encías? —Garrett preguntó mientras abría la tapa y rociaba un


poco de loción en sus manos—. Se sienten como que los dientes están tratando
de crecer.
—¿Qué demonios bebiste anoche? —Lonnie preguntó mientras cruzó sus
delgados brazos sobre el pecho.
—No creo que lo que bebí tenga nada que ver con mis dientes.
Garrett metió la mano en la boca y movió unos pocos, pero ninguno de ellos
se sentía flojo. Así que, ¿por qué le dolían las encías?
—¿Cuándo fue la última vez que fuiste al dentista?
—Hace dos semanas y todo estaba bien —Garrett no se figuraba por qué se
sentía como si alguien le estuviera cortando las encías y abriéndolas. Estaban
rosadas y saludables cuando antes se miró en el espejo.
Lonnie sonrió a Garrett, con los ojos llenos de malicia.
—Tu no pusiste nada extraño en tu boca anoche... ya sabes, ¿como una
salchicha o algo largo, duro y relleno de crema?
Garrett se echó a reír mientras se untó la loción sobre sus brazos.
—Confía en mí, me acordaría si hubieran empujado una polla abajo de mi
garganta—. Él podría haberse embriagado, pero Garrett recordaba toda la noche.
Falcon se había quedado después de que él se fuera con Lonnie hacia el
escenario, observándolo todo el tiempo con esos ojos oscuros.
Por alguna extraña razón, nadie se acercó a él la noche anterior y Garrett
había visto un par con los que podría haber follado. Pero ni siquiera se detenían
para hablar con él. Lo miraban extrañamente, arrugaban su nariz y a
continuación se alejaban rápidamente. Más de una vez Garrett había probado su
aliento en su mano.
—Tal vez tú estás por pillar algo —Lonnie ofreció cuando rozó los rastas
rubias de su hombro y luego comenzó a jugar con algunos mechones—. Las
personas se resfrían en el verano todo el tiempo.
Jugando con la perforación por encima de sus ojos, Garrett considero la
posibilidad de que fuera un simple resfriado. Pero sus encías nunca le habían
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dolido con un resfrío antes.


—Me voy. No necesito enfermarme. Tengo una cita esta noche —Lonnie se
alejó.
—Así es, frótalo, gilipollas —Garrett le gritó a su amigo.
Se aclaró la garganta, se encontró con que no estaba adolorida. Fuera lo que
fuese lo que tenia, él deseaba que acabara de pasar a través de su sistema y se
fuera.
Odiaba estar enfermo.
Con la decisión de meterse con Lonnie, ya que el hombre estaba siendo un
idiota, Garrett caminó al frente y deliberadamente estornudó.
—Muy maduro, Rett —Lonnie cogió una lata de Lysol y echó el aerosol por
ahí, como una varita mágica que pudiera borrar los malos bichitos que fueron
bombardeados hacia él.
Garrett tosió en la densa nube de desinfectante y luego se cubrió la boca y la
nariz con la mano.
—Basta ya, antes que tengamos que ir la sala de emergencias por inhalar
toda la lata en nuestros pulmones.
Lonnie empujó la lata bajo el mostrador cuando un tipo entró en la tienda. El
desconocido arrugó su nariz y Garrett podría decir que el aroma de Fresh Linen
era demasiado fuerte.
—Lo siento —Garrett dijo mientras señalaba con el pulgar a Lonnie—. Mi
amigo está un poco loco.
—Llévatelo —Dijo Lonnie—. Tienes que poner tu mente en algo más que
echar un polvo —Lonnie sonrió—. O la falta de sexo en tu caso.
Garrett quería matar al hombre por poner todo su negocio hacia fuera allí
delante de un extraño. No le hacía falta que el hombre le ayudara a echar un
polvo, y el hombre de pie ni siquiera era el tipo de Garrett.
—Espero que te resfries.
Lonnie rodo los ojos mientras caminaba detrás del mostrador y sacó su
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revista, murmurando:
—Y yo que pensé que era el dramático.
Garrett miró al hombre de pelo oscuro que lo miraba, sólo un poco,
demasiado condenadamente duro.
—Sígueme.
Al diablo con eso.
—¿Tienes algo en mente? —Él ya sabía la respuesta por la apariencia del
tipo. Él sólo quería tinta, nada especial. Era por sus ojos y la forma en que miró
a Garrett, como si tuviera otras cosas en la cabeza. Tal vez se trataba de una
apuesta que había perdido. Tal vez el tipo estaba aquí sólo para demostrar que
podía conseguir uno, como una especie de iniciación a la edad adulta; o alguna
mierda así. Cualquiera que sea el caso, no estaba buscando algo específico.
—En realidad no.
Él ya había adivinado esa respuesta.
Estaba por enfermarse y tenía que perder el tiempo sentado aquí con Joe
Shmoe mientras miraba un libro, lo sacó y se lo dio sin siquiera mirarlo.
¿Estar cada vez más caliente entra en esa lista?
Garrett se aclaró la garganta, pero aún no sentía ningún dolor. Tal vez
debería ir a casa y dormir el resto del día libre. Un poco de sopa y té caliente
debía hacer el truco.
—Bastante agradables los dibujos que tienes aquí.
Garrett se dejó caer en su silla, no estaba realmente interesado en la
conversación cuando sintió su frente por cualquier signo de fiebre.
No, la piel esta fría al tacto.
—Supongo.
—Hueles bien.
Los ojos de Garrett se movieron, frunciendo el ceño cuando finalmente miró
al hombre. Él era un tipo promedio. Tenía pelo castaño, ojos lisos un poco
aburridos, y un cuerpo muy anodino.
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—¿Qué has dicho?


—Dije que las ventas deben de ser buenas.
Bien, ahora estaba oyendo cosas. Garrett acababa de añadir a su creciente
lista de cosas mal con él hoy. Estaba empezando a pensar que era algo más que
un resfriado.
—Va bien.
En realidad, el dinero era grandioso, pero no estaba a punto de decirle a este
hombre acerca de sus finanzas.
—Apuesto a que tienes algunos clientes muy interesantes —El hombre
hojeó el libro de dibujos, pero Garrett se dio cuenta de que no estaba realmente
mirando las páginas.
Un sentimiento de inquietud se apoderó de él mientras se preguntaba qué
pasaba con todas las preguntas. Solía pasar el tiempo hablando con sus clientes,
pero siempre sobre lo que querían tatuarse, los tatuajes que ya tenían o le
contaban algo sobre su vida. Nadie le preguntaba a él sobre su dinero y los
clientes. ¿Seria un competidor buscando obtener información de Garrett para
abrir una tienda cerca de la suya?
Bueno, tendría que buscar otro sitio. Garrett no iba a darle a este hombre una
mierda. Si era la competencia, entonces tenía que buscar respuestas en otra
tienda de tatuajes.
—Están bien —Repitió su respuesta, deseando que el hombre hiciera su
elección para que pudieran hacer esto de una vez. El conocimiento de que el
chico probablemente estaba tratando de sacar información a Garrett, hacia que
quisiera que se fuera... ayer. Pero ya que él no lo sabía seguro no podía
simplemente relajarse con el hombre.
Aunque quisiese.
El desconocido dejó el libro a un lado, mostrando dientes puntiagudos muy
fuertes. Garrett se levantó de un salto y empezó a retroceder, tiró con el brazo la
bandeja que estaba justo detrás de él.
—Veo que Falcon te ha tomado el gusto —Dijo el chico mientras se
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deslizaba de su silla, acercándose más, pasándose la lengua por el labio inferior


y mirando a Garrett como si fuera su próximo bocado—. Su marca huele tan
bien en ti.
¿Marca? ¿Qué maldita Marca? ¡Este hombre era un jodido loco!
El corazón de Garrett comenzó a latir fuertemente detrás de sus costillas. No
estaba seguro de lo que este hombre estaba haciendo, pero él quería que se fuera,
ahora.
—¡Fuera gilipollas!
Una sonrisa torcida apareció en el rostro del hombre, haciendo que él no
pareciera tan normal. Sus ojos aún estaban de color marrón, pero Garrett podía
ver un tinte de color rojo en ellos.
El desconocido se acercó más, atrapando a Garrett en la encimera.
—Sólo déjame probarte un poco, por favor.
Grandioso, un hombre loco con modales.
—¡Vete de una puta vez!
Garrett trató de girar, pero no había espacio suficiente. El hombre le agarró
la muñeca con mucha fuerza, seguramente le dejaría moretones, inmovilizando a
Garrett consiguió agárrale el otro brazo, y pronto los dos estaban forcejeando
alrededor de toda la habitación, mientras Garrett le gritaba obscenidades al tipo.
Mientras peleaban, Garrett olía un olor nocivo. No estaba seguro de donde
venía, pero él no estaba dispuesto a dejar que este punky obtenga la sartén por el
mango. Su nariz comenzó a arder y se sentía como que iba a enfermarse.
No ahora. Por favor, no dejes que lance mis tripas en estos momentos.
—¿Qué estás haciendo? —Lonnie gritó cuando apareció en la puerta. Para
sorpresa de Garrett, Lonnie lo atacó con una escoba, pegándole repetidamente—
. ¡Suéltalo, idiota!
El hombre se dio la vuelta listo para atacar a Lonnie. Garrett pateó su pierna,
conectando su pie derecho detrás de la rodilla. El desconocido se derrumbó y
luego se puso en pie enseguida.
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—Volveré por ti. —Le dijo a Garrett antes de moverse, pasar a Lonnie e irse
por el pasillo.
—¡Y yo voy a tener mi escoba! —Lonnie gritó mientras perseguía al chico.
Garrett se levantó de un salto. No podía permitir que Lonnie se enfrentara al
loco. No había visto un arma de fuego, pero en estos días no había forma de
saber si la llevaba o no.
Lonnie estaba de pie en la gran ventana, mirando hacia abajo en la calle.
Tenía una mano en su cadera delgada y la otra agarrando el palo de la escoba.
—Te lo juro, la gente de por aquí se está poniendo cada vez más y más
extraña.
—¡No vuelvas a perseguir a un demente de nuevo! —Garrett le gritó al
hombre cuando arañó en él el miedo a lo que podría haber sucedido. Su mejor
amigo podría ser valiente, pero Lonnie era como un guppy en un estanque de
tiburones. Él no estaba construido para pelear y le faltaba fuerza. Garrett lo
amaba como un hermano, pero el tipo no era rival para un loco.
Lonnie se dio la vuelta y sonrió a Garrett, sosteniendo su escoba.
—Él va a pensarlo dos veces antes de volver aquí.
¿Hablaba en serio? Garrett negó con la cabeza y luego hizo una mueca. Miró
hacia abajo a su muñeca para ver el perfecto contorno de los dedos del hombre
en un moretón rojo desagradable.
Tal vez debería haberse quedado en casa y cuidar de su resfriado incipiente.
Pero él estaba contento de que había venido. Se estremeció ante la idea de
Lonnie estando aquí solo y enfrentando a ese gilipollas.
Garrett giró sobre sus talones y echó la mano hacia arriba en señal de
frustración.
—Estoy por ir a acurrucarme y dormir en mi cuarto hasta que este resfrío se
me vaya. Llámame si me necesitas.
—¡Te estás muriendo! —Lonnie le gritó cuando Garrett caminó de regreso a
su habitación.
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Capítulo Cinco
Los sentidos de Falcon se declararon en alerta tan pronto como entró en
Andrómeda.
Olía a Darling. El olor era débil, como si la criatura hubiese estado aquí
hacia horas, pero no debería haber estado el aroma del Darling, y punto.
Se movió rápidamente por el pasillo, se preocupó cuando no vio a ninguna
persona atendiendo el mostrador. Sabía que alguien debería haber estado allí.
Lo que él no sabía - y lo asustó más de lo que quería admitir - era por qué
estaba el olor persistente de Darling aquí en primer lugar. Entró en la puerta de
la habitación de Garrett, su mirada aterrizando en el ser humano.
Los párpados de Garrett se levantaron, las gruesas pestañas revelando su
mirada avellana que ya no se llenaba con la tensión nerviosa que parecía poseer
cada vez que Falcon estaba cerca de él.
Estaban llenos de temor y resignación. Falcon quiso saber qué demonios
había sucedido aquí. Su lobo amenazaba con salir libre y tuvo que utilizar una
gran cantidad de moderación para detenerlo.
—No creo que pueda terminar tu tatuaje esta noche —Garrett bajó la mirada
y ahí fue cuando Falcon lo vio sosteniendo su muñeca. Entró en la habitación,
cerrando la puerta detrás de él y tomó suavemente la mano de Garrett, y evaluó
la herida. El cardenal no podía ser confundido con nada que no fuesen huellas
dactilares.
—¿Quién te hizo daño? —Giro con cuidado la mano de Garrett y luego otra
vez, miro fijamente al humana en silencio—. Te he hecho una pregunta.
—Un lunático —Garrett liberó su mano y la apoyó en su pecho—. Él vino
aquí —Garrett se detuvo—. No, en realidad pregunto por un tatuaje. Supuse que
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quería uno y lo traje a mi habitación.


La ira de Falcon se sintió como una cosa viva y respirando dentro de él ya
que se encendió cuando miró a Garrett sentado y herido.
El Darling había estado en esta misma sala con el hombre que Falcon había
marcado.
—Él comenzó a hacer algunas preguntas muy extrañas —Garrett continuó.
Falcon podía sentir el lobo dentro de él chasqueando sus mandíbulas, listo para
ir después por la criatura que había perjudicado a Garrett.
El humano levantó la cabeza, inclinándola a un lado.
—Mencionó tu nombre y luego me dijo que quería probarme un poco.
La mandíbula de Garrett parecía aún más cuadrada de lo que Falcon
recordaba cuando se puso rígida como el granito.
—Me dijo que me marcaste.
El hombre se puso de pie lentamente, cuadrando los hombros mientras
miraba a Falcon directamente a sus ojos. Fue un acto muy audaz, uno que nunca
pensó ver hacer a Garrett.
—Espero como que no signifique que tú pusiste algo en mí, amigo.
Tomando asiento en la silla acolchada, Falcon ignoro la acusación mientras
tomaba la muñeca buena de Garrett hasta que el ser humano estaba finalmente
de pie delante de él. Él comenzó a examinar los moretones un poco más, pero
pronto sus dedos curiosos comenzaron a masajear suavemente la piel.
Estudiando a Garrett por un momento, Falcon lanzó la precaución al viento
y poco a poco se inclinó hacia delante, rozándole la mandíbula con los dientes
mientras inhala el aroma del humano.
Garrett se echó hacia atrás. —¿Qué estás haciendo?
Falcon se acercó, lentamente hacia el hombre nuevamente, inclinando la
cabeza hacia un lado mientras clavaba los ojos en Garrett.
—Ven aquí —Habló en voz baja, pero puso el calor suficiente detrás de sus
palabras para que el ser humano no confundiese su petición con nada más.
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Deslizando la mano por el brazo de Garrett, Falcon pasó los dedos por
Garrett y luego le dio un ligero codazo.
Garrett dio un paso hacia adelante. Una sonrisa tiró a un lado de la boca de
Falcon.
—Prometo no morder —Enganchó la nuca del hombre y lo tiró más cerca—.
Mucho mejor.
Garrett se arqueó en sus brazos, jadeante, sus ojos color avellana llenos de
alguna especie de asombro nervioso. Falcon no era capaz de moverse. Se sentó
allí sosteniendo al hombre, sintiendo el calor en la carne de Garrett a través de
sus dedos como electricidad desatada.
Falcon miró a Garrett estrechamente a medida que bajaba la cabeza, sus
labios rozando sobre los del artista. La atracción era innegable, la lujuria y el
deseo llenó la habitación, mezclándose entre sí para crear una embriagadora
mezcla de lujuria que tenía a su polla gruesa en sus pantalones vaqueros.
Los labios del hombre estaban rígidos al principio, sus dedos curvándose en
el pelo de Falcon. Se dio cuenta de que Garrett quería besarlo de nuevo, pero
tenía un persistente aroma de aprehensión.
—No tengas miedo, Garrett —dijo Falcon mientras movía sus manos hacia
arriba por la espalda del chico y rozó sus labios sobre el artista en un tentador
gesto—. Prometo que no te dañare.
Sabía que esas no eran las palabras correctas para decir, pero Falcon nunca
había sido bueno al expresarse. Quería a Garrett relajado, para que Falcon
pudiera mostrarle lo mucho que lo quería. El hombre dio un gruñido en la parte
posterior de la garganta, como rendición.
Garrett contuvo el aliento, cerrando los ojos mientras inclinaba la cabeza
hacia arriba, lamiéndole los labios. Falcon gimió mientras chupaba la lengua de
Garrett con su boca. Su lengua lo exploró mientras lo sentía finalmente abrirse a
él, cediendo ante el beso y Falcon. Cuando Garrett gimió, el control de Falcon se
hizo añicos. Empezó a besar a Garrett más salvajemente, abrazándolo más
fuerte, sus colmillos alargándose cuando su polla palpitaba por la liberación.
Tirando del hombre hasta que Garrett estaba sentado a horcajadas, Falcon
sabía que iba a joder al artista aquí en esta habitación. Se esforzó por respirar,
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luchando por tener a su bestia bajo control, sus manos apretando el culo del
hombre con ganas de hundir su polla hasta la empuñadura.
Falcon chupó con fuerza el labio inferior de Garrett, masticando y lamiendo,
saboreándolo deliberadamente como si estuviera buscando algo delicioso bajo la
piel regordeta. Su aliento era caliente en el espacio que habían hecho entre ellos.
Garrett seguía con los ojos cerrados y los abrió mirando a Falcon con avidez.
Falcon levantó la mano por el duro pecho de Garrett, que serpenteaba bajo
su camiseta, acariciando su piel sudorosa. Sus dedos ásperos pasaron por el
pezón, pellizcándolo ligeramente.
—Hey, me encontré con esto —Lonnie se quedó inmóvil mientras
permanecía de pie en la puerta, echando un vistazo a la escena que tenía
delante—. No puedo dejarte solo durante dos segundos, Rett. —Puso sus manos
en sus caderas—. La próxima vez deja un colgante de ocupado en el pomo de la
puerta.
—Vete —Falcon espetó, escondiendo sus colmillos detrás de sus labios para
que el ser humano no los viera.
Garrett se bajo rápidamente de su regazo, mirando a Falcon como si nunca lo
hubiera visto antes. La necesidad en Falcon lastimaba su jodida ingle. Le hacía
querer empujar a Lonnie fuera de la habitación y cerrar de golpe la puerta en la
cara del chico.
Él se lo merecía, porque el momento de intimidad se destrozó por su
intrusión.
—Yo voy a dejar que seas una puta sin sentido —Bromeó Lonnie a
Garrett—. Diviértete.
Garrett se volvió hacia Falcon, con el rostro enrojecido y los ojos brillantes.
Falcon veía los signos de excitación, pero el chico dio un paso atrás.
—Tú probablemente querías que yo terminara tu tatuaje.
No, Falcon quería terminar su sesión de besos y joder al hombre mientras se
inclinaba sobre la maldita silla acolchada. Pero pudo ver que eso no iba a
suceder por la forma en que Garrett puso distancia entre ellos.
Sacándose la camisa por la cabeza, Falcon la arrojó sobre el mostrador y
puso su espalda en el cojín. Él dobló el dedo llamándolo, pero Garrett no se
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movió.
—Puedes terminar mi tatuaje cuando haya terminado de follarte. —Declaró
descaradamente. Tenía que quitar la marca para que volviera su cordura.
Lonnie había dado en el clavo ayer por la noche cuando dijo que Falcon era
un acosador.
Nunca antes nadie había torcido su cabeza así y quería poner fin a las
emociones locas que se instalaron dentro de él.
Follar al hombre iba a curar todos sus males.
Una sonrisa de infarto se formó en los labios de Garrett y pudo ver en los
ojos color avellana del chico que estaba asustado. Dio un paso más y entonces la
sonrisa se desvaneció.
—Tu tatuaje.
Joder.
Falcon se había olvidado de ese pequeño detalle. Sabía que parecía curado
como si tuviera semanas de antigüedad. Garrett lo hacía actuar de forma
irracional, solo pensó en venir a verlo y se olvidó de encontrar una excusa para
explicar porque se curó tan rápido.
Los lobos podían sanar algo de menor importancia, como un tatuaje o un
rasguño, o incluso un pequeño corte un poco más rápido. Pero los daños
importante no sanaba tan pronto.
El chico parpadeó sorprendido, mirando el contorno de la gárgola y luego a
Falcon.
—¿Cómo demonios sanaste tan rápido?
—Con una buena loción —respondió Falcon—. Ahora ven aquí.
Garrett se acercó más, pero no se sentó nuevamente en el regazo de Falcon.
En cambio, él acercó su silla y se sentó, sus dedos rozando sobre la piel de
Falcon con los ojos llenos de asombro.
Falcon estaba poniéndose duro otra vez sólo por el tacto suave de Garrett.
—Si tú vas a tocarme así, al menos, pon mi polla en tu boca.
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Falcon se sentó de un salto, su lujuria olvidada cuando el sintió un aroma


sutil, uno que no debería estar allí.
Echó la cabeza hacia atrás y aspiró profundamente. El aroma que atrapó
sacudió a Falcon hasta la médula. Él agarró la barbilla de Garrett entre su dedos,
inclinando la cabeza del humano para atrás.
—¿Qué estás haciendo? —Garrett empujó su mano.
—Estate quieto. —Falcon espetó. Tiró de la piel hacia abajo de los ojos de
Garrett, examinándolos antes de levantarle el labio superior. Su corazón se
encogió al ver que los dientes caninos de Garrett estaban un poco más largos de
lo que deberían ser.
¿Cómo podía estar pasando esto? Él no se lo había tirado ni mordido,
Garrett, sin embargo, parecía estar pasando por el cambio. También, la piel del
artista se sentía cálida en la palma de su mano.
Otro lobo había apostado una reclamación. Tiró de la camisa de Garrett a un
lado, pero no vio la herida en el hombro del hombre. Él sólo sintió su olor en
Garrett.
Joder, olía como que el chico se había sumergido de cabeza en un barril con
olor de Falcon. El pequeño truco que hizo en el club no habría hecho que esto
suceda. El rasguño que le dio a Garrett cuando lo marcó no habría provocado el
cambio.
Eso sólo significaba una cosa.
Falcon de alguna manera había convertido al hombre. Pero eso no era
posible.
No intercambiaron fluidos corporales. Él habría recordado tener la polla en
la boca o el culo de Garrett.
La mente de Falcon cayó, pensando fuera de control mientras trataba de
averiguar cómo se había convertido Garrett.
—¿Esta tu piel tirante y con picazón?
Su agarre se hizo más fuerte lo hizo que Garrett lo mirase.
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—¿Qué síntomas tienes?


—Hombre, termina con todo el asunto posesivo. Estás empezando a sonar
como una de las citas de Lonnie. Sólo tengo un resfriado de verano eso todo.
Garrett lo golpeó en la mano, pero Falcon no se movió.
—Respóndeme.
Mientras Garrett hablaba, el corazón de Falcon se hundió más. El humano
nombro todos y cada uno de los síntomas de una conversión a lobo. Él y su
hermano gemelo habían pasado por lo mismo, sólo que un centenar de veces
más doloroso.
Cuando Falcon había convertido a Emilio y Santos, habían experimentado lo
mismo.
Falcon soltó la barbilla de Garrett y agarró su teléfono, llamando a su
hermano Zane. Garrett ya no estaba a salvo aquí y era responsabilidad de Falcon
ya que fue él quien lo convirtió.
Él realmente no sabía cómo había logrado esa hazaña sin tocarlo.
—Tenemos una situación en Andrómeda. Arrastra tu culo hasta aquí.
Falcon colgó y guardó el teléfono en el bolsillo de atrás.
—Tú no tienes un resfriado de verano. —Le dijo a Garrett.
—Confía en mí, le pregunté al Dr. Google y eso es exactamente lo que dijo.
—Garrett argumentó.
Maldita sea el hombre era terco. Falcon no iba a explicarle nada allí porque
no tenían intimidad. Lo que él tenía que decir no era para otros oídos humanos.
Pronto Garrett caería en un profundo sueño para que su cuerpo pueda terminar la
conversión. El hombre estaría vulnerable, abierto para el ataque.
Falcon miró la herida de nuevo y vio que ya estaba en las primeras etapas de
curación. El color era negro y azul, sin embargo, vio un tinte de color amarillo.
Mierda, el tipo realmente se estaba convirtiendo. Falcon no estaba seguro de
si debía enojarse o sonreír. No le importaría estar alrededor de Garrett más a
menudo, ¿pero convertirlo?
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Eso era un poco exagerado.


Entonces se acordó de un detalle crucial.
Los Darlings tenían a Garrett en su radar. Falcon tenía un solo lugar para
llevarlo.
La cabaña.
Incluso antes de que los Jinetes Oscuros aparecieran a la vista, Falcon podía
sentir su presencia. Venían por las escaleras como cazadores de recompensas
por sus objetivos, dirigiéndose directamente a la tienda. Se dio la vuelta para ver
a Lonnie lanzándose por el pasillo antes de que el hombre de baja estatura
llegara derrapando cerca de Falcon.
—¿Qué diablos está pasando? —Sus pálidos ojos verdes eran asesinos—. Si
están aquí para hacerle daño a Rett, ¡Tendrán que enfrentarse conmigo!
Falcon admiro el fuego del jovencito, pero él no tenía el tiempo ni la
inclinación para explicarle nada. Sus ojos se posaron en los de Santos tan pronto
como el hombre calvo entró por el pasillo y luego asintió hacia Lonnie.
Santos de inmediato agarró al chico y se lo llevó hacia el frente de la tienda.
Oyó a Lonnie gritar sobre la retribución y luego se quedó en silencio.
Garrett empujó el pecho de Falcon.
—¿Lastimó a Lonnie?
—No —Respondió Falcon, a sabiendas de que Santos no haría daño a nadie
más débil que él. El tipo tenía una disposición muy amarga, pero Santos no era
un bruto, a menos que tuviese que serlo. Falcon se volvió hacia su hermano.
—Huele el aire.
Zane estaba mirando a Garrett con humor y Falcon sabía que era porque el
ser humano se había atrevido a meterse en él. Los ojos de su hermano toparon en
Falcon y el humor huyó rápidamente. Echó la cabeza hacia atrás e inhaló
profundamente.
Bajando la cabeza, Zane miró boquiabierto a Falcon.
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—Él está nadando en tu olor.


—Y ni siquiera hice la escritura para que eso suceda. —Falcon explicó,
tratando de mantener el código para que Garrett no se asustara. Él levantó una
mano cuando Zane abrió la boca—. No tengo ni idea de como fue la cosa con él.
El sexo no siempre estaba involucrado. Falcon no había tenido relaciones
sexuales con Emilio o Santos para convertirlos, pero el sexo sin duda estaba
involucrado cuando se acercó a Garrett y Falcon dudaba que no lo recordase si
hubiera sucedido.
—Cualquiera que sea el caso, —Dijo Emilio, de pie junto a Zane—, él
necesita salir como un fantasma antes de que ocurra “el sueño”.
—Yo no voy a ninguna parte contigo —Garrett protestó mientras daba un
paso atrás, un fuerte aroma a miedo inundo la habitación.
—¿Oliste a un Darling cuando entraste en la tienda?
Los ojos de Falcon parpadearon hacia Garrett y se preguntó cuánto tiempo
tenían antes de que el hombre se dejara caer en el sueño que su cuerpo le pediría
para completar la conversión.
Emilio asintió.
—Olí rastros débiles.
—¿De qué demonios estás hablando? —Garrett exigió.
Falcon dio un paso hacia delante y finalmente vio la expresión que Garrett
siempre tenía cuando lo miraba, vacilación y lujuria.
—Tú te vienes con nosotros.
—No está bromeando. —Dijo Emilio a Garrett—. Me gustaría que hicieras
lo que te dice.
El hombre abrió la boca, sin duda dispuesto a discutir, y luego la cerró.
Arrugó los labios, pero no dijo una palabra más.
Falcon miró a Zane una vez más.
—Necesito que vayas a su casa y recojas algo de ropa. Como fui yo el que lo
convirtió, él está ahora bajo mi protección.
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—Todos tienen que saber que estoy comprometido. —Garrett se quejó a su


lado, sus ojos castaños oscurecidos por la ira.
Falcon flexionó su mandíbula.
—Dije convertido, no que estés comprometido.
—Me gusta más lo que dije yo —Garrett murmuró por lo bajo.
—A pesar de que he oído eso de mí de vez en cuando —Dijo Santos
mientras apareció y le guiñó un ojo juguetonamente a Garrett desde el pasillo.
A Falcon no le gustó el guiño. Estaba listo para golpear al hombre en los
ojos.
—¿Quien fue, tu madre? —Emilio preguntó y luego esquivó un golpe de la
mano descomunal de Santos. Emilio y Santos tenían bastante más de 300 años
de edad, pero a veces actuaban como si tuvieran cinco. La madre de Santos
todavía era un tema delicado. Su familia y la de Emilio habían emigrado de
España cuando Falcon los convirtió a los dos. Durante un siglo entero Santos
odio a Falcon por lo que había hecho, aunque Falcon lo había hecho para
salvarle la vida, y trató de volver a casa con su familia.
Eso no funcionó tan bien cuando su madre vio sus caninos y lo escupió,
diciéndole a Santos que era el diablo. Al parecer, ella era muy religiosa. Santos
se había enfurruñado hasta que finalmente puso atrás su pasado y comenzó a
vivir la vida como un lobo.
Ahora, el hombre calvo mostraba su verdadera personalidad, que era muy
sarcástica y mordaz, a veces.
—Nos estamos quedando sin tiempo. —Emilio dijo cuando él se quedó
fuera de alcance de la mano de Santos—. Estoy muy, muy seguro de que el
Darling parloteara a los otros de la conversión de él y otros vendrán.
Y si uno de esos Darlings se metía en un aprieto con un lobo del clan de
Durango, se lo contaría para ganar su libertad.
Falcon cerró los dedos alrededor del brazo de Garrett.
—Vamos a moverlo fuera.
—¡Esto es un secuestro! —Garrett gritó mientras se dirigían hacia el frente
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de la tienda. Él estaba tirando de su brazo, pero Falcon lo sostenía con fuerza


junto a él. Necesitaba calmar a Garrett, no podía llevárselo de aquí mientras
gritaba que lo estaban secuestrado.
Agarrando la barbilla del artista, Falcon se inclinó y lo besó. Los lobos
liberaban a voluntad en su saliva una sustancia química llamada serotonina. Esta
calmaba a quienesquiera que entrara en contacto con ella, aliviando la ansiedad.
Pero Falcon tenía que tener cuidado. En dosis altas, en realidad podría poner
a la persona en estado de coma. Cuando soltó los labios de Garrett, el hombre
todavía parecía enojado, pero él no estaba gritando y ya no estaba luchando
contra Falcon.
Falcon tenía que salir de aquí. El beso estaba causando estragos en su cuerpo
y su lobo estaba gruñendo, con ganas de otro beso, con ganas de terminar lo que
habían empezado antes en la habitación.
Antes de que Falcon pudiera conseguir sacar al ser humano por la puerta,
Lonnie salió detrás del mostrador con una escoba de paja, golpeando con fuerza
la maldita cosa en él. Falcon estaba listo para arrancar al tipo en piezas hasta que
Santos tomó al jovencito y tiró la escoba.
Santos lo levanto en el aire, dejando a Lonnie colgando.
—¡No voy a dejar que te lo lleves! —Lonnie gritó—. ¡Voy a destripar a
todos ustedes dónde están parados!
Falcon altamente dudaba de ello, pero sabía que dejar a Lonnie detrás sería
un gran error. El tipo era el mejor amigo de Garrett e iría a cualquier cosa para
ayudar al artista.
—Joder. —Le gruñó a Santos—. Llévalo.
Falcon alcanzó su Ducati agarró el casco y le entrego otro a Garrett.
Garrett tomó el casco de la mano de Falcon.
—Todavía no sé por qué me están secuestrando.
—Voy a explicarte las cosas una vez que estés a salvo.
Garrett miró boquiabierto a Falcon y luego cerró la boca.
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—¿El jefe de la mafia está detrás de mí o algo así?


Si sólo fuera así de simple. Señaló el casco y luego pasó la pierna por
encima de su moto. Los ojos de Falcon barrieron el barrio, buscando a Darlings
y lobos.
Cuando Garrett no se montó en la moto, Falcon miró sobre su hombro. El
hombre estaba mirando a Falcon, la Ducati, el casco en su mano, y luego el
parche en la parte posterior de la cazadora de Falcon.
Sus mentes estaban conectadas. Cuando Garrett dormía, Falcon podía ver en
su mente. Sabía que el hombre fantaseaba acerca de montar en la parte trasera de
su moto. Era una fantasía absurda, pero Garrett lo había soñado toda la maldita
noche.
Así que ¿por qué estaba tan halagado por ese sueño recurrente?
Y ahora se estaba convirtiendo en una realidad para el hombre. Sólo que
Falcon no estaba reclamando a Garrett como suyo. Él estaba tratando de sacarlo
del peligro. Con toda la prisa, nunca se dio cuenta de que estaba realizando
indirectamente una de las fantasías de Garrett.
—Tenemos que irnos ahora —Dijo Falcon, tratando de tirar de nuevo a
Garrett al aquí y ahora.
Sabía que Garrett le había oído hablar por la expresión de su cara. La mirada
de ensueño se desvaneció.
Finalmente, después de un largo rato, Garrett sacó su mierda fuera y se puso
el casco negro con el logotipo de los Jinetes Oscuros en el lado y lo aseguro en
su lugar. Sus dedos tocaron los hombros de Falcon tentativamente cuando él se
subió a la parte trasera.
Falcon volvió la cabeza hasta que pudo ver a Garrett, dando al chico una
sonrisa maliciosa.
—Vas a tener que mantenerme más apretado que eso. Es una moto muy
rápida y si terminamos en una persecución, no pienso desacelerar.
Las manos de Garrett se trasladaron de los hombros de Falcon hasta la
cintura, pero él todavía lo sostenía como si fuera de cristal frágil o con miedo de
realmente retenerlo. Listo para salir pitando de allí, Falcon agarró las manos de
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Garrett y apretó al hombre hacia adelante hasta que él estaba pegado Falcon.
—Hagas lo que hagas, no te sueltes.
El casco asintió. Satisfecho, Falcon dio la vuelta encendió su moto antes de
alejarse de la acera, dejando a Garrett llegar a orientarse antes de hacer un
cambio de sentido en la calle y se fueron.
Él mantuvo el límite de velocidad hasta que estuvo fuera de la ciudad y
entonces la velocidad de Falcon aumentó tanto que aterrorizaría a cualquier
humano.
Los brazos de Garrett se apretaron a su alrededor, pero el hombre no se
quejo, el toque en Falcon no disminuyo. La velocidad era una carrera, pero
también lo eran los brazos de Garrett a su alrededor. Eso por sí solo conmociono
a Falcon. Él no podía mantener al humano y no estaba interesado en mantener a
Garrett.
Había sido una marca simple, porque el hombre le había intrigado.
¿Cómo había ido tan mal? Y la conversión, Falcon todavía estaba tratando
de averiguar cómo sucedió eso. Abrazó las curvas del camino, llegando cerca de
la entrada de la carretera de acceso.
Sintió más que oyó otra moto detrás de él y Falcon sabía que era Santos.
Emilio probablemente se había ido con Zane para ayudar a su hermano a recoger
las cosas de Garrett. Redujo la velocidad, listo para girar, cuando sintió el agarre
de Garrett aflojarse ligeramente.
Falcon se estaba quedando sin tiempo. Garrett pronto estaría en un profundo
sueño por la conversión tratando de completar los cambios profundos en su
cuerpo. No había manera de que pudiera viajar con un hombre inconsciente.
Falcon tenía que darse prisa.
Tomó el camino de acceso más rápido de lo que lo había tomado antes. Sin
embargo, Falcon evadió las ramas bajas, se movió alrededor de los profundos
baches, pistas y zanjas en el suelo, atravesando el terreno con facilidad. Olfateó
el agua del lago y supo que estaba casi en casa.
El agarre de Garrett se aflojó aún más, haciendo que Falcon frenara para
detenerse. Justo cuando plantó los pies en el suelo, el cuerpo de Garrett cayo,
dando a Falcon sólo unos segundos para atrapar al hombre antes de que él
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cayera de la moto. Santos se detuvo detrás de él, desmontando y dirigiéndose a


Falcon. Lonnie hizo lo mismo, corriendo hacia ellos con el casco de Santos bajo
el brazo delgado.
—¿Qué demonios le has hecho a mi mejor amigo? —Preguntó Lonnie
acusadoramente mientras dejaba caer el casco de debajo del brazo y tiró de
Garrett de vuelta a una posición sentada—. Y no me digas que fue el frío el que
le hizo esto. Algo extraño está pasando con ustedes y exijo saber de qué se trata.
—Hazte a un lado, macho —Santos dijo mientras señalaba a su moto—.
Vete allí y deja de ser una molestia.
Lonnie entrecerró los ojos mientras empujaba un dedo en el pecho de Santos
con cada palabra que pronuncio.
— Tú no me gustas.
—Ditto, tu eres un gran dolor en el culo. —Dijo Santos antes de volverse a
Falcon—. Yo podría atarlo a ti.
Santos tendrían que hacerlo. Esa era la única manera de que Falcon pudiera
llevar a Garrett a la cabaña sin que se caiga de su moto.
Cuidar de Garrett era una sensación extraña. Aunque Falcon tenía a tres
hombres bajo su mando, no se avergonzaba de admitir que era un hombre muy
egoísta. Después de 700 años, se había convertido en insensible a los deseos y
necesidades de los demás.
Pero Garrett había despertado algo dentro de Falcon, y todavía se negaba a
examinar la locura muy de cerca.
—Hazlo.
Santos regresó a su moto, cavo a través de su alforja, y luego volvió con un
trozo de cuerda.
—¿Qué clase de kinky es ese? —Lonnie gritó desde la moto de Santos, pero
no se acercó.
Ellos no le hicieron caso.
Falcon arqueó una ceja ante Santos.
—No hay nada mejor que un maldito hombre con ideas divertidas.
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—No soñaría con eso. —Bromeó Santos, a pesar de que sus oscuros ojos
fueron vacilantes hacia el cuerpo inconsciente de Garrett. Él sabía qué tan grave
era la situación. Necesitaban llevar a Garrett a la cabaña rápidamente. La
conversión estaba emitiendo un olor distinto, uno que Darlings y lobos por igual
podrían identificar fácilmente.
Santos quito el casco de Garrett y lo dejó a un lado cuando lo ató
cuidadosamente a Falcon.
Falcon condujo por el bosque un poco más cuidadosamente sabiendo que
Garrett no era consciente o estaba aferrándose con sus propias manos. La cabeza
del artista descansaba sobre su hombro para que pudiera escuchar su respiración.
Se sintió aliviado cuando por fin llegaron.
Falcon estacionó su moto y esperó a Santos. Si trataba de desatar el mismo a
Garrett, el hombre iba a desplomarse.
Cuando Santos llegó hasta él y se mantuvo al lado de Garrett, Falcon se
encontró gruñendo en una advertencia suave. El sonido era lobo puro, dejando a
Santos saber que él no apreciaba que tocara a su… ¿su qué? Garrett fue una
desafortunada causalidad en todo esto, pero él no era de Falcon, ni lo sería.
Tirando de la cuerda a un lado, Falcon sacó su pierna sobre la moto antes de
acaparar a Garrett, balanceando al ser humano en sus brazos y lo llevo al
interior. Santos abrió la puerta de la cabaña, Lonnie iba detrás de ellos, con
curiosidad brillando en sus ojos de color verde pálido. El interior de la cabaña
estaba lleno de polvo y sin uso, la estructura se veía como si hubiera sido
abandonada hace mucho tiempo.
Se dirigió hacia la puerta que parecía pertenecer a un closet. Cuando Santos
la abrió, había una puerta de acero negro frente él. Santos utilizó su clave y la
abrió y luego Falcon descendió a su vivienda. Era de tamaño grande, de más de
seis mil pies cuadrados que habían sido cavados hace siglos.
Con los años, el lugar había sido mejorado, ahora se asemeja a un bunker de
felpa. Había incluso un nivel más bajo donde dormían. Esta habitación era
donde se congregaban para ver la televisión o para supervisar las muchas
cámaras y sensores que había ocultos en todo el bosque y el interior de la
cabaña. Había incluso una bien surtida cocina gourmet a la izquierda.
Falcon se dirigió a la escalera que conducía a los dormitorios, llevando a
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Garrett al suyo.
Él puso al hombre cómodo y luego suspiró. Necesitaba averiguar cómo
sucedió esto. Pero aún más acuciante, Falcon esperaba que Garrett sobreviviera
a la conversión.

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Capítulo Seis
Santos estaba consiguiendo un maldito dolor de cabeza gracias a Lonnie. Él
normalmente amaba a los pequeños jovencitos rubios, pero con éste tenía una
migraña del infierno.
—Tu no necesitas saber todos los detalles de lo que está pasando. —Le
subrayo por vigésima vez.
Lonnie entrecerró sus ojos de color verde pálido en Santos cuando él giró la
cabeza por encima de su hombro delgado, bronceado natural.
—Bésame el culo, el Sr. yo-soy-un-duro-oso.
De pie en toda su estatura, Santos emitió un gruñido amenazador que hizo
que Lonnie diera un paso atrás.
—Ten mucho cuidado con quién hablas. Yo no soy alguien con quien jugar,
mequetrefe.
Lonnie se veía aterrorizado, pero increíblemente, se mantuvo firme.
—Y yo soy alguien que quiere saber todo cuando se trata de mi mejor
amigo. Dime, ¿qué diablos está mal con él?
—No pasa nada. —Dijo Santos cuando se volvió para salir de la sala de
estar—. Sólo pon tu culo en algún lugar y cierra la boca.
—¡Espera! —Lonnie corrió alrededor del sofá y se paró frente a él.
Santos se quedó mirando al hombre diminuto. Él estaba medio tentado de
admirar la valentía del tipo. Eso fue hasta que abrió la boca de nuevo.
— Dime la verdad, Grape Ape —dijo Lonnie mientras estrechaba sus cejas
rubias—. ¿Qué le está sucediendo realmente a Garrett? No me mientas. Sabré si
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tú me estás mintiendo.
Santos dudo seriamente.
—Todo es sobre la necesidad de conocer y tú no necesitas saber.
Lonnie cruzó sus brazos delgados sobre su pecho, manteniendo sus
bravuconadas firmes.
—Vamos. Los Jinetes Oscuros entran en Andrómeda y me raptan a mí y a
mi mejor amigo, ¿y me estás diciendo que está bien? Yo no lo compro ni
durante un minuto. Si le has hecho daño voy a llamar a la policía y…
Santos agarró a Lonnie por los brazos y lo levantó fuera de su pies, con lo
que el hombre bajo estaba a nivel de sus ojos.
—¿Que va a hacer qué?
No lo había esperado y no lo había visto venir. Antes de que Santos pudiera
hacer nada para protegerse, Lonnie le dio un rodillazo en la ingle.
Dejó caer al hombre cuando el dolor irradio a lo largo de todo su cuerpo. Él
se sentía como que iba a vomitar.
—¡Hijo de puta!
Lonnie corrió por el pasillo a gran velocidad y luego una puerta se cerró de
golpe. Santos iba a matar a la pequeña mierda... Tan pronto como sus nueces
cayeran hacia abajo donde pertenecían. Él se enderezo, se limpió las malditas
lágrimas de sus ojos y salto abajo por el pasillo tras Lonnie.
Siguió el aroma a madera del hombre hasta que él estaba mirando la puerta
de la despensa en la cocina. ¿El chico realmente se encerró con la comida?
Santos agarró el pomo, abrió la pesada puerta y luego farfulló cuando Lonnie le
disparó con una botella de spray.
—¡Aléjate de mí!
Santos probó limones y...
—¿Tu me disparaste con Pinesol?
—¡Fue lo único que pude encontrar! —Lonnie se defendió mientras
disparaba a Santos otra corriente de spray.
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—¡Dame eso!
Lonnie tiró la botella a la cabeza de Santos.
—¡¿Dime qué diablos está pasando?!
Santos llegó a la sala de almacenamiento y agarró a Lonnie por su garganta.
Estaba dispuesto a romperle el cuello a la mierda. Lonnie lucho, aplastando y
dando patadas a Santos con esas botas de mierda, cuando Santos lo arrastró a la
cocina.
—Dame una maldita razón por la cual no debería poner fin a tu miserable
vida en este momento.
—Déjalo en paz —Falcon dijo mientras entraba en la habitación—. Bájalo,
Santos.
Si hubiera sido alguien que no sea Falcon, Santos habría hecho caso omiso
de esas palabras. Lentamente estiró sus dedos y Lonnie golpeo el suelo.
—Lo juro —Dijo Lonnie mientras se frotaba la garganta—. Voy a encontrar
dónde duermes, y tomare un calcetín y le pondré una barra de jabón dentro.
—Sólo déjame estrangularlo hasta que se desmaye. —Dijo Santos a
Falcon—. Prometo que no lo matara.
—¿Sabes cómo de estúpido suenas? —Lonnie preguntó lentamente,
articulando cada palabra como si Santos fuera lerdo—. Tu eres un gran, pesado,
oso de media tonelada, ¿y me está molestando un poco a mi?
—Estoy a cinco segundos de enterrar tu cuerpo. —Santos amenazo—. Ve a
tomar un asiento y deja de joder conmigo.
Pisando su gran bota contra el suelo de piedra de laja, Lonnie se volvió y
salió.
—Me alegra ver que estás haciendo amigos. —Falcon dijo mientras tomaba
asiento en la mesa de la cocina, con una expresión solemne. Santos realmente no
conocía a Garrett, pero esperaba que el artista del tatuaje lo hiciera a través de su
conversión.
Odiaba ver a Falcon de esta manera.
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—Casi —Dijo Santos mientras miraba a la puerta por la que Lonnie acababa
de salir—. Él es el pequeño hijo de puta más irritante que he conocido.
Con esto, Santos salió de la cocina rogando que pudiese evitar a Lonnie y no
estrangularlo hasta la muerte.
Zane sacó una bolsa fuera del armario y empezó a empujar ropa de Garrett
en el interior. Enganchó un par extra de zapatos también.
Uno nunca podía tener demasiados pares de zapatos en su opinión.
—Entonces —Dijo Emilio mientras lanzaba calcetines de Garrett a Zane—,
¿realmente crees que Falcon lo convirtió sin dormir con el ser humano? Le tomo
mucho tiempo para obtener el contorno de su tatuaje.
Zane cogió los calcetines en bolas en el aire. ¿Quién enrollaba sus
calcetines? ¿Garrett no sabía que se extienden por los extremos?
—Si él dice que no durmió con el ser humano, entonces él no lo hizo. —
Zane tenía plena confianza en su hermano. Falcon nunca le había mentido antes,
¿por qué iba empezar ahora?
Pero Zane estaba tan perdido como el resto de ellos. ¿Cómo Garrett había
sido convertido? Él había olido al lobo en todo el hombre, junto con una fuerte
dosis del perfume de Falcon. Era extraño como el infierno.
—Agarra sus cosas del baño. —Zane instruyo cuando él colgó la bolsa por
encima del hombro—. Voy a revisar el resto del apartamento.
—Bien.
Zane salió de la habitación, pasando por alto unos cuadros de arte barato en
la pared que fueron dibujados por un artista muerto de hambre. Hizo caso omiso
de ellos, de alguna manera sabiendo que no eran importantes para el ser
humano. Al entrar en la sala de estar, Zane pasó por delante de un sofá que
estaba en un estado bastante decente, una mesa auxiliar que tenía algunas
marcas anulares de no usar apoya vasos, odiaba eso. No importaba si la madera
era prensada o del material más fino, una persona debía hacerse cargo de lo que
tenía.
Al pasar junto a la mesa de café, Zane se detuvo. Se agachó y recogió un
esbozo de su hermano sentado encima de su Ducati, viéndose más como un
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guerrero que un cambia-forma lobo. La imagen era impresionante, las líneas y


trazos realizados con los más mínimos detalles. Zane supo de inmediato que
Garrett le había dedicado mucho esfuerzo para dibujar esto.
Lo guardó, sabiendo que no podía dejarlo atrás.
—Creo que tenemos todo —dijo Emilio cuando entró a grandes zancadas
por el pasillo con una pequeña bolsa de viaje en la mano. La arrojó a Zane que la
cogió, y luego lo metió en la bolsa. También se metió la representación en el
bolsillo interior de su cazadora de cuero.
Ambos se detuvieron y se miraron el uno al otro cuando oyeron un chirriante
ruido justo afuera de la puerta del apartamento. Sonó más que sutil, pero no
había duda de que alguien estaba al acecho fuera. Zane inhaló profundamente y
sabía que había lobos en el otro lado de la puerta, y más de uno.
Se dio la vuelta justo cuando la puerta principal se abrió y se cerró en contra
de la de la pared, fragmentándose la madera en todas partes. Zane y Emilio
fueron hacia la cocina, dándose cuenta demasiado tarde de que no había por
donde salir de esa habitación.
Iban a tener que luchar para salir de esto. Zane no tenía problema con eso.
No era propio de él huir, pero había tratado de mantener la paz desde que estaba
en el piso del edificio de Garrett. Los seres humanos iban a escucharlos, pero no
había una maldita cosa que él pudiera hacer al respecto en este momento.
Zane dejó caer la bolsa y sacó los dos cuchillos que llevaba de las vainas
alrededor de sus muñecas, haciéndolas girar con fría y calculada precisión
cuando Emilio sacó la nueve milímetros que llevaba en una funda atada a su
cintura.
Tenían que alejarse de los lobos lo más rápido posible. Zane no quería
sentarse en su culo en la cárcel. Sin duda, un vecino llamaría por el ruido que
esos dos culos hicieron al entrar.
Los hombres se acercaron, uno sonriendo a Zane. Los reconoció. El primero
era Striker, un arrogante hijo de puta. El otro tipo era el hermano de Striker,
Vincent.
—¿Qué diablos están haciendo ustedes dos husmeando el apartamento de un
ser humano?
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—Jódete, Striker —Dijo Zane, mientras empujaba su cuchillo, rebanando a


Striker derecho a través de su brazo antes de saltar de nuevo—. Solo estas
enojado porque nos declaramos independientes de tu pequeño harapiento clan.
Striker lo agarró del brazo, gruñendo a Zane antes de que él extendiera sus
garras. Zane podría haber hecho eso, pero por su parte, no quería llegar a lo
personal con el hijo de puta. Y dos, le gustaba practicar con sus cuchillos. Y con
estos dos payasos sin duda practicaría.
—Sí, yo estoy muy celoso —Dijo Striker burlonamente.
—Nah, tus celos radican en el hecho de que somos bien parecidos y tu eres
un perro feo como un culo. —Zane movió sus pies en lentos movimientos
precisos, tratando de maniobrarse a sí mismo entre el hombre y la puerta.
Realmente no quería hacer una escena aquí. Él sólo quería conseguir esquivarlos
antes de que los policías se presentaran.
—¿Dónde está? —Vicent exigió mientras giraba la cabeza hacia la sala de
estar.
—¿Quién, Falcon? —Preguntó Zane, fingiendo ignorancia.
—No —Respondió Striker—. El ser humano que convirtió sin el
consentimiento de Callahan. Los Jinetes Oscuros no son más que imbéciles que
piensan que pueden vivir fuera de un clan y hacer lo que quieren sin
repercusiones. ¡Saca al humano fuera, freak!
—Ahora, ahora —Emilio interrumpió, sus ojos cautelosos desmintiendo el
humor en su tono de voz—. Deja mi vida sexual fuera de esto. Sólo los hombres
que estoy follando pueden llamarme freak.
Zane reprimió una risita.
—Callahan ha mostrado su misericordia dejándolos ser parias, pero la
conversión de alguien sin su permiso no lo va a tolerar.
Striker recitó como un pequeño seguidor obediente.
Callahan era el imbécil, cabeza a cargo de los lobos. Era un bastardo malo y
rencoroso. Sorprendió a Zane saber que el perro a la cabeza sabía de Garrett.
Joder, ellos se habían acabado de enterar.
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—¿Estás escuchando a los Darlings mientras los estás jodiendo? —Zane se


burló, insultando al hombre—. Tu debes saber que no debes creer cualquier cosa
que te dice una ramera.
—Creo que podría haberse enamorado de esa puta —Emilio añadió mientras
levantaba su arma un poco más alto, por lo que estaba a nivel con la frente de
Vincent—. ¿Por qué si no iba a escucharlo?
—Basta de esta mierda —Striker gruñó cuando él comenzó a cambiar. Zane
no estaba dispuesto a viajar de regreso a la cabaña desnudo. Eso era lo que
sucedería si él cambiaba también. Su ropa se trituraría y dudaba que estos
hombres esperaran mientras se desvestía.
Él acababa de pagar una fortuna por sus cómodas botas.
Vincent se abalanzó sobre Emilio con un cuchillo que había escondido
detrás de su espalda. Emilio disparó su arma, golpeando a Vincent entre los ojos
antes de que tuviera la oportunidad de atacar. El hombre cayó muerto.
Striker, que se había desplazado aulló su rabia cuando Zane esquivó sus
dientes y garras muy afiladas. Se agachó y cogió el petate del suelo, en dirección
a la sala de estar cuando Emilio lo siguió de cerca.
Participar en una pelea en un edificio de apartamentos humano no era una
decisión inteligente. Por supuesto, matar a alguien era una estupidez enorme.
Aunque Zane sabía que Emilio no había tenido otra opción, él dudaba de que la
policía fuera a verlo como defensa propia. A ninguna de las fuerzas del orden le
gustaban los Jinetes Oscuros. No era que los Jinetes Oscuros causaran a la
policía ningún problema. Ellos eran temidos por un montón de motociclistas,
por lo que se hicieron enemigos de los policías.
Desafortunadamente, Zane sabía que los vecinos habían oído los disparos. Él
tontamente esperaba que fueran del tipo de seres humanos que ignoraban lo que
estaba pasando, no queriendo involucrarse.
En cualquier caso, tenían que salir pitando de allí. Ambos estaban fuera del
apartamento y corrieron hacia sus motocicletas antes de que la mierda tuviera
incluso mal olor.
Zane maldijo en voz baja acerca de la muerte de Vincent. Ahora iban a tener
unos cabreados lobos Durango buscándolos.
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Striker no iba a dejar que la muerte de su hermano quedase sin venganza.


Después de atar rápido la bolsa de Garrett a su moto, Zane se subió y se fue.
Emilio iba justo detrás de él. Sintió el enojo atravesarlo por tener que esconder
la cola, pero Zane era lo suficientemente inteligente como para saber cuándo
luchar y cuándo huir.
Así era como había sobrevivido todos estos años. No se consideraba a si
mismo un cobarde, sólo un hombre muy inteligente y un superviviente. Sabía
que él y Emilio tendrían que montar unas millas extra sólo para que no puedan
encontrar su olor.
Él no quería que ninguno de esos perritos Durango los siguiera.
Sintiendo que habían perdido toda la cola que los pudiera estar siguiendo,
Zane y Emilio se dirigieron hacia la cabaña.
Jack Tate exploraba el apartamento, encontrando el cadáver en la cocina.
Una llamada había entrado, un vecino en pánico, diciendo que había escuchado
disparos.
El maldito lugar estaba empezando a apestar ya. Era pleno verano y las
ventanas no estaban abiertas, dejando que el calor sofocante cocinara el maldito
cadáver.
Se puso en cuclillas, mirando a los ojos ciegos y un agujero de bala en la
frente del hombre.
Hubo una gran cantidad de actividad de las pandillas en la zona
recientemente. Se preguntó si esto estaría relacionado. La sangre aún estaba
caliente y el cuerpo fresco.
Un policía uniformado arrugó la nariz mientras entraba en el apartamento.
—Maldita sea, ¿qué es ese olor?
—La víctima evacuo en la muerte. —Dijo Tate con total naturalidad.
Entre las piernas del hombre, las heces se agrupaban con la orina. Tate podía
ignorar esto, pero lo que le molestaba era que estos fuertes olores podrían borrar
otros más sutiles, los más importantes.
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Su compañero, Ames, mantuvo una mini linterna en la mano, en busca de


pistas, mientras que otros espolvoreaban para impresiones. Se volvió hacia el
policía uniformado.
—¿Alguien vio al asesino?
El policía uniformado negó con la cabeza, con las manos aún cubriéndose
su boca y la nariz.
—Entrevisté a los vecinos, pero nadie vio nada, solo escucharon el disparo.
Tate encontró preocupante que ni un solo inquilino había visto nada. Ellos
estaban en el Lower East Side de Paradise City.
Aunque esto no era un mal barrio, había cuevas bajo tierra y el Agujero
Sucio estaba a sólo dos cuadras de distancia. Había investigado crímenes en más
de una ocasión que lo llevaron al Agujero Sucio de mierda. Allí no les gustaban
los policías y nadie nunca sabía nada.
La mayoría de los policías temían entrar en ese lugar, pero Tate se
enorgullecía de sus bolas de acero. Cuando él iba a por un asesino, no le importa
una mierda a quien le gustaba y a quién no.
Vernon se acercó a Tate, asintiendo con un hola.
—Voy a empezar aquí, en la cocina —Dijo mientras sacaba su bolso para la
escena del crimen de su hombro y luego se puso un par de guantes.
—Hey, Tate —Su compañero, Ames, gritó—. Ven a mirar esto.
Tate dejó al experto en la escena del crimen hacer su trabajo, caminó por un
pasillo decorado con arte barato y entró en un dormitorio para ver los cajones
abiertos y rebuscados.
—Parece que el chico de la cocina no es Garrett Grissom —Él tenía un
pasaporte vencido con la foto del Sr. Grissom en él. Ames deslizó el pasaporte
en una bolsa de pruebas—. También parece que alguien se fue a toda prisa. —
Ames señaló los cajones desordenados. Había unas cuantas piezas de ropa
esparcidas por el suelo y el armario estaba abierto, perchas vacías colgando.
Tate estaba dispuesto a apostar que el Sr. Grissom se fue a toda prisa. Sólo
¿qué demonios había pasado aquí? Él no iba a suponer que el Sr. Grissom era
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culpable hasta que hablara con el chico. Pero ¿por qué el residente huyo y por
qué estaba allí un cadáver en la cocina?
Esas eran las preguntas a las que Tate tenía que encontrar respuestas. Él no
tendría un cuerpo muerto en su territorio, y este era su territorio. Él trabajaba
jodidamente duro para mantenerlo limpio y seguro. No siempre tenía éxito,
como ahora, pero él siempre atrapaba a los chico malos... siempre.

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Capítulo Siete
Falcon puso un paño frío sobre la frente del hombre recientemente
convertido. Le había llevado tres días que se completara su conversión.
Ahora Garrett dormía, su cuerpo se relajó, permitiendo que Falcon lo
estudiara. Pensó en los ojos color avellana de Garrett y la forma en que se
volverían oscuros, casi negro, no quedaría nada del color avellana. Él iba a
extrañar eso porque era lo que llamó primero la atención a Falcon, cuando lo vio
desde el Agujero Sucio.
La primera vez que puso sus ojos en el ser humano, Garrett había estado
fuera, discutiendo con Lonnie, sus ojos cálidos y tan malditamente intrigantes
que Falcon se había sentado adelante para observarlo. Esa fue la primera noche
que había visitado Lower East Side. Él y sus hombres habían vivido en esta zona
durante un tiempo muy largo, pero habían frecuentado otras ciudades. Fue un
capricho ir a la cabeza de la Calle Segunda en Paradise City.
Él recordaba haber visto el pelo colorido de pinchos, delineador de ojos
aplicado densamente, y un sentido de la moda que sólo pertenecía a un
verdadero goth.
En opinión de Falcon, el artista era guapo, masculino, y llamaba a Falcon,
aunque todavía no había descubierto porque.
Él pasó los dedos sobre los tatuajes del hombre. Estaban vivos, muy
detallados, y a Falcon le gusta especialmente el de la pluma y botella de tinta.
No estaba seguro de por qué, pero sabía que tenía un significado, Falcon tenía
curiosidad.
Cuando sus dedos tocaron la piel de Garrett, la tentación de follar al hombre
había regresado. Era difícil no caer en la tentación con un magnífico ejemplar de
macho viril acostado en su cama. Falcon quería que se despertara para que
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pudieran terminar lo que habían empezado.


—¿Cómo le va? —Zane preguntó mientras entraba en la habitación de
Falcon.
Falcon tiró de la sábana más arriba en el cuerpo de Garrett, abarcando la
cadera del hombre expuesta antes de volverse.
—Reaccionó de la misma manera que Emilio cuando fue convertido.
Zane arrugó la nariz, pero sus oscuros ojos se llenaron de alegría.
—¿Eso es malo?
Falcon se encogió de hombros.
—Se despertó gritando y luchando contra la conversión, pero cayó de nuevo
dormido, por lo que la parte más difícil ha terminado.
—¿Te has dado cuenta de cómo lo convertiste? —los ojos de Zame cayeron
en Garrett con una expresión pensativa.
—No, pero ¿viste las noticias? —Falcon había estado pasando a través de
los canales hace un rato, cuando se detuvo en las noticias locales, la foto de
Garrett estaba en la pantalla, la policía buscaba información sobre el paradero
del hombre para ser interrogado por un caso de asesinato.
—Tuvimos que salir de allí rápido. Tenía la esperanza de que los vecinos no
llamaran por los disparos.
Falcon se giró hacia su hermano.
—Siempre llaman por los sonidos de disparos. Ustedes dos deberían haber
sido más cuidadosos. Nosotros no necesitamos ninguna atención no deseada.
Garrett es uno de los nuestros. No podemos tenerlo en la lista de los más
buscados por el FBI.
—El clan Durango va a robar el cadáver de la morgue y esto va a caer bajo
los casos sin resolver. Dale un poco de tiempo y va a ser olvidado —Zane buscó
en su chaqueta, sacó y desenrollo un pedazo de papel—. Encontré esto en su
apartamento.
Falcon sabía exactamente lo que era. Era el boceto que Garrett había hecho
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de Falcon sentado en su Ducati. Él lo tomó y lo puso en su aparador. Un


sentimiento posesivo se apoderó de él y Falcon no quería compartir el dibujo
con nadie. Garrett había puesto su corazón en la representación y parecía
demasiado íntimo para compartirlo.
De repente quería a Zane fuera de su habitación, lejos de Garrett, que estaba
desnudo bajo las sábanas de satén. El artista del tatuaje no había despertado
totalmente, pero cuando lo hiciera, Garrett podría estar en necesidad del cuerpo
de Falcon. Eso siempre había pasado con una conversión. Los cambios en el
interior de Garrett interrumpirían temporalmente su equilibrio hormonal y lo
haría estar caliente con deseo, el deseo de cualquier hombre para que lo joda.
La idea tuvo a Falcon duro, su polla adolorida, y su piel se sentía como si
una llama había estallado justo debajo de la superficie. Él iba a tener al hombre
que estaba allí mismo, nadie más, cuando la necesidad superara a Garrett.
Zane lo miró con curiosidad, ligeramente olfateando el aire y luego una
sonrisa maliciosa se formó en su rostro. Miró hacia la cama, con sus ojos
oscuros llenos de conocimiento antes de girarse y salir de la habitación.
Falcon se quedó allí, bañándose en el torrente de sentimientos que Garrett le
hacía sentir. Su lobo quería aullar ante la idea de follar al artista. Una gran
cantidad de deseo estalló en el interior de Falcon cuando se volvió hacia la cama
y se quedó mirando la forma dormida.
El nunca había querido a nadie más en su vida, quería a Garrett. Quería tocar
su hermoso cuerpo, y besar sus labios perfectos. Él quería sus manos sobre el
artista y sentir las manos de Garrett sobre él. Falcon casi podía sentirlos
entrelazados juntos, sus cuerpos sudando, y los ruidos de placer llenando la
habitación.
Él había estado vivo durante setecientos años y nunca había deseado a nadie
de esta manera. Falcon no podía entender estas emociones. Estaban corriendo a
través de él como nada que hubiera sentido alguna vez antes y supo que ya no
podía negar su profunda atracción hacia el hombre.
Por más que tratara de rechazar lo que le estaba pasando, Falcon sabía que
había marcado al hombre porque lo quería, por todas las noches de la eternidad.
De alguna manera había convertido erróneamente a Garrett, pero no se
equivocaba sobre cómo se sentía. Por primera vez desde que fue convertido el
mismo, Falcon quería a alguien para llamar suyo, guardar, cuidar y compartir
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esta vida con él.


La reputación de los Jinetes Oscuros ganó la atención de hombres y mujeres
que querían la aventura de dormir con ellos, pero Falcon se encontró con ganas
de más, con ganas de un hombre de ojos color avellana que siempre lo miraba de
lejos, mirando a otro lado tan pronto como Falcon le daba su atención.
Sabía que Garrett no estaba interesado en Falcon por la gloria de dormir con
uno de los más notorios motociclistas fuera de la ley. Garrett no estaba
impresionado con la letalidad de su grupo . El hombre sólo tenía ojos para
Falcon, y nada más. Podía sentir la sinceridad, el miedo por el hombre,
queriéndolo, y la confusión cada vez que miraba a los ojos de Garrett.
Falcon sabía que Garrett le consideraba un hombre del que el artista tenía
que mantenerse alejado, alejado de él, pero no podía alejarse. La atracción había
estado creciendo entre ellos, pero Falcon había sido demasiado terco para
admitir que un simple ser humano le atraía. Se negaba a reconocer lo celoso que
se ponía al ver a Garrett hablando con otros hombres, mirando a otros hombres,
y de fiesta en los lugares donde otros hombres podían emparejarse con él.
¿Cómo se había enamorado de un tipo con el que nunca había hablado hasta
hacía pocos días? ¿Cómo Falcon se había enamorado de un hombre del que no
sabía nada?
Sin embargo, Falcon sentía como si hubiera sabido de Garrett siempre.
La conexión era fuerte, la atracción mutua, intensa, y ponía el estómago de
Falcon en nudos. No se había permitido a sí mismo que nadie le importara,
aparte de los hombres que montaban con él. Incluso antes de que se convirtiera,
Falcon era un solitario, una persona introvertida, observando más de lo que
hablaba. Cambiar a un cambia-forma no había alterado sus cualidades. Nunca
supo cómo expresarse por lo que siempre se mantuvo tranquilo y distante.
Garrett se agitó y Falcon lo miró. Tenía que estar allí si Garrett se
despertaba, el calor del deseo agarraría al hombre, pero también quería
asegurarse de que Garrett estuviera tan cómodo como fuera posible. No había
una verdadera forma de quitar el dolor de ser convertido, pero Falcon podría
ayudar a hacer que se sintiera cómodo.
Las piernas del artista se movían inquietas y la sabana se deslizó,
desnudando su cadera que se expuso una vez más. Falcon cerró los ojos,
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inhalando e intoxicándose con el olor de Garrett. Se acercó a la cama, y lo


cubrió nuevamente, eliminando la vista ya que no había nada que pudiera hacer
al respecto en este momento.
Dio un paso hacia atrás, y luego otro, antes de girar y tomar asiento en la
silla al otro lado de la habitación. Falcon se sentó allí a la espera de que Garrett
despertara, para mirar aquellos ojos color avellana antes de que se desvanecieran
al negro. Él quería guardar el color en la memoria, para ser capaz de recordar su
belleza mucho después de que se hubiera ido.
—Falcon —Garrett susurró suavemente. El cuerpo de Falcon se puso al
instante duro, listo y preparado. Pero Garrett no lo estaba llamando despierto.
Estaba teniendo un sueño intranquilo. Aun así, el conocimiento de que Garrett
estaba soñando con él, complació sin fin a Falcon.
Se empujó a la mente de Garrett, a la captura de pequeños fragmentos de lo
que Garrett estaba viendo. El hombre estaba aullando a la luna. Falcon se quedó
inmóvil, viendo la belleza del hombre y de los animales ante él. Garrett estaba
soñando con estar en su forma de lobo.
Garrett olfateó el aire y luego su cabeza giró hacia Falcon, sus ojos agudos,
evaluándolo. Su piel era tan condenadamente hermosa, profundo castaño rojizo
brillando a la luz de la luna. Su hocico estaba oliendo el suelo y sus garras eran
afiladas.
Falcon se dio cuenta de que incluso en el sueño, los ojos del hombre eran
color avellana, tan vibrante, tan vivos. Iba a llorar la pérdida cuando cambiaran.
Falcon salió del sueño y se obligó a quedarse quieto cuando los ojos de
Garrett parpadearon lentamente. Lo blanco estaba inyectado en sangre, pero el
avellana se mantenía.
— F- Falcon... necesito —Alcanzó a decir con voz cruda. No se había
movido o tratado de salir de la cama. Falcon supo que Garrett estaba débil en
estos momentos.
De pie, Falcon cruzó la habitación y pasó los dedos a través del rostro de
Garrett.
Su polla amenazaba con explotar en sus pantalones vaqueros cuando los ojos
color avellana de Garrett se sincronizaron con él. Falcon no podía hacer nada
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más que caer en la cama y dar al artista lo que necesitaba.


Se sacó la camisa por la cabeza y la arrojó a un lado, y luego desabrochó los
vaqueros, a la vez que el posó sus labios sobre el cuello de Garrett.
El artista se quejó, inclinando la cabeza hacia un lado mientras sus dedos se
aferraron en el cabello de Falcon, atrayéndolo.
Falcon se quito sus vaqueros y luego cubrió el cuerpo de Garrett.
—¿Estás despierto?
La respiración de Garrett se intensificó y Falcon sabía que el hombre estaba
totalmente consciente de lo que estaban haciendo. Pero también sabía que la
necesidad no le permitiría detenerse ni considerar las cosas.
—Lo estoy. —Garrett perforo a Falcon con la mirada mientras sus caderas
comenzaron a moverse, su cuerpo tratando de obtener más cercanía—. ¿Por qué
te deseo tanto?
Falcon inhalo el olor de Garrett mientras raspaba con sus dientes su
mandíbula.
—La conversión es dolorosa, pero una vez completa, se convierte en
altamente sexual —Falcon cerró los ojos y contuvo su respiración
entrecortada—. Pero si tú deseas que pare…
—No —Garrett agarró el pelo de Falcon con más fuerza, acercándolo más,
lujuria aferrándose pesada en el aire—. He soñado con hacer esto contigo, estar
contigo.
Falcon sabía que el deseo que le provocaba el cambio, había derribado las
paredes de las inhibiciones de Garrett. El hombre hablaba de los pensamientos
que siempre mantuvo para él, confesando a Falcon lo que había deseado todo el
tiempo.
Pero Falcon ya sabía esto. Él había visto los sueños de Garrett.
Parte de ello en la conversión, muchos de ellos eran de Garrett cediendo a lo
que había querido durante tanto tiempo.
Garrett no era simplemente hermoso, era... apasionante. Falcon sintió que
sus caninos se deslizaban hacia abajo, sus ojos cambiando. Estaba perdiendo el
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control y perdiéndolo rápido. Los lobos eran amantes muy agresivos y de


repente Falcon temía herir al hombre. Su control sobre Garrett se apretó
mientras salvajemente tomó los labios del hombre en un beso brutal.
—Falcon —Garrett empujó a Falcon, luchando en sus brazos mientras alejó
los labios—. Falcon, me estás haciendo daño.
Soltó a Garrett, su respiración entrecortada, su cuerpo en llamas. Falcon
sentía como su bestia se desató mientras luchaba por tener bajo control su
furioso cuerpo y mente.
Garrett parecía afectarle en demasiadas maneras diferentes. Él quería
dominar al hombre, mostrarle a Garrett lo viril que realmente era y mostrar su
resistencia, que él era un cazador y recolector, que podía ofrecer, que podría
protegerlo de los cambia-formas, amenazándolos con destrozarlos en pedazos.
—Vete, Garrett, déjame —Tenía que controlar su lujuria. Falcon nunca
había reaccionado de esta manera por nadie antes. Se preocupó. Tenía mucho
jodido miedo de lastimar al hombre.
Garrett se echó hacia atrás, el terror nublaba el aire entre ellos, pero luego él
negó con la cabeza.
—No me harás daño —Dijo con una convicción que sorprendió a Falcon.
Falcon luchaba por respirar, luchó para conseguir poner a su bestia bajo
control.
—¡Ve!
—No te voy a dejar —Garrett argumentó.
Jesús. ¿Qué le estaba pasando? Sus brazos temblaban y sus músculos
estaban tensos contra él. Ya no se reconocía. Nunca había tenido una reacción
tan violenta por nadie.
—Falcon. —Garrett puso una mano en el rostro sudoroso de Falcon—. ¿Qué
es lo que está mal?
Él negó con la cabeza, con demasiado miedo para hablar. Cada célula de su
cuerpo estaba tarareando, la sangre corriendo rápidamente a través de sus venas.
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—Sólo... ve.
—No sé lo que está mal contigo, pero mi instinto me dice que no me harás
daño —Garrett se deslizó bajo Falcon, besando su mandíbula, su garganta y
arrastrando sus labios sobre el pecho de Falcon.
Él no se atrevió a moverse.
Falcon dejó caer la cabeza, apretando los dientes cuando Garrett se deslizó
aún más abajo en la cama y envolvió la polla de Falcon con sus labios. Sus uñas
salieron disparadas, agarrando la almohada y cortando la tela cuando Falcon
sintió un torbellino de placer alcanzarlo. Su bestia fue calmándose, sintiendo la
forma sensual en que Garrett estaba tomándolo, chupándolo hasta la garganta y
luego tirando de nuevo para lamer la punta.
Las caderas de Falcon comenzaron a moverse y pronto él estaba follando la
boca de Garrett y ahogándose en el placer. Pero él quería más, necesitaba darle
el mismo placer. Falcon giro hasta que su cuerpo estaba enfrente del artista, su
rostro se cernió sobre la polla de Garrett.
Acarició los rizos tiesos antes de lamer su camino hasta el eje duro y chupar
la cabeza llena de sangre para saborear el líquido pre seminal de Garrett.
Garrett estaba matando a Falcon, matándolo de placer, que se construyó y
aumento. La conexión entre ellos era asombrosamente poderosa cuando Falcon
envolvió con sus brazos las piernas de Garrett, tirando de ellas más cerca para
continuar chupando al hombre por su garganta.
Su amante gimió alrededor del eje de Falcon y casi llegó. La vibración
mezclada con el conocimiento de que Garrett encontraba placer en él era un
afrodisíaco. Continuó empujando sus caderas, follando la boca del hombre
cuando él animó a Garrett a hacer lo mismo.
Garrett gimió y se resistió, y Falcon podía sentir al aumento de la respiración
en el pecho del hombre. Su parte trasera se levantaba de la cama, hundiendo su
eje más en la boca de Falcon. No creía que el hombre lo hiciera a propósito, pero
Falcon abrió más la boca, tomándolo hasta su garganta. Garrett empujó sus
caderas hacia arriba, hacia la boca de Falcon de nuevo, bombeando furiosamente
con cortas y parejas embestidas. Él podría decir que su amante quería venirse.
Agarrando las caderas de Garrett, Falcon empujo y tiro del hombre, chupando la
polla de Garrett abajo antes de dejar que se deslice hacia afuera. Las pelotas de
su amante se subieron apretadas en su cuerpo, diciéndole a Falcon que el
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hombre estaba cerca.


Falcon no quería que esto terminara tan pronto. Había perdido el control al
principio, tuvo que luchar contra la bestia dentro de él, pero después de probar el
placer de Garrett y sentir su lengua en remolino alrededor de la cabeza de su
polla, Falcon no iba a permitir que termine esto de manera rápida.
Se echó hacia atrás, burlándose de la carne, la sensación pulsante de la
necesitada y caliente polla de Garrett debajo de la lengua. Fuego, pasión, e
intensa excitación sexual ardía en Falcon cuando torturó la polla de Garrett
mientras sus manos exploraban el interior de los muslos del hombre, añadiendo
placer siempre que podía.
Garrett tiró la cabeza hacia atrás, liberando el eje del Falcon.
—Por favor, haz que me venga.
Falcon sonrió alrededor de la polla del hombre. Garrett había rogado por su
liberación. Estaba a punto de decirle a Garrett que él no iba a venirse pronto,
cuando el hombre trago a Falcon hasta la raíz, con la garganta masajeando su
miembro sensibilizado.
Falcon fue detenido en el tiempo y el espacio cuando encontró su placer, y
sintió que su cuerpo se vaciaba con un interminable flujo de semen llenando la
boca de Garrett. Nunca antes en su vida se había venido tan rápido. Garrett
realmente era muy bueno, consiguió que Falcon se viniera condenadamente
rápido.
Falcon redobló sus esfuerzos, chupó a Garrett hacia abajo y luego
retrocediendo, ahuecando sus pelotas mientras insertó un dedo en su boca y
luego en el culo del hombre. Su amante gritó a la sala cuando su semilla se
derramó en la garganta de Falcon. Garrett se resistió, sus dedos cavando en la
carne de Falcon cuando su orgasmo lo atravesó.
Dejando deslizarse la polla de Garrett de su boca, Falcon se dio la vuelta,
mirando hacia abajo al hombre, cuando los ojos de Garrett lentamente se
cerraron. Él sabía que estaba cansado. Necesitaba descansar más, antes de que
recuperara toda su fuerza.
El hombre ahora convertido se dio la vuelta, dándole la espalda y Falcon
sabía que el artista del tatuaje necesitaba tiempo para asimilar lo que acababan
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de hacer. Falcon le daría eso, le daría lo que necesite para aceptar esta nueva
vida.
Se vistió y luego alargó la mano, queriendo suavizarla encima del hombro de
Garrett, pero la dejó caer. Falcon estaba todavía completamente confundido
acerca de sus sentimientos y no estaba seguro de como consolar al chico.
Suspiró con frustración, caminó a través del cuarto y cerró la puerta
silenciosamente detrás de él, tomando un aliento profundo se estremeció. Él
nunca se había preocupado por alguien así. Todo era nuevo para él, y no estaba
seguro de qué hacer con las emociones que lo asaltaban.
El sexo oral mutuo fue genial, pero Falcon necesitaba pensar más allá de
cualquier acto sexual. Odiaba el hecho de que había colocado a Garrett en esta
vida, odiaba haber tomado la decisión por él. Pero lo que estaba hecho, hecho
estaba. No había nada que Falcon pudiera hacer para revertir la conversión. Lo
único que sabía era que tenía una profunda necesidad de mantener a Garrett.
Más allá de eso, él no tenía ni idea de que hacer.
Pensó en la fantasía ridícula del hombre de montar en la parte posterior de su
Ducati y Falcon sonrió. El recuerdo de cómo Garrett había mirado a Falcon con
temor y asombro cuando le entregó el casco hizo que su corazón se aligerara.
Su sonrisa se desvaneció rápidamente, reemplazada por un profundo ceño
cuando vio a Emilio caminando por el pasillo. Él no estaba dispuesto a dejar que
ninguno de ellos supiera cómo se sentía o lo que él y Garrett habían hecho.
Falcon tenía que resolver las cosas en su cabeza, porque no estaba seguro de lo
que estaba pasando en su interior.
—¿Él está bien? —Preguntó Emilio, su sonrisa arrogante en su lugar. Sus
ojos rebotando desde Falcon a la puerta del dormitorio.
—Él está bien —Falcon no se movió, dejando a Emilio saber los términos
muy claros, que no iba a entrar en la habitación.
—Alto y claro —Dijo Emilio mientras retrocedía, la sonrisa arrogante—. No
es un problema —El hombre se volvió y se dirigió de vuelta por el pasillo.
Falcon se frotó el pulgar y el dedo índice en sus ojos antes de subir las
escaleras hasta la cocina. Garrett iba a estar hambriento. Su cuerpo había
quemado un montón de calorías con la conversión y la mamada y él no sólo se
moriría de hambre, estaría bajo en electrolitos.
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Cogió un Gatorade y lo puso sobre el mostrador antes de hacer a Garrett un


plato alto en carbohidratos y proteínas. Si todo había ido bien, Garrett asimilaría
todo lo que comió con él cambio.
Él también cogió unos cuantos tubos de electrolitos de alta concentración
para la carrera de Garrett. El cambio y correr eran equivalentes a la sesión de un
gimnasio durante ocho horas seguidas. Tomó un montón de ellos.
El cambio por sí solo era extenuante. Huesos realineándose y
remodelándose, nunca eran una cosa agradable, y ya que Garrett tenía aún que
pasar por su primer cambio, Falcon sabía que el hombre necesitaría toda la
nutrición que pudiera conseguir.
Cogió la bandeja y se dirigió a la planta baja.
Cuando Falcon entró en la habitación, vio que Garrett estaba fuera de la
cama, la sábana envuelta alrededor de sus hombros, de pie en el otro lado de la
habitación. Su expresión estaba llena de miedo y confusión.
Falcon dejó la bandeja sobre la cómoda. Se volvió hacia Garrett, esperando
que el hombre hablara, le dijera algo. No había manera de que él no tuviera
miles de preguntas.
—Entonces, ¿qué diablos está pasando y por qué me secuestraste?
Falcon ladeó la cabeza, lamiendo el interior de su labio inferior mientras
trataba de entender al hombre.
—Es difícil de explicar —Dijo lentamente.
—Entonces eres una de esas personas que acechan a alguien y luego los
obliga a ir a su guarida del mal, ¿verdad?
El tipo estaba tratando de racionalizar las cosas. Garrett se negaba a creer lo
que realmente estaba pasando. Él había pensado que después de lo que acababan
de hacer juntos Garrett sería más abierto a la idea de convertirse.
—No mi taza de té.
Garrett tragó audiblemente.
—No voy a negar que asustas mucho. Pero por favor no me digas que me
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secuestraste para algún tipo de ritual antes de que me sacrifiques a tu dios,


dioses y diosas, u otro señor malvado.
Falcon no pudo detener la risita que salía de sus labios.
—No, no hay cosas de culto.
Garrett parecía verdaderamente perplejo.
—Entonces, ¿por qué me trajiste aquí?
Falcon se volvió y cogió el plato de comida. Garrett necesitaba comer no
estaba pensando claramente.
—Ya lo sabes —Él respondió—. Tú eres inteligente.
Falcon dio un paso hacia la cama y Garrett dio un paso atrás.
La cama estaba entre ellos, y Garrett no tenía mucho espacio para correr,
pero él se estaba asegurando de mantener la distancia.
Falcon no podía entender por qué estaba actuando de esta manera cuando el
hombre pocos momentos antes se había dado libremente a Falcon. No tenía
ningún sentido para él.
—Tienes que comer.
—¿Por qué? ¿Envenenaste mi comida?
Falcon dejo el plato en la bandeja. Podía ver que no lo convencería que
estaba a salvo. Garrett tendría que darse cuenta de eso por su cuenta. Falcon
podría cambiar para probar su punto, pero realmente no tenía ganas de ir a través
de todo eso, no después de que acababa de gastar tanta energía viniéndose en la
garganta del hombre.
—Tu comida no está envenenada.
—Dijo la araña a la mosca.
Falcon quiso golpear su cabeza contra la pared. No había hecho nada para
justificar la desconfianza constante del hombre. Es cierto, él era un extraño y
había secuestrado a Garrett, pero era por su propia seguridad.
Garrett miró hacia la cama con miedo en sus bonitos ojos. Falcon lo miró
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sabiendo que nunca podría dejarlo ir.


Garrett era un cambia-formas ahora, uno de ellos, Falcon lo cuidaría y como
lo había probado, ahora quería más.
—¿Por qué me miras de esa manera?
Debido a que tú me está haciendo desear cosas que no debería querer.
Falcon dio a Garrett una sonrisa tensa.
—Come lo que está en el plato.
Salió de la habitación. Porque si no lo hacía era imposible saber qué le iba a
hacer. Garrett no estaba dispuesto a enfrentarse a lo que le había sucedido y
Falcon lo sabía, sentía, la negación abrumadora como un caliente perno eléctrico
entre ellos.
Pero lo que más le molestaba era que Garrett ni siquiera reconoció lo que
acababan de compartir. Lo había ignorado totalmente. Suspirando pesadamente,
Falcon se dirigió al piso de arriba.

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Capítulo Ocho
—¿Dónde demonios has estado? —Garrett preguntó cuándo vio rastas rubias
viniendo lentamente a través de la puerta. Eso fue lo primero que vio antes de
que Lonnie apareciera. Su mejor amigo miró a su alrededor nerviosamente antes
de cerrar la puerta de la habitación detrás de él.
Se humedeció los labios y luego sonrió a Garrett.
—Tratando de que no me pulvericen. ¿Por qué, qué, me necesitas?
—Tú eres verdaderamente el rey de las subestimaciones —Garrett había
encontrado su mochila con cuerdas debajo de la cama y había conseguido
vestirse. Estaba sentado, tratando de resolverlo todo en su cabeza.
Nada parecía real en estos momentos.
Lonnie se movió sin prisa hacia Garrett mientras revisaba la habitación, con
los ojos rebotando por todas partes.
—Un bonito lugar el que tienes aquí.
Garrett gruñó.
—Esta no es mi casa, Sr. Hombre-gracioso.
—Sí, y el otro día Falcon no estaba cavando en ti. Las cosas cambiaron, Rett
—Lonnie se sentó junto a él, saltando arriba y abajo como si estuviera realmente
disfrutando de la suavidad del colchón. Recordar lo que acababa de hacer con
Falcon trajo calor abrasador a la cara y el cuello de Garrett.
Lonnie se echó a reír.
—A partir de lo que veo, yo diría que el período de sequía finalmente se ha
terminado.
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—Una vez más, el rey de las subestimaciones —Garrett miró hacia la puerta
y luego bajó la voz—. No podemos quedarnos aquí, Lonnie. Tenemos un
negocio que atender para vivir.
Lonnie empezó a retorcer sus rastas haciendo el bollo más desordenado que
Garrett había visto en su vida, pero de alguna manera su mejor amigo hizo que
el lío se viera sexy.
Él no se sentía atraído por Lonnie, pero reconocía a un hombre bien parecido
cuando lo veía.
—Nadie va a decirme lo que está pasando alrededor de este grupo. ¿Puedes
ponerme al tanto? —Lonnie preguntó mientras terminaba de atar su pelo y dejó
caer sus manos al lado de él, apoyándose en ellas y balanceando sus botas atrás
y adelante.
—Honestamente, todavía estoy tratando de entender las cosas yo mismo.
Falcon dice que me he convertido, pero no me dijo en que me convertí.
Lonnie se arrastró sobre la cama, tirando de la piel por debajo de los ojos de
Garrett, le abrió la boca para ver dentro y a continuación, hizo que Garrett
volviese la cabeza de lado a lado.
—No veo nada malo en ti, pero no confío en ellos, Rett. ¿Qué si tu cuerpo va
todo wicky, loco en tu interior? Te lo juro, vamos a averiguar lo que está mal
contigo y luego los vamos a lastimar a todos ellos.
Dios amaba a su mejor amigo. Arrojó su brazo alrededor del hombro de
Lonnie y le dio un rápido abrazo.
—Te ayudaré a dañarlos si termino con una gran joroba en la espalda o me
crece piel escamosa.
Él no iba a enloquecer hasta que supiera que estaba mal. No saber estaba
dando a su abundante imaginación un espacio para jugar, pero Garrett mantuvo
la calma.
Lonnie sonrió con satisfacción mientras acomodaba su trasero en los talones
de sus botas, mirando a su alrededor.
—¿Alguna vez pensaste que terminaríamos en un lugar como este? —
Preguntó Lonnie—. Quiero decir, es subterráneo, pero... —Él silbó.
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—Estamos muy lejos de casa, Toto —Garrett tiró los pies en alto sobre la
cama, abrazando sus rodillas. Se acordó de cuando estaban de hecho en casa,
viviendo en medio de Kansas, Garrett golpeado por su padre y Lonnie
encadenado a las drogas, tratando de escapar de la vida de mierda que tenía en
su casa. Habían sido amigos desde la secundaria, amigos inseparables, incluso
cuando Lonnie decidió que las drogas eran mejor vía de escape.
Tuvieron que moverse por seis estados, Lonnie retiró la basura que estaba
poniendo en su cuerpo, e invirtieron mucho tiempo y trabajo pero finalmente
pudieron establecerse y conseguir que su tienda de tatuajes funcionara.
Los dos habían pasado por el infierno juntos y él no podía imaginar su vida
sin el hombre.
Pero ahora tenía que enfrentarse a Falcon. Garrett estaba perdido acerca de
qué hacer. Le atraía como nadie, pero el chico confundía a Garrett. Falcon no
había hecho ningún compromiso, ni siquiera había hablado de lo que realmente
estaba pasando entre ellos.
—Dios, odio cuando me recuerdas a casa —Lonnie se volvió, acurrucándose
en la cama, apoyando la cabeza en el regazo de Garrett. Garrett pasó la mano por
las rastas de Lonnie.
—Está en el pasado, Lonnie. Déjalo ahí. Hemos recorrido un largo camino,
tú y yo. Ten esto en cuenta —A pesar de que Lonnie no lo había utilizado en
años, siempre sería un adicto en recuperación y el peor miedo de Garrett era que
su mejor amigo recayera.
Él siguió corriendo la mano por el pelo de Lonnie, ya que ambos estaban
tranquilos. Garrett tenía que dejar ir su fantasía de pertenecer a Falcon. Era poco
realista. El hombre le había llevado allí a causa de algún tipo de conversión. Se
había engañado nada más, y ahora llegó el momento de que Garrett volviera a su
vida.
—Sabes —Dijo Lonnie tranquilamente mientras envolvía sus brazos
alrededor de su estómago— nadie me entiende... excepto tu, Rett. No sé lo que
está pasando entre tú y Falcon, pero prométeme que nunca me vas a patear a un
lado.
Jugando con uno de los mechones de pelo, Garrett negó con la cabeza
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mientras miró alrededor de la sala, a sabiendas de que esto nunca iba a ser su
casa. Él no pertenecía aquí, a este lugar, en la vida de Falcon.
—Nunca, Lonnie. Yo nunca te dejaré por ahí solo.
Volviéndose sobre su espalda, Lonnie miró a Garrett, sus ojos verdes pálidos
llenos de calidez.
—¿Te sientes mejor?
Garrett asintió.
—Bien —Dijo Lonnie mientras se empujaba desde el regazo de Garrett y
saltó de la cama—. Entonces vamos a salir de aquí y volver a nuestras vidas.
Así de rápido Lonnie estaba de nuevo a su viejo yo, el pasado volvía a
ponerse donde debía estar, en el fondo de sus mentes, enterrado, mejor dejarlos
en el olvido.
Garrett sólo esperaba que irse fuera una opción. Tenía la sensación de que
alejarse de Falcon y sus hombres no iba a ser tan fácil.
—Él no tiene el aroma de la conversión, ya que se completó el cambio —
Señaló Zane, irritando a Falcon incluso aún más—. No veo por qué no pueden
volver a Andrómeda.
Falcon no podía entender por qué el pensamiento le daba miedo, pero lo
hacía.
Garrett y Lonnie estaban a salvo aquí. ¿Por qué tenían que ir de nuevo a un
lugar donde el clan Durango podría llegar a ellos? Garrett no tenía el aroma de
la conversión, pero ahora olía a lobo.
Aunque Falcon veía a Garrett como uno de ellos, no era técnicamente un
Jinete Oscuro, pero el chico estaba bajo su protección porque él lo había
convertido.
—Bien —Falcon finalmente concedió—. Pero pasaremos el rato en la tienda
para mantener un ojo sobre ustedes.
—¡¿Qué?! —Lonnie echó los brazos al aire—. Van a hacer huir a todo
nuestros clientes. Vosotros os veis más malos que la mierda y muy inaccesibles.
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—Vaya, gracias —Dijo Emilio mientras se recostaba en el sofá, metiendo


sus manos detrás de la cabeza—. Practicamos esa mirada por siglos.
Lonnie disparó dagas con la mirada a Emilio.
—No, de ninguna manera. No voy a tenerlos a los cuatro apostados en mi
tienda. Nunca conseguiremos un negocio.
—Esa es la única maldita condición para que se vayan de aquí —Falcon dijo
al pequeño jovencito. Echó una mirada en dirección a Garrett, pero el tipo estaba
apoyado contra la pared, con las manos metidas bajo sus axilas con una maldita
sonrisa en su rostro.
El chico estaba disfrutando esto.
Tuvo que hacer un esfuerzo para no mirar demasiado tiempo porque mirar la
sonrisa infantil en el rostro de Garrett retorcía el interior de Falcon de nuevo.
Él se movió más lejos de Garrett para que nadie se dé cuenta como su olor lo
estaba afectando.
—Uno de vosotros —Finalmente dijo Garrett—. Sólo uno de vosotros puede
colgarse alrededor. Los demás pueden sentarse en el Agujero Sucio. No puedo
permitir que nuestro negocio sufra, porque he sido convertido en... lo que sea.
Garrett dijo la última palabra en tono acusador mientras disparaba su mirada
enojada a Falcon.
—Lobo —Le dijo Zane—. Tu te convertiste en un maldito lobo —Ahora era
el turno de su gemelo para mirar a Falcon como si acabara de derribar una tienda
de licores. Sabía que debería haberle dicho a Garrett, pero Falcon estaba
tratando de definir otras cosas en su cabeza. Era como si el artista hubiera
entrado en su vida y tomado como rehén su cerebro. La idea lo asustó y le
intrigó sobremanera.
Falcon se pasó una mano por la cara y se sentó en una silla.
Tenía que dejar que Garrett se fuera, pero él sabía que eso no iba a suceder.
Quería demasiado a Garrett.
Los otros todavía lo miraban, esperando que Falcon dijera algo. No podía
decir lo que quería, porque ninguno de ellos tenían una maldita idea de cómo se
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estaba cayendo a pedazos en su interior.


Joder nadie entendía lo que le estaba pasando.
Ninguno de los otros Jinetes Oscuros tenía a nadie en su vida personal. Él no
apreciaba las expresiones castigadoras que le estaban dando.
Cerró los ojos por un breve momento, Falcon apuntaló su compostura.
—Bien, uno.

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Capítulo Nueve
Garrett dejó caer su mochila en el suelo de su habitación y se sentó con un
golpe duro. Zane había dicho lobo. Había ignorado la declaración en el
momento porque Garrett no quería enfrentar lo que el hombre estaba diciendo.
Pero ahora estaba de vuelta en la tienda, solo en su habitación, con la
tranquilidad a su alrededor, sin nada que hacer y mucho tiempo para pensar.
—Están llenos de mierda —Dijo Lonnie mientras entraba en la habitación de
Garrett y se sentó en la silla acolchada de color negro—. No existe tal cosa
como un hombre que se convierte en un maldito lobo. Creo que ellos se cayeron
de sus motos demasiadas veces sin usar un casco.
Antes de Garrett pudiera responder, Falcon estaba apoyado en la puerta.
Se había quitado la chaqueta, así que mientras estaba allí con los brazos
cruzados sobre el pecho, Garrett pudo concentrarse en aquellos bien
desarrollados bíceps con tatuajes hermosos, que decoraban su piel bronceada.
Le dio una mirada a Falcon de vete-al-infierno- antes de alejarse.
—No te preocupes, Garrett. Tú no puedes contraer pulgas.
Garrett se echó a reír y luego se maldijo por lo bajo. Él no quería pensar que
este tipo fuera gracioso o llevarse bien con él, hubieran o no compartido una
mamada impresionante.
Por supuesto que no.
Odiaba sentirse como si estuviera persiguiendo su cola y no sabía con qué
fin. Él quería que Falcon dijera algo al respecto. Algo.
—Voy a encender la música —Lonnie anunció mientras salía—. Tal vez
pueda ahogar su voz y no tendrás que escuchar su mierda.
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Decidiendo que Lonnie tenía razón, Garrett pretendió limpiar,


manteniéndose de espaldas, sabiendo que si miraba demasiado tiempo a los
hermosos ojos oscuros, escucharía cualquier locura que le dijera.
Él estaba siendo un poco crédulo.
¿Y ahora Falcon quería tirar humor en la mezcla? Garrett quería gruñir. No
le hacía falta todo este jodido drama arrojado a su vida.
—Date la vuelta, Garrett, para que podamos hablar.
Podía oír al hombre moviéndose en la habitación y sentándose en el lugar
que Lonnie acababa de abandonar.
—Jodete, Falcon —Hubo un tiempo en que hubiera estado demasiado
aterrorizado para decirle eso. Todavía lo estaba, pero las cosas eran diferentes
ahora. Aunque quisiera seguir negándolo, sabía que algo había cambiado
drásticamente dentro de su cuerpo. Se dio la vuelta cuando Falcon permaneció
tranquilo.
Los hombros del hombre se habían endurecido y Garrett podía verlo
trabajando en su apretada mandíbula. Era evidente que no le gustaba que alguien
le dijese que se jodiera.
—No necesito que andes por aquí y no creo tus explicaciones inverosímiles,
por lo que no te esfuerces tratando de figurarte la manera de explicarme las
cosas.
—Ten mucho cuidado, mi pequeño artista. Te podría dar más margen de
maniobra que a la mayoría, pero no me faltaras el respeto —Su tono era muy
bajo, un mero susurro, pero la advertencia fue muy clara.
Tratar con Falcon era como pegarte con una cinta adhesiva a ti mismo a una
Ducati. Rápido y peligroso.
Garrett quería esto. Él jodidamente se sorprendió por cuanto, pero eso no
significaba que no estaba nervioso por toda la situación.
Garrett miró las botas góticas de Falcon que llegaban a media pantorrilla y
estaban adornadas con pequeñas cadenas drapeadas, preguntándose si había ido
demasiado lejos. Pero nada parecía real. Era un maldito lobo de acuerdo con los
Jinetes Oscuros. Hace tan sólo unos días su vida era bastante mundana y Garrett
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había estado deseando un desafío.


Ten cuidado con lo que deseas.
—¿Qué quieres de mí, Garrett? —Falcon preguntó, su voz repentinamente
dura cuando él se levantó y cerró la puerta—. No te convertí a propósito y estoy
tratando de hacer frente a esto lo mejor que puedo.
La ira de Garrett junto con todos sus miedos y su profundo anhelo por un
hombre al que no podía tener, se disparo chocando contra él como una ola
gigante.
—¿Tu estas tratando de lidiar con esto? ¡Soy yo el que tiene toda su vida
volteada al revés!
—¡Al infierno contigo! —Falcon gritó cuando una vena latió como un globo
en el lado de su cráneo—. Por lo menos tu conversión no fue tan horrible.
Falcon dejó escapar un suspiro cuando se volvió, apoyando su mano en la
pared mientras bajaba su cabeza morena, con el pelo creando un velo privado
para ocultar su rostro.
—Imagínate que tu y tu gemelo son tomados de tu casa en el medio de la
noche y arrastrados hasta cierta celda de mala muerte donde son encadenados.
Ni siquiera teníamos una puta idea de por qué fuimos elegidos para los
experimentos de esos bastardos enfermos.
Garrett se quedó congelado, sintiendo que su corazón latía con fuerza en su
pecho mientras Falcon hablaba.
—Estaba sucio, lleno de ratas y ni siquiera nos alimentaron los primeros dos
días. Zane gritó tanto pidiendo nuestra liberación que perdió su voz. Lo llevaron
primero y tuve que dejar que se llevaran a mi hermano. ¿Sabes lo que me hizo?
¿Sabes cómo me hizo sentir que yo no podía ni siquiera proteger al hombre que
más amo en este mundo?
Garrett se acercó más, con ganas de tocarlo, de consolarlo. Joder, no estaba
seguro de lo que quería hacer, pero odiaba muchísimo ver el dolor y la agonía
grabados en el hermoso rostro de Falcon.
—Tuve que sentarme allí encadenado a la pared mientras lo escuchaba gritar
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por mí —Falcon dio un puñetazo a la pared—. Esa fue una verdadera tortura. No
importa lo que me hicieron a mí, lo que me hicieron pasar, escuchar a Zane
gritar por mí fue lo que me torturo más. Todavía me persigue al día de hoy.
—Lo siento —Susurró Garrett.
Falcon se echó hacia atrás, pasando una mano por su cara.
—Trajeron a un lobo y entonces la maldita cosa nos mordió a los dos. Zane
se enloqueció, su cuerpo se puso tan rígido que pensé que estaba muerto —Las
emociones en el rostro de Falcon eran tan malditamente torturadas que Garrett
quería decirle que se detuviera, que olvidara lo que había dicho, que no reviviera
esos horribles recuerdos. Pero podía ver que su declaración había desatado algo
que Falcon probablemente no había tratado en un tiempo muy largo.
—En aquel entonces, los lobos eran más agresivos, la mordedura era más
intensa y cambiamos de inmediato. Pasamos de ser humanos a ser monstruos y
ninguno de los dos tenía una maldita idea de qué hacer. Una vez que habían
terminado con nosotros, riéndose de lo que habían hecho, tiraron nuestros
cuerpos a la parte trasera como basura común. —Falcon entrecerró sus hermosos
ojos—. Pero sobrevivimos a lo que se nos hizo y cuando intentamos volver a
casa, mi padre estaba lleno de tanta pena por lo que nos había pasado que se fue
a los establos y se colgó allí mismo. Mi madre se volvió alcohólica, tan llena de
dolor que un tiempo después se tiró de un acantilado. Así que no me digas que
no sé lo que está pasando. No te atrevas a estar enfadado. Por lo menos tienes
ayuda. Nosotros no teníamos nada, solo el uno al otro y perdimos para siempre
la vida que conocíamos.
Garrett dio un paso atrás, tragando el nudo en su garganta. Se sentía
terriblemente egoísta por sentir de la manera en que lo hizo. ¿Que había perdido
realmente?
Nada.
Todavía tenía su negocio.
Todavía tenía su a mejor amigo.
Si Falcon estaba diciendo la verdad, él se convertiría en un lobo, pero ¿qué
estaba perdiendo incluso entonces?
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Volviéndose, Garrett presiono las palmas de sus manos sobre el pecho del
hombre, con el deseo de haber hablado de esto con Lonnie en lugar de hacerlo
con Falcon para que no reviviera su pasado horrible.
Falcon se pasó las manos por el pelo mientras sus hombros se desplomaban.
—Lo siento. No era mi intención descargarme contigo. Si pudiera tomar la
conversión de nuevo, lo haría. Pero es demasiado tarde. No puede ser deshecho.
Garrett quería conectar, dejar que Falcon supiera que estaba haciendo todo lo
posible para hacer frente a lo que pasó con él, que él no estaba sólo.
—Yo no empecé a vivir hasta que llegué a Paradise City —Garrett confeso,
haciendo todo lo posible para conectarse con Falcon y distraerlo para ayudarlo a
olvidar lo que sin querer le había hecho recordar—. Mi pasado no fue tan malo
como el tuyo, pero no fue bueno tampoco.
Dos veces en el mismo maldito día Garrett fue desenterrando lo que trataba
tan difícilmente de enterrar. Odiaba su crianza, agradeciendo haberse encontrado
con Lonnie cuando lo hizo.
—Mi padre me golpeaba con lo que cayera en sus manos cuando estaba
loco. Lo que pasaba todo el tiempo. Conocí a Lonnie en la secundaria, la vida en
su hogar estaba igual de jodida, sólo que él se había volcado a las drogas como
medio de escape. Salimos de allí, luchamos por nuestra libertad antes de que
incluso cumpliésemos los dieciocho años. No fue fácil, pero estoy aquí, y por fin
estoy viviendo a mi manera, nadie más lo hace por mí.
Garrett se volvió, sorprendido de ver el conocimiento en los ojos de Falcon.
—Es por eso que quería volver aquí. Por eso nunca voy a abandonar mi
amistad con Lonnie. Ambos trabajamos muy duro para estar donde estamos
parados ahora.
—Yo no te estoy pidiendo que dejes esta tienda o tu amistad. Sólo te pido
que aceptes lo que te ha pasado y aprendas a vivir con ello.
Se volvió, Garrett necesitaba un momento para respirar. Los ojos de Falcon
eran muy conocedores, demasiado íntimos.
Falcon se acercó más hasta que Garrett sintió el roce cálido del pecho del
hombre apretado contra su espalda. Entonces el calor de la boca de Falcon
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comenzó a besar la piel desnuda entre el nacimiento del pelo y del cuello
desgastado de su camisa. Y ahí fue cuando la tormenta eléctrica en movimiento
se acercó a su cuerpo comenzando a enviar todo su interés al sur.
—No quiero que dejes nada, mi pequeño artista —Falcon habló entre
besos—. Absolutamente nada.
—Gracias —Garrett perdió cualquier otra cosa que había planeado decir
cuando las manos fuertes se deslizaron por su espalda, una descansando en su
cadera, la otra serpenteando alrededor para descansar en sus abdominales. Los
besos y el chupar su cuello continuo, causaron que su libido pasara de primera a
quinta, mientras que la mano en su estómago tiró de él, contra el cuerpo de
Falcon.
Se encontró moldeándose contra Falcon, se traslado a descansar en su
hombro cuando Falcon chupó su piel.
La evidencia de lo que esto hizo a Falcon fue muy evidente en la larga cresta
dura que ahora se presionaba contra su culo. El pensamiento hizo que sus
vaqueros le quedaran malditamente incómodos.
El fetiche de su cuello lo hizo todo por él. Y esa mano... firme contra su
estómago, mientras que los dedos se frotaban contra la piel expuesta de su
estómago. Si moviera su mano sólo un poco más al sur Falcon sabría
exactamente lo que le estaba haciendo. La jodida parte de él le dolía porque
Falcon hiciese exactamente eso.
Garrett volvió la cabeza hacia un lado, conectando su mirada a la de Falcon
y sintió alivio al verlo sonreír ligeramente. Falcon lo besó, justo en la esquina de
su boca.
Falcon tomó el rostro de Garrett en sus manos y lo besó de nuevo,
tomándose su tiempo. Él se movió hasta que tuvo a Garrett presionado contra el
mostrador. No había duda de que sentía la longitud de la excitación de Garrett
clavándose en su cadera cuando se echó hacia atrás para sonreírle.
—No quise decir…
Falcon cubrió sus labios con los suyos y Garrett supo que el tema estaba
cerrado. Él acabó por dejar a Falcon hacer lo que quisiera mientras trató de no
hacer implosión.
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Estaba bastante seguro de que Falcon lo estaba oliendo mientras lo besaba,


pero parecía diferente que cuando lo había olido en Ruby Rojo. Tal vez él
también estaba tratando de averiguar que era ese leve perfume dulce que Garrett
olía inundando el aire a su alrededor.
—Garrett —Falcon dijo su nombre en un ronroneo decadente—. Te quiero.
No había manera de que Garrett pudiera negarse, no cuando quería tanto a
Falcon. Garrett se alejo de Falcon, dejándolo desconcertado cuando empezó a
desnudarse. El seño fruncido de Falcon desapareció mientras sonreía y se
apoyaba en el mostrador, sus intensos ojos fijos en Garrett.
—¿Te desnudaras para mí?
—Creo que se puede decir eso, pero no esperes que lo acompañe con un
baile. Tengo dos pies izquierdos —Garrett tomó un zapato y se lo arrojó a
Falcon. Él lo atrapó con facilidad y lo dejó caer de su mano.
—Sigue adelante —Dijo en un tono profundo y sensual mientras sus ojos se
dirigieron a la ingle de Garrett. Su piel se calentó, nunca antes tuvo a nadie
viéndolo desvestirse, al menos no tan intensamente. Falcon curvo una sonrisa
que lo golpeó duro—. Te has sonrojado.
Garrett puso los ojos como platos cuando Falcon se movió rápidamente,
tomando su boca en un beso frenético. Todas las emociones caóticas que había
estado sintiendo dentro, abruptamente fueron demasiado para contener. Garrett
lanzó sus brazos alrededor del cuello de Falcon, besándolo con sus labios y
lengua.
Irónicamente, fue Falcon quien se apartó y le dijo a Garrett que desacelerar.
Estaba jadeando pesadamente, mirando a sus labios hinchados; por sus besos y
con ganas de otro sabor... Garrett se asustó cuando sintió un gruñido salir de su
pecho, dio una palmada sobre su boca cuando los ojos de Falcon se ampliaron
durante una fracción de segundo antes de mirarlo de forma caliente y sensual.
—Haz eso otra vez.
Garrett negó con la cabeza.
Falcon se movió de nuevo, su voz se suavizó y agitó en Garrett un anhelo
alarmante.
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—Haz eso una vez más —Era un desafío. Su voz estaba cargada de la
aprobación y deseo.
—Ni siquiera estoy seguro de lo que hice —Confesó Garrett cuando retiró la
mano de su boca.
Falcon rozó sus nudillos sobre las mejillas encendidas de Garrett.
—Tu lobo me quiere.
Su cabeza empezó a dar vueltas cuando Garrett se sintió mareado. Lobo.
Falcon había dicho lobo. Sí, Garrett tenía uno ahora, sabía que se había
convertido. Pero al oír a Falcon decirlo de esa forma hizo que se sintiera extraño
y surrealista.
La sonrisa de Falcon fue una invitación erótica.
—Entonces, si no lo vas a hacer, termina de desvestirte.
—¿Qué hay de ti? —Preguntó Garrett, todavía aturdido por su gruñido.
Falcon tiró su camisa sobre la cabeza, se inclinó y desató sus botas, tiro los
objetos pesados a un lado, y luego se sacó sus vaqueros.
Se quedó allí como un dios del sexo que había venido a la tierra para jugar
con Garrett.
Y Garrett quería jugar.
Un rayo chisporroteo y el depredador se desato en los ojos de Falcon cuando
Garrett termino de desvestirse. Tan pronto como él se despojó de su última
prenda, Falcon estaba sobre él. El hombre lo levanto y él no tuvo ninguna
opción más que envolver sus piernas alrededor de la cintura magra. Los ojos de
Falcon se veían hermosos y misteriosos por el deseo, y Garrett lo quería tanto
que era físicamente doloroso.
Garrett estaba en un mundo desconocido para él, aferrándose a un hombre
que le prometió ayudarlo a travesar esta situación. Desde que conoció a Falcon,
en realidad desde que se reunió con él, Garrett se había sentido como si hubiera
caído por la madriguera del conejo en un mundo aterrador donde las reglas
lógicas no eran aplicadas.
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Era emocionante y aterrador y él no estaba seguro de qué hacer. Pero una


cosa era segura... que estaba recibiendo otro pedazo de Falcon, su fantasía hecha
realidad.
Garrett pasó la mano por la espalda superior de Falcon y se estremeció sin
control cuando Falcon respondió con toques suaves y blandas caricias sobre sus
caderas. Él se movió hasta que tuvo la espalda de Garrett contra la pared, y sus
labios sobre su hombro desnudo.
La cabeza de Garrett golpeó la pared, no muy fuerte, él gimió y dejó que su
cabeza se inclinara hacia un lado para dar a Falcon más espacio para jugar. La
polla del hombre estaba encajada entre las mejillas de su culo, caliente y
palpitante mientras sus dedos agarraron la cintura de Garrett.
—Me muero por estar dentro de ti —Falcon casi gruñó las palabras contra el
hombro de Garrett. Se acercó a el gabinete junto a él y agarró un pequeño frasco
del estante. Garrett giró la cabeza con curiosidad para mirar.
Era la vaselina que Garrett había dejado allí hacia meses cuando sus labios
se agrietaron.
—¿Cómo sabías que estaba allí?
Falcon se encogió de hombros, pero no contestó.
Su amante puso el frasco en la estantería y lo siguiente que Garrett supo, es
que los dedos resbaladizos investigaban su agujero.
Sus deseos renovados mientras sus dedos agarraron el hombro de Falcon, su
cuerpo girando cuando Falcon deslizó un dedo largo y grueso dentro de él antes
de que capturara sus labios.
—Perfecto —Hubo un ronroneo peligroso en su voz que envió un temblor a
través de Garrett. Podía sentir los músculos estirados y el cuerpo duro de Falcon.
El hombre olía ricamente masculino, salvaje y delicioso. Garrett estaba cayendo
bajo su hechizo, más profundo con cada beso, cada golpe del dedo y el aroma
embriagador que estaba llenando la habitación.
—¿Qué es eso? —Garrett jadeó cuando Falcon inserto un segundo dedo,
extendiendo los dos, separados y moviéndolos de la manera más provocativa. Lo
había olido antes, pero ya no podía ignorar la fragancia aromática.
—Hueles mi excitación —Dijo mientras mordía suavemente el hombro de
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Garrett.
Dios, Garrett podría bañarse en ese olor. Nunca antes había olido algo tan
tentador, almizclado y seductor. Garrett se derritió en su fuerte pecho, su cuerpo
laxo cuando Falcon tiró de él imposiblemente más cerca y trazo la vena en su
cuello con la lengua. Palpitaba violentamente por lo que Falcon estaba haciendo
con él.
Falcon atrapó el lóbulo de Garrett entre los dientes mientras inserto un tercer
dedo, haciéndole gemir más fuerte, llenando la habitación con los sonidos de su
necesidad. El pecho de Falcon retumbó profundamente mientras sacó sus dedos
y los reemplazó con su polla gruesa.
El aliento salió corriendo de sus pulmones, mientras sus manos se apretaron
alrededor del cuello de Falcon, con la cabeza colgando a un lado, ya que ambos
gimieron por el placer. Falcon selló sus labios sobre los de Garrett, dándole un
exuberante y húmedo beso mientras sus caderas comenzaron a moverse,
empujándose hacia arriba, conduciendo su polla más profundo y haciendo que
Garrett perdiera la cabeza. Se besaron, lento, saboreando, lamiendo, cuando
Garrett pasó la mano por el de pelo largo, negro y sedoso de Falcon.
—Tan perfecto —Murmuró. Sus manos ahuecadas en el culo de Garrett,
apretando sus mejillas mientras su pene iba hacia atrás y luego se deslizaba
hacia delante.
Que lo jodiera lentamente conducía a Garrett a la locura.
Arqueó su cuerpo contra Falcon, asombrado de cómo de experto y sensual el
hombre era cuando se trataba de sexo. El presidente era tan hardcore, tan
intenso, sin embargo, sus habilidades amatorias eran el extremo opuesto.
Bueno, el hombre seguía siendo intenso, pero no había nada brutalmente
salvaje sobre la forma en que se movía dentro de Garrett, ni cuando lo besaba o
tocaba.
La boca de Falcon descendió y Garrett gimió cuando los dientes del hombre
comenzaron a burlarse de los anillos de sus pezones. Tiró y lamió el metal antes
de que él lamiera su camino a través de muchos de los tatuajes de Garrett.
Falcon se tomó su tiempo cuando llegó a la pluma y el tintero, su lengua dibujo
sensualmente perezosos círculos en torno a los colores vibrantes.
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Su lengua era magistral, lavando el calor de la niebla de la transpiración en


la piel de Garrett.
—Quiero que seas mío, Garrett —Falcon besó su camino de vuelta por el
pecho de Garrett hasta que sus labios rozaron suavemente hacia adelante y hacia
atrás—. Di que me perteneces.
Era su fantasía, su sueño hecho realidad. La polla de Falcon continuó
deliciosamente estirando a Garrett mientras lo sostenía , haciendo todo lo
posible para no caer sobre el borde tan pronto. No quería que su tiempo con
Falcon terminara tan rápidamente, o sea... nunca.
Falcon tomó la manzana de adán de Garrett, trabajando con los labios su
magia maravillosa en su piel. Garrett tragó saliva, meciéndose en el tiempo del
ritmo de Falcon mientras murmuraba:
—Yo soñé con ser tuyo.
Una embestida envió a Garrett más cerca del borde cuando los dedos de
Falcon lo agarraron con más fuerza, acercándolo más.
—¿Eso es un sí, Garrett?
Echando la cabeza hacia atrás y dejando escapar un largo gemido, a Garrett
le resultaba difícil hablar. Sus emociones estaban por todo el lugar, creando un
caos dentro de él. Falcon mordió suavemente su barbilla.
—Sí —Respondió Garrett—. Es un sí.
Falcon plantó sus manos contra la pared, por lo que Garrett se aferro fuerte
mientras las caderas del hombre comenzaron a moverse rápidamente, haciendo
que Garrett rebotara cuando Falcon lo cogió con más fuerza. Sus labios estaban
buscando a Garrett, Garrett volvió la cabeza, dándole lo que necesitaba. Había
tanto fuego y pasión en ese beso que Garrett sintió como si estuviera siendo
marcado, reclamado como propiedad.
La fricción de sus cuerpos meciéndose juntos fue finalmente demasiado
cuando Garrett tiró su espalda contra la pared, gritando mientras su polla
sucumbía entre ellos. Antes de que él supiera lo que estaba pasando, Falcon
mordió su hombro con los dientes muy afilados y un gruñido primitivo. La
sensación disparó su orgasmo más alto, haciéndolo sentir fuera de control. Sus
cuerpos se retorcían uno contra otro, resbaladizos por el sudor y la liberación de
Página104

Garrett.
Falcon empujó sus caderas, con fuerza, unas pocas veces más antes de que
Garrett sintiera su culo lleno con su semilla. El gruñido del hombre se hizo más
profundo, más salvaje cuando su cuerpo se balanceó hacia arriba, su polla solo
suavizándose ligeramente a medida que Garrett jadeó en busca de aire.
Mientras su amante le lamía la herida que él había creado, Garrett se sacudió
en el conocimiento que ahora pertenecía al tristemente célebre motociclista fuera
de la ley llamado Falcon.
Un lobo.
Un chico malo.
El hombre más salvajemente hermoso y tenebroso que había conocido
nunca.

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Capítulo Diez
Lonnie se sonrojo al escuchar a Rett y Falcon follando en la habitación de
Rett. Rápidamente agarró el Windex y comenzó a limpiar la vitrina de cristal,
Santos se quedó cerca de él, con una expresión igual de intensa como la que
Lonnie sentía.
Se suponía que solo debía haber un Jinete Oscuro en Andrómeda, Santos
había llegado a hablar con el Falcon, y cuando se enteró de que el presidente
estaba ocupado, él se quedó.
Ahora Lonnie deseaba que el hombre se fuera.
Su suerte sólo empeoró cuando vio a Spike de pie a través de la puerta.
Pensó que el hombre no se presentaría aquí.
Continuó rociando el mostrador, fingiendo que no lo había visto. Deseaba
nunca haber dormido con el idiota. Spike lo llamaba sin parar, hostigándolo por
teléfono, pidiéndole volver, para resolver las cosas.
Lonnie hacía poco tiempo que lo conocía y durmieron juntos una vez, y
ahora se preguntó, hasta qué punto el hombre psico-Spike realmente podía
llegar. Incluso Spike había ido tan lejos como para exigir que Lonnie se fuera
con él, tratando de decirle a Lonnie que tenía que irse a vivir con él.
No había una ni una remota posibilidad.
—Oh, vamos, Lonnie. No me digas que todavía estás furioso.
Decir que Spike era un acosador era un eufemismo. Giró la boquilla hasta
que estaba en el ajuste de flujo y luego le disparó al líquido azul directamente en
su cara.
—¿Eso responde a tu pregunta, imbécil?
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Lonnie dejó caer la botella y gritó cuando Spike llegó al otro lado del
mostrador y agarró su camisa negra favorita, torciéndola hacia arriba en su puño.
El mal ejemplo de un ser humano trató de tirarlo sobre el mostrador.
—Tú, pequeño pinchazo —Spike gruñó en su rostro cuando torció el tejido
más duro, cortando el suministro de aire de Lonnie. Podía sentir la pesada
presión en su cara y sus ojos comenzaron a hincharse. Lonnie estaba
aterrorizado, él estaba a punto de morir asfixiado. Los ojos de Spike estaban
desquiciados, como si no le importara si mataba a Lonnie allí mismo, en ese
lugar. ¿Cómo diablos había pensado alguna vez que este hombre era lindo y
encantador?
Lonnie fue finalmente capaz de dar una respiración dolorosamente desigual
cuando Santos le dio un puñetazo a Spike... duro. El tipo sólo lo tiró fuera y le
dio un puñetazo en el intestino, robándole el aire por la expresión en la cara de
Spike.
Ahora sabe cómo se siente esa mierda.
Lonnie se agarró la garganta dolorida cuando él se puso de pie, sintiéndose
un poco mareado. Él maldito pateo su tobillo cuando dio un paso adelante.
Tal vez tendría que sentarse.
En un movimiento fluido Santos tuvo a Spike en el suelo, lanzándole golpes
despiadados.
—Santa mierda —Lonnie gritó, su mareo y garganta temporalmente
olvidadas—. ¡Vas a matarlo, Santos!
—Suéltame —Spike rechinó los dientes apretados mientras trataba de
defenderse, pero no era rival para el tamaño oso de Santos. El Oscuro Jinete
estaba repleto de grandes músculos y fuerza bruta.
—Tu jodiste con la persona equivocada —La voz de Santos era demoníaca
cuando Lonnie saltó sobre la espalda del chico, tratando de detener al idiota de
cometer un asesinato.
Pero no importaba lo duro que trató de sacarlo, fue como tratar de mover un
tren estacionado. Santos era demasiado condenadamente grande para que Lonnie
tratara de frenarlo.
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—¡Falcon!
Oyó unos pasos pesados venir por el pasillo y luego una fuerte maldición
antes de que Falcon empujara a Lonnie a un lado. Aterrizó sobre su culo
mientras él observó a Falcon tirar a Santos fuera de Spike, el brazo envuelto
apretado alrededor de la garganta de Santos.
—¡Cálmate!
Rett salió de su habitación un segundo más tarde, viéndose como si hubiera
estado bien jodido. Sus picos ni siquiera estaban de pie rectos, apenas sin
fuerzas y en mal estado.
Miró a su alrededor a todo el mundo antes de que sus ojos color avellana se
posaron en Lonnie.
—¿Qué está pasando?
Lonnie apuntó con un dedo tembloroso a Spike que estaba tosiendo y
vestido con su propia sangre.
—Trató de ahogarme.
Lonnie se levantó cuando Rett corrió a Spike y le dio una patada increíble en
sus costillas.
—¡Nunca volverás aquí a joder a Lonnie! ¿Queda claro?
Spike se dio vuelta y luego se puso de pie, limpiándose la sangre fuera de su
rostro con su camisa.
—Te voy a hacer pagar por esto.
Falcon tuvo que tirar prácticamente a Santos al suelo para detenerlo de ir tras
el perdedor.
Los ojos de Spike se abrieron y luego se había ido.
Qué día de mierda.
El detective Jack Tate subió los veinte escalones negros de metal para llegar
a Andrómeda, la tienda de Tatuaje y Piercing. Después de investigar, se enteró
de que el Sr. Grissom era dueño de parte de este lugar.
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Hasta el momento el hombre no se había presentado para ser interrogado lo


que estaba haciendo a Tate sospechar que el tipo tenía una mano en la muerte de
la víctima.
Simplemente no podía entender cómo la morgue había perdido el cuerpo. El
forense estaba perdido y Tate se había sentido como si no hubiera estado
recibiendo nada de ninguna parte.
Hasta que alguien le había dejado una pista sobre esta tienda. El nombre de
este lugar fue escrito en un pedazo de papel, junto con el nombre de Garrett, y
empujado bajo el limpiaparabrisas de su coche.
Tiró de la puerta de cristal y cromo en relieve, abriéndola, Tate entró, la
música muy fuerte y la habitación llena de freaks, hacía que su piel se pusiera de
gallina. Las cuatro personas en la sala de espera eran una colección de
inadaptados con tatuajes y piercings que probablemente harían llorar a sus
madres.
Tres quitaron la vista tan pronto como lo vieron, pero un chico se desplomó
tranquilamente en el sofá, con una sonrisa torcida en su rostro.
La habitación en sí estaba decorada con arte extraño. Las paredes estaban
pintadas con mierda como la Mona Lisa, sólo que ella tenía un piercing y un
tatuaje en su cuello. Incluso alguien había pintado una lágrima negra bajo su
maldito ojo. Él dudaba de que la mujer que posaba hubiera matado a alguien.
Había fotografías en marcos de algunos personajes famosos, Tate asumió
que fueron tatuados o perforados aquí, y la maldita mesa del centro era en forma
de ataúd.
¿Quién coño decoro esta tienda, Marilyn Manson?
—Oh, un virgen —un hombre rubio con rastas, con delineador de ojos,
clavado de joyerías y botas que llegaban a los muslos camino alrededor del
mostrador, sus ojos verde pálido subiendo por el cuerpo de Tate y luego hacia
abajo.
—A menos que tu tengas tatuajes en lugares que no puedo ver.
—Es un policía —El freak que se sentó en el sofá gritó—. Dudo que él sea
tan aventurero, Lonnie.
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—Calla, Jake, antes de que el policía te arreste —Dijo Lonnie y luego se


volvió hacia Tate—. Pero jugar con las esposas puede ser divertido.
Tate vio a un hombre apoyado en la pared, observándolo de cerca.
Él sabía que este tipo era verdaderamente extraño. Su maldito pelo largo
hasta el final de la espalda. ¿No sabía que los días hippies habían terminado?
—Este es Zane —Lonnie agitó el brazo con una muñequera de pinchos—.
Es inofensivo.
Tate podría ser el juez de eso. Él había estado tratando de conseguir algo
sobre los Jinetes Oscuros desde hacía meses, desde que se cruzó con Santos
Álverez.
Había observado a Zane desde la distancia, esta era la primera vez que había
estado tan cerca.
Tate miró por encima a Lonnie, mostrando su placa de detective.
—Estoy aquí para ver al Sr. Grissom.
Sabía que algo estaba pasando cuando Lonnie inmediatamente se endureció.
—¿Lo has visto? —Tate preguntó cuando el rubio no dijo una palabra.
Lonnie seguía agitando sus ojos por la habitación, como si pensara que Tate iba
a desaparecer por arte de magia si no lo miraba directamente a los ojos.
—Si.
Ahora estaban llegando a alguna parte.
—¿Cuándo fue la última vez que lo viste?
—La última vez que lo vi fue cuando lo vi por última vez —Lonnie disparó
fuera la bala rápido, sus ojos miraron a Zane. Este individuo sería un asco en el
póker.
—¿Está aquí? —Tate se aseguró de pronunciar su pregunta lentamente,
asegurándose de que el pequeño imbécil le entendiera con claridad.
—Yo no lo veo —Lonnie contestó mientras miraba alrededor.
—Mira —Dijo Tate, sintiendo su presión arterial en aumento—. Si
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interfieres en un asunto policial, yo…


—Él no está aquí —Dijo Zane mientras se empujaba de la pared, todo magro
músculos y así tan bien construido que Tate casi olvidó lo que iba a decir. El
soñó con el pelo largo, sedoso y negro caminando con una marcha depredadora
hacia él. De repente, Zane no parecía un matón con el pelo hippie. Parecía un
sueño húmedo en dos piernas.
—Pero yo lo estoy. ¿Qué quieres saber?
Tate no le gustó la forma en que el hombre le estaba mirando. Como si
hubiera hecho planes para Tate. Él no era tan fácil de matar. Muchos hombres lo
habían intentado ya; al igual que su jodido ex.
—Quiero saber por qué hubo un muerto de mierda en su apartamento y por
que se voló con tanta prisa.
—Él no puede volar —Declaró Lonnie, con mucha naturalidad—. Eso ni
siquiera tiene sentido. Bueno, puede, si él estuviera en un avión, pero los seres
humanos no pueden volar por su propia cuenta.
Tate quería detener al rubio sólo por ser estúpido.
—Entonces, ¿él tomó un avión a algún lugar?
—No, Rett odia volar en aviones. Él tiene miedo a las alturas.
—Le dije que hablara conmigo —Dijo Zane mientras se movía delante de
Lonnie—. Deja de confundir al pobre hombre.
—¿Dónde está Garrett Grissom? —Preguntó Tate, sintiendo su mandíbula
apretarse herméticamente.
—Que yo sepa, todavía respira —Respondió Zane—. Idiota —añadió con un
murmullo.
—¿Qué demonios me has dicho? —Ladró.
—Nada, oficial —Zane se movió lentamente, manteniendo incluso el
movimiento de sus ojos bajo un estricto control. Tate no confiaba en que Zane
no lo atacara. Y viendo su cuerpo sabía que no sería capaz de detenerlo
El francamente estaba construido como una pieza de sólido acero.
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—No soy un jodido oficial. Soy un detective, asno.


La boca de Zane se detuvo en una sonrisa apretada.
—Nombre extraño. —Dijo Zane.
—¿Dijo que su nombre era detective asno? —Preguntó Jake.
—Una palabra más de ti y voy a patear tu culo. —Tate amenazo a Jake—.
¡Fuera de aquí!
Jake se levantó y se fue. El freak tenía probablemente una orden. Pero él no
estaba allí para eso.
—Ahora —Dijo de manera uniforme, tratando de estar de nuevo bajo
control—. ¿Dónde está el Sr. Grissom?
Tate estaba listo para sacar su arma cuando Zane se acercó más, bajando su
cabeza. Antes de que Tate pudiera alejarse, el hombre le dio un rápido beso en la
mejilla.
—Él no está aquí.
Tate empujó a Zane por su pecho, dándole una mirada de advertencia.
—Hazlo una vez más y te arrestare por agredir a un agente de la policía.
—¿Pensé que no eras un policía? —Preguntó Lonnie.
Joder, la migraña estaba de vuelta. Golpeó con su tarjeta de visita la pantalla
de cristal, señalando con el dedo hacia Lonnie.
—Llámame cuando él aparezca.
—¿Te puedo llamar en cualquier otro momento? —El flirteo en la voz de
Zane era claro como una campana.
—Joder no —Tate metió la mano en la puerta y salió, sintiéndose
completamente jugado.
Este tenía que ser un día de mierda, Zane pensó mientras observaba a
Callahan dar grandes zancadas entrando por la puerta de Andrómeda ni siquiera
una hora después de que ese policía lindo-del culo se hubiese ido.
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Sólo que él no estaba coqueteando con este tipo. Prefería romper su jodido
cuello. Callahan era un santurrón, arrogante, idiota. Él también era el alfa del
clan Durango.
—Lugar interesante —Dijo Callahan con burla en su tono mientras echó un
vistazo alrededor de la tienda.
Zane se giró hacia Lonnie, dándole una mirada que decía piérdete.
Él no quería que el pequeño individuo fuera atrapado en cualquier chorrada.
Lonnie se movió detrás del mostrador y se fue por el pasillo, sólo para volver
segundos más tarde con un cambia-forma detrás de él.
Callahan señaló hacia el sofá.
—Toma asiento, humano.
Lonnie obedientemente se sentó, pero Zane podría decir que el chico
deseaba mostrar su mano a Callahan, por lo menos con sus palabras. Un Lonnie
mudo hablaba a volúmenes. A Zane no le gustaba ver al hombre normalmente
exuberante, tranquilo.
Le molestaba.
—¿A qué debo este desagrado? —Zane se cruzó de brazos y se echó hacia
atrás, sabiendo que estaba buscando problemas con una gran sonrisa de
comemierda.
Zane vio venir el golpe y no hizo nada para detenerlo. El perdedor le dio un
puñetazo, al otro lado de la mandíbula, lo suficientemente fuerte para derribar a
un hombre.
Por suerte, él no era humano. Él retrocedió ante el golpe y sonrió.
—Me han dicho que Falcon convirtió a alguien sin mi permiso.
Callahan se veía enojado porque él no había puesto a Zane en su sitio.
—Dime, ¡dónde coño está!
Zane sabía que si él pateaba el culo del hombre, una batalla se produciría y
el Lower East Side se convertiría en una jodida zona de guerra. No quería eso.
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Los Jinetes Oscuros sabían que llegaría el día cuando las bolas de Callahan
finalmente se retirarían. El hombre había estado manteniendo su distancia hasta
ahora.
Eso mostraba que no era un verdadero alfa. Cualquier alfa decente habría
hecho valer su sitio y nunca habría permitido que los Jinetes Oscuros se
desprendiesen de su manada y se convirtieran en nómadas en la misma área en
que la manada residía.
—No estoy seguro —Respondió Zane, sintiendo su mirada cambiar. Tratar
de mantener la paz era difícil para su ego. Estaba listo para limpiar el suelo con
Callahan, pero Zane apisono su deseo de ver al hombre sangrando a sus pies...
por ahora—. Él no está aquí.
Callahan asintió y el hombre que había traído con él rompió la vitrina.
Lonnie se levantó de su asiento, corriendo hacia el pinchazo, golpeando sus
puños en la espalda del cambia-formas.
—¡Tu idiota!
Zane agarró el brazo del pinchazo cuando él lo llevó para golpear a Lonnie.
—No es un movimiento inteligente.
Callahan gruñó mientras se acercaba más, sus caninos expuestos.
—Dile a Falcon que vaya a verme o quemaré esta tienda de freaks hasta la
tierra.
Zane soltó el brazo del cambia-formas cuando Callahan y su matón
caminaron por la puerta. Había entregado el mensaje, de acuerdo, pero Zane
sabía que Falcon no se mostraría. Acabarían por tener que asegurarse de que no
viniera nadie cerca del lugar para quemarlo.
Si Falcon aparecía ante Callahan, el alfa le tendría una trampa. No había
manera de que Zane permitiría que su gemelo sea asesinado. No de una jodida
manera.
Lonnie agarró una escoba, limpiando el desorden, pero Zane vio lágrimas en
los ojos del humano.
— Hey, él no va a hacer nada, Lonnie.
—Esto es todo lo que Rett y yo tenemos, Zane. Hemos trabajado muy, muy
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duro para hacer una vida para nosotros mismos. No voy a dejar que ese idiota lo
destruya.
Justo en eso Bandit entró por la puerta, con los ojos enfocándose en los
cristales rotos.
—¿Qué pasó?
—¿Que no pasó? —Lonnie respondió—. Sólo tienes que ir a tu lugar y
establecerte para tu cita. Puedo ocuparme de esto.
Zane asintió hacia el pasillo, diciendo a Bandit que hiciera como Lonnie
dijo. El chico no discutió. Rodeó pasando el desorden y desapareció.
—Cuando pase por aquí Falcon, voy a pagar para reemplazar el vidrio —
Zane cogió un bote de basura para las piezas rotas. Lonnie se limitó a asentir, no
dijo una palabra, el vertió el desorden en la lata.
Él no había querido empezar una pelea en Andrómeda y no quería que
estalle una guerra en el Lower East Side, pero al ver la desanimada mirada en la
cara de Lonnie hizo que Zane quisiera cazar al bastardo y mostrarle cómo un
hombre realmente se hacía cargo de un problema.

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Capítulo Once
Falcon se sentó en la orilla del lago, Garrett escondido entre sus piernas, su
espalda contra el pecho de Falcon. Él tenía sus brazos envueltos alrededor del
hombre, disfrutando de su momento de tranquilidad juntos.
—¿Así que tú tienes 700 años de edad? —Preguntó Garrett mientras sacaba
unas briznas de hierbas.
—Si —Falcon rozó sus labios sobre la nuca de Garrett, sintiendo los
pequeños pelos cosquilleando en sus labios—. Pero no me veas como un
anciano. Puedo todavía correr con el mejor de ellos.
La piel debajo de sus labios se calentó.
—Todavía puedes follar de esa manera también.
Falcon se río mientras abrazaba a Garrett cerca.
—Lo tendré en cuenta.
Apretó los labios a lo largo de los hombros de Garrett, dejando un rastro de
humedad atrás.
—Porque tengo que decirte, que podría quedarme enterrado dentro de ti por
el resto de la eternidad. Nunca me cansaré de ti, del sexo o simplemente de estar
sentados aquí hablando.
Y se estaba volviendo loco, sorprendido de que podía expresarse así. Falcon
nunca había sido capaz antes, pero él no quería que Garrett dudara de lo que
sentía por el... nunca.
Falcon continuó frotando su cara en el cuello de Garrett mientras levantaba
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la camiseta de Garrett, animando al hombre a levantar los brazos, tirando de ella


a través de la cabeza.
Se echó hacia atrás e hizo lo mismo, y luego estaban piel contra piel. Puso
sus manos en la cintura de Garrett mientras sus labios viajaron por un hombro y
luego por el brazo de su amante, sonriendo al sentir un escalofrió en Garrett.
Llegando a su espalda, Garrett metió las manos en el pelo de Falcon, tirando
de su cabeza más cerca mientras inclinaba la cabeza hacia un lado. Suavizando
sus manos sobre el abdomen del hombre, Falcon bajo una y rozo con los dedos a
través de la erección de su amante.
— Mmm, bien.
—Me la has hecho tú —Garrett dijo lánguida y lentamente—. ¿Vas a cuidar
de ella?
Falcon apoyo a Garrett atrás y tranquilamente se sentó a su lado, todavía
sonriendo por la forma en que el hombre le hacía sentir. Él negó con la cabeza y
levantó la mirada hacia el cielo nocturno, deseando y con la esperanza de que las
cosas siempre fueran así.
—Ahora, ¿qué clase de hombre sería yo si te dejara colgando?
Cuando volvió a mirar hacia abajo, vio que los ojos color avellana de Garrett
estaban encendidos de aprobación. Había un hambre y calor más intenso de lo
que había visto nunca.
Falcon volvió a frotar su cara contra el cuello de Garrett, sintiendo como si
este momento fuera demasiado surrealista. Falcon nunca había querido a nadie
como quería a su pequeño artista del tatuaje. Metió la mano detrás de Garrett y
ahuecó el culo del hombre, tirando de su amante más cerca, besando su piel más
reverentemente.
La piel del hombre se sentía como de la más fina seda cuando su lengua
trazó un golpe duro en su cuello, sus caninos raspando a lo largo de la garganta.
Tiró de los pantalones de Garrett, dándole sólo un poco de espacio para
sacarlos fuera de su amante. No quería a Garrett lejos de él, ni siquiera para
desvestirse. Falcon necesitaba tenerlo cerca, moriría para que él se acercar.
—Eres tan jodidamente perfecto —Falcon gruñó, sin ocultar nada sobre la
forma en que Garrett lo hacía sentir.
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Y entonces Garrett le dio una mirada depredadora que hizo que Falcon
olvidara lo que iba a decir. Rodando en sus manos y rodillas, Falcon se movió
más abajo, manteniendo sus ojos pegados en la cara de Garrett mientras tomaba
al hombre con su boca.
—Joder —Garrett exhaló y enroscó los dedos en la hierba. Él podría decir
que ya estaba cerca por la forma en que su cuerpo se tensó.
Garrett estaba tan duro que su polla dolía.
Falcon sabía que él seguía siendo un tipo duro y rudo, pero algo en él había
cambiado, se había desplazado para dar cabida a los sentimientos dentro de él
que crecían continuamente por su pequeño artista.
Garrett había pasado por el infierno y regresado, sin embargo, tenía una
personalidad que hizo que Falcon se enamorase de él.
Las caderas de Garrett comenzaron a moverse, cuando Falcon deslizó la
polla del hombre en su garganta. Las manos de su amante volaron a su pelo,
tirando de las hebras largas, envolviéndolas alrededor de sus puños mientras se
retorcía debajo de Falcon, sus gemidos llenando el cielo de la noche.
No se quejó por la forma áspera en que Garrett estaba tirando de su pelo. Él
sabía que el hombre necesitaba esto, necesitaba el placer, la liberación. Falcon
tragó de nuevo, esta vez bajando con su garganta, mientras Garrett gritaba el
nombre de Falcon.
Falcon estabilizó a Garrett mientras pasaba sus manos sobre las piernas del
hombre, el culo y el estómago. Cuando Garrett suspiró, Falcon se apartó,
empujando el resto de su ropa antes de que él se trasladara junto a su amante,
dando al hombre una expresión muy satisfecha.
—¿Por qué sonríes? —Garrett preguntó mientras se giraba y pasaba las
manos por el pelo de Falcon. Si el hombre sólo supiera cuanto lo encendía que
tomara su pelo y jugará con él. Diablos, ni siquiera lo sabía hasta que su
pequeño artista lo había hecho.
—Es porque estoy en realidad... contento. Wow. Sí, contento —Él hizo un
ruido que era como una risa, pero bajo y seco, casi para sí mismo—. Nunca lo
hubiera pensado.
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—Estoy seguro de que es una aflicción temporal —Garrett bromeó mientras


buscaba la polla de Falcon—. Sí —Dijo, cuando su mano encontró la larga
cresta de la erección de Falcon—. No creo que este contento vaya durar mucho
tiempo.
Falcon ladeó la cabeza para darle un vistazo.
—Sabes lo que quiero decir, sabelotodo —Dijo, pero él sostuvo la mano de
Garrett en su lugar y se giro hacia él.
—Sí, ya sé lo que quieres decir —Garrett admitió—. Supongo, que al fin de
cuentas, finalmente estoy confiando en ti. Es que... me hubiera gustado que
estuvieras en una parte de mi vida en que me sentí en lo más oscuro.
Falcon le soltó la mano y se empujó sobre un codo para mirarlo él, apretó la
mandíbula.
—Tú tienes mi confianza, Garrett. De una manera que nadie lo hace.
Ninguno. No estaba allí en ese entonces, pero ahora estoy aquí y nadie va a
hacerte daño. ¿Lo entiendes? Ni siquiera voy a dejar que nada le pase a tu mejor
amigo, porque sé lo mucho que significa para ti. No se supone que los seres
humanos sepan sobre nosotros. Nunca. Pero voy a hacer una excepción por
Lonnie.
Falcon se recostó y se estiró. Pasó la mano contra el muslo de Garrett
cuando él la frotó, moviéndolo más alto en un masaje. El toque fue relajante y
estimulante.
Garrett retiro la mano de Falcon y lo sostuvo a su lado mientras se inclinaba
por encima de él.
—Nunca tuve a nadie que pensara así de mí. Sé que Lonnie se preocupa y
daría su vida por mí, pero esto se siente diferente. Es como que no puedo
respirar cuando estoy cerca de ti. Dejaría todo si eso significa que podemos estar
juntos. Mis pensamientos son confusos, y todo lo que puedo pensar es que te
pertenezco.
—Tú me perteneces.
Garrett le dio un beso.
Se dio vuelta y le devolvió el beso. Falcon lo dejó inmovilizado abajo,
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dándole la bienvenida a la cercanía.


Falcon no era un hombre que demostrar sus emociones. Él no iba a aparecer
en la puerta de Garrett un día con flores y un poema, pero la admisión de Garrett
le dijo más de lo que cualquier insinuación jamás podría. Le dijo que Falcon
significaba más para Garrett que cualquier otra cosa. Habría renunciado a su
tienda y a su vida. Renunciar a la vida que tenía. Y fue entonces cuando Falcon
se dio cuenta de ello.
Se sentía exactamente de la misma manera.
Falcon renunciaría a los Jinetes Oscuros y a todas las demás propiedades
para estar con Garrett.
Que lo aspen si supiera cómo sucedió, pero este hombre, esta hermosa...
criatura ahora era lo más importante en su vida.
Rodando, Falcon se sentó, apoyando los brazos sobre las rodillas.
—Es hora de que aprendas a cambiar.
Garrett lo miró como si se hubiera vuelto loco.
—Sabes cómo cambiar un tema, amigo
Falcon se río entre dientes.
—Tienes que aprender, guapo. Podría ser la diferencia entre la vida y la
muerte cuando se trata de otros cambia-formas y los Darlings.
—¿Cómo puedo concentrarme cuando tu pene está colgando hacia fuera? —
Garrett se sentó, sus ojos color avellana cayendo en la erección de Falcon.
—Vas a tener que aprender a cambiar con muchas distracciones alrededor de
ti, Garrett.
—Nada como eso —Murmuró mientras se levantaba—. Está bien, ¿qué
debo hacer?
—En primer lugar —Falcon dijo mientras señalaba a la hierba—. Ponte en
cuatro patas.
Garrett lanzó su magnífica cabeza hacia atrás y río. El sonido le conmovió el
alma. Se sentó allí por un momento, perdido en la luz y la risa melódica que
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sonaba antes de aclararse la garganta.


—Suena como si estuvieras a punto de follarme en lugar de enseñarme cómo
cambiar —Se arrugo la frente de Garrett—. ¿Estás seguro de que no sólo estas
engañándome?
—No.
Garrett suspiró.
—Es una lástima. Eso podría haber sido divertido.
—Si haces esto correctamente, podemos volver a ponerte en cuatro patas.
Por ahora, quiero que aprendas a cambiar. Basta de ser tan difícil.
Garrett cayó hacia abajo y Falcon tuvo que rizar las manos en puños para
detenerse de hacer exactamente lo que Garrett le había acusado de querer hacer.
La polla del chico colgaba entre las piernas, el culo bastante arriba,
sobresaliendo.
¡Jodeme! El hombre caminaba, hablaba y respiraba tentación.
Garrett volvió la cabeza, guiñando un ojo a Falcon antes de que él se lamiera
los labios y gimiese en voz alta, jugando con Falcon y casi haciéndole cambiar
de opinión.
No, él no podía hacer eso. Garrett tenía que aprender como defenderse solo.
Falcon se acercó y golpeó al hombre en su culo.
Eso sólo hizo que Garrett gimiera más fuerte. La polla de Falcon estaba tan
dura que estaba listo para saltar al lago para refrescarse.
—Estoy tratando de ser serio, Garrett.
—Y yo estoy tratando de ser follado, Falcon.
Hijo de perra, jodida madre. ¡El hombre estaba haciendo esto a propósito! Y
empezaba a funcionar hasta que Falcon recordó por qué estaba haciéndolo
esperar.
—Tómalo en serio o te tiro en el lago.
Garrett estaba haciendo pucheros cuando levantó la vista hacia Falcon.
—Bien, Sr. Serio. Dime qué debo hacer.
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Caminando de regreso a donde había estado sentado, Falcon tomó asiento y


comenzó a decirle a Garrett lo que debía imaginar y cómo llegar a través del
proceso de romper los huesos.
Falcon metió la mano en su chaqueta y sacó una bolsa con bebidas para que
Garrett reponga sus electrolitos después de cambiar. Él se dio la vuelta y su
corazón se calmó.
Garrett era un magnífico lobo rojizo. Falcon nunca había visto ninguna
criatura más impresionante. Él se acercó, pasándole las manos sobre la piel
suave y sonriendo como un loco.
—Lo hiciste.
El lobo se volvió y le lamió la cara, su cola se meneaba alegremente.
Falcon no podía dejar de estar sorprendido por el pequeño artista. Él no
había discutido con Falcon por su primer cambio. Él no le había dicho que lo
odiaba por haberlo convertido.
Se había perdido por un segundo en la tienda, pero parecía que ahora lo
estaba tomando con calma.
Y ahí es cuando todo dio en el blanco, se estrelló contra él como un coche
yendo a noventa.
De alguna manera, más allá de todos los pronósticos, Falcon se había
enamorado del pequeño artista. Fue una cruda realidad que Falcon había estado
tratando de negar, ocultar e ignorar. Sabía que quería a Garrett sexualmente. Él
también sabía que quería mantener al hombre. Pero había estado luchando
contra la verdad todo el tiempo, ya que cuando lo vio primero paseando por
Andrómeda, pensó que solo tenía un interés pasajero.
Falcon pensaba que el hombre simplemente le intrigaba. Finalmente admitió
que Garrett le fascinaba. Luego llegó a un punto donde se dijo que quería que
Garrett fuera suyo. Pero nunca se permitió admitir que desde la primera noche
que lo vio, Falcon supo que él era el único, el que iba a cambiarlo para siempre.
Se había enamorado de Garrett la primera vez que había visto sus ojos
castaños.
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Empujó su rostro en el pelaje de Garrett cuando su corazón latía


frenéticamente, y luego susurró:
—Te amo.
Garrett se quedó inmóvil cuando oyó la confesión suave de Falcon. Había
esperado, deseado y rezó para que un día oyera esas palabras.
Pero nunca en un millón de años pensó que Falcon se las confesaría.
El hombre era demasiado rudo y había ido cambiando poco a poco, Garrett
comenzó a gruñir cuando olio algo en el aire.
Los últimos días habían sido una curva de aprendizaje para él. El había
sentido los olores de los Jinetes Oscuros, junto con los de Lonnie y Bandit. Lo
que olía no pertenecía a ninguno de ellos.
Falcon levantó la cabeza y luego agarró sus pantalones, metiendo sus piernas
en el dril de algodón, mientras que un desconocido se acercó por los bosques de
los alrededores, algunos hombres se arrastraban detrás de él, todos ellos tratando
de verse como si fueran importantes.
Garrett se colocó delante de Falcon, chasqueando sus mandíbulas. No tenía
una maldita idea de lo que estaba haciendo, pero el instinto le empujaba hacia
delante, en protección de su amante.
—Bonita mascota la que tienes allí.
—Striker —Dijo el nombre de Falcon como una enfermedad—. ¿Perdidos
en el bosque con tu banda de hombres hadas?
—Son los hombres alegres, idiota —Uno de los otros lobos corrigió por él.
—No —Falcon negó con la cabeza—. Lo dije bien desde el primer
momento.
—Emilio mató a mi hermano, y yo quiero la revancha.
—Lo siento, Striker —Falcon dijo mientras negaba con la cabeza—. Emilio
no tiene un hermano. Vas a tener que tomar tu venganza en otro lugar.
Striker señaló con un dedo hacia Garrett.
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—Él va a servir.
Como el infierno.
Garrett no era un luchador, pero estaba a punto de convertirse en uno si este
idiota venia cerca de él. No estaba seguro de lo que estaba pasando, como murió
el hermano de Striker, o cualquier pelea que tenían con los Jinetes Oscuros.
Garrett estaba totalmente desorientado.
Pero no iba a dejar que él o Falcon resultaran heridos.
Falcon se río entre dientes, tomando a Garrett totalmente desprevenido.
—Si se atreven a acercarse a él, yo puedo garantizarte que se irán sin sus
nueces.
Los chicos que estaban con Striker ya no parecían tan seguros. Y menos
después de que Falcon les enseñó los colmillos y estiro su mano derecha, con las
garras desenvainadas y letalmente expuesta
—Vengan a bailar conmigo, chicos. La noche es eléctrica y estoy sediento
por sus yugulares.
Esa declaración demoníaca hizo que Garrett diera un paso atrás. Él sabía que
Falcon era una mala mamma-jamma, pero no tenía ni idea de lo verdaderamente
aterrador que el hombre era hasta que vio su letalidad de primera mano.
Falcon se agachó y pasó la mano sobre la cabeza de Garrett.
—No te preocupes, guapo. Podemos derrotar a estos coños sin romper a
sudar.
Sí, está bien. No sólo el hombre se veía como un loco, él se había vuelto
loco también. Garrett nunca había peleado un día en su vida, sin embargo,
Falcon estaba seguro de que podían derrotar a estos tipos.
Se preparó, gruñendo a los intrusos, ocultando lo verdaderamente asustado
que estaba. Si Falcon tenía confianza de que podía hacer esto, entonces Garrett
iba a hacer el intento.
—Por cierto, Callahan te está buscando —Dijo Striker con gran confianza—
. Él quiere saber por qué convertiste a alguien sin su permiso.
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Falcon echó la cabeza hacia atrás y soltó una carcajada.


—Voy a ir a él por permiso el día que mis bolas estén colgando de su pared.
Un segundo Falcon estaba allí de pie, al siguiente un gran lobo estaba de pie
junto a Garrett. El maldito lobo era tres veces del tamaño de Garrett. ¿Cómo
diablos podía ser? Se sentía como si hubiera sido estafado.
No se pronunciaron más palabras cuando Falcon fue tras Striker. Garrett
dudó por un segundo y luego atacó a uno de los hombres.
Él golpeó abajo en su primer intento.
Pero Garrett no se daba por vencido. Le aterraba que si retrocedía, los cuatro
lobos atacarían a Falcon. El primero había cambiado, él no era tan grande como
el lobo de Falcon.
Ahora Garrett sabía honestamente por qué Callahan había dado espacio a los
Jinetes Oscuros. Si todos los Jinetes Oscuros eran tan grandes cuando
cambiaban...
Antes de que Garrett pudiera volver a atacar, el lobo con el que estaba
luchando apretó los dientes en su pata trasera. Dejó escapar un grito fuerte.
Ya era oficial. Apestaba en la lucha. Incluso en su forma de lobo no era rival
para su atacante. Garrett iba a enloquecer por la preocupación hasta que escuchó
las motocicletas que se acercaban. Emilio fue la primera persona que vio y luego
Santos apareció.
¡Sí! Oh dios, gracias, sí, él se salvó.
Garrett tenía experiencia con los tatuajes, no en la lucha. Él no tenía miedo
de admitirlo. Giró su cuerpo, sorprendiéndose cuando él apretó sus mandíbulas
en el cuello del lobo. Sabía que había tomado al hombre por sorpresa.
—¡Joder, si! —Emilio dijo mientras desmontaba y se unía a la lucha—. Una
manera perfecta de terminar el día.
Santos, el gran hombre, extendió la mano y tiró al lobo lejos de Garrett.
—No te puedo dejar solo por minuto, pequeño artista.
Santos agarró al lobo por su cuello y luego con fuerza bruta, lo arrojó contra
un árbol.
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El lobo se veía un poco agitado, pero se levantó y se fue. Santos se volvió


hacia Garrett.
—La próxima vez no dejes que se te acerque tanto. Todo es cuestión de
mantenerlos a raya hasta que veas una abertura.
Santos le dio una palmadita a Garrett en la cabeza cuando vio a los otros dos
lobos escapar.
Emilio parecía muy decepcionado de que él había sido incapaz de luchar.
Strike se retiró, huyendo con los otros hombres. Garrett sabía que regresaría.
Él no iba a dejarlo tan fácilmente. Strike había tenido demasiada animosidad y
odio en sus ojos. Él no iba a estar satisfecho hasta que Emilio estuviera muerto,
y tal vez todos los demás en el equipo de Los Jinetes Oscuros.
—No te preocupes —Dijo Santos como si leyera la mente de Garrett—.
Lonnie está seguro. Zane está con él.
Garrett finalmente se derrumbó sobre la hierba, exhausto. Si así era como
cada cambio iba a ser, él quería un reembolso.

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Capítulo Doce
Tate tomó un trago de su cerveza antes de colocarla de nuevo en la mesa. Él
había extendido sus papeles en una cabina de la esquina de un bar de mierda,
donde había decidido encontrarse con su informante.
El informe de la escena del crimen había confirmado la evaluación de Tate.
Joven masculino, disparo en la cabeza a corta distancia. La identificación en el
cuerpo daba como víctima a Vincent Hullender. Al menos había conseguido
gran parte de la información antes de que el cuerpo fuera arrebatado.
La víctima tenía una larga historia como criminal, con unos pocos arrestos.
Se suponía que debía pasar el caso a la fiscalía en la mañana, pero no ahora, no
hasta que resolviera este maldito crimen. No dejaría que el DA lo tenga cuando
no había ninguna prueba hasta ahora de quien era el agresor.
A la mierda con la DA. Ellos de todos modos odiaban a los detectives.
Podían esperar hasta que estuviera muy bien y listo para renunciar al caso.
Mientras esperaba, la mente de Tate volvió al bastardo tatuado que lo había
besado en la mejilla y lo trataba con una familiaridad que odiaba.
El tipo era arrogante como la mierda, pensando que podía ganarle a Tate. Él
tenía suficientes años en el trabajo para tener un sexto sentido, pero incluso él
estaba desconcertado por este caso.
Nada se añadía y nada tenía sentido.
Vio a su soplón que entraba por la puerta. Parecía tan fuera de lugar que un
par de cabezas se volvieron. A Tate no le importaba. Este era un bar de polis y
sabían que los informantes se escabullían aquí de vez en cuando.
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Lo único que importaba era conseguir la verdad sobre los infames Jinetes
Oscuros. Tate estaba enojado porque no podía encontrar una sola cosa sobre
ellos.
Tal vez tenía que subir la apuesta e interrogar a uno de ellos.
Bandit tomó asiento, deslizando un sobre encima de la mesa.
—No tengo mucho para seguir adelante. Los Jinetes Oscuros no son tan
habladores.
Tate tomó el sobre y dejo que cayeran las fotos. Él sonrió para sus adentros
al ver a Leonard Frankton, también conocido como, Spike, todo magullado.
—¿Ésta dispuesto a presentar cargos?
Bandit asintió.
—Sí, hablé con él justo antes de venir aquí. Él quiere que el tipo que hizo
esto pague. Dijo que era el que se parece a un oso con una cabeza calva.
Santos Alverez.
Y el tipo pagaría.
Tate salió de la cabina, agarrando su archivo antes de salir.
Tenía que llegar por la declaración de Spike, pero no había nada de malo en
arrestar a Alverez para interrogarlo.
—¿Qué coño quieres decir que los policías lo arrestaron? —Preguntó Falcon
a Emilio—. ¿Cómo diablos fue eso?
—Tranquilo —Emilio respondió—. Lo esposaron. ¿Qué es lo que querías
que hiciera, que luchara contra los policías?
Falcon se dejó caer en el sofá de Andrómeda, pasando sus manos por su
rostro.
—¿Por qué ellos lo arrestaron?
Emilio se apoyó contra la pared, un velo cayendo sobre su rostro.
—Lo detuvieron por agredir a Spike, pero la policía dijo que quieren
también interrogarlo sobre el caso de asesinato que ocurrió en el apartamento de
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Garrett.
Falcon podía ver la mirada culpable en el rostro de Emilio. No importaba
cuanto intentara ocultarlo, la culpa estaba allí. Emilio había sido el que disparo a
Vincent, no Santos, sin embargo Santos había sido arrestado.
—¿Cómo vamos a sacarlo?
Falcon se inclinó hacia delante, apoyando los brazos sobre los muslos.
—Pueden culparlo por la golpiza, pero no hay manera de que puedan
conectar el asesinato de Vincent con él.
—Envía a un abogado —Lonnie sugirió—. Si tú mandas a uno lo suficiente
rápido, el abogado puede trabajar y liberar a Santos.
Falcon se pasó la lengua por el interior de su labio inferior. Aunque Lonnie y
Santos discutían todo el tiempo, sabía que en el fondo se sentían atraídos el uno
por el otro.
Y ahora Lonnie estaba tratando de encontrar una manera de liberar a Santos.
—Buena idea —Falcon miró a Emilio—. Encuentra a un abogado para que
venga esta tarde y saque a Santos de la cárcel.
Emilio pareció aliviado de que se le diera algo que hacer, ayudando de
alguna manera salvar a Santos.
—Lleva a Zane contigo. Los quiero a ustedes dos fuera de la vista, pero
quiero asegurarme de que Santos salga fuera de allí de forma segura.
Emilio se fue y Falcon se puso de pie, camino al aire libre para sentarse en la
parte superior. Necesitaba aire fresco. Garrett subió los escalones con la mochila
sobre su hombro, dándole a Falcon una dulce y suave sonrisa a la que
rápidamente se estaba convirtiendo en adicto.
Garrett se sentó junto a él, dejando caer su bolso.
—Lonnie debe haber abierto antes de tiempo.
Falcon golpeó las rodillas con Garrett mientras miraba el Agujero Sucio al
lado de la calle.
—Santos fue arrastrado a un interrogatorio en el caso de asesinato que Tate
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está investigando.
—¿El que pasó en mi apartamento? —Preguntó Garrett.
Falcon asintió.
—Emilio y Zane están en camino para sacarlo. Lonnie sugirió un abogado.
Garrett se río entre dientes.
—Conozco a Lonnie desde hace mucho. Puedo decirte cuando él está
interesado en un tipo. Es como cuando un niño tira de la coleta de una niña. Es
todo gruñidos y pullas ingeniosas, pero veo esa mirada en sus ojos. Le gusta
Santos.
—Creo que Santos ya no quiere matar a Lonnie —Falcon admitió en un tono
juguetón—. Pero vamos a tener que mantener un ojo sobre él justo por si acaso.
Falcon no se apartó cuando Garrett se acercó y torció sus dedos, la mirada
perdida en el barrio.
—Oí lo que me dijiste.
Sabía exactamente de lo que Garrett estaba hablando. Falcon podía sentir
que su corazón latía más rápido.
—¿Y?
Garrett giro la cabeza, esa sonrisa suave seguía ahí.
—Estoy enamorado de ti, Falcon. Creo que estaba enamorado desde la
primera vez que te vi.
—Eso se llama lujuria a primera vista. —Falcon corrigió—. Gran diferencia.
—Tu entiendes lo que estoy diciendo —Garrett dijo mientras inclinaba la
cabeza en el hombro de Falcon. Esto era todo un territorio nuevo para Falcon,
pero le gustaba Garrett acostado en su contra.
Ambos se volvieron al oír gritar a Lonnie. El sonido era tan espeluznante
que Falcon estaba de pie, corriendo al interior antes de que Garrett incluso
tuviera la oportunidad de ponerse de pie. Encontró al rubio artista en el suelo de
su habitación, agarrando su hombro mientras se retorcía por el dolor.
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—¿Qué pasó, Lonnie? —Falcon preguntó mientras sacaba la mano de


Lonnie para ver dos marcas de colmillos perfectos.
Darling.
—Me mordió —Exclamó Lonnie—. Él me mordió.
Falcon maldijo cuando levantó la vista y vio la ventana abierta de Lonnie.
Así fue como el jodido Darling había entrado y salido. Porque había atacado
a Lonnie era una incógnita, pero Falcon iba a averiguar quién había hecho esto y
hacer que poco a poco muriera desangrado.
—Lo juro por Dios, si me lo encuentro en un callejón oscuro voy a matarlo
—Santos ladró mientras subía los escalones de Andrómeda—. Jodido Detective
Jack Tate.
Santos sólo dio a Bandit una mirada de paso al entrar en la tienda, viendo al
hombre detrás del mostrador. Le pareció extraño que no vio a Falcon, Garrett, o
Lonnie.
—¿Dónde están? —Le gruñó a Bandit.
—En el cuarto de Lonnie.
Santos se dirigió por el pasillo, cuando oyó los suaves gritos de Lonnie. El
sonido era de dolor y tortura.
Santos se detuvo en la puerta, apoyando las manos sobre el marco cuando se
quedó mirando la cabeza del pequeño colocada sobre una mesa. Tenía los ojos
cerrados, no permitiendo ver a Santos esos ojos de color verde pálido. Falcon
estaba sentado a un lado, los codos en las rodillas, los dedos entrelazados, y la
barbilla descansando sobre sus dedos.
—¿Qué demonios pasó aquí?
Falcon se incorporó.
—Un Darling consiguió entrar por la ventana.
Santos sabía que no había absolutamente nada que pudiera hacer por el
dolor. Lonnie tendría que soportarlo durante la noche. Pero eso no significaba
que Santos no iba a hacer nada.
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— ¿Tu lo cuidas?
—Siempre —Respondió Falcon.
Girando sobre sus talones, Santos salió por el pasillo, Emilio y Zane justo
detrás de él. Se dirigió a la cueva más cerca, sintiendo que su lobo iba a estallar
libre en cualquier momento. Él no iba a cuestionar sus emociones o su reacción
a lo que había visto al regresar a Andrómeda.
Nada de eso realmente importaba. Santos buscaba venganza e iba a
conseguirla, incluso si tenía que masacrar a todo los Darling a la carrera.
Alguien iba a pagar por lo que Lonnie estaba sufriendo.
Estacionando su Ducati en la acera, Santos pasó la pierna por encima y se
dirigió a la cueva. No era técnicamente una cueva. Era un club gótico oscuro
llamado la Caja de Pandora.
La mayoría de las personas que se juntaban aquí lo hacían por juegos de rol.
Todos ellos pensaban que eran vampiros. Lo que los hacia un grupo de idiotas.
Probablemente se molestarían si realmente se enteraron de como los vampiros
eran, o más precisamente, un Darling.
—Whoa —El gorila levantó las manos cuando Santos trató de pasar derecho
adentro—. ¿Tú tienes un pase?
Santos le enseñó los colmillos mientras sacaba la nueve milímetros de la
funda atada a su cintura y la metió en la cara del tipo.
—Aquí está mi maldito pase.
El hombre levantó las manos y asintió con la cabeza, sin decir otra palabra.
Santos entró, sus ojos escaneando el club. No estaba tan lleno esta noche, por lo
que su búsqueda era más fácil.
Sabía que tenía a la persona correcta cuando vio el movimiento del bastardo
rápidamente a través de la multitud, en dirección a la puerta de atrás. Emilio y
Zane corrieron rumbo alrededor del edificio para reducir al tipo. Santos se
movió a través de la extensión del club, apartando a cualquiera en su camino.
El pequeño bastardo salió disparado por la puerta trasera al momento que
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Santos lo alcanzaba. Pero no llegó muy lejos. Zane lo tenía alrededor de su


garganta, doblado contra la pared.
Eso salvó a Santos de tener que volver aquí a la noche siguiente. Y lo habría
hecho, sólo para ver a ese bastardo sufrir. Empujó su pistola en la funda, y
tendió la mano. Zane dejó caer su cuchilla en la mano de Santos, pero no cedió
al Darling, hasta que Santos tenía un férreo control sobre el cabello del chico.
—¿Por qué diablos lo mordiste?
—No sé de quién estás hablando —El tipo trago audiblemente, con su
cuerpo rígido. Santos tiró la cabeza del Darling hacia adelante y luego la estrelló
de nuevo en la pared de ladrillo, provocando un grito del hombre.
—Respuesta equivocada —Oscura furia le llenaba al pensar en el dolor que
Lonnie estaba sufriendo. Levantó la hoja—. Empieza a hablar.
—¡Callahan! —Gritó el hombre—. Callahan me pagó para ir tras el tipo que
Falcon había convertido. Pero no lo pude encontrar.
—¿Así que tu elegiste otro bocadillo? —Santos gruñó en la cara del
hombre—. Deberías haber logrado colarte en otra maldita ventana —Santos
cortó la garganta del hombre, decapitándolo.
Vio cómo el cuerpo se desplomó luego lanzó la cabeza al lado de él. El
cadáver al instante se convirtió en cenizas cuando Santos se giró, dándole a Zane
de vuelta su cuchillo.
Zane agarro el cuchillo.
—Tu debes limpiarlo después de que lo pides prestado —Le espetó antes de
quitarse la camiseta y envolver la tela alrededor de la hoja ensangrentada.
—Juro por Dios que voy a matar a ese maldito alfa —Santos se giró sobre
sus talones y se dirigió por el callejón. Callahan había ido demasiado lejos.
Enviar a un Darling por un inocente era cruel y despiadado.
Ni siquiera Santos haría algo así.
—Él es un muerto hijo de perra.
—Piensa en lo que vas a hacer —Advirtió Zane mientras atrapaba a
Santos—. ¿Estás realmente dispuesto a arriesgar la guerra por un hombre con el
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que estas en constante lucha, que incluso te ha amenazado?


Santos se giro, golpeando su puño contra el edificio. Zane tenía razón.
Tenía que controlar su ira y pensar con más claridad.
Ni siquiera estaba seguro de por qué estaba dispuesto a sacrificar a todo el
Clan de Durango. ¿No había amenazado con romper al pequeño jovencito al
medio?
Entonces, joder ¿por qué estaba listo para abrir las puertas del infierno? ¿Por
qué Callahan había pagado a un Darling para hacer daño a Garrett, a pesar de
que el maldito Darling la había jodido a lo grande?
Se pasó las manos por encima de su cabeza calva, exhalando un largo
suspiro.
—Eso es grandote, bien —Dijo Zane—. Encuentra tu centro.
—Va a llegar el momento en que la mierda que Callahan está haciendo no la
vamos a poder dejar pasar —Dijo Emilio—. Se está atando las mano. Alguien
tiene que matarlo.
Y Santos planeaba estar allí cuando eso sucediera. Pero hasta que ese
momento llegara, Santos tenía una persona más que necesitaba ver. Spike
pensaba presentar cargos en contra de Santos y él tenía que mostrarle que eso
era un error.
No había manera de que fuera encerrado por proteger a Lonnie. Mataría a
Spike primero.

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Capítulo Trece
Después de poner un paño frío sobre la cabeza de Lonnie, Garrett se sentó
junto a Falcon. Odiaba ver a su mejor amigo sufrir así. Lonnie ya había sufrido
bastante en su vida.
—Es fuerte —Falcon dijo mientras pasaba la mano por la espalda de Garrett.
—Él puede superar esta noche.
—Se ve tan pequeño e indefenso allí —Dijo Garrett cuando él pasó la mano
por la parte posterior de su cuello, deseando que el chico abriera sus ojos—.
¿Seguro que no hay nada que pueda hacer para ayudarlo con el dolor?
—Desafortunadamente, no.
Garrett levantó la vista cuando oyó pasos que se acercaban por el pasillo.
Santos, Emilio y Zane aparecieron en el umbral. Santos aún se veía como un
demonio del infierno y Garrett esperaba que saliera humo de su nariz en
cualquier momento.
—Me aseguré de que Spike no fuera a presentar una denuncia en mi contra
—Santos dijo mientras sus ojos se posaron en la forma dormida de Lonnie.
Garrett no era bueno en la lectura de las expresiones faciales, pero hasta un
ciego podría ver las turbulencias en los ojos oscuros de Santos.
—Callahan pagó a ese Darling para atacar a Garrett —Dijo Zane—. Sólo
que no pudo encontrar a Garrett, así que fue por Lonnie en su lugar.
Falcon se levantó lentamente, inclinando la cabeza hacia un lado.
—Él hizo ¿Qué?
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—Eso es lo que el Darling dijo antes de que Santos cortara su cabeza —


Emilio respondió.
Falcon se movió hasta que estuvo de pie delante de Emilio. Su voz era baja,
pero Garrett todavía fue capaz de escucharlo.
—Quédate aquí con Garrett y Lonnie mientras me encargo de ese auto-
inflado bastardo —Garrett vio cómo los ojos de Falcon eran rendijas bajas—.
No voy a aceptar ninguna excusa si les pasa algo a alguno de ellos.
La mandíbula de Emilio se endureció mientras asentía a Falcon.
—Con mi vida.
Garrett agarró el brazo de Falcon antes de que saliera de la habitación.
Tiró a Falcon hacia abajo y le dio un apasionado beso con fuerza en los
labios. Cuando él se apartó, podía ver el calor en los ojos de Falcon.
—Regresa conmigo.
—Siempre.
Garrett rogó que el hombre cumpliera su palabra porque estaba tan
profundamente enamorado de Falcon que no podía imaginar su vida sin él.

Falcon no era tan tonto como para ir a donde el clan Durango se reunía.
No, iba a coger a Callahan con la guardia baja y sabía exactamente donde el
hombre se juntaba.
Entró en Velvet Rose, marchando hacia Callahan, a un reservado del fondo,
su brazo alrededor de un pequeño jovencito moreno. Falcon escaneo
rápidamente el salón y contó cinco de los hombres de Callahan.
Le gustaban esos números.
Esta noche uno de ellos no iba a alejarse. Callahan había ido demasiado lejos
y Falcon tenía la intención de poner fin a la locura del hombre.
Cuando los ojos de Callahan aterrizaron en Falcon, empujó al jovencito lejos
antes de pararse.
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—¿Cómo te atreves a venir aquí?


Santos sacó la pistola, apuntando a la cabeza del lobo más cercano.
—Sólo pruébame.
Falcon extendió los brazos, con las palmas hacia arriba.
—Sólo tú y yo, Callahan. Sin armas, sin garras. Sólo un hombre que lucha
con el otro —Falcon le dio al hombre una sonrisa maliciosa—. Hasta la muerte.
Los ojos de Callahan se abrieron antes de que rápidamente educara su
expresión.
Falcon sabía que era un alfa de mierda, escondiéndose detrás de sus hombres
la mayor parte del tiempo. No se merecía el título.
El hombre no se merecía respirar.
—¿Molesto porque lastime a tu pequeña creación?
Falcon podía sentir la ira de Santos estallar en la habitación.
—En primer lugar, tu no has lastimado una maldita cosa —Falcon lo
corrigió—. Yo no creo que fueras lo suficientemente hombre para conseguir
ensuciar tus manos. En segundo lugar, tu pequeño Darling jodió las cosas. Atacó
al hombre equivocado. Mi pequeña creación está sana y salva.
Callahan habló en voz baja a uno de los cambia-formas que estaba de pie
junto a él. El cambia-forma asintió con la cabeza y se trasladó a la parte trasera
de la sala.
En cuestión de segundos, el lacayo que Callahan intentó enviar estaba
caminando hacia atrás, Zane frente a él. Llegando a su espalda, Zane sacó una
escopeta aserrada libre, apretando la mandíbula con una mirada de “yo te reto a
ti jodido a que te muevas” mientras apuntaba el cañón al tipo en la cabeza.
Su hermano se había metido por la parte trasera del edificio, porque Falcon
sabía que Callahan era un cobarde llorón. El hombre trataría de llamar refuerzos.
—Lo siento, Callahan. Ninguno de los Durangos están viniendo aquí esta
noche.
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Mientras hablaba Falcon, Santos dio un portazo al salón cerrándolo. El


sonido resonó en la silenciosa habitación.
—¿Me querías? Aquí estoy.
Falcon no esperaba nada menos cuando Callahan cambio. El inútil proyecto
de líder no iba a luchar uno-a-uno, de hombre a hombre.
Deslizándose fuera de su cazadora, Falcon la arrojó sobre la silla más
cercana. Sabía que Santos y Zane le cubrirían.
Tomándose su tiempo, Falcon deslizó sus botas. Realmente le gustaba el par
de pantalones y no quería arruinarlos. Saco su camisa sobre la cabeza y empujó
sus pantalones por las piernas.
Cayendo a cuatro patas Falcon cambió, huesos sonaron y se realinearon.
Dejó escapar un aullido largo y siniestro antes de caminar lentamente hacia
Callahan. Habría matado al maldito hombre en el bosque antes de que el cobarde
se hubiera escapado.
No habría marcha atrás esta noche.
La batalla comenzó. Callahan se abalanzó sobre Falcon, usando sus dientes
enormes. Pero Falcon fue rápido, esquivando los caninos mortales. Ambos
reñían, volando piel, mordiéndose, garras arrancando carne.
Falcon sabía que tendría algunas cicatrices desagradables por esto. Pero no
le importaba. Si Callahan vivía, él continuaría enviando enemigos en su camino.
Falcon no iba a tener a Garrett y Lonnie viviendo con miedo.
No había forma en el maldito infierno que iba a permitir que nadie les haga
daño a los dos de nuevo.
Amaba a Garrett, amaba al hombre con todo su corazón. Moriría para
proteger a su pequeño artista.
Pero él no tenía intención de morir esta noche.
Cuando Callahan se dio la vuelta, Falcon entró por su lugar más vulnerable, i
le rasgo la garganta. Callahan se desplomó en el suelo, con la respiración
entrecortada. Falcon sabía que iba a morir. Retrocedió lejos, gruñendo mientras
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miraba a los demás.


—Eso es lo que les va a pasar si se acercan a Andrómeda de nuevo —Dijo
Zane a todos en la sala—. Esta es su primera y única advertencia.
Falcon cambió, vistiéndose antes de que se volviera hacia los hombres en la
habitación.
—Maté a su alfa, pero no lo estoy reemplazando. Encuentren a otro líder.
Tan pronto como salió por la puerta al húmedo aire de la noche, Falcon
tropezó. Tuvo que poner su mano en la pared para mantener el equilibrio. Sabía
que sus lesiones eran extensas. Él no se alejó de esa lucha ileso.
—Te tengo —Dijo Zane mientras tiraba el brazo alrededor del hombro de
Falcon—. Vamos, vamos a llevarte de vuelta a Garrett.
—Mi moto.
—Voy a volver y la tomare. Te lo prometo, hermano.
Falcon permitió que Zane le llevara a casa. Santos se dirigió a Andrómeda
donde Emilio le ayudaría a llevar a Garrett y Lonnie a la cabaña.
Tan pronto como él fue colocado en la cama, Zane salió. Tenían un camión
en el cobertizo, con un remolque para transportar sus motos. Lonnie necesitaría
una forma más cómoda para llegar aquí y el asiento trasero sería ideal.
Cuando Falcon cerró los ojos, pensó en el hombre de ojos color avellana que
había cambiado todo. Su perspectiva de la vida, sus puntos de vista de los seres
humanos, e incluso su personalidad cruel, todo había cambiado, dejando espacio
para su pequeño artista.
Tate estaba enojado porque Leonard había cambiado de opinión. Tenía una
sensación de que alguien había llegado al hombre. Se negó a dar una
declaración, indicando que él se había caído por un conjunto de escalones.
Eso era una estupidez. Tate sabía la verdad.
De una forma u otra, iba a conseguir a los Jinetes Oscuros.
Striker echó la cabeza hacia atrás y se río cuando la noticia de que Callahan
estaba muerto se esparció. Todo lo que él había puesto en su lugar había fluido
maravillosamente. Él fue el que puso la idea en la cabeza de Callahan para
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enviar a un Darling por Garrett.


Él sabía muy bien cómo Falcon iba a reaccionar. El presidente de los Jinetes
Oscuros podría ser una fuerza a tener en cuenta, pero cuando se llegaba a su
pequeño humano convertido, el cambia-forma era muy predecible.
Volviéndose, Striker miró al clan Durango, sonriendo para sí antes de que él
se dirigiera a ellos.
—Me siento honrado de que ustedes me eligieran como su nuevo alpha.
—Lo que atacó a Lonnie se conoce como Darling. Él puede entrar en lugares
imposibles y su mordida es muy dolorosa —La explicación del hombre era
clínica, y desentonaba con la indignación de Garrett—. Callahan lo envió por ti,
pero ya que él no pudo encontrarte, la criatura atacó a Lonnie. La sangre humana
es como un afrodisíaco para ellos.
—¿Para qué me quería? —Preguntó Garrett, suspendiendo
momentáneamente su ira, la curiosidad haciéndose cargo.
—Los Darlings son criaturas sádicas. Ellos se sienten atraídos por personas
que les gusta el dolor, o pueden tolerarlo, al igual que las personas que disfrutan
de los tatuajes. Pero él no estaba allí para jugar contigo. Él hablaba en serio.
Garrett se dejó caer sobre la almohada, mirando hacia el techo.
Genial, simplemente genial. Cuanto más aprendía sobre el mundo de Falcon,
el más se aterraba. Todavía estaba enojado por que Falcon había invadido sus
pensamientos. Él no iba a olvidar eso tan fácilmente.
—¿Por qué husmeaste en mi cabeza sin ser invitado?
Falcon finalmente terminó de coser sus heridas y le dio a Garrett toda su
atención, llena de intensidad.
—Debido a que era la única manera de conseguir estar más cerca de ti, para
averiguar qué demonios me fascinaba tanto acerca de ti.
Garrett miró a Falcon y sintió náuseas. ¿Cómo podría alguien darse puntadas
y ni siquiera inmutarse?
—Podrías haber venido a hablar conmigo —Dijo Garrett—. ¿Sigues
conectado con mis pensamientos? —Pensó en pegarle a Falcon en su nariz.
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—No, una vez que tuvimos sexo, la marca desapareció.


Garrett miró a Falcon.
—¿Qué quieres decir con que se desvanecido?
Ajustando el botiquín médico de lado, Falcon empezó a esparcir una
sustancia blanca sobre los puntos de sutura.
—No puedo mirar más en tu mente, Garrett.
—Bueno —Respondió, sintiéndose un poco mejor de que Falcon no podía
ver cosas que Garrett prefería guardarse para sí. Una persona debía tener un
cierto grado de privacidad. No quería que Falcon supiera de cada pequeña
fantasía que tenía sobre el hombre. Él quería que sus pensamientos fuesen suyos,
no para el consumo de Falcon.
—Tú me viste en tus sueños. Te di una parte de mí. Tú podías ver en mi
mente también, aunque no sabías en ese momento que podías.
Garrett entrecerró los ojos en Falcon.
—Y se supone que eso me haga sentir mejor.
Falcon se inclinó, acerco sus labios con los de Garrett, su aliento cálido,
haciéndolo sentir caliente y necesitado.
— Me sentaré con gusto en mi Ducati cuando yo te reclame como mío.
Garrett empujó Falcon mientras gemía por su vergüenza.
Falcon se río entre dientes mientras se enderezaba.
—¿Cuál es tu fascinación por mi moto?
—Chico malo, motocicleta, chaqueta de cuero y te ves sexy... ¿en serio? —
Garrett miró boquiabierto Falcon—. La imagen es muy caliente.
Una sonrisa lobuna apareció en el rostro de Falcon.
—¿Crees que soy sexy?
—Duh —Garrett hizo un gesto con la mano en el cuerpo de Falcon—.
Ustedes están edificados como el pecado y se parecen a los cielos. Tú eres mi
vida y mi fantasía respirando.
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Los ojos de Falcon, una vez más comenzaron a arder mientras miraba hacia
Garrett, y él sabía que estaba en problemas. El hombre guapo y sexy caminó
hacia él, subiendo a la cama hasta que estaba tendido junto a Garrett.
—Tú sigue hablando así y voy a tener que recompensarte.
La mano de Falcon acarició el brazo de Garrett haciéndolo estremecer.
Garrett deslizó la mano sobre el pecho de Falcon y luego por el brazo que estaba
decorada con tatuajes. Él miró más de cerca y vio diseños ingeniosos de lobos,
ángeles y demonios que iban desde la muñeca hasta el hombro. Garrett estaba
cien por ciento seguro de que cada tatuaje tenía un significado.
Antes de que pudiera preguntar, Falcon agarró la barbilla de Garrett y lo
miro con sus ojos negros.
—No soy muy bueno en expresarme, Garrett. Es difícil para mí exponerme
por ahí.
—Creo que lo has estado haciendo bien —Garrett se apoyó en Falcon,
tocándolo, cuando sintió... Garrett exhaló lentamente cuando se dio cuenta de
que, por primera vez en su vida, se sentía seguro. El solo hecho de Falcon
tocándolo, le hizo sentir como si nada malo pudiera sucederle jamás.
Falcon se inclinó y presionó sus labios en la oreja de Garrett. Su cálido
aliento soplo sobre la carne caliente de Garrett.
—Te amo, Garrett —Esas palabras fueron un susurro suave, llegando a caer
en su corazón e iluminando todos los rincones oscuros de su alma.
Garrett bajó la cabeza, sus labios se separaron cuando sintió que todo su
cuerpo temblaba por la confesión.
—Te amo también, Falcon —Admitió—. Esto me asusta. Nunca le di mi
corazón a nadie antes.
—Yo tampoco —Falcon colocó un suave beso en el lóbulo de Garrett—. Caí
enamorado de ti en el momento en que vi tus ojos avellana —Falcon se apartó,
frunciendo el ceño mientras miraba a Garrett—. Tus ojos.
La confusión lo llenaba.
—¿Qué pasa con ellos?
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Falcon se incorporó, estudiándolo.


—Deberían haberse vuelto negros con tu primer cambio. No lo hicieron.
—¿Es eso algo malo?
La tensión disminuyó de alrededor de los ojos de Falcon cuando los lados de
su boca se curvaron hacia arriba.
—No, me encanta el color. Pero yo nunca he conocido a nadie que fuera
convertido que mantuviera el color en sus iris. El ADN del lobo generalmente
anula eso. Tus ojos son tan hermosos —Falcon habló antes de que se desnudara,
revelando su cuerpo pecador. Observó la sexy flexión en la parte trasera del
hombre cuando Falcon fue hacia el armario y tomo el frasco de lubricante. Se
acercó a la cama y se metió junto a Garrett—. Prepárate, agitare tu mundo.
—Claro que sí —Garrett río mientras inhalaba el olor de Falcon. El aroma
era embriagador y Garrett se deleitaba con el olor tentador de la piel de Falcon.
—Con mucho gusto —Falcon gruñó las palabras a medida que avanzaba,
hasta que se quedó detrás de Garrett—. A pesar de que voy a tener que tener
cuidado con mi heridas. Creo que en esta posición no tendré ningún problema.
Garrett no le importaba donde Falcon se posicionara, al igual que siempre y
cuando el hombre lo tocara, lo abrazara y apagara su necesidad. Él podía
situarse en la maldita cabeza si tenía que hacerlo.
No quería herir a Falcon, pero si el hombre pensaba que podía hacer esto,
entonces Garrett no iba a discutir.
Cuando Falcon envolvió sus dedos alrededor de la erección de Garrett,
gimió. Apretó la polla de Garrett suavemente, su toque deliberadamente lento.
Garrett estaba tan duro que estuvo a punto de explotar en su mano.
—Burlarte de mí no es una buena idea en este momento. Estoy demasiado
encendido por tu toque.
—Sabes cómo acariciar el ego de un hombre —Falcon dejó su polla,
moviendo su mano y deslizando sus dedos a través de su pliegue hasta su
orificio. Se mordió la protesta de nuevo cuando el dedo de Falcon desapareció,
pero regresó segundos después, mojado y lo penetro.
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Los ojos de Garrett se cerraron cuando se perdió en el contacto del hombre.


Su culo se apretó alrededor del dedo de Falcon cuando Garrett siseó su
placer. Falcon se tomó su tiempo para estirar a Garrett, prolongando el deseo
que ardía dentro de él. Si el hombre no le tomaba muy pronto, Garrett iba a arder
en llamas.
—Tú me vuelves tan jodidamente loco—. La seriedad de su tono bajo, envió
una ráfaga de calor a través de Garrett. Él sabía exactamente cómo Falcon se
sentía. Cada vez que el hombre estaba cerca de él, Garrett se sentía como si
estuviera enloqueciendo. Todavía no podía creer que el motociclista chico malo
era suyo. Garrett tuvo que haber hecho algo bien en la vida para ser
recompensado con este hombre atractivo y cariñoso.
Tan suavemente como pudo, Falcon levantó la pierna de Garrett y la apoyó
en la parte superior de la suya. La posición abrió a Garrett, por lo que era fácil
para Falcon deslizar su polla dentro de su cuerpo.
La corona entró en Garrett y lo estiró deliciosamente antes de que Falcon
entrara completamente. Las manos de Falcon lo sujetaron más fuerte de la
cadera, clavándose un poco en su carne cuando escuchó un gruñido bajo y
gutural detrás de él. Saber la cantidad de placer que traía a Falcon, estimuló sus
propios deseos a un tono febril.
Empezó a mover sus caderas, a juego con los movimientos de Falcon.
Cuando Falcon desaceleró, Garrett miró sobre su hombro a los sensuales
ojos negros.
—¿Estás bien? No te estás haciendo daño, ¿verdad?
Con un rápido movimiento de su cabeza, Falcon comenzó a moverse de
nuevo.
La erección de su amante se sentía tan condenadamente bien, empujándose
dentro y fuera de su cuerpo. Garrett estaba deseando profundamente la
conexión, con ganas de estar más cerca. No sólo sexualmente, sino también
emocionalmente. Nunca perteneció a nadie y nadie le perteneció. Ellos ya se
habían comprometido el uno con el otro y eso lo excitaba hasta la locura. Aspiró
profundamente, y el olor de su lujuria era pesada y húmeda en el aire, una
seductora mezcla de necesidad que despertaba cada célula de su cuerpo. Su piel
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barrió y hormigueo y su pesada erección flotó libremente.


Falcon aumentó sus estocadas, conduciendo su polla más profundo y más
rápido.
—Garrett —Falcon gimió su nombre, y las palabras fueron dichas con un
toque de agonía deliciosa—. Mi Garrett.
Garrett arqueó la espalda, buscando los labios de Falcon. Necesitaba
probarlo, beber de su sabor oscuro. Los labios de Falcon se estrellaron sobre los
suyos, pareciendo tan necesitado como Garrett. Su amante lamió sobre los
dientes de Garrett, mordió su labio inferior, y chupo la lengua de Garrett como si
fuera su polla. No había nada limpio y ordenado en lo que estaban haciendo. El
beso fue descuidado, desordenado y tan jodidamente maravilloso que Garrett no
quería que terminara.
Abrió los ojos, Garrett miró a Falcon debajo de sus pesados párpados. Los
músculos con cuerdas en el cuello de Falcon se esforzaban, su pelo largo estaba
pegado a su cuerpo sudoroso. Él era la creación más bella que Garrett había
visto en su vida.
—Te amo.
El brazo que estaba bajo Garrett se flexiono, tirando de su cuerpo más cerca
del pecho de Falcon, cuando su amante le mordisqueó la oreja. Él sonrió a
Falcon, inclinándose para dar al hombre un beso en los labios.
El corazón de Garrett batió ferozmente en su pecho. Cuando Falcon susurró.
—Quiero ver cuando te vengas —Las palabras eran tan eróticas, tan
oscuramente prohibidas en una especie de forma sensual, que Garrett se
encontró alcanzando su erección, masturbándose mientras observaba el placer en
el rostro de Falcon.
Un grito escapó de los labios de Garrett justo antes de que Falcon tomara su
boca en un beso salvaje. Su polla explotó, su semilla se derramo cuando Falcon
siguió follando su cuerpo con su pene y la lengua en su boca. Garrett nunca se
había sentido tan poseído antes.
Las caderas de Falcon batieron con impaciencia mientras Garrett cabalgó su
orgasmo.
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Su amante palmeó las bolas de Garrett, agarrando el saco con un gentil


apretón, la sensación terriblemente carnal. Su mano cayó y entonces se presionó
en el estómago de Garrett cuando Falcon encontró su propia liberación. Sus
caninos crecieron una vez más penetrando su hombro mientras Falcon gimió y
se estremeció. Deslizó sus caninos y lamió la herida, la sensación de ser follado
a fondo le encanto a Garrett.
Falcon se instaló detrás de él, dejando su pene enterrado profundamente en
el culo de Garrett. Parecía que el hombre sólo quería deleitarse con sostenerlo.
Su respiración comenzó a estabilizarse.
— Gracias... por todo.
Falcon le dio un beso en el hombro de Garrett.
—Tu no tienes que agradecerme, Garrett... aunque me siento exactamente
igual. ¿Tú y yo? Es la manera que las cosas estaban destinadas a ser, mi pequeño
artista.
Lonnie pisoteó su bota de tacón duro en el suelo mientras miraba hacia
arriba a Santos.
—Estoy domesticado, idiota. Incluso sé cómo poner el asiento del inodoro.
¿Qué logros has logrado tú?
Santos se alzaba sobre Lonnie. Incluso con las botas de plataforma, la parte
superior de la cabeza de Lonnie sólo alcanzaba el hombro de Santos.
—Creo que estar contigo me califica para la santidad.
—Tú no te mereces una mierda por aguantarme. Yo soy un ángel en
comparación con tu temperamento agrio. Hablar contigo es como meterme con
un oso herido, Sr. Culo malhumorado.
—Esto es muy entretenido —Zane se apoyó contra la pared, una sonrisa de
sabelotodo en su rostro—. Ver a los dos ir por ello es mejor que ver Comedy
Central —Se golpeó los hombros con Falcon cuando se enderezó, guiñándole un
ojo antes de que él gritara—. Por qué simplemente no se besan ya. La tensión
está haciendo que mi polla se ponga dura.
—Prefiero besar el inodoro —Dijo Lonnie automáticamente antes de
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pisotear lejos. Santos alzó los brazos en señal de frustración cuando se volvió y
se dirigió lejos en la dirección opuesta. Falcon sólo pudo sacudir la cabeza
mientras se reía.
Había pasado una semana completa desde la terrible experiencia de Lonnie y
parecía que él y Santos volvían a sus viejas naturalezas. En realidad, estaban aún
más gruñones entre sí que antes.
—¿Crees que alguna vez verán cuánto se quieren el uno al otro? —Preguntó
Zane cuando el humor huyó de su rostro. Falcon sabía que su hermano estaba
pensando en ese maldito detective. Él no estaba seguro de cuando Zane
enloqueció, pero conocía a su gemelo como la palma de su mano.
Zane estaba caliente por el Detective Jack Tate.
Falcon sólo oró para que la lujuria de su hermano no los llevara a todos ellos
a la cárcel.
Garrett entró en la habitación y vio a Falcon, moviéndose inmediatamente
hacia él. Falcon envolvió su brazo alrededor del hombro de Garrett y dejó caer
un beso en la sien.
—¿Listo para ir a ese viaje, guapo?
—No —Garrett le respondió—. Estoy listo para terminar tu tatuaje. Mirar el
esbozo de huesos me está volviendo loco.
Falcon se río entre dientes mientras conducía a Garrett hacia los escalones,
caminando con el hombre a su dormitorio. No sólo estaba a la espera de
conseguir su tatuaje terminado, quería las manos de Garrett deslizándose a
través de su piel. El hombre se había convertido en una adicción absoluta para él
y Falcon no podía tener suficiente de su pequeño artista del tatuaje.
Caminando hacia la cómoda, Falcon cogió el boceto que Garrett había hecho
de él sentado en su Ducati. Sonrió para sí mismo antes de poner la imagen hacia
abajo y girar hacia el hombre.
—¿Listo?
Garrett le dio una sonrisa pícara.
—¿Está seguro que me quieres a mí?
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Falcon echó la cabeza hacia atrás y soltó una carcajada.


—Estoy muy seguro —Nunca había estado más seguro de nada en su vida.
Desde el primer momento en que había visto al hombre de ojos color avellana de
pie en la parte superior de las escaleras, Falcon sabía que su vida iba a cambiar.

Sólo que no sabía que el hombre iba convertirse en el verdadero guerrero del
corazón de Falcon.

FIN

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SOBRE EL AUTOR
Lynn Hagen le encanta escribir sobre algo defectuoso, pero adorable. Ella
también ama a un héroe que puede ver más allá de los bordes ásperos y
encontrar el diamante brillante de un corazón hermoso.
La puedes encontrar cualquier día acurrucada con su ordenador portátil y
una taza de caliente java, dejando que el siguiente conjunto de personajes le
cuenten su historia.

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Créditos

Coordinación de Proyectos
Pervy
Traducción
Roxx
Correción
Dankar
Portada
Clau
Diseño, Edicion y Formato
Cami
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