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ÉTICA Y ÉTICAS AMBIENTALES

Itzel Yolanda González Caballero


Tarea 4_Ensayo1
Clase 2

INTRODUCCIÓN

Situándome en un contexto de mi realidad, en esta época contemporánea donde los

cambios están dados y las transformaciones llegan muchas veces a derrumbar edificaciones,

donde estos hechos ocurren en medio de pandemias y guerras civiles, de contaminación e

inseguridad; este contexto social y personal de la realidad en la que vivo marca todo lo que

sucede y pasa a mi alrededor mostrando un devenir y hasta una devaluación hoy en día de la

Ética. Esta ética que denota miedo, frustración y tristeza ante tales acontecimientos y ante una

pobreza de valores y creencias, que pertenece a solo una parte del sector de la población pero que

permea en el desarrollo cultural, social, económico y ambiental de todo un país. Dentro de este

contexto social donde la ética esta fracturada y nadie apoya a sus semejantes, crítico esta parte de

mi realidad y acontecer actual porque perjudica a este crecimiento moral y del buen vivir que

deberíamos tener o en su medida alcanzar el grado máximo de satisfacción; pero no todo está

perdido, dentro del fango también encontramos flores, también hay vida y dentro de esa vida

esperanza. Sonará idealista pero la construcción de una sociedad en todos sus sentidos,

económico, social, cultural, político y ambiental, nos permite poder afrontar de una mejor

manera los problemas y aconteceres actuales, nos ayuda a actuar: con respeto, igualdad,

tolerancia, amor, equidad, etc., y nos muestra el arte del buen vivir.
Dentro de este trabajo se analizan diferentes conceptos de la ética y las éticas ambientales y

como todas ellas en conjunto benefician nuestra formación, entendiendo y respetando a los

demás y a nuestro entorno. Este sería el resultado de esta formación ética en todos los sentidos.

DESARROLLO

La ética me invita y me motiva a buscar un camino de esperanza, de solidaridad y de justicia,

un camino pedregoso y difícil de andar, con baches y topes como nuestras calles, pero que invita

a reflexionar y a actuar en pro de un beneficio común, a ser consiente, a respetar a los demás, a

tener compromiso y una responsabilidad con lo que me rodea.

“La ética entendida como aquella parte de la Filosofía que se dedica a la reflexión sobre la

moral” (Cortina & Navarro, 1996, p.9). Analizando este concepto la ética nos muestra esta

compleja dimensión de la moralidad del ser humano y nos permite mirar hacia dentro de él,

donde él objeto de estudio es el hombre y sus actos. Entendamos la moralidad como aquello que

nos permite diferenciar lo bueno de lo malo, lo correcto de lo incorrecto; por consiguiente,

podemos entender que la ética nos es mas que el estudio de la conducta humana, como se

comporta, como actúa, cuales son sus normas y valores por las que se rige, sus criterios, su

compromiso, etc.

“La ética tiene como objeto de estudio la moral, y ésta tiene que ver con las acciones humanas

en la vida social, por tanto, la ética se relaciona con todos los quehaceres humanos que ahora se

expresan como productos científicos y tecnológicos, con los cuales, si bien, la ética tiene

relaciones con unos, su acercamiento es más estrecho que con otros” (Torres, 20147, p.10). Por

lo tanto, la ética estudia y analiza las costumbres y el buen vivir en la sociedad con el único fin
de generar ambientes de convivencia amable entre las personas. Asimismo, conlleva diferentes

valores: el respeto, el compromiso, la honestidad, la responsabilidad, etc., de evitar afectar a los

demás con acciones negativas y nocivas, más si se trata de obtener un beneficio en particular. La

importancia de nuestros actos y consecuencias es esa ética personal que todos debemos tener y

debe permitirnos alcanzar la felicidad personal y de manera colectiva.

La ética se aplica a todos las disciplinas, tanto en lo personal como en lo profesional. Es de

gran utilidad cuando todo se encuentra en duda, nos ayuda a replantearnos nuestras creencias y

valores, nos ayuda a tomar decisiones en situaciones que ponen en tela de juicio nuestra

integridad moral y sobre todo la ética es de vital importancia en esta actualidad tan complicada y

difícil que estamos viviendo ya que nos conduce hacia la mejor vida posible. La ética personal

“la conforman nuestros compromisos. Los que hemos adquirido voluntariamente con nosotros

mismos (compromisos internos) y con los demás (compromisos externos) y que

su grado de cumplimiento determina nuestra calidad personal y la forma en que los cumplimos,

nuestra excelencia” (Gallego L. Germán (2012, 12 de mayo). Todos o lo gran mayoría de las

personas, quiero creer, tenemos una ética personal que es con la que nos conducimos por la vida

con rectitud, nuestros principios y valores; está basada en nuestras experiencias personales, con

nuestra educación, nuestra religión, cultura, las normas sociales del lugar donde vivimos, etc.;

contar con ella nos demuestra convicción de saber elegir entre lo bueno y lo malo, de saber elegir

bajo lo que creemos. Conservar y mantener esta ética personal influye de manera positiva en

todos los ámbitos de nuestra vida.

Permea tanto la ética que forma parte de nosotros que hasta en el ámbito profesional debemos

de mantener una ética tal que nos haga cumplir con los objetivos de nuestra disciplina siempre

respetando esa ética profesional. Cuando como profesionales se está en tela de juicio la ética,
debemos de guiarnos por la ética profesional de cada uno. Sin embargo, también entra aquí la

ética personal, va de la mano, y debe de ser tomada en cuenta al momento de tomar decisiones de

carácter ético dentro de nuestra profesión. Esto no debería significar algún conflicto a menos que

la ética personal difiera de la ética profesional. En contraste, Davis (citado en UNODC, 2019)

nos dice que la ética profesional se preocupa de establecer principalmente a los valores,

principios y normas subyacentes a las responsabilidades y el ejercicio de una profesión.

La ética profesional encarna los valores y los objetivos de una profesión, como la transparencia y

la rendición de cuentas, la prestación de servicios eficaces y de alta calidad y la responsabilidad

ante el cliente o consumidor. El cumplimiento de la ética profesional protege tanto al profesional

individual como al honor de la profesión. Dado que la ética profesional refleja los valores y

objetivos de profesiones, algunos de sus aspectos varían significativamente de una profesión a

otra. Además de contener objetivos y valores propios de la profesión, la ética profesional puede

también reflejar aspectos de las teorías de la ética como el utilitarismo, o las virtudes que los

profesionistas deben esforzarse por alcanzar. (UNOCD, 2019, p.5)

Analizando estas definiciones concluimos que la ética personal y profesional van de la mano,

la primera ligada al ámbito personal de cada uno y esa moral con la que nos manejamos, y la

segunda a los principios y valores del área específica de cada disciplina o profesión de la que

somos parte; no puede existir una sin la otra y dentro de este razonamiento observamos que si se

llegarán o se encuentran en conflicto es por porque existe una diferencia entre principios, normas

y valores personales y con la profesión, es aquí donde hay que cuestionarse y por qué no,

replantearse esos principios y valores que nos rigen como personas y en lo profesional y ver

donde esta el causal que provoca esa disparidad de pensamiento en cada una, que no debería

existir, sino por el contrario esa ética profesional tiene que ser el complemento de nuestra ética

personal, y así poder alcanzar y mejorar la vida misma.


Dentro de este campo de las éticas también se abarca el tema ambiental, donde siempre la

ética juega un papel fundamental en la toma de decisiones y reflexiona sobre como nos

conducimos hacia nuestro entorno, los deberes y responsabilidades del ser humano con la

naturaleza, los seres vivos y las generaciones futuras. Se encarga de regular que nuestras

acciones no afecten el desarrollo y evolución de la naturaleza, sino por el contrario que

contribuya a mejorar a mejores condiciones de vida.

El medio ambiente ha tomado una gran relevancia, desafortunadamente, en estos últimos años

debido a los cambios climáticos, desastres y fenómenos naturales que han afectado gran parte del

mundo. En nuestro país no hemos sido inmune a ellos y a acrecentando la preocupación por

mejorar esa relación entre el ser humano y la naturaleza. Contamos con una gran riqueza de

recursos naturales lo cual demanda su preservación, conservación, cuidado y uso racional de esos

recursos. Nos olvidamos ya de esa visión de la economía neoclásica donde se creía que los

recursos eran ilímitados y empezamos a cuestionarnos y plantearnos su preservación. La ética

medioambiental, de acuerdo con Espaliat (2019) son las relaciones morales existentes entre el

ser humano y el medio en que vive. Indica los requisitos necesarios para preservar y recuperar el

equilibrio de esta relación, y asegurar la vigencia de valores que a menudo han sido modificados

por una visión excesivamente egocéntrica del mundo.

La ética ambiental propone normas y principios que exigen a los seres humanos

responsabilidad sobre el cuidado de su entorno natural. Su objeto de estudio es procurar por el

bienestar en este binomio sociedad y naturaleza para que todos podamos desarrollarnos dentro de

un ambiente natural sano y libremente. En este sentido, tenemos obligaciones con el medio

ambiente y con no afectarlo a través de nuestras acciones, debemos cuidarlo para las

generaciones que vienen y procurar por la preservación de nuestro presente. Desafortunadamente


somos los responsables de los problemas ambientales existentes y en esta pérdida de ética para

con la naturaleza debemos ver como una necesidad este cuidado y protección del medio

ambiente.

Dentro de la ética ambiental se concentran varias corrientes las cuales abordaremos en este

trabajo para entender un poco más esta relación del hombre con la naturaleza y como ha logrado

afectar tanto al medio ambiente.

La relación hombre con la naturaleza si empieza mal, mal acaba, y en esta teoría que

abordaremos nos damos cuenta de los graves problemas medioambientales creados por el

hombre, por esta superioridad e infinita grandeza por sobre todas las cosas. La ética

antropocéntrica “es una teoría filosófica en la cual se concibe al ser humano y sus intereses

como el centro de todo, por lo que se produce una supeditación de lo “demás” (seres vivos,

medio ambiente, etcétera) a las necesidades y bienestar del ser humano” (Hernández, 2020, p.).

En esta ética se considera al ser humano como el centro y la naturaleza esta centrada en el

hombre, queda por debajo todo ser vivo al ser el hombre el centro y estar por encima de todos los

otros seres. Esta ética nos muestra la gravedad de esta postura, ha provocado un gran daño

ambiental el cual forma parte de nuestra cultura hoy día, las conductas desencadenadas del ser

humano al considerarse el centro del universo han sido agresivas y han atentado contra toda

forma de vida, deteriorando su hábitad hasta el grado de acabar con ecosistemas y especies en su

totalidad. Desde un punto de vista radical, y no tanto, esta es la cultura dominante de nuestros

días, la que ha puesto en riesgo la supervivencia de muchas especies incluso la propia del ser

humano; el antropocentrismo es egoísta porque pone al ser humano por encima de todas las

cosas exigiendo condiciones ambientales favorables para su bienestar y desarrollo, olvidando al

resto de las especies.


“Esta línea considera que el hombre tiene el derecho intrínseco de buscar y lograr su realización

reduciendo al resto de los elementos y especies que conforman a la biosfera a simples medios

para alcanzar este fin. De esta forma, la ética queda limitada al ámbito de la vida humana,

mientras que para el resto de los demás componentes de la comunidad Tierra, incluyendo los

seres vivos no humanos, sólo es posible ejercer la beneficencia y la compasión.” (Ibarra, 2009,

p.12).

Al pensar en esos recursos naturales como ilímitados y donde solo el ser humano puede hacer

uso de ellos para su benefició y supervivencia, nos habla acerca de un egoísmo que no era

considerado en esos tiempos, que se creía normal, donde no se veían las afectaciones hasta años

más tarde, logrando graves consecuencias y un fuerte impacto ambiental que ha permanecido

hoy en día.

Lo esperanzador dentro de estas corrientes del medio ambiente es que existe otra que pone

gran énfasis en la vida. donde se reconocen valores propios en los seres vivos y no vivos. La

ética biocentrica es la “ética ambiental que recupera el valor intrínseco que tiene la naturaleza

porque la consideran una potencia generadora de la vida” (Ibarra, 2009, p.14). Todo gira

alrededor de la vida y todos los seres vivos tiene el mismo derecho a existir y desarrollarse, es la

primicia de esta ética. Aquí, a diferencia del antropocentrismo, el hombre ahora es un miembro

más de la biosfera y no como un ser superior, con ello se logra avanzar colocando al hombre en

el lugar que le corresponde dentro del ecosistema junto con el resto de los seres vivos; se acaba,

por fin, con esta superioridad infinita del hombre sobre la naturaleza y empieza este camino

hacia la heterogeneidad. La ética biocentrica pone a la vida como el centro del universo y es una

de las posiciones más conocidas dentro de la ética ambiental, sostiene que deberíamos respetar

todas las formas de vida. El biocentrismo es una ética que está centrada en la vida de todo
organismo individual, donde cada quien tiende a su realización, a su desarrollo y evolución. Con

este planteamiento, el biocentrismo saca del centro al hombre, para ponerlo en relación y en

contacto directo con el resto de las entidades de la naturaleza (Leyton, 2006). Esta visión podría

ser un poco soñadora, pero es correcta, todos somos iguales, tenemos el mismo valor y

merecemos respeto como tal; se trata de cuidar más el lugar donde vivimos y a todos los que

viven en él, ser responsables y consientes de que la vida es primordial.

Por otro lado, la ética ecocentrica es la “Corriente filosófica que se basa en que las acciones y

los pensamientos racionales del individuo deben centrarse en el medio ambiente sobre todas las

cosas, tanto en su cuidado y como en la conservación del medio” (Diccionarioverde.blog). En

esta rama, a diferencia de la ética antropocéntrica y la ética biocentrica, se preocupa por

preservar las especies, ecosistemas, hábitats, todo en conjunto, no por la vida individual. Se

preocupa por el bienestar en general de la naturaleza sobre la explotación de recursos que realiza

el ser humano. Esta ética ecocentrica lo que busca es proteger y salvaguardar las especies, los

ecosistemas y los habitad donde quiera que estén ubicados e independientemente del valor y

utilidad para los seres humanos. Hace referencia a las relaciones existentes entre ellos con el

entorno y se basa en el conocimiento y la aceptación de los límites naturales al crecimiento

económico.

“Con base en estos planteamientos podría decirse que la dimensión ética del medio ambiente y el

desarrollo sustentable van de la mano. Es decir, el desarrollo social en equilibrio con la

naturaleza, el cual postula el desarrollo sustentable, requiere fundamentarse en el reconocimiento

del hombre como parte integrante e interdependiente de la comunidad biosfera, así como en el

valor intrínseco que tiene la naturaleza de prosperar y florecer como parte de su proceso natural.”

(Ibarra, 2009, p. 17)


El crecimiento económico y social que debemos lograr como país tiene que verse desde lo

sustentable, lograr una relación sana, justa y solidaria entre estos y el medio ambiente, debe ser

un principio a seguir dentro de estas premisas básicas, a partir de la ética personal y la ética

medioambiental hay que cuestionarnos la razón de la vida humana, sus problemas y como los

enfrentando, considerando al hombre siempre como un individuo más y no como superior,

respetando cada ecosistema y hábitat que hay en la tierra, respetando su individualidad y

heterogeneidad, adaptándonos a ellos, logrando así un equilibrio sano, justo y que permita

ofrecernos un mejor futuro con la naturaleza.

Siguiendo con esta relación sociedad, economía y naturaleza abordaremos las “socio eco

éticas” como aquella crítica a las injusticias sociales que existen dentro de nuestro entorno y en

relación con la naturaleza y calidad de vida. Son un conjunto de acciones que se compaginan

para hacer frente a los problemas sociales ambientales. Se encuentran 4 movimientos que marcan

un parteaguas en la visibilización de estos problemas en los sectores más pobres de la población

o que han padecido los problemas ambientales. El primero es el Ecosocialismo, tal como lo

plantean Michael Löwy (2012):

El ecosocialismo es una corriente política fundada sobre una constatación fundamental: la

salvaguarda del equilibrio ecológico del planeta; la protección de un medio ambiente favorable a

las especies vivas —incluida la nuestra— es incompatible con la lógica expansiva y destructiva

del sistema capitalista. La búsqueda del «crecimiento» (…) a una catástrofe sin precedentes en la

historia de la humanidad: el calentamiento global. (p.9)

Es la crítica hacia el capitalismo como fuente de daño hacia la naturaleza, al deterioro ecológico,

al aprovechamiento y acaparamiento de los recursos naturales, esta destrucción de la capa de


ozono, la contaminación a grandes escalas del medio ambiente, todo gracias a esta visión

acaparadora de producir, pero sin tomar en cuenta la naturaleza.

La siguiente es el Ecofeminismo, que según Mary Mellor (1997) es:

"Un movimiento que ve una conexión entre la explotación y la degradación del mundo natural y

la subordinación y la opresión de las mujeres. Emergió a mediados de los años 70 junto a la

segunda ola del feminismo y el movimiento verde. El ecofeminismo une elementos del feminismo

y del ecologismo, pero ofrece a la vez un desafío para ambos. Del movimiento verde toma su

preocupación por el impacto de las actividades humanas en el mundo inanimado y del feminismo

toma la visión de género de la humanidad, en el sentido que subordina, explota y oprime a las

mujeres"(p.1).

Desde esta visión feminista el ecofeminismo pretende reivindicar el manejo del medio

ambiente visto desde el patriarcado, promoviendo que las mujeres participen y formen parte en

las decisiones dentro del futuro del desarrollo sustentable en la sociedad. La característica

principal es el papel que tienen todas las mujeres del mundo dentro y fuera de sus sociedades y

en el sentido de preservación de la naturaleza que poseen.

El tercero es el Movimiento por la justicia ambiental, donde centran su lucha en la justicia

ambiental para mejorar y mantener un medio ambiente sano y saludable especialmente para

aquellos que han vivido y crecido dentro y alrededor de la contaminación. Y por último el

Ecologismo de los pobres, muestra gran interés en el medio ambiente como fuente de sustento de

diversas comunidades, exige una mejor distribución de esos recursos naturales, de devolverle a

esas comunidades explotadas lo que les corresponde para su sustento. En esta teoría se critica el

despojo, a manos de empresas y la industrialización, de estos pueblos pasando muchas veces por

encima de sus derechos, invadiendo sus territorios y atentando contra la vida.


Dentro de este conjunto de movimientos encontramos un común denominador: el medio

ambiente, que siempre ha sido el principal impulsor de estos movimientos sociales, donde

buscan preservarlo, cuidarlo y protegerlo.

CONCLUSIÓN

Concluyendo, las éticas ambientales nos muestran el valor que tiene el cuidado y preservación

del medio ambiente. Nos invitan a replantearnos esta idea que tenemos del manejo de nuestros

recursos naturales y que es necesario empezar a modificar esos patrones, sobre todo para

asegurar nuestro presente y el de las generaciones futuras. Así mismo, la importancia de estas

dentro de nuestra formación académica, profesional y personal, todos debemos de tomar

conciencia del gran impacto y daño ecológico que ocasionamos y debemos contribuir a respetar

y preservar nuestra naturaleza como fuente de vida.

Nuestra formación como futuros investigadores empieza desde nuestra ética personal, el

plantearnos el bien y el mal que hacemos hacia nuestro medio ambiente y nos invita a la

reflexión de que es urgente un cambio de actitud con respecto a la naturaleza y a mejorar las

condiciones de vida de todos. Este sería el resultado de esta formación ética en todos los

sentidos.
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