Sie sind auf Seite 1von 12

Introducción

El siguiente trabajo tiene como objetivo principal estudiar la Importancia que


tienen, el Colegio Dominicano de Notarios y el artículo 02 de la ley 140-15.
Esta es la entidad que agrupa a los notarios públicos existentes en el país de
conformidad con la ley 140-15.
Es una institución moral de carácter público, con personalidad jurídica y
patrimonio propio, con los derechos, atribuciones y obligaciones que le
confiere la ley. De ahí que para que estos tengan derecho, como gremio, se
creó la ley 89-05, promulgada en fecha 24 de febrero del 2005, la cual
fundamenta la base jurídica del Colegio Dominicano de Notarios.
Por tanto, el gremio notariado para algunos es el conjunto de notarios y para
otros es un sistema jurídico, por lo cual está claro que este tema no es pacífico
en la doctrina, lo cual debe estudiarse a efecto de tener en cuenta las
definiciones aportadas por la doctrina y por la ley. El gremio o colegio
notariado es un tema muy importante para la seguridad jurídica, por ello
estudiaremos el presente tema.
Podemos decir, que este trabajo es de gran importancia, ya que hablando de
manera particular, con dicha investigación hemos adquiridos conocimientos
básicos y fundamentales sobre la función del Colegio Dominicano de Notarios
y la Ley 140-15, conocimientos este, de suma importancia para todo futuro
como profesional del Derecho y del oficio Notarial.
Análisis del artículo 02 de la ley 140-15

El artículo 2 pretende establecer unos principios, a través de los cuales “se


interpretará y aplicará” la nueva ley. En ese contexto, transcribo el numeral 3:
“Instrumentos notariales. Las actas auténticas recogerán las actuaciones de los
notarios de manera regular y como expresión de una mayor y mejor seguridad
jurídica; y los actos bajo firma privada serán la excepción para los asuntos de
menor transcendencia”.
Si interpretamos ese texto al pie de la letra, debemos concluir que, como regla
general, todo acto debe ser redactado en la forma auténtica, y solo deben ser
redactados como actos bajo firma privada, de modo excepcional, aquellos
relativos a “asuntos de menor trascendencia”.
En primer lugar, creo sinceramente, que la mayor o menor trascendencia de un
acto no la da la forma de instrumentación, sino el contenido intrínseco del
mismo o lo que significa para las partes. ¿O acaso es más trascendente, por
ejemplo, un acta de estipulaciones para divorcio por mutuo consentimiento, en
donde los cónyuges no han fomentado bienes, que un acto de compraventa
cuyo objeto es un valioso inmueble? ¿Qué debemos entender por
trascendente? No creo que sea la forma de instrumentación.
En segundo lugar, ¿debemos interpretar este texto considerando que, como
regla general, todo acto debe redactarse en la forma auténtica, excepto cuando
la ley permita la redacción bajo firma privada? ¿O no es eso lo que se debe en-
tender cuando se nos dice, palabras más, palabras menos, que el acto auténtico
es la regla y el acto bajo firma privada la excepción?
Creo que si interpretamos la ley en el contexto de “una economía en
crecimiento… abierta al intercambio y a la competencia”, la redacción en la
forma auténtica de todo acto jurídico no ha de ser la regla; en eso era mucho
mejor la ley anterior, cuando decía en su artículo 1, que los notarios eran
oficiales públicos instituidos para redactar actos auténticos cuando las partes
“deban o quieran”, es decir, cuando la ley así lo disponga expresamente, los
actos deben redactarse en la forma auténtica, pero, cuando la ley no lo haga
obligatorio, es facultativo para las partes redactar el documento como acto
auténtico o bajo firma privada, a su elección.
Por eso, creo que debe prevalecer la interpretación tal cual la regía la ley
anterior, aunque la nueva ley dé a entender otra cosa, subrepticiamente.
Las actuaciones notariales en la República Dominicana asimilan y fortalecen
los principios, leyes, normas y costumbres del notariado de tipo latino. Por
tanto, se integran a las orientaciones que surjan de la Unión Internacional del
Notariado (UINL), como organización que aglutina a los fedatarios de una
gran parte del mundo.
Desde los comienzos de la civilización humana, el hombre siempre busco la
forma de darle carácter formal a sus contrataciones, para ellos desde la
antigüedad el hombre utilizo pruebas como la testimonial para afianzar sus
negociaciones, y a partir de allí siguió evolucionando los medios hasta llegar a
la prueba escrita y perfeccionarla hasta lo que hoy en día conocemos los actos
notariales.
Los Notarios están obligados a residir en el lugar que le haya sido señalado
por la Suprema Corte de Justicia para ejercer sus funciones, bajo pena de
destitución. Pero podrán actuar en todo el radio de la provincia a la cual
pertenece dicho municipio, cuando sean requeridos y debidamente autorizados
por el Juzgado de Primera Instancia del Distrito a que pertenezcan.
Los jueces de Primera Instancia podrán otorgar, por motivos atendibles,
extensión de jurisdicción a los notarios de los municipios de su dependencia,
para que estos puedan actuar en otro municipio fuera de su Distrito.
El objeto del acta notarial son, por tanto, los hechos, a diferencia de otros
documentos notariales, como las escrituras públicas y las pólizas, en las que se
recogen contratos. “Las actas notariales tienen como contenido la constatación
de hechos o la percepción que de los mismos tenga el notario, siempre que por
su índole no puedan calificarse de actos y contratos, así como sus juicios y
calificaciones”.
Ello significa que el notario en las actas se limita a dar fe de hechos que
percibe por sus sentidos, aunque también de otros que no se perciben
directamente por los sentidos pero que el notario puede considerar acreditados
previas las pruebas pertinentes, como en las actas de notoriedad. Pero, en todo
caso, las actas no pueden recoger contratos, propios de escrituras y pólizas, en
las que la intervención notarial es mucho más amplia.
El valor de un acta notarial reside en que prueba de manera incontestable el
hecho que constituye su objeto, sin que sea discutible ni siquiera en sede
judicial, salvo querella de falsedad. Su utilidad es grande pues permite al
ciudadano pre-constituir pruebas de hechos que probablemente habrán de ser
alegados posteriormente en el ámbito judicial, administrativo o privado,
cuando quizá esos hechos ya no puedan reiterarse o probarse por haber
desaparecido sus efectos, ya se trate de manifestaciones, notificaciones,
existencia de objetos, documentos –incluso electrónicos- o personas.
Los notarios están comprometidos con el fortalecimiento de la seguridad
jurídica. Sus actuaciones se caracterizan por la imparcialidad, confiabilidad,
eficiencia, eficacia y apego irrestricto a las normas que integran el
ordenamiento jurídico nacional.
Según la ley las actas auténticas recogerán las actuaciones de los notarios de
manera regular y como expresión de una mayor y mejor seguridad jurídica; y
los actos bajo firma privada serán la excepción para los asuntos de menor
transcendencia”.
La ley estableció por primera vez, de forma expresa, la posibilidad
legalización de firmas de actos bajo firma privada y consagró, la forma en que
debía efectuarse aquella: había dos formas de legalización, una en que las
firmas eran puestas en la presencia del notario y otra en que no ; se establecía
cómo debían legalizarse las huellas digitales de las personas que no sepan o no
puedan firmar y finalmente, se expresaba que la legalización daba autenticidad
a las firmas, pero no fecha cierta al acto.
Nada de lo antes indicado ha sido recogido por la ley, la cual, se limita a decir
que el notario “podrá dar carácter de autenticidad a las firmas que hayan sido
otorgadas ante él mediante un acto bajo firma privada”.
La ley fue propiciada por el Colegio Dominicano de Notarios, conjuntamente
con el desaparecido Comisionado de Apoyo a la Reforma y Moder-nización
de la Justicia, pero no fue discutida con los sectores interesados, tales como la
Procuraduría General de la República, el Consejo Nacional de la Empresa
Privada CONEP, la Asociación de Bancos y otras entidades.
Las actas auténticas recogerán las actuaciones de los notarios de manera
regular y como expresión de una mayor y mejor seguridad jurídica; y los actos
bajo firma privada serán la excepción para los asuntos de menor
transcendencia.
Los instrumentos notariales agilizan el tráfico comercial, y además lo hacen
más seguro, siendo el más conocido la escritura pública, pero este no es el
único, sino que existen otros instrumentos notariales, dentro de los cuales
podemos citar el caso de los testimonios, partes notariales, boletas notariales,
copias certificadas, entre otros.
Un acto bajo firma privada o, lo que es lo mismo, no tienen el mismo valor
que los actos auténticos. Así las cosas, cabe preguntarse qué es exactamente lo
que puede reglamentar la Suprema Corte de Justicia, en virtud de esta ley.
Y es que, como se puede notar, importantes aspectos del ejercicio del
Notariado, como las formalidades de legalización de firmas, para solo citar un
ejemplo, están a la libre discreción de cada notario y, además, parece que se
derogó la legalización de huellas en los actos bajo firma privada o por lo
menos, no está claro.
El Colegio Dominicano de Notarios ejercerá la vigilancia permanente para
garantizar el cumplimiento de los principios éticos, morales y legales en todas
las actuaciones notariales. La Suprema Corte de Justicia ejerce la más alta
función de sanción disciplinaria.
El colegio dominicano de notarios ejerce de manera legal cada norma y cada
reglamento que tiene que tener el notario . El Colegio Dominicano de Notarios
fue fundado el 3 de junio del 1967 e incorporado mediante el decreto número
1866, del 28 de noviembre de 1967. Esta entidad agrupa a los notarios
públicos, con el sagrado juramento y elevado propósito de unir al notariado
dominicano y contribuir con su capacitación y perfeccionamiento, de
conformidad con la ley.
Desde hay se ha conformado con este articulo 02 de la ley 140-15 como la
principal fuente de enseñanza jurídica para los notarios.
Los notarios deben asumir como asunto de alta prioridad el desarrollo y
fortalecimiento de la institución notarial. Además, con el interés de preservar
la unidad del Colegio Dominicano de Notarios, se prohíbe desarrollar
proselitismo de carácter político-partidario dentro del Colegio.
El notario latino presta una labor de alcance y contenido social, mediante un
deber de consejo a quienes acuden a él. De allí que lo primero que ha de hacer
el notario es iniciar una serie de procedimientos quizás de orden psíquico,
tendientes a conseguir una fiel interpretación de la voluntad de las partes, pues
nos e limita a recibir y transcribir, sino que investiga la verdadera voluntad de
las partes, su real intención y luego dirige hacia las formas jurídicas que
correspondan, dándole a las declaraciones oscuridad o duda.
Al notario latino se le exige el conocimiento adecuado y científico del derecho
por el papel principalísimo que desempeña en el mundo jurídico de la vida
social, razones por las que el notario debe ser un profesional del Derecho o
independiente de cualquier organismo o entidad que pueda interferir en el
ejercicio de sus funciones, convirtiéndolo en el más perfecto para brindar
seguridad jurídica preventiva.
Los notarios están comprometidos a observar los principios constitucionales y
las normas de carácter ético, tanto en sus actuaciones profesionales, como en
su vida pública y privada.
Los notarios están comprometidos con el fortalecimiento de la seguridad
jurídica. Sus actuaciones se caracterizan por la imparcialidad, confiabilidad,
eficiencia, eficacia y apego irrestricto a las normas que integran el
ordenamiento jurídico nacional. Los notarios están comprometidos a observar
los principios constitucionales y las normas de carácter ético, tanto en sus
actuaciones profesionales, como en su vida pública y privada.
Los notarios, investidos de fe pública y apegado al principio de legalidad,
procuran en el ejercicio de sus funciones dotar de seguridad jurídica las
actuaciones en las que participen para el bien y la transparencia de la actividad
económica y el desarrollo de las actividades legales en la República
Dominicana.
El notario es la persona encargada de dar fe de cuanto acto se realiza ante su
presencia, siendo su máximo exponente la escritura pública, es decir, el
notario da fe en todos los sistemas jurídicos, sin embargo, sólo en algunos
existe escritura pública, en tal sentido esta es una característica que existe en
los sistemas jurídicos de la familia jurídica romano germánica que no existe en
la familia jurídica anglosajona. La ley dominicana define al notario en los
siguientes términos: el Notario es un oficial público instituido para recibir los
actos a los cuales las partes deban o quieran dar el carácter de autenticidad
inherente a los actos de la autoridad pública y darles fecha cierta, conservarlos
en depósito y expedir copias de los mismos.
Es decir, una forma de estudiar la definición del notario sería estudiar las
definiciones legales, las cuales por cierto abundan en la doctrina, y en este
orden de ideas podemos afirmar que la ley del notariado peruano define al
notario, sin embargo, no citamos dicha definición, porque la misma es muy
conocida en nuestro medio, y no queremos repetir información que abunda en
el referido como es la legislación notarial peruana, sin embargo, dichas
normas pueden originar investigaciones sobre la definición del notario en el
derecho comparado o en la legislación comparado a efecto de determinar
semejanzas y diferencias, así como sus causas.
Es obligación del Colegio Dominicano de Notarios procurar e impulsar el
ejercicio de la función notarial en las instituciones públicas y privadas.
El notario procede imparcialmente con los individuos que acuden a él para una
asesoría respecto de los diversos asuntos que le presenten, algunas de ellas de
forma gratuita. Por tal razón, la función notarial es cumplir y promover la
observancia de la ley.
En el cometido de su compromiso, el notario aplica de diversas formas el
derecho: es un perito encargado de crear situaciones jurídicas correctas,
cumpliendo con el principio de autenticidad, tarea nada sencilla.
Para efectuar una correcta aplicación del derecho y otorgar verdadera
seguridad jurídica al particular, el notario debe dilucidar la voluntad de las
partes y su capacidad; establecer la naturaleza jurídica del acto o contrato,
evaluando y certificando la validez del mismo; evaluar su propia competencia
y formalidades previstas por la ley, entre otras.
El notario se ha adecuado al dinamismo de la sociedad en cuanto a su
crecimiento poblacional y demanda de servicios públicos, para elevar la
calidad de vida y renovar la legislación en la interacción del notario en los
procedimientos no contenciosos, con posibilidad de ampliar su intervención a
otras aristas jurídicas, evidenciando su intervención en la solución de
problemas sociales.
El notario ofrece un servicio de asistencia y asesoría a los particulares para
conocer los pasos que deben realizar para tener en orden su patrimonio. El
desafío para el notario en la actualidad es consolidarse como un profesional de
vanguardia al servicio de la sociedad, brindando servicios a través de las
nuevas tecnologías con la debida confianza y seguridad.
Según el artículo 02 Los notarios deben asumir como asunto de alta prioridad
el desarrollo y fortalecimiento de la institución notarial. Además, con el
interés de preservar la unidad del Colegio Dominicano de Notarios, se prohíbe
desarrollar proselitismo de carácter político-partidario dentro del Colegio.
El notario que cometa error manifiesto al aconsejar al compareciente,
causándole daño económico, no actúe con la diligencia debida y por esto se
derive perjuicio, no actúe con probidad y veracidad, incurra en parcialidad
manifiesta, sea imprudente en el desempeño de la función notarial, causando
daño material o moral y viole los principios de legalidad y rectitud, será sujeto
a las disposiciones de la ley del notariado y código penal del estado o
cualquier otra disposición aplicable independientemente de la acción judicial
correspondiente.
El notario debe respeto y consideración a sus compañeros notarios, por lo que
deberá ejercer su función dentro de un marco de sana y leal competencia,
preservando la imagen del notariado ante la comunidad, elevando el ánimo de
compañerismo y solidaridad y cooperando con todo aquello que esté dirigido a
enaltecer su profesión.
Igualmente, el notario de mayor experiencia deberá esforzarse por ayudar,
aconsejar y dirigir con excelencia y rectitud a los notarios que comienzan,
dándoles el mejor ejemplo de responsabilidad y conformidad con la fe pública
de la cual han sido investidos por el Estado.
El notario realizará su labor con rectitud, celo y diligencia y sin aprovechar la
ocasión para ganar otros negocios.
Según el articulo 02 Los notarios están comprometidos a observar los
principios constitucionales y las normas de carácter ético, tanto en sus
actuaciones profesionales, como en su vida pública y privada.
Todo el sistema notarial, todo el sistema registral, sin excepciones, y la mayor
parte de las actuaciones judiciales de la jurisdicción voluntaria (donde
incluimos como objeto de estudio concreto la denominada regularización
dominial) se presentan con claridad como parte de ese Derecho.
De manera que, bajo ésta visión y teniendo en cuenta no sólo las pautas de la
Coordinación Internacional –oportunamente remitidas a los Colegios
Notariales del país- sino también el denominado (El notariado), al constituir
nuestra función una herramienta formidable para el Estado y, más aún, para la
Sociedad toda, en la lucha por el bien común –no definido con precisión, pero
identificado en la lucha contra la pobreza, contra la desigualdad, facilitando
las herramientas de la Economía sin distinción de estratos sociales, en
definitiva, persiguiendo la dignificación integral de la persona humana –
creemos que podemos focalizar el trabajo a presentar en todos aquellos
tópicos que constituyen las “fortalezas” de nuestro notariado, con sus
particularidades propias de nuestra variada realidad nacional, sea en sus
medios urbanos o rurales.
Y, desde éstas fortalezas, fundar y profundizar el trascendental rol del
notariado como eficaz y sólido colaborador del Estado y de la sociedad toda,
particularmente en la lucha contra la pobreza y especialmente a través de las
herramientas e institutos que se analizarán en la ponencia.
Se prohíbe la discriminación por razones de raza, religión, ideología, color,
género y cualquier otra condición según el artículo.
Ahora que acaba de aprobarse, promulgarse y publicarse la Ley núm. 140-15,
denominada Ley del Notariado, resulta oportuno destacar los alcances,
contenido y límites de la misma, toda vez que la misma no sólo aborda lo que
tiene que ver con la función notarial, sino que también trata a profundidad y
norma al Colegio Dominicano de Notarios (CODENOT), al cual le otorga la
categoría de corporación de derecho público interno con carácter autónomo y
personería jurídica propia.
Opinión personal

El notario lleva una responsabilidad social de equidad, justicia y honestidad


con quienes buscan seguridad jurídica en la constitución, tanto en la empresa
como fuera de ella, y tanto en lo social como en casos económicos.
Bajo estos conceptos el notariado se fundamenta y se caracteriza en forma
legal, es el primordial para que estos ejecuten sus negocios jurídicos de acorde
a la ley.
Conclusión
Al finalizar este trabajo sus sustentantes sienten la satisfacción del deber
cumplido en el entendido que se llenaron las expectativas en torno al mismo,
tanto en el contenido como en el cumplimiento de los propósitos planteados.
El notario debe ser imparcial, no tiene la posibilidad de ser parcial, de ahí se
deriva justamente que los notarios no tienen clientes, sino que ofrecen un
servicio público con todos los criterios del nombre y representación del
estado.
Los notarios además tienen un carácter vitalicio y no dependen en su
organización de ninguno de los poderes del Estado, incluso cuando son
nombrados y controlados por el Poder Judicial al cual están llamados a
servirle de manera directa. Por tanto, que el carácter de oficial público se
determina una consecuencia directa: no son remunerados por el Estado, la ley
le acuerda unos honorarios o estipendios que deberá estipular. De aquí se
desprende que la teoría del funcionario administrativo no le es aplicable a los
notarios.
El notariado no es ni podrá ser nunca entendido como un apéndice de la
abogacía, ni la abogacía un apéndice del notariado. Que ambas tengan
materias en común es una cosa, pero la notaría no es un ejercicio adicional de
la abogacía ni vice-versa. Los abogados no actúan en representación del
Estado, tienen clientes, son parciales.
Finalmente, queda la satisfacción de haber realizado un trabajo conciso que
nos arrojó luz sobre la base teórica y la aclaración de varios aspectos prácticos
relacionados con el Derecho Notarial, en la República Dominicana.
Bibliografia

 Castillo, Ogando. Nelson Rudy, "Manual de Derecho Notarial, Tomo I,


Parte general", 2da. edición, editorial Búho, Santo Domingo, 2007.

 Castillo Silverio, Yunior Andrés. (2014), " Derecho Notarial en la


República Dominicana".

 La Ley número 140-15: No solo la tarifa cuenta, José Benjamín


Rodríguez Carpio.

 - “Surge el cartel de los notarios”, periódico El Día, 17 de septiembre de


2015, edición digital.

Das könnte Ihnen auch gefallen