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lucionario. La Santa Sede, sin embargo, se guardar el diálogo institucional, lo que ha


ha mantenido prudente ante las decisiones suscitado duras críticas de amplios secto-
gubernamentales, con el objetivo de apo- res de la disidencia interna y externa, que
yar y afianzar el papel de la Iglesia local la acusan de connivencia con el gobierno
como interlocutor del régimen en un y de no utilizar su capacidad de influencia
momento clave de la historia de Cuba. para fomentar un cambio de régimen.
Catorce años después de la visita de Karol Aunque en la actualidad la Iglesia
Wojtyla, la curia romana sigue aspirando a católica sigue sin obtener en Cuba los mis-
profundizar sus relaciones con el gobierno mos espacios que en otros países de Amé-
cubano con el fin de tutelar en el futuro un rica Latina, sí cuenta con los elementos
eventual proceso de transición hacia la necesarios para lograrlo: siglos de arraigo
democracia. Gran parte de la disidencia en este país caribeño; el apoyo del Vatica-
rechaza esta estrategia y considera que, no y de otras Iglesias del mismo credo;
durante su viaje a Cuba, el papa Benedicto una estructura organizativa muy sólida; un
XVI perdió la oportunidad histórica de uti- clero bien formado y preparado, por tanto,
lizar su prestigio e influencia para ayudar para aportar alternativas a las políticas
al pueblo cubano a conquistar su libertad. gubernamentales y la posibilidad de con-
tribuir al fortalecimiento de la sociedad
civil, a través de sus publicaciones y pas-
Conclusión torales. Si la Iglesia católica cubana sabe
utilizar adecuadamente estas circunstan-
Con la llegada de Raúl Castro a la pre- cias, podrá aportar su valiosa contribución
sidencia de la República en febrero de al inicio de un proceso paulatino de transi-
2008, las relaciones entre la Iglesia y el ción hacia la democracia.
Estado entraron en una nueva fase que ha
significado el reconocimiento oficial, por
parte del gobierno cubano, de la Iglesia Delia Contreras es profesora de Relaciones
católica como legítima interlocutora del Internacionales en la Universidad San Pablo
CEU de Madrid. Este artículo ha sido escrito
régimen. Desde entonces, los obispos de en el marco del proyecto de investigación
Cuba han tratado de acercar posiciones “Cuba en la era post Fidel: la Iglesia católica
con el gobierno castrista a través del diá- y la disidencia ante la nueva realidad cuba-
logo, con el doble propósito de recuperar na”. Instituto Universitario de Investigación
los espacios perdidos al triunfo de la revo- Ortega y Gasset. Fundación Ortega-Marañón.
Correo electrónico: contreras.fhm@ceu.es.
lución y de contribuir a la adopción de
medidas reformistas que puedan facilitar,
en el futuro, un proceso de transición
hacia la democracia.
Pero el gobierno de La Habana sigue Enith Pinedo Bravo
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resistiéndose a otorgar a los ciudadanos


derechos y libertades y se ha limitado a ¿Quién es indígena en Perú?
adoptar las reformas económicas necesa-
rias para sanear el sistema y salvarlo de un Como es sabido, para considerar com-
posible colapso. Ante esta situación, la pleto el proceso de formulación de normas
jerarquía católica cubana ha optado por y/o políticas estatales así como el de su
mantener una actitud de prudencia ante las implementación, es indispensable definir
políticas gubernamentales a fin de salva- inequívocamente a los destinatarios de las
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mismas, definición ésta que puede respon- marco institucional, la falta de desarrollo
der a razones prácticas del Estado, el cual interno de las correspondientes normas
podría recurrir a diversas formas para esta- internacionales y la defectuosa interpreta-
blecer si una persona o una colectividad ción y aplicación de las normas vincula-
son indígenas (definiciones legales o inclu- das, sobre todo, con las arbitrarias deno-
so normas de índole administrativa con minaciones atribuidas a los indígenas y a
fines más operativos, como las políticas los grupos de indígenas a lo largo del
sociales). Esta definición no necesaria- tiempo, el presente documento se centrará
mente ha de coincidir con el concepto que en estas últimas pues ellas han interioriza-
la doctrina desarrolle o con el que los pro- do significados y exteriorizado prejuicios.
pios involucrados posean sobre sí. De Los términos utilizados con mayor
hecho, un concepto así elaborado, tampo- frecuencia para denominar al colectivo
co tiene por qué estar recogido expresa- indígena en Perú han sido naturales, pue-
mente en las normas jurídicas. Sin embar- blos de indios, comunidades de indígenas,
go, resulta cuestionable que encontrándose pueblos originarios, comunidades nativas
vigentes normas internacionales vinculan- y comunidades campesinas. Centrándonos
tes para un Estado en particular, éste no en la Constitución, en tanto norma supre-
tome en cuenta en su regulación interna las ma de todo orden jurídico constitucional,
nociones que aquéllas consignan textual- ha de señalarse que ni la actual (vigente
mente, originando muchas veces su incum- desde 1993) ni ninguna anterior ha reco-
plimiento. Tal circunstancia ha sucedido nocido al sujeto jurídico pueblos indíge-
con el Estado peruano y con el concepto de nas, siendo comunidades campesinas y
indígena, provocando además vulneración comunidades nativas las etiquetas que la
de derechos. actual carta recoge, repitiendo así las
El problema que existe en Perú para denominaciones implantadas en la década
definir al indígena, sin embargo, no se deri- del setenta cuando el gobierno militar creó
va solamente de la defectuosa normativa. tal distinción jurídica identificando al
Limitarse a tal perspectiva implicaría situar- campesino como el originario de la sierra
se en un plano meramente regulatorio. El y al nativo como el originario de la Ama-
problema en realidad se encuentra sustenta- zonía, aunque concibiendo como indígena
do por diversos factores esencialmente únicamente a este último.
sociales, presentando el caso peruano una Y es que en el contexto de la reforma
peculiaridad que lo diferencia de otros paí- agraria, mientras con el Decreto Ley Nº
ses –los andinos, por ejemplo– y que forta- 20653 de junio de 1974, el gobierno mili-
lece las deficiencias: la falta de autorreco- tar promulgaba la Ley de Comunidades
nocimiento del indígena, fundamentalmente Nativas y de Promoción Agropecuaria de
del originario de la sierra del país. Regiones de Selva y Ceja de Selva –la
Estos dos grandes factores serán abor- cual constituye un punto de inflexión para
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dados brevemente a continuación. los pueblos de la Amazonía en cuanto a su


reconocimiento legal–, también eliminaba
el término comunidad indígena para reem-
La deficiente regulación sobre plazarlo por el de comunidad campesina,
indígenas y pueblos indígenas “basándose en la constatación de que el
término “indio” representaba socialmente
Aunque bajo este título se encuentran un insulto y ningún indígena se autodefi-
varias deficiencias, entre ellas el confuso nía como tal” (Urrutia Ceruti 2007: 180).
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Al respecto, no debe olvidarse que el tér- Ley Nº 29785 da cuenta de ello. Sin pro-
mino indio fue introducido en el siglo XVI fundizar en esta cuestión, cabe decir que
por las Leyes de Indias, acuñándose legal- el elemento patrimonial ha adquirido tal
mente e internalizándose desde entonces relevancia en la consideración jurídica de
como correspondiente al originario de la estas comunidades que puede asegurarse
“sierra fría del Perú” (Mariátegui 1998: que quienes actualmente las conforman no
45), ignorándose a quienes habitaban la son necesariamente indígenas.
selva, considerados simplemente salvajes. No podemos analizar detalladamente
El conjunto de normas emitidas para el concepto de indígena pues eso es mate-
desarrollar la reforma agraria, incluyendo ria de otro trabajo. No obstante, seguimos
la norma general (Decreto Ley Nº 17716), las disposiciones del Convenio Nº 169
como es de suponer, afectaron también al Sobre Pueblos Indígenas y Tribales en
simbolismo indígena al diluir lo originario Países Independientes, de la Organización
en el sector agrario, creando además un Internacional del Trabajo, convenio que
ente que no existía, la comunidad nativa, fue ratificado por el Estado peruano en
para asignar una institucionalidad fragmen- 1994 y que reconoce los derechos colecti-
tada a las tribus de la Amazonía. Así las vos de dichos pueblos y obliga a los Esta-
cosas, la lógica seguida en Perú desde hace dos firmantes a su cumplimiento.
ya más de cinco décadas es la siguiente: si Como se sabe, los beneficiarios del
el originario de la sierra es campesino, y el convenio son los pueblos indígenas y tri-
de la selva, nativo, entonces indígena es bales, en tanto colectivos, y sus miembros,
sólo el nativo porque es el aborigen. La en tanto individuos, utilizándose criterios
visión del Estado y de la sociedad en torno objetivos y subjetivos para su identifica-
al originario de la sierra se da pues sobre un ción. Basta con mencionar sólo a los pri-
componente de clase –o quizás sea mejor meros para demostrar la equivocada actua-
referirse en términos de oficio– antes que ción de los operadores jurídicos peruanos.
sobre su carácter identitario. Y esta lógica Estos criterios son: la descendencia de
ha sido juridizada con las siguientes Cons- poblaciones que existían en la época de la
tituciones, y con ello, ha sido extendida a conquista, colonización o antes de la
casi toda la normatividad peruana. Solo con demarcación de las fronteras nacionales
la reciente Ley Nº 29785, Ley del Derecho actuales (es decir, de pueblos que preexis-
a la Consulta Previa a los Pueblos Indíge- ten a los Estados actuales); y la conserva-
nas u Originarios, emitida en septiembre de ción, en todo o en parte, de sus propias ins-
2011, parece que se ha iniciado el camino tituciones sociales, económicas, culturales
conforme a los tratados internacionales de o políticas, sin interesar su situación jurí-
derechos humanos aplicables. dica (reconocidos, registrados, titulados o
Hay algo más. No sólo se trata de una no). Dicho esto y sabiendo que nativo no
lógica cuestionable, sino también de la es más que originario, ¿qué diferencia
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regulación que se sigue de ella. No sólo existe entre él y un indígena? Si, como es
son los significados de campesino y nati- sabido, las poblaciones existentes antes de
vo atribuidos sino también de lo que se la conquista española radicaban no sólo en
propugna como correspondiente a la la sierra y la selva peruanas sino también
comunidad. El efecto más visible a este en la costa, constituyendo reinos, civiliza-
respecto es, sin duda, el tratamiento sobre ciones e incluso imperios, ¿por qué man-
sus tierras, o mejor dicho, sobre sus terri- tener la idea de que nativos son sólo los
torios, y la regulación posterior hasta la que provienen de la Amazonía?
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Como se ha indicado, la Ley Nº 29785 La falta o debilidad de


–vigente desde diciembre de 2011, es autorreconocimiento del indígena
decir, 17 años después de que el Estado peruano
peruano ratificara el Convenio 169– pare-
ce representar un giro hacia el camino ¿Cómo cuenta la identidad en el pro-
correcto. De esta ley son resaltables varios ceso de definición de una persona?, ¿de
puntos. El primero es la expresa remisión qué depende? Como también es sabido, la
de su interpretación de conformidad con conciencia de la propia identidad depende
el convenio, circunstancia inédita en la de las experiencias de reconocimiento que
normatividad peruana. El segundo punto recibimos de los demás, las cuales sólo
es que, tanto en su propia denominación adquieren sentido en un determinado con-
como a lo largo de sus disposiciones, la texto cultural.
ley reconoce que los términos pueblos En tanto contextual y relacional, en la
indígenas o pueblos originarios son inter- identidad del indígena peruano ha de par-
cambiables, de modo que puede emplear- tirse de la premisa de la histórica adminis-
se tanto uno como otro, entendiéndose tración errática del Estado desde su fraca-
ambos con el mismo significado. Lo dis- so colonial. Su principal sustento en este
puesto por el artículo 7 in fine, incluso, va tema fue el establecimiento de la repúbli-
más allá: “Las denominaciones empleadas ca de españoles y de la república de in-
para designar a los pueblos indígenas u dios, generando así la noción del otro e
originarios no altera su naturaleza ni sus influyendo en ello dos cuestiones: la im-
derechos colectivos”. El punto de la ley portancia geográfica y política de Perú
que, sin embargo, consideramos más rele- durante el virreinato, y la actitud de las éli-
vante, es el que hace referencia a la deter- tes peruanas, principalmente costeñas. A
minación de los criterios de identificación continuación recogemos algunos datos
de los pueblos indígenas, los mismos que, históricos a los que ciertos autores atribu-
recogidos también en el artículo 7, repiten yen ser la causa del fenómeno mencionado.
lo descrito por el Convenio 169. En otras En cuanto a la importancia geográfica
palabras, la Ley de Consulta reconoce y política de Perú durante el virreinato, es
expresamente que los criterios objetivos de recordar que la Audiencia de Lima fue
de identificación –aludidos muy genérica- la institución clave de la dominación espa-
mente en una ley anterior, la Nº 27811– ñola en la región, encarnando el estilo de
son la descendencia directa de las pobla- gobierno del absolutismo europeo al
ciones originarias del territorio estatal, los menos durante los dos siglos siguientes a
estilos de vida y vínculos espirituales e su establecimiento, en 1544. La implanta-
históricos con el territorio que tradicional- ción de las intendencias para, entre otras
mente usan u ocupan, las instituciones cosas, disminuir ese poder de Lima, no
sociales y costumbres propias, los patro- sólo no logró dicho objetivo sino que más
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nes culturales, y el modo de vida distinto a bien abonó el campo de las rebeliones,
los de otros sectores de la población del habiendo sido la más importante de ellas la
país. El criterio subjetivo es la conciencia encabezada por Túpac Amaru II a partir de
colectiva de poseer una identidad indígena 1780. Aunque sobre el significado de su
u originaria, y sobre ésta nos detendremos represión se ha escrito en regular medida,
seguidamente pues su debilidad –cuando aquí se destaca haber dado lugar al inicio
no carencia– es característica de los origi- del camino al exterminio de la élite indíge-
narios de la sierra del país. na que lo apoyó –con la eliminación de los
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cacicazgos–, a la extirpación de expresio- civiles y de la Guerra del Pacífico, catali-


nes culturales de finales del siglo XVIII y, zó cambios sociales y culturales que lleva-
sobre todo, a la conversión de los indios en ron consigo un prolongado proceso de
lo que el historiador Nelson Manrique fragmentación. Así, la recuperación y
llama una “masa indiferenciada de campe- reconstrucción de la posguerra quedaron
sinos” (Manrique Gálvez 2003: 98). como una oportunidad perdida para rein-
Empezando a caer en parte de Améri- ventar al país basado en unos principios
ca Latina, el sistema de la monarquía más inclusivos.
absoluta española seguía predominando Finalizaba el siglo XIX con el proble-
en Perú, transformando el virrey José de ma indígena visto como algo difícil de tra-
Abascal a Lima, en 1810, en la base de la tar. Sin embargo, a partir de las décadas
contrarrevolución sudamericana, conven- del veinte y del treinta del siguiente siglo,
cido de que “Perú era excepcional en la ciertos hechos alteraron este panorama,
historia de la América española en estos contándose entre ellos la inmigración
primeros años de la lucha contra el separa- europea; el retorno de grupos de intelec-
tismo” (Hamnett 2010: 159). tuales formados en Europa, lo cual impli-
Paralelamente, la dualidad de las per- có la formación de una ola crítica de libe-
cepciones de las élites peruanas se refleja- rales y radicales que proclamaban lo que
ba ya en el cabildo de Lima. Y es que al para ellos eran las causas de dicho proble-
pedido de reinstaurar a los corregidores y ma; y, sobre todo, la emigración hacia la
eliminar las intendencias a principios del costa, esencialmente hacia la eterna cen-
siglo XIX, se añadió la presión por tener tralista Lima.
mayor presencia numérica en la función En este rápido repaso histórico deben
pública, no por una demanda de autogo- también ser incluidos dos fenómenos ocu-
bierno, sino por la búsqueda del manteni- rridos durante la segunda mitad del siglo
miento del antiguo sistema en términos XX: la reforma agraria y la guerra interna
tradicionales-corporativos. de la década del ochenta. Aunque no se
La continua desintegración social del haya hecho mención directa, las referen-
país tiene más ejemplos en la Guerra del cias sobre indígenas expuestas hacen alu-
Pacífico. Iniciada en 1879 con una base de sión a los originarios de la sierra peruana,
financiamiento constituida por indígenas, en virtud del olvido sufrido por los nativos
a comienzos de la década de 1880, de de la selva. No obstante, tanto el proceso
acuerdo con esta misma autora, se cristali- de inmigración como los dos fenómenos
zó en la conciencia colectiva de las cama- acabados de citar pusieron su existencia a
rillas dominantes la idea de que el proble- la luz de la población en general. Veinte
ma indígena ponía en riesgo la viabilidad siglos después.
misma del Perú, causando los indios más En torno a la reforma agraria y su
temor, sobre todo en la élite terrateniente impacto sobre las comunidades indígenas
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de la sierra, que el propio ejército chileno. ya fueron hechas algunas indicaciones.


De esta manera, tal como afirma esta auto- Sólo cabe reiterar que la formación de
ra, terminaron dos guerras para el país con cooperativas tergiversó la naturaleza de
un colectivo traicionado, considerado dichas comunidades, las cuales quedaron
incluso culpable de la derrota con Chile atrapadas durante la guerra entre el ejérci-
debido a su falta de patriotismo. Lo más to y, principalmente, Sendero Luminoso.
importante, empero, es que el caos de la En efecto, en departamentos como Ayacu-
guerra de independencia, de las guerras cho, Huancavelica y Apurímac –todos
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ellos de la sierra peruana, con alta pobla- serranos peruanos entran en un “ambiente
ción indígena–, la guerra “pulverizó el mucho más hostil del que encuentran los
tejido social de la región, fundamental- quichuas ecuatorianos en Quito o los
mente del ámbito rural. Esto se evidenció aymaras y quechuas bolivianos en La Paz
en la virtual desactivación de muchos o Cochabamba. Lima no es sólo una
municipios distritales durante el periodo metrópoli mucho más grande, generadora
de violencia, en la desaparición o despla- permanente de nuevas mezclas sociales y
zamiento de la capa de dirigentes sociales, culturales, sino que además está física-
líderes de partidos políticos y autoridades mente mucho más distante del ambiente
locales, en el trastocamiento de las activi- de origen de estos inmigrantes…” (Albó
dades económicas de supervivencia y el 2002: 219 s.).
debilitamiento de las organizaciones Al fin, un elemento esencial que sub-
sociales” (Ávila 2007: 33). yace en el recuento de estos hechos es la
En lo que concierne al proceso de emi- inexistencia de una élite fuerte, propia,
gración masiva hacia la costa iniciado en con demandas articuladas y con capacidad
el segundo cuarto del siglo pasado, cabe de influencia. Como indican William
indicar que aunque sus consecuencias no Safran y Ramón Máiz, “una razón princi-
puedan asumirse definitivas hasta la actua- pal de la incapacidad de ciertas minorías
lidad, es evidente que en el trasfondo se para obtener una autonomía cultural signi-
encuentran la aculturación y el mestizaje, ficativa en la historia reciente ha sido la
evidentemente anteriores, más complejos ausencia de una élite enfocada a la unifi-
y más ricos. Son dichos fenómenos los que cación étnica o de una élite cuyas aspira-
han terminado provocando el efecto de ciones políticas estuviesen suficientemen-
negación de la presencia de indígenas te desarrolladas” (Safran/Máiz 2000: 35).
netos, enfatizándose –con más fuerza en Pero no se trata sólo de autonomía cultu-
los últimos años– que en Perú “hay un pro- ral. Como es evidente, esta carencia ha
ceso imparable de mestizaje, de fusión, de repercutido también en la inexistencia de
síntesis y de simbiosis que apunta a la cre- organizaciones indígenas fuertes, proyec-
ación de un producto-resumen que termi- tadas a nivel nacional, y en la inexistencia
nará abrazándonos a todos en una “identi- de partidos étnicos en Perú.
dad peruana” (Ballón Aguirre 2007: 31).
Esto se produce también en Bolivia, así
como en otros países de la región, siendo A manera de conclusión
la identidad ocultada porque su visibilidad
podría acarrear una situación de desventaja Tras esta aproximación, es convenien-
social. De este modo se tiene que, a las te preguntarse si es posible saber quién es
dificultades para determinar quiénes son indígena en Perú. La respuesta podría ser,
indígenas, se suma la existencia de secto- depende. Dos situaciones son destacables.
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res que continúan señalando que no exis- A nivel constitucional se habla de comuni-
ten indígenas puros sino mestizos. dades nativas, comunidades campesinas y
Siguiendo a Carlos Iván Degregori, pueblos originarios –si bien estos últimos
Xavier Albó considera tal masiva emigra- han sido mencionados una sola vez y a
ción desde la sierra como el principal fac- efectos únicamente de las cuotas de parti-
tor que diferencia a Perú de sus países cipación electoral regional y municipal–,
vecinos, pues si bien en ellos también se pero no se establece ninguna relación
vivieron grandes olas migratorias, los expresa con los indígenas. A nivel legal,
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en cambio, en virtud de la Ley de Consul- Referencias bibliográficas


ta, ellos sí están expresamente definidos
siguiendo las pautas del Convenio 169 de Albó, X. (2002): Pueblos indios en la política.
la OIT, sin que esta circunstancia suponga La Paz: Plural.
una contradicción con la Constitución. Ávila, J. (2007): “Gobiernos locales en distri-
Ahora bien, en dichas consideraciones, tos rurales indígenas de la sierra sur perua-
como es de apreciar, se toma en cuenta na: Dinámicas de participación y exclu-
sión social”. En: Assies, W./Gundermann,
fundamentalmente el elemento objetivo
H. (eds.): Movimientos indígenas y
referido por el convenio. Gobiernos Locales en América Latina.
¿El elemento subjetivo? Como ha de México: Línea Editorial IIAM.
suponerse, la autoidentificación puede Ballón Aguirre, F. (2007): “Perú: pobreza y
dificultar la determinación de quiénes son exclusión social de las identidades ciuda-
indígenas. Teniendo en cuenta que en la danas”. En: Konrad Adenauer Stiftung:
actualidad hay un contexto internacional Población indígena: derechos y participa-
de reconocimiento de derechos de los pue- ción. Aportes al debate multicultural
blos indígenas, aquel riesgo aumenta ante desde la perspectiva nacional y regional.
la posibilidad de cometer fraude en virtud Lima: Konrad Adenauer Stiftung.
de los imputados beneficios, por ejemplo, Hamnett, B. (2010): “El momento de decisión
del derecho a la consulta previa respecto y de acción: El virreinato del Perú en el
de las medidas legislativas o administrati- año de 1810”. En: Historia y Política 24.
Manrique Gálvez, N. (2003): “La mayoría
vas que les afecten directamente, de modo
invisible. Los indios y la cuestión nacio-
que algunos grupos pueden decidir auto- nal”. En: Karp de Toledo, E. (ed.). El tema
calificarse indígenas sin serlo. Este pro- indígena en debate. Aportes para la refor-
blema es real y se concreta en Perú princi- ma constitucional. Lima: Despacho de la
palmente con las medidas enfocadas a la Primera Dama de la Nación.
explotación de recursos naturales. Por Mariátegui, J. C. (1998): 7 ensayos de inter-
tanto, queda pendiente la tarea de opera- pretación de la realidad peruana. (47ª
cionalizar las variables que contribuyan a ed.). Lima: Biblioteca Amauta.
esta meta de determinación. Safran, W./Máiz, R. (coords). (2000): Identi-
Pero el problema de la definición de dad y autogobierno en sociedades multi-
indígena en Perú responde más a cuestio- culturales. Barcelona: Ariel.
nes estructurales, por lo que corresponde Urrutia Ceruti, J. (2007): “Población indígena
resolverlo a la sociedad en su conjunto. y políticas públicas en el Perú”. En:
Rosenberg, M./Pajuelo Teves, R. (eds.):
Evidentemente, en dicha tarea el Estado
Políticas indígenas estatales en los Andes
cumple un rol fundamental: su labor en el y Mesoamérica. Avances, problemas,
reconocimiento positivo individual y desafíos: un intercambio de experiencias.
colectivo de los indígenas puede influir Lima: Konrad Adenauer Stiftung.
sobre su autoidentificación, y ésta, a su
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vez, en la sociedad peruana mayoritaria.


Existe pues un proceso de retroalimenta- Enith Pinedo Bravo es licenciada en Derecho
ción que, llevado a cabo adecuadamente, por la Pontificia Universidad Católica del
debería conducir a que afirmaciones como Perú, con máster en Democracia y Buen
la de Xavier Albó sobre la preponderancia Gobierno por la Universidad de Salamanca.
En la actualidad es doctoranda de esta última
de “la tendencia peruana de apreciar más universidad en la Escuela de Posgrado Estado
lo inca que lo indio contemporáneo” de Derecho y Buen Gobierno. Correo electró-
(2002: 225) dejen de tener fundamento. nico: enith@usal.es.

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