disfrutamos las brevas con esta lujuriosa ensalada servida sobre pan, con una base de queso untuoso y una vinagreta con frutos secos para realzar el sabor del conjunto.
MÒNICA ESCUDERO 01/07/2020
En esta santa casa ya hemos demostrado nuestro
fervor por los bocadillos por activa, pasiva y reflexiva, pero, ¿y las tostadas? Tienen todo el relleno de un bocadillo, y solo la mitad del pan. Se pueden comer a cualquier hora del día, hay versiones frías y calientes, si las pones a gratinar con queso te haces una especie de pizza en un momento. Y también sirven para darle una nueva vida a un pan que pueda haberse quedado un poco duro y son perfectas para aprovechar esas medias raciones de restos que pueden quedarse orbitando por la nevera hasta que se estropean. La de hoy es una celebración del verano y las brevas, que ya alegran las fruterías con su bonito color verde (a veces con un toque morado). Además de para comerlas tal cual o en platos dulces, también son, igual que los higos, perfectas para ensaladas como esta de mozzarella y nueces, platos con más enjundia como esta especie de tartar con queso y jamón o estas contundentes salchichas que, además, están guisadas con uvas. Los higos, las brevas y lo salado se llevan bien, igual que se llevan bien con el queso, el punto amargo y fresco de rúcula y el sabor tostado de los frutos secos. Todos los elementos de este plato son sustituibles: puedes cambiar las brevas por algún fruto rojo -frambuesas, fresas, arándanos- o incluso por albaricoque o melocotón; el requesón por queso de cabra o feta, un poco de jamón o anchoas, y la rúcula por brotes de espinaca o cogollos de lechuga. El pan no puede sustituirse, pero sí desaparecer: si le pones un par de puñados más de hojas, lo conviertes en una ensalada y tan ricamente. Dificultad Podrías hacerla aunque Colin Robinson te acabara de dejar seco. Ingredientes Para 1 tostada 1 rebanada de buen pan de hogaza, preferiblemente integral 3 o 4 cucharadas de requesón 2 o 3 brevas Un puñado de hojas de rúcula Una cucharadita de miel Sal Pimienta 8 avellanas Una pizca de hojas de tomillo, fresco o seco Aceite de oliva virgen extra Unas gotas de vinagre de manzana Preparación 1. Aliñar generosamente la rúcula y las brevas con aceite, sal, pimienta y, si se quiere, unas gotas de vinagre de manzana. 2. Tostar el pan por ambos lados y untar con el requesón. Poner encima las brevas y la rúcula aliñados, rematar con un chorrito de miel, las avellanas picadas no muy finas y un poco de tomillo fresco o seco. Servir.