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JUZGADO QUINTO CIVIL MUNICIPAL DE CARTAGENA

Centro, Calle del Cuartel. Edif. Cuartel del Fijo.

Marzo, Veintiocho (28) del Año Dos Mil Diecisiete (2017).-

DESCRIPCIÓN DEL PROCESO

PROCESO: ACCIÓN DE TUTELA


RADICACIÓN: 13001-40-03-005-20-16-00908-00

SUJETOS DE ESTA ACCIÓN

ACCIONANTES: JOSE CARLOS CUEVAS SAYAS, LUIS FERNANDO MARTELO,


ANDRES CASTILLA MERCADO, NEYL HENRY OLMOS
TORRES.

ACCIONADOS: FUNDACIÓN UNIVERSITARIA TECNOLÓGICO COMFENALCO y


UNIVERSIDAD DE MEDELLÍN.

OBJETO DEL PRONUNCIAMIENTO

Entra al Despacho mediante la presente providencia, a resolver lo que en derecho


corresponde, respecto a la Acción de Tutela incoada por JOSE CARLOS CUEVAS,
LUIS FERNANDO MARTELO, ANDRES CASTILLA MERCADO, NEYL HENRY
OLMOS TORRES, a fin de determinar si se le están violando o amenazado al
accionante sus derechos constitucionales manifestados en la presente Acción de
Tutela, por parte de FUNDACIÓN UNIVERSITARIA TECNOLÓGICO COMFENALCO
CARTAGENA y UNIVERSIDAD DE MEDELLÍN.

ANTECEDENTES

Manifiestan los accionantes que entre la UNIVERSIDAD DE MEDELLÍN y la


FUNDACIÓN UNIVERSITARIA TECNOLÓGICO COMFENALCO DE CARTAGENA
existe un convenio en el cual en ésta última se puede cursar la carrera profesional de
DERECHO por extensión del programa deJa Universidad de Medellín y que uno de
los objetivos del convenio consiste en formar abogados en la ciudad de Cartagena sin
que sea necesario que los estudiantes se trasladen a la ciudad de Medellín, sino que
cursen todas sus materias en la ciudad de CARTAGENA.

Arguyen los actores que respecto al idioma inglés como requisito de grado el
reglamento de la UNIVERSIDAD DE MEDELLÍN exige para los estudiantes que
ingresaron o reingresaron entre el año 2004 y 2008 siete (7) niveles cursados en el
centro de idiomas de esa misma universidad y diez (10) niveles a quienes hayan
ingresado a partir del año 2009.

Que ante la imposibilidad de exigir los diez (10) niveles de inglés consagrados en el
reglamento de la UNIVERSIDAD DE MEDELLÍN ésta aprobó para que el requisito sea
según lo previsto en el reglamento de la FUNDACIÓN UNIVERSITARIA
TECNOLÓGICO COMFENALCO.

Que ninguno de los estudiantes que ingresaron a partir del año 2009 realizaron diez
(10) niveles de inglés en el centro de idiomas de la UNIVERSIDAD DE MEDELLÍN ni
tampoco los que ingresaron antes del 2009 realizaron los siete (7) niveles que exige el
reglamento de la Universidad de Medellín.

Que la UNIVERSIDAD DE MEDELLÍN y la FUNDACIÓN UNIVERSITARIA


TECNOLÓGICO COMFENALCO graduaron a varios estudiantes de la sección 8 que
ingresaron en el año 2009-1 del programa de Derecho con solo haber acreditado
cuatro niveles de inglés (1A, 1B, 2A y 2B), entre ellos, los señores Javier Vásquez
Blanquicett con código 09125061, Eugenio-Calderón Arteaga Cod: 09125110, Sidney
Vélez Florian Cod: 09125058, Eder Arias Reyes Cod: 09125138, Neris Blanquicett
Marín Cod: 09125098, Edinson Acuña Castro Cod: 09125122, Rafael Meza Pérez
Cod: 09125154, Helmer Rojas Zabala Cod: 09125066, Alexandra Torres Garcés Cod:
09125064 y José Cuero Castillo Cod: 09125156.

Que ambas universidades graduaron a más estudiantes solo con haber realizado un
(1) nivel, a otras con dos (2) niveles, a otras con tres (3) niveles (1A, 1B, 2A) y a otras
con cuatro (4) niveles (1A, 1B, 2A, 2B), y que no existía seguridad jurídica en cuanto
al número exacto de niveles de inglés que debían hacer los estudiantes en convenio
con la FUNDACIÓN UNIVERSITARIA TECNOLÓGICO COMFENALCO.

Que el día 31 de Marzo de 2016, un grupo de casi 50 estudiantes solicitaron a la


FUNDACIÓN UNIVERSITARIA TECNOLÓGICO COMFENALCO aplicación del
principio de igualdad, debido proceso, confianza legítima debido a que los otros
estudiantes habían sido graduados con solo 4 niveles de inglés pero a la fecha de la
presente acción ha transcurrido casi un año sin obtener respuesta por parte de la
universidad.

Que el accionante NEYL OLMOS TORRES fue notificado por parte de la


FUNDACIÓN UNIVERSITARIA TECNOLÓGICO COMFENALCO que debía cursar los
tres (3) niveles de inglés 1A, 1B y 2A como requisito de grado para la obtención del
título de abogado y que en Agosto 16 de 2016 este accionante solicitó a la
FUNDACIÓN UNIVERSITARIA TECNOLÓGICO que formalizara la decisión de los
tres (3) niveles de inglés 1A, 1B y 2A para la obtención del título sin que a la fecha se
le haya obtenido respuesta formal por parte de la accionada.

Que en virtud de la inseguridad jurídica, la desorganización y el vacío normativo


respecto a número exacto de niveles _de inglés, la Fundación Universitaria
Tecnológico Comfenalco expidió el acuerdo 101 de mayo 19 de 2016 donde
estableció ocho niveles de inglés para poder graduarse, esto es, 1A, 1B, 2A, 2B, 3A,
3B, 4A y 4B.

Que con la única intensión de poder graduarse y sin aceptar la aplicación del nuevo
acuerdo, decidieron realizar cursos de inglés en el SENA logrando acreditar el NIVEL
B1 del Marco Común Europeo que exige el nuevo acuerdo retroactivo.

Que no obstante la FUNDACIÓN UNIVERSITARIA TECNOLÓGICO COMFENALCO,


solo APROBÓ el curso del SENA hasta por seis (6) niveles internos de la institución,
esto es, 1A, 1B, 2A, 2B, 3A y 3B, y ajuicio de ellos faltan dos (2) niveles internos en la
Universidad (4A y 4B) sin tener en cuenta que se encontraban en el NIVEL B1 del
Marco Común Europeo.

Manifiestan que la exigencia de OCHO (8) niveles de inglés NO es oponible para ellos
porque iniciaron sus estudios antes de la entrada en vigencia del acuerdo 101 de
mayo 19 de 2016.
Que la FUNDACIÓN UNIVERSITARIA TECNOLÓGICO COMFENALCO justifica la
omisión de indicar a detalle la exigencia del nivel de inglés argumentando que existen
otras Instituciones de Educación Superior en Cartagena que tampoco indican a detalle
en su reglamento el nivel de inglés a acreditar y que antes de la entrada en vigencia
del nuevo Acuerdo 101 de Mayo 19 de 2016 la Universidad NO tenía determinado a
detalle el requisito del inglés

Que el Ministerio de Educación Nacional en la resolución N° 2768 de Noviembre 13


de 2003 define las características específicas de calidad para los programas de
pregrado en Derecho.

Que la FUNDACIÓN UNIVERSITARIA TECNOLÓGICO COMFENALCO no dio


respuesta sobre alguna resolución o reglamento interno del programa de Derecho que
establezca cuántos módulos de la segunda lengua se requiere para poder graduarse
de abogado.

Que el accionante JOSE CARLOS CUEVAS SAYAS cumple todos los requisitos a
excepción del NIVEL DE INGLÉS y que pese de tenerlo acreditado con el certificado
del SENA, las accionadas no le entregaron el volante de pago del derecho a grado ni
tampoco lo incluyeron en la lista de graduandos para la ceremonia programada para
Marzo 25 de 2017 porque le faltaba acreditar el requisito del inglés.

Mediante el mecanismo tutelar en cita pretende la parte accionante, que se tutelen


sus derechos fundamentales al DEBID6 PROCESO, CONFIANZA LEGÍTIMA,
LEGALIDAD, EDUCACIÓN, LIBRE ESCOGENCIA DE PROFESIÓN U OFICIO,
IGUALDAD, DERECHO A LA INFORMACIÓN, presuntamente vulnerados por la
FUNDACIÓN UNIVERSITARIA TECNOLÓGICO COMFENALCO y la UNIVERSIDAD
DE MEDELLÍN.

TRÁMITE PROCESAL

Por reunir las exigencias de ley se admitió la acción de tutela mediante auto
calendado trece (13) de marzo de 2017 y se le imprimió el trámite legal de rigor,
oficiándole a las accionadas FUNDACIÓN UNIVERSITARIA TECNOLÓGICO
COMFENALCO y la UNIVERSIDAD DE MEDELLÍN para que en el término de
cuarenta y ocho (48) horas rindieran informe sobre los hechos de la tutela y lo demás
que estimaran necesario en el ejercicio de su derecho de defensa, igualmente se
ordenó a las accionadas que contestaran con detalle y precisión las siguientes
preguntas: 1. ¿Antes del Acuerdo 101 de Mayo 19 de 2016, cuántos niveles de inglés
exigieron para graduarse a los estudiantes que ingresaron a estudiar en los años
2008, 2009, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014 y 2015?. 2. ¿Cuáles fueron los valores del
curso intensivo de inglés y del libro que se cobraron en los años 2011, 2012, 2013,
2014, 2015, 2016 y 2017?; Asimismo se ofició al ICFES para que rindiera informe
respecto al puntaje numérico mínimo y máximo que corresponde al resultado
evaluado en la prueba de inglés en el examen SABER PRO conforme a cada nivel del
Marco Común Europeo y se concedió la medida provisional solicitada.

CONTESTACIÓN DE LA PARTE ACCIONADA

La FUNDACIÓN UNIVERSITARIA TECNOLÓGICO COMFENALCO manifestó en


síntesis lo siguiente:

Que es cierto sobre el convenio entre la FUNDACIÓN UNIVERSITARIA


TECNOLÓGICO COMFENALCO y la UNIVERSIDAD DE MEDELLÍN y que los
accionantes deben hacer 8 niveles de inglés exigidos en el reglamento de la
Universidad de Medellín.

Que a los accionantes se les socializó que debían hacer 8 módulos que se exigen por
el convenio con la Universidad de Medellín y que los estudiantes están confundidos
en la aplicación del reglamento.

Que la Universidad acepta la homologación del requisito del inglés con el resultado de
las pruebas Saber Pro y con certificaciones de estudios en otros centros de idiomas
reconocidos por la secretaria de educación.

Que los accionantes no cumplen con los 8 niveles del inglés consagrados en el
reglamento de la Universidad de Medellín. -

La accionada UNIVERSIDAD DE MEDELLÍN guardó silencio y no rindió el informe


solicitado.

PROBLEMA JURÍDICO

En el presente asunto corresponde al despacho determinar si las Universidades


accionadas vulneraron o no los derechos fundamentales de los accionantes al
exigirles ocho niveles de inglés como requisito de grado teniendo en cuenta que ese
número de niveles no estaba consagrado en el reglamento.

Para resolver lo anterior, el despacho realizará una breve reiteración de jurisprudencia


sobre (i) la procedencia de la acción de tutela frente a instituciones educativas de
naturaleza privada por prestar el servicio público de educación, (ii) el derecho
fundamental al goce efectivo de la educación, (iii) la autonomía universitaria y sus
límites constitucionales, (iv) La presunción de veracidad en materia de acción de
tutela. Posteriormente, (y) resolverá el caso en concreto.

CONSIDERACIONES

La institución de la Acción de tutela es un mecanismo novedoso y eficaz, consagrado


en el artículo 86 de nuestra Carta Magna, desarrollada mediante la expedición del
Decreto 2591 de 1991, la que tiene operatividad inmediata cuando quiera que a una
persona se le violen o amenacen derechos constitucionales fundamentales, por la
acción u omisión de una autoridad pública y excepcionalmente por particulares; por
tal razón puede ser ejercida ante los Jueces, mediante un procedimiento preferente y
sumario, por sí mismo o a través de representante
- o agenciando derechos ajenos
cuando el titular de los mismos no está en condiciones de promover su propia
defensa.

Mediante el mecanismo tutelar en cita pretenden los señores JOSE CARLOS


CUEVAS, LUIS FERNANDO MARTELO, ANDRES CASTILLA Y NEYL OLMOS, que
le amparen sus derechos constitucionales manifestados en la presente acción de
tutela, los cuales consideran vulnerados por la parte de las accionadas FUNDACIÓN
UNIVERSITARIA TECNOLÓGICO COMFENALCO y UNIVERSIDAD DE MEDELLÍN
al exigir ocho (8) niveles de inglés como requisito para optar al título de abogado que
no estaban consagrados taxativamente en los reglamentos vigente a la fecha en que
iniciaron sus estudios.

Procedencia de la acción de tutela frente a instituciones educativas de


naturaleza privada por prestar el servició público de educación. Reiteración de
jurisprudencia.
En materia de procedencia de la acción de tutela en asuntos relacionados con la
vulneración del derecho a la educación, la jurisprudencia de la Corte Constitucional
ha precisado que conforme al numeral 1° del artículo 42 del Decreto 2591 de 1991, la
acción de tutela procederá contra acciones u omisiones de particulares, entre otros
casos "cuando aquél contra quien se hubiere hecho la solicitud esté encargado de la
prestación del servicio público de educación".

En el presente asunto, la solicitud de amparo constitucional está dirigida contra la


FUNDACIÓN UNIVERSITARIA TECNOLÓGICO COMFENALCO y UNIVERSIDAD
DE MEDELLÍN, las cuales, pese a que ambas son instituciones privadas no cabe
duda de que la acción de tutela, es procedente, ya que están encargadas de la
prestación del servicio público de educación.

En cuanto a la subsidiariedad o existencia de otros mecanismos de defensa,


atendiendo a las circunstancias del caso específico, este despacho no encuentra que
existan en el ordenamiento otros medios de defensa judicial materialmente idóneos,
diferentes a la tutela, a los cuales puedan acudir los actores para solicitar la
protección de sus derechos fundamentales a la educación y conexos al parecer
afectados por la negativa de las universidades en otorgar el título de Abogado
requerido. Además, se tiene en cuenta que, de acuerdo con las pruebas allegadas al
proceso, los peticionarios ya han agotado ante la propia casa de estudios las
instancias posibles para reclamar la reivindicación de los derechos presuntamente
afectados. Por consiguiente, procede el despacho a abordar el análisis de fondo de la
presente acción de tutela.

El Derecho fundamental al goce efectivo de la educación. Reiteración de


jurisprudencia.

En reiterada jurisprudencia esta la Corte Constitucional en especial la sentencia T-056


de 2011 ha especificado que el derecho al goce efectivo de la educación es aquél que
hace referencia a la posibilidad que tienerf todas las personas de vincularse a una
institución pública o privada para apoyar por esta vía el acceso al conocimiento, a la
ciencia, a la técnica y a las demás disciplinas, bienes y valores de la cultura en
sociedad.

Esa Corporación ha reconocido la fundamentalidad del derecho al goce efectivo de la


educación a pesar de no estar reconocida expresamente en la Constitución, porque
su núcleo esencial comporta uno de los principales factores de acceso a la
información y de desarrollo no solo individual sino colectivo, ya que se procura el
bienestar del ser humano y su entorno en todos los ámbitos posibles. Del mismo
modo, se ha precisado por la jurisprudencia que este derecho constituye un medio a
través del cual el individuo se integra efectiva y eficazmente a la sociedad, por ello, es
evidente que pertenece a la categoría de los derechos sustanciales de los
ciudadanos.

Además, la Carta política estipula en sus artículos 67, 68 y 69 lo relacionado con el


servicio público educativo, los establecimientos de comunidad educativa, la
profesionalización de la actividad docente, la libertad de enseñanza y el aprendizaje,
la autonomía universitaria, la investigación científica y el acceso a la educación
superior.

Con fundamento en los artículos anteriores, la Corte Constitucional en las Sentencias


T-527/95, T-329/97, T-534/97, T-974/99, T-925/02, T-041/09, T-465/10, entre muchas
otras, ha sentado una extensa jurisprudencia en la que se han identificado como
características principales del derecho fundamental a la educación las siguientes: (i)
es objeto de protección especial del Estado; (ii) es presupuesto básico de la
efectividad de otros derechos fundamentales conexos, tales como la escogencia de
una profesión u oficio, la igualdad de oportunidades en materia educativa y de
realización personal, el libre desarrollo de la personalidad, el trabajo, entre otros; (iii)
es uno de los fines esenciales del Estado Social y Democrático de Derecho; (iv) está
comprendido por la potestad de sus titulares de reclamar el acceso y la permanencia
en el sistema educativo o a uno que permita una "adecuada formación"; (v) se trata de
un derecho deber y genera obligaciones recíprocas entre todos los actores del
proceso educativo.

Reiteración de jurisprudencia sobre la autonomía universitaria y sus límites


constitucionales.1

La Autonomía Universitaria está consagrada en el artículo 69 de la Constitución de


19912, el cual establece que las Universidades tienen la capacidad de adoptar sus
propios estatutos, pueden definir libremente su filosofía y su organización interna.
Este concepto ha sido definido por la Corte como: "(...) la capacidad de autoregulación
filosófica y de autodeterminación administrativa de la persona jurídica que presta el
servicio público de educación superio( 3.

En cuanto a su contenido, ha dicho que comprende principalmente dos grandes


facultades, (i) la dirección ideológica del centro educativo, "lo cual determina su
particularidad y su especial condición filosófica en la sociedad pluralista y
participativa. Para ello la universidad cuenta con la potestad de señalar los planes de
estudio y los métodos y sistemas de investigación"4, y (ii) la potestad de establecer su
propia organización interna, esto significa concretamente que la Universidad
autónomamente puede adoptar "las normas de funcionamiento y de gestión
administrativa, el sistema de elaboración y aprobación de su presupuesto, la
administración de sus bienes, la selección y formación de sus docentes.'e

Sin embargo, la autonomía universitaria no es una potestad absoluta. Existen límites a


su ejercicio que están dados por la ley y el respeto a los derechos fundamentales de
toda la comunidad del centro universitario. Así pues, discrecionalidad dada a los
entes universitarios para fijar los procedimientos antedichos se encuentra limitada por
`0) la facultad que el artículo 67 le otorga a las autoridades del Estado para regular y
ejercer la suprema inspección y vigilancia de la educación, y para garantizar el
adecuado cubrimiento del servicio; (ii) la competencia que el artículo 69 le atribuye al
legislador para expedir las disposiciones generales con arreglo a las cuales las
universidades pueden darse sus directivas y regirse por sus propios estatutos, (iii) el
amplio margen de configuración política que el artículo 150-23 le reconoce al
Congreso para expedir las leyes que regirán la prestación efectiva de los servicios
públicos, entre los que se cuenta el de educación, y, finalmente, (iv) el respeto por el
ejercicio legítimo de los derechos fundamentales, derivado de la obligación que el
artículo 2° de la Carta le impone a las autoridades de la República para garantizar y
propender por la efectividad de todos los derechos ciudadanose."7

Así las cosas, uno de los límites a la actividad autónoma que pueden desarrollar las
Universidades, es precisamente el del respeto por el debido proceso. Esta Corte ha
sido clara en establecer que la autonomía no puede, bajo ninguna circunstancia ser
sinónimo de arbitrariedad, por esto, es obligatorio que en los reglamentos se señalen
las conductas que pueden ser consideradas como faltas, la sanción que

1 En este punto la Sala también sigue de cerca lo dispuesto al respecto en la sentencia T-141 de 2013, M.P. Luis Ernesto

Vargas Silva.
2 Artículo 69. Se garantiza la autonomía universitaria. Las universidades podrán darse sus directivas y regirse por sus propios
estatutos, de acuerdo con la ley.
3 Sentencia T-310 de 1999, M.P. Alejandro Martínez Caballero.
4 Ibídem.

Ibídem.
6 Ibídem, se refiere a la Sentencia T-933 de 2005.
7 Sentencia T-020 de 2010, M.P. Humberto Antonio Sierra Porto.
eventualmente acarrearían, así como el procedimiento que se debería llevar a cabo
en caso de que algún estudiante incurra en una de ellas. De igual forma, el
reglamento debe ser claro sobre los parámetros exigidos para acreditar todos los
requisitos académicos, tanto para aprobar las diferentes materias, así como para
optar por el título de profesional que el estudiante haya escogido.

En este sentido, el debido proceso es una garantía que debe estar presente en "toda
clase de actuaciones judiciales y administrativas"8 entre las que se incluyen todos los
procesos que adelanten las universidades, pues si bien es cierto que estos centros de
estudio cuentan con una autonomía reconocida directamente por la Constitución, esto
no significa que puedan pasar por alto el ordenamiento jurídico que estipula las bases
de su funcionamiento, es decir, que bajo ninguna circunstancia pueden dejar de lado
"al conjunto de valores, principios, derechos y deberes constitucionales, [así] como las
prescripciones contenidas en la ley."9

En concordancia con lo anterior, es importante recordar que el principal objetivo del


debido proceso es erradicar las actuaciones arbitrarias por parte de las autoridades
públicas y, por lo tanto la buena fe "se encuentra evidentemente ligada a ese
propósito, al perseguir que las actuaciones gel Estado y los particulares se ciñan a un
considerable nivel de certeza y previsibilidad, en lugar de dirigirse por impulsos
caprichosos, arbitrarios e intempestivos."10

En igual sentido, desde la Sentencia T-098 de 1999 la Corte Constitucional nos


enseña que ninguna universidad puede aplicar de forma retroactiva acuerdos no
vigentes a la época de los hechos. En esa oportunidad la Corte consideró:

"Si los reglamentos académicos de las universidades tienen sustento


constitucional (arts. 67, 69 y 365) y poseen, como se ha visto, un valor normativo
similar a los reglamentos administrativos expedidos por las autoridades públicas,
constituyendo por lo tanto normas particulares de derecho aplicables dentro del
ámbito universitario y con fuerza obligatoria para sus destinatarios -los
educandos adscritos al respectivo programa académico- necesariamente hay
que concluir que también a dichos reglamentos les es aplicable el principio de /a
irretroactividad de la ley y, en general, de las normas jurídicas, según el cual
estas empiezan a regir a partir de su expedición y promulgación, lo cual es
garantía para la protección de las situaciones jurídicas que han quedado
consolidadas bajo la vigencia de una determinada normatividad.

Por consiguiente, las instituciones universitarias no pueden dictar reglamentos


con efectos retroactivos o aplicar las normas contenidas en nuevos reglamentos
a situaciones que han quedado definidas o consolidadas bajo un régimen
normativo anterior. Si de hecho lo hacen, violan los arts. 58 y 83 de la
Constitución que consagran el respeto por los derechos adquiridos, el principio
de la buena fe, y la confianza legítima o debida, íntimamente vinculada a éste,
cuyo contenido y alcance ha sido precisado varias veces por la Cortell."

En similar sentido, en la Sentencia T-886 de 2009 la Universidad Antonio Nariño


exigía cumplir los requisitos de grado del reglamento vigente al momento de la
presentación de la documentación para 9rado, es decir, no eran los requisitos
exigidos en la época que realizaban sus estudios, dando así una aplicación
retroactiva en la que tuvo que intervenir la Corte como juez de tutela para proteger los
derechos de los accionantes, exponiendo así las siguientes razones:

8 Artículo 29 Constitución Política de Colombia.


9 Sentencia C-008 de 2001, M.P. Álvaro Tafur Galvis.
1° Sentencia 7-845 de 2010, M.P. Luís Ernesto Vargas Silva.
II T-617/07 y SU-250/98.
,
"Esta Sala considera que resulta contrario a la Constitución, especialmente al
principio de buena fe y de confianza legítima, exigirle el cumplimiento de los
requisitos de grado que surgen con la modificación del año 2006, máxime si se
tiene en cuenta que a la actora le permitieron presentar los exámenes
preparatorios desde 2002 hasta 2008, situación que afianza la confianza que
tenía en obtener el grado según las disposiciones contenidas en el reglamento
expedido en 1991. No comparte esta Sala las razones expuestas por la entidad
accionada al expresar que la actora "en forma habilidosa, contraviniendo lo
preceptuado en el Reglamento Estudiantil y a sabiendas de que se encontraba
inmersa en una irregularidad y falta a los deberes del estudiante, por estar fuera
del término para la presentación de preparatorios, inscribió presentó y aprobó
los correspondientes a las áreas de Derecho Privado y Comercial", pues ella
actuó basada en la certeza de que su actuación y la de la universidad, que le
permitió inscribir los preparatorios, se regía por lo descrito en el reglamento
estudiantil de 1991."

En conexidad con lo anterior coexiste el principio de la confianza legítima conforme al


cual tanto las entidades públicas como las privadas encargadas de un servicio público
como el de la educación, no pueden modificar inopinada o repentinamente las reglas
que rigen la relación con los estudiantes, ya que con ello se desecha la expectativa
legítima que estos tienen para con la autoridades académicas.

En consonancia con lo establecido por la Sentencia C-131/04 "no se trata, por tanto,
de lesionar o vulnerar derechos adquiridos, sino tan sólo de amparar unas
expectativas válidas que los particulares se habían hecho con base en acciones u
omisiones estatales prolongadas en el tiempo, bien que se trate de comportamientos
activos o pasivos de la administración pública, regulaciones legales o interpretaciones
de las normas jurídicas."

En suma, el ejercicio de la autonomía universitaria se materializa en la posibilidad


que tienen las instituciones educativas de fijar sus propios reglamentos internos,
sometidas jerárquicamente a la Constitución y la ley; por tanto, en el ejercicio de
dicha potestad no se pueden dictar reglamentos con consecuencias retroactivas y/o
aplicar las normas contenidas en nuevos reglamentos a derechos que han quedado
afianzados bajo un régimen normativo preliminar lo que en todo caso ha generado
situaciones de legítima confianza. 12

En este orden de ideas, no se puede dejar de un lado lo contemplado por el artículo


83 constitucional, el cual establece el postulado de la buena fe, en los siguientes
términos:

"ART. 83. — Las actuaciones de los particulares y de las autoridades públicas


deberán ceñirse a los postulados de la buena fe, la cual se presumirá en todas
las gestiones que aquéllos adelanten ante éstas."

Presunción de veracidad en materia de acción de tutela. Reiteración de


Jurisprudencia.

El artículo 20 del Decreto 2591 de 1991 establece la presunción de veracidad en los


siguientes términos: "Si el informe no fuere rendido dentro del plazo correspondiente,
se tendrán por ciertos los hechos y se entrará a resolver de plano, salvo que el juez
estime necesaria otra averiguación previa."
Así, el funcionario judicial puede decretar el restablecimiento del derecho, si cuenta
con cualquier medio de prueba del que se deduzca la evidente amenaza o violación
de un derecho. De otra parte, el juez debe presumir la veracidad de los hechos
narrados en la tutela, si la autoridad o entidad accionada no responde el
requerimiento efectuado al momento de adelantarse la acción.

En relación con los temas descritos a lo largo del presente numeral, se pueden consultar entre otras, las
12.
Sentencias T-492/92, T-573/93, T-515/95, T-180/96, T-1228/ 05,T-286//05 yT-886/09.
La Corte, en sentencia T-825 de 2008, estableció que: la presunción de veracidad
"... encuentra sustento en la necesidad de resolver con prontitud sobre las
acciones de tutela, dado que están de por medio derechos fundamentales, y en
la obligatoriedad de las providencias judiciales, que no se pueden desatender sin
consecuencias, bien que se dirijan a particulares, ya que deban cumplirlas
servidores o entidades públicas13. Hecha la anterior precisión, la Corte ha
establecido que la consagración de esa presunción obedece al desarrollo de los
principios de inmediatez y celeridad que rigen la acción de tutela, y se orienta a
obtener la eficacia de los derechos constitucionales fundamentales y el
cumplimiento de los deberes que la Carta Política ha impuesto a las autoridades
estatales (Artículos 2, 6, 121 e inciso segundo del artículo 123 C.P./ 4)."

De igual forma, la sentencia T-306 de 2010 sostuvo un criterio semejante:


"En razón a que la autoridad contra la cual se dirigió la acción, no contestó los
requerimientos que le hizo el juez de instancia con el fin de que diera respuesta
a los hechos expuestos en la presente tutela, ni justificó tal omisión, se dará
aplicación a la presunción de veracidad consagrada en el artículo 20 del Decreto
2591 de 1991, según el cual si el informe no fue rendido dentro del plazo
correspondiente, se tendrán por ciertos los hechos y se entrará a resolver de
plano."
Al respecto, en sentencia T-214 de marzo 28 de 2011, M. P. Jorge Iván Palacio
Palacio, esta corporación explicó que "la presunción de veracidad fue concebida como
un instrumento para sancionar el desinterés o negligencia de la entidad pública o
particular contra quien se ha interpuesto la demanda de tutela, en aquellos eventos en
los que el juez de la acción requiere informaciones y las entidades o empresas no las
rinden dentro del plazo respectivo, buscando de esa manera que el trámite
constitucional siga su curso, sin verse supeditado a la respuesta de las entidades
referidas".

CASO CONCRETO
De acuerdo con las consideraciones hechas previamente el artículo 69 de la
Constitución de 1991, consagra la garantía de la autonomía universitaria, la cual, le
brinda a los centros de educación superior independencia en la regulación los ámbitos
administrativo, disciplinario y académico. En estas materias, las Universidades
pueden dictar autónomamente sus propios reglamentos que rigen las relaciones con
sus estudiantes y funcionarios. También quedó claro que en todo caso, se trata de un
principio que encuentra límites en el respeto por los derechos fundamentales de los
estudiantes como por ejemplo el debido proceso y todas las garantías que le son
inherentes al mismo.
Dentro de la potestad de regular el ámbito académico, las Universidades pueden
señalar los requisitos que crean necesarios para obtener el grado en las carreras que
ofertan. En específico, sobre la facultad que tiene la UNIVERSIDAD DE MEDELLÍN y
la FUNDACIÓN UNIVERSITARIA TECNOLÓGICO COMFENALCO de exigir el
conocimiento de una segunda lengua para obtener el título profesional, es pertinente
hacer las siguientes precisiones:
Que entre la UNIVERSIDAD DE MEDELLÍN y la FUNDACIÓN UNIVERSITARIA
TECNOLÓGICO COMFENALCO existe un convenio suscrito desde Agosto 22 de
2001 con el fin de extender los programas de Derecho e Ingeniería Ambiental en la
ciudad de Cartagena. Que el registro calificado del programa de Derecho fue otorgado
por el Ministerio de Educación mediante resolución N° 1545 de 29 de marzo de 2007
(Folios 196 al 203). Que la cláusula Tercera literal b de dicho convenio establece que

13Sentencia T-391 de 1997, M. P. José Gregorio Hernández Galindo. Cita de la sentencia T-826 de 2008? M. P. Mauricio
González Cuervo.
14 Sentencia T-633 de 2003 M. P. Jaime Araujo Renteria.
"Los programas académicos, diseños currjrulares y demás derivaciones de índole
académica son propiedad de la UNIVERSIDAD".
Que el Acuerdo N° 34 de octubre 28 de 2008 de la UNIVERSIDAD DE MEDELLÍN en
su artículo primero estableció como requisito para los programas de pregrado: siete
(7) niveles de inglés cursado en el centro de idiomas en la Universidad de Medellín,
aplicable para los estudiantes que hayan ingresado o reingresado a la Universidad
entre el primer semestre del 2004 y el segundo semestre del 2008. (Folio 193)
Que el artículo segundo del mismo acuerdo estableció como requisito para los
programas de pregrado: diez (10) niveles de inglés cursado en el centro de idiomas
en la Universidad de Medellín, aplicable para los estudiantes que hayan ingresado o
reingresado a la Universidad a partir del primer semestre del 2009. (Folio 194)
Que la FUNDACIÓN UNIVERSITARIA TECNOLÓGICO COMFENALCO manifestó
que el reglamento de la Universidad de Medellín exige acreditar el nivel B1 del Marco
Común Europeo y que para todos los efectos los módulos o cursos son: 1A, 1B, 2A,
2B, 3A, 3B, 4A y 4B, es decir, ocho (8) módulos. Sin embargo, este planteamiento no
coincide con lo establecido en el referido Acuerdo 34 de octubre 28 de 2008 de la
UNIVERSIDAD DE MEDELLÍN en sus artículos primero y segundo, debido a que
estos consagran la exigencia de siete (7) y diez (10) y no ocho (8) niveles como
argumenta el Tecnológico Comfenalco.
Que el Acuerdo 34 de octubre 28 de 2008 de la UNIVERSIDAD DE MEDELLÍN indica
que los niveles de inglés se deben cursar en el centro de idiomas de Medellín pero
dada la imposibilidad de acudir a otra ciudad para hacer los cursos de inglés la
UNIVERSIDAD DE MEDELLÍN permitió a la FUNDACIÓN UNIVERSITARIA
TECNOLÓGICO COMFENALCO que administrara el tema referente al idioma inglés,
situación que fue planteada por los accionantes y reafirmada por las pasivas, y en el
mismo sentido se evidencia en documento expedido por la Universidad de Medellín
en fecha 29 de Agosto de 2011 (Folio 296) mediante el cual se comunica que a través
de Acta 1433 del Consejo Académico de la Universidad de Medellín se autorizó al
TECNOLÓGICO COMFENALCO para que_administrara lo referente a los niveles de
inglés.
Que la Fundación Universitaria Tecnológico Comfenalco en el memorial de
contestación de la tutela sostiene que ellos exigen los ocho (8) niveles de inglés 1A,
1B, 2A, 2B, 3A, 3B, 4A y 4B, estipulados en el reglamento de la UNIVERSIDAD DE
MEDELLÍN.
Conforme al problema jurídico de fondo que plantea el presente asunto, es claro que
debe determinarse cuáles son las normas aplicables respecto al requisito de los
niveles de inglés para los estudiantes que realizaron la carrera de Derecho en la
ciudad de Cartagena a través del convenio con la accionada Fundación Universitaria
Tecnológico Comfenalco, esto es, si son las consagradas en el reglamento de la
Universidad de Medellín o las de la Fundación Universitaria Tecnológico Comfenalco
o si basados en su autonomía exigen cualquier número de niveles.
Sobre el particular, los estudiantes manifestaron en el hecho N° 6 (Folio 1) que
"NINGUNO de los estudiantes que ingresa-ton a partir del año 2009 realizaron DIEZ
(10) niveles de inglés en el centro de idiomas de la UNIVERSIDAD DE MEDELLÍN y
los que ingresaron antes del 2009 TAMPOCO realizaron los siete (7) niveles que
exige el reglamento de la Universidad de Medellín".
Ante ese hecho indefinido planteado por los accionantes, argumenta la Fundación
Universitaria Tecnológico Comfenalco que "Es totalmente falso" (Folio 174) sin
lograr demostrar lo contrario, es decir, conforme a la carga de la prueba del artículo
167 del CGP, le correspondía a ambas accionadas demostrar el hecho positivo
contrario al hecho negativo manifestado por los accionantes, que sería probar que los
estudiantes de la ciudad de Cartagena que ingresaron a partir del 2009 sí realizaron
diez (10) niveles y los que ingresaron antes del 2009 sí hicieron siete (7) niveles del
reglamento de la Universidad de Medellín, pero tal situación no ocurrió, pues se
advierte que el Tecnológico Comfenalco al contestar ese hecho manifestó que "Para
todos los efectos, los módulos o cursos son: 1A, 1B, 2A, 2B, 3A, 3B, 4A y 48. En la
actualidad, la Universidad de Medellín, establece como nivel de competencia a lograr
según los lineamientos del Marco Común Europeo (MCE), B2, situación que no es
aplicable a los accionantes". (Subrayas fuera el texto). Es decir, la misma
Fundación Universitaria Tecnológico Comfenalco contradice su argumento y acepta
que lo establecido en el reglamento de la UNIVERSIDAD DE MEDELLÍN no es
aplicable a los accionantes. Sumado a que como ésta última guardó silencio, habrá
que presumir como ciertos los hechos expuestos por los actores de conformidad con
el artículo 20 del Decreto 2591 de 1991.
De lo resaltado también se colige que la Fundación Universitaria Tecnológico
Comfenalco al manifestar "Para todos los efectos, los módulos o cursos son: 1A,
18, 2A, 28, 3A, 3B, 4A y 48", se entiende que ellos actualmente están exigiendo
OCHO (8) NIVELES, en cambio en el reglamento de la Universidad de Medellín se
exige un número de siete (7) y diez (10). Es decir, al requerir los ocho niveles 1B, 2A,
2B, 3A, 3B, 4A y 4B, se confirma que el requisito de los niveles de inglés no se aplica
según lo reglado por la Universidad de Medellín sino por el Tecnológico Comfenalco.
Aunado a lo anterior, se constata en documento expedido por el Centro de Idiomas
del Tecnológico Comfenalco (Folios 10 y 11) que la UNIVERSIDAD DE MEDELLÍN y
la FUNDACIÓN UNIVERSITARIA TECNOLÓGICO COMFENALCO graduaron a
varios estudiantes del programa de Derecha de la sección 8 que ingresaron en el año
2009-1 con solo haber acreditado cuatro (4) niveles de inglés (1A, 1B, 2A y 2B), entre
ellos, los señores Javier Vásquez Blanquicett con código 09125061, Eugenio
Calderón Arteaga Cod: 09125110, Sidney Vélez Florian Cod: 09125058, Eder Arias
Reyes Cod: 09125138, Neris Blanquicett Marín Cod: 09125098, Edinson Acuña
Castro Cod: 09125122, Rafael Meza Pérez Cod: 09125154, Helmer Rojas Zabala
Cod: 09125066, Alexandra Torres Garcés Cod: 09125064 y José Cuero Castillo Cod:
09125156. Por lo tanto, si a estos estudiantes se les hubiese aplicado lo consagrado
en el Artículo 2 del Acuerdo 34 de octubre 28 de 2008 de la Universidad de Medellín
debieron exigirles la acreditación de diez (10) niveles por haber ingresado a estudiar a
partir del primer semestre del 2009. Lo que confirma aún más que, los niveles de
inglés para los estudiantes en la ciudad de Cartagena se acreditan conforme al
reglamento de la FUNDACIÓN UNIVERSITARIA TECNOLÓGICO COMFENALCO y
no por el reglamento de la Universidad de Medellín.
En desarrollo de lo anterior, también está demostrado que la Secretaría General de la
FUNDACIÓN UNIVERSITARIA TECNOLÓGICO COMFENALCO en Julio 19 de 2016
informó al estudiantado respecto a los niveles de inglés, que: "b) Desde el año 2007 y
mediante Acuerdo N° 001 del 16 de febrero de la mencionada anualidad, el Consejo
Académico de la Institución reglamentó lo dispuesto en el Reglamento Estudiantil
sobre los módulos y/o niveles de inglés que debe el estudiante o egresado acreditar
para efectos de/otorgamiento del respectivo título... c) El Régimen Transicional según
reza en lo establecido por el Consejo Académico una vez finalizado el convenio con el
Instituto Meyer y compilado en el Acuerdo N° 101 del mismo Consejo es aplicable a
"Todos los estudiantes matriculados de tercero a décimo semestre de TODOS los
programas académicos de pre grado que cursen el primer módulo del programa de
inglés a partir del período 2011-2"... d) Que la aplicabilidad de las normas
institucionales, responde a principios de igualdad y trato justo a toda la comunidad
estudiantil. Lo que sin duda supone la existencia de reglas básicas y requisitos a los
que debe ceñirse la administración para resolver situaciones como la planteada por
ustedes. Dadas las razones expuestas, le informamos que su solicitud resulta
improcedente por no cumplir los peticionarios con las condiciones para la aplicación
del Régimen Transicional..." (Folios 275 y 2/6)
Y que posteriormente, bajo ese mismo argumento, a folio 277 y 278 se evidencia que
el día 20 de octubre de 2016 la FUNDACIÓN UNIVERSITARIA TECNOLOGICO
COMFENALCO nuevamente informó la aplicación de sus normas institucionales a los
del programa de Derecho en los siguientes términos: "De acuerdo al Régimen
Transicional establecido por el Consejo Académico en el Acuerdo 101 según
Acta N° 012 del 19 de Mayo de 2016, en efecto dicho acuerdo establece que: Todos
los estudiantes matriculados de tercer a décimo semestre de TODOS los programas
académicos de pre grado cursen el primer módulo del programa de inglés a partir del
período 2011-2, es decir, indistintamente del número de niveles realizados en el
Instituto Meyer, todos y cada uno de los estudiantes deben acogerse al plan de
transición". (Negrillas y subrayas del despacho). Igualmente, se observa que en el
mismo documento no se hace ninguna referencia a la aplicación del reglamento de la
Universidad de Medellín, en cambio, la Fundación Universitaria Tecnológico
Comfenalco hace mención a las opciones que tienen los estudiantes para acreditar u
homologar los niveles de inglés conforme su propio reglamento, así:
Realizar exámenes de suficiencia: esta prueba es por módulos, se realizará de
forma oral y escrita. Examen de clasificación: esta prueba es general, es decir, el
docente evaluará todos los módulos que el estudiante tiene pendiente y se realiza
solo de forma oral...
El estudiante puede realizar intensivos: Estos se habilitan dentro del período
académico, según cronograma establecido en la oficina de Bilingüismo...
El estudiante puede realizar vacacionales: Estos se habilitan dentro del período
vacacional, según cronograma establecido en la oficina de Bilingüismo...
El estudiante tiene la opción de realizar 1 módulo de inglés como Egresado no
graduado, durante todo el semestre 3 horas semanales...

En ese misma respuesta (Folio 278), la Universidad Tecnológico Comfenalco explica


que: "El estudiante puede solicitar procesos de homologación teniendo en cuenta lo
siguiente: Buenos resultados en las pruebas estatales Saber-Pro: Requisitos: carta
dirigida a la oficina de Bilingüismo solicitando la homologación. Anexar certificado
de los resultados. Si usted realizó estudios en otros centros de idiomas: Carta dirigida
a la oficina de Bilingüismo solicitando la homologación. Anexar certificado o
diploma.... (...) Autenticar pruebas estandarizadas: TOELF, TOEIC, IELT Y MEE
(Evaluaciones estandarizadas aprobadas por nuestra institución en el acuerdo N° 101
según acta N° 12 de 19 de mayo de 2016 emitida por el consejo académico".
Sin embargo, las opciones a que hizo alusión la Fundación Universitaria Tecnológico
Comfenalco respecto a la acreditación de los niveles de inglés no se encuentra
establecida en el reglamento de la Universidad de Medellín (Acuerdo 34 de octubre 28
de 2008), pues la homologación con las Pruebas Saber Pro y con certificaciones de
Estudios realizadas en otras instituciones no se consagran en el reglamento de la
Universidad de Medellín, sino que el requisito de inglés se acredita con la obtención
de "Setenta y dos (72) puntos sobre cien, en el resultado general de la prueba
Melicet" (Folio 194), es decir, que tampoco-sé hacen exámenes por módulos como sí
lo hace el Tecnológico Comfenalco, lo que refuerza la conclusión de que el
reglamento aplicable a los accionantes no es el de la Universidad de Medellín sino el
de la Fundación Universitaria Tecnológico Comfenalco.
En igual sentido, resulta relevante que la Fundación Universitaria Tecnológico
Comfenalco en documento de fecha 26 de febrero de 2016 y notificado el día 3 de
Marzo de 2016 (Folios 37 al 39) con asunto referencia "Respuesta a la solicitud de
información sobre el nivel de inglés de Acuerdo al plan académico de formación
del programa de Derecho de la Fundación Universitaria Tecnológico
Comfenalco en convenio con la Universidad de Medellín", manifestó que eran
solo dos las opciones para acreditar la suficiencia del idioma inglés: 1) Tomar los
cursos que la institución ofrece o 2) Demostrar suficiencia a través de exámenes
internacionales avalados por las leyes para acceder a la homologación. Haciendo
énfasis que no era válido los estudios realizados en otras instituciones y al respecto
manifestó que "La institución no está obligada a homologar certificados de estudios de
inglés, pero opta por evaluar a sus estudiantes para garantizar que sus estudiantes
cumplan con ese requisito antes expuesto" (Folio 38).
También se advierte que, cuando le pidieron la información a la universidad sobre el
mínimo nivel de inglés exigido por el programa de Derecho y sobre la existencia de la
s..
normatividad que establezca los niveles de inglés, el Tecnológico Comfenalco no fue
claro al responder e hicieron énfasis a la Ley General de Educación pese a que no
regula la Educación Superior como sí lo hace la ley 30 de 1992, además de que
tampoco hizo mención a ninguna norma del reglamento de la Universidad de Medellín
ni tampoco contradijo lo expuesto por el peticionario sobre la aplicación y la no
claridad de las normas del Tecnológico Comfenalco especialmente el Acuerdo 143 de
julio 16 de 2013 y el Acuerdo 165 de septiembre 3 de 2015 porque estas no indican
de manera específica cuáles son los niveles de inglés. Situación que se reafirma con
la omisión del Tecnológico Comfenalco al no precisar cuántos módulos de inglés se
les había exigido a los estudiantes graduados en los años anteriores como tampoco lo
hizo a este despacho cuando se le notificó del auto adnnisorio de la acción de tutela
donde se ordenó a las pasivas que rindieran informe detallado y preciso respecto a
los niveles de inglés que exigieron para gráduar a los estudiantes que iniciaron sus
estudios en los años 2008, 2009, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014 y 2015, es decir,
antes del Acuerdo 101 de Mayo 19 de 2016.
Así las cosas, encuentra el despacho que antes de la creación del Acuerdo 101 de
mayo 19 de 2016, la Fundación Universitaria Tecnológico Comfenalco no tenía en su
reglamento la opción de homologar el requisito de los niveles de inglés con
certificaciones de estudios en otras instituciones y que a partir de este acuerdo es que
se permite acceder a ello, razón por la cual está plenamente demostrado y sin lugar a
equívocos que, a los accionantes sí se les está exigiendo un número de ocho (8)
niveles de inglés (1A, 1B, 2A, 2B, 3A, 3B, 4A y 4B) que no estaban debidamente
establecidos en el reglamento estudiantil y que ahora con la creación del Acuerdo 101
del 19 de mayo de 2016 se están exigiendo de manera retroactiva.
Por tanto, es fácil concluir que antes del citado Acuerdo 101 de mayo 19 de 2016, la
FUNDACIÓN UNIVERSITARIA TECNOLÓGICO COMFENALCO no tenía establecido
a detalle la exigencia del requisito de suficiencia del idioma inglés ni el número de
módulos o niveles que debían acreditar los estudiantes, porque en los acuerdos
anteriores que datan desde el año 2007 tampoco se establecieron lineamientos claros
y contundentes que generaran certeza y seguridad jurídica sobre el requisito del
idioma inglés, como se explica a continuación:
Respecto al Acuerdo 01 del 16 de Febrero de 2007 de la FUNDACIÓN
UNIVERSITARIA TECNOLÓGICO COMFENALCO se advierte que en ningunos de
sus artículos se determina el número de niveles de inglés que deben cursar los
estudiantes, pues este acuerdo solo contiene textos como:
Artículo 3: La aprobación satisfactoria de los niveles de formación en el dominio del
Idioma Inglés que se establezca para cada programa, es requisito indispensable para
obtener el titulo Universitario y de tecnólogo.
Artículo 5: Los estudiantes que ingresaron a la Institución en el primer periodo de 2006
y en los periodo anteriores a éste que , no hayan cursado los niveles de inglés
correspondientes en sus períodos académicos, deberán cursar y aprobar, en forma
obligatoria, los niveles de Inglés necesarios.
Artículo 6: Los estudiantes que ingresaron y los que ingresen a la Institución a partir del
segundo período de 2006, deberán cursar los niveles de/idioma Inglés requeridos.

Respecto al Acuerdo 93 del 18 de enero de 2008 de la FUNDACIÓN


UNIVERSITARIA TECNOLÓGICO COMFENALCO, también se advierte que no se
determina con exactitud el número de niveles de inglés que deben realizar, pues en el
literal C de su artículo 89 se dispone que uno de los requisitos para obtener el título
es "Acreditar la suficiencia en un segundo idioma, según nivel exigido por el
respectivo programa".

En ese mismo sentido, el Acuerdo 143 de 16 de Julio de 2013 de la FUNDACIÓN


UNIVERSITARIA TECNOLÓGICO COMFENALCO en su artículo 84 literal B
consagra que para optar al título se debe "Acreditar suficiencia en el dominio de un
segundo idioma, según nivel exigido por el respectivo programa académico".
También se evidencia que el Acuerdo 165 del 3 de Septiembre de 2015 de la
FUNDACIÓN UNIVERSITARIA TECNOLÓGICO COMFENALCO, establece en el
literal B del artículo 77 que los requisitos para la obtención del título son: "b)
Acreditar suficiencia de/inglés como segunda lengua, según nivel exigido por el
respectivo programa académico".
Sin embargo, también se advierte que en el texto de las normas citadas no se indica
con precisión cuál es el número de niveles de inglés que debe cursar un estudiante en
cada programa. Esto implica que si la Universidad no tiene determinado en su
reglamento el número exacto de niveles de inglés a cursar, entonces nunca existió
seguridad jurídica en perjuicio de todos los estudiantes sobre las exigencias de
determinados requisitos, pues revisada la actuación se comprueba que antes del
Acuerdo 101 de mayo 19 de 2016 existía un vacío e incertidumbre en cuanto a los
niveles de inglés, lo que fácilmente puede observarse en la orfandad de regulación de
los reglamentos en donde simplemente se establecía que se debían aprobar los
niveles de inglés exigidos sin establecer su modalidad, cantidad y periodicidad con
que debían realizarse, y que posteriormente se realizó con el Acuerdo 101 de mayo
de 2016.

Ante tales razonamientos esta judicatura considera que la Universidad estaba en la


obligación de indicar claramente a los estudiantes los niveles de inglés a cursar
necesarios para obtener el título profesional, lo que debió hacerse en el mismo
instante de la matrícula o inicio de la carrera para no transgredir los derechos
fundamentales de los accionantes y que deben ser amparados por vía de tutela.

Respecto al numeral 9 del citado acuerdo donde se estipula ACREDITAR EL NIVEL


EXIGIDO (Folio 20) se exige que la obtención del nivel sea "Igual o superior"; pero
en ningún texto se indica que el nivel deba acreditarse en su "totalidad", lo cual se
impone por parte del Tecnológico Comfenalco que podrán ser homologados "una
vez hayan alcanzado el nivel 81 en su totalidad", situación que, se reitera, no se
consagra en el Acuerdo 101 de 2016, pero que de acuerdo a la clasificación que hace
la accionada Tecnológico Comfenalco sobre el nivel 61.1 certificado por el SENA, lo
sitúa exactamente en el mismo nivel B1 derMarco Común Europeo, sin que para ello
se pueda exigir que se completen los ocho (8) módulos que solo fueron determinados
y establecidos a detalle en este Acuerdo que entró en vigencia el 19 de mayo de
2016.

Por lo tanto, los accionantes JOSE CARLOS CUEVAS, ANDRES CASTILLA


MERCADO y LUIS FERNANDO MARTELO, se encuentran en el nivel B1 del Marco
Común Europeo y según el cuadro diseñado en el citado acuerdo se evidencia que el
nivel B1 del MCE se alcanza a partir del módulo 3A, pero no necesariamente implica
que se alcance el nivel B1 del MCE hasta tanto se realicen los módulos siguientes
(3B, 4A y 4B), pues como ya se dijo, en el acuerdo se establece que el requisito se
acredita ubicándose en el nivel pero no que se alcance el nivel B1 en su totalidad, tal
y como se concluye de la siguiente tabla realizada por el Tecnológico Comfenalco.
CICLO: TECNOLÓGICO PROFESIONAL
SEMETSRE: 3 4 5 6 7 8 9 10
MÓDULOS: lA 18 2A - 28 3A 38 4A 413
NIVEL MCE*: Al A2 B1
*MCE: Marco Común Europeo de Referencia para Lenguas.

Aunado a ello, con el informe rendido por el ICFES se pudo establecer que los niveles
del Marco Común Europeo se alcanzan cuando un estudiante obtiene un resultado
que se ubique dentro de unos rangos mínimos y máximos: El Nivel Al se ubica entre
123 y 145, nivel A2 entre 146 y 170, nivel B1 entre 171 y 199. En ese orden de ideas,
y de conformidad con la clasificación realizada por el Tecnológico Comfenalco se
comprueba que el nivel B1 se alcanza entre el módulo 3A y 4B, sin que implique que
únicamente haciendo hasta el último módulo se alcance el nivel B1 del MCE, un
análisis diferente a este equivaldría a que un determinado nivel solo se alcanza
obteniendo un único puntaje.
Respecto a la resolución N° 2768 de Noviembre 13 de 2003 del Ministerio de
Educación Nacional se observa que las características específicas de calidad para el
programa de Derecho se exige que el estudiante tenga habilidades básicas en una
segunda lengua conforme al literal e) del numeral 1 del artículo 2 que reza:

1. En la formación de/Abogado, el programa propenderá por:


e) El desarrollo de habilidades comunicativas básicas en una segunda lengua.

En ese orden, esta normativa esta normativa también indica que como mínimo el
estudiante debe tener un conocimiento básico, y se destaca que según el Marco
Común Europeo las HABILIDADES BÁSICAS corresponden al nivel A, las cuales se
encuentra acreditado con el NIVEL B1.1 PREINTERMEDIO certificado por el SENA
por los estudios de COMUNICACIÓN EN INGLÉS que realizaron los accionantes
JOSE CARLOS CUEVAS, ANDRES CASTILLA MERCADO y LUIS FERNANDO
MARTELO, y que además la Fundación Universitaria Tecnológico Comfenalco
argumenta que se homologó por seis (6) módulos desde el 1A llegando hasta el 3B,
estando éste último módulo en el nivel B1 del MCE, es decir que, con esos 6 módulos
se superaron las habilidades básicas estipuladas en literal e) del numeral 1 del
artículo 2 de la resolución N° 2768 de Noviembre 13 de 2003 del Ministerio de
Educación Nacional.
Descendiendo al caso del accionante NEYL OLMOS TORRES, tenemos que el
programa de Derecho de la FUNDACIÓN UNIVERSITARIA TECNOLÓGICO
COMFENALCO mediante carta de fecha 10 de Diciembre de 2015 (Folio 11) le
informó que debía cursar los niveles 1A, 1B y 2A, es decir, tres (3) niveles, y que el
día 18 de Agosto de 2016 el señor NEYL OLMOS solicitó al decano de la Facultad de
Derecho de la FUNDACIÓN UNIVERSITARIA que formalizara la respuesta en cuanto
considera que ha cumplido con esos niveles exigidos por la Universidad (Folio 17).
Sin embargo, el despacho no observa que este accionante haya cumplido con los tres
niveles exigidos, pues a folio 208 se evidencia que matriculó y aprobó 1A y 1B, y que
aún le falta el nivel 2A para cumplir con la exigencia del requisito del idioma inglés que
le fue informado en la carta de fecha 10 de Diciembre de 2015 (Folio 11). Por lo que
se tutelarán sus derechos pero solo bajo el entendido que deberá acreditar el módulo
2A que al parecer le hace falta, si aún no lo-tía hecho, sin que la Universidad le pueda
exigir módulos adicionales ni mucho menos completar hasta el 4B.
En este punto, también se resalta el informe rendido por la Fundación Universitaria
Tecnológico Comfenalco dentro la acción de tutela N° 908 de 2016 que le
correspondió a este despacho, en donde la accionada reiteró que el reglamento
aplicable era el del Tecnológico Comfenalco de acuerdo a los lineamientos del artículo
77 del Reglamento estudiantil que en su literal b reza "Acreditar suficiencia del inglés
como segunda lengua, según nivel exigido por el respectivo programa académico",
además que insistieron en que la norma aplicable data desde el año 2007 refiriéndose
al Acuerdo 01 de ese mismo año y además indicaron que esta norma desarrolla el
artículo 111 del Reglamento Estudiantil del Tecnológico Comfenalco aprobado por el
Acuerdo N° 44 del 19 de diciembre de 2003.
Es decir que, no se evidencia buena fe por parte del Tecnológico Comfenalco al
momento de dirigirse a esta judicatura con informes contradictorios y acomodados a
sus intereses y no a la realidad de los hechos, que en su afán de mantener su errada
posición no miden el daño irreparable que le ocasionan a la administración de Justicia
y a sus estudiantes que buscan en la acción de tutela una salida a los desafueros de
su universidad.
Puntualizado lo anterior, y habiendo determinado que antes del Acuerdo 101 de 2016,
no se indicó con precisión y claridad cuál es el número de niveles de inglés para cada
programa, se evidencia que ante la existencia de la inseguridad jurídica en perjuicio
de todos los estudiantes se observa además un vacío en la pobre regulación de ese
tema en donde simplemente se establecía que se debían aprobar los niveles de inglés
exigidos sin establecer su modalidad, cantidad y periodicidad con que debían
realizarse, se reprocha la intención de la Fundación Universitaria Tecnológico
Comfenalco en trasladar las falencias y vacíos de los reglamentos hacia los
estudiantes cuando la carga en el desarrollo de sus normas es un acto propio en
cabeza de la misma universidad. Por eso, para predicar sobre la frase popular que
reza "La Ignorancia de la ley no sirve de excusa", primero se debe demostrar la
existencia de la ley para luego referirse a su ignorancia, por lo tanto, no se puede
exigir el cumplimiento de una ley que nunca existió y que en esa medida llama la
atención del despacho que la Fundación Urtiversitaria Tecnológico Comfenalco a folio
182 indique en un cuadro que el nivel al que debe llegar según requisitos y exigencias
de la Universidad de Medellín sean los 8 módulos que no se encuentran en el
reglamento de ésta institución sino en el acuerdo 101 de mayo 19 de 2016 del
Tecnológico Comfenalco.
Lo que sí se videncia es que el Tecnológico Comfenalco ha ignorado la lealtad y la
buena fe en sus actuaciones tanto con los estudiantes como con esta judicatura,
incitando a la comunidad académica para que interpongan acciones judiciales sin que
sea necesario porque la Universidad teniendo un programa de Derecho debe saber
que los sendos acuerdos plantean un vacío jurídico desde el año 2003 y que se
pretendió subsanar solo hasta el nuevo Acuerdo 101 de mayo de 2016, pero que en
realidad no solucionó el problema de los estudiantes sino que generó un caos mayor
al contener un régimen transicional que aplica no desde la vigencia del acuerdo sino a
partir de 5 años atrás, esto es, desde el 2011-2 cuando lo correcto debe ser desde el
período 2016-2 porque aún en mayo 19 de,2016 estaba finalizando el primer período
de ese año. Por tanto, aplicar el régimen transicional desde antes del 2011-2 genera
un desconocimiento a los principios básicos y generales de las normas como la
legalidad, debido proceso, buena fe, confianza legítima, entre otros, pues como ya se
dijo, su aplicación retroactiva vulnera los derechos fundamentales de toda la
comunidad académica al no haberse obrado con transparencia.
En este punto, se advierte que ante el silencio guardado por la UNIVERSIDAD DE
MEDELLÍN se aceptarán como ciertos los hechos consignados en la demanda, pese
al oportuno requerimiento efectuado por este despacho, dando lugar a la aplicación
de la presunción de veracidad (art. 20 D. 2591 de 1991).
Así las cosas, la misma Universidad anteriormente le ha reconocido a este despacho
que su reglamento no tiene determinado a detalle situaciones particulares justificando
su omisión en que a su juicio existen otras IES en Cartagena que tampoco tienen
reglamentado los niveles de inglés, argumento que no lo exonera de responsabilidad,
pero que sí contradice todo lo expuesto por, la Corte Constitucional en las sentencias
referidas, pues no cabe dudas que para evitar arbitrariedades y dar seguridad jurídica
a los estudiantes el reglamento de cualquier universidad debe ser claro sobre los
parámetros exigidos para acreditar todos los requisitos académicos, tanto para
aprobar las diferentes materias, así como para optar por el título de profesional que el
estudiante haya escogido y el hecho de que los estudiantes hayan realizado algunos
módulos de inglés no implica presumir que estos debieron conocer unos requisitos
que como ya dijo no fueron establecidos en el reglamento estudiantil, lo cual se
reafirma con la expedición del acuerdo 101 de Mayo 19 de 2016.
En suma, el ejercicio de la autonomía universitaria se materializa en la posibilidad que
tienen las instituciones educativas de fijar sus propios reglamentos internos,
sometidas jerárquicamente a la Constitución y la ley; por tanto, en el ejercicio de dicha
potestad no se pueden dictar reglamentos con consecuencias retroactivas y/o aplicar
las normas contenidas en nuevos reglamentos a derechos que han quedado
afianzados bajo un régimen normativo preliminar lo que en todo caso ha generado
situaciones de legítima confianza. Tal y- como lo ha indicado la Corte en las
Sentencias T-492/92, T-573/93, T-515/95, T-180/96, T-1228/ 05, T-286//05 yT-886/09.

Este despacho aclara que no desconoce la potestad que tienen la FUNDACIÓN


UNIVERSITARIA TECNOLÓGICO COMFENALCO y la UNIVERSIDAD DE
MEDELLÍN para adoptar la exigencia del idioma inglés como requisito de grado, como
en efecto se hizo en el acuerdo 101 de Mayo 19 de 2016. Lo que se echa de menos
en el presente caso es la ausencia de buena fe y la falta de claridad de parte de las
Universidades para con los accionantes en lo que se refiere al número de niveles de
inglés que un estudiante debe hacer para poder graduarse, lo cual generó una
legítima expectativa en este sentido, al haber omitido regular con exactitud los niveles
de inglés a cursar.

En armonía con los argumentos sostenidos por la Corte en las providencias referidas,
es claro que el ejercicio de la autonomía universitaria debe estar condicionado a los
principios y derechos contemplados en la Constitución y la ley de manera tal que debe
ser ejercida de forma imparcial, proporcional, objetiva y razonable al caso concreto
que se pretenda examinar. Por ello, en el évento que alguna actuación de un plantel
educativo no se enmarque dentro de los criterios descritos, será procedente y
necesaria la intervención del juez de tutela.

Por todo lo anterior, se advierte que, ante la existencia del círculo vicioso constituido
en la negativa de las Accionadas en reconocer y aceptar que ninguno de los acuerdos
del Tecnológico Comfenalco previos al Acuerdo 101 de mayo 19 de 2016 se
determinó a detalle y con claridad los niveles de inglés para cada programa, por tal
razón este despacho pondrá fin a esa situación contraria al derecho a la igualdad y al
acceso efectivo a la administración de justicia, por cuanto con ello se propicia la
interposición de acciones judiciales, sin que exista necesidad. En tal sentido, se
ordenará a las universidades accionadas que en todos los casos similares al
abordado en el presente fallo, por sus hechos y circunstancias, especialmente a
quienes hayan ingresado a estudiar antes de la entrada en vigencia del Acuerdo 101
de mayo de 2016 deberán acceder a la solicitud, sin que el ciudadano tenga que
acudir al juez de tutela en busca de un pronunciamiento judicial.

Además, porque el derecho al goce efectivo de la educación está ligado a que el


discente tenga la certeza de una estabilidad mínima en lo que respecta a su
permanencia como educando en el centro de formación al que decidió vincularse. Lo
que se traduce en la transparencia del proceso educativo hasta la culminación de los
estudios.

Por tanto y de conformidad con todo lo expuesto, este despacho tutelará los derechos
fundamentales de los accionantes y en consecuencia se le ordenará a la
UNIVERSIDAD DE MEDELLÍN y a la FUNDACIÓN UNIVERSITARIA TECNOLÓGICO
COMFENALCO que deberán tener por acreditado el requisito de suficiencia del
idioma inglés para la obtención del título de abogado a los accionantes JOSE
CARLOS CUEVAS, ANDRES CASTILLA MERCADO y LUIS FERNANDO MARTELO
con los estudios realizados en el SENA donde se certificó el nivel B1.1
PREINTERMEDIO y respecto al accionante-NEYL OLMOS TORRES con acreditación
de los módulos 1A, 1B y 2A, sin exigir niveles o módulos adicionales.

En mérito de lo antes expuesto, el Juzgado Quinto Civil Municipal de Cartagena -


Bolívar, actuando en Acción de Tutela Constitucional y administrando Justicia en
nombre de la República y por autoridad de la Ley,
RESUELVE

PRIMERO: TUTELAR los derechos fundamentales de los accionantes al DEBIDO


PROCESO, CONFIANZA LEGÍTIMA, LEGALIDAD, EDUCACIÓN, LIBRE
ESCOGENCIA DE PROFESIÓN U OFICIO, IGUALDAD, DERECHO A LA
INFORMACIÓN, por las consideraciones hechas en la parte motiva de esta
providencia.

SEGUNDO: ORDENAR a la UNIVERSIDAD DE MEDELLÍN y a la FUNDACIÓN


UNIVERSITARIA TECNOLÓGICO COMFENALCO que a través del Rector, del
Decano del programa o a quien le corresponda deberán tener por acreditado el
requisito de suficiencia del idioma inglés para la obtención del título de abogado a los
accionantes JOSE CARLOS CUEVAS, ANDRES CASTILLA MERCADO y LUIS
FERNANDO MARTELO con los estudios realizados en el SENA donde se certificó el
nivel B1.1 PREINTERMEDIO y respecto al accionante NEYL OLMOS TORRES con
acreditación de los módulos 1A, 1B y 2A, sin exigir niveles o módulos adicionales.

TERCERO: ORDENAR a la UNIVERSIDAD DE MEDELLÍN y a la FUNDACIÓN


UNIVERSITARIA TECNOLÓGICO COMFENALCO que en todos los casos similares
al abordado en el presente fallo, por sus hechos y circunstancias, especialmente a
quienes hayan ingresado a estudiar antes de la entrada en vigencia del Acuerdo 101
de mayo de 2016 deberán acceder a la solicitud, sin que el ciudadano tenga que
acudir al juez de tutela en busca de un pronunciamiento judicial.

CUARTO: ORDENAR a la FUNDACIÓN UNIVERSITARIA TECNOLÓGICO


COMFENALCO ABSTENERSE de aplicar el Acuerdo 101 de Mayo 19 de 2016 a los
accionantes y estudiantes que se encuentran en igual situación jurídica,
especialmente a quienes ingresaron antes de la entrada en vigencia del acuerdo.

QUINTO: ORDENAR a la UNIVERSIDAD DE MEDELLÍN y a la FUNDACIÓN


UNIVERSITARIA TECNOLÓGICO COMFENALCO socializar esta sentencia con la
comunidad académica.

SEXTO: Notifíquese esta providencia conforme lo preceptúa el art.30 del Decreto


2591 de 1.991.

SÉPTIMO: En caso de que esta providencia no sea impugnada envíese a la


honorable Corte Constitucional para su eventual revisión.

NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE

NA CY ME
J ez Quin o Civ
Cartagena - ivar.

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