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IDEA
AÑO 16 - NÚMERO 37
Diagramación y Compaginación
María Angélica Camargo
EMail: akauth@unsl.edu.ar
Página web: http://www.unsl.edu.ar/idea
Editado por:
Facultad de Ciencias Humanas
2
Autoridades de la Facultad de Ciencias Humanas
Comité Editorial
Coordinador Responsable
Dr. Angel Rodriguez Kauth
Integrantes
Lic. Ana María Scipioni de Lentini
Lic. María Inés Ruta de Moreno
Flga. Nery Carlomagno
Prof. Delia Suardiaz
Lic. Mirta Tarasconi de Montoya
Lic. Graciela Flores
Lic. Norma Chillemi de Lucero
3
ADVISORY BOARD
4
INDICE
1. INDICE ................................................................................................................................5
2. SUJETO EPISTÉMICO SUJETO DEL INCONSCIENTE.................................................... 7
Jorge Rodríguez Solano
3. ¿EXODO 0 EXILIO?: EUROPA, LA PANACEA PARA LOS ARGENTINOS ................. 14
Dr. Angel Rodriguez Kauth
4. PREDICCIÓN DEL DESEMPEÑO GRUPAL A PARTIR DE DIMENSIONES DE
PERSONALIDAD .............................................................................................................. 22
Alejandro Robbio
5. ASESORAMIENTO PEDAGOGICO LABORAL COMO ESTRATEGIA DE
CAPACITACIÓN DEL PRODUCTOR RURAL ................................................................ 36
María Silvia Baldivieso Hernández
6. LA CULTURA E IMAGINARIO INSTITUCIONAL EN DISTINTAS
ORGANIZACIONES AL SERVICIO DE LAS PERSONAS MAYORES .......................... 41
José Alberto Yuni Liliana Rita Tarditi
7. ANTEPROYECTO DE DEPARTAMENTALIZACIÓN DE LAS LENGUAS
EXTRANJERAS EN LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN LUIS............................ 59
Prof. Elisabeth VIGLIONE
Lic. María Estela LÓPEZ
Prof. María Marcela PUEBLA
Trad. Susana Graciela ARIAS
Prof. María Teresa ZABALA
8. ANÁLISIS DE LA ARTICULACIÓN DE LA ESCUELA NORMAL “JUAN P.
PRINGLES” (UNSL) – CON LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA SAN LUIS
DESDE LA VISIÓN DE DOCENTES DE ESA ESCUELA ............................................... 67
Lic. Ida C. Gorodokin
Prof. María del C. Letelier
Prof. Mirta Palma
9. EL LIDERAZGO EN GRUPOS Y ORGANIZACIONES. UNA REVISIÓN
TEÓRICA........................................................................................................................... 75
Lic. Nancy Terroni
10. LOS MODELOS TEORICOS EN LA PRÁCTICA PSICOTERAPEUTICA ...................... 85
Marqueza CORNEJO
11. VARIABLES DE PERSONALIDAD CON RELACIÓN A EVOLUCIÓN DE
RENDIMIENTO ACADÉMICO Y OPCIÓN DE MODELOS PSICOLÓGICOS ............... 93
Marta Sans,
Nora Muñoz
Nancy Calzetti
12. RELACION PSIQUE -SOMA. ANALISIS DE LOS EFECTOS DE SU
FRACTURA EN PACIENTES CON TRASTORNOS CRONICOS DE PIEL. ................. 100
Lic. Graciela Elena Flores
Lic. Claudia Campo
Lic. Silvina Marchisio.
Lic. María Celina Mosso
5
13. LA INHIBICIÓN EN LA ESCRITURA Y SU RELACION CON EL COMPLEJO
DE CASTRACIÓN........................................................................................................... 107
Lic. Mónica Patricia Latino
14. REFLEXIONES PSICOANALÍTICAS SOBRE DOS ENFOQUES EN CIENCIA
COGNITIVA E INTELIGENCIA ARTIFICIAL............................................................... 114
Jaime López,
Mariano Bruno
Carlos Bonantini
15. CONCIENCIA Y SOCIEDAD.......................................................................................... 127
Víctor Manuel Alarcón Viudes
16. EL AFRONTAMIENTO: ESTRATEGIAS PARA EL MANEJO DEL ESTRÉS .............. 147
Dra. Mirta Susana Ison
Becario: Cristián Fernando Aguirre
17. INCIDENCIA DE LA AUTOESTIMA Y DIMENSIONES DE LA
PERSONALIDAD EN EL RENDIMIENTO ACADEMICO DE ESTUDIANTES
UNIVERSITARIOS
Lic. Elina Nora Muñoz de Visco
Dra. Claribel Morales de Barbenza
18. REPENSANDO LO SEXUAL.......................................................................................... 162
Daniel Jones
.
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Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
SUJETO EPISTÉMICO
SUJETO DEL INCONSCIENTE
Resumen:
Hace al interés de este trabajo, delimitar por un lado, algunos interrogantes como modo de aproximación a las
problemáticas de la educación y en particular a las del aprendizaje.
Por otro lado acotamos nuestra pretensión, al referirnos aquí, específicamente al segmento universitario en
donde nuestra pertenencia y participación nos permite el registro franco de las reflexiones y los debates.
Por último creemos legítimo sostener nuestra senda desde las conceptualizaciones del cuerpo teórico del
psicoanálisis, para de esta forma hacer dialogar a éste en espacios de interdiscursividad.
Desde el campo de la Educación, las problemáticas sobre la enseñanza y el aprendizaje, han demandado el
aporte de varias disciplinas para afrontarlas, concibiendo de esa forma una complejización que tildaremos
como inevitable, estructural y productiva. Destacamos desde nuestra perspectiva tres focos jerarquizados.
Palabras Clave: La pedagogía como respuesta disciplinal; condiciones subjetivas del aprendizaje en el acto
educativo; La contextualidad latinoamericana. El discurso capitalista.
Abstract:
EPISTEMIC SUBJECT - SUBJECT OF THE UNCONSCIOUS
On behalf of this work and in the first place, certain queries have to be delimited to approach education
matters, particularly those of learning.
Secondly, our purpose is circumscribed by referring here, specifically, to the university segment where our
participation and belonging allow access to an unimpeded record of reflection and debate.
Finally, we think it as legitimate to sustain our path from the conceptualizations of psychoanalysis’ theoretical
corpus, so as to make it dialogue in inter-discourse settings.
From the field of Education, facing matters that concern learning and teaching have demanded the
contribution of many disciplines. In this sense, it engenders a process of becoming a complex that we happen to
call as inevitable, structural and productive. We emphasize then, from our view, on the importance of three
hierarchically arranged focuses.
Key Words: Pedagogy as a disciplinal answer; Subjective learning conditions in the educational act; Latin
American context. Capitalist discourse.
----------
“Si el sujeto está marcado por un imposible de saber que se verifica en la experiencia
analizante, cómo es posible cuando se investiga, cuando se estudia, cuando se escribe, cuando se
forma, que este punto no se incluya. En este caso, cuáles son las consecuencias sobre ese
conocimiento producido. Cuando se incluye el imposible de saber, nos acercamos a la producción de
lo nuevo con la especificidad de la praxis psicoanalítica”1
Hace al interés de este trabajo, delimitar por un lado, algunos interrogantes como modo de
aproximación a las problemáticas de la educación y en particular a las del aprendizaje.
Por otro lado acotamos nuestra pretensión, al referirnos aquí, específicamente al segmento
universitario en donde nuestra pertenencia y participación nos permite el registro franco de las reflexiones y
2
los debates.
1
Lacan, Jacques. Del sujeto por fin cuestionado. Escritos I Siglo XXI editores 1975.
2
No desconocemos que esto se extiende a otros sectores de la educación.
7
Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
Por último creemos legítimo sostener nuestra senda desde las conceptualizaciones del cuerpo
3
teórico del psicoanálisis, para de esta forma hacer dialogar a éste en espacios de interdiscursividad.
Desde el campo de la Educación, los estudios e investigaciones sobre la enseñanza y el aprendizaje,
han demandado el aporte de varias disciplinas para afrontarlas, concibiendo de esa forma una complejización
que tildaremos como inevitable, estructural y productiva.
A poco de andar, se verifican algunas insistencias y focos jerarquizados:
− La pedagogía como respuesta disciplinal
− Las condiciones subjetivas del aprendizaje en el acto educativo
− Contextualidad latinoamericana. El discurso capitalista
Estos puntos no engloban el extenso espectro que exige la temática, sin embargo la elección de los
mismos nos parecen productos de cortes necesarios a este recorrido de la problemática.
3
Nos inclinamos por este término y no por el de interdisciplina para evitar ciertos empastamientos que produce la suma
disciplinaria. Todo discurso hace tope en lo real que expulsa, contribuyendo así a la constitución de momentos/espacios definid os
esencialmente por un tope/ imposibilidad que no es evacuado. Lo interdiscursivo es solidario del no-todo.
4
Gastón Bachelard. La formación del espíritu científico . Siglo XXI 1985
5
Esta dupla conceptual puede ser nominada también como maestro-alumno en otro nivel educativo.
6
Esta cristalización debe ser desconstruída, a los efectos de ver el orden paradigmático y los sedimentos históricos que la
posibilitaron.
8
Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
desarrollo del pensamiento. Es decir, se trata de una escritura en la cual asistimos a una verdadera
producción de conocimiento. La escritura aquí no es un instrumento en el cual se expresa lo que ha sido
pensado. La escritura es el acontecimiento por el cual el pensamiento es posible. No hay dudas que para
cumplir tal propósito Platón señala siempre un devenir del sujeto, en el aprieto de concebir. El propósito se
logra si tales sujetos admiten, en el intercambio, una vicisitud de transformación. Para cerrar el círculo hay
que observar cómo la transformación a la que se refiere es posible en el espacio de la intersubjetividad, es
decir, en un campo interactivo.
7
Jorge Rodríguez Solano . Filosofía de la ciencia / ciencias sociales/ educación.Trabajo final Seminario Filosofía –Epistemolog ía-
Educación. Maestría en Educación Universitaria. UNR.
8
Bicecci, Mirta. Transmisión del saber. Academico del Colegio de Pedagogía de la Facultad de filosofía y letras, unam. Revista
Perfiles educativos N 60. Abri8l 1997
9
Parafraseando a Freud : debemos cuidarnos del furor-pragmático.
9
Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
tarea imposible, la cual junto al gobernar y analizar, completa el trípode conceptual. 10 El carácter de
imposible que indica Freud deberá ser definido desde su propia obra: proponemos, entonces, una lectura de
tarea imposible como tarea no satisfactoria. Leamos a Freud “Hagamos aquí una pausa por un momento para
asegurar al psicoanalista que tiene nuestra sincera simpatía por las exigentes demandas que ha de satisfacer
al realizar sus actividades. Parece casi como si la de psicoanalista fuera la tercera de esas profesiones
«imposibles» en las cuales se está de antemano seguro de que los resultados serán insatisfactorios.11 Las
otras dos, conocidas desde hace mucho más tiempo, son la de la educación y del gobierno.” 12 La idea del
hombre como concluso, unificado y realizado es apartada, renovando dicha pretensión con una noción del
hombre como proyecto infinito. La educación como imposible indica en parte que la educación no termina.
No es una tarea satisfactoria. Se abandona de esta manera el pensamiento de poner fin al proceso formativo
de alguien y a la idea de acomodación exitosa y prescriptiva a lo social El ambicioso colofón es vaciado,
acudiendo en su lugar la imagen del trabajo constante. La marcha. El malestar.
13
“El hombre es un infinito hacer-se. Estado incesante del siendo como marca del gerundio” En sus
aseveraciones y pronunciamientos polémicos, el psicoanálisis es sobre todo en este aspecto un crítico de la
pedagogía.14 Algunos en una simplicación de la lección freudiana asimilan –positivamente - esta posición
crítica con un manual de consejos al campo de la educación y sus agentes instándolos a concebir métodos
más liberales15. Por otro lado los que –negativamente - ven en el psicoanálisis una pedagogía invertida, que
intenta deshacer lo establecido por el proceso educativo-social-cultural.
Desde esta perspectiva Freud fue llamado antipedagogo, evidenciando una interpretación unilateral
y negativa. En todo caso cualquier buen pedagogo, como agente técnico de la educación debería ser en efecto
un antipedagogo.
El intento de normativizar y pedagogizar, al animal humano, surge como confrontación a esa
imposibilidad de enseñar, domesticar o domeñar.
Decimos: lo educativo-pedagógico surge como respuesta. En su proceso, que encierra un objetivo
totalizante, uniforme y terminable debe incluir inevitablemente, como lo sugerimos anteriormente, un núcleo
de imposibilidad, que no descartarte su existencia estructural. Creemos que es desde allí donde germina una
línea de trabajo para pensar la sobredeterminación mutua entre el sujeto, lo cultural, la educación y el
aprendizaje. La concepción degradada de Freud, que lo presenta como arrasador de lo pedagógico y lo
educativo, pasa por alto las pertinentes declaraciones del profesor de Viena sobre esos tópicos y sus
esperanzas de colaboración. Por otro lado nos preguntamos: ¿ la educación como tarea imposible, en su
enunciación, no es un acto de enseñanza?
Comprobamos que la búsqueda que realizan en el terreno analítico la pedagogía y todos aquellos
implicados en el intento de esclarecer el fenómeno educativo, implica una cierta intuición acertada: poner en
intimidad el quehacer educativo con algo que insiste desde el lado del sujeto. De inicio diremos que esto
implica un esfuerzo por volver comprensibles ciertos resortes inconscientes, presentes en el acto educativo.
Desde el marco de la transmisión del saber, se debe tener presente que, en primer lugar, cada
disciplina científica16 elabora su objeto de estudio, el cual implica consecuencias metodológicas internas de
dicho campo; en segundo lugar, las vigilancias epistemológicas propias; y en tercer lugar, su particular estilo
de transmisión de conocimientos, es decir, la formación de profesionales e investigadores. Es así como la
10
Freud Sigmund. 1937 “Análisis terminable e interminable”. Amorrortu Ediciones 1976 Tomo 23
11
el subrayado es mío.
12
el subrayado es mío.
13
Jorge Rodríguez Solano. Anteriormente citado.
14
Entendiendo a la Pedagogía como un conjunto de proposiciones teóricos-metodológicas y procedimentales destinadas a la
conformación social del humano a través del proceso educativo.
15
Un ejemplo de esto: “para cada estadio de la vida del niño la justa proporción de la gratificación pulsional y la restricción
pulsional”
16
No nos extendemos aquí en desarrollos que exceden los objetivos de este escrito. Sólo señalamos algunas coordenas
epistemológicas necesarias a nuestro trayecto. Remitimos al trabajo oportunamente citado en (6)
10
Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
pedagogía se instala como un discurso acerca de la transmisión de los conocimientos y los saberes. Es una
teoría sobre la transmisión que se propone líder de los distintos saberes que circulan en los ámbitos
educativos, entre ellos, la universidad. Dicha transmisión ocurre entre sujetos, y esto no es sin consecuencias.
Lo señala claramente esto un trabajo A. Imbriano17 “esto son elementos particularmente conflictivos si
consideramos que precisamente el sujeto como categoría ha sido borrada del espacio de las ciencias. Por ello
es que la pedagogía enfrenta los requerimientos de las ciencias modernas para estudiar la manera en que las
teorías pueden ser transmitidas y asimiladas por los sujetos del aprendizaje, y por otra parte sufre el regreso y
reincorporación del sujeto del inconciente a la problemática de la investigación científica.” Esa situación
estampa efectos claros en el discurso pedagógico. Así, la pedagogía18 que ha rechazado al sujeto de su marco
lo reencuentra19 en calidad de objetivos específicamente demarcados, con el fin de alcanzar ese producto
universitario que es el objeto “alumno” de tales y determinadas características.
Otro aspecto por considerar es la vinculación entre lingüística y pedagogía. Esto se debe al hecho
de que el saber y el acto educativo mismo se transfieren fundamentalmente por medio del lenguaje, y por lo
tanto, se rigen por las reglas de la lengua. La pedagogía ha intentado establecer un código propio para la
programación del acto educativo. Ese código, que se realiza en las currículas y en los programas, con
temáticas a impartir y objetivos a lograr, cumple la función de una codificación que permiten ubicar la
conducta deseable en el alumno para que éste pueda demostrar lo adquirido y asimilado de los conocimientos
allí impartidos. Aspira así a construir un metalenguaje que asegure y garantice la construcción de un saber
sobre la transferencia del saber. “La pedagogía intenta asegurar una transmisión totalmente calculable
unitaria y sin pérdida”20. Sin embargo su práctica y los límites de su discurso la llevan a considerar que los
elementos teóricos del psicoanálisis no son ajenos al intento de esclarecer la transmisión del saber.
Profesor-enseñante/alumno-aprendiente
Así como el objeto alumno debe ser analizado, estudiaremos el objeto profesor fundamentalmente
en la singularidad de la relación subjetiva que establece con aquel sujeto en posición de aprender . El
21
enseñante, término que nos parece más propio, tiene variadas aristas “ El que enseña al aprendiente” .
Evocamos ahora lo que el Profesor Raúl Ageno sostenía en el transcurso de su seminario cuando en
referencia al alumno (en nuestro decir, el aprendiente) nos decía: “El educando no es escuchado, habría que
generar en las instituciones espacios para que circule la palabra. Solo se dan los espacios normatizados en
22
donde habla para demostrar lo aprendido. Es un hablar normatizado”
La propuesta es inquietante: se trata de hacer reversible los lugares del discurso, las regiones de la
23
palabra, los espacios de circulación. Roland Barthes en su libro Z/S en la dedicatoria, despunta algo del
acontecimiento educativo: “Este libro es la huella de un trabajo que se ha hecho en el curso de un
seminario... pido a los estudiantes, oyentes y amigos que han participado que quieran aceptar la dedicatoria
24
del texto que se ha escrito según su escucha” , para luego aclarar: “no encuentro ningún interés en oponer el
curso magistral al curso dialogado”. Se trata de intentar modificar el circuito de la palabra; no su circuito
físico (tomar la palabra) sino su circuito topológico; dicho de otra manera, hacerse a la verdadera dialéctica
de la relación enseñante. Según esta dialéctica, la escucha no es solamente activa -lo que no quiere decir gran
cosa- la escucha es productora: "reflejándose aunque fuera en el silencio, pero por una renovada presencia, el
17
A. Imbriano. La enseñanza del psicoanálisis y la universidad. Documenta Laboris Jornadas de Investigación del Master en
Psicoanálisis. Universidad J. F. Kennedy
ˆ Sostenida en sus inicios en el racionalismo, el cogito y su orden a la razón, implico la exclusión del sujeto.
18
( $ ) Ver René Descartes Discurso del Método (1637)
19
Deberíamos decir más ajustadamente que le retorna, como tope real a su discurso.
20
Bicecci, Mirta. Anteriormente citada.
21
Este término nos denota la actividad del sujeto
22
Prof. Raúl Ageno. Notas de clases Seminario sobre Psicosociología del Aprendizaje. Maestría en Educación Universitaria. UNR.
Abril 2000
23
Roland Barthes S/Z Siglo Veintiuno Editores.1971
24
las negritas son mías
11
Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
auditorio, a quien estaba ligado por una relación de transferencia, modificaba sin cesar mi propio discurso"25
En la enseñanza no solamente se trata de hablar, sino también de escuchar. La prudente intervención tiene un
valor privilegiado, ya sea ésta el silencio, una palabra o un acto. En la relación educativa no provoca sólo
aquél que se instala como orador, como lo enunciábamos más arriba, sino que la escucha, además de activa,
se convierte en productora. Se trata de construir la libertad, rescatando al hombre de la mortífera tendencia a
la inercia cuando no a la hipnosis. Posición inestable la del enseñante, decimos, sujeto a la ley de la palabra:
“Cualquiera que se prepare a hablar -en situación de enseñante- debe ser consciente de la puesta en escena
que le impone el uso de la palabra. El locutor escoge, un papel de autoridad; en este caso le basta con 'hablar
bien', es decir, hablar conforme a la ley que está en toda palabra: sin intervalos, a buena velocidad, o, más
aún: claramente. La frase neta es totalmente una sentencia, una palabra penal. O bien el locutor se siente
molesto por toda esta ley que su palabra introducirá en el interior de su conversación; ciertamente, no puede
alterar su facilidad de expresión -que lo condena a la 'claridad'-, pero puede 'excusarse' por hablar -por
exponer la ley-: usa entonces la reversibilidad de la palabra para turbar su legalidad - corrige, añade-farfulla,
entra en la infinitud del lenguaje, sobreimprime el mensaje que todo el mundo espera de él arruinando
incluso la misma idea de mensaje-. Con todas estas operaciones, que traen al texto embarullamiento, el
26
orador espera atenuar el papel ingrato que convierte a todo hablador en una especie de policía”. Jacques
27
Lacan, en el seminario de 1962-63 , pone en consideración la cuestión del "deseo del enseñante", y
entrando en los años 70, cerrando un congreso, precisamente acerca de la enseñanza, nos vuelve a poner en
jaque ubicando al enseñante en la posición subjetiva de sujeto afectado ($) por la imposibilidad de
todo-saber, como una alternativa distinta para llevar adelante el desafío de invitación-provocación al trabajo.
Queda así el enseñante como un invitador-provocador, que solo tiene eficacia por su propio deseo. Invita al
trabajo. A dejarse trabajar por el deseo.
25
Roland Barthes S/Z Siglo Veintiuno Editores.1971
26
idem
27
Lacan, Jacques. Seminario 10. La Angustia 1962-63. Versión inédita. Ficha de circulación interna EFBA
28
Herrera Figueroa, Miguel. Sociología del espectáculo. Ed.Paidós. Bs.As. 1974
29
Bourdieu Pierre. La esencia del neoliberalismo. Artículo de Le Monde diplomatiqe Marzo 1998
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Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
metódica de los colectivos.”30 Este discurso comulga con una concepción tan estrecha de la racionalidad, que
se identifica con la racionalidad individual y que consiste en poner entre paréntesis las condiciones
económicas y sociales por un lado y por el otro las estructuras económicas y sociales que son la condición de
su ejercicio. Este programa neoliberal, extrae su fuerza social del poderío político y económico de aquellos
cuyos intereses expresa: accionistas, operadores financieros, industriales, políticos conservadores o
socialdemócratas transformados , cuando no altos ejecutivos de las finanzas extraviados en la fascinación de
la globalización. Sumamos a esto, aún estando advertidos de las diferencias, a lo llamado posmoderno que se
desplegó planetariamente y simultáneamente con los comienzos del auge neoliberal. No debemos confundir
un fenómeno con el otro, sin embargo entendemos que están asociados, pero precisamente en cuanto son
31
“diferenciables, no sólo en sus contenidos, sino en su nivel de eficacia” a lo que agregaremos su
producción y funcionalidad histórica.
No hay dudas sobre maridaje entre el individualismo posmoderno y el florecimiento neoliberal,
este último se ha beneficiado de aquel, al encontrar un piso cultural altamente fértil y benéfico para
inscribirse. Esta base posmoderna es más abarcativa, global y hospitalaria, de lo que creemos, ya que es
desde el núcleo de su condición que se dan no sólo la política neoliberal, sino también las de quienes se
reconocen sus opositores. Es el continente cultural de nuestro tiempo, el modo en que se definen las prácticas
de los sujetos.
Una de las consecuencias de todo este proceso de fines del siglo fue que la gran mayoría social vio
lentamente desvanecerse tanto sus ilusiones ( pretensiones), su nivel de ingreso y su protección de derechos
asistidos por el estado. Estas condiciones, que llamamos contextuales y objetivas, articulan modos de
constituciones imaginarias, reales y simbólicas sin precedentes y necesarias de ser leídas cada vez con más
rigor.
Ante este estado de precariedad del conjunto social, cuando debemos pensar en la educación, el
futuro y la reconversión, no nos acomodamos sólo en balbuceos teóricos tecnológicos o investigativos a los
cuales somos reclamados como universitarios. Más bien deberemos, en un esfuerzo renovado, pensar de qué
forma restituir vigorosamente nuestra participación social y política adormecida.
30
Un ejemplo de esto es la forma mediatizada de hacer política. Hoy la eficacia de la acción tradicional basada en las grandes
movilizaciones, la participación colectiva, no está extinguida pero si atenuada.
31
R. Follari. Inflexión posmoderna y calamidad neoliberal. . Aique. Ideas. Bs. As. 1993
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Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
Resumen:
Con el presente ensayo, el autor pretende poner de manifiesto la paradójica relación existente entre la
formación de la Argentina como país de inmigrantes y la actualidad económica, política y social que lo
conduce a ser un país de emigrantes en sentido inverso al del original. Esto lo avala no solamente sobre la
base de lo que es público y notorio, sino también sobre las fantasías de éxodo entre jóvenes universitarios,
para lo cual realizó una encuesta que resume en el último punto.
Palabras Clave: Exodo, exilio, condiciones objetivas, situación subjetiva, desesperanza.
Abstract:
EXODUS OR EXITE?: EUROPE, THE ARGENTINIANS' PANACEA
In this essay, the author tries to expose the paradoxical relationship there is between Argentina formation as
an inmigrants' country and the economical, political and social reality which is leading it to be an emigrants'
country, reverting its original sense. This is guaranteed not only based on what is public and well-known, but
also on the exodus fantasies among collegemen. For this purpose a survey was made which is summed up at
the last point.
Key words: exodus, exile, objective conditions, subjective situation, hopeless.
1-INTRODUCCION:
Un profundo sinsabor embarga al autor de esta nota, al igual que el que sienten por la realidad que
transitan una buena cantidad de jóvenes argentinos. Afortunadamente, por mi quehacer docente en la
Universidad, desde hace cuarenta años que estoy en contacto permanente con jóvenes estudiantes de
diferentes estratos sociales (1). Obvio es que por entonces tenía como interlocutores a una gran masa de
jóvenes de familias obreras que hoy brillan por su ausencia de las aulas universitarias, esto gracias a los
famosos planes de ajuste económico que nos han venido castigando desde época casi inmemorial (Rodriguez
Kauth, 1994). De algún modo, esta situación representa lo que E. Galeano (1975), cuando al principio de la
obra que lo afamó como ensayista, definió a la división internacional del trabajo, de manera irónica, aunque
no exenta de realismo, como que "Consiste en que unos países se especializan en ganar y otros en perder". A
nosotros nos tocó estar en el segundo lugar, como a la mayoría de los países del eufemísticamente llamado
Tercer Mundo.
Ya entrando en la senectud, puedo darme el lujo que se dan los viejos, es decir, de hacer
comparaciones entre los tiempos pasados y los presentes, no solamente porque hemos vividos los de antaño,
sino también por las extrañas añoranzas que nos agobian. Obvio que no caeré en el pecado de considerar que
toda época pasada fue mejor, al estilo en que lo hacía la poesía de Jorge Manrique. No tropezaré con esa
banalidad a la que tienta la vejez, simplemente intentaré hurgar en el arcón de los recuerdos y en los bolsones
de viaje -similares a las que usan nuestros muchachos cuando de fugan del país- acerca de que es lo que le
ocurre a la juventud argentina contemporánea. Llama la atención que con el inicio del milenio hayan
enfermado nuestros jóvenes con el extraño virus del "exilio". La gran mayoría se quiere ir del país: su única
salida es el Aeropuerto de Ezeiza.
(*)
Profesor de Psicología Social y Director del Proyecto de Investigación "Psicología Política", en la Facultad de Ciencias
Humanas de la Universidad Nacional de San Luis, Argentina.
(1)
Salvo el período del Proceso Militar, en que hice -por imposición del autoritarismo militar- el "exilio interior", aunque pude
haberme ido del país y, si así no lo hice, fue por cuestiones personales: la cobardía al temor de encontrar lo desconocido.
(2)
Estos últimos sirven para sobrevivir a algunos "privilegiados" que trabajan hasta 15 o 18 horas, pero restan oportunidad a
quienes pretenden ingresar al mercado del trabajo.
(3)
Devaluar sin provocar inflación es una exclusividad de EE.UU., y ésa es la causa del bajo desempleo que tienen, ya que es una
consecuencia de nuestra condición de paro.
14
Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
Tierra desde todos los lugares del orbe y que están invadiendo al coloso del Norte no le auguran un futuro
próspero, en tal sentido.
4-ALGUNOS RECUERDOS:
La congoja que el fenómeno descripto produce no es chauvinista, ni patriotera, solamente me
alarma tal reacción de los jóvenes para con su país, esa suerte de desazón y de desesperanza que el mismo les
produce sólo puede ser el producto nefasto de una generación vencida -a la que pertenezco- que les ha legado
un profundo sentimiento de impotencia. Hace cuarenta años, cuando un universitario ganaba una beca para ir
un par de años a perfeccionarse en el exterior era muy raro que se le ocurriera quedarse allá. De un grupo de
más de seis becarios a Francia, en 1965, solamente uno decidió quedarse allá, ya que él era europeo y esto le
permitía hacer el viaje de ida gratis para quedarse en su país -Serbia-; pero, al resto de los que viajaríamos ni
se nos ocurrió tal posibilidad. Por aquella época, al igual que ahora, los becarios al exterior que tienen algún
cargo en la docencia, la investigación o en reparticiones del Estado debían firmar un compromiso de retorno
al país por un tiempo igual al de la beca, sino mayor. Pero nadie se rasgaba las vestiduras por eso, se lo
entendía como una práctica "normal" y a la que no se tenía la intención de esquivar. En cambio, los jóvenes
del nuevo milenio lo firman a sabiendas que -pese al compromiso contraído- van a hacer todo lo posible por
conseguir algún trabajo -aunque más no sean chapucerías- en el lugar de destino y que regresarán solamente
para visitar -con algo de nostalgia y otro bastante de soberbia- a los parientes y amigos que se quedaron a
sufrir en el país.
15
Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
laborales -cuando ingresan a ellos- ya que solamente obedeciendo y sometiéndose a las órdenes autoritarias
podrán mantenerse en el sistema, que normalmente funciona como emético, es decir, como expulsador de
todos aquellos que no se ajustan aquiescentemente y sin protestar a las pautas establecidas, fijadas
verticalmente y -la más de las veces- sin racionalidad alguna. El "presentismo" lo actúan a diario con formas
consumistas que les vendieron los artífices del consumo; lo que hace que solo el hoy, el ya, tengan valor y,
cómo ni el hoy ni el ya dan respuestas positivas, entonces salen a buscarlas afuera, con un proyecto de futuro
situado en la inmediatez temporal y la distancia geográfica. Por último, la "externalidad" la padecen
proyectando -la mayoría de ellos- todas las culpas de lo que les ocurre en el afuera sin asumir
responsabilidad personal. Quizás, el único síntoma que aún no está presente es el de la "anomia", en cuanto a
que no hay rastros evidentes del mismo, salvo lo que se refiere a conductas de reacción social violentas ante
la injusticia y la enorme "deuda interna" que tienen los gobernantes para con la población.
Actualmente, no solamente los egresados universitarios sueñan y se desvelan con un autoexilio
laboral exitoso, también lo hacen los estudiantes universitarios; ellos también piensan y planifican en ir a
graduarse en el exterior, trabajando para mantenerse y, lo que la mayoría ignora, para pagar los aranceles que
cobran las universidades extranjeras; olvidan que la gratuidad de la enseñanza universitaria es un privilegio
de las Universidades Nacionales argentinas que nadie sabe cuánto tiempo más existirá, ya que en los planes
de la mayoría de los políticos figura el arancelamiento.
Este mismo fenómeno psicosocial, representado en dos estratos etarios diferentes -graduados y
estudiantes- no deja de llamar la atención de quienes estamos inquietos por lo que pasa a nuestro alrededor,
como para no intentar hacer una lectura de los hechos desde la sociología del conocimiento. Si es certero que
la verdad deriva del razonamiento, también es cierto que el error es determinado por los intereses egoístas
que obnubilan la captación de la realidad del conocimiento. Este capítulo de la sociología no solo se pregunta
cómo se construye la ciencia, sino también acerca de las condiciones sociales en que se produce. Al respecto,
y poniendo el énfasis del interrogante en los jóvenes profesionales y en los estudiantes, bien vale recordar
que mientras en el mundo globalizado se vive entre las luces refulgentes del esplendor de la ciencia
contemporánea, con atinado criterio señala el investigador argentino M. Albornoz (2000) que "... sombras de
presupuestos reducidos, jóvenes científicos forzados a emigrar y columnas de investigadores marchan por
las calles en defensa de la ciencia, en un marco saturado de protestas sociales. Sombras de la ciencia
argentina, que atraviesa una de sus peores crisis históricas". El autor alude a las manifestaciones callejeras
que periódicamente realizan tanto universitarios como miembros del CONICET por un mayor presupuesto a
las partidas de sus áreas específicas que, sistemáticamente son recortadas en cada Proyecto de Presupuesto
Nacional elaborado por el Poder Ejecutivo y enviado para su aprobación al Poder Legislativo.
6-¿FUGA O EXPULSION?:
Las palabras de Albornoz han provocado que desde la pacatería gubernamental -y también la
intelectual que vive mirando hacia otro lado, especialmente cuando juega de politólogo- se hable desde hace
años de la existencia de un síndrome nacional: la fuga de cerebros, es decir, la huida de los talentos
producidos por la magra educación que se ofrece con los recursos públicos; me permito observar que están
equivocados quienes así opinan. La realidad demuestra que no se trata que los talentosos fuguen hacia el
exterior, el diagnóstico debe ser hecho sin apasionamientos y sin poner las culpas en los otros, en los que se
van, el cual es un excelente instrumento para aliviar las propias culpas por las responsabilidades no asumidas
por parte de los políticos profesionales. El síntoma que hay que atender es inverso, el mismo puede ser
rotulado como de expulsión de cerebros. Ya sean de alto o mediano nivel intelectual, en Argentina se hace lo
posible para que huyan y que no retornen los que alguna vez su fueron. Desde las instituciones oficiales -
desde hace mucho tiempo- se escuchan expresiones de buenas intenciones que se empeñan en recuperar -
cada tanto- a la inteligencia argentina que vive en el exterior. Pero, en realidad, cuando aquellos "talentos"
regresan se encuentran con un panorama desolador, no solamente por la situación socioeconómica del país y
que no ignoran merced a la lectura de los periódicos vía Internet sino, fundamentalmente, por las dificultades
que se ponen a su reinserción laboral y social. Estos impedimentos van desde los tradicionales de la
burocracia vernácula -básicamente la de la Aduana, frente a cuyos ojos pasan contrabandos millonarios, pero
que impiden, por ejemplo, que un profesional ingrese una computadora personal sin pagar aranceles- hasta
las envidiosas formas en que son recibidos en sus nuevos lugares de trabajo, al que ansiaban retornar y desde
el que se decía que los necesitaban.
Retornando a la extremosa situación social y económica descripta que se vive, vale interrogarse
acerca de ¿qué pasa con la Argentina que ya no es atractiva para sus jóvenes nativos?. Nadie ignora lo que
dijimos de los altos índices de desempleo, pero ellos exclusivamente no explican el hecho social de la
fantasía individual -instalada de modo colectivo- por la pasión de la huida del campo propio en la búsqueda
de otro campo social y psicológico que se ha idealizado como óptimo para realizar los ideales y objetivos
propuestos para el presente y futuro. La realidad de la infraestructura determina la de la superestructura. En
términos psicológicos, tomados de la tradición marxista (Marx, 1847), los contenidos de la conciencia son
determinados por la realidad circundante y, sin dudas, la realidad argentina contemporánea se presenta como
oscura, siniestra (Estrada Mora, 1991; Falcón, 1997) y dolorosa para quienes la padecen. No hay más que
recordar la cita de Albornoz para comprender tal panorámica, la cual es desoladora para quienes tienen
interés en trabajar en los ámbitos académicos y científicos, o de trabajar "en algo".
Con los jóvenes científicos y profesionales argentinos ocurre algo semejante a lo que sucede con
los jóvenes campesinos de regiones del mundo más empobrecidas aún: su destino se decide afuera del
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(4)
Hasta aquí mucho hemos referido al "exilio" de nuestros jóvenes, aunque en realidad, la forma que adopta el exilio voluntario de
ellos no guarda semejanza con el exilio entendido como forma política de expatriar a un ciudadano por razones ideológicas o
políticas, tal como se utilizaba en la antigüedad clásica griega o romana. Por entonces el exilio era la condena que se aplicaba a un
"disidente" o a un enemigo de quien detentaba el Poder y, por lo general, tenía una duración limitada, luego del cual el exiliado
podía regresar al origen. El exilio como figura de derecho político, implica la pérdida de los derechos de ciudadanía, mientras que
en el caso de nuestros exiliados voluntarios actuales pueden seguir ejerciendo algunos de ellos, como es la participación con el voto
en los consulados nacionales en el exterior. Como se puede observar, nada de esto está presente en los autoexilios que eligen
libremente nuestros jóvenes para ir a "hacer su vida" y conquistar los bienes materiales y no materiales que aquí les son esquivos.
(5)
Consistente en disparar al sospechoso y luego averiguar que hacía.
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caridad de hijos o amigos; etc.; a ancianos que ya jubilados siguen en el mercado laboral -ocupando lugares
que son de los jóvenes- pero que están obligados a reemplazar el descanso por el retorno al trabajo debido a
la escasez de dinero para vivir con relativa dignidad y cubrir sus gastos que, generalmente, no son más que
de medicamentos, atención médica y comida. Esto produce una condición de sobrevivencia humillante. Y los
jóvenes no quieren vivir ésa situación en su vejez, no quieren ser estafados en sus aportes a sistemas
privatizados de retiro que se quedan con las dos terceras partes de sus ahorros y -a la hora de cobrar-
reconocen monedas. Es un panorama aterrador para el futuro.
Todos acostumbramos a soñar, sueñan los jóvenes con un futuro mejor y soñamos los viejos con
tiempos pretéritos que supieron ser mejores, o que idealizamos como tales. Como decía el poema de la
dramaturgia sacramental, aquél que escribiera Pedro Calderón de la Barca (1636), aquí y ahora se hace más
realidad que nunca aquello de que "toda la vida es sueño / y los sueños sueños son".
A su vez, entre las múltiples causas que inciden en el hecho social de la emigración, no puede dejar
de tenerse en cuenta el clima generalizado de corrupción -y la impunidad ante ella- que reina en el país; los
índices de corrupción argentinos son uno de los más altos del mundo (Rodriguez Kauth, 1999). La
autoproclamada "clase política" hace lo imposible -ingentes esfuerzos corporativistas- por lograr el
mantenimiento de tal estado de cosas anómalas, las que lindan con la condición anómica (Durkheim, 1897;
Merton, 1949) y, sin dudas, no es agradable para nadie -con un mínimo de dotación ética y moral en su
bagaje- vivir en tales condiciones; las que patentizan que para obtener logros hay que venderse al mejor
postor (Rodríguez Kauth, 1992), en un amorralamiento servil en que se abandonan las utopías e ideales
juveniles (Ingenieros, 1918/23) con el pesar y la resignación que implica tal duelo. El joven que vive
actualmente en Argentina pareciera que tuviera dos opciones de vida: a) estudia y trabaja para ser -casi con
seguridad- siempre pobre y no cumplir con el Ideal del Yo que transita al imaginario familiar, el de
conquistar éxitos profesionales u ocupacionales asociados a una relativa prosperidad y bienestar económico;
o b) incursiona en el campo de la política en alguno de los dos partidos mayoritarios que hegemonizan el
quehacer político nacional y, así, asegura su porvenir merced a la práctica de metodologías de acción que son
calificadas de corruptas. Durante las primeras tres cuartas partes del Siglo XX la primera era la opción
adecuada a elegir y la moralmente correcta, en tanto que actualmente la opción es la segunda si se pretende
el éxito, aunque moralmente desdeñable. Da la impresión de que nuestros jóvenes -afortunadamente- todavía
piensan en términos morales más que en los egoístas criterios del oportunismo pragmático y la hipocresía del
discurso (Ferrater Mora, 1991; Rodriguez Kauth, 1994). La verdad, es que muy pocos de ellos transitan por
la política profesional, más aún, no solo no creen en ella, sino que la rechazan, al punto que hasta tratar el
tema les es revulsivo, prefieren hablar de sexo o de fútbol.
Aquel hacer perverso de la "clase política" -la corrupción y la impunidad- ha hecho que hayan
ciudadanos de primera -la minoría- y otros de segunda clase, que son la gran mayoría poblacional. A nadie le
gusta -y menos aún a los jóvenes- saber que hay ciudadanos que gozan de privilegios, tales como los
"fueros" de legisladores y magistrados, mientras que el resto no es tan igual frente al peso de la ley, ya que
no gozan de idénticos privilegios políticos. Es que el fenómeno de la corrupción está enquistado en todos los
niveles de la sociedad, no solamente en el de las cúpulas políticas. La corrupción es como un virus que se
expande y para el cual hay antídotos. Los jóvenes la soportan en las universidades y en el trabajo. Saben que
en los exámenes o repiten los discursos bajados por el "profesor" en clase o se resignan a sacar una baja nota
o ser aplazados. En lo laboral rápidamente se dan cuentan o que son cómplices de no advertir las maniobras
corruptas de sus jefes o, caso contrario, serán expulsados de los empleos sin más trámite. Ni que decir de las
muchachas que, pese a la legislación contra el acoso sexual, conocen bien que hay que satisfacer las
pretensiones de jefes que reclaman sus favores o serán despedidas o tendrán como destino un lugar laboral de
menor jerarquía.
Dejemos el tema de la corrupción, que llenaría las páginas de una Enciclopedia y atendamos otro
aspecto interesante a lo que nos ocupa y preocupa. Santiago Rusiñol (1910) -ensayista y pintor modernista-
hizo una descripción atenta y esclarecedora -teñida de emotividad- de la relación entre americanos y
europeos durante los viajes transoceánicos, a principios del Siglo XX, al decir: "Y cuando, allá en el mar, se
cruzan de noche dos grandes barcos, el que viene brilla de ambición y el otro sonríe de alegría. En uno
vienen los inmigrantes a hacer dinero, cueste lo que cueste, y en el otro van los emigrantes a gastárselo, sea
como sea. Uno lleva lágrimas de Europa y el otro sonrisas de Argentina". Pasaron más de noventa años de
ese relato y la relación -acertadamente descripta por el autor- se invirtió en el sentido de su dirección
geográfica; ya no son los barcos que se cruzan en altamar, ahora son enormes aviones que se divisan a la
distancia en vuelo, en los que las lágrimas viajan a Europa con la esperanza de convertirlas en sonrisas;
mientras que la alegría de venir a gastar sus dineros se encuentra dibujada en los rostros de los pasajeros
europeos que vuelan a mostrar, exhibir, frente a la parentela -que emigrara a América (6)- lo bien que viven en
sus terruños paternos con sus pequeñas granjas -o con sus industrias- que despreciaron los emigrantes para
viajar en la búsqueda de lo que llamaban hacerse la América y qué, justo es decirlo, la mayoría de ellos logró
el propósito originario de éxito económico y social o, al menos, salvarse de la hambruna y del Jinete
Apocalíptico de las guerras que azotaban al Viejo Continente.
(6)
Asimismo, el historiador español Martín Vide (1988) señala que su país es de migrantes, y que la Argentina fue el lugar de destino
que la mayoría de ellos eligió, hasta los alrededores de 1953.
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Esto que el bardo J. L. Borges expresa de manera tan acertada sobre la eternidad de Buenos Aires,
puede ser traslapado a la Argentina, ya que la Capital es concebida -en la representación imaginaria de
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nativos y extranjeros- como el centro y eje del país, no solo por los porteños, sino también por los
provincianos que no ven la hora de ir a disfrutar de sus iluminadas marquesinas. Para nuestra concepción
soberbia la Argentina existió siempre, más allá del tiempo y del espacio.
Por último, en esta recapitulación de variables -en las que sin dudas se me queda más de una en el
teclado del procesador- no está exento el joven argentino a sentir algo semejante a la vergüenza ajena por su
condición nacional. En toda Latinoamérica se cuentan miles de chistes acerca de la soberbia y arrogancia de
los argentinos: que el mejor negocio que puede hacer un latinoamericano es comprar a un argentino por lo
que vale y venderlo al precio que dice que vale; que para suicidarse un argentino se sube arriba de su ego y
se tira de cabeza, etc., etc. Es decir, la condición de ser argentino corre el riesgo de caer en el ridículo. Y
esto, durante el exilio voluntario, se lleva como un estigma (Goffman, 1971) que acosa al portador. Más,
pareciera ser que nuestros jóvenes prefieren vivir con el estigma de "porteños" a cuestas que continuar
viviendo en el país con el más grave y peligroso estigma del "no ser".
Es necesario recordar que durante los últimos días de septiembre del 2000, durante la reunión
anual, en Praga, del F. M. I. y del Banco Mundial. Al referirse a la Argentina, sus analistas económicos
dijeron "sin-vergüenza" alguna, que el problema de nuestro país era un fenómeno extraño, ya que desde
afuera se lo ve bien, mientras que desde adentro los argentinos se quejan de la situación que viven y, frente a
ello, no tuvieron nada mejor que recomendar la consulta al diván psicoanalítico a sus habitantes. Estos
talentos de la economía mundial, cuyos diagnósticos financieros han sido ratificados como erróneos en más
de una oportunidad, se olvidaron que Argentina es el país dónde más psicoanalistas existen por habitante.
Chanzas al margen, necesario es hacer notar que pareciera ser que en algo tienen razón; no es casual que
nuestros jóvenes prefieran ir a mirar el país desde afuera y disfrutar sus virtudes y ventajas como quien mira
un partido de fútbol en el televisor. Lo de los chistes sobre argentinos no es exclusividad de la "maldad"
extranjera, el humor nacional ha dado demostraciones perversas de cómo se moviliza teñido de negro, casi
como una expresión sádica ante quienes padecen el drama del paro laboral. En plena situación de una
altísima tasa de desocupación -que rondaba el 18% de la población económicamente activa- a alguien no se
le ocurrió mejor chiste que publicar en los avisos clasificados de un periódico de mucho tiraje un anuncio en
el que se solicitaban 50 personas para llenar sobres. La dirección para presentarse no era otra que la del
domicilio del -todavía- Vice Presidente Carlos Alvarez. Ya imaginará el lector la desazón y bronca que el
hecho despertó en los concurrentes. Su tragedia fue utilizada para hacer un chiste político a un funcionario,
sin tener mínimamente en cuenta el daño que se producía en los afectados.
Curiosamente el fenómeno del éxodo afecta a una de las comunidades que menos problemas
económicos había tenido hasta la fecha: la de los judíos argentinos. Sin embargo ellos también fueron
tocados por la crisis y se calcula que en el 2002 unos veinte mil judíos argentinos emigrarán hacia Israel,
pese al conflicto armado que se vive en la región. Según aducen quienes han decidido irse, al menos tienen
algo porqué morir, que no es precisamente de hambre y humillación.
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Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
fueron respuestas de tipo turístico o de ampliación de conocimientos. En tanto de que el 9% de los que
manifestaron no tener tal interés, el 50% fueron respuestas del tipo "patriotero", tales como "moriré por mi
patria", o bien "no se me ocurre porque aquí tengo a mi perro, a mi equipo de fútbol y a mi conjunto de rock,
a los que no puedo llevarme"; otras de tipo afectivo como: "... las costumbres, me resultará difícil adaptarme
a otras"; "los amigos, mi familia y sobre todo mi sobrino" y, finalmente, algunas esperanzadas: "Vivimos
épocas muy malas, pero este país con gente seria, y trabajadora puede lograr un cambio; yo quiero ser una de
ellas".
Tampoco hubieron diferencias significativas entre las unidades muestrales por género. Tanto
varones como féminas se distribuyeron por igual respetando los porcentajes anteriores. En lo que respecta a
la variable "edad" no hubieron diferencias significativas entre las dos partes en que se dividió a la muestra,
aunque los mayores de 22 años se expresaron en el sentido de la huida en un 95% de ellos, en tanto que los
menores lo hicieron en el mismo sentido el 86%.
Antes de terminar con este sumario análisis de las respuestas recibidas, vale la pena reproducir
algunas de aquellas que se dieron con más frecuencia para explicar porqué se tenía la fantasía de irse del
país: a) "En el país no se valora el esfuerzo y el trabajo de los ciudadanos"; b) "Para la gente joven el futuro
es oscuro y cuesta vislumbrar mejorías"; c) "Siento que trabajando o estudiando no tendré los frutos
esperados: dignidad laboral y conocimientos"; d) "No me gusta comparar, pero en otros países hay una mejor
calidad de vida y se retribuye el esfuerzo"; e) "Es un proyecto que ocupa mi cabeza recurrentemente. El
principal motivo es el descreimiento que tengo hacia el mejoramiento de las condiciones de vida, en especial
las posibilidades laborales"; f) "Cada vez se hunde más el barco"; g) "Los políticos argentinos son raros, los
peronistas roban y no son útiles, los radicales son inútiles y roban menos. Así no existe salida posible a la
crisis que vivimos. Como no se sabe elegir a otros políticos, lo mejor es irse"; y h) "Pienso en un mejor
futuro para mi descendencia y para mi misma. Es triste, pero aquí el futuro es borroso y poco atrayente".
Como se desprende de lo expuesto y mal que nos pese a los ancianos que vemos no solamente
alejarse a nuestros hijos y nietos del terruño y de las cercanías, sino que también observamos impávidos e
impotentes cómo se destruye poco a poco lo que una vez fue nuestra utopía, la realidad es una sola, los
jóvenes desean escapar de éste modelo que les hemos legado. ¡Y, lo peor, es que tienen razón!.
BIBLIOGRAFIA:
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Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
Alejandro Robbio
Resumen
A partir de la teoría interpersonal de Leary, se pretende explorar cómo afecta al
rendimiento la complementariedad de personalidades en una pareja de trabajo.
Específicamente, los rasgos medidos son el Sometimiento y el Control, ambos incluidos en
las dimensiones del test MIPS de Millon.
Se espera encontrar que aquellas parejas donde exista complementariedad en dichos rasgos
lograrán un mayor rendimiento en la tarea asignada. Se definen como complementarias a
las parejas donde uno de los sujetos posee alta tendencia al Control y el otro, por el
contrario, manifiesta conductas de Sometimiento.
La muestra fue de ocho parejas, cuatro complementarias y cuatro no complementarios, o
incompatibles. A cada una de las parejas se le solicitó resolviera el juego de las torres de
Hanoi discutiendo entre ambos integrantes cada movida. Como variables dependientes se
midieron tanto la cantidad de movimientos como el tiempo total empleado para resolverlo.
Los resultados demuestran que efectivamente la complementariedad es un factor de
influencia (p=0,05) en el tiempo que las parejas necesitan para resolver el problema
planteado. Por otro lado, si bien la cantidad de movimientos demuestra una relación con la
complementariedad en la dirección esperada, en este caso no se llegó a diferencias
estadísticamente significativas entre las parejas compatibles y aquellas incompatibles.
Abstract
By using the interpersonal theory of Leary, the author explores how the couples’
productivity is affected by the complementarity of their personalities. Specifically, the traits
being measured are Submission and Control, both included in the interpersonal dimensions
of Millon’s MIPS test.
It is expected that those couples which are complementary in those traits will achieve better
performance on the assigned work. Complementary couples are defined as those where one
of the subjects has a strong drive to Control in relationships, and the other, on the contrary,
shows Submissive behavior.
The sample of eight couples was studied, four complementary and four noncomplementary.
Each couple was asked to solve the Towers of Hanoi, by talking and discussing each move
between the partners. The time and the quantity of moves taken to solve the game were both
measured as dependant variables.
The results show that complementarity influences (p=0,05) the time it takes for the couples
to solve the given problem. Although the second variable –quantity of moves- seems to be
related in the expected direction, it did not show significant statistical differences between
compatible and incompatible couples.
----------------------
Marco Teórico
Introducción
La presente investigación pretende explorar cómo se relaciona la complementariedad interpersonal
con el rendimiento en parejas de trabajo. Se siguen las líneas teóricas planteadas por Leary en su teoría
interpersonal y por Millon en sus últimas obras.
Dado que estas teorías no han sido aún muy difundidas, se expone una apretada síntesis de sus
hipótesis, en un apartado dedicado a definir la personalidad, profundizando en la perspectiva de los rasgos.
Por otra parte, también se ha creído importante introducir algunos de los temas referentes a los grupos de
trabajo, por lo cual se ha dedicado un apartado a esta temática.
Por último, se exponen los hallazgos experimentales alcanzados en la presente, a partir de los
cuales se concluye que la complementariedad interpersonal (en los rasgos de Control y Sumisión)
efectivamente afectan el rendimiento de las parejas de trabajo.
Personalidad
Definiendo el concepto de personalidad
A pesar de ser la personalidad una de las áreas más estudiadas por la psicología, y a pesar, también,
de ser un concepto que en la actualidad escapa a la ciencia psicológica e impregna a la sociedad toda,
encontrar una definición unívoca de la misma se torna prácticamente imposible. No obstante, y no exentos de
críticas, existen algunos puntos de acuerdo, los cuales revisaremos a continuación.
Una definición que abarca todos los aspectos inherentes a la personalidad es aquella que dice que
esta hace referencia a “factores internos, más o menos estables, que hacen que la conducta de una persona
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Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
sea consistente en diferentes ocasiones y distinta de la conducta que otras personas mostrarían en situaciones
comparables” (Child, 1968, citado en Hampson, S, 1986).
Carver y Scheier definen a la personalidad como “la organización dinámica de sistemas dentro de
cada persona que crea sus patrones característicos de comportamiento, pensamientos y sentimientos” (citado
en Goldstein, B., 1994).
En el caso del DSM-IV, la personalidad se define a partir de los rasgos, entendidos como “pautas
duraderas de percibir, pensar y relacionarse con el ambiente y con uno mismo y que se hacen patentes en un
amplio margen de importantes contextos personales y sociales” (citado en Belloch, A.; Sandín, B. y Ramos,
F.; 1995).
Teorías de los rasgos
La presunción básica de las teorías basadas en rasgos es la de que la conducta humana está
determinada, o bien fuertemente influida, por disposiciones internas. También se postula que estas
disposiciones pueden agruparse en una cantidad definida de factores o rasgos. Sin embargo, los desacuerdos
comienzan a la hora de especificar cuáles y cuántos son los factores suficientes para explicar la complejidad
del comportamiento humano.
Para resolver estas cuestiones los diferentes autores han seguido diversas vías metodológicas. Por
un lado se encuentran aquellos que han definido los rasgos en una modalidad teórica, tal como Allport o
Millon. Y en el otro extremo se encuentran autores tales como Cattel y Eysenck, quienes han definido cuales
serían los rasgos de personalidad suficientes a partir de técnicas estadísticas, principalmente el análisis
factorial.
Según las teorías de los rasgos, todos poseemos una misma estructura de personalidad, pero
diferimos en cuanto a la cuantía o poder que los diferentes rasgos adoptan en cada persona. De esta forma,
estas teorías pueden explicar tanto la similaridad así como las diferencias entre las personas.
Para una mejor exposición, se dividirá esta sección en dos subapartados, estando el primero
dedicado a la metodología teórica y el segundo, a las perspectivas factoriales.
Metodología teórica de los rasgos
El autor más reconocido dentro de las teorías de los rasgos es Gordon Allport, quien de alguna
forma fue el iniciador de estas corrientes. Allport describe a las personas en términos de tres tipos de rasgos.
Algunas personas poseen un rasgo cardinal, que sería aquel que domina su personalidad, sin embargo, la
mayoría de las personas no pueden ser descriptas por medio de un solo rasgo. Es más común describir a los
individuos por medio de rasgos centrales – evidentes en muchas situaciones diarias - y rasgos secundarios –
características que aparecen raramente y en situaciones específicas – (Goldstein, B., 1994).
La perspectiva de Allport se denomina ideográfica, ya que se refiere al individuo. Considera que
cada individuo es único tal que no hay dos personas que tengan exactamente las mismas características.
Incluso en dos personas con el mismo rasgo, éste se manifestará en forma distinta en cada una de ellas. Sin
embargo, Allport reconoció que en cada cultura existen rasgos que son característicos, pero que no lo serán
para otras (Boeree, G., 1998).
La metodología utilizada por Allport para evaluar la personalidad incluía técnicas tal como el
análisis de documentos personales tal como diarios y cartas. Esta modalidad es, sin dudas, extremadamente
trabajosa, por lo cual ha caído prácticamente en desuso en la actualidad.
Un autor que actualmente goza de renombre dentro de las teorías de la personalidad es Theodore
Millon. Para este autor, basado en un punto de vista teórico de aprendizaje biosocial, la personalidad se
compone de categorías o pautas de afrontamiento al medio aprendidas, que son formas complejas y estables
de manejarse en el entorno y que conllevan conductas instrumentales mediante las cuales los sujetos logran
refuerzos y evitan castigos (Belloch, A.; Sandín, B. y Ramos, F.; 1995). En un principio Millon enfocó su
teoría a los aspectos patológicos de la personalidad, por lo cual agrupó a los trastornos según su gravedad,
según la naturaleza del refuerzo (positivo y negativo), por la fuente de refuerzos (uno mismo y los demás) y
por las conductas instrumentales para conseguir los refuerzos (estrategias de afrontamiento pasivas y
estrategias activas). De todo esto, Millon obtuvo once tipos fundamentales de personalidades anómalas, ocho
de gravedad baja o intermedia y tres de alta gravedad.
Para describir los diferentes trastornos de personalidad, el autor presenta en tablas los diferentes
tipos siguiendo un mismo esquema, en el que se tienen en cuenta: 1. la conducta observable; 2. la conducta
interpersonal; 3. el estilo cognitivo; 4. la forma de expresión afectiva; 5. la percepción de sí mismo y 6. los
mecanismos de defensa primarios.
Recientemente, Millon ha cambiado su perspectiva con respecto a la personalidad, centrándose en
el ámbito de la normalidad. De esta nueva teoría ha surgido la prueba denominada MIPS, por Millon
Inventory of Personality Styles o Inventario Millon de Estilos de Personalidad. Al igual que en su teoría
sobre los estilos patológicos, en ésta utiliza lo que él denomina el “abordaje teórico de lo latente”, que afirma
la existencia de ciertos rasgos basándose en la lógica explicativa y el razonamiento deductivo, en lugar de
sólo utilizar métodos estadísticos (Millon, Th., 1997).
En este nuevo enfoque se consideran doce dimensiones bipolares divididas en tres áreas del
funcionamiento personal: 1. metas motivacionales, en las que se evalúa la orientación a obtener refuerzo del
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medio; 2. modos cognitivos, que examinan los estilos de procesamiento de información y 3. conductas
interpersonales, que dan cuenta de los estilos de relacionarse con los demás. (Ver Fig. 3).
Dentro de las Metas Motivacionales, la Apertura indica en qué medida la conducta del sujeto está
motivada por el deseo de obtener refuerzo positivo, mientras que la Preservación se refiere a conducta
motivada por evitar una estimulación negativa. El segundo par evalúa en qué medida sus actividades reflejan
una disposición a modificar el mundo (Modificación) o a acomodarse a él (Acomodación). El tercer par se
centra en la fuente del refuerzo, evaluando en qué grado el sujeto está motivado por metas relacionadas con
él (Individualismo) o relacionadas con los demás (Protección).
En los Modos Cognitivos, las dos primeras escalas, Extraversión – Introversión y Sensación –
Intuición, evalúan las estrategias empleadas para recolectar información. Los dos pares restantes, Reflexión –
Afectividad y Sistematización – Innovación, se refieren a los diferentes estilos de procesar la información
obtenida.
Metas Conductas
Motivacionales Modos Cognitivos Interpersonales
Apertura Extraversión Retraimiento
Preservación Introversión Comunicatividad
Sistematización Sometimiento
Innovación Control
Insatisfacción
Concordancia
Los cinco pares de escalas de Conductas Interpersonales evalúan en qué medida el estilo de
relacionarse con los demás tiene que ver en general con el Retraimiento o la Comunicatividad, la Vacilación
o la Firmeza, la Discrepancia o el Conformismo, el Sometimiento o el Control y la Insatisfacción o la
Concordancia.
Cada una de estas agrupaciones de dimensiones ha surgido a partir de las teorías de diferentes
autores. Las Metas Motivacionales se relacionan con la obra de Freud, presentando cierta afinidad con
conceptos como “necesidad”, “pulsión”, “afecto” y emoción. Millon, a partir de concepciones evolucionistas
hace surgir las tres escalas de las Metas Motivacionales a partir de ideas tales como “existencia”,
“adaptación” y “replicación”. Las tendencias relacionadas con la “existencia” son evaluadas por la escala
Apertura en un extremo, que hace referencia a la meta de mejorar la propia capacidad de supervivencia,
mientras que en el otro extremo se ubica la Preservación, que refleja la necesidad de protegerse contra
acontecimientos percibidos como amenazantes para la supervivencia. La segunda bipolaridad (relacionada
con la “adaptación”) da cuenta de los métodos puestos en práctica para mejorar la propia vida y preservarla,
representando la Modificación la tendencia a alterar activa y enérgicamente las condiciones de la propia
vida; mientras que el otro polo, el de la Acomodación representa la inclinación a aceptar en forma pasiva y
neutral las circunstancias. Por último, en la bipolaridad Individualismo – Protección, relacionado con el
concepto de “replicación”, el primer término (Individualismo) registra el grado en que el sujeto antepone la
realización de su propio potencial a la del potencial de los demás, mientras que la Protección evalúa la
tendencia a anteponer a las propias las necesidades y oportunidades de parientes y compañeros.
El segundo conjunto de bipolaridades, los Modos Cognitivos, está relacionado con la teoría de Carl
Jung, y abarca tanto las fuentes utilizadas para adquirir conocimientos sobre la vida (lo externo –
Extraversión- versus lo interno –Introversión-), las preferencias conceptuales (lo objetivo, tangible y
observable –Sensación- versus lo abstracto, ambiguo y simbólico –Intuición-) así como el modo de
transformar la información, que distingue entre modalidades preferentemente intelectuales y lógicas
(Reflexión) o en aquellas basadas en la emoción, la empatía y los valores (Afectividad). Dentro de la última
bipolaridad de los Modos Cognitivos, la Sistematización expresa la tendencia a procesar la información
según esquemas preexistentes y estructurados en forma tradicional, mientras que por el contrario, la
Innovación da cuenta de la inclinación opuesta, donde se manifiestan procesos creativos, espontáneos y
libres de prejuicios.
Como respaldo teórico del grupo de escalas llamado Conductas Interpersonales, Millon invoca a
diversos autores entre los que se hallan Meyer, Sullivan, Leary y teóricos de los Big Five tal como Costa. Por
la relevancia que los aspectos interpersonales tienen para el tema de este trabajo, ampliaremos algunos de los
conceptos relacionados con los mismos.
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A partir de la teoría interpersonal de Sullivan y la teoría social de George Mead, Leary introdujo la
circunferencia interpersonal, en la cual se ordenan cuatro variables en dos bipolaridades opuestas
(Dominante-Sumiso y Hostil-Amigable) (Ver Fig. 4).
La teoría interpersonal de Leary comprende tres ideas principales. Por un lado, se postula el
principio de complementariedad, que hace referencia a la forma en que las personas negocian la definición
de sus relaciones a través de conductas verbales y no verbales. Esta negociación se presenta según las
siguientes modalidades: dominante-amistoso, que invita al otro a comportarse sumiso-amistoso, y viceversa;
y la conducta dominante-hostil estimula en la otra persona comportamiento sumiso-hostil.
El segundo principio de la teoría es el de longitud vectorial, que se refiere a que dentro del
diagnóstico de personalidad en la circunferencia interpersonal, la longitud del vector (como medida de
desviación estadística) es un índice de patología. Por esto se postula que las personas con personalidades
rígidas e inflexibles – incluso si lo son en un sentido amigable – tienen más problemas que aquellas cuyo
comportamiento es más adaptativo – aún cuando primen conductas de hostilidad–.
Por último, la teoría interpersonal de Leary propone el principio de estructura circular, que
argumenta que las variables que miden las relaciones están dispuestas alrededor de un círculo en un espacio
bidimensional. Esta circularidad puede entenderse de diferentes formas, ya que puede considerarse sólo
como un esquema visual útil, o como que las variables que lo componen verdaderamente se distribuyen en la
realidad de forma circular, de tal manera que aquellas variables cercanas entre sí estarán más relacionadas
que aquellas que se encuentren alejadas. Se han realizado numerosas investigaciones que parecen, en
principio, indicar lo apropiado que resulta esta esquematización (Acton, G., 1998).
Muy relacionado con la teoría interpersonal de Leary se encuentra el enfoque de los big five, o de
lo grandes cinco factores de personalidad, el cual será tratado en el próximo subapartado referido a las
teorías factoriales de la personalidad.
Millon se apoyará en las ideas anteriores para construir sus escalas de Conductas Interpersonales.
Vale decir que, probablemente, este grupo de variables sea el que mayor respaldo teórico y empírico posee
dentro de la teoría que sustenta al MIPS, ya que en prácticamente todos los estudios factoriales e incluso
teóricos que se han realizado en los últimos tiempos, consistentemente han aparecido dimensiones similares
o iguales a las cinco escalas de conductas interpersonales del MIPS. Por ejemplo, las primeras cuatro
dimensiones pueden relacionarse con los primeros cuatro factores de los big five o con los vectores vertical y
horizontal de Leary.
Por último, y finalizando la exposición de la teoría de Millon, cabe resaltar un rasgo interesante que
muestra su estrategia de evaluación. Si bien, por lo general, se refiere a las diferentes escalas como bipolares,
debe resaltarse que en los hechos esto no es necesariamente así. A la hora de evaluar el inventario de estilos
de la personalidad, se puntúan por separado cada extremo de las diferentes dimensiones, lo cual, a simple
vista, puede parecer contradictorio. Sin embargo, como hemos visto anteriormente al referirnos al principio
de consistencia, las personas raramente actúan ante todas las situaciones de la misma forma, por lo cual es de
radical importancia poder dar cuenta de las diferentes modalidades de comportamiento que emplea un sujeto.
A criterio del autor, justamente en este detalle radica el valor del instrumento ideado por Millon, ya que no
intenta imponer una falsa consistencia. Por lo general, los tests de personalidad promediarían ambos
extremos de la bipolaridad para obtener el puntaje del sujeto en una dimensión, con lo cual se desprecia
información que puede resultar invaluable a la hora de predecir la conducta del sujeto ante diferentes
circunstancias.
Como hemos visto, resulta plausible generar una teoría de la personalidad a partir de un planteo
teórico y deductivo, para luego sí proceder a un riguroso proceso de validación tanto de la técnica como de la
teoría. Sin embargo, una forma opuesta de alcanzar una teoría es la de comenzar con los datos objetivos para
sistematizarlos, analizarlos y a posteriori generar explicaciones plausibles. Esta última es la vía que siguen
quienes utilizan las técnicas de análisis factorial para descubrir los rasgos de personalidad.
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Introversión Extraversión
Estabilidad
Por último, Eysenck desarrolló sus propios instrumentos de evaluación, el EPI (inventario Eysenck
de personalidad) y el EPQ (cuestionario Eysenck de personalidad, es más reciente e incluye la dimensión de
psicoticismo).
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Una vez confirmada su teoría, Eysenck se dedicó a hallar explicaciones neurofisiológicas para las
dimensiones. A partir de diversas investigaciones concluyó que la dimensión introversión-extraversión se
relaciona con la actividad del sistema reticular activador ascendente, el cual brinda el arousal para el normal
funcionamiento cortical. En los individuos extravertidos, esta función no estaría desempeñándose
plenamente, por lo que su corteza se mostraría menos excitable, con los consiguientes efectos de dificultades
para inhibir conductas y la disminución en la condicionabilidad. La dimensión Neuroticismo tiene que ver
con cierta labilidad y sensibilidad extrema del sistema nervioso autónomo, por lo cual mostraría una alta
susceptibilidad a un amplio rango de estímulos, predisponiendo el condicionamiento de respuestas
emocionales ante muchas circunstancias ambientales e incluso del propio organismo.
Como vimos, Eysenck partió de una serie de hipótesis, para luego verificarlas mediante el análisis
factorial. Cattell, por el contrario, partió desde una perspectiva ateórica y llegó a la conclusión de que para
describir la estructura de la personalidad harían falta entre dieciséis a veinte factores.
La metodología que siguió Cattell es la que se conoce como lexicográfica, mediante la cual se
analizan grandes cantidades de palabras para encontrar cómo se encuentran estas relacionadas.
Específicamente, lo que hizo fue, a partir de un diccionario en inglés, identificar las palabras que pueden
utilizarse para describir a una persona, resultando en una cantidad de 18.000 adjetivos, luego, a partir de
diferentes análisis se redujeron a 4.500 y después de retirar los sinónimos se arribó a una cantidad de 160
palabras a las que se les sumaron 11 adicionales provenientes de la literatura psicológica.
Una vez obtenida la lista de rasgos primaria de 171 palabras, se dispuso a estudiar investigaciones
previas para constatar cómo covariaban los diferentes rasgos, llegando a la conclusión de que esta lista podía
reducirse a 35 grandes factores.
Posteriormente, procedió a investigar cuántos factores se podían identificar en las descripciones
que las personas hacen de sí mismos y de los demás. Dispuso a personas en grupos de 16 individuos, para
luego solicitarles que aportaran una descripción sobre sí mismos y luego descripciones de los demás. Luego
de aplicar análisis factorial a estas descripciones, aparecieron 15 factores.
Como resultado del trabajo de Cattell, hoy contamos con un instrumento denominado 16PF, el cual
evalúa 16 dimensiones de la personalidad. Dado que Cattell se decidió por nombres algo extraños al
momento de denominar algunos factores, probablemente no aporte mucho detallar aquí cuáles son las
dimensiones, por lo cual se ha obviado su presentación.
Más recientemente, pero aún dentro de la tradición lexicográfica, se ha popularizado el modelo de
los cinco grandes factores de personalidad. Al igual que en la línea de investigación de Cattell, la de la
perspectiva de los cinco grandes factores se basa en la hipótesis de “sedimentación lingüística”, según la cual
las diferencias individuales más sobresalientes y socialmente relevantes están codificadas en el lenguaje
cotidiano. Es por esto que se considera lícito partir de extensas listas de palabras para luego estudiar sus
interrelaciones y definir a cuántos factores se pueden reducir.
Luego de numerosas investigaciones se ha demostrado la validez de los cinco factores en diferentes
culturas, en ambos sexos, en auto y etero-evaluaciones, etc.
Con respecto a las técnicas de evaluación derivadas de esta corriente, puede decirse que en un
principio no resultaron del todo prácticas, ya que consistían, por lo general, en listados de adjetivos.
Recientemente ha habido un giro hacia la elaboración de cuestionarios, siendo uno de los más populares el
de Costa y McCrae llamado NEO-PI, el cual explora las dimensiones de Neuroticismo, Extraversión,
Apertura a la experiencia, Afabilidad y Tesón. Sin embargo, este instrumento ha recibido críticas debido a
que el número de subdimensiones ha resultado redundante. Otros autores han cuestionado la validez de las
jerarquías de las subdimensiones, ya que las mismas no siguen los lineamientos teóricos clásicos, ya que por
ejemplo la Hostilidad está clasificada como subdimensión del Neuroticismo, cuando en general es
considerada el polo opuesto a la Afabilidad.
Como superación de estas críticas, los autores Caprara, G., Barbaranelli, C. y Borgogni, L. han
publicado el cuestionario titulado BFQ o Big Five Questionare. Las dimensiones que se evalúan a través de
este instrumento son la Energía, Afabilidad, Tesón, Estabilidad Emocional y Apertura Mental.
El modelo teórico general de los cinco grandes factores ha recibido fuertes críticas en cuanto a su
validez general. Son muchos los autores que han manifestado que con este modelo sólo se logra percibir una
imagen “impersonal” de las personas, ya que sólo se refiere a aspectos conductuales observables en los
sujetos. A pesar de esto, según Millon, estas cinco dimensiones son relevantes para comprender la
personalidad, por lo cual las incorpora dentro del grupo de factores de conductas interpersonales, indicando
expresamente que no resultan suficientes para una descripción completa de las personas (Millon, Th., 1997).
El modelo también ha sido atacado en uno de sus supuestos pilares más sólidos, el de la validez transcultural,
ya que por ejemplo en China sólo han podido encontrarse dos de los cinco factores (Acton, G., 1998).
Pequeños grupos
Introducción
Durante la segunda guerra mundial y luego de su finalización, tanto la psicología como la
sociología estadounidenses se sintieron atraídas hacia el estudio de los fenómenos grupales. Fueron muchos
los factores que influyeron en este proceso, ya que por un lado dentro del propio ejército habían surgido
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grandes dudas acerca del comportamiento de los grupos, mientras que por otro lado en las industrias, a raíz
de la guerra y de los efectos de la posguerra, vieron incrementarse las exigencias de productividad y de
mejora de la calidad de la producción, por lo cual se hizo evidente la necesidad de hallar formas de lograr
dichos objetivos mediante los cambios en las prácticas de los trabajadores.
A pesar del vivo interés que ha despertado el grupo de personas para las ciencias humanas, no se ha
alcanzado, aún, un cuerpo teórico articulado sobre esta área, y, lo que es aún peor, tampoco se ha llegado a
alcanzar un cuerpo de definiciones que sean unánimemente aceptadas por los diferentes investigadores. Todo
esto determina que al querer aproximarse al estudio de los grupos, el investigador debe empaparse de las
diferentes visiones que existen al respecto, para después adoptar una posición teórica que lo guíe en su
trabajo. Intentar comprender al grupo teniendo en cuenta todas las diferentes corrientes teóricas en forma
simultánea resulta en este momento imposible, ya que como se adelantó, ni siquiera se ha logrado consenso
al momento de definir cuál será el objeto de estudio, ni que hablar de la forma de investigarlo o de
explicarlo.
Este estado caótico en esta área de la ciencia social nos lleva a realizar una selección de diferentes
hipótesis y teorías que resulten útiles para los fines de este trabajo, pero con el riesgo de que quizá para
algunos esta elección resulte caprichosa.
Antes de pasar a definir qué se entenderá por grupo en este trabajo, debe aclararse, o al menos
delinearse, cuál es la postura teórica en sentido amplio que se sigue a lo largo de esta investigación. En
primer lugar, debe quedar en claro que en general los aportes tenidos en cuenta provienen de la corriente de
la psicología social estadounidense. Esto tiene varias implicancias, que no se desconocen, ya que en primer
lugar, la psicología social estadounidense ha hecho énfasis en los estudios experimentales, sobre grupos de
personas “ensamblados”, o no naturales. En segundo lugar, y desde una óptica marxista o de la psicología
social rusa, las investigaciones sobre pequeños grupos de la línea estadounidense tienen un carácter
ideológico, ya que en general no son críticas con respecto a la organización social imperante, lo cual no es de
extrañar, ya que ni siquiera esto – la igualdad o la desigualdad social determinada por la infraestructura
ideológica política o social – entra en sus planteos. A pesar de estas, si se quiere, falencias, la psicología
social y la sociología estadounidense muestran su fortaleza a la hora de aportar datos útiles que ayuden en la
explicación, predicción y modificación de los procesos grupales. Y es por esto último que se ha elegido esta
corriente como base teórica para este trabajo.
Hechas estas aclaraciones, a continuación se exploran algunas definiciones tradicionales y otras
más modernas de los grupos, para luego presentar una definición operativa de grupo que sirva a los fines de
este trabajo.
Algunas definiciones
Para Olmsted (1972), un grupo será definido como una pluralidad de individuos que se hallan en
contacto los unos con los otros, que tienen en cuenta la existencia de unos y otros, y que tienen conciencia de
cierto elemento común de importancia. Este autor también aboga por diferenciar la idea de grupo de la de
clase o agregado, ya que estas últimas hacen alusión a una clasificación de personas agrupadas por poseer
características comunes, aún cuando dichas personas no compartan un espacio físico ni tengan conciencia del
elemento en común que las une. Este tipo de agrupaciones son las que se realizan “en el papel”, a partir de
datos de encuestas o censos.
Para Maisonneuve (1969), deben considerarse cuatro criterios fundamentales a la hora de intentar
definir un grupo. En primer lugar, es importante tener en cuenta la relación del grupo con la organización
social, así, se hablará de grupos institucionales cuando estos dependen en forma directa de la organización
social, y de grupos espontáneos cuando estos surjan de una conjunción de proyectos particulares. Como
segundo criterio, Maisonneuve se refiere a las normas del grupo, ya que cuando éstas son preexistentes al
grupo se habla de grupo formal, mientras que en el caso del grupo en que las reglas surgen en forma
progresiva de las interacciones, se denomina grupo informal. En tercer lugar, son relevantes las metas
colectivas, ya que algunos grupos son un fin en sí mismos ya que lo que se busca es en esencia “estar
juntos”, mientras que otros sirven de medio para alcanzar ciertos fines. En el primer caso estamos en
presencia de un grupo de base, mientras que en el segundo caso se trata de un grupo de trabajo u orientado a
metas. Como cuarto y último criterio, se destaca el proyecto científico, lo cual se refiere al grado de
independencia del grupo con respecto al proyecto de investigación. Según este criterio pueden encontrarse
grupos naturales, independientes y preexistentes a cualquier estudio, o grupos de laboratorio, cuyos
integrantes se han reunido en el marco y con el objetivo de una experiencia experimental.
Según Homans (1977), como grupo se entiende cierta cantidad de personas que se comunican a
menudo entre sí, durante cierto tiempo, y que son lo suficientemente pocas para que cada una de ellas pueda
comunicarse con todas las demás, no en forma indirecta, sino cara a cara.
Retornando a Olmsted, otra distinción importante que se debe realizar con respecto a los grupos es
la de diferenciar los conceptos de grupo primario y grupo pequeño, ya que muchos autores se refieren a unos
y otros indistintamente. Para Olmsted, pequeño y primario no son términos equivalentes ni intercambiables,
ya que el primero es el término más general y no hace alusión al tipo de relaciones que se establecen entre
los miembros, mientras que el segundo puede compararse con la idea de grupo natural que citamos
anteriormente, en el cual existen relaciones previas, interviene el afecto, hay una historia compartida y una
comunión de objetivos. Así, puede decirse que prácticamente todos los grupos primarios son pequeños, pero
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la inversa no siempre se cumple, ya que por ejemplo, un grupo de laboratorio tiene un número reducido de
integrantes, por lo cual es pequeño, pero no constituye un grupo primario. Es común en la literatura citar
como ejemplo de grupo primario a la familia, las sectas, etc. Según el mismo autor, un grupo es pequeño
cuando el número de sus integrantes se encuentra entre dos y veinte personas.
Siguiendo las definiciones antes enunciadas, debe decirse que la clase de grupo que se utilizará en
esta investigación corresponde a la de grupo pequeño, pero no primario. Por otras características, nuestros
grupos serán formales - ya que de alguna manera se asignan los roles según criterios externos al grupo -, de
trabajo u orientado a metas – la resolución de cierto problema – y, obviamente, de laboratorio, ya que sus
integrantes serán elegidos siguiendo ciertas hipótesis.
Ahora bien, como se anticipó en la Introducción, resulta particularmente difícil encontrar acuerdos
unánimes dentro de las diferentes teorías de grupos, por lo cual son muchos los autores que cuestionarían la
idea de que una pareja constituida según criterios experimentales constituye un grupo. Sin embargo, y dado
que probablemente existe la misma cantidad de autores que defenderían una postura o la otra y que existe en
la actualidad una gran cantidad de conocimiento acumulado acerca de los procesos de todo tipo de grupos, se
ha considerado apropiado considerar dichas parejas como grupos.
Por otro lado, y a pesar de lo expresado en el párrafo precedente, sí debe reconocerse que derivar
generalizaciones para otros tipos de grupos a partir de los hallazgos que se obtengan de los procesos de
grupos de laboratorio, es siempre un ejercicio arriesgado. No obstante esto, probablemente resulte más
apropiado aproximarse a la investigación de los efectos que tienen las personalidades de los miembros de un
grupo sobre la performance grupal comenzando por el estudio de grupos reducidos y de laboratorio, para
luego ir incorporando mayor complejidad de manera tal de proceder de a pasos lentos pero seguros. Por otro
lado, dado que se ha pensado que los resultados de esta investigación pueden ser aplicados en ámbitos
laborales y académicos, debe reconocerse que en éstos es común la conformación de grupos o parejas de
trabajo en forma no natural, donde sus miembros no se conocen, o se conocen sólo superficialmente.
Particularidades de los grupos
En este apartado se exploran algunos de los fenómenos que clásicamente se observan en los
procesos de interacción grupal. Es importante destacar esta idea de "procesos de interacción”, ya que por el
hecho de participar en un determinado grupo, los individuos manifiestan conductas diferenciales, que quizá
en otros contextos no se evidencian. Esto quiere decir que la influencia grupal es un fenómeno de
determinación recíproca, donde cada individuo aporta algo al grupo, recibiendo, a su vez, la influencia de
éste sobre sus conductas e incluso pensamiento. Dadas estas particularidades, ya es común en psicología
afirmar que el todo no es igual a la suma de las partes, con lo que se quiere transmitir la idea de que cuando
nos encontramos en interacción interpersonal este sistema de relaciones adquiere características propias que
van más allá de las aportadas por cada individuo.
A continuación se repasarán algunos de los fenómenos habituales en los grupos. La lógica que se
ha seguido es la de enfatizar aquellos aspectos en los cuales el hecho de participar en un grupo afecta tanto la
conducta individual como los resultados esperables tanto del grupo como del individuo. Se comienza la
exposición refiriéndonos a los aspectos relacionados con la solución de problemas.
Solución de problemas
Mucho se ha investigado acerca del rendimiento grupal versus el individual. Según estos estudios, se puede
concluir que, en general, los grupos son más eficaces a la hora de solucionar problemas, sin embargo, esto
está condicionado por el tipo de problemas o tareas de que se trate. Siguiendo a Steiner, (citado en Insko,
Chester y Schopler, J.; 1980) la productividad del grupo está determinada por tres tipos de variables: las
exigencias de las tareas, los recursos y el proceso del grupo. Con respecto a la productividad, Steiner se
refiere al rendimiento potencial y al rendimiento efectivo. Siempre el rendimiento efectivo es inferior al
potencial debido a que la complejidad de las interacciones determina que existan pérdidas que afectan la
producción grupal.
Exigencias de las tareas y recursos del grupo
De acuerdo a las exigencias de las tareas, se pueden identificar cuatro grandes grupos de clases de
tareas.
En primer lugar, la situación más sencilla es aquella en que las respuestas de los miembros se
suman. En este caso, dado que el resultado está dado por la mera acumulación, sería esperable que el
rendimiento grupal fuera una función lineal en relación al tamaño, sin embargo, como se anticipó, también
en este caso el rendimiento potencial es inferior al realmente observado. No obstante esto, en general, los
incrementos en la cantidad de participantes determinan incrementos en el rendimiento grupal. Entran dentro
de esta clasificación tareas tales como las cinchadas, o los ejercicios donde se mide la cantidad de propuestas
efectuada por el grupo.
Dentro del segundo grupo de tareas se encuentran aquellas en las que basta con que un solo
individuo acierte o brinde la respuesta adecuada. También en este caso las posibilidades de hallar dentro del
grupo un sujeto con las habilidades requeridas aumentan junto con el tamaño del grupo, por lo cual es
esperable que suceda lo mismo con el rendimiento. Un ejemplo de esta clase de tareas es el caso en que se
debe alcanzar una solución por aproximaciones sucesivas.
En tercer lugar se cuentan aquellas tareas que requieren que todos los individuos den la respuesta
correcta. A raíz de esta reglamentación, puede afirmarse que el desempeño grupal estará determinada por el
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miembro menos competente. En estos casos, según Steiner, el rendimiento potencial de un grupo decrece a
medida que aumenta el número de sus integrantes, ya que en este caso se incrementa la posibilidad de
incorporar mayor cantidad de individuos incompetentes.
Por último, existen tareas que se pueden dividir en subpartes. Esta clase de tareas constituye en
muchos casos el uso más importante del trabajo grupal, ya que un grupo puede tener éxito en tareas respecto
a las cuales ningún miembro del grupo tiene todas las habilidades requeridas. Para este tipo de tareas, la
productividad potencial del grupo se incrementa con la adición de mayor cantidad de integrantes.
Proceso grupal
El proceso grupal hace referencia a las interacciones que se presentan dentro del mismo. Estas
interacciones se ven afectadas tanto en calidad como en cantidad por otras variables tal como la estructura de
relaciones, la comunicación, la distribución del poder dentro del grupo o la estructura de status.
En los grupos es común observar que ciertos individuos son valorados, con respecto a los otros
miembros, por encima, a igual nivel o por debajo. Estas posiciones relativas de unos miembros con respecto
a los otros se denominan status. El concepto de status hace alusión a la evaluación que los miembros hacen
de ciertos atributos que el grupo valora. Los atributos que inciden en el status varían de grupo en grupo,
aunque existen algunos que son más generales en nuestra cultura, tal como el grado de educación y el nivel
económico, entre otros. Este proceso de asignación de status puede darse en forma explícita, ya sea por
votación o impuesto por un poder externo al grupo, o de manera implícita por sucesivas negociaciones. La
función que presumiblemente cumple dentro del grupo el acuerdo sobre el nivel de status de sus miembros es
la de evitar o minimizar los conflictos de intereses, ya que los individuos de status elevado ejercen mayor
influencia que los demás y los conflictos tienden a resolverse a su favor. El status también puede influir en el
rendimiento grupal de acuerdo al grado de compatibilidad que exista entre los atributos valorados y aquellos
que efectivamente requiere la tarea a resolver.
Relacionado con el status se encuentra el liderazgo dentro del grupo. A pesar de no existir una
definición unívoca de qué es el liderazgo, en general se considera que tiene que ver con la capacidad de
ejercer mayor influencia dentro del grupo. No debe confundirse el liderazgo con la jefatura, ya que en el
primero el potencial de influencia es concedido espontáneamente o es legitimado por los miembros, mientras
que en la segunda dicho potencial está impuesto por un poder externo al grupo. Han existido numerosas
líneas de investigación sobre el fenómeno del liderazgo, en un principio se pensaba que eran sólo las
características personales del líder las que determinaban su influencia, luego se enfatizaron las habilidades
para, posteriormente, centrarse en los determinantes situacionales. En la actualidad se ha popularizado un
enfoque interaccional, en el cual se afirma que surgirá como líder aquella persona cuyas características
personales concuerdan con las teorías de liderazgo implícitas de los miembros del grupo. Según diferentes
teóricos, existen dos aspectos en las conductas de liderazgo que determinan el éxito o no del líder. El primer
aspecto son las conductas orientadas hacia la tarea, mientras que en el segundo lo son hacia las relaciones.
Un liderazgo efectivo debe incluir un balance justo de ambas orientaciones.
Las relaciones que se presentan dentro de un grupo se dan por medio de las redes de comunicación.
Por éstas circulan mensajes de diferentes tipos, pero predomina la información verbal. Cada grupo adopta,
por mecanismos implícitos, una configuración particular para su red de comunicación, lo cual tiene
importantes implicancias en las interacciones grupales. Las redes de comunicación se han dividido en dos
grandes grupos: las centralizadas y las descentralizadas. Según investigaciones, las redes centralizadas son
más eficientes cuando se trata de tareas sencillas y las descentralizadas lo son con tareas complejas. La
satisfacción de los miembros aumenta en las redes descentralizadas (Insko, Ch. y Schopler, J.; 1980).
Otro aspecto relacionado con las relaciones que se establecen dentro del grupo es el de la
compatibilidad de los miembros. La idea de compatibilidad es realmente compleja y no existen acuerdos
claros acerca de su significado. Algunos autores entienden por compatibilidad la homogeneidad grupal, o
sea, que las actitudes, nacionalidad, habilidades, etc. sean iguales o similares entre los miembros. Otros
investigadores prefieren hablar más bien de complementariedad o reciprocidad, refiriéndose con estos
términos al ajuste entre los perfiles de personalidad de los miembros del grupo. Es particularmente
interesante que para ser complementarios, dos sujetos deben mostrar ser radicalmente opuestos en algunas
dimensiones de personalidad. Para los seguidores de las teorías interpersonales – Leary, Gurtman, etc. - , la
reciprocidad se manifiesta en lo que denominan el eje del poder (ver el apartado de teorías de la
personalidad) que es un continuo que va de la dominancia o control a la sumisión o sometimiento. De esta
forma, dos personas serán complementarias cuando una de ellas de encuentre en un polo de esta dimensión y
la otra se halle en el polo opuesto. Se ha demostrado repetidamente (Dryer, D. Christopher & Horowitz,
Leonard M.; 1997 y Taylor, Dalmas; 1971) que aquellas parejas configuradas en forma complementaria en la
dimensión control-sometimiento tienden a desempeñarse en forma más efectiva, mostrando sus miembros
una mayor satisfacción.
La importancia de las diferentes disposiciones personales con respecto al poder en las relaciones ha
sido enfatizada por los teóricos de la comunicación en la corriente sistémica (Watzlawick, P.; Bavelas, J.;
Jackson, D.; 1993). Según estos autores, las interacciones humanas pueden caracterizarse según exista
complementariedad o simetría. Puede describírselas como relaciones basadas en la diferencia o en la
igualdad, respectivamente. En el primer caso la conducta de uno de los participantes complementa la del
otro, mientras que en el segundo caso, los sujetos tienden a igualarse en sus conductas. En una relación
complementaria hay dos posiciones distintas, uno de los participantes ocupa una posición superior o primaria
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y el otro se ubica en una posición inferior o secundaria. Esta forma de relacionarse puede estar determinada
por normas culturales, tal como la relación padres-hijos o bien ser el estilo idiosincrásico de interaccionar de
una diada particular. Sin embargo, “ninguno de los participantes impone al otro una relación
complementaria, sino que cada uno de ellos se comporta de una manera que presupone la conducta del otro,
al tiempo que ofrece motivos para ella: sus definiciones de la relación encajan.” (Watzlawick, P.; Bavelas, J.;
Jackson, D.; 1993)
Hemos repasado algunas de las variables que afectan el rendimiento de los grupos a la hora de
solucionar problemas, sin embargo, se han investigado otros efectos de los grupos, tal como lo que ocurre a
la hora de alcanzar decisiones grupales, lo cual se expone a continuación.
Método
Muestra
La muestra estuvo constituida por estudiantes de primer año del nivel terciario de la carrera de
Recursos Humanos del Instituto Dr. Nicolás Avellaneda de la provincia de Mendoza. La muestra inicial fue
de 20 personas, de las cuales se seleccionaron 16 (n=16) de acuerdo a la hipótesis de trabajo.
De las 16 personas, 9 (56%) eran mujeres y 7 (44%) eran hombres.
Las parejas se conformaron a, partir de la hipótesis, según se indica en la siguiente tabla.
Procedimientos
En una primera instancia se procedió a aplicar el Test de los Estilos Personales de Millon (MIPS) a
la muestra inicial (n=20). Una vez evaluados los perfiles de los sujetos, se formaron parejas a partir del
índice de incompatibilidad obtenido de las escalas de sumisión y control, dentro del grupo de las Conductas
Interpersonales, de cada sujeto, según la siguiente fórmula: Ip=[C1-S2]+[C2-S1]. Ip es la medida de
incompatibilidad de personalidad, cuyo rango oscila entre 0 y 200. Siendo Ip=0 el caso de mayor
compatibilidad interpersonal, donde una persona que posee el máximo puntaje en control (C1=100) y el
mínimo en sometimiento (S1=0) forma pareja con otra persona que presenta el mínimo puntaje en control
(C2=0) y el máximo en sometimiento (S2=100).
De esta manera, se obtuvo una tabla de doble entrada, a partir de la cual se formaron las parejas
intentando realizar un muestreo en donde se cubriera todo el rango de Ip (0-200). La conformación definitiva
de las parejas y sus índices de incompatibilidad se indica en la siguiente tabla:
Una vez conformadas las parejas, a cada una de ellas se le presentó el desafío de resolver el juego
de las torres de Hanoi, en el cual existen tres postes y cinco anillos, siendo la finalidad de la misma lograr
con la menor cantidad de “movimientos” posibles trasladar los anillos hacia el poste opuesto, utilizando el
del medio como intermediario. Todo esto con dos restricciones: no se puede apoyar un anillo de mayor
tamaño sobre uno más pequeño y sólo puede haber un anillo fuera del tablero por vez.
La consigna que se le dio a cada pareja fue la siguiente: “Se está investigando qué tan rápida y
efectivamente se pueden resolver las Torres de Hanoi, realizando la menor cantidad posible de movimientos.
Cada uno de los integrantes de la pareja tendrá un rol específico, ya que sólo uno podrá realizar los
movimientos (A), mientras que el otro (B) es quien tiene la última palabra acerca de la movida. De esta
manera, después de que conversen cuál va a ser la movida, ésta sólo se realizará cuando el participante B
31
Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
exprese en voz alta cuál de los anillos mover y hacia donde, y a su vez el participante A acuerde con esto y
decida hacer el movimiento. Se va a medir tanto el tiempo como la cantidad de movimientos que realicen”.
Esta asignación de roles se realizó a fin de que fuera obligatorio que los sujetos negociaran cada
movimiento, poniendo en juego los aspectos interpersonales además de los cognitivos.
Una vez explicada la tarea se les indicaba que empezaran. Se midieron como variables
dependientes, y como medida de la efectividad o productividad grupal, el tiempo total y la cantidad de
movimientos realizados para resolver el problema.
Formulación de hipótesis
Para el análisis de los datos mediante la técnica estadística de diferencia entre medias, se ha
dividido la muestra total de parejas en dos submuestras: las compatibles y las incompatibles. Las primeras
son aquellas con un índice Ip de entre 0 y 100 y las segundas con un Ip mayor de 100.
Dado que lo que se busca es verificar que existen diferencias de productividad entre las parejas
compatibles y las incompatibles, se han seleccionado tres variables dependientes como criterios de
productividad: la cantidad de movimientos realizados para solucionar el problema, el tiempo total empleado
y el promedio de movimientos por minuto. Es por eso que se han elaborado tres hipótesis alternativas que se
enuncian a continuación.
Hipótesis 1
Dado que la cantidad total de movimientos empleados para la resolución de las Torres de Hanoi
estaría relacionada con un mejor o peor desempeño de la pareja en tanto que al realizar movimientos no
pensados o mal negociados llevaría a un número innecesario de movidas. Es por ello que se formula como
hipótesis alternativa 1 que: “las parejas compatibles realizarán una menor cantidad de movimientos que las
parejas incompatibles”.
Hipótesis 2
Una segunda variable relacionada con la productividad de las parejas es el tiempo total que
necesiten para solucionar la tarea, esto es así debido a que se espera que las parejas incompatibles pasarán
mayor cantidad de tiempo negociando cada movimiento. La hipótesis alternativa 2 es que: “las parejas
compatibles necesitarán una menor cantidad de tiempo que las parejas incompatibles”.
Hipótesis 3
Por último, se ha realizado una combinación de las dos variables anteriores, dando como resultado
una medición de la cantidad promedio de movimientos realizada por cada pareja. Se espera que las parejas
compatibles realicen una mayor cantidad de movimientos por minuto debido a que los procesos grupales
funcionarían más fluidamente. La hipótesis alternativa 3 es que: “las parejas compatibles realizarán una
mayor cantidad de movimientos por minuto que las parejas incompatibles.”
Resultados
Aspectos descriptivos
Los datos del tiempo demorado y de la cantidad de movimientos realizados por cada pareja se
muestran en la siguiente tabla. Se ha incluido, también, en esta tabla la cantidad de movimientos realizados
por minuto durante la prueba ya que probablemente sea ésta la variable que mejor discrimina entre los
grupos de alta productividad y los de baja productividad.
En los siguientes gráficos se muestra cada una de las variables dependientes en relación a la
variable dependiente, el índice de incompatibilidad.
GRAFICO 1
32
Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
Tiempo
2000
Se 1500 1616
gu
nd 1000 1057 12011306
os 840 734
500 523
371
0
0 50 100 150 200
Incompatibilidad
GRAFICO 2
20
1778
Mov/15
Min.
10 1084
808 899409
728 679 678
5
0
0 50 100 150 200
Incompatibilidad
GRAFICO 3
Como se podrá apreciar en los gráficos previos, sólo en el caso de los movimientos por minuto se
puede apreciar una relación clara entre esta variable y la variable independiente (índice de incompatibilidad).
En el caso de las otras dos variables (movimientos y tiempo), si bien es observable cierta relación, las
puntuaciones extremas obtenidas por algunas parejas distorsionan las conclusiones.
Verificación de hipótesis
Se ha tomado como nivel de error aceptable (α) una medida de 0,05.
Dado que se está trabajando con muestras independientes y de reducido tamaño, el estadígrafo a
utilizarse es la t de Student.
Los resultados obtenidos a la hora de verificar las tres hipótesis propuestas se muestran en la
siguiente tabla:
Hipótesis 1 Hipótesis 2 Hipótesis 3
Movimientos Tiempo Movimientos/
(segundos) Minuto
Compatibles 124.50 697.75 11.00
A partir de lo obtenido en la tabla previa, puede concluirse que la variable independiente (índice de
compatibilidad) muestra relación en la dirección prevista con las tres variables dependientes seleccionadas,
sin embargo, esta relación sólo es significativa a un nivel α de 0,05 en la hipótesis número 2 (cantidad de
tiempo).
33
Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
resolver la tarea de las Torres de Hanoi que aquellas parejas con un índice de incompatibilidad alto (más
incompatibles).
Sin embargo, debe destacarse el hecho de que si bien la hipótesis 1 y 3 no han alcanzado el nivel de
significación necesario, sí se ha observado cierta relación, y en la dirección anticipada, entre la variable en
cuestión (movimientos o movimientos por minuto) y la compatibilidad de las parejas.
Así, se ha demostrado que el grado de compatibilidad personal (en los rasgos de control-sumisión)
afecta el desempeño de las parejas a la hora de resolver problemas que requieran de un trabajo coordinado y
conjunto. Esto se había previsto a partir de las ideas vertidas en el apartado dedicado a los procesos grupales,
donde se vio que los grupos donde existe afinidad de intereses y de perfiles de personalidad actúan de forma
más coordinada y obteniendo mayor satisfacción de las tareas.
A la hora de obtener conclusiones de todo esto, debe tenerse en cuenta lo reducido que resultaron
las muestras, lo cual lleva a castigar mucho las hipótesis alternativas. (Glass & Stanley, 1986).
Seguramente para obtener resultados que puedan resultar generalizables a la población sería
necesario encarar una investigación que si bien siga los lineamientos de la presente, logre recabar una
muestra más numerosa y diversa en cuanto a las características de los participantes. Sin embargo, esto no fue
posible para esta tesis debido al alto requerimiento de medios que implicaría esto, y la dificultad para
conseguir el apoyo de las instituciones educativas con lo que esto implica: falta de un lugar físico de trabajo
adecuado y constante, dificultad de acceso a los alumnos, etc. Es por todo esto que una vez más se agradece
la colaboración del Instituto Avellaneda en este trabajo.
Otro aspecto a destacar es la heterogeneidad de composición de las parejas. Este hecho no es
fortuito, ya que como se esperaba obtener resultados que pudieran ser aplicables y útiles a las instituciones,
no se realizaron procedimientos artificiales de nivelación de las muestras, trabajando con las personas
disponibles, y utilizando como único criterio de selección el índice de compatibilidad. Seguramente esto ha
influido en los resultados de la presente investigación, ya que es de esperar que hayan actuado, además de la
variable independiente, otras variables no especificadas (sexo, inteligencia, habilidades motoras, etc.) No
obstante esto, si se conformaba la muestra de una forma totalmente artificial, las conclusiones así obtenidas
no hubieran resultado de mayor interés.
Conclusiones
Los resultados obtenidos en el presente trabajo apoyan la idea de que efectivamente las variables de
personalidad afectan el desempeño de las personas cuando deben trabajar en forma grupal. Como se anticipó
en el marco teórico, sobre todo donde se refería a las teorías interpersonales y la teoría sistémica, el grado de
complementariedad o compatibilidad existente entre las dimensiones de sumisión y control de los miembros
de una pareja influye en la productividad y en la satisfacción que estos obtienen en sus actividades grupales.
A todos los resultados expuestos debe adosarse la evaluación cualitativa del proceso. Pudo
observarse, en concordancia con las hipótesis, que aquellas parejas incompatibles perdían más tiempo en
discusiones triviales y en establecer reglas de interacción, mientras que las parejas compatibles se
caracterizaron por mostrar un tono más amistoso y por abordar la tarea en forma más directa y fluida.
Otro hallazgo importante derivado de este trabajo tiene que ver con la posibilidad de utilizar el
MIPS como instrumento para predecir el desempeño de parejas de trabajo, o para manipular su formación de
tal forma de lograr una mayor o menor productividad.
Seguramente han quedado muchos aspectos adicionales por explorar, pero que obligadamente
hubieran requerido una amplia serie de estudios separados para poder aislar las influencias de las
diferentes variables, tal como las otras dimensiones de personalidad, las relaciones entre la inteligencia y
ciertas dimensiones de personalidad, las diferencias de desempeño según el sexo de los miembros, etc. A
partir de dichos estudios podría derivarse una ecuación de regresión que lograra maximizar la predicción
del desempeño a partir de estas variables.
No obstante lo anterior, debe apreciarse el hecho de que se hubiera verificado la hipótesis de que
las parejas compatibles requieren menor cantidad de tiempo para resolver el problema de las Torres de Hanoi
con un buen grado de confiabilidad, a pesar del bajo control de variables que, como se dijo anteriormente,
expresamente se realizó. Se estima que esto habla aún más de la validez de la hipótesis propuesta.
Bibliografía
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University.
− Acton, G. (1998b) The interpersonal principle of complementarity: a meta-analysis. Documento
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Graw-Hill.
− Benfari, R. (1995) Cómo cambiar su estilo de gestión. Buenos Aires: Ed. Paidós Empresa.
− Boeree, G.(1998a) Albert Bandura. USA: Documento en Internet
34
Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
35
Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
Resumen:
A partir de la necesidad de replantear los tradicionales programas de intervención para la capacitación del
productor rural e introducir nuevas estrategias educativas que contribuyan a mejorar la situación laboral y
comercial de las pequeñas organizaciones productivas; en el presente artículo se realiza un análisis de los
principales rasgos que presenta la capacitación de dicho productor en los diferentes enfoques teórico
epistemológicos que explican el desarrollo rural y de las potencialidades que adquiere la función asesora en
dicho marco. Desde allí se avanza en la construcción de una propuesta de trabajo educativo para enriquecer y
trasformar las acciones pedagógicas en el mencionado sector .
Abstract:
PEDAGOGICAL WORKPLACE CONSULTING & ADVICE AS AGRICULTURAL PRODUCER RECRUITMENT
STRATEGY
Starting from the need to put forward anew the traditional programmes of the recruitment intervention carried
out by agricultural producers, and to introduce new educational strategies that would be able to contribute to
the improvement of the workplace and commercial circumstances experienced by small-scale producer
organisations, this article provides an analysis of the principal traits presented by the recruitment undertaken
by agricultural producers, from the perspective of the different theoretical epistemological approaches
explaining rural development, and of the potential acquired by consultancy within this framework. Leading
from this, the article sets out a proposal for educational work aimed at enriching and transforming
pedagogical activity in the sector under discussion.
----------------
Introducción:
Las nuevas exigencias laborales que deben enfrentar los pequeños productores rurales para
permanecer y desarrollarse en la nueva y cambiante dinámica de las relaciones económicas, productivas y
comerciales, nos llevan a reflexionar sobre las posibilidades y potencialidades del asesoramiento pedagógico
en ese contexto.
En medio de una transformación asentada fundamentalmente en la flexibilidad y la introducción de
innovaciones tecnológicas, en la cual las organizaciones se rigen según las leyes del mercado y los principios
de la competitividad, los pequeños emprendedores necesitan apropiarse de conocimientos que les permitan
desenvolverse en el nuevo escenario económico, laboral y comercial.
Sin embargo, los programas de capacitación diseñados para los pequeños productores rurales 32 se
realizan a través de una estrategia de intervención centrada en la asistencia técnica. Así, especialistas del
sector agropecuario, orientados por la necesidad de elevar los niveles de producción y productividad de las
pequeñas explotaciones, mediante un proceso de transferencia tecnológica reducido fundamentalmente a
aspectos de carácter técnico productivo, promueven la introducción de innovaciones tecnológicas. Con la
intención de incorporar a este grupo de trabajadores en un proceso general de modernización y desarrollo.
Dicha modalidad de capacitación generalmente ha derivado en la elaboración de planes y
programas de carácter normativo para los productores, quienes ante las orientaciones del técnico se ven
impulsados a modificar sus prácticas laborales y a adoptar formas productivas que por lo general se
encuentran muy alejadas de sus realidades particulares; sin lograr mayores resultados en las mejoras de sus
situaciones de vida.
Estas estrategias de corte asistencialista vinculadas prácticamente a todos los programas
tradicionales de desarrollo rural (Vio, F. 1982) se han corporizado y fortalecido a través de los llamados
programas de Extensión agropecuaria que pretenden elevar los niveles de vida en la población a partir de la
eliminación de prácticas tradicionales de los trabajadores, prácticas que definen como constitutivas de una
sociedad conservadora y paralizada (Jordán F., 1990).
Dicha forma de plantear la capacitación indudablemente se encuentra imbuida de una serie de
valores y concepciones que reflejan la visión que se tiene de la educación y el desarrollo en su conjunto. Y
aunque resulta difícil pensar que nuevas estrategias de capacitación podrían por si solas resolver conflictos
que no han sido solucionados a nivel político, creemos que para introducir mejoras en las condiciones
laborales y de vida en general de los pequeños productores, es fundamental replantear la dimensión
*
Universidad Nacional de San Luis - Argentina
32
Trabajadores del sector agropecuario que bajo cualquier forma de tenencia de la tierra producen para el autoabastecimiento y en
pequeña escala para el mercado. Se caracterizan por emplear mano de obra familiar y/o asalariada; trabajar en condiciones de
precariedad en lo que a recursos como tierra, tecnología y crédito respecta; presentar una inserción dependiente en los mercados de
trabajo y una débil vinculación con procesos de capacitación, participación, organización, etc.
36
Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
educativa. Adhiriendo a la expresión de Fainholc, B. (1991), creemos que desarrollo también significa
“proceso continuo de toma de decisiones para crecer y desarrollarse, proceso que tiene lugar primeramente
en las mentes y en los corazones de los hombres”.
De allí que, con la intención de realizar búsquedas y formular aportes que contribuyan a enriquecer
y transformar las acciones de capacitación en dicho contexto, seguidamente analizaremos las características
de la capacitación del productor rural, a través de los diferentes enfoques teóricos espistemológicos que
explican la actividad pedagógica en general y del técnico agropecuario en particular, y avanzaremos en la
construcción de una propuesta de capacitación alternativa, para este ámbito educativo, centrada en el
asesoramiento pedagógico laboral.
33
Definida por el Instituto Nacional de Empleo de España (INEM) (1984) como aquella formación dirigida a todos los que quieran
incorporarse al mundo laboral, o que encontrándose en el , pretenden reconvertirse o alcanzar mayor especialización profesional.
37
Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
De allí que, tal como señalamos anteriormente, mas allá de las intenciones estos programas no
significan un nuevo enfoque en la actividad asesora , ya que la tarea del asesor queda reducida a la mera
transmisión de conocimientos y no admite mayores posibilidades de acción. Los productores continúan en
una relación de dependencia, aportando información en estudios diagnósticos que buscan conocer sus
características y necesidades, pero recibiendo finalmente paquetes tecnológicos adaptados a sus realidades
desde la lógica del asesor experto. La solución a los problemas sigue siendo una respuesta que emerge desde
la perspectiva del técnico y no del productor, que continua trabajando a partir del control y la imposición
externa.
El enfoque sociocrítico:
De lo expuesto hasta aquí, se deriva claramente que pensar a la capacitación como una forma de
asesoría que contribuya al desarrollo de un proceso de crecimiento para los productores, implica replantear
no solo las metodologías sino los principios y contenidos que orientan la capacitación de los productores.
En este sentido, es en la propuesta de la teoría social crítica donde encontramos elementos que
posibilitan pensar en un proceso de capacitación factible de enriquecerse a través del amplio campo de
acción que se abre, si se visualiza la misma como una actividad de asesoramiento.
Para ello en primer lugar necesitamos comenzar a desechar expresiones fuertemente difundidas y
arraigadas en el sector, como la de asistencia técnica, ó transferencia de tecnología y en su lugar adoptar
otras que contribuyan a visualizar la tarea del especialista en asuntos agropecuarios como netamente
educativa, tales conceptos podrían ser capacitación tecnológica, educación para el trabajo, etc. Ya que la
labor educativa aquí se entiende como el resultado de un proceso que parte del análisis de experiencias y
conocimientos que poseen los productores sobre su realidad y no desde una transmisión impuesta de saberes.
Es decir, desde el enfoque sociocrítico, se considera que el productor rural a partir de su trabajo
cotidiano generalmente desarrolla un modo particular de intervención, una lógica social y económica que le
dan identidad y lo proyectan productivamente . Dicha lógica o modo de hacer, encierra un conjunto de
conocimientos, actitudes , valores, etc. que constituyen un saber experiencial, complejo conjunto de
elementos al que Pinto Contreras (1990) denomina saber hacer campesino.
De allí que pensar en una estrategia de asesoramiento que enriquezca a los mismos, implica además
dejar de considerar al conocimiento tecnológico como un saber acabado que se le imprime al trabajador para
que lo utilice alternativamente a su trabajo rutinario y conservador, y comenzar a verlo como un saber que
necesita ser reconstruido junto con el trabajador, para que sea pertinente a sus necesidades, para que el
mismo lo legitime como un conocimiento socialmente significativo. De modo que el conocimiento y la
tecnología34 productiva se conviertan en instrumentos que el especialista pone al servicio del desarrollo
integral de grupos particulares de productores.
Es en el seno de estas complejas interrelaciones y a la luz de los principios desarrollados por este
enfoque, donde nos atrevemos a pensar en una estrategia de asesoría integral, que sustituya la tradicional
forma de capacitación y supere la mera preocupación por la relación productor capacitador.
Hacia una propuesta alternativa:
Teniendo en cuenta las consideraciones realizadas anteriormente la actividad capacitadora o de
asesoramiento podría pensarse entonces como una relación de intercambio horizontal, discusión y reflexión
entre asesores y asesorados ; relación que facilitaría la autocomprensión de las prácticas que ambos realizan
y plantearía comprensiones alternativas a partir del conocimiento teórico del asesor. Adoptando diferentes
modalidades según sean los destinatarios de tal actividad.
De modo que hablamos de tres tipos o instancias de asesoramiento:
a) Asesoramiento a trabajadores
b) Asesoramiento a organizaciones
c) Asesoramiento a especialistas del sector agropecuario que desarrollan actividades de
capacitación .
En la primera modalidad señalada, partimos de situar al técnico o capacitador mismo como un
asesor, en tanto que proporciona asesoramiento personal a productores adultos que desarrollan una práctica
laboral específica constituida a partir de un saber hacer adquirido fundamentalmente desde la experiencia ,
práctica que espera ser revisada y enriquecida mediante la reflexión y los aportes del técnico.
El capacitador asesor será entonces quien estimule y facilite la modificación de la tradición
productiva del trabajador, mediante el desarrollo de procesos que le permitan a éste articular científicamente
el pensamiento innovador que se le aporta, con su saber hacer. Así el asesor dando participación a los
productores en la elaboración de respuestas adecuadas a su realidad, procurará que estos abandonando la
seguridad propia del dominio experiencial y la rutina productiva, se abran a la construcción de un saber
tecnológico campesino sintetizando la experiencia productiva con los conocimientos técnicos científicos.
34
Tecnología: formas en que se combinan los diferentes elementos que contribuyen a la producción: los factores de producción,
insumos que se emplean y las prácticas culturales que se llevan a cabo. (Ferrucci 1990). Esta tecnología se materializa en las
instalaciones existentes, en los procedimientos concretos de producción, en diferentes formas de organización, de gestión
empresarial y de división del trabajo.
38
Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
Conclusiones:
Ante todo lo expuesto podemos concluir que pensar en alternativas de asesoramiento para los
técnicos y productores que se desempeñan en el sector rural, significa plantear un gran reto a los programas
que defienden y plantean la capacitación como una instancia fundamental en el desarrollo de los
trabajadores. Tanto desde el ámbito pedagógico curricular, con la facilitación de procesos de enseñanza
aprendizaje significativos, como desde el ámbito organizacional, con la consolidación de sus actividades
empresariales, la labor del asesor cobra fundamental importancia en este contexto, ya que acerca el inicio de
un largo proceso de desarrollo tecnológico social a partir de la mejora de la unidad familiar.
Indudablemente este nuevo enfoque no representa una tarea sencilla, ya que implica trabajar en un
contexto donde coexisten enfoques teóricos metodológicos diferentes y hasta contradictorios, lo cual entre
otras cosas representará al asesor un esfuerzo adicional para mantener relativa autonomía respecto a la
política imperante y para adaptar su propuesta a las demandas y expectativas que de los destinatarios. Ya que
las vivencias y consecuentes expectativas y actitudes desarrolladas por este grupo hacia la capacitación,
puede operar como un obstáculo para la nueva metodología de trabajo.
BIBLIOGRAFIA:
−
− BOCCO, A. Y REPETTO, G.: Una mirada teórica en torno al estado, la economía y la
democracia. Documento de cátedra. Carrera de pos. grado. Facultad Pío XII. l997.
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Estero. 1993.
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asesor. La Muralla. 1997.
− ESPINOZA VERGARA, Mario: Evaluación de proyectos sociales. Ed. Humanitas. Bs.As. l986.
− FAINHOLC,Beatriz: Educación rural temas claves. Ed. Aique. Bs. As. l991.
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Editores. Uruguay. l987.
− HIRCHMAN: Albert: De la Economía a la política y más allá . Fondo de Cultura Económica.
México.1982.
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Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
Abstract
We have adopted a research with an ethnographical approach to build again the institutional
dynamics of different organisations, which are now serving to the elderly people.We try, on this
way, to identify the idiosyncratic parts of the situation and its mean in the system users. We
pretend to show that each organisation, from the each specific service, is defined according to
the limited old age image, which is the priority in the mind that support it.
The dates obtained, they cannot be widely used, and give clearness about the kind of services is
given to the elderly people. And on this way they let us to think about the institutional practices
we have, comparing them with the others we want, from an ecological and real old age point of
view.
---------------------------
*
Doctor en Ciencias de la Educación. Prof. Titular UNCA. Domicilio: Ituzaingo 731 3 C. Córdoba.
**
Becaria de Formación de Postgrado del CONICET. Prof. Aux. en la UNRC. Domicilio: Rivadavia 354. 7º E. Río
Cuarto.
41
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Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
constitución de su mundo interno (Cfr. Schvarstein,1997). Esto significa que las instituciones
atraviesan las organizaciones y éstas a los grupos en una doble mediación. Por lo tanto, el
imaginario se conforma tanto de la dinámica grupal como de la instancia organizacional que lo
contiene.
En el contexto de nuestro estudio, la Vejez es una de las instituciones que definen las
dinámicas de estas organizaciones al servicio de personas mayores. Esta cultura institucional
entonces, dentro del ámbito de las organizaciones de los mayores, se manifiesta en componentes
tales como la función social de la institución, la concepción de desarrollo humano, la
concepción de adulto mayor y de nuestro interés en particular, la concepción de la dimensión
cognitiva en la Vejez.
El atravesamiento de múltiples instituciones en las organizaciones genera una
dimensión vertical que impone límites y condiciona la capacidad de la organización de darse sus
propias normas. De este modo, las organizaciones existentes para atender a las personas
mayores no pueden prescindir de los valores y reglamentaciones vigentes en relación con la
Tercera Edad en una comunidad y tiempo determinado. Hay atravesamientos ideológicos que
determinarán las formas de intercambio dentro de la organización (ya sea ésta una residencia
geriátrica, un hospital de día, un centro de jubilados, un programa educativo para mayores, etc.)
puesto que “socialmente” hay una representación del lugar del viejo en la sociedad, de su rol y
posibilidades, de los tipos de instituciones a su servicio, etc. No obstante, las singularidades y
valores propios de la organización establecen un orden horizontal por su capacidad instituyente
y sus posibilidades de modificarlos.
Se pone de manifiesto de este modo, el atravesamiento que impone el marco cultural y
las expectativas y demandas generadas a los mayores desde el imaginario social. Esta situación
es retroalimentada permanentemente en el interjuego entre imaginario social - imaginario
organizacional y representaciones del propio viejo.
Schvarstein (1997) diferencia la “organización-sujeto” en oposición a aquellas
“organizaciones-objeto” cuyo orden está determinado externamente por los atravesamientos
institucionales (dimensión vertical de la organización). En este último, el grupo se asemejaría a
una serie siendo básicamente reproductor del orden instituído. El apego a la normativa, la
disociación de lo afectivo y las actitudes personales de retracción encuentran su opuesto en un
compromiso personal con la tarea y con los demás miembros, una preocupación reflexiva en
cuanto a sus procesos internos y a su relación con el resto del grupo. En definitiva, estos polos
considerados categorías analíticas, hacen referencia a la materialización de lo instituído vs. la
capacidad instituyente del grupo.
Así, las normas tácitas que conforman el marco de referencia grupal, el imaginario
institucional, la normativa de la organización y en definitiva, la cultura institucional condicionan
las percepciones, las actitudes, las fuentes de valoración, etc. de los integrantes o usuarios de la
organización. Podemos decir entonces que hay una “identidad contextual” que el sujeto toma de
la organización para atribuir un sentido preestablecido a sus prácticas.
Entonces, si las representaciones constituyen la lectura que cada uno hace de su
realidad en función de la interacción con otros (constructivismo social) y de acuerdo a eso se
actúa, la puesta en escena que hace la organización del orden simbólico mediante la modalidad
de atención, nos ayuda a develar la cultura institucional y su funcionamiento.
Nuestra investigación.
Las situaciones de la cotidianeidad revelan muchas de las representaciones con las
cuales la organización funciona, por lo que se hace necesario una inmersión de tipo intensivo en
la organización. Se procura de este modo, identificar los elementos idiosincráticos de la
situación a fin de aproximarnos a una interpretación integral de la realidad organizacional y sus
significaciones en los usuarios del sistema.
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Centro de Jubilados
“...Es toda gente que necesita ayuda económica, todos vienen por eso... la mayoría, y
por ayuda carencial...de médicos, órdenes, rentas...” Celia, 78 años, una de las responsables de
la gestión del C.J.C.
“...lo importante es comer acá y en la casa nada, así lo ahorra para la noche, todos los
días se puede comer... no queda otro remedio, hay que venir!, la jubilación no alcanza” Alvaro,
C.J.C.
“...yo estoy aquí por orden de la doctora, porque sola no comía... ” Francisca, C.J.C.
Estas organizaciones al servicio de mayores son de caracter abierto, se caracterizan
por el contacto fluído y libre que generan con el entorno y por la voluntariedad con que los
mayores ingresan, permanecen o salen de la organización.
La oferta institucional se centra fundamentalmente en el ofrecimiento de servicios
tales como la atención médica, la obra social, la asistencia alimentaria mediante viandas y
comedor y la organización de cenas, bailes y viajes. Esto parece indicar que las presunciones
básicas de esta organización se refieren en cierto modo, a la idea de “viejo carente” tanto desde
un punto de vista bilogista como social35. En el discurso explícito de los usuarios se constata la
tendencia asistencial de los servicios: satisfacer las necesidades básicas parece ser la motivación
o el móvil principal que los hace recurrir al centro.
La delimitación de la oferta institucional pone de manifiesto prejuicios sobre la vida
de los mayores tales como la monotonía de sus actividades cotidianas, la pérdida de intereses y
de vínculos, la presencia de enfermedades y la necesidad permanente de medicamentos. Por lo
que la organización, desde su paternalismo, pretende “cubrir” las necesidades asignadas a sus
usuarios. En tal sentido, podemos pensar que tiende a considerarse a la persona mayor no ya
como sujeto con sus particularidades y necesidades específicas, sino como objeto de la atención.
En el funcionamiento de las organizaciones predomina un marcado apego a la
normativa por lo que podemos presumir la importancia asignada a lo instituído dentro de ellas.
Quizás la capacidad de instituir del viejo no esté favorecida en este contexto institucional por el
mismo carácter autorreproductor del orden simbólico: si es considerado un actor pasivo en la
relación de prestación de servicios, probablemente no tenga demasiadas posibilidades de
modificar u opinar sobre la modalidad ni la oferta de la organización. Al respecto, en las
observaciones realizadas en las salas de espera los usuarios plantean alternativas que luego no
han sido receptadas de ningún modo (por ejemplo instalar un equipo de mate en la sala de
espera, compartir juegos de naipes, etc.).36
Esto es congruente con la estructura piramidal de autoridad observada. El máximo
poder y prestigio se encuentra centralizado en la figura del presidente de la comisión y a medida
que descendemos, aparece un mayor grupo de personas que aparentemente tienen escasas
posibilidades de participación en la toma de decisiones.
Nos parece interesante destacar el espacio de encuentro que se genera en el marco de
esta cultura institucional, y que en algún aspecto la comisión se encarga de promover mediante
la organización de cenas, bailes y viajes.
La presencia de modo regular y constante en estas organizaciones de los usuarios del
sistema puede estar basada también en otras necesidades no explícitas. Nos referimos a la
posibilidad que este espacio les brinda de encontrarse con pares, vecinos en algunos casos y de
escuchar y ser escuchado. Así, una señora cuenta su experiencia:
35
Estas concepciones peyorativas se relacionan con el “viejismo” reconocido por varios autores a fin de considerar
los prejuicios que la sociedad mantiene con respecto al viejo y sus posibilidades.
36
Estos incidentes de la institucionalización son denominados por varios autores como el síndrome de “la
incapacidad aprendida”.
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37
Por ejemplo la relación establecida en la consulta médica la permite a la persona sentirse escuchada y atendida.
Quizás el medicamento, la receta sea la excusa para constituir el vínculo, aunque muchas veces éste pueda
focalizarse en el uso estricto del medicamento y no precisamente, en la persona que lo consume.
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Residencias Geriátricas.
“Elba- no pasa nunca la tarde.... Omar- las que se pasan rápido es cuando vienen a
verte tu esposa o los hijos... Elba- acá adentro hay que decir el refrán jodida pero contenta (...).
Se oye la televisión y de vez en cuando, algunos voces de los presentes” Sala de estar, ocho
residentes, R.G.C.
“Omar- Y acá los días son todos iguales, nos levantamos... desayunamos...
almorzamos... después merendamos... cena y vuelta a acostarse! y así...” Comedor, cinco
residentes, R.G.C.
“Martín- Esto me pone mal, veo la incapacidad, no sé si yo iré a llegar así, ellos han
perdido el conocimiento...no sé si son más felices ellos o yo así (...) Vuelve a señalar a la gente
a su alrededor y comenta -qué va a conversar uno...(algunos están cabizbajas, otros parecen
dormitar en el lugar, se oyen las voces del televisor).” Martín, residente en silla de ruedas, R.G.
B.
Estas organizaciones geriátricas, son casas amplias que han sido adaptadas para dar
alojamiento y atender las necesidades básicas de un número de residentes que varía entre 8 y 12
personas.
En la modalidad de atención de estas organizaciones se observa una tendencia
marcada a la superprotección del viejo mediante el total abastecimiento de las actividades
cotidianas (hacer la cama, la limpieza, el aseo personal e incluso el traslado en algunos casos,
etc.). Se les provee y controla la alimentación, el baño y el sueño además de la serie de
medicamentos que cada uno necesita. Podríamos decir entonces que el modelo que predomina
en la institución responde fundamentalmente a las necesidades elementales en función de la
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Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
premisa de librar a los ancianos de sus roles sociales y de sus obligaciones (teoría de la
desvinculación).
Sin embargo, observamos fundamentalmente en una de las residencias, que un
marcado incidente de la cultura e imaginario institucional se centra en sustituir la contención
afectiva familiar de estos mayores.
“...El objetivo nuestro es ya te digo, suplantar un poquito la falta de cariño más que
nada y la atención que ellos realmente necesitan”. Propietaria del R.G.C.
Esta situación fue observada por Steinberg (1993) quien señala que la mayoría de los
residentes ingresan a las residencias con cuatro deposeciones básicas: de afecto (pérdida del
cónyuge, amigos), de jerarquía social (por su alejamiento del proceso productivo lo cual le daba
reconocimiento social), económica (pérdida del manejo del dinero) y de salud.
Las presunciones básicas que subyacen a este modelo institucional y definen la
organización como un lugar de apartamiento, fundamenten la tendencia asistencialista
observada ya que pareciera que el modelo institucional está ya previsto para atender al anciano
con deterioro. Monk (1997) señala al respecto, que más de la mitad de los mayores admitidos a
establecimientos geriátricos ya son pacientes demenciados con marcados niveles de
desorientación, pérdidas de memoria y sin posibilidades de autovalerse independientemente.
No obstante, es importante destacar que hay residentes que participan activamente de
las responsabilidades y mantenimiento del lugar. Así encontramos quién se encarga de atender
la puerta, quien ayuda a levantar la mesa, etc. Esto significa que si bien el contexto paternalista
de la organización genera escasos estímulos para el accionar autónomo de sus residentes, no lo
impide en aquellos casos en que surje.
La representación del geriátrico como un limbo, como antesala de la muerte y la
modalidad de atención de acompañamiento y de satisfacción de las necesidades básicas es
congruente con la concepción de los modelos organicistas del desarrollo en los que se destaca el
declive de las funciones en la vejez. Desde los enfoques sociales del envejecimiento, puede
entenderse como una reafirmación de la desvinculación anciano-sociedad mediante la reducción
de los contactos sociales y ciertas formas de aislamiento social.
La institución asume atribuciones de custodia con respecto al viejo lo cual suele
culminar en algunos casos en la alienación del residente. En tal sentido, observamos ciertas
limitaciones en el uso de la libertad personal que se evidencia en la escasa capacidad de decisión
de los residentes respecto a su tiempo o propiedades. El vivir en hipercomunitariedad limita e
impide en muchos casos, la intimidad e individualidad de la persona. Hay una importante dosis
de normatividad en horarios de comidas, de descanso, de permanencia en la sala de estar, etc. y
en consecuencia, se observan situaciones como las siguientes:
“Maria comenta que la “ventaja” de estos desayunos es que ya vienen con el azúcar
“...se ve que tenemos todos el gusto igual... siempre atienden igual, eso sí”. R.G.C.
“Una de las residentes comenta sobre otra “va y viene, tiene debilidad por esa pieza
porque cuando ella vino acá la pusieron allí,... y le cierran la puerta pero ella va y abre”. R.G.C.
“Omar- “Cambia la vida acá... hay un régimen distinto a lo que se tiene en la casa de
uno, hay que cumplir hora para todo”. R.G.C.
“Lucio le pregunta a la administradora del lugar si ya le toca a él el baño, ésta le
responde que ya lo han bañado por la mañana y se retira. Luego comenta “si por mí fuera me
bañaría todos los días!”. Martín agrega enseguida “pero nosotros no podemos!” Ambos
residentes son paralíticos y con inmovilidad de uno de los miembros superiores. R.G.B.
A pesar de estas situaciones comunes en ambas residencias, la cultura organizacional
de cada una se manifiesta con matices interesantes. Así, observamos en una de las
organizaciones, ocasiones donde se privilegia el interés y la necesidad del mayor:
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“10:20’ Llega María al comedor. Edgar le sirve el desayuno (hay cuatro residentes
presentes que ya han desayunado) y ella le dice -“eh, ya sabés, me debés dos horas!”, él le guiña
el ojo y se rien ambos. María se sienta y me cuenta que se ha levantado más tarde porque
anoche hubo visitas en la casa... y ella no podía dormirse.” R.G.C.
“10 hs. Me abre la puerta Ivan, el enfermero. Me comenta -“hoy estamos más
retrasados... han estado todos con más fiaca hoy”. R.G.C.
El control de las entradas y salidas de la institución está también regulado por la
normativa de la organización. Algunos de los residentes salen cuando son buscados por sus
familiares, pocos lo hacen solos y a otros directamente se les prohíbe. Estas situaciones generan
cambios bruscos principalmente referidos a la autonomía de la persona.
Podría presumirse que la convivencia con pares les posibilita generar espacios de
comunicación fluída, sin embargo ésto no surge regularmente en el grupo de modo espontáneo.
Cabe destacar este aspecto como posibilidad inminente de intervención a los fines de la
estimulación y promoción de vínculos ya que generando el espacio, los mayores saben
valorarlo. Esto ha sido destacado tanto por los residentes como por el personal administrativo de
las organizaciones.
“María me dice que vuelva, que han pasado un momento muy lindo charlando (...) Me
acerco al administrador y éste me pregunta - Asique Olga te ha hecho un dibujo?. Hablamos
sobre esto y él agrega que “muy pocas veces se la escucha hablar a Olga, últimamente con vos
sino no es de hablar...”. Otro de los residentes me había hecho ya, el mismo comentario
destacando que ellos aún no le conocían la voz. “ R.G.C. Olga es una residente de 98 años.
“María dice que entre ellos no hablan nunca “...ahora sí porque estás vos”. Ester
agrega “somos de poco hablar”. R.G.C.
Estos contextos, predominantemente paternalistas, ofrecen escasas presiones, recursos
y oportunidades en relación al nivel de competencia de las personas mayores. No se observan
indicadores espaciales ni otro estímulo dentro de la organización que no sea el aparato de TV
permanentemente encendido, el cual muchas veces es ignorado por los mismos ancianos. Esta
situación fortalece la idea de “viejo desinteresado” que atraviesa la institución vejez y define las
modalidades de atención en estos contextos conformando una espiral viciosa e iatrogénica desde
el punto de vista del desarrollo intelectual de los mayores.
Los residentes entre sí mantienen relaciones alejadas y en algunos casos, hasta faltas
de respeto (hay exabruptos e incidentes verbales). Hay pocos indicadores que nos permitan
hablar de grupo ya que en general, permanecen meramente en calidad de agrupamiento. Cabe
destacar, algunos casos puntuales que por oposición, demuestran un interés personal por el otro
y su bienestar.
“Ester comenta que ya no tiene ganas de nada y que ha dejado de leer cuando entró a
la residencia “...y hay que amoldarse a todo, y ahora ya no tengo interés por nada, es muy triste
quedarse sola (...). Ahora una está vieja, ya no tiene ánimos”. Ester, docente jubilada, R.G.C.
“Vanna- Uno no se siente con la fuerza de antes. Omar- Debe ser por desgaste (...) la
verdad que los años pesan, uno va perdiendo cosas por ejemplo la vista, yo lo atribuyo a los
años (...). Comenta que volver a estar pleno significaría volver a los libros, a la máquina de
escribir, a la actividad de siempre. Agrega que de a poco se puede volver.” Omar, suboficial
retirado del ejército, R.G.C.
Se debe tener en cuenta además, que el ingreso al geriátrico no siempre es una opción
para el residente, sino que en muchos de los casos se da por decisión ajena al interesado.
“Martín comenta “uno nunca hubiera pensado en esto para los padres, ahora lo meten
en estos lugares...”. R.G.B.
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“Vilma- ...desde que está Menem están estos antes no existían (...), nosotros siempre
estuvimos con los padres, los abuelos,... ahora no, llevátelo vos...no, llevátelo vos y la familia se
escabulle...lo único es que no me falta nada, los hijos me pagan acá.” R.G.C.
De acuerdo a Steinberg (1993), para quienes vivencian la internación de este modo, se
les está legitimando el abandono y la pérdida de identidad: lo que en principio puede responder
a cuidados elementales de higiene, alimentación y compañía, lenta y progresivamente va
acentuando la incomunicación y la involución del geronte. No obstante, hay quienes manifiestan
que esta situación cubre sus expectativas al permitirles la tranquilidad y el descanso deseado.
Habría algunos indicios como por ejemplo el confinamiento de todas las actividades
en el lugar, que si bien se da dentro de los matices singulares de cada organización, nos
permiten identificar algunas de las pautas que Goffman (1961) conceptualiza como “institución
total”.
El trato entre el personal y los residentes es personalizado. Hay una valoración
explícita del vínculo que existe entre los residentes hacia el personal en tanto éstos constituyen
su principal fuente de atención:
“Martín- ...para tener un lugar como estos hay que tener estómago, no es para
cualquiera, tantas cosas tiene que hacer esa pobre mujer”. R.G.B.
“Mary- ...ese chico (el enfermero) hace de todo, cocina, limpia, baña, todo... y siempre
con alegría y eso para tratar con gente grande que suele ser muy depresiva es muy importante.
Yo no soy depresiva, pero de vez en cuando...”. R.G.C.
Mientras que los trabajadores se refieren a los residentes de un modo genérico: son
“los abuelos”, “los nonos”, etc. Esto remite a una generalización abusiva que puede connotar
algo más que su mero significado de rol familiar asumido o no por esos mayores en particular.
Son representaciones simbólicas basadas en el colectivo con lo cual se pueden perder de vista
las individualidades.
Este imaginario institucional en torno al viejo es congruente con las percepciones que
el equipo de trabajadores tiene sobre el estado de ánimo y posibilidades de los adultos mayores.
“Enfermero- ...y ellos siempre tienen algo (refiriéndose a alguna dolencia, problema,
etc.)” R.G.C.
“Administradora- No les gusta hacer nada mirá! ni mover la lengua!!” R.G.C.
“La administradora me dice que tome asiento donde quiera y que ahí están dispuestos
a charlar seguramente. Comenta que ellos se “ponen chochos que alguien los escuche!” R.G.B.
La incidencia de los estereotipos sociales peyorativos y la atribución externa de sus
necesidades e intereses parece ser en muchos casos, un demarcador de la cultura institucional en
estas organizaciones.
No obstante, es necesario tener en cuenta la diversidad histórica y situacional de cada
organización; si bien ésta es la realidad observada como denominador común de ambas,
podríamos ubicar a una en polos más extremos que la otra, o bien, ésta (R.G.C.) como más
flexible a las particularidades de los internos.
Hospital de Día.
“Psic.- Quiere decir algo Ud Pedro? O- Estaba pensando... Psic.-La terapia busca
remover cosas internas,...los que vienen acá no consultan porque tienen un callo en el pie,
vienen porque tienen un problema interno.(...) hay que tomar este lugar como un lugar de
reflexión y que ayudados por la medicación y por los profesionales de higiene mental... pero
tenemos que poner mucho de nosotros mismos” Terapia de grupo a la que asisten tres pacientes
entre quienes está Pedro de 60 años. Se suman al grupo dos internos. H.D.A.
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se actúa fundamentalmente sobre el nivel psicológico de los fenómenos humanos con técnicas y
métodos procedentes del campo de la psicología, marca una escisión entre lo mental y orgánico.
Este dualismo mente-cuerpo podría estar justificando la terapia como única via curativa de “la
mente” a la que se le dedican unas horas al día.
-Ante una queja de Alberto referida a los internos de la clínica, la coordinadora de la
terapia de grupo le señala: “las personas somos todas distintas, no todos reaccionan como usted,
hay que tener en cuenta que aquí en la clínica todos están por algún problema...” H.D.B.
Por el contrario, en este mensaje hay una apertura hacia el entorno enfatizando las
diferencias particulares a la vez que se asume “el problema” como motivo de convocatoria en el
lugar. Ya no interesa solamente la enfermedad o la ausencia de la misma (como objetivo) sino el
desarrollo pleno del individuo. Esto es congruente con la oferta institucional de la organización
y con el tiempo dedicado a la misma. Hay que tener en cuenta que la propuesta de la institución
es la convivencia durante toda la jornada en el lugar, compartiendo espacios con los internos y
siendo protagonistas en otros (como en la terapia de grupo y en la asamblea).
Las intervenciones de los profesionales frente al grupo difieren también entre sí.
Veamos algunos ejemplos.
“Coord.- Vamos a hacer un dibujo cualquiera, el que cada uno elija... -Entra una de las
médicas y le pregunta a dos de los pacientes porqué ellos no trabajan. La coord. contesta
diciendo que nunca quieren hacer nada y que las actividades que les plantea no son obligatorias.
La Dra. les dice que es importante que hagan algo y les da las maderitas. Empiezan a dibujar
(...) Cuando guardan las producciones de cada uno, la Dra. pregunta si les ponen el nombre. La
coord. contesta que no hace falta porque ella se acuerda. Comenta que el próximo paso es
barnizarlos.” Siete personas asisten al encuentro de Laborterapia, H.D.A.
“-El coord. dice haber traído una película para hoy y me comenta “...son alentadoras,
otra vez he traído algo de arte, y cómo disfrutaban los pacientes! yo creo que el arte es salud! de
charlas y eso tienen mucho!. Luego presenta al grupo la película por su nombre y agrega el
horario en que finalizará. (...) Luego. dice “ni vale la pena comentarla, está todo dicho”. Dos
personas asisten a la terapia de grupo, H.D.A.
“Coord.- qué opina de irse en óbnibus o remisse, porque -agrega, en la reunión pasada
se fue medio enojado con ese tema. Juan dice que su enojo fue porque “...me hace pensar que la
enfermedad tiene papel secundario, y lo importante es saber en que se ha ido uno”-y le enojó
tanto el pensar en viajar en colectivo? (...) Juan: a lo mejor estoy equivocado y tiene importancia
para la salud de uno. Coord.-dónde puede estar esa importancia?(se hace un silencio), el remisse
es más seguro... “y más cómodo”-dice Jorge. Coord.- A ver, veamos las cosas que están
alrededor de venirse en cada cosa.” Terapia de grupo, H.D.B.
En una de las organizaciones (H.D.A), se puede observar que los coordinadores
presentan una programación y secuenciación pautada de las actividades dejando en algunos
casos, una mínima participación de los pacientes en el desarrollo. Así se “pintan maderitas”, se
“mira una película”, etc. Por el contrario, en la otra institución (H.D.B), se genera un espacio de
reflexión de los temas personales en un momento (terapia de grupo), y luego de los temas
institucionales que se necesiten tratar (asamblea). Quizás una de las presunciones básicas que
nuclea las intervenciones dentro de esta organización sea la necesidad permanente de asignarle
protagonismo al paciente a la vez que se lo compromete en sus responsabilidades.
“Pablo hace una pregunta a la coordinadora de la asamblea y ésta le contesta: -(...) ese
es un tema que manejan preferentemente los coordinadores de Hospital de Día (los menciona),
yo vengo a oficiar de ayudante (...) en esta como cualquier institución uno recibe órdenes de
arriba y contraórdenes...”. Asamblea, H.D.B.
“La coord. explica que por disposiciones de la clínica las camas van rotando y agrega
“sería muy lindo y muy bueno que tengan una cama sólo para ustedes pero lamentablemente no
se pueden solucionar esas cosas, y uno tiene que adaptarse”. Néstor- Esa es la idea del
sanatorio... y las ideas de uno...no tiene derecho a nada (...) para qué uno va a andar rogando si
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Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
no tiene derecho a nada, el sanatorio decide, uno no.” Terapia de grupo con cuatro integrantes,
H.D.B.
“Entro con la coordinadora del encuentro de laborterapia a la sala y me comenta:- ha
habido cambios de horarios porque el Lic. a cargo del encuentro de esta hora no puede venir,
por eso la Dra. me pidió que adelantara mi horario, y uno no puede decir que no”. H.D.A.
“La psicóloga me comenta sobre la falta de recursos que tiene la institución, afirma
que “desde arriba” hacen estas actividades en grupo porque queda bien decir que hay en la
institución pero que no lo ven como modalidad terapéutica”. H.D.A.
La ideología institucional que subyace a esta modalidad de atención se relaciona con
una marcada normativa de conducción. En ambas instituciones se hace evidente el control y la
autoridad que las rigen. Quizás en una más que en la otra (H.D.B) encontremos una verticalidad
jerárquica que es interpretada (y aceptada) como autoritaria por parte de los pacientes
ambulatorios (“el sanatorio decide, uno no”). En ésta, el estilo de conducción puede
caracterizarse por la importancia otorgada al manejo formal de la organización. Se establecen
procedimientos administrativos minuciosos observados por ejemplo en las entrevistas previstas,
la documentación y el memorándum realizados para poder acceder al campo de la organización.
Además hay un sistema de organización y control permanente tanto de los profesionales que se
desempeñan en la institución como de los pacientes que asisten. Esto se ha verificado, en la
estructura arquitectónica del lugar en la cual se diferencian los espacios para internos, aquellos
para la consulta y los que pueden ser utilizados por los pacientes de Hospital de Día, la mayoría
mantenido bajo llave.
En la organización H.D.A se pone de manifiesto la conducción centralizada pero tanto
los espacios físicos como la normativa del lugar muestra mayor apertura y flexibilidad hacia los
usuarios de los distintos servicios que se brindan.
Los grupos que asisten a la modalidad de atención de Hospital de Día son
heterogéneos en cuanto al sexo, edad, problemáticas, etc. La representación imaginaria que
subyace a los mismos esté determinada quizás, por el problema que los convoca a la atención
psiquiátrica. Así, ellos dicen:
“Jesús comenta que en el lugar no hay seguridad de noche “...piensan que somos
material de descarte, somos locos claro, no somos personas! -Juan enseguida replica que no es
así y muchos lo apoyan. “ Jesús, interno, encuentro de laborterapia, H.D.A.
“Pedro- Porque para mí es muy importante por eso yo me prevengo, para mí es una
gran cosa pasar el día acá, porque si yo no vengo acá no sé qué hacer...yo quiero tener asistencia
médica, que me den la receta... tengo miedo que si no tengo quién me controle que me traiga
malas consecuencias...” H.D.B.
La autopercepción del paciente con respecto a su salud es de ésta como variable
dependiente de su asistencia o no a la clínica, lo cual podría explicar quizás, la escasa
participación en la toma de decisiones y la sujeción y actitud pasiva ante las directivas o
propuestas de la institución.
Ahora bien, aquí nos interesa destacar la vejez como institución dentro de esta
modalidad de atención en la cual no parece tener connotaciones peyorativas ni significativas.
Cabe aclarar que el dispositivo muchas veces no es pertinente para aquellos en quienes la
enfermedad se halla ya cronificada por el paso del tiempo, lo cual fundamenta la poca presencia
de personas mayores como usuarios de esta modalidad de atención.
“Juan comenta que él ‘está lleno de actividad’, dice que le hubiese gustado comenzar
en la universidad pero que eso implicaba dejar las reuniones de la Sociedad Francesa, del Peam
y de la clínica. (...) se dice que la vejez es un salto hacia el vacío... muchos creen que ya se
terminó todo, inclusive lo sexual.” Juan, 60 años, H.D.A.
“Pedro-Cuando dejé de trabajar se me vino el mundo abajo, tuve que aprender a vivir
de jubilado, empezaba a cobrar monedas, no tenía más la obra social... Coord.- Y nunca se le
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Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
ocurrió volver a escribir? Pedro- No, porque pensaba que ya no tenía motivos, no tenía razón de
ser. La coord. le destaca que seguramente ahora le siguen pasando cosas a su alrededor y Pedro
agrega: -Sí, pero se me fue el entusiasmo y ahora estoy luchando con el baño de mi hijo, es un
trabajo bárbaro... así me entretengo haciéndolo despacito”. Pedro, 67 años, H.D.B.
Lo que podemos señalar en tanto lo observado en los dos adultos mayores usuarios de
este sistema, es su autopercepción de vejez fundamentada en la idea de desarrollo como una
expresión conjunta de los rasgos de crecimiento y declinación (ganancias y pérdidas). Así, estos
mayores perciben resultados del curso de su vida como también reconocen cambios o pérdidas
de capacidades previas. No obstante, observan la fuerte impronta social y los mitos relacionados
a la situación del viejo que predominan en nuestro entorno.
Considerando la situación de los mayores, estos contextos institucionales les brindan
espacios de intercambio intergeneracional en los cuales se hallan todos con las mismas
posibilidades de superar sus problemáticas. O sea, que el hecho de haber transcurrido más años
de vida, es considerado sólo como una etapa más del ciclo vital. Esto genera y promueve en los
mayores, el despliegue de sus potencialidades.
No obstante, el desarrollo cognitivo de la persona no está contemplado, podría
pensarse que hay una hipótesis regresiva a nivel de lo cognitivo en tanto se plantean
fundamentalmente actividades a nivel conductual.
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Se considera cada clase como un modo de organización singular, puesto que el análisis del programa educativo
como organización no forma parte del presente trabajo.
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Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
“La profesora le explica a Nora el uso del verbo govint to, le dice que se usa cuando
uno hace planes y le da ejemplos. La alumna que está al lado de Nora también presta atención a
la explicación. Luego, la profesora comenta que no le sigue diciendo porque sería
complicarla(...). El resto habla en pequeños grupos. La profesora saca su libro y una alumna le
pregunta ”en qué página profe?”. La profesora les contesta en inglés y luego les muestra la
página del libro que cada uno de los alumnos tiene fotocopiado. Dice que presten atención a la
imagen y que en ella hay una familia. Escribe en la pizarra familia. (...) La profesora les
diferencia home de house y a coro el grupo dice casa, hogar; Norma agrega que home es un
sentimiento. La profesora escribe en la pizarra Home is where the heart is. Juana le pide la
traducción y ella contesta: el hogar es donde está el corazón. (...) Les pregunta luego “qué más
hay en la imagen? ”. Norma dice bed y rien luego del dibujo que la profesora hace de la cama al
lado del término escrito en inglés, luego surgen chair-sofá, armchair... y va mostrando cada cosa
en la sala sin decir el nombre en castellano.” Clase B, 10 alumnos en torno a una mesa en forma
de u formando subgrupos pequeños, la profesora recorre regularmente los distintos lugares
observando las producciones individuales.
Consideramos que lo que diferencia esencialmente a ambos contextos de aprendizaje
es el sistema de representaciones o presunciones básicas que sirve de referencia a cada práctica.
En el primer caso (clase A) los alumnos mayores son el centro y eje de las diferentes
alternativas. Las actividades parecen organizarse con ellos (y no para ellos). Se establece así, la
relación pedagógica basada en la apelación, el diálogo y en una diferencia funcional de los roles
del docente y el alumno. Mientras que en el segundo caso (clase B) hay posiblemente mayor
estructuración y sujeción a las actividades planeadas por el docente lo cual marca una relación
asimétrica entre el “que sabe” y aquel o aquellos que “no saben”. Podemos suponer que el
imaginario en torno al rol docente en el primer caso se constituye como un mediador o
facilitador de los conocimientos mientras que en el segundo se caracteriza fundamentalmente
por su rol de transmisor de los conocimientos. Esto pone de manifiesto que la finalidad
educativa en este último caso, potencia la apropiación del saber mientras que en el primero se
busca además potenciar la actividad constructiva del alumno.
La visión y lugar que el docente adopta está influída tanto por la concepción de
desarrollo, de adulto mayor y de cognición que mantiene (imaginario institucional) como por la
idiosincracia del mismo. Probablemente el docente que coordina la clase A entienda a la vejez
como una etapa más del ciclo vital puesto que percibe a los alumnos mayores como
constructores de su propio proceso educativo. Esto quiere decir que mantiene una concepción
realista del envejecimiento e interviene en función del desarrollo de las potencialidades del
mayor. Mientras que el docente de la clase B quizás tome el protagonismo de la clase como un
modo de paliar las supuestas dificultades y déficits atribuídas a la persona mayor.
Así, una de las clases se singularizó por el alto grado de participación del grupo y de
producciones que en forma individual o grupal fueron realizando. Mientras tanto, en la otra,
hubo una mayor determinación del docente en la estructuración de las actividades y gran
heterogeneidad en los logros alcanzados por el grupo siendo marcado el número de mayores que
no participaron o lo hicieron ocasionalmente en relación a temas no referidos al objeto de
aprendizaje.
El modelo pedagógico oficializado por los docentes se caracteriza en ambos casos por
respetar el tiempo de aprendizaje manifestado por el grupo de mayores aunque hay marcadas
diferencias que merecen destacarse.
En la clase que se consideró más participativa (clase A), hubo permanentemente una
consideración de los intereses y conocimientos previos de los mayores. Las actividades se
organizaron en función de temáticas interesantes para el grupo lo que permitió incluso, el
aprendizaje entre pares. De este modo, se trabajaron conjuntamente distintas habilidades en
relación al objeto de estudio, nos referimos a la comprensión de textos y a la expresión oral y
escrita del idioma en cuestión. Tanto las estrategias como los soportes de textos utilizados para
el proceso de enseñanza y aprendizaje fueron variados y seleccionados en virtud de su
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A modo de conclusión.
Basamos nuestra mirada en un enfoque contextual y holista de la cotidianeidad de los
mayores en los distintos contextos institucionales sin desconocer la naturaleza cualitativa de
nuestra aproximación y sus limitaciones para generalizar el conjunto de datos analizados. Nos
39
Se podría diferenciar aquí, la “necesidad” o tipo de motivación que impulsa a la persona mayor a participar de
las actividades educativas. Así, podríamos referirnos a la motivación como curiosidad ilusoria, con orientación
pragmática, como readaptación emocional, como entrenamiento, por ilusión diferida o motivación de asignatura
pendiente. La clasificación de los distintos tipos de motivación académica responde a la conjunción de variables
personales y psicosociales en el marco de un enfoque holista (Cfr. Yuni, 1997).
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Bibliografía
− -ANZIEU, D. y J.YVES MARTIN. La Dinámica de los grupos pequeños. Edit.
Kapelusz., Bs. As. 1975.
− -BARTHES, R. Elementos de semiología. En La Aventura Semiológica. Paidós.
Barcelona. 1990.
− -FELCMAN, I. Culturas Organizacionales. Los aportes de estudios empíricos
cuantitativos. En Nuevos Roles y Desafíos del Analista Organizacional. Tensiones y
Paradojas. IV Simposio Nacional de Análisis Organizacional, II del Cono Sur.
Facultad de Ciencias Económicas, UBA. 1999.
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Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
ABSTRACT
The aim of this paper is to put forward a proposal for creating a Foreign Languages Department
on the basis of the reorganization of two different formal structures, actually overlapping,
namely, the Foreign Languages Centre and Area N° 10 both dependent upon Facultad de
Ciencias Humanas, Universidad Nacional de San Luis.
The creation of such a Department, integrated by different Areas, would be convenient for both
political and technical reasons. Besides, it would allow greater autonomy, more efficiency and
the academic and administrative centralization of all matters concerning Foreign Languages.
1. INTRODUCCIÓN
La tendencia actual en un mundo globalizado y tecnificado ha implicado la búsqueda
de una formación académica y administrativa más completa, que en nuestra área de trabajo, el
Centro de Lenguas Extranjeras, se traduce principalmente en una mayor demanda de cursos de
idiomas a nivel curricular y extracurricular y de servicios de traducción y de interpretación.
Este anteproyecto representa un primer análisis de la situación actual y de sus nudos
críticos e incluye la discusión de los problemas existentes, de los antecedentes y la perspectiva
histórica de las lenguas extranjeras en la Universidad Nacional de San Luis.
Esta propuesta, concebida como una alternativa de cambio, permitiría resolver el
problema de la superposición del CELEX y del Area N° 10 y ofrecer capacitación al personal de
la Universidad, de acuerdo con los objetivos y lineamientos planteados a través del PAIMEC,
de los Propósitos Institucionales de la UNSL y de la Ley de Educación Superior.
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Docentes del CELEX, Especialistas en Docencia Universitaria, integrantes del Proyecto de Investigación Código
22/H006: "La competencia lingüística en lengua materna y en lengua extranjera", Universidad Nacional de San
Luis. E-mail: celex@unsl.edu.ar
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e investigadores enfrentan la posibilidad de una mayor interacción con situaciones que implican
el uso de otras lenguas, a saber: congresos, simposios internacionales, becas, pasantías, carreras
de posgrado via Internet. En segundo término, existen requerimientos de capacitación en
lenguas extranjeras para el personal no-docente, canalizados a través del Instituto de Gestión y
Liderazgo Universitario (IGLU, Ord C.S. 022/99). También ha crecido la demanda en lo que
respecta al servicio de traducción que se brinda en forma gratuita al personal de las tres
Facultades .
A partir de esta excesiva y diversificada demanda surgen otra serie de inconvenientes
tales como la insuficiencia de recursos humanos en la especialidad, de espacio físico
adecuado, de equipamiento técnico para el dictado de clases y la creación de carreras nuevas
en las que se incorporan lenguas extranjeras.
Por otro lado, hay una coexistencia del Centro de Lenguas Extranjeras y del Área N°
10- dos estructuras formales diferentes. Ambas tienen objetivos y funciones similares y están
integradas por los mismos actores, lo cual genera roles difusos y confusión en las
responsabilidades y en los desempeños. Esto también se manifiesta en los instrumentos formales
ya que existe una doble dependencia: el Area Nº 10 forma parte del Departamento de Educación
y Formación Docente y el CELEX de la Secretaría de Extensión de la Facultad de Ciencias
Humanas.
Un tercer nudo crítico es la dispersión en la oferta de cursos de lenguas extranjeras
desde distintos ámbitos dentro de la misma universidad. De este modo, el CELEX, dependiente
de la Facultad de Ciencias Humanas, dicta cursos curriculares y por niveles a alumnos, docentes
y no docentes de toda la UNSL.
Desde hace algunos años también la Secretaría de Extensión Universitaria ofrece
cursos de distintos idiomas a la comunidad sin ningún tipo de participación del equipo del
CELEX. En el caso de Inglés, cabe aclarar que la universidad ha firmado un convenio con un
instituto privado del medio para tal fin.
Por su parte, tanto el DETI como el DEDA deben recurrir a la contratación de
personal docente para cubrir las necesidades de los cursos de lenguas extranjeras en las carreras
que de ellos dependen. Si bien en varias oportunidades se ha solicitado la participación del
CELEX, la falta de personal efectivo disponible y el gran número de estudiantes que asisten a
los cursos curriculares de idiomas ha impedido responder afirmativamente.
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El personal del CELEX, al igual que los integrantes de otras Áreas, desempeña
funciones docentes, de servicio y de investigación. Por una parte, la actividad docente es muy
variada. Se dictan las asignaturas curriculares para carreras de las tres Facultades de la Sede San
Luis de la UNSL, y cursos extracurriculares de competencia oral y escrita para toda la
comunidad universitaria. Además, se reciben pedidos de supervisión y/o dictado de asignaturas
de las carreras a distancia a cargo del DEDA y de las tecnicaturas a cargo del DETI. Se dictan
también los cursos de Lenguas Extranjeras para Propósitos Específicos a partir de los Convenios
de Articulación con los Institutos Terciarios de otras provincias. Asimismo, se ha asumido el
dictado de las asignaturas específicas de la carrera de Licenciatura en Enseñanza de Lenguas
Extranjeras. Por otra parte, el Centro cuenta con un Servicio de Traducción para todo el
personal de la institución y sus integrantes participan de diferentes proyectos de investigación
dentro de la Facultad de Ciencias Humanas.
4. MARCO CONCEPTUAL
A continuación se explicitan las principales líneas teóricas que fundamentan este
Anteproyecto y el abordaje conceptual desde el que se elabora y se le da consistencia,
pertinencia y actualidad.
Esta Propuesta se concibe desde un modelo de Planificación Estratégica como
conjunto orgánico de acciones para impulsar el cambio desde la realidad problemática actual
hacia la situación objetivo.
Este tipo de planificación se caracteriza por la flexibilidad, el dinamismo y la apertura,
por un trabajo de equipo en el que surge el conflicto y en el que confluye una multiplicidad de
perspectivas. Implica la articulación del conocimiento y la acción a través de estrategias en un
proceso sistemático de discusiones hacia una toma de decisiones coherente y racional. Además,
prevé la construcción de futuro desde el presente simulando diferentes trayectorias y escenarios,
en un espacio pensado desde afuera hacia adentro, como parte de lo que se disputa y definido
por referencia de los “otros” que intervienen. Integra recursos técnicos, económicos y políticos,
lo cual significa un reconocimiento del refuerzo entre el saber y el poder. Importan no sólo el
“deber ser” como instancia proyectiva y normativa, sino también el “poder ser” como momento
constructivo que tiene que ver con la viabilidad de las acciones y que conduce al plano táctico
del hacer. Supone la utilización de diversas técnicas para captar la información tanto de tipo
cuantitativa como cualitativa y se contempla un monitoreo y evaluación participativa
permanente orientados a los procesos y a los resultados.
El Centro de Lenguas Extranjeras se define como organización en tanto está
conformado por un grupo de personas que tienen una meta en común, una visión, una misión,
un proceso a partir de los cuales se definen las tareas, los roles y las responsabilidades. En su
carácter de organización social el CELEX está inserto en una institución como la Universidad
Nacional de San Luis donde coexisten múltiples relaciones constituyentes de un sistema
complejo y heterogéneo que le dan identidad.
Dicha interdependencia con otros sistemas del medio sólo puede comprenderse y
explicarse a través del paradigma de la complejidad, que nos permite acercarnos al problema
desde diferentes y variados enfoques. Al situarnos en un modelo de planificación estratégica se
debe también tener en cuenta el dinamismo y la identidad de la organización en el tiempo, la
multiplicidad de enlaces y la policausalidad de efectos.
5. ANTEPROYECTO DE DEPARTAMENTALIZACIÓN
5.1. FUNDAMENTACIÓN
Consideramos que la integración de las Lenguas Extranjeras en un Centro (CELEX)
en el año 1989, constituye una etapa intermedia entre el funcionamiento de las cátedras aisladas
de Inglés y de Francés y la actual propuesta de creación de un Departamento.
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5.2 PROPUESTA
Consideramos que este Departamento debería depender de la Facultad de Ciencias
Humanas con el correspondiente aporte de puntos/créditos para cargos de todos los estamentos
académico-administrativos a los que el CELEX prestaría sus servicios.
Sin embargo, si esta alternativa no pudiera concretarse se presentan otras dos
posibilidades:
• Dependencia de la Secretaría Académica de la UNSL.
• Dependencia directa del Rectorado de la UNSL.
En cualquiera de los casos mencionados el Departamento contemplará la estructura
prevista en la Ordenanza ya citada.
NATURALEZA
Este Departamento será una unidad académica que integre los conocimientos afines a
las distintas Lenguas Extranjeras de acuerdo con una concepción plurilingüe de la educación.
OBJETIVOS Y FUNCIONES
• -Programar, coordinar, ejecutar y evaluar los cursos de Lenguas Extranjeras.
• -Promover, diseñar y llevar a cabo proyectos de investigación relacionados con las Lenguas
Extranjeras de manera independiente o en colaboración con otros investigadores.
• -Planificar, coordinar, ejecutar y supervisar las actividades de un servicio de Traducción-
Interpretación a cargo de personal especializado.
• -Organizar y coordinar actividades de extensión referidas a Lenguas Extranjeras tanto para
la comunidad universitaria como extra-universitaria.
ORGANIZACIÓN
El Departamento de Lenguas Extranjeras se subdividirá internamente en dos áreas:
• -Área Curricular y de Investigación dividida en sub-áreas correspondientes a las distintos
idiomas que se dicten.
• -Área de Servicios dividida en tres sub-áreas: cursos extra-curriculares, traducción y
extensión.
Gobierno
El gobierno departamental estará ejercido por un Director y un Consejo Departamental
conformado por los coordinadores de las Áreas y los responsables de las sub-áreas. Dichas
autoridades cumplirán funciones asesoras y tendrán las atribuciones detalladas en la Ordenanza
CS 36/91.
Destinatarios
El Área curricular atenderá a todos los alumnos que tengan Lenguas Extranjeras en su
curricula.
El Área de Servicios contará con una sub-área para los cursos extra-curriculares, que
aceptará como alumnos a docentes, no-docentes y estudiantes de la universidad. Por su parte la
sub-área de traducción prestará servicios al personal de la UNSL. En lo que respecta a la sub-
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RECURSOS HUMANOS
El Departamento contará con personal docente, administrativo y traductores para el
cumplimiento de sus funciones. El personal comprenderá los actuales integrantes efectivos del
CELEX-Área 10 y deberá incorporar docentes y traductores de planta en las distintas lenguas
para satisfacer las demandas de manera eficiente e integral.
Se prevé disponer de por lo menos dos administrativos como personal de apoyo para
cada una de las áreas.
RECURSOS FÍSICOS
El Departamento tendría su sede administrativa en el actual local del CELEX. La
situación ideal sería que se destinara el sector Este de la planta baja del Bloque IV para el
dictado de todos los cursos curriculares y extra-curriculares a cargo del departamento. Lugar
éste donde también tendría que estar instalado, en un futuro próximo, el Laboratorio de
Lenguas.
6. CONSIDERACIONES FINALES
Dentro del paradigma de la complejidad nuestra organización se relaciona con otras
organizaciones y se encuentra inserta en distintos sistemas de comunicación en la dinámica
institucional. En consecuencia, a fin de evaluar las distintas posibilidades de dependencia se
deben confrontar las visiones de los actores y de los otros acerca del conflicto.
Para poder establecer una unión entre la situación inicial (conflicto existente a partir
de los nudos críticos) y la situación objetivo (implementación del Proyecto de
Departamentalización de Lenguas Extranjeras) es necesario poner en práctica una serie de
estrategias o líneas de acción que faciliten dicho recorrido. Las mismas deben ser viables desde
el punto de vista político, financiero y organizacional, es decir, deben posibilitar que la
ejecución del Proyecto se realice de manera inteligente y se mantenga en el tiempo. Algunas de
estas líneas de acción serían:
• Discusión del Anteproyecto y búsqueda de concenso con los otros miembros del CELEX-
Área N° 10.
• Búsqueda del aval de los miembros de los Consejos Directivos de las tres Facultades, del
Consejo Superior y de Rectorado.
• Sondeo de la actitud de los ámbitos académicos frente a la propuesta.
• Justificación del Proyecto como herramienta para lograr de manera integrada la excelencia
académica en todo lo que respecta a las Lenguas Extranjeras en la UNSL.
7. BIBLIOGRAFÍA
− ANDER-EGG y otra Como Elaborar un Proyecto. Guía para Diseñar Proyectos
Sociales y Culturales. Lumen-Humanitas. Buenos Aires, 1997.
− BRUNET, Luc. El Clima de Trabajo en las Organizaciones. Ed. Trillas. 1987.
Capítulos: 1,4, 5 y 6.
− CLARK, Burton El Sistema de Educación Superior. Nueva Imagen. Universidad
Futura. Universidad Autónoma Metropolitana. México, 1983.
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Resumen
En el año 2.000 los docentes del Nivel Medio de la Escuela Normal Juan Pascual Pringles no
elegimos un miembro que nos representara como Nivel ante el Consejo de Escuela. Nuestro
análisis estará orientado a la comprensión del problema y en su desarrollo explicaremos las
razones por las cuales creemos que no se produce una coincidencia entre lo instituyente y lo
instituido, entre el discurso y las prácticas . Este análisis es tomado como base para la propuesta
de alternativas superadoras.
Abstract
In the year 2000, high school teachers from Escuela Normal Juan Pascual Pringles decided not
to choose a member who would represent them in the School Council. This analysis will be
oriented towards the understanding of this problem and it will attempt to explain the reasons why
we believe there is no matching between discourse and practice. This analysis is taken as a basis
for the proposal of reconciling alternatives.
------------------
41 Docente de la ENJPP. y del Instituto de Formación Docente Continua de San Luis . Pedernera 1190 – San Luis.
42 Docente de la ENJPP. Pedernera 1190 – San Luis.
43 Docente de Francés de la ENJPP y del CELEx – Facultad de Ciencias Humanas - UNSL
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Existe bajo aprovechamiento y potenciación del espacio que brinda la Escuela para el
desarrollo de experiencias e innovaciones pedagógicas sea a través de las carreras de
profesorado en la Universidad sea a través de la investigación educativa. Pudo observarse que es
poco frecuente la utilización de estos espacios en las prácticas docentes de los estudiantes de
profesorados así como son escasos los proyectos de servicios o de estudios pedagógicos. Si bien
es importante el acceso de los estudiantes a sus prácticas en diversas escuelas de la comunidad,
el trabajo de desarrollo de experiencias o de estudios sistemáticos parece ser más viable en
espacios educativos más controlados como el que brinda la Escuela, lo que, además redundaría
en el mejoramiento de su calidad “
Continuando con la profundización de ciertos aspectos teóricos que operan como
variables fundamentales, la institución escolar es un organismo diferenciado de cualquier otro
ya que el producto que ofrece, es, en definitiva (o no, si no cumple el logro de sus fines), el
conocimiento.
Como organismo con configuración propia, opera según las características del campo ,
concepto pertenenciente a Pierre Bourdieu [2, 3]:
“El campo puede definirse como una red o configuración de relaciones objetivas
entre posiciones. Estas posiciones se definen objetivamente en su existencia y en las
determinaciones que imponen a sus ocupantes, ya sean agentes o instituciones, por su
situación (situs) actual y potencial en la estructura de la distribución de las diferentes
especies de poder (o de capital) - cuya posesión implica el acceso a las ganancias
específicas que están en juego dentro del campo - y, de paso, por sus relaciones objetivas
con las demás posiciones (dominación, subordinación, homología, etc.)”
Todo campo posee una dinámica propia cuyo principio reside en la configuración
particular de su estructura y en la distancia que separa a las diferentes fuerzas que se enfrentan
dentro suyo. Asimismo, todo capital existe y funciona en relación con un campo, confiriendo
poder sobre él o sobre los instrumentos de producción o reproducción, siendo la distribución de
estos elementos la que conforma su estructura.
Según Bourdieu, en tanto que campo de fuerzas actuales y potenciales, el campo es
igualmente campo de lucha por la conservación o la transformación de la configuración de
dichas fuerzas. Subyace y orienta las estrategias mediante las cuales sus ocupantes intentan
proteger o mejorar su posición e imponer el principio de jerarquización más favorable a sus
propios productos.
Desde este enfoque, la ENJPP, que forma parte del campo de la UNSL, sufre la
imposición del principio de jerarquización que ésta le impone. No forma parte, mediante su
representante, del Consejo Superior. No puede elegir al Rector de la Universidad (nótese que los
estudiantes y los empleados no – docentes sí pueden hacerlo) y es conducida por la figura de un
Rector de Escuela (cargo político), designado por el Rector de la Universidad, (sin que la misma
participe), a la vez que por un Consejo de Escuela, del que forman parte representantes de las
Facultades. Todas las vías de articulación son verticales y no existen canales que nos vinculen
horizontalmente. Se nos dice que la Universidad utiliza como dinámica de conducción el co –
gobierno, que como pertenecientes a la institución debemos también poseer un organismo
colegiado (igual que una unidad académica), pero a diferencia de las Facultades, la Escuela no
puede influir en la toma de decisiones de la Universidad. Es más: ninguna unidad académica
incluye, para su gobierno, a representantes de otra (como es el caso de la ENJPP). Es tal vez
necesario decir que la ENJPP no constituye una unidad académica.
Dentro de las propiedades y regularidades que la Universidad comparte con otros
campos, según cita C. Mazzola [9], R. Ackoff [1] rescata el hecho de que como tal las mismas
implican una reducción o represión de las prácticas cotidianas a fin de orientarlas a una
determinada racionalidad, en este caso, la que la UNSL impone.
C. Mazzola, destaca entre otras dualidades específicas de la Universidad: la dualidad
entre las dimensiones académicas y las políticas. El vínculo entre lo político y lo académico es
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en su apreciación, el más complejo de todos los vínculos posibles, sobre todo en aquellos
docentes a quienes toca encarnar la tarea de gestión, ya que la fusión de estas relaciones tiene un
gran peso en la legitimidad del poder de los mismos.
Según el autor, en lo formal los espacios de conducción en la gestión están reservados
para los docentes de la Universidad, excluyendo a aquellos que no poseen capital académico o
científico, es decir, a los alumnos y a los no docentes. En el caso de los docentes de la Escuela
Normal, estamos aún en inferioridad de condiciones que aquellos.
Tampoco esos lugares pueden ser ocupados por cualquier docente, sino que los
mismos deben pertenecer a la planta efectiva del cuerpo, “ y no es bien visto que las posiciones
más dominantes en la gestión la ocupen auxiliares, por lo que los logros y méritos alcanzados
en la carrera docente son una condición para desempeñarse en una función de gestión” (de
carácter política). En la práctica la ENJPP no posee capital académico, los espacios de poder en
la gestión están reservados para los docentes de las Facultades. Respecto de la forma de
gobierno de la Escuela, los espacios de poder son compartidos con 4 representantes de la
Universidad, lo que significa la imposición física de una sobre otra.
Por otra parte, es lícito pensar que el cosmos de cada campo en particular, por
ejemplo, el educativo, está formado también por microcosmos sociales, (que podríamos llamar
subcampos, con sus espacios de relaciones objetivas), de modo que el producto final del campo
(su capital o energía que le otorga un cierto valor frente a los otros campos de la sociedad), en
este caso, la educación en sentido lato, es el resultante de todas estas interacciones internas y
externas.
A. Muga [10], afirma que la Universidad es una institución que cuenta con una
estructura administrativa central y con una estructura académica relativamente descentralizada,
consistente en unidades que gozan de cierta autonomía, dotadas de sus propias jerarquías y
líneas de autoridad. Los niveles de desarrollo de las unidades básicas admiten diferencias
relativas de importancia, que se traducen en realidades, estilos de trabajo, expectativas y
necesidades también diferentes. Lo mismo tiende a suceder entre las entidades de
administración central y académicas.
En cuanto a los procesos de toma de decisión es posible distinguir tres: en primer
lugar las decisiones emanadas de académicos individuales, toma de decisiones por juicio
académico o profesional; en segundo lugar, decisiones que corresponden al ámbito exclusivo de
administración, “toma de decisiones por mandato administrativo”; tercer lugar nivel de las
decisiones agrupadas, resultado de procesos colectivos “toma de decisiones colegiadas”.
Los tres niveles se relacionan con las agrupaciones estructurales en que se divide la
organización universitaria: estructura académica, administrativa y de gobierno o conducción.
En el caso de la ENJPP los márgenes de decisión son escasos. No poseemos inclusive
toma de decisiones colegiadas autónomas. Quedan escasas líneas de fuga.
Con respecto de la cultura institucional: los principios generadores y organizadores de
prácticas y representaciones configuran la institución escolar según una personalidad o estilo,
que se construye mediante un entramado complejo en el cual el proyecto fundacional va siendo
moldeado por los actores gracias a sus prácticas, captadas dentro de nuestra imagen -
representación.
Ésta está compuesta no sólo por aspectos manifiestos, como edificios, comportamiento
de los alumnos y los docentes, importancia asignada a la tarea específica, etc., sino también por
otros menos visibles: estilo de los vínculos, modo en el que se toma las decisiones y la
percepción que los miembros tienen de la organización y de sus prácticas.
Según Frigerio - Poggi – Tiramonti [7], cultura institucional es:
“…aquella cualidad relativamente estable que resulta de las políticas que afectan
a esa institución y de las prácticas de los miembros de un establecimiento. Es el modo en
que ambas son percibidas por estos últimos, dando un marco de referencia para la
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CONCLUSIÓN
Hemos analizado la institución desde herramientas conceptuales y centralizado el
enfoque de los vínculos entre nuestra Escuela y la institución a la que pertenece, en la óptica de
las relaciones saber-poder y en la dicotomía que observamos entre los discursos y las prácticas.
Remarcamos que tenemos siempre presentes las teorías de la subjetividad y que la visión está
impregnada de nuestro particular punto de vista, emergiendo de nuestro conflicto- .
Somos conscientes que nuestro capital académico es restringido comparado con el
capital científico de los docentes de las unidades académicas, pero sabemos que, políticas
posibilitadoras mediante, poseemos la capacidad de generar conocimiento en un campo
diferenciado pero concreto: el aula y el sujeto de aprendizaje adolescente, en un nivel al que el
docente universitario sólo tiene acceso restringido. Si se propiciaran actividades de
investigación, en pie de igualdad, conjunta con la UNSL, se lograrían espacios de conocimiento
común, redundando en beneficios académicos y cumpliendo con los objetivos institucionales. Si
pudiéramos acceder a las mismas oportunidades de perfeccionamiento y capacitación que los
docentes de las Facultades, hecho que en la realidad no sucede, también por omisión
seguramente involuntaria, la UNSL en su conjunto se vería beneficiada. Nuestro producto final,
el egresado, estaría en mejores condiciones de enfrentar sus estudios universitarios o la misma
vida, optimizando así la articulación entre niveles.
¿Cómo superar las dicotomías ?, ¿Cómo unificar el plano discursivo con el no-
discursivo ? Creemos que la fractura nos brinda la oportunidad de alzar la voz dando lugar a la
emergencia de los aspectos velados y de los cuales hay escaso conocimiento por parte de la
Universidad y por parte de la misma ENJPP.
Después de haber intentado comprender el problema que nos afecta propondremos
algunas líneas de acción que tiendan a insertar realmente nuestra institución en la UNSL:
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REFERENCIAS
− ACKOFF, R. “Las Fábulas Antiburocráticas”. Barcelona. Ed. Gránica. 1993.
− BOURDIEU, P. y WAQUANT, L. J.C. “La lógica de los campos”. Respuestas
para una antropología reflexiva. Grijalbo. México. 1995.
− BOURDIEU, P. “El campo científico”. En “Redes”. Revista de Estudios Sociales
de la Ciencia nro. 2. 1994.
− CONEAU. Informe de Evaluación Institucional Externa. UNSL. Diciembre de
1999.
− FERNANDEZ, L. “La historia institucional: una variable clave en el
funcionamiento escolar”. Notas de cátedra. FFyL de la UBA.
− FERNANDEZ, L. “Sobre la idiosincrasia institucional de la escuela y su
funcionamiento (cómo mirar la docencia). Notas de cátedra 2. Facultad de Filosofía
y Letras. UBA.
− FRIGERIO, POGGI, TIRAMONTI. “La cultura institucional escolar”.
− MATHUS, C. “Política, planificación y gobierno”. ILPES.OPS. Fundación
Altadir. 1987.
− MAZZOLA , C. “El doble discurso como práctica institucional, un análisis
desde Pierre Bourdieu”. Fundamentos en Humanidades. Vol. I. nro 1. 2000.
UNSL.
− MUGA, A. “Administración Universitaria en América Latina, una
perspectiva estratégica”. CINDA. Colección Gestión Universitaria. Alfabeta
Impresores. Santiago de Chile. 1992.
− ORDENANZAS Y RESOLUCIONES Rectorales, del Consejo Superior y del
Consejo de Escuela referidas al gobierno de la ENJPP.
− PLAN ESTRATÉGICO INSTITUCIONAL. Años 1999, 2000 y 2001.
UNSL.
− ULLOA, F. “Psicología de las instituciones”. (mimeo). 1993.
−
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Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
Abstract:
THE LEADERSHIP IN GROUPS AND ORGANIZATIONS. A THEORETICAL REVIEW
Different conceptions about the leadership have been made, in military, industrial and organizations
contexts. According to recent statistics there would be more than 300 definitions of leadership.
Although there exists agreement that the influence process would be which take place in every
leadership behavior, also considering the lider as the person who influence over the others to make
the group go toward certain goals, different conceptions have been developed. Among them, in this
report are mentioned the transactional, the charismatic, the trasformational and the situational
leadership. Finally, questions and the network analysis as a new research perspective are outlined.
Key Words: Leadership – influence – transactional – transformational – charismatic – situational.
----------------
Introducción
Diferentes concepciones acerca del liderazgo se han realizado, sobre todo en contextos
industriales, militares y en organizaciones y agencias gubernamentales, identificando al líder en
algunos casos, de acuerdo con su rol formal (managers o directivos, supervisores y ejecutivos).
En la investigación clásica, Lippitt & White (1943) realizaron una distinción entre un tipo
de liderazgo autocrático y uno democrático y hallaron que los grupos que eran liderados de acuerdo
a un estilo autocrático si bien trabajaban más productivamente, esto era así cuando el líder se
hallaba presente. Dejaron en claro que un estilo democrático era preferible a uno autocrático tanto
en función del nivel de productividad como del clima grupal y el nivel de satisfacción de los
integrantes del grupo.
Según una estadística reciente existirían más de 300 definiciones sobre liderazgo (Bennis
& Nanus, 1985). Se discutieron definiciones tendientes a clarificar si el liderazgo tiene relación con
un rol estructurado como en una jerarquía de autoridad o si es el resultado del proceso de
negociación del orden social (Hosking, 1988), si debe ser considerado según el management o si es
un tipo de relación personal entre los sujetos (Graen & Scandura, 1987), o si el liderazgo descansa
en la habilidad de los individuos para usar métodos que en forma intrínseca o extrínseca motivan a
los seguidores (Bass, 1985). A pesar de la gran variedad de definiciones ofrecidas, la mayoría de los
autores concuerdan en que el liderazgo es un tipo de proceso de influencia social. Shaw (1981,
*
* Lic. en Psicología. Becaria de Perfeccionamiento. Facultad de Psicología (UNMDP). Email:
nterroni@mdp.edu.arSan Juan 508, Mar del Plata (UNMDP). Tel. 0223 474-0397
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Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
p.317) considera que el liderazgo es un proceso de influencia, el cual se dirige hacia el logro de un
objetivo.
La tendencia predominante en la actualidad es realizar una distinción entre managers
(línea directiva) y líderes, asumiendo que el líder es aquella persona que juega un papel clave en los
denominados actos de liderazgo (Clark & Clark, 1990). Fundamentalmente se debe considerar que
existe una asociación estrecha entre liderazgo y procesos de influencia, por lo que la mayor parte de
las definiciones imperantes aluden a la capacidad de influencia que detenta el líder (lo que a su vez
es diferente que dirigir, función ésta asignada a un directivo).
Entre otras de las definiciones existentes (Homans,1961; Hollander & Julian, 1969, 1970),
se puede citar la idea de que el líder de un grupo es el individuo con mayor autoridad, entendida
ésta como la capacidad de una persona para influir a un gran número de miembros del grupo de
forma regular; para Brown (1988, p.67) lo que realmente caracteriza a los líderes es que ellos
pueden influir a otros más de lo que ellos mismos son influenciados; según Napier & Gershenfeld
(1998) el liderazgo es identificado con la frecuencia en la que un individuo influye sobre las
conductas de los miembros de un grupo; mientras que para Cartwright (1968) quienes ejercen
liderazgo serían aquellos agentes que ayudan a determinar los objetivos de un grupo, y a conducir a
que el mismo se dirija hacia dichos objetivos, favoreciendo así la acción grupal.
Estas definiciones también se vinculan con la idea de poder, lo cual hace referencia a la
fuerza que capacitaría al líder para influir sobre las personas con la finalidad de que cumplan con
los objetivos establecidos. Sin embargo cabe realizar una aclaración al respecto: en línea general se
diferencia al poder entendido como conductas que implican coerción y control, de los procesos de
influencia, los que aluden a las técnicas de persuasión y negociación no coercitivas.
Se establece también una diferencia entre el liderazgo espontáneo o informal, que puede
surgir en cualquier agrupación humana en la medida que un sujeto lidera e influye sobre las
conductas de los demás, del liderazgo institucional o formal, que es el que impone la institución y
responde a un rol u organigrama. Ambos tipos de liderazgo pueden coincidir o no.
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¿En qué consiste la legitimidad del líder en un grupo? Hollander para ello, propone cuatro
factores que hacen a la legitimidad del líder:
1. Su conformidad inicial con las normas del grupo
2. El origen de la autoridad del líder (interna/externa al grupo). Se considera que la autoridad
endogrupo otorga al líder mayor legitimidad que la autoridad exogrupo.
3. La competencia del líder, es decir, su habilidad y conocimiento
4. La identificación de los seguidores con su líder: compartir valores, ideales y cualidades.
A su vez, agrega Hollander el hecho de que el líder sea designado o elegido por el grupo
posee igual legitimidad; en cambio el líder designado por el grupo posee mejor evaluación que el
designado por el exogrupo.
Al igual que Homans (1961) y que Hollander & Julian (1970); Bass (1985) agrupa a las
diversas teorías en un liderazgo transaccional (intercambios entre el líder y los seguidores). Dicho
liderazgo en síntesis, establece que el líder debe aportar recursos valiosos al grupo (conocimientos,
experiencias y/o recompensas); y éste a su vez le otorga al líder legitimidad y afecto.
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ENFOQUES
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Tabla 2. Matriz de análisis del liderazgo situacional (Hersey & Blanchard, 1972).
3. PARTICIPAR 2. PERSUADIR
BAJA ALTA
ORIENTACIÓN HACIA LAS TAREAS
Este tipo de liderazgo supone una evaluación constante del estado de madurez en general
de los subordinados, adecuando el estilo de dirección al mismo; una revisión de la exigencia de la
situación y del nivel de competencia, variando el estilo de modo tal que a menor competencia del
subordinado, mayor estructuración de su rol; y a menor seguridad, mayor apoyo socioemocional. Se
conjugan en dicho modelo tanto el liderazgo orientado hacia la tarea o de tipo competitivo, como el
direccionado a los factores socioemocionales.
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lidera desde esta perspectiva es interdependiente, ya que depende del apoyo y el compromiso de las
personas, las que a través de su trabajo interfuncional le otorgan el reconocimiento al líder para
llevar a cabo su misión.
Es decir, que no se desestiman ninguna de las anteriores características de los estilos de
liderazgo anteriormente citados, sino que los mismos parecen confluir en un liderazgo
“enriquecido” que potencia el trabajo en equipo, que no se concentra en unos pocos individuos, sino
que el mismo forma parte de todos los niveles de la organización y que no se limita exclusivamente
a una función de tipo gerencial, y que confluye tanto hacia la tarea como a los aspectos
socioemocionales del trabajo.
Un autor colombiano Matamala Señor (1999) anuncia la existencia de siete pecados
capitales en el liderazgo que impedirían a las organizaciones ser más competitivas y acordes a la
noción de empowerment:
1. Temor: a lo incierto o al fracaso, cuando a los líderes les cuesta innovar, cambiar o
avanzar, lo que explica el estancamiento o la violencia hacia los subordinados.
2. Egoismo: relacionado con la concepción de justicia, muchas veces los colaboradores no
han participado en la definición ni conocen la misión y los valores de la empresa. Se trata de que los
mismos obtengan ganancias a cambio de su esfuerzo.
3. Desconfianza: cuando en un ambiente de trabajo prima la desconfianza, lo que puede
traducirse en líderes aferrados al control de la organización. Interfiere en el clima grupal y en la
productividad de los equipos.
4. Arrogancia: quien cree que ya aprendió se encuentra en condiciones de vivir en un
mundo que ya no existe, quien se cree más que los demás vive en un paraíso de tontos y quien no
reconoce los errores sacrifica la mejor fuente de aprendizaje y desarrollo (Matamala Señor, 1999
pp.20-23).
Los verdaderos líderes no imponen su poder, sino que influyen en sus colaboradores de
modo tal que se encuentran en un permanente aprendizaje.
5. Incomunicación: vinculado con aquellos líderes que consideran que el manejo de la
información otorga poder, y por lo tanto impiden o distorsionan la circulación de la misma. Otra
cuestión relacionada con ello es la dificultad de los líderes para escuchar a los subordinados, no
poder entablar un diálogo con ellos para conocer sus ideas, necesidades, opiniones.
6. Individualismo: Generar una permanente y desgastadora competencia que genere
fracturas en la empresa. Se trata de dejar de lado el viejo concepto de “divide y reinarás” para
fomentar equipos que trabajen en conjunción en la empresa.
7. Racionalismo: Es sinónimo de desconocer los aspectos relacionados con la intuición, la
imaginación, lo artístico, etc.; se trata de integrar lo racional con cuestiones menos racionales pero
no por ello menos importantes. Promover esta integración para no trabajar en una empresa ligada
exclusivamente a fórmulas, teorías, conceptos o normas y reglamentos, lo cual también se relaciona
con el tema de la creatividad en las organizaciones.
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La noción de red social así como los métodos de análisis de redes conforman un núcleo
conceptual y un arsenal metodológico, que ha atraído considerable interés de las ciencias sociales y
comportamentales en las últimas décadas (Degenne & Forsé, 1994; Wasserman & Faust, 1998;
Wellman, 1999; Vivas, 2001). Se constituye en una nueva perspectiva para formular y resolver de
manera novedosa las preguntas clásicas de la investigación social, utilizando para ello los avances
de la teoría social, la investigación empírica, las matemáticas y la estadística formal.
La unidad de análisis de las Redes Sociales es la relación social entre entidades sociales
(nodos). Las entidades sociales son denominadas actores, los mismos pueden ser individuos
discretos, corporaciones o grupos sociales, y el análisis se centra en el vínculo o intercambio entre
los mismos (individuos que interactúan para lograr consenso grupal; organizaciones que generan
intercambios; formación de coaliciones, etc.).
De este modo se puede afirmar como el análisis de redes puede transformarse en una
herramienta útil para el estudio de los procesos de liderazgo. Utilizando como soporte un programa,
el UCINET 5 (Borgatti et. al. 1999) se almacenan los datos, obteniéndose de los mismos medidas
de la red tales como la centralidad, el prestigio y la influencia entre otras.
Cuando las relaciones poseen una dirección (por ejemplo, una persona que influye y otra
que es influenciada o un individuo que emite un mensaje y otro que lo recibe) se puede medir la
centralidad (los vínculos que van desde el actor al alter o cantidad de emisiones) y el prestigio (los
vínculos que llegan al actor o cantidad de recepciones de un mensaje por ejemplo). Estas dos
medidas son consideradas como dos tipos de prominencia o visibilidad de la red (Knoke & Burt,
1983), ya que permiten establecer una primera gran diferenciación visible entre sujetos que se
hallan más centrales en la dinámica social de aquellos que se encuentran más periféricos o alejados
de la misma. Es lo más observable de las conexiones que se producen en una red. Una de las tantas
medidas inferibles de la red y que se traduce por medio de un cálculo matemático, es la influencia
reticular (Hubbel, 1965). Estas tres medidas pueden ser consideradas como indicadores de liderazgo
e influencia en una red social.
Los más importantes estudios desarrollados en los últimos años sobre comunicación y
procesos de influencia en toma de decisión colaborativa (Hirokawa & Poole, 1996), han utilizado en
la década del 50’ fundamentalmente medidas del rol de liderazgo basadas en la observación de la
interacción grupal (Bales, 1951) y en la actualidad se han llevado a cabo algunas investigaciones en
tareas de toma de decisión grupal que examinan las representaciones de influencia en comunicación
cara a cara y mediada por computadora (Vivas & Terroni, 2001) y se analiza la posible declinación
del liderazgo en comunicación mediada, cuestionando la mayor o menor democratización que
permite la comunicación por computadora a través de un canal de chat (Vivas, 2001).
Esta nueva metodología abre nuevos interrogantes y amplía el horizonte de trabajos que se
pueden llevar a cabo (en grupos en resolución de diferentes problemas, en organizaciones, variando
las condiciones del canal de comunicación, el tipo de tarea, etc.).
A ello se le suman variables que hacen al contenido del discurso y señales paralinguísticas
(tono de voz, actitud corporal, gestos, etc.) que también juegan un papel importante a la hora de
examinar la dinámica de individuos interactuando y los procesos de liderazgo que se erigen.
Comentarios Finales
Una breve reseña histórica permite vislumbrar algunas de las diferentes concepciones
acerca del liderazgo: comenzando por un líder de tipo autocrático y uno de tipo democrático (de
acuerdo con el grado de participación que se le otorga a los participantes); el líder como alguien que
otorga conocimientos y habilidades y recibe a cambio aceptación y poder (liderazgo transaccional);
el liderazgo transformacional que, a diferencia del anterior, promueve el cambio de lo establecido,
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Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
propone una transformación del statu quo; además el liderazgo carismático, el que tiene en cuenta
cualidades histriónicas, de empatía y de afectividad del líder con sus seguidores.
En la actualidad en línea general, el tipo de liderazgo que se propone es un líder
situacional o acorde al tipo de tarea a desarrollar; pero que a su vez, conjuga todos las anteriores
características de los otros tipos de liderazgo, considerando que el líder ejerce su influencia de
acuerdo a la tarea y a las personas o aspectos socioafectivos. Según la idoneidad y madurez de los
subordinados ante determinada tarea, el líder modificará el estilo de dirección de modo tal de
facilitar una capacitación tendiente a una mayor autonomía.
En síntesis: se podrían identificar diversos estilos de liderazgo: un liderazgo de tipo
autocrático versus un liderazgo democrático; un liderazgo transaccional versus el liderazgo
transformacional, y el liderazgo socioemocional versus un liderazgo orientado hacia la tarea.
El desafío hoy es lograr equipos con mayor participación, donde el líder ejerza influencia
no desde el poder o la coerción, sino desde la influencia y negociación en la interacción,
fomentando el compromiso (ya que todos los integrantes deben sentirse parte de las decisiones del
grupo), el rendimiento y la satisfacción de los participantes. Todo ello con vistas a lo que en la
actualidad se denomina empowerment, o mayor poder de la empresa, cambiando una visión
verticalista por el funcionamiento en su conjunto, esto es, de tipo intersectorial. Se trata de
abandonar los procesos de planeación centralizada y los esquemas paternalistas; el lider requiere
más habilidades de liderazgo y menos funciones de gerenciamiento para lograr comprometer a los
individuos y los equipos en el trabajo de la empresa. En tal sentido cabe recordar una vez más que
el liderazgo no es entendido como una función de autoridad, sino como un proceso de ejercer
influencia: el líder debe saber manejar la incertidumbre y lograr funcionar desde una mayor
flexibilización, fomentando el desarrollo de la inteligencia y el talento de los subordinados.
Finalmente cabe plantear al análisis de redes sociales como una metodología que abre
nuevas perspectivas de estudio, conjuntamente con todas las variaciones plausibles de examinación
por el investigador, como el tipo de tarea, la dinámica grupal, el contenido de discurso o las señales
paralinguisticas puestas en juego en situaciones de interacción social y procesos de liderazgo.
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Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
Marqueza CORNEJO *
Resumen
En el presente trabajo el objetivo es explorar cuáles son los modelos teóricos más utilizados en
psicoterapia por terapeutas de la cuidad de San Luis; analizar comparativamente las atribuciones
que realizan acerca del éxito y fracaso del tratamiento y, conocer si en su práctica clínica incluyen
la utilización de técnicas de enfoques teóricos diferentes a los que adscriben.
Se trabajó con una muestra de 45 terapeutas (12 hombres y 33 mujeres) a los que se aplicó una
entrevista semiestructurada. Para el tratamiento de los datos se utilizaron porcentajes.
Palabras claves: psicoterapia- modelos teóricos- atribuciones éxito/fracaso-
Abstract
This work is aimed at i) exploring which psychotherapy theoretical models
are most commonly used by San Luis local therapists, ii) analyzing
comparatively the attributions they assign to the success and failure of
treatment and iii) finding out whether they include in their clinical
practice, techniques of theoretical approaches different from those they
support.
A semi-structured interview was applied to a sample of 45 therapists (12
men and 33 women). Data were analyzed by percentages.
KEY WORDS: psychotherapy - theoretical models - success/failure
attributions
-----------
INTRODUCCIÓN
Diversos marcos conceptuales aportan al conocimiento clínico aplicado que define a la
psicoterapia, entre los que se destacan los paradigmas biológicos, inconsciente, operante, clásico,
cognitivo y sistémico, en base a los cuales se han construido variadas teorías y estrategias clínicas.
Asistimos a un incremento en la pluralidad de enfoques terapéuticos, como así también a renovados
intentos de propuestas integradoras que pretenden reunir aspectos de diversos enfoques en búsqueda
de una mejor comprensión del proceso terapéutico y el cambio.
Garfield (1982), a comienzos de la década del 60 realizó una lista de las distintas formas
de psicoterapia existentes en ese entonces y llegó a contabilizar más de 60. En su artículo cita,
además, los datos proporcionados en 1975 por el NIMH (Instituto Nacional de Salud Mental), el
que enumeró 130 formas diferentes de psicoterapia. Parloff (1976) describió más de 130, Herink
(1980) detectó 250 y Karasú (1986) informa de más de 400. A su vez parece incrementarse el
número de terapeutas eclécticos. La gran diversidad de enfoques ha sido considerada como una
expresión de la crisis de la psicoterapia.
El presente trabajo explora cuáles son los modelos teóricos más utilizados en psicoterapia
por terapeutas de la ciudad de San Luis y realiza un análisis comparativo sobre: atribución del éxito
+
Trabajo realizado en el marco del Proyecto N° 428501
Magister en Psicología Clínica. Prof. Asociado Responsable “ Psicología Clínica Cognitivo Integrativa I y
II” de la Facultad de Ciencias Humanas. U.N.S.L.
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Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
86
Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
equivalentes con terapias con procedimientos y lógicas diferentes, sugiriendo que debían funcionar
ciertos factores comunes en todas ellas. Entre ellos la calidad de la relación entre paciente y
terapeuta. En este sentido, la evidencia sugiere que la relación entre ambos constituye un facilitador
esencial del cambio que ocurre por medio de las diferentes técnicas; pero también es cierto que
actualmente es considerada necesaria pero no siempre suficiente.
En particular, la vivencia del paciente (Orlinsky & Howard, 1986) y su compromiso con
el proceso terapéutico (Kolb,Davis & Bleuter, 1985) constituyen elementos de gran importancia.
Otro aspecto en el que tienden a coincidir los psicoterapeutas es acerca del rol de la empatía en la
relación paciente-terapeuta. Se estima más valiosa la capacidad de empatía que variables tales como
la calidez, autenticidad y aceptación incondicional. ( Rogers, 1959; Lambert y Bergin, 1983;
Lafferty, 1989)
Desde la terapia cognitivo conductual la relación terapéutica ha sido descripta dentro de
los aspectos “no específicos” del cambio.
Extrapolando del marco del trabajo psicodinámico Bordin (l979) brinda un modelo de
alianza terapéutica que es útil para los clínicos de todas las orientaciones. La misma comprende tres
factores: el vínculo terapéutico entre el terapeuta y el cliente; un acuerdo entre ambos con respecto a
las metas de la terapia y el acuerdo entre el cliente y el terapeuta sobre los medios mediante los
cuales se pueden lograr las metas. Aunque las metas y medios pueden variar de una orientación a
otra, el acuerdo es fundamental para un buen resultado clínico.
OBJETIVOS
1. Explorar cuales son los modelos teóricos más utilizados en psicoterapia en la ciudad de San
Luis.
2. Conocer las atribuciones dadas por los terapeutas al éxito y fracaso de los tratamientos.
3. Explorar si utilizan técnicas de enfoques diferentes a los que adscriben.
METODO
SUJETOS
Se trabajó con una muestra constituida por 45 terapeutas de la ciudad de San Luis, que
accedieron voluntariamente a colaborar. El criterio utilizado para conformar el grupo fue el
ejercicio de la psicoterapia. El grupo quedó conformado por 33 mujeres y 12 hombres, con una
experiencia promedio en la práctica de 12 años.
INSTRUMENTO
El instrumento consistió en una entrevista de respuestas abiertas, confeccionada para el
presente trabajo. Las preguntas indagan acerca de: modelo teórico al que adhiere, utilización de
técnicas de otros enfoques, atribución del éxito y fracaso del tratamiento, años de ejercicio de la
psicoterapia.
PROCEDIMIENTO
Las entrevistas fueron realizadas por alumnos de quinto año estudiantes de psicología de
la Universidad Nacional de San Luis, como parte de las actividades del curso de psicología clínica.
La búsqueda se orientó al ámbito privado y público indistintamente en función de las posibilidades
de acceso, durante un mes. La entrevista se realizó de forma individual en el lugar convenido por
los participantes.
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ANALISIS DE DATOS
Para el tratamiento de los datos se trabajó con porcentajes.
Cognitivo-comportamental 4,44 2
Constructivista 2,22 1
Eclectico 11,11 5
Total 100 45
88
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Apertura 1 1,04
Confianza 1 22 1,04
Responsabilidad 6 6,25
Compromiso 7 7,29
Supervisión 4 4,16
Empatía 7 44 7,29
Formación 2 2,08
Flexibilidad 1 1,04
Confianza 1 1,04
Total 96
La tabla 2, muestra que la categoría terapeuta obtiene el porcentaje más alto, le siguen
relación terapéutica, paciente y técnicas.
Sobresalen dentro de la categoría terapeuta: empatía, compromiso, responsabilidad y
experiencia.
Con respecto a la categoría relación terapéutica, se resalta la importancia del vínculo y en
la categoría paciente el factor motivación.
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Apertura 1 1,47
Inconstancia 3 4,41
Resistencia 4 5,88
Total 68 100
90
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Fr* %
Si utiliza 29 64.46
No utiliza 16 35.54
Total 45 100
*Fr: frecuencia
DISCUSION
Es interesante observar la prevalencia en adhesión a los enfoques psicoanalítico y
cognitivo integrativo por parte de los terapeutas entrevistados. Sin embargo, la diversidad es
significativa, si consideramos se registraron nueve enfoques terapéuticos diferentes entre los 45
terapeutas de la muestra, corroborando la existencia de gran número de enfoques en psicoterapia,
como lo plantean diversos estudios (Parloff 1976, Karasú 1986). A su vez, pensamos podría ser una
expresión de la crisis en la psicoterapia, representando cada una de ellas construcciones parciales de
la realidad terapéutica configurando de forma fragmentaria el campo de la psicoterapia. Esta
situación, podría relacionarse con el hecho, de que hay un consenso creciente acerca de que no
existe un solo enfoque que podamos considerar clínicamente adecuado para todos los problemas,
pacientes y situaciones; y por otra parte a la ausencia de eficacia diferencial entre las psicoterapias
(Bergin y Lambert, 1978; Elkin et al. 1989).
Interpretamos, la similar prevalencia de enfoques psicoanalítico y cognitivo integrativo
que presenta la muestra, como una expresión más de los cambios que se están produciendo en el
campo de la psicoterapia en nuestro contexto, teniendo en cuenta la tradicional preponderancia del
psicoanálisis.
Otro aspecto interesante, es que el mayor porcentaje de terapeutas refirió la utilización de
técnicas de otros enfoques, mostrando con ello que en muchos casos a la hora de la práctica clínica
concreta, cuando resultan insuficientes sus propios recursos, consideran la posibilidad de
implementar técnicas diferentes.
Por otra parte, se observa que el éxito del tratamiento es atribuido en primer lugar a
factores del terapeuta, destacándose: empatía, compromiso, responsabilidad y experiencia;
resultando notoria la poca relevancia que se otorga al enfoque terapéutico. Mientras que las
categorías relación terapéutica y paciente, comparten el nivel de importancia.
El fracaso del tratamiento es atribuido en primer lugar a factores del terapeuta, entre los
que sobresale, la limitación personal. Por su parte a las categorías relación terapéutica y paciente se
les otorga similar significación que la referida en el caso de éxito terapéutico. Al considerar la
relación terapéutica, tanto para el éxito como para el fracaso, la importancia mayor se atribuye al
establecimiento o no de un buen vínculo, en tanto que en el paciente la motivación, sería el factor
más destacado.
Complementado el análisis cuantitativo y cualitativo de la información, permite concluir
que los terapeutas tienden a significar como predictores de éxito o fracaso de sus tratamientos a las
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Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
denominadas variables inespecíficas del proceso terapéutico, quedando de tal manera en un segundo
plano las variables específicas. Sobresale el rol que se otorga a la relación terapéutica, coincidiendo
con numerosos estudios (Gofrield y Davison, 1976; Jacobson, 1989; Rice 1983; Safran & Segal,
1991). Sin duda la relación paciente-terapeuta es la piedra angular de la terapia. Una mala relación
terapéutica, carente de empatía y aceptación mutua, minimizará cualquier intervención terapéutica,
por el contrario un buen clima amplificará las posibilidades de cambio terapéutico.
Si bien nuestro estudio es solo una primera aproximación al tema, consideramos muestra
una tendencia sobre cual podría ser la situación de la psicoterapia en nuestro contexto, que nos
sugiere refleja lo que acontece en otros lugares de acuerdo a numerosas publicaciones, por lo que
estimamos sería interesante extender su aplicación a una muestra mayor que comprenda además
terapeutas de otras regiones del país.
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Marta Sans,
Nora Muñoz
Nancy Calzetti *
Resumen
El propósito de esta comunicación es informar sobre el seguimiento de una muestra de estudiantes
de Psicología de la UNSL quienes fueron evaluados en su ingreso a la carrera en el año 1994 con el
Inventario Clínico Multiaxial de Millon y el Test de Matrices Progresivas de Raven y de quienes se
realizó un registro de su rendimiento académico en el primer año de estudio. Los datos del
seguimiento a marzo de 2000 implicarían el análisis de las relaciones entre las carácterísticas de
personalidad, rendimiento académico y permanencia en la carrera. Por tratarse de una cohorte de
alumnos cuyo plan de estudios requería optar entre distintas líneas teóricas, se analizó también la
vinculación entre las anteriores variables con la elección realizada.
Abstract
Personality variables related to the academic performance development and psychological models
option
This paper’s aim is to inform about the follow-up made to a psychology students sample at the UNSL.
Ss were given the MMCI and Raven’s Standard Progressive Matrices in 1994 when they entered the
career. Their academic performances were also recorded during their first year of study. The follow-
up data untill march, 2000 made it possible to analyze the relation among personality traits,
academic performance and career’s staying. Because of being students who could choose different
theoretic lines, the relation with the other variables and the option made was also analyzed.
Key words: personality – intelectual capacity – academic regularity.
------------------
Introducción
La personalidad considerada desde un enfoque sistémico integrativo, tiene en cuenta la
complejidad holística del desarrollo personal. Desde esa perspectiva, durante el año 1994 y con el
objetivo de avanzar en la investigación de las metodologías a aplicar para su abordaje por un lado, y
la necesidad de promover acciones tendientes a favorecer la adaptación y orientación académica de
los estudiantes que ingresan en la carrera de Licenciatura en Psicología en la Facultad de Ciencias
Humanas de la UNSL, se aplicaron algunas pruebas diagnósticas, en particular el Inventario Clínico
Multiaxial de Millon en su segunda versión, a los alumnos ingresantes en dicha carrera.
El MCMI-II fue desarrollado sobre la base de un punto de vista sistémico de la persona
por lo que provee una medida de la personalidad interaccional-sistémica y considera a la misma
conformada por rasgos conductuales y estructuras profundas cognitivo-afectivas, que nacen de una
compleja matriz formativa biológica-ambiental.
Esta perspectiva ya tenía antecedentes en Murray (1938) y G. Murphy (1947), quienes,
como T. Millon, consideran que la personalidad sólo puede ser entendida a través de la
comprensión de la intrínseca unidad que existe entre los factores biológicos y la estimulación
*
Dirección: Ejército de los Andes 950 – San Luis. Tel./Fax: (02652) 428937. Univ. Nac. de San Luis
93
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Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
Método
Muestra
De la muestra de alumnos ingresantes a la carrera de Psicología a quienes se había
evaluado con distintas pruebas diagnósticas al momento de su ingreso en 1994, se trabajó, a partir
de un seguimiento académico, con aquellos alumnos que, a marzo del 2000 hubieran, como
mínimo, aprobado el curso de Psicopatología.
El mencionado curso es parte de la currícula obligatoria en la carrera, se encuentra a nivel
del cuarto año y ofrece la posibilidad de optar entre Psicopatología Orientación Psicoanalítica y
Psicopatología Orientación Cognitiva-Integrativa.
En las condiciones citadas en el primer párrafo, se hallaban sólo quince alumnos, de los
cuales ocho habían realizado su elección por la línea cognitiva integrativa y siete por la línea
psicoanalítica.
Procedimiento
Como el interés central de este trabajo sigue siendo la posibilidad de detectar
tempranamente condiciones que puedan afectar el desenvolvimiento académico de los estudiantes,
no se realizaron nuevas evaluaciones diagnósticas sino que se volvió a trabajar con los resultados
que estos alumnos habían tenido en el Inventario Multiaxial de Millon en su segunda versión, en el
año 1994.
Resultados y conclusiones
Considerada en su totalidad la muestra de estudiantes que tuvo un buen rendimiento
académico en su carrera (condición mínima Psicopatología aprobada), presenta un perfil de
personalidad caracterizado por la prevalencia de los estilos histriónico, narcisista, compulsivo y
antisocial (ver Tabla 1). Si se comparan estos resultados con los obtenidos en la muestra total
constituida por la totalidad de los ingresantes a la carrera en 1994, se observa que se mantienen
como dominantes los estilos histriónico, narcisista y compulsivo, pero disminuye notablemente el
estilo dependiente, aumentando en la puntuación el estilo antisocial.
Si bien los estilos que prevalecían en la muestra original son los considerados por Strack
et al. (1989) como adaptativos, los que prevalecen en este grupo de buen rendimiento son los
considerados por Leaf et al. (1990) como estilos más saludables.
Con relación a la variación observada en la escala 3 (dependiente), es importante señalar
que en la muestra original se había observado un porcentaje significativo de casos donde la
puntuación en dicha escala indicaba disfuncionalidad (puntuación estándar > 75).
En esa muestra los porcentajes más significativos de puntuaciones indicadoras de
disfuncionalidad se registraban en la escala 3 (dependiente) y 7 (compulsivo) y en orden decreciente
aparecían las escalas 4, 8A, 5, 6A y 6B.
Como los alumnos que aun teniendo puntuaciones elevadas en 3 (dependiente) y 7
(compulsivo) habían logrado un buen desempeño en el primer cuatrimestre de primer año,
consideramos en esa oportunidad que, atendiendo a la edad de la muestra, estos estilos podrían
resultar funcionales a los fines del rendimiento académico pues sus características parecían
favorecer la dedicación a actividades que suponen aceptación, compromiso y dedicación.
También en la muestra original y con relación a puntuaciones indicadoras de trastornos de
personalidad, síndromes clínicos y síndromes severos (puntuaciones estándar > 85), se observaron
95
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Con respecto al grupo que optó por la orientación psicoanalítica, observando su perfil
clínico se verá una prevalencia de características de personalidad narcisista, revelándose tal vez
comportamientos algo arrogantes, tendiendo a sobrevalorarse y en ocasiones a subestimar a otros.
Se podría hablar también de cierta dificultad para dar y recibir recíprocamente, ya que en sus
relaciones tenderían a reafirmar su autovaloración, mostrando en ocasiones indiferencia hacia los
derechos de otros. Se observa también una puntuación algo elevada en la escala histriónico, lo que
hablaría de cierta hiperreactividad e impulsividad y una tendencia a la teatralización. Habría en
ellos una necesidad de elogios y aprobación que buscan satisfacer en sus relaciones interpersonales.
Se muestran seductores y algo vanidosos. Tienden a evitar reflexionar acerca de sí mismos. Este
grupo parece no tener mayores dificultades para establecer relaciones interpersonales, pero tiende a
buscar en ellas atención, aceptación y reafirmar su autovaloración.
Estos dos grupos tienen también características de personalidad semejantes, se observa
que (siempre dentro de puntuaciones promedio) existen ciertas tendencias de características
obsesivo y paranoide. El estilo obsesivo (más marcado en el grupo que eligió orientación cognitiva)
se manifestaría en una tendencia a la organización, al perfeccionismo y a un modo de vida
estructurado. Tienden a ser controlados y correctos en las relaciones interpersonales y a
sobrecontrolar sentimientos cálidos y emociones, sobrevaloran la disciplina, la industriosidad y la
organización. Podría existir cierto conflicto entre sus conductas socialmente adaptadas que a veces
son contradictorias con lo que realmente sienten en su interior, resuelven esta ambivalencia
conformándose e imponiendo altas demandas a sí mismos y a otros. El estilo paranoide puede
manifestarse en comportamientos defensivos y en el estar siempre alerta. Se daría una tendencia a
desconfiar de las motivaciones ajenas. Tienden a verse a sí mismos como muy valiosos e
importantes, se sienten orgullosamente independientes, lo que los hace muy resistentes al control e
influencia externa.
Conclusiones
Los ingresantes a la carrera de Psicología de la UNSL presentaban un perfil de
personalidad caracterizado por la presencia de los estilos histriónico, narcisista, dependiente y
compulsivo. Los indicadores de disfuncionalidad más frecuentes se hallaban en los estilos
dependiente y compulsivo, así como en los síndromes clínicos de ansiedad y distimia.
El análisis de las puntuaciones de estos estudiantes después de seis años y con la
información de su rendimiento académico, permite pensar que la presencia de puntuaciones
indicadoras de disfuncionalidad en las escalas de dependencia, ansiedad y distimia, es una de las
causas de deserción y bajo rendimiento académico. Esto debería permitir realizar acciones para, una
vez detectados estos indicadores, se pudiera desde los servicios que ofrece la Facultad de Ciencias
Humanas, operar de modo de favorecer la retención de esos estudiantes.
Con relación al otro aspecto analizado, se considera que aun cuando estos datos muestran
una tendencia interesante, se debería seguir trabajando, por un lado con una muestra mayor de
estudiantes y, por otro, con una muestra de profesionales con algunos años de ejercicio de la
profesión en las distintas orientaciones psicológicas. Esto último porque podría darse que alguno de
los estilos de personalidad pudiera ser funcional para el desempeño académico, y no operaran del
mismo modo en el desempeño profesional. Del mismo modo, podría pensarse que la elección de
una u otra línea pudiera estar afectada por la presencia de factores estrictamente académicos (ej.,
distinto nivel de exigencia, preferencias por pertenecer a algún grupo de estudios, etc.).
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Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
Tabla 1. Diferencias entre las puntuaciones obtenidas por los alumnos que optaron
por el enfoque cognitivo y los que eligieron el enfoque psicoanalítico. Prueba U de
Mann – Whitney.
Z 44 20 12 0.03
1 66 43 9 0.01
2 72 32 7 0.007
3 58 49 No signiticativo
4 62 64 No significativo
5 61 70 23 0.30
6ª 65 62 No significativo
6B 65 51 10 0.02
7 72 63 9 0.01
8A 67 41 9 0.01
8B 61 42 12 0.03
S 51 50 No significativo
C 57 39 7 0.007
P 66 60 No significativo
A 40 21 No significativo
H 54 51 No significativo
N 51 51 No significativo
D 38 16 No significativo
B 36 20 No significativo
T 54 42 No significativo
SS 53 40 No significativo
CC 48 29 No significativo
PP 57 44 No significativo
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Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
BIBLIOGRAFÍA
− AMERICAN PSYCHIATRIC ASSOCIATION. Manual Diagnóstico y Estadístico de
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Willeyand Sons, New York. 1985.
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among normal and psychiatric patients. Comunicación presentada en la Convención
Anual de la American Psychological Association, New Orleans. 1989.
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Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
Resumen
El objetivo de este trabajo es continuar estudiando la compleja relación psique - soma, en el marco
de una investigación más amplia que no propone la búsqueda de relaciones causales. Este punto de
vista implica un nuevo vértice para la investigación psicoanalítica, ya que posibilita explorar las
modalidades de la interacción cuerpo-mente y los efectos de la misma en ambos términos de la
relación. Se trata de profundizar en el problema de la dificultad para procesar simbólicamente las
experiencias emocionales, que puede dar lugar a manifestaciones “psicosomáticas y/o
somatopsicóticas”.
Se analiza en este trabajo el material clínico de pacientes con trastornos crónicos de piel, a través de
sus producciones en entrevistas clínicas y pruebas proyectivas gráficas, a partir de las
conceptualizaciones de Bion y Meltzer.
Abstract.
This work is aimed at studying the psyche - soma relationship, within the frame of a wider research
in which causal relationships are not considered. This point of view implies a new vertex for
psychoanalytic research making possible to explore the modalities of soma - mind interaction and its
effects on both aspects of this relationship.
In this work, the serious difficulty in processing symbolically the emotional experiences that may give
rise to “psychosomatic and/or somatopsychotic” manifestations is analysed. According to Bion and
Meltzer’s conceptualizations, the productions of patients with chronic skin pathologies are also
examined. The information was obtained by clinical interviews and graphic projective tests.
Introducción.
El objetivo de este trabajo es continuar estudiando el complejo interjuego recíproco entre
psíque ---- soma, en el marco de una investigación más amplia que no contempla la búsqueda de
relaciones causales. Este punto de vista implica un nuevo vértice para la investigación
psicoanalítica, basado en las conjeturas de Bion y Meltzer sobre la coexistencia sincrónica en la
personalidad de diversas modalidades de funcionamiento psíquico. Esta perspectiva posibilita un
abordaje de las relaciones soma / psique en función de la continuidad / discontinuidad, la
comunicación / incomunicación y los diferentes registros en y entre ambos términos, es decir sus
posibilidades de conexión o fractura y los efectos que ello provoca.
En este trabajo de carácter exploratorio se analiza el material clínico de pacientes con
trastornos crónicos de piel (psoriasis). La muestra (de carácter intencional accidental) quedó
constituida por seis mujeres que concurrían al servicio de dermatología de un hospital público de la
ciudad de San Luis y que aceptaron colaborar voluntariamente en esta investigación. Las edades de
las mujeres oscila entre los veintitrés y cincuenta y dos años, de las cuales cinco conviven en pareja
y la restante es viuda. En relación a la escolaridad la diversidad es amplia, ya que dos poseen nivel
universitario incompleto, dos secundario completo, otra incompleto y la restante primaria
incompleta; trabajando en la actualidad fuera de su casa solo una de ellas.
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Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
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rudimentaria del bebé. Bion describió las modalidades principales para esta evacuación: las
perturbaciones “psicosomáticas”, la hiperactividad del lenguaje o acciones sin sentido, diferentes
tipos de alucinaciones y comportamiento grupal.
Se infiere, que el rechazo de una identificación proyectiva realista por la mente - mamá
devuelve a la mente - bebé una hostilidad para pensar sobre la propia experiencia emocional, que
incluye el dolor mental. Desde este vértice teórico, éste es un tema central ya que la
conceptualización del dolor mental diferencia el enfoque psicoanalítico de otras disciplinas que se
ocupan de la simbolización.
En las concepciones del tipo de dolor mental que el ser humano afronta en la
complejización del preceso de ideación hay hitos marcados por Freud en Inhibición Síntoma y
Angustia (1926), por el concepto de ansiedades persecutorias y depresivas de Melanie Klein y
confusionales y catastróficas de sus continuadores, así como el concepto de dolor frente al conflicto
estético de Meltzer (1988).
Una contribución de Bion es plantear la hipótesis de una parte de la mente que es hostil al
pensar porque éste genera dolor. Al postular la actividad simbólica como un proceso dinámico en
continua oscilación entre momentos de integración y desintegración ( Ps --- D), se recorta que cada
paso en la complejización de un símbolo va a implicar una ruptura del “equilibrio” ya logrado. Las
ansiedades que genera este proceso, son vividas como cambio catastrófico ya que implican la
pérdida de las conjunciones obtenidas, siendo éste uno de los factores que tiende a obstruir el
proceso de pensamiento.
Para la investigación de las diferencias en las cualidades simbólicas de la mente, resulta
conceptualmente útil la teoría de Bion acerca de la oposición no entre amor y odio sino entre el área
de la pasión: vínculos L, H y K y su contraparte, el área del despojo del significado y la emoción,
los vínculos –L, -H y –K. Todo ello implica, que si la conjunción de la pasión y el pensar acerca de
la experiencia emocional suministran los elementos que posibilita la construcción de símbolos hasta
sus formas más complejas, las operaciones inversas como el despojo del significado emocional, la
desvitalización, el uso mentiroso, proveen las condiciones para desnaturalizar los símbolos, para la
desmentalización y la mentira. La capacidad simbólica, entonces, requiere una función reverie para
su desarrollo y uso al servicio del conocimiento y del conocimiento de sí mismo. En la
desmentalización y la mentira se emplean técnicas de empobrecimiento y de trastocamiento del
significado. La tolerancia o intolerancia a la frustración, a la incertidumbre, a la ausencia del objeto,
constituyen los factores para que se produzca una transformación simbólica en un medio con
capacidad de reverie o con ausencia de la misma.
En su trabajo sobre La Cesura (1977), Bion conjetura (retomando la conocida cita de
Freud) que podría haber una supervivencia en la mente de funcionamientos embrionarios
intrauterinos más cercanos a la neuropsicología que a la psicología, que pueden estar expresándose
de algún modo en el niño y en el adulto. En este sentido, hipotetiza que durante la vida intrauterina
el feto experimentaría “protoemociones” y “protoideas”, que serían el germen de lo que después se
podrá (o no) desarrollar como pensamientos y emociones (temor, odio, etc). La postulación de una
continuidad entre funcionamientos prenatales y postnatales permite entender ciertas
manifestaciones corporales como huellas de los primeros estadios del desarrollo de las emociones,
es decir como rastros de intensos temores “tálamicos o subtalámicos” de la vida intrauterina
(emociones intensas pero sin significado).
Bion aporta la idea de conjugar los vértices psico-somáticos y somato-psicóticos lo que da
lugar al descubrimiento de lo que tienen en común las manifestaciones psicosomáticas y los
funcionamientos psicóticos. Esto es, la tendencia a desembarazarse de aquellas funciones que
permiten el contacto con las experiencias, siendo las primeras una consecuencia de este
funcionamiento. Se podría pensar, que al estilo de lo que Bion describió como el uso revertido de
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los órganos de los sentidos en los funcionamientos psicóticos, en los trastornos psicosomáticos se
evacuarían las experiencias displacenteras usando vías prenatales como descarga o bloqueo de
elementos inmunológicos, hormonales, etc, como algo análogo a las identificaciones proyectivas.
En Memorias del Futuro (1979) destaca como el nacimiento produce la separación entre Psique y
Soma y los intentos fracasados de comunicación: funcionamientos de Soma no aprehendidos por
Psique y los significados de Psique que no llegan a Soma. Siguiendo estas ideas, podría conjeturarse
que en períodos o momentos de gran turbulencia emocional los “estados mentales prenatales” y “las
protoemociones” que permanecen inaccesibles (ni concientes, ni inconcientes), pueden irrumpir de
modo violento provocando manifestaciones psico-somáticas o somato-psicóticas. Las conjeturas
imaginativas bionianas sobre estado prenatales que se manifiestan como estados corporales después
del nacimiento, implica que permanecen inaccesibles al nivel de la representación y elaboración
psicológica. Es decir, que se plantea una conección / desconección entre pensamientos y emociones
de la vida adulta y los de la vida prenatal, como efecto de una cesura prenatal, además de la del
trauma del nacimiento. Sin embargo, a la vez estas hipótesis sugieren la posibilidad que si las
manifestaciones somáticas fueran estados embrionarios de la emoción, podrían transformarse en
experiencias emocionales con significado, pudiendo evolucionar hacia un desarrollo mental.
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Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
“personajes privilegiados” (hermanos varones, parientes, o “los de afuera”), que reciben lo que les
es negado. El tiempo aparece como suspendido ya que nada parece cambiar, evidenciándose por la
intolerancia al dolor psíquico, la no elaboración de duelos por los padres “reales”.
Es así que L. (27 años) expresa: …” yo soy la más chica, mis hermanas me llevan quince
y diesiseis años de diferencia, tuve casi tres madres, demasiado sobreprotegida. Soy muy
dependiente de mis padres, vivo a media cuadra y los veo todos los días”. F. (30 años) relata: …”La
relación con mis padres es buena. Con mi mamá a veces me enojo, es de muchos achaques si no le
duele una cosa le duele otra, no sale está siempre en la casa. Ayer fui y decía que no sirve para
nada, pero estamos nosotros ahí y se le pasa todo”. Luego continúa: …” Con mi madre tengo una
relación más cercana, mi papá de bien que está me echó de mi casa dos o tres veces. No sé si fueron
celos”.
A la adolescencia, se refieren como “normal”, “común”, “sin problemas”, efectuando
relatos de actividades, sin registro de la misma como una etapa conflictiva. Sin poder establecer
relaciones significativas, narran distintas experiencias como mudanzas, la aparición de la menarca,
el comienzo de relaciones sexuales, embarazos, etc que se puede inferir, han provocado gran
turbulencia emocional sin poder ser metabolizadas. Aparecen descripciones frías de la “inundación
emocional” por la que transcurrieron, sin conectar que en muchos casos en esta crisis vital no
elaborada irrumpió la psoriasis como evidencia de la fractura entre cuerpo y mente. Las madres
aparecen en todos los casos sin capacidad para contener las intensas ansiedades de este período, no
acompañando en los cambios ni ayudando a dar sentido a las profundas conmociones y vivencias
vinculadas con la sexualidad. Esta aparece “presentada” como peligrosa y la femeneidad como muy
poco valorizada cuando no denigrada, frente al género masculino “presentado” como superior en el
discurso familiar. Las normas impuestas por los padres aparecen como confusas, erráticas,
arbitrarias y no sostenidas con consistencia, no existiendo en las pacientes recursos para pensar,
cuestionar o revelarse frente a las mismas, predominando identificaciones adhesivas frente a los
mensajes parentales. Se advierte en el relato, descripciones sin resonancia afectiva de “climas de
tensión”, así como ejemplos de ataques a sus funciones de sentido y juicio de realidad, lo que habría
provocado intensas ansiedades confusionales. Del discurso se desprende, que transitaron la
adolescencia sin pertenencia a una comunidad de pares, sin intereses o proyectos personales, no
registrando intercambios verbales y afectivos significativos ni con los padres u otros adultos, que
estimularan actividades sublimatorias. En dos de las mujeres, esta etapa se encuentra virtualmente
“salteada”. En ambas, la actividad laboral y la maternidad adolescente parecen haber operado como
sostén de la intensa fragilidad emocional, a la vez que como ilusión de encontrar una relación
continente. Algunas de las expresiones más significativas son las siguientes: V. (23 años): “Siempre
fuí buena hija, nunca les llevé problemas, nunca mi mamá se tuvo que sentar y decirme esto está
bien o mal….” “Siempre me gustó arreglármelas sola. Mis intereses eran ayudar a mis padres para
que no les faltara nada, fue siempre pensar en ellos, por ejemplo que nos les faltara un televisor, un
equipo de música, todo era muy material”. Esta misma paciente expresa :” A mi marido lo conocí a
los catorce años. Yo crecí con él y él creció conmigo, con él todo, lo que me ha pasado en mi vida,
todo lo comparto con él”. L. de 27 años manifiesta: …”Me vino por primera vez a los catorce años
y después no me vino por dos o tres meses y cuando me volvió a venir me broté de psoriasis”.
Continúa más adelante: …”Mi papá era muy estricto, no me dejaba salir ni ir a la escuela que yo
quería. No me hubiera dejado trabajar, para él la mujer está para atender la casa, los hijos, es de
machista, pero reconoce mucho el trabajo de la mujer en la casa. Me defiende frente a mi marido,
porque él piensa que estar en la casa es estar tirada sin hacer nada y mi papá le dice: te está
cuidando tus hijos o lavando tu ropa”. C.de 52 años, relata: …” no sé porque a la edad nuestra los
padres no nos hablaron de violación o de actos sexuales, a mí ni siquiera mi pobre madre me habló
de la menstruación. Fue un sacudón terrible, no sabía nada, entre las compañeras no nos
hablábamos, entre las hermanas no había conexión como ahora”. Luego expresa: …” mi hermana
mayor había venido a pasar unos días y cuando me ví sangre en la bombacha salí corriendo del baño
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Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
y ahí me habló y me dije: es tarde, ese trauma ya lo he pasado”. En cuanto a la relación a los padres
la misma paciente cuenta:…” fue buena, pero con mi tía únicamente hablaba. Yo con mi mamá,
hablar de temas de Dios, del amor, de un libro nunca. Con mi papá menos, no porque fuera malo,
nunca nos tocó a ninguna”.
En relación a la infancia, reaparecen en los relatos desvitalizados, madres con severos
déficit en la capacidad de reverie, es decir, sin poder ejercer la función de “una piel continente”
(Bick,1968) que al modular el dolor permitiera la mentalización del mismo y el desarrollo de las
funciones de percepción, registro y transmisión de los estados emocionales, así como de los
instrumentos para pensar. Las pacientes no recuerdan ni registran situaciones angustiantes ni muy
satisfactorias o particularmente significativas en esta etapa. Al decir de C. (52 años): …“nunca me
pasaba nada”. Solo pueden describir de un modo muy poco colorido actividades cotidianas que
realizaban con una “madre de las pulsiones de autoconservación”, sin recuerdo de intercambios ni
expresiones de ternura, juegos o situaciones placenteras, apareciendo la compra de regalos o ropa
como indicadores de afectos no transmitidos ni contenidos. Resulta así significativo, que en tres
pacientes ante el desamparo por la ausencia de este “útero mental”, aparezcan recuerdos de
intolerancia física a la separación de la madre. Quizá un ejemplo significativo sean las palabras de
F. cuando expresa: …” Yo siempre quería estar con mi mamá, la acompañaba a todos lados, cuando
era más grande y me iba a dormir a lo de mi abuela, lloraba tanto que me tenían que ir a buscar. Era
muy de ella” …”me gustaba dormir con ella, hasta los ocho años lo hice, dormíamos mi mamá, mi
hermano y yo en una cama y mi papá en otra, porque decía que si dormía con mi mamá le dolía la
espalda” …L. relata en referencia a la relación con la madre; ….” Era demasiado pegota de ella,
nunca hice jardín porque lloraba. Lloré cuando se iba, hasta tercer grado”. Estas madres y las demás
aparecen a su vez como “reservadas”, “serias”, muy ocupadas en las tareas de la casa y hábitos de
comida y limpieza. Narran también situaciones de discusión frecuentes entre los padres, sin
resonancia afectiva apelando siempre a esciciones estáticas para evadir el contacto con climas de
tensión emocional constante que no pudieron ser digeridas. En dos de las pacientes, aunque la
enfermedad irrumpió en la infancia no aparece vinculada a ninguna situación emocional
perturbadora. En todas ellas predomina la creencia en “una buena crianza”, aunque relaten
situaciones de gran perturbación en las funciones parentales que reflejan un profundo ataque al
conocimiento de la realidad y la verdad. Aparece aquí, la referencia a diversos sustitutos de la
madre de la infancia y a hermanos privilegiados, sin reclamos emocionales significativos, siendo
justificadas porque “en la familia siempre los varones son los preferidos” o “no se daba cuenta de
las diferencias que hacía”. Asimismo es de destacar, la ausencia de curiosidad por situaciones de su
infancia respecto a las cuales nunca preguntaron, aceptando descripciones estereotipadas y formales
de la época de bebé y de las vicisitudes de su concepción., embarazo y parto.
En cuanto al vínculo de pareja, se puede inferir del relato que las seis mujeres (cinco
casadas, una viuda) ocupan un lugar muy denigrado que es aceptado pasivamente, sin recursos para
interrogarse sobre un sufrimiento que no puede ser pensado sino padecido., sin capacidad de pensar
sobre el cómo y el porqué de las características de la relación . Existe un acatamiento a vidas
paralelas, donde los maridos tienen salidas nocturnas, actividades, hobies, viajes, diversiones de las
que no participan, relatando de modo desafectivizado las ausencias frecuentes, el escaso
intercambio verbal y la carencia de continencia afectiva. Debido a la amplitud y profundidad de las
esciciones y del ataque a las funciones mentales, no aparece en el relato los efectos de la intensidad
de la descarga en un cuerpo “roto”, “agujereado”, en la sexualidad y en las peculiaridades del
vínculo de pareja en general. En el discurso de las mujeres los maridos manifiestan que “No hay
problema” (en relación a las limitaciones que impone la piel lacerada), cuando en la realidad que
describen y desconocen hay una alternancia entre las ausencias y los maltratos psicológicos. Aquí
se pone en evidencia, en qué grado la intolerancia al dolor psíquico, con sus consecuencias en el
daño al “aparato para pensar pensamientos”, cristaliza en un relato donde las intensas experiencias
emocionales son reducidas a hechos, que al no poder transformar carecen de sentido para las
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Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
pacientes. Se advierte la repetición del tipo de vínculo de sometimiento que habían sostenido los
padres entre sí, existiendo una relación con sus parejas de intensa dependencia a todo nivel, que
refleja el profundo desvalimiento psíquico o en términos de Bion, la manifestación de estructuras
prenatales que no han podido superar las diferentes cesuras. En estos estados de orfandad, los hijos
aún pequeños funcionan como sostén asumiendo funciones de contención emocional y cuidado
concreto de estas madres en “carne viva”. En este sentido se podría hablar de la “capacidad de
reverie transgeneracional” fallida (L, P de Cortiñas, 1999 ) y por consiguiente de los siniestros
efectos de la repetición en la mente y cuerpo de estos hijos. En relación a la enfermedad y sus
orígenes, todas las pacientes sostienen teorías sobre la influencia de lo hereditario (sin poder
fundamentar) y de lo que denominan “nervios”, “estados nerviosos”, etc, sin correlacionar esto
último con conflictos psíquicos y sin articulación alguna con su historia. Sin embargo, en el
discurso aparecen en relación de contiguidad situaciones de profunda turbulencia emocional
cercanas a la aparición de la enfermedad (menarca, menopausia, duelos, etc,). En todos los casos
existe un profundo descreimiento en que “la medicina las cure”, relatado ésto con indiferencia. En
este sentido, se podría pensar que el soma “protege” del sufrimiento mental (temor a una catástrofe
psíquica) con la paradoja de “pagarlo” con una enajenación de sí mismo o expresado de otro modo,
con el escaso desarrollo de las funciones mentales que permiten elaborar instrumentos adecuados
para procesar simbólicamente las experiencias emocionales y otorgarles sentido.
A modo de conclusión.
La profunda fractura mente/cuerpo que se refleja en el relato de estas pacientes con
trastornos crónicos de piel, queda en evidencia en los severos trastornos de pensamiento que
presentan.
Sin embargo, son personas que se manejan en la vida cotidiana con un cierto repertorio
restringido, pero utilitario de símbolos. Estos podrían entenderse como símbolos estereotipados con
un significado fijo que no les permite evolucionar, probablemente como consecuencia de “mitos
privados” que refuerzan una causalidad lineal. Estos son símbolos con una mínima condensación y
desplazamiento, es decir, con un sentido congelado. En estas pacientes el lugar del aprendizaje por
la experiencia emocional estaría ocupado por aprendizajes miméticos (identificaciones adhesivas).
La consecuencia que se evidencia en todas ellas, es un intenso empobrecimiento de la personalidad
y una estereotipa de los símbolos que han escindido los múltiples sentidos inherentes a cada
experiencia.
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− --------------: . LaTabla y la Cesura. Gedisa. Buenos Aires.1980.
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− MELTZER,D. : Metapsicología Ampliada. Bs. As. Spatia. 1990.
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Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
Resumen
A través de la presentación de un caso de un niño de ocho años se mostrará la relación que existe
entre el temor de castración y las inhibiciones manifestadas especialmente en la escritura con letra
cursiva.
Los resultados de las entrevistas, hora de juego y tests (http, Familia, Persona) expresaban que en la
dinámica familiar e intrapsíquica de Matías prevalecían fallas en el desempeño de las funciones
parentales.
Las ansiedades movilizadas por la unión-fusión con la madre revelaban castración. Determinando
gran parte de sus dificultades escolares, en especial la posibilidad de escribir en letra cursiva ya que
en ésta es esencial el elemento de unión de una letra con otra: unión que pasa a equipararse a
fusión-castración.
Abstract
This relation between fear castration and the inhibitions manifested specially in handwriting is
shown by the case of a 8-year-old child. Interviews, time of play and tests (HTP, Family, Person)
demonstrate that in Matías´ familiar and intrapsychic dynamics there were failures in the
performance of parental functions.
Anxieties mobilized by the fusion with his mother showed castration which determined to a large
extent his school difficulties, specially in handwriting since it is essential to join one letter to the next,
i.e. this fusion is unconsciously the same as fusion-castration.
---------------
Introducción
En el presente trabajo deseo mostrar a través de un caso clínico de un niño de 8 años, la
relación que se manifiesta entre el temor de castración y las inhibiciones expresadas por medio de la
escritura.
En el momento de ingresar el niño a la escuela se encuentra con un ambiente en el que
investirá libidinalmente nuevos objetos y actividades, que a menudo podrán resultarle insuperables
ya que deberá transitar de un estado pasivo-femenino a otro más activo. El niño se encuentra ahora
en condiciones para el aprendizaje de la lecto-escritura y llegar a comprender esta última requiere
poner en juego su saber lingüístico y su propia capacidad de pensar. Deberá razonar, emitir
hipótesis, superar conflictos, buscar regularidades y otorgar significados. La escritura es un objeto
simbólico, es un sustituto (significante) que representa algo y al igual que el lenguaje, constituye un
sistema con reglas propias. Lo que el niño aprenda estará en función del modo en que se vaya
apropiando del objeto de conocimiento a través de una lenta construcción de criterios que le
permitan comprenderlo. El éxito del aprendizaje dependerá de las condiciones en que el niño se
encuentre en el momento de recibir la enseñanza, ya que el aprendizaje supone un proceso en el que
encontramos diferencias respecto al momento del desarrollo conceptual en el que se ubique el niño.
Este es un sujeto activo que no solo define sus problemas sino que construye los mecanismos para
*
Dirección: Maipú 1375. (5700). San Luis. T.E. (02652) 435045. E-mail: mlatino@unsl.edu.ar Institución: Univ.
Nac. de San Luis. Facultad de Ciencias Humanas. Departamento de Psicología. Area temática: Clínica.
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Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
resolverlos, sujeto que re-construye el objeto (de conocimiento) para apropiárselo a través del
desarrollo de un conocimiento.
En este momento, la escuela lo obliga a poner en práctica sus energías instintivas
libidinales que ya comenzaron a ser sublimadas. Sin embargo, la sublimación de la actividad -sobre
todo genital- puede hallarse inhibida por el complejo de castración. En el complejo de Edipo, este
temor de castración se vuelve más intenso y la represión subsiguiente de los componentes activos
masculinos es la que va a proveer el fundamento principal para las inhibiciones en el aprender.
Sabemos de la importancia del complejo de castración en la formación del carácter y en la
neurosis infantil (“Introducción al narcisismo”.Freud), como también que éste se constituye –como
lo señalaba M.Klein- en un temor opuesto a las actividades y a los intereses del yo porque siempre
tiene, además, un significado genital y de coito.
Caso Clínico...
La madre de Matías llegó a la consulta preocupada porque su hijo mayor no trabajaba en
clase, “hacía la mitad de las cosas”, era muy lento y le costaba concentrarse. Presentaba dificultades
en la escritura: cortaba las palabras, las unía, no cerraba la “a”, confundía letras.
Su escolaridad se había iniciado en una escuela experimental no graduada con un
programa piloto, y en ese momento Matías concurría a un tercer agrupamiento (equivalente a un
tercer grado de escuela común).
Al comenzar a leer lo había hecho bien y con entusiasmo, sin embargo las dificultades
aparecieron al escribir con letra cursiva; por otro lado, estaba muy vergonzoso, se peleaba
permanentemente con la hermana, no jugaba ya con sus amigos y sus primos, tenía miedo de noche
y se mostraba muy agresivo con su padre.
La familia de Matías estaba compuesta por el padre (52 años), la madre (39 años), y dos
hermanas: Gabriela (6 años) y Agustina (1 año).
Una síntesis del presente caso clínico nos permitirá comprender su relación con el
síntoma.
Matías había sido un niño buscado, con embarazo tranquilo y parto normal. No había
tomado el pecho ya que la madre tenía el pezón umbilicado, sin embargo la mamadera la aceptó de
buen grado. En el sueño no había presentado dificultades y al cumplir un año fue retirado de la
habitación de los padres. En ese tiempo la madre no trabajaba, estando dispuesta “nada más que
para él”, mientras que el padre participaba en el baño, en la comida y en los controles pediátricos.
Tenía un año cuando comenzó a caminar y la madre se dispuso a trabajar en el restaurant ,
propiedad de la familia. El control de esfínteres lo logró al año y cuatro meses; y a los dos años
cuando nació su hermana Gabriela, Matías no tomó más leche, se hacía caca debajo de la mesa y
comenzó a usar chupete.
A los 5 años, estando en el primer agrupamiento, le sucedió un hecho importante: muere
su abuela paterna en su presencia de un ataque al corazón. La relación con ella había sido muy
estrecha hasta ese momento ya que ella era la encargada de cuidarlos y alimentarlos cuando la
madre salía a trabajar. Al poco tiempo, su primo más querido -al que llamaba “mi hermano”- se
trasladó a vivir a Mendoza.
Cuando había pasado al segundo agrupamiento, aconteció el nacimiento de su hermana
Agustina con la que “fue siempre cariñoso”, sin embargo a partir de allí no les dirigió más la mirada
a los familiares “porque estaban pendientes de ella”.
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Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
Los padres reconocieron que nunca fueron de ponerle límites porque tenían miedo de
verlo sufrir, “es como que sufrimos nosotros”, manifestaron en la entrevista. Además, la madre
comentó que el padre era muy calmo, que tendría que ser el abuelo ya que le permitía “hacer de
todo” a Matías, y que por su parte, ella “le daba de todo” por la culpa que sentía de salir a trabajar.
Ella lo ayudaba en las tareas de la escuela, como también a vestirse, “a pesar de que sabe hacerlo
solo”, agregó. Por otro lado, el padre no sabía qué responder ante las preguntas que Matías le hacía.
El padre de Matías, que provenía de inmigrantes, fue criado por los abuelos maternos a
raíz de que su madre trabajaba todo el día y su padre había muerto. Por otra parte, la madre había
sido una “malcriada como hija única” durante nueve años, lapso en que nace su única hermana.
Antes de casarse se encargó de cuidar a su padre alcohólico hasta el final de sus días.
Durante la Hora de Juego Diagnóstica, Matías se mostró extremadamente inhibido, no se
acercó a la caja de juguetes y sin mirarme nunca a los ojos, contestó muy escuetamente a todas mis
preguntas y comentarios. Me comunicó que venía porque se le “rompía la punta del lápiz” y
además, que aquí “venía a escuchar pavadas”, que no le gustaba jugar ni dibujar y que no iba a
mirar la caja. Me confirmó que se peleaba con la hermana y me manifestó como ejemplo que “le
ponía agua en la cama para que los padres creyeran que se había hecho pis”. También expresó que
jugaba con muñecos Rambo y que tenía una moto y una lancha.
Al terminar la Hora de Juego, se encontró con la madre en la sala de espera y se le acercó
al oído a decirle algo con una expresión casi de llanto. La madre le indicó donde quedaba el baño.
Acerca de la toma de pruebas gráficas tomaré en consideración algunos datos que resultan
importantes. Mientras dibujaba la familia Matías iba expresando: “Y por qué no una familia de
payasos?...Qué fea la dibujé! (a la mamá). Qué estoy haciendo?!. Mi papá y la mamá, acá un bebé.
Buah! Buah!. Acá una mamadera, la leche, la teta, buah!...”, mientras cantaba: “Me mentiste, me
engañaste...” Luego dijo: “Acá tengo mi hermanita”, y siguió cantando: “Tengo muchas ganas de
llorar, si yo tengo ganas de gritar, si yo tengo la razón y no pongo la opinión, me quedo con las
ganas de llorar”. A continuación cantó lo mismo diciendo reir en lugar de llorar.
Al finalizar expresó: “Y aquí voy a hacer el macho de la casa. Yo. Ay!, me caigo. Auxilio,
me caigo!. Socorro, me caigo!. Por favor que alguien me ayude, me voy a morir solito sin que
alguien me ayude”. Luego dramatiza que llora: “No resisto más. Me caigo, mamá!. Esto me pasa
siempre!”.
Síntesis diagnóstica
La dificultad de sublimación de Matías se encuentra en el sadismo propio de las fantasías
pregenitales que pasan a teñir a las fantasías genitales: gran demanda hacia la madre, intensos celos
y rivalidad hacia el padre a quién temía por fantasearlo como poderoso y agresivo. Además,
manifestaba elevado monto de celos hacia la hermana porque sentía que lo dejaba excluido,
disminuido, no querido.
Las intervenciones del padre, más que separarlo de su madre –y a ésta de todos sus hijos-
tendían a someterlo a ella y a igualarlo a sus hermanas mujeres menores que él. La función paterna,
en lugar de ser una instancia diferente a la función materna, se encontraba al servicio de ella,
dejando a Matías en la fusión, castración, pasivización. Por otro lado, la madre con sus fallas en la
función continente no lo ayudaba a elaborar las ansiedades que le generaba su crecimiento.
Las ansiedades movilizadas por esta situación de unión-fusión con la madre implicaban
castración (“vengo porque se me rompe la punta del lápiz”, dice Matías en forma por demás clara
de cuál es su problemática). Probablemente éstas determinarían gran parte de sus dificultades
escolares, en especial la posibilidad de escribir en letra cursiva. En este tipo de letra es esencial el
elemento de unión de una letra con otra: unión que pasa a equipararse a fusión-castración.
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Matías percibía a su familia como una “familia de payasos” ya que habían quedado a la
mitad como padres por sus grandes dificultades en relación a las funciones parentales.
Al percibir a su padre como una figura “ausente” en su función específica –y por lo tanto
no poder contar con un modelo con el cuál identificarse- le resultaría a Matías una situación muy
persecutoria ya que no puede menos que vivenciar tal ausencia como fruto de sus ataques
fantaseados.
Además, con toda esta problemática, su expresión reiterada “Ay! Me caigo...” podría
hacer alusión, posiblemente, a futuros problemas de erección en el caso que no pudiera concluir un
tratamiento.
Recomendé tratamiento psicoterapéutico para Matías y un apoyo psicológico para los
padres con el fin de permitirles tener un espacio para pensar en este hijo “piloto” que se estaba
“cayendo” al no sentirse sostenido por ellos.
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Discusión:
En el curso del tratamiento de Matías, los juegos que realizaba hacían alusión a la
castración manifestada a través de la acción de torcerle el cuello al amigo.
La amenaza de castración provenía tanto del lado materno como paterno. El padre no sólo
no desempeñaba su función paterna sino que, además, ejercía la amenaza de castración ante las
intenciones de Matías de no unirse a la mamá.
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Además, podemos pensar que no querer darle la mano a su madre podría significar
también que en él prevalecían los sentimientos de odio que le generaba tener que compartirla con su
hermana. Sumado a esto, los olvidos de la satisfacción de los deseos y necesidades de Matías por
parte de la madre desencadenaban en él un gran monto de agresión que luego proyectaba en los
demás. Entonces sentía que su mamá era una bruja al no poder rescatarlo y dejarlo que quedara
separado.
Además, Matías percibía que su padre mantenía un vínculo erotizado con sus hijas
mujeres, costándole ejercer su autoridad sobre ellas (“la nena lo empuja y el Sr. Se quiebra”). Esta
situación se reactualizaba de manera constante en su fantasía, considerando que la hermana era la
que siempre se ganaba el amor del padre, dejándolo a él afuera, desvalorizado, descuidado de los
afectos parentales.
Matías demandaba un papá que aparecía siempre impotente con el cual no podía competir.
Como consecuencia de ello surgían en él fuertes sentimientos persecutorios que podrían llegar a
conducirlo a desarrollar un pseudoself.
Al cabo de dos años y medio de tratamiento, y próximo a la interrupción del mismo, en la
sesión Matías separó los autos y aviones con una muralla de cubos y cauchos “con alambre púa que
los une”. Estaba intentando disociar el odio del amor como una manera de proteger sus objetos
internos buenos, tratando de que quedaran unidos a través de componentes agresivos representados
por el alambre púa. Pero estos objetos internos se tornaban desprotegidos, desorientados por la
correspondiente carga agresiva que proyectaba en ellos.
Con el objeto de dominar la angustia que la situación le causaba recurría a controles
obsesivos intentando comenzar nuevamente el juego que ya había iniciado.
En sus juegos iba expresando lo que acontecía en su mundo interno: Matías estaba
sintiendo que “faltaba algo”. Faltaba la función paterna que no pudo rescatarlo de la simbiosis
materna y que ahora aparecía perturbando las identificaciones masculinas. La imagen paterna se
presentaba como una fachada donde tras ella no había nada: “Son policías por el uniforme azul”,
había expresado Matías en sesiones anteriores. Estar en contacto con esta fachada lo acercaba a lo
terrorífico, a lo ominoso ya que para sostener esta estructura familiar, Matías tenía que comportarse
como un “criminal”. Tenía que cometer el delito de presentar dificultades en el aprendizaje escolar
para que la figura paterna se hiciera presente. Matías estaba demandando la ley paterna, la
prohibición del incesto, como una manera de no quedar a merced de los deseos edípicos que lo
perturbaban.
El proceso analítico logró en Matías grandes cambios (mejoró el rendimiento escolar,
expresó sus fantasías y defensas a través del juego y la palabra, podía hacer insight de lo que le
estaba ocurriendo a él y a los padres) los cuales no pudieron ser sostenidos en varios momentos del
tratamiento a raíz de que los padres no pudieron tolerar ponerse en contacto con sus dificultades en
las funciones parentales y las resistencias por parte de ellos cobraron mayor fuerza. Todo esto llevó
a que Matías comenzara a faltar reiteradamente a las sesiones hasta que los padres interrumpieron el
tratamiento argumentando que su hijo “no deseaba más concurrir” al mismo; agregando que su seria
situación económica no se lo permitía.
Bibliografía:
− FREUD, S.: “Tres ensayos de la teoría sexual” (1905). Tomo VII. Amorrortu
− Editores. Bs. As. 1993.
− FREUD, S.: “Sobre la psicología del colegial” (1914). Tomo XIII. Ob. Cit.
− FREUD, S.: “La organización genital infantil” (1923). Tomo XIX. Ob. Cit.
− FREUD, S.: “El sepultamiento del Complejo de Edipo” (1924). Tomo XIX.
− Ob. Cit.
− KLEIN, M.: “El papel de la escuela en el desarrollo libidinal del niño” (1923).
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Jaime López,
Mariano Bruno
Carlos Bonantini *
Resumen
En este artículo teórico abordaremos, en primer lugar, la compleja evolución que se produjo en la
ciencia cognitiva y en la inteligencia artificial, en relación a los modelos de lo mental. También
abordaremos la cuestión de las relaciones que ambas disciplinas han mantenido entre sí. En
particular, consideraremos los dos modelos más importantes en ciencia cognitiva. Estos son: el
modelo del procesamiento de símbolos físicos y el abordaje conexionista o de redes neuronales. A
continuación analizaremos una extensión del enfoque conexionista que pretende dar cuenta de los
sistemas sociales. A lo largo del artículo aportaremos algunas reflexiones desde el campo del
psicoanálisis acerca de estos diferentes modelos. Una de las conclusiones a las que llegaremos
consiste en que la ciencia cognitiva y la inteligencia artificial han debido abandonar perspectivas
extremadamente formalistas e individualistas acerca de lo mental. Otra de las conclusiones radica
en que estos cambios producidos en el campo general de la ciencia cognitiva pueden ser analizados
fructíferamente desde el abordaje psicoanalítico. Por último, afirmaremos que estos cambios
permiten entrever una incipiente convergencia entre las cuestiones planteadas por la ciencia
cognitiva y aquellas planteadas por el psicoanálisis.
Palabras claves: Inteligencia Artificial, Ciencia Cognitiva, Procesamiento Distribuido en Paralelo,
Sistema de Símbolos Físicos, Psicoanálisis.
Abstract
PSYCHOANALYTIC REFLECTIONS UPON TWO MIND MODELS FROM COGNITIVE SCIENCE
AND ARTIFICIAL INTELLIGENCE
In this theoretical article we will analyze, first, the complex evolution that took place in cognitive
science and artificial intelligence, concerning two mind models. We will also approach to the
relationships that both disciplines have maintained with each other. In particular, we will consider
the two main models in cognitive science. These are: the physical symbols systems approach and the
connectionist paradigm, also referred as neural nets approach. Further, we will analyze an extension
of the connectionist paradigm that intends to account for social systems. All along the article we will
contribute with some reflections from the psychoanalysis about these different models. One of the
conclusions we will propose is that cognitive science and artificial intelligence had been forced to
abandon extremely formalist and individualistic perspectives about mind. Another conclusion resides
in that these changes, that have taken place in the general field of cognitive science, can be analyzed
fruitfully from the psychoanalytical approach. Finally, we will suggest that these changes allow us to
think about an incipient convergence among the questions outlined by cognitive science with those
outlined by psychoanalysis.
Key words: Artificial Intelligence, Parallel Distributed Processing, Physical Symbol Systems,
Psychoanalysis.
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Introdución
En los Estados Unidos, a mediado del siglo pasado, se produjo la llamada “revolución
cognitiva”. Ésta no pretendía reformular el conductismo imperante sino reemplazarlo
definitivamente. El gran y decidido esfuerzo de los iniciadores estuvo principalmente centrado en la
tarea de devolverle a la psicología el “significado” como su concepto fundamental. Su meta era
descubrir y describir formalmente los significados que los seres humanos creaban a partir de sus
encuentros con el mundo. Buscaban motivar a la psicología a centrarse en las actividades
simbólicas empleadas por los humanos para construir y dar sentido, no solo al mundo sino a si
mismos. Se ambicionaba unir fuerzas con las humanidades y las ciencias sociales de carácter
interpretativo (Bruner, 2000).
Por tanto, la “revolución cognitiva”, en su necesidad de entender los procesos y las
estructuras mentales, así como el mismísimo concepto de mente, desplazó la parafernalia
conceptual comportamental. No obstante, no pudo realizar la misma tarea con la vertiente
positivista que impregnaba con autoridad a la psicología toda. Esto se hacía notar especialmente en
la resistencia a introducir aspectos referidos a los estados subjetivos como conceptos explicativos.
Es que todo lo referido a las categorías de estados intencionales, creencia o deseos no eran bien
vistos, y por lo tanto, debían ser depurados.
Frente a este estado de cosas, las condiciones políticas de la llamada “guerra fría”
fomentaron la investigación en todo lo referido al área tecnológica, volcándose en ésta una gran
cantidad de recursos monetarios. Como resultado se produjeron importantes desarrollos en teoría de
la información, sistemas, computación, inteligencia artificial y robótica. Estos desarrollos generaron
un polo de atracción tal que condujeron a una cierta “tecnicalización” de la psicología. Los estados
subjetivos pasaron a ser estados del sistema, la creencia de un individuo era un particular estado de
su sistema cognitivo, con su potencial de acción. Así como también, la intencionalidad era un
proceso recursivo que perseguía metas y la inteligencia comenzó a ser descripta como “la capacidad
de resolver problemas”.
Como plantea Bruner (2000), la adopción de la “metáfora del ordenador”, fue el factor
clave en este proceso de pasaje y transferencia, desde una incipiente concepción basada en la
“construcción del significado”, hacia una basada en el “procesamiento de la información”.
La hegemonía del modelo basado en el procesamiento de la información fundamentó el
núcleo constituyente de la llamada ciencia cognitiva. Esta ciencia esta caracterizada por el intento
de estudiar, comprender y reproducir los sistemas inteligentes, sean estos humanos o no. Se busca
modelizar los procesos cognitivos en general, por ejemplo: el lenguaje, los procesos visuales, la
construcción de conceptos, el proceso de razonamiento, así como también la capacidad de memoria.
No sólo interesan las capacidades y estructuras funcionales de los sistemas cognitivos, sino que
también interesa el estudio del desarrollo de estos sistemas. A este desarrollo se lo puede entender
de diversas maneras. En primer lugar, existe una forma de aprendizaje que es común, tanto a los
sistemas vivos, como a los artificiales. En segundo lugar, este desarrollo puede ser entendido como
el proceso de maduración, específicamente propio de los sistemas vivos (Gardner, 1987).
Ya sea en el enfoque de la construcción del significado, o ya sea en el enfoque del
procesamiento de la información, lo que se presenta como un elemento común y persistente es el
“rescate” de la categoría de “lo mental”. Al respecto, consideramos necesario destacar que el
psicoanálisis, al modo de los monjes que en sus conventos preservaron la cultura griega del
oscurantismo medieval, conservó lleno de vitalidad el concepto de lo mental, rescatándolo de las
“garras” anti-mentalistas propias del conductismo dominante. Sin embargo, cabe aclarar que
también todo el espectro de la psicología europea continental, a utilizado, y utiliza, la categoría de
“lo psíquico”. Esta categoría parece implicar un acento en lo subjetivo, a diferencia del concepto
anglosajón de lo mental, que parece acentuar más los aspectos formales (los procesos y estructuras).
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Entonces, podríamos plantear que, tanto el espectro de la psicología europea continental, así como
también el psicoanálisis, mantienen en común esa necesidad de destacar, más allá de los procesos y
estructuras internas, los estados subjetivos, simbólicos, intencionales y el concepto mismo de
subjetividad. Sin embargo, más allá del interés común por los aspectos formales que comparten
estas diferentes escuelas, y más allá del interés por los procesos subjetivos relacionados al
significado que comparten el psicoanálisis y la psicología europea continental, el psicoanálisis
realiza el sostenido esfuerzo de relacionar todas estas variables entre sí en el encuentro humano que
llamamos la clínica. Esto se debe a que el pensamiento freudiano debe sus orígenes mismos al
intento de poder teorizar sobre un ser humano vivo y “hablando” de su sufrir. Es decir, un individuo
inmerso en una situación vital y plena de significado. En particular, este aspecto concerniente a la
cuestión del significado, era justamente el ideario de la “revolución cognitiva” en sus inicios, en el
“Centro de Estudios Cognitivos” de la Universidad de Harvard. Pero, como hemos mencionado, la
“revolución cognitiva” fue desviándose hacia el terreno de la modelización formal, alcanzando su
cima de “tecnicalización” en los objetivos de la Inteligencia Artificial (IA). En este punto, conviene
aclarar que la IA suele ser ubicada como un sub-campo dentro del área interdisciplinaria de las
ciencias cognitivas. Dentro de éstas, la IA puede ser considerada su núcleo “duro”, en tanto está
fuertemente relacionada con las llamadas ciencias “duras”. Como veremos a lo largo de todo este
trabajo, las relaciones que se han producido entre el campo general de la ciencia cognitiva y la IA
son extremadamente frutíferas y complejas.
Lo anterior presenta aspectos a destacar. Éstos son los que han fundamentado la idea que
guía nuestro trabajo: la IA., en su intento de crear sistemas inteligentes que puedan hacer las tareas
que realizan los seres vivos, se ha ido inclinando poco a poco a tener que considerar forzosamente
las condiciones específicas que determinan lo que llamamos “una vida”. En este intento, se le
presenta a la IA una disyuntiva parecida a la que marcó al campo de la investigación en psicología:
el laboratorio artificialmente aislado versus el enfoque “etológico”, que estudia al ser vivo en su
misma situación vital. Desde nuestro punto de vista, el psicoanálisis realizó justamente la maniobra
tendiente a estudiar al ser humano en su “situación vital”. Es decir, en un universo de significado y
en una relación con el otro (la clínica en transferencia). Esto le permitió realizarse preguntas que la
IA tiene necesariamente que considerar al intentar reproducir el comportamiento inteligente de un
ser humano.
A fin de contrarrestar la tecnicalización de los enfoques sobre la mente humana, Bruner
(2000) propuso una “nueva revolución cognitiva”. Ésta pretende, a través de la psicología cultural,
rescatar lo mental del ámbito del procesamiento de la información, para de esa manera restaurar el
ideario de la construcción del significado. Nosotros postulamos que este último aspecto siempre ha
ocupado un lugar destacado en la teoría psicoanalítica. Por lo tanto, la idea es que el psicoanálisis
ha sido de gran importancia para preservar lo mental (del conductismo). Esta característica la
comparte con la ciencia cognitiva. A su vez, ha preservado la importancia de la significación propia
de un ser vivo en su situación vital, de la “tecnicalización” propuesta por el paradigma del
procesamiento de la información. Y esta importancia de la significación, es ahora destacada por la
psicología cultural y los estudios sobre la narrativa que de ella se derivan. Desde nuestro punto de
vista, habría que examinar con mayor detalle algunas de las críticas de Bruner hacia la ciencia
cognitiva “standard”. Sería interesante analizar hasta que punto no fue re-introducida la “cuestión
del significado”, mediante los modelos conexionistas que comentaremos en este artículo. Por
supuesto, cabe aclarar que el abordaje conexionista es un abordaje computacional, o sea, también
está basado en el paradigma del procesamiento de la información, que Bruner tanto critica. Por otro
lado, también se puede pensar que la dimensión de construcción cultural del significado también
está siendo re-introducida, desde el paradigma del procesamiento de la información, por los
modelos conexionistas de cognición socialmente distribuida. También haremos mención de estos
modelos en el transcurso de este artículo. No obstante, desde ya aclaramos que la cuestión de si
estos modelos computacionales constituyen una adecuada alternativa para abordar la cuestión de la
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construcción cultural del significado, excede las pretensiones de este artículo y será abordada en
una futura publicación. En este artículo, optaremos por concentrarnos en hacer un relevamiento de
los principales modelos de lo mental, tanto en la ciencia cognitiva, así como en la IA. Luego,
consideraremos algunas aplicaciones de estos modelos al campo de lo social. Por último, y a lo
largo del artículo, intentaremos contribuir con algunas reflexiones sobre estos temas desde el campo
del psicoanálisis.
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(Freud, 1901). Con esto, nos referimos a temas como los actos fallidos, los lapsus y los actos
sintomáticos. La polisemia y la natural ambigüedad del lenguaje humano no son para el
psicoanálisis una limitación, sino que por el contrario, son un rico campo que posibilitó una
construcción teórica que da cuenta de una intencionalidad complejizada. Cabe aclarar que con
intencionalidad complejizada nos referimos a la causalidad sobredeterminada por la llamada
estructura inconciente. (Freud, 1915a)
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también se puede comportar de manera irracional. Una de sus características más sobresalientes es
que le es indispensable “la interpretación” para la comprensión, haciendo que en una sola acción se
movilicen grandes cantidades de conocimiento pertinente al mundo a fin de darles un contexto
amplio a lo que oímos o vemos. Esto hace que gran parte del proceso de comprensión sea global y
no local.
Estas características de la mente plantean un modelo de trabajo en la ciencia cognitiva que
es radicalmente distinto al que sostiene el paradigma de procesamiento simbólico secuencial. Es que
el paradigma simbólico se apoya en gran parte de la tradición filosófica occidental, que pone énfasis
en la lógica formal y en una mente que puede ser comprendida sin considerar el cerebro
(funcionalismo computacional).
Sin embargo, es conveniente aclarar que, si bien el modelo conexionista presenta
semejanzas con la anatomía del cerebro, no es un modelo neurobiológico, sino un modelo
psicológico (McClelland, Rumelhart y Hinton, 1992). El funcionamiento cerebral es utilizado tan
sólo como una fuente de inspiración y de restricciones para modelar formas particulares de
procesamiento de información. De la misma manera que la arquitectura computacional von
Neumann es utilizada como base para modelar el procesamiento de información en el paradigma
simbólico clásico. Es decir, se sustituye la “metáfora del ordenador” por la “metáfora del cerebro”.
Lo verdaderamente impactante de los modelos PDP es que, de manera similar a como
funciona la mente humana, la memoria está inextricablemente ligada al procesamiento del sistema.
(Campbell, 1994). Desde el abordaje conexionista, el conocimiento y la inferencia pueden ser
codificados en una y la misma red. Por tanto, se puede construir un sistema que “sabe”, pero que
también, automática y naturalmente, “infiere”. El sistema no tiene una distinción interna entre la
recreación de viejas representaciones y la creación de otras nuevas en respuesta a una nueva
situación. A diferencia de los modelos tradicionales en psicología y en la arquitectura von
Neumann, los recuerdos no se almacenan, sino que se recrean cada vez. Por lo tanto, en una red
conexionista la memoria es “interpretación”. A su vez, hay una adaptación de la información que
viene de afuera. O sea, el conocimiento previo de la red neuronal influye en la percepción actual de
la realidad.
Se puede decir que los modelos basados en redes neuronales son sistemas que no
prometen ser exactos, sino solo aproximados. Estos modelos funcionan bien, al igual que la mente
humana, en situaciones en que es suficiente una respuesta aproximada. Algunos de estos modelos
en particular, trabajan generando un prototipo y no empleando un conjunto de reglas como los
modelos simbólicos. De esta manera, estos modelos PDP le dan sentido a la información nueva y/o
ambigua por medio de la comparación con la cercanía o distancia del prototipo.
No obstante todas las ventajas que se pueden enumerar, conviene mencionar que también
poseen sus limitaciones. Los modelos desarrollados en la actualidad suelen triunfar cuando
aprenden en contextos artificiales muy restringidos. Les es particularmente difícil, a diferencia de lo
que ocurre con los modelos clásicos, el trabajar en situaciones que implican procesamientos
extendidos en el tiempo y dirigidos por objetivos explícitos. Así como también les es
particularmente arduo solucionar problemas que impliquen grados de procesamiento lógico formal
que posean sub-niveles de estructuras recursivas.
Se ha propuesto que estos modelos funcionan en un dominio “sub-simbólico“ (Smolenski,
1988). El nombre de este dominio se debe a que se presentaría por debajo del nivel en el que los
símbolos se manipulan íntegramente con reglas duras, pero por encima del nivel básico de las
neuronas que podrían ser consideradas como el “piso del abismo”. Esta actividad mental sub-
simbólica en general se corresponde con actividades relativamente primitivas como el ver, oír,
reconocer, etc. En última instancia, estos modelos son particularmente adecuados para el
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sistemas de rígidas reglas formales que son insensitivos al ambiente. Pero luego se terminan
planteando sistemas que “construyen” interpretaciones del ambiente, dejándose influenciar por el
mismo ambiente que deben interpretar. Se parte desde una concepción donde se puede ubicar un
espacio exterior e interior claramente delimitado en relación a la cognición individual. Pero luego se
observa un desplazamiento desde esta perspectiva monádica, hasta llegar a una perspectiva diádica.
Se pasa así, del concepto de una mente aislada, al de una mente extendida. Desde la perspectiva
topológica que introducimos, estas trayectorias pueden ser graficadas. El recorrido de la ciencia
cognitiva parece ir desde el dentro/fuera de una esfera, hacia un espacio continuo como el que
ilustra la “cinta de Moebius” o los trabajos de Escher (Ernst, 1994). En esta figura topológica, lo
interior y lo exterior sólo son dos momentos de un mismo proceso. Más adelante, veremos que
existen aspectos coincidentes entre los cambios descriptos anteriormente y los cambios sufridos por
la teoría psicoanalítica.
La IA Cuestiona A La IA
Podemos tomar en consideración la siguiente definición de inteligencia: “las cosas que
hacen los humanos y que cualquiera consideraría inteligente”. En primera instancia, debemos
reconocer que esta definición se parece mucho a una tautología. En segundo lugar, debemos
concluir lo siguiente: para la IA, el propósito de poder construir máquinas que piensen y actúen
como humanos, implica que el modelo a imitar es el hombre. Dado este empeño, ya hemos
mencionado la trayectoria que comienza con una idea de la inteligencia situada “en la cabeza de
alguien”, hasta otro extremo, en donde la inteligencia aparece distribuida a través de sistemas
bastante más amplios que un solo individuo. Esto revela una tendencia de la IA a tener que
reconsiderar su modelo cada vez con más detenimiento Lo curioso es que en ese recorrido y aunque
la IA no se lo proponga explícitamente, y menos aún lo reconozca, termina haciendo filosofía,
psicología, antropología, sociología, etc. Un buen ejemplo de esta actitud la encontramos en las
reflexiones del autor que comentaremos a continuación. Kosara (1999), en principio, cuestiona el
hecho de que la IA, hoy en día, está enteramente centrada sobre el cerebro. Aunque consideramos
que esta última afirmación no es enteramente cierta, la visión de este autor es útil para clarificar la
encrucijada en que se encuentra la IA. Este autor plantea que si uno considera el cuerpo humano, no
es claro donde dibujar la línea que separa las partes que pertenecen al sistema nervioso en general,
las que pertenecen al cerebro en particular y las que no pertenecen a ninguno de ambos sistemas. Un
ejemplo de esta dificultad para deslindar distintas partes puede ser ubicado en la médula espinal.
Ésta interviene en gran cantidad de reflejos necesarios para la supervivencia, sin requerir la
intervención del cerebro. Asimismo, Kosara señala que la los seres humanos poseen la capacidad de
construir relaciones entre las entidades que conocen. Pero entre todos los conjuntos de relaciones
que se pueden establecer entre diferentes entidades, este autor destaca una relación que es
particularmente esencial: la relación que se establece entre los objetos y el individuo mismo. El
principal punto de referencia del hombre es el “si mismo”, es decir, que las categorías que la gente
usa, están basadas ante todo en la gente misma. Lo que este autor plantea es que esto no implica
tanto un proceso intelectual, como una necesidad natural. Lo que Kosara desprende de esto es que
ningún conocimiento puede ser acumulado sin un punto de referencia. A este punto de referencia la
psicología lo llamó siempre “el punto de vista egocéntrico”. La IA, en gran parte, no ha considerado
esta necesidad todavía. Es verdad que la mayoría de los programas basados en IA están equipados
con conocimiento, pero ninguno de estos programas genera un cuadro claro del “si mismo” con el
que pueda relacionar cualquier otro evento. Aunque el autor no lo considera, para nosotros es
visible que detrás del concepto de “sí mismo” se encuentran una serie de cuestiones. En primer
lugar, está la cuestión de la conciencia. Cabe aclarar aquí, que no hacemos referencia a la noción de
conciencia fenomenológica, sino más bien a una idea de conciencia entendida como Yo
autoreferente. En segundo lugar, detrás del concepto del “sí mismo”, podemos situar la clásica
confrontación en el campo de la IA entre Hofstadter (1979) versus Lucas. Este debate, acerca de si
un sistema se puede comprender a sí mismo, vuelve al primer plano. Brevemente, esa confrontación
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“...es por lo tanto una miopía el tratar de construir mentes individuales artificiales,
no solo sin cuerpos, sino también sin el concepto de cuerpo. Una mente sin cuerpo no podrá
entender el temor al daño o a la muerte, el cansancio, la excitación, la felicidad, el miedo y
por lo tanto nunca estará en condiciones de entender a otro ser humano”. (Kosara, 2000)
Consideraciones Finales
Durante el recorrido emprendido por este artículo se ha podido ver como, tanto la ciencia
cognitiva como la IA, realizan un tránsito imaginario por una trayectoria que parte de los
desarrollos de los sistemas simbólicos físicos, continua a través de los más plásticos y mundanos
modelos conexionistas inspirados en el cerebro y termina en los planteos socialmente distribuidos
de índole relacional. Por tanto, es posible afirmar que partiendo del interés por lo que sucede en “la
cabeza de alguien”, se ha llegado a la necesidad de considerar al “ser en el mundo” (Heidegger,
1956).
Asimismo, se ha podido observar como el deseo de imitar la mente humana,
necesariamente ha llevado a considerar que si ésta es eficaz en el mundo, no lo es como una
abstracción desencarnada, sino como un componente más de un ser vivo. Este ser está caracterizado
por tener una historia, de la cual no se puede dejar de considerar que es vivida en un universo de
sentido. Es en este contexto en el cual podemos considerar las interrogaciones que Freedman,
(1995), siguiendo a Brooks (1998) se plantea acerca de lo que debe emular un sistema artificial a fin
de despertar comportamientos de cuidado en los humanos. O acerca de que impulsos, emociones y
motivaciones son necesarios para que el sistema se comunique satisfactoriamente. Desde una
perspectiva psicoanalítica, para que un sistema de IA pueda interactuar con un humano, es necesaria
una perspectiva de sentido o, como se expresara al comienzo de éste trabajo, una perspectiva
concerniente a la construcción del significado.
En relación con la argumentación de Kosara, debemos concordar con que una inteligencia
artificial que emule las capacidades humanas de lidiar con la “mundanidad”, debe necesariamente
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considerar que una mente está “encarnada” en un cuerpo. Esto implica, que además, esa inteligencia
artificial debe poseer un concepto de cuerpo. Por tanto, Brooks y Kosara destacan la necesidad de
pensar en una mente encarnada en un cuerpo. Sin embargo, dejan de lado una faceta fundamental
del cuerpo humano. Desde una concepción psicoanalítica, todo cuerpo, necesariamente, es un
cuerpo sexuado. Llamativamente, la sexualidad y todo lo que se refiere a su ligazón con el placer y
el dolor, quedan silenciados en el planteo de estos autores. El psicoanálisis, desde la posición que
anteriormente hemos denominado “etológica”, ha tomado a la condición sexuada del hombre, como
una de sus dos esencias fundamentales. Según la perspectiva lacaniana, la otra esencia humana es la
condición de ser un ser hablante. El cruce entre estas dos condiciones, determina que el cuerpo del
hombre no es sólo “un organismo”. También es “un cuerpo erógeno”. Es decir, es un cuerpo
marcado, “mapeado” por el contacto deseante de los otros primordiales para su supervivencia. Este
cuerpo, en última instancia, es el cuerpo “de cada quién”. Es único e irrepetible. También es,
indudablemente, portador de los restos significativos del lazo con los otros. Para finalizar, el
interrogante que surge es: ¿cuál es el orden de importancia de estas características humanas, en el
intento de construir una mente artificial?
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CONCIENCIA Y SOCIEDAD
Resumen
Este artículo es un acercamiento a las interacciones entre conciencia y sociedad. Se ha investigado
las corrientes principales de los conceptos de conciencia y de sociedad que han surgido a lo largo de
la historia en las disciplinas de la filosofía, sociología, antropología y psicología. En la teoría
sociológica, las conexiones entre la sociedad y la conciencia ha sido objeto de multitud de
investigaciones y es central en la epistemología de las ciencias sociales. Se añade, así mismo, un
esbozo somero del concepto de dominación que se realiza en la conciencia humana a partir de las
estructuras sociales. También se presentan tres hipótesis acerca de los límites del conocimiento que
pretenden ser un paradigma de circunscripción de la interpretación de los saberes.
Palabras clave: conciencia, sociedad, filosofía, sociología, antropología, psicología, conocimiento.
Abstract
This article is an approach to the interactions between conscience and society. There has been
investigation into the main trends concerning the concepts of conscience and society that have arisen
throughout history in the disciplines of philosophy, sociology, anthropology and psychology.
According to sociology, connections between conscience and society have been object of many an
investigation and are of central importance in the epistemology of social sciences. Furthermore, this
article includes a brief outline on the concept of domination which is carried out in the human mind
according to social structures. In addition, three hypotheses concerning the limits of knowledge are
presented; these intend to be a paradigm of how to circumscribe the interpretation of knowledge.
Keu words: conscience, society, philosophy, anthropology, psychology, knowledge.
--------------------
*
Sociólogo. Antropólogo Social y Cultural. Postgrado en Historia de las Ciencias y las Técnicas. Miembro de la
Sociedad española de Historia de las Ciencias y las Técnicas (SEHCYT). Entre otras actividades profesionales, ha sido
profesor colaborador docente y coordinador de varias investigaciones en la Universidad de Alicante (España) y profesor
de la Consellería de Trabajo y Asuntos Sociales (Valencia, España) así como investigador Perito Sociólogo.
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44
Entendido el término “universo” en toda su extensión, es decir, considerando también los sistemas sociales como
estructuras ínsitas de ese mismo Universo.
45
Vide, p.ej., el trabajo de Ignacio Gómez de Liaño, La mentira social: imágenes, mitos y conducta. Tecnos, Madrid,
1989.
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46
Este teorema puede encontrarse en la obra de Merton: Teoría y estructura sociales. FCE. México, 1970.
47
Y. Jurgin: ¿Qué son las matemáticas? Ediciones de Cultura Popular. México. D.F. 1985. pág. 124.
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universal. Si bien el componente conciencia puede estar dotado de una propiedad de inmediatez con
respecto al componente sociedad, en el sentido de ser un presupuesto de ésta, es cierto que, a la luz
de las teorías de la sociología contemporánea, la propia conciencia ha sido interpretada como el
resultado de la existencia del ser social, es decir, del hecho conformativo que supone la presencia de
las estructuras sociales.
La sociología marxiana parte de un conocido presupuesto epistemológico cuando sostiene
que es la realidad la que determina la conciencia y no la conciencia la que determina la realidad.
Mientras que para Lenin, en una especie de «realismo ingenuo» de tipo russelliano, la conciencia
reflejaría la realidad subyacente; la conciencia de clase de Marx supone un agregado de
representaciones ideológicas creadas en la mente de los individuos a través del entendimiento del
funcionamiento de las estructuras económicas —de la «clase en sí» a la «clase para sí»—, y de otras
estructuras sociales, junto con los vínculos que mantienen entre ellas. Por lo tanto, la sociología
marxista prioriza el papel de lo social-económico-cultural —el «ambiente»— en lo referente a la
elaboración del pensamiento.
El comportamiento social, manifestado esencialmente en los roles sociales, queda así
configurado por los componentes ideológicos —de apariencia ínsita— que permiten al sujeto la
sensación de permanencia a una determinada clase social en exclusión y oposición con otra clase
social. Para los marxistas, y en general para la filosofía materialista, la conciencia es independiente
en cierto modo de lo real: «la conciencia no determina la vida; es la vida la que determina la
conciencia» (Ideología alemana). Por una parte está el ser real objetivo, y por otra, el ser social
como formas separadas de la conciencia reificada del individuo. Sin embargo —para este
pensamiento—, no es posible hablar estrictamente de dualismo ser-conciencia, sino, más bien, de
que el «ser» es independiente de la conciencia; pero no a la inversa. Los marxistas hegelianos
armonizaron la preocupación de Hegel por la conciencia, con la de los pensadores deterministas por
los aspectos estructurales de la economía dentro de la sociedad. Al menos desde el punto de vista
teórico, confirman la importancia de la conciencia individual y de la relación entre pensamiento y
acción; sobre todo a través de su principal exponente: George Lukács. Es Marx el que sostiene que
el hombre liga la conciencia a sus acciones; efectuando una crítica al pensamiento de Hegel y su
análisis de la conciencia como si ésta tuviese entidad independiente del individuo. La conformación
del pensamiento/conocimiento se estructura a partir de la acción e interacción humana, al ser un
producto social; determinado por las relaciones sociales y de producción material. De aquí el
concepto marxista de «alienación», que es denominado como distorsión producida por las
estructuras sociales capitalistas en la naturaleza humana. A partir de este supuesto, Marx distingue
entre «conciencia individual» y «conciencia de una “época”» y pasa al análisis, tanto de la
conciencia de clase, como de la falsa conciencia. Esta última, según Marx, está presente tanto en el
capitalista como en el trabajador, al no tener ambos una percepción correcta del modo en que
funciona el sistema y del papel que desempeñan.
El aspecto funcional de la acción ha sido estudiado por los funcionalistas como T. Parsons
donde el funcionamiento del sistema social está garantizado por el equilibrio y la estática social
guiados por una concepción conservadora de la organización política de la vida comunal.
Uno de los autores que redujo la conciencia a mera función fue el psicólogo y filósofo
norteamericano William James, al considerar que dicha conciencia no es una entidad; produciendo
así una reducción de aquella a las «realidades de experiencia». En los Ensayos sobre empirismo
radical sostiene que: «existe solamente una materia prima en el mundo». Para este intelectual los
pensamientos cumplen un papel funcional al conocer y que estos pensamientos están constituidos
de la misma materia que los demás objetos materiales —monismo neutral—. La llamada
«duplicidad interior» no existe en los materiales que conocemos del mundo. La disociación de estos
materiales entre, por una parte, los que tienen la propiedad de conocer y, por otra, los que son
conocidos no suponen una dualidad primordial. Algo similar sostiene la filosofía analítica de B.
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48
Frente al conductismo de, por ejemplo, John B. Watson que sostenía que no era posible estudiar la conciencia
mediante el método científico.
49
Capacidad de considerase a uno mismo como objeto.
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50
Berger, P. y Luckmann, T., La construcción social de la realidad: Amorrortu, Buenos Aires, Argentina, 1993.
51
Puede verse este ultimo aspecto en la obra de Bertanlanffy, Teoría General de los Sistemas, Fondo de Cultura
Económica, México, 1993.
52
Es interesante señala que Scheler había estudiado medicina.
53
Al igual que en M. De Biran.
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explican los estados de pensamiento del actor y de los grupos sociales hasta expandirse as la
totalidad de la sociedad. El conocimiento, en determinadas corrientes filosóficas y sociales, han
puesto el acento en la capacidad decisoria de los sujetos —teoría del libre albedrío, &.— frente a
los posibles determinantes situacionales o ambientales. Prima lo interno y la capacidad del actor
para liberarse de las influencias del medio social e histórico a la hora de tomar decisiones sociales y
privadas. Otras corriente más ambientalistas sitúan el problema bajo las coordenadas de parámetros
meramente sociales en la construcción de la identidad y del pensamiento del actor que no es libre
para elegir, ya que está condicionado por subestructuras conformadoras de sentido y de la acción
social54.
En el análisis histórico, el peso de la especulación filosófica ha sido, y sigue siéndolo en
gran medida, de índole fundamental y fundacional, al polarizar la ocupación intelectual de grandes
pensadores. Se ha enunciado que el tema nuclear del pensamiento filosófico está constituido por el
par sujeto-objeto55, ya que a partir de estos dos componentes se construye el intento de búsqueda de
la total intelección de ese real-universal. Incluso el plano metafísico-teológico, con la teodicea
como una de las actividades intelectuales primeras, es posible sentirlo como una reducción, y no
como una expansión, de ese par más arriba citado, al ser este sujeto-objeto una conditio sine qua
non de toda posible actividad gnoseológica. Todas las cosmogonías de las diferentes culturas y
civilizaciones parecen, de una u otra forma, haber tenido un interés absoluto en dilucidar y explicar
los aspectos «ocultos» de lo real; bien a través de visiones feéricas (gobierno del pensamiento
mágico), mitológicas (gobierno del pensamiento «mitocrático»), sagradas (gobierno del
pensamiento teocrático, hierocrático), etc., o bien a través de visiones racionalistas tales como la
filosofía o la ciencia (gobierno del pensamiento «logocrático»). En un momento de la modernidad,
incluso, ha habido un intento de reducción fundamentadora de los viejos problemas
«epistemológicos» de las religiones bajo el manto de prestigio social y autoridad intelectual propios
de las ciencias que, partiendo del misticismo numérico y de una geometría hermética, ha proyectado
componentes desiderativos articulándolos en rigor racionalista a través de nuevas teorías en relación
con la física cuántica, la cosmología y determinadas ramas de la matemática más formalista. El
científico teórico, y también el matemático creativo actual —con su manejo de símbolos
cuasiesotéricos, incomprensibles para el lego— ha sido, así, asimilado a un nuevo mistagogo, con
tintes ilustrados, de fin de milenio.
En toda realización de lo específicamente humano y el conocimiento es, además del
lenguaje hablado y escrito, uno de los elementos caracterizadores de la singularidad de la especie,
existe también una tendencia que se traduce en asimilar las conductas positivas a causas internas y
las negativas a causas externas. En este sentido el conocimiento es valorado, desde la óptica de la
positividad, por sí mismo independientemente de los aspectos de eticidad que lleve incorporado ese
conocimiento en cuanto a las repercusiones sociales del mismo —el caso de la ciencia—. La
conducta del científico es positiva por definición en su afán de conocimientos y emana de las
capacidades cognitivas e intelectivas del hombre de ciencia; mientras que los posibles resultados
deletéreos del saber están atribuidos a agentes exteriores a la comunidad de sabios; a saber: el
político o el militar que usa el conocimiento traducido en técnica para fines ajenos al conocimiento
puro. Aquí aparecen los elementos clásicos que explican esta postura: lo motivacional —autoestima
del sabio—, lo cognitivo —orientación al éxito en la comunidad de científicos e intelectuales— y
los social —evaluación pública de sanción positiva—.
54
En relación a los estudios sobre estos puntos podemos citar la magnífica obra de T. Parsons y E. A. Shils: Hacia una
teoría general de la acción. Kapelusz. Buenos Aires, Argentina, 1986.
55
En este sentido es revelador el estudio de Ernst Bloch Sujeto-Objeto: El pensamiento de Hegel. Fondo de Cultura
Económica. México, 1982.
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56
En este sentido puede consultarse el amplio trabajo de B. Williams: Problemas del yo. UNAM, México, 1986
57
Sobre el pensamiento autoconsciente y el yo citamos la obra de A.R. Tirado: La identidad personal y el pensamiento
auto-consciente. UNAM, México, 1987.
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identificada como Yo; entendido como todo lo existente, como basamento fundacional de todo
espacio psicológico o gnoseológico. En este sentido está vinculada a un carácter unificador del
mundo58. A través de estas conceptualizaciones fue posible la extensionalidad del concepto de
pensamiento al de pensamiento moral, al hacerse patente los principios ético-morales del bien y del
mal; que tienen su referente, manifestación, ubicación y adecuación sociológica en lo que los
científicos sociales llaman «sistema social».
Dentro de los modos de entendimiento taxonómicos del pensamiento, éste ha sido
clasificado como pensamiento no intencional e intencional, reflejo, directo, sensitivo o intelectivo.
El pensamiento también ha sido concebido como «cosa» con unas características relativamente
fijas, susceptible de una cierta comprensión por medio de la investigación o de la especulación
filosófica. Los autores que han negado la coseidad al pensamiento han mantenido el principio de la
intencionalidad de éste en un haz de funciones o acciones teleológicas hacia el objeto, referente
último hacia el que se dirige la finalidad de ese pensamiento ribeteado de signos teleonómicos. En
este sentido, la propuesta de Plotino es la consideración del pensamiento como «acto interior»
frente a las realidades exteriores. En San Agustín, el modo intencional del pensamiento lleva
igualmente a un intimismo comprendido como autocertidumbre. Es en la concepción tomista donde
el pensamiento aparece como «realista», como cosa que es; mientras que en la especulación
cartesiana59 se presenta, de modo característico, como intencionalidad intimista que lo separa de la
realidad independiente captada por aquel.
Las conceptualizaciones del pensamiento como intencional y no intencional han estado en
la línea de la visión metafísica tal y como fue desarrollada por el idealismo alemán. En Hegel y en
Fichte podemos apreciar el paso de la idea de conciencia trascendental o gnoseológica a la idea de
conciencia metafísica. Es en Hegel —y en absoluta simbiosis con su concepción filosófica del
mundo— donde los modos del pensamiento son momentos de un proceso de corte dialéctico por el
cual el desarrollo de éste es isomórfico con el desarrollo o despliegue de la realidad. Lo que supone,
en el límite, un elemento de correspondencia entre percepción-conciencia —noumeno— y realidad-
fenómeno. Estos modos del pensamiento transcurren desde la conciencia como tal, pasando por la
autoconciencia, hasta llegar al Espíritu libre e incondicionado; desenvolviéndose éste en «Razón»,
«Espíritu» y «Religión»; hasta constituir el «saber absoluto». De esta forma, la conciencia ha
quedado reconocida en el discurso hegeliano como «la totalidad de sus momentos»: «La conciencia
distingue de sí misma algo con lo que, al mismo tiempo, se relaciona; o, como suele expresarse, es
algo para ella misma; y el lado determinado de esta relación, o del ser de algo para una conciencia,
es el saber»60
Los momentos del saber puro son modos o estructuraciones formales del mismo
pensamiento. Éste se desarrolla internamente para trascenderse, desde dicha interioridad, superando
sus modos anteriores por medio de la reabsorción de sus constituyentes o modos previos; según la
conocida evolución dialéctica hegeliana. El sentido de conciencia hegeliano es, por tanto, un
momento —proceso temporal— del saber por el cual el sujeto se aprehende a sí mismo de forma
reflexiva como inmanencia. La permanencia identativa en el movimiento del fluir; el pensamiento y
el ser están, sin embargo, opuestos. Precisamente esto es para Hegel lo que constituye una unidad
58
El término «conciencia» ha tenido múltiples expresiones lingüísticas en diferentes momentos socio-históricos y en
heterogéneos entornos socio-culturales-geográficos; de las que cabe citar unos pocos ejemplos:
συνειδησυς, συνειδος, συναισθησις; en griego. Conscientia; latín. Conscience; francés. Bewusstsein,
Gewissen; alemán. Consciousness, conscience; inglés. Chaitanya (conciencia); Chit (Conciencia. Conciencia
fundacional, el Absoluto); Swarupa Shunyata (conciencia sin contenido, ausencia del propio estado natural o condición);
hindú, &.
59
Vid. René Descartes, Discurso del Método y Reglas para la dirección de la mente. Orbis, Barcelona, 1983.
60
Hegel: Fenomenología del Espíritu, cuyo título original era La ciencia de la experiencia de la conciencia. FCE,
México, varias ediciones.
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cuando el ser es una categoría del propio pensamiento. Proceso dialéctico del pensamiento que toma
formas arquetípicas en la reflexión del filósofo de Stuttgart tales como la «conciencia infeliz»: «el
alma alienada (enajenada) que es la conciencia de sí como dividida, un ser doblado y meramente
contradictorio». Este dualismo supone la valoración del saber, puesto que éste se efectúa
interiormente al propio conocer. La Bewusstsein hegeliana representa al hombre en su concreción y
en su facultad de conocimiento. A través de este conocimiento es posible la realización de la
experiencia de lo real, es decir, del mundo dentro de parámetros espirituales y significativos
realizados por el propio pensamiento que se estudia, comparándose, a sí misma. En el prefacio de su
Lógica, Hegel precisa que en «la Fenomenología había pretendido describir la conciencia como el
espíritu bajo la forma concreta del conocimiento que ha quedado prisionero de la exterioridad
(Aüsserlicheit)»; mientras es en las páginas interiores de esta Lógica donde, por el contrario, trata
de describir «el conjunto del movimiento inmanente del ser que se revela como espíritu».
El pensamiento tal y como está expuesto en la Fenomenología, es también una síntesis de
un yo y un no-yo. El entendimiento se introduce en el fundamento del fenómeno aprehendiéndolo
con lo cual se aprehende a sí mismo. El interés último de la obra hegeliana consiste en un conocerse
a sí mismo que era ya la propuesta socrática como modo de conocimiento auténtico, basamental, a
partir del cual era posible todo otro conocimiento. Ese autoconocimiento es el acto que realiza el
sujeto-actor de su realidad interior como estado. Como sabemos, este conocerse a uno mismo no
deja de contener una problematicidad aguda. El efecto de construcción del conocimiento social
determinado por el proceso de socialización hace que el contenido efectivo de la identidad sea la
resultante de diversos vectores sociales que actúan en el campo de fuerzas de la historia. El
conocimiento de uno mismo así como el conocimiento del mundo social y natural queda
impregnado por la atmósfera social que el individuo experimenta en su ciclo vital. En este sentido
no es sino la consecuencia del estado de opinión que construye formas de conciencia colectiva.
Según Leibniz este sería «el mejor de los mundos posibles» es decir, el mundo más justo de entre
todos los que son posibles concebir. Esta creencia, que supone un ordenamiento riguroso del
mundo, un cosmos, es propia de determinadas concepciones —en muchos casos científicas—
necesarias para la percepción de control sobre los fenómenos de la naturaleza o de los social61.
También la dialéctica hegeliana arroja luz sobre el proceso cultural evolutivo vinculado a
la constitución orgánica y estructural de la dialéctica amo-siervo a través de las nociones de
«conciencia noble» y «conciencia vil». La primera está relacionada con el mantenimiento del orden
existente, lucha por él conservando el poder a partir del sacrificio y de la disposición a perder la
vida. Es el concepto platónico de thymos que representa la espiritualidad en relación con un sentido
innato de la justicia y constituye el depósito de las virtudes nobles como la generosidad, la
moralidad, el idealismo, el valor, el sacrificio y la honorabilidad propias del pensamiento noble.
Este sentido de lo noble versus lo vil estará presente en la concepción nietzscheana del
superhombre, puente tendido entre el hombre actual, que es resultado de una animalidad primitiva y
oscura, y el hombre del futuro que lo es de una superación, de una transvaloración de los valores
morales vigentes en nuestro tiempo. La conciencia vil sostiene al Estado desde el punto de vista
material aunque en realidad vela por lo universal de la sustancia ética. De este conflicto resulta el
espíritu enajenado de sí mismo que es la Cultura. Es el análisis poshegeliano de F. Grégoire sobre la
Fenomenología del Espíritu, el que sostiene que esta obra fundamental de la filosofía alemana
analiza la conciencia desdichada en su tránsito a la quietud satisfecha del saber absoluto. Esta
concepción noble, aristocrática de los social, está en la base del sentido de lo «thymótico» y opera
en el hombre de espíritu aristocratizante que considera que su aportación a la colectividad a la que
pertenece es de la mayor relevancia para el buen funcionamiento de ésta. Se realiza aquí un sentido
de la diferenciación, individuación, del orgullo y de la mayor autoestima que está diametralmente
61
Es significativo el caso de Comte y su «estática social» como orden social.
137
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“El tiempo es cierta parte de la eternidad”. M. Tullius Cicero. De inventione 1, 26, 39.
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Es el Ortega más filósofo quien matiza esto al referirse a la conciencia de una «realidad patente» o de una «realidad
latente».
64
Husserl. E. Investigaciones lógicas. Alianza Universidad. Madrid, 1983.
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autoridad rectora sobre el resto del pensamiento. Sin embargo, ese yo, ego o pensador —que es el
resultado del tiempo— no está «fuera» del pensamiento sino que es parte integrante de éste. Es, por
decirlo así, el residuo acumulado de la memoria, que es tiempo. De esta forma, el dualismo
inherente propio de la fragmentación de la conciencia, dividida entre pensador y pensamiento,
supone un elemento de conflicto inmanente a ésta; hasta el punto de identificarla con el conflicto:
«Mi punto de vista es que mientras no hay conflicto, no hay “yo”. Nosotros pues, decimos que el
conflicto es la medida del “yo”65».
La percepción, por medio de la meditación —que es un estado de alta atención—, de estos
hechos, hace posible la metanoia, esto es, el cambio total y radical de la conciencia. Recordemos,
además, el papel tan importante que este autor le asigna a la matemática como dotada del mayor
orden: «En este sentido el orden tiene las mismas pautas que en matemática; en la más alta
matemática existe el más alto orden, el orden supremo66».
El sucesor de Husserl en la cátedra de filosofía de Friburgo, Martin Heidegger, concebía
la conciencia como vocación: «la vocación con que caracterizamos la conciencia es la invocación
del “uno mismo” en su “mismo”; en cuanto a tal invocación, es la avocación del “mismo” a su
“poder ser sí mismo” y con ello un prevocar al “ser ahí” a sus posibilidades67».
Tanto para Bergson como para Dilthey, el yo puro de Husserl, constituido de tiempo e
historia, tiene su correlato en la noción diltheyana de la conciencia como historia y totalidad. Al
igual que —en Bergson— la idea de pureza en cuanto a la cualidad, la memoria y a la duración. En
el sentido de la memoria, ésta queda identificada en el filósofo francés, a la conciencia como
característica primera. La memoria permite la previsión, y por lo tanto, la posibilidad de elección
por parte del sujeto. Lo que supone un elemento de indeterminación de los aconteceres de la
realidad, que subsume e incorpora la noción de libertad. De aquí el dualismo bergsoniano entre
materia —que es necesidad— y conciencia. Para Bergson el Universo está dotado de conciencia
inteligente. El parisino hace una distinción en sus Ensayo sobre los datos inmediatos de la
conciencia entre «conciencia superficial y conciencia atenta» . La primera está constituida por los
estados psíquicos en desarrollo o despliegue como un proceso o discurso interior. El pensamiento
discurre, se mueve, una idea o estado sucede a otro. La segunda, indeterminista, no es reducible a
un análisis de tipo científico
La derivación conceptual, de «mala conciencia» es, según el filósofo-psicólogo y filólogo
alemán F. Nietzsche y en relación con su teoría sobre el cristianismo, un estado de la psiquis
propiciado por una modificación de la dirección del resentimiento que el sacerdote efectúa cuando
procede a interiorizar el sufrimiento; pero que sigue manteniendo las características asociadas al
poder clerical, tales como venganza, odio y resentimiento. Toda la teoría nietzscheana está transida
por un sentimiento de que la conciencia es una forma del mal —en el sentido de enfermedad—, y
que el mundo adopta variadas representaciones, de las cuales la conciencia es una de ellas: «La
conciencia representa la evolución última y tardía del sistema orgánico, y por tanto, lo menos sólido
de tal sistema. Innumerables errores tienen su origen en la conciencia, errores que hacen perecer a
un hombre o a un animal antes de tiempo, a pesar del Destino, como dice Homero.68».
Para Nietzsche, en definitiva, la conciencia es engañosa en la medida en que el objeto es
modificado por aquella. Sobre todo la conciencia científica, máxima en la figura del sabio, es para
Nietzsche, el tipo superior de conciencia degradada bajo el peso de una supuesta sabiduría que no lo
es tal. El científico es, por lo tanto, una especie intermedia de hombre que cree conocer los secretos
65
Krishnamurti, J. Tradición y revolución. Edhasa. Barcelona, 1978.
66
Krishnamurti, J. La raíz del conflicto: el despertar de la inteligencia. Paidos. Buenos Aires, Argentina, 1976.
67
Heidegger, M. El ser y el tiempo. FCE, México D.F. 1980, pág. 298.
68
Nietzsche, F., La Gaya Ciencia. José J. de Olañeta, Editor. Barcelona, 1979, pág. 27.
140
Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
del Cosmos y que no hace más que jugar un juego fútil. La visión absolutista de este filósofo con
respecto a la realidad, encaja mal con la parsimonia de los científicos cuya labor de investigación se
encuentra, consustancialmente, siempre en un estadio concreto de conocimiento y que, por lo tanto,
se sabe precario y limitado.
A. Schopenhauer, mentor intelectual de Nietzsche, consideraba que: «nadie puede
salir de su individualidad». Según él, es indudable que: «[...] la cualidad de la conciencia
será lo próximamente esencial, y, en la mayoría de los casos, todo dependerá de ésta mucho
69
más que las imágenes que en ella se representan. » .El filósofo del pesimismo disocia, por
lo tanto, el contenido del continente.
Para la más reciente Teoría evolutiva del conocimiento70: «[...] lo espiritual (conciencia)
es, en la evolución, una propiedad sistémica nueva, una función cerebral específica. La aparición, la
emergencia, de los fenómenos de la conciencia (humana) sólo puede ser explicada, según nuestra
tesis, sobre la base de los «circuitos» complejos del cerebro, del sistema nervioso central, teniendo
en cuenta que esos circuitos van parejos, en la evolución, a una diferenciación y a una complicación
crecientes del sistema nervioso central71». Lo que se corresponde con un materialismo emergentista
o con un identismo evolutivo. Resulta al menos llamativo que Clifford, entre otros, considerara a
fines del siglo XIX que la conciencia era un epifenómeno de los procesos fisiológicos.
La Teoría evolutiva del conocimiento se ha ocupado también de los aspectos de evolución
en intercambio con el conocimiento científico. Ha estudiado la evolución del método científico y la
gnoseología evolutiva, al igual que aspectos de la Lógica, Teoría de los juegos, junto con las raíces
biológicas de la razón. Ha considerado la teoría kantiana de lo apriorístico bajo el punto de vista de
la biología actual. De ser ciertos los presupuestos científicos de esta teoría, se podría explicar, a
partir de ella, los aspectos de emergencia del conocimiento como adecuatio al mundo natural, del
que toma sus elementos primarios.
La conceptualización del carácter psicológico del pensamiento ha ahondado en su intento
de comprensión, otorgando a aquel una propiedad de ser facultad junto a otras facultades. De este
modo, el pensamiento es entendido como actividad de la psiquis con un marcado carácter de
conocimiento mediado por las operaciones intelectivas, volitivas y de percepción. Para el punto de
vista de la psicología, y también para el pensamiento positivista, la conciencia adquiere un sentido
psicológico sustancialmente sujeto a caracterizaciones dicotómicas tales como actual-sustancial,
dependiente-independiente, activo-pasivo. Algunos autores, como Piaget, han estudiado en sus
obras los procesos mentales de tipo matemático y lógico, tanto desde un punto de vista
evolucionista como cognitivo a partir de la estratificación polietápica de las fases por las que pasa el
desarrollo cognitivo del niño, del adolescente y en fin, del sujeto o actor social72. También la
psicología diferencial se ha ocupado de ello desde un punto de vista comparativo al analizar la
distribución y graduación de los componentes diferenciadores de las inteligencias individuales73. En
las investigaciones de los psicólogos estructuralistas, la conciencia es sometida a un análisis
fenomenológico a través de los conceptos de: i) «campo de la conciencia» cuyos componentes
serían: el «tema», constituido por la atención como propiedad de la conciencia, y que, en el
pensamiento de estos autores, formaría el «núcleo noemático» del que habla Husserl. ii) El «campo
temático» —el conjunto de referentes, entidades dotadas de sentido formal, lógico, estructural o
69
Schopenhauer, A., El arte del buen vivir. Edaf. Madrid, 1990, pág. 44.
70
Lorenz, Wuketits, Rield, Seitelberger, et.al.
71
Lorenz, K., Wuketits, F. M., et.al. La evolución del pensamiento. Argos Vergara. Barcelona, 1984, pág. 22.
72
Estos puntos han sido explicitados en varias partes de la obra de Piaget. Citamos aquí en concreto una de ellas: La
psicología de la inteligencia. Crítica, Barcelona, 1983. Más concretamente: “Las etapas de la construcción de las
operaciones”, pág. 137 y ss. de dicha obra.
73
Anne Anastasi: Psicología diferencial. Aguilar, Madrid, 1966.
141
Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
empírico dentro de un corpus teoremático— que hace referencia tanto al tema de la conciencia,
como a lo que está en el campo de referencia «conciencial» del sujeto; siendo para éste, un
constructo del sentido de la realidad; sentido articulado y conformado como base de la
conciencia/intelección. iii) El «margen», especie de intersección entre elementos del propio tema y
elementos que no estarían directamente relacionados con éste74.
Para Brentano el pensamiento supone intencionalidad. No es receptáculo ni
contenido sino meramente acción proyectiva. Según este psicólogo y filósofo, los fenómenos o
aconteceres psíquicos son descritos, de modo plausible, a través de la intencionalidad; que permite
un estudio científico de la conciencia por medio del método descriptivo, de corte psicológico y
natural, al tiempo que filosófico y trascendental. El problema de la finalidad del conocimiento, que
ha sido apuntado por Davis y Hersh75, se enmarcaría dentro de esta idea de intencionalidad.
El psicólogo y filósofo K. Jaspers —el otro gran pensador del existencialismo alemán,
junto con Heidegger— aportó el concepto de grados de conciencia:«la existencia fáctica individual,
la existencia singular individualista consciente, la doctrina individualista pueden concebirse como
grados de la conciencia»76. Y el de auto-conciencia: «en la reflexión de la auto-conciencia
individualista se da la tendencia a un proceso de disolución nihilista de todo lo objetivo, universal y,
finalmente, del “sí mismo”». Sosteniendo, además, que: «no se puede designar en absoluto un
grado supremo de la conciencia»77.
Los empiristas radicales producen una subordinación del pensamiento a la naturaleza, que
se despliega en las manifestaciones de la realidad primera del hombre. Mientras que, para los
filósofos del neutralismo, inmanentismo, fenomenismo y empirismo —tales como Mach y
Schuppe— no hay separación tácita entre realidad y conciencia. Fundamentalmente, su visión
arranca de un ontologismo neutral, al suponer que ambos aspectos son formas de un mismo modo
de manifestación del ser.
A causa de las características de nuestra civilización se ha primado el control del
comportamiento como necesario para la direccionalidad de la acción. Bajo determinadas
condiciones sociales como son las revoluciones o rebeliones de masas, el individuo director o líder
aparece como dotado de una autoridad carismática (Max Weber) que le confiere saber sobre las
directrices que han de guiar la acción y sobre la finalidad hacia la cual se dirige esta acción —
teleologismo político—. Bajo estas condiciones de caos social, donde impera lo azaroso y lo
caótico, el individuo carismático tiende a dotarse de un plus de capacidad para el control de los
sucesos78. Aunque los resultados puedan ser negativos, tal tendencia persiste a lo largo del tiempo
como una forma de valuación sobre la autoestima del actor central del proceso. Los procesos de
desarrollo interno del sujeto se vinculan a lo social a través del logro, sancionado positivamente por
la comunidad. El éxito logrado se convierte así en un elemento de refuerzo de la acción que valida
en el banco de pruebas de la historia como éxito social. De esta forma se ponen en conexión los
elementos de conciencia interiores al sujeto y los resultados de la praxis en el marco de lo histórico-
social.
La importancia y repercusiones sociales de la investigación sobre el pensamiento ha sido
fundamental en el siglo pasado y en el actual con la teoría psicoanalítica de Sigmund Freud, que ha
74
En este último sentido, la intersección del conocimiento matemático con otros aspectos del trabajo intelectual es clara
desde finales del siglo XIX; sobre todo en lo que atañe a la lógica, la filosofía de la ciencia, el status de la matemática en
relación a las ciencia fácticas o el de la conexión entre creación de la mente matemática y cultura de una época, etc.
75
Davis, P. J. y Hersh, R.: Experiencia matemática. Labor. Barcelona, 1988.
76
Jaspers, K. Psicología de las concepciones del mundo. Gredos. Madrid, 1967. pág. 539.
77
Jaspers, K., op. cit., pp. 539-540.
78
Ejemplos típicos de lo que decimos —entre infinidad de ellos— son Lenin en la Revolución Rusa de 1917 o el
“carisma” con que se le había dotado al general Franco en la Guerra Civil española de 1936.
142
Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
puesto el acento en los aspectos inconscientes de la mente. Al igual que con la superación crítica —
por parte de la filosofía analítica y del estructuralismo— de la noción moderna de sujeto.
Desde un punto de vista psicológico, las interconexiones entre lenguaje y pensamiento son
consideradas de índole sustancial como fenómenos absolutamente relacionados. Los trabajos, v.g.,
del neurólogo Bridgeman así lo indican. La interpretación fuerte de estas conexiones ha tenido en la
llamada Filosofía del lenguaje su mayor exponente filosófico-teórico. El Positivismo lógico del
Círculo de Viena otorgó la mayor relevancia a los componentes y aspectos estructuradores de la
realidad a partir de la construcción lingüística y a la explicación de aquella a raíz de dicha
construcción. Desde un punto de vista sígnico, cualquier conjunto de signos-símbolos puede ser
considerado como una creación característicamente social79; y en este sentido, la sociedad sería el
origen de la conciencia y de las funciones psicológicas superiores al ser los aspectos categoriales
signo-símbolo unas categorías constructivas no desligables de la praxis propiamente humana.
Autores como Vigotsky, entre otros, se han ocupado de la construcción social de la
mente/pensamiento como resultado del sistema de signos utilizado, característicos de la actividad
humana y de la acción social. En este punto, la conciencia tendría como cometido «dar sentido a
tantos datos como sea posible al nivel más útil funcionalmente», según la aportación de A. J.
Marcel. Otro psicólogo, A. Gurwitsch, define el campo de la conciencia como «la totalidad de los
datos compresentes»; estos datos, así lo entendemos, pueden ser, tanto datos sensoriales, de
conciencia «inmediata», aportados por el mundo natural-objetual, como datos simbólicos-
abstractos derivados de la estructura relacional de los sistemas sociales.
El peligro estriba —dentro de una interpretación meramente sociologista— en la
posibilidad de hipostasiar la sociedad, absolutizándola de tal forma que podamos perder de vista
aspectos fundamentales para la intelección de las relaciones de tipo sinérgico que pudieran
producirse; y por tanto, obviar constituyentes tan importantes como pueden ser la contrucción
genético-orgánica del cerebro humano. En este apartado, resulta necesaria la aportación de la
psicología y neurología para completar el puzzle a fin de una comprensión totalizadora del campo
de la realidad.
La cuestión derivada en relación al problema conciencia-mundo, el problema de la
indeterminación o libertad versus determinismo, adquiere tintes dramáticos en lo que concierne a la
controversia, históricamente latente, sobre la libertad humana. Para la Psicología cognitiva, lo
absolutamente real sería los desarrollos o procesos de computación internos que se desenvuelven en
territorios no accesibles, siendo la conciencia una resultante especular a posteriori que no repercute
en los acontecimientos. Para los teóricos de la Inteligencia Artificial Fuerte (IAF) —en su
reduccionismo funcionalista y/o formalista—, la simple activación de algoritmos produciría la
conciencia. Frente a esto, Penrose argumenta que debe haber un ingrediente esencialmente no-
algorítmico en la actuación de esa mente/conciencia. Supone que éstas realizan un papel activo
discernible operacionalmente, ya que la conciencia es necesaria para el manejo de situaciones donde
se realizan y ejercitan nuevos juicios que suponen nuevas reglas no establecidas con anterioridad.
Como vemos, se otorga una importancia fundamental a la conciencia como formadora de juicios
que manifiestan, de forma incontrovertible, la actividad de esta conciencia. La impronta de ésta
queda caracterizada por la capacidad de distinguir o «intuir», en circunstancias apropiadas, la
verdad de la falsedad. Esta capacidad es necesaria para extraer aspectos sustanciales del amasijo de
datos informacionales, que llegan, a través de los órganos sensoriales, al cerebro. La actividad
juzgadora supone, según este autor, la reunión de hechos, impresiones sensoriales, experiencias
recordadas relevantes, el sopesar de las acciones y cosas, y la formación de juicios «inspirados».
Frente a la opinión general de los psicólogos, Penrose sostiene —quizás influenciado por su
79
«Los símbolos son el material con que se fabrican las culturas y las sociedades.». Hans Zetterberg: Teoría y
verificación en sociología. Ediciones Nueva Visión. Buenos Aires, 1981, p. 13.
143
Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
formación como físico y matemático—, que es muy probable que los fenómenos estudiados por la
física cuántica, los llamados fenómenos cuánticos, sean importantes en el modo operativo de
funcionamiento del cerebro. La indeterminación consustancial al comportamiento de la realidad a
estos niveles mecánico-cuánticos —formulados en el famoso Teorema de indeterminación de
Heisenberg—, supone una concepción de la conciencia como capaz de influir en los juicios de
verdad de forma no-algorítmica. Esta visión queda reforzada en su consideración del Teorema de
Gödel, al quebrar éste el programa formalista de Hilbert y su intento de formalización pura de las
teorías matemáticas que extrapola, aplicándolo, a su visión no-algorítmica de los procesos de
conciencia, y por lo tanto, permitiendo un espacio de probabilidad y de análisis funcional,
característicos también del método de investigación de la física del quanto.
La noción de proyecto que supone un elemento creacional en la conciencia. Este elemento
proyectivo-creacional, a su vez, hace pensar en la existencia de un componente teleológico
consustancial a la inteligencia humana. Incorporando la explicación sociológica, podemos
considerar que el hecho de cómo es vista e interpretada, por parte de los diversos individuos que
componen la sociedad, esa sociedad —elementos recursivos—, de la que forman parte, este «cómo
ver la sociedad» añade elementos fundamentales en el análisis de la acción social en su relación con
el pensamiento. Así, conciencia, conciencia social, y sociedad, vinculados al conocimiento
representan un tríptico dialéctico completamente sometido a un ethos dinámico inmanente a la
lógica interna de lo social. La aportacion de Penrose es significativa para entender determinados
aspectos de la creación científica y matemática. Los intuicionistas, con Brouwer a la cabeza, habían
hecho hincapié en los aspectos no formalistas de la intuición primordial (el tiempo) de la
matemática, intuición venida a la palestra gracias al concurso del componente temporal de la
conciencia humana. Este aspecto es por definición no-algorítmico, es decir, es inmanente a la
construcción genético-óntica de la mente. El que se dé algún tipo de algoritmo conformativo de
orden biológico en la construcción de los cerebros es precisamente lo que discute Penrose. Su
planteamiento casa bien con las incertezas de las teorías logicista y formalista al quedar la primera
apartada de una fundamentación rigurosa merced a la propia indeterminación de la lógica como
ciencia «primera» en un sentido fundacional, no recursivista, es decir, necesitada a su vez de una
explicación metalógica de su esencia; y al estar, la segunda, herida de muerte gracias a los trabajos
de Gödel. Hoy sabemos que la idea primaria de Hilbert acerca de la resolubilidad de todo problema
matemático que pueda ser planteado es falsa al haberse demostrado la existencia de problemas no
resolubles dentro de una determinada teoría. Por lo tanto sí existe el ignorabimus en matemática en
contra de la primitiva concepción hilbertiana expuesta en el programa de Gotinga del
Mathematisches Institut der Universität Göttingen.
Por otra parte, quizás en ningún otro lugar, y en ningún otro modo de pensamiento,
hubiese surgido el intento de Russell y Whitehead por reducir la matemática a la lógica. La
desautorización de la metafísica como organon de conocimiento dejó paso a una reducción de la
estructura compleja y rica de la matemática tradicional a través de la síntesis axiomática y lógica
desarrollada en los Principia. El Logicismo, por lo tanto, se engendró bajo condiciones de
maduración intelectual y de conocimiento que tenían presencia en la Inglaterra de principios del
siglo XX
Esta cuestión de la indeterminación abierta del conocimiento, es decir, de lo que es posible
conocer, incorpora la noción de creatividad que supone el de «sorpresa». No podemos conjeturar
cuándo una determinada manifestación conceptual-intelectual se presenta como «salto» de la
conciencia desde un tipo de orden concreto. La característica primordial de ésta es justamente su
imprevisibilidad y la imposibilidad de ser catalizada por medios formales, lógicos-secuenciales o
recursivos.
La problemática conocimiento-pensamiento en relación a la dominación, está en el núcleo
temático de las preocupaciones de muchos intelectuales conectado a las asociaciones, analogías,
144
Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
derivaciones y consecuencias del fenómeno sobre el que hemos reflexionado. Podemos sintetizar
los flujos relacionales entre estos componentes que determinan lo interior de sujeto asimilado a lo
exterior, a lo social y al Otro como objeto/sujeto enfrentado al yo del sujeto primario. A su vez ese
Otro es también un sujeto primario que se pone en relación con los otros significativos y con la
totalidad de la ordenación social a través de redes más o menos expansivas y de mayor o menos
alcance constituyéndose así el tejido de lo social como un universal referente al núcleo de cada
actor social.
Esto supone que dos de los conceptos paradigmáticos de relevancia histórica para el
pensamiento, como son conciencia y realidad, han ocupado las mentes de los pensadores desde
tiempo inmemorial. La reducción del concepto realidad al de sociedad representa un acotamiento y
delimitación del antiquísimo problema ontológico, metafísico y epistemológico que, heredado del
pasado, ha sido tamizado por el filtro de la teoría sociológica y, por lo tanto, sometido a los
parámetros valorativos y científicos del método y reglas propios de la investigación histórico-social.
El tema, como indiqué en el inicio del ensayo, es de fundamental interés. Lo que procede
es aunar los conocimientos derivados de las diversas disciplinas: ciencia, matemática, filosofía,
psicología, neurología, sociología y demás ciencias adyacentes; sin olvidar las aportaciones posibles
de la cosmología y cosmobiología sobre el lugar de la mente-conciencia y de la sociedad en la gran
orquesta cósmica; hasta producir una gran síntesis, destilada de las especulaciones y trabajos
científicos punteros y de la tradición heredada.
Todo conocimiento está siempre sujeto a un plano de limitación temporal. Está en un
estadio o momento del devenir procesual que supone el conocer. Siempre es posible agregar nuevos
conocimientos o reestructurar la Weltanschauung que permita una nueva cosmovisión, tanto del
mundo, como de los paradigmas científicos que sostienen y estructuran los presupuestos
epistemológicos de la ciencia, sus métodos y finalidad. Este ha sido, según la tesis de T. Kuhn, el
proceso que ha permitido las grandes metamorfosis científicas; o lo que es lo mismo, el paso de la
«ciencia normal» a la «ciencia revolucionaria».
El conocimiento concebido como plausible; más extenso y al mismo tiempo también más
concreto del conocimiento/conciencia, hará posible comprender mejor sus interacciones con ese
mundo más artificial, construido por el individuo, al que llamamos sociedad; y, por lo tanto,
entender más fielmente las profundas interconexiones entre el hombre y su obra. No es posible, en
la actualidad, formular un aserto categórico a favor del innatismo; o por el contrario, de lo
adquirido; ya que la entidad compleja a la que llamamos ser humano, y que aparece dotada de un
aparato raciomorfo determinado genéticamente, no es una entidad dada de una vez por todas, sino
que se «hace» en el proceso de socialización del que hablaron Luckmann y Berger en íntima
conexión con su presupuesto biológico, determinado en los millones de años de evolución
filogenética y en la ontogénesis que propicia la ontogenia de los comportamientos. El hombre es a
un tiempo naturaleza y cultura. Pero es este último componente, el que efectúa el acto supremo de
constituir a la entidad biológica homo en homo sapiens sapiens. Podemos decir que, desde un punto
de vista amplio y generoso, entre el hombre y su obra en forma de sociedad, se produce un feedback
de extraordinaria importancia para la vida. El organismo humano posibilita los logros y
realizaciones culturales. Estos logros y realizaciones redundan en la conformación social del
hombre, permitiendo la adecuación de éste en el sistema social que ha producido su conciencia, al
tiempo que su condicionamiento y limitación. De esta forma, la sociedad moderna es para el
individuo su hogar en sentido amplio y su «jaula de hierro», de la que hablaba el gran sociólogo
Max Weber. El entramado de relaciones que se producen entre los contenidos de conciencia y los
aspectos sociales forman un continuum íntimamente conectado con categorías eternas del hombre
pegadas a su ser, formando una unidad indisoluble. Contraria contrariis curantur, nos dice la
versión latina del aforismo de Hipócrates. Así, la comprensión de las duplas conocimiento-
conciencia, sociedad-cultura y sus relaciones puede ser una necesidad inaplazable en orden a
145
Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
entender ese campo total de lo real-universal del que hemos hablado y su consecuente influencia y
repercusión en los modos de relaciones que podamos tener, tanto con la naturaleza, como con
nosotros mismos.
La dominación se realiza en un proceso de interacción entre los planos intimistas de la
personalidad del sujeto y los planos sociales propios de las estructuras como subsistemas que
mantienen a su vez un conjunto de vínculos entre ellos caracterizados por la permanencia y el
equilibrio a lo largo del tiempo, con eventuales rupturas o modificaciones que representan salto
evolutivos en el devenir dialéctico de las sociedades. Dentro de este sistema aparecen un conjunto
de paradojas que tornan, en algún sentido, inestables a los sistemas sociales80. Estas paradojas, entre
ellas la dupla libertad-dominación es posible analizarlas en el plano de la lógica organizado un
sistema axiomático de tipo formal donde las proposiciones de partida tengan la suficiente
consistencia y grado de contrastación como para actuar de premisas en una serie de derivaciones
lógicas que pueden ser luego confirmadas o refutadas en el campo de lo histórico. De este modo, es
posible aunar el método empirista e inductivo propio de las ciencias fácticas con la potencia
heurística de los sistema deductivos cuyo beneficio mayor consiste en poner en relevancia aspectos
ocultos de determinados fenómenos que sin embargo estaban implícitos en los presupuestos teórico
o gnoseológicos que fundamental la posterior praxis social o política. Una de las características que
configuran una ciencia avanzada es la de que ésta se desenvuelve, en su explicación del mundo,
cercana al plano de la abstracción metodológica con la apoyatura de la matemática y de los sistemas
de deducción lógica, sean éstas bivalentes, multivalentes o borrosas. Esta última lógica ha sido
aplicada a teorías de mercado y de sociología del consumo vinculadas a las mercadotecnias.
Paradójicamente en la actualidad los gestores de la tecnoestructura publicitaria está en mayor
disposición de conocer los impulsos básicos y no básicos que determinan el comportamiento del
actor como consumidor, como homo consumens, sus pautas de comportamiento a varios niveles y
sus estados de pensamiento como intelecciones y como deseos. El conocimiento de estas pautas
comportamentales del ciudadano-consumidor-productor permite el análisis de los diferentes
segmentos sociales en función de una serie de variables que colocan a cada individuo dentro de un
paquete digerible y manipulable en términos conceptuales y también operativos a la funcionalidad
del modelo económico. A su vez este análisis primero canaliza la serie de acciones que las empresas
llevan a cabo para hacer deseables —y por lo tanto comprables— sus productos. Es decir, se aplican
una serie de conocimientos que vienen de la sociología, la psicología social, la psicología y la teoría
política —márketing político— que permite la prospectiva de consumo —o electoral— y la gestión
de venta derivada. El sociólogo realiza el intento de fundamentación de los fenómenos sociales en
las coordenadas del espacio y del tiempo histórico donde el devenir de las sociedades se
cumplimenta. Debe aprender a explicitar un enorme conjunto de variables que mantienen entre sí
complejas interacciones —en muchos casos no demasiado claras— en la procura de encontrar, en el
caso de que existan, explicaciones plausibles de los hechos y de los componentes causales que los
determinan.
80
Estos aspectos pueden verse en el trabajo de Freddy Quezada “El caos como sistema y las paradojas de la
tolerancia”: http://www.uca.rain.ni/ellacuria/buda.htm
146
Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
Resumen
En la actualidad existe suficiente consenso científico que avale la idea acerca de la importancia que
tiene el afrontamiento como mediador entre las circunstancias estresantes y la salud. Sin embargo,
no todos los esfuerzos de afrontamiento son siempre saludables y constructivos. A veces las personas
adoptan estrategias que aportan más dificultades que soluciones. El propósito de este trabajo fue
comprobar que la intensidad con la cual los individuos perciben diferentes situaciones estresantes
influye en las estrategias de afrontamiento utilizadas. Los resultados indicaron que los sujetos con
una intensidad elevada en la percepción de situaciones estresantes utilizaron con mayor frecuencia
dos estrategias desadaptativas: Autoinculparse y Falta de Afrontamiento en comparación con
aquellos cuya percepción de estrés fue media o baja. Como contrapartida, éste grupo buscó mayor
apoyo social para solucionar los problemas. Identificar estrategias de afrontamiento poco eficaces
contribuye a la prevención de futuros desajustes psicológicos.
Palabras Claves: Estrategias de afrontamiento - Estrés
Abstract
Nowadays, there is general scientific agreement on the importance of “coping” as a mediator
between stressing circumstances and health. Nevertheless, not all coping efforts are healthy and
constructive. Some individuals adopt strategies that represent difficulties rather than solutions. The
purpose of the present work was to check the relation between the intensity of perception of the
stressing situation and the subject’s choice of a determined coping strategy. The results showed that
individuals with an intense perception of the stressing situation tended to use two non-adaptive
strategies, Self Blaming and Failure to Cope, compared to those whose perception of stress was
moderate or low. In opposition to this, these groups sought greater social support to solve problems.
Identifying non-efficient coping strategies helps preventing further psychological maladjustments.
Key words: coping strategies - stress
---------------------
INTRODUCCIÓN
Si hay un tema que ha despertado el máximo interés en psicología y, especialmente dentro
del ámbito de la psicología de la salud es, sin duda, el referido al estrés.
Desde la perspectiva psicológica actual, sabemos que el estrés es considerado como un
fenómeno complejo caracterizado por la presencia de factores subjetivos (“cognitivos”) que median
entre los agentes estresantes y las respuestas fisiológicas (Lazarus, 1993). Basándose en esta postura
interaccionista Lazarus y Folkman (1984) definieron al estrés como un conjunto de relaciones
particulares entre la persona y la situación, siendo ésta valorada por el sujeto como algo que excede
sus propios recursos y que pone en peligro su bienestar personal. Esta definición se focaliza en el
*
Profesora Visitante Responsable de Psicopatología I y II Cognitiva – Integrativa. Facultad de Ciencias
Humanas. Universidad Nacional de San Luis. Investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas y Técnicas (CONICET). E-mail: mison@lab.cricyt.edu.ar
**
Becario de Psicopatología I Cognitiva – Integrativa, Año 2001. Facultad de Ciencias Humanas.
Universidad Nacional de San Luis.
147
Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
concepto cognitivo de evaluación (appraisal), mediante la cual las personas otorgan significación a
aquello que les esta ocurriendo.
Por su parte, Fernández-Abascal (1999) sostiene que el estrés es un proceso de origen
adaptativo, que pone en marcha una serie de mecanismos de emergencia necesarios para la
supervivencia y sólo bajo determinadas condiciones sus consecuencias se tornan negativas y
perjudiciales para la salud. Desde esta perspectiva, entiende al estrés como un proceso psicológico
que se origina ante una exigencia al organismo, frente a la cual éste no tiene información para darle
una repuesta adecuada, activando un mecanismo de emergencia consistente en una activación
psicofisiológica que permite recoger más y mejor información, procesarla e interpretarla más rápida
y eficientemente, y así permitir al organismo dar una respuesta adecuada a las demandas
(Fernández-Abascal, 1999, p 328).
Estas demandas, evaluadas por los individuos como excedentes a sus propios recursos,
movilizan una amplísima gama de posibles acciones específica y concretas. Los esfuerzos que el
individuo realiza para llevar adelante la acción tenderán a evitar, debilitar o eliminar los estímulos
estresantes y a tolerar sus efectos de modo menos perjudicial. Actualmente, se entiende al
afrontamiento como un conjunto de esfuerzos cognitivos y conductuales, constantemente
cambiantes, que se desarrollan para manejar las demandas específicas externas e internas, que son
evaluadas por el sujeto como excedentes o desbordantes a sus recursos (Folkman y Lazarus, 1984).
El sujeto, a través de sus recursos de afrontamiento, busca de algún modo suavizar o atenuar el
impacto de las demandas y mantener la adaptación psicosocial durante los períodos de estrés. Esta
tarea se concretiza mediante el uso de diferentes estrategias de afrontamiento.
Elizabeth Menaghan (1983) distingue entre estrategias de afrontamiento y estilos de
afrontamiento. Por estrategias de afrontamiento la autora entiende aquellas actuaciones y planes
directos utilizados para atenuar o eliminar el estrés, en tanto que, las formas habituales o
estereotipadas de enfrentarse a situaciones estresantes las define como estilos de afrontamiento.
Las diversas clasificaciones realizadas sobre el afrontamiento han puesto su énfasis bien
en la focalización del afrontamiento, bien en el método de afrontamiento empleado por las personas.
En línea con lo anterior, Fernández-Abascal (1999) distingue tres dimensiones del
afrontamiento. La primera, hace referencia a la focalización del afrontamiento, es decir si éste está
dirigido al problema, o a reducir las respuestas emocionales, o bien a modificar la evaluación inicial
de la situación. La segunda dimensión esta relacionada con el método de afrontamiento empleado el
cual puede ser activo, pasivo o de evitación. Finalmente, la última dimensión hace referencia a la
actividad movilizada en el afrontamiento, sea ésta en el orden de lo cognitivo o de lo conductual.
Por su parte, Holahan, Moos y Schaefer (1996) combinan dos dimensiones del
afrontamiento – focalización y método – proponiendo cuatro categorías básicas de procesos de
afrontamiento, con dos subtipos en cada una de estas categorías:
1. Aproximación cognitiva: a) Análisis lógico (pensar formas diferentes de manejar el problema) y
b) Reevaluación positiva (pensar que se está mucho mejor que otros con problemas similares).
2. Aproximación conductual: a) Búsqueda de guía y apoyo (hablar con un amigo sobre el
problema) y b) Resolver el problema por medio de acciones concretas (pensar un plan de acción
y llevarlo a cabo).
3. Evitación cognitiva: a) No pensar en el problema (focalizarse en otras cosas) y b) Aceptación
(Resignarse a que ciertas cosas no van a volver a ser las mismas).
4. Evitación conductual: a) Búsqueda de refuerzos alternativos (participación en nuevas
actividades) y b) Descarga emocional (llorar o gritar).
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METODO
Participantes
Instrumentos
Los instrumentos utilizados para la obtención de la información fueron:
1. Escalas de Apreciación del Estrés (EAE). Estas escalas fueron diseñadas por Fernández
Seara y Mielgo Robles (1992) con los objetivos de conocer: a) el número de acontecimientos
estresantes que han estado presentes en la vida del sujeto, b) La intensidad con que uno vive o
ha vivido esos sucesos vitales y c) Si los mismos han dejado de afectarle o todavía le siguen
afectando. Esta batería de pruebas está compuesta por cuatro escalas independientes: 1) Escala
de Acontecimientos Estresantes en Ancianos, 2) Escala de Estrés Socio-Laboral, 3) Escala de
Estrés en la Conducción y 4) Escala General de Estrés. Ésta última fue la utilizada en este
trabajo. Consta de 53 reactivos distribuidos en cuatro temáticas: a) Salud, b) Relaciones
humanas, c) Estilo de vida y d) Asuntos laborales y económicos. El puntaje total se obtiene
sumando las intensidades de los diferentes acontecimientos estresantes. Esta escala puede ser
aplicada en un rango de edad que va de los 18 a los 60 años.
2. Escala de Afrontamiento para Adolescentes (ACS) fue elaborada por Frydenberg y Lewis
en Australia y fue adaptada, en España, por Pereña y Seisdedos en 1995. El ACS – en inglés
Adolescent Coping Scale - es un inventario de autoinforme que permite evaluar 18 estrategias
de afrontamiento que se han identificado conceptual y empíricamente. Esta técnica esta
compuesta por 80 elementos, 79 de tipo cerrado y uno abierto; los elementos cerrados se
puntúan mediante una escala de tipo Likert de cinco puntos: 1. No me ocurre nunca o no lo
hago; 2. Me ocurre o lo hago raras veces; 3. Me ocurre o lo hago algunas veces; 4. Me ocurre o
lo hago a menudo; 5. Me ocurre o lo hago con mucha frecuencia. Esta escala presenta una
149
Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
forma "específica" y otra "general". La forma específica permite evaluar las respuestas a un
problema particular citado por el sujeto o propuesto por el examinador; en tanto que la forma
general, evalúa la modalidad del sujeto para afrontar problemas en general. Esta última forma
contiene los mismos elementos que la forma "específica" aunque variando parcialmente las
instrucciones de aplicación y fue la forma adoptada en el presente trabajo.Las 18 estrategias de
afrontamiento se obtuvieron de forma empírica mediante análisis factorial y son las siguientes:
1. Buscar apoyo social (As): Estrategia que consiste en una inclinación a compartir el
problema con otros y buscar apoyo en su resolución.
2. Concentrarse en resolver el problema (Rp): Es una estrategia dirigida a resolver el
problema que lo estudia sistemáticamente y analiza los diferentes opciones.
3. Esforzarse y tener éxito (Es): Es la estrategia que describe compromiso, ambición y
dedicación
4. Preocuparse (Pr): Se caracteriza por elementos que indican temor por el futuro o
preocupación por la felicidad futura.
5. Invertir en amigos íntimos (Ai): Se refiere a la búsqueda de relaciones personales
íntimas.
6. Buscar pertenencia (Pe): Indica preocupación e interés del sujeto por sus relaciones con
los demás en general y, más concretamente, preocupación por lo que los otros piensan.
7. Hacerse ilusiones (Hi): Estrategia compuesta por elementos basados en la esperanza y en
la anticipación de una salida positiva.
8. Falta de afrontamiento (Na): refleja la incapacidad personal para tratar el problema y el
desarrollo de síntomas psicosomáticos.
9. Reducción de la tensión (Rt): Sus elementos reflejan un intento de sentirse mejor y relajar
la tensión.
10. Acción social (So): Hace referencia a dejar que los otros conozcan el problema y tratar de
conseguir ayuda escribiendo peticiones u organizando actividades.
11. Ignorar el problema (Ip): Implica rechazar conscientemente la existencia de un problema.
12. Autoinculparse (Cu): Indica que ciertos sujetos se ven como responsables de los
problemas o preocupaciones que tienen.
13. Reservarlo para sí (Re): Refleja que el sujeto huye de los demás y no desea que conozcan
sus problemas.
14. Buscar apoyo espiritual (Ae): Estrategia caracterizada por el empleo de la oración o la
creencia en la ayuda de un líder o de Dios.
15. Fijarse en lo positivo (Po): Estrategia que indica la búsqueda del aspecto positivo de la
situación.
16. Buscar ayuda profesional (Ap): Consiste en buscar la opinión de profesionales, como
maestros u otros consejeros.
17. Buscar diversiones relajantes (Dr): Se caracteriza por elementos que describen
actividades de ocio como leer o pintar.
18. Distracción física (Fi): Estrategia que refleja el uso de actividades físicas.
150
Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
Procedimiento
Ambas escalas fueron administradas, en forma colectiva, a los alumnos que
voluntariamente participaron de esta investigación.
Por medio de la Escala de Apreciación del Estrés General se formaron tres subgrupos de
sujetos de acuerdo a la intensidad con la cual percibían acontecimientos estresantes actualmente
vigentes. Como criterio de inclusión de los sujetos en los diferentes grupos se estableció el siguiente
criterio: (a) sujetos con una intensidad elevada en la percepción de situaciones estresantes aquellos
que obtuvieran un puntaje superior a una desviación estándar por encima de la media grupal (este
valor corresponde a un puntaje superior a 51, (b) sujetos con una intensidad media en la percepción
de situaciones estresantes aquellos que obtuvieran puntajes que se encontraran entre el límite
superior y el inferior respecto de la media (este valor corresponde a un puntaje entre 12 a 51) y (c)
sujetos con una baja intensidad en la percepción de situaciones estresantes aquellos que obtuvieran
puntajes inferiores a una desviación estándar de la media (este valor corresponde a un puntaje
inferior a 12). Posteriormente, se procedió a la devolución de los resultados en forma individual.
RESULTADOS
Considerando la muestra total, los resultados obtenidos en la Escala de Apreciación del
Estrés - General (EAE-G), mediante la prueba t para diferencia de medias de muestras
independientes, revelaron una diferencia significativa entre varones y mujeres en la apreciación de
la intensidad con la cual vivenciaron diferentes acontecimientos estresantes sucedidos tanto en el
pasado como en la actualidad (t = -3.01; p < .004). El análisis de las medias reveló que las mujeres
percibieron con mayor intensidad los acontecimientos estresantes (µ = 56.55) en comparación con
los varones (µ = 40.25). Al analizar por separado la percepción actual de acontecimientos
estresantes, las mujeres revelaron puntuaciones significativamente más elevadas con respecto a los
varones (t = 2.12; p < .03), la media femenina fue igual a 36.29, en tanto que, la obtenida por los
varones fue igual a 23.62. No se encontraron diferencias significativas entre varones y mujeres en la
percepción de acontecimientos estresantes en el pasado (mujeres: µ = 20.25; varones: µ = 16.62).
Sobre la base de estos resultados se decidió formar los tres grupos de sujetos de acuerdo a
la magnitud con la cual percibían situaciones estresantes en la actualidad.
Al analizar las estrategias de afrontamiento utilizadas por cada uno de los tres grupos de
sujetos, el MANOVA aplicado reveló que no existieron diferencias significativas entre los grupos
(F (36,46) = 0.81; p< 0.39). Sin embargo, cuando se analizaron cada una de las estrategias por
separado se observó que los sujetos con una intensidad elevada en la percepción de situaciones
estresantes utilizaban con mayor frecuencia tres estrategias: Búsqueda de Apoyo Social (F(2,40) =
3.02; p< 0.05), Falta de afrontamiento (F(2,40) = 7.42; p< 0.001) y Autoinculparse (F(2,40) = 3.66; p<
0.03), en comparación con los dos grupos estudiados. En las restantes estrategias de afrontamiento,
no se observaron diferencias significativas entre los grupos examinados (Ver Tabla 1).
151
Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
Tabla 1
Estrategias de afrontamiento utilizadas por los individuos con alta, media y baja percepción
de la intensidad de situaciones potencialmente estresantes: Análisis Múltiple de Varianza.
Esforzarse y Tener Éxito 73.71 (11.96) 71.48 (11.44) 80.80 (10.35) 1.45 ns
Falta de Afrontam. 53.14 (14.55) 35.22 (9.43) 39.20 (15.84) 7.42 0.001
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Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
DISCUSIÓN
Los resultados obtenidos en este trabajo señalaron que los estudiantes cuya percepción de
ciertos sucesos vitales, actuales o pasados, fue de mayor intensidad utilizaron estrategias de
afrontamiento poco adaptativas. Este grupo, que en su totalidad fue del sexo femenino, implementó
con mayor frecuencia las estrategias Búsqueda de Apoyo Social, Autoinculparse y Falta de
afrontamiento en comparación con los dos grupos restantes.
La búsqueda de apoyo social se lo relaciona con la necesidad de las personas de compartir
el problema con los demás con el fin de conseguir ayuda para poder afrontarlo. Esta estrategia
resulta adaptativa cuando la opinión de los otros le sirve al sujeto para afrontar el estrés de manera
activa. Por el contrario, sobregeneralizar el uso de esta estrategia puede que no sea la forma más
adecuada para reducir la ansiedad que provoca un determinado estresor. Es decir, supeditar la
propia acción al consejo de los demás indicaría falta de confianza en los propios recursos para
afrontar con éxito una determinada situación.
Por otra parte, este grupo utilizó frecuentemente Autoinculparse y Falta de afrontamiento,
estrategias consideradas desadaptativas porque no favorecen la modulación de las reacciones
emocionales que producen los estresores. Ambas estrategias se relacionan con una evaluación
negativa, por parte el individuo, respecto de su eficacia para afrontar, con éxito, diferentes
situaciones o para buscar alternativas de solución. La exposición a acontecimientos sociales - tales
como hablar en público o rendir exámenes- dificultades económicas, problemas de vivienda,
situación socio-política del país o falta de apoyo social fueron las situaciones evaluadas con mayor
intensidad de afectación por parte de las integrantes de este grupo, reaccionando con estrategias
pasivas para afrontar la fuente de estrés.
El afrontamiento pasivo implica sentirse desbordado por la situación, valorar el problema
como irresoluble, sentirse pesimista respecto de los resultados que se esperan o culparse de los
problemas. Podemos afirmar que las personas que utilizan este tipo de estrategias improductivas son
más propensas a enfermar. Estudios realizados en esta dirección muestran que el afrontamiento
pasivo correlaciona con diferentes trastornos, entre ellos depresión (Endler y Parker, 1990), distrés
emocional (Stanton y Snider, 1993), abuso de alcohol (Perri, 1985) y síntomas de tensión física y
psicológica (Kobasa, 1982). En línea con lo anterior, Menaghan (1983) sostuvo que los esfuerzos
por manejar sentimientos displacenteros a través de la resignación o la evitación pueden
incrementar el estrés y amplificar futuros problemas.
El que este grupo de sujetos haya percibido diversas situaciones estresantes con mayor
intensidad y que la forma de abordar el problema haya sido inadecuada depende, aunque no
exclusivamente, de las creencias sobre la propia capacidad de hacer frente con éxito a las
dificultades, es decir, de la competencia percibida. En este sentido, Fernández Castro (1999)
sostiene que el impacto emocional de aquello que nos sucede depende de la apreciación cognitiva
que nos hacemos de ello y no de sus características objetivas.
Cuando las estrategias de afrontamiento improductivas persisten, provocan un deterioro en
el funcionamiento personal e interpersonal de los individuos.
Como afirman Labiano y Correché (en prensa) la carencia de habilidades para afrontar
situaciones estresantes, susceptibles de alterar la salud, repercute en todos los aspectos vitales. La
percepción de los propios recursos y lo adecuado de éstos son aspectos que van a moderar el
proceso de estrés.
Por lo expuesto anteriormente, resulta beneficioso para los individuos ser más
conscientes de sus estrategias de afrontamiento improductivas y de las conductas de riesgo
asociadas a un incremento de la probabilidad de enfermar. Por consiguiente, el observar la
153
Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
modalidad con la cual los sujetos significan y afrontan las crisis personales o los eventos estresantes
cotidianos contribuye a la prevención de desajustes psicosociales posteriores.
En la actualidad, la intervención dirigida a prevenir hábitos de riesgo y a promover
conductas saludables se la conoce como educación para la salud. En el ámbito educativo, la
implementación de talleres o programas destinados a crear un nuevo significado de la
situación-problema y a modificar estrategias de afrontamiento desadaptativas, facilitaría la
ejecución de prácticas saludables por parte de los estudiantes, las cuales potenciarían sus
capacidades psicológicas, físicas y sociales.
El sentido que orientó este trabajo fue aportar elementos significativos que colaboren en la
prevención y promoción de pautas interpersonales más saludables tendientes a promover el
desarrollo personal.
REFERENCIAS
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(CISS): Manual. Toronto: Multi-Health Systems.
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G. Fernández-Abascal y F.Palmero (coords.), Emociones y salud. España: Editorial
Ariel.
− Fernández Castro, J. (1999). Las estrategias para afrontar el estrés y la competencia
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(coords.), Emociones y salud. España: Editorial Ariel.
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− Holahan, C. J., Moos, R. H. & Schaefer, J. A. (1996). Coping, stress resistence, and
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− Labiano, L. M. & Correché, M. S. Afrontamiento del estrés. En prensa
− Lazaruz, R. S. & Folkman, S. (1984). Stres, appraisal and coping. Nueva York:
Springer Publishing Company.
− Lazaruz, R. S. (1993). From psychological stress to the emotions: A history of changing
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− Menaghan, E. G. (1983). Individual coping efforts: Moderators of the relationship
between life stress and mental health outcomes. En H. B. Kaplan (dir.), Psychosocial
stress: Trends in theory and research. Nueva York: Academic Press.
− Pereña, J. & Seisdedos, N. (1995). Escala de afrontamiento para adolescentes –
Adaptación española – Madrid: TEA Ediciones, S. A.
− Perri, M. G. (1985). Self-change strategies for the control of smoking, obesity, and
problem drinking. In S. Shiffman & T. A. Wills (Eds.), Coping and substance use
(pp.295-317). Nueva York: Academic Press.
− Stanton, A. L. & Snider, P. R. (1993). Coping with breast cancer diagnosis: A
prospective study. Health Psychology, 12, 16-23.
154
Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
Resumen
Se presentan aquí los resultados obtenidos en un trabajo realizado en la Universidad Nacional de
San Luis, Argentina. Se investiga la posible relación entre el nivel de autoestima -evaluado mediante
la Técnica Q de California, forma III (Block, 1978) y la Escala Guttman- y las dimensiones de la
personalidad -exploradas por medio del Big Five Questionnaire (Caprara, Barbaranelli y Borgogni,
1993)- y el rendimiento académico de una muestra de estudiantes, en el primer año de su carrera
universitaria. Los resultados obtenidos indican que el buen rendimiento en los estudios se relaciona
en forma significativa con las subdimensiones de la personalidad cordialidad, escrupulosidad,
perseverancia, apertura a la cultura y con un buen nivel de autoestima. No se observa relación
significativa con el control de las emociones ni el control de los impulsos.
Palabras clave: Autoestima – Personalidad – Rendimiento académico
Abstract
Results obtained from a study carried out at the Universidad Nacional de San Luis, Argentina are
reported. A posible relation between self-esteem -assessed by means of The Q-Tecnique, Form III
(Block, 1973) and the Guttman Scale- and personality dimensions -explored with de Big Five
Questionaire (Caprara, Barbaranelli and Borgogni, 1993)- on the one hand, and academic
performance of a group of students during the first year of their university studies, on the other hand.
According to the results, a good performance is related significantly with personality subdimensions
cordiality, conscientiousness, perseverance and openness to culture, and with a good level of self-
esteem. No relation has been found with emotional control and impulses control.
Key words: Self-esteem – Personality – Academic performance
----------------------------
* Profesora Asociada Psicología General. Facultad de Ciencias Humanas. Universidad Nacional de San Luis. Ejército
de los Andes 950. 5700 San Luis. Argentina. Tel. 54 – 02652- 428937
**
Profesora Titular Diagnóstico y Evaluación I y II. Facultad de Ciencias Humanas . Universidad Nacional de San
Luis. Ejército de los Andes 950. 5700 San Luis Argentina
155
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156
Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
METODO
Muestra
La muestra estuvo compuesta por 55 estudiantes de sexo femenino ingresantes en el
Profesorado en Nivel Inicial de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de
San Luis. La edad oscilaba entre 18 y 22 años.
Se conformaron dos grupos. Un grupo compuesto por 30 alumnas que alcanzaron un buen
rendimiento académico y otro grupo formado por 25 alumnas cuyo rendimiento académico fue bajo.
Instrumentos
Como se expresó previamente, a fin de evaluar el nivel de autoestima se utilizaron dos
instrumentos psicológicos: la Técnica Q de California -forma III- Block (1976), adaptada a la
población de San Luis por Muñoz y Barbenza (1997), y la Escala Guttman.
La Técnica Q consta de 100 tarjetas que contienen ítems con frases descriptivas de la
personalidad. Para agilizar su aplicación en grupos se adoptó el formato de protocolo, con items
numerados de 1 a 100. La persona debe responder a los 100 ítems especificando la alternativa que
mejor lo describa a lo largo de una escala de 7 puntos de acuerdo a las siguientes alternativas:
Totalmente de acuerdo (TA) de acuerdo (A) ligeramente de acuerdo (LD) neutral (N) ligeramente
en desacuerdo (LD) en desacuerdo (D) y totalmente en desacuerdo (TD). La puntuación final indica
el nivel o grado de autoestima: entre 100 y 300 puntos, se considera muy baja autoestima; de 300 a
400 puntos, autoestima baja; de 400 a 500 puntos, nivel medio de autoestima; de 500 a 600 puntos,
buena autoestima y de 600 a 700 puntos, muy buena autoestima.
La Escala Guttman está compuesta por diez ítems que contienen afirmaciones acerca de sí
mismo. La persona debe marcar, en una escala de 1 a 5, el número que mejor lo representa. El
puntaje obtenido se puede ubicar dentro de los siguientes parámetros: de 13 a 32 puntos, autoestima
baja; de 33 a 39 puntos, autoestima media y de 40 a 50 puntos, autoestima alta.
Para indagar dimensiones de la personalidad utilizamos el Big Five Questionnaire (1993),
que ha sido traducido y adaptado al español en 1995 por José Bermúdez. Consta de 132 items
dirigidos a evaluar cinco dimensiones o factores: energía, tesón afabilidad, estabilidad emocional y
apertura mental, cada una de las cuales comprende dos subdimensiones. Incluye también una escala
de distorsión. Cada subdimensión constituye una escala, totalizando quince escalas de 12 items cada
una. Cada ítem presenta cinco opciones de calificación, desde totalmente verdadero a totalmente
falso.
En el gráfico 1, que representa el perfil, se muestran las puntuaciones T en un continuo de
valores que se extiende desde de 0 a 75, segmentado en cinco secciones que configuran cinco
categorías: muy bajo, de 25 a 34 puntos; bajo, de 35 a 44 puntos ; promedio, de 46 a 54 puntos; alto,
de 56 a 64 puntos y muy alto, de 65 a 75 puntos.
Procedimiento
Se aplicaron las tres técnicas a cada una de las estudiantes, a su ingreso en la Facultad. Las
respuestas cualitativas fueron cuantificadas utilizando una escala de 7 a 1 puntos, correspondiendo
la puntuación 7 a totalmente de acuerdo en caso de ítems descriptivos de características positivas y
1 a totalmente en desacuerdo, debiendo invertir el puntaje en casos de ítems que describen
características negativas de la personalidad.
La Escala Guttman fue aplicada de la misma forma, realizando luego una sumatoria
simple de los diez ítems según la ubicación marcada entre 1 y 5 puntos.
157
Revista IDEA Nº 37 – Fac. de Cs. Humanas - UNSL
Tabla 1
M y DE de las puntuaciones de ambas muestras, correspondientes a cada una de las variables en estudio y
prueba “t” de Student de diferencias de M.
Grupo 1
BFQ
Técnica Q Guttman Energ Afab Tesón Est.em Ap. Men.
Grupo 1
BFQ
Di Do Cp Co Es. Pe. Ce Ci. Ac Ae
M 49.46 44.20 50.23 51.40 56.93 55.26 44.33 46.20 48.60 46.83
DE 9.90 10.88 8.92 8.66 7.47 8.74 6.53 9.95 6.74 7.11
Grupo 2
M 47.76 49.48 48.52 46.88 45.80 44.52 44.60 47.72 42.04 46.40
DE 8.64 8.17 8.89 6.16 4.23 5.74 7.63 8.61 7.33 7.40
t 0.67 -2.00 0.71 2.18 6.61 5.26 -0.13 -0.59 3.44 0.22
p 0.50 0.04 0.48 0.03 0.000 0.000 0.88 0.55 0.005 0.82
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Estos resultados se ven corroborados por los obtenidos en la Escala Guttman, ya que las
estudiantes con buen rendimiento alcanzaron una puntuación media de 35.76 puntos, equivalente a
un nivel de autoestima medio y las alumnas con bajo rendimiento académico obtuvieron una M de
31.92 puntos equivalente a un nivel bajo de autoestima. La diferencia es también significativa
(p=.03).
En virtud de los resultados medios obtenidos en el Cuestionario BFQ, elaboramos un
perfil de personalidad de las estudiantes de ambos grupos, a fin de detectar qué características de
personalidad podrían estar relacionadas con las diferencias observadas en el rendimiento
académico.
De la conformación de los perfiles (Gráfico 1) se puede deducir lo siguiente:
En relación con el factor Energía y las subdimensiones correspondientes (Dinamismo y
Dominancia), no se observan diferencias significativas; las estudiantes de ambos grupos resultan
medianamente dinámicas, activas y extrovertidas, mostrándose en ocasiones cohibidas, tímidas y
poco enérgicas. Las alumnas con bajo rendimiento se muestran algo más dominantes y menos
condescendientes.
Gráfico 1
Perfil del BFQ
70
60
50
40
Grupo 1
Grupo 2
30
20
10
0
Di Do Cp Co Es Pe Ce Ci Ac Ae
Subdimensiones
Con respecto al factor Afabilidad se obtuvo una diferencia significativa (p=.02) entre las
puntuaciones medias de ambos grupos: las jóvenes con buen rendimiento académico, se muestran
más altruistas y tolerantes que las de bajo rendimiento. Sólo en la subdimensión Cordialidad, se
obtuvo un valor significativo de “t” (p=.03), a favor de la Muestra 1, la que evidencia mayor
capacidad de comprensión y empatía hacia los demás. De este modo, las estudiantes con bajo
rendimiento resultan menos altruistas, siendo en ocasiones algo individualistas y suspicaces.
Con referencia al factor Tesón y sus subdimensiones, se observa una diferencia altamente
significativa en las puntuaciones medias (p=.00; p=.00; p=.00). Las estudiantes con buen
rendimiento se muestran altamente reflexivas, diligentes, meticulosas y perseverantes. Las
estudiantes con bajo rendimiento aparecen poco ordenadas, con menor inclinación a la reflexión y
escasa perseverancia.
159
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enfrentar la vida con una preparación interior adecuada para las posibles elecciones que pueda
realizar.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
− Block, J. (1978). The Q Sort Method in Personality Assessment and Psychiatric
Research. Palo Alto.California: Consultig Psychologist Press.
− Caprara, G., Barbaranelli, C. & Borgogni, L.(1993). BFQ. Cuestionario Big Five.
Manual. Adaptación española por J. Bermudez. Madrid: TEA Ediciones.
− Costa, P.T. & Mc Crae, R.R. (1990). Personalilty disorders and the Five Factor Model
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− Costa, P.T., Mc Crae, R.R & Dye, D.A. (1991). Facet scales for Agreableness and
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− Digman, J.M. (1990). Personality Structure: Emergence of the Five Factors Model.
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− Mc Crae, R.R. & John, O.P. (1992). An Introduction to the Five Factors Model and its
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− Muñoz, E.N. & Barbenza ,C.M. (1997). Adaptación de la Técnica Q de California,
Forma III para la evaluación de la personalidad. Interdisciplinaria, 14, 47-60.
− Muñoz, E. N., Sans, M. S. & Calzetti, S.N. (1997). Relación entre autopercepción,
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− Ostendorf, F. & Angleitner, A. (1992). On the generality of and comprehensiveness of
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− Rogers, C. (1980) Persona a Persona. Buenos Aires: Amorrortu Editores.
− Stephenson, W. (1953). The Study of Behavior. Chicago: University of Chicago Press.
161
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REPENSANDO LO SEXUAL
81
Daniel Jones
Resumen
El propósito del presente trabajo es analizar algunos aportes teóricos y metodológicos del
construccionismo social al estudio de las conductas sexuales, retomando la teoría de la guionación
sexual y la perspectiva de las redes sociales.
Abstract
The aim of the present paper is to analize some theoretical and methodological contributions of
social constructionism to studies of sexual conducts, using the theory of sexual scripting and the
social networks approach.
----------
81
Instituto de Investigaciones Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires. E-mail:
elmoro@arnet.com.ar ; Uriburu 950 6to piso – Capital Federal
162
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Bajo estas condiciones, hacen su aparición las teorías de la sexualidad del ahora llamado
82
construccionismo social, con sus diversas vertientes. Dentro de esta perspectiva, un primer paso
fue la reformulación del cuerpo general de conocimiento sobre sexualidad al interior del campo del
construccionismo. Pero, ¿cuáles son las principales características de éste? Este enfoque enfatiza,
por una parte, el carácter similar de la conducta sexual con respecto a otras conductas sociales y,
por otra parte, el carácter cultural e históricamente específico del estudio de dicha conducta. Dentro
83
de esta perspectiva mayor, se desarrolla la llamada teoría de la guionación sexual, que emerge
como una forma específica de analizar aspectos culturales, interpersonales y mentales de la
sexualidad. Siguiendo un ya clásico artículo de Simon y Gagnon (1984), momentáneamente
podemos definir a los guiones como metáforas para conceptualizar la producción de
comportamientos dentro de la vida social. La mayoría del tiempo la vida social debe operar bajo la
guía de una sintaxis operativa, así como el lenguaje es la precondición para el habla. En los
siguientes apartados profundizaremos las descripciones y análisis tanto del construccionismo social
como de una de sus vertientes: la teoría de la guionación sexual.
Reconceptualizaciones
El desarrollo de una perspectiva de los guiones acerca de la sexualidad, a fines de los ´60
y comienzos de los ´70, está marcado por un enorme ejercicio de reconceptualización de ideas
fundamentales de la misma. Este esfuerzo intelectual tiene dos grandes objetivos simultáneos: por
un lado, rechazar ciertas miradas tradicionales y reificadas acerca de lo sexual y, por el otro,
proponer una serie de concepciones alternativas al paradigma hegemónico en Ciencias Sociales.
John Gagnon (1990), considerado uno de los principales teóricos del construccionismo social,
marca algunas de las principales reconceptualizaciones:
1- La conducta sexual está determinada cultural e históricamente. La sexualidad no es un
fenómeno universal; esto significa que no podemos tratar las disposiciones culturales y sociales
alrededor de lo sexual como simples respuestas a un imperativo sexual biológico que se expresa a sí
mismo en todo tiempo y lugar. La actividad sexual es, como toda actividad social, producida por
circunstancias sociales y culturales y, por lo tanto, difiere de un momento histórico a otro o de una
cultura a otra.
2- El significado de la conducta sexual reside en la “lectura” de la actividad corporal de
los individuos. A pesar de la similaridad en el limitado repertorio de actividades corporales
usualmente asociadas con lo sexual, no hay similitudes en el significado de las conductas de
individuos o colectividades en diferentes culturas o momentos históricos. Todo tipo de conductas
sexuales debe ser entendido como un fenómeno local, con significados y propósitos específicos en
los particulares contextos históricos y culturales.
3- Las ciencias de lo sexual están histórica y culturalmente determinadas. Las ciencias que
estudian la sexualidad son ellas mismas productos histórico-culturales. Por lo tanto, el conjunto de
explicaciones, técnicas y observaciones que conforman el paradigma de una empresa científica son
ellos mismos un fenómeno cultural, y no un privilegiado conjunto de herramientas a través de las
cuales puede ser examinado el mundo objetivamente. Los cambios en la elección de una perspectiva
científica implican cambios en qué es observable, cómo esto es medido y cómo es explicado.
82
Dentro de los investigadores sobre sexualidad, las raíces de esta perspectiva crítica pueden ser encontradas entre
aquellos que fueron influidos por la tradición norteamericana del interaccionismo simbólico y el pragmatismo, las
estrategias dramatúrgicas e interpretativas de Goffman, y el trabajo de Khun y Mannheim en la sociología del
conocimiento. Con posterioridad, el posestructuralismo (Foucault) y el deconstruccionismo (Derrida) colaboraron a la
consolidación de dicho enfoque.
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Traducimos así al término theory of sexual scripting; también lo traduciremos, a fines prácticos, como teoría de los
guiones.
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Este enfoque de las redes sociales será explicado en detalle en el apartado Conductas sexuales: contexto sociocultural
y redes sociales.
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que configura las posibilidades de obtener pareja sexual: de acuerdo al grupo social al cual uno
pertenece, el mercado de parejas sexuales será más amplio o más estrecho.
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Es decir, no hay necesariamente elementos biológicos contenidos en las explicaciones.
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Para la década de 1920 había casi tantos instintos propuestos como formas de comportamiento.
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racionalizar las actividades sexuales en las cuales se hallan implicados. Para la perspectiva de los
guiones dichas explicaciones, cuando provienen de científicos, son parte de los escenarios culturales
intersubjetivos sobre sexo que circulan en la sociedad, y cuando provienen de individuos (legos)
son parte del “por qué” de sus guiones sexuales intrapsíquicos (lo que cada uno se dice a sí mismo)
e interpersonales (lo que cada uno le dice a otros).
La guionación sexual
Desde esta perspectiva teórica, podemos afirmar que:
a) la conducta sexual implica un esquema cognitivo organizado (guión);
b) tal reconocimiento supone una interacción compleja entre la persona y el contexto, más que una
simple respuesta a signos sexuales universales;
c) la conducta sexual está determinada por el contexto más que conducida por estados internos (es
negociada más que automática).
Así las cosas, se rechaza la idea de que lo sexual representa un tipo de motivación especial
o único. Tampoco se considera a lo sexual como un aspecto intrínsecamente significativo de la
conducta humana; éste se torna significativo tanto cuando es definido como tal por la vida colectiva
como cuando las experiencias individuales asignan a lo sexual una significatividad especial.
Por lo tanto, la sexualidad es más que un comportamiento individual, y aquello que sucede
en la arena sexual en cada sociedad es producto de una cultura y una estructura de oportunidades
sexuales y no sexuales que existen previas a todo individuo. Los guiones existen a nivel individual,
interaccional y cultural; las performances de los actos sexuales recurren a guiones de los tres niveles
y, consecuentemente, los potenciales cambios en la conducta sexual pueden emerger de cambios en
cualquiera de los niveles de la guionación.
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Debemos recordar que los deseos individuales están vinculados a significados sociales.
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dichas circunstancias oscilamos entre ser meros actores leyendo sus textos y actores que
improvisan, pero incluso dichas improvisaciones son construidas con partes de guiones previamente
disponibles.
Desde esta perspectiva, podemos afirmar que un apropiado análisis cultural y social de la
historia de las personas y sus circunstancias ambientales corrientes, nos sugiere que las sensaciones
de deseo no son resultado de impulsos temporarios, sino de cómo la gente ha aprendido a interpretar
la presencia y la ausencia de actividad sexual y las sensaciones internas que han aprendido a
etiquetar como sexuales. En este sentido, el guión es lo que conecta las sensaciones de deseo y
placer -o disgusto- con las actividades corporales de contacto físico y los signos físicos de
excitación. Como consecuencia, por ejemplo, la erección no connota automáticamente placer, ni
tampoco orgasmo. La secuencia de qué debería hacerse en un acto sexual depende de la
preexistencia de un guión que define qué va a ser hecho con esta o aquella persona, en esta o
aquella circunstancia, en este o aquel momento y qué sentimientos o motivaciones son apropiados
para el evento.
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Es paradójico que en este intento de dar cuenta de la estructura social comiencen
hablando nuevamente del individuo.
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Es importante señalar que cada individuo engloba múltiples status simultáneamente, y
puede manejar al mismo tiempo la expectativa y los requerimientos asociados con cada
uno de ellos.
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Por otra parte, debemos destacar que existe una tendencia hacia los contactos con
personas de igual status (en el sentido amplio de condiciones sociales). Con la excepción del
género, cabe esperar que las relaciones sexuales más probablemente se den entre individuos que
comparten los mismos o similares atributos sociales que entre quienes no los comparten. Una razón
es que desde que la mayoría de la interacción social ocurre dentro de grupos de individuos de
similar status, es probable que un individuo elija a su pareja de un ya preseleccionado grupo de
similares. Otra razón importante de esta regularidad observable en la dinámica de las relaciones
sociales es la presencia de intereses particulares de terceras partes. En este caso, gente que conoce a
uno o ambos miembros de la potencial pareja tiene un particular interés en facilitar o evitar que la
pareja se concrete. Estas terceras partes podrían influir en una o ambas partes aumentando la
tendencia a tomar contacto con la gente que pertenece al mismo status. Por ejemplo, es probable
que muchos padres quieran que su hijo o su hija se case con alguien con un pasado parecido, como
modo de conservar la tradición cultural y religiosa. Asimismo, grupos de amigos que comparten un
conjunto dado de condiciones sociales probablemente se influyan unos a otros en lo que respecta a
tener relaciones sexuales con parejas que tengan similares características, de tal manera que la
pareja realmente se adecue a las actividades del grupo.
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las calles pueden ser percibidos como mucho más graves e importantes que los riesgos asociados
con el comportamiento sexual.
Cabe agregar que otros autores afirman directamente que el medio social inmediato, cuyas
características actúan como normas de conformidad, es el principal determinante de los
comportamientos sexuales de riesgo. El uso de preservativo y otros comportamientos sexuales de
determinadas poblaciones pueden ser afectados por elementos de la estructura socioeconómica y
cambios históricos que un estudio meramente cuantitativo que sólo presente datos estadísticos
puede no captarlos (Friedman et al, 1999).
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En el sentido dado a la noción de drama por E. Goffman.
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específicos. Las audiencias de las performances sexuales están usualmente restringidas al individuo
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o a la pareja que las realizan. Las audiencias, compuestas por aquellos que tienen algún interés en
la interacción de los individuos, pueden observar y participar de las actividades que conducen a un
encuentro sexual y de aquellas actividades que le siguen al mismo.
En las sociedades occidentales contemporáneas la amplia mayoría de la actividad sexual
llevada a cabo por un individuo o por parejas (o grupos de interacción sexual) ocurre fuera de la
vista de los no participantes. Aunque existen algunas excepciones a este patrón, la realización de
actividades sexuales más allá de acariciarse y besarse está comúnmente restringida a lugares
relativamente privados (en general, las audiencias no participantes de la actividad sexual son
apartadas de la ocasión sexual). Esto tiene una importante consecuencia para la regulación de los
encuentros sexuales dado que el público está limitado sólo al testimonio de los actores acerca de lo
ocurrido en la interacción; la observación y/o vigilancia de la pareja sexual por outsiders es difícil.
En verdad, la formación de parejas sexuales–afectivas está marcada por aquella fase que se ha
llamado separación/repliegue diádico de otras responsabilidades sociales; estos repliegues de la
pareja (que ocurren en distintas etapas de su desarrollo: noviazgo adolescente, enamoramiento, etc.)
son señales del incremento del potencial sexual de la misma, pero al mismo tiempo reducen la
interacción entre los participantes de la pareja y los miembros de sus redes personales.
Mientras que la actividad sexual es, sobre todo, una transacción social en la cual pares de
actores moldean mutuamente la conducta del otro, este moldeado no agota la influencia de la
estructura social desde el momento en que los actores sociales están implicados en redes sociales
mayores. Las redes sociales en las cuales los individuos participan, a pesar de la invisibilidad de las
performances sexuales, tienen un importante número de efectos sobre los patrones de conducta
sexual: ofrecen a menudo tanto posibilidades como limitaciones en la formación de lazos/vínculos
en los cuales la actividad sexual puede ser llevada adelante, y proveen audiencias para el
comportamiento público de los individuos que forman y mantienen lazos que poseen un
componente sexual. Estas relaciones insertas en redes sociales son profundamente influyentes en
términos de legitimar muchas de las prácticas sexuales específicas de las personas en sus relaciones
sexuales.
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91
Cabe señalar que aquí consideramos a los actores como audiencia de su propia
conducta.
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