Descubrimiento de Puerto Rico

Para el año 1493 Colon zarpa de la bahía de Cádiz, en su segundo viaje a América,
descubriendo las Antillas Mayores y el 19 de noviembre a Boriken. Pasando al noroeste
hacen una parada en lo que se le conoce hoy día como El Puerto de Aguada. Allí
divisan una aldea y se bajan a inspeccionar el área, con una cala tomando muestras de
la tierra. Colon limitándose a tomar posesión del territorio, al que dio nombre de San
Juan Bautista, y alejándose de sus costas en la mañana del día 22 para seguir su viaje
a Haití. Vicente Yáñez Pinzón acompañante de Colon en su primera expedición,
organizo por su cuenta, en diciembre del 1999, una expedición con cuatro buques,
pasando por una violenta tormenta y perdiendo dos buques, tuvo que regresar a santo
domingo para julio de 1,500. Pinzón quiso visitar la isla y con mejor fortuna que Colon,
logro ponerse en comunicación con los naturales, practicando rápido examen del país
y recogiendo muestras de mineral aurífero (Historia de Puerto Rico, pág. 11). Cinco
años más tarde obtiene 10,000 maravides con el título de capitán poblador de la isla de
San Juan, así comprometiéndose a dar inicio a la colonización. Pinzón desistió de la
colonización y en 1506 vendió a Martin García Salazar, los títulos, propiedad rural y
demás privilegios que sobre la isla de San Juan le había otorgado (pág. 12). Juan
Ponce de León intrépido soldado, decidió pedir permiso al Gobernador de las Indias
para practicar un reconocimiento de la isla. Para el año 1508 Juan Ponce de León da
comienzo su expedición compuesta de veinte hombres. Haciendo parada en el Pozo de
la Aguada, para ese entonces el cacique que allí habitaba era Aymamón, recibió a los
españoles y Ponce le preguntase <<si no había otro puerto más abrigado en el
litoral>>, puso a su disposición a varios hombres que los guiaron hacia las costas del
norte donde allí descubrieron una gran bahía que mereció el nombre de Puerto Rico.
Llevados a las costas del sur divisaron un pequeño puerto en Guanica y haciendo alto
a la expedición. La isla era muy frondosa; prometía gran fertilidad; desde sus montañas
se divisaban extensas bajuras, propicias para el fomento de ganadería; los ríos
arrastraban oro en sus arenas, y los indios lejos de hostilizar a los extranjeros se
allanaban con mansedumbre a sus deseos, teniéndolos por seres superiores. Con
tales condiciones la colonización prometía fácil utilidad. Formándose el pueblo de
Caparra en el Puerto Rico, Ponce da paso a buscar su familia en Santo Domingo y
debes traer oro fundido de Ovando, para empezar con las construcciones necesarias
para el crecimiento del pueblo.