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Lección 12- Las bendiciones del don profético

MATERIAL AUXILIAR PARA EL MAESTRO

Texto Clave:Amós 3:7.

Enseña a tu clase a :

1. Saber de qué modo el don profético ha enriquecido a la Iglesia Adventista, así


como lo hizo al pueblo de Dios en la antigüedad.
2. Sentir gratitud y sano orgullo por la manera en que Dios ha dirigido a la iglesia.
3. Hacer tu parte en el progreso y el desarrollo de nuestra iglesia.

Bosquejo de la lección
I. Misión (Mat. 28:19, 20)
A. ¿Hasta qué punto se le puede acreditar a Elena de White nuestro
crecimiento como confesión religiosa?
B. Lee Deuteronomio 6:4 al 9. ¿De qué modos han beneficiado a nuestra
iglesia la educación cristiana y las publicaciones?
II. Salud (Lev. 13:46)
A. Cuál fue el beneficio práctico de las leyes de higiene y alimentación para
los israelitas? ¿De qué modo nos ha beneficiado la conducción profética
en tales asuntos?
B. Por qué crees que las prácticas saludables están declinando entre los
adventistas? ¿De qué manera te hace sentir esto? ¿Qué puedes hacer,
como persona individual, para revertir esta declinación?
C. Qué puedes hacer para promover prácticas médicas y de estilo de vida
innovadoras, que sean relevantes actualmente?
III. Teología (Sal. 33:6)
A. Cuál debería ser la relación de los escritos de Elena de White con las
nuevas percepciones en teología, medicina o ciencia? ¿Limita, de alguna
manera, Elena de White la expansión de nuestra comprensión? Explica tu
respuesta.
B. De qué modo podemos estar más involucrados en hacer avanzar la obra
de la iglesia al bendecir a otros?

Resumen

Mediante el don de profecía, trabajando en armonía con los otros dones espirituales,
Dios ha bendecido con su gracia a nuestra iglesia. Nuestro compromiso con la misión
mundial, la educación, las publicaciones, la salud y la obra médica, y los
descubrimientos científicos y teológicos que afirman la Palabra de Dios, encuentran su
iniciación en los escritos de Elena de White. Podemos estar agradecidos por la
conducción divina.

Paso 1 ¡Motiva!
Concepto clave para el crecimiento espiritual:

Dios nos ha dado bendiciones y dones con el fin de que podamos ser una bendición para otros..

En el motín, que tal vez fue el más famoso de todos los tiempos, el barco Bounty fue
arrebatado al capitán William Bligh, mientras navegaban por el Pacífico Sur. Nueve de
los amotinados y un grupo de tahitianas huyeron a la desolada Isla Pitcairn, para escapar
de ser capturados y castigados. Sigue luego una sórdida historia de tragedias. “Por 1800,
por causa de la bebida y las peleas, todos los hombres estaban muertos excepto
Alexander Smith. [...] Con él había 11 mujeres y 23 niños. Poco después de esto, él se
convirtió al leer la Biblia que habían traído del Bounty, e inmediatamente comenzó a
enseñar a los niños con la Biblia” (SDAE, 355). La atmósfera social de la isla cambió de
la noche a la mañana. Donde había habido violencia, ahora había paz. Donde reinaba la
ebriedad, regía ahora la sobriedad. La pasión fogosa fue reemplazada por la pasión por
el Espíritu. ¿Por qué? Porque una persona encontró una Biblia, fue cambiada y
bendecida por el don profético, y luego compartió esas bendiciones con todos los que lo
rodeaban. ¡Cuántos hogares, familias, ciudades y aun naciones pueden testificar de las
bendiciones recibidas por seguir los consejos de Dios!

Considera: ¿Cómo son las cosas donde vives? Como Alexander Smith, ¿qué puedes
hacer tú para influir positivamente en quienes te rodean? ¿Cómo puedes ayudar a
cambiar la situación de ellos para mejor?

Paso 2 ¡Explora!

Comentario de la Biblia

I. Misión (Deut. 7:7, 8; Isa. 43:21; 44:8; 49:6; 66:19; Mat. 28:19, 20)

Lee Hechos 16:6 al 10. Pablo y Silas estaban ampliando su obra, para incluir áreas no
alcanzadas en el Asia Menor. Muchos lugares dentro de esa región no habían sido
tocados por el evangelio. Consideraríamos a Pablo y Silas como visionarios; pero su
visión, aparentemente, no era suficientemente amplia. Dios los estaba llamando a
Europa. Las circunstancias preparadas por el Espíritu Santo impidieron que ejecutaran
sus planes de viaje. Sin embargo, a Pablo se le mostró en visión cuáles eran las
directivas de Dios.

Considera: Analiza la conducción divina de la iglesia en su comprensión ampliada de


su misión, o comparte cómo Dios ha guiado a los miembros de la clase con el fin de
encontrar oportunidades inesperadas para testificar.

II. Educación (Gén. 18:19; Deut. 6:4-7, 20-25)

Lee 2 Reyes 6:1 y 2; Proverbios 22:6; y 2 Timoteo 1:5 y 6. Aunque en Israel el hogar
tenía la responsabilidad final para educar a los niños y los jóvenes en los caminos de
Dios, la comunidad más amplia también compartía esa responsabilidad. Se
establecieron las escuelas de los profetas a fin de que los profetas pudieran educar
líderes en los consejos de Dios. Samuel, Eliseo y otros son considerados los
“fundadores” de estas “instituciones” educativas tempranas.

Considera: Invita a los miembros de tu clase a compartir cómo Dios usó la educación
cristiana para bendecirlos a ellos o a sus familias. Analicen la importancia de pasar la
antorcha de la fe a las generaciones futuras.

III. Salud (Éxo. 15:26; Lev. 7:22-26; 11:1-8; 13:46)

Lee Proverbios 17:22, Juan 5:1 al 9; 1 Corintios 6:18 al 20; Tito 1:12; y 3 Juan 2. La
Biblia muestra una asociación clara entre la salud espiritual y la física. No es accidental
ni incidental que la deshonestidad y la crueldad estuvieran asociadas con la glotonería.
El abuso sexual del cuerpo tenía consecuencias espirituales, porque el cuerpo es templo
de Dios. Jesús sanó primero al hombre que estaba junto al estanque de Betesda y más
tarde lo instruyó para que dejara de pecar. Mira el lado positivo: la salud espiritual
contribuye a la salud física. Una vida sin preocupaciones, un “corazón” libre de culpa,
es una “medicina” poderosa.

Considera: Analiza la relación entre la salud física y la espiritual. ¿Por qué una persona
con mentalidad espiritual estaría interesada en un estilo de vida saludable? ¿De qué
modo el interés en la salud puede conducir a una persona hacia la búsqueda de
integridad espiritual?

IV. Publicaciones (Éxo. 17:14; 34:27; Deut. 6:1-9; 31:24)

Lee 1 Corintios 10:11̀; Juan 21:24 y 25; y Lucas 1:1 al 4 con Hechos 1:1 y Apocalipsis
1:1 y 2. Dios sabe el poder de una revelación escrita en la obra de difundir el evangelio.
Muchos profetas no sólo hablaron el mensaje, sino también lo escribieron, proveyendo
un registro duradero de la interacción de Dios con la humanidad que pudiera ser
compartido de generación en generación.

Considera: En esta era de explosión tecnológica, la publicación de las buenas nuevas


puede ir mucho más allá de la página impresa. Analiza qué tecnologías podrían incluirse
actualmente en las “publicaciones”.

V. Teología (Gén. 1:1-3; Éxo. 20:8-11; Sal. 33:6; Isa. 42:5)

Lee 2 Timoteo 3:14 al 17; 4:3 y 4; y 2 Pedro 1:19 a 2:3. Las Escrituras nos llevan a la
salvación que viene por medio de confiar en Cristo. Nos muestran lo que es correcto y
verdadero, y nos preparan para una vida completa en él. Una teología llena de errores,
como pensamientos llenos de errores, conduce a una vida llena de pecado. ¿Debería
sorprendernos que Dios considere tan importante la verdad?

Considera: Analiza el concepto de que la verdad es relativa: lo que es verdad para ti


puede no ser verdad para mí. Si todo es verdadero, aun las ideas opuestas, ¿puede algo
ser verdadero? ¿Qué se quiere decir con la frase “la verdad es excluyente”?

Paso 3 ¡Practica!
Si el espacio que tienes, el tamaño de la clase y la personalidad de tu clase lo permite,
divídela en grupos de cinco a siete personas. Permite que cada grupo se concentre en
una o dos de las bendiciones estudiadas en la lección. Una variación sería permitir que
los grupos se elijan a sí mismos. Los que tienen una historia sobre “educación” podrían
formar el grupo uno, los que tienen una historia sobre “salud”, el grupo dos; etc. Luego
pide a estos grupos menores que exploren respuestas a las siguientes preguntas:

1. ¿Cuán diferente sería mi vida si Dios no hubiera usado las publicaciones, la


educación, la curación, etc., para producir una diferencia en mi familia o en mi
vida personal?
2. ¿Qué beneficios he recibido yo o los que me rodean mediante la bendición
especial provista por la conducción divina al usar los medios compartidos en la
pregunta anterior?
3. ¿Qué creo que Dios puede llamarme a hacer para extender a otros la bendición
que me ha dado?

Paso 4 ¡Aplica!

Comienza un proyecto continuo, ya sea personal o de la clase, que surja de esta lección.
No es suficiente recibir las bendiciones provistas por el don profético. Se nos dan los
dones de Dios solo para que podamos compartirlos. Estas sugerencias no son
exhaustivas, pero pueden iniciar el análisis:

Misión: Elige un misionero de otro país y ponte en contacto con él o ella. Ora por ellos,
y aun puedes dar apoyo financiero mediante grupos aceptados como Gospel Outreach
[Difusión del Evangelio] y Adventist Frontier Mission [Misión Adventista a las
Fronteras]. Otras maneras de ayudar podrían incluir el envío de publicaciones. Busca,
localmente, grupos que han sido descuidados, tales como los presos.

Educación: Encuentra a un joven de tu iglesia que no puede pagarse una educación


cristiana. Provee finanzas y oportunidades de ganar dinero, a fin de que pueda asistir a
una escuela cristiana.

Salud: Comienza un ministerio basado en la salud para alcanzar a tu comunidad. La


oficina de tu Asociación u organizaciones nacionales de ayuda pueden orientarte.

Publicaciones: Distribuye publicaciones puerta a puerta o comienza un programa para


repartir revistas misioneras.

Teología: Estimula a tu vecino a tomar estudios bíblicos.

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