Universidad Nacional Mayor de San Marcos

(Universidad del Perú, DECANA DE AMÉRICA)

Facultad de Farmacia y Bioquímica
E.P Farmacia y bioquímica

Curso: Semiología
Tema: Hemodiálisis
Alumno: Pablo César Condor Ambulay
Profesor: Dr. Víctor Rivas Díaz

2019-I
 Hemodiálisis
Es un proceso de filtración de la sangre por medio de un hemodializador que elimina el
exceso de líquidos y de desechos metabólicos como urea, creatinina, concentraciones altas
de potasio, iones y otros metabolitos. El hemodializador actúa como un riñón artificial que
depura la sangre, aunque no sustituye las funciones endocrinas de los riñones. Antes de
iniciar este proceso es necesario el acceso a la circulación sanguínea del paciente, pues este
acceso permitirá que la sangre se envíe dentro del hemodializador y entonces este retorne al
paciente.
La fistula arteriovenosa es una ligadura entre la arteria y una vena, con el tiempo la vena
aumenta el calibre o se arterializa. En pacientes adultos se suele colocar en el antebrazo,
durante la diálisis esta se inserta dos agujas en la fistula arteriovenosa, una se usa para
enviar la sangre al hemodializador y la otra para devolverla al paciente. Puede usarse otros
métodos para dialíticos durante la fase de maduración del proceso, lo preferible es que el
implante del acceso se realice mientras el paciente está estable y este recibiendo un
conservador predialitico.
El uso de un catéter femoral o en la vena yugular interna es un tubo similar y angosto en un
vena de gran calibre de la ingle (vena femoral) o del cuello (vena yugular interna). Debido
a que estos catéteres poseen doble luz, la sangre puede extraerse del cuerpo y retornar a
través del catéter. Una cánula consiste en dos pequeños tubos que se insertan en una arteria
y en una vena que por lo general se insertan en el antebrazo. Durante el hemodiálisis uno
de los tubos se une al hemodializador y el otro lleva la sangre de este al paciente. Ambos
(catéter o cánula) son indicados para uso inmediato. Debido a que estas aberturas se
encuentran al medio externo, estos accesos son más susceptibles a la infección y
obstrucción. Existen dos tipos dializador, el de placas paralelas y el de fibras huecas
(acetato de celulosa, ceprufán, policarbonato y polisulfona).
El hemodializador posee dos compartimentos, uno para la sangre y otro para la solución
diálisis (liquido con una solución equilibrada de electrolitos, para intercambiar solutos con
la sangre en la hemodiálisis). Los compartimentos están separados por una membrana
semipermeable. El exceso de líquido y de productos finales del metabolismo pasa a través
de esta membrana semipermeable al interior del dializado. Se usan membranas de diferente
espesor y área de superficie, según la cantidad de líquido y de metabolitos que se desea
eliminar. Las moléculas grandes como albumina y los glóbulos rojos de la sangre no
atraviesan la membrana semipermeable. En cambio, moléculas pequeñas como la urea,
glucosa, el sodio y potasio pasan a través de esta. Para evitar la transferencia de sustancias
indeseables a la sangre, el agua es sometida a un proceso de ósmosis inversa. La
concentración de electrólitos y minerales puede variar, cuanto menor es en el líquido, más
electrolitos o minerales se pierden durante el proceso.
Cada sesión de diálisis dura en promedio 4 horas y es realizado tres veces por semana.
Existen otros métodos de alto flujo, donde se utilizan máquinas y hemodializadores
específicos y la duración será más breve (2 horas). Otra posibilidad es realizarla todos los
días y con menos horas de duración. Esta alternativa podría ser la que mejor que se asemeja
a la función renal, pero puede generar problemas de cumplimiento del paciente y quizás
aumente el costo del tratamiento. Según la necesidad de cada paciente se selecciona el tipo
de hemodializador, la composición del dializado, la velocidad de flujo del hemodializador y
la duración de la diálisis.
REFERENCIA BIBLIOGRAFICA
1. Riella M. Martins C. Nutrición y riñón. 1ra Ed. Buenos Aires: Médica Panamericana;
2007. Pág.