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Cucapah Índigena
Hace más de 60 años aproximadamente que llegaron a Baja California un grupo de personas
provenientes del Estado de Zacatecas, de los ranchos aledaños al municipio de Juchipila: El
Remolino, Apozol, la Mezquitera, Atemajac, Contitlán, Guadalajarita, entre otros. Estas personas
coincidieron en radicar en el Valle de Mexicali (Ej. Cucapah Indígena), con el fin de participar en la
repartición de tierras; ya que en esa década, el Presidente Lázaro Cárdenas repartió las tierras a
mucha gente que provenía de muchos estados de la República Mexicana.
Entre estas personas, existió un señor de nombre Pánfilo Esquer, que entre sus creencias, tenía la
costumbre de ofrecerle a la Virgen diferentes ofrendas o mandas. Él prometió organizar un grupo de
danza para ofrecerla a la Virgen de Guadalupe, el 12 de Diciembre, como agradecimiento de haber
sido contemplado en la repartición de tierras.
Fue entonces, cuando decidió regresar a Juchipila, Zacatecas a comprar el vestuario necesario para
llevar a cabo su manda que había prometido; bailando por primera vez el 12 de diciembre de 1952 a
la Virgen de Guadalupe, partiendo del Gimnasio de Mexicali hacia la Catedral, participaron varias
danzas, siendo la de los Matlachines la que sobresalió por su vestuario y su ritmo.
A partir del mes de mayo del siguiente año 1953, se baila por primera vez en nuestra comunidad del
Ejido Cucapah Indígena con el fin de festejar el día de la Santa Cruz.
La danza consiste en bailar tres días, iniciando el día primero de mayo, utilizando guaraches y ropa
común, decían que era el ensayo real, el 2 de mayo se baila por la tarde, para amanecer el día 3 de
mayo, ofreciendo unas mañanitas a la Santa Cruz, por la tarde se lleva a cabo una misa en el templo
y después una procesión hasta llegar a su lugar donde originalmente se realizaba la fiesta, ya que
anteriormente no se contaba con un templo en la comunidad. Los instrumentos que tocaban los
sones de la danza eran una tambora y un violín. Esta tradición se ha ido trasmitiendo de generación
en generación, desde niños hasta ancianos que aun bailan cada año.
FUENTES DE INFORMACIÓN
Zepeda Rodríguez, Inocencio, Trabajo de Rescate, IIDDM, A. C.