Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
(UAPA)
ESCUELA DE PSICOLOGÍA
Asignación 3
Presentado por:
Fabiana Rojas
Matrícula:
15-7353
Asignatura:
Facilitador:
Vladimir Tavárez
Fecha:
03 de octubre, de 2017
República Dominicana
Investiga y produce:
1. Elaboración de una tabla, abordando los temas sobre la formación
profesional del psicólogo.
- Ver perspectiva del desarrollo psicoanalítico.
- Etapas del desarrollo psicosocial de Erickson e identidad de la
personalidad.
Perspectiva del desarrollo Etapas del desarrollo psicosocial de
psicoanalítico. Erickson e identidad de la
personalidad
Dentro de la teoría psicoanalítica, el ser La Teoría del Desarrollo Psicosocial fue
humano desarrolla su personalidad en ideada por Erik Erikson a partir de
diversas etapas, mismas que una a una la reinterpretación de las fases
cobran importancia parea la psicosexuales desarrolladas
constitución del desarrollo humano, por Sigmund Freud en las cuales
Freud creía que el motor determinante subrayó los aspectos sociales de cada
de la conducta humana era el sexo y la una de ellas en cuatro facetas
agresión, es decir que el ser humano principales:
actúa acuerdo a la búsqueda de placer Enfatizó la comprensión del ‘yo’ como
y a la evasión del dolor, por ello, la una fuerza intensa, como una
persona en afán de mitigar la ansiedad capacidad organizadora de la persona,
y el conflicto, sentirse bien consigo capaz de reconciliar las fuerzas
mismo, recurre a mecanismos de sintónicas y distónicas, así como de
defensa, entre éstos puede rescatarse resolver las crisis derivadas del
el mecanismo de la regresión, que contexto genético, cultural e histórico
cumple su cometido, cuando, una de cada persona.
persona por citar un ejemplo, padece Puso en relieve las etapas de desarrollo
de alcoholismo, el hecho de que la psicosexual de Freud, integrando la
botella tiene un valor para él, lo hace dimensión social y el desarrollo
regresar a la etapa oral del desarrollo psicosocial.
psicosexual, donde la principal fuente Propuso el concepto de desarrollo de la
de gratificación es la boca. personalidad desde la infancia a la
vejez.
De la mano con esta teoría el desarrollo Investigó acerca del impacto de la
humano busca una persona íntegra, cultura, de la sociedad y de la
una persona que cumpla cada una de historia en el desarrollo de
las etapas de forma efectiva, que te la personalidad.
permita una madurez en congruencia
con la edad que vives de forma
satisfactoria y que así mismo lleven a la
persona a un clímax vivencial.
2. Elaboración de un breve ensayo de máximo 3 páginas,
reflexionando sobre cómo se lleva a cabo el proceso de formación de
la identidad profesional, tomando como base el marco teórico de
Erikson (1978).
Al igual que Piaget, Erik Erikson (1902-1994) sostuvo que los niños se desarrollan en
un orden predeterminado. En vez de centrarse en el desarrollo cognitivo, sin embargo,
él estaba interesado en cómo los niños se socializan y cómo esto afecta a su sentido
de identidad personal. La teoría de Erikson del desarrollo psicosocial está formada por
ocho etapas distintas, cada una con dos resultados posibles.
Según la teoría, la terminación exitosa de cada etapa da lugar a una personalidad sana
y a interacciones acertadas con los demás. El fracaso a la hora de completar con éxito
una etapa puede dar lugar a una capacidad reducida para terminar las otras etapas y,
por lo tanto, a una personalidad y un sentido de identidad personal menos sanos. Estas
etapas, sin embargo, se pueden resolver con éxito en el futuro.
1. Confianza frente a desconfianza
Desde el nacimiento hasta la edad de un año, los niños comienzan a desarrollar la
capacidad de confiar en los demás basándose en la consistencia de sus cuidadores
(generalmente las madres y padres). Si la confianza se desarrolla con éxito, el niño/a
gana confianza y seguridad en el mundo a su alrededor y es capaz de sentirse seguro
incluso cuando está amenazado. No completar con éxito esta etapa puede dar lugar a
una incapacidad para confiar, y por lo tanto, una sensación de miedo por la
inconsistencia del mundo. Puede dar lugar a ansiedad, a inseguridades, y a una
sensación excesiva de desconfianza en el mundo.
2. Autonomía frente vergüenza y duda
Entre el primer y el tercer año, los niños comienzan a afirmar su independencia,
caminando lejos de su madre, escogiendo con qué juguete jugar, y haciendo
elecciones sobre lo que quiere usar para vestir, lo que desea comer, etc. Si se anima y
apoya la independencia creciente de los niños en esta etapa, se vuelven más confiados
y seguros respecto a su propia capacidad de sobrevivir en el mundo. Si los critican,
controlan excesivamente, o no se les da la oportunidad de afirmarse, comienzan a
sentirse inadecuados en su capacidad de sobrevivir, y pueden entonces volverse
excesivamente dependiente de los demás, carecer de autoestima, y tener una
sensación de vergüenza o dudas acerca de sus propias capacidades.
3. Iniciativa frente a culpa
Alrededor de los tres años y hasta los siete, los niños se imponen o hacen valer con
más frecuencia. Comienzan a planear actividades, inventan juegos, e inician
actividades con otras personas. Si se les da la oportunidad, los niños desarrollan una
sensación de iniciativa, y se sienten seguros de su capacidad para dirigir a otras
personas y tomar decisiones. Inversamente, si esta tendencia se ve frustrada con la
crítica o el control, los niños desarrollan un sentido de culpabilidad. Pueden sentirse
como un fastidio para los demás y por lo tanto, seguirán siendo seguidores, con falta de
iniciativa.
4. Industriosidad frente a inferioridad
Desde los seis años hasta la pubertad, los niños comienzan a desarrollar una
sensación de orgullo en sus logros. Inician proyectos, los siguen hasta terminarlos, y se
sienten bien por lo que han alcanzado. Durante este tiempo, los profesores
desempeñan un papel creciente en el desarrollo del niño.
Si se anima y refuerza a los niños por su iniciativa, comienzan a sentirse trabajadores y
tener confianza en su capacidad para alcanzar metas. Si esta iniciativa no se anima y
es restringida por los padres o profesores, el niño comienza a sentirse inferior, dudando
de sus propias capacidades y, por lo tanto, puede no alcanzar todo su potencial.
MISIÓN.
VISIÓN.
3. Crear fuentes laborales para los Psicólogos profesionales, que puedan
aportar un servicio social conforme a las especialidades y
responsabilidades aportando un ingreso que les permitan desarrollar su
profesión aún más.
OBJETIVOS.
VALORES.
2. EQUIDAD.
3. IDENTIDAD.
7. RESPONSABILIDAD.
4. Importancia del Colegio Dominicano de Psicólogos (CODOPSI)
para el ejercicio de la psicología en la República Dominicana.
La creación del CODOPSI llega en momentos difíciles, por más de una razón. En
primer lugar, por las crisis de valores y credibilidad existentes, las cuales han derivado,
entre otras consecuencias, en vacíos de orientación en todos los órdenes con alcances
que desbordan los límites de nuestras fronteras, la geográfica y la del quehacer
profesional. Los referentes morales y los principios éticos languidecen ante la mirada
impune de todos, sin que se haga suficiente para enfrentarlo, bajo el pretexto de
argumentos tan vacíos como que ese es el precio de la modernidad y la globalización.
En el diario vivir, las carencias sociales y políticas son mayores cada vez, para
limitarme a las llamadas variables macro y no tener que entrar en las condiciones
materiales de vida y convivencia en que nos encontramos.
En segundo lugar, porque la actividad gremial en el país, otrora beligerante,
desde hace cierto tiempo se encuentra abatida por múltiples factores. Si bien muchos
de esos factores escapan a los fines y a la vida gremial misma, no podemos negar que
nos corresponde parte de esa responsabilidad; tanto en las actuaciones internas de los
gremios, en aquellas cuyos errores no pueden relegarse a terceros, como en los casos
en que sectores interesados, externos a ellos, han incidido hasta llevarlos
prácticamente a la inercia.
No se trata de sentar las bases que permitan justificar una inoperancia futura de
parte nuestra ni de convertirnos en abanderados del gremialismo per se. Tan solo se
pretende reiterar la voz de alerta dada por otros en ocasiones anteriores sobre la
situación en la cual nos encontramos actualmente, con la finalidad de que se reflexione
al respecto, especialmente cuando la generalidad de los presentes es del área de la
salud mental.
En tercer lugar, sobre todo para entidades vinculadas a la psicología y a la
salud en sentido general, porque el estado de situación que se vive hoy día, a nivel
mundial y de manera especial en nuestro país, obliga a participar en la búsqueda de
mecanismos que permitan enfrentar el deteriorado estado de cosas existentes. Según
datos de la prensa de ayer, en lo que va de año se han producido 76 casos de
crímenes pasionales con armas blancas o de fuego cuyos matadores, en la mayoría de
los casos, al mismo tiempo se suicidan. Desconozco las estadísticas de otros lugares,
pero en el nuestro, eso es alarmante y llama a la reflexión más allá del simple deber
formal.
Un cuarto elemento que hace difícil estos inicios, está en las funciones
establecidas en la Ley de 22-01 que crea el CODOPSI, cuando le asigna la
responsabilidad de velar por el buen ejercicio profesional de la psicología. Por tanto, las
obligaciones del Colegio, de los consejos directivos nacional y regionales, así como de
todos los profesionales de la psicología, es contribuir a que ello se logre. En tal sentido,
es necesario entender que nuestro deber tiene dos direcciones, complementarias entre
si: una hacia los miembros del colegio y otra hacia la población en general; luchando
por un buen ejercicio profesional, sin competencias internas ni externas desleales,
garantizamos la calidad de los servicios al gran público y la superación profesional de
los colegiados.
Posiblemente algunos consideren que las afirmaciones anteriores reflejan ideas
negativas y pesimistas, mientras otros podrían considerar que son, más que nada,
planteos políticos que desbordan las labores y funciones de un colegio profesional.
Ante la posibilidad de que pueda haber tales preocupaciones en alguno de los
presentes, debo dar respuestas anticipadas con los fines de edificar tan infundadas
preocupaciones.
Iniciando las respuestas por el segundo caso, de manera breve, haré dos
señalamientos. Por un lado, la actividad gremial sin el componente político carece de
sentido y de perspectivas para su buen desarrollo; sería quedarse estancados o
convertidos en un grupo de amigos con fines de realizar labores sociales, no importa
que la membresía sea de varios miles. Por el otro lado, cuando los planes gremiales se
subsumen a los criterios partidarios, han perdido el sentido de orientación que les da la
razón de ser y compran un pasaje hacia la muerte funcional en desmedro de las
labores y responsabilidades que les corresponden. Lo que debe evitarse es confundir el
significado e implicaciones de ambos conceptos: política y partido.
Para analizar el primer caso, recordemos que las ideas pesimistas ofrecen
proyectos cerrados; esto es, una visión del mundo sin opciones ni posibilidades de
salida. Sin embargo, las ideas del consejo directivo del CODOPSI que se inicia en
estos momentos son muy diferentes. Veamos algunos elementos para evidenciarlo.
Credibilidad es uno de los dos términos usados para identificar la plancha
durante la campaña previa a las elecciones de agosto pasado. Fue escogido como
sustento del conjunto de ideas que, hasta ese momento, habían sido debatidas por
quiénes integrábamos el equipo de trabajo, varios de los cuales somos parte del actual
Consejo Directivo Nacional. Por lo tanto, tenía y tiene un sentido más allá de la
confianza personal que pudiera depositarse en quienes participábamos en el proyecto.
Ese fue nuestro sentir respecto a la credibilidad y parece ser que también el de
ustedes, porque en apenas 13 días de campaña logramos el 60 % de los votos
emitidos. En ella no puede haber pesimismo ni negatividad.
Cohesión es el otro término que identificaba nuestra plancha. Fue concebido,
igualmente, sobrepasando los límites personales y del equipo como tal. La cohesión es
un resultado que podrá lograrse solo con la participación todos; la inscripción de los
psicólogos en el CODOPSI es una tarea importante, pero si no hay cohesión de poco
valdrán esos esfuerzos. No se trata de sumas mecánicas, sino de producir calidad.
Como sección final de estas palabras, veamos los planes concretos acordados
en el equipo de trabajo, aquellos con los que iniciaremos nuestras actividades. Por las
pretensiones de los mismos, iniciemos refiriendo la concepción discutida para
materializarlos. El Consejo Directivo Nacional y los Consejo Directivo Regional
respectivos realizarán las tareas previstas en la Ley, el Código de Ética y Disciplina y
los Estatutos.
Sin embargo, tomando en cuenta que esta es la primera directiva, necesitamos
realizar otras múltiples actividades que nos permitan consolidarnos como colegio en la
comunidad al mismo tiempo que cohesionarnos internamente. Tales actividades,
algunas complementarias a las presentadas durante el período de promoción,
desbordan la capacidad de cualquier directiva, lo que hace necesario la participación
de todos los psicólogos, y en más de una vez, con profesionales de otras áreas,
siempre bajo la supervisión del Consejo Directivo. Veamos ahora las propuestas.
Si bien el CODOPSI hoy es una realidad, también lo es su progenitora, cuando
menos en lo formal, razón por la cual, no debe ser descuidada, ni ella ni su vida. Me
refiero a la Asociación Dominicana de Psicología, Inc. (ADOPSI). Más concretamente,
se pretende que el CODOPSI, como hijo legítimo, herede lo único que puede heredar:
su rica historia, con las dulzuras y sinsabores padecidos. La propuesta incluye que al
CODOPSI se le identifique como entendemos se le debe identificar: una entidad
fundada el 6 de abril del 1975, pero colegiada el 1ro. de febrero del 2001. Al respecto
se han hecho varias indagatorias; los procedimientos son de carácter legal, pero
cumpliremos con ellos.
Otro plan es materializar acuerdos con universidades con fines de formar los
especialistas en psicología clínica previstos por la Ley 22-01. Para ello se formará una
comisión de psicólogos clínicos y con experiencia en estructuras académicas
superiores que elaboren propuestas acordes con los requerimientos básicos, desde
diferentes enfoques teóricos, incluidos los previstos en las reglamentaciones de la
Secretaría de Estado de Educación Superior, Ciencia y Tecnología.
Por otro lado, si aceptamos la existencia de un deterioro moral y ético
crecientes; si estamos de acuerdo en que los modelos, si es que puede llamárseles así,
utilizados hoy para orientar a la población, especialmente a la niñez y la adolescencia,
dejan mucho que desear; si entendemos las difíciles situaciones de salud mental que
se están presentando en el país desde hace varios años; si aceptamos que nuestra
labor nunca comenzó ni terminó en las paredes de las aulas mientras éramos
estudiantes ni comienzan ni terminan dentro del espacio físico en los cuales laboramos,
entonces tenemos que integrarnos en una lucha que permita enfrentar los
señalamientos anteriores.
Tendremos que valernos de los múltiples medios en los cuales actuamos,
tomando como base la necesidad de lanzar una plan educativo dentro del sector salud
en general y más concretamente en la salud mental. Admito que estas ideas pueden
parecer quijotescas, pero no acepto que sean consideradas como imposibles, a menos
que las veamos desde una óptica fraccionada. En tal sentido solo queda reiterar lo
propuesto en julio pasado: hacer una alianza estratégica entre los diferentes sectores
vinculados a la salud mental: educadores, orientadores, psiquiatras y psicólogos. Por
más que queramos negarlas, estas realidades nos embisten y, por tanto, no podemos
obviarlas con solo cerrar los ojos.
De aquí en adelante los resultados dependen de nosotros, donde nosotros
abarca a todos los presentes y a quienes no lo están. Según una vieja expresión
jurídica, el desconocimiento no exime de responsabilidad.
Finalmente, algo breve pero no menos significativo en lo personal. Quiero
agradecer el apoyo recibido de quienes, desde antes de aceptar ser postulado,
mantuvieron una convicción sólida hacia el CODOPSI. Tales convicciones hacia ese
proyecto me hicieron doblar mi resistencia a integrarme al mismo y a postularme.
En esta directiva hay varios de ellos, tanto de aquí como del interior; otros nos
acompañarán con su participación desde diversos equipos de trabajo, con sus
opiniones y, sobre todo, con las críticas que nos permitan rectificar los errores.
Sabiendo que podría dejar varios nombres fuera, me limitaré a tres sin los cuales la
elaboración de los estatutos y mi presencia en estos momentos, hubieran sido difíciles.
Me refiero a Carolina Guzmán, Héctor Reynoso y Teresa Bordas; con Teresa he
compartido en las lides gremiales desde la gestación de ADOPSI.
Es sabido que entro en el Consejo Directivo saliendo del Comité de
Estructuración. Me centraré en agradecer los esfuerzos por convencerme, pero sobre
todo por las experiencias compartidas en dicho Comité. Con efectos similares a los
anteriores, debo mencionar a Roselín De los Santos y a Leonardo Díaz. Sin ellos el
Comité no hubiera sido igual.
Por último, a los integrantes de los diversos consejos directivos por la confianza
depositada y su disposición a compartir experiencias durante el período de dirección
que nos corresponde estar juntos. Así mismo, a los amigos y conocidos que hace
tiempo no veía y al enterarse del proyecto CODOPSI me instaron para que aceptara
ser nominado y que luego han apoyado al equipo.
Sin ese apoyo colectivo, no estuviera dirigiéndome a ustedes desde aquí. A
partir de ahora, sin el apoyo de todos, los que nos apoyaron y los que no, el proyecto
CODOPSI quedaría resentido.
5. Analice los artículos 1 hasta el 14, contenidos en los capítulos I y II
del Código de Ética y Disciplina del CODOPSI, y elabore un Diario de
Doble Entrada con la emisión de sus análisis de dichos artículos y
cómo se corresponden con el deber profesional y el bien hacer del
psicólogo.
Antecedentes
El presente Código de Ética y Disciplina se basa en el Código de Ética de la Asociación
Dominicana de Psicología, Inc. (ADOPSI), el cual fue aprobado en sesiones de
Asamblea realizadas desde el 25 de marzo al 9 de abril del año 1980.
Art. 1. Todos/as los/as psicólogos/as deben estar provistos/as del exequatur
correspondiente, tal como lo prevé la Ley No. 111, sobre ejercicio profesional, y la Ley
No. 22-01 que crea el Colegio Dominicano de Psicólogos (CODOPSI), en su artículo 3
y sus párrafos.
Párrafo I. Los/as estudiantes que estén cursando asignaturas que les requieran
desempeñar la función de psicólogo/a sólo podrán hacerlo bajo la supervisión estricta,
directa e inmediata de un/a psicólogo/a debidamente registrado en el CODOPSI de la
institución académica superior que otorgue, por lo menos, el título de Licenciado en
Psicología. En esas circunstancias, los estudiantes se regirán por este Código, siendo
dichas partes (estudiante, supervisor e institución), susceptibles de las sanciones
correspondientes frente a violaciones al mismo.
Párrafo II. Los egresados pendientes de título y/o exequatur sólo podrán desempeñar
la función de psicólogo/a bajo la supervisión estricta, directa e inmediata de un/a
psicólogo/a debidamente registrado/a en el CODOPSI. En esas circunstancias, ambas
partes se regirán por este Código y serán igualmente susceptibles de las sanciones
correspondientes frente a violaciones al mismo.
Art. 2. Los/as psicólogos/as no deben denigrar a otros profesionales ni hacer uso de
aspectos de su vida privada que puedan ir en detrimento de su prestigio.
Art. 3. Los/as psicólogos/as no deben hacer uso de técnicas ni procedimientos en las
que no estén debidamente entrenados. Debe reconocer las limitaciones que su
entrenamiento les impone y referir su cliente o paciente a colegas de la misma u otra
profesión, cuando el caso lo requiera, a la mayor brevedad.
Art. 4. Los/as psicólogos/as deben denunciar al CODOPSI a cualquier persona que
ejerza la psicología sin cumplir con los requisitos establecidos por las leyes que rigen la
materia y por el presente Código.
Art. 5. Los/as psicólogos/as no deben ofrecer sus servicios profesionales a ninguna
persona, a sabiendas de que está recibiendo asistencia profesional de otro colega. En
casos de extrema necesidad, en ausencia del/la psicólogo/a a cargo, deberá prestarle
sus servicios hasta tanto regrese el titular, comunicándole de inmediato su intervención
al primero.
Art. 6. El/la psicólogo/a no debe prolongar su intervención profesional
innecesariamente. La intervención sistematizada debe de estar en consonancia con el
progreso del cliente o paciente.
Art. 7. El/la psicólogo/a que participe en situaciones de conflicto frente a segundas y
terceras personas debe definir la naturaleza y dirección de sus responsabilidades, así
como mantener informadas a las partes sobre su posición.
Art. 8. El/la psicólogo/a debe llevar un registro preciso, claro y objetivo de la labor
profesional que realiza.
Art. 9. La información que aparezca en el directorio telefónico y/o en anuncios debe
limitarse a: nombre; dirección; número de teléfono; el más alto grado académico
obtenido en el área de la psicología; áreas de especialidad; servicios profesionales que
ofrece; y horario de oficina.
Art. 10. Cuando el/la psicólogo/a, en su condición de tal, participe o aparezca
públicamente en promociones comerciales donde se recomiende el uso o compra de
artículos, productos o servicios debe tomar en cuenta su responsabilidad moral y social
ante la comunidad, a fin de prevenir situaciones que puedan general trastornos de
comportamiento.
Art. 12. Toda declaración, pública o privada que haga un psicólogo/a en su condición
de tal, debe caracterizarse por su claridad, precisión y objetividad.
Art. 13. Cuando se ofrece información a personal no especializado acerca del uso de
procedimientos y técnicas psicológicas debe especificarse que dicha información sólo
deberá ser utilizada por personas debidamente entrenadas en ellos.
Art. 14. Cuando el/la psicólogo/a participe en comisiones, jurados u otras actividades
públicas deberá conducirse en consonancia con los principios éticos y la conducta
moral de la comunidad social y de este Código. Deberá rechazar su participación
cuando considere que su presencia puede confundir al público con relación a la imagen
de la psicología y del/la psicólogo/a.
6. Compare los artículos que conforman el Código de Ética y
Disciplina del Colegio Dominicano de Psicólogos (CODOPSI) con los
que conforman la Ley 12-06 sobre Salud Mental, erogada por el
Congreso de la República Dominicana.
Fuentes Bibliográficas para esta investigación:
- Harrsch, Catalina. (2005). Identidad del Psicólogo.
- Código de Ética y Disciplina del Colegio Dominicano de Psicólogos
(CODOPSI).
- Ley sobre Salud Mental erogada por el Congreso de la República
Dominicana.
Puede visitar la carpeta de Recursos Complementarios en la plataforma para
descargar la bibliografía citada.