OQUETZA:
HACER CAMINO, AVANZAR
Estimados papás:
En el año 1993, a ocho años
de iniciado el Colegio
Montessori del Ajusco, sus
Directores-Fundadores,dieron
espacio dentro de sus
instalaciones a la Asociación
Montessori Mexicana
(AMME), por alrededor de un
año. Carlos Erdmann fungía,
además, como Presidente y
Martha Aurora García, como
Vicepresidenta de la AMME.
Durante ese lapso se creó la
Revista OQUETZA- Gaceta
Educativa AMME.
Les compartimos algunos
escritos que nos parecen de
valor en su formación de
Padres Educadores.
Comenzaremos en esta
ocasión con la nota Editorial,
un artículo y otros mensajes
publicados en la Revista No.2
de Diciembre de 1993.
Palabra cuyo significado en sí es tan amplio y profundo
que nos permite recorrer caminos y reconocer una gran
variedad de respuestas. Sin embargo, al relacionar
Oquetza con la Educación y con el niño, su significado
se particulariza a la vez que adquiere una magnitud
universal, con lo cual, vemos que la misión que
tenemos como educadores abarca una totalidad.
Cuando la Educación es entendida no como la
transmisión de esquemas de información, estructuras,
hábitos, valores y conductas sociales mediante
programas impuestos que llevan a la memorización y
mecanización sin el contacto con la experiencia e
interés real de los educandos, sino como aquella en la
que la vida misma es el centro de la Educación y el ser
humano el protagonista principal, entonces hablamos
de Educación para la vida.
Pero ello establece un reto: HACER CAMINO
percibir que el ser humano desarrolle plenamente sus
capacidades y potencialidades en su proceso de
crecimiento y que ésto le permite conformar una
personalidad independiente para adaptarse y responder
totalmente a su medio.
Así, si la Educación es un hecho social, humano y
universal, el panorama y actuación del educador toma
una gran importancia, es vivir, participar de la vida paso
a paso.
AVANZAR en el camino es asumir como educador
el lugar de colaborador con la naturaleza para guiar al
niño en su desarrollo, es establecer una relación de dos
seres humano en estadíos de desarrollo diferentes
donde se comparten experiencias mutuamente
enriquecedoras.
Reconocer y comprender la gran obra de
autoconstrucción que realiza el niño exige nuestra
participación, en cada momento de la vida, como una
totalidad y no de manera fragmentada y parcial.
HACER CAMINO-AVANZAR, si es esa la
elección, es responder individualmente transmitiendo lo
que somos y todos en conjunto participar es este
trabajo esencial que es la Educación.
Carlos Erdmann
Presidente
 BERTRAND RUSSELL Y LA
EDUCACIÓN INFANTIL
UN RECONOCIEMIENTO A LAS
APORTACIONES DE MARIA MONTESSORI
María Montessori (Italia) 1870-1952
Bertrand Russell (Inglaterra) 1872-1970
Por: Martha Aurora García
esde hace varios años, han llamado mi atención las
relaciones de hechos que se van eslabonando en la
vida de los individuos, dando lugar a historias
personales que a su vez se entrelazan unas con otra.
Las interconexiones de los caminos pueden ocurrir en
distintos niveles de encuentro que van, desde el
intercambio vivencial cotidiano y local, hasta la
convergencia científico-filosófica que trasciende las
fronteras. Desde las situaciones espontáneas que
ocurren formando la experiencia de cada sujeto, hasta
los sucesos creativos que se incorporan al bagaje
cultural de la humanidad.
En todo caso, generándose en la esfera
de la sociedad civil o en la de las comunidades
artística, científica y otras, podemos reconocer
que toda participación en el acontecer social,
cualquiera que sea su alcance, si surge del
interés genuino por la vida, toma el carácter de
contribución a la gama de experiencias,
capacidades y conocimientos cuyos
antecedentes primarios se remontan a 100,000
años atrás, a los orígenes del Homo Sapiens
poseedor de las características distintivas de la
condición humana.
Las fuentes para descubrir los
contactos que van diseñando el tejido de la
interacción continua del hombre son diversas y
están a la mano en cualquier oportunidad. La
observación directa a nuestro alrededor está
disponible en múltiples momentos. El
acercamiento a obras de literatura diversas, es
otra entre varias fuentes más, como serían la
música con sus mensajes rítmicos y la pintura
con sus contenidos visuales.
Refiriéndome a la fuente literaria,
concretamente en el área educativa, he
advertido con sorpresa que el HACER CAMINO
del individuo ha llevado a convergencias en las
que la premisa es el crecimiento y la elevación
interior, lo cual promueve a partir del contexto
histórico en el que surgen, el bienestar para las
nuevas generaciones.
En este sentido, puedo recordar mi
primer encuentro con el nombre de Bertrand
Russell, cuando en la etapa de la adolescencia
la lectura de su libro La Conquista DE LA
Felicidad guió algunas de mis reflexiones
acerca de las actitudes personales y colectivas
hacia la existencia. Tiempo después el
reencuentro con el mismo autor ocurrió
caminando por los pasillos de una librería.
Entre varios títulos y hojeando interiores me
encontré con sus escritos pedagógicos. Así
pues, Russell, filósofo y matemático
considerado como uno de los mayores
pensadores británicos del Siglo XX, autor de
obras científicas y filosóficas y Premio Nobel de
Literatura 1950, también incursionó en el
campo de la educación motivado por su propia
vivencia de padre.
Desde su posición paterna, potenciada
por un pensamiento claro y profundo, se dirigió
a otros padres para transmitirles lo que él
consideró el resultado de sus inquietudes
respecto a sus propios hijos:
“…el cuidado del hombre futuro en el niño de
hoy, es la condición indispensable de un mundo
fraterno que no se puede dejar a las fuerzas
aleatorias, sino a las directrices paternas y
sociales, basadas en la sensibilidad y la razón”.
Alerta a los descubrimientos
pedagógicos y psicológicos, se interesó por los
 avances modernos en estos campos
reconociendo que habría de pasar mucho
tiempo antes de que la sociedad pudiera
asimilar totalmente la importancia de los
nuevos hallazgos dentro de los cuales la
función educativa de los padres resulta
definitiva.
En su HACER CAMINO como padre
educador, Bertrand Russell envió a un hijo suyo
a los 3 años a la escuela Montessori de un
poblado de Inglaterra. La lectura de los libros
de María Montessori aunada a la experiencia
directa de su hijo en el Ambiente Preparado
Montessori, lo llevaron a expresar:”Para los
descubrimientos pedagógicos ha sido
necesaria la intervención del genio, por ello la
Señora Montessori merece el más alto elogio” 1
María Montessori, obteniendo
reconocimiento y apoyo alrededor del mundo
como pionera en la teoría y la práctica de la
educación científica como base para una
educación para la paz; Bertrand Russell,
científico y padre interesado profundamente por
la educación como requisito de una sociedad
más justa y gratificante. Ambos en una
coincidencia básica, definida por Russell al
referirse a María Montessori: “No hay más que
un camino para el progreso en la educación
como en todas las cosas humanas, y es el de
la ciencia guiada por el amor. Sin ciencia el
amor es impotente; sin amor la ciencia es
destructiva. Todo lo que se ha hecho para
mejorar la educación de los niños se ha hecho
por quienes les amaban; todo ha sido hecho
por quienes conocían cuanto podía ofrecerles
la ciencia en ese aspecto.
Este es uno de beneficios derivados de
la educación superior de las mujeres; en
épocas pasadas, era mucho más difícil que la
ciencia y el amor a los niños coexistiera. La
facultad de moldear los cerebros infantiles que
la ciencia pone en nuestras manos es un poder
1“On Education”, London. George Allen andUnwin LTD.
1926
terrible, susceptible de fatal empleo; si cae en
manos de personas inhábiles, puede producir
un mundo todavía más cruel y despiadado que
el mundo casual de la naturaleza. Con el
pretexto de que se les enseña religión,
patriotismo, valor, comunismo, deber al pueblo
o ardor revolucionario, los niños pueden llegar
a ser fanáticos, belicosos y brutales.
La educación debe estar inspirada por
el amor y debe aspirar a infundir amor en los
niños”.
Solamente me gustaría añadir tres
aspectos de la comprensión de Bertrand
Russell sobre puntos trabajados por María
Montessori.
I. Acerca de la sustitución de la personalidad,
Montessori reconoce que el adulto sustituye al
niño no solo actuando en su lugar, sino
mediante la infiltración de su voluntad poderosa
sobre la del niño.
La infancia está predispuesta a la sugestión,
ya que su conciencia está en un periodo
formativo y su sensibilidad hacia el exterior
pasa por una fase creativa de sí mismo.
Al respecto, Russell constató que el adulto
puede dominar de tal modo la vida del niño,
que puede llegar a esclavizarlo mentalmente a
nivel intelectual y aún emocional; “la excesiva
influencia paterna y escolástica debiera
evitarse cuidadosamente, pues en un mundo
que cambia con tanta rapidez, es muy peligroso
conservar las opiniones de la generación
anterior”.
II. Sobre la disciplina, María Montessori encontró
que ésta, unidad al orden y a la espontaneidad
del niño engendraban la libertad. Montessori
señaló que después de millones de años, la
práctica del castigo no había cambiado mucho:
“En las diversas naciones, existen usos
familiares y escolares para castigar a los niños,
desde las humillaciones, carteles de asno
sobre la cabeza o la exposición del niño a la
 risa e insultos de los demás; hasta permanecer
de pie durante varias horas o estar de cara a
un rincón, entre los menos violentos”. Russell, Dos historias personales que
por su parte, encontró en la propuesta de convergen en puntos esenciales. En el HACER
autodisciplina de María Montessori una fuente CAMINO individual una contribución al HACER
de liberación. Russell reconoció haber crecido CAMINO de la humanidad.
bajo el método educativo tradicional inglés,
inspirado en el castigo corporal y la
degradación: “yo mismo fui el producto de una
educación solitaria hasta la edad de los 16
años, no tan violenta pero demasiado ausente
de los goces ordinarios de la juventud”. Entre
sus aciertos la Dra. Montessori encontró que la
verdadera disciplina se consigue cuando los
1. Bertrand Russell, ensayos sobre Educación, Espasa-
niños hacen cosas de su agrado e interés, Calpe, Mexicana México, 1989.
dentro de un marco de convivencia donde hay 2. María Montessori, El niño. El Secreto de la Infancia.
reglas mínimas pero fundamentales, que Diana México, 1987.
benefician a todos.

III. Tanto María Montessori como Bertrand Russell,

como ciudadanos europeos vivieron la
experiencia directa de dos guerras mundiales.
En la lectura de los escritos de ambos se
percibe un claro interés de trabajar por la paz
desde los orígenes de las desviaciones, es
decir, a partir de la educación más temprana.
Ambos vivieron además directamente las
consecuencias de su actuación real en pro de
la convivencia pacífica: él, castigado con la
prisión; ella, con la pena de vivir en el exilio.
Montessori escribió “El primer paso en todo
movimiento social hacia un progreso colectivo,
es la labor abrumadora de despertar a la
humanidad adormecida e insensible,
obligándola a escuchar la voz que llama”, y en
relación directa con ello: “El mayor delito que
comete la sociedad es el de disipar el dinero
que debiera emplear en sus hijos:
malgastándolo para destruirlos o destruirse. El
adulto, malgasta y construye para sí solo,
mientras es evidente que gran parte de su
riqueza debiera destinarse al niño”. Y Russell
reconoció asimismo, que en la historia inglesa
el dinero del estado destinado a la educación
se había retirado a este fin, para hacer posible
la guerra contra el Japón.