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SUBTERRÁNEAS DE SU ENTORNO
Antonio Plata Bedmar (*), Luis Araguás Araguás (**), Juan Avilés García (***), Ramón Peña Martínez
(****)
RESUMEN
La posible intrusión de agua contaminada del lago de Managua en los acuíferos que lo rodean ha sido
estudiada utilizando técnicas químicas e isotópicas (deuterio, 18O, tritio y 14C). Estos acuíferos se utilizan
para abastecimiento a la población y, en las zonas de explotación, tienen niveles piezométricos más bajos
que el nivel del lago. El riesgo de intrusión aumentó considerablemente como consecuencia del fuerte
incremento de este último nivel (unos 4 metros) producido por el huracán Mitch en Octubre de 1998. Se
han utilizado datos químicos e isotópicos obtenidos en diferentes campañas desde el año 1985 hasta 1999.
Los resultados obtenidos indican que las aguas subterráneas que se extraen en las proximidades del lago
de Managua (zonas de Las Mercedes, Tipitapa, Chiltepe y laguna de Asososca) no contienen hasta el
momento actual fracciones significativas de agua procedente de dicho lago. Ello se explica por la
colmatación del fondo de este último por los sedimentos depositados. Sin embargo, las concentraciones de
tritio y de carbono-14, así como las características hidroquímicas de las aguas subterráneas indican que los
acuíferos explotados son de libre recarga en la mayoría de los puntos y, por tanto, vulnerables a
contaminación derivada de actividades industriales y urbanas en la zona.
ABSTRACT. The possible intrusion of polluted waters from the Managua lake into the surrounding aquifers
has been studied by applying isotope ( 2H,18O,T and 14C) and hydrochemical techniques. Groundwater
exploited from these aquifers is mainly used for water supply. The concern for water intrusion derives from
the fact that local piezometric levels in several well fields are lower than the lake level. The risk of intrusion
increased significantly as a consequence of the sharp increase in the lake level (about 4 m) due to the
effects of the Mitch hurricane in October 1998. Isotope and hydrochemical contents measured in
groundwater samples since 1985 until 1999 have been used in this assessment. The results obtained
indicate that groundwater exploited in the vicinity of the Managua lake (Las Mercedes, Tipitapa, Chiltepe
and Asososca lake areas) do not contain, until now, significant fractions of lake Managua waters. This is
explained by the progressive siltation of the bottom of the lake by sediments. However, tritium and
carbon-14, as well as hydrochemical contents of local groundwater, indicate that the aquifer can be
considered as phreatic in most areas and therefore, vulnerable to pollution derived from urban and
industrial activities in the area.
INTRODUCCIÓN
El lago de Managua (también conocido como lago Xolotlán) está situado en las
proximidades de la ciudad del mismo nombre, capital de Nicaragua. El lago tiene una
superficie de 1050 km2, con 58 km de longitud máxima y 32 km de anchura máxima.
El volumen del agua almacenada gira en torno de 10 10 m3, lo que da una profundidad
media de unos 9,5 metros. La profundidad máxima es de unos 30 metros. El lago se
encuentra enclavado, en su mayor parte, en una formación de materiales volcánicos y
ocupa parte del graben de Nicaragua. Hasta 1910, el lago descargaba a través del río
Tipitapa en el lago de Nicaragua, cuyas dimensiones son mucho mayores y que tiene
un nivel del agua situado unos 9 metros más bajo. La conexión hidráulica se
interrumpió en el año indicado debido al descenso de nivel del lago de Managua y ha
sido restablecida recientemente como consecuencia de la elevación de nivel del lago,
producida por el huracán Mitch, que afectó severamente a varios países de la zona a
finales de 1998. Dicha elevación del nivel de las aguas ha sido de unos 4 metros.
Figura 1. Situación de los principales puntos de agua mencionados en el texto en las inmediaciones del lago de
Managua.
Figura 2. Extracto del mapa hidrogeológico de Managua, mostrando el marco hidrogeológico en la proximidades del
lago de Asososca. Las formaciones de color verde corresponden a aglomerados basálticos de edad Plio-Pleistoceno.
Las formaciones de flujos piroclásticos holocenos se presentan de color violeta. Finalmente, los materiales aluviales
de relleno se encuentran de color amarillo.
Figura 3. Corte hidrogeológico (en el sentido S-N en la figura 1) desde la Sierra de Managua hasta el lago de
Xolotlán (Managua), atravesando las lagunas de Nejapa y Asososca.
Por razones obvias, se acepta que todos los acuíferos que circundan el lago de
Managua, incluyendo el acuífero Las Sierras de Managua, descargan en este cuerpo de
agua. Aparte de la descarga de estos acuíferos, el lago recibe de los ríos que
descargan en él unos 300-700 hm3/año, entre los que destaca el río Grande, y unos
900 hm3/año como consecuencia de la precipitación directa sobre el lago. La
evaporación potencial de éste ha sido estimada en 1.990-2.050 mm/año (C.J. Reyes
García , 1977; Rozanski, 1999).
3. TÉCNICAS UTILIZADAS
Como indica el título del trabajo, el objetivo primordial del mismo es estudiar la
relación entre el lago de Managua y las aguas subterráneas que se explotan en los
pozos situados en las inmediaciones del mismo, así como en la laguna de Asososca,
con el objeto de determinar la fracción de agua que, eventualmente, procede del lago
y de evaluar el riesgo de intrusión de esta última agua contaminada en las zonas
explotadas de los acuíferos. Las siguientes técnicas han sido utilizadas para conseguir
este objetivo:
4.1 Medida de la conductividad
Las aguas de los pozos profundos de la zona industrial y que han sido perforados a
máquina, dieron conductividades muy parecidas a la del agua de la laguna de
Asososca, indicando, asimismo, una ausencia de conexión hidráulica con el lago de
Managua. Lo mismo puede decirse de los pozos de los tres campos de pozos
mencionados: Las Mercedes, Chiltepe y Tipitapa, los cuales se encuentran situados a
sólo varias decenas o centenares de metros de distancia del borde del lago.
Tabla 1. Conductividad eléctrica de diferentes puntos de agua. Valores expresados en m S/cm para una
temperatura de 25° C. Las cifras entre paréntesis indican el número de datos promediados, en caso de ser más de
uno.
Figura 4. Distribución de la conductividad del las aguas subterráneas y superficiales en la zona comprendida entre
la laguna de Asososca, el polígono industrial y el Lago de Managua en 1985.
Esto quedó plenamente demostrado a través de la correlación existente entre la
conductividad y el pH del agua (Plata et al., 1994): las aguas de mayor conductividad
presentaban valores del pH más bajos y concentraciones más elevadas del ion cloruro.
Las conductividades más bajas correspondían a pozos en los cuales había sido aislado
el llamado acuífero superficial de la zona.
Figura 5. Diagrama de Piper elaborado a partir de los datos de la tabla 2. Los puntos que aparecen al lado de la
muestra PPM-4 corresponden a la laguna de Asososca.
El análisis de estos resultados permite hacer las siguientes observaciones:
1) Los pozos PPM-4, PP-21 y PP-25 se encuentran dentro del polígono industrial. Pero
el primero de estos pozos tiene sus filtros localizados en el acuífero profundo mientras
que los otros dos captan, asimismo, las aguas superficiales contaminadas. Ello justifica
la elevada salinidad de estos dos pozos.
2) Las aguas contaminadas de los pozos PP-21 y PP-25 se caracterizan por tener
concentraciones muy elevadas del ión Cl-, originadas por los vertidos de gases
clorurados a la atmósfera.
3) El agua del lago de Managua tiene concentraciones iónicas mucho más elevadas que
las de las aguas subterráneas no contaminadas del acuífero profundo. Dicha agua se
caracteriza por una elevada concentración relativa de los iones alcalinos frente a la de
los iones alcalino-térreos.
L. AsososcaL. Asososca
Parámetro L. Managua PPM-4 PP-21 PP-25
(superficie) (fondo)
ph 9,35 8,16 8,93 7,97 7,40 7,87
Cond. 1640 460 468 485 1470 7150
[Ca++] 6,8 17,7 23,2 23,2 103 740
[Mg++] 19,1 7,1 6,8 6,4 17 209
[Na+] 333 62,1 59,8 65,8 161 326
[K+] 48,2 14,4 13,5 14,8 0 70,5
[CO3=] 76,0 0 15,3 0 0 0
[CO3H-] 534 159 151 186 124 192
[Cl-] 202 38,4 34,7 45,5 298 2020
[SO4=] 18,2 30,5 27,7 26,9 126 149
[NO3-] 0 0 0 1,9 1,2 0
[SiO2] 8,5 47,7 50,7 46,9 87,6 55,1
Fe 0,678 2,5x10-3 0,008 5,230 1,050 -
Zn 0,007 <1,4x10 -3
0,011 <1,4x10-3 0,009 -
B 1,980 0,098 0,106 0,109 0,284 -
Cu 0,017 <4x10-3 0,009 0,005 0,006 -
Cd 0,003 <2x10-3 <2x10-3 <2x10-3 0,004 -
Mn 0,072 0,001 0,013 0,123 0,825 -
Hg <10-4 <10-4 <10-4 <10-4 <10-4 -
Pb 0.002 0,006 0,024 0,007 0,008 -
Tabla 2. Resultados de los análisis químicos de muestras de agua tomadas en la zona del estudio en 1985. La
conductividad se expresa en m S/cm a 25° C y las concentraciones iónicas en mg/l.
5. ISÓTOPOS ESTABLES DEL AGUA
Como se sabe, los isótopos estables del agua deuterio ( 2H) y oxígeno-18 (18O)
proporcionan información, entre otras cosas, sobre el origen del agua y sobre las
relaciones entre distintos tipos de aguas. Las moléculas de agua que llevan
incorporados estos isótopos pesados tienen un comportamiento algo diferente al que
tienen las moléculas ligeras más abundantes formadas con 1H y 16O en los diferentes
procesos que tienen lugar durante el ciclo hidrológico. Ello se debe, principalmente, a
la menor presión de vapor de aquéllas moléculas más pesadas. Estas diferencias de
comportamiento dan lugar a lo que se llama fraccionamiento isotópico del agua, que
indica que la composición isotópica del agua que interviene en un determinado proceso
físico o químico es diferente de la del agua resultante.
Uno de los factores más importantes que afectan a la composición isotópica del agua
es el llamado efecto de altitud, el cual está relacionado con la temperatura atmosférica
y hace que las precipitaciones que tienen lugar a cotas más altas tengan
concentraciones menores de estas moléculas pesadas (aguas, isotópicamente, más
ligeras y valores d más negativos). El efecto de altitud asciende, aproximadamente, a
-0,25‰ por cada 100 metros de cambio de altitud para d 18O y a -2,4‰ por 100 m
para D. Debido a las características de la zona del estudio, el efecto de altitud no debe
jugar un papel importante en nuestro caso, porque todas las aguas subterráneas
deben proceder de precipitaciones que ocurren a una cota muy parecida.
Por otra parte, debido a los cambios térmicos experimentados por la atmósfera a lo
largo del año en zonas de clima templado, las precipitaciones de invierno tienen
valores d más negativos que las que tienen lugar en el resto del año. Ello hace que los
lagos y embalses presenten oscilaciones estacionales de composición isotópica, las
cuales dependen de los caudales que llegan a los mismos y de su composición
isotópica.
De una forma general, puede afirmarse que las aguas subterráneas de una zona
determinada que tienen un origen diferente tienen también una composición isotópica
distinta. Generalmente, lo inverso suele ser también válido, aunque no siempre. Es
decir, aguas con parecida composición isotópica pueden tener un origen diferente,
dependiendo de las condiciones locales.
Los isótopos estables del agua han sido analizados en diferentes momentos a lo largo
del estudio con el objeto de analizar la evolución de la composición isotópica de los
diferentes tipos de aguas involucradas en el mismo. Los resultados obtenidos para las
muestras de agua más representativas se muestran por separado en la tabla 3. Los
errores típicos de los análisis ascienden, aproximadamente, a ±0,1‰ para 18O y
±1,5‰ para D.
Tabla 3. Resultados de los isótopos estables oxígeno-18 y deuterio (d 18O /d D) obtenidos para las muestras de
agua más representativas en las diferentes campañas de muestreo. Los resultados del año 1997 han sido
transcritos de Rozanski (1999). Las cifras entre paréntesis indican el número de muestras que han sido
promediadas, cuando éstas han sido más de una.
Los datos de la tabla 3 muestran claramente que la composición isotópica del agua del
lago de Managua es completamente diferente de la que tienen las aguas subterráneas
de la zona del estudio, incluyendo entre éstas el agua de la laguna de Asososca. Los
valores d de signo positivo o escasamente negativos del agua de este lago se deben al
enriquecimiento isotópico inherente al proceso de evaporación. Con anterioridad a la
llegada del ciclón Mitch (21 de octubre a 1 de noviembre de 1998), las únicas pérdidas
de agua de este lago se producían en virtud de este último proceso. En estas
condiciones, los cambios de composición isotópica del agua del lago estaban
gobernados por los caudales que llegaban al mismo, principalmente, a través de los
ríos Sinecapa y Viejo.
Debido a que estos ríos aportan aguas con valores d más negativos que los del agua
del lago ( D alrededor de –38 ‰ y 18O alrededor de –6 ‰), estas últimas tomaban
valores más negativos en períodos de fuertes lluvias y a la inversa. Esta es también
la razón del fuerte cambio de la composición isotópica del agua del lago observado
entre Mayo de 1997 y Diciembre de 1999. Sin duda, este cambio se debió a la llegada
al lago de grandes volúmenes de agua procedentes de las precipitaciones provocadas
por el huracán Mitch. Aceptando para el volumen de agua del lago antes de este
huracán un valor igual a 1010 m3, un cambio de la desviación 18O de –0,08 ‰ a –2,09
‰ con agua de aproximadamente –6 ‰ implica un aporte al lago de 4x10 9 m3 de
agua. Para una superficie media de éste igual a 1050 km 2, este volumen habría
producido un aumento de nivel de 3,8 metros, el cual es similar al observado (unos 4
metros). El aporte de agua al lago sería algo mayor que el indicado anteriormente si se
considera el enriquecimiento isotópico producido en el lago desde la finalización del
ciclón hasta el momento del muestreo. Este enriquecimiento hace que, en lugar de un
valor de d 18O de -2,09 ‰, deba tomarse para el cálculo un valor algo más negativo,
concretamente, el que tenía el agua al finalizar el ciclón, el cual se desconoce.
Los valores más negativos de la composición isotópica del agua del lago en la zona
situada frente al polígono industrial se explica, como ya se ha señalado, por el vertido
de aguas residuales extraídas del acuífero local para uso industrial.
La elevada diferencia de composición isotópica del agua del lago con respecto a las
aguas subterráneas de la zona hace que los isótopos estables del agua sean
herramientas de gran valor para estudiar cualquier proceso de intrusión del agua de
dicho lago en los campos de pozos próximos al mismo y en la laguna Asososca. Los
datos de la tabla 3 indican que las aguas subterráneas de los puntos muestreados han
conservado una composición isotópica, prácticamente, constante durante los últimos
15 años, lo cual demuestra la ausencia de un proceso de intrusión de agua del lago
Managua. Tal como ha sido demostrado por A. Plata et al. (1994), la pequeña
diferencia de composición isotópica del agua de la laguna de Asososca con respecto al
resto de las aguas subterráneas analizadas se explica perfectamente por la propia
evaporación del agua de ésta. La relación entre el volumen del agua almacenada en la
laguna y el volumen medio anual extraído de esta última proporcionaba en 1985 un
tiempo de renovación del agua de unos 400 días. La evaporación producida durante
este período de tiempo justifica plenamente el cambio de composición isotópica. De
igual forma, la composición isotópica menos negativa observada en la laguna en 1999
con respecto a la de años anteriores se explica por la disminución del volumen de agua
extraído de la misma. Esta disminución del volumen extraído implica un tiempo de
renovación más largo y, por tanto, una evaporación relativa mayor.
Figura 6. Relación entre las abundancias isotópicas d D y d 18º de las muestras de aguas subterráneas y
superficiales en la zona comprendida entre el Lago de Managua y la laguna de Asososca.
6. TRITIO
Sin embargo, durante los últimos 45 años, las precipitaciones de todo el globo y,
principalmente, las del Hemisferio Norte, han contenido concentraciones de tritio muy
superiores a las producidas de forma natural, debido a los ensayos nucleares
realizados en la atmósfera, principalmente, durante las décadas de los años 50 y 60
(ensayos termonucleares). Este tritio ha producido el marcado natural de todas las
aguas meteóricas del globo y, por tanto, también de los acuíferos donde se produce
una renovación rápida del agua.
El tritio natural del agua fue medido en 13 muestras tomadas en 1985 y en 7 muestras
tomadas en 1999. Los resultados obtenidos se presentan en la tabla 4, expresados en
unidades de tritio (UT). Como se sabe, la unidad de tritio equivale a una relación T/H
igual a 10-18 en número de átomos. Las equivalencias con otras unidades de
radiactividad son:
1 UT = 3,1927 x 10-3 Ci/m3
El error estadístico de las medidas para las muestras tomadas el año 1985
correspondiente a la desviación estándar fue de 0,8 UT, lo cual limita seriamente la
validez de estos resultados.
Muestras tomadas en 1985 Muestras tomadas en 1999
Punto Concentración Punto Concentración
Tabla 4. Concentraciones de tritio medidas en las muestras de agua tomadas en 1985 y 1999. Valores expresados
en UT.
Tabla 5. Concentraciones de tritio estimadas para las precipitaciones locales de los últimos años expresadas en
unidades de tritio (UT).
Los resultados obtenidos para las aguas subterráneas profundas, incluyendo dentro de
éstas al agua de la laguna Asososca, no contenían en 1985 una proporción importante
de aguas procedentes de las precipitaciones anteriores al año 1954, como refleja su
nula concentración de tritio. Se trata de aguas con una conductividad próxima a 400 m
S/cm y, por tanto, procedentes, exclusivamente, del acuífero profundo. Lo contrario
sucede con los pozos PP-15C, PP-21, PP-69 y PE-46, donde las pequeñas
concentraciones de tritio reflejan la presencia de fracciones significativas de aguas
procedentes del llamado acuífero superior, lo cual es confirmado asimismo por la
mayor conductividad de estas aguas.
Por lo que respecta a las muestras de agua tomadas en 1991, se observa, en primer
lugar, que la concentración obtenida para el lago Managua (1,46 UT) es coherente con
los datos de la tabla 5. La concentración media de las precipitaciones asociadas al
huracán Mitch debe haber sido próxima al valor anterior. Lo mismo puede decirse del
agua que existía en el lago con anterioridad a este huracán. En efecto, la
desintegración radiactiva del tritio de las aguas de las precipitaciones de los últimos
15 años conduce a valores de concentración muy próximos a 1,5 UT.
La laguna de Asososca dio un valor de 0,60 UT, la cual indica la presencia de una
fracción significativa de agua procedente de precipitaciones posteriores al año 1954
mezclada con agua de precipitaciones anteriores. En principio, puede suponerse que el
componente moderno se encuentra formado por una mezcla de aguas procedentes de
las precipitaciones de los últimos 20 años, es decir, de precipitaciones posteriores al
año 1980. La concentración media de tritio en estas precipitaciones, corregidas por
desintegración radiactiva hasta el año 2000, asciende a 1,5 UT. Por tanto, la fracción
de esta agua moderna existente en la laguna sería igual a 0,6/1,5=0,4, es decir, del
40%. Lógicamente, una parte de esta agua moderna estaría aportada por las
precipitaciones que tienen lugar en la pequeña cuenca de drenaje de la laguna. Pero,
debido a la pequeña superficie de esta cuenca, este tiene que ser un componente
minoritario. La mayor parte de esta agua moderna debe proceder de la infiltración en
los niveles superiores de la formación volcánica (acuífero superior). A pesar de ello, la
contribución de las aguas subterráneas someras de la zona del polígono industrial
resulta insignificante, como demuestran los otros trazadores naturales del agua. Esto
se explica por la permanente depresión piezométrica existente en esta zona como
consecuencia de la extracción de agua para usos industriales.
Llama la atención la nula concentración de tritio encontrada en el agua del pozo del
campo de Las Mercedes, lo cual indica una ausencia total de agua procedente de las
precipitaciones de los últimos 45 años.
7. CARBONO-14
Sin embargo, la complejidad de la química del carbono, que permite aportes de este
elemento al agua subterránea a través de diferentes mecanismos, hace que sean
necesarias varias correcciones para distinguir la fracción de carbono derivado de la
atmósfera o de la respiración de las plantas, del que procede de carbonatos (u otros
materiales con carbono) presentes en el acuífero, y que habitualmente carecen de
carbono-14. Dado que las concentraciones de carbono-13 y carbono-14 cambian de
forma proporcional durante las reacciones química o de intercambio iónico, el isótopo
estable del carbono mencionado ha sido utilizado como la herramienta habitual para
cuantificar la fracción de carbono derivada de la interacción del agua con los materiales
que forman el acuífero. Por tanto, para una caracterización correcta de la dinámica de
las aguas subterráneas es necesario conocer los factores fundamentales que controlan
la evolución hidroquímica del sistema, así como los procesos que modifican los
contenidos de carbono-14 y carbono-13 de las aguas subterráneas.
La relación 13C/12C entre los diferentes materiales varía hasta un 10% entre unos
compuestos y otros como resultado de los procesos de fraccionamiento isotópico en las
reacciones químicas y en los procesos de intercambio. Valores de 13C en torno al 0
‰ corresponden a carbonatos de origen marino (el patrón procede de un carbonato
marino); valores entre 0 y –6‰ pueden encontrarse en carbonatos continentales; el
CO2 atmosférico presenta hoy en día contenidos próximos a –7,5‰; y las plantas,
materia orgánica y CO2 derivado de la respiración, se sitúan en un rango comprendido
entre –14‰ y -29‰, siendo –25‰ el valor más habitual.
Carbono-14 (% de C 13C en
Muestra
moderno) ‰
Pozo PP-2 38,0±0,8 -6,79
Laguna de
80,1±1,6 -14,1
Asososca
TABLA 6. Actividad de 14C y abundancia de 13C en una muestra del pozo PP-2 y otra de la Laguna de Asoscosa
Las dos muestras de agua presentan diferencias considerables en sus concentraciones
de carbono-14 y carbono-13. La desviación isotópica d 13C obtenida para el agua de la
laguna de Asososca refleja la presencia de una fracción elevada de carbono biogénico
(aproximadamente, el 56 %), lo cual resulta coherente con un origen subterráneo del
agua y una limitada evolución química. Por otra parte, como veremos a continuación,
la elevada concentración de carbono-14 indica que se trata de aguas derivadas de
precipitaciones recientes, lo cual explica la presencia de tritio en la muestra tomada en
el año 1999.
En cambio, la desviación 13C obtenida para el agua del pozo PP-2 indica que se trata
de un agua que ha experimentado una evolución química considerable desde el
momento de su infiltración. El valor tan poco negativo de esta desviación isotópica
indica de forma inequívoca que la mayor parte del carbono disuelto originalmente por
el agua ha sido substituido por carbono procedente de la formación rocosa que
constituye el acuífero.
TABLA 7. Edades radiométricas (años) de las muestras de agua de la tabla 6, de acuerdo a diferentes modelos
geoquímicos de evaluación del agua
A pesar de lo anterior, puede asegurarse que las dos muestras corresponden a aguas
de infiltración reciente. Los valores de signo negativos son posibles y ocurren cuando el
agua contiene carbono-14 procedente de las explosiones nucleares de los últimos 50
años. Como se sabe, la concentración de carbono-14 en el CO 2 atmosférico y, por
tanto, en los seres vivos en equilibrio con éste, han contenido durante este período
concentraciones de este radioisótopo mucho mayores que las que había con
anterioridad, llegando a alcanzar un valor próximo al 180 % del llamado carbono
moderno.
Estas abundancias isotópicas de 13C y 14C son perfectamente compatibles con los
resultados obtenidos en aguas de 13 pozos del acuífero de las Sierras que fueron
analizadas entre 1990 y 1992 por el OIEA (Araguás et al., 1992). Excepto dos
muestras, el resto de las aguas subterráneas presentan una actividad de 14C
comprendida entre 85 y 100 pCM, lo que refleja la existencia de aguas recientes en
toda la extensión del acuífero y por tanto un régimen de acuífero libre. Los análisis de
tritio de las mismas aguas mostraron valores entorno a 0,5 –1,5 UT, corroborando
estas conclusiones.
Todos estos resultados indican que el llamado acuífero de las Sierras de Managua
funciona, en su conjunto, como un acuífero de recarga libre y no como un acuífero
confinado con zona con recarga localizada exclusivamente en la sierra, como ha sido
admitido por diversos investigadores que han estudiado la hidrogeología local.
8. CONCLUSIONES
La conclusión más importante que se deriva del estudio realizado es que las aguas
subterráneas que son explotadas en los pozos existentes en las inmediaciones del lago
de Managua, así como las extraídas de la laguna Asososca, no proceden, al menos en
una proporción significativa, de este lago. Ello se explica por el hecho de que el fondo
del lago debe encontrarse altamente colmatado por los sedimentos aportados por los
ríos que desembocan en el mismo.
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