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 Cerámica

En el año 2006, fueron descubiertas más de una centena de piezas cerámicas


escultóricas de gran perfección y colorido en la isla de Pariti, por lo que todavía se
discuten algunos aspectos sobre la periodización del arte cerámico de la cultura
Tiahuanaco; existieron a su vez estilos cerámicos tiahuanacotas periféricos como
los hallados en Azapa, Moquegua y San Pedro de Atacama.

En la cerámica tiwanaku primaba el color ocre y las representaciones


iconográficas simbólicas, en Pariti se descubrieron cerámicas escultóricas (huacos
retratos) de gran perfección y realismo, además de una utilización realista del color
en sus decorados. En las representaciones destacan los pumas, cóndores, rostros
y seres humanos, además de personajes mitad animales y mitad humanos. De
todas las muestras sobresale en perfección la denominada "Señor de los patos",
que representa a un anciano llevando un pato en uno de sus brazos.

La alfarería de toda la esfera de interacción e influencia tiwanaku se caracteriza


por una elaborada estética que involucra pastas, decoraciones, superficies y
formas, lo que se extiende al proceso completo de manufactura.

Destacan las pastas de aspecto «fino», bien cocidas, resistentes, de tonos grises
a anaranjados, con las cuales se han elaborado unas 50 variedades de vasos,
tazones, jarros y, más ocasionalmente, botellas, escupideras, ollas, sahumadores,
trípodes y vasijas modeladas como aves, camélidos, felinos y vegetales. Los
vasos y tazones son típicamente hiperboloides, en tanto los jarros casi siempre
son de cuerpo ovoide, distinguiéndose un alto grado de estandarización en la
producción de los keros y mayor variabilidad en los jarros.

Casi en su totalidad, las vasijas presentan decoración pintada y/o modelada, la


primera conocida por su policromía en blanco, naranja, negro y rojo, aun cuando a
veces falta el blanco, se agrega el gris, o se cambia el naranja el blanco por
concho de vino. En combinación independiente del pintado, los modelados más
recurrentes son los agregados de material a modo de protuberos figurativos
abstractos
en los bordes de vasos al inicio de las asas de los jarros, abultamientos en el
cuello de estos en la mitad de los vasos (collares, anillos), vertederas y otros.

En cuanto a las vasijas pintadas, los diseños se ubican principal mente en el


cuerpo y exterior de los tiestos, aunque también se pintan los bordes, cuellos,
asas y modelados. Los motivos representados comprenden unas 51 variedades,
de aspecto naturalista y geométrico, las que se reparten en proporciones
equivalentes, independientemente combinados en la misma pieza. Dentro de los
primeros se distinguen figuras antropomorfas y zoomorfas, las ultimas separables
entre aves y felinos, todas las cuales pueden aparecer de cuerpo entero, solo la
cabeza, de frente o perfil, realistas, esquemáticas, ambiguas y/o abstractas; por l0
tanto, aun cuando en sentido estricto no se trata de los mismos diseños, se repiten
las mismas categorías principios o representacionales presentes en la
litoescultura. Uno de los principales destinos de esta cerámica sería el ritual
funerario.

En términos iconográficos, se distingue la típica división entre representaciones


naturalistas y geométricas. Entre las naturalistas predominan las figuras humanas,
seguidas por las zoomorfas, que pueden dividirse entre felinos, primero, y luego
aves, pero están ausentes los seres «irreales».

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