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EXPEDIENTE 1783-2013
CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD: Guatemala, veinte de agosto de dos mil trece.
En apelación y con sus antecedentes, se examina la sentencia de dieciocho de
abril de dos mil trece, dictada por la Corte Suprema de Justicia, Cámara de Amparo y
Antejuicio, en la acción constitucional promovida por el Ministerio Público, por medio de la
Fiscalía contra el Lavado de Dinero u Otros Activos, contra la Sala Tercera de la Corte de
Apelaciones del ramo Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente. El postulante
actuó con el patrocinio del agente fiscal Héctor Ovidio Pérez Caal. Es ponente en el
presente caso, el Magistrado Vocal III, Alejandro Maldonado Aguirre, quien expresa el
parecer de este Tribunal.
ANTECEDENTES
I. EL AMPARO
A) Interposición y autoridad: presentado el dieciocho de enero de dos mil trece, en el
Juzgado de Paz Penal de Faltas de Turno del municipio y departamento de Guatemala y
remitido a la Corte Suprema de Justicia, Cámara de Amparo y Antejuicio. B) Acto
reclamado: auto de seis de diciembre de dos mil doce, dictado por la autoridad
reclamada, que declaró con lugar el recurso de apelación interpuesto por la defensa del
procesado Erick Fernando Cojulún o Erick Fernando Galeotti Cojulún contra la resolución
emitida por el Juez Cuarto de Primera Instancia Penal Narcoactividad y Delitos contra el
Ambiente del departamento de Guatemala y, como consecuencia, revocó el auto de
prisión preventiva dictado en su contra, otorgándole varias medidas sustitutivas, dentro
del proceso penal que se le sigue por el delito de Lavado de dinero u otros activos. C)
Violaciones que denuncia: al derecho de defensa y al principio jurídico del debido
proceso. D) Hechos que motivan el amparo: de lo expuesto por el postulante y de las
constancias procesales se resume: D.1) Producción del acto reclamado: a) el Juez
Cuarto de Primera Instancia Penal Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente del
departamento de Guatemala, recibió la primera declaración de Erick Fernando Cojulún y/o
Erick Fernando Galeotti Cojulún -ahora postulante- emitiendo autos de procesamiento y
prisión preventiva en su contra, por el delito de Lavado de dinero u otros activos; b)
contra lo anterior, el procesado, interpuso recurso de apelación que conoció la Sala
Tercera de la Corte de Apelaciones del ramo Penal, Narcoactividad y Delitos contra el
Ambiente -autoridad denunciada- que revocó el auto apelado por resolución de seis de
diciembre de dos mil doce -acto reclamado- y, como consecuencia, le otorgó las medidas
sustitutivas siguientes: i) obligación de presentarse a firmar el libro de sindicados cada
ocho días; ii) prestación de caución económica de cien mil quetzales (Q100,000.00); y iii)
prohibición de salir del país sin autorización judicial. D.2) Agravios que se reprochan
al acto reclamado: estimó que la resolución objetada le causa agravio debido a que se
violó el debido proceso al otorgar medidas sustitutivas a una persona que no acreditó la
procedencia del dinero que llevaba en su automóvil, porque en la práctica forense se ha
podido establecer que en un noventa por ciento de los casos en que se otorgan medidas
sustitutivas por el delito de Lavado de dinero u otros activos, los procesados se sustraen
de la persecución penal y se dan a la fuga aunque se declare su rebeldía, por lo que los
procesos terminan archivados. Manifestó que, en el presente caso, por actuaciones
arbitrarias e ilegales de la autoridad denunciada le ocasionó un agravio evidente, debido a
que por la cantidad de dinero que transportaba el sindicado del cual no dio explicación
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agravio alguno. Indicó, también, que lo que el amparista pretende es constituir al amparo
en una instancia revisora de lo resuelto por la jurisdicción ordinaria. Manifestó que la
resolución recurrida cuenta con los elementos necesarios de fundamentación y
motivación. Solicitó que se deniegue el amparo.
CONSIDERANDO
-I-
No procede el amparo si la autoridad contra la que se reclama ha actuado dentro
de la esfera de sus facultades, y sin que el ejercicio de éstas viole derechos que la
constitución Política de la República de Guatemala, los tratados internacionales y las leyes
garantizan.
Resulta improcedente otorgar amparo, cuando un órgano jurisdiccional al
determinar la viabilidad de un recurso de apelación que conoció, señaló con precisión los
aspectos en que se fundamentó para revocar el auto apelado y ordenar el otorgamiento
de medidas sustitutivas.
-II-
En el presente caso, se considera necesario señalar que:
a) El postulante indica como acto reclamando la resolución de seis de diciembre
de dos mil doce, dictada por la autoridad cuestionada, que revocó el auto de prisión
preventiva dictado contra Erick Fernando Cojulún y/o Erick Fernando Galeotti Cojulún por
el delito de Lavado de dinero u otros activos y, como consecuencia, ordenó el
otorgamiento de varias medidas sustitutivas consistentes en: i) obligación de presentarse
a firmar el libro de sindicados cada ocho días; ii) prestación de caución económica de cien
mil quetzales (Q100,000.00); y iii) prohibición de salir del país sin autorización del juez
contralor.
b) La entidad postulante centró sus argumentos en que la pena que se espera
imponer al sindicado por el delito de Lavado de dinero u otros activos no da lugar a ser
conmutable o sustituida en otra forma que no sea la prisión, por lo que no debió
revocarse esta, debido a que el sindicado no demostró la procedencia lícita del dinero
incautado y puede sustraerse del proceso penal.
Consta en las actuaciones que la autoridad reclamada al declarar con lugar el
recurso de apelación, consideró: “(…) al proceder al análisis del auto impugnado
contenido en la grabación de audio confrontado con lo argumentado por el recurrente
consideramos que nuestro ordenamiento adjetivo penal, adecuado a las tendencias
modernas del proceso penal, que consideran a la prisión preventiva como una condena
anticipada, la admite sólo cuando resulte absolutamente indispensable para asegurar la
presencia del imputado en el proceso. Así mismo prevé los casos de excepción para su
aplicación indicando que en delitos menos graves no será necesaria la prisión preventiva,
salvo que exista presunción razonable de fuga o de obstaculización de la averiguación de
la verdad, así mismo señala el artículo 264 del mismo cuerpo legal que el juez o tribunal
competente, que conozca de un caso, podrá de oficio imponerle al imputado, alguna o
varias de las medidas sustitutivas, que considere pertinentes; de lo anterior los que
juzgamos en esta instancia observamos que el auto impugnado inobserva el principio de
fundamentación regulado en el artículo 11 Bis del Código Procesal Penal, al carecer de
una clara y precisa fundamentación de la decisión del juez a quo, pues en su
razonamiento no sustenta jurídicamente el porqué consideró en su momento la existencia
del peligro de fuga; toda vez que consta que en la audiencia de mérito que el sindicado
demostró el debido arraigo al demostrar circunstancias como su residencia, lugar de
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restringiendo otros derechos del imputado, tienden a asegurar, por igual el resultado del
proceso. (…) el artículo 27 de la Ley del Fortalecimiento de la Persecución Penal, Decreto
17-2009 del Congreso de la República, al establecer la prisión preventiva como única
medida de coerción aplicable en aquellos procesos penales incoados por la supuesta
comisión de delitos cuya pena de prisión sea inconmutable, contraviene el artículo 14 de
la Constitución Política de la República que garantiza el derecho a la presunción de
inocencia, pues, como se ha advertido, no es factible que la legislación ordinaria disponga
la obligatoriedad en la aplicación de aquella medida cuando de la interpretación de
normas constitucionales se aprecia su carácter excepcional y subsidiario (…)”.
En el caso de estudio, la autoridad cuestionada al emitir el acto señalado como
agraviante, determinó que el delito de Lavado de dinero u otros activos imputado al
procesado, no tiene prohibición alguna para el otorgamiento de las medidas sustitutivas
porque, según las constancias procesales y la legislación penal aplicable al caso concreto,
era viable, a su juicio, debido a que no existía peligro de fuga ni de obstaculización por
parte del acusado para la averiguación de la verdad, analizando las razones por las que el
juez de primera instancia no las otorgó, por lo que al haber examinado la resolución
apelada estableció que no quedó evidenciado el peligro de fuga y que existía suficiente
documentación para sustentar el arraigo del procesado, revocando el auto apelado y
resolviendo que era procedente el otorgamiento de algunas medidas por lo que sustituyó
la prisión preventiva decretada por medidas de coerción menos graves. Además,
consideró que su aplicación no limitaba la función del ente persecutor y de los otros
sujetos procesales.
De lo antes considerado, el análisis de las actuaciones, los alegatos de las partes,
la sentencia apelada y las razones expuestas, esta Corte concuerda con la denegatoria de
la acción constitucional emitida por el Tribunal de Amparo de primer grado, debido a que
la autoridad reclamada actuó conforme lo establecido en los artículos 203 constitucional y
409 del Código Procesal Penal, sin producir agravio al postulante, expresando en la
resolución cuestionada la debida fundamentación y los juicios lógico- jurídicos en que la
sustentó, por lo que no violó el derecho y principios jurídicos enunciados. Además, como
tribunal de alzada, la autoridad cuestionada, en apelación puede revisar lo resuelto y
tiene facultad de confirmar, revocar, reformar o adicionar la decisión de su a quo, dentro
de los límites que señala la norma procesal precitada, emitiendo un criterio lógico
valorativo que no es susceptible de ser revisado por medio de la presente acción
constitucional, por lo que el amparo deviene notoriamente improcedente y habiendo
resuelto en igual sentido el Tribunal de Amparo de primer grado, procede confirmar la
sentencia apelada.
LEYES APLICABLES
Artículos citados y 265, 268 y 272, inciso c), de la Constitución Política de la
República de Guatemala; 8º,10, 42, 48, 60, 61, 66, 67, 149, 163, inciso c) y 185 de la Ley
de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad; y artículos 17 y 34 bis del
Acuerdo 4-89 de la Corte de Constitucionalidad.
POR TANTO
La Corte de Constitucionalidad, con base en lo considerado y leyes citadas, al
resolver declara: I) Sin lugar el recurso de apelación interpuesto por el Ministerio
Público, por medio de la Fiscalía de Asuntos Constitucionales, Amparos y Exhibición
Personal y, como consecuencia, se confirma la sentencia apelada. II) Notifíquese y, con
certificación de lo resuelto, devuélvanse los antecedentes.
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