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Saludo al magisterio

ALGUNOS ELEMENTOS SOBRE EL ESTATUTO ÚNICO DE LA PROFESIÓN DOCENTE

La lucha por el estatuto único de la profesión docente es una de las banderas que hemos levantado por años
los maestros y maestras de Colombia, pero hoy es necesario que se aborde ésta desde la condición actual,
relativa a la realidad posterior al paro y los acuerdos suscritos el 16 de junio de 2017.

En el plenario nacional de juntas directivas de FECODE, en marzo de 2013, se plantearon una serie de
posiciones, tanto de los directivos como de los ejecutivos de FECODE, respecto a la propuesta de estatuto
único de la profesión docente, donde se dejaron entrever las preocupaciones por lo que pudiera salir de la
concertación que se hiciera en la comisión tripartita (participación de FECODE, el MEN y los congresistas de la
República). Posterior a esto se hicieron unos pocos avances que luego se estancaron ante la falta de voluntad
política del Gobierno Nacional. En el 2015 se planteó que se retomaría la comisión tripartita, pero esto no fue
posible.

La intención de FECODE de acabar con la evaluación de competencias y la regla fiscal en la negociación de


2015, dando paso a la Evaluación con carácter Diagnóstico Formativo -ECDF, se transformó en un proceso aún
más costoso y traumático para los docentes, diluyéndose la propuesta de lo verdaderamente diagnóstico y
formativo. Con el decreto 1657 de octubre de 2016 se modifica el ascenso y la reubicación salarial, tomando
como base la ECDF. En su artículo 2 se plantea: “Vigencia. El presente decreto rige a partir de la fecha de su
publicación y estará vigente hasta la promulgación del Estatuto Único de la Profesión Docente.”

En este marco, los docentes bajo el 1278 ven la posibilidad de lograr un Estatuto Único que dé salida al
ascenso y la reubicación salarial con los criterios de títulos, tiempo de servicio y producción académica,
cuestión que ya se intentó negociar en el 2014 pero que no fue posible porque el Gobierno propuso tasar todo
en puntos, hasta reunir los famosos 80 puntos con su evaluación multimodal o de 360 grados.

Desde el Equipo de Trabajo Nuevos Maestros por la Educación hemos recogido, por varios medios, opiniones y
propuestas que sistematizamos y haremos llegar al Ejecutivo y la Asamblea General Federal de FECODE.
Varios aspectos a tener en cuenta en este debate y definiciones son los siguientes:

1. Lo primero en considerar es si hay conciencia de lo que significa la configuración de la carrera docente


después de la Constitución del 91. Partiendo de esto, ¿vamos a dar una lucha por una reforma
constitucional, particularmente del artículo 125, teniendo en cuenta que esta refrendado por la Corte
Constitucional con la sentencia C-078/12 en relación al sistema de evaluación obligatorio para los docentes
vinculados bajo el 1278, o vamos a hacer una propuesta acogiéndonos a lo definido en la Constitución frente
al mérito y el sistema de evaluación?
2. La implementación del Estatuto Único tiene un costo, pues el objetivo son salarios profesionales y
ampliación de la planta docente por el cambio de las relaciones técnicas y por la aplicación de los 3 grados
de preescolar, además de la capacitación docente, entre otros puntos. Se debe garantizar tasar su costo y
que éste se incluya dentro de la reestructuración de la financiación de la educación y del Sistema General de
Participaciones.
3. Es importante reconocer las expectativas de los docentes, partiendo de sus diversas formas de vinculación y
particularidades: los del 1278, los del 2277 pensionados y no pensionados, los etnoeducadores, los
provisionales y los del sector privado.
4. La propuesta de nuevo escalafón de Fecode es viable, podría considerarse algunos ajustes
correspondientes al reconocimiento de títulos. Lo que si es necesario revisar son los criterios de asimilación,
pues hoy dentro de los docentes vinculados bajo el 1278 hay una variedad de niveles y grados, con y sin
incentivos, con diferentes tiempos de servicio, estudios y niveles de producción académica. Hay que
precisar lo referente a producción académica, pues no es necesario que implique publicación con indexación
para ser reconocida.
5. El punto de mayor controversia es la evaluación de desempeño dentro del actual marco constitucional, las
opiniones manifestadas las podemos redondear en: a) quienes plantean autoevaluación institucional y nada
más. b) los que plantean evaluación sin ninguna consecuencia o únicamente estímulos por buenos
resultados. c) Los que dicen nada de evaluación. d) Los que plantean evaluación que tenga como
consecuencia por su pérdida el aplazamiento del ascenso, como lo manifiesta la actual propuesta de
estatuto. e) La posibilidad de salida de la carrera docente con 3 evaluaciones perdidas seguidamente,
“mejorando” la actual norma en el proceso de negociación.

Es entendible que los maestros vinculados bajo el 2277/79 se resistan a entrar en este proceso de
evaluación de desempeño, y mucho más porque se está generando sobrecarga y acoso laboral en muchas
instituciones educativas, ¿por qué razón van a poner en riesgo la estabilidad laboral después de 17 o más
años de trabajo, y van a aumentar la presión laboral que hoy reina en las instituciones por causa de los
traslados inconsultos y los procesos disciplinarios? La situación es que el marco legal no garantiza que se
saque la propuesta sin la evaluación de desempeño, es más, podría pasar la propuesta de Estatuto sin
evaluación en la Comisión Tripartita y hasta en el Congreso, pero la Corte Constitucional la tumbaría.

6. Como producto del paro de este año se plantean una serie de reformas a los decretos emanados en el 2016:
501 sobre jornada única, 490 sobre estructura del empleo, 915 sobre ingreso a la carrera docente. Todas
estas normas tienen que ver con la carrera docente, lo cual atañe al debate de Estatuto Docente, por lo
tanto, ¿estas mesas deben trabajar en función de construir insumos para el Estatuto único o esos decretos
deben ser derogados para avanzar en una negociación integral del estatuto único?
7. En cuanto a los etnoeducadores indígenas y afrodescendientes se les debe garantizar el respeto a su cultura
y sus proyectos de educaciones propias. Lo que se debe plasmar en el Nuevo Estatuto Docente es un perfil
del etnoeducador en correspondencia con sus comunidades, pero las condiciones laborales y de vinculación
a la carrera docente deben ser las mismas que para el conjunto de docentes del sector público.
8. Los docentes del sector privado deben regirse por el escalafón docente del Nuevo Estatuto y se debe exigir
su reconocimiento en los colegios privados.
9. A los docentes provisionales se les debe permitir avanzar en el escalafón docente, mantener la continuidad
mientras existan plazas para ser reubicados y no deben perder el grado en el escalafón en caso de ser
desvinculados.
10. Si se acuerda un nuevo Estatuto de la Profesión Docente se tendrían que derogar los actuales, es decir, que
se acabaría el 2277. ¿Esto pondría en riesgo el régimen especial, en particular la compatibilidad entre
salario y pensión? Se tendría que sopesar el garantizar un salario profesional que sea base de liquidación
pensional con el mantenimiento de las condiciones prestacionales de estos docentes.
11. En relación al régimen disciplinario, se deben delimitar claramente las funciones de los docentes y directivos
docentes, en lo cual juega un papel clave la comisión designada entre FECODE y el MEN para reformar la
Resolución 15683 de 2016, que debe recoger los insumos que brindemos desde las regiones y los colectivos
docentes en torno a los cambios del Manual de Funciones, Competencias y Requisitos. Somos partidarios
de que más que un régimen disciplinario especial para el magisterio, debemos es acoger un Código de Ética
en el Nuevo Estatuto, que enaltezca nuestra labor como educadores del pueblo. Esto implica que, si hay
reformas por hacer a la Ley 734 de 2002, Código Disciplinario Único, se discutan y se planteen con el
conjunto de los trabajadores estatales.
12. En medio de las luchas del magisterio se han avanzado en una serie de reivindicaciones que deben ser
incorporadas en el proyecto de Estatuto, entre ellas: el reconocimiento de la vacancia temporal sin solución
de continuidad, que nos permite mantener los derechos de carrera en caso de participar en nueva
convocatoria de concurso docente; reconocimiento de títulos antes de la inscripción o actualización en el
escalafón; el reconocimiento del tiempo de periodo de prueba para el primer ascenso o nivelación salarial; el
reconocimiento de la licencia remunerada por grave calamidad doméstica.

Unificar al magisterio en torno a esta bandera significa poder garantizar estabilidad, salario profesional,
mejoramiento en las condiciones laborales. Nadie se va a movilizar con el riesgo de la flexibilización. Además,
porque mientras no se asegure una educación pública financiada y administrada completamente por el Estado,
muchos aspectos planteados en la propuesta no se podrán garantizar. Por tal razón, es prioritario avanzar en la
lucha por una reforma estructural constitucional de los artículos 356 y 357, para lograr los recursos necesarios
para la educación, la salud, el agua potable y el saneamiento básico.

Ante esto hay quienes de manera superflua plantean que la salida es “deróguese el 1278 y todos al 2277”, esto
es típico de quienes les gusta hablar mucho pero no dar la lucha en la práctica, pues en realidad no se da un
camino para lograr esto, ya que en el marco legal actual del país es imposible y es una forma de perpetuar una
lucha sin ninguna salida concreta.

Hoy necesitamos abrir un debate sobre lo que realmente está dispuesto a luchar el magisterio. Como punto de
partida nos une la defensa de la educación pública y del Fondo de Prestaciones del Magisterio. El debate está
en el estatuto de la profesión docente. A los del 1278 nos apremia avanzar en esta lucha, pero no podemos
sacrificar a los compañeros del 2277 con la incertidumbre de la flexibilización laboral.

Teniendo en cuenta lo analizado, consideramos que la táctica a seguir en la conquista del Nuevo Estatuto de la
Profesión Docente es:
- Sanción de los ejes centrales del proyecto de Estatuto Único en la Asamblea General Federal, y el
documento final deberá ser sancionado en una Junta Nacional a más tardar en diciembre del presente
año.
- Centrar en la argumentación sólida de las propuestas, con toda la asesoría requerida, y en la
movilización permanente del magisterio. Se deben propiciar los espacios para vincular a todos los
sectores en la construcción de esta propuesta, en especial a las comunidades indígenas y
afrodescendientes.
- Concertar el proyecto de Nuevo Estatuto en la comisión tripartita, o en su defecto, bipartita (Fecode y
Gobierno Nacional) hasta el primer semestre de 2018.
- Facultades extraordinarias al presidente para la sanción del Nuevo Estatuto.
- Plantear un periodo de transición, que puede ser entre 5 y 10 años, para que los docentes del 2277
definan si se acogen al Nuevo Estatuto que se sancione, lo que en la práctica implica que el Decreto
Ley 2277 no se deroga inmediatamente se promulgue el Nuevo Estatuto, sino cuando se culmine el
tiempo de transición.

Coordinación Nacional NUEVOS MAESTROS POR LA EDUCACIÓN


Blog: http://movimientonuevosmaestros.blogspot.com.co/
marthaalfonso.adida@gmail.com

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