La importancia de la estimulación temprana

La estimulación temprana es de suma importancia, ya que busca favorecer el desarrollo de las

habilidades y destrezas de todos los movimientos y reacciones naturales, al igual por medio
de esta es posible la prevención, detección de problemas motrices y de aprendizaje, todo esto
con el fin de impulsar el desarrollo del niño.

Busca estimular las habilidades del niño, para que obtenga beneficios como lo son: hablar
más temprano, caminar con mayor seguridad, desarrollan habilidades cognitivas necesarias
para la formación académica y alcanzar una correcta interacción social. Cuando un bebé
nace, tiene millones de habilidades que pueden ser estimuladas durante su proceso de
maduración, ya que ellas son más receptivas y permiten, con mayor facilidad, el aprendizaje
temprano del niño.

Es de vital importancia la estimulación temprana ya que que se considera un requerimiento

básico y fundamental para el óptimo desarrollo no sólo del cerebro o de funciones
neurológicas del bebé, sino también motrices, cognitivas, lingüísticas y sociales (procesos
superiores) ya que potencia sus funciones cerebrales para así abarcar las demás áreas del
cuerpo humano.
El cerebro necesita de constante información, sobre todo durante los primeros tres años, para
así lograr su desarrollo. Su crecimiento depende de la cantidad, tipo y calidad de estímulos
que recibe; las capacidades no se adquieren sólo con el paso del tiempo, necesitan de
experiencias que el cerebro va obteniendo conforme a la interacción que el otro le va
otorgando (familia). Sin embargo es necesario saber qué clase de estimulaciones son las
correctas para darle el máximo de la información necesaria al cerebro.

El recién nacido necesita recibir de los estímulos correctos a diario, desde el momento de su
nacimiento. Si recibe estímulos inapropiado, poco efectivos o insuficientes para su máximo
potencial, el cerebro no desarrollará adecuadamente sus capacidades al ritmo y con la calidad
que cabría esperar. Por otro lado, una estimulación temprana, abundante, periódica y de
buena calidad nos garantiza un ritmo adecuado en el proceso de adquisición de distintas
funciones cerebrales. Las deficiencias o falta de estimulación en el primer año de vida del
bebé pueden tener consecuencias en el desarrollo óptimo de sus habilidades motoras,
cognitivas, lingüísticas y sociales.
Una de las razones por la que La estimulación temprana en los niños es más eficaz es
porque su cerebro posee una mayor plasticidad cerebral. La plasticidad cerebral hace que se
establezcan conexiones entre las neuronas con más facilidad, rapidez y eficacia.

Es importante la estimulación temprana ya que es una especie de “requisito” para que el

cerebro se desarrolle correctamente ya que potencia las funciones cerebrales lingüísticas,
cognitivas, etc.
Nuestro cerebro requiere información que le ayude a desarrollarse. Su crecimiento depende
de la cantidad, tipo y calidad de estímulos que recibe y solo se llega a esto con una optima
estimulación.
Se necesita recibir distintos estímulos a diario, desde el momento de su nacimiento, ya que, si
se reciben estímulos pobres o con poca frecuencia, el cerebro no desarrolla adecuadamente.
Y, por otro lado, una estimulación temprana buena y frecuentes nos garantiza un ritmo
adecuado en el proceso de adquisición de distintas funciones cerebrales.
Su importancia radica en que en esta franja de edad se desarrollan y maduran habilidades
cognitivas, emocionales y físicas que resultan fundamentales para el correcto funcionamiento
biopsicosocial del menor, como son: el lenguaje, la memoria, la percepción, el sentido
espacial, la motricidad, el razonamiento… Podría decirse que a estas edades el Sistema
Nervioso Central es como una esponja cuyo ritmo de desarrollo es comparable, continuando
con la metáfora, con un fórmula 1.
Los expertos afirman que la estimulación temprana conlleva cambios que se ven favorecidos
por la intensa plasticidad neuronal ocurrida durante estas edades (0-6 años) y que su correcto
aprovechamiento supone convertirse en un adulto con cualidades cognitivas que benefician la
calidad de vida (ámbito académico, laboral, personal…), como dijo Albert Schweitzer:
“aprovechar el momento adecuado es la clave de la vida”.

Elaboró:
Barrios Hamilton Ana Rebeca

Pérez Vega Itzel

Servín Millán Mayra

Cuenca Berra Ricardo