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EVOLUCIÓN DE LA BALANZA COMERCIAL DURANTE LOS ÚLTIMO 10 AÑOS

EN EL PERÚ

Y POR QUÉ EL DEFICIT NO DEBE CONSIDERARSE UN PROBLEMA

La balanza comercial o también llamada balanza de mercancías, es el registro de las

exportaciones e importaciones de un país durante un período determinado. Su saldo se debe

determinar por la diferencia entre el valor de los bienes que un país vende al extranjero y los

que importa.

Las importaciones debemos considerarlas como aquellas compras que los ciudadanos, las

empresas o el gobierno de un país hacen, sean estos bienes y servicios, los cuales se producen

en otros países y por ende son traídos desde otros países al natal.

Las exportaciones se definen como aquellos bienes o servicios que se van a producir en el

país de origen, los cuales serán vendidos y posteriormente serán enviados a clientes de otros

países.

Como mencionamos párrafos anteriores, el saldo de la balanza comercial se debe calcular con

la diferencia que existe entre el total de las exportaciones menos el total de las importaciones

que se llevaran en el país.

Cuando la diferencia es positiva, se habla de que hay un superávit o excedente en la balanza

comercial y cuando la diferencia es negativa existe un déficit. Se puede decir que habrá un

déficit comercial cuando la cantidad de bienes y servicios que un país exporta es menor que la

cantidad de bienes que importa. Por el contrario un superávit comercial implica que la

cantidad de bienes y servicios que un país exporta es mayor a la cantidad de bienes que

importa.
En el ensayo actual realizaremos una profunda disertación sobre la evolución de la Balanza

Comercial que posee nuestro país, Perú, durante el periodo 2009 – 2019. En donde podremos

apreciar mediante cuadros estadísticos, los cuales contiene información que el Banco Central

de Reserva del Perú ha proporcionado detalladamente, que este ha tenido una temporada larga

de superávit, pasando luego, a contar con déficit, que por un par de años le costó levantar.

Asimismo daremos a conocer como el déficit que se genera en un país, no siempre debe ser

mirado como una perdida para este. Ya que, en nuestro Perú en alguna ocasión fue de gran

aporte, así como más adelante apreciaremos que en el país de Estados Unidos, el déficit

comercial ha sido uno los motivos principales, por el cual la economía de este es elevada.

Primero debemos ver la evolución del valor FOB de las exportaciones que se dan el periodo

2009 – 2019 en el Perú, el cual ha pasado de US$ 31 018 millones a US$ 47 688 millones, es

decir que en dicho lapso de tiempo, nuestras exportaciones han incrementado en un más de

US$10 millones, como vemos a continuación:

Perú: Exportaciones Totales 2009 - 2019


(Millones US$FOB)
50000

45000

40000

35000

30000

25000
2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019

Fuente: Banco Central de Reserva del Perú. Series Estadísticas: Cuadros Históricos Anuales
Elaborado por Luciana Llosa
Las importaciones de bienes alcanzaron en el año 2009 un valor FOB de US$ 21 011 millones

y para el año 2019 estas ascendieron a US$ 41 074 millones, es decir crecieron en dicho lapso

de tiempo, un poco menos que el doble, es decir US$ 20 063 millones, como a continuación

lo explicamos:

CONCLUSION

La balanza comercial, indicador del sector externo dado por la diferencia entre las

exportaciones e importaciones de bienes, ha tenido un comportamiento variado en los últimos

cinco años.

Así lo deja ver este gráfico publicado por el BCR, que muestra la evolución, entre los años

2013 y 2017, del dato acumulado (de los últimos doce meses) de este importante dato.

En él se aprecia que el saldo fuertemente positivo de US$ 6,400 millones obtenido a fines del

año 2012 se fue reduciendo con gran rapidez a lo largo del 2013, y a marzo del 2014 ya había

devenido negativo.
Esa situación, que se debió especialmente a la persistente caída de las exportaciones (y a que

las importaciones no dejaron de crecer hasta fines del 2014), sólo varió en septiembre del año

2016, cuando, tras dos años y medio de déficit, se volvió a obtener superávit comercial.

Y desde entonces la evolución ha ido viento en popa, como resultado de lo cual se acaba de

cerrar el 2017 con un superávit de US$ 6,300 millones, casi tan considerable como el

registrado al inicio del período que acabamos de considerar. Ese rally up comercial

está ocurriendo pese a que las importaciones se vienen incrementando, gracias a que las

exportaciones, afortunadamente, lo están haciendo a mayor velocidad.

Cae la balanza comercial de Perú

En 2019 Perú registró un superavit en su Balanza comercial de 4.850,7 millones de

euros, un 2,58% de su PIB, inferior al superávit alcanzado en 2018, de 4.916,1 millones

de euros 5.805,9 millones de dolares, el 2,59% del PIB. La variación de la Balanza

comercial se ha debido a un incremento de las exportaciones de Perú pero acompañado

de un incremento aún mayor de las importaciones

Si tomamos como referencia la balanza comercial con respecto al PIB, en 2019 Perú ha

ganado posiciones. Se ha movido del puesto 51 que ocupaba en 2017, hasta situarse en la

posición 47 de dicho ranking

Si miramos la evolución del saldo de la balanza comercial en Perú en los últimos años, el

superavit ha caído respecto a 2018 como ya hemos visto, aunque ha subido respecto a
2009, cuando el superavit fue de 3.691 millones de euros, que suponía un 0,88% de su

PIB.

En la parte inferior de la página puedes ver la tabla y el mapa de la balanza comercial

de Perú respecto a cada uno de los países con los que comercia. En color verde los países

con los que la balanza comercial es positiva para Perú, exportaciones con más valor que

las importaciones, y en rojo los países con los que la balanza es negativa, importaciones

procedentes de ese país mayores que las exportaciones de Perú al mismo.

En esta página te mostramos la evolución del saldo de la balanza comercial Perú, haz

clic en los siguientes links para ver la evolución de las importaciones y de las

exportaciones en Perú. Puede interesarte ver un listado con el saldo de la balanza

comercial de los 191 países que publicamos en balanza comercial y ver toda la

información económica de Perú en Economía de Perú.

DÉFICIT COMERCIAL NO ES SINÓNIMO DE PÉRDIDA

Por ComexPerú / Publicado en Noviembre 24, 2017 / Semanario 916 - Comercio Exterior


Está 100% demostrado que el libre mercado y la liberalización comercial son parte de la

receta correcta para sostener el crecimiento de las naciones. Esto es una verdad

irrefutable. Basta con ver la diferencia entre economías abiertas al comercio, como

Singapur, Hong Kong, Luxemburgo o Países Bajos, con otras que le rehuyen, como

Venezuela, Cuba, Brasil o Corea del Norte. No solo en términos de crecimiento

económico (pues las primeras crecen a tasas sostenidas de entre un 2% y un 5% anual,

mientras que las segundas se hunden en recesiones), sino también en términos de calidad

de vida y bienestar de la población.

Es importante mencionar que existen personas que creen erróneamente que el

intercambio comercial es bueno solo cuando nos permite incrementar nuestras

exportaciones al mundo, lo que no es del todo cierto. Que nuestras importaciones

también crezcan no tiene nada de malo. Por el contrario, las importaciones les permiten

a los ciudadanos acceder a mayores opciones de compra, una mayor gama de bienes que

en muchos casos no se producen en nuestro país (como celulares, televisores, máquinas,


etc.) o que son más baratos o de mejor calidad en el exterior. Y es que, al respecto, cabe

precisar que, para desilusión de algunos proteccionistas, el nivel de importaciones

funciona también como un termómetro para medir la competitividad de nuestras

industrias frente a las del resto del mundo.

En los últimos veinte años, el Perú ha tenido dos ciclos marcados con balanza comercial

negativa, entre 1993 y 2001, y entre 2013 y 2015. Periodos en los que, en promedio,

nuestro país creció un 2.3% y un 3.8%, respectivamente. Incluso, en el primer periodo,

acumulamos una balanza negativa de US$ 12,390 millones (nuestras importaciones

acumuladas excedieron a nuestras exportaciones acumuladas durante este periodo); sin

embargo, la inflación en nuestro país se redujo del 39.5% al 3.7%, el PBI se incrementó

de S/ 162,093 millones a S/ 223,580 millones, la tasa de desempleo se redujo del 9.9% al

9.3% (con valles paulatinos de hasta el 6.9%) y los ingresos tributarios del Gobierno

central casi se triplicaron. Asimismo, de acuerdo con cifras históricas del Banco Central

de Reserva del Perú, el año en que más creció nuestro país fue 1994, cuando alcanzamos

un dinamismo del 12.3% y una balanza comercial negativa de US$ 1,241 millones.

 
Así, por ejemplo, de acuerdo con cifras del Banco Mundial y del Centro de Comercio

Internacional, los países que mayor crecimiento han tenido en 2016, como Islandia,

India, Filipinas y República Dominicana (entre un 6% y un 7% anual), han presentado

ese mismo año una balanza comercial negativa. Incluso, la India fue el tercer país con

mayor balanza comercial negativa en el mundo.

Las importaciones no son malas

Nuestras importaciones se dividen, principalmente, en tres tipos: de bienes de capital,

bienes intermedios y para consumo. Los bienes de capital son usualmente activos

duraderos utilizados para la producción de otros bienes o la prestación de servicios.

Celulares, por ejemplo, o tractores de carretera que importamos por US$ 1,127 millones

y US$ 262 millones, respectivamente, en 2016. Los bienes intermedios son aquellos que

se usan como recursos para procesos productivos, como los aceites crudos de petróleo o

el maíz duro amarillo que importamos por US$ 1,633 millones y US$ 581 millones,

respectivamente. Por sus usos, ambos grupos miden, en buena parte, el dinamismo de la

industria nacional. Los bienes de consumo, por su parte, son aquellos que los usuarios

pueden comprar directamente para uso personal, como los autos y camionetas que

importamos por alrededor de US$ 1,490 millones.

Quizás algunos se pregunten por qué importar en vez de comprar productos nacionales.

Pues la respuesta es bastante simple. Porque algunos bienes no se producen en nuestro

país, otros son de mejor calidad en el extranjero o, por último, comprarlos fuera resulta

menos costoso para el consumidor. Y esto no tiene nada de malo en sí mismo. El


problema surge cuando, por la errónea decisión de intervenir en el libre comercio, los

países asumen una posición proteccionista y colocan aranceles o establecen barreras al

comercio que encarecen las importaciones para proteger la industria local.

Algo como lo que propone el presidente de los EE.UU., Donald Trump, y que se conoce

como “competitividad artificial”, pues encarece los productos extranjeros para que los

locales resulten relativamente menos costosos, en vez de incentivar a los productores

locales a mejorar sus procesos internos, sus operaciones y estrategias para competir en

el mercado nacional e internacional sin la ayudadita de “papá Estado”. Todo esto

basado en la idea equivocada de que tener una balanza comercial negativa es algo malo,

cuando, por ejemplo, se puede estar en déficit comercial con un país porque importamos

de él bienes de capital o intermedios que finalmente sirven para exportar a otro —con el

que tenemos un superávit comercial—. A esto se le llama encadenamiento productivo.

Debemos reconocer que cada país tiene fortalezas que aprovechar y debilidades que

mejorar, y es justamente allí donde radica el libre comercio. Basta ya con eso de “si

estamos en déficit, el país pierde”. Eso es una absurda mentira.

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