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La globalización y el conflicto armado colombiano, los dos frentes de

intervención internacional, Estados Unidos y Europa.

Leonardo Romero Olivera


Estados Unidos

En un escenario totalmente moderno, el diseño, la planificación y la


estrategia de militar para luchar contra alguna fuerza insurgente, se hace
cada día en herramienta fundamental en las distintas relaciones, sobre todo,
en el tema de suministración en ayuda logística y de inteligencia. En el caso
de Colombia, el conflicto que padece tiene en su inicio un carácter endógeno,
ya que los actores han desarrollado algunas formas de ayuda económica
propia.

Siempre en toda guerra, el territorio en que se desarrollado se convierte en


unos de los aspectos de la naturaleza del mismo, pues son las bases para el
sostenimiento, que están importante el control de una política regulación y
financiación por el externa.

Los actores involucrados en el conflicto armado colombiano, han llegado a


movilizarse desde el interior del país en la esferas política y de negociación
mundial, pero desde la llegada de Estados Unidos al dicho al confrontación,
y los precedentes de este país en otros conflicto, nos lleva a preguntarnos
¿Qué tanto afecta el conflicto armado colombiano a la “seguridad nacional”
de los Estados Unidos, siendo un conflicto interno de Colombia?

En general los movimientos insurgentes en América Latina, siempre


estuvieron y están en contra del modelo “imperialista” de Estados Unidos,
reivindicando el comunismo en contra de un Estado Democrático, en el caso
de Colombia la conformación de los grupos guerrillero obedeció a un
proyecto político por la reivindicación del campo y las desigualdades
sociales. Aun durante la guerra fría hacia los años ochenta, todavía estos
grupos no representaban amenaza pero si una notoria incidencia, se impartió
una posición frente ellos, la lucha contra el comunismo.

Según el análisis tomado de referente, se habla que el país también mostraba


unos índices de crecimiento económico y confiabilidad para los
inversionistas internacionales que para nada reflejan un país en guerra.1 En
este sentido el conflicto se concentraba en las áreas rurales. Desde los años
setenta los Estados Unidos empezó a concentrar su interés por la lucha
contra las drogas ilícitas y se pensó distante con el de la lucha armada.

Para esos mismo años la percepción de Estados Unidos cambia, se sostienen


la hipótesis de la “narcoguerrilla”, pues sin muchos resultados ya que no se
comprobaron, pero implica sus nexos indirectos, pero era una afirmación que
se encontraba fuera de la realidad; ya que a partir, que se descubrió que la
guerrilla también controlaban en negocio de la droga. Así inicia una guerra
contra las drogas y apoyo a la lucha contrainsurgente del Estado colombiano
contra las mismas, y eran percibidos como dos problemas distintos.

Pero esa posición generaría una serie de hechos que desde los Estados
Unidos, llevarían a implementar una política de seguridad, que la lógica
interna del conflicto, sea trasladado a la externa, siendo esta una de las
características de internacionalización de la guerra. ¿Bajo que criterio se da
esa categoría? No es extrañar que los intereses de los Estados Unidos sea

1 Rojas, Diana Marcela. Estados Unidos y la guerra en Colombia. En Instituto de Estudios Políticos y
Relaciones Internacionales (IEPRI). Nuestra Guerra sin nombre: Bogotá 2006. Editorial Norma. p. 40.
frenar el consumo de drogas, ya que los índices de consumo los presenta la
sociedad norteamericana.

En efecto muchas incidencias tanto políticas, como económicas llevaron a


Estados Unidos a tomar un giro hacia el conflicto, con más notoriedad con la
crisis de la presidencia de Samper, empañada con escándalos por corrupción
y financiación de dineros producto del narcotráfico, lo que perdió las alarmas
en Washington ante el posible control de los grupos insurgentes sobre la
política, ya que esta situación puso en peligro la estabilidad del hemisferio.

Con la intensificación de la producción, distribución y comercialización de la


cocaína hacia Estados Unidos, Colombia paso a convertirse en el mayor
productor y la guerrilla paso hacer parte de la lista de los carteles
narcotraficantes.

Ya hacia la segunda parte de la década de los años noventas la intensificación


del conflicto armado colombiano adquiere mucha importancia, ya que los
grupos insurgentes se disputaban el control por lo territorios de cultivos en
especial con los grupos paramilitares.

Con la puesta en marcha y el apoyo Estados Unidos se inicia el Plan


Colombia, una estrategia de ayuda económica y militar para combatir la
fuente de financiamiento de los grupos armados. Esta lucha antinarcóticos se
intensifica con operaciones militares, entrenamiento sofisticado de la fuerza
pública. Pues el ejercito colombiano se encontraba incapaz de manejar un
crisis tan aguda que había internacionalizado y representaba una amenaza
para la seguridad nacional de los Estados Unidos y la estabilidad de la
Región.
Pero este proceso tiene un giro transcendente después de los atentados del 11
de septiembre de 2001. La lucha antinarcóticos y la guerra contrainsurgente
quedan completamente fusionada y subsumidas en la “lucha global contre el
terrorismo”2

La percepción y la estrategia de Estados Unidos frente al conflicto armado


colombiano ha tenido altibajos y a traviesa por una profunda crisis, la
percepción obtenida del trabajo de Diana Rojas, permite aproximar la crisis
que presenta ahora el conflicto, por confundir es lucha contrainsurgente y
antinarcóticos con la del terrorismo mundial. Esto a impedido negociaciones
de paz, consensos entre parte, esta cooperación “política” a convertido en un
problema ya que el conflicto armado y el trafico de drogas se percibe como
una causa eficiente y mas inmediata de conflicto, existen razones como la
exclusión política, pobreza, desigualdad y crisis el campo, etc., son los
factores por las cuales se armaron estos grupos y que por razones de
financiamiento lograron establecer el negocio de droga.

El narcotráfico ha sido sumamente nocivo para el país tal como lo demuestra


la situación en la que se encuentra hoy; la lucha contra esta ha sido una
política de imposición del los Estados Unidos muy nociva, incapaz de
negociar de manera racional algunas puntos que con la fuerza no se pude
resolver, como la desfragmentación, de los mismo grupos y el problema del
medio ambiente con los cultivos y fumigaciones.

2 Rojas, Diana Marcela. Estados Unidos y la guerra en Colombia. En: Instituto de Estudios Políticos y
Relaciones Internacionales (IEPRI). Nuestra Guerra sin nombre: Bogotá 2006. Editorial Norma. p. 47.
Europa

Muy distinto la política de los Estados Unidos, no asumen el coste de la


guerra, su participación diplomática, se convertido en uno de los procesos de
negociaciones concertadas y negociadas. Pues por efectos coyunturales
catalogan la región como marginalidad política frente al proceso de
globalización para regular el control mundial.

La primera ayuda bilateral de Europa se por los años ochentas con la


importancia de adquirir un corresponsabilidad de la búsqueda de soluciones
concertadas entre las parte a través de acuerdo contemplados en el Programa
Especial de Cooperación, para apoyar económicamente el conflicto en
Colombia.

Los recursos no eran destinados para la confrontación, era para aplicación de


programas de ayuda a organizaciones no gubernamentales, que permitieran
diseñar proyectos y planes con el gobierno nacional en la ayuda humanitaria.
Pero el transcurso del tiempo estos acuerdos llegarían a tensiones muy
fuertes: por un lado el gobierno denunciaba acerca de la accesoria militar
brinda por algunos británicos a los grupos paramilitares, mientras desde
Europa se hicieron sentir las protestas por el asesinato de los lideres de la
Unión Patriótica y por violación de los derechos humanos.3

De ahí que, buena parte este situación se voy tensionada por la posición del
los países europeos frente al Plan Colombia, con los Estados Unidos. Muchos
puntos como el tema de la intervención y apoyo militar, le parecía a Europa
un error para buscar una salida negociada. En los que se centraron fue en tres

3 Ramírez, Socorro. Actores Europeos ante el conflicto colombiano. En: Instituto de Estudios Políticos y
Relaciones Internacionales (IEPRI). Nuestra Guerra sin nombre: Bogotá 2006. Editorial Norma. p. 76.
procesos de ayuda financiera en la promoción y la defensa de los derechos
humanos, la reducción de las diferencias económicas y el esfuerzo
internacional.

Con estos antecedentes se tomaron los criterios de apoyo al proceso de paz


(adelantado por el gobierno de Andrés Pastrana) y la solución negociada; el
reconocimiento de la sociedad civil y las comunidades locales como actores
fundamentales; el aporte financiero a proyectos; la no intervención de los
grupos armados; la neutralidad y transparencia en todos los programas; el
estricto respeto al estado de derecho, los derechos humanos y el derecho
internacional humanitario; la búsqueda de redistribución de la riqueza, la
protección de la biodiversidad y del medio ambiente, y la inserción de los
proyectos en el contexto internacional de lucha contra la producción y tráfico
de drogas, en la concertación y cooperación regional al respecto.4

Esta posición frente a los recursos dispuestos por Europa se convirtió en la


piedra angular del proceso, además estos acuerdos buscan velar por la crisis
humanitaria.

Ha resultado muy positivo y necesario que la ONU y Unión Europea


persistan en su posición de la búsqueda de una salida política negociada al
conflicto y que el Representante Especial del Secretario General de Naciones
Unidas para Colombia continúe su labor de exploración y facilitación para el
acercamiento entre las partes. Pero también es necesario que mientras se
inicia la negociación, se amplíe el apoyo a los esfuerzos que muchas
comunidades, movimientos sociales y gobiernos municipales o
departamentales están realizando por la democratización de la sociedad, de
sus instituciones públicas y los sistemas productivos. Este trabajo es

4 Ramírez, Socorro. Actores Europeos ante el conflicto colombiano. En: Instituto de Estudios Políticos y

Relaciones Internacionales (IEPRI). Nuestra Guerra sin nombre: Bogotá 2006. Editorial Norma. p. 86
indispensable para que se presione la negociación, y cuando esta llegue, sea
más incluyente, tenga un mayor margen de independencia frente a los
Estados Unidos, y con todo ello, no vaya a ser sólo un nuevo giro pendular
del dilema: o guerra total o negociación.

La mejor contribución que la Unión Europea puede hacer en este momento a


la América Latina, a su economía, sus relaciones exteriores, su seguridad, y
también a los temas de la superación del narcotráfico y el conflicto armado
colombiano, es el cumplimiento de su compromiso de abrirle sus mercados
agrícolas. Este compromiso “es uno de los fundamentos de la declaración de
Doha de noviembre de 2001, y de los acuerdos de asociación ofrecidos por la
Unión Europea a MERCOSUR, los países centroamericanos y andinos”5

Esta participación es una dinámica importante para el desarrollo de


beneficios concernientes a apoyo en programas sociales y desde el contexto
son formas de globalización que los procesos diplomáticos y cooperación
para resolver los conflictos.

La experiencia de Europa frente a la guerra hace tomar una decisión muy


equilibrio entre ayuda a la confrontación y la salida negociada pues esa es la
esperanza para quienes han sufrido los estragos de guerra nos dan elementos
para pensar en justicia y reparación de la victimas y una anhelada salida a
esta guerra fraticida.

5 Ver José Antonio Sanahuja Paz, democracia y desarrollo en las relaciones UE-América Latina: el
caso de Colombia, en la revista Papeles de cuestiones Internacionales, Nº 83, otoño 2003,
Madrid. Y Socios distantes: la difícil relación entre la UE y América Latina, en El Pulso de
América Latina, Fundación SIP, Zaragoza, 2004.

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