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DISCIPLINAS LITERARIAS
I. DEFINICIÓN DE LITERATURA
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Utilización de un lenguaje sistemático y autosuficiente (autotélico): esta
o
nota ha llegado hasta hoy (función poética, de Jakobson), a partir del
romanticismo alemán, simbolistas, formalistas… Todorov dice que el
lenguaje literario no es el único sistemático…
• Funcional: es la que tiene en cuenta la integración de la literatura en un
sistema más amplio (el de la sociedad, por ejemplo). Esta es la noción que
Todorov parece admitir: sería literatura lo que funciona como tal.
Como resumen de este apartado, podrían asimilarse las teorías estructurales a
planteamientos intrínsecos y las funcionales a los extrínsecos.
3. DEFINICIONES ESTRUCTURALES
Wellek y Warren (1949) aúnan en su concepción de la literatura las dos notas
estructuralistas:
• Lenguaje autotélico (literario, distinto de los otros usos): “los recursos del lenguaje
se explotan en él mucho más deliberada y sistemáticamente”.
• Obra de ficción: “El núcleo central del arte literario ha de buscarse en los géneros
tradicionales de la lírica, épica y drama, en todos los cuales se remite a un mundo de
fantasía, de ficción”.
También Aguiar e Silva sintetiza en su definición estas dos características, lenguaje
autotélico, opaco y creación de un mundo ficticio: “Serán obras literarias aquellas en que el
mensaje crea imaginariamente su propia realidad, en que la palabra da vida a un universo de ficción”.
Ambas concepciones coinciden con la de Aristóteles cuando, en su Poética, habla
del arte del poeta como “arte que imita sólo con el lenguaje, en prosa o verso” (1447b). La
caracterización aristotélica es una definición estructural, por cuanto se fija en
aspectos inmanentes de la obra.
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• Todo el mundo goza con la imitación: es una actividad placentera, el
aprender agrada, al reconocer algo que se conoce de antes.
Los géneros provienen del carácter de los poetas: los más graves imitan las
acciones más nobles y los más vulgares imitan las de los hombres inferiores
(1448b24).
En la imitación (mímesis) están implicados dos aspectos que vemos a
continuación: la verosimilitud (to eikós) y la fábula (míthos).
Verosimilitud
¿Es la imitación artística, poética, un reflejo fiel de la realidad? No: “…la poesía dice
más lo general, y la historia, lo particular. Es general a qué tipo de hombres les ocurre decir o
hacer tales o cuales cosas verosímil o necesariamente, que es a lo que tiende la poesía… y
particular, qué hizo o qué le sucedió a Alcibiades.” (1451a,b)
Es decir, se trata de un realismo que generaliza, siempre controlado
racionalmente por la verosimilitud o necesidad racional. Si hay conflicto entre la
razón (verosimilitud) y la realidad, Aristóteles se pone de parte de la opinión
común, es decir, de la razón: “Se debe preferir lo imposible verosímil a lo posible increíble”
(1460a).
Pero es posible que ocurra algo que pensamos imposible. Ese es el margen que
la verosimilitud deja para las cosas inverosímiles. Una lógica especial es
reconocida para la poesía, basada en lo convincente, verosímil, no contradictorio
y necesario. Si se dan estas condiciones, no importa que en la poesía haya algo
imposible: es posible que el poeta pinte las cosas tal y como deberían ser.
Incluso se puede encontrar una explicación en el contexto.
El conflicto arte-realidad se resuelve:
• Por la norma especial del arte: pintar las cosas como deberían ser.
• Por la opinión común, por la razón: la verosimilitud.
• Por el contexto.
Sólo si no hay una razón, una necesidad de recurrir a algo irracional, se rechaza
lo imposible. La razón lo justifica todo: se trata de encontrar una explicación, una
interpretación racional de todo.
Fábula
El tipo de imitación de la acción humana, especial del arte poético, se configura
en lo que Aristóteles llama fábula: “…fábula es la composición de los hechos” (1450a).
Es esta composición de los hechos la que da toda la fuerza a la tragedia, al
margen del espectáculo y de la música: el aspecto literario del teatro funciona
igual con la simple lectura. Lo literario está en el argumento.
Resumiendo:
• Todo arte es imitación.
• El arte poético (literario) se distingue por:
o El medio que emplea: el lenguaje.
o Sus leyes de verosimilitud: realismo racional, no fotográfico.
o La fábula (argumento): la disposición y entramado de los hechos
imitados.
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europeos, constituyendo lo que puede llamarse teoría clasicista, dominante hasta
finales del siglo XVIII. Vemos ejemplos tomados de la teoría literaria española.
Ignacio de Luzán
Autor del mejor manual de poética clasicista, La Poética (1737 y 1789). ¿Dónde
sitúa él la especificidad de la imitación literaria? Su definición de poesía es: “…
imitación de la naturaleza en lo universal o en lo particular, hecha con versos, para utilidad o para
deleite de los hombres, o para uno y otro juntamente”.
En cuanto a imitación, distingue entre:
• Universal (o fantástica): cuando se imitan las cosas “según la idea u
opinión de los hombres”.
• Particular (o icástica): cuando se imitan “como ellas son en sí”.
La imitación es algo natural en el hombre y le produce placer, con independencia
de la calidad del objeto imitado. (Tomado de Aristóteles 1448b10)
Además de la distinción anterior, también distingue (siguiendo a Monsignani)
entre invención (acciones humanas) y evidencia o enargía (cosas de la
naturaleza o del arte).
Verosimilitud
Para Pinciano: “…el que no hace acción verosímil, a nadie imita”.
Pero es Luzán quien presenta más razonadamente toda la teoría acerca de la
verosimilitud.
¿Cuál es el fundamento de la verosimilitud?: La opinión común. “…todo lo que es
conforme a nuestras opiniones (erradas o verdaderas) es para nosotros verosímil, y todo lo que
repugna a las opiniones que de las cosas hemos concebido es inverosímil. Será pues verosímil
todo lo que es creíble, siendo creíble todo lo que es conforme a nuestras opiniones.”
Además diferencia dos clases de verosimilitud:
• Noble: todo lo que es verosímil para los doctos lo es para el vulgo.
• Popular: no todo lo que es verosímil para el vulgo lo es para los doctos.
¿Problema de la relación entre verosimilitud y verdad? Es decir, la cuestión de “si
lo imposible es creíble y si la verdad es a veces inverosímil e increíble”. Su
razonamiento es impecable: si la verdad y la posibilidad dependen de nuestra
opinión, no ha lugar a que una cosa sea verosímil y nosotros la tengamos por
falsa, ni inverosímil y nosotros la tengamos por verdadera: “…la posibilidad o
imposibilidad, la verdad o la falsedad de una cosa, pende del ser y naturaleza de la misma cosa,
pero su verosimilitud o inverosimilitud, su credibilidad o incredibilidad, pende de nuestra opinión”.
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Por lo tanto, la verdad literaria se basa única y exclusivamente en la opinión
común.
4. DEFINICIONES FUNCIONALES
Nos referimos aquí a las definiciones de la literatura que la caracterizan en relación
con algo exterior a ella misma o la ven como algo que tiene un origen determinable y
unas posibilidades de cambio de acuerdo con factores que condicionan su ser de
forma externa.
Las definiciones funcionales son muy numerosas y se basan en lo que la literatura
debe hacer.
Ejemplo clásico es el de los teóricos que se inspiran en el marxismo: la especificidad
de la literatura hay que entenderla en el contexto general del marxismo, que es:
• Una filosofía: materialismo dialéctico.
• Una teoría de la historia: materialismo histórico.
Según Lukács (1961), en esta línea funcional marxista, la literatura:
• En su desarrollo temporal: forma parte del materialismo histórico.
• Como forma de apropiación del mundo, como forma de conocimiento: es una
aplicación del materialismo dialéctico.
Las definiciones funcionales adoptan una actitud relativista con respecto a aislar
unas propiedades que definan en sí a la literatura. Terry Eagleton (1983) manifiesta
un relativismo radical al preconizar la disolución de la literatura dentro de un campo
más amplio de “prácticas discursivas”.
Stanley Fish ( 1980) también pone de manifiesto el relativismo de las definiciones
funcionales cuando se hace depender la significación y existencia de la literatura de
ciertas “comunidades interpretativas” que son quienes deciden sobre lo literario.
También son funcionales las definiciones que se inspiran en la teoría de los actos de
lenguaje (Domínguez Caparrós, 1981), que se verá más adelante.
5. DEFINICIONES SEMIÓTICAS
Es una “tercera vía” de definiciones, que insisten en las dos orientaciones
(estructural y funcional) integrando los aspectos que estas destacan en una
concepción del hecho literario como comunicación.
La literatura es un lenguaje artístico, es un lenguaje propio del tipo de comunicación
especial que es el arte. Propiedades textuales y pragmáticas se integrarán en la
descripción intrínseca del hecho comunicativo que es la literatura.
Actualmente se opina que ni función poética ni desvío lingüístico ni otra explicación
inmanentista deben ser confundidos con literariedad.
Las peculiaridades lingüísticas (que existen, si bien no son exclusivas del texto
literario) se explican como dependientes de un contexto de comunicación y no como
“portadoras de la esencia literaria”.
• Con anterioridad: literatura como conjunto de propiedades lingüísticas y
hechos de estilo exclusivos.
• Hoy: literatura como hecho comunicativo, de funcionamiento social de los
signos, es decir, como hecho semiológico (Mukarovský, Lotman):
funcionamiento, registro, uso lingüístico marcado socialmente.
Lázaro Carreter, en su conferencia ¿Qué es la literatura? (1976) transmitía la idea
de que la literatura debe ser considerada como mensaje, dentro de un acto de
comunicación en el que los factores de la misma tienen una peculiaridad, en función
de la situación especial de dicha comunicación:
• El emisor: cifra su mensaje en ausencia de necesidades prácticas inmediatas.
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• El receptor: tampoco es solicitado por una obligación práctica y no puede
prolongar el intercambio comunicativo.
• El contexto: no es necesariamente compartido por autor y receptor. La obra
conlleva su propio contexto.
A pesar de lo difícil que es determinar las fronteras entre lo que es arte y lo que no lo
es, la definición de la literatura en términos semióticos parece que ofrece una
explicación aceptable de la forma en que lo variable puede integrarse en esa forma
cultural que llamamos literatura. Aunque la literatura cambie de una época a otra, de
una sociedad a otra, en su descripción debe integrar elementos textuales y
extratextuales como caracterizadores del tipo de comunicación artística en que
consiste.
Apuntes de clase: Además de los aspectos estructurales y de los de funcionamiento, hay en la
literatura aspectos pragmáticos: un texto puede no ser considerado literatura en un momento (por
ejemplo, cuando se escribe un diario) y serlo mucho tiempo después (cuando se da a conocer).
Para que sea literario, es necesario que tenga unos elementos mínimos, unos recursos
fundamentales, pero no es necesario que se trate de ficción. ¿De qué recursos hablamos? Por
ejemplo, de la función poética (Jakobson), es decir que la propia forma llame la atención sobre sí
misma, con independencia del mensaje. ¿Qué recursos utilizará esta función poética? Las figuras
retóricas, que ya se trataban en la elocuencia (parte de la Retórica).
Esos recursos son uno de los elementos, de los resortes necesarios, pero no bastan, no explican
la caracterización literaria por sí mismos.
1. IGNACIO DE LUZÁN
En cuanto a la finalidad del arte literario, sigue la tradición: “…para utilidad o para deleite
de los hombres o para uno y otro junto, porque éstos son los tres fines que puede tener un poeta.”
La utilidad estaría en que la poesía “endulza la medicina” ayudando a la instrucción
en cualquier tipo de materia: política, milicia, economía.
El deleite procede de:
• La belleza poética: fundamentada en la variedad, unidad, regularidad, orden y
proporción.
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• La dulzura poética: se funda en “la moción de afectos” que genera. A ella
contribuye el uso y mezcla de figuras retóricas.
Aguiar e Silva diferencia dos teorías sobre la funcionalidad y naturaleza de la
literatura:
• Teoría formal: literatura como dominio autónomo, regido por normas y
objetivos propios. Concepto muy objetado: ¿puede el arte por el arte ser
ajeno a la ideología? Dubois (1978) dice que no: la ideología siempre está
presente en el texto literario, por tanto, no cabe una función en la literatura
que no sea de orden moral.
• Teoría moral: literatura como práctica que debe integrarse en la actividad total
del hombre.
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• Connaturalidad de la imitación en el hombre: como medio de adquirir
conocimientos.
• Placer que se deriva de todo acto de imitación: agrada repetir la
experiencia de lo conocido.
• Efecto catártico de la tragedia.
¿Qué es la catarsis? Es el efecto psicológico de la tragedia, la “purgación de
ciertas afecciones”.
Si Platón había establecido una relación entre el arte mimético y las pasiones,
Aristóteles sólo menciona esta relación en el caso de la catarsis (purgación), en
la definición de tragedia (Política).
Esta virtud catártica “se contrapone a la acusación platónica de inmoralidad y se
deriva de la potencia tranquilizadora del intelecto” (Della Volpe, 1971). Umberto
Eco (2002) habla de dos maneras de entender la catarsis aristotélica:
• Identificación con las pasiones de los personajes (estética dionisíaca).
• Distanciamiento de una mirada fría (estética apolínea).
Es importante el razonamiento de Della Volpe en cuanto a la racionalidad de la
catarsis: la catarsis deriva de la fábula (del argumento) y esta se rige por la
verosimilitud. Por lo tanto, la purgación está por encima del espectáculo, es una
propiedad textual, literaria.
4. CONCLUSIÓN
Al hablar de la función de la literatura se tiende a incluir factores exteriores, no
solamente intrínsecos:
• Las funciones en torno a lo agradable: se relacionan con la psicología.
• Las funciones en torno a lo útil: relacionan literatura y sociedad.
• La función autónoma: importa a la estética y tiene que ver con el problema de
la literatura y las demás artes.
En el capítulo siguiente se aborda el tema de la relación de la literatura con las
demás artes.