Sie sind auf Seite 1von 2

Conspiraciones: de Valladolid a Querétaro1

En 1809 en la ciudad de Valladolid, hoy Morelia, se reunieron un grupo de militares,


clérigos y hombres de letras, en su gran mayoría de origen criollo, con el propósito
de impulsar un cambio en Nueva España y destituir a las autoridades españolas-
europeas.

Las reuniones se disfrazaban de veladas en las que se leían y actuaban obras


literarias o se escuchaba música, una práctica común entre la sociedad letrada de
la época.

En estas reuniones se planeaba, con el mayor sigilo, un levantamiento armado que


crearía en Valladolid una Junta o Congreso que gobernara en nombre de Fernando
VII “en caso de que la península sucumbiera bajo las armas de Napoleón”.

El misterio detrás de estas reuniones, se debía al temor que infundían las medidas
represivas de las autoridades virreinales. No hacía mucho de la muerte de
Talamantes y Primo de Verdad, y del exilio de Iturrigaray. Pero la captura de los
conspiradores vallisoletanos no desanimó a los cada vez más decididos
novohispanos de las capas medias de la sociedad.

En Querétaro, el corregidor Miguel Domínguez quien había promovido y suscrito


una Representación contra la Consolidación de vales reales; su esposa Josefa
Ortiz, el comerciante Epigmenio González Flores y los oficiales Ignacio Allende,
Juan Aldama y Pedro Antonio Septién, a los que se sumó el cura de Dolores, Miguel
Hidalgo y Costilla, no solo mantuvieron reuniones para discutir ideas, también
acopiaron y fabricaron armas, y convocaron a militares, artesanos y otros
interesados en adherirse a la causa.

En septiembre de 1810, tenían armado ya un plan que pretendía formar una Junta
de Gobierno integrada por “regidores, abogados, eclesiásticos y demás clases, con
algunos españoles rancios” designados por los cabildos: que gobernaría en
sustitución del virrey.

1
Notas de Graciela Fabián, proyectos históricos, INEHRM.

Página 1 de 2
Sin embargo, el 13 de ese mes, sus planes fueron descubiertos y, ante el temor de
ser arrestados, Ignacio Allende, Juan Aldama y el cura de Dolores, Miguel Hidalgo
y Costilla, decidieron levantarse en armas de inmediato…

Ante estos hechos, la Inquisición novohispana promulgó en septiembre de 1810, un


edicto que prohibía la lectura de escritos que influyeran o apoyaran el desacato ante
las legítimas autoridades.

Página 2 de 2

Das könnte Ihnen auch gefallen