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Borges sería uno de los autores hispanos sobre el que más se ha escrito. Ya en
vida, fue reconocido, primero en Argentina, donde aún es un personaje polémico,
después en el resto de Hispanoamérica, y, muy tardíamente, a partir de los años 60, es
descubierto en Occidente (Francia. EEUU).
Comenzó a ser considerado un clásico en vida, y fue uno de los conceptos que él mismo
cuestionó, en lo que de un clásico tiene la monumentalización, instrumentalización, de
lo cual él desconfía.
A lo largo de su vida, exclusiva y dedicada a la literatura, dejó una extensa y
densa obra.
Su corpus incluye lírica, narrativa breve (nunca novela), y ensayo. Junto con esto, el
resto de la producción borgeana son textos más difíciles de clasificar genéricamente
Más allá de esto, todas estas piezas remiten a un mundo bastante establecido, remitiendo
al mundo borgeano. Ese mundo giró en torno a lo que él mismo llamó “sus hábitos”, sus
costumbres, sus temas preferidos. Entre esos temas están los metafísicos, o como el
llama “perplejidades”, que giran en torno al universo, el tiempo, el destino, la identidad
personal. Otros temas son los libros, es un escritor libresco, en el mejor sentido. Toda la
literatura parte del mito de la Biblioteca, del libro. Otra cuestión o tema muy importante
es la identidad argentina, y, especialmente, Buenos Aires, a la que él contribuyó para
mitificar.
Más allá de los temas, lo que lo define es su actitud para enfrentarse a estos
temas, y es el cuestionamiento, la interrogación continua. Se enfrenta a la doxa (es un
paradojista continuo).
Borges es muy ambiguo, y, tal vez, es más acertado considerarlo como un juego
trascendente (juega con la filosofía, las creencias, la tradición; pero, a su vez, busca
respuestas a lo que afecta al hombre contemporáneo).
Borges trata de desestabilizar al lector, en el sentido de quitar al lector sus certezas, que
cuestione sus seguridades más básicas, y por tanto, activarlo (hacerle imaginar, pensar,
lanzarlo a la búsqueda, etc.).
1. FAMILIA E INFANCIA.
Nace en el barrio bonaerense de clase media de Palermo, el cual aparece un tanto
mitificado en su literatura.
Su padre, Jorge Guillermo Borges Haslam (de origen inglés) era abogado pero dedicado
a la enseñanza de lenguas modernas, y escritor aficionado; su madre, Leonor Acevedo
Suárez, un personaje muy decisivo en su vida.
Tanto por la rama materna, como la paterna, su familia tiene orígenes patricios, tanto de
las armas como de las letras de la historia argentina.
Él dedica páginas de su autobiografía a ese asunto de sus antepasados. (Coronel
Francisco Borges).
En algún cuento pueden aparecer estos. Ese conflicto de las armas y las letras también
está presente en su literatura.
Su vocación por el mundo épico, su atracción por la violencia, en él no se desarrolla por
sus problemas de ceguera, pero a él le queda esa nostalgia por este mundo.
En el cuento El Sur se resume todo esto.
En el ensayo autobiográfico habla de la Biblioteca de su padre. En Borges, los
libros y a biblioteca llegan a ser algo mítico, simbólicamente, su vida gira en torno a la
literatura y la biblioteca.
No solo la biblioteca tiene connotaciones positivas, también puede ser un infierno para
él.
Cita unas lecturas juveniles que mitifican su propia carrera de escritor:
- Lecturas inglesas, norteamericanas: Vivía en un ambiente bilingüe. Su abuela paterna
es inglesa, y considera el inglés una lengua de cultura, frente al español, que es una
lengua cotidiana. Aquí están E. A Poe, R. L Stevenson, o H. G Wells.
- En la literatura española, con la que tuvo una relación conflictiva, y lo único que salva
es El Quijote.
- La tradición argentina, atando a dos grandes clásicos contrarios de la literatura
decimocanónica, Martín Fierro y Facundo.
- Las mitologías, las literaturas universales, que se hunden en el mito, la mitología
grecolatina con Las mil y una noches.
Tras todo esto, habla de un destino literario.
Aquí también se presenta de una forma contraria a los “escritores malditos”. Él no
luchaba, al contrario que Neruda, en Confieso que he vivido, que lucha con su padre,
quien no comprende la poesía.
La cuestión del valor el coraje, el orgullo, se presenta en sus obras, tal vez, porque
de niño era frágil, y su experiencia en el colegio no fue buena.
Cita Adrogué, dónde veraneaba la familia de Borges, y este escenario se cita en varios
cuentos.
A los diez años lo llevan a conocer La Pampa (1909), y va diciendo cómo él ha llegado
a las cosas después de pasar por los libros. Así, sus lecturas les decepcionaron tras esta
visita.
2. EUROPA:
En 1914 el padre de Borges adelanta su jubilación porque se está quedando ciego,
y se marchan a Europa para ir a ver allí a un médico y para emprender un tour.
Su familia llega a Europa en un momento poco adecuado, en plena Guerra Mundial, y
autoironiza esto en su autobiografía, y es por lo que se tienen que quedar en Suiza
varios años (1914-1918).
Continúa su educación, estudia francés y alemán, y descubre algunas de sus ya
admiraciones, como el filósofo Schopenhauer, descubre también a los primeros
vanguardistas, los expresionistas alemanes, y otra admiración, que será el gran poeta
americano Whitman, a quien incluso traduce, pero nunca acierta en traducirlo porque es
un tipo de poeta muy diferente a Borges.
Cuando termina la Guerra Mundial, se trasladan a España (1918-1921),
fundamentalmente en Mallorca, Sevilla y Madrid.
La familia Borges veía España como un lugar exótico, aunque intelectualmente, Borges
no esperaba aquí nada.La sorpresa es que aquí es donde comienza su vida literaria.
En esta etapa entra en contacto con jóvenes que se reúnen en torno al primer
movimiento de Vanguardia, el ultraísmo (cuyos precursores eran Juan Ramón Jiménez,
Gómez de la Serna y Huidobro). Se relaciona, sobre todo, con Guillermo de Torres.
Borges, aunque es muy irónico en su madurez, empezando por sí mismo, siempre
mantendrá el respeto y admiración por un maestro literario, que es Rafael Cansinos
Assens, sevillano afincado en Madrid, donde tenía su tertulia literaria, un extraño para la
época, y políglota. Dice que lo que aprendió él, primordialmente, fue el placer hacia la
conversación literaria.
Borges publica sus primeros poemas en revistas ultraístas españolas Grecia y
Ultra.
Gesta maximalista
En este momento, también el concibe el proyecto de publicar el libro Los ritmos
rojos, alrededor de veinte poemas en verso libre.
3. BUENOS AIRES.
En 1921, Borges y su familia vuelven a Buenos Aires, es el retorno y el
redescubrimiento de su ciudad.
Cuando regresa, se convierte en el héroe, y traidor de la vanguardia.
Se une y se convierte en el líder ultraísta de un grupo de jóvenes que quieren ser
escritores.
Se presenta muy altivista, creando una serie de manifiestos y revistas, como Prisma,
revista mural, ilustrada por su hermano.
Pero Borges, casi inmediatamente después de estar lanzando esto, comienza a
pensar y seguir un camino propio.
Da gran importancia al encuentro con un nuevo maestro, que sustituye a Cansinos en
España, que es Macedonio Fernández. Uno de los abuelos de la vanguardia, escritor de
generaciones anteriores que se adelantó a la vanguardia por un camino muy personal.
Fue un escritor atípico, experimental, aficionado a la filosofía, y que escribía, pero no
publicaba. Borges le da una gran importancia, no tanto a su obra, sino a su ejercicio y
ciertas lecciones que va a asumir y llevar a la práctica.
En su autobiografía dedica muchas páginas con emoción a este personaje, quien
provocó una impresión muy profunda en Borges, concibiéndolo como el pensamiento
puro. Dice que antes de Macedonio, era un lector crédulo, pero con él, leyó
escépticamente, críticamente.
Borges, en la madurez, humildemente, atribuye sus hallazgos a maestros.
Cuando publica su primer poemario, Fervor de Buenos Aires, 1923, se convierte
en el traidor y heterodoxo de las vanguardias.
En ese primer libro, para sorpresa de sus compañeros vanguardistas, va eliminando lo
que él considera la retórica vanguardista, la importancia de la imagen, y se centra en el
redescubrimiento de su ciudad.
Además, también escribe una serie de ensayos donde viene a decir que hay que
reformarlos nacionalismos (la Pampa, el Desierto, el Gaucho) y hay que proponer un
criollismo, cuyo centro sean los barrios de Buenos Aires, concretamente, los extremos,
la periferia, donde el cree que se encuentra la auténtica esencia de Buenos Aires, y en
ciertos tipos populares, que serán los compadritos para Borges. Estos son los chulos,
aficionados por el tango, los naipes, las peleas con cuchillos, etc.
Este mundo le atrae mucho a Borges.
En 1924 hay otro paréntesis y estancia española de la familia española, tal vez por
la enfermedad de su padre.
En esta segunda estancia, observa que el ultraísmo ha pasado a ser historia, y que
comienzan nuevos movimientos de modernidad más amplios y se está cuajando la
Generación del 27, que une la vanguardia con la tradición española.
Él observa esto, y mientras, en Buenos Aires, se reorganiza la vanguardia en torno a una
revista, Martín Fierro, (1924-1927), que llega a durar tres años y su gran fuerza será
Oliverio Girondo. Borges participa en el “martinfierrismo” pero con cierta distancia.
Termina la década de los 20, y en su autobiografía lo cita como que se arrepiente
de esta torpe etapa de su vida, descalificando la vanguardia.
Aunque aquí la descalifica, en el cuento El Otro, es algo más sutil. Este cuento es de
una de las colecciones tardías de Borges, de El Libro de Arena (1975).
Esta es una reflexión tardía del Borges último sobre el Borges primero, o la relación que
hay entre los dos.
El otro.
Se desarrolla en dos tiempos, y es un mismo personaje desdoblado.
El Borges viejo está sentado en un banco, y el Borges joven se sienta en el mismo
banco, uno está en Cambridge y otro en Ginebra. Es un tema muy tratado por la
literatura fantástica europea.
Es fundamental en el cuento el simbolismo.
Cuando conversan, el Borges viejo le dice que el cree en las metáforas eternas, como
símbolo fundamental del río, el río del tiempo, que cambia y permanece, que es el
espejo primordial o la conciencia, por tanto, el desdoblamiento.
Hay dos Borges, que son el otro y el mismo, la permanencia de algo frente a los
cambios.
Los temas básicos de la conversación son personales, la familia, se alude veladamente a
cuestiones personales.
Detrás de la fila de libros estaba el libro de Amiel, un diario de un tímido. Los libros
sexuales se dice que fueron los que tomaron la iniciativa en la vida sexual de Borges.
Suiza fue donde terminó enterrándose, y sobre ella, hablan sobre cuestiones políticas, el
peronismo.
Pero, más allá de esto, el tema es la literatura, de las diferencias y semejanzas entre el
Borges juvenil, vanguardista entusiasta, y el Borges viejo, mucho más escéptico.
El sur.
En El Sur, la historia se desencadena cuando el libro que lleva se convierte en puñal,
aquí dice que lo ha visto con un libro apretado.
Borges confiesa que lo que ha escrito está ya escrito, la literatura dentro de la literatura.
Se sorprende de él mismo en el pasado.
Borges joven le habla de su proyecto del libro, y el Borges viejo le dice con ironía y
ternura al joven que en ese momento creía que con eso estaba haciendo novedad, y lo
que realmente hacía era imitar, como Darío, que ya había escrito Azul.
Hablan de Willman y su poema Una noche de amor.
Otra cuestión importante es la retórica vanguardista.
4. MADUREZ:
La década de los 30 es una época de transición, y se inicia en Argentina con un
golpe de Estado militar, tras una larga etapa de estabilidad política. Además, la crisis del
Capitalismo mundial, en 1929, afecta a muchos países, y la importación de Argentina se
hunde. Esto inicia un periodo de inestabilidad en Argentina.
En principio, ese periodo se califica como la década de infame. Hay un retroceso, que
afecta a la literatura, y se cancela la vanguardia de los años 20.
Además, hay una serie de sucesos extraños, una serie de suicidios de escritores
argentinos como Horacio Quiroga.
Borges, en esta época, no tiene conciencia política definida, pero comienza una
búsqueda literaria.
Deja la poesía y se interna en la prosa. Roberto Boloño lanza la idea de que, tal vez,
Borges se dio cuenta de que no iba a ser el gran poeta, por lo que comienza a escribir
ensayos.
Publica Evaristo Carriego , ensayo sobre un escritor olvidado, que era el descubridor
poético de su barrio natal de Palermo, que comenzó a cantar lo próximo, lo humilde, lo
cotidiano, los tipos de Palermo. Este mismo escribió La canción del barrio.
En este nuevo libro de Borges hay curioso la atracción por lo raro de Borges, la
exposición de la biografía de Aristo está cuestionada, y la figura de este autor está
desaparecida, como pretexto para que Borges escriba sobre este mundo.
Este libro no tuvo éxito, pues es una búsqueda hacia la madurez.
En 1931, la escritora Victoria Ocampo funda una revista muy importante llamada Sur,
que será la gran aportación de la burguesía argentina a la literatura. En su tiempo fue
muy atacada como revista elitista y eurocentrista. Borges se incorpora a ella y publica
allí muchos cuentos y ensayos. Borges también escribía para otros medios, durante los
años 1933 y 1934 escribe para el suplemento literario del diario Crítica, llamado
“Revista multicolor de los sábados”. Borges se adaptó a lo que le pedían sin dejar de ser
él mismo y fue ensayando la novela y los relatos. En ese revista escribió relatos
biográficos sobres personajes “infames” (piratas, asesinos, ladrones, etc.), publicados en
1935 en la Historia universal de la infamia. Él dice que esos cuentos son preparatorios,
cuentos de “segunda mano” incluyendo un índice de fuentes para confirmar esto.
No cita, pero luego reconoce, una fuente de un simbolista menor, Marcel Schwob, a
partir del cual crea El impostor inverosímil Tom Castro.
Pero también señala que hay un único cuento, que no es sacado de fuentes librescas, que
es Hombre de la esquina rosada.
En los años en que prepara la Historia universal de la infamia no sale de Buenos Aires,
sólo realiza un viaje en 1934 a la frontera entre Uruguay y Brasil que le fascinará y le
servirá para varios cuentos.
En 1935 crea El acercamiento de Almotásim que finge ser una reseña de un libro sobre
la iniciación mística.
Aquí ya comienza a practicar la combinación de cuento y ensayo, creando cuentos que
son reseñas de libros inexistentes.
En 1937, con su padre muy enfermo, comienza a trabajar en la Biblioteca municipal de
Buenos Aires “Miguel Palé”, lo cual cuenta en su biografía desde cierta distancia e
ironía, pues realmente fueron años infelices para él.
En 1938, muere su padre y él tiene un accidente que lo pone al borde de la muerte.
En 1939, estando convaleciente publica Pierre Menard, autor del Quijote como prueba
para ver si aún conserva sus condiciones mentales tras el accidente.
En el Sur literaturiza el accidente.
Estos años también son los de mayor preocupación política de Borges, los años de la I
Guerra Mundial, y junto al grupo Sur, adopta una postura probritánica, frente a la
simpatía hacia Alemania que tenían las clases altas de Argentina.
En 1943 hay otro golpe militar en Argentina subiendo a la presidencia Juan Domingo
Perón, la pesadilla para Borges.
Esto lo considera un retroceso para el país, llamándolo la barbarie.
Cuando comienza la presidencia de Perón, es sustituido en la Biblioteca nacional y lo
nombran “inspector de gallinas y conejos”, renunciando a este nuevo puesto, y se inicia
en Uruguay como conferenciante y profesor.
De los pocos poemas que escribe por estos años es Poema conjetural.
Los cuentos de esta etapa se dividen en dos colecciones: Ficciones y Aleph.
También hay que tener en cuenta los ensayos que reúne en el libro Otras inquisiciones.
Para Borges, toda la literatura ya ha sido escrita. Él consigue la originalidad a partir de
la idea de que todo está ya escrito y que ya no hay original ni inventado. Ha agotado sus
temas, pero no sus formas de creación. Por ello, todo consiste en versiones de textos
anteriores, se trata de releer, reescribir y reformular los textos anteriores. Un ejemplo de
ello es la manera en la que Borges reescribe la literatura gauchesca (muy popular en el
siglo XIX en los alrededores del Río de la Plata), como lector de Martín Fierro,
Biografía de Tadeo Isidro Cruz, y El Fin.
Cuentos.
El otro.
El Sur.
El impostor inverosímil Tom Castro
Esta obra esta basada en el caso Tichborne, sonado en la Inglaterra victoriana.
El personaje Sir Roger toma su nombre del aristócrata inglés Charles Tichborne, que
después de recibir una formación en el ejército comienza a viajar y desaparece en un
naufragio. Sin embargo, su madre se negó a aceptar su muerte y al cabo de una década
alguien aparece en Australia diciendo que era su hijo, bajo el alias de “Tom Castro”.
Una de las paradojas es que no encajaba en el perfil del hijo original, pero lo extraño es
que la madre cuando lo ve lo reconoce como su hijo.
No todos aceptaron a este personaje y emprendieron un pleito durante el que la madre
muere y el impostor fue descubierto y condenado.
Este fue un tema de interés pero cuando Borges lo escribe ya está olvidado pero cree
que aún puede interesar.
Como fuentes de este cuento de La Enciclopedia británica, donde se dedica un artículo
a este artículo, por lo que hace un juego intertextual.
Todo es una paradoja pues Borges desconfía de las biografías y escribe biografías,
desconfía de las enciclopedias y recurre a ellas.
Borges escribe, y al mismo tiempo escribe cómo y por qué escribe.
Este es el juego intertextual del texto, y más allá ofrece lo que para él es el misterio de
la identidad personal.
El nombre (Tom Castro) junto con la cara y el espejo son metáforas eternas, y
esenciales a la hora de hablar de la identidad.
En este arranque del cuento también está un tema que es el motivo del desdoblamiento
(el personaje que huye de sí mismo, en cuanto a su pobreza, su barrio marginal, y, al
mismo tiempo, se busca).
Introduce al segundo personaje, la pareja del cuento, Bogle.
Aquí es cuando se muestra más imaginativo y lo convierte en el verdadero cerebro de la
trama, ofreciendo una caracterización del personaje basada fundamentalmente en dos
rasgos: la inteligencia o la ocurrencia genial, frente a la sosegada idiotez de Tom Castro,
poniendo al negro sirviente como el verdadero cerebro de la trama.
Borges está parodiando el periodismo, concretamente los titulares sensacionalistas de
los periódicos.
El lector ve ya a ese hombre con la imaginación y ve cómo Orton lo vio por primera
vez.
Dos personajes se necesitan, por lo que, a veces, la identidad es doble.
El plan mismo es paradójico, porque es verosímil por su propia inverosimilitud.
Tom Castro es toda una invención de Bogle, pero también de la madre de Tichborne.
El encuentro:
Se cuenta, en varias ocasiones que Tom estaba muy nervioso.
Borges introduce que la luz se hizo de máscara en el encuentro, y la madre lo reconoce.
Según Borges, cabe pensar que la madre desea ser manipulada, y que participa de la
invención, pues incluso les facilita las cartas a los otros compinches como una forma
para que los otros sigan inventando la obra.
A esta falsa entra ya el público.
A Bogle se le ocurre una inspiración con la aparición de Dios para que la gente se ponga
de la parte de Tom, pues el público era mayoritariamente anti- religioso.
El carruaje:
Bogle vuelve a inventar un plan, en el que el narrador integra al lector con el plural.
Se habla que esta escena viene de La isla del Tesoro, de Stevenson (un pirata ciego
muere atropellado por un carruaje).
Para cerrar circularmente esta trama, lo temido (el carruaje que lleva persiguiendolo
durante años) se hace realidad. El miedo que Bogle siempre tuvo termina matándolo.
El espectro (el epílogo):
El hacerse-querer del principio lo rebaja la pena. En la historia real se dice que Tom se
arrepintió públicamente. Aquí se dice que a veces se defendía y otras se culpaba y
confesaba.
El acercamiento de Almotásim.
El fin.
Añade un final nuevo al libro Martín Fierro, lo hace de una manera muy sutil. La clave
está en que Borges inventa un personaje que no está en el Martín Fierro, un hombre
paralítico mudo, llamado Recabarre. No se sabe muy bien si lo que está ocurriendo es
real o es un sueño de Recabarre. Es una final lírico, reiterativo, en el que se involucra al
lector. Se habla del misterio poético como la promesa que no se cumple. Con el moreno
el Martín Fierro se estaba librando de la culpa. Se ve como la venganza lleva a otras
venganzas. El lector sigue imaginando más allá del propio Martín Fierro, más allá del
propio Borges.
Poema conjetural
Este es un poema sobre un antepasado suyo Francisco Laprida, hombre culto que murió
a manos de las tropas gauchas.
Trata de nuevo el tema de la historia argentina como una lucha hacia la barbarie.
Ficciones y Aleph
LA BIBLIOTECA DE BABEL (Ficciones). El centro del cuento es el universo y el
símbolo principal es la biblioteca. Ve el mundo como escritura, como símbolo.
Normalmente, esta metáfora tiene un sentido que Borges invierte, hace una reinversión
de la metáfora: el universo como escritura. Para Borges, esta escritura, la del universo,
es ilegible. Babel es un símbolo del caos, de la confusión. Hay que tener en cuenta
también la experiencia personal de Borges como bibliotecario en Buenos Aires. En
Borges, lo autobiográfico está mezclado con lo literario. Clasifica este cuento como
cuento kafkiano. Borges le dedica varios ensayos a Kafka porque le interesaba mucho el
tema de la postergación infinita, de la búsqueda infructuosa, la búsqueda de un lugar en
el universo. Este cuento tiene también una fuente visual: un grabado de Giovanni
Battista Piranesi, famoso por hacer grabados de ruinas y de arquitecturas fantásticas.
En el cuento en sí mismo, el narrador es un bibliotecario que escribe desde la vejez y
que se prepara para morir. El cuento es el manuscrito de un editor desconocido Borges
utiliza una convención muy antigua, la técnica del “manuscrito encontrado” (se repite
en varios cuentos, como en El jardín de senderos y El inmortal).
Desde el principio del cuento, se describe la biblioteca, Borges es muy preciso pero, al
mismo tiempo, muy vago. Esto no es peculiar de él, aunque en este cuento lo explota.
La descripción nos lleva a la estructura de la biblioteca infinita pero, a la vez, agobiante
(luz incesante pero insuficiente, lámparas bajas, etc.). Casi todo es especulación y no
hay trama ni personajes Borges rompe las convenciones del modelo del cuento, en este
cuento todo es muy abstracto.
Habla de los fanáticos que se obsesionan en la búsqueda de la biblioteca del universo,
también de los nihilistas, de los buscadores de la verdad, etc.
El cuento más cercano a este es La lotería de Babilonia donde habla de la búsqueda de
una tumba llamada “Qaphpa”, los dos remiten a la confusión, a la pérdida, al sinsentido
y tienen estructuras parecidas. La escribe ambas en años de crisis, la Segunda Guerra
Mundial y el totalitarismo. Aparece la visión de que Borges está como manipulado por
una fuerza mayor, presente esa sensación en estos dos cuentos.
Otras inquisiciones.