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radio de RD?
www.circulo delocutoresdominicanos.com.
Toñito Sanabia trajo al país el primer transmisor extranjero.
Locutores destacados por su labor social y
profesional.
Entre los locutores y empresarios de la radiodifusión se destacaron
Freddy Beras Goico y Rafael Corporan de los Santos, quienes se
convirtieron en divos de la Televisión, los dos ya fallecieron. En vida
ayudaron a muchas personas. Eran los intermediarios entre los
necesitados y los colaboradores.
Reglamento 824.
La radio Hoy.
La era digital.
Historia de la comunicación
eriodismo y Partidos Políticos en República Dominicana.
1.- El proceso de emigración se hizo más intenso a partir del Tratado de Basilea
de 1795 con el que España cedió a Francia el disfrute total de la Isla de Santo
Domingo, dándole facilidades a los ciudadanos españoles que quisieran irse antes
de llegar los franceses, para que fueran a residir llevándose sus familiares, a los
territorios de Cuba, Puerto Rico y Venezuela. La sangría de las letras fue visible,
pues la Iglesia, personas pudientes y autoridades se marcharon cargando
inclusive con los archivos de la Universidad. Junto a los emigrados también se
marcharon como parte de sus equipajes, los libros y sus conocimientos. El efecto
de esta también fue palpable durante la invasión de Toussaint Louverture en
1801, la ocupación francesa de 1802 a 1809, y la dominación haitiana desde 1822
y hasta 1844.
Desde Italia la imprenta pasó a España antes de que finalizará el siglo XV y desde
allí fue llevada al Continente Americano a mediado del segundo cuarto del siglo
XVI. Pero no fue Santo Domingo, la bautizada Atenas del Nuevo Mundo, con dos
universidades y una gran actividad literaria y cultural, la que primero tuvo
imprenta. Antes que Santo Domingo la tuvo México en 1539, siendo el primer
impresor llegado a este Continente un italiano conocido como Juan Pablo.
2.- Los dominicanos tuvimos imprenta muy tarde; primero que nosotros la
tuvieron: Perú, Paraguay, Bolivia, Guatemala, Cuba, Colombia, Brasil, Ecuador,
Argentina, Haití y Venezuela.
En todas las colonias de España en América, entre 1492 y 1800, era muy difícil
imprimir libros u otros tipos de escritos, pues además de lo rudimentarias que
eran las maquinarias llamadas “prensa”, palabra usada como sinónimo de
imprenta, existían disposiciones oficiales de los reyes de España que censuraban
o prohibían todos tipos de escritos que no contara con la autorización de Tribunal
Inquisidor. Fue sólo a partir de la proclamación de la Constitución de Cádiz en
España en 1812, cuando la imprenta comenzó a convertirse en América en un
instrumento motivador de alternativas de desarrollo económico, político y social.
Las primeras pruebas impresas de que en Santo Domingo había imrenta son las de
1800 en adelante y están firmadas por el impresor francés Joseph Blocquerest,
impresor de la Comisión que acabo de señalar. Además, recuérdese que nuestro
país fue colonia de Francia desde 1802 hasta 1809, año este último cuando
volvimos a la condición de colonia de España hasta 1821, cuando se proclamó la
Independencia Efímera de Núñez de Cáceres.
4.- En los años de la España Boba, de 1809 a 1821, también circularon otros
impresos, en especial hojas sueltas, folletos oficiales y otros donde se debatían
cuestiones personales, “cartas subversivas”, décimas, versos, cantaletas,
ensaladillas y pasquines que muchas veces contenían ilustraciones.
2.- Al iniciarse el siglo xix teníamos la imprenta que llegó con la Comisión
francesa y el impresor Joseph Blocquerest, la cual se quedó en el país después de
la derrota de los franceses en la Guerra de la Reconquista. Esa debió ser la
imprenta del gobierno después de 1809 siendo el impresor el señor José María
González. Además existen noticias de que había una segunda imprenta que las
autoridades de la época dicen que funcionaba clandestinamente. Se habla de una
tercera imprenta que al parecer era propiedad de Núñez de Cáceres, la que se
llevó al abandonar el país en 1822, llevándola a Venezuela.
“No puede haber prensa sin lectores, ni lectores sin educación”, Lema de una
periódico aparecido durante la Primera República.
Entramos a la República Dominicana con una isla compartida por dos países, con
un país desarticulado por falta de caminos, puentes, carreteras y medios de
transportes modernos, con una economía pre-capitalista, regionalizada y
vinculada a potencias que compartían y se enemistaban en el plano
internacional, en sus luchas por el control de nuestro territorio y recursos.
Llegamos a la independencia sin universidades, casi sin escuelas, sin periódicos
propiamente dichos y entramos a la vida de nación libre y soberana carente de
hombres de letras y por desgracia bajo amenaza permanente de los ejércitos
haitianos, de España, Francia y los Estados Unidos de América, que se movían
celosamente en el Caribe. A la juventud que construyó la Nación le quedaba la
responsabilidad de comenzar a sacarla del analfabetismo y llevarla hacia el
progreso.
En cuanto a la Gaceta Oficial, este fue un periódico del gobierno y El Eco del
Ozama relacionado con los intereses baecistas. Ambos circularon en la capital,
mientras que el Correo del Cibao apareció en Santiago, todos en 1851.
Hasta este momento hemos ido relacionando la educación con lo imprenta y los
periódicos, viéndolos como el resultado de un proceso histórico que tiende en el
último cuarto del siglo xix hacia el desarrollo económico y la institucionalidad de
la sociedad dominicana. Para poder hablar de periódicos diarios nos falta señalar
algunos aspectos que he ido dejando adrede para abordarlos ahora, como son,
por ejemplo, los cambios sufridos por la economía dominicana a partir de los
años setenta del citado siglo, los medios de transportes, las vías de comunicación
y la relación comunicativa del país con otras naciones.
1.- En lo económico tenemos que destacar el inicio del proceso que llevó al
surgimiento de la industria azucarera a partir de la Guerra de los diez años que
se inició en Cuba en 1868. Ese conflicto provocó un flujo de capitales llegados
desde la referida Isla, permitiendo que ya en 1875 se fundaran varios ingenios en
las proximidades de Puerto Plata y la ciudad de Santo Domingo y en 1877 el
primero de San Pedro de Macorís, mientras que en 1882 ya teníamos 30 ingenios
produciendo azúcar. Esa guerra nos benefició además con un flujo migratorio,
llegando entre los inmigrantes varios tipógrafos y periodistas. Como ejemplo del
cambio que se estaba provocando, podemos decir que para el año de 1893 ya
teníamos fábricas de fósforos, refrescos, aserraderos modernos, fabricas de
jabón, de velas estericas, de Cervera, fideo y otras no menos importantes.
3.- Se construyeron varias obras públicas y el hecho más importantes, las vías
férreas del Cibao y en las zonas de los ingenios azucareros. En cuanto a la
comunicación marítima, la falta de caminos y carreteras se resolvió a finales del
referido siglo a través del transporte marítimo utilizando barcos y goletas que
llevaban los pasajeros y las mercancías entre los puertos de Santo Domino, San
Pedro, Puerto Plata y Sánchez. Todo esto, va a ser muy importante cuando
tratemos de analizar la existencia de periódicos diarios y de carácter nacional.
1.- El proceso de emigración se hizo más intenso a partir del Tratado de Basilea
de 1795 con el que España cedió a Francia el disfrute total de la Isla de Santo
Domingo, dándole facilidades a los ciudadanos españoles que quisieran irse antes
de llegar los franceses, para que fueran a residir llevándose sus familiares, a los
territorios de Cuba, Puerto Rico y Venezuela. La sangría de las letras fue visible,
pues la Iglesia, personas pudientes y autoridades se marcharon cargando
inclusive con los archivos de la Universidad. Junto a los emigrados también se
marcharon como parte de sus equipajes, los libros y sus conocimientos. El efecto
de esta también fue palpable durante la invasión de Toussaint Louverture en
1801, la ocupación francesa de 1802 a 1809, y la dominación haitiana desde 1822
y hasta 1844.
Desde Italia la imprenta pasó a España antes de que finalizará el siglo XV y desde
allí fue llevada al Continente Americano a mediado del segundo cuarto del siglo
XVI. Pero no fue Santo Domingo, la bautizada Atenas del Nuevo Mundo, con dos
universidades y una gran actividad literaria y cultural, la que primero tuvo
imprenta. Antes que Santo Domingo la tuvo México en 1539, siendo el primer
impresor llegado a este Continente un italiano conocido como Juan Pablo.
2.- Los dominicanos tuvimos imprenta muy tarde; primero que nosotros la
tuvieron: Perú, Paraguay, Bolivia, Guatemala, Cuba, Colombia, Brasil, Ecuador,
Argentina, Haití y Venezuela.
En todas las colonias de España en América, entre 1492 y 1800, era muy difícil
imprimir libros u otros tipos de escritos, pues además de lo rudimentarias que
eran las maquinarias llamadas “prensa”, palabra usada como sinónimo de
imprenta, existían disposiciones oficiales de los reyes de España que censuraban
o prohibían todos tipos de escritos que no contara con la autorización de Tribunal
Inquisidor. Fue sólo a partir de la proclamación de la Constitución de Cádiz en
España en 1812, cuando la imprenta comenzó a convertirse en América en un
instrumento motivador de alternativas de desarrollo económico, político y social.
Las primeras pruebas impresas de que en Santo Domingo había imrenta son las de
1800 en adelante y están firmadas por el impresor francés Joseph Blocquerest,
impresor de la Comisión que acabo de señalar. Además, recuérdese que nuestro
país fue colonia de Francia desde 1802 hasta 1809, año este último cuando
volvimos a la condición de colonia de España hasta 1821, cuando se proclamó la
Independencia Efímera de Núñez de Cáceres.
4.- En los años de la España Boba, de 1809 a 1821, también circularon otros
impresos, en especial hojas sueltas, folletos oficiales y otros donde se debatían
cuestiones personales, “cartas subversivas”, décimas, versos, cantaletas,
ensaladillas y pasquines que muchas veces contenían ilustraciones.
1.- Si tomamos como valido que en Santo Domingo había imprenta en 1783, como
dice Moreau de Saint-Mery, y que la primera de la que se tienen pruebas llegó al
país en 1796, como dice Padrón, podemos decir que a finales del siglo XVIII
existían dos imprentas, una de las cuales, parece que se marchó con una
avanzada de las autoridades españolas hacia Cuba o Venezuela, al firmarse el
Tratado de Basilea.
2.- Al iniciarse el siglo xix teníamos la imprenta que llegó con la Comisión
francesa y el impresor Joseph Blocquerest, la cual se quedó en el país después de
la derrota de los franceses en la Guerra de la Reconquista. Esa debió ser la
imprenta del gobierno después de 1809 siendo el impresor el señor José María
González. Además existen noticias de que había una segunda imprenta que las
autoridades de la época dicen que funcionaba clandestinamente. Se habla de una
tercera imprenta que al parecer era propiedad de Núñez de Cáceres, la que se
llevó al abandonar el país en 1822, llevándola a Venezuela.
3.- Durante el período de gobierno haitiano que se inició en 1822, en Santo
Domingo existían dos imprentas: una oficial y la otra propiedad de la señora
Manuela Rodríguez, la cual era utilizada para imprimir décimas, invitaciones a
fiestas patronales y religiosas, además de papeles de pocas importancias, pero
parece que fue en ella donde se imprimió el periódico La Miscelánea en 1821, y
posiblemente la clandestina a la que hacen referencia las autoridades españolas
en ese año.
“No puede haber prensa sin lectores, ni lectores sin educación”, Lema de una
periódico aparecido durante la Primera República.
Entramos a la República Dominicana con una isla compartida por dos países, con
un país desarticulado por falta de caminos, puentes, carreteras y medios de
transportes modernos, con una economía pre-capitalista, regionalizada y
vinculada a potencias que compartían y se enemistaban en el plano
internacional, en sus luchas por el control de nuestro territorio y recursos.
Llegamos a la independencia sin universidades, casi sin escuelas, sin periódicos
propiamente dichos y entramos a la vida de nación libre y soberana carente de
hombres de letras y por desgracia bajo amenaza permanente de los ejércitos
haitianos, de España, Francia y los Estados Unidos de América, que se movían
celosamente en el Caribe. A la juventud que construyó la Nación le quedaba la
responsabilidad de comenzar a sacarla del analfabetismo y llevarla hacia el
progreso.
En cuanto a la Gaceta Oficial, este fue un periódico del gobierno y El Eco del
Ozama relacionado con los intereses baecistas. Ambos circularon en la capital,
mientras que el Correo del Cibao apareció en Santiago, todos en 1851.
Hasta este momento hemos ido relacionando la educación con lo imprenta y los
periódicos, viéndolos como el resultado de un proceso histórico que tiende en el
último cuarto del siglo xix hacia el desarrollo económico y la institucionalidad de
la sociedad dominicana. Para poder hablar de periódicos diarios nos falta señalar
algunos aspectos que he ido dejando adrede para abordarlos ahora, como son,
por ejemplo, los cambios sufridos por la economía dominicana a partir de los
años setenta del citado siglo, los medios de transportes, las vías de comunicación
y la relación comunicativa del país con otras naciones.
1.- En lo económico tenemos que destacar el inicio del proceso que llevó al
surgimiento de la industria azucarera a partir de la Guerra de los diez años que
se inició en Cuba en 1868. Ese conflicto provocó un flujo de capitales llegados
desde la referida Isla, permitiendo que ya en 1875 se fundaran varios ingenios en
las proximidades de Puerto Plata y la ciudad de Santo Domingo y en 1877 el
primero de San Pedro de Macorís, mientras que en 1882 ya teníamos 30 ingenios
produciendo azúcar. Esa guerra nos benefició además con un flujo migratorio,
llegando entre los inmigrantes varios tipógrafos y periodistas. Como ejemplo del
cambio que se estaba provocando, podemos decir que para el año de 1893 ya
teníamos fábricas de fósforos, refrescos, aserraderos modernos, fabricas de
jabón, de velas estericas, de Cervera, fideo y otras no menos importantes.
2.- El desarrollo económico e industrial llevó al desarrollo urbano, posibilitando
el surgimiento y fortalecimiento de ciudades, como las de San Pedro de Macorís y
Puerto Plata, la instalación de la luz eléctrica que se inició en 1896, la
proliferación de nuevas sociedades, clubes, bibliotecas y librerías en todas las
ciudades y un importante flujo de ideas políticas que motivaron el debate por la
prensa existentes en esos años, además de que el país se conectó con el mundo a
través del cable submarino, factor importante en el desarrollo de una prensa que
no fuera simplemente local.
3.- Se construyeron varias obras públicas y el hecho más importantes, las vías
férreas del Cibao y en las zonas de los ingenios azucareros. En cuanto a la
comunicación marítima, la falta de caminos y carreteras se resolvió a finales del
referido siglo a través del transporte marítimo utilizando barcos y goletas que
llevaban los pasajeros y las mercancías entre los puertos de Santo Domino, San
Pedro, Puerto Plata y Sánchez. Todo esto, va a ser muy importante cuando
tratemos de analizar la existencia de periódicos diarios y de carácter nacional.