Muchas veces los padres confunden los problemas de aprendizaje con
fracasos escolares de sus hijos, con los periodos interminables de la realización de tareas, con las dificultades que parecen insuperables... hasta que se dan cuenta que el niño tiene dislexia. Se calcula que alrededor del 10% de la población occidental sufre de dislexia. La dislexia forma parte de los trastornos de aprendizaje que se caracteriza por las dificultades persistentes para aprender y por las deficiencias en el nivel de desarrollo del aprendizaje. Contrariamente a lo que se piensa usualmente, los trastornos del aprendizaje se presentan también en jóvenes con capacidad intelectual alta. El problema no tiene que ver con las facultades intelectuales del niño, sino de un déficit neurológico que toca regiones específicas del cerebro: la zona de Broca, asociada al aprendizaje de la lectura, o a la región parietal del cerebro, asociada al aprendizaje de las matemáticas. Es importante distinguir entre las dificultades de aprendizaje temporales ligadas a lo que vive el niño de forma cotidiana, y los trastornos de aprendizaje, que consisten en un handicap estable con el que hay que aprender a vivir.
Diferencia entre dificultades y trastornos
de aprendizaje Las dificultades de aprendizaje son usualmente detectadas en la escuela cuando el estudiante no alcanza el nivel esperado para su rango de edad. Las dificultades de aprendizaje pueden manifestarse de muchas formas, por ejemplo: baja motivación para estudiar, poca memorización, concentración limitada, incapacidad para resolver problemas dados, comportamiento social inadaptado, inquietud, entre otros. La razones más frecuentes de estas dificultades tienen que ver con problemas en casa: desde condiciones socioafectivas complicadas, un duelo, problemas de ansiedad, preocupación económica, divorcio de los padres, violencia doméstica, etc. Al detectar la fuente del problema y al atenderlo mejora notablemente el desempeño y el aprendizaje del menor. Los trastornos de aprendizaje hacen referencia a un disfuncionamiento neurológico que interfiere con una o varias funciones neuropsicológicos y que perturba la capacidad del cerebro para la adquisición, la comprensión, la utilización, la acumulación y la recuperación de la información verbal y no verbal. Los problemas de atención puede afectar funciones específicas tales como el lenguaje, la memoria, las referencias en el tiempo y en el espacio, el cálculo, la coordinación, la motricidad, la comunicación, etc. Únicamente un diagnóstico mediante una evaluación profunda permitirá detectar qué tipo de trastorno se trata y de determinar el tratamiento a seguir. El grado de severidad de los trastornos de aprendizaje varía. Afecta la adquisición y el funcionamiento de las habilidades siguientes:
el lenguaje oral (aspecto receptivo y expresivo)
lenguaje escrito la lectura: identificación de palabras y la comprensión la escritura: la ortografía y la producción escrita matemáticas: el cálculo, el razonamiento lógico y la resolución de problemas
Los problemas de aprendizaje no están vinculados a la inteligencia, sino
a una carencia relacionada con el tratamiento de la información. Se produce debido a factores neurobiológicos, genéticos, o bien de una lesión, que modifican el funcionamiento del cerebro y modifican el proceso de aprendizaje. Es importante insistir en no confundir las dificultades y los trastornos de aprendizaje. Las dificultades están ligadas a factores psicológicos, familiares, sociales o económicos, mientras que los trastornos son de orden neurobiológico y duran toda la vida. Es importante que las personas que tienen trastornos de aprendizaje sea detectado a temprana edad y que reciba evaluaciones por parte de profesionales (neuropsicólogos). Para que el tratamiento sea efectivo, es necesario que las intervenciones llevadas a cabo en casa, en la escuela o en el trabajo deben tener en cuenta las características del individuo y debe incluir estas medidas:
la enseñanza correctiva adaptada a las carencias específicas
la enseñanza de estrategias compensatorias la puesta en práctica de medidas de apoyo apropiadas el desarrollo de la capacidad a hacer valer sus necesidades específicas en su entorno. Los trastornos del aprendizaje Algunos de los problemas de aprendizaje más comunes están:
Dislexia: problema de aprendizaje de la ortografía y de la
lectura. Ver aquí sobre la dislexia. Disgrafia: Trastorno de la capacidad o la facultad de escribir. Se caracteriza por una organización y coordinación deficiente de la escritura que la vuelve lenta e incomprensible. Ver aquí todo sobre la distrafía. Discalculia: se caracteriza por una dificultad en el lenguaje escrito en relación con los números y el cálculo. Dispraxia: se caracteriza por la dificultad de coordinar el movimiento, automatizar y planificar gestos. Disfasia o afasia: (llamado trastorno del lenguaje recientemente) es un trastorno estructural y duradero del aprendizaje y del desarrollo del lenguaje oral
Evaluación neuropsicológica La evaluación neuropsicológica permite identificar si existe una alteración en relación con una o más de las funciones siguientes:
el estudiante no cumple con las exigencias académicas
la atención la memoria el razonamiento la conceptualización la planificación la organización la percepción las habilidades espacio-visuales la coordinación la motricidad la comunicación la lectura la escritura