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MITO CIENCIA Y SOCIEDAD: REALIDAD Y FALSEDAD

Jósean Larrión Cartujo


Universidad Pública de Navarra
MITO, CIENCIA Y SOCIEDAD: EL RELATO MÍTICO Y LA RAZÓN CIENTÍFICA COMO
FORMAS DE CONOCIMIENTO

El autor Jósean Larrión Cartujo nos presenta una comparación entre el mito y la ciencia,

relacionando estas con el diario vivir de una sociedad, cabe aclarar que el autor toma una

postura un poco inclinada a la ciencia, tal vez un poco metafórica, ya que trata de mostrar al

mito como una falsedad y algo totalmente religioso, situación de la cual podemos discrepar.

Por otra parte, nos exhibe a la ciencia como esa realidad, que con el progreso de la

humanidad se ha podido dar respuesta a preguntas que se hicieron mucho tiempo, además de

ser una fuente de innovación y de nuevos conocimientos. El texto se encuentra dividido por

subíndices en donde se plantean temas de comparación, por ejemplo, se habla de opacidad y

transparencia, allí se trata de mostrar al mito como eso oscuro, eso que no tiene un sentido,

simplemente una ficción netamente religiosa y la ciencia es aquella que nos da todas las

respuestas con un por qué y un cómo, por ende, transparente.

Según Jósean “el mito quizá sea un ingrediente cultural imprescindible y constantemente

reconfigurado”, es decir, se trata de ver al mito más como una razón cultural, algo que una

sociedad inventa o crea para transmitir una verdad o una realidad dándole un significado

simbólico ya que este nos transmite saber, valor y sentido a la existencia, utilizando un

respaldo narrativo para aquellas creencias y acontecimientos ya existentes. Además, que el

mito gira entorno del misterio haciéndolo más amable, inteligible y transparente. Por otra

parte, desglosando aún más esa cita presentada por el autor, este mismo nos dice que el mito

no puede dejar de existir aun en las comunidades tan modernas como las de hoy en día
debido a que toda persona miembro de una sociedad necesita de un modelo narrativo-

simbólico para saber de “qué pasado proceden, qué sentido tiene su presente y hacia qué

futuro se encaminan”. A comparación con la ciencia nos muestra que a pesar de todo el

sentido cultural, simbólico y religioso que puede tener un mito es, además, irreflexivo,

inconsciente e incontrolable, debido a que se puede jugar con este mismo debido a las

diversas creencias existentes, en cambio para la ciencia se plantea una realidad que, aunque

pueda ser replicada, es una verdad para todo el mundo.

Otro subtema bastante importante para hablar de mito y ciencia, es aquel que aparece

titulado como límites e insuficiencias normativas, de este se entiende que, a pesar de que la

ciencia es lúcida y se basa de la razón, lo práctico y lo demostrable se encuentra con límites

que no se pueden aclarar, en cuanto a moralidad y ética la ciencia no ha podido lograr

cambios semejantes con sus grandes avances a lo largo de la historia. Como nos narra el autor

“Es decir; que incluso los avances más notorios y espectaculares de la ciencia y la técnica

modernas no habrían conducido por necesidad a un igualmente evidente progreso moral de

las sociedades contemporáneas”, lleva esta cita a resaltar que, si bien es cierto, la ciencia ha

contribuido de manera significativa al avance y desarrollo de la humanidad con tecnología y

descubrimientos, que en muchas ocasiones han demostrado que muchos mitos tienen

“mentiras” en su ideología, sin embargo, para la ciencia le ha sido difícil llevar por un camino

moral a las personas, en la mayoría de casos su moral está en desmitificar, afectando

principalmente a culturas que, por su tradición, llevan vidas equilibradas sin necesidad de

juzgar sus creencias basados en la “verdad” de la ciencia.

Aunque el autor lleve al mito a algo netamente religioso y decir que son simplemente

relatos basados en falsedades, historias sin coherencia, esto puede ser un poco incorrecto ya

que como bien dice él mismo, el mito puede encaminarse como algo cultural que viene de
generación en generación, por otra parte, la ciencia desmiente su veracidad, debido a que no

se encuentran evidencias, hechos que demuestran esto mismo, sin embargo, cabe aclarar que

los mitos hacen parte de una vivencia basada en experiencias de personas que las transmiten

y las convierten en narraciones veraces. El autor menciona que es casi imposible imaginar un

mundo en donde las personas no necesiten de algún símbolo para aclarar su existencia y darle

un sentido a sus vidas, es por esto que el mito no ha desaparecido si no que se mantiene

existente en las generaciones nuevas, con esto Josean quiere mostrar cómo la sociedad no

puede ser irreligiosa, siempre necesitan, bien sea, de dioses, de un solo dios o algún ser

supremo, es por eso que la religión y la ciencia chocan, sin embargo es aquí donde se puede

ver una la falla en lo relatado por el autor, ya que aunque hayan mitos religiosos no significa

que el mito sea una religión. Como ya se mencionó anteriormente existen mitos en donde se

le da una respuesta al origen de la vida, pero también existen mitos relacionados con la

política, vivencias, sociedades, entre otros; por consiguiente, sería un gran error decir que el

mito es falso solo porque contiene narrativas religiosas porque aparte de tener variedad de

temas es una tradición en sociedades antiguas y que se siguen manteniendo hoy en día.

Como cita el autor en su texto en el sub índice Límites cognitivos e insuficiencias

normativas “La ciencia no nos hace mejores pero sí nos hace mucho más poderosos” estoy

de acuerdo con el autor ya que entra un problema de ética para la sociedad, se empieza a

utilizar la ciencia como aquella verdad para gobernar, aquel invento científico que se va

desarrollando se hace pensando en las personas, pero principalmente en los creadores, ya que

significa riquezas para ellos sin importar si el acceso de la “nueva tecnología” solo sea para

unos pocos; por otro lado, estas nuevas tecnologías, que sirven para ciertos usos,

paralelamente causan daños en la naturaleza, en muchos casos irreparables, viéndose esto

como otro problema de ética. La ciencia ha venido cegando a ciertas personas, llenándolas de

ambición y de una inmoralidad crítica, todo lo contrario, ocurre con algunos mitos, que en
vez de llevar a la gente a la avaricia los llena de enseñanzas, basándose no solo en ciencia

sino también en conocimientos humanos, creando armonía entre ellos, por ejemplo, el

taoísmo en el cual se observa una conexión entre lo científico, lo natural y lo mítico.

En conclusión, la ciencia y el mito se necesitan a sí mismos para lograr avances, no solo

científicos, también morales, ambos temas se complementan en una idea utópica de

ambivalencia, es decir, podemos darle diversos sentidos sin necesidad de separa uno del otro

ni de formar un conflicto por sus conocimientos o pensamientos totalmente distintos.

Podemos tomar a la ciencia como ese nuevo “mito” de las generaciones actuales, esto es,

darle a la ciencia ese valor cultural que tiene el mito y convertirlo en esa tradición que nos

puede dar respuesta a muchas preguntas y darnos así un empujón para que nosotros mismos

de manera autónoma lleguemos a ese conocimiento y a su vez a una nueva invención para

seguir avanzando y desarrollándonos como personas y sociedad.

Daniel Alejandro Torres - Andrés Felipe Barrera Muñoz


Universidad Distrital Francisco José de Caldas – Facultad Tecnológica
Bogotá D.C
2020

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