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Actividad 1 - Mes 3

Nutrición Básica
Introducción:

La desnutrición surge por causas primarias o secundarias; las primeras son


consecuencia del consumo inadecuado o de la mala calidad de los alimentos y las
segundas, de enfermedades que alteran dicho consumo o las cantidades necesarias
de nutrientes, su metabolismo o absorción.

Las formas primarias surgen más bien en países en desarrollo y en casos de guerra o
hambruna.

La desnutrición secundaria, la principal forma encontrada en países industrializados,


no fue reconocida hasta inicios del decenio de 1970, cuando se observó que las
personas con consumo adecuado de alimentos pueden presentar desnutrición como
consecuencia de enfermedades crónicas o agudas que alteran el consumo o
metabolismo de nutrientes, en particular enfermedades que causan inflamación aguda
o crónica.

Algunos estudios han señalado que la desnutrición proteínico-calórica (PEM, protein-


energy malnutrición) afecta a 33 a 50% de las personas atendidas en pabellones
médicos y quirúrgicos generales en hospitales de enseñanza. El dato constante de
que el estado nutricional influye en el pronóstico de cada enfermo destaca la
importancia de impedir, detectar y tratar la desnutrición.

Se están desarrollando definiciones para las formas de PEM. Tradicionalmente, los


dos principales tipos de PEM han sido el marasmo y kwashiorkor. El marasmo se
considera el resultado terminal de un déficit a largo plazo de consumo de energía
dietética, mientras que el kwashiorkor se considera una consecuencia de un régimen
alimentario con bajo contenido de proteínas.

Aunque los conceptos antes mencionados son en esencia correctos, se ha acumulada


evidencia de que los síndromes de PEM se diferencian por dos características
principales: el consumo dietético insuficiente y procesos inflamatorios subyacentes.

Los regímenes alimentarios con bajo contenido de energía con inflamación mínima
causan pérdida gradual de la masa corporal, dando origen al marasmo clásico. Por el
contrario, la inflamación por enfermedades agudas como las lesiones o la septicemia o
por enfermedades crónicas como el cáncer, neumopatías o cardiopatías, o infección
por VIH pueden agotar la masa corporal magra incluso con un consumo dietético
relativamente suficiente, dando origen a un estado similar al kwashiorkor.

Con mucha frecuencia, las enfermedades inflamatorias afectan el apetito y el consumo


dietético, dando origen a combinaciones de ambos procesos.

El comité de consenso propuso las siguientes definiciones revisadas. Se sugiere el


uso del término desnutrición relacionada con inanición para casos de inanición crónica
sin inflamación, desnutrición relacionada con enfermedades crónicas cuando hay
inflamación crónica leve a moderada y desnutrición relacionada con enfermedades o
lesiones agudas cuando la inflamación es aguda e intensa.
Muchos países en vías de desarrollo se enfrentan con una alta prevalencia de las
formas clásicas de desnutrición proteínico-energética: marasmo y kwashiorkor. La
inseguridad alimentaria que caracteriza muchos países pobres, impide el consumo
dietético suficiente consistente y con la calidad apropiada y conduce a desnutrición
endémica o cíclica.

Los factores que favorecen el riesgo de inseguridad alimentaria incluyen variaciones


estacionales marcadas en la productividad agrícola (ciclos de lluvias de temporal-
periodos de sequía), sequías periódicas, injusticias políticas y epidemias en especial
de VIH/sida. La coexistencia de desnutrición y enfermedades epidémicas incrementa
estas últimas e incrementa las complicaciones y tasas de mortalidad, creando ciclos
viciosos de desnutrición y enfermedad.

Conforme mejora la prosperidad económica, los países en desarrollo han sufrido una
transición epidemiológica, un componente que se ha denominado transición
nutricional. Conforme mejoran los recursos económicos se hace posible una mayor
diversidad alimentaria y las poblaciones de ingresos medios (p. ej., sureste asiático,
China y América Latina) comienzan a adoptar hábitos del estilo de vida de países
industrializados, con incremento del consumo de energía y grasa y disminución del
nivel de actividad física.

Esto ocasiona incremento en las cifras de obesidad, síndrome metabólico, diabetes,


enfermedades cardiovasculares y cáncer, que en ocasiones coexisten en poblaciones
con desnutrición persistente. Las deficiencias de micronutrientes también son
frecuentes en muchos países, afectando el estado funcional y la productividad y
ocasionando incrementos en las tasas de mortalidad.

La deficiencia de vitamina A, afecta la visión e incrementa las tasas de morbilidad y


mortalidad por infecciones como el sarampión.

La deficiencia moderada de hierro puede ser prevalente hasta en 50% del mundo,
como consecuencia de una mala diversidad alimentaria asociada con la pérdida
periódica de sangre y embarazos.

La deficiencia de yodo es frecuente, ocasionando bocio, hipotiroidismo y cretinismo.

La deficiencia de cinc es endémica en muchas poblaciones, da origen a retraso del


crecimiento, hipogonadismo y dermatosis y afecta la cicatrización de las heridas.

Por fortuna, los programas complementarios de salud pública han mejorado


sustancialmente las necesidades y los aportes de vitamina A y cinc en países en
desarrollo en los últimos 20 años, y con ello han disminuido las cifras de mortalidad
por sarampión, enfermedades diarreicas y otras manifestaciones. Sin embargo, con la
transición nutricional cada vez más avanzada y el cambio hacia cuadros no
transmisibles crónicos relacionados con la dieta, se ha calculado que la nutrición
constituye uno de los tres grandes factores que contribuyen al riesgo de enfermedades
y muerte a nivel mundial.
¿Cuáles son las consecuencias graves de la desnutrición?

Desde el punto biológico, cada organismo que sobrevive y se reproduce, por


definición, adaptado a su ambiente. Pero una vez adaptado, la estrategia de
sobrevivencia exige condiciones sostenibles para que esta adaptación represente un
beneficio real tanto al individuo como a la especie.

El individuo desnutrido se adapta a su ambiente restringido en nutrimentos mediante


un lento aumento del peso corporal sobre todo en los periodos tempranos del
desarrollo, además de ajustar su metabolismo a la deficiente disponibilidad de
nutrimentos, pero es un riesgo.

Estudios epidemiológicos demuestran la relación entre deficiencias nutricionales


durante el desarrollo temprano con diferentes enfermedades en la vida adulta,
principalmente relacionadas con el uso y tolerancia de la glucosa, la resistencia a la
insulina y con hipertensión y daño vascular y otras más vinculadas con el síndrome
metabólico.

En un comienzo un individuo con un estado inicial de nutrición normal, al tener su


alimentación altamente limitada, sufre primeramente un gasto energético. Gastándose
rápidamente sus ATPs producidos por las mitocondrias, luego agotando la glucosa de
los tejidos y la sangre producida por la liberación de insulina.

Con el agotamiento de la glucosa, la próxima fuente de energía a ser utilizada es el


glucógeno almacenado en los músculos y en el hígado. Este es rápidamente
transformado en glucosa y ofrece un aporte razonable de energía. Su agotamiento
puede generar apatía, postración y hasta síncope.

El cerebro al utilizar la glucosa y cuerpos cetónicos, como forma de


energía, sufre mucho cuando hay hipoglucemia.

En seguida las grasas (triacilglicerol) son liberadas de las reservas adiposas, y es


dividida en ácidos grasos más glicerol. El glicerol es transportado al hígado a fin de
producir glucosa. El ácido graso por medio de la beta-oxidación forma cuerpos
cetónicos que causan un aumento de la acidez en sangre (el pH normal es de 7,4).

La acumulación de cuerpos cetónicos en la sangre puede llevar a un cuadro de


acetonemia, su progresión tiende a evolucionar en un surgimiento de ceto-acidez (pH
< 7,3) compensado por el organismo con la liberación de bicarbonatos de la
circulación.

La piel se hace más gruesa sin el tejido adiposo subcutáneo. En esta etapa las
proteínas de los músculos y del hígado son divididas en aminoácidos para que por
medio de la glucogénesis pasen a ser una nueva fuente de glucosa (energía).

La gran pérdida de masa muscular ocurre en las regiones más próximas al esqueleto.
La fuerza muscular es mínima y a esta etapa le sigue la muerte.
Como consecuencia:

Función cardiovascular:

El corazón pierde masa muscular (masa miocárdica), así como otros músculos del
cuerpo. Disminuye el gasto y frecuencia cardiaca. El individuo ingresa en un estado de
hipotensión e insuficiencia circulatoria periférica. En el estado más avanzado hay una
insuficiencia cardíaca y posterior muerte.

Función renal:

Disminuye el flujo plasmático renal y la filtración glomerular.

Sistema inmune:

Se torna ineficiente al disminuir las citoquinas, linfocitos T, macrófagos, neutrófilos y el


índice de reproducción linfocitaria. Es decir, el cuerpo humano no puede producir
células de defensa.

Luego, es común las infecciones intestinales, respiratorias, y otros acontecimientos. La


duración de las enfermedades es mayor y el pronóstico siempre más grave que en
individuos normales. La cicatrización se lentifica.

Sangre:

Es posible que ocurra un cuadro de anemia ferropénica relacionada a la desnutrición.

Función gastrointestinal:

Hay una menor secreción de HCL por el estómago, tornando ese ambiente más
favorable para la proliferación de bacterias. También hay una disminución de la
secreción pancreática y biliar.

El intestino disminuye su ritmo de peristáltico y su absorción de nutrientes es muy


reducida. Hay dificultad en la absorción de grasas y disacáridos, atrofia de la mucosa
intestinal. En el colon disminuye el agua y electrolitos lo que genera diarrea.
¿Con qué patologías se vincula potencialmente?

La desnutrición proteico-energética tiene dos formas principales:

 Marasmo

 Kwashiorkor

Marasmo

El marasmo es una carencia grave de calorías y proteínas que tiende a aparecer en


los lactantes y los niños de edad temprana. De modo característico produce pérdida
de peso y deshidratación. La lactancia materna, por lo general, protege contra el
marasmo.

La inanición es la forma más extrema de marasmo (y desnutrición). Es el resultado


de una falta parcial o total de los nutrientes esenciales durante un tiempo
prolongado.

Kwashiorkor

El kwashiorkor es una carencia grave de proteínas más que de calorías. Es menos


frecuente que el marasmo. El término deriva de una palabra africana que significa
«primer niño-segundo niño», ya que un primogénito a menudo desarrolla kwashiorkor
cuando es desplazado del pecho materno por el nacimiento de un segundo niño.
Dado que los niños desarrollan el kwashiorkor después de haber sido destetados,
tienen generalmente más edad que los que presentan marasmo.

Esta carencia tiende a darse en ciertas zonas del mundo donde los alimentos
básicos y las comidas nativas destinadas a los bebés destetados son deficientes en
proteínas, aunque provean suficientes calorías e hidratos de carbono.

Ejemplos de tales alimentos son: ñame, casabe, arroz, batatas o boniatos y plátano
verde. Sin embargo, cualquiera puede desarrollar kwashiorkor si su alimentación
está compuesta principalmente de hidratos de carbono.

Las personas con kwashiorkor retienen líquidos, lo que les da un aspecto hinchado.
Si el kwashiorkor es grave la persona afectada presenta un abdomen prominente.
Comparación del Marasmo y el Kwashiorkor
Signos físicos de deficiencias nutricionales
Tratamiento de la desnutrición

Para la mayoría de las personas, el tratamiento de la desnutrición consiste en un


aumento gradual del número de calorías consumidas. La mejor manera de lograrlo
es consumiendo un buen número de comidas al día, pequeñas pero nutritivas. Por
ejemplo, a las personas que han estado privadas de alimento se les alimenta primero
con pequeñas cantidades de alimentos de forma frecuente (entre 6 y 12 veces al
día).

Luego se incrementa gradualmente la cantidad de alimentos. Si los niños tienen


diarrea, puede retrasarse una o dos días la ingesta de alimentos para que la diarrea
no empeore. Durante este intervalo, se les da líquidos.

Quienes tienen dificultad para digerir alimentos sólidos probablemente necesitarán


suplementos líquidos o una dieta líquida. A menudo, se recurre a los suplementos
sin lactosa (como los suplementos a base de yogur) porque muchas personas tienen
problemas para digerir la lactosa (un azúcar presente en los productos lácticos), y la
desnutrición puede empeorar el problema. Si estas personas consumen alimentos
que contienen lactosa, suelen tener diarrea.

También se suministran suplementos multivitamínicos para asegurarse de que


reciban todos los nutrientes que necesitan.

Se tratan las enfermedades que contribuyen a la desnutrición (tales como una


infección). Algunos expertos recomiendan la administración de antibióticos a todos
los niños y niñas gravemente desnutridos, incluso si no hay infección aparente.

Si la desnutrición es grave, será necesaria la hospitalización.

Una alimentación demasiado rápida tras una desnutrición grave puede causar
complicaciones, como diarrea y desequilibrio hídrico, desequilibrios en la glucosa (un
azúcar) y en otros nutrientes. Estas complicaciones generalmente desaparecen si se
ralentiza la alimentación.

Siempre que sea posible, los nutrientes se administran por vía oral. Si esto último no
es posible, se pueden administrar por medio de uno de los sistemas siguientes:

 Un tubo insertado en el tracto digestivo (alimentación por sonda)

 Un tubo (catéter) insertado en una vena (alimentación intravenosa)


Alimentación por sonda
La alimentación por sonda, (nutrición enteral) es útil para alimentar a las personas
cuyo tracto digestivo funciona con normalidad si no pueden comer lo suficiente para
cumplir con sus requerimientos nutricionales (como las personas con quemaduras
graves) o no pueden deglutir (como las que han sufrido un accidente
cerebrovascular)

Una fina sonda de plástico (sonda nasogástrica) se pasa suavemente por la nariz
hacia la garganta, hasta alcanzar el estómago o el intestino delgado (llamada
intubación nasogástrica). Si se prevé un largo periodo de alimentación por sonda, se
puede colocarse una sonda de alimentación directamente en el estómago o en el
intestino delgado; para ello, se realiza una pequeña incisión en la pared abdominal.

La alimentación administrada mediante sonda debe contener todos los nutrientes


necesarios. Existen preparaciones líquidas especiales, incluso para personas con
necesidades específicas (como la limitación de ingestión de líquidos). Además, los
alimentos sólidos pueden prepararse de modo que se puedan suministrar mediante
una sonda nasogástrica. La alimentación por sonda debe ser lenta y continua, o bien
en cantidades mayores (denominadas bolos) cada pocas horas.

La alimentación por sonda es la causa de muchos problemas, potencialmente


mortales:

 Inhalación (aspiración) de alimentos en los pulmones: en las personas


mayores, la aspiración es el problema más frecuente que provoca la
alimentación por sonda; puede llevar a la neumonía. Es menos probable que
se aspire el alimento cuando la solución se administra lentamente y cuando se
eleva la cabecera de la cama durante 1 o 2 horas después de la alimentación
por sonda, ya que se reduce el riesgo de reflujo de alimentos (regurgitación).

 Diarrea y malestar abdominal: cambiar la solución o administrarla más


lentamente puede aliviar estos problemas.

 Irritación de los tejidos: la sonda puede irritar y erosionar los tejidos de la


nariz, la garganta o el esófago. Si los tejidos se irritan, se puede retirar la
sonda y continuar la alimentación usando una sonda de otro tipo.
Alimentación intravenosa

La alimentación intravenosa (nutrición parenteral) se utiliza cuando el aparato


digestivo no puede absorber adecuadamente los nutrientes (por ejemplo, en las
personas que padecen trastornos de malabsorción). También se utiliza cuando debe
mantenerse temporalmente sin alimentos el conducto digestivo (por ejemplo, en los
casos de colitis ulcerosa grave o pancreatitis grave).

La alimentación intravenosa puede aportar una parte (nutrición parenteral parcial) o


la totalidad de las necesidades nutricionales (nutrición parenteral total). Dado que la
nutrición parenteral total requiere una vía intravenosa más grande (catéter), que se
introduce en una vena grande, como la subclavia, localizada bajo la clavícula.

La alimentación intravenosa también causa problemas, como los siguientes:

 Infección: el riesgo de infección es permanente porque el catéter


generalmente queda implantado en el mismo lugar durante mucho tiempo y las
soluciones alimenticias que pasan por él tienen un alto contenido de glucosa,
un azúcar en el que las bacterias pueden crecer con facilidad. Se controla
minuciosamente a los pacientes que reciben nutrición parenteral total para
detectar signos de infección.

 Exceso de agua (sobrecarga de volumen): dar demasiada agua puede


provocar una acumulación de líquido en los pulmones, dificultando la
respiración. Por ello, los médicos supervisan regularmente el peso y la
cantidad de orina excretada. A veces reducen el riesgo mediante el cálculo de
la cantidad de agua necesaria antes de iniciar la alimentación.

 Desequilibrios y carencias nutricionales: en raras ocasiones, aparecen


carencias de ciertas vitaminas y minerales. Los médicos miden y controlan
periódicamente los niveles sanguíneos de minerales disueltos (electrólitos),
azúcar (glucosa) y urea (una medida de la función renal) para identificar ciertos
desequilibrios nutricionales. De este modo, pueden adecuar la composición de
la solución a los requerimientos.

 Disminución de la densidad ósea: la nutrición parenteral total, cuando se


administra durante más de 3 meses, provoca una disminución de la densidad
ósea en algunas personas. La razón es desconocida, y el mejor tratamiento
consiste en suspender temporal o permanentemente este tipo de alimentación.

 Problemas hepáticos: la nutrición parenteral total puede causar una


disfunción del hígado, más frecuentemente en niños prematuros. Se realizan
análisis de sangre para controlar la función hepática.

 Problemas de la vesícula biliar: pueden desarrollarse cálculos biliares. El


tratamiento implica el ajuste en la composición de la solución utilizada, y si es
posible, el suministro de alimentos por vía oral o una sonda de alimentación
(nasogástrica).
Fármacos o sustancias

A las personas muy desnutridas suelen administrárseles fármacos para estimularles


el apetito, como el dronabinol o megestrol, u otros que sirven para aumentar la masa
muscular, como la hormona del crecimiento o un esteroide anabolizante (por
ejemplo, nandrolona o testosterona).
Bibliografía

1. [Libro]. Harrison. Principios de Medicina Interna 19 Edicion

Links de interés:
https://www.msdmanuals.com/es-cl/hogar/trastornos-
nutricionales/desnutrici%C3%B3n/desnutrici%C3%B3nhttp://servicio.bc.uc.edu.ve/fcs/vol7n3/
7-3-6.pdf

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