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de la Ciudad de México,
volumen XIX
SEBASTIÁN Y EL JAGUAR
Camilo Albornoz
ILUSTRACIONES
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INDICE
Prólogo.........................................................8
PRESENTACIÓN...............................................12
L AS COMPLICIDADES.......................................19
CARIÑO..........................................................31
TÁBATA...........................................................35
EL GATO FITO.................................................75
L A NIÑA Y EL MAGO.........................................87
NIÑO MALO....................................................93
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INDICE
EL PINTOR MALDITO.....................................103
INJUSTICIA....................................................117
EL ESPEJO............…........................................147
EL NEGRO Y EL GÜERO...................................155
SEBASTIÁN Y EL JAGUAR..................................161
Autoras y autores......................................172
Agradecimientos......................................175
Sembl anzas.................................................177
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PRÓLOGO
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los estudiantes de la escuela primaria Cultura
Azteca.
La dinámica para tener su atención fue diversa,
pero siempre atendiendo los intereses de los
alumnos en la lectura y escritura.
La motivación para que trabajaran en armonía
con Camilo fue desde la narración de lecturas, utili-
zando tonos, gesticulaciones, pausas, ritmo y
sabor, hasta la interpretación de canciones que al
ser de temas graciosos y de interés de los alumnos
y alumnas provocaban el resultado deseado: el
interés de los estudiantes por crear canciones,
cuentos y poemas basados en sus vivencias.
Desarrollar competencias docentes es una tarea
inobjetable del sistema educativo, y corresponde a
los profesores y profesoras buscar las estrategias
que permitan favorecerlas.
Dentro del marco del programa de lectura, se
establecen parámetros y niveles en la escuela
primaria. Como docentes, debemos promover
primero nuestra propia comprensión lectora y el
gusto y hábito por la misma.
Es de vital importancia para nuestro sistema
educativo, pero sobre todo para nuestra práctica
docente que estemos innovando las estrategias de
lectura y escritura que promuevan en nuestros
alumnos y alumnas ese mismo hábito y gusto por
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tan importantes aspectos educativos.
La importancia de tener talleres como el de Mo-
jiganga en la práctica docente es de una trascen-
dencia fundamental, ya que se nos ofrece una
metodología que podemos implementar en nues-
tras aulas.
El trabajo que se vino realizando con Mojiganga
durante estos meses ha motivado el disfrute de la
lecturade tal manera que se pudo transmitir a los
niños y niñas el gusto y la libertad de producir un
texto con base en sus experiencias.
Cuando tuvimos contacto con los escritos que
han trabajado los alumnos y alumnas del plantel,
nos dimos cuenta de que niños y niñas escribían
con libertad y expresaban sus sentimientos, gra-
cias a la gran motivación generada por Camilo.
Todavía queda un largo camino por recorrer en
el proceso de escritura y lectura de los alumnos,
sin embargo al convertirlos en cómplices de la
creación de textos y ver que se toman en cuenta
estas creaciones, se propicia una excelente moti-
vación para fomentar su hábito de leer y escribir.
Estás comenzando a leer un libro, que es el fruto
de la imaginación y creatividad de niños y niñas,
ellos inmersos en el mundo de la lectura, la escri-
tura, el juego y el canto, han logrado que esa semi-
llita que se vino a sembrar dentro de ellos, haya
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crecido majestuosamente y ahora puedas degustar
y saborear el fruto. Cada vez que leas un cuento,
estarás dando una gran mordida, pero no querrás
que se acabe.
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PRESENTACIÓN
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sobresaturada de estímulos, solo que los estímulos
dirigidos de manera directa o indirecta a nuestras
infancias, en su aplastante mayoría, están destina-
dos a robar su infancia.
Esta deformación forma parte del ecocidio
provocado por nuestra especie. Pese a la abundan-
cia de evidencias científicas, vemos líderes mun-
diales afirmando a voz en cuello que el calenta-
miento global es una falacia. Año tras año toma
fuerza una “ciencia” económica focalizada en el
aumento de la producción sin otro propósito que la
acumulación del poder financiero.
Si llevamos este planteamiento a la función del
arte y la cultura, nos condicionamos a la cultura
estrictamente como una mercancía. Tal y como
plantean los productores de Hollywood para
quienes las películas de arte son simple y llana-
mente “garbage” (basura).
El adulto de cualquier clase social y de cualquier
nivel académico está expuesto a un bombardeo de
estímulos y de posibilidades de comunicación como
nunca antes en la historia de la humanidad. La tec-
nología se ha vuelto el gran juguete y como tal el
caballo de Troya de la manipulación de las mentes,
condicionadas a pensar que no existe nada mejor
en este mundo que ganar mucho dinero, para
obtener poder y placer, sinónimos de “felicidad”.
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Nunca hemos tenido tan a la mano la posibilidad
de expandir nuestro conocimiento, como ahora que
tenemos dispositivos individuales con una cantidad
de información ni siquiera imaginable hace apenas
algunas décadas. Hoy un individuo puede incluso
convertirse en un autodidacta multidisciplinario sin
ir a la escuela. Es el nuevo paradigma de la edu-
cación que nos va a conducir a una nueva época
donde nos espera un laberinto poblado por mino-
tauros, musas, demonios y dioses, mundos de
sombra y mundos de luz. Sólo que en el café Inter-
net no hay Ariadnas.
Este contexto dificulta la selección de las vetas
que más convienen para nuestro desarrollo como
seres volcados hacia la creatividad y la transfor-
mación como características esenciales de nuestra
especie.
Si llevamos esa perspectiva al mundo infantil,
nos topamos con un conflicto. Por un lado necesita-
mos que nuestros futuros individuos tengan una
gran capacidad de transformar el mundo a su alre-
dedor. Por otro, topamos con una lógica de merca-
do que exige que estos individuos sean técnica-
mente eficientes y suficientemente dóciles para
que asuman que hay que ser eficientes como tra-
bajadores, buenos consumidores y que asuman la
superioridad del verbo “tener” sobre el verbo “ser.
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La consecuencia: una sociedad impecable donde
los individuos votan por quienes los medios de
comunicación, en manos de poderes fácticos,
decidan; una sociedad que cuya cultura se vuelca
hacia el consumo de productos prefabricados
donde la creatividad se reduce al Show del efecto y
la novedad. Para vender y vender y vender. Y luego
desechar, desechar y desechar y aumentar y
aumentar la contaminación que generamos.
Una niña y un niño que adquieren el hábito de la
lectura - y el de la escritura -, se vuelven genera-
dores de sus propias ideas. Por eso se vuelven
adictos a la lectura, porque ellos mismos forman
parte del juego. No es ajeno a ellos, lo quieren
jugar. Obligarlos es un puñal de doble filo. ¿Lo
dudan? Pregunten a los miles de jóvenes a quienes
les “dejaron de tarea” leer a Don Quijote o a Rulfo
en un plazo determinado.
Y lo peor que esos maestros y maestras que
“obligan” el alumno y la alumna a leer, no se dan
cuenta de que el juego de la expresión y la comuni-
cación es la base del entendimiento y del descu-
brimiento humano. En ese juego se forjan las
utopías y en ese juego se desarrollan los grandes
descubrimientos científicos. En el crisol de ese
juego se conforma la lucha por los Derechos Hu-
manos.
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Hace poco fui testigo de la tarea que dejó la
maestra de primer grado: el grupo debía leer siete
cuentos, cuya lectura exigía un promedio de ocho
minutos por un adulto, durante el fin de semana y
además traer un comentario, por escrito de cada
cuento. Una madre se quejó conmigo: “El domingo,
eran las doce de la noche cuando mi hijo se durmió
llorando. No podía más”.
Una niña y un niño que leen de manera crítica y
reflexiva, van a “leer”, lato sensu, mucho mejor la
realidad que les ha tocado vivir. Videojuegos,
películas, anuncios y videoclips, telenovelas y
series de televisión, las noticias, los engaños y
potencialidades del Internet. Esa niña y ese niño se
convertirán en eximios lectores capaces de separar
la paja del trigo en el vértigo engañoso y a la vez
maravilloso de la información. Su mirada de
“lector” crítico les permitirá distinguir el reino de
los imbéciles del el reino del conocimiento en las
redes sociales.
La letra impresa o digital todavía es, y
desconozco por cuantos milenios seguirá siendo, la
base más importante del desarrollo intelectual. El
signo desnudo en su infinita posibilidad empuja
nuestra mente hacia la creatividad, hacia la
imaginación, hacia la interpretación, nos estimula
a transformar, a ser demiurgos que se convierten
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en generadores de contenidos en el vertiginoso
universo de la comunicación.
¿Hacia donde se dirige la evolución humana:
hacia un virus que se reproduce hasta que
destruye su entorno, o hacia un ser consciente del
misterio que es la vida?
En este marco nos acercamos a niñas y niños,
para motivarlos a leer, ¡y a escribir!, como el juego
en el que podrán realizar su infancia y su humani-
dad de la manera más plena.
Frecuentemente oímos las dificultades para
lograr que niñas y niños lean. Es tan fácil. Sincera-
mente, es tan fácil. Basta ponerlos a jugar, basta
convertirlos en parte de ese mundo detrás de las
letras impresas. Basta depositar en sus manos, sin
obligarlos por favor, textos donde se sientan refle-
jados, al mismo tiempo que ponemos a su alcance
una hoja en blanco para que expresen lo que
gusten y como gusten. Basta con que comencemos
a jugar con ellos este juego, como juego, como
juego donde aprenden a vivir, que es lo que ellos
más desean. Como juego donde aprenden a ejercer
plenamente su humanidad, su infancia como parte
del privilegio de estar vivos.
¿Qué ocurre cuando ellos toman el gusto por
este juego? Lean ustedes el resultado, obtenido
solamente en quince sesiones con alumnas
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y alumnos de quinto grado y diez sesiones con sus
maestras y maestros quienes darán continuidad a
lo que iniciamos juntos.
Claro que es más fácil realizar esta labor, si nos
encontramos con una escuela como la Cultura
Azteca, allá en Villa Milpa Alta, donde pudimos
compartir nuestro proyecto con un grupo de autori-
dades escolares y con un cuerpo docente ejercien-
do su profesión con una vocación conmovedora.
Las niñas y los niños de esta comunidad escolar,
no son especiales. Tienen el deseo pujante de
aprender el juego de la vida como las otras infan-
cias de cualquier lugar de nuestro amado planeta.
Su ánimo y sonrisas, sus ganas de expresarse y de
comunicarse las pueden ustedes constatar en este
libro y en el siguiente vínculo donde encontrarán
los cuadernos de trabajo y la manera colegiada en
que trabajamos con maestras y maestros:
https://files.secureserver.net/0fFnOkEcqRL4nQ.
Camilo Albornoz
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Com p l i ci d a d es
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2O
MARI INGENUA QUE TE POSAS
Poema escrito en complicidad con Damaris Alamán
Reyes y con la profesora Xóchitl Carbajal González
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MARI INGENUA QUE TE POSAS
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MARI INGENUA QUE TE POSAS
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MARI INGENUA QUE TE POSAS
Discutimos ampliamente,
asamblea se convocó
de todas las mariposas,
donde un plan se anunció.
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MARI INGENUA QUE TE POSAS
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MARI INGENUA QUE TE POSAS
Es Pati-pati la vanidosa,
es Pati-pati la envidiosa,
la que roba insidiosa
a todas las mariposas.
Sorprendida la engreída
aun así gritó: ¡ajúa!
soy mari la poderosa,
más hermosa que ninguna.
La asamblea reunida
la corrió de inmediato,
¡que se fuera y no volviera
ay, nunca más a milpa alta!
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ILUSTRACION
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MARI INGENUA QUE TE POSAS
Apenadas acudimos
a socorrer a la desdichada,
que ni siquiera podía
moverse la descarriada.
Apenadas recorrimos
una dos y muchas flores
juntamos polen y amor
para a sus alas dar color.
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MARI INGENUA QUE TE POSAS
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MARI INGENUA QUE TE POSAS
De certero picotazo
la mató y devoró
a la mariposa hermosa
que por el pico murió.
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CARIÑO
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CARIÑO
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ILUSTRA CARIÑO
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CARIÑO
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TÁBATA
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TÁBATA
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ilustración
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LOS CHONES DE MI ABUELA
Abuelita, abuelita
dime, abuelita, dime
donde están tus chones
abuelita, tus chones
rosas
rosa-amarillo-pipi.
Abuelita, abuelita
dime, abuelita, dime
quien robó tus chones
quien dejó así tus pompis
pobrecitas tan desnudas
con tanto frío
tus pompis suavecitas
tristes
se quedaron sin sus chones
rosas
rosa-amarillo-pipi.
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LOS CHONES DE MI ABUEL A
Abuelita, abuelita
dime, abuelita, dime
dónde están tus chones
con rayita de canela
tan bonita
la rayita
la rayita de canela
de tus chones
rosas
rosa-amarillo-pipi.
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ILUSTRACION
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LOS CHONES DE MI ABUELA
Abuelita, abuelita
te cuento, abuelita, te digo
te chismeo
ya sé quien robó
quien es el ladrón
sin corazón
el bandido que robó
que robó tus perfumados
chones rosas
rosa-amarillo-pipi.
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¿Y AHORA COMO LO RESUELVO?
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¿Y AHORA COMO LO RESUELVO?
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¿Y AHORA COMO LO RESUELVO?
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¿Y AHORA ilustracion
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¿Y AHORA COMO LO RESUELVO?
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¿Y AHORA COMO LO RESUELVO?
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¿Y AHORA COMO LO RESUELVO?
del sillón.
En la víspera del cumpleaños de la madre, el
niño durmió con la esperanza de todavía volverse a
encontrar con doña Popy. Bueno, sí soñó, pero no
tenía nada que ver con Popy. Al contrario, tuvo una
pesadilla en la que su mamá le exigía que vendiera
Porky a un cazador, para que ella pudiera com-
prarse un sillón nuevo. El cazador arrastraba a
Porky que se iba llorando, mientras su mamá se
reía desde lo alto de una ventana, divirtiéndose de
las lágrimas de su hijo abrazado a su perrito.
Horrible pesadilla que lo hizo despertar con el
estómago revuelto. Corrió a abrazar a Porky. Le
juró que si lo vendían él se escapaba con él. El
perro no entendió la razón de aquel acceso de
amor, pero se dejó querer.
Luego Memo se dirigió a la sala donde la madre
reposaba en un sofá, junto al sillón estropeado.
Ella lo invitó a sentarse a su lado.
Me comentó la vecina chismosa de al lado – le
contó su mamá – que te vio vendiendo paletas en
el mercado. ¿Por qué estás haciendo eso?
- Quería juntar el dinero para comprarte un
sillón nuevo, pero no lo conseguí – explicó cabizba-
jo el hijo -. En las vacaciones voy a trabajar.
- ¿Cuánto dinero juntaste?
- Bien poquito. Daba las paletas a dos pesos;
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¿Y AHORA COMO LO RESUELVO?
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EL ZORRILLO QUE SE CREÍA GALLO
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EL ZORRILLO QUE SE CREÍA GALLO
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EL ZORRILLO QUE SE CREÍA GALLO
Zorrillito en la escuela
enseguida fue famoso,
golpeaba a los niños,
con las niñas un odioso.
El zorrillo no se bañaba
quería ser desastroso
como el padre pendenciero
bien borracho y apestoso.
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EL ZORRILLO QUE SE CREÍA GALLO
“Madrecita de mi vida,
mi padre me va a golpear,
por tamaño atrevimiento
a usted la va a matar”.
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EL ZORRILLO QUE SE CREÍA GALLO
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EL ZORRILLO QUE SE CREÍA GALLO
Conteniendo la emoción
al hijo también indica
que se vaya con su padre
que es su modelo en la vida.
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ILUSTRA ZORRILLO
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EL ZORRILLO QUE SE CREÍA GALLO
Le dolía a la madre
decir aquello y poner
cara de fuerte y mala
pero lo tenía que hacer.
Zorrillito se le hinca,
le pide perdón sincero,
aunque no se sabe muy bien
si por amor verdadero.
Se le hinca arrepentido:
“madre, voy a trabajar,
madrecita, te prometo
también voy a estudiar”.
Tirado y deshilachado
el gallo maltrecho
murmura que él también
será un gallo derecho.
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EL ZORRILLO QUE SE CREÍA GALLO
Al marido engallado
le dice con altivez:
“te me vas bien derechito
por aquella calle de una vez.
Muchachas no se enamoren
por dinero o por carita,
si no quieren ser gallina
de un mugre gallinero.
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EL ZORRILLO QUE SE CREÍA GALLO
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DOCTOR SOMBRA VS CONEJO SALVAJE
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DOCTOR SOMBRA VS CONEJO SALVAJE
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DOCTOR SOMBRA VS CONEJO SALVAJE
los humanos.
- Yo te puedo dar un nombre, compa. Así nomás.
Ya con un nombre que yo te dé, tú ya tienes autori-
dad para dar nombre a otro de tus amigos y
amigas y ellos a otros y ya todo el mundo va a
tener su nombre.
- ¿Cómo me vas a poner?
- Para mí que tienes cara de…Alix, Conejo Alix,
así te vas a llamar.
- ¡Órale, ya me siento mucho mejor, más feliz,
más fuerte, más yo, pues! A ver, señor rey, por qué
no trae usted a su ejército de conejos con nombre
y nos saca de aquí.
- Calmado, mi Conejo Alix, las peleas no se
ganan a base de puros trancazos. Si a esas vamos
los hombres tienen escopetas y nosotros no. Pero
tenemos lo más importante.
- ¿Qué es? - preguntó ya ansioso Conejo Alix.
- Las ganas de vivir, compa. De luchar, de salir
adelante.
- ¿Y cómo voy a salir adelante si ni siquiera
puedo salir de esta jaula? ¿De qué me sirve tener
nombre?
- Ya verás que sí sales adelante, mi valedor.
Antes de que cante el gallo, vas a estar lejos de
aquí. Presta bien atención porque ya me tengo que
ir y no te puedes equivocar en lo que vas a hacer.
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DOCTOR SOMBRA VS CONEJO SALVAJE
- Dime.
- Ayer estuvo con ustedes el doctor Sombra.
- Sí, vimos a una persona que entró por la noche
y que iba de uno a otro lado.
- No es persona, valedor, es una sombra, el
doctor Sombra. Esta sombra abandonó a su dueño,
un científico importante que murió. Cuando una
persona pierde su sombra, se vuelve loca, comple-
tamente loquita hasta que se muere.
- Y qué es lo que hace esta sombra aquí.
- Buena pregunta, compa. Él es tan inteligente
como el doctor humano que era su dueño. Él está
creando el reino de las sombras. La verdad se trata
de un mundo mucho más tranquilo que el de los
humanos, aunque también es muy aburrido. No
hay nada de ruido ni nada de nada.
- ¿Y qué hace aquí?
- Pues quiere llevarse a ustedes, los conejos,
para el mundo de las sombras.
- ¡Órales! Y esto es bueno o malo.
- Mira: el lado bueno es que ya nadie los va a
comer.
- ¿Quien nos va a comer?
- Ay, mi conejito, pues los hombres los tienen
aquí enjaulados porque los humanos los comen a
ustedes asados, en mixiote, en caldo, hacen ropa
de su piel y llaveros con nuestras patas.
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ilustracion
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DOCTOR SOMBRA VS CONEJO SALVAJE
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DOCTOR SOMBRA VS CONEJO SALVAJE
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DOCTOR SOMBRA VS CONEJO SALVAJE
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DOCTOR SOMBRA VS CONEJO SALVAJE
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EL GATO FITO
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EL GATO FITO
vengarse.
La oportunidad vino una noche en que Fito se
descuidó por andar de enamorado de la gata negra
más coqueta del barrio. Esa noche le había llevado
una serenata de maullidos rompe-y-rasga a la gata
negra. Lo hacía desde el límite de un alero que
daba para la calle. No se percató, y si se percató
poco le importó, que su cola, que se meneaba
provocativa, colgara en el vacío. El Japo se dio
cuenta. De un brinco lo jaló para meterlo en un
bote de basura que tapó con rapidez.
En menos de quince minutos se encontraba en
su escondite, una cueva abandonada entre los ma-
torrales del depósito de basura, a la orilla del cerro,
a buena distancia de las últimas casas.
Se dio el gusto torturando a Fito. Primero golpeó
el bote con un palo hasta dejar aturdido al minino.
Luego le echó agua y finalmente le ató una soga al
cuello. Lo zarandeó hasta cansarse y luego lo
amarró en la copa de un árbol. Abajo dejó al Chato,
alias el tuerto, con toda su sed de venganza.
El Japo, a sabiendas del cariño que le tenían a
Fito, regresó para concluir su plan macabro.
En la casa de Fito sonó el teléfono.
- Bueno.
- Escúcheme con atención porque se lo voy a
decir una sola vez. Tengo a su gatito y me lo voy a
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EL GATO FITO
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GATITO, GATITO, GATITOOO
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EL GATO FITO
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EL GATO FITO
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EL GATO FITO
lo amarraron.
Japo piensa en encostalar al gato. Cambia de
idea. Si lo agarra una patrulla, ya se fregó. Le
ordena al Chato quedarse al pie del árbol y a
¡comerse al gato si se atreve a bajar! Ni modo, mi
Chato, yo soy el jefe y te toca obedecer. La oscuri-
dad traga al Japo. El Chato gruñe hacia el gato que
le sonríe.
Alguien, o mejor, varios pares de ojos observan
al Japo que se retira. Esperan a que se aleje. Al
poco rato comienzan a caer piedras sobre el Chato
que se asusta, gruñe y ladra. Pero no se mueve.
Hasta que de la oscuridad se asoma la luz de una
linterna. El Chato es valiente, se lanza decidido a
morder al portador de la linterna, pero es recibido
por una lluvia de piedras que lo obligan a refu-
giarse en los matorrales.
Jorge entra a la cueva con sus amigos para reci-
bir a Fito que salta hacia él. Valentina había
sospechado que ese era el escondite del Japo.
Cuando era pequeña acostumbraba jugar en ese
lugar. Jamás la habían encontrado. Luego hicieron
el depósito de basura. No había lugar mejor que
ese para esconderse.
De regreso a su casa se encuentran con la sor-
presa de que han detenido al Japo que niega rotun-
damente que haya secuestrado a ningún gato y
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EL GATO FITO
menos a un niño.
Jorge y los demás han filmado todo, desde el
momento en que el Japo abandona la cueva hasta
el salto de Fito hacia los brazos de Jorge. ¿Pero
entonces no secuestró al niño? No. Entonces lo
tenemos que dejar en libertad. Pero le hizo mal-
dades al minino. ¿Cómo lo saben? El minino nos lo
contó. Ay, niños eso no se vale para la justicia, los
gatos no hablan.
El Japo salió en libertad, pero los vecinos lo sen-
tenciaron. Si te vemos en Milpa Alta, vas a barrer
las calles hasta que acabes cien escobas. Al Japo
no le gustaba trabajar, así que nadie supo ya de él.
¿Y el Chato? Fíjense como son las cosas. Fue
adoptado por los policías por ser buen guardián.
¿Y Fito? Se volvió más atrevido y más coqueto.
Pero jamás descuidó a su cola.
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LOS CHONINOS DE LA ABUELA
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LOS CHONINOS DE LA ABUELA
El vendedor se molestó:
“Estos chones, ¡no sean guajes!
no se hallan hoy en día,
llévense estos con encaje.
Al verlos el abuelito
tanto se emocionó,
que no pudo respirar
y de un infarto se peló.
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Al ver que su viejecito
se iba sin despedirse,
abuelita, entristecida,
también ella quiso irse.
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LA NIÑA Y EL MAGO
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LA NIÑA Y EL MAGO
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LA NIÑA Y EL MAGO
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LA NIÑA Y EL MAGO
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LA NIÑA Y EL MAGO
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NIÑO MALO
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NIÑO MALO
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NIÑO MALO
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NIÑO MALO
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NIÑO MALO
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NIÑO MALO
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NIÑO MALO
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NIÑO MALO
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BLANCO
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EL PINTOR MALDITO
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EL PINTOR MALDITO
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ILUSTRA EL PINTOR MALDITO
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EL PINTOR MALDITO
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EL PINTOR MALDITO
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EL PINTOR MALDITO
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EL PINTOR MALDITO
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EL PINTOR MALDITO
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MEJOR NOS PONEMOS DE ACUERDO
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MEJOR NOS PONEMOS DE ACUERDO
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MEJOR NOS PONEMOS DE ACUERDO
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MEJOR NOS PONEMOS DE ACUERDO
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MEJOR NOS PONEMOS DE ACUERDO
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INJUSTICIA
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INJUSTICIA
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INJUSTICIA
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INJUSTICIA
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INJUSTICIA
conmigo.
De Coyoacán hasta Milpa Alta. El justiciero pone
cara de bulldog cuando maneja y mi mamá, de
cenicienta espantada. Yo no voy a ser como mi
mamá. Yo voy a trabajar, yo voy a tener ¡mí! coche
y, si mi marido quiere venir conmigo ¡yo manejo!,
¡yo pongo la música! Y, eso sí, cuando mis hijos e
hijas se peleen, voy a escuchar a todos, como un
juez de fútbol. Y a los más pequeños los voy a traer
cortitos. Por lo menos en mi casa, va a haber un
poco de justicia de verdad. Y nada de que el marido
es el que manda. No, chiquito, ¡mando yo! Y si le
gusta bien y si no que ponga azúcar y que se vaya.
Y aunque sea Paquito, queda prohibido, ¡prohibido!
el café con leche sin azúcar.
Una hora de camino. Aprovecho para escribir
este cuento que voy a entregar al maestro.
Además es la historia de mi familia. A ver si unos
aliens lo leen y me dan súper poderes para enfren-
tarme al justiciero negro. La bella y poderosa Reina
Blanca de la Estrellas Polares contra el justiciero
negro cara de bulldog de Milpa Alta, que será der-
rotado y condenado a jamás tomar una sola taza
de café con leche sin azúcar.
Casi llegamos. Estoy a punto de terminar.
Mis amigas dicen que Daniel se muere por mí.
Me cae bien. Pero el que sí me gusta es otro. ¡Huy,
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INJUSTICIA
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NOS AMAMOS TANTO
(Cariñoso homenaje a su majestad la pereza)
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NOS AMAMOS TANTO
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NOS AMAMOS TANTO
Mamá tu no entiendes
jamás fui tan feliz,
mamita tú no entiendes
mi felicidad.
Solo quiero este apapacho
yo no quiero nada más,
mamá, vete de aquí
¡jamás fui tan feliz!
¡Tienes que saber
que ella es todo para mí!
¡Tienes que saber
que ella es todo para mí!
Mi mamá no me entiende
no ve que soy feliz,
ella está desesperada
enfurecida desatada,
Salvaje y violenta
sin compasión me avienta
una cubeta de agua fría
en mi pobre cuerpecito.
Me avienta una cubeta
una cubeta de agua fría,
me avienta una cubeta
una cubeta de agua fría.
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NOS AMAMOS TANTO
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NOS AMAMOS TANTO
Salto de la cama
corro despavorido,
en la ducha yo me escondo
ella me persigue.
La pereza se arrastra
su sube por mis piernas,
me envuelve me cobija
me calma me acaricia.
Allá afuera mi mamá
sufre angustiada,
allá afuera mi mamá
sufre angustiada.
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NOS AMAMOS TANTO
No me dejo resisto
a su voz suavecita,
su voz tan mimosa
tan dulce y amorosa.
El agua calientita
susurra en mi oído,
tu mamá es envidiosa
gruñona y regañona.
Tiene celos y por eso
nos quiere separar,
tiene celos y por eso
nos quiere separar.
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NOS AMAMOS TANTO
Pereza, yo te adoro
pero suéltame, pereza,
tú me quieres convertir
en un moco apestoso.
Pereza de mi amor
eres linda y hechicera,
pero yo no quiero ser
sólo un burro muy feliz.
¡yo no quiero ser un moco
para el resto de mi vida!
¡yo no quiero ser un moco
para el resto de mi vida!
Mi madrecita pobrecita
se pone a rezar,
con la plancha de la abuela
revienta la puerta.
Mi madre es muy ruda
me ataca como fiera,
la cubeta de agua fría
otra vez me echa.
¡Gracias, madrecita,
me salvaste una vez más!
¡Gracias, madrecita,
me salvaste una vez más!
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NOS AMAMOS TANTO
Me voy a la cocina
a tomar un chocolate
caliente muy sabroso
con un taco de requesón.
Qué rico, madrecita,
gracias, abuelita.
la pereza tan mañosa
se mete en el chocolate,
Entra a mi cuerpo
me arrulla y me adormila,
entra a mi cuerpo
me arrulla y me adormila.
Mi abuela se da cuenta,
Y con un zape en mi tatema,
por mis ojos va sacando
la pereza sinvergüenza.
Recupero la conciencia
la fuerza y las ganas,
con un beso agradecido
a mi madre y a mi abuela,
animoso ya me voy
a la escuela bien despierto.
animoso ya me voy
a la escuela bien despierto.
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NOS AMAMOS TANTO
Sentadita junto a mí
toma mi cara entre sus manos
¡no voltees al pizarrón!
recuéstate en mi hombro.
Me estira sus bracitos
ven acá, mi chatito,
cierra tus ojitos,
duerme mi bebé.
El maestro me reclama:
¡Abdiel, pon atención!
el maestro me reclama:
¡Abdiel, pon atención!
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NOS AMAMOS TANTO
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NOS AMAMOS TANTO
Rápida y furiosa
Andrea toma un gran libro
que con buena puntería
lanza contra mi cabeza.
¡Pobre de mi amada!
rueda triste por el piso.
Yo no fui fue teté,
pero tú tienes la culpa.
Perecita de mi vida
perdóname, mi amor,
perecita de mi vida,
perdóname, mi amor.
Me levanto me sacudo
¡basta! – le grito –
nuestro amor ya se acabó.
me pondré a estudiar.
La pereza sorprendida
me contempla entristecida,
suspira enternecida,
yo la amo ella me ama.
¿Yo no sé qué puedo hacer?
¡no la puedo abandonar!
¿Yo no sé qué puedo hacer?
¡no la puedo abandonar!
Ella me ama yo la amo
¡no la puedo abandonar!
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C uentos de Camilo
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ÉRASE UNA VEZ UN PRÍNCIPE MALO
Y UNA PRINCESA AÚN MÁS MALA
I
Érase una vez un príncipe malo, tan malo que
cuando se enojaba le salían mocos con fuego.
Además era brujo. Había transformado a su padre
y a su madre en lagartijas.
Un día decidió que había llegado el momento de
casarse. Su princesa debería ser la mas bella, pero
también la más mala. Claro que también debía ser
una artista de los hechizos oscuros.
Ofreció entonces un baúl de monedas de oro a
quien le dijera donde encontrar a su terrible y fas-
cinante princesa.
No fue tan difícil como parecía, porque las
princesas y los príncipes son engreídos, capricho-
sos y berrinchudos. Así que a los pocos días había
varias candidatas.
También fue fácil elegir la más mala de todas; a
ella también le salían mocos con fuego. Cuando
estuvieron frente a frente, sintieron un odio mortal
el uno por el otro y se lanzaron a un prolongado
abrazo entre mordidas y arañazos.
Obligaron a un cura a casarlos de inmediato. Ya
casados, mataron al cura y lo comieron para que
nada ni nadie los pudiera descasar.
En el cráter de un volcán construyeron un gran
castillo rodeado por un foso de lava hechizada.
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ÉRASE UNA VEZ UN PRÍNCIPE MALO
Y UNA PRINCESA AÚN MÁS MALA
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ÉRASE UNA VEZ UN PRÍNCIPE MALO
Y UNA PRINCESA AÚN MÁS MALA
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ÉRASE UNA VEZ UN PRÍNCIPE MALO
Y UNA PRINCESA AÚN MÁS MALA
II
La belleza de la princesa-bruja recorría el
mundo, pero nadie se atrevía a acercarse, hasta
que un pequeño duende del tamaño de un dedo
meñique se obstinó en conocer la belleza de esa
mujer de la que tanto se hablaba en las leyendas.
El duende enano hizo un largo viaje para llegar
a la torre. Al ver a la princesa, cayó de rodillas, su
corazón se detuvo.
El duendecillo se lanzó al interior de la torre sin
importarle que lo devoraran. Lo único que ansiaba
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Y UNA PRINCESA AÚN MÁS MALA
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Y UNA PRINCESA AÚN MÁS MALA
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Y UNA PRINCESA AÚN MÁS MALA
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ÉRASE UNA VEZ UN PRÍNCIPE MALO
Y UNA PRINCESA AÚN MÁS MALA
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EL REFLEJO
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EL REFLEJO
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EL REFLEJO
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EL REFLEJO
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EL REFLEJO
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EL REFLEJO
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EL NEGRO Y EL GÜERO
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EL NEGRO Y EL GÜERO
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EL NEGRO Y EL GÜERO
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EL NEGRO Y EL GÜERO
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SEBASTIÁN Y EL JAGUAR
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SEBASTIÁN Y EL JAGUAR
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SEBASTIÁN Y EL JAGUAR
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SEBASTIÁN Y EL JAGUAR
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SEBASTIÁN Y EL JAGUAR
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SEBASTIÁN Y EL JAGUAR
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SEBASTIÁN Y EL JAGUAR
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SEBASTIÁN Y EL JAGUAR
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Con
mucho cariño
nos despedimos
de la
escuela
Cultura Azteca
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Niñas y niños de quinto grado de la escuela primaria
Cultura Azteca que participaron en el taller de cuento
colectivo.
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FLORES GUZMAN AMAIRANI GUADALUPE
GALICIA MONTENEGRO TONALLI ATENEA
HERNANDEZ GARCIA VIANET
JACAL REYES ALISSON
JIMENEZ PEREZ LESLY PAMELA
JIMENEZ PEREZ VALERIA
LEZAMA RAMIREZ VALENTINA
MARTINEZ RUIZ MARIA FERNANDA
MENDOZA LUCIANO EVELYN
OVIEDO ENRRIQUEZ JOANA LIZBETH
PINEDA CRUZ BRENDA SUSELY
PUEBLA CERON DAIRA AYLIN
QUIROZ NAPOLES ESTEFANY GUADALUPE
ROSAS LUCAS GUADALUPE
SANCHEZ EVANGELISTA DANIELA
SOTO QUINTIN DULCE MARIA
VELASCO OSNAYA ANDREA
ZAMORA RIVERA MIRIAM
De todo corazón:
¡Gracias!
Camilo Albornoz
173
Gracias
174
Nuestros agradecimientos a:
Profesora Karen G. Casoli Maldonado, quien desde el
primer momento nos apoyó de manera incondicional.
Profesor Fernando Castillo Martínez titular del quinto
“C”. ¡Admirable colaborador!
Profesora Xóchitl Carvajal, Alicia Álvarez, Griselda
Valencia y Fernando Castillo por su conmovedora
vocación que los llevó hasta a sacrificar sábados y domin-
gos para que realizáramos el taller de lectura, además de
su brillante complicidad en la elaboración de este libro.
Profesora Elia Antonia Serralde Yedra, por creer en
nuestro proyecto.
Emma Grisel Corona Moreno por su apoyo para la
realización de este proyecto.
Niñas y niños con quienes jugamos a escribir y a leer.
Los felicito por su paciencia, entusiasmo y perseverancia.
Madres y padres que participaron en el taller de Convi-
vencia Familiar con la licenciada Corina Morales Rodrí-
guez.
Niñas y niños que participaron en taller sobre Derechos
Humanos, impartido por la maestra Lydia Sofía Zurita
Rivera quien realizó una excelente capacitación y sensi-
bilización sobre esa temática trasnversal en nuestros
talleres y demás atividades.
Comisión de Derechos Humanos en el Distrito Federal
por su constante apoyo e interés en nuestras actividades.
Les agradecemos su entusiasmo, la capacitación que
hemos recibido y los incentivos a nuestra labor al
utilizarlas en diferentes proyectos.
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Nuestros agradecimientos al
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Me llamo Camilo Albornoz, me
dicen Camilo, maestro o abuelo
Camilo. Escribo obras de teatro,
poemas y cuentos para niñas y
niños. Compongo canciones,
canto y dirijo obras de teatro.
Coordino talleres de creatividad
y literatura infantil. También
platico con los maestros sobre la
importancia de la lectura y la
escritura.
Una de las formas más placenteras que he encontrado de
escribir cuentos consiste en convivir con niñas y niños. En
primer lugar leemos cuentos y jugamos a escribir. Luego
escucho su opinión sobre lo que gusten platicarme.
Después inventamos historias entre todos. Finalmente
escribo cuentos que serán leídos por muchos otros niños y
niñas de México y de otros países. Envíame tu opinión
sobre los cuentos de este libro: contacto@mojiganga.org
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Este libro terminó de imprimirse
en diciembre de 2016
en M&m Impresos SA de CV,
con domicilio en Ayuntamiento
23, colonia Barrio La Asunción,
CP 09000. Del. Iztapalapa, DF
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