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Título del artículo 191

Arrancamos del vinculum en sí, de los


Extituciones: pasajes y de las relaciones, sin aceptar como
del poder punto de partida ningún ser que no emerja de
esta relación, que es a la vez colectiva, real
y sus anatomías y discursiva. Ni arrancamos desde los seres
humanos, muy recientes, ni del lenguaje,
todavía más reciente. El mundo del signifi-
cado y el mundo del ser es un único y mismo
mundo, el de la traducción, sustitución, dele-
gación, del pasar.
B. Latour

Francisco Javier Tirado


y Miquel Domènech 1. Introducción:
materialidad, poder
e instituciones

C omo nos recuerda Barnes (1988), el


problema del poder, o de cómo ac-
tores y colectividades consiguen la
sumisión de otros actores y grupos, es segura-
mente uno de los temas fundamentales de la
sociología. Multitud de sociólogos y otros
científicos sociales han producido una extensa
y amplia literatura sobre la temática. Han reco-
nocido la oscuridad e imprecisión del uso del
término en el ámbito del sentido común y han
tratado, por todos los medios, de esclarecerlo.
Han ofrecido definiciones, estrategias metodo-
lógicas y multitud de técnicas que pretenden
«medir el poder». Pero siempre han mantenido
en sus reflexiones una zona de indetermina-
ción. Indeterminación que se manifiesta en la
conceptualización misma de la acción concre-
ta y actual de éste. Examinemos brevemente la
topología de esa zona.
De un modo muy general, las definiciones
que suelen darse del poder se agrupan en dos
constelaciones diferenciadas. En el primer grupo
tendríamos definiciones como las que siguen:

«Poder significa la probabilidad de


imponer la propia voluntad, dentro de
una relación social, aun contra toda
resistencia y cualquiera que sea el fun-
damento de esa probabilidad.» (Weber,
1922: 151).
«A tiene poder sobre B en la medida en
que consigue que éste haga algo que, de
otro modo, no haría» (Dahl, 1957: 152).

Francisco J. Tirado y Miquel Domènech, Universidad Autónoma de Barcelona


Política y Sociedad, 36 (2001), Madrid (pp. 191-204)
192 Francisco Javier Tirado y Miquel Domènech

«Poder es la capacidad de algunas surge en un juego de relaciones: el poder es,


personas para producir efectos queridos sobre todo, «poder de» o «poder para». No
y previstos en otras» (Wrong, 1979: 2). obstante, tanto las definiciones del primer
grupo como las del segundo mantienen una
En el segundo grupo encontraríamos autores zona oscura que conviene esclarecer. Ésta hace
como Parsons, Deutsch, Luhmann o Poulat- referencia a interrogantes sobre el cómo opera,
zans con afirmaciones del tipo: de facto, el poder y cómo se mantiene en el
tiempo y el espacio: ¿qué impone la sumisión?
«El poder tiene que entenderse como ¿en qué consiste concretamente la «capaci-
un medio de comunicación simbólico dad» de dominar, la «capacidad» de imponer-
[...] emerge en un sistema [...]» (Luh- se...? ¿cómo puede generar efectos duraderos?
mann, 1975: 9 y 11). La acción del poder parece asentarse en una
«[...] se designará por poder la capaci- suerte de categorías o fuerzas misteriosas que
dad de una clase social para realizar sus hacen que «poder» se parezca exclusivamente
intereses objetivos específicos. [...] el a una explicación ex post facto: allí donde
concepto de poder no puede aplicarse a alguien es obedecido se dice que hay poder y
las relaciones interindividuales o a las que es poderoso. El problema todavía se agra-
relaciones cuya constitución se presenta, va mucho más cuando de lo que se trata es de
según circunstancias determinadas, inde- explicar la acción a larga distancia o de expli-
pendientemente de su lugar en el proceso car cómo se hace una acción duradera en el
de producción, por ejemplo, relaciones tiempo. En este caso hay que recurrir a nocio-
de amistad, o relaciones de socios de una nes totalizantes como la de clase social o siste-
asociación deportiva, etc. Puede emplear- ma que permiten describir globalmente algu-
se en este caso el concepto de potencia» nas situaciones pero que dejan también sin
(Poulantzas, 1968: 124 y 127). resolver la acción concreta y actual del ejerci-
«El poder, entonces, es una capacidad cio de poder. Perdurar más allá de su propio
generalizada para asegurar la realización acto parece depender de la cualificación meta-
de compromisos obligatorios por parte de física que el concepto parece adquirir en cier-
las unidades de un sistema de organiza- tas ocasiones. Su mantenimiento en el tiempo
ción colectiva [...]» (Parsons, 1967: 308). y en la distancia es una materia que las cien-
cias sociales deben resolver.
Las primeras definiciones permiten obser- Recientemente, algunos autores han intenta-
var que el poder es una influencia inmediata en do mostrar que hay una estrecha relación entre
el comportamiento de las personas que impone poder y materialidad. Ciertas reflexiones en
una dirección concreta a la acción. Tales defi- torno a «la socialidad y la ordenación social»
niciones asignan poder a individuos antes que (Law, 1994; Mol and Law,1994; Law and Mol,
a instituciones, y la asignación de tal poder se 1995) o en torno al papel de la tecnología en la
da en la medida en que éstos forman parte de producción de tejido social (Latour, 1987,
relaciones sociales específicas con otros indi- 1990), son algunos casos paradigmáticos en los
viduos: el poder del individuo es, de hecho, que el problema de la materialidad aparece
una propiedad de las relaciones sociales en como central en la explicación y comprensión
las que éste participa. Finalmente, en esta de esa zona de indefinición que mencionába-
constelación de definiciones, el poder tiene mos anteriormente. La relación entre materiali-
que ver con un efecto sobre otro individuo o dad y socialidad permite esclarecer la acción
actor: el poder es, por tanto, «poder sobre». En concreta del ejercicio de poder y entender como
el segundo conjunto de conceptualizaciones, el se puede ejercer una acción con efectos durade-
poder es pensado como una propiedad estruc- ros en la distancia y a través del tiempo. No obs-
tural de la sociedad o un rasgo emergente del tante, el recurso a «lo material» para entender el
sistema. En este caso, el poder influye en el ejercicio de poder no es nuevo. Está presente,
comportamiento de manera mediata, configu- por ejemplo, en los trabajos de Michel Fou-
rando el mundo de las personas y determinan- cault. Y, además, sus obras poseen el interés
do los elementos constitutivos de su comporta- añadido de desvelar una clave fundamental para
miento. Es una situación determinada que esclarecer esa zona oscura que no parece ser
Extituciones: del poder y sus anatomías 193

relevante en los trabajos de los autores citados. diendo a la taxonomía de materiales y posibi-
Nos referimos al tema de las instituciones. Fou- lidades de inscripción que ofrece Michel
cault introduce un tercer elemento de reflexión Serres. Este autor plantea una polaridad esen-
en el binomio materialidad-ejercicio de poder: cial entre aquello que es claramente suscepti-
lo institucional. La mencionada relación entre ble de inscripción, lo sólido, «la dureza del
materialidad y poder es ininteligible sin el papel cristal, geométricamente ordenado», y aquello
mediador que juega la institución; la relación que no supone un soporte material adecuado
institución-materialidad no se puede esclarecer para ella, lo fluido, «la fluidez de las molécu-
sin atender al papel articulador que en la misma las blandas y deslizantes». Entre esos dos
juega el poder y, por último, la relación institu- polos tenemos un material intermedio, ni líqui-
ción-poder queda reducida a meras cuestiones do ni sólido, pero con algo de ambos, «velo,
ideológicas o metafísicas si no se examina el tela, tejido, trapo, paño, piel de cabra o de cor-
papel de la materialidad. dero, llamada pergamino, cuero despellejado
Probablemente, es en Vigilar y Castigar de un becerro pelado o desollado, llamado
donde más clara y explícitamente aparece la vitela, papel flexible y frágil, lanas o sedas,
posibilidad de trazar un itinerario que nos lleve todas las variedades planas o albeadas en el
de la reflexión sobre el poder a una reflexión espacio, envolturas del cuerpo o soportes de la
sobre la materialidad en general y, más concre- escritura, que pueden fluctuar como una corti-
tamente, a una reflexión sobre el cuerpo como na o soportes de la escritura, que pueden fluc-
ese material de inscripción privilegiado para tuar como una cortina, ni líquido ni sólido,
las instituciones. En el caso de esta obra, la claro, pero con algo de ambos estados. Plega-
relación entre el poder, la materialidad y la ins- ble, desgarrable, extensible...topológico».
titución se desvela gracias al cuerpo. Éste pare- (Serres, 1994: 44).
ce ser un elemento clave en la acción del poder
y un elemento definitorio del sentido y función A la luz de esa taxonomía, Vigilar y Castigar
de las instituciones. Como ilustra la siguiente aparece como la descripción de dos estadios
cita, cuerpo y política tienen una estrechísima genealógicos caracterizados por conceptualiza-
relación que no debemos soslayar. ciones diferenciadas del cuerpo como material
de inscripción. De este modo, la época clásica
«Pero el cuerpo está también directa- es la época del castigo corporal y del ajusticia-
mente inmerso en un campo político; las miento público. El poder del rey, el poder del
relaciones de poder operan sobre él una soberano se muestra de manera clara, palpable,
presa inmediata; lo cercan, lo marcan, lo ineludible, irreprimible y se hace evidente en
doman, lo someten a suplicio, lo fuerzan rituales públicos en los que terribles suplicios
a unos trabajos, lo obligan a unas cere- son infringidos al cuerpo de los condenados. El
monias, exigen de él unos signos. [...] El poder del soberano se inscribe, se graba, en los
cuerpo, en una buena parte, está imbui- cuerpos de la misma manera que un cincel
do de relaciones de poder y de domina- puede oradar el material sólido de una losa de
ción» (Foucault, 1975: 32-33). mármol. Podría decirse, en este sentido, que el
poder actúa sobre los cuerpos según una racio-
En los trabajos de Foucault resulta sencillo nalidad propia de la manipulación de «lo sóli-
detectar el papel central que se concede tanto a do» . El cuerpo mismo, en su solidez, y el dolor
los procesos de inscripción como a la materia- que genera su ruptura son los objetivos del
lidad sobre la que éstos operan en los disposi- ejercicio del poder.
tivos de poder. En concreto, la obra menciona-
da es un buen ejemplo de lo dicho. Constituye «[...] el cuerpo interrogado en el supli-
una completa reflexión en torno a los mecanis- cio es a la vez el punto de aplicación del
mos que ciertos establecimientos, prisión, castigo y el lugar de obtención de la ver-
taller, manicomio..., despliegan para utilizar el dad» (Foucault, 1975: 48).
cuerpo como materialidad sobre la que inscri-
bir. Pero ¿qué significa que el cuerpo es una Será en la superficie del cuerpo donde se
materialidad susceptible de inscripción? El dirimirá la capacidad y alcance del poder sobe-
interrogante se responde con facilidad aten- rano. Cuanto más dolorosamente sea roto,
194 Francisco Javier Tirado y Miquel Domènech

lacerado, quebrado... más poderoso aparecerá cicio de poder de inscribirse en lo material


el rey, más temible su poder, más permanente para subsistir en el tiempo y el espacio. Tam-
su fuerza. Morey (1983) ha descrito esa racio- bién argumentaremos que el material privile-
nalidad como un efecto que reactiva toda la giado de inscripción en las instituciones es el
circulación del poder por medio de la repre- cuerpo. Pero el cuerpo no entendido a imagen
sentación pública de la venganza del Príncipe. y semejanza de un sólido sino como si de un
El poder se mantiene a partir de una suerte de tejido se tratase, que hay que plegar y moldear
efecto de resonancia que «busca la renovación para generar una superficie nueva llena de
continua de su efecto en el esplendor de sus hábitos y rutinas que resistan el paso del tiem-
manifestaciones singulares; un poder que se po. A continuación, revisaremos las propues-
fortalece haciendo brillar ritualmente su reali- tas de la denominada Teoría del actor-red para
dad de sobrepoder» (Foucault, 1975: 71). En la mostrar como desarrolla los planteamientos
era del suplicio el cuerpo es un sólido, posee foucaultianaos. Mostraremos que en el tipo de
esa cualificación material y a todos los efectos materiales que se acierta a inscribir se dirime
se lo inscribe como tal. la posibilidad de una acción a distancia dura-
La era clásica precede a la era de las «socie- dera y que las asunciones de esta teoría pueden
dades disciplinarias», formula terriblemente interpretarse como una reflexión crítica sobre
afortunada en el pensamiento social de corte la noción tradicional de institución. Una refle-
crítico. En este nuevo estadio el cuerpo es con- xión que muestra como la institución es tanto
cebido en su materialidad como si de un tejido un establecimiento abierto, conectado de
se tratase y sobre las distintas instituciones de diversas maneras con su exterior, como un dis-
la modernidad –prisión, cuartel, taller, escue- positivo que no sólo inscribe cuerpos, sino que
la...- recae la tarea de desplegar dispositivos también opera con otros materiales. Finalmen-
que permitan su inscripción. Pero ¿por qué te, introduciremos el concepto de extitución
afirmar que ahora es concebido con una mate- para referirnos a ciertas formas sociales que
rialidad distinta? La respuesta es sencilla. Las han comenzado a emerger en nuestro presente.
sociedades disciplinarias inscriben el cuerpo Tales formaciones rompen la dualidad clásica
buscando la generación de una superficie entre dentro-fuera del espacio institucional y
suplementaria en la que provocar efectos dura- se asientan en un nuevo tipo de materialidad
deros en el tiempo y en el espacio, nos referi- para actuar a distancia. Sus materiales ya no
mos a la subjetividad o al alma. Efectivamen- son los sólidos ni los tejidos, operan con flujos
te, el trabajo sobre el cuerpo es, antes que de información, y el ejercicio de poder depen-
nada, un camino para acceder al alma de los de más de generar superficies donde se puedan
individuos. Es el hecho de tomar al cuerpo ensamblar diferentes elementos que de inscri-
como tejido lo que permite albergar, en su plie- bir materiales.
gue, un interior preñado de hábitos, rutinas,
gestos... una memoria duradera producida a
partir del trabajo sobre la carne (Deleuze, 2. Instituciones y cuerpos
1992; Rose, 1996). Así, las operaciones desa-
rrolladas en las instituciones disciplinarias
constituyen fundamentalmente acciones de
moldeamiento y ductilización del cuerpo. Son
estrategias para producir subjetividades. Y el
U na de las lecciones que se podrían
extraer de la obra de Foucault afir-
maría que una reflexión crítica so-
dispositivo o tecnología que permite ese esta- bre nuestro presente es indesligable de un pen-
do de cosas es la disciplina. No insistiremos samiento sobre las relaciones poder-institución
más en este punto puesto que lo abordaremos que configuran el mismo. Si, como este autor
con más detalle en el próximo apartado. sostiene, «lo que generalmente se llama insti-
En las páginas que siguen exploraremos con tución es todo comportamiento más o menos
cierto detalle el trinomio poder-materialidad- forzado, aprendido; todo lo que en una socie-
institución. Comenzaremos con un apartado dad funciona como sistema de coacción, sin
que analiza las propuestas de Foucault. Plante- ser enunciado, en resumen, todo lo social no-
aremos que tales propuestas encierran una discursivo» (Foucault, 1976: 175), entonces,
reflexión sobre la necesidad que tiene el ejer- hacer una ontología de nuestro presente exige
Extituciones: del poder y sus anatomías 195

irremediablemente un análisis de la configura- tes. Su fragmentación pretende producir una


ción e implementación de todos esos compor- nueva superficie de saber sobre la que imponer
tamientos. Otra posible lección estaría relacio- efectos duraderos en el tiempo y en el espacio.
nada con el énfasis que la materialidad recibe El cuerpo es una suerte de tejido que puede ser
en los análisis propuestos. Recordemos que moldeado, trabajado, inscrito con hábitos y
Foucault define nuestro presente como «socie- normas, inscrito con gestos que duren más allá
dad disciplinaria» al describir el «panoptismo» de las paredes de la institución, es decir, gra-
como principio rector general de una anatomía bado con historia. El método para la inscrip-
de poder cuyo objeto son las relaciones de dis- ción es la disciplina. ¿Cómo opera la discipli-
ciplina. El panoptismo es un proyecto que na? El procedimiento es simple.
opera distribuyendo a los individuos en el En primer lugar, la disciplina es un arte del
espacio y sometiéndolos a un régimen de visi- cuerpo. Despliega las siguientes operaciones:
bilidad total centralizada. Ewald ilustra muy
bien el énfasis mencionado: a) Distribuye individuos en el espacio a
partir de la clausura. Localiza a cada individuo
«Las disciplinas normativas movili- en un lugar, se asignan camas, tareas, médicos
zan principalmente el espacio y las o vigilantes, zonas del patio para pasear... Se
arquitecturas. Hay que tratar de com- generan emplazamientos funcionales, cada
prender por qué la norma implica seme- espacio o rincón de la institución tiene su sig-
jante empleo de las arquitecturas, de las nificado en un plan racional más general y
piedras, de los muros. La importancia de exige conductas diferenciadas. Por último,
las arquitecturas está en el hecho de que crea series. Los locos se agrupan por patologías,
vienen a ocupar el lugar del rey. En el los convictos por delitos..., cada individuo se
espacio normativo, la arquitectura ya no define por el lugar que ocupa en una serie y
es (no es solamente) un símbolo, un por la distancia que lo separa del resto de
signo de poder, la expresión de la fuerza. miembros de la misma, hay un rango que cla-
La arquitectura ocupa ese lugar. Ocupa sifica en relación a una totalidad. El efecto de
su centro, es el poder mismo (...) La esta distribución consiste en ordenar multitu-
arquitectura permite que la objetividad des confusas. Como nos recuerda Foucault:
de un juicio de uno mismo sobre sí
mismo no sea nunca un juicio sin exte- «Es preciso anular los efectos de las
rior» (Ewald, 1989: 166). distribuciones indecisas, la desaparación
incontrolada de los individuos, su circu-
Pero la materialidad del ejercicio del poder lación difusa, su coagulación inutiliza-
no radica exclusivamente en la gestión del ble y peligrosa; táctica de antideserción,
espacio. La relación entre espacio y relaciones de antivagabundeo, de antiaglomera-
de poder aparece dentro de un evento más ción» (Foucault, 1975: 147).
general que sería la necesidad de realizar ins-
cripciones duraderas. Foucault define verdade- b) Gestiona la actividad de los individuos
ros dispositivos de inscripción, pero con la pautando estrictamente el empleo del tiempo.
peculiaridad de que el material inscrito es el Tanto el loco como el prisionero saben qué
cuerpo. Efectivamente, prisiones, talleres, tienen que hacer y qué no en cada momento.
escuelas... no son más que aparatos de inscrip- Se pauta temporalmente el acto, se elaboran
ción sobre cuerpos. El objetivo, no obstante, esquemas anatomo-cronológicos que prescri-
no es la creación de un cuerpo en sí mismo ben cómo y cuando éste debe acontecer. Se
sino la producción de almas o espíritus. Aun- establecen correlaciones entre el cuerpo y el
que todas las sociedades ejercen la imposición gesto, se enseña cual es la mejor relación entre
de algún tipo de control social sobre el cuerpo un gesto y una actitud global del cuerpo para
(Dreyfus & Rabinow 1982), lo que caracteriza lograr eficacia y rapidez en las tareas. Se defi-
a las sociedades disciplinarias es la forma en ne las relaciones que el cuerpo debe mantener
que se ejerce tal control: la percepción del con el objeto que en cada instante manipula,
cuerpo como objeto de análisis, susceptible de no se puede coger la cuchara de cualquier
ser fragmentado en multitud de piezas o par- manera, se deben manejar artefactos en el
196 Francisco Javier Tirado y Miquel Domènech

taller bajo la atenta mirada de un vigilante, etc. fica y clasifica. ¿Cómo? Elaborando un archi-
Finalmente, se impone un perfeccionamiento vo documental con cuyos datos podemos cons-
constante de la actividad, si no se mejora en las tituir al individuo como objeto descriptible en
actividades establecidas por la institución se sus rasgos singulares, generar sistemas compa-
reciben castigos. En esta segunda operación rativos que permitan medir fenómenos globa-
del proceso de inscripción, el cuerpo se vuelve les, describir grupos, etc. Esta economía de
útil, aparece como portador y canalizador de fuerzas permite que nuestro cuerpo se convier-
fuerzas, deviene un «algo» específico, frag- ta en un caso, singular pero al mismo tiempo
mentable en partes, compuesto de partes con- idéntico a los demás.
cretas sobre las que se puede intervenir pun- Los trabajos disciplinarios que las institu-
tualmente (diferenciar, corregir, depurar, ciones despliegan sobre el cuerpo no tienen
eliminar...). nada que ver con lo que ocurría en la época
clásica que hemos mencionado, difieren en
c) Organiza globalmente la temporalidad. dos rasgos: los procedimientos empleados y el
Se genera un tiempo lineal, orientado siempre producto logrado. Efectivamente, en esa época
hacia una meta y futuro, un tiempo común para el poder soberano actúa sobre el cuerpo como
todos, un tiempo exclusivo que permite definir si de un sólido se tratase, obteniendo un efecto
homogéneamente el movimiento de la multi- duradero pero absolutante local. Las institu-
tud y de los individuos en la multitud. ciones, al disciplinar el cuerpo transforman su
materialidad y ofrecen una primera solución al
d) Compone fuerzas en totalidades. Para problema de la durabilidad y propagación del
la institución es importante que cada indivi- poder. ¿Cómo sucede tal cosa? Pues transfor-
duo, en todo momento, sea consciente de que mando la solidez del cuerpo en ese otro tipo de
es una pieza de un engranaje mayor. Su acción material que Serres situaba entre el sólido y el
se inscribe en un proyecto global que exige líquido: el tejido. Y gracias a que el cuerpo es
articulación concertada de las piezas. Como a todos los efectos un tejido puede ser moldea-
resultado de esta composición de fuerzas, el do y trabajado, y gracias, también, a esa con-
cuerpo singular se define como un elemento dición, posee las propiedades de los sólidos,
que se puede mover, colocar, articular, inter- que permiten su inscripción con hábitos y nor-
cambiar, sacrificar si el proyecto general lo mas, con gestos que trascienden los muros de
exige, etc. Se vuelve un átomo: observable y la institución y, al mismo tiempo, posee las
manejable. propiedades de los líquidos, que facilitan su
continua reinscripción. Tenemos aquí una gran
En segundo lugar, la disciplina es una eco- diferencia con la época clásica:
nomía de fuerzas y relaciones. Es decir, sobre
las fuerzas del cuerpo se aplican las fuerzas «[...] una especie de receta general
que imponen instrumentos muy simples de para el ejercicio del poder sobre los
vigilancia. Así, tenemos que la disciplina hombres: el “espíritu” como superficie
supone una inspección jerárquica. Foucault de inscripción para el poder, con la
muestra que la arquitectura se pone al servicio semiología como instrumento; la sumi-
de semejante plan en la medida en que es dise- sión de los cuerpos por el control de las
ñada no para ser vista o para vigilar un espacio ideas; el análisis de las representaciones
exterior (caso de las antiguas fortalezas) sino como principio en una política de los
para el control interior, para hacer visibles a cuerpos mucho más eficaz que la anato-
quienes están dentro. Tenemos dispositivos de mía ritual de los suplicios» (Foucault,
observación que generan una vigilancia que 1975: 107).
opera por la acción de la mirada. La disciplina
implica, por otro lado, el establecimiento de El alma, esa nueva superficie, es muy impor-
sanciones normalizadoras, se castiga lo que no tante para entender cómo el cuerpo actúa como
se ajusta a regla, se busca corregir la desvia- un medio que propaga el poder. Efectivamente,
ción. Supone, también, la implementación en contra de lo que habitualmente pensamos, el
masiva del examen. Tanto en el caso de los alma nunca ha sido un asunto individual, una
presos como en el de los locos, el examen cali- cuestión de privacidad. Como ha señalado
Extituciones: del poder y sus anatomías 197

Rose (1989), la dirección y gestión de la subje- materiales duran más que otros. Y que
tividad ha constituido siempre el objetivo cen- algunos viajan mejor que otros. Las
tral de todo tipo de gobierno. Con ese propósi- voces ni duran mucho ni viajan lejos. Si
to se han elaborado multitud de diferentes el orden social dependiese sólo de
programas públicos que han estado a cargo de voces, sería una cuestión puramente
determinados especialistas. Psicólogos, traba- local. Los cuerpos viajan mejor que las
jadores sociales, sociólogos, terapeutas, conse- voces y tienden a durar más tiempo.
jeros y otros expertos se han desparramado por Pero no pueden ir muy lejos –en cuanto
todo el tejido social para regular la existencia están fuera del alcance de la mirada cesa
social de la población tomando bajo su respon- la seguridad de que harán lo que les
sabilidad la salud y el confort del alma de esas hemos dicho. De este modo, el orden
personas. Ahí está el camino que en el cuerpo social que descansa en los somático
ha encontrado el poder para propagarse. seguramente tendrá poco alcance y un
No obstante, como recuerda Deleuze (1995), éxito limitado. Los textos también po-
ese camino sigue siendo demasiado costoso seen sus inconvenientes. Pueden arder,
para el ejercicio del poder. Requiere un piélago perderse o malinterpretarse. Por otro
demasiado abundante de instituciones que ase- lado, tienden a viajar bien se conservan
gure la pervivencia del poder a través del tiem- en buenas condiciones si se cuidan apro-
po y el espacio. Diversos centros de encierro piadamente. Así, el texto puede generar
deben actuar como variables independientes. efectos de orden que se expanden a tra-
El individuo se mueve sucesivamente de un vés del tiempo y del espacio. Y otros
círculo cerrado a otro. Cada uno de esos círcu- materiales pueden tener efectos simila-
los posee sus propias leyes, su lógica particular. res (Law, 1994: 56).
El individuo siempre tiene que aprender algún
régimen normativo, siempre hay una lógica El poder, la acción a distancia, requiere
que internalizar. Es un proceso agónico, inaca- materiales con dos características básicas:
bable, después de la escuela comienza el ejér- durabilidad y movilidad. La inscripción de
cito; más tarde la fábrica, luego la familia en el estos materiales puede generar efectos de orden
barrio dormitorio... los círculos se suceden. que trasciendan el ámbito más local de su pro-
Cada encierro es un principio desde cero, exige ducción y se extiendan tanto en el tiempo como
una nueva producción de subjetividad. en el espacio. Como afirma Law (1986), una
estrategia fundamental para el control a larga
distancia reside en convertir lo menos móvil y
durable en más móvil y durable.
3. Instituciones y objetos Tales afirmaciones no implican volver a vie-
jas esencializaciones de los objetos y sus pro-
piedades. Tanto la movilidad como la durabili-

L os trabajos llevados a cabo desde el


marco de la denominada Teoría del
actor-red, centrados mayoritariamente
dad no son más que efectos relacionales. De
hecho, lo que consideramos como «material»
no es más que «un efecto, y su durabilidad es
en el universo de acontecimientos tecnocien- una función de su localización en determina-
tíficos, constituyen otro interesante ejemplo de das redes sociales» (Law, 1994: 102). Por
reflexión que une la temática del poder con la ejemplo, tal y como veíamos en el anterior
cuestión de la materialidad y la posibilidad de punto, el cuerpo humano adquiere su materia-
su inscripción. Como podemos observar en la lidad y ciertas características de durabilidad y
siguiente cita, la producción del orden social, movilidad en el proceso de trabajo e inscrip-
su fragilidad o consistencia, depende de algo ción que la disciplina aplica sobre él. En suma,
tan sencillo o complejo como es la materiali- no se trataría tanto de afirmar que algunos
dad sobre la que se asienta un ejercicio de materiales son más duraderos que otros como
poder determinado: de pensar que algunas configuraciones de red
o agenciamientos de entidades heterogéneas
«En su fundamento, el argumento es generan efectos que duran más que otros. Por
simple. Consiste en afirmar que algunos tanto, aquí, la cuestión de la acción a distancia,
198 Francisco Javier Tirado y Miquel Domènech

radica en acertar a generar esas configuracio- La teoría del actor-red permite conceptuali-
nes. En acertar a inscribir en entidades que, en zar la institución como un efecto, más o menos
redes como las que se perfilan en los entrama- duradero, del agenciamiento de una multitud de
dos tecnocientíficos, adquieren la cualifica- materiales heterogéneos: edificios, planes
ción de materiales durables y móviles. arquitectónicos, leyes de administración, nor-
En este sentido, es importante recordar un mativas, ordenanzas ministeriales, proyectos de
concepto clave en la teoría del actor-red que reforma, tecnología, recursos humanos, alimen-
consigue conectar hábilmente el ejercicio del tos... Proporciona interrogantes y elementos
poder con la temática de la materialidad y la para analizar como se lleva a cabo el esfuerzo
inscripción, nos referimos a la noción de móvil diario de creación, a partir de relaciones abso-
inmutable. lutamente locales entre todas estas entidades, y
mantenimiento de la institución como totalidad
«Si deseas salir de tu camino y volver con cierto sentido único. En tercer lugar, y esto
fuertemente equipado de manera que obli- es lo que más nos interesa recalcar, permite
gues a los otros a desviarse de sus propios entender cómo la institución genera materiales
caminos, el principal problema que hay e inscripciones que desbordan sus propias pare-
que resolver es el de la movilización. des y salen al exterior, conectando con otras
Debes ir y volver con las “cosas” (...), instituciones o formas sociales. Es decir, expli-
debes inventar objetos que posean las pro- ca cómo una institución puede actuar más allá
piedades de ser móviles pero también de sus muros y ejercer poder sobre otras insti-
inmutables, presentables, legibles y com - tuciones ajenas. Al igual que ocurría en el caso
binables con otros» (Latour, 1990: 26). de Foucault, la teoría del actor-red muestra la
relevancia que la materialidad tiene para el ejer-
Los móviles inmutables han permitido cicio del poder y para la acción cotidiana de la
explicar, por ejemplo, cómo un laboratorio, institución. Pero es una materialidad que no se
establecimiento localizado geográficamente, y define únicamente por el papel que juega lo
que genera efectos locales, puede desbordar espacial o el cuerpo en esa acción, sino por la
sus propias paredes, conectar con otros esta- multitud de materiales, grandes y pequeños,
blecimientos e instituciones, invadir el exterior que necesitan ser conectados para que opere
y provocar efectos duraderos en el espacio y el una institución. Además, habría otra diferencia
tiempo. Tal capacidad convierte el laboratorio notable entre estos dos enfoques, para la teoría
en un lugar caracterizado por el ejercicio de la del actor-red no existiría diferencia, en cuanto a
política por otros medios (Latour, 1983) gra- composición, entre un evento micro y uno
cias a su habilidad para transformar materiales macro: la única temática interesante, en ese
con potencial para el control local en materia- sentido, radicaría en preguntarse en qué
les como las inscripciones que son, efectiva- momento la cuestión del tamaño se hace deter-
mente, durables y móviles, y que expanden ese minante y genera efectos por sí misma.
control más allá de los muros del estableci- A pesar de esas importantes diferencias, no
miento generando efectos de globalidad. deja de haber un fuerte paralelismo entre la
Generalizando los resultados de estos traba- descripción y el papel que otorga Foucault a
jos, es fácil encontrar en la teoría del actor-red ciertos espacios, concretamente los centros de
el germen para un pensamiento sobre las insti- reclusión o semirreclusión, y la conceptualiza-
tuciones que vaya más allá de los análisis ins- ción que desde la teoría del actor-red se ofrece
titucionales habituales. Efectivamente, tal de ciertos lugares llamados centros de ordena-
corriente teórica es un paso más en la direc- miento y de sus efectos:
ción que señalaban los análisis de Foucault.
¿En qué sentido? Reconociendo que si bien «De este modo, un centro de ordena-
este autor consigue resolver los problemas miento está (probablemente) constitui-
derivados de la comprensión del ejercicio del do por la reunión, simplificación, repre-
poder a escala local, podría afirmarse que la sentación y realización de cálculos
teoría del actor-red es un intento de compren- sobre los móviles inmutables y su flujo
derlo a escala global, fuera de los límites que de salida y entrada desde la periferia»
marcan los centros de reclusión. (Law, 1994, 104).
Extituciones: del poder y sus anatomías 199

«ciertas sociotecnologías heterogéneas 4. Extituciones


abren la posiblidad de ordenar aconteci-
mientos distantes de una posición cen-
tral. Tienen, en otras palabras, el efecto
potencial de generar periferias y cen-
tros» (Law, 1994: 104). «L a Generalitat de Catalunya
está ultimando con la fisca-
lía un acuerdo para entregar
Las instituciones descritas y analizadas por a las mujeres que hayan sido maltratadas por
Foucault se asemejan a esos dispositivos de sus parejas una pulsera con alarma, similar a la
ordenamiento y cálculo. De hecho, como que ya utilizan algunos enfermos crónicos y
hemos argumentado en el anterior punto, su personas mayores. La iniciativa es pionera en
análisis es un esclarecimiento de la acción de España. La pulsera sólo se activará por la
enormes dispositivos de inscripción. En ese noche y se entregará a aquellas mujeres para
sentido, Rose ha escrito que «[...] esas institu- las que el juez haya decretado la vigilancia
ciones actuaron como dispositivos de observa- obligatoria por malos tratos» (EL PAÍS, Sába-
ción y registro, dispositivos que registran las do, 31 de julio de 1999).
diferencias humanas» (Rose, 1996: 106). Al «La metodología que utiliza la Universitat
igual que ocurre en los centros de cálculo defi- Oberta de Catalunya requiere que todos los
nidos por Latour o en los centros de ordena- miembros de la comunidad académica -estu-
miento comentados por Law, las instituciones diantes y profesores- tengan acceso a un orde-
son dispositivos de traducción e inscripción. nador personal conectado al Campus Virtual
La diferencia, no obstante, salta a la vista. Fou- de la UOC vía red telefónica. El Campus Vir-
cault habla de un ejercicio de traducción local tual puede definirse como el conjunto de fun-
llevado a cabo sobre un material especial, el ciones que hacen posible la interacción entre
tejido y que sólo opera sobre actores que no los diferentes grupos que componen la Univer-
son lejanos, de hecho, que son inmediatamen- sidad (estudiantes, profesores y personal admi-
te accesibles. La teoría del actor-red, por otro nistrativo) sin la necesidad de que coincidan
lado, analiza cómo se lleva a cabo el control a en el tiempo y el espacio. Estudiar en casa no
distancia al generar emisarios durables y significa que el estudiante de la UOC esté des-
móviles que obligan a aquéllos que están dis- conectado de lo que ocurre en la universidad.
tantes a tratar al traductor como punto de paso Los estudiantes de la UOC pueden tener con-
obligado. Además, enfatizan el efecto diferen- versaciones sobre cuestiones cotidianas tal y
cial en tal acción que tendrían distintos tipos como las tienen los estudiantes de otras uni-
de materiales. Por ejemplo, «en especial la versidades; pueden consultar libros disponi-
gente y las inscripciones- son, en igualdad de bles en la UOC o en otras universidades en
circunstancias, más móviles y durables que Cataluña; pueden dirigirse a espacios con
otros. Parece que muchos objetos, y en parti- Noticias y consultar periódicos; o pueden
cular la conversación, se ajustan mal a los pro- demandar ayuda a los profesores para solven-
pósitos de la traducción a larga distancia» tar cualquier tipo de duda. Este estrecho y
(Law, 1986: 88-89). constante contacto garantiza la atención y la
Todo lo afirmado hasta el momento indica motivación continua que exige la educación a
que inscribir en materiales, que en determina- distancia. A través del correo electrónico pue-
das configuraciones de redes tienen la cualifi- den estar en contacto con sus tutores y conse-
cación de duraderos, sólidos o tejidos, es bási- jeros, participar en discusiones con sus compa-
co para el ejercicio del poder. Pero ¿toda ñeros o desempeñar sus responsabilidades
relación de poder duradera pasa por esa nece- académicas» (http://www.uoc.es/extern/an/-
sidad básica? ¿Toda relación de poder requie- web.d/festudis.htm).
re una materialidad más o menos dura para «Los hospitales que atienden pacientes psi-
mantenerse en el tiempo y en el espacio? quiátricos firmaron ayer un acuerdo con el
Como veremos en el siguiente apartado, nues- Ministerio de Sanidad que permitirá su recon-
tra respuesta es no. No es necesaria, actual- versión en cinco años. El interés de tal acuerdo
mente, tal condición para establecer una reside en que los hospitales podrán atender más
acción a distancia eficaz. pacientes como departamentos y servicios de
200 Francisco Javier Tirado y Miquel Domènech

urgencias para pacientes-externos, esto evitará posiciones muy diferentes de las re-
los internamientos prolongados» (El Periódico cientes disciplinas cerradas» (Deleuze,
3 de septiembre de 1999). 1989: 160).
Tres proyectos. Tres ámbitos del ordena-
miento social, salud, educación y organiza- Efectivamente, como el propio Foucault ya
ción policial/penal, y tres ejemplos de la apuntara, la misma proliferación de estableci-
evolución que presenciamos en el tipo de mientos disciplinarios no significó, en su
solución que se da a los problemas relativos momento, la implantación de un proceso de
al orden social. En el primer caso, se evita encierro generalizado que hubiera estado con-
recluir en una prisión a un esposo peligroso denado al fracaso:
o en una institución para mujeres maltrata-
das a una posible víctima de violencia mari- «Mientras que por una parte, se multi-
tal. Ambos, marido y esposa, agresor y vícti- plican los establecimientos de discipli-
ma, deben permanecer en movimiento, bajo na, sus mecanismos tienen cierta tenden-
un control abierto y casi continuo. En el se- cia a “desinstitucionalizarse”, a salir de
gundo caso, se muestra la posibilidad de po- las fortalezas cerradas en que funciona-
ner en marcha un proceso de enseñanza- ban y a circular en estado “libre”; las
aprendizaje sin que sea preciso someter a los disciplinas masivas y compactas se des-
rigores de un mismo marco espacio-temporal componen en procedimientos flexibles
a sus participantes. El edificio institucional de control, que se pueden trasferir y
deja de ser necesario, estudiantes y profeso- adaptar» (Foucault, 1975: 214).
res deambulan por un entorno virtual, según
sus propios horarios y desde los lugares más «Control abierto y continuo», «circular en
variopintos sin que esto, sin embargo, signi- estado libre», «procedimientos flexibles de
fique que no se encuentren. Se refuerza la control»... encontramos en estas citas de
sensación de libertad de los participantes en Deleuze y Foucault pistas que conducen hacia
la experiencia. En el tercer caso, finalmente, concepciones del ordenamiento social alejadas
se muestra una vez más la creciente tenden- del esquema del encierro institucional funda-
cia a limitar los encierros. El hospital psi- mentado en las prácticas disciplinares. Por otra
quiátrico, otrora edificio que simbolizaba la parte, es un lugar común referirse a la crisis de
creencia de que hay circunstancias que ha- las instituciones que presentan nuestras socie-
cen inevitable la reclusión de ciertas perso- dades. Los ejemplos con los que abríamos este
nas, se convierte paulatinamente en un lugar apartado son también ilustrativos de la impor-
de tránsito, pasar por él, pero no permanecer tancia creciente de valores como apertura, cir-
en él, limitar su función a la urgencia, lo culación libre, flexibilidad... Sin embargo, no
excepcional. creemos que se trate de ejemplos de desinsti-
Tres ejemplos, en definitiva, de un proceso tucionalización. Más bien, nuestra intención es
más general que algunos llaman desinstitucio- argumentar que el tipo de proceso al que asis-
nalización y que, ciertamente, no se corres- timos sería mejor caracterizado con la noción
ponde con la imagen de sociedad que se des- de extitucionalización, puesto que las viejas
prende de la lectura de Foucault. Deleuze lo ha instituciones se convertirían, ahora, en extitu-
caracterizado muy bien: ciones (Domènech & Tirado, 1997; Tirado &
Domènech, 1998; Domènech, Tirado, Traveset
«A veces se ha creído que Foucault & Vitores, 1999).
trazaba el cuadro de las sociedades mo- Pero ¿qué es una extitución? Tomamos la
dernas como otros tantos dispositivos noción de extitución de Serres (1994) para des-
disciplinarios, por oposición a los vie- cribir la resultante del proceso de inversión de
jos dispositivos de la soberanía. Pero las fuerzas centrípetas que recorren las institu-
no hay nada de eso: las disciplinas des- ciones en fuerzas centrífugas que lanzan al
critas por Foucault son la historia de lo exterior precisamente a aquéllos que las mora-
que poco a poco dejamos de ser, y nues- ban. Podemos habitar las instituciones, pero
tra actualidad se dibuja en disposicio- debemos rondar las extituciones (Serres,
nes de control abierto y continuo, dis- 1994).
Extituciones: del poder y sus anatomías 201

El caso de la UOC es ciertamente paradig- La psicología es un ámbito especialmente


mático de lo que significa el paso de una insti- interesante para ilustrar lo que deseamos
tución a una extitución. Serres lo ha descrito sostener. Rose (1996), al explicar la evolu-
muy bien al referirse a la diferencia entre una ción de esta disciplina, proporciona las cla-
clase tradicional y una virtual: ves de ese proceso. Si bien las primeras téc-
nicas de visualización e inscripción de
«Una clase tradicional es más o diferencias humanas en las ciencias psicoló-
menos estable porque reúne un número gicas tomaron la superficie del cuerpo como
determinado de personas en un lugar lugar donde las patologías psicológicas
concreto; construida con materiales sóli- debían ser observadas, pronto se abandona-
dos, como la escuela, es una institución, ron los estudios antropomórficos ante su
mientras que si es virtual, fluctúa su poca capacidad para comprender las peculia-
figura espacial y el número de personas ridades del alma. Se hizo evidente que había
que reúne, de tal manera que su plan, otras características humanas que no estaban
siempre diferente, es el mismo a pesar inscritas en el cuerpo:
de todo: es como el velero de Teseo,
estable pero siempre nuevo» (Serres, «Los tests psicológicos fueron un
1994: 186). medio para visualizar, disciplinar e ins-
cribir la diferencia, que no descansaba
Estás dentro o fuera de una clase tradicional, en la superficie del cuerpo en tanto que
tal diferenciación, no obstante, carece de sen- diagnóstico intermediario entre la con-
tido en una clase virtual. En tanto que extitu- ducta y la psique» (Rose, 1996: 109).
ción, una universidad virtual opera como red,
sin interioridad ni exteriotidad (Latour, 1997). Paradójicamente, las instituciones de encie-
Extitutiones y redes no tienen ni «dentro» ni rro, que son determinantes para la elaboración
«fuera», son sólo límite, elementos que pueden del cuerpo-tejido que alberga un alma, dejan
conectarse o no. Una extitución es una super- de ser lugares privilegiados para el ejercicio
ficie imposible de geometrizar, más bien es del poder en el momento en que tal alma pasa
una amalgama de conexiones y asociaciones a ser, a su vez, el centro de atención de las ope-
cambiantes. Su materia son las posiciones, los raciones de inscripción. Efectivamente, gra-
vecindarios, las proximidades, las distancias, cias a los procedimientos como los tests de
adherencias o acumulaciones de relaciones inteligencia o las escalas de desarrollo
(Serres, 1994). A diferencia de lo que ocurre
en la institución, dispositivo que combate el «[...] ya no es necesario reunir perso-
nomadismo (Foucault, 1975: 221), la extitu- nas en amplias instituciones y observar-
ción se caracteriza por la potenciación del las durante largos períodos de tiempo
movimiento y el desplazamiento. No más para descubrir si manifiestan caracterís-
encierro, no más reclusión, el control continuo ticas de comportamiento evaluativamen-
y abierto permite que el movimiento deje de te significativas. La codificación, la
ser un problema. matematización y estandarización con-
vierten el test en un mini-laboratorio
para la inscripción de la diferencia»
(Rose, 1996: 112).
5. Materialidad, poder
y extituciones La reflexión de Rose evoca inmediatamen-
te la imagen que ofrece la teoría del actor-red
de los centros de cálculo. Lugares a los que

A continuación nos centraremos en


los cambios que se producen en el
tránsito de las instituciones a las
llegan y desde los que parten móviles inmu-
tables, fluir continuo entre centro y periferia.
Como hemos visto, en el caso del test será el
extituciones. Cambios que nos permiten con- propio centro el que se desplaza sin parar, de
cluir que se ha producido una interesante varia- un sitio a otro, de una posición a la siguiente.
ción en la relación entre poder y materialidad. Ya no hay centros y periferias, sino multitud
202 Francisco Javier Tirado y Miquel Domènech

de centros que en su movimiento tejen la glo- flujos semióticos, flujos materiales y flu-
balidad. En otras palabras, Rose confirma la jos sociales (...) Un agenciamiento pone
perdida de relevancia de las instituciones. Lo en conexión ciertas multiplicidades per-
que añadimos a su argumento es el tránsito tenecientes a cada uno de esos órdenes,
hacia lo que hemos denominado extitución. Y de suerte que un libro no se continúa en
en ese tránsito, asistimos al cuestionamiento el libro siguiente, ni tiene su objeto en el
la pertinencia de pensar el ejercicio de poder mundo, ni su sujeto en uno o varios auto-
a partir de sus posibilidades de generar prác- res» (Deleuze y Guattari, 1980: 27).
ticas de inscripción. Si las instituciones han
dejado de ser establecimientos centrales, ¿por Es más, el agenciamiento rompe con la
qué debemos suponer que las prácticas que metáfora arquitectónica habitualmente utiliza-
implicaban continúan siendo importantes? En da para explicar la organización social:
las sociedades de control abierto y continuo,
cada vez más alejadas de las sociedades dis- «Un agenciamiento no tiene base ni
ciplinarias antinomádicas, la inscripción deja superestructura, ni estructura profunda
de ser un mecanismo privilegiado para el ni estructura superficial; dispersa todas
ejercicio del poder. sus dimensiones en un plano de consis-
Para entender el ejercicio de poder actual, las tencia simple sobre el que las presupo-
nuevas anatomías de poder, debemos atender a siciones recíprocas y las inserciones
las prácticas que aparecen en las extituciones. mutuas operan» (Deleuze y Guattari,
Al hacer eso, observamos que las operaciones 1980: 94).
de agenciamiento adquieren relevancia. Cierta-
mente, puede afirmarse que éstas estaban ya La noción de agenciamiento aporta una
presentes en los procedimientos disciplinarios. caracterización de la actual disolución de las
El ejercicio militar, por poner un ejemplo espe- instituciones y de la consiguiente aparición de
cialmente claro, se basaba, fundamentalmente, las extituciones. Una de las principales carac-
en un entrenamiento de un cuerpo al que se le terísticas de tal cambio reside en la sustitución,
ensamblaba un fusil. Sin embargo, como mues- como hemos mencionado, de una lógica de
tra el ejemplo de la pulsera que ofrecíamos más poder basada en las prácticas disciplinarias por
arriba, la posibilidad de ensamblar al cuerpo una nueva lógica basada en prácticas de con-
mecanismos diversos ya no descansa en proce- trol abierto y continuo.
dimientos disciplinarios. Ya no tenemos ni La vigilancia en las instituciones de encie-
tiempo ni espacio para disciplinar un cuerpo rro se caracteriza por: a) asentarse en la máxi-
que no cesa de moverse, un cuerpo que siempre ma visibilidad y en una reorganización del
está en movimiento. espacio llevada a cabo con ese propósito; b)
La noción de agenciamiento, inspirada en el requerir un estricto control del tiempo; c) exi-
concepto propuesto por Deleuze y Guattari gir que el individuo se plenamente conscien-
(1980), ha adquirido notoria popularidad en te de la operación de vigilancia; d) utilizar
los estudios sociales de la ciencia a la hora de intensivamente las potencialidades y energías
explicar las prácticas tecnocientíficas (Turn- del individuo a través de la disciplina; e) bus-
bull, 1995), las dinámicas organizacionales car el autocontrol; y f) implicar un «hacer
(Cooper, 1995) o la gestión de la subjetividad hacer». Pues bien, la vigilancia pervive en la
(Rose, 1996). En ese sentido, utilizaremos la extitución. Asentada en el movimiento no
noción para explicar el ejercicio de poder en requiere visibilidad y trasciende las barreras
las dinámicas extitucionales. Un agencia- físicas. Se basa en el control del movimiento
miento es, básicamente, una multiplicidad del usuario. El password, práctica habitual en
cambiante que expande incensantemente sus los entornos extitucionales, permite la locali-
conexiones. Y, por supuesto, en su multiplici- zación permanente de su trayectoria y la ges-
dad, el agenciamiento es necesariamente hete- tión de su trazado. Trasciende el tiempo, lo
rogéneo: que puede observarse especialmente en la
capacidad de almacenamiento y recuperación
«Un agenciamiento en su multiplici- de información de las bases de datos que con-
dad actúa forzosamente a la vez sobre forman estas nuevas formas sociales. Los
Extituciones: del poder y sus anatomías 203

individuos ya no son conscientes de la vigi- BIBLIOGRAFÍA


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