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ECONOMÍA

La IA obligará a los
trabajadores a adquirir
nuevas habilidades
por Jacques Bughin, Susan Lund, Eric Hazan
trad. Mariana Díaz
06.06.2018

bloomberg / Getty Images

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, junto con varios directores generales de Silicon Valley (EE. UU.)
han participado en la conferencia VivaTech en París (Francia) esta semana con el objetivo de mostrar el lado
"bueno" de la tecnología. Nuestra investigación destaca algunos de esos beneficios, especialmente el
aumento de la productividad y el rendimiento que la automatización y la inteligencia artificial (IA) pueden
aportar a la economía, y a la sociedad en general, si estas tecnologías se utilizan para abordar problemas
importantes como la lucha contra las enfermedades y contra el cambio climático. Sin embargo, también
notamos algunos desafíos críticos que deben superarse. En primer lugar, un cambio masivo en las
habilidades que necesitaremos en el espacio de trabajo en el futuro.

Para ver cómo de grandes podrían ser esos cambios, nuestra última investigación analizó los requisitos de
habilidades para actividades de trabajo individuales en más de 800 ocupaciones para examinar el número de
horas que la fuerza de trabajo invierte en 25 habilidades básicas en la actualidad. Después, calculamos hasta
qué punto estos requisitos de habilidades podrían cambiar para 2030, a medida que se implementan las
tecnologías artificiales y de automatización en el lugar de trabajo, y respaldamos nuestros hallazgos con una
encuesta detallada de más de 3.000 líderes empresariales en siete países, quienes confirmaron en gran
medida nuestra evaluación cuantitativa de recomendaciones. Agrupamos las 25 habilidades en cinco
categorías: física y manual (que es la categoría más grande en la actualidad), cognitiva básica, cognitiva
superior, social y emocional, y habilidades tecnológicas (la categoría más pequeña a día de hoy).
Los resultados destacan el gran desafío al que se enfrentan nuestras fuerzas laborales, nuestras economías y
el bienestar de nuestras sociedades. Entre otras prioridades, muestran la urgencia de poner en marcha
iniciativas de reentrenamiento a gran escala para la mayoría de los trabajadores que se verán afectados por
la automatización, iniciativas que actualmente son muy deficientes.

Los cambios en las habilidades no son nuevos: hemos visto un cambio de las tareas físicas a las cognitivas y,
más recientemente, a las habilidades digitales. Sin embargo, el próximo cambio en las habilidades de la
fuerza de trabajo podría ser masivo en escala. Para dar un sentido de magnitud, más de uno de cada tres
trabajadores puede necesitar adaptar la combinación de sus habilidades para 2030, más del doble de la
cantidad que podría ser desplazada por la automatización en algunos de nuestros escenarios de adopción, y
el aprendizaje continuo de nuevas habilidades será esencial para todos. Con el advenimiento de la IA, las
habilidades cognitivas básicas, como la lectura y la aritmética básica, no serán suficientes para muchos
trabajos, mientras que la demanda de habilidades tecnológicas avanzadas, como la codificación y la
programación, aumentará en un 55% para 2030, según nuestro análisis.

La necesidad de las habilidades sociales y emocionales, incluida la toma de iniciativas y el liderazgo, también
tendrá un aumento marcado, en un 24%, y entre las habilidades cognitivas superiores, la creatividad y la
información compleja y la resolución de problemas también serán significativamente más importantes. A
menudo se consideran habilidades "blandas" que las escuelas y los sistemas educativos en general no están
diseñados para impartir. Sin embargo, en un futuro más automatizado, cuando las máquinas son capaces de
asumir muchas más tareas rutinarias, estas habilidades serán cada vez más importantes, precisamente
porque las máquinas aún están lejos de ser capaces de proporcionar experiencia y entrenamiento o
administrar relaciones complejas.

Si bien muchas personas temen que la automatización reduzca la cantidad de trabajos para los humanos,
percibimos que la popularización de la IA tomará tiempo. La necesidad de habilidades cognitivas básicas, así
como habilidades físicas y manuales, no desaparecerá. De hecho, las habilidades físicas y manuales seguirán
siendo la categoría de habilidades más grande en muchos países por horas trabajadas, pero con diferente
importancia en todos los países. En Francia y el Reino Unido, por ejemplo, las habilidades manuales se verán
superadas por la demanda de habilidades sociales y emocionales, mientras que en Alemania, las habilidades
cognitivas superiores serán predominantes. Estas diferencias de país son el resultado de diferentes mezclas
industriales en cada país y esto a su vez afecta al potencial de automatización de las economías y a la
combinación de habilidades futuras. Si bien basamos nuestras estimaciones en el potencial de
automatización de sectores y países actuales, esto podría cambiar según el ritmo y el entusiasmo con que se
adopte la IA en empresas, sectores y países. Ya está claro que China se está moviendo rápidamente para
convertirse en un actor líder de IA, y Asia en su conjunto está por delante de Europa en el volumen de
inversión en inteligencia artificial.

Vemos el reentrenamiento (o el "reciclaje" como algunos lo llaman), como el imperativo de la próxima


década. Es un desafío no solo para las empresas, que están en primera línea, sino también para las
instituciones educativas, la industria y los grupos laborales, los filántropos y, por supuesto, los responsables
políticos, que deberán encontrar nuevas formas de incentivar las inversiones en capital humano.
Para las empresas, estos cambios son parte del mayor desafío de automatización que requerirá un
replanteamiento profundo de cómo se organiza el trabajo dentro de las empresas, incluyendo cuáles son las
necesidades estratégicas de la fuerza de trabajo, y cómo establecerlas para alcanzarlas. En nuestra
investigación, encontramos algunos ejemplos de compañías que se están enfocando en el reentrenamiento,
ya sea internamente, por ejemplo, el SAP de Alemania, o trabajando con instituciones educativas externas,
como lo está haciendo AT & T. En general, nuestra encuesta sugiere que es más probable que las empresas
europeas llenen las futuras necesidades de personal en la nueva era de la automatización, centrándose en el
reciclaje, mientras que las empresas estadounidenses están más abiertas a nuevas contrataciones. El punto
de partida para todo esto será un cambio de mentalidad, con las empresas que buscan medir el éxito futuro
por su capacidad para proporcionar opciones de aprendizaje continuo a los empleados.

El cambio de habilidad no es solo un desafío, es una oportunidad. Si las empresas y las sociedades pueden
equipar a los trabajadores con las nuevas habilidades necesarias, la ventaja será considerable, en términos de
mayor crecimiento de la productividad, aumento de los salarios y mayor prosperidad. El argumento de
Macron sobre que la tecnología es una elemento para hacer el bien se convertirá en una profecía
autocumplida. Por el contrario, si no se abordan estas demandas de cambio de habilidades, se podría
exacerbar la polarización de los ingresos y avivar las tensiones políticas y sociales. Lo que está en juego es
alto, pero ya podemos ver los esbozos de lo que se necesita hacer y tenemos poco tiempo para trabajar en
soluciones.

Jacques Bughin
es director del McKinsey Global Institute en Bruselas (Bélgica).

Susan Lund
es socia del Instituto Internacional McKinsey.

Eric Hazan
es socio principal de la oficina de McKinsey en París y miembro del Consejo de MGI.

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