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OCEANÍA Y UTOPÍA.

Jenny Victoria Acosta Vázquez


25 de mayo 2016

En este trabajo utilizaré 1984 y Utopía para hacer una comparación entre el modo de ver
que la utopía y la distopía tenían para la religión y el individuo, la política y el gobierno, y
familia y sexualidad, utilizaré esto último para analizar el rol que juega la pareja de Julia y
Winston Smith en la trama de 1984, qué representan y porqué son relevantes en la obra.
Partimos del supuesto de que las cuestiones en una obra serán completamente diferentes a
las de la otra dado que una es una utopía mientras la otra es una distopía. Comenzaremos
con Utopía y finalizaremos con 1984.
Utopía es un término que designa, en general, una propuesta de cambio que se
considera difícil de lograr o imposible pero que de todos modos se anhela alcanzar. El
término lo acuña Tomás Moro en su famosa obra y significa sin lugar. Los ideales que se
plasmaron en esa obra y otras anteriores (como la Ciudad de Dios o República) y que son
conocidos como utópicos han acompañado por mucho tiempo a la humanidad y, en el
transcurso de la historia, se encuentran intentos por llevarlos a cabo, entre estos podemos
destacar a los frailes dominicos y jesuitas que trataron de hacer de América el lugar de la
utopía, o al socialismo utópico de Owen, Fourier y Saint-Simon pero, sobre todo, a la
propuesta socialista del marxismo que intentó realizarse tras las guerras mundiales en
Rusia, China, Cuba, Corea del Norte y en otros países del este. Son algunos de estos
proyectos, principalmente el ruso mientras estuvo Stalin a la cabeza, los que dieron pie a la
distopía.
La distopía se presenta como una corriente de pensamiento en la que se denuncia la
vida que se tiene en algunos lugares que prometían la objetivación general del sueño de
Moro y, en concreto, la vida que se llevaba en la Unión Soviética o hacia donde se dirigiría
si se seguía actuando de la manera en la que hasta ese momento lo habían hecho, en estos
últimos destacamos la presencia de Orwell, Huxley y Zamiatín. Podemos decir que la
distopía se inaugura con Zamiatín, escritor ruso que perteneció al partido bolchevique y
participó en la revolución de 1917. Su novela se llama Nosotros y en ella desarrolla las
ideas distópicas; esta novela sirve de inspiración, por lo menos, para Orwell. Una vez
expuesto lo anterior podemos hacer el análisis propuesto anteriormente.
Tomás Moro escribe Utopía después de un viaje de negocios a Flandes al que el rey
le había mandado. El personaje principal es Rafael de Hythlodaeo, considerado por muchos
como álter ego de Moro, y es él quien cuenta las maravillas de la isla. La obra se divide en
dos partes: la primera es una crítica a la sociedad inglesa de aquel entonces y puede ser
vista como la argumentación del por qué es necesario un lugar como Utopía, en esta se
presenta una conversación en la que Rafael, Moro y el Cardenal discuten los problemas de
Inglaterra. No hay que olvidar el contexto histórico del autor, por estas fechas es cuando la
industria inglesa comienza a hacer a un lado al antiguo modo de producción, Moro no se
mantiene al borde y desde el relato plantea críticas muy fuertes para las dos clases que
luchan por el poder, la que asciende y la que busca conservarlo. De las dos dice que
cometen atropellos contra el hombre, a la ascendente le reprocha el salvajismo que le ha
inculcado a las ovejas “Tan mansas y tan frugales habitualmente, ahora, (por lo visto) se
han vuelto tan voraces e indómitas que devoran a los hombres, devastan los campos y
derivan casas y aldeas”1, todo con el fin de reproducirse y producir cantidades excesivas de
lana a costa de convertir a los hombres en ladrones y mendigos. Y al nobles les dice que
“piensan en los colonos de sus campos a los que desuellan vivos para incrementar sus
rentas, pues no han conocido otro sistema de hacer economías, unos hombres que, de otra
manera, son pródigos hasta acabar en la mendicidad…”2. Como puede verse tanto a unos
como a otros se les reprocha la falta de preocupación por el bienestar, en todos los sentidos:
económico, cultural, educativo, social…, del hombre de pueblo llano. La religión no es un
tema que se pase por alto: tras el decreto del Acta de Supremacía donde el poder religioso
era absoluto del soberano, Moro no actúa con protestas sino que plantea su modo de ver la
cuestión en la religión de los utopienses. La crítica de Moro no se reduce a esto pero por
falta de espacio, y por tener relación directa con los temas que trataremos, las tomaremos
como las principales y como un puente que nos permita pasar a la segunda parte del libro.
En esta parte Moro hace el desarrollo de la isla como tal, aquí plantea su ideal de
sociedad, qué hacen los hombres, cómo lo hacen, quiénes en específico lo hacen, etcétera.
La discusión en este momento es encabezada por Rafael, pues es él quien ha visitado la isla,
1
Moro, Tomás, Utopía, 2da edición, Akal, España, 2015, pág. 94
2
Ibíd. pág. 92
y sus interlocutores son Moro y su amigo. La isla sustenta su economía por la producción
del campo, contrario a lo que pasaba en Londres donde la producción agrícola era
desplazada por la industrial; a todos los ciudadanos se les inculcaban los conocimientos
agrícolas necesarios para que no tuvieran problemas al cumplir su estancia en el campo. El
modo de organizarse que tenían para estas labores consistía en un rol: una temporada
trabajabas en el campo y la otra en las demás ramas, aunque si lo tuyo era la vida campestre
y sus responsabilidades, podías pedir que te dejaran ahí y tu situación era considerada por el
príncipe en turno. Hay que poner atención en que son los ciudadanos los que se atienen a
esta organización; hay otra parte de la población que no entra en ella: los esclavos o
prisioneros (se aprisiona a alguien cuando, a pesar de las comodidades que Utopía le da
para su desarrollo como hombre viola las leyes establecidas), este sector de la comunidad
se encarga de realizar las actividades que se consideraban degradantes para el hombre, por
ejemplo matar a los animales que se comerían. Estos esclavos tenían el sello distintivo de
poseer piezas de oro que eran directamente proporcionales al nivel de su crimen.
Aunque los utopienses eran gobernados por un príncipe, podemos decir que era una
democracia; sus
instituciones son democráticas; y están abiertas al pueblo, son
transparentes: en las deliberaciones del príncipe y los traniboros (suprema
autoridad en la ciudad) están siempre presentes dos sifograntes (representantes de
las familias); además está prohibido tratar asuntos concernientes al bien común y
reuniones particulares o secretas, esto es, fuera de los lugares y tiempos
establecidos3
El hecho de que Moro estuviera a favor de un sistema parecido a la monarquía
constitucional se explica por la inconformidad que sentía para con el Acta de Supremacía,
que decretaba que el poder religioso y político, en su totalidad, estaban en las manos del
rey Enrique VIII.
En la cuestión religiosa, los utopienses aceptan la existencia de un dios supremo al
que todos llaman Mitra, esto no quiere decir que sea concebido de la misma manera. Los
utopienses aceptan la pluralidad de modos para venerar al dios. Aquellos que no siguen la
manera oficial de hacerlo no son perseguidos,

3
García Estébanez, Emilio, Introducción en Tomás Moro ob. cit. pág. 25
… estableció esto Utopo no sólo con miras a la paz…, sino por haber
entendido que el decretarlo así interesaba a la misma religión, de la que no se
atrevió a definir nada temerariamente, como teniendo por cosa incierta si
Dios no inspirara al uno esto y al otro aquellos buscando un culto variado y
múltiple; pero exigir por la fuerza y amenazas que lo que tú crees verdadero
les parezca lo mismo a todos, eso ciertamente lo tuvo por insolente e inepto.4
La cuestión familiar era muy importante porque cuando un marido iba a la guerra,
que nunca se producía por afán de conquista o caprichoso de los utopienses, se procuraba,
no obligaba, que la mujer y los hijos acompañaran al padre al combate para que él se
sintiera con la responsabilidad de mantenerlos vivos y peleara con más ahínco al saber que
los tenía cerca de sí y del campo de batalla. La elección de pareja depende del individuo y
con el fin de que la elección sea lo más consciente posible se permite que los novios
conozcan el cuerpo del otro antes de mantener una relación más seria. “Aunque no con
facilidad por algunos motivos se consiente el divorcio: por adulterio de la otra parte, por
una conducta inmoral intolerable, por incompatibilidad de caracteres entre los esposos si
ambos están de acuerdo en la separación.”5
Con lo dicho hasta ahora podemos concluir en que el gobierno planteado por Moro
tiene como carácter elemental la búsqueda de la realización plena del individuo o como lo
dice él, “el principio fundamental de toda institución a saber la vida y su sustento común” 6
mismo que no se puede cumplir si no se tiene una propiedad comunal de los medios de
producción.
Básicamente el planteamiento anterior fue el fundamento que tomaron utopías
como las mencionadas al principio para sustentarse; como también dijimos, uno de los
ejemplos más paradigmáticos es el de la revolución rusa de 1917 y que tuvo como uno de
sus frutos la creación de la URSS. La revolución rusa en sus inicios fue fiel a la enseñanza
marxista, sin embargo la muerte de Lenin, la coyuntura histórica y una mala dirección
hicieron que los ideales del principio fueran dejados de lado en pro de la conservación del
poder obtenido; y esto fue de donde las distopías se nutrieron, tal es el caso de 1984.

4
Ibíd. pág. 185
5
García Estébanez, Emilio, Introducción en Tomás Moro ob. cit. pág. 59
6
Moro, Tomás, Utopía, ob. cit. pág. 198
La novela narra la vida de Oceanía, potencia que es conformada por América,
Oceanía y Gran Bretaña. El sistema que utilizan para gobernar es similar al que Stalin
utilizó durante su mandato, es decir, una obediencia ciega al partido; el partido de Oceanía
es conocido como el Socing (aunque puede cambiar dependiendo de la traducción) y su
líder es el Gran Hermano (Big Brother); también, como la URSS, el partido posee un
enemigo, Emmanuel Goldstein, quien “dirige”7 la rebelión contra el Socing dentro de
Oceanía. La historia se centra en Winston Smith, miembro del partido externo que vivió la
transformación de Inglaterra dentro del régimen, aunque no recuerde bien cómo era la vida
antes del Socing por la corta edad que tenía cuando toma el poder. Winston trabaja en el
Ministerio de la verdad (Miniver en nuevalengua) “corrigiendo” las noticias de acuerdo a
las conveniencias del partido. Había cuatro ministerios: verdad (se encargaba de la
producción de la cultura y corrección de notas periodísticas de acuerdo a las condiciones
actuales del partido), amor (el edificio de este ministerio era el más llamativo por su
ausencia de ventanas, en él se trataba con los disidentes para inculcarles, mediante la
tortura, el amor al BB, aunque después de que Winston está ahí se sabe que una vez que el
Minimor te atrapa terminan eliminándote), abundancia (de las estadísticas de la
producción) y paz (de la administración de la guerra).
Dijimos que Winston era miembro del partido exterior y para entender algunas
cuestiones que trataremos debemos explicar qué quiere decir esto; en el libro de Emmanuel
Goldstein, que Winston logra conseguir por medio de O´Brien, se dice:
A lo largo de la historia… ha habido en el mundo tres clases de
personas: las de clase alta, las de clase media y las de clase baja. Se les ha
subdividido de muchas maneras, han ostentado nombres muy diferentes, y su
número relativo y las actitudes demostradas con los demás han variado de una
época a otra, pero la estructura esencial de la sociedad no se ha modificado
nunca. Incluso después de enormes revueltas y cambios en apariencia
irrevocables, ha vuelto a establecerse el mismo orden…8;
en el caso de Oceanía las clases son el partido interior, el partido exterior y los proles. Los
proles son los encargados de toda la producción económica de la sociedad y se les da un

7
Pongo la palabra entre comillas porque en la obra nunca se llega a confirmar que la resistencia esté
encabezada por Goldstein y exista, así como tampoco se confirma la existencia corpórea del BB.
8
Orwell, George, 1984 [Traducción de Temprano García, Miguel], Debols!llo, México, 2013, pág. 215
trato diferente, por ejemplo, mientras que los miembros del partido son vigilados
constantemente por las telepantallas (dispositivo tecnológico usado por el partido para
emitir imágenes y recibirlas) los proles no las poseen, o el hecho de que los miembros
utilicen un mono azul y la prole no. Es por el mantenimiento de las clases sociales que
Orwell les hace una de las críticas más fuertes de todo el libro: tras la aparición de la
maquinaria como herramienta para la producción, los sueños de los utopistas anteriores
podían ser realizados porque el hombre tenía la posibilidad de trabajar poco y tener lo
suficiente para vivir dignamente, y ellos no usaron las máquinas para eso, si no para
enriquecerse a costa de la explotación del prole.
Aunque propiamente Oceanía no contaba con un sistema religioso como tal,
podemos decir que el BB era su dios. La veneración total, la constante propaganda para
que le amaras y sus rezos diarios, los Dos minutos de odio, confirman lo anterior. Como en
muchas religiones, en esta no se pedía, de hecho se evitaba totalmente, un querer
consciente, más bien era fanatismo.
La familia es un aspecto que el partido cuida en demasía, se aceptan los
matrimonios siempre que no haya atracción de ningún tipo entre los dos, de hecho a las
mujeres se les inculca una cultura anti sexo por medio de la Liga Antisex, “me abrazaba
pero con asco”, cuenta Winston al referirse a su primera esposa. El tener hijos también era
posible pero la relación padre hijo es completamente distinta a la que conocemos:
…se animaba a la gente a querer a sus hijos casi a la manera antigua.
Pero, por otro lado, se ponía sistemáticamente a los niños en contra de sus
padres y se les enseñaba a espiarles y a informar de sus desviaciones. La
familia se había convertido en una extensión de la Policía del Pensamiento.
Era un medio de tener a todo el mundo rodeado día y noche de informantes
que los conocían íntimamente9
El partido tiene, como se ve, control absoluto sobre sus miembros, por esto, el amor
se presenta como uno de los actos más revolucionarios que se pueden hacer. Julia es
miembro del partido externo y trabajo en el Miniver aunque en un departamento distinto
del de Winston, forma parte de la Liga Antisex y, antes de acercarse más allá del
camarada, Smith creía que era una persona incondicional al Socing y la odiaba por eso. El

9
Ibíd. pág. 145-146
primer encuentro relatado en la novela entre Smith y Julia se da durante los “Dos minutos
de odio”, Smith, al creer que era un modelo de chica dentro del partido, la odia y su
manera de sacar ese odio hacia Julia, el partido y la Liga es soñando que la viola. Después
de que le entrega el papel declarándole su amor, Winston (que había empezando a salirse
del sistema desde que compra el diario) se hace consciente de que si lo agarran a él ella
también saldrá perjudicada. Los dos tienen inclinaciones anti Socing, sin embargo las
tienen de manera muy distinta: Julia busca su liberación por principios hedonistas, ella
considera que el partido no le permite explotar sus pasiones (“Para Julia todo se reducía a
su propia sexualidad. En cuanto salía a reducir la cuestión era capaz de razonar con mucha
agudeza”10) mientras que Winston odia al partido por cuestiones éticas tales como la
alteración de la verdad, la falta de libertad, el privilegio de unos a costa de la explotación
de otros y la constante desaparición de personas; es por esto que cuando tiene el texto
“Teoría y práctica del colectivismo oligárquico” él tiene un interés profundo y genuino por
saber qué dice, por qué el partido actúa como lo hace, mientras que ella muestra un interés
nulo. El hecho de que el sexo con amor esté prohibido entre los miembros del partido creo
que tiene que ver con el hecho de que cuando te entregas a una persona y mantienes
relaciones sexuales con ella le abres los rincones más recónditos de tu cuerpo y tu alma
haciendo con esto que el lazo que los une pueda ser más fuerte que otro que pudieras
establecer con alguien más, esto significa que la unión con esa persona puede afectar los
intereses del partido porque pondrías tu relación por encima del mismo.
Con lo dicho hasta ahora podemos dar el paso final de este trabajo: mostrar
concretamente las diferencias entre el gobierno y la política, la religión y el individuo, y
familia y sexualidad, planteadas según Utopía y 1984. Durante el trabajo hice mucho
énfasis en que las formaciones políticas de entre guerras que tenían un matiz socialista
tuvieron gran influencia, directa o indirecta, de Moro, sin embargo, como bien puede verse,
aunque la intención en sus inicios parece ser buena, lo cierto es que conforme pasó el
tiempo y se fueron desarrollando ciertas cuestiones externas e internas, se perdió esa idea
que buscaba la realización plena del ser humano por medio de un estado regido por los
principios más altos del hombre (justicia, libertad, igualdad, etcétera) para dar pie a un
estado que buscaba la conservación del poder, no como un fin en sí mismo sino como un

10
Ídem.
medio para llevar a la práctica un proyecto de nación, pero olvidaron que en nombre de
buenos proyectos se pueden cometer atrocidades en el camino, por ejemplo, la forma que
adoptan la familia o la religión en 1984 cuando se suponían que debían ser, la primera, un
modo por el cual el hombre se insertara más plenamente en la sociedad, sabedor de que su
familia formaba parte de la misma y que debía proteger a la sociedad como protegía a su
familia y viceversa. Respecto a la segunda se presenta el problema del dogmatismo, en
Utopía se permite la veneración del dios según tu modo de entenderlo, y la clave está en el
entenderlo, debía ser una adoración consciente guiada por ciertos principios. Mientras que
en Oceanía la veneración al partido entre menos consciente fuese, mejor.
Por último me gustaría reflexionar un poco sobre las enseñanzas que Tomás Moro y
George Orwell pueden darnos en una época de gran efervescencia social. Me parece que
los rasgos principales de Utopía no pueden quedarse en el olvido mientras existe una
sociedad que posea las características que Moro atribuyó a la burguesía naciente y a la
aristocracia decadente y seguirán floreciendo intentos por derrocar gobiernos de ese tipo,
sin embargo es importante rescatar la advertencia que Orwell hace para su época, y las
posteriores, sobre el cómo es posible que ideas que en su nacimiento planteaban metas
muy buenas, degeneren en lo que pretendían evitar. Creo que la manera de tratar que eso
no suceda es teniendo siempre presente lo que buscabas, cómo lo buscas y con quién lo
buscas.

BIBLIOGRAFÍA
Moro, Tomás, Utopía, 2da edición, Akal, España, 2015
Orwell, George, 1984 [Traducción de Temprano García, Miguel], Debols!llo,
México, 2013

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